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7.

2 Legislación comparada
En México (Confrontese D, Penal Mexicano, R. Carrancá) se ubica esta infracción,
dentro de los Delitos contra la paz y seguridad de las personas, al igual que el
allanamiento de morada. Indica la legislación mexicana que se impondrá pena por este
delito
“al que de cualquier modo amenace a otro con causarle un mal a su persona,
en sus bienes, en su honor o en sus derechos, o en la persona, honor, bienes o
derechos de alguien con quien esté ligado con algún vínculo”, y “al que por
medio de amenazas de cualquier género trate de impedir que otro ejecute lo
que tiene derecho a hacer”.

Como vemos, en esta legislación queda incluida dentro de las amenazas.

7.3 Definición y elementos


El texto legal no trae una referencia lo que debe atenderse por amenaza. En esa virtud,
debemos entender puesto que tal es el acuerdo de la doctrina, que la amenaza consiste
en el anuncio que se hace de un mal que puede ser o no delito.
Son elementos de este delito:
a) La amenaza de un mal. Amenazar, es pues, anunciar a otro que se le va a causar
un mal, con el propósito de infundirle miedo; es anunciarle que se le va a causar
un mal, dependiente de la voluntad de quien se lo anuncia. Puede ser verbal o por
escrito. Lo fundamental es que el anuncio pueda perturbar la tranquilidad del
amenazado y causarle alarma o temor.

b) Que el mal sea futuro y de posible realización. Si el hecho que se anuncia se


causa al momento de la amenaza se integraría el delito con el mal causado y
anunciado. Así también, el mal ha de ser posible. Expresa también nuestra ley que
no es necesario que el mal que se anuncia sea para uno, puede admitirse el mal
anunciado para un extraño, siempre que sea de los indicados en la ley.

7.4 Diferencias entre amenazas y coacción. Ambos delitos constituyen un atentado


a la libertad y seguridad, pero se diferencian en que en la coacción el empleo de la
violencia moral o material, es para obligar a otro, a hacer o dejar de hacer lo que la
ley no le prohíbe, o consienta lo que no quiere o tolere que otra persona lo haga, en
tanto que la amenaza es el mero anuncio de un mal futuro, concreto y determinado,
contra el sujeto pasivo o sus parientes dentro de los grados de la ley, en su persona,
honra o patrimonio; el mal enunciado puede o no constituir delito.

Coacción contra la libertad política (artículo 216 del CP). Comete este delito quien,
fuera de los casos previstos en las leyes especiales respectivas, por medio de violencia
o amenazas impidiere o coartare el ejercicio de cualquier derecho político.

En este caso, se trata de la utilización de violencias, no especificadas en la ley o


amenazas para impedir o coartar el ejercicio de un derecho político.

Se trata de un delito doloso.

Punibilidad: seis meses a tres años de prisión.

Este artículo ha sido adicionado por el Decreto 4-2010, aumentando la pena en dos
terceras partes cuando el autor del delito es funcionario electoral, o funcionario o
empleado del Estado.

Capítulo V

DE LA VIOLACIÓN

Y REVELACIÓN DE SECRETOS

1. HISTORIA

De acuerdo con lo indicado por Cuello Calón (Cuello Calón, 1971: 803), el
antecedente histórico de estos delitos se encuentra en el Código Penal Español de
1922, en donde se penó la violación de la correspondencia (extraer, interceptar o abrir
cartas del correo) realizada por particulares y la revelación por éstos de los secretos
que les hubieren sido confiados.
2. LEGISLACIÓN NACIONAL.

En el Código Penal anterior, estos delitos se encontraban en el Título de los Delitos


contra la seguridad y la libertad, en el párrafo de los Delitos de descubrimiento y
revelación de secretos, siguiendo el antecedente español. Las modalidades aceptadas
por dicho Código eran las siguientes:

La revelación de secretos propiamente dicha, en el artículo 384 que indicaba:

“El que para descubrir los secretos de otros se apoderare de sus papeles o cartas
o divulgue, será castigado con seis meses de arresto mayor” (cuello Calón,
1971: 803).

Existiendo también el precepto relativo a si los secretos no se divulgaban. También


se refirió dicha ley al administrador, dependiente o criado que revelara los secretos de
su principal, así como también se penaba la divulgación de secretos que hubiesen sido
confiados a la persona en razón de su profesión o empleo, que es el delito de
denominado Revelación de Secretos Industriales, que es lo relativo al denominado en
nuestra legislación actual, infidelidad, que más adelante comentaremos.

En el Código Penal vigente encontramos distintas variedades de la violación y


revelación de secretos:

a) Violación de correspondencia y papeles privados.


b) Sustracción, desvío o supresión de correspondencia.
c) Intercepción o reproducción de comunicaciones.
d) Publicidad indebida.
e) Revelación de secretos profesionales.

3. LEGISLACIÓN COMPARADA

En la legislación mexicana, ya citada antes en estas infracciones dentro de los delitos


en materia de vías de comunicación y de correspondencia, se menciona en el artículo
173: “al que indebidamente intercepte una comunicación escrita que no esté dirigida
a él aunque la conserve cerrada”. Al respecto, comenta Carrancá: refiriéndose
precisamente a la ley mexicana:

“L a apertura de la comunicación puede hacerse en cualquier forma: rompiendo,


despegando, etc., no importa que la plica o el sobre escrito sean nuevamente cerrados
ni que el agente omita el imponerse del contenido de la comunicación… la
intercepción o interceptación consiste en el apoderamiento de una cosa que está siendo
dirigida a su destino y antes de que llegue a éste. La aprehensión o apoderamiento de
una cosa que está siendo dirigida a su destino puede verificarse por cualquier
procedimiento, sea personal e inmediato (manual) sea personal y mediato (por medio
de piezas y otros medios adecuados, como animales amaestrados, etc.), o sea, por la
mediación de tercera persona” (Carrancá y Trujillo, 1980: 362-363).

Siempre dentro de los Delitos contra la libertad, la legislación venezolana comprende


en el capítulo de los Delitos contra la inviolabilidad del secreto. Dicha legislación
contiene las siguientes modalidades:

La violación de correspondencia propiamente, al manifestar: “El que indebidamente


abra alguna carta, telegrama o pliego cerrado que no se le haya dirigido, o que
indebidamente lo tome para conocer su contenido, aunque no esté cerrado,
perteneciendo a otro” (artículo 187 Código Penal de la República de Venezuela).

Se refiere también a la supresión de correspondencia:

“cualquiera que haya suprimido indebidamente alguna correspondencia epistolar


telegráfica que no le pertenezca, aunque estando cerrada no la hubiere abierto”
(artículo 187, Código Penal de la República de Venezuela.

Aunque no le da una denominación a estos tipos ni a ningún otro, contenido el que


nuestra ley llama publicidad indebida, que más adelante comentamos, en la siguiente
forma:

“cualquiera que teniendo una correspondencia epistolar o telegráfica no destinada a


la publicidad, la hiciere indebidamente pública, aunque la haya sido dirigida, siempre
que el hecho pueda ocasionar algún prejuicio”.

Se refiere también al Delito de revelación de secreto profesional indicando:

“El que teniendo la razón de su estado, funciones, profesión, arte u oficio,


conocimiento de algún secreto cuya divulgación pueda causar algún prejuicio, lo
revela, no obstante sin justo motivo”.

Y agrega lo relativo a la responsabilidad del empleado del servicio de correo que se


adueñe de alguna carta o telegrama.
4. ELEMENTOS Y CARACTERÍSTICAS DE ESTOS DELITOS

4.1 Violación de correspondencia y papeles privados (artículo 217)

El hecho materia de este delito consiste en abrir correspondencia, pliego cerrado,


despachos telegráficos, telefónicos o de otra naturaleza que no estén dirigidos, o bien
que sin abrirlos se imponga de su contenido.

El elemento interno: este delito requiere un dolo especial, debe realizarse con la
intención de descubrir los secretos de otro, o simplemente abrir de propósito la
correspondencia.

4.1.1 Sujetos

Sujeto activo puede ser cualquiera. Sujeto pasivo es la persona a quien pertenece la
correspondencia, pliego o despachos a que se refiere la ley. El Bien Jurídico Tutelado
en esta descripción legal es la seguridad, en el sentido de que la correspondencia
privada, merece un aseguramiento de este tipo en la ley. La materialidad consiste, en
primer lugar, en un hecho de apoderamiento de la correspondencia, pliego o
despachos. De acuerdo con nuestra legislación, el delito se realiza, tanto si los
documentos indicados contienen secretos o no, puesto que la tipificación se refiere a
quien “de propósito o por descubrir los secretos…”, dándose a entender que comete
este delito quien realiza la apertura de correspondencia de propósito, o bien quien lo
hace con un propósito determinado de descubrir los secretos de otro. En segundo
lugar, el hecho de abrir la correspondencia, puesto que nuestra ley indica “abriere”,
se necesita esta manipulación, ya que si la correspondencia se encuentra abierta, no
se le da conjugación cesaría del verbo abrir que requiere la ley. De acuerdo con el
tenor de la misma, los secretos pueden ser divulgados o no, pues se indica que puede
darse la alternativa de que sea una apertura de propósito o bien para descubrir los
secretos.

4.2 Sustracción, desvío o supresión de correspondencia (artículo 218)

4.2.1 Elemento material

El hecho material se refiere aquí a tres alternativas:


a) La sustracción de correspondencia, pliego o despachos, consistente en
apoderarse de los referidos documentos. Refiere la ley que el apoderamiento ha
de ser indebido, esto es, no autorizado, que es a lo que se refiere el artículo 221,
al hacer excepciones a la aplicación de la referida ley. Sujeto activo del delito
puede ser cualquier persona. El sujeto pasivo es la persona a quien pertenecen los
documentos sustraídos, no siendo necesario para la realización material, que
dichos documento están cerrados.

b) El desvío de correspondencia. Consiste en que la correspondencia no se envía a


su lugar de destino, debiéndose realizar dichos desvíos, en la forma “indebida” a
que se refiere la ley.

c) Supresión de correspondencia. La supresión se refiere a dos situaciones en


primer lugar, tomar la correspondencia; y, en segundo lugar, destruirla para evitar
que llegue a su destinatario.

Tanto en la supresión como el desvío se debe contar con el elemento interno de


evitación de que la correspondencia llegue a su destinatario.

4.3 Intercepción o reproducción de comunicaciones (artículo 219)

La materialidad de este delito puede configurarse interceptando, copiando o grabando


comunicaciones (radiales, televisadas, telegrafiadas, telefónicas u otras semejantes),
o bien impidiéndolas o interrumpiéndolas; dichos actos deben ser ejecutados
valiéndose de medios fraudulentos, es decir, no admitidos por ninguna disposición
legal.

Cualquier persona puede ser sujeto activo del hecho; y el sujeto pasivo tendrá que ser
quien sea propietario o tenedor legal de las comunicaciones ya indicadas. El elemento
interno está constituido por la conciencia y voluntad de valerse de los medios
fraudulentos ya referidos por realizar el hecho.

El Decreto 31-2012 ha reformado el artículo 220 del CP relacionado con agravación


específica de las sanciones para los hechos delictivos contenidos en los artículos 217
a 219 en el inciso 1º. Que queda en la siguiente forma:

“1º. Si el autor se aprovechare de su calidad de gerente, director, administrador o


empleado de la dependencia, empresa o entidad respectiva”.
Así también a agregado el inciso 4º. A dicho artículo (220) cuyo contenido es el
siguiente:

“4º. Si el autor fuere funcionario o empleado público”.

Con lo anterior puede evidenciarse que la agravación es únicamente para los autores
de tales delitos.

4.4 Publicidad indebida (artículo 222)

Es hecho se realiza materialmente, por quien hallándose legítimamente en posesión


de correspondencia, papeles, grabaciones o fotografías no destinadas a la publicidad
y los hiciere público sin autorización, si el hecho causa o pudiera causar perjuicio.
Tenemos, entonces, que el sujeto activo es quien se halla legítimamente en posesión
de tales documentos, y que los hace públicos sin la debida autorización, sino con la
debida autorización, significándose con esto, que no solamente debe de contar con
autorización, sino con la debida autorización, o sea que debe autorizarse por la persona
propietaria de la correspondencia papeles, grabaciones o fotografías relacionadas.
Parte fundamental de la materialidad del hecho es que la publicidad o con la
publicidad se cause o pudiere causar perjuicio, tanto al propietario de los documentos
tanto a terceras personas. Elemento interno del delito, es hacer públicos
correspondencia, papeles, grabaciones o fotografías, sabiendo que no se tiene la
autorización debida.

Conviene acotar aquí lo relativo a la eximente por justificación, en lo relativo a los


Delitos de violación de correspondencia y papeles privados del artículo 217;
sustracción, desvío o supresión de correspondencia, y los de intercepción o
reproducción de comunicaciones, en que el tenor de lo indicado en el artículo 221 no
son aplicables a los padres, respecto de las personas que tengan bajo su custodia o
guarda. En tales casos, la ley considera que la sustracción o hechos relativos tales
delitos no se realizan indebidamente, sino que se justifica por la propia ley, en
concordancia con lo legislado en el artículo 24 inciso 3º. Del mismo Código.

4.5 Revelación de secreto profesional (artículo 223)

Las legislaciones incluyen este delito en diferentes valoraciones jurídicas; así, la


española lo incluye dentro de los delitos de los funcionarios públicos en el ejercicio
de su cargo. La legislación mexicana dentro del título específico de revelación de
secretos; y la venezolana, dentro de los Delitos contra la inviolabilidad de secretos,
parte de los Delitos contra la libertad.

Incurre en este hecho quien, sin justa causa, revela o emplea en provecho propio o
ajeno un secreto del que se ha enterado por razón de su estado, oficio o empleo,
profesión o arte, si con ello ocasiona o puede ocasionar perjuicio. De manera que el
sujeto activo es siempre la persona que revele el secreto en las condiciones indicadas,
siendo tal persona del estado, profesión, empleo, oficio o arte de los relacionados en
la ley.

“A la sociedad importa que el médico, el abogado, el notario, el sacerdote,


todos estos confidentes necesarios, estén obligados a la discreción y al
mantenimiento del secreto más absoluto, pues se atreverá a confiar en ellos si
fuera de temer la divulgación de los secretos confiados. Éste es el fundamento
de la protección penal del secreto profesional” (Cuello Calón, 1971: 414).

Nuestra ley se refiere a dos hechos: revelar simplemente el secreto o emplearlo en


provecho propio ajeno. El elemento psicológico del hecho está constituido por la
voluntad de revelar un secreto con la conciencia que se ha de guardar, y que su
revelación causara o causa, un perjuicio. Interesa llamar la atención de que
probablemente por un descuido, se sale de aquí el legislador del sistema de pena
mixta, es decir, aplica en general prisión y multa en determinados delitos, pero éste
deja al juzgador la potestad del aplicar ya sea prisión o multa.

“Los hermanos Erizzo, escriben elocuentemente sobre el secreto profesional


de abogados: es, entre todos los atributos de nuestra profesión, el que más nos
aproxima a la dignidad de sacerdote. Es, al mismo tiempo, un decreto y un
deber. No se halla circunscrito por límites fijos. No nos es impuesto por medio
de sanciones. Es una facultad cuya apreciación y aplicación se dejan al arbitrio
de nuestra conciencia… El abogado tiene el derecho de rehusarse a declarar y
de su derecho de silencio él es el único juez y el único guardián. Ninguna
sentencia, ningún decreto de un magistrado, pueden obligarlo o declarar
cuando simplemente afirma que rehúsa, obligado por el secreto. En esta
invulnerabilidad de nuestra decisión, en el haber dejado únicamente a mereced
de nuestra conciencia el derecho de hablar o de callar, está precisamente el
principio título nobiliario de nuestra profesión”. (Carrancá y Trujillo, 1980).
Capítulo VI

DE LOS DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE

CULTOS Y EL SENTIMIENTO RELIGIOSO

El Bien Jurídico Tutelado es aquí, la libertad y seguridad en lo relativo a la libertad


de cultos específicamente, y la seguridad en cuanto al sentimiento religioso,
específicamente aludido.

En el Código Penal español, se han colocado estos delitos dentro de las infracciones
de tipo administrativo y sanitario, aunque al decir Cuello Calón, su lugar adecuado se
halle entre los Delitos de carácter religioso (Cuello Calón, 1971: 345-346). Este
criterio es el que inspira gran número de Códigos, el de Italia, donde se incluyen en el
título de “Delitos contra los sentimientos religiosos y la piedad de los difuntos”;
Alemania entre los “Delitos contra la libertad de cultos y el sentimiento religioso”;
Venezuela, entre los delitos contra “la libertad de cultos”; el Código español 1852
también incluía la profanación de cadáveres entre los Delitos religiosos.

1. TURBACIÓN DE ACTOS DE CULTO (ARTÍCULO 224)

El hecho material del delito consiste en interrumpir la celebración de una ceremonia


religiosa o bien ejecutar actos en menosprecio o con ofensa del culto. Así, es el delito:

a) Interrumpir la celebración de una ceremonia religiosa;

b) Ejecutar actos en menosprecio de culto;

c) Ejecutar actos con ofensa del culto,

d) Ejecutar actos con ofensa de os objetos destinado al culto.

En cuanto al primer hecho, consistirá en impedir el ejercicio de las funciones o


ceremonias religiosas. En el segundo, se trata de los actos de desprecio o vilipendio
culto o a quienes profesan; actos con ofensa de los objetos: que comprenden aquéllos
de destrucción, maltrato o desperfeccionamiento de las cosas destinadas al culto.
Sujeto activo del delito puede ser cualquier persona; sujeto pasivo lo serán los
seguidores del culto de que se trate. Elemento interno del delito en la intención de
ofender la libertad de cultos, o específicamente, el culto que esté practicando.

2. PROFANACIÓN DE SEPULTURAS (ARTÍCULO 225)

Dentro de este epígrafe delictivo se encuentra en nuestra ley (artículo 225) diversas
infracciones:

a) Violar o vilipendiar sepulturas, sepulcro o una funeraria;


b) Profanar en cualquier otra forma de cadáver de un ser humano o sus restos.

El delito está constituido por violar sepultura, sepulcro o urna funeraria que para el
caso vienen siendo lo mismo. La profanación de cadáveres propiamente dicha se
constituye por el hecho de sustraer o desenterrar los restos humanos o cadáveres, l
cualquier acto atentatorio al respecto debido a la memoria de los muertos.

Capítulo VII

DELITOS DE INSEMINACIÓN

1. INSEMINACIÓN FORZOSA (ARTÍCULO 225ª)

Comete este delito quien sin autorización de la mujer, procurare su embarazo


utilizando técnicas médicas o químicas de inseminación artificial. La penalidad en
este caso resulta agravada por las consecuencias: si resulta el embarazo, se aplica
prisión de dos a seis años e inhabilitación especial hasta de quince años. Si la mujer
sufre lesiones gravísimas o la muerte, se aplica prisión de tres a diez años e
inhabilitación especial de diez a veinte años.

Existe un anteproyecto de Código Penal, formulado inicialmente en 1990 a solicitud


de la Presidencia del Organismo Judicial por el Dr. Alberto Binder. Éste fue revisado
por una comisión de juristas en 1991 y ha servido de base para el teproyecto formulado
en la actualidad por la Misión de Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA). En
dicho anteproyecto se había creado un título denominado “Delitos contra el ámbito
de intimidad”, el que incluyó el capítulo denominado “Inseminación forzosa,
inseminación fraudulenta y experimentación”, que el legislador actual ha incluido
como capítulo VII de título IV.

El hecho de la inseminación forzosa consistirá en procurar el embarazo de una mujer,


sin su consentimiento, utilizando técnicas médicas o químicas de inseminación
artificial.

2. INSEMINACIÓN FRAUDULENTA (ARTÍCULO 225b)

Consiste este delito en alterar fraudulentamente las condiciones pactadas para realizar
una inseminación artificial. En este caso, se dan dos alternativas:

a) Que el consentimiento se ha dado pero se alteran fraudulentamente las


condiciones para realizar la inseminación.

b) Lograr el consentimiento mediante engaño o promesa falsa.

EXPERIMENTACIONES (ARTÍCULO 225c)

En este caso, existe el consentimiento de la mujer para provocar el embarazo, pero el


hecho consistiría en realizar experimentos destinados a provocar el embarazo,
experimentos que no han sido hechos antes ni aprobados por la técnica médica.

Título V

DE LOS DELITOS CONTRA EL ÓRDEN JURÍDICO

FAMILIAR Y CONTRA EL ESTADO CIVIL

Capítulo I

DE CELEBRACIÓN MATRIMONIOS ILEGALES


1. MATRIMONIO ILEGAL}

“En Roma, la bigamia se consideró como adulterium. A partir de Caracalla, la


poligamia dejó de ser tolerada y se llegó a castigar con la pena de muerte. El Fuero
Juzgo penó la bigamia poniendo a los culpables en poder de marido ofendido que
podía venderlos o hacer de ellos lo que quisiere. En el Fuero Real, se castigó con
pena pecuniaria y en las partidas con el destierro en una isla y pérdida de bienes.
Posteriormente este delito fue castigado con mayor severidad hasta con crueles
penas corporales (marca con hierro candente) y con exposición a la vergüenza
pública” (Cuello Calón, 1971: 719).

Se continuó configurando este delito en la legislación española hasta el presente.


En la legislación nacional continuando con la recepción del derecho español, el
Código Penal anterior de 1936 hizo una alusión a este delito, una de las
modalidades de celebración de matrimonios ilegales, era contraer matrimonio al
casado mientras viviera su cónyuge. En la legislación vigente, comete matrimonio
ilegal,

“quien contrajere segundo o ulterior matrimonio sin hallarse legítimamente


disuelto el anterior, equiparándose a dicha acción la de quien siendo soltero
contrajere matrimonio, a sabiendas con persona casada” (artículo 226 del
Código Penal).

2. LEGISLACIÓN COMPARADA

En la legislación mexicana, la referencia al Delito de bigamia, se haca a

“quien estando unido con una persona en matrimonio no disuelto ni declarado


nulo, contraiga otro matrimonio con las formalidades legales” (citado por Raúl
Carrancá y Trujillo, 1980: 592-593).

De acuerdo con el Código Penal de Venezuela, comete este delito

“cualquiera que estando casado válidamente, haya contraído otro matrimonio,


o que no estándolo hubiere contraído, a sabiendas, matrimonio, con persona
casada legítimamente…” (Artículo 402).
En la legislación mexicana este delito se encuentra en el rubro de los delitos contra el
estado civil y bigamia; tanto que en la venezolana, se encuentra dentro de los Delitos
contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias.

2.1 Elementos y características de este delito

De acuerdo con nuestra ley, el Bien Jurídico Tutelado es, el orden jurídico familiar y
el estado civil. El hecho material consiste en dos actos diferentes concluyentes: o bien,
se consuma por el hecho de contraer segundo o ulterior matrimonio sin haberse
disuelto el primero; o bien contraerlo un soltero, a sabiendas, con persona casada. Se
consuma –dice Carrancá y Trujillo (1980: 592-593)-

“Por el hecho mismo de contraer el distinto matrimonio, firmado el acta


respectiva que lo registra fehacientemente, aunque el matrimonio quede roto
y no se consume por el acceso carnal”.

Sujeto activo es la persona soltera que sabiendas contrae matrimonio con persona
casada.

“El dolo consiste en que el agente tenga conciencia y voluntad de contraer


matrimonio legal a sabiendas de que está legalmente casado en matrimonio no
disuelto a virtud del divorcio, ni declarado nulo por cualquiera de las causas
de nulidad que lo invalidan” (Carrancá y Trujillo, 1980: 592).

En cuanto al sujeto pasivo, la situación es sumamente ambigua, puesto que a decir de


unos (por ejemplo, Cuello Calón, 1971: 719).

“no es el cónyuge del matrimonio, precedente, dotado siempre de eficacia


jurídica, sino el cónyuge del matrimonio posterior, siempre que lo haya
contraído de buena fe…” (Cuello Calón, 1971: 719).

Sin embargo, el cónyuge del matrimonio precedente ve afectada su vida matrimonial


con un enlace posterior de su pareja y eventualmente podría ser la parte ofendida en
caso de mala fe del segundo cónyuge, pues

“Lo que se sanciona en la contratación matrimonial doble, es la realización


injusta de las segundas formalidades y no el posible futuro concubinato de los
bígamas. Por tanto, la bigamia es delito instantáneo que se consuma en el
preciso momento de la celebración del segundo matrimonio formal” (Gonzáles
de la Vega, 1983: 349).

Son presupuestos para la existencia material del delito:

a) La existencia de un matrimonio anterior que no haya sido legítimamente


disuelto de acuerdo de nuestra legislación civil, el matrimonio se modifica por
la separación y se disuelve por el divorcio (artículo 153 del Código Civil), o
disolviéndose también por la muerte de uno de los cónyuges, de tal manera
que la frase “legítimamente disuelto” la entenderemos en el sentido de hallarse
divorciado por sentencia firma ejecutoriada y registrada en los libros
respectivos, o bien, por defunción de uno de los cónyuges.

b) El segundo presupuesto para la existencia material del hecho es que se


contraiga un segundo o ulterior matrimonio. Como elemento subjetivo
concurre aquí la voluntad de contraer un segundo ulterior matrimonio con la
conciencia de no haberse disuelto legalmente el vínculo conyugal anterior.

3 OCULTACIÓN DE IMPEDIMENTO PARA CONTRAER MATRIMONIO


(ARTÍCULO 227)

La materialidad del delito se integra por estas dos alternativas:

a) Contraer matrimonio sabiendo que existe un impedimento que causa su nulidad


absoluta.
b) Contraer matrimonio sabiendo que existe tal impedimento y ocultar esta
circunstancia al otro contrayente. O sea, que lo comete quien contrae matrimonio
sabiendo que existe un impedimento que cause nulidad absoluta, y lo manifiesta
el contrayente, quien en casi de realizarlo estaría siendo coautor del hecho, o bien,
que se oculte tal circunstancia al otro contrayente.

Las circunstancias a que se refiere la Ley Penal, son las indicadas en el artículo 145
del Código Civil:

a) Cuando uno o ambos cónyuges han consentido el error, dolo o coacción;

b) Del que adolezca la impotencia absoluta o relativa para la procreación, siempre


que por naturaleza sea perpetua, incurable y anterior al matrimonio;
c) De cualquier persona que padezca incapacidad mental al celébralo; y,

d) Del autor, cómplice o encubrirlo de la muerte de un cónyuge, con el cónyuge


sobreviviente.

En este caso, el sujeto activo es la persona que contraiga matrimonio sabiendo que
existe un impedimento de los mencionados; o bien, que lo oculte. Sujeto pasivo es el
otro cónyuge que contrae matrimonio ignorante que existe una de las circunstancias
que causa la nulidad del matrimonio, ya señaladas.

El elemento interno del hecho, es la conciencia de que existe un impedimento


señalado en la ley; y, eventualmente, la ocultación del mismo.

4. SIMULACIÓN DE MATRIMONIO (ARTÍCULO 228)

En este aspecto vuelve nuevamente nuestra ley al causuismo, legislando con


especialidad un hecho que bien puedo encuadrarse en un tipo general de simulación
de actos jurídicos, ya que existen algunos otros que puedan simularse, atentándose, al
mismo tiempo, contra bienes jurídicos que merecen la protección del Derecho Penal.
La materialidad del delito puede consumarse a través de los siguientes actos:

a) Engañando a una persona o simulando matrimonio con ella.


b) Con ánimo de lucro, otro propósito ilícito o daño a tercero, contrajeren
matrimonio.

En el primer acto, mediante engaño, se simula matrimonio con la persona; en el


segundo, el propósito ilícito o daño a tercero, contrajeren matrimonio.

El segundo activo es consecuentemente doble: la persona que engaña y simula el


matrimonio, así como quien contrae matrimonio con un propósito ilícito.

Elemento interno del delito es la conciencia de que esta simulando el matrimonio, ya


se engañado, ya sea teniendo el propósito ilícito.
5. CELEBRACIÓN ILEGAL DE MATRIMONIO (ARTÍCULO)

En este hecho, la materialidad consiste en celebrar un matrimonio civil o religioso sin


estar legalmente autorizado para ello. Se da aquí el caso de una usurpación de calidad
específica, como celebración ilegal. Sujeto activo es aquel que sin estar autorizado
celebra el matrimonio. Este delito, según lo dispone el tenor de la ley, puede concurrir
con otros; por ejemplo: usurpación de calidad, pues únicamente están autorizados a
celebrar el matrimonio los alcaldes municipales, los concejales, el notario o el
ministro de cualquier culto que tenga facultad otorgada por la autoridad administrativa
correspondiente.

Incurre también un delito, cuya denominación no puede ser por lógica la que se da al
artículo 231 (responsabilidad de Representantes), el tutor o protutor que contrajere
matrimonio con la persona que ha tenido bajo

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