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Pontificia Universidad Católica Del Ecuador

Facultad de Ingeniería

Escuela de Civil

Topografía I

Tema:
Teoría de los errores en la medición

Alumno: Karina Belén Jácome I.

Nivel: Tercer Nivel

Fecha: 2/12/2016

Profesor: Ing. Paul Enríquez


Teoría de los errores en la medición

3.1 Introducción
El proceso de efectuar observaciones (mediciones), así como el de realizar los
cálculos y análisis subsecuentes, son tareas fundamentales de los topógrafos.
Tomar buenas mediciones necesita una combinación de habilidad humana y
equipo adecuado, aplicados ambos con buen juicio. Sin embargo, no importa con
cuanto cuidado se hagan, las mediciones nunca son exactas y siempre tendrán
errores. Los topógrafos cuyo trabajo debe realizarse bajo estrictas normas de
calidad, deben conocer los distintos tipos de errores, sus causas, sus posibles
magnitudes bajo diferentes condiciones de trabajo, así como su manera de
propagarse. Solo entonces podrán seleccionar los instrumentos y procedimientos
necesarios para reducir la magnitud de los errores a nivel razonable.

De igual importancia es que los topógrafos también deben ser capaces de evaluar
las magnitudes de los errores en sus mediciones, de modo que puedan
considerarlos en sus cálculos o bien, en caso de ser necesario, efectuar nuevas
mediciones.

En la actualidad, las computadoras y el software sofisticado son herramientas


usadas comúnmente por los topógrafos para elaborar proyectos de medición y
para investigar y distribuir los errores después de obtener las conclusiones.

3.2 Mediciones directas e indirectas


Las mediciones pueden realizarse directa o indirectamente. Como ejemplos de
mediciones directas tenemos la aplicación de una cinta a una línea, medir un
ángulo con transportador y determinar un ángulo con instrumento de estación
total.

Se emplea una medición indirecta cunado no es posible aplicar un instrumento


directamente a la cantidad por medirse. La respuesta se determina entonces por su
relación con otro valor o valores medidos.
Por ejemplo, la distancia a través de un río puede encontrarse midiendo la longitud
de una línea sobre un lado, el ángulo en cada extremo de esta línea con un punto
del lado opuesto, y luego calculando la distancia empleando alguna fórmula
trigonométrica. En topografía se hacen muchas mediciones indirectas y como todas
tienen errores, es inevitable que las cantidades calculadas a partir de ellas también
los tengan. La manera en que se combinan los errores en las mediciones para
producir las respuestas de cálculo erróneas se llaman propagación de error.

3.3 Errores en las medidas


Por definición, un error es la diferencia entre el valor medido y el valor verdadero
de una cantidad, o sea

𝐸 = 𝑋 − 𝑋̅

En donde E es el error de una medición, X es el valor medido y 𝑋̅ es el valor


verdadero.

Puede afirmarse incondicionalmente que:

1. ninguna medida es exacta,


2. toda medida tiene errores,
3. el valor verdadero de una medición nunca se conoce y por tanto,
4. el error exacto que se encuentra en cualquier medida siempre será
desconocido.

Conforme se desarrolle mejor equipo, las medidas se aproximaran más a sus


valores verdaderos, pero nunca podrán ser exactas.

3.4 Equivocaciones
Se trata de yerros del observador cometidos generalmente por tener un concepto
erróneo del problema, por descuido, fatiga, error de comunicación o una
apreciación equivocada.
Ejemplos de esto son la transposición de números, tal como registrar 73.96 en vez
del valor correcto de 79.36; la lectura de un ángulo anti horario pero indicándolo
como horario en las notas de campo; la visualización de un objeto erróneo, o el
registro de una distancia medida con cinta, como 682.38 en vez de 862.38.

Es muy difícil detectar equivocaciones pequeñas porque tienden a confundirse con


los errores. Cuando no se detecten estas pequeñas equivocaciones se tendera a
considerarlas incorrectamente como errores.

3.5 Causas de errores al hacer mediciones


Existen tres causas por las cuales se comenten errores al efectuar mediciones, y se
clasifican de la siguiente manera:

 Los errores naturales son causados por variaciones del viento, la


temperatura, la humedad, la presión atmosférica, la refracción atmosférica,
la gravedad y la declinación magnética. Un ejemplo es una cinta de acero
cuya longitud varía con los cambios de temperatura.
 Los errores instrumentales se deben a imperfecciones en la construcción o
ajuste de los instrumentos y del movimiento de sus partes individuales. Por
ejemplo, las graduaciones sobre una escala pueden no estar perfectamente
espaciadas o la escala puede estar torcida. El efecto de muchos errores
instrumentales puede reducirse, e incluso eliminarse, adoptando
procedimientos topográficos adecuados o aplicando correcciones
calculadas.
 Los errores personales tienen su origen principalmente en las limitaciones
propias de los sentidos humanos, tales como la vista o el tacto. Por ejemplo,
existe un error pequeño en el valor medido de un ángulo horizontal cuando
el hilo vertical de la retícula del anteojo de un instrumento de estación total
no queda perfectamente alineado sobre el objetivo, o cunado la parte
superior de un estadal no está a plomo al ser visada.
3.6 Tipos de errores
Los errores en las mediciones son de dos tipos: sistemáticos y aleatorios.

Los errores sistemáticos, también conocidos como sesgos, resultan de


factores que comprenden el “sistema de medición” e incluyen el medio ambiente,
los instrumentos y el observador. Siempre que las condiciones del sistema se
mantengan constantes, los errores sistemáticos se mantendrán asimismo
constantes. Si las condiciones cambian, las magnitudes de los errores sistemáticos
también cambian. Debido a que los errores sistemáticos tienden a acumularse, en
ocasiones se les llama errores acumulativos.

Las condiciones que ocasionan errores sistemáticos se deben a leyes físicas


que se pueden representar matemáticamente. Por lo tanto, si se conoces las
condiciones y se pueden medir, es posible calcular una corrección y aplicarla a los
valores observados.

Los errores aleatorios son los que quedan después de haber eliminado los
errores sistemáticos. Son ocasionados por factores que quedan fuera del control
del observador, obedecen a las leyes de la probabilidad y se les llama también
errores accidentales. Estos errores están presentes en todas las mediciones
topográficas. No existe una manera absoluta de calcularlos ni de eliminarlos, pero
pueden estimarse usando un procedimiento de ajuste conocido como el método
de mínimos cuadrados. Los errores aleatorios se conocen también con el nombre
de errores compensatorios, porque tienden a cancelarse parcialmente entre sí en
una serie de mediciones.

3.7 Precisión y exactitud


Una discrepancia es la diferencia entre dos valores medidos de la misma cantidad.
Una discrepancia pequeña indica que probablemente no hay equivocaciones y que
los errores aleatorios son pequeños. Sin embargo, las discrepancias pequeñas no
impiden la presencia de los errores sistemáticos.

La precisión se refiere al grado de refinamiento o consistencia de un grupo


de mediciones y se evalúa con base en la magnitud de las discrepancias.
Si se hacen mediciones múltiples de la misma cantidad y surgen pequeñas
discrepancias, esto refleja una alta precisión. El grado de precisión alcanzable
depende de la sensibilidad del equipo empleado y de la habilidad del observador.

La exactitud denota una absoluta aproximación de las cantidades medidas a


sus verdaderos valores. La diferencia entre precisión y exactitud se ilustra mejor en
relación con el tiro al blanco.

En la figura 3.1(a), por ejemplo, los cinco tiros se encuentran dentro de un estrecho
agrupamiento que indica una operación precisa; es decir, el tirador pudo repetir el
procedimiento con un alto grado de consistencia. Sin embargo, los tiros quedaron
lejos del centro de la diana y por tanto, no fueron exactos. Tal vez esto sea el
resultado de una mala alineación de la mira del rifle.

En la figura 3.1 (b) se muestran tiros dispersos aleatoriamente que no son ni


precisos ni exactos.

En la figura 3.1(c), el agrupamiento en el centro de la diana representa tanto


precisión como exactitud. El tirador que obtuvo los resultados en (a) quizá pudo
hacer los tiros de (c) después de alinear la mira del rifle.

En la topografía esto equivale a calibrar los instrumentos de medición.

Un levantamiento puede parecer exacto cuando en realidad se han efectuado


mediciones aproximadas. Por ejemplo, los ángulos de un triángulo pueden leerse
con una brújula con sólo una aproximación de ¼ de grado y obtener, sin embargo,
una suma de exactamente de 180| o un error de cierre nulo. En buenos
levantamientos, la precisión y la exactitud siempre son fundamentales.
3.8 Eliminación de equivocaciones y de errores sistemáticos
Todos los trabajos de campo y los cálculos de gabinete se norman por la lucha
constante para reducir al mínimo las equivocaciones y los errores sistemáticos.
Sería preferible si no hubiera equivocaciones, pero como los humanos son falibles,
esto no es posible. En el campo, las equivocaciones se pueden minimizar con
observadores experimentados, quienes hacen sus mediciones usando
procedimientos estandarizados repetitivos. Las equivocaciones solo pueden
corregirse si se descubren. La comparación de varias medidas de la misma cantidad
es una de las mejores maneras de identificar las equivocaciones.

Cuando se detecta una equivocación, generalmente es mejor repetir la medición.


Sin embargo, si se dispone de un número suficiente de otras medidas de la
cantidad que si concuerdan, puede descartarse el resultado que sea muy
divergente. Debe considerarse el efecto que ocasionaría en el promedio el valor
anómalo antes de descartarlo. Rara vez es conveniente cambiar un número
registrado, aunque parezca provenir de una simple transposición de cifras. El tratar
de arreglar los datos físicos es siempre una mala práctica que llevará con toda
certeza a dificultades, aun cuando se haga con poca frecuencia.

Los errores sistemáticos se pueden calcular y es posible aplicar las correcciones


apropiadas a las medidas.

3.9 Probabilidad
La probabilidad se puede definir como la razón del número de veces que un
resultado debe ocurrir en el número total de posibilidades. En general si un
resultado puede ocurrir de m maneras y la no ocurrencia de n maneras, la
probabilidad de su ocurrencia es m/ (m+n). La probabilidad de que cualquier
resultado ocurra es una fracción entre 0 y 1, el 0 indicando la imposibilidad y el 1 la
certeza absoluta. Como cualquier resultado puede ocurrir o dejar de ocurrir la
suma de las probabilidades de ocurrencia y no ocurrencia es 1.

La teoría de la probabilidad se aplica a muchas mediciones sociológicas y


científicas.
Esto quizá se puede apreciar mejor si se toma en consideración el proceso de
medición, que generalmente comprende la ejecución de diversas tareas
elementales. Además de la sección y calibración de los instrumentos, estas tareas
pueden incluir emplazamiento, centrado, alineación y visado correcto del equipo;
establecimiento, igualación o comparación de las marcas, y lecturas o estimación
de los valores de escalas y cuadrantes graduados o calibradores. Debido a las
imperfecciones del equipo y del observador, no se pueden hacer mediciones
exactas, por lo que siempre habrá errores aleatorios. La magnitud de estos errores
y la frecuencia con que ocurren siguen las leyes de la probabilidad.

3.10 El valor más probable


En las mediciones físicas nunca se conoce el valor verdadero de ninguna magnitud.
Sin embargo, su valor más probable puede calcularse si se efectúan mediciones
redundantes. Las mediciones redundantes son aquellas que se efectúan en exceso
de las mínimas necesarias para determinar una magnitud.

Para una sola incógnita, como la longitud de una línea, que ha sido medida directa
e independientemente varias veces usando el mismo equipo y procedimiento, la
primera medición determina un valor para la longitud y todas las mediciones
adicionales son redundantes. El valor más probable en este caso es llanamente la
media aritmética, definida como:

∑𝑀
̅=
𝑀
𝑛

En donde 𝑀 ̅ es el valor más probable de la cantidad, ∑𝑀 es la suma de las


mediciones individuales M, y n es el número total de mediciones. La ecuación
puede determinarse usando el principio de los mínimos cuadrados, que se basa en
la teoría de la probabilidad.
3.11 Residuos
Una vez calculado el valor más probable de una magnitud, es posible calcular los
residuos. Un residuo es solo la diferencia entre cualquier valor medido de una
magnitud y su valor más probable, o sea

̅ −𝑀
𝑣=𝑀

En donde v es el residuo en cualquier medición M, y 𝑀̅ es el valor más probable de


la magnitud medida. Teóricamente, los residuos son idénticos a los errores,
excepto que los residuos pueden calcularse, en tanto que los errores no, ya que los
valores verdaderos nunca son conocidos. Por consiguiente, los residuos, no los
errores, son los valores que se usan en el análisis y correcciones de mediciones
topográficas.

3.12 Aparición de los errores aleatorios


La “forma de campana” de esta curva es característica de un grupo de errores
normalmente distribuidos y, por ello, en ocasiones se le cita como curva de
distribución normal. Los estadistas con frecuencia la llaman curva de densidad
normal, puesto que muestra las densidades de errores de diversa magnitud. En la
topografía, casi siempre ocurren distribuciones con errores normales o cerca de lo
normal, por lo que en este libro se supone esta condición.
3.13 Leyes generales de la probabilidad
1. Los residuos (errores) pequeños ocurren con mayor frecuencia que los
grandes; es decir, su probabilidad es mayor.
2. Los errores grandes ocurren con poca frecuencia y son, por tanto, menos
probables; en el caso de los errores con distribución normal, los
excepcionalmente grandes pueden ser equivocaciones en vez de errores
aleatorios.
3. Los errores positivos y negativos de la misma magnitud ocurren con igual
frecuencia, es decir, son igualmente probables.

3.14 Medidas de precisión


Aunque las curvas de las figuras 3.3 y 3.4 tienen formas similares, existen
diferencias importantes en cuanto a la dispersión de sus errores; es decir, difieren
sus amplitudes de abscisa. La magnitud de la dispersión es una indicación acerca
de la precisión relativa de las medidas. La desviación estándar y la varianza son
términos estadísticos usando comúnmente para expresar la precisión de una serie
de medidas, la ecuación que da la desviación estándar es

∑𝑣 2
𝜎 = ±√
𝑛−1
Donde σ es la desviación estándar de un grupo de medidas de la misma magnitud,
v es el residuo de una observación individual, ∑𝑣 2 es la suma de los cuadrados de
los residuos individuales, y n es el número de observaciones. La varianza es igual a
𝜎 2 , el cuadrado de la desviación estándar.

La figura 3.5 es una gráfica que muestra el porcentaje del área total bajo una curva
de distribución normal existente entre intervalos de residuos (errores) que tienen
valores positivos y negativos iguales. La escala de las abscisas se muestra en
múltiplos de la desviación estándar. En esta curva, el área entre residuos +σ y –σ es
igual a 68,27% (redondeado a 68,3%) del área total bajo la curva de distribución
normal. Por lo tanto, la curva indica el intervalo de residuos que puede esperarse
que ocurran en 68,3% de las veces.
3.15 Interpretación de la desviación estándar
Se ha demostrado que la desviación estándar fija los límites dentro de los cuales
debe esperarse que queden las mediciones 68,3% de las veces. En otras palabras si
una medición se repite diez veces, podría esperarse que, aproximadamente, siete
de los resultados queden dentro de los límites determinados por la desviación
estándar, e inversamente, que tres de ellos queden fuera de esos límites. Otra
interpretación es que una medición adicional tendría 68,3% de probabilidad de
quedar dentro de los límites determinados por la desviación estándar.

3.16 Los errores de 50,90 y 95%


De los datos dados en la figura 3.5, puede determinarse la probabilidad de un error
de cualquier porcentaje de probabilidad. La ecuación general es

𝐸𝑃 = 𝐶𝑃𝜎

En donde 𝐸𝑃 es el ´porcentaje de error y 𝐶𝑃 es el correspondiente factor numérico


tomado de la figura 3.5.
Según la ecuación anterior, después de tomar los multiplicadores adecuados de la
figura 3.5, las siguientes son expresiones de errores que tienen 50, 90, y 95% de
probabilidad de ocurrir:

𝐸50 = 0,6745σ

𝐸90 = 1,6449σ

𝐸95 = 1,9599σ

El error de 50%, o sea 𝐸50 , es llamado error probable. Una medida tiene la misma
probabilidad de estar dentro de estos límites que fuera de ellos.

El error de 95% llamado a veces el error dos sigma (2σ), es el más frecuente
especificado.

Los topógrafos suelen usar el llamado error tres sigma (3σ) como criterio para
rechazar mediciones individuales. Así, en un conjunto de mediciones, cualquier
valor cuyo residuo exceda de 3σ se considera como una equivocación y deberá
efectuarse una nueva medición o basar los cálculos en un valor o dato menor.

3.17 Propagación de errores


El proceso de evaluar errores en cantidades calculadas con valores medidos que
contienen errores se llama propagación de errores. La propagación de errores
aleatorios en las fórmulas matemáticas se calcula usando la ley general de la
propagación de varianzas.

Por ejemplo sean a, b, c,…, n los valores medidos que contienen los errores Ea, Eb,
Ec, …, En, respectivamente. También sea Z una cantidad obtenida mediante un
cálculo usando estas cantidades observadas mediante una función f, tal que

Z=f(a, b, c, …, n)

Entonces suponiendo que a, b, c, …, n son mediciones independientes, el error en


la cantidad calculada Z es
δ𝑓 δ𝑓 δ𝑓 δ𝑓
𝐸𝑧 = ±√( 𝐸𝑎 )2 + ( 𝐸𝑏 )2 + ( 𝐸𝑐 )2 + ⋯ + ( 𝐸𝑛 )2
δ𝑎 δ𝑏 δ𝑐 δ𝑛

δ𝑓
Donde los términos … son derivadas parciales de la función f con respecto a las
δ𝑎
variables.

3.17.1 Error de una suma


𝑍 =𝑎+𝑏+𝑐+⋯

𝐸𝑠𝑢𝑚 = ±√𝐸𝑎 2 + 𝐸𝑏 2 + 𝐸𝑐 2 + ⋯

3.17.2 Error de una serie


Algunas veces se lee una serie de cantidades similares, tales como los ángulos en
una poligonal cerrada, resultando cada medida con un error de aproximadamente
la misma magnitud en todos los casos. El error total en la suma de todas las
cantidades medidas de una serie de esta naturaleza se llama error de las series.

𝐸𝑠𝑒𝑟𝑖𝑒𝑠 = ±√𝐸 2 + 𝐸 2 + 𝐸 2 + ⋯ = ±√𝑛𝐸 2 = ±𝐸 √𝑛


E representa el error en cada medición individual n es el número de mediciones.

3.17.3 Error en un producto


La ecuación para el error propagado en un producto AB, donde Ea yEb, son los
respectivos errores en A y B, es

2
𝐸𝑝𝑟𝑜𝑑 = ±√𝐴2 𝐸𝑏 2 + 𝐵2 𝐸𝑎
3.17.4 Error de la media

3.18 Aplicaciones
Las ecuaciones de la probabilidad de los errores se aplican de dos maneras:

1. Para analizar mediciones que ya se han hecho, para comprar con otros
resultados o con los requisitos de las especificaciones.
2. Para fijar procedimientos y especificaciones, con el fin de lograr los
resultados deseados.

La aplicación de las diversas ecuaciones de la probabilidad de error debe


efectuarse con criterio y precaución. Recuérdese que estas se basan en la hipótesis
de que los errores se comportan de acuerdo con la curva uniforme y continúa de la
distribución normal, que a su vez se basa en la realización de un gran número de
mediciones.

3.19 ajuste condicional de las mediciones


En la sección 3.3 se enfatizó que nunca se conoce el valor real de ninguna cantidad
medida. Sin embargo, en algunos tipos de problemas la suma de varias medidas
deben ser igual a un valor fijo; por ejemplo, la suma de los tres ángulos en un
triángulo plano tiene que dar un total de 180°. En la práctica, por tanto, se ajustan
los ángulos medidos para que sumen el total esperado. En forma correspondiente,
pueden ajustarse las distancias, ya sean horizontales o verticales, para satisfacer
ciertos requisitos.

3.20 Ponderación de las mediciones


Es evidente que algunas mediciones son más exactas que otras, ya sea por el uso
de mejor equipo, de técnicas mejores o de condiciones de campo más favorables.
Por tanto, al hacer ajustes es conveniente asignar pesos relativos, o ponderaciones,
a las observaciones individuales.

Se puede demostrar que tales pesos relativos o ponderaciones son inversamente


proporcionales a las varianzas, o sea

1
𝑊𝑎 α
𝜎𝑎2

Donde 𝑊𝑎 es el peso relativo de una medición a que tiene una varianza 𝜎𝑎2 . En
consecuencia, cuanto mayor sea la precisión (más pequeña la varianza), tanto
mayor deberá ser el peso relativo del valor medido que se esté ajustando. Si una
cantidad se mide repetidamente y las observaciones individuales tienen
ponderaciones diferentes, la media ponderada puede calcularse con la expresión
∑𝑊𝑀
̅𝑊 =
𝑀
∑𝑊

Donde 𝑀 ̅ W es la medida ponderada, ∑𝑊𝑀 es la suma de las ponderaciones


individuales multiplicadas por sus mediciones correspondientes, y ∑𝑊 es la suma
de las ponderaciones.

3.21 Ajustes con mínimos cuadrados


Como se explicó en la sección 3.19, la mayoría de las mediciones de levantamientos
se deben ajustar a ciertas condiciones geométricas. Las magnitudes por las cuales
las mediciones no satisfacen estas condiciones necesarias se denominan errores de
cierre, e indican la presencia de errores aleatorios. Diversos procedimientos se
aplican para distribuir esos errores y producir condiciones geométrica y
matemáticamente perfectas.
Debido a que los errores aleatorios en topografía ocurren conforme a las leyes
matemáticas de la probabilidad y se “distribuyen normalmente”, el proceso de
ajuste más adecuado deberá basarse en estas leyes. El procedimiento de los
mínimos cuadrados es uno de tales métodos.

El método de los mínimos cuadrados es adecuado para ajustar cualquiera de los


tipos básicos de mediciones y es aplicable a todos los procedimientos empleados
comúnmente en la topografía.

El método refuerza la condición de que la suma de la ponderación de las


mediciones, multiplicada por sus residuos correspondientes elevados al cuadrado,
se minimiza.

Además, también

a) Determina las precisiones de los valores ajustados,


b) Revela la presencia de errores grandes y equivocaciones , de manera que
pueden tomarse medidas para eliminarlos, y
c) Hace posible el diseño óptimo de procedimientos topográficos en el
gabinete antes de proceder a tomar medidas en el campo.

Las hipótesis básicas en que se apoya la teoría de los mínimos cuadrados son:

1) Las equivocaciones y los errores sistemáticos han sido eliminados, por lo que
solo quedan errores aleatorios;
2) El número de observaciones que deben ajustarse es grande, y
3) La distribución de frecuencias de los errores es normal.

Aunque estas hipótesis no siempre se cumplen, el ajuste por mínimos cuadrados


proporciona el tratamiento más riguroso de los errores y por ello es tan popular e
importante en la topografía moderna.
Conclusiones

 Cuando se realizan mediciones en topografía existen dos tipos de


mediciones que son las directas e indirectas, las cuales deben estar bien
identificadas para no tener problemas a la hora de los cálculos.

 Cada una de las medidas realizadas nunca serán exactas y siempre estarán
propensas a producir errores que pueden dar lugar a datos que sean
precisos pero no exactos, ni precisos ni exactos y los precisos y exactos.

 Los errores obtenidos se pueden dar por mala calibración de los equipos,
por fallas del operario o por factores del clima, estos errores son posibles de
eliminar pero teniendo consideración específicas para que con esta
corrección se obtengan valores casi reales y no alterados como puede darse
el caso.

 Con los datos obtenidos también se puede esperar que exista una
probabilidad de que estos datos sean correctos o erróneos, se puede
determinar esta condición aplicando las leyes de la probabilidad.
Recomendaciones

 Para no obtener tantos errores en las mediciones se deben tomar en cuenta


los factores que implican una mala toma de medidas y tratar de corregirlos.

 Determinar el mejor procedimiento para tratar de eliminar los errores sin


que esto afecte a los resultados finales de una medición.

 Tener en cuenta en la propagación de errores cual es la clase de error que se


está propagando para poder corregir estos cálculos de la mejor manera.
Bibliografía

 Murray R. Spiegel. (2009). Estadística de Schaum. México: The McGraw Hill.

 McCormac, J. (2010). Topografía. México: Limusa.

 Wolf , P., & Ghilani, C. (2099). Topografía. México: Alfaomega.

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