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AND: PAIDOS CONTEXTOS E, COMTE-SPONVILLE Titulos publicados: 32. S. Hays, Las contradicciones culturales de la maternidad 33. S. Wilkinson y C. Kitzinger, Mujer y salud 35. F.M. Mondimotre, Una historia natural de la homosexualidad 36. W. Maltz y S. Boss, El zeundo intimo de las fantasias sexuales Semeninas 37. S.N. Austad, Por qué envejecemos ° ~ EL AMOR 38. S. Wiesenthal, Los limites del perdén 39. A, Piscitelli, Post/televisién 40. J. M. Terricabras, Atrévete a pensar 41. V.E. Frankl, El hombre en busca del sentido tiltimo LA SOLEDAD 42, M.-F. Hirigoyen, El acoso moral 43. D. Tannen, La cultura de la polémica 44, M. Castafieda, La experiencia homosexual 45. S. Wise y L. Stanley, El acoso sexual en la vida cotidiana 46. J. Mufioz Redén, E/ libro de las preguntas desconcertantes 47. L. Terr, El juego: por qué los adultos necesitan jugar 48. R.J. Sternberg, El tridngulo del amor Entrevistas con: 49, W. Ury, Alcanzar la paz 50. RJ. Stenberg, Le experiencia del amor Patrick Vighetti 51. J, Kagan, Tres ideas sedactoras 32. LD Yalom, Pcalogi yhtertra Judith Brouste 53. E.Roudinesco, Por qué el psicow ris? 54. R.S. Lazarus y B. N. Lazarus, Pasion y raxém he 33. J. Mutioe Ren, Témaelo con flosoe Charles Juliet 56. S Serrano, Cmeprender le conan 37 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66, 67. 68. esi . L. Méx6, Los azares de la razin . V.E. Frankl, Ex el principio era el sentido R. Sheldrake, De perros que saben que sus amos estén camino de casa C. R. Rogers, El proceso de convertirse en persona N. Klein, No logo S. Blackburn, Pensar. Una incitacién a la filosofia M. David-Ménard, Todo el placer es mio A. Comte-Sponville, La felicidad desesperadamente S. Mufioz Redén, El espiritu del éxtasis U. Beck y E. Beck Gernsheim, E/ normal caos del amor M.-F. Hirigoyen, E/ acoso moral en el trabajo A. Comte-Sponville, El amor la soledad PAIDOS Barcelona + Buenos Aires © México, Titulo original: L’amour, la solitude Publicado en francés, en 2000, por Albin Michel, Paris Traduccién de Godofredo Gonzélez Cubierta de Matio Eskenazi Sumario Prefacio . Obra publicada con la ayuda del Ministerio francés de Cultura - Centre National du Livre Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacién escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, comprendidos la reprografiay el tratamiento informatico, y la Mas alla de la desesperanza Entrevista con Patrick Vighetti . 11 disteibucién de ejemplares de ella mediante alquiler 0 préstemo piblices, © 2000 Editions Albin Michel Violencia y delicadeza © 2001 de la traduccién, Godofredo Gonzalez © 2001 de todas las ediciones en castellano, Entrevista con Judith Brouste . 35 Ediciones Paidés Ibérica, S. A., Mariano Cubi, 92 - 08021 Barcelona El esfuerzo de vivir y Editorial Paidés, SAICF, Defensa, 599 - Buenos Aires Entrevista con Charles Juliet . 107 hetp://www.paidos.com ISBN: 84-493-1136-5 Depésito legal: B-40.725/2001 Impreso en A & M Grific, SL, 08130 Sta, Perpérua de Mogoda (Barcelona) Impreso en Espaiia - Printed in Spain Prefacio Este libro se publicé por vez primera en 1992, en las ediciones Paroles d’Aube, recién nacidas por en- tonces y cuya vida habria de limitarse a unos pocos afios. Eso hizo que fuera muy dificil encontrarlo, lo. que justifica esta nueva edicién, revisada y aumenta- da. Se mantiene fiel a la antigua, pero la completa ola esclarece en cierto ntimero de puntos y constituye la edicién definitiva. El volumen, en su primera edicién, se hallaba en una coleccién dedicada por entero a las entrevistas: un escritor —de ordinario un poeta— respondia a las preguntas de algunos de sus lectores o amigos. ¢Por qué acepté yo participar en esa aventura? En primer lugar, por simpatia hacia quienes la habian emprendi- do y pedfan mi colaboracién. Después, porque me gustan las entrevistas, por ese juego, imprevisible y es- timulante a la vez, de preguntas y de respuestas. En ° EL AMOR LA SOLEDAD PREFACIO 9 fin, porque era uma oportunidad de escribir de otta rreo, escribiendo en lo posible a vuelapluma, sin un forma y para otro ptblico. La idea era hacer un libro plan preconcebido, sin preparacién, sin cotejar mis que no fuera simplemente un libro de filosofia, sino referencias y mis citas, casi sin retoques. La improvi- mis bien el libro de ua fil6sofo sobre lo que la floso- sacién formaba parte del juego, tanto més imprevisi- fia y la vida le habfan ensediado, sobre lo que él habfa ble cuanto que era una improvisaci6n a varias bandas. aprendido,.. Me llenaba de ilusion dirigirme a un pé- Era una especie de correspondencia o de diilogo blico como se dirige uno a un amigo, sin precauciones, epistolar, como los que me gusta leer, y me ilusiond, sin elaboracién posterior, sin erudicién, sin mascara: esta vez como autor, aventurarme por ese camino. sdlo algunas ideas recién nacidas, o renacidas, sélo Eso tenia sus peligros. Asi es como, citando de meunos recuerdos, como las huellas de un itinerario, en- moria, atribuf a Pavese una idea que nunca he podido tre confidencia y teflexién, entre pensamiento y tela- hallar en él y que pertenecia probablemente a Adorto... «» no lo es menos. Cuando un matemitico reflexiona sobre lo que hace, sobre la clase de objeto con el que trabaja, sobre la verdad a la que puede acceder, ete, por muy matemitico que sea, se plantea una cuestién que va 1s allé de las matematicas:jesté haciendo filosofia! La prueba es que no todos los mateméticos estarin de acuerdo sobre esa cuestién, o sobre la respuesta que bay que dar a ese pregunta: en igualdad de autoridad * Esta fnge entrecomilada abude claramente al nombre de In fimera editorial (Paroles Aube) que publie6 por primers ver este libro. (N. del) 0 de competencia, se pondrén de acuerdo sobre la validee de talo cual demostracién, pero no sobrelana- turaleza de lo que hacen, Unos setin preferentemen- te intuitivos, o10s formalistas; unos sera partidarios de Platén, ott0s de Leibniz o de Kant. En resumen, ‘mientras hacen, por hipétesis, las mismas mateméti- cas, no comulgarén en absoluto —o no comulgarin necesatiamente— con la misma filosofia de las mate- miticas: hacen lo mismo, pero no tienen el mismo concepto de eso «mismo»! Sc dice con frecuencia, en tono de reproche, due hay tantas filosofias come filésofos, lo que nome pare- ce demasiado exagerado, Podria suceder que también hhubiera, por esa misma razén, cai tantas Blosofias de Jas mateméticas como matematicos 0, digamos mis exactamente, como mateméticos que reflexionsn $0- bre lo que hacen... La filosofia es el pensamiento mis Iibre (no es prisioneto de ningin saber) y a la vez, y por eso mismo, el més singolar. Asi pues, que haya tan- tas filosofias como fildsofos es casi cierto (sélo casi, porque a veces hay vatios filésofos que coinciden: hay escuelas, maestros y discipulos, doctrine con as ave é ce 0 aguél podria idensificarse), pero, aunque tera derto sconce, ‘no tendifa sentido reprochérsele ‘la flosofia, Que los fi6sofos no se pongan de acuet- do, no es una raz6n para no filosofar, es una razén, ¥ muy poderosa, para filosofar uno mismo. Cualquiera puede hacer matemiticas por ti (porque, por hipéte- fis, puede Legar al mismo resultado al que ti habrias Ilegado), por lo que, salvo por aficién pasticular 0 por necesidad de ganatte la vide, no hay ninguna raz6o ot la ue debas dedicarte alas mateméticas ti mismo 14 EL AMOR LA SOLEDAD MAS ALLA DE LA DESESPERANZA iD No hay un officio tonto, pero nadie esta obligado a ha- me da la impresién de que nosotros, los modernos, no cerlos todos. Las matematicas, desde ese punto de vis- somos capaces, ni siquiera de acercarnos a Ja hermosa ta, son un oficio: se puede dejar ese menester en manos confianza de los antiguos... Yo, siempre pensando en de otros. La filosofia, no. O si la filosofia es también un Epicuro, he forjado para mi uso personal la siguiente oficio que tiene sus profesionales (los que la ensefian, definicion que te ofrezco como respuesta (pero es mi los que publican libros...), es ante todo una de las di- respuesta: no quiere decir que te satisfaga) a tu premensiones que constituyen la existencia humana. Por gunta: La filosofia es una practica discursiva cuyo objeto suerte, no estés obligado a seguir clases o a escribir li- es la vida, cuyo medio es la razén y cuyo fin es la felicibtos de filosofia. Pero nadie puede filosofar por ti: lo dad. Me parece que eso vale para cualquier filosofia que yo puedo haber descubierto, por mas que me sa- digna de ese nombre —pero justamente, sobre esa digtisfaga a mi totalmente, o lo que Kant o Hegel hayan nidad no todos los filésofos se ponen de acuerdo... podido hallar, sea cual fuere su genio, jnada de ello ¢Puedo afiadir una palabra? Puesto que estoy haprueba que sea valido para ti! Tienes que dedicarte a blando de la felicidad, quizds alguien quisiera concluir ello personalmente, y eso es lo que se llama filosofar... un poco a la ligera que eso seria para mila esencia de Tomemos, por ejemplo, tu pregunta: «¢Qué es la la filosofia. Pues no. jNo cabe la menor duda de que filosofia?». Por el hecho de ser una pregunta filosdfica, se puede ser feliz sin filosofar, y es perfectamente poadmite muchas respuestas diferentes, y, en Ultimo teér- sible filosofar sin ser feliz! La felicidad es el fin, no el mino, tantas respuestas diferentes como filésofos dife- camino. Ante todo, la felicidad no es Ja norma. ¢Qué rentes haya... No digo esto para desmarcarme, para puede probar el hecho de que una idea te haga feliz? soslayar la respuesta, sino todo lo contrario, para de- Eso es lo que ocurre, al menos durante un cierto tiemcirte que la respuesta que voy a darte sélo me atafie a po, con la mayorfa de nuestras ilusiones... La felicidad iy que otros filésofos responderfan de un modo dis- no eslanorma. La norma dela filosofia, Jo mismo que tinto. Acabo de decir que hay filésofos que coinciden... Ja de cualquier pensamiento, es o no puede ser otra Pues bien, en esta cuestién me hallo muy cerca de lo que la verdad, Si debo tener 0 mantener una idea no que Epicuro decia hace unos veintitrés siglos: «La filo- es porque me haga feliz; en ese caso la filosofia no sesofia es una actividad que, mediante discursos y razo- ria mds que una variante sofisticada del método namientos, nos proporciona una vida feliz». Me entu- Coué. Si debo mantener una idea, incluso cuando esa siasma el hecho de que la filosofia sea una actividad (y idea me Ilenara de tristeza, es slo jporque me patece no un sistema o un saber), que se Ieve a cabo median- verdadera! Lo he dicho muchas veces: si un filésofo te discursos y razonamientos (y no por medio de visio- tiene que elegir entre una verdad y la dicha —y eso nes o de esléganes), en fin, que tienda a la felicidad... Y puede Ilegar a suceder— no se puede llamar filésofo digo que tienda. Porque, en cuanto a proporcionarla, mas que en la medida en que elige la verdad. Renun- 1o EL AMOR LA MAS ALLA DE LA DESESPERANZA ciar ala verdad, o 2 la bisqueda de la verdad, serfare- nunciar ela razén y, por el mismo hecho, ala filosofi, ‘Aqui la norma prevalece sobre el fin y debe prevale- cer: la verdad, para el filésofo, se antepone ala dicha, Mis vale una auténtica tristeza que una falsa alegria Por qué no definir entonces la filosofia por la biisqueda de la verdad? Ante todo, porque esta biis- SOLEDAD a la dicha y a la vez ala verdad, es que intenta, en la medida de lo posible, concilirlas, equé digo?, fun- dirlas muruamente... Ya conoces la cancidn: «Tengo dos amores.... Es0 es lo que canta también la floso- fia. Ena sabiduria, esos dos amores forman uno solo, ue es dichoso y que es verdadero. queda, evidentemente, no es lo propio de la filosofia; también se busca la verdad en historia, en fisica, en el éY el filésofo? periodismo o en los tribunales... Después, porque res- ecto de la verdad a la que supuestamente se llega (por cierto, de una manera parcial y aproximativa) ‘queda por saber qué hacer con ella Ia filosofia se de- ide aqui por entero. La verdad es la norma, pero en todo caso se trata de vivir y, si es posible, de vivir fe- liz, o lo menos desgraciado posible. La filosofia no se libra del principio del placer; pero el placer no prue- ba nada o, en todo caso, no prueba més que el propio placer. De abf esa tensién permanente, que me pate- ce caracteristica de la filosofia, entre el deseo y la ra 26n ©, para decirlo de otro modo, entre el fin (la feli- cidad) y la norma (la verdad). Que las dos puedan encontrarse es lo que ensefia la vieja palabra de sabi- duria. Qué es la sabiduria sino una verdad gozosa? Y no verdadera porque es gozosa (en cuyo caso no habria verdad: bastaria la ilusién), sino gozosa, mas bien, por ser verdadera. Nosotros nos hallamos lejos Jac hin) wreayinaad 1as-veradoes nos souf-udéeren- tes 0 nos molestan. En eso podemos ver que estamos lejos de ser sabios. Pero si Ia filosofia es el amor ala sabiduria, como dice su misma etimologia (es cierto que una etimologia no prueba nada), es que esel amor Es todo el que practica la filosofia 0, dicho de otro modo, quien utiliza su razén para reflexionar sobre la vida, para liberarse de sus lusiones (ya que la verdad es Janorma)y, sipuede, jpara ser felis! Vas decirme que, ‘en ese sentido, todo el mundo es flésofo en mayor © menor medida... Y por qué no? A veces utliz esta de- finicién ain mas sencilla: filosofar es pensar la vida y vivir el pensamiento. Nadie lo consigue por completo (aadie es completamente filésof), pero asimismo, nadie podré prescindir por completo dello. En el fondo, los lamados grandes fil6sofos no eran personas que prac- ticaban una especie de actividad inaudita de la que Jos demés serian incapaces; son los que hicieron mejor Pero nuestros discursos nos separan, fo mis- T'S, eso eslo qué yo he ViIdS a veces, or To que po- iiestros deseos, To mismo que nuestras est dria ser legitimo, efectivamente, evocar 2 los misticos, faftzas.. En el fondo, no estamos separados de la eter- £0 EL AMOR LA SOLEDAD MAS ALLA DE LA DESESPERANZA nidad mas que por nosotros mismos. De ahi ese senci- lez cuando el ego se disuelve: sélo queda el todo, en exyo caso poco importa el nombre que algunos quie- ran darle «Dios», «Naturalezay, «Ser»... Cuando ya no hay més que todo, epara qué sirven las palabras, si todo carece de nombre? Aqui se viskumbra el espi- riu del Tao, y esa gran locura de Oriente me importa sms que nuestras minisculas sabidusias.. El silencio y In eternidad van siempre juntos: nada que decir, nada ue esperar, puesto que todo esté ahi, ¢Sabiduria del instante? vive de verdad, es la eternidad misma. En el fondo, es Jo que Christian Bobin llame ef octavo dta dela sema- ‘na, que no es un dia més, por supuesto, sino la eterni- dad de cada uno de ellos. Aqui, ahora: jla fugitiva y perenne eternided del devenir! ¢Sabiduria de instan- te? (Si prefieres lamarlo asi!, pero de ese instante etemo que es la duracién. Carpe acternitatem.. En cuanto a la soledad, evidentemente, es nuestra ‘herencia comin: el sabio esté mas cerca de la suya en la medida en que est mas cercano.a.lawerdad. Pero Ir wIedaA HO Se aislamiento: es cierto que algunos la viven como ermitafios, en una gruta o ca un desierto, ¢Sabiduria del solitario? pero otros la viven en un monasterio, y otros incluso —la mayoria—, en la familia o en la colectividad... Es- Uno y otro y ninguno de los dos. Sabiduria del tar aislado es estar sin contactos, sin relaciones, sin presente, por supuesto, y me gusta que todo presente ‘sea instanténeo. Pero, en resumidas cuentas, duramos tun instante tras otro, y e30 es lo que significa exist. «El duro desco de durar>, decia Eluard: a mi parecer, bocas frases reflejan con mayor exactitud el verdade. +0 gusto por la vide... No se trata de vivir, como el animal segiin Nietzsche, atados «a la estaca del ins- tante>. Ni tampoco de embrutecerse en el no futuro de los punks o de los idiotas. No se puede vivir en el instante, puesto que la vida es duraciGn, Bergson, a «ste respecto, dio lo esencial y, cuando se vive, es im- Posible no ser de algtin modo bergsoniano. El todo que se nos da dura, y nosotros con él, dentro. No es el instante lo que hay que tomar, sino el etemo presente de lo que dura y pasa. Este es el punto de encuentro de misticos, poetas y filésofos. «Carpe diem, decia Horacio; pero una vez cogido ese dia, o recozido. si se amigos, sin amores, y eso, por supuesto, es una desgra- cia. Estar solo es set uno mismo, sin recurso a los.de- més, ¥ &3a es la verdad de la existencia humana. ¢Cémo ‘podria alguien ser otro distinto de s{ mismo? gCémo po- fa alguien descargamos del peso de ser nosotros mis- mos? «El hombre nace solo, vive solo y muere solo», decia Buda. {Eso no quiere decir que se nazca, se viva yy se muera en el aislamiento! El nacimiento, por defi- nici6n, supone una relacién con el otro: la sociedad est siempre ah, y la intersubjetividad también, y nun- ca nos abandonarin. Pero, qué cambia eso en la sole- dad? Del mismo modo, cuando Pascal escribe en los Pensamientos «Se muere solo», no quiere decir que se ‘muere aslado. En el siglo xvu, eso no sucedia casi nun- a; en la estancia donde se moria habfa de ordinario un cierto niimero de personas: la familia, el sacerdote, va- tios amigos... Pero se moria solo, lo mismo que hoy en 30 EL AMOR LA SOLEDAD MAS ALLA DE LA DESESPERANZA dia, porque nadie puede morir en lugar nuestro. La so- jNaturalmente que si! Sabiduria, pensamiento, ledad es la regla. Nadie puede vivir por nosotros, ni moral, amor... todo eso no existe més que en una so- morir por nosotros, ni sufrir © amar por nosotros. Eso 3 lo que llamo la soledad: no es mas que un nombre distinto para el esfuerzo de exist. Nadie vendré a le- var tu carga, nadie, Si se puede dar a veces ayudasau- tua (jy €s cierto que se puede!), eso supone el esfuerzo solitario de cada uno, sin lo cual —excepto en el caso dc ilusiones— no podela darse. Ast pues, la soledad xno @s el rechazo del otro, por el contrario, aceptar al otro es aceptarlo como otro (iy no como un apéndice, un edad, {No existe la sabidurfa en estado puro, ni el pensamiento, ni la moral, ai el amor, ni el arte! Asi pues, todo es social, y por ende, todo es politica, como Aeciamos en 1968. ¥ tenfamos razén: era verdad, lo es siempre. Pero si todo es politica, la politica no lo es to- do, Si todo ¢s social, la sociedad no lo es todo. La sole- ad sigue existiendo, no al lado de la sociedad, sino ea «lla, y en nosotzos, Cada uno sabe muy bien que la s0- ciedad no es 0 contrario de lasoledad, nila soledad lo instrumento o un objeto de sf mismo!), y eneste senti- contrario de la sociedad. La mayoria de las veces estado el amor, en su esencia, es soledad. Rilke hallé las pa- mos a la vez completamente solos y todos juntos. Obser- labras precisas pata expresar ese amor que — tanto—snece- va nuestras ciudades, nuestras viviendas de renta limi- sitamos y-del que tan raramente somos capaces: «Dos tada,* nuestras agrupaciones... la sociedad moderna sgledades q que se protegen, se completan, se limitan y se inclinan Ia una hacia la otra... Esta belleza suena a retine alos hombres como ninguna otra lo habia hecho nunca, o al menos los acerca, los reagrupa, pero la so- Gierta. Elamorno éslocontratio ~de Ja soledad: es la so- ledad es cada vez més flagrante: uno puede sentirse jedad compartida, habitada, iluminada —y a veces en- mas solo en el anonimato de las grandes ciudades que sombrecida— por la soledad del otro. El amor e8 sole- ded, siempre, y no porque toda soledad sea amorosa, faltaria més, sino porque todo amor es solitario. Nadie cen la plaza de su aldea... A mi, personalmente, ¢s0 no deja de gustarme; la soledad me acongoja menos quela estechez, y sime entusiasnael eampo, en cambio des- puede amar en nuestro lugar, ni en nosotros, ni como confio de los pueblos y ciudades. Mas soledad equivasi fuera nosotros. Ese desierto, en tomo de si mismo o le también a més libertad, més posibilidades, mas im- del objeto amado, s el amor mismo. Soledad del sabio, soledad del amor... En tus libros hablas también de la soledad del pensamiento (cuando tratas de la La diferencia entre la voluntad y la esperanza est4 iSi, eso no es del todo falso! Quiero decir que hay en que no se espera mas que lo que no esta en nuestro muchos que sélo son capaces de soportar sus decep- poder, mientras que no se puede querer més que en el ciones sucesivas consolandose cada vez con nuevas es- ambito de una accién inmediatamente posible. Para 52 EL AMOR LA SOLEDAD MAS ALLA DE LA DESESPERANZA 53 hablar al estilo estoico: no se espera mAs que lo que no cepcione... La esperanza y el rencor van siempre unidepende de nosotros y no se quiere més que lo que dos como unidos van el amor y la misericordia.. si depende de nosotros. Trata de tener la esperanza Eso indica el camino. No se trata en absoluto, en de caminar... jEso jamés ha hecho que nadie se mo- contra de lo que algunos han crefdo entender, de re- viera! Por lo demas, ¢quién habria de tener la espe- nunciar al deseo. Si el deseo es la esencia misma del ranza de caminar excepto el paralitico? Nadie espera hombre, como decfa Spinoza y como yo mismo creo, aquello de lo que sabe que es capaz, y eso dice mucho ecémo se podria renunciar a él y por qué habria que al respecto sobre la esperanza. «No es més que impo- hacerlo? jDejar de desear seria dejar de vivir! No se tencia del alma», decia Spinoza, y ése era el espiritu del trata de suprimir el deseo, sino de transformarlo, de estoicismo, espiritu. ain vivo. «Cuando hayas desapren- convertirlo, de liberar de la mejor forma posible su dido a esperar —venia a decir Séneca—, yo te ensefiaré potencia: desear un poco menos lo que falta y un poco ‘2 querer...» Y es cierto que ambas cosas van jun espera tanto més cuanto menos capaz sees de accion, y *//aeespera tanto menos cuanto ms se sabe actus. fo se espera mis que lo itreal 0 lo desconocido; no se se es ‘menos @h parte, «Cémo se podsia amar lo que no exis- més lo que hay; desear un poco menos lo que no de; pende de nosotros v un poco més Io que si depende... resumen, se trata de esperar un poco menos y de querer un poco més (en lo que depende de nosotros), de esperar un poco menos y de amar un poco més (en Jo que no depende de nosotros)... Es el camino de la sabiduria, una sabidurfa de la acciéa, una sabidusfa te o lo que se ignora por completo? ¢Cémo se podrian del amor. Se trata de aprender a desprenderse 0, como amar, por ejemplo, los hijos que no se tienen atin? Eso decfa Spinoza, de hacerse «menos dependiente» de la seria amar la propia esperanza, en cuyo caso uno sdlo esperanza y del temor... Naturalmente, esto jamds se se ama a si mismo... Seré necesario un gran esfuerzo” termina por completo, por lo que nadie es sabio en para pasar de ese amor narcisista de los hijos sofiados toda la extensién de la palabra. Pero la sabidurfa esta al—mucho més rico y dificil— de los hijos reales... ¢Tra- ya en el camino que conduce a ella. En una palabra, se bajo del duelo? Sin duda alguna, pero también trabajo trata de vivir, en lugar de esperar vivir... del amor, o el amor mismo como trabajo. En todo amor Esto nos lleva al inicio. ¢Qué es filosofar? Es hay desesperanza, y tanto més cuanto menos ilusiones aprender a vivir y, si es posible, jantes de que sea de- se hace uno. «Hay que amar a la gente como es», s¢ dice con frecuencia, (51, pero no hay eleccion! Hay que ‘Sino los propios suefios, amarla Como es 0 esperar que ‘sea de otra forma y reprocharle siempre el que nos de- masiado tarde! Aungue me estoy expresando mal. Siempre es demasiado tarde en cierto sentido, el poe- ta tiene razén, y sin embargo jamas es demasiado pronto ni demasiado tarde, como decia Epicuro: la vida no cesa de aprenderse ella misma, de inventarse at EL AMOR LA SOLEDAD ella misma, hasta el final, y 1a filosofia no es en el ser humano sino una de las formas de este aprendizaje o de esta invencién. Asi pues, es la vida lo que vale. La filosofia sélo tiene importancia en la medida en que se ee . pone a su servicio: es la vida pensada en hecho y en Violencia y delicadeza - Entrevista con Judith Brouste €Y Ia sabiduria? iEs la vida vivida, aqui y ahora, en hecho y en ver- dad! Dicho de otro modo, es nuestra vida real, tal como es: la verdadera vida, la vida verdadera... Peto de ella nos sepatan casi siempre nuestros discursos [sobre ella] (jsobre todo nuestros discursos filoséfi- cos!), muestras esperanzas, nuestros suefios, _nuestras Durante mucho tiempo crei que me gustaba la litefrustraciones, nuestras angustias, nuestras _ decepcio- ratura. Toda la literatura, pero sobre todo la novela. De nes... Eso es lo que habria que dejar atrds, superar, di- pronto, un dia lei a Kafka y senti como si el relato se sipar. La sabiduria no es otra vida que hay que alcan- desgarrara, se me hizo patente el corazon del libro, a lo zar: es la vida misma, la vida sencilla y dificil, la vida vivo, la experiencia viva —o sofiada— del hombre que ttagica y dulce, eterna y fugitiva.. En ello estamos: no escribe. nos queda més que vivirla. Entonces me di cuenta de que lo que me gustaba era el «nticleo duro» de la novela, lo que la habia engendrado. Las novelas, las historias imaginadas pueden ser hermosas, distraidas, inteligentes. Pero son vanas si no son el resultado de una necesidad interior. ¢Se puede también percibir, experimentar eso en filosofia? No es esta historia, esta cara oculta, este desgarro interno lo que ata a hombres como Montaigne o Pascal? André. caué fue lo que te hizo nacer a la filosofta? 26 EL AMOR LA SOLEDAD VIOLENCIA ¥ DELICADEZA 57 iPudo ser la novela! Y después el hastio de las no- ey después? Como novela, basta la vida, ¢o no? Pero velas... éSabes?, al principio me gustaba la literatura no trato de hacer de esto un caballo de batalla. Cada ente: era para mi Te verdadera vida (como dice Proust peo aio no habia leldo nedn de, y Ia tnica valida, De adolescente lef libros que me da la impresin de que apenas se leen ya: Martin du Gard, Koestler, Somerset Maugham... y también Gide, des- pués Sartre, mas tarde Céline y finalmente Proust, ha- Colette Gibert, y acompahé a Artaud a Rodez, le acogié con quien se duerme, ¢cémo se podrian evitar en la después en Paris y entablé con él, llena de entereza, un familia esos juegos de la ternura y del deseo? Por lo diélogo del que se conservan hermosas cartas (Suppét et demis, eso es lo que la separacién interrumpe (aunsupplication), y sobre todo un texto titulado Le Débat que sucede a veces que ternura y deseo sobreviven indu coeur, donde escribe: «Comienzo a entrever el senti- cluso al divorcio), y es necesario que haya algo que indo del reencuentro: el comienzo de la destruccién de mi terrumpir... No hay que idealizar a las parejas. Esas misma —perfectamente oculto para todos— pero cierto». historias de grandes pasiones colmadas, de amores No rechaxar la delicadexa... «El amante, el amigo, el que duran eternamente, hoy mds que ayer y menos que padre», como tu dices. Tres en uno... ;Me parece que, en mafiana, son, por supuesto, pura literatura, y de la /a doctrina cristiana, eso se llama «un misterio»! Para peor: son una mentira. Cuando dices que no crees en i también lo es esa coexistencia. ¢Quiere eso decir que las «ventajas del amor», si entiendes por ello las venti la has vivido? ¢Quiere eso decir que has hallado esa tajas del estado de enamoramiento, tienes toda la ramujer que ha sido «la amante, la amiga y la madre»? zOn: yo tampoco creo en ellas. Hay que vivir la pasién, cuando se presenta, pero lo mds sensato es no esperar ' iDios me libre, si con ello quieres decir que la mis- nada de ella, jy sobre todo nada de ventajas! Sin em- i ma mujer seria para mi las tres a la vez! En la vida de bargo, la pasidn no lo es todo en el amor, ni siquiera | un hombre hay suficiente con una sola madre... En es lo esencial. A este respecto, los fildsofos mienten ‘ cambio, si quieres decir que un hombre puede tener menos que la mayoria de los poetas 0 de los novelistas. como amante y como amiga a la madre de sus hijos, Esta exaltacién del eros, este delirio de la imaginacién jentonces si, y afortunadamente! En ello no hay nada y del deseo, este narcisismo a dos, jamas han podido de excepcional: es la regla comun de las parejas, su tri- tomarlo completamente en serio. Eso extrafia con frevialidad de cada dia. «Tres en uno —dices— es un cuencia a las jévenes: éstas quisieran que los filésofos misterio...» En absoluto. ;Ademés, hay muchos més les dieran la raz6n. Pero, ¢cémo podrian darsela si la ‘que tres! Esté también el que ama el pensamiento (di- ‘vida misma se la quita? No hay que idealizar a las pa- amos, el filésofo), el que ama la buiena mesa, el que rej, pero tampoco. bar ‘que idealizar Ia pasi6o; vivir ama cl silencio o la soledad, el que ame la misica de a; tose presen ‘ao pedis que Mozart o de Schubert... Fso no es tres en uno: es un in- ‘no. irle que ella sola baste, jno pedirle que: dividuo —cualquiers—que no termina nunca de amar El cca Eo ils gi ue ng de forma diferente cosas diferentes..: El-corazén in- consiste en saber si nnumerable: es el corszén mismo, Pero volvamos a la bay gue dejar de amar cuando se deja de esta enamo. pareja. Excepto si se detesta a la persona con quien se vive, excepto si no se desea en absoluto a la persona tado (en cuyo caso apenas se puede hacer otra cosa que ir de pasién en pasién, con inmensos desiertos de 16 EL AMOR LA SOLEDAD VIOLENCIA Y DELICADEZA hastio y de aburrimiento entre una y otra), o si, por el de muieres me gustaba... Yo le respondf: «Las que no contrario, hay que amar de otro modo y mejor. Las se hacen ilusiones sobre los hombres y, sin embargo, pocas parejas que lo consiguen a duras penas (pero las los aman». Esas mujeres existen, ti formas parte de hay, en cualquier caso), me parece que exploran este segundo camino que, sin duda alguna, es el mas dificil yams Tend deltcadena.. Me gustan Tas parchas cuando son felices: me gusta su intimidad, su com- plicidad, su humor, su erotismo del dia.a dia... Esos amantes saben que el deseo es otra cosa y mas que una carencia, que el amor es otra cosay més que la pasi6n, No hay que idealizar a las parejas, pero tampoco hay que calumniar a la vida, Sin duda recuerdas lo que es- ellos, y es el mejor regalo que podéis hacemos: un poco de amor verdadero, de deseo verdadero, de pla- cer verdadero... Eso es lo que yo amo en la desaudez, en la sexualidad, en el encuentro artiesgado de los ccuerpos: esa verdad que a veces alli se juege, que ali se desvela, que allie abandona... Eso supone casi siem- pre que se toma el tiempo suficiente para conocerse, para familiarizarse, pera amarse. Después la vida pasa vy nosotros con ela. lr saltando de pasin en pasién? cribe Rilke en las Cartas a un joven poeta: «Debemos atenernos a lo dificil. Todo lo que vive se atiene a Sinceramente, yo ya no tengo la edad. En cuanto a las mujeres que yo he amado o que ello... Es bueno estar solo porque la soledad es dificil. También es bueno amar, voraue el amor es dificil...». ue ¢! g CY sigo amando, si no te importa, vamos a dejar ese tema de lado. En cambio, ¢qué hay mas tonto, quiero decir mas fa- cil, que enamorarse? Eso esté al alcance de cualquier adolescente, y esté muy bien asi: jcomenzar por lo Entonces volvamos a los libros... Yo no he hecho nin- mis facil es sefial de buena pedagogia! La vida sabe muy bien lo que se hace o, al menos, sin saberlo lo hace muy bien, Pero la adolescencia no dura més que un cierto tiempo, y también eso es acertado, Uno de mis amigos, que andaba por los cuarenta, me dijo un dia: «;Cada vez que me enamoro lo hago como si fue- rala primera vez!» Yo sentla pena por él. Eso querfa decir que no habia aprendido nada. Por el contrario, ppara mi fue diferente cada ver: yo crefa cada vez me- 10s en la pasiéa y ceda vez mas en el amor. Eso no me impidi6 volver a enamorarme, por supuesto, pero al menos me disuadié de ilusionarme demasiado al res- gin estudio; sin embargo, para mt los libros ban sido los (que més ban contado, Ellos me ban saluado, La lectara ha ‘sido para muna auténtica experiencia, En ella be encon- trado lo que Péguy llama «xn refuerzo de la existencian, Por qué dices que aa filosofia no tiene ninguna im- portancian y que «las novelas no tienen ninguna impor. tancian? No te oreo. ¢Negartas ti oy en dia al libro esa ‘fuerza, esa verdad, esa conmocién que puede provocar? Un libro, dice Kafka en su diario, debe sex.el.bacha que rompe en nosotros el mar belado... Un eseritor que cree atin en la literatura, equé pecto. Un amigo me pregunté recientemente qué tipo puede aportarnos que sea. realmente importante, 0» 78 EL AMOR LA SOLEDAD VIOLENCIA Y DELICADEZA qué puede un fildsofo que atin cree en la filosofia, si ca las ha tomado completamente en serio, ni a la lite- ni siquiera han superado la vanidad de lo que hacen, ratura tampoco. Lo mismo ocurre con Pascal («El de lo que les ocupa, si atin toman en serio su obra o a auténtico filosofar consiste en burlarse de la filoso- si mismos? Sin embargo, Kafka tiene raz6n: un libro es um hacha o, en cualquier caso, puede serlo. Puede romper el hiclo, Puede romper cadenas. ¢Pero quién fia..»), ylo mismo con Montaigne: «Nuestro oficio ¢s ‘componer nuestras costumbres, no companer libros. ‘Nuestra grande y gloriosa obra maestra es vivir opor- es el que da culto a las hachas? ¢Quién las preferiria tunamente». Estoy de acuerdo en que los libros, a en vez de las olas del mar o los bosques? ¢Quién les veces, ayudan a ello (jsobre todo ese de Montaigne!); consagraria su vida? Romper el mar helado, si. Pero pero nunca podrén reemplazarlo. ¢Cudntos grandes es el mar lo que importa, el inmenso mar (el mundo, hombres, cudntos grandes pensadores no han escrito ' la vida), que contiene todos los libros y que ninguno nada? ¢Cuantos insignificantes escritorcillos escriben lo contiene, ‘del que todos los libros hablan mientras libros? Esta es una idea que, en mi adolescencia, me lpermanece mudo. ¢Cudntos autores, cuéntos lecto- es son como marinas que de forma absurda calec- Gionarfan hachas st olvidarian de navegar? Hevisto 18 biblioteca; sodos esos bros bien colocados... La ‘fa estd mas desordenada, pero es como ella. Todas las bibliotecas se parecen: no son miis que muertos comprimidos en vertical. Estoy de acuerdo en que en cllas hay muchas obras maestras, e incluso en que, tanto en la tuya como en la mia, no hay, por asf decir- Jo, mas que obras maestras, Pero, ¢de qué servirian ‘esas obras maestras sino estuviera la vida y sila vida rondé la cabeza durante mucho tiempo: que los mas grandes maestros también debfan de haberse desvin- Goad dela eretaray que, por lo tanto, al no haber escrito nada, o al menos al no haberlo publicado, de- bian de ser totalmente desconocidos... Es. {@ hombre sabio se vasa dejar nombres. nidachacempafia a te han admitido en la Eseue ‘superior, calle de Ulm, y excepcién hecha del momento de os resul- no valiera mas que. esas obras maestras? De repente tados, el mayor impacto que recibes es cuando entras me viene a la memoria el pensamiento de Lafontaine, por vez primera en la biblioteca... Uno se siente alde aquel epitafio que habia preparado para su propia guien, piensa en los gloriosos antepasados, en la obra tumba: «Dividié su vida en dos partes, la una la pasé que va a escribir, en una palabra, esta haciendo comdurmiendo y la otra sin hacer nada». Y, sin embargo, pletamente el ridiculo. Después se pasea... El encanto era un genio, iy qué obras maestras le debemos! Pero de esta biblioteca (y lo que la distinguia por complejustamente, es esencial para esas obras maestras que to de las dems que yo habia frecuentado hasta enél no haya sido victima de ellas, quiero decir que si tonces: Santa Genoveva, la Sorbona...) es que se puede estan tan magnificamente logradas es porque él nun- ’ circular por ella libremente, que uno mismo busca los —™ VIOLENCIA Y DELICADEZA so} EL AMOR LA SOLEDAD / En cuanto a los demés, a la gente normal, a los que libros que necesita, que uno se pierde en ella, que se sumerge... Es una de las grandes bibliotecas de Fran- cia, no cabe la menor duda, pero, aun asi, no es la Bi- blioteca Nacional: porque en ella no hay més que li- bros elegidos, seleccionados, es decir, segin lo que xnos explicaron el dfa del ingreso, algo asi como unos uinientos mil volimenes, y sblo en la biblioteca de letras... Eso es muy poco comparado con la Bibliote- cca Nacional (trece millones de volimenes) 0 la Biblio- teca del Congreso, en Washington (jveinte millones de volimenes!), Pero, para un individuo, eso ya es apabullante... Ta misma puedes hacer el célculo. Se entra en la escuela hacia los veinte afios, y tenemos ac- cesoa la biblioteca de por vida: digamos que es0 pue- de ofrecer la perepectiva de unos sesenta afios de lec- tura...Pongamos las cosas en lo mejor, on lo peor, es decir, un alumno que leyera un libro diatio, todes los dias de su vida, durante sesenta afios. A fin de cuen- tas habra leido unos veintid6s mil libros, es decis, un poco més del 4% de una buena bibliotecs, si, pero exclusivamente literaria (jy los libros de ciencias también existen!); ademés, bastante pobre en lo que atafic a literaturas extranjeras... ¢Vale eso la pena? Ip angusta, Ia soledad, la Tatiga.. A pesar de todo, joadnta necesidad tendremsos de valor y de entereza! Ese valor y esa entereza se hallan en las grandes obras, en todas las, por eso son capaces de transmitirlo. Todo eso que dices etd muy bien...Quina demasiado bien. Yo también paseo con los pies descalzos sobre la za se hacen dficiles, ve comvierten en una autbntica con (quista, La fascinacibn de vivir jamds me ba abandonado. ero tanpoco el rechazo del mundo, Ni la rebelion. Si, conozco los bellisimos discos con Clara Haske. También be escuchado mucho a Yves Nat.. Las dlti- ‘mas sonatas de Beethoven, pero be querido de forma

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