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Nombre: Alicia Fernanda Soberón Elizondo

Fecha: 09-09-2019

Los tipos de delirios

Los delirios suelen presentarse en varios tipos de cuadros clínicos, más se encuentran algunas
referencias en libros sobre, la diferente manera en que el delirio se expresa, siendo así que en la
“Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM 5”, nos manifiestan algunos tipos de
delirios como el tipo erotomaníaco, de grandeza, celotípico, persecutorio, somático, mixto y no
especificado; hablemos un poco de cada uno, el primer tipo erotomaníaco, distingue un delirio en el
cual la persona cree que alguien está enamorada del individuo; el de grandeza remarca la
convicción de poseer talento o conocimientos de gran importancia; el tipo celotípico hace
referencia al delirio cuando se cree que la pareja del individuo lo engaña con otra persona; el
persecutorio indica el tema de delirio como gente que lo envenena, acosa o lo difaman por algún
motivo; el tipo somático indica un delirio con tema central de sensaciones y percepciones
corporales implícitas; el delirio de tipo mixto es aplicable cuando no hay predominancia de otro tipo
de delirio y el tipo no especificado se aplica cuando el delirio no es determinado o específico, en
referencia a los anteriores tipos de delirios según como lo concibe el DSM 5.

Si tomamos por referencia a otra bibliografía, encontramos diferentes formas de clasificar a los
delirios como en el caso de indagar en el libro “Manual de psicopatología y psiquiatría”, en el cual
encontramos la siguiente clasificación de los delirios, según su estructura, contenido y su curso.

Según la clasificación de estructura, existen delirios sistematizados, definidos por ser coherentes y
sistematizados en relación con la vida y personalidad del paciente, en cambio los no
sistematizados, son delirios sin claridad y no se unen junto a los pensamientos e ideas del
individuo, carecen de orden y una coherencia en su trama.

La clasificación según su estructura nos revela algunos tipos de delirios como delirio de
persecución, de prejuicio, hipocondríaco, de grandeza, místico, pasional, de reivindicación y el
delirio depresivo, el delirio de persecución se asemeja al descrito anteriormente por el DSM5,
entonces aquí predomina el terror y el acecho al individuo por parte de personas y objetos; el
delirio de prejuicio lleva a sentirse perjudicado por humillaciones y hostilidades por parte de los
demás hacia el individuo, el delirio hipocondríaco, se diferencia por creer que se tiene
enfermedades incurables y existen miles de malestares corporales sin solución; el delirio de
grandeza hace hincapié en el sentimiento de omnipotencia y está basado en sentimientos de
inferioridad e incapacidad; el delirio místico pone al individuo como portador de mensajes de
salvación para la tierra y lo ubican como un personaje digno de ser beatificado y alabado; el delirio
pasional es dividido en este libro en delirio celotípico y erotomaníaco poseyendo las mismas
características descritas por el DSM-5, predominando la idea de traición el primero y la ilusión de
ser amado en el segundo; en el delirio de reivindicación se centran en el tema de querer ser
reconocido por las leyes y amparado por los demás para que se valgan los derechos que se ven
como perjudicados; los delirios depresivos se exteriorizan en ideas de culpabilidad, enfermedad,
causados como consecuencia de actos negativos dirigidos hacia seres queridos por el individuo.

Finalmente, en la clasificación según el curso del delirio, se clasifica a los delirios como delirios
agudos, subagudos y crónicos.

En el delirio agudo se caracteriza por una agitación psicomotriz, alucinaciones y trastornos


neurovegetativos que si no son atendidos a tiempo, pueden devenir en un hecho mortal para la
persona que sufre este delirio; a los delirios subagudos se los define como delirios organizados
transitorios, es decir que no devienen en consecuencias mortales para el individuo más se
caracterizan por su carácter delirante; los delirios crónicos hacen alusión cuando los delirios del
individuo pintan la realidad y determinan la relación de la persona con el mundo, lo que define la
personalidad de una manera arraigada y que son muy difícilmente remisibles.

Cada libro expondrá una teoría diferente bajo la cual se observa y clasifica al delirio, siendo que en
el libro “Manual de psicopatología” ofrece una clasificación según el contenido del delirio diversa a
las ya mencionadas, entonces aquí se ofrece el distingo de los delirios de acuerdo a si son: delirios
de ser controlados, idea delirante corporal, idea delirante de celos, idea delirante de grandeza, idea
delirante de pobreza, idea delirante de referencia, idea delirante extravagante, idea delirante
nihilista e idea delirante persecutoria.

En el delirio de ser controlado se manifiesta con pensamientos y actos que se ejecutan o realizan
sin que sean sentidos como propios, como si algo exterior controlara y ejecutara estas acciones sin
la intervención de la voluntad del individuo; en la idea delirante corporal existen ideas de referencia
sobre el propio cuerpo, su estado y su funcionamiento, que por ser un delirio, son muy inacertadas
e irreales; la idea delirante de celos es acorde a las otras definiciones, haciendo que el individuo
crea que su pareja le es infiel; en la idea delirante de grandeza se exagera la importancia y el
conocimiento personal que se tiene a escalas muy altas e irreales; la idea delirante de pobreza
enfatiza que se han perdido o perderán cosas y objetos materiales; la idea delirante de referencia
hace que acontecimientos, personas o cosas tomen un carácter peyorativo u hostil hacia el
individuo, sin que necesariamente el mundo gire alrededor del individuo; la idea delirante
extravagante se define por contenidos absurdos y sin bases reales que generen historias o
pensamientos muy disparatados en relación a la realidad; en la idea delirante nihilista pone al
individuo a pensar que no existe, o que una de sus partes no existen, o bien el mundo o partes de
él no existen o han dejado de existir; la última clasificación que este libro nos ofrece es la idea
delirante persecutoria, acorde a las otras definiciones sobre este delirio, dice que una persona o
grupo acosan, engañan o conspiran contra el individuo.
Sintomas Positivos

Las ideas delirantes / son falsas creencias de las que la persona está firmemente convencida a
pesar de la ausencia de pruebas concretas. Este tipo de convicciones deben distinguirse de las
creencias culturales específicas de un grupo o de toda una sociedad. Las personas que
experimentan delirios pueden creer que son perseguidas, que tienen poderes o talentos especiales
o que sus pensamientos o acciones están bajo el control de una fuerza externa. En ocasiones, los
delirios tienen un carácter fantástico o extraño (ej.: ser capaz de controlar el tiempo o de mantener
comunicación con seres de otro mundo). Quienes padecen delirios pueden sentir gran temor a que
se les vaya a hacer daño y actuar por este motivo de forma inhabitual.

Las alucinaciones / son senso-percepciones sensoriales imaginarias. Los tipos de alucinaciones


más habituales en la esquizofrenia son las auditivas, en forma de voces imaginarias. Algunas
veces, los enfermos mantienen conversaciones con ellas. Las voces pueden dar órdenes o
comentar el carácter y las acciones de la persona con esquizofrenia. Otras alucinaciones menos
frecuentes consisten en ver, sentir, saborear u oler cosas que no existen y que son percibidas
como reales por quien las padece. Se pueden incluso percibir colores y formas normales de
manera distorsionada y sentir que poseen un significado personal imperioso.

Los enfermos que poseen / trastornos del pensamiento tienen una forma de pensar confundida,
que se revela en el contenido y en la forma de lo que dicen. La conversación puede resultar difícil
de seguir, porque salta de un tema a otro con poca o ninguna conexión lógica. También se
producen interrupciones en el hilo del pensamiento (bloqueo del pensamiento). La sintaxis se
vuelve extraña, de forma que sólo parece tener sentido para quien habla. En algunos casos, los
pacientes creen que sus pensamientos están siendo difundidos o robados o controlados o
inducidos por agentes externos (ej.: un extraño, un demonio). Estos fenómenos reciben el nombre
de eco, difusión, inserción o robo del pensamiento. En los casos más graves, el lenguaje puede ser
tan confuso e inconexo que resulte imposible entenderlo.

Comportamiento extraño / Algunas personas con esquizofrenia se comportan de forma extraña o


transgreden normas y costumbres sociales (ej.: se desnudan en público). Pueden hacer gestos
raros y muecas o adoptar expresiones faciales incongruentes y posturas extrañas sin razón
aparente. Los síntomas positivos se reconocen con relativa facilidad, porque obviamente difieren
de lo normal. Sin embargo, las ideas delirantes y las alucinaciones no justifican necesariamente el
diagnóstico de esquizofrenia. Estos mismos síntomas pueden darse en personas que abusan del
alcohol o las drogas o que sufren depresión grave, manía, daño cerebral u otras enfermedades.
Como los síntomas positivos graves dificultan en gran medida el funcionamiento social del
individuo, suelen tener como resultado la hospitalización en un centro psiquiátrico.
Afortunadamente, los antipsicóticos pueden eliminar o reducir la intensidad de los síntomas
positivos y disminuir las posibilidades de sufrir recaídas, aunque la persona todavía se vea
afectada por los síntomas negativos. Una recaída puede venir provocada por un acontecimiento
estresante, por unas relaciones conflictivas prolongadas, o por la interrupción o reducción de las
dosis de los medicamentos. De todas formas, también se producen recaídas sin un factor
desencadenante evidente, aun cuando el paciente tome una dosis que hasta ese momento era
adecuada.
Las personas que padecen esquizofrenia pueden hablar y comportarse de manera extraña, lo
que provoca en los demás temor y rechazo hacia ellas, con lo que se perpetúa la estigmatización
asociada con la enfermedad. Asimismo, la dificultad de estas personas para comunicarse
verbalmente, también puede contribuir a la estigmatización de este trastorno.
Los síntomas positivos se relacionan con la estigmatización inherente a la locura. Los delirios,
las alucinaciones, el comportamiento inadecuado y la percepción alterada de la realidad son
rasgos característicos de los que se denominan "locos". El comportamiento extraño de las
personas con esquizofrenia provoca el temor en los demás a perder el control del propio
comportamiento.

Sintomas Negativos

Entorpecimiento afectivo / las personas con esquizofrenia suelen presentar un estado emocional
“entorpecido”, de forma que no responden a lo que pasa a su alrededor. Pueden ser incapaces de
reflejar cambios emocionales en su expresión facial, en sus gestos, en el tono de su voz y de no
responder a acontecimientos felices o tristes, o bien reaccionar de forma inadecuada. En algunos
tipos de esquizofrenia, especialmente la hebefrénica o de tipo desorganizado (véase más
adelante), destacan entre los síntomas principales las acciones y emociones muy inadecuadas e
incongruentes. La persona afectada puede parecer desorientada, sin objetivos, alegremente
inoportuna y a menudo impulsiva. Toda la personalidad de los que padecen una esquizofrenia
parece haber cambiado con respecto a lo que era antes.

Pérdida de vitalidad / la esquizofrenia reduce la motivación de las personas y disminuye su


capacidad de trabajar o de participar en diversiones. Parecen interesarse poco por actividades
cotidianas como lavar o cocinar y, en casos extremos, descuidan su higiene personal y la propia
alimentación. Pueden aparecer indecisión, negativismo y pasividad, mezclados con impulsos
súbitos. En casos extremos, el sujeto puede retraerse, agitarse o manifestar estupor sin razón
aparente.
Retraimiento social / las personas con esquizofrenia tienen dificultades para hacer y mantener
amigos o conocidos; las relaciones íntimas son escasas o inexistentes y el trato con los demás
tiende a ser breve y superficial. En casos extremos, se evita de forma activa toda relación social.
Pobreza de pensamiento / Algunas personas con esquizofrenia muestran una notable reducción de
la cantidad y el contenido de su pensamiento. Rara vez hablan con espontaneidad y contestan a
las preguntas con respuestas cortas, sin ningún detalle. En los casos más graves, el discurso se
limita a frases cortas como "sí", "no", "no sé". Otras personas con esquizofrenia hablan libremente,
con un lenguaje comprensible, pero sin transmitir contenido alguno. Contestan a las preguntas de
forma indirecta, sin ir al grano. En su expresión verbal reflejan asociaciones imprecisas o sin
relación entre las ideas, así como cortes incomprensibles y saltos en el hilo del pensamiento. Los
síntomas negativos suelen interpretarse erróneamente como signos de pereza o de mal
comportamiento intencionado, cuyo objetivo es molestar a los demás, más que como parte de la
propia enfermedad. Esta interpretación contribuye en gran medida a crear la imagen negativa y la
estigmatización que se asocian con la esquizofrenia.
Al valorar los síntomas negativos que no están acompañados de síntomas positivos, el médico
debe evaluar los cambios con respecto al comportamiento previo a la enfermedad. Aunque los
síntomas negativos que aparecen en ausencia de síntomas positivos no suelen detectarse, la
persona que únicamente manifiesta síntomas negativos también necesita ayuda. En culturas
donde la norma es que las relaciones sociales sean intensas y frecuentes (ej.: muchas culturas
occidentales) la presencia de síntomas negativo puede ser particularmente estigmatizante. Resulta
extremadamente importante tener en cuenta el factor cultural cuando se evalúan los síntomas
negativos y su repercusión.
A diferencia de los síntomas positivos, los negativos constituyen déficits más sutiles del
funcionamiento y no suelen reconocerse como síntomas de la enfermedad. En ocasiones, los
familiares u otras personas los interpretan erróneamente como signos de pereza. Por ejemplo, si la
persona no está motivada o se despreocupa de su aspecto, se puede pensar que lo hace
intencionadamente para molestar o fastidiar a su familia.
Los síntomas negativos también pueden deberse a una depresión (que puede manifestarse a la
vez que la esquizofrenia) o constituir la respuesta a un ambiente poco estimulante (como una
estancia prolongada en el hospital) o presentarse realmente como efectos secundarios de algunos
antipsicóticos. Suele ser difícil determinar si los síntomas negativos forman parte de la propia
esquizofrenia o son el resultado de este otro tipo de problemas. La capacidad de la persona para
trabajar, relacionarse con los demás y cuidar de sí misma durante la remisión depende en gran
parte de la gravedad de los síntomas negativos residuales.
La mayoría de las personas con esquizofrenia sólo tienen algunos síntomas positivos y
negativos en un momento determinado. Normalmente, el tipo y la intensidad de los síntomas varían
sobremanera en el transcurso de la esquizofrenia y de una persona a otra. Algunos pacientes no
experimentan nunca alucinaciones, otros no padecen delirios y los hay que no tienen síntomas
negativos mientras que otros los sufren en todo momento. Los síntomas negativos se asocian con
el estigma de debilidad psicológica, falta de voluntad o energía para llevar una vida más activa e
incapacidad de cuidar de uno mismo. Las consecuencias de los síntomas negativos pueden
percibirse como una forma de vida escogida voluntariamente y caracterizada por el retraimiento
social y la falta de responsabilidad hacia los demás. Los síntomas negativos se asocian
frecuentemente con el estigma de la pereza. La capacidad de trabajar, relacionarse con los demás
y cuidar de uno mismo durante la remisión de la enfermedad depende en gran parte de la
gravedad de los síntomas negativos residuales.

Caso de esquizofrenia infantil.

1. Datos del paciente y antecedentes.

Antonio tiene 14 años cuando sus padres, ambos maestros en un colegio privado, lo llevan a
consulta. Tiene un hermano de 18 años. El parto se realizó mediante fórceps y pesó 3,600
kilos. Su desarrollo psicomotor fue normal. Dio malas noches hasta los dos años y hasta hace
poco tenía enuresis nocturna. En preescolar y durante los primeros años de la escolaridad
tenía amigos y se relacionaba bien. Actualmente, sus relaciones interpersonales pueden
calificarse de difíciles. Una tía materna es epiléptica y una de sus hijas recibe tratamiento
psiquiátrico por episodios depresivos recurrentes. El EEG aparece normal.

Su madre, que dice tener un carácter con tendencias depresivas, refiere que “desde siempre
ha sido un niño preocupado por todo, todo se lo toma con mucha importancia, todo lo somete a
la mente”. El padre dice que habitualmente le ha costado trabajo relacionarse, pero que ha sido
un buen estudiante, con media de sobresaliente. Cree que poco después de cumplir 12 años
fue “la explosión”, pues recuerda que estando en 1º de ESO, tuvo una conversación con
amigos sobre extraterrestres y desde entonces lo veían con miedo, desconfiado con todo el
mundo. Un buen día empezó a decir que él era extraterrestre y sus padres también. Esa fase
duró unos meses, pero remitió con el tratamiento farmacológico a que le sometieron. No
obstante, aún está obsesionado con los ovnis y otros temas relacionados.

2. Funciones Cognitivas.

Su lenguaje también comenzó a tornarse distinto, menos organizado, ya que al hablar salta
de un tema a otro, le cuesta encontrar palabras para lo que quiere decir y a veces no
responde exactamente a lo que se le pregunta. De todos modos, se le entiende, ya que
esta desorganización ha mejorado. Al preguntarles por su afectividad, los padres
encuentran que es poco expresivo en sus gestos (especialmente los faciales) y que no
suele mirar a la cara cuando habla ni cuando escucha. Su autoestima es bajísima, piensa
que todo lo hace mal, que es un inútil, un desgraciado. Su rendimiento escolar ha bajado
mucho y repite a menudo que se quiere morir. Luego comenzó con las manías: lavarse las
manos una y otra vez, dejar las zapatillas colocadas siempre de la misma forma,
observarse mucho la cara y el cuerpo. También han observado un movimiento de ojos
extraño y pensamientos raros, como por ejemplo si pasará algo malo porque se deje la luz
encendida o la puerta de su habitación abierta.

En la exploración se observa: tristeza, rituales, no parece entender lo que lee, miedo a que
alguien conozca sus pensamientos y a molestar a los demás. Tiene también dificultades
para conciliar el sueño, entre otras cosas porque se pone a pensar si habrá colocado
correctamente las zapatillas o si ha apagado las luces de la casa. También repite frases.
Está muy agobiado porque tiene miedo de no alcanzar los objetivos en sus estudios,
porque no puede concentrarse. Se hace a sí mismo preguntas como ¿por qué estudio?,
¿por qué estoy triste?, y no sabe responderse. Se queda callado cuando se le pregunta,
como intentando hilar las ideas y en casa le dicen que abre y cierra los ojos mucho porque
está todo el día pensando.

Respecto a los movimientos raros, comenta que cuando va por la calle va mirando en
dirección izquierda-centro-derecha y cuando está en casa estudiando mira para detrás
para comprobar que tiene la luz de la lampara encendida. También hace algunas muecas
rápidas, calificadas por sus padres como “tonterías” y también se ríe sin venir a cuento (sin
tener relación con el discurso propio o de los demás). Estos pensamientos los reconoce
como suyos, aunque le molestan porque no le dejan concentrarse. Dice que una vez se
dejó las llaves puestas en la cerradura y que ahora necesita tocar la cerradura para
comprobar que no las olvida (aunque vea que no están puestas), y que “quiere controlarlo
todo, para que no opinen nada malo de mí”.

3. Diagnostico.
Eje I: Esquizofrenia tipo desorganizado. Trastorno obsesivo compulsivo.
Eje II: Sin diagnóstico
Eje III: Sin diagnóstico
Eje IV: Dificultad de relación con sus iguales.
Eje V: EEAG = 55

4. Síntomas.
I. Está pasando por el difícil período de transición de la adolescencia. Pero no todos
los adolescentes muestran conductas tan extrañas.
II. Antecedentes familiares (en este caso por vía materna) con una fuerte presencia
de carga hereditaria neuropsicopatológica.
III. No se observan trastornos perceptivos, como alucinaciones.
IV. Delirios: pensamientos acerca de que tanto él como sus padres son
extraterrestres, con carácter de convicción e irrebatibles a cualquier argumentación
lógica.
V. Aislamiento social.
VI. Aplanamiento afectivo (distinto del estado de ánimo depresivo).
VII. Lenguaje desorganizado
VIII. Deterioro de su rendimiento escolar
IX. Exclusión del consumo de sustancias y de enfermedad médica
X. Duración de más de 6 meses
XI. Dentro de los subtipos de esquizofrenia y dado que los síntomas positivos ya no
están presentes en toda su intensidad, aunque sí los negativos (pobreza de
lenguaje y aplanamiento afectivo), el diagnóstico más apropiado es el tipo
desorganizado: lenguaje desorganizado, comportamiento desorganizado y
afectividad aplanada o inapropiada.
XII. Entrenamiento en Habilidades Sociales (instrucciones, role-play, ensayo
conductual, modelado, reforzamiento).
XIII. Prevención de Recaídas: detección señales recaída, acudir al psiquiatra,
intervención ante máximo estrés.
XIV. Farmacológico: neurolépticos.

5. Tratamiento TOC.
I. Exposición con prevención de respuesta.
II. Tratamiento cognitivo-conductual.
III. Farmacoterapia: Antidepresios a dosis altas.

Bilbiografía de referencia

American Psychiatric association (2014), “Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM
5”, Arlington, ed Asociación americana de psiquiatría

CORTESE, N (2004), “Manual de psicopatología y psiquiatría”, Buenos Aires, Argentina, ed


Nobuko

BELLOCH, A ; SANDIN, B;RAMOS,F (2008), “Manual de psicopatología, Volumen I”, Madrid,


España ,ed McGraw-Hill

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