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Factores de producción que inciden en la producción loca

l Actualmente la comercialización de durazno fresco en el distrito de Calana, está ligada a precios


fijados por mercados estaciónales, desequilibrada cadena productiva y desmesurada
intermediación. Estos factores, determinan un procedimiento de comercialización bastante
complejo e ineficiente para el productor; el cual genera mayor margen de ganancia en favor de la
intermediación Si bien, el duraznero genera ingresos para los productores en el distrito de Calana,
la tecnología empleada es incipiente no existe cosecha optima, sistemas de frió, packing, ni
transporte adecuado entre otros-, los 40 niveles de producción, rendimientos por la escasa
tenencia de tierra, condiciones climáticas adversas, desconocimiento de otras tecnologías en
producción y pos cosecha. Por otro lado la producción de duraznos, identifica posibilidades de
acceso a tecnologías que generen nuevos procesos productivos y de venta con más “imagen,
calidad y durabilidad” que junto a las inconveniencias enfatizadas, se constituyen en las principales
limitaciones para el productor local. Para elevar los rendimiento es fundamental el manejo
tecnológico del cultivo. El cultivo del duraznero no es especialmente exigente con el tipo de suelo,
aunque prefiere suelos profundos y bien drenados. El alcanzar un rendimiento del cultivo del
duraznero, lo más próximo al máximo rendimiento potencial bajo las condiciones climáticas y
edáficas disponibles, viene determinado para cada variedad de duraznero. La disponibilidad del
agua, el diseño del sistema de riego, el manejo del mismo, junto con la calidad de agua disponible
para riego y la elección adecuada del tipo de riego a ser aplicado en el cultivo condicionan el
rendimiento del cultivo. El rendimiento del duraznero, depende del desarrollo del sistema
radicular y el desarrollo de éste dependerá a su vez del volumen de suelo disponible que las raíces
puedan explorar. El 41 desarrollo de las mismas queda restringido a la zona húmeda (que se
denomina bulbo húmedo) al igual que en el resto de cultivos en los que se establece el aporte de
agua con sistemas de aplicación de alta frecuencia.

Dispone de riego presurizado

El tipo utilizado de riego es un requisito fundamental para el desarrollo de los cultivos, el cuadro
24, de la encuesta revela que el 90,60% de productores tiene riego por gravedad y el 9,40 % posee
riego por goteo, es evidente que el paquete tecnológico asociado a los nuevos cultivos incluye al
riego por goteo, el cual forma parte de técnicas de producción innovadoras que tienen como
denominador común mayor intensidad de capital y mayor productividad de la mano de obra. Los
resultados obtenidos en la presente investigación difieren por lo señalado por el INEI 67 - ENAHO
2008 (Módulo del productor agropecuario) señala que a nivel nacional el tipo de riego utilizado en
la actividad agrícola indican que solamente el 1% posee riego tecnificado, el 29% posee por
gravedad, el 82,2 % está en secano y 1,1% tiene pozo o agua subterránea, estos resultados
coinciden con los obtenidos por Vargas (2013) donde refiere que la incorporación de sistemas de
riego presurizado, la encuesta aplicada nos demuestra que sólo un 6,70% de los productores de
durazno ha podido asumir los costos de su instalación, en contraparte y como se resultado
menciona que el 93,30% de los productores mantiene un sistema de riego tradicional o por
gravedad, obviamente menos eficiente que el anterior, asimismo la producción de durazno es
básicamente desarrollado utilizando las aguas del Uchusuma, el cual exhibe una
CARACTERISTICAS GENERALES
El duraznero o también llamado melocotonero (Prunus pérsica (L.) Batsch) y el nectarino (Prunus pérsica var.
nectarina), pertenecen a la familia de las Rosáceas, es originario de China y llega a Chile por medio de los
colonizadores españoles. Es una especie arbórea de hoja caduca la cual puede llegar a medir 6m. de altura y
3 a 4m. de ancho, aunque dependerá del manejo que se le dé. Posee corteza y ramillas lisas. Las hojas son
alternas, simples y lanceoladas, largamente acuminadas (terminación en punta) con el margen finamente
aserrado.
El sistema radicular es muy ramificado y mas bien superficial, su dispersión dependerá del tamaño del árbol
(generalmente es el doble de la proyección de la copa), el sistema de riego usado y la distancia de plantación,
ya que no suelen mezclarse entre si con raíces cercanas de otros árboles.
La curva de crecimiento del fruto (Figura 4) es una doble sigmoidea, características de especies de carozo, la
cual consta de tres etapas:
1. La primera comprende desde floración (agosto-septiembre) hasta el comienzo del endurecimiento del
carozo o endocarpo, existiendo gran división celular.
2. La segunda abarca el endurecimiento del carozo y no existe gran aumento de tamaño. Esta etapa es
muy corta en variedades tempranas, y muy largas en las tardías.
3. Finalmente la tercera etapa comienza con el fin del endurecimiento del carozo hasta cosecha, con gran
aumento de tamaño del fruto debido a la elongación celular.
ETAPAS DE DESARROLLO DEL FRUTAL
El duraznero propagado principalmente por injertación lo que acorta la juvenilidad convirtiéndolo en un árbol
precoz en producir, comenzando el segundo o tercer año después de su plantación en el huerto, lo cual varía
dependiendo de las técnicas de poda, fertilización, densidad de plantación, etc. Luego del periodo de plena
producción deja de producir a los 15 o 20 años de edad aproximadamente.
REQUERIMIENTOS CLIMATICOS

El duraznero es una planta de día neutro (entre 10 y 14 horas luz), hoja caduca y de clima templado (cultivado
en clima mediterráneo y también subtropical), por lo tanto requiere veranos calurosos y secos, primaveras
secas, sin lluvia ni neblinas, otoños templados y frescos e inviernos lluviosos y fríos, esto ultimo debido
únicamente a que necesita obligatoriamente cumplir un requerimiento de horas frío durante el invierno para
una correcta inducción y posterior diferenciación floral.
Así, la mayoría de las variedades necesitan de 600 a 800 horas frío (bajo 7ºC) las que acumula en invierno
mientras están en letargo, y luego, para completar el desarrollo del fruto en primavera/verano, requiere una
suma térmica de 450 a 800 grados día desde yema hinchada a la cosecha. La falta de acumulación de frío
produce floración/brotación irregular, caída de yemas florales y vegetativas, caída de frutos y frutos de bajo
calibre y deformes. Cabe destacar que en zonas de escaso frío invernal, el requerimiento de frío puede con la
ayuda de fitohormonas como giberelinas, las cuales ayudan a la uniformidad en la brotación e incrementos de
la producción.
El árbol es sensible al viento fuerte de algunas zonas, afectando la formación de los frutos, aumentando la
transpiración en las hojas, lo que provoca que la planta esté más susceptible al déficit hídrico y puede
provocar eventualmente russet (fenómeno irreversible que presenta un cambio importante en el aspecto de la
piel) en el fruto, lo cual disminuye la productividad potencial.
La temperatura mínima de crecimiento del árbol es 8ºC y la máxima de 40ºC, el rango óptimo fluctúa entre los
21ºC y los 27ºC.
El árbol es muy resistente al frío durante el invierno gracias a que se encuentra inactivo o en letargo,
condición que le permite soportar el invierno, ya que las yemas están protegidas por escamas, resistiendo
hasta 30 minutos temperaturas no menores a -12ºC, sin embargo esta resistencia disminuye mientras deja el
letargo y se acerca a la floración y más aun cuando el fruto está en desarrollo, donde la temperatura critica es
-1ºC. En cuanto a las heladas tardías en primavera, afectarían los órganos más sensibles, como óvulos,
pistilos, estambres y embrión de la semilla.
REQUERIMIENTOS EDAFICOS
Para lograr los objetivos de la plantación, es fundamental una adecuada selección y preparación del suelo.
Este frutal prefiere suelos de texturas medias (franca, franca limosa, franca arenosa y limosa), alta fertilidad
natural, profundos, de pH moderado (6-7.5) y libre de problemas de drenaje, tanto superficial como
internamente. La humedad excesiva del suelo limita severamente el cultivo, aunque sea por un periodo corto
de tiempo.
EVAPOTRANSPIRACION Y Kc
Mediante las características del cultivo (Kc) se obtiene la evapotranspiración del cultivo (ETc). El valor de Kc
por lo tanto permite predecir el valor de ETc en condiciones estándar, representando el límite máximo de
evapotranspiración del cultivo cuando no existen obstáculos al crecimiento del mismo debido a limitaciones de
agua, densidad del cultivo, enfermedades, malezas, insectos o excesiva salinidad. En el Cuadro se muestran
los valores de Kc para durazneros adultos.
REQUERMIENTOS HIDRICOS Y ESTRATEGIA DE RIEGO
Como ya se mencionó, el duraznero requiere de climas mediterráneos, los cuales se caracterizan por un
periodo de déficit hídrico en la temporada de crecimiento del frutal (septiembre a marzo en Chile), por lo tanto
el riego es una práctica fundamental para el desarrollo del cultivo y asegurar una buena producción. El periodo
crítico es desde el endurecimiento del carozo hasta la cosecha, periodo en el cual no puede existir una falta
de agua, debido a que existe una fuerte competencia entre el crecimiento vegetativo y el fruto. El déficit
hídrico puede provocar los siguientes trastornos:

 Detención en el crecimiento de brotes


 Disminución del área foliar
 Troncos y raíces más pequeños
 Disminución de la inducción floral
 Disminución de la cuaja
 Reducción del crecimiento de los frutos
 Caída de frutos
 Alteraciones en la maduración y contenido de azúcar del fruto

Por otra parte la alta salinidad del agua afecta la capacidad de campo del suelo debido a su efecto osmótico,
disminuyendo el potencial de soluto de la solución del suelo.
Los requerimientos netos de agua, descontando el aporte que puedan realizar las precipitaciones, en la zona
central de Chile puede variar entre 6652 y 11406 m3 /ha al año dependiendo de la localidad. Mediante la
programación del riego a lo largo de la temporada se puede reponer el agua consumida por el frutal, de modo
que no se reduzca la producción y la calidad sea óptima. Sin embargo, no todos los estados fenológicos del
árbol y/o del fruto presentan una misma sensibilidad al déficit de agua, por lo que restricciones hídricas en
ciertos periodos no necesariamente pueden afectar el crecimiento de la planta y el rendimiento en forma
negativa. El conocimiento de estas características es fundamental para desarrollar estrategias de riego en
periodos de escasez de agua.
https://diariocorreo.pe/edicion/tacna/organizan-xvi-festival-del-durazno-en-el-distrito-de-
calana-873359/
https://climafrutal.wordpress.com/el-duraznero/

NECESIDADES HÍDRICAS DEL CULTIVO


La mayor parte del agua consumida por una plantación de duraznos, como ocurre en las
plantaciones de frutales en general, resulta de la combinación de dos procesos: evaporación
a la atmósfera a través del proceso de transpiración, y evaporación directamente desde la
superficie del suelo. Desde este punto de vista, se considera la plantación formada por los
árboles y la superficie del suelo, que puede estar desnuda o cubierta de hierba, ocurriendo
los procesos de transpiración y evaporación simultáneamente por lo que se engloban en el
término evapotranspiración (Campbell y Willianson, 1997; Cohen et al., 1997; Faci y
Martinez-Cob, 1993; Fereres, 1978; Gill et al., 1996). La medida directa de la
evapotranspiración para el cálculo de las necesidades hídricas del cultivo incluye la pesada
del sistema suelo – planta, sin embargo, debido al alto costo de los lisímetros y a la
laboriosidad de su montaje y mantenimiento, se han desarrollado otras técnicas de medida
indirecta, que estiman las necesidades de riego mediante diversas aproximaciones basadas
en: variables agrometeorológicas (atmósfera), balance hídrico o índices del estado hídrico
en el suelo o planta (Abrisqueta, 2010). Los procedimientos de programación de riego se
pueden basar en: estimas de la evapotranspiración de los cultivos (Allen et al., 1998), en
medidas del estado hídrico de las plantas (Conejero et al., 2007; García-Orellana et al.,
2007; 12 Goldhamer y Fereres, 2001), o en medidas de la humedad del suelo (Hanson et al.,
2000). El conocimiento de la evapotranspiración de los cultivos (ETc) es esencial para un
manejo eficiente del riego ajustando el volumen y la frecuencia del riego a los
requerimientos de los cultivos. Existen diversos métodos tanto para medir como para
estimar la ETc, dada la dificultad de obtener mediciones directas y exactas en condiciones
reales. La FAO 56, propone un doble paso de estimación, calculando primero la
evapotranspiración del cultivo de referencia (ETo) y considerando luego la especificidad
del cultivo a través de un coeficiente de cultivo (Kc) según los períodos de desarrollo de la
planta (Allen et al., 1998). En relación a la mejora de la eficiencia de la programación de
los riegos, hay que destacar que el conocimiento de la fenología del cultivo es muy
importante, desde el punto de vista del manejo del cultivo, tanto del ajuste de sus
necesidades de agua, fertilizantes y otros agroquímicos, como de la determinación de los
periodos críticos al déficit de riego (Torrecillas et al., 2000). La delimitación de las fases de
crecimiento vegetativo y del fruto, así como la competencia entre el crecimiento de la parte
aérea y de las raíces resulta de interés a fin de comprobar los procesos afectados ante
situaciones de déficit hídrico (Chalmers, 1989). León et al. (1987) establecen que las
necesidades de agua de melocotonero, para un marco de plantación de 5 x 3,5m, en
condiciones de riego localizado oscilan entre 5000 y 6800 m3 /ha para variedades
tempraneras y entre 5300 y 7100 m3 /ha para variedades tardías, para las condiciones
edafoclimáticas de la región de Murcia. Según Abrisqueta (2010), la evapotranspiración de
referencia (ETo) calculada mediante Penman-Monteith en la finca experimental ubicada en
Murcia fue de 1362,2 mm/anual promedio de los años 2007, 2008 y 2009, siendo el valor
máximo en julio con 194,2 mm mensual (6,5 mm/día) y el valor mínimo en diciembre con
44,8 mm mensual (1,5 mm/día). 13 Según Escobedo (1995), las necesidades hídricas de los
frutales caducifolios para árboles adultos en producción, se ubican de manera general y en
promedio entre 4500 y 6500 m3 /ha/año. Según el centro experimental La Molina del INIA
(consultado con la ing. Elena Rojas) el consumo de agua para riego de árboles de durazno,
de 8 años de edad en promedio, por el sistema de microtubos es en promedio 1 800 m3
/ha.anual para las condiciones climáticas de La Molina; asimismo datos obtenidos por otras
experiencias en producción comercial de durazno en el distrito de Pamparomas, provincia
de Huaylash, región Ancash (2200 msnm, en condiciones de evapotranspiración de 3 a 5
mm/día) en árboles de 8 años de edad, mediante el riego por microtubos indican un
consumo promedio de 3800 m3 /ha.campaña. 2.5 EFICIENCIA DE USO DE AGUA
(EUA) La eficiencia de uso de agua es generalmente definida como la cantidad total de
biomasa producida o acumulada por unidad de agua usada por la planta durante un período
de tiempo (Fageria et al., 2006; Jovanovic et al., 2010; Liu et al., 2006a). Cuando se
pretende enfocar el empleo del agua por un componente meramente productivo y
económico, se recurre a sustituir la biomasa por el rendimiento en Kg de producto por m3
de agua utilizada (Fernandez y Camacho, 2005). EUA o Productividad del agua =
Producción (Kg)/Agua utilizada (m3 ) En términos biológicos, la eficiencia de uso de agua,
según Sinclair et al. (1984), está definida como la relación entre la biomasa acumulada,
expresada como asimilación de dióxido de carbono, biomasa total del cultivo o como el
rendimiento de grano de cultivo, con respecto al consumo de agua expresado como
transpiración, evapotranspiración o como el total de agua que ingresó al sistema; además
afirma que el tiempo en el que se define la eficiencia de uso de agua puede ser instantáneo,
diario o estacional

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