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Entre libros ¥ comentarios Xul Solar y la recreacion vanguardista del discurso sagrado Xul Solar (Alejandro Schulz Solari, 1887-1962) es hoy en las palabras de Leopoldo Marechal, “uno de los verdaderos mitos de Buenos Aires”, vagamente co- nocido como pintor mistico y como uno de los individuos extraordinarios que integraron la vanguardia argentina (1920- 1930). En efecto, es dificil espe- cifiear el oficio que desempené Xul por medio de un nimero enorme de proyectos aparente- mente dispares. Borges resume el 1 Leopoko Marechal. “Entrevista ‘con Germin Leopoldo Garefa” en Heblon” de” Macedonio Fernandes, Buenos Aires, Carlos Pérez, 1969, p. 67, El tema del libro es més amplio de Jo que india el tftulo; documenta, a través de entrevistas, muchos aspecios ela vanguardia. programa vital de su amigo, mar- cadamente multifacético: “*Xul Solar era un mistico, era un visio- nario, era un pintor... Ademés Xul ‘Solar era muy lector: le interesiba mucho la filologia” » La imagen imprecisa y legen- daria de Xul se debe no sdlo al eclecticismo de sus proyectos, sino también a su manera de con- cebir y Ievar a cabo su mision, Mis que creador de obras perdu- ables, monumentales, fue genera- dor y propagador de ideas. Otre- cid sus conceptos a todos; entre los que mis atencién le prestaron figuran Borges, Macedonio Fer- nandez y Oliverio Girondo.? En Jos cafés y banquetes vanguardis- tas, en su casa, Xul inst6 a sus contemporaneos @ intentar nue- vas practicas artisticas, linglisti- cas y religiosas. ‘Ademas de divulgar sus nocio- nes radicales, Xul las puso en prictica —a veces— para crear obras artisticas. Las mis durade- ras son sus cuadros, que repre- sentan, segiin Borges, “la mistica pintura de los que no ven con 2 Jorge Luis Borges, en Fernando Sorrentino, Siete conversaciones con Jorge Luis Borges, Buenos Aires; Casa Pardo, 1973, pp. 22-23, 3 Macedonlo Fernindez, reconoce y describe el asesoramiento lingifstico que le proporcioné. Xul Solar en su Museo de la Novela de la Eterna, Buenos Aires, Centro. Editor de América Latina, 1968, p. 47 y p. 70, y. Popeles de ‘recienvenido, Buenos ‘Aires: Centro Editor, 1968, p. 70. Sobre la cuestiOn de’las influencias, véase d libro de Garefa, y Onvaldo Sranascini, Xul Solar, Buenos Aires, Baiciones Culturales, 1962. los ojos fisicos en el ambito sa- grado de Blake, de Swedenborg, de yoguis y de bardos”.* Pero ademas de estas reconocibles “obras dearte”, Xulcreé muchos artefactos misceléneos: miscaras, titeres, cruces, mandalas, disfra- ces, articulos caseros, adomos personales, y otros objetos di- versos. En la creacién lingtisti Xul manifest atin menos interés por dejar monumentos, y de alli la falta de una “obra” solida, Priv en él el conversador, no el eseritor. Por eso, para analizar sus ideas sobre la reereacion del iscurso, hay que recurrit en muchos casos al testimonio de Jos que compartieron su conver- sacién, y que después lo recons- truyeron, Las dos fuentes impres- ceindibles, al respecto, son la his- toria oral de la vanguardia que compilé Germin L. Gareia y el libro de Osvaldo Svanascini, ami- 0 y disefpulo de Xul Solar.* Ademés de las reminiscencias y los homenajes de sus contem- porineos, hay otra fuente para la indagacién del discurso extraor- dinario de Xul: sus muy pocos y fragmentados escritos, donde bos- queja —no desarrolla~ sus ideas, En muchos casos, son breves 4 Borges, en Svanascini, p. 22. 5 De interés especial son lox comentarios de Enrique Villegas y Manuel Peyrou, p. 52 y p. 60 det libro de Garcia, Describen los procedimien- tos por los que Xul solfa obligar a los vanguardistas a escuchar sus nuevas Tenguas ya veces « hablarlas, aunque fers en forma parcial y tentativa. 115 notas, critica de arte sobre todo, que aparecieron en el periddico Martin Fierro y otras publicacio- nes. Mas interesantes son los pe- ‘quefios trozos que eseribié para exponer y explicar sus preocupa- ciones fundamentales. En algu- NOS casos, estos textos propor- cionan instrucciones para cual- quier lector que quiera intentar Jas nuevas. pricticas. inventadas por Xul. En otros, dan un mo- delo provisorio del manejo del Jenguaje renovado e internacional ‘que abog6 Xul (la panlengua o el neo criollo). Una seleccion de estos textos breves aparece en el libro de Svanascini; debido al poco interés que manifesto Xul por conservar y ordenar sus pape- les, es improbable que se produz- ca ‘una coleccién completa, Este trabajo utiliza las dos fuentes arriba descritas: el material re- construido por los. contemp: neos de Xul y algunos de sus textos escritos. EI presente trabajo examina los recursos mediante los cuales Xul Solar propuso reinventar un discurso sagrado. Este experi mento sigue siendo de interés porque fue el aspecto del pro- yecto de Xul Solar que mis compartio éste con los demas integrantes de vanguardia y que asi mas ayud6 en la formacion de un vanguardismo radical en la Argentina, Xul se ofrecié como asesor linglistico y espiritual a un mismo tiempo; segiin su con- cepto, la recreacion del lenguaje humano s6lo se podia realizar 116 mediante una regeneracién de las facultades misticas del hombre. Borges indica la equivalencia entre lingiiistica y religion que caracterizo el pensamiento de Xul Solar al describirlo como “hombre versado en todas las dis- ciplinas, curioso de todos los ar~ canos, padre de escrituras, de Jenguajes, de mitologias, huésped de infiernos y de cielos. ..”* Aqui se resumen los elementos que impulsaron a Xul a desarro- lar sus nuevas pricticas comuni- cativas y a fomentarlas entre los vanguardistas, En su biisqueda de © Borges, en Svanascini, p. 22. intensas experiencias de lo sa. grado, sus tendencias esotéricas, su obsesiOn con la reformulacion del habla, su deseo de sintetizar sistemas y teconciliar componen- tes dispares, Xul representa un aspecto importante de la van. guardia. Para Xul, el punto de partida fue la frustracién que experi- mentaba ante los sistemas ya existentes de lenguaje religioso. En sus indagaciones, descubrio algunos ejemplos de textos sagra- dos euyo poder le parecia inne gable. Sobre todo logré estable- cer una relacién intelectual ¢ intima con la cabala y sus co- rrespondientes comentarios exe- géticos, el Zend-Avesta, los escri- tos de los misticos judios y cris tianos, y otros testimonios per- sonales de una conmocion espiti- tual, explicaciones mitico-magi- cas del cosmos. Ademis, solia desprender elementos de los escritos. religiosos para después integrarlos a su propio sistema. De la tradicién islamica, recogio una plegaria, la Fatia, por su representacion caligrafica en for- ma circular.” De los textos narra- tivos indigenas, adopts recursos para explicar el origen del uni- verso." 3 ramsc + Valen be ais he leyenda que thiga en “Critica el "vaplementa Hiterario “Giigito por Jorge ala Borger, eon slerigioe coamolieeor aparece remprenoe en Grae, Nov 38 ste) 2028, A pesar de la estima en que tenia tales mitos, leyendas, testi- monios y plegarias, Xul experi- mentaba un deseo apremiante de rehacer el discurso sagrado. Esta inquietud se basaba en dos con- vicciones fundamentales. En primer lugar, los escritos de las varias religiones carecian del universalismo que exigia siempre Xul. Esta queja se dirigia sobre todo hacia las religiones que re- querian una fe en el sentido de un asentimiento a ciertas verda- des fijadas por la doctrina. Segin al juicio de Xul, un sistema reli- gioso tenia que mantenerse abier- to ala incorporacién de nuevos coneeptos y postulados, lo cual se hacia dificil bajo el imperio de verdades oficialmente formu- ladas. Dentro de un sistema ple- namente universal, la verdad no se recibia con cardcter normati- vo, sino que se creaba a cada momento mediante el ejercicio de la inveneién y de la sintesis de constituyentes de otras reli- giones, Aun las religiones de ar- mazén doctrinal mas flexible, como el budismo, podian reflo: recer al admitir la continua introduccién de otras verdades, ‘Segin ya se ha hecho evidente, el concepto de universalismo que proclamaba Xul era de un relati- vismo descomunal, Su poco inte- rés por una teologia estable se atentiza en una queja que ex- pres en una visita a Borges: “después del amuerzo, s6lo pude crear ocho nuevas religiones”.® ‘También se impuso la tarea de repensar y rehacer el aspecto lingtiistico de la religion. Como los demas integrantes de la van- guardia argentina, buscaba un nuevo lenguaje, una regeneracion fundamental de la expresin ver- bal. Pablo Rojas Paz resume la actitud del grupo al constatar que: “Nos legaron, . . un idioma de hierro. ,Quiénes nos impedi- ran fundirlo para hacer de él lo que nos plazca? El castellano es un idioma medio asfixiado al que nosotros hacemos respiracion ar- tificial” 19 Los participes del mo- vimiento se sentian con derecho a manipular, desintegrar y recom- binar las formas lingitisticas con la finalidad de contrarrestar su fosilizacion. ‘Xul reconoeia las innovaciones que ya se habian realizado en el discurso religioso, p. ej., en la 9. Borges, en Svanascini, p. 12. 10 Pablo Rojas Paz, “Hispanoame- lcanismo", Martin Fierro, 2a. época, 2,17 (1925), ap. obra de William Blake, uno de sus modelos y héroes. El defecto de tales intentos era, sin embar- go, el de ya haberse terminado, de ya haber logrado su plasma: cion definitiva. Lo que se nece- sitaba ahora era una invitacion permanente a la introduccién de nuevas. variantes. El discurso sagrado podria ampliarse median- te el injerto de elementos tipicos del nuevo siglo, entre ellos la informatica, las técnicas publi tarias, la linglistica, la ciberné- tica y las nuevas teorias fisico- matemiticas. También se inser- tarian dentro del idioma religio- so las invenciones asociadas con la poesia de vanguardia; uno de los grandes afanes de Xul era la aplicacién del nuevo lenguaje poético a campos. seminticos no poéticos, como en este caso lo sagrado. La experimentacién de Xul Solar pudiera parecer, al primer contacto con ella, tina simple aberracién idiosincratica por par- te de un individuo de dotes inne- gables pero excéntricas, Sin em- bargo, tiene significado y merece estudio por varias razones, En primer lugar, el examen de la obra de figuras menores de cual- quier movimiento puede revelar con mayor nitidex Tas caracte- risticas del “ismo” en cuestiOn. Xul Solar se mantenia fiel al ideal utépico que motivaba la vanguardia de los aiios veinte; atin ya disgregado el grupo que se habia juntado en torno al periddico Martin Fierro, conti- 7 nuaba la bisqueda de un nuevo idioma renovado y renovador de la humanidad. Asi cobra mas representatividad que Borges, que después abomind de su en- tusiasmo experimentalista inicia, © figuras como Leopoldo Mare- chal que cambiaron sus progra- mas artisticos en los afios pos: teriores a la efervescencia martin- fierrista."! En segundo lugar, la prédicd reformista de Xul Solar no era tan desvariada como pudiera cébala y Ia hermenéutica entre los literatos de Buenos Aires; su alumno mis dotado era, por supuesto, Borges, Sus nuevos idio- mas, que propagaba con verda- dero fervor, influyeron en Borges Macedonio Fernindez, Sefialé como su asesor lingihisti co.'? Dentro de las iltimas pro- mociones, Néstor Sanchez ha rendido homenaje a Xul y a sus experimentos expresivos."? 11. El testimonio més impresionan- te del abandono de ln estéticn vanguar dista por parte de sus maximos expo- hnentes es el tomo de las Obras comple {tas de Borges (Buenos Aires: Emecé, 1974), con la notable supresion 0 reelaboracion de la produceion. van suardista del aut Fepudio satire dad” vanguardista “por parte del ex partieipe Leopoldo Marechal en su Adin "Buenosayres (Buenos ‘Aires 1967 , originalmente través de uno de como uno de los "personajes" 118 Una tercera consideracién es la validez que contienen ciertos conceptos de Xul, a pesar de su presentacion extravagante. Xul vefa una época en que los medios de comunicacién masiva y los contactos entre las diversas cul- turas dificultarian el _manteni- miento de ortodoxias puras. Efectivamente, la interpretacion de cultos que solia predecir Xul se est produciendo hoy, segiin el conocido sociologo Peter Ber- ger (The Heretical Imperative, 1979), Aunque en lenguaje me- nos fervoroso, Berger describe una era en que la experiencia personal de lo sagrado y- los sistemas mixtos de expresion religiosa sustituyen a las reli- giones ya definidas y, en gran parte, cerradas.'* El examen del proyecto de ‘Xul tendré dos aspectos: (1) una investigacion de sus conceptos acerca de la expresin sagrada; (2) un estudio de los recursos coneretos por los cuales Xul intento producir un discurso neo-sagrado y provocar su pr ducein por parte de los demi Es, en suma, un anilisis de dis- curso con atencién especial a la dimension especificamente y sig- nificativamente vanguardista de I considera- cin de los procedimientos de novela El amhor, lox Orsini y ta muerte (Buenos Aires: § erative 1979). Xul euyo proposito fue estimular a los otros a experimentar con el lenguaje mistico; esta conside- racion forzosamente se basa mu- chas veces. en reconstrucciones del habla y de las actividades de Xul tal como las recuerdan sus contemporaneos. Xul, tipicamen- te vanguardista al respecto, tenia una confianza ut6pica en la ce- pacidad del individuo de produ- cir un lenguaje propio y siempre renovado, tanto en la expresion eserita como en la puramente oral. Por eso, en muchos de sus ‘experimentos se abstiene de im- ponerse como “autor” del nuevo lenguaje religioso. Acttia como agente provocador, instando a los otros a elaborar el anhelado nue- vo discurso. Asi abria su proyec- to a la colaboracién de todo individue con quien tenia con- lacto habitual. Un ejemplo de este tipo de proyecto abierto es el panjuezo, uno de los inventos mas conoci- dos de Xul. Era una variante del sjedrez que distaba mucho de ser un mero juego. intelectual. Como indica el prefijo pan, las aplicaciones del panjuego abar- aban todas las areas de la vida: experiencias extaticas, ciencias, artes. El propésito fundamental del panjuego era despertar en los paticipes su capacidad latente pensar mediante el uso de simbolos (en este caso, las piezas de ajedrez y los escaques del ta- blero). El proceso simbélico po- dia ser bastante directo y poco biguo; Pp. ej. em una par- tida entre cirujanos, los contrin- cantes podian simbolizar los dife- rentes 6rganos del cuerpo por las piezas del juego.'* Pero el pan- juego se prestaba también a cicios alegorieos cuyo nivel de abstraccion era muy alto, le- gando a generar codigos simbo- licos. intrineados. El resultado final, en un juego entre creado- res, bien podia ser una obra artistica, Xul describe, en unas instrucciones cripticas, la manera de realizar tal trabajo de conjun- to en el curso de una partid. “con la notacidn pueden formar- se palabras, transformando la par- tida en un didlogo coherente o en un contrapunto musical o lineal, que mediante signos taquigrati- 15 Recojo estos datos de una con- ‘Yermici6n con el profesor Luis Arocena, Universidad de ‘Texas, cuyos con: ‘mientos directos de Xul y sus activi- ddades me han ayudado mucho, cos puede desarrollarse postica o pictoricamente”..* La funcién suprema del pan- juego no era servir a fines cien- tificos ni estimular la imagina- cin artistica. Habia de funcio- nar como elemento fomentador de elevados estados espirituales durante los cuales el sujeto se abriera a la revelacion. Al em- plearse en este sentido, el pan- juego carecia de reglas codifica- bles y de desenlaces especiticos como el triunfo de uno de los contrincantes o el empate, EL jugador s6lo podria saberse al final del proceso panajedrecista al descubrir, segtin sus criterios experienciales, que habia alcan- zado un estado de iluminacién plena, ° La explicacion del sis- 20 Explica parece haber circulado en forma de ‘diagrama ademés del texto que edita Svanaseini 123 tema siempre se ofrecia acompa- fiada de una invitacin a enmer darlo o ain a rehacerlo completa. mente. La misma invitacion a colaborar esta incluida en “Ex- plica””. Xul declara su deseo de abrir un didlogo con sus plan- teos: “Aqui queda mucho campo polémico; y ojalé no mejoren”. Recuerda al lector que “esta ‘muestra no muestra sino parties (parcialidades)”, con lo cual se indica una abertura a nuevos in- tentos de formulacién refi- nados. Al dejar su texto abierto 4 la participacién del lector, Xul persigue el ideal vanguardista de una obra de creacion colectiva y nunca terminada, Es el mismo principio que motiva, p. ej. el Museo de la novela de la Eterna (péstumo 1967) de Wa- cedonio Fernandez, en cuya ela- boracién Xul Solar participé ‘como asesor lingilistico:? damental es la atribucién de po- deres magicos y totalizadores a los signos graficos. El cabalista tradicional maneja_un eédigo compuesto de veintidés unida- des. Los componentes son las letras del alfabeto hebreo, aun- que también, por corresponden- clas migicas, pueden ser las vein- 31 Macedonio Ferninde, Museo de la Novela de la Eterna (Buenos Aires: Centro Baitor de América. La’ tina, 1967), p. 47, reconoce la cont bbuctn de Xul Soler. Vease. ta los comentarios de Macedonio acerca de Xul en Papeles de recienvenito (Buenos Aires: Centro Editor, 1968), 70, p. 310, 124 tidés cartas mayores del tarot u otra serie de veintidés signos. Xul en cambio postula una base de doce signos. Construye un “esque- ma duodecimal astrol6gico” cu- yos signos son 1, 2, 3,4,5, 6,7, 8, 9, Q, & y 10. Prefiere la base de doce constituyentes para que se produzea un empalme entre: su sistema numérico y los doce sig- nos del zodiaco, Como ya es evidente, Xul reconoce ja arbitrariedad de su sistema, por ser éste un esquem: de fabricacién humana. Sin bargo, a pesar de sus “parcial dades”, a pesar de constituir s6lo “mis menos netos conatos”, el plan tiene la posibilidad de reve- lar la unidad secreta que subyace ¢ informa al cosmos “kiere eonte- ner todas las cosas en orden cés- mico”, Para demostrarlo, hace notar que el pan arbol abarca todas las manifestaciones de lag actividades pictoricas y plisticas, “artes y atin disciplinas”. P. bajo Q-Virgo se incluyen el arte con detallesrealistas (realdeta en la panlengua de Xul) y el foto- montaje, técnica predilecta de los artistas de publicidad. La catego. ria de arte didéctico ofrece cabi- da no s6lo para las obras artisti- cas instructivas sino también para las versiones comerciales como los figurines que ilustran las revis. tas de modas. El sistema aiin es capaz de englobar tales fenéme nos como la cartografia, la herdl- dica, la caligratia, el disefio de las marcas comerciales, las caricatu- ras y otras formas pertenecientes al mundo publicitario o a la eul- tura “pop”. Una vez expuestas las claves del pan érbol, Xul demuestra su aplicacién a tres problemas de clasificacin: un mapa, un afiche turistico, y un anuncio. par algiin producto embotellado, La seleccion de los ejemplos respon- de a un deseo de exponer dos grandes virtudes del pan érbol: su flexibilidad y su universalis- mo. La flexibilidad hace posible la clasificacion de artefactos cul- turales compuestos de signos pro- Venientes de diversos sistemas. P. ¢j., el conjunto de signos ‘empleados en la composicion del anuncio “seria 7 +Q + (diez) +146 +& + (once”. El univer salismo permite el tratamiento de To sagrado (hay una categoria especial para las imagenes religi sas) con lo profano, de lo antiguo y estable (un mapa) junto con lo Jeciente y eambiante (el anuncio). BI pan arbol tipifica los pro- yectos neo-sagrados de Xul en ‘cuanto a sus implicaciones para | futuro desarrollo de la religio- Sidad. En primer lugar, Xul rom- pe con la distineién entre los te- imas sagrados y los mundanos. “"Bxpliea” es un tratado de esté- tice. Peto a la vez se fundamenta fen una conviccion espiritual de que el universo esta regido por tuna poderosa fuerza organizado- ra que le confiere coherencia. Esta premisa corresponde tanto a la experiencia intensa que tenia Xul de los poderes divinos eomo a “la tesis adoptada por la Cabala que esta intimamente relaciona- da con el neoplatonismo: Las emanaciones de la Divinidad otorgan sentido al universo".*? Si todos los fenémenos son for- mas de una misma potencia —y asi los percibia Xul— la distin- cion entre teoria estética y teo- logia carecia de sentido. ‘A la misma vez, Xul quiere demostrar que la vision misti- ca de la unidad eésmica sigue en vigencia en pleno siglo veinte. Por eso, abundan en “Explica” los indicios de la actualidad. El parecido entre el andlisis que propone Xul y la labor de los semidlogos modernos no es acci- dental, Xul solia informarse acer- cc de los adelantos de la lingiis- tica tedrica y el estudio de las co- municaciones para que su obra 32 Sosnowski, p. 51. tuviera una concordancia directa con el pensamiento cientifico de su tiempo.*? Otros indicios de la contemporaneidad de su obra son la informacion acerca de las téenicas publicitarias y el interés por el desarrollo de idiomas arti- ficiales (en cuya elaboracién el Pan drbol podia servir de matriz). “Explica”, como muchos es- critos neo-sagrados de Xul, no apunta hacia un pasado orienta- dor sino hacia un futuro posible. Es notable que todas las aplica- ciones del pan arbol quedan por realizarse en los aiios por venir, Este énfasis en el futuro se puede manifestar de muchas formas. P. ej., en “Poema”, una vision extatica se describe en un len- guaje exaltado; pero también se presenta la descripcién utépica de una nueva planificacién urba- na, con kioscos reservados para la meditacion en equipo, etc.** Esta futurologia insistente correspon- de al concepto que tenia Xul del mistico moderno. Al expresar sus visiones en un discurso sagrado profundamente renovado, el vi- sionario religioso también es visionario en los demés campos de la actividad humana,** 33 Borges hace notar las extensas indagaciones lingifsticas de Xul Solar en mus entrevistas con Fernando So: rrentino, Siete conversaciones con Jorge Luis Borges, (Buenos Aires: Cam Pardo, 1978), p. 22, 34 El texto de este eserito visiona- rio y extitieo se reproduce en Svanas ini, pp. 13-14. 38. Tateresa al respecto, el parecido centre los planteos de Xul y la obra Estas actividades que realiz6 Xul interesan hoy por ser tan reveladoras de cierto aspecto de la vanguardia: su fe utopica en las posibilidades de un nuevo lenguaje yen las capacidades iracionales y atin misticas del ser humano. Para Xul, las dos cosas son una sola, pues es mediante las estructuras lingUisticas que busca despertar las facultades dormidas bajo el imperio del racioeinio. Por eso la nocién del nuevo lenguaje surge en todos los proyectos de Xul. Para tener acceso a los enigmas césmicos, hay que concentrarse en las letras y las palabras (cabala; caligrafia; invencién de nuevas escrituras). La anhelada pantengua, a la vez mistica y cientifica, se genera durante las actividades de mayor intensidad espiritual. Puede sur- gir del uso del panjuego o del pan arbol cabalistico. Esta misma fascinacién con el discurso regenerado que, en for- ma menos mistica, motiva mu: chos proyectos vanguardistas, 1a Revista Oral, que intenta superar del controvertido sociélogo Andrew Greeley, Mediante una serie de encues tas, descubrié Greeley que las ereen- iat de gran numero de personas ‘cosmologia y la metas no en lis doctrinas que sndido, sino en una experiencia ise Gracliy ottactatisn, de Greeley ‘comparte In idea dde Xul de que la religion del futuro se fundamentaré cada ‘vez mis en tal “mistica’” y cada vez menos en la doctrina normativa. Véase wu Bestary’ ‘A Woy of Knowing (Englewood Ghitte, NJ.: Prentice-Hall, 1974), 125 la escritura, los esfuerzos de Bor- ges por des-retorizar el castellano literario, la “Nada” seméntica que postulé Macedonio como su ideal, y los incesantes experi- mentos lingiiisticos que marcan la produccién postica de Oliverio Girondo. Las realizaciones son diversas; pero todas tienen sus raices en una misma creencia; que cambiar el discurso humano es la manera indicada de revolucionar todo lo humano. Naomi Lindstron Mural en la comunidad Bandera de Judrez i Una aproximacién fieticia E] hombre estuvo inquieto dura te varios dias, como cuando se tienen presentimientos, como si el espiritu no le perteneciera del todo y su sangre estuviera tur- bulenta, Esa misma sensacion, ya la habia tenido y por entonces la atribuyé a una indeterminada potestad metafisica, sobrenatu- ral... En esta ocasién, no le habian bastado los ayunos y saerificios eorporales a Jos que habia recu- rrido en ocasiones anteriores buscando aplacar aquellos senti- 126 ‘mientos, la presién interna sufrida era muy poderosa, dificil de con- tener y_explicar; impetuosa. Por tanto, el hombre tomo una deter- minacién inmediata: buscar la so- edad, el amparo del cielo abierto y el frio sideral, reconfortante de la noche, que yaera enesemomen- to inminente. Siguié entonces tuna vereda solo ocasionalmente transitada porque no llevaba a la milpa, sino al roquedal estéril, al acantilado, al refugio habitual de las serpientes. .. Camin6 a solas con su coraz6n, a oscuras ya; parecia que su sombra le hubiese crecido y ‘envuelto el ser y con él, al mundo y al universo; como si la sombra se le hubiese poblado de estrellas que son los ojos de la noche y con ellos observara a si mismo en su interior, introspectivamen- te. En ese momento, sintié que ya habia existido desde el prin- cipio verdadero del mundo. Erré_un tiempo y luego se amadrig6 al amparo de la toca, sin temor a las serpientes,oyendo el ruido del agua quebrando laboriosa las pejias en el fondo de la caiiada, emitiendo su canto balsimico para el espiritu. Ahi paso gran parte de la noche, silencioso, en complicidad con los sonidos, vigilando estre- llas, meditando pensamientos que no habia tenido antes; quiz por eso se incorporé impulsado por una inspiracion momenténea que trascenderia al tiempo —hasta este tiempo que llamamos nuestro- Enseguida emprendié el retorno al jacal, presuroso, con la urgencia dde quien ha olvidado algo valioso; el regreso fue fantasticamente répido, hallé en la vereda a la serpiente y al conejo, encontrs al tapacamino mientras que la le. chuza Jo observo un instante, como presagiéndole, pero las estrellas cuidaron su paso y quiz también la luna que en su movi- miento retardado por lo avanzado de su perfodo, comenzaba a apa. recer, anunciando la proximidad del dia. El hombre lleg6 por fin pre- suroso a su. hogar; los grillos cantaron su regreso. Rebuscé entre los utensilios caseros lo que intuyd necesitar: la olla que contenia la tierra roja y los pinceles recién lavados, objetos que las mujeres de la casa utili- zaban para alegrar la superficie curva de las vasijas. Una vez en posesion de sus nuevas armas =tesoros invaluables— se alejs de la casa y en la penumbra busc6 instintivamente la vereda cocasionalmente transitada porque no lIlevaba a la milpa, sino al roquedal estéril, al acantilado, al refugio habitual de las serpien- tes... Al final de la noche, el hombre convivié con los ofidios, hab su casa y aprendié a reverenciar- las, porque las vio en tres existen- ‘s_ distintas: la real, reptando fascinantes sobre el suelo, sacando la lengua como si musitaran un idioma inteligible s6lo para quie- nes no les temen, luego, transpor- tada al firmamento refulgente,

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