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ANTONIO BLAY FONTCUBERTA LECTURA RAPIDA PRINCIPIOS Y TECNICAS QUE PERMITEN MEJORAR LA RAPIDEZ, LA COMPRENSION Y LA RETENCION EN TODA CLASE DE LECTURAS &x EDITORIAL IBERIA, S.A. Plat6, 26 - 08006 Barcelona E] autor desea expresar su agradecimiento a todos sus colaboradores ‘por su eficaz y cordial ayuda en la realizaciGn de! libro, y en oarticular a Ana M. Cuevas y a José M. Gofi Diseffo de ta cubierta Calia Valls Octava edicin 1998 © Editorial Iberia, S.A., 1998 ISBN: 84-7082-014-1 Depésito legal B. 25.405-1998 Printed in Spain A&M Gralic, s1. InRopucci6n LEER: EXIGENCIA DE NUESTRO TIEMPO Y EFICACIA DE LAS TECNICAS ESPECIALIZADAS Dentro de ta vida moderna ta lectura ocupa un lugar importantisimo, Las exigencias de la vida profesional, el deseo de una mayor informacién cultural o la nece- sidad de estar al tanto de las tiltimas novedades en el dmbito nacional 0 mundial, exigen de nosotros muchas horas de dedicacién a la lectura en la prensa, libros, informes 0 documentos. Saber leer mds y mejor es una de las habilidades mds preciosas que puede adquirir et hombre moderno. Muchos no se dan cuenta hasta qué punto sus lecturas son deficientes y mal aprovechadas. Otros quizd nunca han pensado en la posibilidad que existe de mejorar realmente su capacidad como lectores. De hecho, nun- ca se nos ha hablado de lectura como un arte a perfec- cionar y sobre los modos de conseguirlo. Parece que se da por supuesto gue por el mero he- cho de ser adultos y de haber seguido algunos estudios ya estamos capacitados para leer bien y que no hay nada mds a conseguir 0 mejorar. La experiencia demuestra que esto no es asi. En paises como Estados Unidos, Inglaterra 0 Francia han sido muchtsimos tos ingenieros, doctores, abogados y hombres politicos que han realizado cursos de lectura répida, y han podido comprobar y admirarse de los progresos inesperados que han realizado en este punto. 8 ANTONIO BLAY Nosotros mismos itemos podido constatar este mismo hecho en nuestros cursos practicos de lectura. Esto no es producto de ningun truco 0 artijicio es- pecial. Se funda en el estudio sistemdtico de los meca- nismos que intervienen en la lectura, y en la aplicacién practica y metddica de las consecuencias que de ahi se derivan. En este libru preseniamos una descripcion detallada de los principios bdsicos y de todas las técnicas mo- dernas que en relacién con la lectura rapida se estan practicando hoy dia en los paises mds avanzados, téc- nica y econémicamente, Estas técnicas han demostrado que, por sorpren- dente que ello parezca, una funcién tan usual como es la lectura es susceptible de ser mejorada tanto en ca- lidad — nivel de comprensién, asimilacion y atencién — como en rapidez; y esto en proporcién verdaderamente extraordinaria. En efecto, llegar a doblar tan sélo 1a velocidad ha- bitual representa reducir a la mitad el tiempo exigido por determinadas lecturas. Si tenemos presente el in- ‘menso valor det tiempo en nuestra era de organizacién y de rendimientos dptimos, y por otra parte la inelu- dible necesidad de una constante y copiosa informacion en toda actividad profesional de cierta altura, se com- prenderé fdcilmente el enorme interés prdctico que representan estas técnicas para todas las personas que se preocupan por mejorar su eficiencia. Los resultados de los cursos de lectura son reatmen- te notables y plenamente comprobados por ia expe- riencia. Por eso el esfuerzo relativo que supone el so- meterse al entrenamiento propio de un curso de lectura répida, queda cmpliamente compensado para la per- sona tanto desde el punto de vista econdmico, como LECTURA RAPIDA 9 profesional; e incluso por las nuevas posibilidades y horizontes que se le abren en orden a poder mejorar y acrecentar su propia formacién cultural. Se trata de la adquisicion de un nuevo hdbito o ha- bilidad de cuyas ventajas se beneficiaré durante toda su vida. El aprovechamiento que se obtiene en tos cursos de lectura se refieren a dos aspectos: la rapidez y la com- prensién. Piensan algunas personas que la mejor comprensin de un escrito es proporcional a ta lentitud con que se lee. Esto, como veremos a través del libro, no es asi en modo alguno. De hecho las técnicas de lectura correc- tamente aplicadas producen paralelamente un doble in- cremento: en la comprensién y en la rapidez. Se han hecho abundantes estadisticas en todos tos paises en donde se desarrotlan cursos de lectura sobre los resultados obtenidos. Estos resultados, directamen- te comprobados por nosotros en nuestros propios alum- nos, manifiestan que el incremento de la velocidad os- cila entre un 50 % y un 100 % con respecto a la veio- cidad inicial. En cuanto a la comprensién, se nota una mejoria que va del 10 % al 20 %. La relacién entre la velocidad de lectura y el nivel de comprension es lo que determina la eficiencia real de un lector. Técnicamente se expresa mediante la formula: vxc E=—_ 100 Es decir, que la eficiencia en ta lectura se obtie- ne multiplicando la velocidad expresada en palabras por minuto, por la comprensién expresada en tanto por ciento, y dividiendo el producto por cien. 10 ANTONIO BLAY Si nos atenemos al incremento de la eficiencia, que es lo que realmente indica el provecho sacado por los alumnos, los resultados obtenidos demuestran que es posible conseguir como término medio el doblar o tri- plicar la eficiencia inicial. CoNTENIDO ¥ PLAN DEL PRESENTE LIBRO En este libro hacemos un estudio sistemético de los principios en que se basa ta lectura rdpida y las técnicas més eficaces para conseguir un positivo incre- mento de su eficiencia. Segtin nuestro conocimiento no existe ningtin libro — no ya en lengua espaitola, sino incluso en la inglesa, que es casi la tmica lengua en que existe bibliografia sobre este tema — que haya hecho una recopilacion de los procedimientos y expe- riencias que sobre las diversas facetas de Ia lectura répida se han tevado a cabo hasta ta fecha en Estados Unidos, Inglaterra, Francia e Hispanoamérica. Por todo ello, creemos que con el presente libro prestamos un servicio titil a todos los lectores de habla espaiola. La obra estd dividida en tres partes fundamentales. La primera se dedica al estudio de ta percepcién, las condiciones materiales y psicolégicas que se requicren, los mecanismos de acuerdo con los cuales funciona, y finalmente los defectos y modos de corregirlos. La segunda parte traia de la comprensién. Se hace un estudio del modo como se organizan y estructuran las ideas dentro de un escrito y luego se dan las téc- nicas mds adecuadas para lograr una comprension 6p- tima de lo que se lee. Ademds del estudio objetivo det texto en si, se insiste en Ia actitud subjetiva del tector como factor importante para llegar a una comprension LECTURA RAPIDA Ww plena, asi como en la forma de desarrotlar y perfeccior nar su capacidad critica. Tartbién se indican los medios para llegar a una mejor y mds firme retencién de lo leido. En la tercera parte se hace un estudio concreto so- bre las técnicas mds especializadas aplicables a escritos de indole diversa, como textos de estudio, documentos, cartas, literatura. Con esto esperamos que el lector podrd formarse una idea clara y precisa de los fundamentos en que se basan las téenicas de lectura rdpida y de su aptitud para lograr los notables resultados giie se proponen. Sin embargo, debemos prevenir contra Ia ilusion de los que piensen que con una informacion superficial 0 con leer algo sobre el modo de mejorar la lectura puedan aicanzar resultados estables y positivos. La lectura rd- pida es un arte eminentemente préctico y por eso slo un ejercitamiento y un entrenamiento sistentdtico pue- den dar los resultados apetecidos. No obstante, el cono- cimiento claro de los principios y téenicas de lectura es de la maxima utilidad para poder realizar un entre- namiento inteligente. En este sentido creemos que la lectura de esta obra resultard para el lector de verdade- 1a utilidad como una orientacién tebrica y préctica de gran valor. Se trata de comprender claramerte este ‘medio estupendo que se nos ofrece y de saber cémo utilizarlo, para luego poder aplicarlo conscientemente y con el médximo provecho a todas nuestras lecturas. PARTE PRIMERA PERCEPCION La lectura es un proceso que fundamentalmente abarca dos aspectos: la percepcién visual y Ia com- prensién mental de lo lefdo. Ambgs aspectos son sus- ceptibles de un estudio detallado y existe la posibilidad de mejorarlos encrmemente. La eficacia de la lectura depende de que estos dos aspectos estén suficientemente desarrollados. Los cur- sos de lectura son esencialmente un entrenamiento inteligente tanto para mejorar nuestra habilidad per- ceptiva como la capacidad y rapidez de comprensién. Algunos autores niegan curiosamente la posibilidad de mejorar nuestra percepcién visual por medio de entrenamiento, Insisten en que la lectura es ante todo un proceso mental y segiin ellos los movimientos defectuosos de los ojos no son la causa, sino el efecto o el sintoma de una actitud mental deficiente mientras leemos. Es indudablemente cierto que una actitud mental correcta ejerce desde el inconsciente una eficaz ditec- cién que dinamiza el proceso de percepcién visual. Pero no se puede negar que, segdn lo confirma la experiencia, los resultados son todavia mejores cuando se dedica la debida atencién al adiestramiento directo de los mecanismos visuales, como paso previo para una lectura completa e inteligente. 16 ANTONIO BLAY En esta parte vamos a estudiar detenidamente todo lo que se refiere a la percepcién, sus mecanismos y modo de mejorarlos, En relaci6n con la lectura, Ia percepcién significa la captacién visual de las palabras escritas. En la medida que esta capacidad de captacién sea més rapida y més segura, la percepcién seré mas perfecta. CapfruLo PRIMERO CONDICIONES PREVIAS Antes de entrar directamente en el tema de la per- cepcidn conviene recordar algunos factores circunstan- ales, material-s 0 psicolégicos, que son condiciones necesarias para una buena percepcién. @) CONDICIONES MATERIALES Las condiciones materiales se refieren a la adecua- da iluminacién, buen estado de los ojos y ausencia de fatiga en los mismos, TLUMINACION La iluminacién es algo muy importante, Si no es adecuada los ojos caen répidamente en la fatiga y el rendimiento decrece inmediatamente. La luz natural es la més indicada y la que mejor soportan los ojos, Si se ha de leer con luz artificial se pueden obtencr condiciones altamente satisfactorias procurando que 18 ANTONIO BLAY haya en la habitacién un doble foco de iluminacién: uno general que sirve de iluminacién de fondo, y otro local que ilumina directamente el trabajo o Ja lectura que estamos realizando. La iluminacién general y Ja lo- cal no han de ser demasiado diferentes, aunque la general conviene que sea algo mas débil que la local. El ojo tiene una tendencia refleja a mirar hacia la parte unas iluminada, y si la luz local fuese mis débil hhabria una tendencia a desviarse hacia afuera que produciria una tension y en consecuencia una rapida fatiga. La simple luz local no es suficiente porque la retina del ojo se acomoda al grado de iluminacién general. Hay que evitar también los contrastes fuertes de luz y sombra, para lo cual son mas adecuadas las pantallas transparentes. Los focos deben colocarse de modo que los ojos no sufran los efectos directes de su resplandor. No creemos que sea practico para el lector el que afiadamos datos y cifras sobre el nuimero de lumens © watios a aplicar. Las indicaciones que hemos dado inteligentemente combinadas pueden crear un ambien- te muy confortable para cualquier trabajo serio y pro- longado. Simplemente debemos observar que una vez alcanzado un buen grado de iluminacién el rendimien- to del trabajo no aumenta apreciablemente aunque se siga intensificando 1a iluminacién. Este punto critico de dptima iluminacién puede variar de unas personas a otras, y la experiencia personal es ei mejor indicador. Estapo DE Los o70s Otra condicién indispensable para Ja buena per- cepcién es el estado de los ojos. Muchas personas LECTURA RAPIDA 19 creen que su vista es perfectamente normal, y no se dan cuenta de sus defectos cuando son ligeros. Si al eer los ojos se fatigan muy pronto, o se producen fre- cuentes dolores de cabeza, es aconsejable acudir al oculista. Lo més probable es que haya necesidad de corregir la vista. Aparte de estas molestias anormales que exigen la intervencién del especialista, el hecho de leer produce una fatiga normal en los ojos. Sin embargo, podemos aprender a descansar y a relajarlos, lo cual hace posi- ble una mayor duracién y rendimiento en el trabajo. Para esto es aconsejable un procedimiento muy sen- cillo, Hamado «palming». Cuando sentimos que los ojos estan cansados conviene hacer ura pausa. Quitar los ojos del libro y mirar otra cosa: el techo de la habita- cién, el cielo a través de Ja ventana, o cualquier otra cosa. Después se pone las palmas de las manos sobre los ojos, de modo que se haga una oscuridad total. No hay que oprimir nunca los globos oculares. En esta posicin y gracias al calor de las manos los ojos se distienden y se relajan. Al principio es posible que observen algunos destellos luminosos; hay que espe- rar a que desaparezcan. Luego, pasados unos segundos més, se puede abrir de nuevo los ojos y nos encontra- remos listos para reemprender la lectura. Esto se puede repetir varias veces a través de la lectura si sentimos necesidad de hacerlo. También puede ser util hacer ligeros masajes alrededor de los ojos y especialmente en la regién de los tempo- rales. Para superar la posible fatiga también es muy recomendable hacer pequefias pausas con relativa fre- cuencia. Bastan unos pocos segundos, un minuto quiz, durante los cuales permanecemos con los ojos cerrados, 20 ANTONIO BLAY © mirando a lo lejos, procurando que nuestra mente se relaje plenamente. En cuanto al momento de hacer estas pausas el tiempo mas indicado no es precisamente cuando apa- rece la fatiga, sino justamente un poco antes. De esta manera uno no llega a sentirse cansado, o al menos no se cansa tan r4pidamente. Estas pausas, tratandose de la lectura, no deben ser muy prolongadas, pucs de otro modo uno se desconecta demasiado del trabajo y luego se produce una pérdida de tiempo para ambien- tarse de nuevo en lo que estaba haciendo. Por otra parte, las pausas voluntarias son mejores que las que se hacen de un modo mds 0 menos inconsciente o subrepticiamente b) ConpictonEs PsicoLdcicas ‘Adems de Jas condiciones materiales que acaba- mos de enumerar, hay otros requisitos psicolégicos que influyen extraordinariamente en el rendimiento de la lectura. Estos requisitos influyen directamente no sélo en la simple percepcién sino que tienen también gran importancia en el aspecto de la comprensién. Los requisitos psicolégicos indispensables para lo- grar una lectura eficiente son: la tranquilidad, la dis- tensién y la atencién. ‘TRANOUTLIDAD Por tranquilidad queremos indicar el conjunto de circunstancias que crean en nuestro alrededor un am- Diente agradable y sereno, y que hacen que nos sinta- LECTURA RAPIDA a mos cémodos durante el trabajo. Una habitacién que nos sea familiar es preferible a un local que nos resulte extrafio aunque pudiera parecer més adecuado. La novedad puede ser causa de distracciones 0 de cierta especie de curiosidad 0 de inquictud interior. Cuanto mas confortables nos sintamos en relacién al ambiente, mas facilmente podremos prescindir de los estimulas externos para centrarnos totalmente en nues- tro trabajo. También es importante que ffsica y corporalmente nos sintamos con toda comodidad, con tal de que la excesiva comodidad no nos haga caer en la somno- liencia. DISTENSION La distensién se refiere a ese estado interior de rela- jamiento, libre de tensiones y de preocupaciones per- turbadoras. Toda tensién exige un gasto de energia que es desviada de nuestra finalidad principal, dismi nuyendo as{ nuestra capacidad verdadera de trabajo, aparte de la perturbacién y desasosiego que introduce en nuestra mente. Las tensiones pueden ser de dos clases: fisicas y emotivas. Las tensiones fisicas se manifiestan en ciertas con tracciones de determinados misculos. Pueden locali- zarse en distintos puntos del cuerpo: piernas, diafrag- ma, mandibulas, frente. Aunque su efecto no aparezca muy perturbador siempre suponen un gasto imitil de energia y sobre todo impiden que la mente esté com- pletamente tranquila y serena. Las tensiones emotivas son las producidas por las 22 ANTONIO BLAY preocupaciones, por los problemas, por Jos disgusts y también por los deseos vehementes mas o menos incontrolados. Estas, sobre todo, son las que hacen imposible que la mente se mantenga serena, abierta y receptiva ante Jo que leemos o ante cualquier trabajo que realicemos. Esta actitud de la mente es extraordinariamente importante si queremos llegar a ser realmente eficien- tes en nuestro trabajo. Por desgracia no se acostumbra a darle importan- cia que tiene, y todavia se olvida més cl poner los medios y el esfuerzo necesario para lograr este estado mental. Esencialmente este estado significa, no solamente ausencia de preocupaciones, sino un estar despierto, sereno, y al mismo tiempo totalmente abierto y recep- tivo para captar toda la informacion que pueda legar a nuestra mente a través de los sentidos. En la medida que adoptamos profundamente esta actitud aumenta enormemente nuestra capacidad de percibir y de comprender rapidamente y al mismo tiempo de lograr una completa asimilacién, de cuanto leemos. Es la actitud de quien estando de verdad interesado por algo, se mantiene totalmente sereno y tranquilo. Esta serenidad es precisamente lo que nos permite captar bien todo, ser conscientes de todo lo que perci ben nuestros sentidos y al mismo tiempo nos garantiza una extraordinaria agilidad y flexibilidad para poder comprender ¢ interpretar correctamente toda la infor- macién recibida. Los efectos de esta falta de serenidad mental inter- na los hemos podido comprobar en multitud de oca- siones. Uno busca muy afanosamente un objeto en una LECTURA RAPIDA 23 habitacién o un dato en un libro, y pasa una y otra vez por delante del mismo sin llegar a descubrirlo, Existe la actitud de busqueda, pero la falta de sere- nidad nos impide ver lo que tenemos delante. ATENCION El ultimo de los requisitos psicolégicos que hemos mencionado es la atencién. En realidad, todas las demés condiciones que hemos mencionado, materiales y psicolégicas, son una prepa- racién indirecta. un quitar los estorbos, para poder aplicar libremente toda nuestra atencién. La atencién es la Mave fundamental de la percepcién y de la comprensién, Atin mas, nuestro nivel de percepcién, de compren- sién y de reiencién estén estrechamente ligados con nuestra capacidad de saber atender y concentrarnos en lo que hacemos. MEDIOS PARA MEJORAR LA ATENCION Para mantener y mejorar nuestra atencién podemos emplear varios recursos, adems de cumplir todos los requisitos previos enumerados hasta aqui. En primer lugar, hay que advertir que la simple voluntad 0 propdsito de poner atencién a algo suele ser, en general, insuficiente para conseguir y mantener el grado de atencién adecuado, Es importante la intencién de concentrarse y cons- tituye el primer paso para alejar de nuestra mente pensamientos ajenos al tema. Pero hay otros motivos 24 ANTONIO BLAY que movilizan més aficazmente nuestra capacidad de concentracién. Son el interés, la finalidad consciente, y la lectura activa. INTERES. El motivo mds poderoso para despertar nuestra atencidn es el interés. Cuando algo tiene para nosotros un gran interés no tenemos que realizar aingiin esfuer- zo para concentrarnos. Por el contrario, nuestra aten- cion es més bien arrastrada de un modo irresistible hacia el objeto. Alguien podria pensar que, por muy cierto que sea esto, el problema esta en que muchas de las cosas que tenemos que leer carecen de interés para uno. Aunque esto sucede asi con frecuencia, no hay que pensar que sea una dificultad insuperable. Es posible despertar y dirigir nuestro interés hacia campos y temas cada vez mas amplios. De hecho, todo puede ser leido con inte- rés. Los buenos lectores son precisamente los que han sabido ensanchar al méximo el area de sus intereses. ‘Al encontrarse con un texto que parece aburrido y fastidioso el lector haria bien en recordar el consejo que nos da Frangois Richaudeau: «Ha intentado usted hacer que se abra su espiritu hacia otros campos dife- rentes de los temas que ordinariamente le agradan y entretienen? Esta es una facultad que los buenos lec- tores han sabido cultivar. Usted puede hacer lo mis- mo.» (F. RICHAUDEAU, “Cours de Lecture rapide”.) Cuando nos enfrentamos con una lectura nueva, con un tema desconocido, con algo que quizds nos parece dificil y aun drido, no debemos ceder al desalicnto. No pensar nunca que aquello es algo totalmente inac- cesible para nosotros. En el peor de los casos podemos LECTURA RAPIDA 25 encontrarnos que nuestra actual preparacién nos im- pide abordar con plena eficacia un tema determinado; pero de aqui no se puede deducir que lo que alli se dice carece de importancia o que nosotros nunca sere- mos capaces de comprenderlo. El secreto para movilizar nuestro interés es cultivar una sana curiosidad de espiritu, Hacerse a si mismo algunas preguntas estimulantes puede significar el im- pulso necesario para saltar Ja barrera del miedo o de Ja indiferencia ante una lectura o un libro nuevo. El arte de saber despertar y ampliar nuestros inte- reses es algo que se puede aprender y mejorar progre- sivamente. Leer de esta manera es cnriquecer el espiritu con- tinuamente, abriéndose a todos los aspectos del saber y de la cultura. Si consideramos la lectura como un medio de enri- quecimiento espiritual, y si sabemos dar a este deseo la maxima amplitud nunca tendremos problema por falta de interés. Esto no quiere decir, naturalmente, que todas nuetras lecturas hayan de ser serias 0 bus- car un fin inmediato de formacién o instruccién. Pode- mos leer, si queremos y cuando queremos, simplemen- te para distraernos. Lo que queremos decir es que un espiritu abierto @ todos los aspectos del saber podré abordar con plene dedicacién y atencién toda clase de lecturas, lo cual Je permitiré adquirir una verdadera cultura en toda la extensién de la palabra. FINALIDAD CLARA Otro medio para mantener constante la atencién es leer con una finalidad clara y consciente. La persona que va leyendo cada cosa como va viniendo sin saber 26 ANTONIO BLAY claramente por qué 0 para qué lee lo que esta leyendo, con facilidad se despistara. Ser una lectura desarticu- ada, sin solidez, carente de profundidad. Una finalidad concreta, un objetivo preciso, ademas del interés del que acabamos de hablar desde un punto de vista més general, dinamizard todas nuestras facul- tades concentrandolas en el punto que buscamo: Lecrura ACTIVA El leer activamente es también otro recurso muy eficaz para lograr una atencin perfecta a lo que lee- mos. La lectura activa se realiza cuando el lector no se limita a seguir y comprender simplemente el pen- samiento del autor, sino que es él mismo el que piensa también con su propio pensamiento, Hasta cierto punto este tipo de lectura se transforma en una especie de conversacién entre lector y autor. «En realidad ia conceniracién en la lectura deberia hhacerse de un modo tan activo y esponténeo como si se tratase de una discusién 0 conversacién.» (ERIC DE Leeuw, “Read better, read faster”.) como si a través de la lectura el lector fuera expresando clara y conscientemente su postura ante las afirmaciones del escritor. Unas veces sera de confor- midad, otras de duda o de oposicién, a veces una exi- gencia de una prueba o de una aclaracién mas extensa. No se trata de hacer un comentario 0 una crit exhaustiva de lo que leemos. Esto en lugar de cen- trarnos nos apartaria del pensamiento del autor. Se trata de una actitud critica dentro del mismo pensamiento del autor. Es un ver hasta qué punto el pensamiento, las afirmaciones, las pruebas y las conclusiones del LECTURA RAPIDA a autor me parecen justas y aceptables, 0 hasta qué punto son insuficientes para mf, o necesitan una ulte rior confirmacién. Con esto dejamos expuestas las condiciones previas, tanto materiales como psicolégicas para lograr el maxi- mo de nuestras lecturas. Ahora podemos pasar al estudio del primer aspecto de Ia lectura: Ia percepcién, 0 mecanismos visuales, y el modo de mejorarlos. Cartruto II MECANISMOS VISUALES La lectura pone simulténeamente en juego dos me- canismos inseparables: la vista y la comprensién men- tal. Si_uno de ellos falla, en cualquier sentido, de inmediato se reflejaré este defecto en la eficiencia total de la lectura, Dejando para mas adelante el estudio y el modo de mejorar la comprensién, vamos a tratar ahora detalladamente sobre los mecanismos de la percepcién visual. PERCIBIMOS CONJUNTOS En primer lugar hay que destacar que los experi- mentos realizados sobre la lectura demuestran que la percepcién es un fenémeno global de integracién. Esta tendencia se va haciendo cada vez més clara e intensa conforme la persona va madurando psicolgicamente, Esto quiere decir que la lectura va evolucionando desde el punto de vista de la percepcién, hacia la cap- tacién de conjuntos cada vez mas amplios. 30 ANTONTO BLAY 31 primer paso, el mas clemental, ¢s la Iectura letra por letra. Es la etapa del nifio que aprende a leer. Este médo de leer es luego superado al descubrir la existencia de un conjunto, muy simple todavia, al que damos el nombre de silaba. En esta etapa atin no puede decirse que exista una lectura verdadera, pues en realidad no hay una autén- tica actividad mental de interpretacion. Las silabas no tienen en si significado alguno. La Jectura por sila- bas es todavia un proceso demasiado mecénico. El paso siguiente tiene lugar cuando el nifio descu- bre la palabra entera como una unidad global con un significado propio. Aqui ya tenemos una verdadera lectura, aunque muy elemental todavia Este es un hecho fundamental que ha sido puesto de relieve por los modernos estudios psicolégicos. No Jeemos las letras, ni las silabas: lo que leemos son las palabras directamente, consideradas como un conjunto total. Por eso los mas recientes métodos de ensefianza de lectura para los nifios en vez de comenzar por el aprendizaje de las letras y silabas, presentan directa- mente al alumno palabras enteras, acompafiadas de su imagen 0 dibujo correspondiente. Desde el punto de vista légico parece que el orden a seguir deberia ser letras, silabas y palabras. Pero si tenemos en cuenta el funcionamiento psicolégico de la percepcién, el orden correcto es el inverso: primero la palabra como algo que tiene en si un sentido completo, y sdlo después es cuando podzmos comprender el porqué y el para ‘qué de las letras. Podemos realizar un experimento sencillo que nos convencera facilmente de que al leer son las palabras Jo que leemos como conjuntos y no las letras o las silabas por separado. LECTURA RAPIDA 3 A continuacién encontraré usted dos paginas con un grupo de palabras distribuidas en columnas. Lea las palabras de la primera pagina de arriba abajo, columna tras columna, a la mayor velocidad posible, Para poder realizar bien este ejercicio conviene que se ayude con una cartulina, o una hoja de papel, en donde haya practicado una ranura de 4 cm. de alto por 3 cm. de ancho, A través de la ranura usted sélo podr ver una unica palabra, Cuando esté preparado vaya deslizando la cartulina sobre las tres columnas de palabras sucesivamente. Deslice la cartulina lo mas rapidamente posible no deteniéndose més que el tiem- po justo para poder captar el significado de cada palabra, Al terminar de leer Ja primera pagina anote los segundos que haya tardado en hacerlo. "Haga lo mismo con las tres columnas de la pagina siguiente, anotando también los segundos que tarde en leerla: 32 ser el eso uno sol la para que sin por més sal mesa no idea hay era los ANTONIO BLAY del como aqui tema otro solo usar pie algo casi yo van mano vez nada moda ojo todo cruz toma sino peso con dos masa tal ver vida cada pues vino cosa, tw luz ya ella sou esto verdadero palabra posible capacidad conseguir seguro rapidez esci velocidad secreto cualidad ventana siempre preocupacién realidad persona entonces protestar negocio consulta LECTURA RAPIDA animal existir nosotros solidez ejercicio lentitud exterior rigueza gimnasia facilidad lectura desarrollo serentdad caracter dominio condicién experiencia despierto dificil cantidad 33 principal energia ambicién cobarde provecho ejemplo indtil necesidad conducta valores plenitud interés maximo estudiar profundo poderoso externo pobreza impulso interior 34 ANTONIO BLAY Las palabras contenidas en la primera pagina son mas bien cortas (de 3 6 4 letras). En total suman 201 letras. Las palabras de la pagina siguiente son més largas y totalizan 471 letras, es decir, 2 y % veces mas. Si usted compara el tiempo que ha invertido en leer cada una de las paginas observaré que para leer la segunda no ha empleado un tiempo 2 y 44 veces mayor. Esto le prueba claramente que su lectura no ha sido letra por letra, ni siquiera silaba por silaba, Este mecanismo es muy importante y ofrece una base segura para poder aumentar nuestra rapidez de lectura. Es muy posible que el tiempo que usted ha inver- tido en leer la segunda pagina haya sido superior al de la primera, a pesar de que cl ntimero de palabras es cl mismo. Esto indica que su habilidad para leer las palabras como conjuntos puede ser perfeccionada. Este es precisamente uno de los primeros objetivos, aunque no el més importante, de Ios cursos de lectura. Hacer que se desarrolle plenamente su capacidad de leer cada palabra, como un conjunto global de un solo golpe de vista. Esto requiere que usted se familiarice con las pala- bras, con su forma o silueta. Que cada palabra se convierta para usted en,un simbolo de significado pleno. Del mismo modo que al ver un caballo pintado inmediatamente, de un golpe de vista, nos viene la ima- gen y la idea del animal, as{ cada palabra en su con- junto, por su «silueta, debe ser capaz de evocar en usted, inmediatamente, la idea correspondiente. Pero, como vamos a ver, este no es mas que el primer paso en el mejoramiento de nuestra percepcién. LECTURA RAPIDA 35 Campo visuaL Acabamos de ver cémo la lectura tiende a ser un proceso de integracién, de interpretacién de conjuntos més que de andlisis. Esto lo hemos visto por lo que se refiere a las palabras aisladas, en si mismas. Por nuestra capacidad de percepcién puede exten- derse mucho mas alla de una simple palabra. A pesar de que el estado actual de muchos lectores apenas Mega a ser de una lectura palabra por palabra, la rea- lidad es que existe la posibilidad de leer a través de conjuntos més amplios. Los experimentos y los estudios realizados por el gran oftalmélogo Emilio Javal sobre el movimiento de los ojos al leer, le permitieron Hegar a la conclusion de que un lector habilmente entrenado puede legar a abarcar en un solo golpe de vista de 15 a 20 signos, es decir, unas tres 0 cuatro palabras. Inmediatamente se comprende la enorme diferencia que hay entre un lector «palabra por palabra» y otro que sea capaz de leer de una sola vez grupos de varias palabras. El desarrollo de esta habilidad se logra en los cur- sos de lectura mediante ejercicios 0 textos especial- mente preparados de modo que la distribucién de las palabras en grupos cada vez mas amplios va estimu- lando la capacidad latente del alumno hasta lograr una notable amplitud de su campo de visién. Para poder leer captando de una sola vez un grupo de varias palabras es necesario estar atento y concen- trado en la lectura. Algunos autores afirman que esto es lo tinico que habria que desarrollar. Segiin ellos los ojos no nece- 36 ANTONIO BLAY sitan ni pueden ser entrenados porque de por s{ ya tienen una gran capacidad y amplitud de visién. Nos- otros creemos que hay que distinguir entre la capaci- dad de visién que tienen nuestros ojos, y el uso real que hacemos de clla. Evidentemente la mayor parte de personas no suelen hacer uso, o mejor dicho, no saben hacer uso de esa capacidad. Los ejercicios pricticas a qe antes nos referfamos tienen por objeto hacernos ver cudles son nuestras posibilidades y estimularnos y ensefiarnos a adoptar Ja actitud meatal apropiada para poder leer a través de estos conjuntos més amplios de varias palabras. FAsACIONES El movimiento de los ojos mientras leemos esté directamente relacionado con la rapidez de percepcién y sobre todo con la amplitud de visién, o con el campo visual, que hayamos conseguido desarrollar. ‘Tenemos la impresién de que al leer los ojos se van deslizando de un modo continuo a lo largo de cada linea. Pero en realidad no es asf. Nuestros ojos recorren cada linea dando pequefios saltos y haciendo pequefias paradas en diversos puntos de la linea. Es en estas paradas cuando el ojo ve el texto escrito; cuando se mueve, cuando hace el salto de un punto a otro, no puede ver nada, Cada una de las paradas que realiza el ojo al recorrer la linea escrita es lo que se lama Aaa estudios y experimentos reaiizados sobre el movimiento de los ojos han demostrado que en estas paradas 0 fijaciones se invierte el 90% del tiempo empleado en la lectura. LECTURA RAPIDA 37 Los movimientos intermedios son muy rdpidos y sélo ocupan un 10% del tiempo total, Este mecanismo ofrece la posibilidad de acclerar enormemente la velocidad de la lectura. Esto podria realizarse en dos sentidos. Por una parte disminuyendo el tiempo dedicado a cada fijacién, y por otra haciendo que el mimero de fijaciones por Iinea sea mas pequefio. Si nos atenemos al simple hecho de la percepcién, visual se ha comprobado que en sélo 1/100 de segun- do es rosible ver un grupo de palabras que totalicen hasta 20 letras-espacio. Pero en la lectura nunca se alcanza este ritmo porque ademas de la percepcién visual el cerebro necesita un tiempo para interpretar los signos y captar su significado. Esto exige alrededor de 1/5 de segundo. Esta deberia ser aproximadamente la duracién de cada fijacién. Pero sélo los buenas lectores reducen al minimo el tiempo de cada fijacién. Sin embargo hay que reconocer que el ahorro de tiempo que puede hacerse al disminuir la duracién de cada fijacién no suele ser en general muy grande, aunque puede suponer un tercio, o mas, del tiempo empleado. Es sobre todo en el segundo aspecto, en lo referente al mimero de fijaciones por linea, donde el ahorro de tiempo puede ser verdaderamente considerable. El lector deficiente hace las fijaciones mas largas, pero sobre todo hace muchas mds fijaciones que las necesarias. Teniendo en cuenta que el campo visual puede Ile- gar a abarcar unas cuatro palabras se deduce que el mimero de fijaciones puede y debe reducirse a tres dos por cada linea, en vez de las seis o siete que suelen hacer los lectores no entrenados. 38 ANTONIO BLAY A modo de ejemplo le ponemos a continuacién un texto distribuido en fijaciones. El punto indica el lugar donde el ojo se detiene, y la raya Ja amplitud del campo visual. El mismo texto esta repetido tres veces. El ejemplo a) contiene tantas fijaciones como palabras. ‘Asi Iee la persona poco acostumbrada a leer. En el ejemplo b) el mismo texto se lee en cuatro fijaciones en vez de siete. Asi es como sucle leer la persona que tiene costumbre de leer, pero sin entreno en las téc- nicas de lectura répida. El ejemplo ¢) es el modo habitual de leer que puede conseguir una persona entrenada, Ejemplo: a) La lectura rapida es un logro apasionante. El éxito es una cuestién de trabajo. El éxito es una cuestién de trabajo. ¢) La lectura répida es un logro apasionante. LECTURA RAPIDA 39 El éxito es una cuestién de trabajo. Vea el ahorro tan grande de tiempo que supone el modo de leer segiin el ejemplo c} comparado con el a). Sin tener en cuenta que las fijaciones que hace ¢) pueden ser més breves que las de a), y atendiendo simplemente al ntimero de fijaciones ‘realizadas, ve- mos que c) lee casi cuatro veces mas aprisa que a). Ya se ve de inmediato las enormes posiblilidades que esto significa en orden a la rapidez y al ahorro de tiempo en Ia lectura, Pero para conseguir este ritmo de dos 0 tres fija ciones por linea no basta la simple habilidad percep- tiva, Es preciso una buena concentracién mental a fin de poder captar los conjuntos de palabras como algo que tiene un significado, como algo a través de lo cual se nos comunica un pensamiento De hecho siempre que la actitud mental es defiente al campo visual se estrecha. La amplitud mental es condici6n indispensable para poder hacer uso de toda nuestra capacidad de visién y de percepcién. Pero este es un tema que lo trataremos mas detenidamente al hablar de la comprensién y de la actitud mental correcta, Cartruco IIE DEFECTOS EN LA PERCEPCION Y DEL APRENDIZAJE, LAS REGRESIONES Uno de los defectos que més perjudican a la rapi- dez de Ia lectura es el habito de volver atrés para ver de nuevo lo ya Iefdo, Esto es lo que se llaman las regresiones. Hay ciertamente algun tipo de regresiones que estén justificadas, pero hay muchos casos en que el regresar no esté justificado aunque lo pudiera parecer. Estas son las regresiones que hay que evitar a toda costa, Examinaremos en primer lugar cudles son los mo- tivos por los que uno siente Ia tendencia a regresar, En general se pueden agrupar en tres clases: a) no haber captado la idea 6) no haber captado bien alguna palabra ¢) habito de regresar. a) Si se trata de querer volver atrés porque no 42 ANTONIO BLAY hemos captado la idea hay que precisar més a qué se debe esta falta de comprensién. Puede ser que se trate de un texto dificil, 0 cuyo estilo es muy complejo y oscuro. Aqui, realmente esta- ria justificado el volver atras. Sin embargo aun puede ser mas aconsejable seguir adelante hasta completar por lo menos el parrafo entero, Esto proporcionard, en Ja mayoria de los casos, una visién de conjunto que es quiza lo que necesitabamos para una comprensién mas completa. De modo que lo mas eficaz serfa com- pletar la lectura de todo el parrafo y volver luego sobre el pasaje que habia quedado oscuro; o incluso a veces volver a leer todo el parrafo. Esto resultaré mas préc- tico que hacer una o varias regresiones esporddicas que nos harian perder mas tiempo y que no acabarian de aclararnos la idea de un modo total. Otras veces la razén por la que no captamos algunas ideas se debe simplemente a falta de atencién. Es pre- ciso recordar, en este caso sobre todo, que la lectura debe ser siempre algo activo. Leer activamente signi- fica leer con un propésito determinado, tener nuestro interés movilizado hacia algo y enfrentarse con el texto escrito con la actitud de quien busca o quiere algo. Si no lo hacemos asi no debe sorprendernos que nuestra atencién se ausente con frecuencia, b) Algunas veces puede ocurrirnos que no perci- bimos bien una palabra 0, a causa de su grafismo, la confundimos con otra parecida. Si a través del contexto no podemos deducir cual cra la verdadera identidad de la palabra confundida la tinica alternativa ser el volver atras y asegurarnos de qué se trata. Pero el verdadero remedio es hacer desaparecer la causa de es- tas confusiones, Supuesto que no haya problema de LECTURA RAPIDA 43 atencién, se trata de un defecto de rapidez y precision en la percepcién. Los ojos pueden adiestrarse a ver con mas rapidez y precision. Para esto existen diversos tipos de ejercicios que agilizan la vision y mejoran notablemente la capacidad de percepcién. Algunos autores muestran gran desconfianza frente a cualquier clase de entrenamiento de los mecanismos de la vision. Sin embargo, aunque es cierto que Ja lectura es sobre todo un proceso mental, también hay que reconocer que los mecanismos visuales pueden ser perfecciona- dos y agilizados, como lo demuestran los resultados obtenidos en los cursos practicos de lectura, y no hay por qué despzeciar esta posibilidad real. c)_ Finalmente, otra de las causas de las regresiones es el hdbito o costumbre de volver atras. Esta costum- ‘bre suele venir enmascarada y falsamente justificada por una excesiva preocupacién de no perder nada, de asegurarse que hemos entendido bien todo lo anterior y por el deseo de grabarlo y retenerlo mejor. Pero esto es una equivocacién. Aparte del tiempo enorme que se pierde, estas repetidas regresicnes no son garan- tia, en modo alguno, de una mejor comprensién y retencién. En realidad ocurre todo lo contrario. Cada vez que se vuelve atrés se rompe e! hilo del pensa- miento y al interrumpir su desarrollo normal se pierde de vista Ia finalidad ultima y su estructura global, para quedar enredados en uno u otro de sus aspectos parciales. Por eso no es nada extrafio que los lectores excesivamente cuidadosos, que vuelven continuamente atrés para no dejar estapar nada, sean los que mas se quejan y los que mas dificultad encuentran en Hegar a una comprensién total de lo leido. 44 ANTONIO BLAY La solucién acertada consiste en seguir siempre ade- lante aunque nos parezca que no hemos captado ple- namente la idea. Si lo hacemos asf, ademas de con- trarrestar el mal hdbito de regresar, descubriremos con asombro que habiamos entendido més de lo que pensabamos. De hecho, nuestros ojos y nuestro cerebro captan més cosas de las que somos corscientes, y lo Unico que necesitan es seguir todo el desarrollo del pensamiento para que cada aspecto particular cobre de nuevo relizve y se estructure orgénicamente en el conjunto. Este modo de leer activo y dinamico, que va directa y répidamente hacia la visién global del conjunto, es la forma mds adecuada para llegar a una comprensién més plena del todo y de los detalles, asi como el medio més facil de asegurar su retencién. Para aquellos lectores que son excesivamente escru- pulosos con el texto, que estén pendientes de cada una de las palabras a fin de que nada se les escape, y que en todo momento estén dispuestos a volver atras para asegurarse de que han cogido bien las ideas, conviene recordarles unas observaciones que nos hacen los pro- fesores de la Universidad de Columbia en su «Reading Improvement Programm»: «Durante muchos afios se creyé que los lectores rdpidos eran descuidados y su- perficiales. Se suponia que leyendo rapidamente no se podria captar el significado tan bien como a través de una lectura lenta. Se pensaba que leer con lentitud era necesario para leer con seguridad. Cuando se hi- cieron las experiencias estas suposiciones se vinieron abajo. Entonces se comprobé que el «factor compren- sidn» de los lectores rapidos era mucho mejor que el de los lectores lentos. Y la razén de esto radica en el modo de trabajar de nuestro cerebro.> Como hemos visto, excepto en el caso de tratarse LECTURA RAPIDA 45 de un texto verdaderamente dificil, debemos aspirar a climinar totalmente el habito de regresar en nuestras lecturas. Sin embargo, hasta que consigamos leer y comprender todo cuanto leemos sin necesidad de nin- guna regresin, atin podemos hacer otra cosa que nos ayudaré a elicainar cuanto antes este hébito. Si al Jeer una frase se nos escapa su significado, no debe- mos regresar de inmediato. Hay que seguir adelante hasta completar el pArrafo. Si al final el pensamiento sigue oscuro y no hemos podido aclarar nada, seré entonces el momento de regresar. Pero lo més importante es que tratemos de ver Por qué se nos escapé el pensamiento y localizar exac- tamente la dificultad. Esto al principio puede exigirnos un poco mas de esfuerzo y de tiempo, pero es lo que nos ensefiaré mas eficazmente a estar despiertos y a pensar realmente mientras leemos. A la larga este adiestramiento supondré no sélo una notable economia de tiempo, sino sobre todo una extraordinaria eficien- cia en todas nuestras lecturas. Nos queda por mencionar un caso en que las regre- siones deben ser admitidas sin ningdn reparo. Es cuando se trata de estudiar con el propésito de memo- rizar, especialmente cuando se trata de libros técnicos con abundancia de datos que es preciso retener. Pero incluso en este caso la actitud activa e inteligente frente al texto nos permitirA una mds rapida compren- sién y asimilacién con un menor ntimero de repasos. LA SUBVOCALIZACION La vocalizacién consiste en leer las palabras en voz alta o en acompafiar Ja lectura con el correspon- 48 ANTONIO BLAY va directamente a la idea, sin agarrarse ni depender de la palabra concreta escrita, ya va bien. En cuanto a la subvocalizacién-actividad-mental podemos decir que es una habilidad nueva y se relaciona con la capacidad de pensamiento abstracto. Cuanto mayor sea esta capaci- dad menor ser la necesidad de pronunciacién-interna. Es claro que una gran capacidad de abstraccién hard que nuestras lecturas sean cada vez mas dgiles y més plenamente asimiladas. De aqui se deduce cudl es el tinico remedio efectivo contra el defecto de la vocalizacién 0 subvocalizacién. El remedio consiste en leer activamente, es decir, en leer estando pendiente de captar directamente las ideas del autor. En la medida que nuestra mente se conecta con la mente y el pensamiento del autor las palabras pasarén a un segundo plano, siendo un sim- ple modo de expresién, uno de los muchos que podia haber empleado el autor, al que no hay que aferrarse como a lo mas importante. Lo tnico importante es la idea que se nos trasmite. Carfruto IV CARACTERISTICAS DE LA BUENA PERCEPCION En los capitulos anteriores hemos estudiado cémo funcionan los mecanismos de la percepcién visual mien- tras leemos. Hemos indicado la posibilidad y el modo de mejorarlos as{ como los defectos a evitar. Aqui queremos ofrecerle una especie de resumen © vista panoramica de lo que debe ser una percepcién visual perfecta y de las cualidades que debe poser. Podemos enunciarlo de esta forma: la percepcién perfecta debe ser: — répida — precisa — amplia — ritmica Recordemos y comentemos brevemente lo que sig- nifica cada una de estas cualidades: Rapida. Nuestros ojos deben ser capaces de percibir en una fraccién de segundo una palabra o un conjunto de palabras, al mismo tiempo que nuestra mente capta el significado de las mismas. 50 ANTONIO BLAY Precisa, La rapidez de la percepcién no dede ser un obstaculo para la precisién. De hecho si falta la pre sién no hay una verdadera percepcién. La falta de precision es lo que conduce a confundir o a tomar una palabra por otra. Percepcién precisa quiere decir Percepcién segura. Todo el entrenamicnto sobre la rapidez de la percepcién debe ir acompajiado por el esmero en la precision. Entonces el progreso es verda- dero y seguro, Amplitud, El buen lector aprovecha al maximo toda la capacidad de visién que tienen los ojos. En una sola fijacion o golpe de vista es posible abarcar tres 0 cua- tro palabras. Para conseguir esta amplitud de percep- cién es fundamental una actividad mental centrada y despierta. Por eso el entrenamiento para ensanchar el campo visual debe ser al mismo tiempo un adiestra- miento mental para estar atentos y pendientes en pri- mer lugar del significado que se esconde tras las palabras escritas. Ritmo, El ritmo en la lectura es el resultante de la rapidez y de la amplitud de la percepcién. Leer ritmicamente significa ir distribuyendo regularmente las pausas 0 fijeciones a través de cada una de las Iineas escritas. El ritmo es nuestra manera de andar por un escrito. Cuando la mente sabe adénde va, es decir, cuando sigue con irteligencia el deserrollo de las ideas, y cuando la percepcién visual ha alcanzado un buen grado de rapidez y amplitud, surge de modo esponténeo un estilo de leer sumamente agil y cémodo. El ritmo no hay que considerarlo como algo rigido e invariable; es mAs bien una cierta armonfa, suavidad y regularidad, El ritmo se rompe cuando uno lee a LECTURA RAPIDA 51 sacudidas, con paradas y arranques bruscos, 0 cuando uno siente la tendencia, més o menos frecuente, de regresar sobre lo que acaba de leer. Leer con ritmo es ir avanzando suave pero firme- mente sobre cada linea del texto a través de un nimero regular de fijaciones, que son medidas y realizadas, més que por un automatismo rigido de los ojos, por la misma mente que con una actitud flexible y abierta dirige con plena lucidez todo el proceso de Ia Iectura, Este modo de leer tiene la ventaja de ser, no séla més eficaz, sino también mucho mas descansado. Los ojos no tienen que hacer esfuerzos imtitiles para reali- zar regresiones u otros movimientos bruscos, y ademas el hecho de poseer un gran campo visual y de poder en consecuencia reducir al minimo el ntimero de fija- ciones por Iinea, hace que les ahorremos gran cantidad de movimientos con la consiguiente disminucion de esfuerzo y de fatiga. Hasta aquf hemos visto cémo funcionan las meca- nismos visuales durante la lectura, y qué condiciones debe reunir la percepcién visual para que la podamos considerar perfecta. Pero esto no constituye mds que una parte del en- trenamiento que se realiza a través de los cursos de lectura. Ni siquiera es ésta la parte més importante. Lo esencial de la lectura es la comprensién y la actividad mental correcta. Ya le hemos insinuado anteriormente, pues, incluso la misma percepcidn visual no puede llegar a ser per- fecta si falta esa actitud mental correcta. En los préximos capitulos iremos examinando los diversos aspectos relacionados con la comprensién. PARTE SEGUNDA LA COMPRENSION El lenguaje oral u escrito es esencialmente un me- dio de comunicacién. La importancia de los simbolos © de las palabras es simplemente relativa, en cuanto que son instrumentos o vehiculos del pensamiento. Cuando nos encontramos con un libro, con un ar- ticulo 0 con cualquier clase de escrito, nuestro deseo principal, nuestro auténtico propésito debe ser conocer y descubrir ese pensamiento que el autor tenfa en la mente y nos ha querido transmitir a través de las palabras. Es muy importante tener clara conciencia de esta finalidad, pues aunque perezca muy légico que debe ser asi, en realidad son muchas las personas que em- prenden sus lecturas de una forma bastante mecdnica, sin saber exactamente por qué o para qué estén le- yendo. Es igualmente importante saber cudles son los pa- trones, esquemas o moldes generales que puede adop- tar la expresién del pensamiento. En cierto modo vienen a ser como el camino que ha escogido el autor para explanar su pensamiento. Si estamos familiarizados con todos los posibles modos de expresién nos seré mucho mas facil reconocer en.un momento dado cudl es el camino que ha escogido el autor para llegar hasta nosotros con su pensamiento, y nosotros, por nuestra 56 ANTONIO BLAY parte, estaremos en las mejores condiciones para poder recorrer el mismo camino en sentido contrario y llegar hasta la misma fuente del pensamiento, es decir, la mente y la intencién del autor. Sélo entonces hay una verdadera lectura, cuando se establece esta comunica- cién entre el lector y el autor. En este capitulo’ estudiaremos los modos bésicos de la expresién del pensamiento, centrandonos alrede- dor de dos puntos fundamentales: —el estudio del p4rrafo como unidad de pensa- miento, y — el estudio de la estructura global de un articulo como patrén general de la expresiéu del pensa- miento. CapiruLo V EL PARRAFO COMO UNIDAD DE PENSAMIENTO En la escritura los parrafos vienen indicados por el uso del punto y parte. Pueden estar constituidos por una sola frase, pero en general incluyen varias frases u oraciones completas. Lo esencial del parrafo es que todo él gira alrededor de una sola idea. Al menos asi deberfa ser, y como norma general es asi, Ya veremos més adelante las excepciones que pueden presentarse y el modo como debemos manejar estos parrafos. @) ESTUDIO DEL PARRAFO NORMAL Primeramente nos detendremos en el estudio de lo que podriamos denominar pérrafo normal, su estruc- tura interna y sus modalidades. Esta serd la base para saber luego reconocer los parrafos auormales que po- damos encontrar. El estudio de los parrafos es de suma importancia. Como dice N. B. Smith: «Ninguna técnica puede ayu- darnos tanto « mejorar nuestra lectura como el apren- 58 ANTONIO BLAY der a leer tien cada parrafo.» (1). Y segtin P. Leedy: «La manera cémo una persona lee cada parrafo, indica si ha alcanzado la habilidad y madurez caracteristica del lector verdaderamente eficiente» (2). Al enfrentarnos con un parrafo lo primero que debe- mos hacer es considerarlo como una unidad de pensa- miento. A través de las palabras y de las distintas fra- ses que lo componen debemos estar pendientes de en- contrar cuanto antes la idea basica, fundamental, que el autor nos ha auerido comunicar. LA FRASE PRINCIPAL Normalmente esta idea viene expresada en una de Jas frases del parrafo. Es lo que Mamariamos la frase principal. Todas las demas se agrupan de un modo natural y légico alrededor de la frase principal, de modo que cada una de ellas no hace mas que ampliar, concretar 0 presentar diversos aspectos de la misma idea central, La habilidad en leer un parrafo consistira, pues, en descubrir de un modo répido y seguro esta idea central y la frase que la representa, La colocacién de la frase principal dentro del pé- rrafo no es uniforme. Muchas veces va al principio, pero puede encontrarse igualmente en medio o al final del parrafo. Los parrafos més faciles de leer son aquellos en que Ja idea principal viene expresada en la primera frase. El lector no tiene ya que esforzarse en buscarla a tra- vés de todo el parrafo, y ademas a la luz de esa idea central se puede leer las demds frases con gran rapi- from You () NB. Surat: Read Faster and get_m Readings ©) P. Lumpy: elmprove your readings LECTURA RAPIDA 59 dez y facilidad de comprensién, pues todas ellas no son mas que una confirmacién o explanacién de lo que se ha dicho en primer término. Vea, por ejemplo, el parrafo siguiente: «La convergencia de pensamientos hacia un objetivo bien definido favorece Ia elocucién in- cluso en razén de la animacién que ella da a todas las facultades psiquicas. De dos hombres cuyos medios fueran idén- cos, si uno concibiera un objetivo preciso al cual subordinase todas sus actividades fisicas y mora- les, muy pronto se expresaria incomparablemente mejor que el otro. Asi se observa a veces un cam- dio considerable, ocurrido en algunos dias, en Ja manera de hablar de un individuo. La facilidad, Ia elegancia, Je han venido como por arte de magia. y es porque la repercusién en s{ mismo de una avidez fuerte, sibita, tenaz, ha centrado toda su vida psicolégica en torno de una preocu- pacién predominante. Inversamente: que la adver- sidad desorganice momentaneamente la vida men- tal de aquel que hasta entonces habia elegido un polo hacia el cual tendfa, y la coherencia de su verbo se resentira en seguida.» En este parrafo la idea central est4 claramente ex- presada en la primera frase: «La convergencia de pen- samientos hacia un objetivo bien definido favorece la elocucién.» Todo lo demas es el desarrollo l6gico del contenido de esta frase. Si la frase principal se encuentra al final de parrafo el lector encontrar que ella viene a ser como la afir- macién definitiva o la conclusién general de todo el 60 ANTONIO BLAY parrafo. Las otras frases no hacen sino preparar cl terreno por medio de consideraciones y afirmaciones parcizles que apuntan progresivamente hacia la con- clusion final, Es como una maduracién interna del pen- samiento que legado el momento oportuno puede ya expresarse de un modo pleno y total. El lector advertir4 que se trata de un parrafo de esta clase cuando las distintas frases que va leyendo Parecen ser otros tantos esfuerzos del pensamienio por ir abriéndose el camino hacia una verdad 0 afirmacién més amplia y general. Su mente deberd estar alerta y a Ja espera de que aparezca esta frase crucial que resu- mira y completara todo el esfuerzo precedente dindole su pleno sentido y significado. El parrafo siguiente es de este tipo: «Antiguamente, los canales navegables exis- tian sdlo en los paises anos. Sin embargo, el hombre no tardé en aventurarse a tareas mas diffciles, llevando la comunicacién sobre el agua a las zonas montafiosas, incluso mas alla de las Iimeas divisorias de aguas. Hoy dia, el problema técnico estriba mas que nada en las enormes dimensiones y en la obtencién del agua necesaria para estos gigantes de la navegacién, pues las antiguas obras son verdaderos pigmcos al lado de las actuales. Hoy dia, las diferencias de nivel y las Iineas divisorias se vencen mediante esclu- sas escalonadas o elevadores de buques. Profun- las incisiones abren el dorso de las montafias. Twaeles para buques cruzan, como rios vacios, las montafies. Puentes cruzan por encima de rreteras, ferrocarriles y rios. El méximo triunfo son los canales maritimos, ya unan océanos o LECTURA RAPIDA 6t mares a través de desiertos, montes y selvas, ya en forma de canales lleven el trafico transoceani- co hasta el interior de los continentes. De esta manera, en la actualidad, las comunicaciones ma- ritimas son un fenémcno usual donde autos era casi desconocido.» Después de una enumeracién en la que el autor pasa revista al desarrollo de las vias navegables, la ultima frase es un verdadero resumen de todas las considera- ciones precedentes. Otras veces la frase principal puede ir en medio del parrafo. Aqui el pensamiento estar desarrollado, en general, a manere de un movimiento pendular. La pri mera parte del parrafo sera un predmbulo o una pre- paracién que culminaré con la aparicién de la idea central. La segunda parte sera una prolongacién de esta idea a modo de aclaraciones, confirmaciones o consecuencias. Observe cémo se va desarrollando el pensamiento en el parrafo siguiente: «El hombre, por sus sentimientos y sus cos- tumbres, tiende a considerar como carente de toda trascendencia su capacidad para modificar la estructuracién de la tierra en comparacién con las fuerzas naturales. Se suele hablar con complacencia de Ja debilidad del hombre, que lucha como un enano frente a la gigantesca natu- raleza, Esta subestimacién estaba justificada en tiempos pretéritos, pere ya ha sido superada y no es valida hoy en dia. Por intrascendente que sea la potencia fisica del hombre aislado, su fuer- za es enorme por la asociacién y por las directri 62 ANTONIO BLAY ces del ingenio humano. Estas fuerzas han modi- ficado radicalmente la faz de la tierra en amplias regiones. El proceso que han seguido desde los principios de la humanidad, hasta bien adentra- dos los tiempos historicos, apenas tiene interés. Sin embargo, se incrementé de manera ingente desde que, a partir de 1800, hizo su aparicion la era de Ia maquina y el poder del hombre em- cz6 a mulliplicarse bajo el signo de la técnica mecanica que florecia. Hoy dia se ejercen accio- nes sobre la naturale con un vigor antes insos- pechado.» Después de unas frases introductorias en las que el autor va desechando las posibles objeciones Ilegamos a la mitad del parrafo donde encontramos claramente formulada la idea central: «Por intrascendente que sea la potencia fisica del hombre aislado, su fuerza es enorme por la asociacién y por las directrices del inge- nio humano.» A partir de este punto las demés frases no hacen més que explicar el alcance y el modo como se ejerce la fuerza del hombre sobre ia naturaleza. LOCALIZACION DE LA FRASE PRINCIPAL Cuanto acabamos de exponer es de suma importan- cia para que el lector sepa qué actitud mental debe adoptar cuando empieza la lectura de cualquier parra- fo. Esta actitud mental es la que le permitira sintoni- zar rapidamente con el movimiento del pensamiento dentro del mismo parrafo, y la que le haré capaz de descubrir con seguridad el momento en que el pensa- LECTURA RAPIDA 63 micnto llega a su punto culminante, es deci central. No obstante en orden a localizar con més facilidad a frase principal podemos sefialar otra técnica suple- mentaria que puede ser de gran utilidad. Hemos partido del supuesto de que cada parrafo contiene una idea principal, y solamente una. Esto es lo normal, aunque. como ya hemos observado, puede haber excepciones. Lo primero que debemos hacer, en consecuencia, es observar cual es la palabra que més se repite y que domina todo cl parrafo. Esta palabra representaré un objeto, una persona, una cualidad, algo, en fin, en torno a lo cual gira toda la exposicién. No es preciso que sea la misma palabra la que se repita. A veces veremos que el autor emplea sinénimos, © que en algunas frases emplea un pronombre. Lo im- portante es darse cuenta de que en todos estos casos se esta refiriendo siempre a la misma idea, al mismo objeto. Una vez que hemos localizado e identificado esta palabra, estamos ya en condiciones de poder encontrar Ia frase central del parrafo, En general todas las frases tendrén alguna relacién con la palabra clave, pues todo el parrafo gira alrededor de la misma. Pero la cualidad basica de la frase principal es siempre su cardcter global o de inclusividad. En cierto modo ella encierra en sf todo lo que se expone en las demés frases. La frase principal sera, pues, aquella donde se esta- blece la afirmacién més ‘amplia, més general, y que puede considerarse como el resumen de todas las demas. : la frase 64 ANTONIO BLAY CoMPROBACISN DE LA FRASE PRINCIPAL Para asegurarse de que la eleccién ha sido correcta hay dos medios que pueden ayudarle. En primer lugar si usted suprime la frase principal notara que el parrafo queda como truncado o incom- pleto. No asarece claro el significado de] parrafo como conjunto. Mientras que si suprime una frase secunda- ria apenas si varia el sentido general del parrafo. EI otro medio de comprobacién consiste en ir le- yendo una por una las restantes frases del parrafo, y antes o después de cada una, repetir de nuevo la frase principal Si la eleccién fue realmente acertada veremos cémo cada una de las frases se relaciona de un modo natural con la frase central formando ambas un todo bien logico y coherente. IDEAS 0 FRASES SECUNDARIAS Aunque pueden encontrarse a veces parrafos que no contienen mas que una idea y una sola frase, lo mas frecuente es que cada parrafo esté compuesto por un conjunto de diversas frases. Una de ellas suele expre- sar la idea del autor de un modo ms claro y més total que el resto: es lo que lamAbamos Ia frase principal. Ella contiene la idea central del parrafo. Las demas frases le sirven al autor para explanar de un modo més detallado todos los aspectos e implicaciones, que 61 tenfa en la mente, cuando escribié la frase principal. Ya hemos visto 1a importancia que tiene el saber localizar r4pidamente la frase principal. Esto nos pone LECTURA RAPIDA 65 directamente en posesién del mticleo central del pé rrafo. Descubrir la frase principal es captar de inme- diato la esencia misma del parrafo. Esta habilidad, abre enormes posibilidades para el lector. Leer pendiente de las ideas es introducir un valioso elemento de dinamismo en la lectura. Saber, captar y comprender con rapidez la idea central es jluminar de golpe todo el conjunto cel parrafo ponién- donos en situacién de poder recorrer rapidamente todo su contenido. La correcta comprensién de la idea prin- cipal nos da la posibilidad de comprender acertada- mente el valor y alcance de las diversas partes com- plementarias que integran el parrafo. En el capitulo anterior expusimos el modo de llegar a descubrir con seguridad y rapidez la idea central de cada parrafo. Pero para prrfeccionar e! modo de leer cada pérrafo es muy util también que tengamos una idea clara del modo como las demés frases del parrafo, las frases secundarias, pueden ir ampliando, desarrollando 0 ma- tizando la idea expuesta en la frase principal. Esto es Jo que vamos a ver ahora. En general, hay cuatro formas o maneras de expla- nar la idea central a través de las frases secundarias: — por repeticién — por contraste — por ejemplificacién — por justificacion Por repeticién: cuando se mantiene exactamente el mismo contenido de la frase principal, variando sim- plemente las palabras. Muchos de los parrafos que comienzan estableciendo la idea central en su primera 66 ANTONIO BLAY frase, suelen terminar con otra frase, semejante a la primera en la que a modo de conclusién se vuelve a repetir la idea fundamental. Pero también pueden en- contrarse este tipo de frases en cualquier otra parte del parrafo. Por contraste: estas frases son muy eficaces para hacer resaltar la idea principal. El autor quiere impre- sionarnos y dejar bien claro cual es su verdadero pen- samiento, indicando y rechazando de plano lo que no es su pensamiento. Por ejemplificacién: los ejemplos sirven para hacer- nos comprender el alcance de Ia idea principal a tra- vés de casos y aplicaciones concretas. Una verdadera comprensién de la idea central haria superfluos los ejemplos, de modo que pueden, muy bien, ser pasados por alto cuando existe esa comprensién. Pero en la prdctica los ejemplos suelen ser una de las mejores ayudas para Iegar a comprender de verdad lo que iba implicado en la afirmacién general. Por justificacion: este tipo de frases contienen razo- nes o argumentos que apoyan la afirmacion establecida en Ia frase principal. Ayudan a su mejor comprensién en el sentido de que una idea se entiende més profun- damente en la medida que conocemos mejor cuales son los fundamentos ldgicos o racionales que la sostie- nen y apoyan. Estos son los diversos modos cémo !as frases subor- dinadas contribuyen a aclarar y desarrollar el conte- nido de la idea principal. ‘A modo de ejemplo vamos a transcribir un parrafo LECTURA RAPIDA 67 algo extenso sacado de la obra La incégnita del hombre, de Alexis Carrel. «< sar de la agitacién y de la prisa de Ja vida moder- — EEE oeeeeereeee—e na, a pesar de los grandes desplazamientos en las eee cantidades econdémicas, los problemas politico- —— ———————» econémicos siguen siendo los mismos a través de —e—ee — > los afios, aun cuando, de vez en cuando, cambien >< <— las personas, y por mucho que puedan transfor- < 4 marse las instituciones. La lucha por la correcta compreasién politicoeconémica forma parte, pa- se sando por encima de los afios y los decenios, de las libres conquistas de una libre ordenac 1 SO- cial.» (Lupwic ERuaxo, Bienestar para todos.) —> Observe como leyendo tinicamente Jas frases subra- yadas con una flecha directa el pensamiento del autor queda claro y completo. Sin embargo, al contrastarlo con las objeciones apuntadas en los otros periodos, la idea central aparece mucho més reforzada. El buen lector debe ser capaz de observar este flujo del pensamiento dentro de cada parrafo. En cada mo- 80. ANTONIO BLAY mento ‘debe ser consciente en qué punto se encuentra dentro del movimiento del pensamiento, Leer de este modo es realizar una lectura verdaderamente activa, es decir, es un pensar mientras leemos. Cuando uno lee con esta actitud descubre més facilmente la légica in- terna que preside el desarrollo de todo el parrafo. Y no solo puede seguir exactamente todas lus fases del desa- rrollo del pensamiento, sino que incluso en muchas ocasiones podré adelantarse y prever cudles seran los préximos pasos que dara el autor. Esto proporciona a la lectura una extraordinaria agilidad que repercute directamente en la misma rapidez y velocidad sin per- juicio alguno para la comprensién, pues es precisamen- te la mayor comprensién la que nos permite recorrer el texto més rapidamente. b) PALABRAS SESALES Para poder seguir con més facilidad el curso del pensamiento existen varias palabras que, a modo de se- fiales, nos indican las incidencias y variaciones de su desarrollo. El lector debe saber cules son y compren- der todo su alcance, pues suponen une gran ayuda para seguir con precisién el pensamiento, En general podemos distribuirlas en tres grupos: palabras que indican un avance en el curso del pensa- miento; palabras que sefialan una detencién del pen- samiento; y finalmente, palabras que nos advierten que va a venir uma contraposicién en relacién con la direc- cin general del pensamiento principal. LECTURA RAPIDA 81 PALABRAS-AVANCE Las palabras-avance nos indican que las frases que ellas encabezan son un paso hacia adzlante en el desa- rrollo de Ja idea principal. En general, la mayor parte de ias frases de un pé- rrafo se desarrollan en el mismo sentido que la idea principal; pero las frases encabezadas por las palabras- avance tienen una especial significacién 0 representan una mayor insistencia en ese sentido. Las principales palabras-avance son: y, también, asi mismo, igualmente, del mismo modo, ademés, otra’ vez, de nuevo, asf, en consecuencia, por consiguiente, dado que, puesto que, finalmente, en resumen, en conclusién. Dentro del significado general de avance en el pen- samiento, hay entre ellas varias diferencias de matiz, como veremos a continuacién. Y Esta es la més comtin de todas las palabras-avance. Une ideas de igual importancia en relacién al contexto general. TAMBIEN Unen ideas que tienen gran seme- ASIMISMO janza, pero al mismo tiempo sugie- ren que la nueva idea va a afiadir algo de nuevo. ADEMAS _ Esta palabra nos edvierte, sobre to- do, que se va a afiadir algo, que es- tamos ante un avance claro del pen- samiento, aunque siempre dentro de la misma direccién de la idea principal. 2 ASIEN CON- ‘SECUENCIA DADO QUE PUESTO QUE FINALMENTE EN CONCLU- SION PALAERAS-PAUSA ANTONIO BLAY Estas palabras introducen frases 0 ideas que pueden tener gran impor- tancia en el desarrollo del pensa- miento. Generalmente se trataré de una frase que ser no sdlo una con secuencia de todo Io anterior, sino una verdadera frase resumen de todo lo dicho. De aqui la especial atencién que debemos prestar a las frases encabezadas con estas pala- bras. Estas palabras nos anuncian y nos preparan para seguir el desarrollo de una frase que implicard una con- secuencia racional 0 légica del pen- samiento, Con estas palabras e] autor nos in- dica que ya ha expuesto todas las ideas que tenia en su mente relacio- nadas con un punto determinado y que se dispone a darnos la conciu- sion final o el resumen general. Otras palabras nos indican que, con relacién a la idea principal, las frases por ellas introducidas no su- ponen ningun avance ni retroceso en el desarrollo del curse del pensamiento. Son frases que podrian ser su primidas sin que él texto sufriera ninguna modificacion LECTURA RAPIDA 83 sustancial en su significado. La finalidad de este tipo de frases es simplemente acloratoria. He aqui algun de las palabras-pausa que introdu- cen frases aclaratorias: porque, si, supuesto que, con tal que, por ejem- plo, como, tal como, especialmente, PORQUE. SI SUPUESTO QUE CON TAL QUE POR EJEMPLO como TAL COMO Introduce una simple explicacién a modo de causa o justificacion. La idea principal no se modifica con esta frase. Sdlo se expone su funda- mento 0 motivacién. La frase encabezada con estas pala- bras nos indican la condicién o si- tuacién concreta que es preciso que se dé, para que lo expuesto en la idea principal sea verdadero o rea- lizable en la practica. Esta palabra nos dice que el autor se dispone a aclararnos con un caso conereto 1 que nos ha querido de- cir a través de una afirmacién ge- neral. Estas palabras introducen frases que son también ejemplos concre- tos, pero con !a caracteristica de que suponen una cierta compara cién con otros datos, hechos, o si tuaciones. 84 ANTONIO BLAY ESPECIAL- También esta palabra nos sugiere MENTE _ la introduccién de un ejemplo, pero aqui la finalidad consiste en hacer resaltar cémo el contenido de la idea principal se realiza especial- mente en algun caso o en alguna circunstancia mas determinada. PALABRAS-RETROCESO Entre todas las palabras que nos orientan y nos ayudan a descubrir y seguir el curso del pensamiento, quizé sean las més significativas las que llamamos pa- labras-retroceso. Su carcter es mas lamativo porque introducen frases o expresiones que s2 oponen al curso normal del pensamiento. Generalmente, el curso del pensamiento sigue dentro del parrafo un sentido pro- gresivo directo. Pero a veces el autor, para hacer resal- tar mds su pensamiento, se sirve de estos cambios de direccién, de estas frases-oposicién, que representan lo que él rechaza, lo que é1 no piensa, las posibles obje- ciones que él trata de resolver y anular. De este modo el auténtico pensamiento del autor sale robustecido y reafirmado. Cuando nos encontramos con una palabra-retroceso quicre decir que se va a producir un inmediato cambio de direccién en el curso del pensamiento. Pero hay que tener en cuenta que este cambio de direccién se produ- ce directamente en relacién a lo dicho en Ia frase ante- rior. Como regla general seré también una oposicion u objecion a la idea central y a la marcha general del parrafo; pero si la frase anierior era ya, ella misma, una oposicién a la idea central, entonces las palabras- LECTURA RAPIDA 85 retroceso indican que se vuelve a tomar de nuevo el curso directo dei pensamiento, y probablemente, con un mayor vigor y energfa. Veamos ahora las principales palabras-retroceso. Los comentarios que hacemos sobre cada palabra tie- nen un valor general. Representan el significado que tienen estas palabras en la mayor parte de los casos en que son empleadas. Pero puede haber alguna ex- cepcién. PERO Indican que se reemprende de nue- SIN EMBARGO _ vo el curso directo del pensamiento tras una objecién formulada de un modo expreso o técito. EN REALIDAD Vuelta al ritmo directo, tras la ex- DE HECHO posicién de una objecién o de una situacion falsa, SIN EMBARGO Vuelta al ritmo directo tras una ob- NO OBSTANTE _ jecién u oposicién. CON TODO A PESAR DE TODO AL CONTRA- Nos preparan para retornar al rit- RIO DE mo directo tras el simple enunciado AL REVES DE de una posible objecién que queda virtualmente descartada. A PESAR Indican que la frase que viene a DE QUE continuacién expresa una objecién AUNQUE real o posible, que se opone a la PRESCIN- idea principal del parrafo. DIENDO DE 86 ANTONIO BLAY ANTES QUE Oposicién que envuelve una compa- MAS BIEN QUE racién. EN VEZ DE POR OTRA Oposicién con caracter de alterna- PARTE _ tiva. EN CAMBIO MIENTRAS —Opvsicién rotunda a lo dicho en Ja QUE frase anterior. POR EL CONTRARIO cc) SIGNOs DE PUNTUACION Acabamos de yer cémo las palabras sefiales son una gran ayuda para poder seguir con facilidad y con pre- cisién el desarrollo del curso del pensamiento a través del parrafo. Esto nos permite Hegar de un modo mas rapido a una comprensién mas acettada y completa de la idea central. Pero atin existen otras ayudas que el autor nos brin- da y que los buenos lectores saben aprovechar al maxi- mo. Son los signos de puntuacién. Los signos de puntuacién tienen por finalided hacer que el lector pueda andar con facilidad por el texto sin confusiones ni contratiempos. Un texto sin signos de puntuacién seria una masa informe de palabras dificil de manejar y de entender. Algunos Ilegarian a ser casi ininteligibles. Fijese en el siguiente parrafo, en el que se han suprimido los signos de puntuacién. «Una observacién todavia acerca del empleo LECTURA RAPIDA 87 que venimos haciendo del término «primitivo» empleo no por autorizado por el uso mas acorde con la verdad cientifica y con la propiedad técni- ca nosotros bien sabemos que el «salvaje» no es el «primitivo» que hay mucha ganga en este ulti mo vocablo de los prejuicios evolucionistas segtin os cuales la vida como la civilizacién habian de- bido empezar por Jo elemental que una observa- cién mas fiel sobre las sociedades no civilizadas revela en el salvajismo mas bien un caso de en- fermedad decadencia 0 aborto que la manifesta- cién de una infancia.» ‘Vea ahora el mismo parrafo en forma original: «Una observacién, todavia, acerca del empleo que venimos haciendo del término «primitivo»; empleo, no por autorizado por el uso, mas acorde con la verdad cientifica y con la propiedad técni- ca. Nosotros bien sabemos que el «salvaje» no es el « Si con esto queremos demostrar que las facultades mentales decrecen inexorablemente asi como sucede con una lampara que se apaga poco a pozo, estamos empleando un argnmento totalmente falso. A la mente se le puede comparar con la luz, y en cierto modo es acertada la semejanza. Pero no esta sometida a las mismas leyes que rigen los procesos luminosos mate- riales. El ejemplo aducido puede servir para explicar Jo que pasa en muchos casos; pero no vale para demos- trar que necesariamente tenga que suceder asi. De hecho podria y deberia ser al revés. Lo més peligroso de las argumentaciones analégicas es su gran fuerza de persuasién. Basta que nos pre- senten un argumento en forma de analogia, diciéndo- nos que: «”A” es asi, de la misma manera que sucede con "B”», para que quedemos fuertemente impresio- nados. Hemos de saber distinguir entre la gran utilidad que tienen estas comparaciones para manifestarnos de una manera clara el pensamiento del autor, y su fuerza, como argumento, para probar lo que el autor nos dice. j) Argumento de autoridad El argumento de autoridad consiste en querer de- mostrar la verdad de alguna opinién basado en el hecho de que personas de prestigio y de ciencia han pensado lo mismo. 138 ANTONIO BLAY Ciertamente el hecho de que personas competentes sustenten una opinién determinada es un dato en favor de dicha opinién. Sin embargo, hemos catalogado el argumento de autoridad entre los argumentos defectuosos en el sen- tido de que a veces es mal usado por quien pretende defender algo, y sobre todo mal interpretado por quien lee 0 escucha. El argumento de autoridad es mal usado cuando tratndose de temas como religidn o filosoffa, se aduce Ia opinion de una persona que es competente en otros campos como la fisica o la biologia. Esto es ilegitimo en la medida que se quiere sacar partido del prestigio que posee una persona en un tipo determinado de conocimientos para aplicarlo sin mas a otros asuntos diferentes. Sin embargo, cuando el lec- tor no es muy consciente, fAcilmente se deja impre- sionar por el impacto del prestigio y tiende a aceptar las opiniones que se le presentan apoyadas de esta forma. Uno debiera estar atento para no dejarse suges- tionar por esta clase de argumentos. Hay otros casos en que el empleo del argumento de autoridad es totalmente legitimo. Un cientifico, un as- trénomo, por ejemplo, que emite sus teorfas basado en sus estudios y observaciones merece ciertamente crédito y confianza, Esté en su pleno derecho cuando espera de sus lectores un cierto grado de interés y de aceptacién. No obstante, el verdadero motivo para aceptar sus 9) nos las diga sino en la bondad de las razones en que las apoya. Es decir, que nuestra aceptacién no ha de ser ciega, sino razonable. El valor de lo que llamamos prestigio profesional parte de la presuncién de que jones no debe descansar en el hecho de que é. LECTURA RAPIDA 139 cuando una persona competente defiende alguna opi- nién, podemos suponer que tiene sus buenas razones, para defenderla; pero la aceptacién plena y definitiva de sus opiniones debe descansar en la bondad misma de sus razones, vistas y examinadas, en la medida de lo posible, por nosotros mismos. Otro tanto podemos decir cuando se invoca la auto- ridad de la tradicién o de la costumbre. Hay, en ver- dad, muchas tradiciones y costumbres que estan ple- namente justificadas. Pero cuando nosotros aceptamos una tradicién simplemente por ser tradicién, adopta- mos una actitud incorrecta. Una tradicién tiene valor en la medida que se funda en razones que fueron vali- das y que siguen siendo vlidas en la actualidad. ‘Vemos, pues, en resumen, que la incorreccién del argumento de autoridad radica en que desvia la aten- cién del lector del examen de las razones objetivas hacia la consideracién del prestigio de una persona 0 de una tradicién. El argumento de autoridad obra por sugestidn. Aunque el prestigio puede estar muy bien ganado, a lo mas que tiene derecho es a que le dedique- mos una atencién seria, nunca una aceptacién ciega de sus puntos de vista sin el debido examen de las razones objetivas en que se apoya. Todo el estudio que acabamos de hacer sobre la evaluaci6n critica y el examen de los argumentos defi- cientes podria resumirse en un pequefio esquema, que segiin nuestra experiencia en Ios cursos orales de lec- tura, resulta muy comprensible y muy facil de aplicar a la practica. Los razonamientos defectuosos pueden serlo por tres motivos fundamentales: — por tendenciosidad 140 ANTONIO BLAY — por falta de rigor légico — por desviacién Entre los argumentos tendenciosos se encuentran Jos que emplean palabras o razonamientos emotivos, asi como las apelaciones injustificadas al principio de autoridad, y el empleo de ejemplos seleccionados. Entre los argumentos carentes de rigor légico, ade- mas de los enumerados anteriormente bajo este epf- grafe, se pueden incluir la generalizacién indebida y las analogias imperfectas. En cuanto a la desviacién, es uno de los defectos en que se incurre con mas frecuencia en las conversa ciones. Conviene estar alerta porque a veces puede aparecer también en algunos escritos. Carfruto X TECNICAS ESPECIALES PARA LOGRAR UNA LECTURA DE MAXIMA RAPIDEZ DE. COMPRENSION El entrenamiento de la percepcién visual unido al incremento de nuestra capacidad de comprensién for- man la base sobre Ja que se asientan los estupendos resultados que se pueden obtener del curso de lectura répida, Con todo, la persona que ha conseguido ya un nota- ble grado de perfeccién en la percepcién y en la com- prensién, puede todavia aplicar algunas técnicas nuevas que incrementaran extraordinariamente su capacidad de leer. Nos referiamos a: — la lectura telegratica — la lectura de reconocimiento — la lectura de informacién 142 ANTONIO BLAY LA LECTURA TELEGRAFICA Ya le hemos recordado anteriormente que uno no puede llegar a una comprensién perfecta mientras esté agarrado a las palabras materiales del texto. Leer es comprender las ideas que éstdn detrds de las palabras. Las palabras no son ms que un medio de expresin del pensamiento. Cuando una persona lee palabra por palabra creyendo que la correcta comprensién de un escrito depende del relieve con que capta cada palabra, no hace en realidad mas que embrollar la mente y difi- cultar la verdadera comprensién. En la medida en que uno concentra la atencién en el medio o instrumento en si, corre el riesgo de perder de vista la comprensién global del pensamiento. Aun més, ni siquiera todas las palabras tienen la misma importancia como medios de comunicacién del pensamiento. Paul Leedy trata muy acertadamente este aspecto y se lamenta de que «algunos lectores nunca Iegan a darse cuenta que no todas las palabras tienen igual importancias, (Paul Leedy, Improve your reading.) Para convencernos hasta qué punto existen en cada escrito multitud de palabras que son innecesarias basta que pensemos en lo que hacemos al poner un telegra- ma. Un telegrama bien redactado es plenamente inteli- gible; y sin embargo, comparado con Ja redaccién ori- ginal puede contener hasta un 50% menos de palabras. ‘Veamos, por ejemplo, el texto siguiente: «Hay normalmente una reaccién de desémmo cuando se habla de la posibilidad de transforma- cién interior. Reaccién que proviene de la creen- cia o temor de que todo cuanto se pueda decir LECTURA RAPIDA 143, sobre transformacién del cardcter y de la perso- nalidad es pura teorfa, son maneras, palabras, muy bonitas quizds y muy poéticas, pero que a fin de cuentas uno seguir irremediablemente co sus problemas, con sus defectos y con sus debili- dades, puesto que, digan lo que digan, esto no hay quien lo cambie.» (A. BLaY Fonrouserra, Ener- gla Personal.) Este texto podriamos reducirlo, sin perder ninguna idea principal ni secundaria, del modo siguiente: «Hay normalmente reaccién desdnimo cuando se habla de transformacién interior que proviene de creencia que todo cuanto se puede decir sobre transformacién cardcter es pura teoria palabras Donitas, que uno seguir irremediablemente con sus problemas, defectos, debilidades.» El texto original tiene 81 palabras, el texto reducido sélo tiene 37. Es decir se ha reducido el texto en algo més del 50 %. Sin embargo, se mantiene fntegramente el pensamiento del autor. Incluso puede usted advertir que si lee el texto original fijandose principalmente en las palabras seleccionadas y pasando un poco por enci- ma de las demés palabras el pensamiento fundamental resalta de un modo més claro y comprensible. Esta técnica puede aplicarse a toda clase de escri- tos, En todos es posible esta reduccién pues el modo corriente de hablar y expresarse as{ como las exigen- cias de las leyes gramaticales obligan al empleo de gran cantidad de palabras que podriamos llamar de re- leno. Lo que al lector interesa son las palabras de significado pleno. 144 ANTONIO BLAY La aplicacién de esta técnica tiene muchas ventajas. En primer lugar todas las lecturas quedan enorme- mente simplificadas, pues, en general, casi todos los textos pueden reducirse al menos hasta un 40% de sus palabras. Esto trae consigo un gran ahorro de tiem- po y al mismo tiempo un incremento de la veloci- dad. Ademés Ja simplificacién del texto y la subsi- guiente clasificacién de las ideas produce otro efecto notable: una gran disminucién del esfuerzo y de la fatiga, tanto visual como mental. No obstante, la lectura telegrafica no significa leer menos 0 perderse algo del texto. El modo correcto de hacer este tipo de lectura con- siste en ir pasando la vista por todas las palabras, pero fijéndose solamente en aquellas que son necesarias para la comprensién del pensamiento. Mientras los ojos se van deslizando, es la mente la que piensa y selecciona lo que es de verdadero interés. No se pierde nada del texto, no se deforma en modo alguno el pensamiento 0 las ideas; al contrario, se gana en la velocidad de la lectura y Se captan las ideas con més claridad. Quien ha conseguido la habilidad de leer as{ tiene la impresién de ir como volando por enci- ma del texto y de moverse con una gran soltura y flexibilidad. La condicién para lograr este tipo de lectura es la practica y el entreno previo en los aspectos percepcién y comprensién de que hemos hablado en los articulos anteriores. Aqui, en efecto, se pide un maximo rendimiento tanto a nuestra percepcién visual como a nuestra capa- cidad de comprensién. Por otra parte es preciso tam- bién que ambas funciones se realicen de un modo tan espontaneo y automdtico que no se interfieran mutua- LECTURA RAPIDA 145 mente, El recorrer el texto rapidamente con Ja vista no debe impedir la concentracién de la mente en las ideas y en el desarrollo del pensamiento, A su vez esta atencién de la mente a las ideas no debe significar ningun obstaculo para que los ojos vayan recorriendo rapidamente el texto de modo que ofrezcan a la mente todo el material verbal sobre el cual la mente realizar4 la oportuna seleccién. Muchas personas pueden encontrar dificultad en coordinar ambas funciones. Una vez mis es cuestion de practica y de ejercitamiento. Una de las cosas en que més insistimos durante los cursos orales de lec- tura es en la aecesidad de realizar los ejercicios corres- pondientes a cada leccién, Siendo la lectura rapida una habilidad eminentemente practica, ha de ser la prac- tica la que nos proporcione esa habilidad. Por lo demas, no es tanto el esfuerzo que se requ‘ere como el método y la constancia en el aprendizaje. Y comparado con los resultados, este pequefio esfuerzo queda ampliamente compensado teniendo en cuenta las enormes ventajas que de la lectura rapida puede sac¥r el buen lector para toda su vida. Ahorro de tiempo, en primer lugar, pero sobre todo la posibilidad real de adquirir una cultura mucho mas amplia y sdlida, Amplia porque aumentan las posibilidades materiales de leer; y sdlida porque todo cuanto se lee se hace con mayor poder de comprensién y de asimilacién. QUE ES EL «SKIMMING» Otra técnica especializada es la que los americanos Maman el «skimming». A través de esta técnica el lector aplica a sus lecturas la maxima velocidad posible. Esta 146 ANTONIO BLAY técnica supone la aplicacién de todos los conocimien- tos y habilidades de lectura previamente explicadas. La palabra «skimming» significa en inglés la accién de quitar la nata o crema a la leche. Aplicada a la lec- tura quiere decir el arte de sacar de un escrito lo mas importante, lo esencial, 0 lo que uno busca de un modo particular. En la técnica del «skimming» podemos distinguir varias modalidades diferentes. La terminologia emplea- da por los autores no es uniforme para expresar las diversas clases de «skimming», ni tampoco la clasifi- cacién. Paul Leedy distingue dos tipos de «skimming»: «skimming for the main idea» y «skimming for details». El «skimming» de las ideas principales busca en un escrito identificar solamente lo fundamental del mis- mo. El «skimming» de los detalles responde al deseo del lector de encontrar un dato 0 un hecho concreto que le interesa de modo especial. N. Banton Smith reserva el nombre de «skimming» solamente para el caso de la lectura que se hace para sacar una impresién global de un articulo, y de sus ideas centrales. Por el contrario, cuando se trata de lo- calizar datos particulars emplea el nombre de «scan- ning». Norman Lewis emplea una terminologia y una cla- sificacién especial al distinguir tres clases de «skim- mings: — slight skimming — parkial skimming — complete skimming En realidad se trata de una gradacién en el modo de enfocar y de realizar el «skimming» de ideas. El «skimming» completo busca tan solo la idea o ideas LECTURA RAPIDA 147 fundamentales. El «skimming parcial procurar captar no sélo las ideas principales, sino también algunos detalles de importancia. El «skimming superficial exi- ge un lectura mds amplia del texto. Aqui se trata de captar todo el pensamiento, tanto las ideas principales como las secundarias y los detalles. Solamente se pres- cinde de las palabras que no son necesarias para seguir el pensamiento del autor. En el Reading Improvement Program, de la Univer- sidad de Columbia, se define el «skimming» como: «una técnica avanzada de lectura que permite al lector ver lo que desea sin tener que leer cada frase y sin perder el hilo del pensamiento del autor». Entre los autores franceses, Francois Richaudeau distingue entre «écrémage» y «repérages. Define el «écrémage» como la reduccién del nuimero de palabras le{das sin que sufra la comprensién general del texto lefdo. Por el contrario la finalidad del «repérage» es buscar una informacién especial. Claude Philipe nos ofrece un cuadro més amplio y. mas completo de los distintos tipos de lectura. En pri mer lugar hace una distincién entre «lecture de recon- naissance» y «lecture d'information». La lectura de reconocimiento consiste en una pri- mera toma de contacto con un escrito o un libro. Su finalidad es formarnos una idea previa de la obra para ver si nos puede interesar y encontrar en ella lo que deseamos. La lectura de informacién tiene por objeto captar toda o parte de la informacién de una obra con la maxima economia de tiempo. Aqui el citado autor hace una triple division: — lectura de informacién superficial: cuando se 148 ANTONIO BLAY busca una idea de conjunto, pero sin entrar en detalles. — lectura de informacion parcial: cuando uno bus- ca solamente ciertos datos. — lectura de informacion completa: que nos per- mite descubrir la significacién completa de la obra. Segtin Claude Philippe el «écrémage» no habria que confundirlo con la lectura de informacién; serfa sola- mente una de las técnicas mas importantes de la lec- tura de informacién, En el «écrémage», que tiene por fin: «dejar de lado las partes menos interesantes para sacar las més sustanciales», distingue a su vez tres grados: — «écrémage de mots»: en el que el lector sélo se fija en las palabras que tienen sentido pleno y pasa por alto las palabras auxiliares. — «écrémage d'idées»: cuya finalidad es seleccio- nar las ideas principales, dejando de lado las secundarias. — «écrémage de structures»: que busca identificar la estructura de organizacién del pensamiento que est latente en un escrito. Como hemos visto, hay distintos modos de enfocar cl estudio de la técnica del «skimming». Algunos apenas hacen ninguna diferencia entre las diversas modalid: des de «skimming». Otros introducen bastantes divi- siones y subdivisiones, Todo depende del punto de vista que se adopte. Desde el punto de vista teérico pueden sefalarse tantas divisiones como diferencias de matiz 0 modalidad en el objeto perseguido. Desde LECTURA RAPIDA 149 el punto de vista practico se tiende a cierta unifica- cién en la medida que las técnicas fundamentales que se requieren descansan en unos principios que son comunes. Dejando aparte lo que hemos dicho sobre Ja lectura telegrafica, y que sdlo algin autor la asimila como una de las modalidades del «skimming», nosotros creemos que Ia clasificacién mas itil y comprensible para el alumno es la que distingue dos tipos de «skimming: — aquel en que uno busca una informacion o pn dato determinado, y —aquel en que uno trata de formarse una idea general, pero exacta, del contenido de un escrito. Al primero podemos lamar lectura de reconoci- miento-particular; y al segundo lectura de informacién- general. LA LECTURA DE RECONOCIMIENTO Hay muchas ocasiones en que uno sdlo necesita conocer un dato, un hecho, una informacién muy con- creta. En este caso el leer todo el texto serfa una pérdida de tiempo totalmente innecesaria. Mas o menos toda persona que esta en esta situa- cién comprende la posibilidad que existe de ahorrar mucho tiempo y esfuerzo. El problema esté en saber aplicar de un modo acertado y metédico el procedi- miento adecuado. En primer lugar la biisqueda puede versar sobre una palabra concreta, una fecha, una idea determinada. Una condicién indispensable para que el lector pueda 150 ANTONIO BLAY realizar una lectura de reconocimiento rapida y segura es que haya desarrollado suficientemente la rapidez y precisién de su percepcién visual. Esto es absoluta- mente necesario tratandose de localizar palabras 0 nuimeros. En caso contrario las pérdidas de tiempo debidas a Ja lentitud de la percepcién y a las confu- siones de unos vocablos con otros suelen ser muy grandes; aparte de la sensacién de inseguridad con que se realiza todo trabajo. Con frecuencia subsiste el temor de haber pasado por alto algunos datos o de no haber sacado toda la informacién posible. Cuando se trata de localizar ideas sobre algtin tema concreto, ademas de la habilidad perceptiva, se requie- re también cierta agilidad y flexibilidad mental. En este caso habra siempre alguna palabra que expresard el tema o la idea que queremos buscar. Siempre que encontremos en el texto dicha palabra podemos espe- rar obtener alguna informacién nueva. Pero no seré suficiente que nos limitemos a localizar en el texto una sola palabra. Es preciso que estemos también alerta a todas las palabras que por ser sindénimos o por su significado se relacione directamente con Ja palabra que podriamos Hamar clave. Todos estos casos signifi- carén nuevas informaciones sobre la idea que bus- camos. Por eso el lector debe desarrollar la capacidad de reconocer las ideas aunque vengan expresadas con palabras diversas. En los cursos de lectura esto es objeto de un entrenamiento especial a través de un tipo determinado de ejercicios, en los que el alumno se acostumbra a asociar de un modo inmediato todas las palabras que tienen el mismo significado. Antes de comenzar la lectura de reconocimiento es muy importante saber con claridad qué es 10 que se LECTURA RAPIDA 151 busca. Si el lector comienza Ja lectura sin tener en su mente una idea clara de lo que busca corre el péli- gro de caer a los pocos momentos en una gran confu- sién, Por eso conviene detenerse unos instantes y vi sualizar con la mayor intensidad posible lo que uno quiere encontrar. Después, una vez comenzada la lec- tura, hay que evitar el dejar distraerse por otras ideas que encontremos eventuaimente. Si realmente son inte resantes podemos decidir volver de nuevo sobre esas ideas, pero desde el punto de vista del objetivo que nos habiamos propuesto al iniciar la lectura de recono- cimiento seria un error permitir que nuestra atencién se dispersase hacia puntos distintos. Sélo una aten- cién bien dirigida y continuada nos permitira sacar el maximo de informacién tanto en cantidad como en calidad. En la busqueda del objetivo ha de evitarse también el desorden. Hay personas que al intentar Jocalizar algo en algun libro lo hojean al azar, mirando aqui o alli sin ninguna clase de método. Naturalmente los resultados tienen que ser muy deficientes. Lo mas indi- cado es leer en primer lugar el indice de la obra. Si nos fijamos atentamente en los titulos y subtitulos encon- traremos ciertas palabras que pueden indicarnos con gran aproximacién los lugares donde podemos encon- trar lo que buscamos. Basta que nos fijemos bien en sus significados y en las posibles relaciones con las ideas 0 temas que tratamos de localizar. Después de haber examinado el indice podemos dirigirnos ya directamente a los puntos mas apropiados del texto. Este tltimo paso, que nos proporcionara finalmente ia informacién que deseamos, hay que ha- cerlo también de un modo correcto. No es aconsejable ir saltando lineas, o mirar desordenadamente la pagina 152 ANTONIO BLAY del texto. El método acertado es ir pasando Ia vista por todo el escrito pero sin leer propiamente. Es un simple ver mas que un mirar intencional. La vista debe ir recorriendo el texto muy rapidamente hasta encon- trar lo que estamos buscando. Anteriormente hemos hablado del campo visual y de la importancia que tiene en Ja Jectura. Normalmente cuando leemos usamos nuestra amplitud de campo vi- sual s6lo en sentido horizontal. Abarcamos con nues- tra vista ademas de la palabra que estamos mirando, las que se encuentran a la derecha y a la izquierda. Pero nuestro campo visual puede también ampliarse en sentido vertical. Puede legar como minimo a abar- car dos 0 tres Iineas del texto. Cuando se ha desarro- ado esta capacidad la velocidad en Ia lectura de reco- nocimiento alcanza cifras verdaderamente extraordi- narias. Otro detalle muy importante, y que hay que tener presente durante todo el proceso, es que debemos mantenernos constantemente serenos y relajados, aun- que interiormente muy despicrtos. Enionces es cuando Ja amplitud de nuestro campo visual es aprovechada al maximo. Toda tensidn o nerviosismo no hace més que reducir nuestras capacidades receptivas. Por otra parte esa actitud interna de atencién clara y serena, es la més apropiada para descubrir los puntos o pasa- jes que nos interesan, por encontrarse alli la informa- cién que buscamos. Cuando antes de comenzar Ia lec- tura hemos fijado en la mente con claridad lo que buscamos, y cuando la busqueda se hace en esa actitud serena y despierta, es la misma mente consciente la que de un modo automatico nos advertiré siempre que liegames a un punto interesante del texto. Este tipo de lectura tiene muchas aplicaciones LECTURA RAPIDA 153 prdcticas, Siempre que una persona necesita ampliar su informacién sobre cualquier tema referente a sus estudios 0 a su trabajo profesional, puede hacer uso con gran provecho y ventaja de esta técnica de lectura. Incluso desde el punto de vista cultural la persona esta en posesién de una preciosa habilidad que le per- mitira el acceso facil y seguro a multitud de informa- ciones y conocimientos que ampliaré notablemente su horizonte mental. LECTURA DE INFORMACION GENERAL La lectura de informacién es la que tiene por objeto formarse una idea general, pero exacta, del contenido de un escrito. Para el hombre moderno este tipo de lectura puede ser una de las habilidades ms titiles y provechosas. Continuamente nos estamos lamentando de la falta de tiempo para leer Hay multitud de obras, de revistas, de articulos que deseariamos leer y que tenemos que resignarnos a dejarlos. La lectura de informacién nos ofrece posibilidades que quizé ni habiamos sospechado. N. Banton Smith llega a decir que: «La persona que ha Hegado a poseer bien Ja técnica del «skimming» rara- mente se queja de no tener tiempo para dar abasto al material de lectura con que tiene que enfrentarse.» Sin embargo, no hay que confundir este tipo de lectura con un modo de leer superficial. Eso si, para realizarlo bien es necesario dominar perfectamente todas las técnicas estudiadas anteriormente y haber desarrollado ampliamente tanto nuestra capacidad de percepcién como de comprensién. La lectura de infor- macién es como la cumbre de todas las técnicas y exi- 154 ANTONIO BLAY ge el dominio y la aplicacién inteligente de todas ellas. En todo escrito hay algo que el autor he querido comunicarnos, y que viene sintetizado en las ideas principales. Sobre Ja importancia y significado de las ideas principales de cada parrafo ya hablamos al tra tar de la comprensién, Aun més, cada escrito esta organizado de acuerdo con alguna de las posibles estructuras del pensamiento, que tambien lemus estu- diado. La estructura introduce un orden y una jerar- quia entre las ideas principales, La lectura de informa- cién consiste esencialmente en descubrir con rapidez, con precision y con seguridad, esa cstructura basica junto con las ideas claves que forman el meello de cualquier escrito. Para lograr esta meta, el alumno que ha Ilegado a este punto del desarrollo del curso de lectura ya tiene casi todos los elementos 0 instrumentos necesarios. Necesita, sin embargo, una cierta préctica para poder aplicar coordinadamente todos los conocimientos que posce, y tener en cuenta algunas orientaciones y actitu- des particulares que dirijan su trabajo al objetivo pre- visto. OssTACULos Y PREJUICIOS Uno de Ios obstéculos que encuentran algunas per sonas para realizar este tipo de lectura es lo que Mama riamos excesiva meticulosidad con el texto. Son perso- nas que no se quedan satisfechas si no han leido detenidamente todas las frases y todas las palabras. Si no lo hacen asi experimentan la sensacién de haber realizado un trabajo incompleto, defectuoso ¢ incluso totalmente intti! o perjudicial. LECTURA RAPIDA + 155 Es preciso comprender perfectamente en qué con- siste Ja lectura de informacion, sus fundamentos y lo justificado de su: objetivo. Ciertamente existen clases de escrito que deben ser leidas con sumo cuidado y atencién, Esto depende de la misma naturaleza de algunos escritos, como también del interés del lector. Pero ante las exigencias concretas que nos presenta la vida de tener que icer més, y ante las limitaciones de tiempo que encontramos por otra parte, seria un error querer reducir la situacién a un simple dilema: © se lee un libro, un articulo, con todo detalle y minu- ciosidad, 0 no vale la pena leerlo. Justamente la lec- tura de informacion es el medio de deshacer este dile- ma y el instrumento que podemos adquirir para am- pliar nuestras posibilidades de leer; y de leer de un modo realmente titil y provechoso. Para aquellas personas que no ven muy claro la posibilidad de una lectura rpida ¢ inteligente, 0 que creen que la mayor comprensién de un texto ¢s pro- porcional a la mayor lentitud o al mayor tiempo que dediquemos a su lectura, podré serles muy ilustrative la siguiente experiencia que realizé Eric de Lecuw y nos narra en su libro Read better, read faster. A un grupo de lectores se les dio a leer un largo pasaje que contenfa gran cantidad de detalles innecesarios. Cada cinco segundos se daba una sefial para que marcasen el lugar de la lectura en donde se encontraban. Termi- nada la prueba se hizo una comparacién sobre el ntime- ro de palabras leidas por cada lector en los intervalos de cinco segundos. Se advirtié que algunos de los lec- tores més rapidos habjan leido ciertos pasajes de ma- yor importancia casi a la misma velocidad que los lec- tores lentos; sin embargo las otras partes las recorrie- ron rapidamente y era evidente que habjan aplicado 156 + ANTONIO BLAY la técnica del «skimming». Entre los lectores medios Ja flexibilidad para los cambios de velocidad era menor, aunque también se notaba cierta practica del «skim. ming». Por el contrario los lectores lentos leyeron todos los pasajes casi a la misma velocidad, excepto precisamente algunos trozos que contenian’ detalles sin ninguna importancia. Al hacer los tests se com- probé que los lectores répidos habian conscguido una n del texto mucho mejor que los lectores Este experimento demuestra palpablemente cémo la Ientitud no es de por si un indicio de una mejor comprensién. Algunas personas podran sorprenderse con esta conclusin, pero si pensamos en el modo de trabajar de la mente y en las leyes que rigen su fun- cionamiento veremos que es muy Iégico que sea asf, La inteligencia se revela en la capacidad de sintesis y de organizacién. Por eso cuando se le ofrecen ideas generales y esquemas bien estructurados, los capta y asimila con facilidad. Le estamos dando’ su alimento propio y natural. Por el contrario, cuando la abundan- cia de detalles concretos es muy grande, y no se ve por ninguna parte, 0 no se sabe descubrir, su estructura y organizacién, entonces la mente maneja con dificul- tad todo este material y tiende a olvidarlo muy pron- tamente, Esto es precisamente lo que les ocurre a los lectores Ientos. Dan excesiva importancia a los detalles particu- Jares y a las ideas secundarias con perjuicio de la visién’ del conjunto. Al faltarles Jas ideas claves, su mente se pierde en un laberinto de datos inconexos y desorganizados. Por otra parte, al obligarse a un ritmo rapido de lectura la mente se dinamiza fuertemente y se polariza LECTURA RAPIDA 157 hacia las ideas mds esenciales, con una repercusién inmediata en la calidad de la comprensién, EN QUE CONSISTE ESENCIALMENTE, Al hablar de la comprensién ya sefialamos Ja im- portancia de leer siempre pendientes de las ideas, y de cémo debiamos tratar de ir descubriéndolas de- tras de las palabras en cada una de los parrafos. La lectura de informacién-general significa el ultimo paso en esta direccién. En ella uno se encyentra exclusiva mente en la busqueda de las ideas claves. Esta es una técnica para ser aplicada cuando uno desea hacerse una idea exacta y correcta sobre el con- tenido de un escrito en el minimo de tiempo posible. No basta con saber prescindir de ias palabras que no son absolutamente necesarias como vimos en la lectura telegrafica. Hay que saber prescindir también de las ideas secundarias. La lectura asi realizada no sera completa en el sentido de que uno pasa por alto el desarrollo de las ideas principales, pero no por eso deja de ser sumamente titil. En ultimo término captar las ideas claves es captar lo fundamental de un escrito. Lo importante es saber aplicar esta técnica con rapidez y seguridad. Que uno sepa prescindir realmente de las ideas secundaria, y que no deje escapar ninguna de las ideas fundamentale: En primer lugar, y solo a titulo de informacion, enumeraremos algunos métodos de «skimming» que aparecen insinuados en ciertos libros, pero que a nos- otros nos parecen totalmente inadecuados. Tales son: leer una de cada cuatro o cinco palabras; leer sola- mente las palabras del centro de la pagina, o las de un (oneertra) 158 ANTONIO BLAY margen; leer en diagonal; leer una de cada dos paginas; y otras recomendaciones semejantes. Ninguno de estos métodos mas 0 menos mecénicos aseguran el éxito de la lectura rapida informativa. La captacién de las ideas ha de ser una busqueda dirigida inteligentemente por la mente y que debe realizarse con un gran margen de flexibilidad, incompatible con ningin proceso mecdnico. La lectura informativa es algo eminentemente per- sonal. Su eficacia depende de la capacidad de sintesis y de comprensién que el lector haya desarrollado. De aqui la importancia de todo cuanto hemos dicho al hablar de la comprensién, y de realizar el oportuno entrenamiento. En cuanto a la percepcién visual, se requiere que los mecanismos visuales estén a dispo- sicién de la mente de modo que puedan ser manejados con agilidad y flexibilidad. En particular podemos afiadir varios principios 0 sugerencias que permiten realizar mas eficazmente la lectura de informacién. En primer lugar hay que fijarse con detalle en el titulo de lo que se va a leer. Este primer paso nos da una preciosa informacion que a menudo es pasada por alto por muchos lectores. El titulo nos indica lo que podemos esperar de un escrito, que no siempre coincide con lo que nos imaginamos que vamos a encontrar cuando no nos detenemos, al menos por unos momentos, a reflexionar sobre él. Esta primera infor- macién puede ser ampliada con el examen de los sub- titulos y otras posibles subdivisions. A menudo la atenta observacién de estos epigrafes nos revela tam- bién el modo particular como el autor ha enfocado y desarrollado el tema fundamental. Estas son orienta- LECTURA RAPIDA 159 ciones que el buen lector nunca debe desperdiciar y que luego le serviran de gran ayuda cuando comience Ia lectura del texto. En segundo lugar se debe procurar descubrir cuanto antes la organizacién o estructura interna del escrito. Recuerde lo que anteriormente explicamos sobre las estructuras del pensamiento. Tratandose de la lectura de informacién-general esto es de capital importancia. Cada una de las estructuras tiene sus puntos culminantes en donde se conderfa lo esencial del artfculo. La localizacién de estos puntos claves sigue también unas normas bastante fijas y claras. El lector que solamente busca lo esencial de un escrito podré encontrarlo muy facilmente si ya conoce la estructura u organizacién del mismo. Supon- gamos que se trata de la estructura Problema-solucién. Como recordara el lector en esta estructura los elemen- tos esenciales son tres: — planteamiento del problema — discusién — solucién. En una lectura de informacién-general lo que més Ie interesaré al lector seré conocer cual es el problema planteado y cual la solucién. dada por el autor. Se ve de inmediato el procedimiento que hay que seguir. Habra que dirigir Ia atencién ai. principio del escrito para localizar entre los primeros parrafos la exposi- cién del problema. Una vez visto esto podré pasarse muy por encima, o hasta casi omitirse toda la parte central, para dirigirse hacia el final ea donde encontra- remos la solucién, Si se trata de la estructura Tesisdemostracién, 160 ANTONIO BLAY probablemente sera la tesis lo que més nos interese, Y quiz también las conclusiones que eventualmente ‘saque el autor, ‘Al abordar la estructura Hechos deberemos tener en cuenta las variantes que puede ofrecer esta estruc- tura, Después concretaremos qué es lo que mas nos interesa conocer. Podra ser la naturaleza del tema tra- tado, 9 el aspecta hajo el cual es presentado, 0 el modo como son asociados los hechos. Es decir, el conocimiento previo de las estructuras . de pensamiento y de sus posibles variantes, nos per- mite poder reconocerlas con facilidad en cualquier nuevo escrito. Y una vez reconocidas podemos dirigir- nos, prescindiendo casi de todo el resto, hacia los pun- tos de mayor interés para nosotros. Otro punto a sefialar es el modo cdmo deben leerse los parrafos. Sabemos que cada parrafo es una unidad de pensamiento que se expresa a través de la frase principal. Ella contiene Ja idea central. Al hacer la le tura de informacion uno debe saber descubrir y limi tarse a lo esencial del parrafo. Todas las frases secun- darias, todo el desenvolvimiento ulterior, puede y debe dejarse de lado. Recuerde que estamos tratando de conseguir en el menor tiempo posible una vision glo- bal, aunque clara y exacta, de todo un escrito. Para saber manejar bien cada parrafo es necesario que el lector domine y haya practicado sufientemente Jo que ya se explicé en capitulos anteriores sobre este punto. La habilidad para descubrir con rapidez la idea central de cada parrafo tiene aqui una aplicacién inmediata. En cada parrafo se ha de ir directamente a lo esencial; una vez descubierto esto, se deja el parrafo y se pasa al siguiente. Los parrafos que haya que examinar dependerd!' del LECTURA RAPIDA 161 tipo de estructura, como hemos visto hace poco, y del interés particular del lector. El Iegar a realizar con perfeccién Ja Jectura de informacién-general supone que el lector vaya desarro- Mando al maximo su sensibilidad para distinguir entre lo esencial y lo accidental, asi como un cierto sentido de intuicién que le Ileve directamente y con seguridad hacia los pasajes en donde se encuentran las ideas fundamentales. Aparte de las orientaciones tedricas que hemos ido ofreciendo, ha de ser sobre todo la practica la que dara al lector el dominio efectivo de estas técnicas, La lectura de informacién-general esté indicada, como hemos dicho, cuando uno desee formarse una idea general pero exacta de un libro o de un escrito, y no dispone de tiempo para realizar una lectura mas amplia. Sin embargo, hay también otros casos en que es muy util su empleo. Por ejemplo: antes de leer una obra esta muy indi cado recorrerla en su totalidad para formarse una idea general de su contenido, de las tesis fundameniales y del modo de desarrollarlas. Asi nos formaremos un cuadro mental que nos ayudar a comprenderla mejor y a situar cada detalle particular en su lugar corres- pendiente en una amplia perspectiva de conjunto. Igualmente Ja lectura de informacién es la técnica adecuada cuando queremos recordar o repasar un texto que ya hemos leido anteriormente. El simple recuerdo del esquema basico y de las ideas fundamen- tales sera suficiente para que reconstruyamos todo el argumento de la obra, no sélo en sus ideas generales, sino también con muchas ideas secundarias y aun detalles particulares que seran evocados por asociacién légica. Carfruto XI LA ASIMILACION Como habré podido observar el lector, el curso de lectura répida ofrece mucho més de lo que su simple nombre podria parecer. No se trata solamente de un entrenamiento para poder leer mas velozmente, si se agotan sus posibilidades, dandole al alumno una mayor capacidad para comprender mejor lo que lee. En reali- dad es un ejercitamiento a fondo de nuestras facul- tades mentales, corrige nuestros malos habitos y nos ensefia a pensar correctamente. En efecto, el hecho de acostumbrarse a leer estando pendiente de identificar las ideas fundamentales en cada uno de los escritos, y de descubrir las escritiras y el desarrollo del pensamiento, constituye un verda- dero aprendizaje mental. Cada vez que uno tiene que reflexionar para compa- rar y distinguir entre el valor relativo de las ideas principales y secundarias est4 afivando su capacidad de juicio y de evaluacién. Siempre que uno esta pen- diente de integrar todos los datos € ideas dentro de la estructura global de un escrito va desarrollando su poder de sintesis y de jerarquizacién. 164 ANTONIO BLAY Indirectamente esto tiene una benéfica repercusién en todos los habitos mentales de la persona. Poco a poco aprende a organizar correctamente sus propias ideas y pensamientos. Su mente se hace mas clara y coherente. Aqui se da una mutua interrelacién entre la lectura bien practicada y la mente del lector, que se va convirtiendo en un instrumento cada vez mas preciso y mas util. La lectura inteligente adiestra la mente; a su vex la mente entrenada hace mejor y con mds provecho sus lecturas. Esta profundizacién de la mente es uno de Ios efec- tos mas notables de la lectura correctamente realizada, que con frecuencia se olvida o se desconoce. EI tltimo paso de Ia lectura, que es la asimilacién y retencién de lo leido, estd estrechamente relacionado con este desarrollo de la mente. Asimilar es integrar al propio pensamiento las nue- vas ideas 0 datos adquiridos. La capacidad de asimila- cién es mayor cuando el lector tiene ya algunos cono- cimientos previos sobre el tema, y especialmente si estos conocimientos los tiene bien organizados mental- mente, Entonces todos los datos van incorpordndose a Jos anteriores y se van colocando de modo natural en el lugar que les corresponde dentro del esquema ge- neral. Si falta este esquema mental previo el lector tendr4 Ja sensacién de encontrarse con un ctimulo de ideas, datos o informaciones que no sabré cémo manejarlos y retenerlos. Cuanto mayor sea la sensacién de cosas nuevas y faltas de conexién més dificil resultaré asi- milarlas, y prontamente tendern a borrarse de la me- moria. Por el contrario, si los datos nuevos se pueden relacionar y asociar de modo ldgico con Jo que ya sabfa LECTURA RAPIDA 165 el lector, la retencién de las nuevas informaciones queda firmemente asegurada. Es facil comprender ahora el papel tan importante que desempefia la lectura inteligente en beneficio del lector cualquiera que sea el grado de evolucién de su mente o la amplitud de sus conocimientos sobre cual- quier tema. Si sus conocimientos son escasos 0 sus esquemas mentales son muy pobres, Ja lectura realizada tal como la hemos explicado a través de esta obra, le ir ense- fiando a pensar bien y a organizar sus ideas, al mismo tiempo que le ira equipando con nuevos conocimientos. Si ya posee un amplio bagaje cultural y su mente ha Megado a trabajar de un modo claro y ordenado, en- tonces es cuando podra sacar el maximo provecho con a aplicacién de las normas de lectura rapida e inte- ligente. CariruLo XII LA MEMORIA Muchas personas se quejan de que se olvidan répi- damente de lo que han leido. ¢Cémo conseguir una memoria més firme y mds fiel? En parte ya hemos contestado a esta pregunta y hemos dado ‘muchas orientaciones que tienen por re- sultado el fortalecimiento de la memoria. El acrecen- tamiento de la memoria no es fruto de ningin truco ni del empleo de métodos extrafios. La memoria no es mas que un aspecto del funcionamiento de la inteli- gencia. La inteligencia que trabaja ordenadamente re- tiene mejor los elementos que maneja. La base de la memoria es la asimilacién, Lo que acabamos de decir en el apartado anterior repercute directamente en la buena retencién. Cuando una per- sona sabe integrar los nuevos conocimientos relacio- nandolos con los que posefa anteriormente, haciendo que entren a formar parte, como elementos vivos, de conjuntos mentales amplios y claros, el problema de la memoria esta précticamente resuelto, Y esta es la for- ma mas natural, més légica y més acertada de cultivar la memoria. 168 ANTONIO BLAY Las reglas nemotécnicas que suelen darse en algu- nas ocasiones tienen un valor muy limitado, aplicable tan sélo a casos muy concretos y detallados. El uso de las mismas dificilmente soluciona los problemas de memorizacién y mas bien contribuyen a embrollar la mente con esquemas demasiado artificiales. Y cier- tamente estos recursos no prestan ninguna ayuda a la claridad y la profundidad mental. El verdadero cultivo de la memoria es el que se basa en las mismas leyes que rigen nuestros procesos mentales. La inteligencia trabaja siempre estableciendo rela- ciones. Las reglas nemotécnicas se basan en esta capa- cidad de relacionar y asociar ideas, pero son aplicadas de un modo arbitrario y convencional. Pero es mucho mis titil y eficaz acomodarse al modo natural de fun- cionar la’ mente y aprovechar todas las posibilidades que esto ofrece. El problema esta, pues, en saber establecer las aso- ciaciones més adecuadas entre los nuevos datos recién adquiridos y los conocimientos antiguos, y el modo de realizar esto de la manera més eficaz. A este respecto ser util saber algo acerca del funcionamiento de la memoria de acuerdo con los tltimos descubrimientos hechos por los psicdlogos. La memoria comprende tres actividades: aprender, retener y recordar. De estas tres actividades la tinica sobre la cual podemos influir directamente es la pri- mera, es decir, el proceso de aprendizaje o de capta- cién de la informacion. Las otras dos fases: la re- tencién de lo aprendido y su evocacién 0 recuerdo voluntario escapan al control directo de la voluntad. Tan s6lo indirectamente podemos influir en ellas en el sentido de que su correcto funcionamiento esté rela- LECTURA RAPIDA 169 cionado con el estado fisiolégico del organismo. Con- servando el organismo sano, eldstico y joven, persis- tirén en su pleno rendimiento, mientras que si el organismo empieza a endurecerse y cristalizar, inevi- tablemente disminuirén la retencién y el poder de evocacién, Nosotros nos centraremos en el estudio de los fac- tores que permiten mejorar nuestra capacidad de aprender, que es el tinico medio que se conoce hasta la fecha de poder influir directamente en el buen fun- cionamiento de la memoria, Hay que hacer una observacién previa que muchas personas posiblemente desconocen. No existe una fa- cultad general de memoria, en el sentido de que una vez desarrollada puede aplicarse con éxito a cualquier tema u objeto. La memoria es siempre especializada. Hay, por decirlo asf, grupos de memorias: memoria para los nuimeros, memoria para los rostros, memo- ria para hechos histéricos, y asi sucesivamente. Y estas clases de memoria son entre sf bastante independien- tes, de modo que el entrenamiento en un tipo de me- moria apenas beneficia al resto. «En el lenguaje de los psicdlogos los efectos del en- trenamiento no son «transferibles»; son, por el contra: rio, relativamente «especificos». (C. A. Mack, The psy- chology of study.) Esto es una nueva confirmacién de que la memoria mas que un procedimiento mecénico 0 automatico es una actividad preferentemente intelectual ligada direc- tamente con el funcionamiento de Ja mente consciente. Por eso los tinicos métodos y medios que garantizan una memoria eficaz son los que contribuyen a obtener un aprendizaje inteligente y correcto. Las condiciones basicas para un buen aprendizaje 170 y una firme fijacién de las informaciones recibidas son tres: — intensidad de la impresién de la idea o ideas que se quiere recordar — correcta asociacién por medio de la cual unas ideas quedan ligadas a otras. — repeticiones oportunas de lo aprendido INTENSIDAD DE LA IMPRESION La primera condicién para poder recordar bien una cosa es que se haya grabado en nuestra mente con fuerza y con claridad. Las impresiones débiles y bo- rrosas es muy dificil, practicamente imposible, el poder evocarlas de nuevo de modo satisfactorio. Existen varios medios para conseguir que las pri- meras impresiones sean fuertes. En primer lugar las buenas condiciones fisicas con- tribuyen a vigorizar las impresiones. Si tenemos que leer algo para retenerlo en la memoria convienc que procuremos hacerlo cuando nos encontremos fres- cos y fisicamente bien. Entonces nuestras energias son mas abundantes y cl resultado de nuestro trabajo seré mejor. Si por el contrario nos sentimos fatigades, qui- z& con dolor de cabeza o fisicamente incomodos 0 decaidos, haremos bien en posponer para otro mo- mento la lectura de las cosas que tengamos que memo- rizar. El bienestar fisico es una fuente de energias que permiten a la mente trabajar con més intensidad y rendimiento. La atencién es otro requisito indispensable para lograr una impresién fuerte. Si pasamos la vista sobre el texto sin concentrarnos bien en lo que estamos LECTURA RAPIDA v7 leyendo sera imposible obtener ninguna impresién clara y fuerte de las ideas alli expresadas. Podemos decir que i Ja firmeza y profundidad de las impresiones de- pende directamenie de la intensidad de la atencién. La atencién Ieva también consigo una voluntad clara y decidida de querer aprender, de querer que aquello que leemos se nos grabe bien en la mente. Si formulamos este desco de un modo claro, y con esta actitud nos centramos en Ia lectura que estamos haciendo, la mente obedeceré fielmente nuestras érde- nes e ira registrando y guardando todas las ideas que se le ofrezcan. El problema esta en que a veces es dificil concen- trar nuestra atencién en lo que hacemos. Desde lue- go la concentracién puede provocarse por un acto de la voluntad. Uno puede decidir el mantenerse atento a Io que lee no permitiendo que su mente divague hacia cosas 0 ideas extrafias. La fuerza de la voluntad es una ayuda, y en uno u otro sentido siempre na de estar presente. Pero ella sola no es ei tinico estimulo, ni el mejor, para provocar nuestra atencién y concen- tracién. Si uno hubiera de mantenerse atento sélo por Ja fuerza de voluntad esto a la larga provocaria una tension con perjuicio incluso de lo mismo que quere- mos aprender y retener. Los estimulos més naturales de la atencién son el interés y un propésito u objetivo definido. El interés es un estimuio tan eficaz que, cuando existe, la atencién brota de un modo espontanes, No necesitamos entonces querer atender; mas bien, es la atencién lo que de modo casi irresistible se siente arrastrada por la atraccién del objeto. Claro que en este momento conviene que no nos dejemos llevar de un modo mecdnico o inconsciente. Para que la reten- 172 ANTONIO BLAY cién sea éptima es necesario que a través de todo el proceso esté presente nuestro deseo consciente de que aquello que leemos se nos grabe. El interés habra sido Ja fuerza que nos moviliz6, pero el deseo claro y cons- ciente de aprender y de retener es lo que garantizaré una memorizacién perfecta. Otro estimulo que ayuda a mantener la atencién es el propésito o Ia finalidad que perseguimos al leer algo. La finalidad puede ser multiple. Exigencias del trabajo profesional, deseo o necesidad de ponerse al dia en cierto tipo de conocimientos, formarse una opi- nién sobre un tema 0 unos acontecimientos determi- nados, necesidad de informarse pari poder tomar una decisién, etc. El tener un objetivo claro estimula nues- tra atencién hacia todo aquello que puede ayudarnos a conseguir lo que buscamos. Muchas veces puede ocu- rrir que al perseguir un objetivo se mezcle también el gusto y el interés personal. En este caso tendremos que las motivaciones de la atencién serén muy pode- rosas y la concentracién en lo que leemos se nos hara mucho mds facil. Pero en Ja medida que falte el inte- rés la fuerza de voluntad tendré que venir a mantener- nos en nuestro esfuerzo para lograr los objetivos que nos habiamos propuesto. ASOCIACION DE IDEAS La segunda condicién basica para lograr una buena memorizacién es la correcta asociacién de ideas, Como ya dijimos antes, éste es el punto mds importante de la actividad de la mente en Io que se refiere a conse- guir una buena retencién. El doctor Abercrombie dice que: «El habito de la LECTURA RAPIDA 173 correcta asociacién, es decir, el conectar los hechos dentro de la mente de acuerdo con sus relaciones rea- Jes, y con la manera cémo mutuamente se comple- mentan ¢ ilustran, es uno de los medios principales de mejorar la memoria; especialmeute ese tipo de memoria que es esencial para una mente cultivada, ¥ que se funde no en conexiones accidentales 0 arbi- tarjas, sino en las relaciones verdaderas ¢ impor- tantes.» Para ser capaz de elaborar este tipo de asociacién de ideas, es preciso que el lector sepa leer de un modo plenamente inteligente. La comprensién de lo que lee ha de ser, en la medida de lo posible, perfecta, Esto quiere decir que debe distinguir con claridad las ideas esenciales de las secundarias, y ver cémo estan relacio- nadas. Comprender también de qué manera se rela- cionan entre si las ideas principales y como se estruc- tuffn para formar una unidad superior. Y, finalmente, relacionar todo este conjunto con sus conocimientos anteriores. La mente tiene una gran tendencia a olvidar los datos que se Je presentan aislados o las frases que no tienen un sentido claro y preciso. De aqui la impor- tancia de Megar a una total comprensién de lo que queremos encomendar a la memoria y de que se lo presentemos formando grupos bien légicos y coheren- tes. Especialmente cuando se trata de memorizar datos Pequefios 0 insignificantes, debemos esforzarnos en descubrir las posibles relaciones que los unen y poner tambien de manifiesto su dependencia de una idea mAs general que los englobe a todos. Este sera el modo mas adecuado para retenerlos con fidelidad. Como recordaré el lector, ya hablamos de algunos de estos puntos al tratar el fema de Ja comprensién. 174 ANTONIO BLAY Y es que la memoria es el fruto de Ja correcta actividad de la inteligencia. Por eso conforme va avanzando el curso de lectura los alumnos experimentan una nota- ble mejoria de su memoria aun antes de hablarles de ella de un modo directo. No obstante conviene dedicar una atencién particular al tema de la memoria no s6lo para recapitular los puntos principales, sino tam- bién para dar una vision de conjunto mds completa y sobre todo para que todos estos principios puedan Ievarse a la practica de un modo més deliberado y consciente, y por lo tanto més provechoso. LA REPETICION La tiltima de las condiciones basicas para una buena memorizacién es la repeticién. Mas o menos todas las personas conocen la importancia de ios repasos. Pero tan importante como el hecho de repasar es el modo y el tiempo de realizarlo. Para establecer el modo mas conveniente de realizar los repasos conviene tener presente los resultados de algunos experimentos que han hecho los psicdlogos so- bre la manera de producirse el olvido. Después de leer algo el proceso del olvido comienza muy rdpidamente, Incluso ha comenzado a producirse en el transcurso de la lectura. Al cabo de unos dias, quiz tan sdlo de unas horas, gran parte de lo que se ha leido cae en el olvido. Después el proceso del olvido contintia, pero a un ritmo més despltio. El porcentaje de lo olvidado puede variar segtin los indi- viduos y segin la materia, Pero en conjunto se ha comprobado que la mayor parte del olvido se produce muy pronto después de terminar la lectura. LECTURA RAPIDA 175 Como ilustracién citaremos el ejemplo aducido por T. Morgan sobre los resultados de un experimento realizado entre varios centenares de estudiantes de bachillerato. Al terminar de leer un pasaje en prosa los estudiantes no recordaban, como término medio, mas que un 50 por 100 de su contenido. Al dia siguiente sélo recordaban un 30 por 100, y al cabo de dos sema- nas winicamente el 10 por 100. (T. Morcan How to study.) Por el contrario, los efectos de un pronto repaso son extrgordinarios, sobre todo cuando uno no se limita a leer de nuevo pasivamente el mismo texto, sino que procura hacerlo de un modo active viendo lo que él puede recordar espontaneamente y acudiendo después al texto para suplir las deficiencias. Esto puede verse en el resultado de dos grupos sometidos a experimen- tacién. Al terminar de leer un pasaje los componentes de uno de los grupos realizaron inmediatamente dos repa- sos de lo que habian leido, mientras que los del otro grupo no hicieron ningiin repaso. Al cabo de tres sema- nas el primer grupo recordaba el 80 por 100, mientras que el segundo tan sdlo un 15 por 100. ‘Vemos, pues, la enorme importancia que tienen los repasos, sobre todo los que se realizan casi a continua- cin de realizar Ja lectura. En orden a conseguir una buena retencién de lo que se lee esta muy indicado el realizar lo que lama: mos lectura de informacién general. Esta lectura nos proporcionaré una visién general del conjunto y un esquema mental amplio dentro del cual irén colocén- dose todas las ideas y detalles particulares. Después de haber comprendido el esquema general y las ideas fundamentales de un escrito o de un libro, la lectura 176 detallada del mismo se convierte, en cierto modo, en una primera repeticién constructiva. Todo ird que- “dando en nuestra mente més ordenado y estructutado, y més firmemente grabado. También es muy conveniente hacer algunas peque- fias pausas a través de Ja lectura para realizar un breve repaso de los parrafos que acabamos de leer. Ya he- mos dicho como es muy normal que al Hegar al final de la lectura hayamos olvidado gran parte de lo leido. Estas pequefias pausas realizadas de cuando en cuando en los lugares més apropiados —después de leer varios parrafos que forman una unidad o una frase del des- arrollo del pensamiento— constituirn un verdadero repaso que contribuirén a fijar con més solidez en nuestra mente los conocimientos adquiridos. Al llegar al final ya habremos realizado de hecho el primer repaso més importante. Finalmente, al terminar la lectura de todo el escrito un repaso general al estilo de la lectura informativa previa es de una utilidad extraordinaria para conseguir una memorizacién éptima de lo leido. Incluso este repaso general puede ser repetido alguna vez més al cabo de varios dias. Con esto quedard bien asegurada una ms firme y larga retencién. Quiz4 pueda parecer que el poner en practica estos medios suplementarios para asegurar la retencién supo- nen una excesiva pérdida de tiempo. En realidad es todo lo contrario. Cuando uno tiene interés en poder conservar y recordar las ideas que ha leido, éste es el modo més eficaz y mas econémico de conseguir lo de- seado. . Cuando se realiza la lectura sin estas precaucidnes que acabamos de indicar uno corre el riesgo, casi se- guro, de encontrarse a los pocos dias con la desagra- LECTURA RAPIDA 177 dable sorpresa de no recordar casi nada. Si desca vol ver a recordar lo que leyé se vera obligado a leer tode de nuevo casi como la primera vez Por el contrario, estos repasos escalonados exigen en realidad mucho menos tiempo del que parece y, s0- bre todo, los efectos tan beneficioses que producen sobre la memorizacién compensan ampliamente el pe- quefio esfuerzo que suponen. PARTE TERCERA APLICACION DE LAS TECNICAS DE LECTURA RAPIDA A LOS CASOS PARTICULARES Bl arte de Ja lectura répida abarca una serie de técnicas que el lector debe conocer y dominar con perfeccién. Pero también es importante el saberlas emplear de un modo adecuado en cada caso particular. No todos Ios escritos deben leerse de la misma forma, € incluso la lectura de un mismo escrito puede hacerse de modos diferentes segin el deseo o la finalidad que pretende el lector. En el siguiente capitulo vamos a considerar en ge- neral el modo cémo debe leerse un libro y los pasos que conviene realizar. Después diremos algo sobre el modo de realizar la lectura de los distintos escritos segiin la materia que tratan, Cariruto XUI COMO LEER UN LIBRO Hay muchas personas que al tener un libro entre sus manos piensan que lo ms importante que tienen que hacer es comenzar a leerlo de inmediato. Y asi se dirigen directamente al texto, a veces al primer cap tulo, dejando como cosa sin importancia el prefacio © la introduccién. Todavia se suele dar menos impor- tancia al examen del indice. Esto es una equivocacion desde el punto de vista de obtener una lectura plena- mente provechosa. Veamos ordenadamente el método y los pasos mAs apropiados. Ex riruLo En primer lugar se ha de leer el titulo con toda atencién. Este consejo puede parecer superficial o inne- cesario. Todas las personas saben por lo menos el titulo de la obra que estén leyendo. Sin embargo, el re- flexionar sobre el titulo es el primer paso de impor- tancia. 184 ANTONIO BLAY Piense el lector que lectura inteligente quiere decir lectura con plen comprensién; y que comprender es saber ver las relaciones que existen entre las cosas dentro de una visidn global de conjunto. Siempre que uno lee falténdole esta visién de conjunto esta reali- zando una lectura deficiente. Por eso es, importante asegurarse desde el primer momento esa visién global y Ia posibilidad de establecer una correcta relacién entre las diversas partes y el todo. La lectura del titulo es el primer paso en este sentido. Normalmente el autor escoge el titulo de su obra después de pensarlo bien y porque considera que en él queda resumida la quintaesencia de su pensamiento. El mejor momento para comprender todo el alcance de] titulo es al terminar de leer la obra: pero en la medida que procuramos profundizar y adivinar lo que se encuentra encerrado tras las palabras del titulo, esto nos proporciona de entrada la actitud mental mas adecuada para iniciar la lectura de la obra. En el titulo debemos saber encontrar el tema fun- damental y el aspecto particular del mismo que es considerado. Cada tema suele tener muchas ramifica- ciones y generalmente un libro sélo trata algunos 0 alguno de los aspectos posibles. Con frecuencia tam- bién podemos encontrar en el titulo, o en el subtitulo de Ja obra, el enfoque particular o el punto de vista desde el cual se considera el tema tratado. La comprensién del titulo nos proporciona desde el primer momento una visién amplia dentro de la cual podrén ir colocdndose ordenadamente todos los dems datos e ideas particulares. LECTURA RAPIDA 185 EL tnpice. El segundo paso que hay que dar es consultar el indice. La Jectura del indice sirve en primer lugar para confirmarnos la idea que nos habiamos formado, al leer el titulo, sobre el tema y el enfoque general de la obra. Ademas encontraremes en él la estructura y Ja organizacién del escrito. A través del indice nos podemos formar un cuadro mental mas completo, dis- tinguiendo las fases principales del desarrollo del tema © incluso la mutua relacién y la importancia relativa de cada una de las partes. Esto facilita luego el «skim- ming» o lectura de informacién, La INTRODUCCION EL tercer paso seré la lectura del prefacio o intro- duccién, El examen y la reflexin sobre el indice nos habré permitido formarnos una idea. més concreta sobre el objetivo del libro, temas tratados, enfoque y plan general, Con estas ideas podremos leer con mucho més provecho y mas répidamente la introduccién del autor. Es de esperar que encontraremos confirmadas la mayor parte de nuestras ideas y en todo caso enten- deremos mucho mejor las explicaciones del autor. En la introduccién nos hablaré normalmente de las tazo- nes que tuvo para escribir, de los problemas bésicos abordados, de los criterios seguidos en su trabajo, del plan adoptado, del ptiblico a que se dirige, del modo de emplear el libro de una manera més provechosa. Al terminar de leer el prefacio se puede decir que estamos ya familiarizados con el tema del libro. Ya 186 ANTONIO BLAY sabemos de qué se trata y de qué modo es tratado el asunto. Este momento es oportuno para hacer una ligera anticipacién. La amplitud de la anticipacién dependerd, como ya hemos dicho anteriormente, de nuestros cono- cimientos previos sobre la materia, pero siempre podre- mos hacer provechosamente algin género de anticipa- cién, ya sea formulando nuestras propias opiniones sobre el asunto, bien concreténdolas en una serie de preguntas referentes al tema. El interés que esto des. pierta en nosotros es la mejor preparacién para dar el paso siguiente con la mente dirigida y polarizada hacia la busqueda de las ideas fundamentales. Esta anticipacién puede hacerse con respecto a todo el libre en general y también con respecto a cada capitulo en particular como paso previo a su lectura, Los pasos que hemos explicado hasta ahora nos deben haber proporcionado, si han sido bien realiza- dos, dos cosas: una visién global, amplia, del tema a estudiar, y unas estructuras generales dentro de las cuales deberdn ir clasificandose las ideas particulares que vayamos aprendiendo. Por otva parte la anticipa- cién nos habré estimulado y dinamizado hacia la rea- lizacién de una lectura atenta lena de interés y con unos propésitos claros y bien definidos. Los capfrutos El paso siguiente es la lectura de cada uno de los capitulos. gEn qué orden y cémo devemos leerlos? En la !ectura de Ios capitulos podemos distinguir dos partes: una la perteneciente a la fase de lectura de informacién general o «skimming»; y otra a Ia lec- LECTURA RAPIDA 187 tura detallada o completa del libro. En esta segunda fase la lectura de los capitulos debera hacerse orde- nadamente; pero esto no es necesario en la primera fase. LECTURA.DE INFORMACION Para hacer la lectura de informacion general algu- nos autores, como Eric de Leeuw, acousejan inspeccio- nar el primero y el ultimo pésvafos y las primeras Iineas de los restantes parrafos; en los demés capitulos se puede hacer un «skimming» mas libre. Esta regla tiene su razén de ser dada la significacién especial que suelen tener el primero y el ultimo capitulo, pero puede haber casos en que esto no sea lo mas ade- cuado. Al realizar la lectura de informacién general habré algunos capitulos que merecerdn ser examinados con mayor atencién. Si el lector ha hecho un cuidadoso examen del indice y a través de la anticipacién ha concretado sus intereses y sus objetivos, podra deter- ar con facilidad cuales son los capitulos mds rele- vantes donde encontraré las ideas més importantes de toda la obra, A veces podran coincidir con el pri- mero y el tltimo capitulo, pero no siempre ser asi. Dependerd principalmente del plan seguido por el autor y en parte también de los intereses del mismo lector. Una vez determinados los capitulos a examinar, deberdn ser leidos aplicando las indicaciones que di- mos al hablar de la lectura de informacién general. Como resultado obtendremos una visién global, pero exacta, de la postura fundamental del autor, de las 138 ANTONIO BLAY tesis basicas de la obra, y de las soluciones generales que se dan a la problemitica planteada. A continuacién puede hacerse, en la medida que se juzgue conveniente, una ligera supervision de los res- tantes capitulgs. Si el lector se ha fijado bien habré observado que todos los pasos propuestos siguen un orden I6gico que se acomoda al modo de funcionar de Ja mente. La mente comprende bien las ideas genera- les; y los detalles e ideas particulares s6lo las asimila perfectamente cuando son presentados poniendo de manifiesto sus relaciones entre sf y sobre todo con las ideas més generales. Esto es precisamente lo que va haciendo el lector al seguir los pasos indicados. Se parte de una vision global, lo més clara y consciente posible, y paso a paso se va enriqueciendo con otras ideas segin su relativa importancia jerarquica. De este modo se cons. truye una estructura sélida y firme apta para ser bien comprendida, asimilada y retenida por la mente de! lector. LECTURA DETALLADA El tiltimo paso de la lectura de un libro consiste en la lectura ordenada y detallada de cada capitulo. En general aqui debe repetirse el mismo ciclo explicado con respecto a Ia lectura del libro en conjunto. Siem- pre sera un ir de lo general a lo particular; claro que tratandose de un capitulo la visién general ‘lel mismo estaré supeditada a la visién global de toda la obra. Al comenzar la lectura de cada capitulo nos habre- mos de fijar con detalle en el titulo y en los subtitulos © subdivisiones. Con esto tendremos una idea exacta LECTURA RAPIDA 189 del punto conereto tratado en dicho capitulo, asi como de Ja estructura general del mismo. Después se ha de consultar el indice para no olvidar el lugar exacto que ocupa dentro del conjunto de toda la obra. Esie detalle cs importante incluso para la correcta com presion del mismo capitulo. Después, a través de una lectura de informacion procuraremos captar las ideas principales del capitulo, y finalmente realizaremos la Iectura completa del texto teniendo en cuenta los deta- Iles y las ideas secundarias. REVISION FINAL Al termninar de leer toda la obra sera muy bueno hacer una recapitulacién general, fijandonos en el indi- cc y quiza repasando con la técnica del «skimming» alguno de los capitulos principales. Esta revision final tiene una gran semejanza con la visién global de las primeras fases porque se mueve dentro del ambito de las ideas generales; pero se diferencia porque ahora Ja vision global se presentaré cargada de mucha mayor riqueza y comtenido. Esta revisin final no deberfa omitirse nunca. El tiempo y el esfuerzo que requiere es relativamente muy pequefo, pues las ideas estén todavia frescas en la mente. Sin embargo, la utilidad de esta revision es extraordinaria en orden a lograr una fijacién més clara y duradera de lo que se ha leido, Captru.o XIV ESCRITOS ESPECIALES Hemos visto, en general, cudl es el medio més ade- cuado para leer un libro. En principio esas indicacio- nes pueden aplicarse a la lectura de cualquier escrito. Sin embargo, entre los distintos libros hay grandes ferencias segin sea su tema y su naturaleza. Esto exige cierta flexibilidad para adapiar las técnicas a cada caso concreto e incluso conviene tener en cuenta algunos recursos particulares que se acomodan mejot a cada una de las circunstancias. Segtin el tema y el tipo particular de lectura exigido, podemos hacer de los escritos tres grandes grupos: a) Lectura de estudio: es propia de los escritos cientificos. A este grupo pertenecen las lecturas que hay Sef que hacer por razén de estudios 4¢ carreras ‘uhiversitarias, 0 ampliacién de los respectivos conocimientos. b) Lectura de obligacién profesional: aquf van in- cluidos 10s documentos legales, cartas de nego- cios, e informes técnicos. 192 ANTONIO BLAY ¢) Lectura de entretenimiento: que abarca la lite. ratura, novelas y en general todo lo que estd comprendido bajo el nombre de lectura-ficcién. A esto afiadiremos algunas consideraciones sobre las diversas clase de graficos y el modo de leerlos. Los graficos suelen emplearse con mucha frecuencia, y de modo especial en algunos tipos de escritos como son los de cardcter cientifico y en los informes técnicos. a) Lectura de estudio En el desarollo de este tema seguimos en lineas generales la exposicin que hace Paul Leedy en su libro Read with speed and precision, que es, a nucstro Juicio, el autor que trata el asunto de! modo mas claro y més adecuado a nuestro propésito. Dentro de los escritos que exigen una lectura de es- tudio mencionaremos especialmente des clases de tex- tos, que son los que normalmente pueden tener un mayor interés para el lector: los que se refieren a las ciencias sociales, y los referentes al campo cientifico propiamente dicho. Entre los escritos de caracter so- cial se encuentran principalmente la historia, la psico- Jogia, la sociologia, la economia. Entre los escritos wientificos nos referimos de modo especial a Ia biol gia, ia quimica, la geologia, la fisica. La enumeracién que acabamos de hacer no es exhaustiva y tiene simplemente un caracter de orienta- cion. No vamos a considerar en detalle cada una de las especialidades posibles, pues esto rebasa el propé- sito y la finalidad de esta obra. Daremos, no obstante, algunas indicaciones generales respecto a cada uno de LECTURA RAPIDA 193 los dos grupos sefialados, que podrdn servir de guia y ofrecen una notable ayuda a los estudiosos. Tanto al leer un escrito de cardcter cientifico como sociolégico conviene tener en cuenta cuatro fases, 0 pasos a dar, con el objeto de obtener una lectura mas provechosa. Primero, Realice una lectura de informacién general © «skimming» con el objeto de obtener una visién global de conjunto y de ver cudl es la estructura y organizacién del escrito. Segundo. Trate de escribir de memoria el esquema de organizacién en dicho escrito. Si lo consigue hacer exactamente habré realizado bien el paso primero, que traténdose de una lectura de estudio reviste une im- portancia extraordinaria. Si advierte que su memoria falla o que no es capaz de precisar con seguridad las distintas partes de la estructura general vuelva a mi- rar el texto. Tercero. Lea de nuevo el texto de modo completo para ir captando las ideas, los hechos y los detalles particulares, y ver en qué parte de la estructura gene- ral encajan y por qué. Cuarto. Sin mirar al texto, pero teniendo delarte el esquema de organizacién que hizo en el paso segundo, trate de recordar los datos y detalles particulares poniéndolos por escrito y asignéndolos a las partes correspondientes del esquema general. Si logra realizar bien los pasos descritos en segundo y cuarto lugar, sin tener que mirar al texto, puede ‘confiar en haber conseguido una acertada comprensién del escrito. 194 ANTONIO BLAY ESCRITOS DE CARACTER SOCIAL Los cuatro pasos que acabamos de expiicar son aplicables, como hemos dicho, a cualquier clase de lectura de estudio. Traténdose de escritos de tipo so- ciolégico existen algunos otros recursos que pueden ser empleados con ventaja. — Use siempre que sea necesario libros de consulta, como atlas, diccionarios o enciclopedias. Particular- mente el estudio de la historia debe hacerse constan- temente con una referencia directa al lugar geografico de los hechos. Esto no es solamente una ayuda para grabarlos mejor en la memoria, sino que en muchos casos su misma localizacién es una explicacién, al menos parcial, del porqué de ciertas situaciones his- toricas y de su desarrollo. En el estudio de la econo- mfa y de la sociologia hay ciertos datos de caracter general que conviene tenerlos presentes, tales como estadisticas de produccién o de poblacién, ya sean nacionales o regionales, y que pueden encontrarse fé- cilmente en los diccionarios o enciclopedias. — Acosttimbrese a leer teniendo siempre a mano, papel y lapiz Haga frecuentemente esquemas perso- nales 0 graficos ilustrativos de lo que esta leyendo. Por medio de los graficos y esquemas destaque los puntos fundamentales del escrito y ponga de mani- fiesto las mutuas relaciones. Un esquema bien hecho le serviré para ver de un modo claro ¢ intuitive lo esencial de un escrito, ayudandole a obtener una com- prensién mas completa y una retencién mds firme. — Si los libros son suyos no dude en subrayarlos © en hacer notas marginales. Los libros son unos ins- LECTURA RAPIDA 195 trumentos de trabajo. Como instrumentos deben ser usados, y su utilidad depende de la habilidad del que Jos usa y del modo como son usados. Un texto subraya- do y anotado es un texto trabajado; un texto que ofrece mas, sobre todo para el mismo que lo ha trabajado. No obstante, hay que evitar la confusién de los que creen que por él mero hecho de subrayar una palabra o una frase, ésta queda autométicamente compren- dida y grabada en la memoria. También hay que evitar el abusar excesivamente del subrayado. Un texto en que casi todo esté subrayado es un texto en que, para os efectos practicos, nada ha sido subrayado, nada des- taca de modo especial. El subrayado tiene una sola finalidad: hacer que el texto escrito cobre més relieve ante los ojos del mismo lector. Conviene, pues, hacerlo de un modo inteligente y de acuerdo con el interés 0 el propésito del que lo Tee. En algunas ocasiones bastard con hacer resaitar las frases esenciales, otra convendra subrayar algiin dato determinado, o quizé cierta correlacién de espe- cial importancia que existe entre los hechos enume- rados. En cuanto a las notas marginales pueden ser de mu- chas clases, Pueden consistir en alguna o algunas pala- bras a modo de breve comentario, o en signos conven- cionales con un significado preciso para el lector. Una linea vertical, por ejemplo, puede ser para indicar los pasajes mAs importantes. El interrogante puede m- plearse para denotar duda 0 disconformidad con lo que dice el autor. Un signo de admiracién puede sefia- Jar una idea nueva para nosotros y que deseamos estu- diarla y comprobarla mas detenidamente. — Muchos libros, especialmente si son de estudio, traen al final de cada capitulo una lista de preguntas 196 ANTONIO BLAY sobre el tema tratado. Son una buena oportunidad para que comprobemos hasta qué punto nuestra compren- sidn del texto ha sido satisfactoria. En general el autor tha escogido aquellas preguntas que estén relacionadas con los puntos mds importantes de la explicacién, de modo que si las podemos contestar acertadamente es una garantfa de que hemos sabido capiar lo fundamen- tal y comprenderlo correctamente. Con vistas a un futuro repaso es una buena idea anotar junto a cada pregunta la pagina del libro en donde se eacuentra explicado el punto correspondiente. — Para un estudio més amplio lea cuidadosamente la bibliografia que le ofrece el autor, bien al final de cada capitulo o al terminar toda la obra. En general, suele tratarse de textos basicos o fundamentales dentro de la especialidad indicada. Escriros crentfFIcos Los escritos de tipo cientffico tienen unas caracte- risticas especiales en lo que se refiere a su estructura ya su léxico, Teniendo en cuenta estos rasgos comu- nes entre ellos, se pueden dar algunas orientaciones que resultan més apropiadas para su lectura. — Ordinariamente, al final de cada capitulo suele encontrarse un sumario o resumen general del mismo. Es una magnifica ayuda que nos ofrece el autor para lograr una méxima comprensién del texto, y que nunca debe ser pasada por alto. Pero no nos debemos limitar a una lectura superficial del mismo. El sumario con- tiene siempre las ideas fundamentales del tema expues- to en el capitulo. Una lectura atenta del mismo debe hacernos reconocer y recordar lo que acabamos de leer, LECTURA RAPIDA 197 ayudandonos a poner el debido énfasis en estos puntos fundamentales. Es también conveniente que en el mis- mo sumario anotemos al margen de cada apartado 0 division las paginas del texto en donde viene desarro- lado el punto respectivo. De esta manera lo podemos convertir en wna especie de indice adicional que so- bre todo en el momento del repaso nos seré particu- larmente util — Al hablar de la lectura en general ya hemos indi- cado la importancia que tiene el leer con un propésito claro. Tratandose de escritos cientificos este propési- to ha de ser también bien preciso y definido. Normal mente el tema abordado por esta clase de textos se refiere a asuntos muy concretos y bien delimitados. Por lo tanto el propésito que dinamizard nuestro inte- rés podra expresarse, la mayor parte de las veces, a través de alguna pregunta breve y concisa. Por ejemplo: éCual es la ley que regula el comportamiento de los gases? O: ¢Cémo se obtiene y qué cualidades tiene tal dcido? — Con bastante frecuencia ocurre que un tema de- terminado no es tratado totalmente bajo un solo epf- grafe, sino que dados los posibles puntos de vista o de acuerdo con sus diversas aplicaciones, se suele hacer alusi6n al mismo en varias partes o capitulos del libro. Con el fin de lograr una visién mds completa y exhaus. tiva es muy conveniente consultar simult4neamente to- dos Jos lugares respectivos. Esto ayuda a lograr un conocimiento més integrado y sistemético con reper- cusién favorable tanto en la comprensién como en la retencién. Los lugares paralelos pueden encontrarse con ayuda del indice de materias; desde el punto de vista practico resulta muy ttil anotar en el mismo texto, al margen, las paginas correspondientes. 198 ANTONIO BLAY — Es caracterfstico de los libros cientificos el em- pleo de palabras técnicas y especializadas que pueden significar una dificultad para el estudiante. Estas pala- bras exigen una cuidadosa atencién, pues su compren- sién es necesaria para poder entender bien el texto. Las palabras técnicas no son tan dificiles como a pri mera vista pueden parecer. No son palabras escogidas de modo arbitrario, sino que constituyen de por sf una verdadera definicién de la cosa a que se refieren. Fre- cuentemente son palabras compuestas de varios ele- mentos: raices, prefijos y sufijos, tomados por regla general del griego o del latin. El conocimiento de las principales raices griegas y latinas puede ser de gran ayuda en este sentido, pues nos indican directamente el significado de las palabras de ellas derivadas. Un buen medio para aprender y familiarizarse con estos términos es el empleo de pequefias fichas. En una de las caras de la ficha se pone e] nombre de la pala- bra que queremos aprender y en la otra cara se anota el significado, origen y elementos que componen la pa- Jabra. De cuando en cuando se hace un repaso de todas las fichas, procurando acordarse del significado de cada palabra sin tener que mirar el dorso. De este modo, en un tiempo relativamente breve, se consigue incorporar- las definitivamente al propio vocabulario. — A veces sucede que el lector no acaba de com- prender la explicacién que da el texto sobre un tema © punto determinado. En estos casos es conveniente consultar otras obras de diferentes autores. El ver otros puntos de vista contribuye notablemente a una mejor comprensién de los puntos dificiles. Las aclara- ciones conseguidas pueden luego ser transcritas a modo de notas marginales en el mismo texto de estudio. LECTURA RAPIDA 199 b) Lectura de obligacién profesional Otro género de escritos muy especializados son los que tienen que manejar diariamente los hombres de negocios y los profesionales de las clases mas diversas. Muchos de ellos tienen que dedicar gran parte, quiza la mayor parte de su jornada laboral, a la lectura de car- tas, documentos e informes. El saber manejar adecua- damente todo este material representa no sdlo un gran ahorro de tiempo, sino también una mayor eficiencia en el propio trabajo con un esfuerzo menor y una me- nor fatiga. ‘No vamos a repetir aqui todo lo que hemos dicho a través de todo el libro sobre los principios y las di- versas técnicas de lectura rapida e inteligente. Ellas constituyen la base principal para una lectura eficaz. Dando por conocido y asimilado todo lo anterior, aqui afiadiremos tnicamente aquellos detalles o recursos particulares que son de especial aplicacién al tipo de Jectura que ahora tratamos. Cartas DE NEGOCIOS Normaimemte el hombre de negucios tiene que co- menzar su jornada diaria revisando una buena canti- dad de correspondencia. Su habilidad debe consistir en ir directa y répidamente a lo esencial sin omitir nin- gin detalle importante. Con este propésite se pueden dar varias recomendaciones: — Después de haber visto quién escribe Ja carta, eche sobre ella una ojeada general. Ordinariamente las cartas no contienen més que uno o dos puntos impor- 200 ANTONIO BLAY tantes. Es lo que el remitente nos quiere decir. Posi- blemente podra descubrirlos en esta primera ojeada. No obstante, puede haber cartas mas complicadas en que esto no aparezca tan claro o que dado el asunto exjjan una mayor atencién. — Por regia general las frases iniciales y finales de las cartas son formulas de pura cortesia en las que no es necesario detencrsc. Lo esencial de la carta sucle encontrarse en la parte central. Ahi es donde uno debe fijarse mas detenidamente. Una vez descubierto el con- tenido o el propésito de la carta se hace posible reem- prender un ritmo més acelerado de lectura, pues los subsiguientes pérrafos no suelen ser mas que conside- raciones complementarias que no afiaden generalmente ningun dato importante. — Allleer una carta aplique ampliamente la técnica de la lectura telegrafica, que ya hemos explicado en otro lugar. Las cartas pueden ser reducidas a lo esen- cial mediante Ja eliminacién de las palabras innecesa- rias en una medida mucho més extensa que los textos impresos ordinarios. No es raro poder llegar a elimi- nar hasta el ochenta por ciento del texto original. — Las normas que dimos acerca de los parrafos no son aplicables en general a las cartas, pues sus parra- fos suelen ser mds bien convencionales. Lo que se pre- senta como varios parrafos distintos pueden ser fre- cuentemente simples fragmentos de un pdrrafo m&s amplio. La divisidn de la carta en parrafos es una cosa muy subjetiva del remitente, que més que a la unidad del pensamiento suele atender a otros motivos, como el deseo de una presentacién més clara y agradable. — Subraye en las cartas las frases que expresan lo esencial de su contenido, y especialmente aquellos pun- tos a los cuales quiere usted responder. Indique al mar- LECTURA RAPIDA 201 gen con un breve comentario o frase el sentido de su respuesta o las observaciones pertinentes. Estas anota- ciones le ahorrarén mucho tiempo cuando se disponga a dar la contestacién. Es también aconsejable contestar inmediatamente aquellas cartas que sean de facil res- puesta o que no exijan ninguna consulta o delibera- cién ulterior. Con esto se evita el tener que leerlas de nuevo, ahorréndose con ello cl tiempo consiguicnte. DocuMENTos LEGALES Otro tipo de escritos que debe manejar con cierta frecuencia el hombre de negocios o el profesional son los documentos legales. Los documentos legales revisten una especial difi- cultad para el lector comin, que proviene de su estilo y de su presentacién. En general estén redactados en un estilo que se nos hace demasiado confuso y pesado. La acumulacién de datos, circunstancias y consideran- dos hacen de los textos legales algo bastante complejo y dificil de captar con rapidez y exactitud. El lector poco habituado facilmente se pierde entre las formas y frases interminables del tradicional estilo forense, que suele ser el extremo opuesto de la brevedad, cla- ridad y concisién a que se tiende en el estilo moderno. Para manejar esta clase de documentos es muy itil aplicar a técnica que describe Francois Richaudeau en su libro Cours de lecture rapide y que podrfamos lla- mar la técnica del «Sujeto-Verbo-Complementos». Cuando en un texto legal hemos identificado estos tres elementos todo se aclara y simpiifica. Estas son las tres informaciones fundamentales que hemos de tra- tar de captar lo mAs répidamente posible. 202 ANTONIO BLAY El sujeto representa el tema, el asunto, la persona © la cosa sobre la cual se va a pronunciar el legislador. EI verbo significa lo que el legislador ordena o esta- blece acerca de la cosa expresada por el sujeto. Final- mente, el complemento 0 los complementos completan Ia idea dei verbo o expresan las circunstancias particu- lares bajo las cuales la ley mantiene todo su vigor. Cada p4rrafo debe ser examinado en este orden. El reconocimiento del sujeto nos serviré para saber de entrada si el articulo correspondiente nos interesa 0 no. Si el sujeto hace referencia al asunto que buscamos entonces se procede a los pasos siguientes examinando atentamente a través del predicado verbal y de los com- plementos el contenido de la ley y las circunstancias en que se aplica. Cuando decimos que el sujeto de Is frase o del pa- rrafo expresa el asunto o tema sobre el que versa la ley nos atenemos a lo que sucede habitualmente. En algiin caso, no obstante, podria venir representado por otra palabra que no hiciera el oficio de sujeto, pero esto no es lo normal. Por lo demés, cuando uno aplica esta técnica, facilmente aprende a destacar los elemen- tos fundamentales, aunque haya alguna anomalia en lo que se refiere a su funcién ordinaria desde el punto de vista gramatical. El empleo del subrayado es muy practico tratén- -dose de esta clase de documentos. Son precisamente los tres elementos fundamentales «Sujeto-VerboCom- plemento», los que deben ser subrayados. De este modo el texto se hace mucho mis claro e inteligible al poner de relieve lo zsencial del mismo. LECTURA RAPIDA 203 INFORMES TECNICOS Los informes técnicos son escritos muy especializa- dos y que versan sobre algiin punto muy concreto den- tro de algin aspecto o rama del conocimiento. En ge- neral tienen un cardcter practic. Pueden referirse, por ejemplo, a la exposicién de nuevos procedimientos de fabricacidn, a la posibilidad de aplicar a la industria algin nuevo descubrimiento, a los resultados de una determinada operacién mercantil, a la situacién del mercado nacional o internacional, etc. Los informes técnicos suelen tener una apariencia més bien seca y austera, lo cual los hace muy poco atractivos excepto para aquellos que estan directamen- te interesados por su contenido. ‘Sin embargo, tiene la ventaja de seguir un cierto orden o tener una organizacién interior bastante clara. Muchas veces este orden u organizacién interna es pues- to de manifiesto de un modo patente por el mismo autor mediante el empleo de titulos y subtitulos ade- cuados. Estos sirven de una gran ayuda para realizar el «skimming» previo que nos dara una idea del tema tratado y del enfoque bajo el cual es presentado. Aun en los casos en que la organizacién del escrito no apa- rece de un modo explicito, a través de las correspon- dientes divisiones y subdivisiones, no por eso suele fal- tar esa organizacién interna. En este caso una de las finalidades del «skimming» previo sera descubrir la or- ganizacién o estructura que el autor ha seguido al re- dactar el escrito. Ademés de esto, el «skimming» previo sirve tam- bién para que el lector se haga una idea sobre el con- tenido del articulo y sobre su interés relativo, con lo 204 ANTONIO BLAY cual podrd decidir si vale la pena dedicarse més a fondo a su estudio o no. Otra ventaja que suelen presentar estos escritos es Ja existencia de un sumario o resumen, que general- mente se encuentra al final del articulo, aunque algunas veces puede venir al principio. Su lectura atenta es también muy uti! como paso preliminar a la lectura detenida del articulo, También es interesante observar la construccién © estructura de los primeros parrafos. Los autores de escritos técnicos no suelen estar interesados por la elegancia literaria, sino que desean sobre todo presen- tar claramente unos datos, o el resultado de unas in- vestigaciones, a la consideracién del lector. En conse- cuencia, su estilo es en general bastante igual y uni- forme. Esto quiere decir que si observamos el lugar en que estan colocadas las ideas principales dentro de los primeros parrafos, podemos suponer con gran pro- babilidad de acierto que en lugar semejante encontrare- mos las ideas principales de los parrafos restantes. Otra caracteristica de los informes técnicos es la abundancia de datos 0 informaciones concretas. Esto es interesante desde el punto de vista documental. Por medio de dichos datos el autor nos da cuenta de todas sus observaciones, experiencias 0 trabajos de investi gacion. Estos datos son precisamente la base y el fun- damento sobre el cual él construye su teorfa o intenta Megar a una explicacién de Ja realidad, Desde el punto de vista del lector la parte documen- tal puede tener muy diversa importancia, Puede su- ceder que sean precisamente los datos lo que més le interese, bien porque él también desea hacer un estudio exhaustivo de la materia, 0 porque quiere comprobar personalmente las conclusiones que presenta el autor. LECTURA RAPIDA 205 Pero puede suceder también que la parte documen- tal carezca de interés inmediato para el lector. Dando por correcto todo el trabajo de observacién o de in- vestigacion, Io que él desea saber son las conclu- siones, hipdtesis 0 teorias a que dicho trabajo ha dado lugar. Zn este caso Ia lectura de los informes téenicos puede simplificarse enormemente. Por regla general bastard leer detenidamente sélo el principio y el final del escrito, pasando por la parte central de un modo mas rapido y superficial. En efecto: ordinariamente los primeros parafos del informe sirven para darnos una idea general del problema o para ambientarnos ante la situacién que se trata de exeminar. La parte central suele estar dedicada al estudio pormenorizado de cada detalle. Esto es Jo que se puede omitir 0 pasar muy por encima, sin que por ello quede perjudicada en absoluto la plena comprensién de los tiltimos parrafos, en donde normalmente encontraremos las conclusiones a que ha Ilegado el autor. c) Lectura de entretenimiento La lectura es uno de los medios mds importantes para ampliar nuestros conocimientos y nuestra cultu- ra. El alcanzar la maxima capacidad de comprensién en todas nuestras lecturas es lo que garantiza la conse- cucién de ese objetivo. Por eso la principal finalidad de este libro ha sido el mostrar el camino y los me- dios adecuados para alcanzar un grado éptimo de com- prensién y de retencién. ; Por otra parte la lectura forma con frecuencia una parte importante de nuestras obligaciones o trabajo 206 ANTONIO BLAY profesional. Este aspecto es lo que acabamos de tratar en los articulos precedentes. Pero, ademés, la lectura constituye también uno de los mejores medios de distraccién y esparcimiento. Mu- chas personas gustan de dedicar una buena parte de su tiempo libre a la lectura de libros o articulos que tratan de sus materias o temas favoritos. Con esto pro- porcionan un agradable descanso a su espiritu al mis- mo tiempo que ensanchan sus horizontes mentales. La lectura de entretenimiento puede versar sobre Jos t6picos mas diversos. Aqui el inico criterio a seguir son los gustos y aficiones del lector. En cuanto al modo de leer cabe también la més absoluta libertad. Uno lee para descansar y disfrutar con su lectura. No hay pri sas ni urgencias de ninguna clase. Tampoco hay regla fija. Que la lectura haya de ser més lenta o més répida, mas superficial o mas a fondo, es algo que el lector lo decidird libremente segin su propio gusto o interés. ‘Sin embargo, lo mAs frecuente es que las personas que buscan un descanso o entretenimiento a través de Ja lectura se dirijan hacia las obras de cardcter literario como las novelas, las obras dramaticas, la llamada lite- raturafficcién y a veces la poesia. A pesar de que esta clase de lectura tiene un caréc- ter eminentemente subjetivo y que la apreciacién de sus valores y el gusto y satisfaccién que se encuentra ‘en ellas depende en gran parte de las aptitudes y dis- posicién del mismo lector, es posible, sin embargo, dar algunas orientaciones que pueden servir de ayuda para sacar un mayor provecho de su lectura. Més que nor- mas 0 reglas fijas, se trata de algunas indicaciones que facilitan la labor del lector y le ayudan a adoptar la actitud mAs correcta. En primer lugar diremos algo acerca de las nove- LECTURA RAPIDA 207 las. En toda novela podemos distinguir dos elementos: los personajes que actian, y el ambiente en que se desenvuelve la accion. Leer bien una novela exige por una parte compene- trarse con los protagonistas, legando a conocerlos ¢ incluso a familiarizarse con ellos y con su manera de ser. Por otra parte, es preciso que scamos conscientes del ambiente en que se mueven los personajes. En al- gunas novelas este aspecto alcanza una importancia muy grande, hasta tal punto que el modo de ser y de actuar de los protagonistas s6lo se puede comprendér plenamente cuando los consideramos en relacién con el ambiente y las circunstancias dentro de Jas cuales se va desarrollando su vida. Para llegar al conocimiento de los personajes y de su cardcter hemos de estar atentos a las descripcio- nes que nos va haciendo el autor sobre cada uno de ellos. Pero no debemos limitarnos a esto. Hay otro me- dio mas eficaz, mds dinémico, mas semejante a lo que pasa en la vida ordinaria, y a lo que hacemos en el trato con las personas que conocemos. Consiste en ob- servar sus palabras, sus reacciones, su modo de obrar. En muchas novelas modernas este es el ‘nico medio de llegar a conocer el cardcter de cada personaje, pues el autor evita toda descripcién sistematica sobre las cualidades 0 defectos de los protagonistas. Es su modo de hablar y actuar lo que nos revela su modo de ser. Como se ve, para leer bien una novela debemos tratar de adentrarnos un poco en el mundo de los pro- tagonistas y participar de sus sentimientos y reaccio- nes, como si se tratase de vivir una situacién real y concreta, Las buenas novelas pretenden ser una pintura de la vida real, o al menos de alguno de sus aspectos. Para comprender bien su contenido debemos intentar 208 ANTONIO BLAY adentrarnos en su trama profunda y procurar compe- netrarnos con el cémo y el porqué de cada una de las acciones y sentimientos de sus protagonistas. Como hemos dicho, también la parte ambiental tiene su importancia. A través de las diversas descripciones sobre lugares y paisajes el autor nos da a conocer las circunstancias externas en que se mueven los perso- najes. Sin esta visién ambiental la accién quedaria de- masiado descarnada y fria, y con mucha frecuencia resultarfa casi incomprensible, Pero al leer las descrip- ciones debemos tener en cuenta que lo importante no €s retener y aprender cada uno de los detalles externos. Lo importante es que captemos el ambiente en su con- junto. Que nos formemos una idea de cémo afectan a Jos personajes el ambiente, las circunstancias, el lugar en que se mueven. Del mismo modo como nosotros podemos decir que nos encontramos bien o mal en un sitio determinado, 0 que el ambiente donde estamos nos agrada o desagrada. A este efecto-cada detalle par- ticular no ha de ser lefdo por si mismo, sino en rela- cién con el conjunto, viendo qué es lo que aporta, en sentido positivo o negativo, a la impresién general. Esto quiere decir que las descripciones pueden, y aun conviene leerlas, de un modo rapido, fijéndose tan sélo en los detalles més significativos que son los que deter- minan la visin de conjunto. Sin embargo, ya hemos dicho antes que en esta cla se de lecturas no hay reglas fijas que deben ser segui- das con preferencia a otras. Si lo que uno desea es disfrutar y paladear la descripcién de un paisaje, en- tonces haré bien en saborear cada detalle particular procurando evocar todas las resonancias y gozando de la belleza resultante de la combinacion de todos los matices particulates, LECTURA RAPIDA 209 Finalmente, en relacién con las novclas hay que te- ner en cuenta que son muy pocas las que se limitan a ser una simple historia o narracién. Casi todas ellas, y desde luego las mas importantes, contienen una ver- dad, una doctrina o una tesis, que el autor intenta ex- presar a través de la trama de toda la novela. En este sentido hay novelas que podrfamos llamar filoséficas, sociolégicas, religiosas. : ‘En consecuencia el lector debe saber descubrir cual es esa idea que el autor ha querido exponer. General: mente vendra expresada a través de las palabras y opi niones del protagonista principal, o de los azares y si- tuaciones mas destacadas por las que atraviesa su exis- tencia, Hay que saber, pues, estar atento al fondo sin dejarse sugestionar, o ser simplemente arrastrado, por el colorido y variedad de los incidentes superficiales y secundarios. . Respecto a la Jectura de las obras dramaticas pode- mos repetir lo mismo que acabamos de decir sobre las novelas. La principal diferencia radica en que las obras draméticas han sido compuestas para ser representa: das y no leidas. La representacién escenogréfica suple en los dramas las descripciones tipicas de las novelas. Los personajes y el ambiente en que se desenvuelve la accién son vistos y vividos directamente, ‘Cuando uno lee una obra dramatica debe tratar de ver e imaginar toda la escena con sus circunstancias ambientales, asi como el caracter y temperamento de los personajes. A este propésito son utiles las indica- ciones que suelen aparecer al principio de cada acto © escena, pero muchas veces son insuficientes. El de- sarrollo mismo de Ia accién de la conversacién ofrece también nuevas indicaciones que ayudan a reconstruir toda la escena. La lectura de las obras draméticas exige 210 ANTONIO BLAY del lector que desarrolle y emplee todos los recursos de Jo que podriamos lamar su imaginacién teatral. Vamos a decir también unas pocas palabras acerca de la poesia. Aqui es mucho mis dificil, casi imposible, descender a normas y detalles concretos. La poesia mas que ningiin otro género literario es eminentemente sub- Jetiva, La apreciacién de una obra poética depende también principalmente de la formacién, ‘sensihilidad Y gustos del lector. Dentro de un plan de orientacio- nes generales haremos algunas indicaciones que nos parecen ser las més titiles para poder apreciar mejor las obras poéticas. En la poesia adquiere una importancia extraordina- ria el elemento imagenes, palabras, sonido, musicali- dad. Las ideas o los sentimientos que encierra una poe- sia podrén expresarse vulgarmente en lenguaje comin y ordinario. Pero perderian ese encanto especial que tienen dentro de la expresién poética. Esto quiere decir que al leer poesfa uno debe aten- der no sélo a las ideas, sentimientos y estados de éni- mo que se describen, sino que ademds uno debe de- Jarse empapar de la belleza de las imagenes, as{ como también de la armonia y musicalidad del ritmo, procu- rando evocar y vivir todas las resonancias afectivas y emocionales que esto despierta en uno mismo. La poesia es una verdadera obra de arte. Es la ex- presién de una vivencia profunda lena de belleza y de armonfa. Es la vivencia que tiene el poeta y que trata de expresar y de comunicarnos. La lectura de la poesia debe conducirnos, en la medida de lo posible, a evocar también en nosotros esta vivencia profunda de la ver- dad y de la belleza. Esta es, pues, la actitud fundamental que uno debe adoptar al abordar la lectura de obras poéticas. CartruLo XV LECTURA DE GRAFICOS Dada la frecuencia con que modernamente son em- pleados los graficos como medio de expresién, nos pa- rece oportuno dedicar unas palabras a su estudio. Los graficos tienen la gran ventaja de su sencillez y claridad. Un simple grafico puede presentarnos en un espacio muy limitado una cantidad de informacién que de ser transmitida verbalmente exigiria un gran mumero de palabras. Ademés, el grafico nos presenta todo el conjunto de datos de un modo patente, intui- tivo y directo. Esta es la razén por la que su uso se ha extendido tanto, lo mismo en los escritos cientificos e informes técnicos, como en textos de historia, socio- logia, economia, psicologia, etc. El fundamento de Jos grdficos radica en Ja natura- Jeza numerable de los datos y en la posibilidad de es- tablecer entre ellos una relacién. El autor William Playfair, que fue, a principios del siglo x1x, el pionero en el empleo y difusién de los métodos gréficos, ex- pres6 esto diciendo que: «Todo lo que puede ser expre- sado con nimeros, puede ser expresado con Iineas.» (Citado por P. Leepy en Improve your reading.) Po- 212 ANTONIO BLAY demos decir, pues, que los grdficos son un conjunto de datos numéricamente expresados y mutuamente inter- relacionados. La mutua interrelacién de los datos es algo muy importante. De hecho los graficos pueden considerarse como una verdadera comparacién o correlacién entre los datos de una, dos 0 mas magnitudes. De aqui resul- tan también grdficas distintos de una, dos o mas di- mensiones. Generalmente los gréficos més usuales son los bidimensionales. Las magnitudes que entran en relacién pueden ser muy diversas, por ejemplo: la tem- peratura y la presién en los gases, el tiempo transcu- rrido y el crecimiento, la cantidad de luz y la acele- racidn de ciertos procesos quimicos, y muchos otros. Los grdficos pueden ser también diferentes segin el punto particular que se proponen ilustrar. Hay asun- tos que pueden presentarse con més claridad a través de.un mapa o de un cuadro que de un cuadro lineal. Enumeraremos brevemente las clases més importan- tes de graficos y algunas de sus aplicaciones. TaBLas Aunque las tablas no son gréficos en el sentido es- tricto de la palabra, pueden considerarse como algo intermedio entre los gréficos propiamente dicho y la explicacién puramente verbal. En realidad, las tablas son graficos en evolucién. En las tablas los datos son ordenados en filas y columnas, y cada uno ocupa el lugar correspondiente segiin su relacién bidimensional con respecto a dos magnitudes distintas. Estas vienen expresadas en los encabezamientos de los ejes vertical y horizontal. LECTURA RAPIDA 213, Para sacar toda la informacién contenida en wna. tabla no basta con advertir la relacién expresada por los datos en particular, hay que saber observar el lu- gar que ocupa cada dato con respecto al conjunto. De este modo se descubre la tendencia general y el signi- ficado que pueden tener los datos més destacados. Solo asi se puede Ilegar al conocimiento de Ja situacién real expresada a través de las cifras. Como ejemplo, veamos esta ‘Tanta ST: ComPansciOn ENTAE MAYORISTAS EN GENERAL y DE ESPECIALIDADES, EN anricuLos DE C#AN CONSUMO, 1929, 1935, 1999 ¥ 1948 Ventas (%e del total) 4948 | 1929 | 1935 1939 | 1939 | 1948 1929 | 1935 Drogas y medicamen- ‘os: En general 23 | e92 | 020 409 | 295 | 297 | 303 , 27 | 308 | 380 633 | 1268 | 1321 | 1902 J aor] so | 222 | saz] 296 | 270 | ara | 190 J] ates} sam | savs | s2ae | ont | 730 | e26 | 810 942 | 4265 | 638 } 681 | 656 | 706 rena | al win) | a) ong | es | oe | 2s Especiatidades (Tabla 57: Estudio de tos mercados) E. A. Duddy; pag. 335 214 ANTONIO BLAY Se observard en la tabla que las empresas dedicadas a especialidades suelen ser mAs pequefias que las de ramo general. La necesidad de realizar un esfuerzo de venta més intensivo, el menor promedio de ventas y el hecho de que los gastos tengan que derramarse. sobre un ntimero mas reducido de articulos explican que la proporcién de los gastos de funcionamiento respecto a las ventas sea superior en el caso de lo: i s 18 Mayoristas de especialidades. * Consideremos esta otra ‘Taoia 66: RESUMEN DE ESTABLECIMUENTOS TABRILES, CLASIFICADOS POR 50 YOLUMEN REPRESENTADO FOR EL NUMERO DF EMPLEADOS, 1947 Establecimientos Valor de los productos Clase, por ni- predic ‘mero de em- jl ¢)p. | Cantidad pleados Na Porcentaye Porcentaje fimero | “gap (se omiten | “Zor ro total coo) del total Tol... . .| 240881 1000 $74.425.825 | 1000 14 70384 292 $ 905.693 12 5-9 46 622 3 | 1446978 19 10-19 40 635 169 2601 176 35 20-49 40016 166 6050 163 aL 50-99 18672 78 6593 104 ao 100-249 14323, 60 11793823 | 15,9 250-499 $555 23 10450830 | 140 500-999 2729 a toi 788 | 136 1000-2499 1431 06 11619386 156 2500 y més 504 02 12835884 | 17,3, (Tabla 66. Estudio de los mercados) E. A. Duddy; pag. 379 LECTURA RAPIDA 215 Observando los datos se ve que mas de la mitad de la produccién fabril se halla concentrada en menos del 5 por ciento del numero total de establecimientos. — Graficos de evolucién. En estos graficos se com- paran ordinariamente dos magnitudes. Su objeto es mostrar el proceso de desarrollo que experimenta una magnitud de acuerdo con Jas variaciones que tienen Ju- gar en la otra, Se suelen representar por medio de una cuadricula. Las Iineas extremas de la izquierda y de abajo, llamadas eje de ordenadas y eje de abcisas, representan las dos magnitudes que se comparan. A la distancia existente entre cuadro y cuadro, o entre linea y Iimea, se le asigna un valor numérico convencional, segtin convenga en cada caso. La grafica resultante es una linea en la que cada uno de sus puntos indica el valor que adquiere una de las magnitudes cuando la otra tiene un valor determinado. Un ejemplo de esta clase de grificos lo constituyen aquellos que se refieren al desarrollo industrial de un pais. Aqui las magnitudes que se comparan o relacio- nan son el tiempo, expresado en afios, y el volumen de actividad industrial correspondiente a cada aio. Por medio del grafico se observa inmediatamente cual ha sido el ritmo del progreso, y si ha habido baches 0 ¢s- tancamientos en el camino. Comentario. Este grafico nos revela un hecho nota- ble. Hasta finales del siglo x1x el mamero de los ani. males mantiene mds o menos la misma relacion que el desarrollo del género humano. Las curvas discurren casi paralelas. Las necesidades de alimentos y vestidos, asi como de animales de trabajo y para las comunica- ciones va en aumento con el incremento de la pobla- 216 ANTONIO BLAY cién, Sin embargo, a partir de 1900, la invencién del motor y el empleo del combustible imponen un cam- bio fundamental. El vehfculo a motor empieza a susti tuir a los animales en el trabajo y en las comunicacio- nes. Mientras aquél no pasa de ser objeto de lujo, las consecuencias no se ponen apenas de manifiesto. Sin embargo, alla por el afio 1930 se presenta una brusca alteracién, que coincide con Ja gran crisis econémica de los aflos treinta. El movimiento ascensional se de- tiene bruscamente. Las reservas de animales domésticos dion Ia URS) Do oi tne ee TY ot a ‘America del Sat aa America del Norte | uh Ten a se mantienen hasta hoy dia al mismo nivel aproxima- damente, con considerables oscilaciones. Estas gigan- tescas oscilaciones dependen en muchas ocasiones de Jas condiciones atmosféricas, por ejemplo, de una inten- sa sequia o de una cosecha deficiente. Observe como teniendo a la vista el grafico corres- pondiente toda esta informacién se hace mds compren- siva y, gracias a la naturaleza visual del gréfico, se queda grabada en la mente con mucha més fuerza y persistencia. — Grdficos de comparacién. Ordinariamente estan compuestos por una serie de barras o columnas de di- LECTURA RAPIDA a7 ferente altura. Con ellas se trata de mostrar de un modo intuitivo la diferencia que existe entre varias en- tidades, sean personas, organizaciones, paises, etc., en Jo que se refiere a la posesién de un tipo determinado de cualidades 0 bienes. Si queremos, por ejemplo, es- tablecer una comparacién entre Estados Unidos, Rusia y Venezuela en lo que se refiere a la produccién de petréleo, podemos hacerlo mediante tres columnas de igual anchura, pero cuya altura sea proporcional a Ja cantidad de petréleo que cada uno de ellos produce por afi. Esto es mucho mAs expresivo y se graba en la mente de un modo mas claro y estabie que la lectura de tres cifras aisladas. — Gréficos de estructura, Estos graficos, llamados también organigramas, suelen adoptar la forma de cro- quis, esquemas 0 cuadros sindpticos, y tienen multiples aplicaciones. Pueden servir, por ejemplo, para exponer de un modo claro la organizacién y funcionamiento de una gran empresa industrial, comercial 0 administra- tiva. Si uno quiere explicar cuales son los distintos cargos de la empresa, las relaciones que existen entre ellos y los diferentes grados de mando o jerarquia den- tro de la organizacién, dificilmente podré conseguirlo de un modo satisfactorio a través de solo palabras. Por necesidad la explicacion tendria que ser bastante ex- tensa y siempre con peligro, desde el punto de vista del lector, de que resulte demasiado complicada y con- fusa, Sin embargo, un simple croquis o esquema puede poner de manifiesto casi sin palabras toda la organi- zacién y estructura de la empresa. Este tipo de gréficos también es aplicable cuando se trata de flustrar los procesos més complicados de fabricacién, Hay muchas industrias que en Ia elabora- a de una empresa jizacién_sencil Organi LECTURA RAPIDA 219 ¢ién de sus productos no siguen lo que Hamariamos un proceso lineal. En determinados momentos se presen- tan varias alternativas, debidas a la elaboracién de al- unos subproductos que son susceptibles de distintos tratamientos y transformaciones. Un simple esquema puede dar una vision global de todo el proceso y de las diferentes posibilidades y diversificaciones, que se pre- gentan a lo Jargo del mismo, con mucha més claridad y precisién que una explicacién de tipo puramente oral. ‘Ohreror .= Graficos de distribucién. Sirven para ver la im- portancia relativa que tiene cada una de las partes en Telacién con las demds y con el todo que forman en conjunto. Supongamos por ejemplo que se trata de saber la composicién del Parlamento de un pats de acuerdo con el mimero de parlamentarios que posee cada uno de los partidos existentes. Esto se puede representa por me- dio de un circulo dividido en varios sectores. Cada uno de los sectores representaria a un partido. La amplitud de cada sector seria proporcional al nimero de parla- mentarios que posee cada partido. Con un simple golpe de vista puede verse de inmediato cudles son las par- tidos mas fuertes y si quiz4 hay alguno que él solo al- canza la mayoria absoluta de todos los votos. Hay otras muchas situaciones en que son aplicables estos tipos de gréficos. Por ejemplo: la distribucién de toda la poblacién de la Tierra por cada uno de los con- tinentes; el destino que da el Estado a los impuestos de la nacién, expresado en los distintos sectores de in- versién; la composicién de la poblacién de un pais se- gtin la diversidad de creencias religiosas de los ciuda- danos, etc. Produeetéa Tete de Produceién Obreror Encargedo de Taapector Ife Capa Obreroe 220 ANTONIO BLAY El empleo de Jos graficos facilita enormemente la expresién y transmisién de la informacién. Su lectura es, en general, muy facil y comprensible, Sin embargo, el lector no debe dejarse engafiar con Ja aparente simplicidad de los graficos. El peligro esta precisamente en creer que dada su sencillez basta una mirada superficial para comprenderlos. Muchas veces uno puede engafiarse creyendo que ya lo ha entendido 0 interpretado correctamente. Al leer los graficos nunca se ha de tratar de suponer o adivinar. Los graficos son siempre claros y sencillos si se to- man algunas precauciones. En primer lugar, uno debe leer atentamente la leyenda o explicacién que suele acompaiiar a cada grafico. Cada grafico tiene una fina- lidad concreta, y se propone aclarar un punto determi- nado. Esto es, pues, lo primero que uno debe captar: qué punto o qué aspecto de la realidad se propone ex- plicar el grafico, Luego uno debe observar las magnitudes que entran en juego. Como ya hemos dicho, todo grafico es una comparacién entre los datos de una o varias magnitu- des. Es necesario que uno descubra la naturaleza de la mutua interrelacién o influencia que existe entre las magnitudes y los datos respectivos. En muchos grafi- cos, sobre todo los lineales, a cada intervalo se le asig- na un valor determinado. Es preciso darse cuenta exacta de ello, y observar si el valor relativo es el mis- mo en todas las direcciones. Con frecuencia los inter- valos del eje de ordenadas y el de abcisas representan, por medio de intervalos semejantes, valores totalmente distintos. Para la completa comprensién de la realidad expre- sada en los grdficos hay que observar también la ten- dencia general que revelan los datos. A este fin uno se LECTURA RAPIDA 221 ha de fijar en Jos valores méximos y minimos asi como en la abundancia o escasez de los valores medios. Es decir, en resumen, que los graficos deben consi- derarse como el reflejo de una situacién real presen- tada a través de una comparacién. Para interpretarlos correctamente es preciso ser consciente del valor rela tivo de los datos, de su mutua relacién, y del aspecto © punto concreto que se propone ilustrar el grafico, venice I IMPORTANCIA DEL VOCABULARIO Evidentemente, para llegar a ser un buen lector es de capital importancia poseer un amplio vocabu- lario. Sin un conocimiento exacto del significado de las palabras es imposible lograr la comprensién total y fiel de lo que leemos. La pobreza de vocabulario se traduce inevitablemente en comprensién deficiente. Por eso todo el que aspira a sacar el maximo pro- vecho de sus Jecturas debe procurar estar en posesion de un extenso y abundante vocabulario. La primera condicién que se requiere para poder Jograr este objetivo es tener una fina sensibilidad fren- te a las propias deficiencias. Hay personas que ante palabras que en realidad no conocen, 0 que conocen ‘slo a medias, no se sienten insatisfechas. Se engafian a s{ mismas creyendo que ya las han entendido. Aunque Ja idea general que sacan de un escrito sea con fre- cuencia confusa y diluida, no sienten el interés por un mayor rigor y precisién. Naturalmente sus conocimien- tos pecarén siempre de vaguedad, y Iegada la hora de ser empleados, 0 aplicados a la practica, se mostraran totalmente desarticulados e inoperantes. 226 ANTONIO BLAY La actitud correcta es la del lector que est siempie alerta para no confundir lo que él piensa que dice un texto o una frase, con lo que la frase dice realmente. Esto exige un conocimiento claro y seguro de cada una de las palabras. Para legar a poseer un amplio vocabulario se pue- den dar varias indicaciones. Primeramente hay que contar con un buen diccionario y estar dispuesto a consultarlo siempre que haga falta. Pero para que sea més provechosa la consulta del diccionario ha de ha- cerse de un modo inteligente. El principio fundamental que le levaré indudable- mente a adquirir un extenso vocabulario consiste en no dejar pasar nunca una palabra nueva o desconocida sin averiguar su significado exacto. Pero antes de diri- girse al diccionario es muy aconsejable detenerse en el estudio del contexto. Muchas veces esto le permitira Hegar a descubrir el significado de la nueva palabra; al menos de un modo aproximado. Desde luego que no se ha de conformar con este conocimiento vago 0 apro- ximado, pero el hecho de haber estado reflexionando sobre su posible significacién dispone a la mente pata poder captar y grabar mejor en la memoria el signi- ficado exacto que luego encontraremos en el diccio- nario. Por otra parte, la consulta del diccionario no debe concretarse a buscar tnicamente el significado que tiene la nueva palabra en el caso concreto en que la hemos encontrado. Con frecuencia Jas palabras ad- miten matices diferentes de significacién, o incluso sig- nificados totalmente diversos, segtin el contexto en que son empleadas. Los buenos diccionarios no se limitan a dar los posibles significados de un modo escueto, sino que a menudo los ilustran con frases y ejemplos. La consideracién detallada de todas sus posibles acepcio- LECTURA RAPIDA 227 nes es lo que nos proporcionaré el conocimiento verda- dero de una palabra. Una vez hecha de este modo la consulta al diccio nario, conviene volver de nuevo a la frase real del texto para fijarnos de nuevo en la palabra buscada y en el sentido’ preciso con que ha sido empleada en este caso particular. Hay que tener siempre en cuenta que el sig- nificado de las palabras se aprende y se graba mucho mejor cuando las consideramos en relacién con el con texto en que se hallan insertas, lo que ayuda a conse- guir una comprensién y asimilacién més completas. ‘A veces se aconseja también la confeccién de listas © de fichas pequefias en las que se anotan las palabras desconocidas con el fin de repasarlas y estudiarlas has- ta que uno las domine perfectamente. Este método pue- de ser muy util, pero insistimos en que junto a las palabras anotadas conviene consignar no sélo su signi ficado, sino también frases o ejemplos concretos saca- dos, a poder ser, de nuestras mismas lecturas. En orden a conseguir un léxico mas rico en matices y en precisiéa es también muy util conocer bien las diferencias que existen entre las Hamadas palabras sinénimas. En realidad no existen palabras verdadera- mente sinénimas, es decir, que signifiquen lo mismo. Siempre hay alguna diferencia de grado o de matiz en su significacion. Su exacto conocimiento nos permite Hegar a una comprensién mas sutil y mas precisa del pensamiento expuesto por el autor, sobre todo de los ‘buenos autores literarios, que siempre se distinguen por el uso preciso y adecuado de cada palabra. El método a emplear es también fundamentalmente el mismo. Consulta del diccionario y, sobre todo, ob- servacién, a través del contexto y de los ejemplos con- cretos, del valor y significado de cada palabra. ApENpIcE IL INSTRUMENTOS MECANICOS PARA EL ENTRENA- MIENTO EN LA LECTURA Terminaremos el libro recogiendo algunas ideas y opiniones sobre los instrumentos mecdnicos que pue- den emplearse en el entrenamiento de la lectura répida. Donde mas se han extendido ha sido en América, pais muy inclinado al uso de los medios técnicos y en el que predomina la creencia de que los artefactos me- c4nicos pueden aplicarse a la solucién de todos los pro- blemas. ‘Muchos de los centros que se dedican a dar cursos de lectura para adultos cuentan con estos instrumen- tos. Pero existen igualmente otros centros que no ha- cen uso de ellos. Como veremos, la opinién sobre la utilidad real de estos instrumentos esté muy dividida. Haremos en primer lugar una enumeracién y una breve descripcién de los principales instrumentos uti- lizados. Existen dos clases de instrumentos: los instrumen- tos de diagnéstico y los instrumentos de entrenamien- to propiamente dicho. 230 ANTONIO BLAY INSTRUMENTOS DE DIAGNOSTICR Entre Ios instrumentos de diagnéstico el mas usa- do es el oftalmégrafo. Sirve para fotografiar, o mejor dicho filmar, los movimientos de los ojos durante la lectura. Con el oftalmégrafo se dirige un rayo de luz a la cornea del lector. El rayo reflejado se recoge a través del objetivo y la cinta.queda impresionada apa- reciendo en ella una linea en zigzag semejante a una escaiera. Las trazos horizontales responden a los mo- vimientos de traslacién de los ojos y los verticales a Jos puntos de fijacién. Mediante el examen del oftalmo- grama se pueden observar los movimientos regresivos, si existen, el ntimero de fijaciones por linea, y el tiem- po empleado en cada una de las fijaciones. De este modo se puede medir, en cierto modo, la perfeccién de los hdbitos de lectura de una persona, INSTRUMENTOS DE ENTRENAMIENTO Los instrumentos principales de entrenamiento son tres: el taquistoscopio, el acelerador (0 «reading pa- cer») y los films de lectura. Ell taquistocopio El taquistoscopio tiene como finalidad el ampliar el campo visual del lector, Consiste en una especie de cAmara que se utiliza para proyectar en una pantalla una serie de frases o nuimeros de amplitud creciente. Cada frase permanece en la pantalla durante un breve LECTURA RAPIDA 231 espacio de tiempo. El instrumento se puede controlar eléctricamente de modo que él tiempo de exposicién sea cada vez més corto. Los «pacers» En segundo término estén los instrumentos que sir- ven para estimular y acelerar la velocidad de la lectura. Tienen el nombre genérico de «reading pacers». El tipo mas comin consiste en un instrumento provisto de uns barra o regla horizontal que se va deslizando hacia abajo a una velocidad dada. La velocidad del despia- zamiento se puede controlar y aumentar a voluntad. Al colocar el instrumento sobre el texto que se quiere leer, la barra se va desplazando hacia abajo obligando al lector a mantener un ritmo de lectura suficiente- mente répido. Otra modalidad de los «reading pacers» consiste en un aparato parecido a un televisor, que contiene en st interior una cémara con un film escrito. El texto es proyectado sobre la pantalla linea por linea a la velo cidad deseada. ‘Al final de nuestro volumen, encontrara el lector las reproducciones de las fotos de algunos de estos apara- tos; reproducciones que hemos podido ofrecer median- te la benévola autorizacién de los Centros que reco- miendan su uso. Films de lectura Pero quiz4 los ms perfectos de todos son los films de lectura publicados por la Universidad de Harvard. 232 ANTONIO BLAY Cada film contiene un articulo completo, dividido en varias secciones. Cada seccién se proyecta integra en la pantalla durante un tiempo determinado. Mientras el texto permanece visible en la pantalla se va iluminan- do y haciendo resaltar sucesivamente una frase tras otra, o mejor dicho grupos de palabras, que responden a las correspondientes fijaciones que debe hacer el lec- tor. La coleccién estd formada por una serie de films que estén graduados segin su velocidad. En los mas lentés cada linea se divide en cinco fijaciones, mien- tras que los més répidos sélo contienen dos. DIVERSAS OPINIONES SOBRE SU UTILIDAD Estos son los principales medios mecénicos que sue- Jen emplearse como auxiliares en el entrenamiento de Ja lectura. ¢Cudl es su eficacia real? Para responder a esta pregunta comenzaremos por recoger la opinién de varios autores que se han destacado por su dedicacién al estudio y a la practica de los medios mas adecuados para incrementar la eficacia de la lectura. Paul Leedy, en Improve your reading, dice que todos estos instrumentos «son basicamente artificios © recursos para incrementar la motivacién y el esfuerzo disciplinado». Sin embargo, «la misma motivacién y la misma disciplina pueden ser conseguidas, por regla ge- neral, mediante e! empleo inteligente de algunos recur- sos muy simples y caseros». Cita, por ejemplo, el uso de una tarjeta convenientemente perforada que puede hacer el papel de un taquistoscopio. «Y no piensen —afiade — que por ser tan sencillos estos recursos son ineficaces. Ellos emplean los mismos principios bési- cos que los costosos equipos mecénicos.» LECTURA RAPIDA 233 Nila Banton Smith, en Read faster and get more from your reading, nos recuerda en primer lugar las diferencias de opinién que existen en relacién al uso de los instrumentos mecénicos. Mientras unos creen que son realmente titiles, otros piensan que su eficacia ha sido muy exagerada. Concretamente en relacién con el taquistoscopio «las opiniones estan fuertemente divi- didas en pro y en contra de este tipo de iastrumento de lectura. Se oye cada vez més frecuentemente la opi- nién de que la velocidad de la lectura depende més de la rapidez con que el cerebro puede captar y asimilar las ideas, que de la velocidad con que los ojos pueden registrar las impresiones visuales. Otros ponen toda su confianza en el taquistoscopio y aseguran que es su ins- trumento més ttil en la ensefianza de la lectura>. Sin embargo, N. B. Smith afirma claramente que «es posible alcanzar un alto grado de velocidad en la Jectura sin el uso de los instruments». Su opinién parece muy acertada cuando dice que: «el principal valor de los instrumentos es doble: constituyen un estimulo para intentar leer més répidamente, y le de- muestran a uno cémo puede realmente leer mas répi- damente cuando se ve obligado a ello», No obstante, advierte que la velocidad alcanzada durante el entre- namiento mediante los instrumentos no sera una con- secucién estable y duradera a no ser que se realice un amplio entrenamiento con material de lectura presen- tado en condiciones normales. Mucho més severa es la opinién que nos da Eric de Leeuw en Read better, read faster. «No el taquistos- copio — dice — ni los «flasher» tienen ningdn valor porque... el lector ya tiene una capacidad visual extra- ordinaria: el lector lento, de hecho, mira muchas veces el texto escrito porque sus espacios o campos visuales 234 ANTONIO BLAY se sobreponen excesivamente.» Més adelante afiade taxativamente: «los instrumentos para ampliar el cam- po visual carzcen de utilidad; es claro que ellos ni au- mentan la velocidad, ni mejoran la comprensién». En cuanto al grupo de los «pacers» o aceleradores y films de lectura, aunque reconoce que tienen un cier- to valor en cuanto estimulos, sostiene sin embargo que presentan «las desventajas inevitables de los métodos mecénicos, los cuales, al inducir habitos inflexibles, pue- den perjudicar la comprensién». De aqui deduce el ci- tado autor que si en algiin caso son usados estos instru- mentos, hay que saber hacerlo siendo consciertes de sus peligros y limitaciones. En todo caso nunca habrén de constituir mAs que una parte subordinada del entre- namiento global. Finalmente, termina haciendo alusion a su experiencia personal y afirmando que después de haber empleado los films de lectura de Harvard, tam- bién «hemos obtenido los mismos satisfactorios resul- tados sin usar dichos films». Por ultimo, mencionaremos la opinién de Carl He- yel en su libro Organizing your job in management, publicado por American Management Association of New York: «En los casos donde existen problemas de lectura, los aparatos que se venden no son de ninguna manera la solucién. En verdad, algunos de estos dispo- sitivos tienen tan poca relacién con la dificultad esen- cial como la puedan tener ciertos especificos contra la enfermedad que pretenden curar... Ahora se pone mas atencién a las calificaciones de los que profesional- mente se dedican a dar clases para la instruccién y orientacién en la lectura, que contribuirén a que el hombre de negocios se ayude a si mismo.» LECTURA RAPIDA 235 Movo DE USAR LOS INSTRUMENTOS A través de las citas que acabamos de hacer el lec- tor ya se habré formado alguna opinién sobre el valor y la utilidad de los instrumentos mecdnicos. Por nues- tra parte, creemos, de acuerdo con los estudios y obser- vaciones que hemos realizado, que los instrumentos pueden emplearse como un recurso subordinado en el aprendizaje de la lectura rapida, pero sélo en lo que se refiere al aspecto de Ja percepcidn visual. En lo que atafie al mejoramiento de la comprensién su uso ¢s totalmente inadecuado. Mas bien dirfamos que la pue- den entorpecer cuando se emplean los instrumentos de una forma abusiva o indiscriminada. De entre todos los aparatos, el que ofrece mas uti- lidad préctica es seguramente el taquistoscopio. Aun- que de ningin modo podemos decir que sea impres- cindible, sin embargo su uso adecuado.estimula la percepcién, haciendo que llegue a ser més rapida y pre- cisa. No obstante, hay que procurar que el alumno se mantenga siempre en un perfecto estado interior de distension y relajamiento, aunque siempre bien des- pierto y atento. La tendencia que tenemos a ponernos tensos y nerviosos cuando uno pretende conseguir algo, se ve atin mas incrementada si se emplean los métodos mecdnicos de aceleracién. Entonces el efecto es el con- trario de lo que nos proponemos, pues uno se encuel tra més torpe y no puede hacer ningtin progreso efec- tivo. Es la actitud de distensién interna, sobre cuya importancia ya hablamos al tratar de las condiciones psicolégicas de la percepcién, sobre la que hay que vigilar aun mas cuando se hace uso de los instrumen- tos mecénicos. Quizé la falta de rendimiento que algu- 236 ANTONIO BLAY nos autores achacan al uso de estos instrumentos se debe a que son empleados sin insistir suficientemente, de cara al alumno, en la necesidad de adoptar esa acti- tud interna de tranquilidad y distension. De todas formas, si bien es cierto que los instru- mentos pueden ser titiles para mejorar la percepcién cuando son bien empleados, también es cierto que hay otros métodos més faciles y sencillos, y que son igual- mente eficaces. Tales son jos ejercicios que se suelen hacer en los cursos orales de lectura con vistas a me- jorar la percepcién, y cuya total eficacia la hemos po- dido constatar précticamente en los cursos que veni- mos dando en nuestro propio centro de estudios. BIBLIOGRAFIA Apter, Mortrver, J., Cémo leer un libro, Bd. Claridad, Bue- nos Aires, 1961. BAKER, WILLIAM, D., Director General Education State Uni- versity of New York. Reading Skills. Prentice-Hall, En- glewood. Cliffs, N. J. 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Hutchinson of Londen, 1965, Witty, PauL, Professor of Education and Director ot the Psycho- Educational Clinic, Northwestern University. How to become a better reader. Sciencie Research Associates, Inc. Chicago, 1962. INDICE Introduccién, Leer: exgencia de nuestro tiempo y eficacia de las técnicas especializadas . . Parti PRIMERA, PERCEPCION. . . . . Capitulo primero, Condiciones previas. . . . a) Condiciones materiales . . Tuminacion. Estado de los ojos. b) Condiciones psicolégicas. . 2. . Tranquilidad. Distensién. Atencién, Medios para mejorar la atencién. Interés. Finalidad clara. Lectura activa. Capitulo I. Mecanismos visuales. . . . Percibimos conjuntos. . . 9. 2 . . Campo visual... . 2 ff lt Fijaciones © ee 2 Capitulo TIT. Defectos en la percepcién y en el aprendicaje. . . . . ee Las regresions - 2... 1 1. La subvocalizacisn, . ) DDD Capitulo IV. Caracteristicas de la buena percep- cine B 17 7 Sass 4 4 45 49 246 INDICE Parte seGuNDA. LA COMPRENSION . . . Capitulo V. El pdrrafo como unidad de pensa- miento.. . 0. ee ee a) Estudio del pérrafo normal. . La frase principal. Localizacién de la frase principal. Comprobacién de Ia frase principal. Ideas o frases secundarias. Importancia de leer por la idea. b) Pérrafosexcepcién. . foe Parrafos con mas de una idea.” ‘Sin frase principal. Causas de los parrafos-excepcién. Copitulo VI. Curso del pensamiento . . . - a) Expresin gréfica. . . - 1 ee b) Palabras sefales . . . 1. + Palabras-avance. Palabras-pausa. Palabras-retroceso. c) Signos de puntuacion. . . Capitulo VII. Significacion. . . 1. La unidad de pensamiento. . . . . « Capitulo VIII. Estructuras del pensamiento. A) Clases de estructuras . . a) Los escritos subjetivos. b) Eseritos objetivos. B) Clases de estructura, . . . se a) Enfoques diversos. b) Las tres estructuras bésicas. 1, Estructura de hechos. 53 aa 1 1 B 95 96 100 102 {INDICE 2, Estructura problema-solucién. 3. Estructura tesisdemostracién. Capitulo IX. Aspectos subjetivos de ta compren. siin, . : Dirigirse directamente al pensamiento del autor. Las actitudes personales . La anticipacién. La evaluaci6n critica » Defectos principales en la exposicién a) Empleo de palabras emotivas. b) Generalizacién indebida. c) Demostracién por ejemplos selecciona- dos. d) Desviacién. e) E] argumento del término medio, f) Argumentos il6gicos. 8) Argumento especulztivo, h) Cambio de significado de un término en el curso de la argumentacién, i) Analogia imperfecta. J) Argumento de autoridad. Capitulo X. Técnicas especiales para lograr una lectura de mdxima rapidez de comprension. La lectura telegréfica . Qué es el “skmming”, La lectura de reconocimiento Lectura de informacién general | Obstaculos y prejuicios . En qué consiste esencialmente Capitulo XI. La asimitacion Capitulo XI. La memoria. . . oa Intensidad de la impresién . us 116 116 9 1. 25 Mi 142 45 149 153, 154 157 163, 167 170 247 248 INDICE Asociacién de ideas. 2. wee ee La repeticion ©. ee Parte TERCERA. APLICACION DE LAS TECNICAS DE LECTURA RAPIDA A LOS CASOS PARTICU- LARES. . . . tone Capitulo XIII. Cémo leer un libro. El titulo . . 1. oe El indice ss. La introduccion : . Los capitulos . : Lectura de informacién . Lectura detallada. . Revision final... . . . ee Capitulo XIV. Escritos especiales... a) Lectura de estudio... Escritos de cardcter social. Escritos cientificos. b) Lectura de obligacién profesional Cartas de negocios. Documentos legales. Informes técnicos. c) Lectura de entretenimiento... . Capitulo XV. Lectura de gréficos . . oe Tablas... Doe Apéndices. 6 ee ee ee Apéndice I. Importancia del vocabulario : Apéndice II, Instrumentos mecénicos para el en- trenamiento en la lectura ss. . ee Bibliografia . . . 2 7 ee ee 12 174 179 183 183 185, 185, 186 187 188 189 191 192 199 205 2 212 23 25 237

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