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“Su plan supera mucho lo que tú te imaginas o puedes pensar para tu bien. Como el
cielo aventaja la tierra, así aventaja su plan al tuyo” (Is. 55,8)
Desde un principio nos creó a su imagen y semejanza, llenos de su
amor y coceadores con Él, capaces de ser sus representantes en este
mundo.
Nos creó en armonía perfecta:
con Él: una relación personal, íntima y permanente.
con los demás: relaciones de justicia, verdad y servicio.
con nosotros mismos: con seguridad, paz y dominio propio.
con toda la creación: siendo libres y no esclavos de las cosas de
este mundo
Nos llenó de felicidad con su gozo, paz y unión.
D. DIOS TOMÓ LA INICIATIVA PARA AMARTE
Dios te ama, y lo único que te pide es que creas en su amor, que creas en Él, que
confíes en su plan, más que en el tuyo.
Lo primero que Dios nos pide no es que le amemos, sino que nos dejemos amar por
Él. Sólo manifiéstale que quieres experimentar su amor por ti.
No se trata de que nosotros intentemos llegar a Él. Es Él quien quiere llegar a
nosotros. No se trata de que nosotros lo alcancemos a Él, sino de que nos dejemos
alcanzar por Él. Antes de que nosotros comenzáramos a buscarlo. Él ya nos andaba
buscando. Él tomó la iniciativa.
Un día, Saulo de Tarso decidió perseguir a Jesús y emprendió el camino de Damasco
para apresar a los cristianos. Sin embargo, era Jesús quien lo iba persiguiendo a él,
hasta que lo alcanzó y lo tiró del caballo. En ese momento Saulo quedó preso, preso
del amor de Jesús. “Dios lo sedujo y él simplemente se dejó seducir”. (Jer. 20, 7)
Escribiendo a los Gálatas les dice: “Ahora que amáis a Dios; o mejor dicho, ahora que
Dios los ama a ustedes...” (Gal. 4, 9). Es que no fueron los Gálatas los que amaron a
Dios. Primero Dios los amó a ellos.
“El amor no consiste en que nosotros amemos a Dios sino en que Él nos amó primero”
(1 Jn. 15, 16). “ No fuimos nosotros los que lo elegimos a Él. Él nos eligió primero” (Jn.
15, 16). Nosotros no le hacemos a Dios el favor de amarlo. Es Él quien nos favorece a
nosotros con su amor que es eterno.
A veces nosotros buscamos a Dios y lo queremos amar. Pero nadie puede amarlo si
antes no ha experimentado su amor. Hay que hacer un alto, detenernos y dejarnos
alcanzar por Él, por su amor.
CONCLUSION
Dios ama a todos los hombre porque todos somos sus hijos y hechura de sus manos.
Ama a los buenos y a los malos, hombres y mujeres, católicos y protestantes, ateos y
perseguidores de la Iglesia, Sacerdotes, líderes sindicales, cabareteras o prostitutas.
Nos ama a todos porque todos somos sus hijos.
Dios no nos ama por lo que hacemos, sino por lo que somos: sus hijos. Dios no nos
ama porque nosotros somos buenos sino porque el Bueno es Él. No nos ama porque
nosotros lo amamos, sino porque Él es amor (1 Jn 4, 8).
YO VALGO
YO VALGO.
Tú no vales por lo que tienes, vales por lo que eres: Tú vales, vales la Sangre de Cristo, el
amor de Dios, el poder del Espíritu Santo, vales el sufrimiento de María que tuvo al entregar
a su hijo por ti.
(Jeremías 1, 4-10)
Jer. 1, 4-5 -Dios no juega al gato y al ratón, Él tiene un plan para ti "Ahora"
El espera mucho de ti...Pero no te preocupes, no viene en plan de asustarte (Rom. 12,2) "La
voluntad de Dios, es buena, agradable y perfecta" Es decir, el llamado que te hace, tu vocación,
es buena, y perfecta y más encima, te va a gustar.
Jer. 1, 7-10
*Cuando Dios llamó a Jeremías lo primero que el hizo fue darle una excusa "Soy joven" y Dios
le dice, exacto! Porque eres joven te llamé
¿Cuál fue tu excusa ante el llamado de Dios? Desde hoy considérala Su requisito
Joven, tienes una vocación por la que luchar: vas a tener que pelear, llorar y tal vez dirás: "Es
duro, pero sé que voy en lo correcto"
*Jer. 20,7
"Señor, me has seducido y yo, me dejé seducir"
Dios está enamorado de ti, y quiere ver la forma en que tú te enamores de Él. Te va a hacer
cariño, te va a demostrar todo su amor y así te va a ir llamando... Quizás un día salgas a la calle,
por el mismo camino que andas todos los días, pero vas a encontrar algo distinto, vas a ver que
maravillosas son las flores, el cielo, todo... Así Dios te va enamorando. Pero es muy importante
que entiendas que no es "un plan fríamente calculado" es "un plan hermosamente calculado"
Tranquilo!!! Te estás enamorando de alguien que vale la pena
ALGUIEN QUE TE TIENE EN SUS MANOS
RELIGIÓN Y SECTAS
Religión y Secta
"Religión", de "re-ligare",
quiere decir "ligarse o unirse
con Dios".
"Sectario," quiere decir
"seguidor".
Hay varias formas para
distinguir una "religión" de
una "secta". La más sencilla y
práctica, es que la "religión"
fue fundada por Dios, y la
"secta" fue fundada por un
hombre en una fecha
concreta; todos los sectarios
siguen las ideas y forma de
vida expuestas por ese hombre o mujer; y, en general, quien
fundó la secta, se convierte en el "dios de la secta", a quien se
respeta y trata como si fuera "Dios".
Hinduísmo: 3.200 antes de Cristo, Vedas.
Judaísmo: Por Dios, 1900 antes de Cristo.
Taoísmo: Por Lao-Tzu, 604 antes de Cristo.
Confucionismo: Por Confucio, 557 a.C.
Budismo: Por Gautama Buda, 500 a.C.
Islam: Mahoma, 600 después de Cristo.
Católicos: Por Jesucristo.
Luteranos: Fundados por Lutero, 1517.
Calvinistas: Por Calvino, 1540.
Presbiterianos: Por John Knox, 1560.
Congregacionalistas: Robert Brown, 1582.
Bautistas: Por John Smith, 1605.
Episcopales: Por Samuel Seabury, 1620.
Masonería: 1717, en la Taberna de Londres
Metodistas: John y Charles Wesley, 1744.
Unitarios: Por Lindley, 1774.
Adventistas: Por William Miller, 1818.
Mormones: Por Joseph Smith, 1829. Testigos de Jehová: Carlos
Russell, 1852.
Salvation Army: Michaelis Jones, 1865.
Vetero-Católicos: Doellinger, 1870.
Teosofía: Por Petrovna Blavatsky, 1875.
Iglesia Cristo Científico: Mary Baker, 1879.
Pentecostales: Por Carlos Parham, 1900.
Rosacruces: Por Lewis, 1915.
Iglesia Dios Universal: Armstrong, 1934.
Moonies: Por Moon, 1936.
Iglesia Cienciología: Por Hubbard, 1954.
Meditación Trascendental: Maharishi, 1965
Hare Krishnas: Por Prabhupada, 1966.
Palmar de Troya: Por Clemente, 1969.
Niños de Dios: Por David Berg, 1970.
Nueva Era: Alice Bailey, 1980.
Las "sectas" son algo del demonio... si usted es cristiano, y desea
ayudar a alguien que está en una secta, no pierda el tiempo
discutiendo con él, no va a conseguir nada... lo que tiene que
hacer es lo que mandó Cristo, ¡expúlsele el demonio del error!
(Mat.10, Mar.16:17)... así lo hicieron Pedro y Pablo, y así lo
tenemos que hacer usted y yo: "En nombre de Jesucristo te
mando salir de este" (Hech.16:18, 5:16).
La Iglesia de Cristo
La Iglesia de Cristo
Jesucristo fundó "su" Iglesia (Mat.16:17, 18:17). ¡Sólo "una"!, tan
sólo una como uno sólo es un árbol con muchas ramas, dice en
Jn.15, o como uno sólo es un cuerpo con muchos miembros, dice
Pablo en 1Cor.12, Rom.12, Efes.4 y Colos.1.
Sin embargo Jesús profetizó que al final de los tiempos vendrían
"muchos" falsos profetas, que fundarían "muchas" falsas iglesias,
y que engañarían a "muchos"; así lo repite tres veces en
Mat.24:5,11,24. Y así profetizaron también Pedro y Pablo en
2Ped.2 y 2Tim.3... San Pedro especifica que introducirán "sectas
perniciosas".
¡Y así está ocurriendo hoy día!. Hay cientos de "iglesitas" que
claman ser la Iglesia de Cristo: Unas dicen que Jesús es Dios,
otras dicen que no lo es; otras dicen que el Espíritu Santo no
existe, o que Jesús no está en la Eucaristía, o que la Iglesia no
tiene sacerdotes ni sacrificio eterno, o que el poder de perdonar
pecados de San Juan 20:23 se lo dio Jesús sólo a la Iglesia
primitiva, o que la Virgen María no es virgen o no es la Madre de
Dios... unas condenan el aborto, otras lo aprueban con la Biblia
en la mano, otras dicen que la
homosexualidad es algo bueno, y que la masturbación y el
adulterio y el robo y hasta la calumnia son muy buenas si se
hacen por la gloria de Dios... y hasta hay algunas, como los Niños
de Dios, que recomiendan y practican la prostitución para atraer
almas a Cristo en su
iglesita...
¡Es la mayor vergüenza del cristianismo!... pero no se apure, mi
hermano, que tenía que ser así, como lo profetizó Jesús, ¡y así se
está cumpliendo!, tal como Él lo profetizó... pero también
profetizó que al final "habrá un sólo rebaño con un sólo pastor",
en Jn.10:16, ¡y esta profecía también se cumplirá a la letra, como
se cumplió la anterior!, alabado sea Dios.
Yo le pido al Señor que usted y yo no seamos unos de los
"muchos" engañados en alguna de esas falsas iglesitas... porque
es muy importante: El Arca de Noé del Antiguo Testamento era
el símbolo de la única Iglesia de Cristo; y en aquellos tiempos
había muchas barquillas, pero sólo se salvaron del diluvio los que
iban en la Barca de Noé, ¡las demás barcas se hundieron!.
¿Cómo reconocer la única Iglesia de Cristo?:
Es muy fácil, si se mira la Biblia:
El árbol de Navidad es algo más que un adorno, es una forma de vivir con
más intensidad la espera del Señor.
Esta Navidad quiero ser tu pino Señor. Un pino sencillo de los que nacen
en las sierras, pero con unas ramas verdes y frescas, alimentado por la
sabia de tu Vida Divina.
Como un recuerdo de todas las estrellas que brillaron esa noche bendita
en que Tú naciste, me llenaré de foquitos de colores para reflejar a los
demás la alegría de Tu venida al mundo.
Escogeré unas esferas doradas, las más brillantes para que representen
todas mis ALABANZAS, por el sol que sale cada día, por las estrellas, por
los atardeceres tan hermosos, y por todas las maravillas del mundo que Tú
creaste para nosotros, por ser nuestro Ser Supremo.
Pondré también esferas azules, para pedirte con ellas PERDÓN porque yo
no siempre he sido fiel, porque no he sabido dar ni perdonar, porque
viendo "la luz" he preferido "la oscuridad", porque conociendo "el bien"
he optado por "el mal".
Por último me llenaré de esferas plateadas, muy grandes que serán para
darte GRACIAS, por todo lo que he recibido de Ti. Gracias porque me has
otorgado salud, bienestar, alegría y satisfacciones. Gracias también por la
enfermedad, las penas y los sufrimientos, aunque me cuesta trabajo
decírtelo y aceptar tu voluntad. Tú sabes lo que hiciste. Gracias Señor por
todo aquello que me a cercó más íntimamente a Ti... Es tanto lo que tengo
que agradecerte.
Y en la punta, con una luz muy intensa, pondré una estrella enorme, que
me ilumine siempre, esa será mi Fe. Una Fe madura e inquebrantable,
siempre en aumento, que se alimentará de tu Sagrada Eucaristía y de tu
Palabra. Por eso esa luz brillará para todo aquel que se acerque a mí,
porque Tú brillas en mí.
Yo quiero ser esta y todas las próximas Navidades, tu pino Señor. Lléname
de alegría para participar a todos mis hermanos el gozo de poseerte
Señor.
¡FELIZ NAVIDAD CON JESÚS, MARÍA Y JOSÉ!
LA VIDA ES SAGRADA
Es recordar con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del
pecado. Te animarás a cargar con las cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia
las estaciones o pasos de Jesús hasta su muerte en la Cruz.
ORACIONES INICIALES
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti,
para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.
Por la señal, de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y redentor mío; por
ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa
de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con
las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca
más pecar, confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
1ª ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa
cruz redimiste al mundo.
Sentenciado y no por un tribunal, sino por todos.
Condenado por los mismos que le habían aclamado poco
antes. Y El calla...
Nosotros huimos de ser reprochados. Y saltamos
inmediatamente...
Dame, Señor, imitarte, uniéndome a Ti por el Silencio
cuando alguien me haga sufrir. Yo lo merezco. ¡Ayúdame!
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
Se reza a continuación un Padrenuestro
2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGADO CON LA CRUZ
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa
cruz redimiste al mundo.
Que yo comprenda, Señor, el valor de la cruz, de mis
pequeñas cruces de cada día, de mis achaques, de mis
dolencias, de mi soledad.
Dame convertir en ofrenda amorosa, en reparación por mi
vida y en apostolado por mis hermanos, mi cruz de cada
día.
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
No podemos hacer oración bien si primero no sabemos qué es. Descubre la oración y
qué es exactamente
La oración es a la vez algo fácil y difícil. Fácil porque hablar con Dios es algo que
podemos hacer en cualquier momento, prácticamente en cualquier circunstancia. Y es
difícil porque a veces no sabemos exactamente qué es hacer oración, porque las
ocupaciones diarias nos absorben o simplemente porque hay una gran resistencia a
sentarse un rato para hablar con Dios.
Para poder hacer bien la oración, para rezar bien, es importante entender qué es la
oración.
Orar es hablar con Dios, de tú a tú, como le habla un hijo a un padre. Y a Dios
podemos decirle cualquier cosa: lo que vivimos, nuestras preocupaciones, lo que
hemos logrado, en lo que necesitamos su ayuda, incluso platicarle nuestro día tal y
como lo haríamos con la gente a la que le tenemos confianza y le queremos. La
oración es un dirigirse a Dios para alabarlo, agradecerle, reconocerlo y pedirle cosas
que sean para nuestro bien.
Es buena idea conocer las definición de oración de algunos autores espirituales,
santos, doctores de la Iglesia y el Santo Padre:
• No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas
veces tratando a solas con quien sabemos nos ama (SANTA TERESA, Vida, 8, 2). •
La oración es la elevación del alma hacia Dios y la petición de lo que se necesita de
Dios. (SAN PEDRO DAMIAN, en Catena Aurea, vol. III, p. 304) • La oración es la
elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su
Criador.(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración) • La adoración es el acto
por el que uno se dirige a Dios con ánimo de alabarle (ORIGENES, Trat. sobre la
oración, 14). • La oración es el acto propio de la criatura racional. (SANTO TOMÁS,
Suma Teológica, 2-2, q. 83, a. 10) • La oración es el reconocimiento de nuestros
límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a
Dios. Por tanto, no podemos menos de abandonarnos a Él, nuestro Creador y Señor,
con plena y total confianza [...]. La oración es, ante todo, un acto de inteligencia, un
sentimiento de humildad y reconocimiento, una actitud de confianza y de abandono en
Aquel que nos ha dado la vida por amor. La oración es un diálogo misterioso, pero
real, con Dios, un diálogo de confianza y amor. (JUAN PABLO II, Aloc. 14-III-1979)
El Catecismo de la Iglesia Católica nos explica en síntesis que "La oración es la
elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" (CEC
2590), es decir, pedirle lo que es bueno para nuestra alma y nuestra salvación.
Cualquier cosa que sea contraria a esto, por supuesto que no nos la concederá,
porque ante todo nos ama y nunca haría nada para hacernos daño.
En las definiciones anteriores encontramos varias palabras "clave" en el concepto de
la oración: diálogo, elevación, adoración, tratamiento de amistad. En la oración nuestra
mente se eleva a Dios para alabarlo y pedirle cosas convenientes a nuestra salvación
Ya sabemos qué es la oración, aunque hay muchos tipos diferentes. Mencionaremos
las clases de oración más importantes:
En primer lugar, muchos pueden preguntarse qué diferencia hay entre la oración que
se hace por ejemplo en la Santa Misa y la que hacemos solos frente al Sagrario o en
nuestra casa, esto es la diferencia entre la oración privada y la pública. Explicaremos
la primera:
Algunos recordarán que Jesucristo nos dijo "...cuando vayas a orar, entra en tu
aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y
tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. " Mt 6,6 Esta es una oración privada,
personal en la que solamente estamos a solas con Dios. Esta oración es fundamental,
verdaderamente el pilar de la vida interior. Con ella nos acercamos a Dios y nos
dirigimos a Él que es persona. Dios, nuestro Padre en el cielo está siempre presente y
lo puede todo (es omnipotente y omnipresente), y cuando Jesús nos indica que
vayamos a nuestro aposento y cerremos la puerta para orar privadamente, es porque
Dios quiere vernos a solas, como una Padre se sienta a hablar cariñosamente con su
hijo sobre las cosas más privadas, más trascendentes y más importantes. Jesús
comprende nuestra necesidad de consuelo, de ayuda y nos invita a que en la
intimidad, nos dirijamos con toda la confianza del mundo a nuestro Padre para pedirle
cuanto nos haga falta.
Jesucristo nos da testimonio de que está en continua comunicación con su Padre y
nos invita a hacerlo. Jesús ora en el Bautismo (Lc3,21); en su primera manifestación
en Cafarnaún (Mc 1 ,35; Lc 5,16); en la elección de los Apóstoles (Lc 6,12). Noches
enteras pasa el Señor en diálogo de oración con su Padre (Lc 3,21; 5,16; 6,12; 9,29;
10,21 ss.). Jesús enseñará a sus discípulos que han de orar en todo tiempo (Lc 18,1).
La plegaria de Jesús pone de manifiesto su confianza filial con Dios-Padre que se
traducirá en la familiar expresión de Abba, Padre (Mc 14,36). Lo mismo sucede con las
diversas peticiones que formula en la oración sacerdotal ( lo 17), poco antes de su
Pasión (Mt 26,36-46; Mc 14,32-42; Lc 22,40-46), y en la petición por sus verdugos (Lc
23,34). Jesús -ante la pregunta de uno de sus discípulos- ha dejado a los cristianos no
sólo el modelo de su propia oración, sino también el cómo y la manera de hacerla (Lc
11,1-4). El Señor instruye a sus discípulos para que hagan bien la ORACIÓN, sin
charlatanería (Mt 6,5-15); con una postura de humildad, tal y como nos lo señala la
parábola del fariseo y el publicano (Lc 18,9-14); en unión de la fe y la con- fianza,
como requisitos de eficacia para él orante (Mt 11 , 24; Lc 17 ,5 ss.).
Como podemos ver, esta oración privada es fundamental en la vida de piedad de todo
católico. Ahora bien, no debemos olvidar que todos los bautizados formamos parte de
la Iglesia (y en ese sentido somos parte del cuerpo místico de Cristo); el Señor nos dijo
que "donde están dos o tres reunidos en mi nombre , allí estoy yo en medio de ellos."
Mt 18,20 La oración también puede hacerse en conjunto con otras personas, incluso
Jesucristo le da tanto valor que promete "estar en medio de nosotros" cuando lo
hagamos. Esa es la oración pública, la que se hace en nombre de la Iglesia, por un
ministro destinado legítimamente a este fin (CIC, can. 1256; v. III). Este tipo de oración
suele tener un carácter eminentemente litúrgico, como le ocurre al rezo del Oficio
divino. Santo Tomás le llamaba a esta oración común; y considera que debe realizarse
en voz alta para que el pueblo fiel tenga conocimiento de ella. La oración privada es la
que ofrece la persona individual por sí misma o por los demás.
Una vez que hemos entendido la diferencia entre oración pública y oración privada,
llega el momento de comentar la oración que se expresa hacia afuera de forma visible
y externa (o sea con palabras) y la oración que hacemos sin palabras, sin que nada en
nuestro exterior lo exprese, pero que se da dentro de nuestra mente como un acto de
raciocinio. Cuando la oración se exterioriza con palabras se le llama oración vocal.
Don Antonio Royo Marín, O.P. nos dice en su Teología Moral para Seglares que "La
oración vocal está al alcance de todos. No se requiere de una fórmula determinada, si
bien la ofrece insuperable el Padrenuestro. Para que sea verdadera oración es preciso
que se haga con atención (toda distracción voluntaria es un pecado venial de
irreverencia) y con profunda piedad."
La oración es interior, sin que existan palabras habladas, se le llama oración mental.
En ella el diálogo con Dios se realiza mediante nuestra razón y nos dirigimos a Dios
hablándole con nuestra mente. Esta oración puede ser un diálogo con el Señor
(recordemos que para el católico la oración no es necesariamente un monólogo) y en
ese sentido la oración mental se llama discursiva porque, en efecto, es un discurso.
La oración, nos enseña Santo Tomás de Aquino, es una un acto de raciocinio, sin
olvidar que nuestros sentimientos y afectos forman parte de dicha acción. La oración
debe dejarnos una resolución práctica y concreta. La oración en la que predominan los
afectos sobre el entendimiento es afectiva que cada vez que se simplifica más se
convierte en oración de sencillez.
Ahora bien, además de la oración discursiva, hay otro tipo de oración mental que es la
contemplativa. En ella se da un total recogimiento de los sentidos y un "silencio
interior" que nos permite escuchar mejor a Dios. Es, efectivamente, como contemplar a
Dios, pero no es un contemplarle con la vista, sino una contemplación del alma.
La oración contemplativa (también conocida como mística), es de gran profundidad.
Las almas con un gran avance espiritual pueden recibir de Dios grandes dones y un
inmenso gozo en la oración contemplativa. En esta oración, Dios puede permitir que
nuestra alma tenga un recogimiento, una paz y un sosiego excepcionales. Con ello
llega una quietud derivada de la presencia de Dios que cautiva la voluntad y llena el
alma y el cuerpo con una suavidad y un deleite imposibles de describir con palabras.
Hay un punto en la vida de oración en la cual se puede dar una unión intensa en la
que todas las potencias del almas se cautiven y estén absortas en Dios. Esta unión
puede ser tan fuerte e intensa que se suspenden los sentidos internos y externos. El
alma no ve nada ni oye nada de lo que ocurre en el exterior. Es lo que se llama una
unión extática. Y el alma que ha logrado traspasar todas estas corrientes de la vida
interior, llega a una transformación total en Dios, en donde ambas partes se entregan
totalmente la una a la otra.
Todo cristiano puede llegar a estos puntos en una cumbre de la vida interior. La
santidad está al alcance de toda alma que sea verdaderamente fiel a la gracia y
generosa al servicio de Dios. Todo lo que hemos descrito en el párrafo anterior no está
reservado para unos pocos aristócratas del espíritu, por el contrario, en el desarrollo
progresivo y normal de la gracia santificante ocurre. La unión con Dios en un sentido
pleno debería ser el preludio normal de la visión beatífica, alcanzado en este mundo
por todos los fieles bautizados. Esto nos lo enseña Santa Teresa de Jesús y San Juan
de la Cruz, plenamente de acuerdo con los principios más firmes de la teología
católica. El concilio Vaticano II ha proclamado con fuerza el llamamiento universal a la
santidad para todos los hombres sin excepción (Constitución Lumen Gentium c.5).
Hemos recorrido un buen camino hasta ahora, pero no nos perdamos de la vía
principal. Hay muchos tipos de oración, y conforme se avanza en ella la Gracia de
Dios comienza a actuar más y más en el alma, pero no olvidemos nuestro concepto
fundamental. Y respondiendo a la primera pregunta ¿Qué es la oración? recordemos
que
"La oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes
convenientes" (CEC 2590)