LA PROPOSITO DE UNO DE LOS ATHLO/ DE
HERCULES: LAS REPRESENTACIONES DE ATLAS
EN LA MAURETANIA Y EN LA BAETICA'
por Luis Baena del Alcazar
L undécimo de los dodekathioi de Hércules fue, segtin refieren las fuentes
mitolégicas mas autorizadas, la busqueda y obtencién de las manzanas de
oro que celosamente se guardaban en el Jardin de las Hespérides?.
Para conseguir tan preciados frutos el héroe tebano, tras largo y accidenta-
do viaje, tuvo que acudir al titén Atlas, el cual sostenia la boveda celeste. De
esta figura mitolégica, de la pervivencia del mito en época romana y de su ico-
nografia queremos ocupamos en este trabajo.
No entraremos en la descripcién del pentiltimo athloi de Hércules, por ser
bien conocido, ni en los monumentos que lo figuran en la zona del Estrecho,
por haber sido ya estudiados’, pero sf estimamos oportuno referimos a Atlas
cuyo mitico destino quedé definido tempranamente en la literatura griega. Asi,
Hesiodo, Teog. 517-519, afirma que:
1. El texto del presente trabajo, ahora modticado parcaiments, fue presentado como comunicacin al ! Congreso Internacional “I
Estecho de Gibraltar’, celebrado en Coua en noviembre e 1860.
2. A.RUIZ DE ELVIRA, tolagia Cidsica, Maid, 1975, pp. 2346. siguiendo @ APOLODORO, Bt, IS, 11; C. POSAC MON, “Las
leyendsclésicas vinculadas con is rr dol Magreb™.Cuademos do la Biblioteca Espafoia db Tetidn, 1, 1864. pp. S0ss; Cle
también més exensamente: A. FURTWANGLER, 84. “As” on W. H, ROSCHER, Austviches Lexikon der grisohisohon und
ramischen Mytaloge, Lip, 1884-1886 (Hdeshan 1988), cols. 703-711; K. WERNICKE, ev. "Alas" en G. PAULY-WISSOWA,
Real-oncyc)péte der Clessischen Atortumwssonschal. I, 2, Stligan, 1886, cols, 2-118-2188; E. VINET, sv. “Aas” en CH.
DAREMBERG-E. SAGLIO, Dctannaie des antquités gecques et romaines|, Pais, 1877, p. 526-528
8. _Lateonograis de Hércles on la zona dl Esttecho ha so bien estudiaa por A. BALL, "Hercules y Antoo”y “Tasooy ol Mnotawo
fen os broncas de Linus’, Congreso Iniemacianal"E!Estscho de Gibvahar (en adclants CIEG) Ceuta 1987, acid 1980, pp.
1865ss.; P. RODRIGUEZ OLIVA, "Poquetos bences de Ceuta, CIEG, 1983, po.S07ss. Nuovas apotaciones scbve las represeia
‘ones de Heéroues fueron las preseniadas al Sagundo Congr Inomaconal “El Estrecho Ge ibrar por el Pro. BELTRAN
FORTES. Agradecamos cocdaimente al Dr. P, Rodriguez OWva la eoertadas sugerencias que nos binds para la ejecucion de aste
trabajo
“Mainake XII-XIV, Malaga, Diputacén Provincial, 1981-1092134 LUIS BAENA DEL ALCAZAR,
ArAac 8 otpavéy ebpiv exer xparepiic ba” avdyene
melpacw ev yalne, mponap ‘EcnepiSwv Neyupevew
[ernie nepadf re Kal dxapdrnce xépeccr].
“Atlas, obligado por la necesidad, sostiene infatigablemente con la cabeza y con los
lo, en los confines de la tierra y frente a las Hespérides de sonora
brazos el anchuroso
vor".
Todos los escritores clsicos coetaneos o posteriores vienen a repetir, con
pequefias variantes, las mismas palabras con idéntico contenido’, lo cual tiene
una contrapartida iconografica en todo tipo de monumentos figurados, que se
perpettia a través de los siglos representando a Atlas de pie o con una rodilla
en tierra, inclinando el tronco hacia adelante agobiado por el peso de la esfera
del cielo en la que tienen cabida los cuerpos celestes y las constelaciones*.
Atlas es, por otra parte, personificacién de la cordillera homénima y da
nombre al mar situado mas alla de las Columnas de Hércules*, Existen descrip-
ciones poéticas de gran belleza como la de Ovidio, Met., IV, 654-657, en la que
narra la conversién del titan en monte por obra de Perseo al mostrarle la cabe-
za de Medusa.
“Quantus erat, mons factus Atlas: nam barba comaeque in silvas abeunt; iuga sunt
humerique manusque; quod caput ante fuit, summo est in monte cacumen; ossa lapis funt:
tum partes auctus in omnes, crevit in immensus sic, Di, statuistis et omne cum tot sideribus
caelum requievit in ilo”
"Quads Atlas convertido en enorme montafia; sus brazos y sus cabellos eran los arbo-
les; sus espaldas, las alturas; su cabeza, la cresta; sus huesos las piedras. Montafia tan
alta, como el dios llamada, que en sus cimas parece que se posa el cielo con todas sus
estrellas”
4, HOMERO, 04, 15254; ESQUILO, Pram, 347-850; 425-426; EURIPIDES, fon, 1s.
5. Vid ira nota 11, VIRGILIO, En, WV, 480482. ‘Ocean nem untasalenque cadeniem ulimus Aetlopum locus est ub maximus
‘Alias axon umerolorguet sos ardenious apn,
“Junio alos confines dol Océano y a la puesta col sles el timo lugar de os Eliopes, donde ol gigantea Alas hace gir sobre
suhombe tee dl cco quamecil de bilantes estrella”,
‘A. RUIZDE ELVIRA, op. ct p. 160; PLATON, Ci, 119¢; HERODOTO, |, 203; P. MELA, I 25.
7. Sima descrpcén an VIRGILIO, En, IV, 248.251A propésito de uno de fos athloi de Hércules: las representaciones de Allas en la Mauretania... 195
En otros casos, como el de Herodoto, IV, 184, la descripcion se acerca mas
a la realidad, no exenta en ocasiones de reminiscencias mitolégicas*.
“Ardas, tore 88 orewiv nad kvedorepds dvrp,
Eeprdv 58 obra bx) Te Méyerar ds Tas Kopupas
abrod ode old te elvas iSéoOar ovdéxore yap
aitds dmodelmew végea obte Okpeos obre xet-
paves. roiro Tov Kiova tod odpavod réyouss
of émeycpuor elvat.
“.,itlas, monte delgado, por todas partes redondo, y en lo que se dice tan elevado
que no aleanza la vista a su cumbre por estar en verano como en invierno siempre cubierta
de nubes. Dicen los naturales que su monte es la columna del cielo...”
Pese al conocimiento de la evidencia topogrdfica y de los escritos raciona-
listas que destruyen la leyenda’, en los monumentos figurativos no dejan de
representarse las escenas del mito, que perduran en la imaginacién popular de
generacién en generacién.
A propésito de esta pervivencia en el mundo romano y més concretamente
en el area del Estrecho es oportuno referirnos aqui a las representaciones
plasticas de Atlas que se han hallado en la zona, como reflejo fiel de las leyen-
das recordadas con anterioridad.
El primer testimonio en importancia es Ia interesante figura que, esculpida
en marmol blanco, se expone en el Museo Arqueolégico de Sevilla”. Es cono-
cida de antiguo pues se hallé en el afio 1762 al abrir los cimientos de la iglesia
parroquial de la localidad sevillana de Cabezas de San Juan, dando noticia de
su existencia por vez primera D. Antonio Ponz'.
Se trata de una escultura, de no excesiva calidad técnica, que representa a
Atlas con la rodilla izquierda puesta en tierra, el torso ligeramente inclinado
hacia adelante dejando entrever un pecho y un abdomen dotado de poderosa
musculatura y una cabeza poblada con revueltos rizos y corta barba. Las fac-
8. VIRGILIO, En, IV, 247; PAUSANIAS |, 8, 5.6; PLINIO, Nat Hist, V, 1. En todos ests teatos yon ol do Heodote, mencinado en
eto, s0 hace una descripcion dol monte Alas tensniendo i idea'de que la cums, pole elevade, seston® al cil, lo el
alos griegos y romanos es expiable si se ene en cuenta que ol monte Toubga,en la corer dsl Gran Als, aleanza los
4-187 matios de atu. El ands do ls textos de Herodoo en relacin ala regi que nos ooupa on F. FERNANDEZ UBINA
“Harodoto la etnogratia del Medterréneo Oceidenia, Actas de | Cangreso Mispano-Afcano de las Cutturas Modieréneas,
lla, 1964, Granada, 1987, pp. 14s. (en adelante CHACM), Sobre, a represantacn antropomora dl ments a conjncién 36
ideas ambivalentes de monaloluma y decusion dl mio, Cr, LOPEZ MELERO, "El mip de las Colunnas de Hercules y 6!
Estrocho do Gira’, GIEG, 1987, pp, 6158, especamente 620s.
9. ARISTOTELES, Sore aco, 1 (254.
10, C, FERNANDEZ-CHICARRO Y DE DIOS-F, FERNANDEZ GOMEZ, Catdogo del Museo Arqueclgico do Soil, Madd, 1080, p.
0 y 84, 19, NP nv. 25; leg. Ent. 212. La aura do asta escultura es de 61 cms.
11. A.PONZ, Viage de Espar, | XVI, Madi, 1792 (Ed. Madd 1972), pp. 224-225: A. GARCIA Y BELLIDO, Escuturas romans de
Espaiay Portugal Mahi, 1949, pp. 108-108, 107, im. 85, ecogiando a bibiograia ane.- LUIS BAENA DEL ALCAZAR
ciones, toscas, no poseen demasiada expresividad, hecho que se acentua por
tener huecos los ojos. Sostiene con la cerviz la esfera celeste, lisa en su super-
ficie, a la que quedan adhetidas ambas manos. Tras él un tronco da estabilidad
a la figura. Todo el conjunto se levanta sobre una base de extrafia forma trian-
gular en cuyo frente hay un epigrafe, sin ninguin tipo de marco o moldura, en el
que puede leerse:
Ti(berio) CLAVDIO CAESARE AVG(gusto) GER/
MANICO PONT(fice) MAX(imo) TR(ibunicia) POT (estate)
vili/
IMP(eratore) XVI CO(n)S(ule) IIIl P(atri) Patriae)
CENSORI/
TERPVLIA SAVNI F(ilia) EX TESTAMENTO/
ALBANI SVNNAE Fiili) VIRI SVI.
Esta inscripcién se fecha en el afio 48 d.C., lo que se deduce por la del
emperador”. A ella nos referiremos mas adelante.
Volviendo a la escultura se ha de manifestar que es de los escasos ejem-
plares conservados en marmol, exentos y portando el globo que existen.
Aunque posterior al ejemplar de Cabezas de San Juan, el prototipo de la serie
es el famoso Atlas Farnesio conservado en el Museo Nacional de Napoles",
lugar en donde se guarda también otra pieza similar de la que slo queda la
parte superior del cuerpo". La esoultura mds antigua seria, si atendemos a su
editor’’, el Atlas del J. Paul Getty Museum en Malibu, que se fecha en el siglo |
a.C. Relacionado con los anteriores en cuanto a la posicién del cuerpo, aunque
no en la esfera, sustituida en este caso por un disco con los signos zodiacales,
es el Atlas de Villa Albani’.
El resto de las representaciones de Atlas estan representadas por los
pequefios bronces, como el interesantisimo que se expone en el Museo de
Rabat procedente de Banasa”. Es una figurilla de 6,8 cms. de alto, en bronce
pleno, arrodillado con los pies y piernas juntos, torso inclinado hacia adelante y
brazos doblados y pegados al cuerpo. En el rostro se aprecian rasgos arcai-
12, Aunque E, HUBNER on CiL Il, 1302 y en los Exempla Sorpturee Epigraphicae Latins, Brin 1885, 220, loca fa inerpcén an el
‘ao 49 dela Ere, pensamos que 60 ha do dala en a 48 lenin en cuenta quo la buna polastad se siti enre et 25 do enaro
{ol 48 y 24 de enero del 49. Son de esta opnén C, FERNANDEZ-CHICARRO Y F. FERNANDEZ, op it, loa cit; Esta datacion
nos le conta, igulment, or. Rafas Atenca Pész
18. A-RUESCH, Guide ilstata do! Musoo Nazionale f Napot, Nap, 1908, p. 160, 579, N° Inv. 6376; F. CANTILENA I Museo
‘Archeoogico Nazionale, Milano, 1982, p. 63, lg. 3p. 6 J. ARCECL, J, BALMASEDA, sv. “Ala” an Lexan Iconogrephicum
Mytologicae Clssicao, i 1-2, Zoch 1986, 32 (en adolane IMC). Scbe as repesentacones dea aslera, Cl. TABARFONI
“La dtazions_ detente Famese In uno sudo del XVI seoslo% Num Ant Cl 197, pp. 205-225. Elenco bibtogriicn por B. OE
GRINO-A. OLMOS en LINC Ip. 4
14, IMC, 1,39; 8, REINACH, Apia, 26,2.
18. C.. VERMEULE, Greek and Roman Saute in America. Mastopieces in Publ Colections inthe Unted States and Canads,
BovksloyLos Angeles, 1982, p. 161," 126
16. _D.WILLIERS en Wi. HELEIG, Fubrorcurch a étenchen Sarumlungen Massischer Atetimerim Fem W, Tobingen, 1972, pp. 331+
£35, #8355; LINC I, 1, 37
7. C.BOUBE, PICOT, Les bronzes aniques dy Mare. Le mile, Tanger, 1875, p- 25, n®€06, im, 264; LMCI, 1, N°71A propésito de uno de los athioi de Hércules: las representaciones de Allas en la Mauretania, 137
zantes. Se diferencia de piezas similares en que éstas, frecuentemente, sdlo
apoyan una rodilla en el suelo, el tronco se inclina levemente y los brazos se
alzan por encima de la cabeza en la posicidn de sostener el globo celeste que,
por lo general, ha desaparecido. Ejemplares significativos son los bronces de
Argel’, Copenhague” y Zagreb” por sélo citar algunos®’.
El origen de las representaciones de Atlas sosteniendo el globo sobre sus
hombros se remonta a la misma época en que aparecen los testimonios escri-
tos. Pausanias nos habla en distintos pasajes de su obra de diversas figuracio-
nes del titan en compafiia de Prometeo y, en la mayoria de los casos, con
Hércules en relacion con el Jardin de las Hespérides”. Todas estas obras se
han perdido, siendo en la actualidad el monumento mas antiguo conservado
una copa laconia, obra del Pintor de Arcesilos II, hoy en el Vaticano”.
Pese a que las representaciones de la escena de Atlas con Hércules se
contindan en la época cldsica*', parece ser que el prototipo, del que derivarian
las figuras de Atlas antes comentadas, habria que buscarlo en determinadas
realizaciones helenisticas de la Escuela de Pérgamo*, perdurando esta icono-
grafia hasta la época de Constantino, segtin se desprende de una descripcién
de un mosaico o pintura debida al bizantino Juan de Gaza”.
EI hallazgo de las piezas escultricas antes estudiadas, aunque escasas,
son perfectamente representativas del mito de Hércules y Atlas y su aparicin
es ldgica, por lo demas, en el area del Estrecho, por ser el territorio donde se
situaban tales leyendas. La pervivencia de las mismas queda realzada ain
mas si tomamos en consideraci6n la escultura de Cabezas de San Juan, tal
vez parte de un conjunto hoy perdido”.
La inscripcién dedicada a Claudio, que acompafia a la escultura, posee
ademas un interés nada despreciable por constituir un testimonio mas de la
politica de romanizacién emprendida por el emperador en la Mauretania
Tingitana y en la Baetica*. No es éste el lugar apropiado para analizar tales
18, LMC, 1,983.
18. bid, nt 3,
20. bid 40; 8, REINACH, RépSat,V, 218, 5
21. LIMCM, 1, pdms. 38 38
22. PAUSANIAS, V, 18,4 (rca de Cipeeo)}= LINC I, 1, n® 5; PRU. Vi, 10, 5 (Esllua en madera do cedto obra de Teocles y
Hegylo}= LIMC Il, N 6; Sob esis reposentaicnes cenocidas por las fuentes y sobre los menumentos conserves mis
representatives, Cr ademés P.E. ARIAS, 5. "Alans" en EAA|, Roma, 1958, pp. 662-34,
23, LIMC I 1, 1, Fochads enve 565 y 50 aC.
224, PAUSANIAS, V.2.2(Decoracién dels empalzada que protogia 0 tono de Zeus en Oinpa, obra del pntorPanains, hermano do
Fidas)= LINC I 1,910,
25, PE. ARIAS, op lp. 4:K. WERNICKE, op. ct, cok. 2122.
28. G.KRAHMER, De tabula mund ab loanne Gazaeo desapfa, Berin, 1920; A. BLANCO FRELIEIRO, Mosaicas romanos do Mérida,
Madi, 1878, p. 23, fg. 3; LIMC I n° 4.
27. La base angus y la dsposicin un taro asimética sobre las que se alzan el dbo! y Als nos hace pensar en la posilidad de
«que fara parte de un conuntoescutrico que receaselaescena dl encuentro de Hércules con ett,
£28. Sobre todo a partido las campafas de Sualonio Paulino y de Cn. Osicio Geta para consogur la pacicacén de ls mauros; con la
‘vsin del antiqu reino de Mauretania en as dos nuevas provincia: la eesaiensisylaTingtan, tal vez durante su consura enre
les fos 47 48 con la concesién del ango de colonis y muicpas a numeresaslcalidades ena MI. Tingiana yen la Baetca. A
este respeco, Ci. P. ROMANELLI, Stvia dele province romane del'Afica, Foma, 1953, pp. 238ss.; J. CARCOFINO, Le Maroc
nique, Paris, 1943, pp, 162ss. Ura sinasls mds recent enol vabajo do C. ALONSO VILLALOBOS, “Aprosimacin al estuco de
lag rlacones erie la Bacay la Mauritania Tinglana duane el rnado de Cla", CHACH, 1987, pp. 207s; os testimonies op
arleos con dedeacién a Claudio son explctos especialmente en la Bastca:R. ETIENNE, Le cule imperil dans la Péninsule
Ietique-c'Auguste# Dilton, Paris 1974, pp. 434. Aosta inscpciones hay que aad la descubierta en Baolo: J. GONZALEZ,
Inseipcones romanas dela provincia de Cétz, Ci, 1982, pp. 47-4, ri 69. En la M. Tingiana son, sin embargo, escasas: Mt
EUZENAT MARION, insarptions antiques ci Maree 2 Inscaians lanes, Pais, 1982, cf SED y S70a (Veli) yo 3 (Tigi).198 LUIS BAENA DEL ALCAZAR
realizaciones. Tan sdlo hacer nuestra la suposicién formulada por Hiibner® de
considerar a la dedicante Terpulia*® como miembro de una familia dedicada al
comercio entre el sur peninsular, quizas Hispalis, y el norte de Africa.
Esta hipétesis no ha de extrafiar, puesto que los intercambios comerciales y
el trasiego de personas en la época de Claudio fueron especialmente intensos
entre ambas orillas del Estrecho, como ha sido puesto de manifiesto en nume-
rosos trabajos”.
Afadir, finalmente, que la conjuncién en un mismo monumento de uno de
los mitos mas famosos del mundo antiguo, de la presencia de una dedicacién
imperial y de unas posibles relaciones comerciales, todo ello circunscrito en el
marco especifico del Estrecho de Gibraltar, creemos que constituye un docu-
mento de especial significacion a tener en cuenta en un futuro.
23. EHUBNER, Ce nota 1,
90. Los cagnomina que aparecen en esta inscipcién paracen indica que estamos ane indvduos autéctonas, res, pero no cidada-
nos romanos. Tano el cognemen Terpula coro ol do Saunussélo anaracen en eslecpigrale. Scbre su problemética, Cr, MPL,
ALBERTOS FIRMAT, La onomstca persanal prinitva de Hispania Taraconense y Bética, Salamanca, 1966, pp. 199; 214 y 24,
eras noteacanas 0 Hispania fueron coninuas al argo dels silos, como so desprenda del lecture
els trebejos Ge J. MF BLAZQUEZ, Economia do la Hispania romana, Bibz0, 1978, pp. T8Bss; 240ss, 461-485; y especialmente
p. 647-677, C. ALONSO VILLALOBOS, op. ci, pp. 2008s; F. LOPEZ PARDO, La Maurolania Tigtana andencias en au oacio-
nos intrprovncales, CHACM, 1967, pp. 1858s, P. RODRIGUEZ OLIVA, “Cantactes enre ls torts mains y el Norte de
‘Alfa en poca cifslea’, CHACM, 1987, p, 168s, recogiondo on noa tla biblogafaantaor sobre tema,
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