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Propuesta

Leer y aprender conductas

Ivon Carolina Díaz Cantero

Universidad Del Sinú Elías Bechara Zainum Seccional Cartagena Intervención Clínica

Facultad De Ciencias Sociales Y Humanas

Especialización En Psicología Clínica Del Niño Y Del Adolescente.

Cartagena Bolívar

2019
Leer y Aprender Conductas .

La presencia de ambos trastornos, TDAH y TND, en el niño puede ser que este agravando las

conductas de desobediencia que presenta el niño. Además, cabría destacar, que los

acontecimientos estresantes que suceden, como el fallecimiento de los abuelos maternos, cuando

los niños son pequeño, acompañado de la inconsistencia de normas y límites por parte de los

padres puede influir en las conductas del niño y en el desarrollo del segundo trastorno.

Las conductas disruptivas que presentan estos niños se mantienen en el tiempo por refuerzo

positivo, ya que los profesores, padres le presta atención al niño cuando se da la conducta

problemática y, en ocasiones, el niño consigue lo que quiere; y por refuerzo negativo, ya que a

través de su conducta consigue no llevar a cabo una actividad desagradable. Todo ello está

teniendo repercusiones en el aula, y en el ámbito familiar, social ya que las disputas son

frecuentes, dando lugar a un mal ambiente al no saber el profesor y los padres reconducir la

conducta del niño.

La hipótesis inicial en la que nos basamos es que con una correcta intervención cognitivo-

conductual con el niño y la colaboración del tutor, se conseguirá cambiar el patrón conductual

que el niño manifiesta, adquiriendo habilidades que hagan comportarse al paciente de una

manera más adaptada.

El Trastorno Negativista Desafiante (TND) se ha reconocido como una de las alteraciones

psicológicas más habituales en la población, como consecuencia, es un motivo usual de consulta

en atención primaria. (Montorio, Izal y Cabrera, citado por Caballo, Salazar & Carrobles,

2011). Este es el trastorno del comportamiento más frecuente en niños y adolescentes y es una

de las principales causas de consulta a servicios médicos en esta población. Los síntomas
usualmente inician al finalizar la edad preescolar e inicios de la escolar, aunque el rango de edad

está entre los 7 y los 13 años (Brazier, 2010).

El diagnóstico del TND es complejo, pues aunque puede ser distinguido del comportamiento

normal, las conductas propias de este trastorno son esperadas en ciertas etapas del desarrollo del

niño. Por esto, algunos investigadores coinciden en señalar que el diagnóstico TND debe darse

si:

 Los comportamientos no hacen parte de algunas etapas del desarrollo del niño.

 Cuando son severos contrastados con los esperables para su estadio evolutivo,

representando un comportamiento más problemático que la oposicionalidad normativa

(Skovgaard, Houmann, Landorph y Christiansen, 2004).

 diagnosticado según los criterios del DSM-V con 313. 91 (F91.9) Trastorno Negativista

desafiante (TND). La unidad de análisis para este estudio, hace énfasis en la descripción

de la intervención multimodal, dada la efectividad y reconocimiento que dicho enfoque

en el Tratamiento de esta problemática.

 trastorno negativista desafínate es un patrón frecuente y persistente del estado de ánimo

enfadado/ irritable, comportamiento discutidor/desafiante, o deseo de venganza (DSM-5,

2013).

Ante lo expuesto se encuentra otra problemática; la generación de “disrupción” en las

relaciones sociales, por lo que, los estudiantes tienden a quedar aislados en sus grupos de
pares, generando inestabilidad emocional, poca tolerancia a la frustración e inseguridad, por

lo que los niños con este trastorno tienen un mayor riesgo de fracaso y/o posterior deserción

escolar, problemas de comportamiento y dificultades en las relaciones socio-familiares.

El trastorno Negativista desafiante (TND) implica un patrón recurrente de conducta

Negativista, desobediente y hostil dirigida hacia las figuras de autoridad. El DSM-5 (APA,

2013) lo agrupa en el epígrafe de los trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de

la conducta el trastorno Negativista desafiante (TND), trastorno de conducta disocial (TD),

trastorno explosivo intermitente (TEI) y trastorno antisocial de la personalidad (TAP).


Justificación

Al ser un trastorno sé que encuentra en aumento y a su vez asociado al Trastorno por

Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH) suele ser poco considerado y por ende no se le

otorga la relevancia que debiese, lo que conlleva a un escaso conocimiento acerca del tema en

general y prácticamente nulo dentro de la formación académica de los profesores, los cuales se

ven ”enfrentados” en el aula a estos caso, sin las herramientas y/o de estrategias de trabajo

optimas y necesarias llegando a tener que “improvisar” y buscar de forma autodidacta métodos y

herramientas de trabajo que no siempre resultan ser las adecuadas.

Los trastornos del comportamiento representan un frecuente y grave problema en la sociedad

actual y generalmente producen alteraciones familiares y problemas en el ámbito escolar de

importante relevancia. Entre estos trastornos se encuentra el Trastorno Negativista Desafiante, el

cual es uno de los trastornos externalizantes más comunes en la infancia (Montorio, Izal y

Cabrera, citado por Caballo, Salazar & Carrobles, 2011).

Cada vez es más frecuente que los padres soliciten apoyo psicológico debido a alteraciones en

el comportamiento de sus hijos, sin embargo, el niño en ocasiones puede sentir desconcierto o

incluso culpa referida a algo de su comportamiento, pero raramente entiende que se trata de un

problema psicológico personal. Por lo general son los padres quienes solicitan consultar y

también ellos quienes traen al niño a consulta, es decir, son ellos quienes autorizan que el

psicólogo intervenga a su hijo (Martínez, 2006).

Los trastornos del comportamiento están suscitando un interés creciente en distintos ámbitos

debido a su elevada frecuencia y a la importancia del diagnóstico oportuno, dado que cuando se

llega al periodo de la adolescencia la situación es de mayor complejidad debido a que las


conductas y las dinámicas familiares ya están muy arraigadas, las conductas de riesgo suelen

haber aparecido, por lo cual es mucho más difícil generar cambios frente a la problemática. Los

individuos que presentan Trastorno Negativista Desafiante, con frecuencia experimentan

diversos conflictos con sus padres, profesores, grupo de pares e incluso con su pareja al llegar a

la adultez.

Estos conflictos generan alteraciones significativas en la adaptación emocional, social,

académica.

Análisis Y Datos Resultado De Los Artículos Que Usted Encontró Como Soporte De Su

Propuesta

El TDAH representa un problema de salud pública debido a su elevada prevalencia, que se

estima sobre el 5% de los niños en la mayoría de las culturas (DSM-5, 2013). Los niños con este

trastorno tienen un mayor riesgo de fracaso escolar, problemas de comportamiento y dificultades

en las relaciones socio-familiares como consecuencia de los síntomas propios del TDAH. El

curso del trastorno es crónico y requiere tratamiento a largo plazo, con el correspondiente coste

social. El TDAH es un trastorno caracterizado por una alta comorbilidad; el término hace

referencia a la presencia en la misma persona de dos o más trastornos psicopatológicos

diferentes. Aproximadamente entre el 40% y el 60% de niños con TDAH presentan otros

problemas de conducta y/o emocionales. Algunos de estos trastornos son trastorno Negativista

desafiante, trastorno disocial, trastornos del aprendizaje, trastornos de ansiedad o depresión

(Macià, 2012).
Según una investigación realizada por Bauermeister et al, 2010, con una muestra total de 568

niños de 12 años, sostienen que El Trastorno Negativista Desafiante (TND) se asocia con un

impacto negativo en la vida social de la familia, específicamente en la responsabilidad

económica, en las interacciones escolares, en las relaciones de pareja y en las relaciones con los

hermanos. En esta investigación, la sintomatología del TND se asocia con un impacto en el

estrés global en relación con la crianza. Con relación a la prevalencia, se considera que el TND

es uno de los trastornos de mayor frecuencia de la edad preescolar hasta la vida adulta (Nock,

Kazdin, Hiripi y Kessler, 2007). De manera puntual, en los años preescolares las prevalencias se

ubican entre 6,6% y 13,4 (Bufferd, Douggherty, Carlson y Klein, 2011; Espeleta, de la Osa y

Doménech, 2014; Lavigne, LeBailly, Hopkins, Gouze y Binns, 2009) y se considera que la

prevalencia a lo largo de la vida es del 10,2% (hombres=11,2%, mujeres=9,2%) (Nock et al.,

2007). Por otro lado, en algunos casos el TND puede presentar comorbilidad con múltiples

trastornos que generan mayor deterioro en el paciente al igual que en los entornos donde se

desenvuelve, en este sentido, según el DSM -5 se encuentra que el TND presenta una alta tasa de

comorbilidad con el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), además se

acompaña de una variada comorbilidad sucesiva (Trastorno de Conducta (TC), ansiedad,

depresión, trastornos del control de los impulsos, abusos de sustancias) (Maughan et al., 2004),

perseverante en el tiempo (Copeland, Shanahan, Costello, y Angold, 2009), se asocia con mayor

riesgo de suicidio que la población general, aun cuando se interviene la comorbilidad (APA,

2013), se considera un factor predisponente de depresión en la vida adulta (Copeland et al.,

2009).

Y se asocia a efectos adversos a largo plazo (delincuencia, abuso de sustancias y abandono

escolar) (Silver, Measelle, Armstrong, y Essex, 2010). A mayor inicio en edades tempranas y a
mayor comorbilidad, aumenta su persistencia (Nock et al., 2007). Kolko y Pardini (2010) llegan

a la conclusión de que los niños con TND que frecuentemente contradicen, presentan actitud

desafiante y características relacionadas con conductas de venganza son más propensos a

desarrollar un Trastorno de Conducta (TC) en la adolescencia, en tanto que aquellos que

presentan sintomatología de irritabilidad y rabia muestran mayor riesgo de desencadenar

trastornos emocionales. Por lo tanto, se deben diseñar políticas de intervención temprana que

involucren transversalmente tanto al sector salud como al educativo, es decir, que se requiere de

un trabajo interdisciplinario, a fin de obtener mejores resultados, según esta encuesta, estas

políticas deberían exigir que todo niño o niña que presente síntomas conlleven al desarrollo de

un trastorno mental sea considerado de manera especial respecto con relación al acceso a

tratamientos y estrategias de prevención primaria y secundaria que puedan ser aplicadas en su

contexto escolar y no limiten su desarrollo .

Descripción: Técnica O Modelo Que Lo Sustenta

Según Barkley y Benton (2000), el término “desafiante” o Trastorno Negativista Desafiante

(TND) hace referencia a aquel comportamiento en que el niño exhibe resistencia física o verbal

para la realización de alguna actividad, lanza cosas o las rompe, interrumpe Conversaciones,

molesta a los compañeros y puede presentar agresión física contra los padres, profesores u otros

adultos. Diferencia a este tipo de conducta de aquella identificada como “no Complaciente” o
“desobediente”, la cual es una forma pasiva de comportamiento para evitar acatar las órdenes o

reglas.

Según el Barkley y Murphy (1998), el TDAH es un fallo en el sistema ejecutivo del cerebro, y

por lo tanto un trastorno de las capacidades ejecutivas de éste, y más concretamente un fallo en

su sistema de inhibición. Este fallo en la inhibición afecta a cuatro capacidades ejecutivas:

capacidad visual, que sería mirar hacia atrás y ver o rescatar información visual de acciones

pasadas y sus consecuencias; lenguaje interno: voz en nuestro cerebro que nos permite hablarnos

a nosotros mismos; capacidad emocional: controlar las emociones, ajustarlas y moderarlas, lo

que les hace no tener control de las frustraciones y de las emociones; capacidad de innovación:

dirigida a un objetivo, planificar una respuesta y elegir la más conveniente, enfrentarnos a

problemas, planear nuestra vida y pensar en el futuro.

Respecto a si es un trastorno genético o ambiental, autores como Ramos-Quiroga, Bosch,

Nogueira, Castells, Escuder y Casas (2005), señalan que este trastorno es el más frecuente en la

infancia y que tiene una clara base biológica aunque también ambiental. Se inicia en la niñez y se

alarga en el ciclo vital hasta la etapa adulta.

Terapia cognitivo-conductual qué es y qué técnicas utiliza, nos centraremos en el tratamiento

cognitivo-conductual, explicaremos en qué consiste, para qué sirve, como se aplica, quién debe

aplicarlo y resumiremos las técnicas psicológicas cognitivo-conductuales más utilizadas en

general y en concreto para tratar la depresión y la ansiedad. También veremos las diferencias

entre la terapia cognitiva, la terapia conductual y la terapia cognitivo-conductual.

El modelo que lo sustenta es el modelo cognitivo conductual, combinando tanto la terapia con

el niño y sus compañeros de clase como el entrenamiento al profesor. En función de los datos
proporcionados por la evaluación y después del análisis de los mismos, se propuso como

objetivo general eliminar o disminuir la frecuencia de las conductas disruptivas así como

instaurar o potenciar la emisión de conductas adecuadas, estableciendo la consecución de una

serie de objetivos de intervención. Se plantearon diferentes objetivos específicos para cada

agente que participó en el tratamiento, los objetivos establecidos con el profesor fueron: adquirir

información sobre el TDAH y Trastorno Negativista Desafiante (concepto, características,

etiología, pronóstico y tratamiento); adquirir información y explicación sobre el origen,

desarrollo y mantenimiento de las conductas disruptivas; aprender técnicas operantes y manejo

de contingencias; aprender pautas y estrategias educativas para el manejo en el aula con el niño:

 eliminar o reducir las conductas disruptivas en clase

 aprender estrategias de autorregulación; y con el grupo de clase

 adquirir información sobre TDAH

 establecer normas de conducta concretas en el aula para mejorar el clima.

Orientación: Selectiva, Universal O Indicada

Una orientación que se le puede dar consciente ya que los hijos luchan con sus sentimientos

de inadecuación en las distintas etapas de la vida y dependiendo por supuesto de la situación en

que se vean enfrentados. Evite gritar: Su hijo tiende a alterarse rápidamente y usted gritando sólo

conseguirá más rebeldía. Sea pacífico y trate de calmarlo. Resista las luchas de poder: Los niños

con TND creen que son iguales a todos, aunque sean autoridades o adultos, no hacen distinción a

la jerarquía y hace inútil su lucha por tratar de ganarles e inculcarle que usted manda. Mantenga
la calma: Debe ser firme y no perder el control, indicando expectativas claras y no tratar de

mandarlos porque ahí se descontrolan. Busque reforzar las conductas positivas: A veces los niños

sufren de este trastorno porque necesitan atención. Por ello, usted debe conversar con él,

escucharlo y tratar de comprenderlo. Por último, Maribel Corcuera agrega: “Se debe tener una

coordinación importante entre ambos padres y quienes cuiden cotidianamente al niños ya que se

les debe dar un ambiente con un mensaje claro donde las normas y los límites sean siempre las

mismas y las consecuencias de las conductas de los niños no varíen según el día o seguir quien

los cuides”.

Descripción De La Propuesta

La siguiente propuesta de intervención se propondrán una serie de pautas y actividades para

trabajar las dificultades propias de los alumnos con TDAH y TND.

Ofreceremos pautas generales para trabajar cada uno de estos déficits. Por otro lado se ofrecerán

actividades para mejorar la competencia de los alumnos en el aprendizaje de procesos como la

lectura, la atención, concentración y conducta.


El objetivó es definir cada uno de los procesos básicos a trabajar en educación primaria, dotar

a los docentes de una serie de pautas generales para trabajar estos procesos con niños con

TDAH y TND ofrecer al profesorado una serie de actividades para trabajar los contenidos con

niños con TDAH Y TND, El ámbito de aplicación es fundamentalmente primero de primaria ya

que es éste el curso inicial de primaria y es de vital importancia la intervención educativa con los

alumnos con TDAH Y TND.

Trabajaremos los procesos básicos en los que los alumnos con TDAH Y TND en que

manifiestan mayor dificultad. Éstos serán: La lectura, la atención, la memoria de trabajo, el habla

y la escucha, el procesamiento auditivo y los déficits visuales, la organización del trabajo, y la

socialización.

Nuestro objetivo principal es que los docentes sean capaces de entender qué y cómo trabajar

con estos alumnos por lo que, además de una guía de pautas y actividades, hemos calendarizado

éstas, facilitando además un modelo de evaluación de las mismas. Es muy importante no sólo

trabajar estas dificultades, sino que resulta primordial que evaluemos el proceso de aprendizaje

de los niños con el fin de mejorar la práctica educativa. Es vital que las actividades se integren

en el currículum del curso y que estén relacionadas con el entorno real que rodea al niño

logrando así una inclusión del alumno en el grupo-clase. Por lo tanto, en la medida de lo posible,

deben ser trabajadas en el aula durante el desarrollo de las clases.

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