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ANoam Chomsky se le reconoce mundialmente ‘como uno de los grandes intelectuales y educadores del siglo xx. En La Glededucacion ol ‘gran linglista noreamericano critica duramente nuestro actual sistema de ensefanza, Frente a la idea de que en nuestras escuelas se ensefian los valores democriticos, lo que realmente existe es un modelo colonial de ensesianaa disefiado primordialmente para formar profesores cuya ddimensi6n intelectual quede devakwuda y sea tuida por un complejo de provedimientos y ‘€cnicas; un modelo que impide el pensamiento critico e independiente, que no permite rzonar sobre lo que se oculta tras las explicaciones y que, por ello mismo, fija éstas como las ‘inicas posibles, En este libro, Chomsky nos proporciona excelentes herramientas para desmontar este tipo de ensefianza pensacla para la domesticacién de los ciudadanos, y ‘construir un mundo menos discriminatorio, mis democritico, menos deshumanizado y mas justo, CRITICA PVP & 10008283 ee SMO wwmaustraleditorialcom 884081006625 7 CHOMSKY LA ¥ (DES)EDUCACION Edicién ¢ introduccién de Donaldo Macedo Jonzalo G. Djembé ‘Taduceién EEE ’© 62 Cien por clon libre cia loro y esta, i {No 9 porte a fpreaecn total 0 parcial do eat ovo, Al meorporacon user evorngtic, ni su Vansmistn real fora er cusses, soa Sse ace, Impolrico, pee loca, pox erabacon u otros metodss, fimo pemoo prvoy por eastto dal adie Ls kaccon Gh ea Gerecios mencionasos ode se esretaa do cto (Gora laprpecad nisl ft. 270 sues del Coco Penal. [Ejpan a EERO (Cer Espano de Drectos Reprogtis) s necesita foieeopi oesransa’ agin aqrnonto Se exta obra, ud contctar (bn SE trae deta woe we canteen com (Sper ll one 94 702 7070) 82272 04 47 Flo erga: Gromseyan MsEcueaton (© 200, fretjusiohedin the Unteo States by Rowman & Lies Larham Marfand USA. ‘Alri ore per latrxuccn, Gonzalo G. Demo ileckborachn con Ector Peet, 8. A. Green, 8, 2001 ‘Avra Dre, 662-654, 08004 Bareloa Espa) ihotdor ote Sareea ‘or lanteltxos.com Bono do a colocrién: Compara Nissin dela bert © Srusterstock ‘nora wae en Austak mayo ce 2012 ‘Soyunda rye: mayo de 2013 Tova mean. aver do 2014 opoeto gat 6. 11.748.2012 ISIIN O78 84 c8-00663-3 Frgtuatny encudedo on Barcelona por Black Pint CP, Barodona Pitted in Goan = iyseoo en Espana Blografia Noam Chomsky (1928) se doctoré en lingtistica en la Universidad de Pennsylvania en 1956 y en la actualidad es profesor de esta especialidad en el departamento de Linglistica y Filosofia del Instituto de Tecnologia de Massachusetts. Ha escrito numerosas obras sobre linguistica, flosofia, historia de las ideas y sobre poltica intemacional contemporénea. De entre sus numerosas obras destacan: Los guardianes de la libertad (2000), Actos de agresién (2000), E/ beneficio es fo que cuenta (2001) y El miedo a la democracia (2001), todas elias publicadas por Critica. Prélogo* 1a democracia es fracasado porque hay demasiaca gene que la teme. Craen que el bienestar y la elicidad son tan escasos, que resulta imposible—y qed infesenble— creer en un mundo de personas prbspe- ras bres». Sin embargo, este mudo, con todas sus conradicciones, ‘in puede savarse, un puede renacer; pero no recuriendo al capital, el inerésecondmica, la propiedad y el oro. W.E.B, Du Bois! 1 las sociedades Hamada libres y abiertas, la escuela afronta unas tensiones y paredojas formidables. Por una parte, tiene la responsabi- lidad de ensefar las ventajas del sistema democrético; por otra, es c6m- plice de la hipocresia inherente « las democracias contempordneas, en las ue, segtin Noam Chomsky, el término democracta se refiere a un site sma de gobiemo en el que ciertos elementos de la élite, que se apoyan en Ja comunidad comercial, controlan el estado mediante el dominio de la so- ciedad privada, mientras que la poblacién observa en silencio. Entendida asf, la democracia es un sistema en el que las decisiones son tomadas por Jas élites y ratficadas pablicamente, como sueede en los Estados Unidos. De este modo, la intervencién popular en el establecimiento de la polit Piiblica se considera una seria amenaza».* Por esta razén, los movimientos populares de los afios sesenta y se~ tenta —que se movilizaron para oponerse a la implicacién criminal de Jos Estados Unidos en la guerra de Vietnam, asi como para exigir una mayor proteccién de los derechos civiles y del medio ambiente— repre- sentaron una amenaza real para la clase gobernante. En los EE.UU., este sector social dominante replicé creando la ComisiGn Trilateral, cuyo ob- jetivo era encontrar maneras de evitar que auténticas muchedumbres si- quieran participando, de forma democratica, en el cuestionamiento de la ‘vonducta inmoral de los gobiernos occidentales. En este proceso, la Co- * Quisieraexpresr mi agrodecimiento a Panagiota Gouner, quien me ayudS pacien- lvmente onl elaboraci del manosortoy reali sagaces comentarios ycoatbuciones di- ‘ante I sclecein dels esayos inchs enc presente volumes. 1. W.E,B, Du Bei, Color an democracy: colomes and peace, Keans-Thompson, Milwood (te, 1975, pgs. 99 y 142. 2" Noam Chomsky. On power and ideology, South Eod Press, Boston, 1987, pp. (hay td. case Sobre el poder’ la ideologta, Visor, Madrid, 1989]. 8 La (desjeducacién ‘misi6n Trilateral abandons toda pretensién de que 1a escuela ensefara ‘os valores democrdticos; sus miembros —entre los que se contaba el ex presidente Jimmy Carter— pertenecfan a una élite inferacional de ca- eter mayoritariamente liberal, yresolvieron las mencionadas tensiones ¥ paradojas de Ia escuela «democritica» encargéndoe el adoetrinamien- A rendencioso de los ms jévenes.” Ello ha Hevado @ Chomsky a afir~ nar que Ia ComisiGn Trilateral concebia las escuelas como centros do doctrinamiento, «en tanto que imponen la obediencia, bloquean todo posible pensamiento independiente ¢ interpretan wn papel institucional ‘dentro de un sistema de control y. coerciGn>.* En paralelo a este objetivo de la Trilateral, que buscaba mecanismos para mantener la hegemonia cultural del capitalism, emergi6 una plé- {ora de «comisarios» culturales al estilo soviético (cuya empresa era fi- ranciada en gran medida por fandaciones y comités de expertos con- servadores), Su misién era contener lo que se entendfa como un , Boston Globe, 15 Prélogo 9 incuestionadas), de forma que legitiman la funcién institucional desa- rrollads por ls esculss entro de un sistema de contol y corciGn> El ejemplo més evidente de ello lo he mencionado ya en algunas obras anteriores: se trata del caso de David Spritzer, un estudiante de doce afios de Is Escuela Latina de Boston, a quien se abrié un expe dient dseiplinario por haberse negado a pronuncar el Juramento de Fi- delidad,” que le parecta «una exhortacién hipéerta al. paritismo>, puesto que no existe «libertad y justicia para todos», Para Spritzer, el Jramento pretende unit «a os oprimidos y los opresores. Hay gente 4que lleva coches impresionantes, vive en casas impresionantes y no tie- nen que preocuparse por el dinero, Y Iuego est In gente pobre, que vi- Jeu bao is pel irom al Noir er que todo el mundo esi ue no es ci justicia para todos». ios ama ‘A Spritzer, finalmente, no se le impuso ninguna sanciGn, ree {American Civil Liberties Union) eseribiera una carta a su favor, citan- do un caso judicial de 1943 (Junta Edueatva del Estado de Virginia Oc- teal ona Bare) el quel Cone Supe de sx aval el derecho de un estdiante a no pronunciar el Ju seein pronunciar el Juramento de Fidelidad y En el primer capitulo de est libro, ttulado «ducer para la libertad, Is peguité& Chomskya qué os debs esti doce ce ee detecar la evidente hipocresfa del Juramento,y no sus maestros Y admi- nistradores, que haofan recibido una educacién de nivel muy superior. Para Chomsky, «lo que le sucedi6 a David Spritzer es lo que se espera de las escuclas, que son cenros de adoctrnamiento y obediencia im- puesta, Lejos de favorecer el pensamiento independiente, la escuela, a lo Tengo de la historia, no ha dejado de interpretar un papel institucional dentro de un sistema de control y coereién. Una ver que se te ha educa do, sete ha socializado ya de una manera que respalda las estrocturas de poder que, a su ver, te recompensan generosamente>. En este sentido, como observa acertadamente Edward Said, os maestros son como otros * Pledge of Allegiance: Juramento solecmne de fidelidad a los : : os gue le po wean en eine, arn steno dl sala a bn pone pana W. del t) _ selon sree et Pking es ets one, ovine 10. La (deseducacién «: «dn la escuela / me espulgaron de todas las ides / hasta de- jar el campo limpio»." Dado que nuestra sociedad permite que las cul- ‘uras corporativas reduzcan las metas de la educacién a los requeri- mientos pragméticos del mercado y, por tanto, se forma a los estudian- tes para que sean «trabajadores sunisos, consumidores expectantes y ciudadanos pasivos»," la sociedad se ve forzada a crear estructuras edu- cativas que adormezcan la capacidad critica de los alumnos, con miras a domesticar el orden social y asegurar asi su autopreservacién.’* Con- Secuentemente, cret. patrones educativos que ineluyen «acciones que procuran la domesticacién de la conciencia y su trasformacién en un re~ ipiente vacio. La educacién, dentro de esta préctica cultural dominado- ra, queda restringida a una situciGn en la que el educador, “que sabe", trasfiere un conocimiento preexistente al estudiante, “que no sabe". Cada vez més, 2 medida que la cultura corporativa aumenta su con- trol sobre la escuela, la funcién de los maestros se ve reducida a impo- her euna verdad oficial», predeterminada por «un grupo reducido de personas que analizan, ejecutan, toman las decisiones y mueven los hi- Jos en el sistema politico, econdmico ¢ ideol6gico», Para poder llevar a cabo esta area de educacidn (que, irénicamente, no produce més que ig- norancia), los maestros han de tratar a sus alumnos como vasijas vacias {que se deben rellenar con ideas predeterminadas y, generalmente, des- conectadas de la realidad social que Tos envuelve, asf como de cualquier ln School / Al bouts go combed out / What was ef wa ike fel» J y. «What is poetry)», Houseboat days: 5, Vil wueva 7 Sita en Hah ds: ms, Vig Neve Yk, 977, Sit oe ee aes ate rereal mesrneey Tes nae a ee re cae eee ae Tepper 12 La (desjeducacién valor de igualdad, responsabilidad y democracia. En este sistema del ‘educar para domesticar, que bordea la idiotizacién, se echa en falta el ‘espacio pedag6gico para que los alumnos —como bien indica Chomsky mis adelante— «no [sean considerados] como un simple audltorio, sino ‘como elemento integrante de una comunidad con preocupaciones com- partidas, en la que uno espera poder participar constructivamente». En lugar de ello, se premia al que colabora con su propia idiotizacién, has- ta convertirse en el «llamado “buen estudiante”, que repite lo ofdo, que remuncia al pensamiento critico, que se adecua a Jos modelos que le oftecen [y que] ha de contentarse con recibir contenidos impregnados de tuna ideologia esencial para los intereses del orden sagrado»."* Dentro de este modelo de edueacién domesticadora, por tanto, el ‘mejor estudiante es el que recita religiosamente los esl6ganes fosiliza~ ‘dos del Juramento de Fidelidad; en la escuela sobresale el que, tozuda e inreflexivamente, acepta las grandes mentires, como las que cuenta Tom, Paxton en su cancién What Did You Learn in School Today?: Hijo mio, amor mio, jqué has aprendido hoy en la escuela? Hijo mio, amor mio, ;qué bas aprendido hoy”? —Aprendf que Washingion nunca ha contado una mentira, {que Tos soldados no se mveren casi nunca, 4 que todas las personas son libres. TBso e¢ Jo que he aprendido hoy en Ia escuela, 80 65 Jo que he aprendido hoy. “Apter que los poliias son mis amigos, {que la Justicia no tiene fn, ¥ que ios asesinos pagan sus exfmenes con la muerte, ‘aunque a veces cometamos alin eror. “Aprendi que nuestro gobierno iene que ser poderoso, {que siempre tiene la razn, que no se equivoce: muestros lideres son los mejores, Foret os legos uray ot vez. ‘Aprend! que las guerras no son tan malss, { aprendi cosas sobre las (gueras] més grandes que hemos tenido: hhemos luchado en Francia y en Alemania, {y quiz4 algdn dia llegue mi oportunidad. [Esp e5 Jo que he aprendido hoy en la escuela, 180 e¢ Io gue he aprendido hoy." 1S. rer, Polit of education, pg. 117 {6 Tem Panton, What Did You Learn i School Taday?, Cherry Lane Music Pub, Co, Ine. (ASA), © 1962, Prélogo 13 Afortunadamente, no todos los estudiantes aceptan voluntaria y acrt- ticamente esta pedagogfa de los grandes embustes, sino que algunos son conscientes de «las mentiras que me cont6 mii maestro», por tomar el ti- tulo de un libro de James W. Loewen. Por ejemplo, los profesores de historia intentan promover el compromiso de sus estudiantes usando li+ ‘bros de texto que «tetratan el pasado como si se tratara de un drama mo- ral simplificado: “S$ un buen ciudadano ... Puedes sentirte orgulloso de Jo que has heredado. Sé lo maximo que puedas ser. Después de todo, mira todo lo que han logrado los Estados Unidos”. Esta forma de op- timismo falso, segin Loewen, «puede acabar suponiendo una carga para los estudiantes de color, ls hijos de padres de clase trabajadora, las ni fias que observan la ausencia constante de personajes hist6ricos femeni- ‘nos, 0 los miembros de cualquier otro grupo que no haya consezuido el éxito econémico. No es de extrafiar que los nifios de color estén aliena- ddos».!* En su alienacién, se niegan a aceptar el conocimiento que les ha trasmitido un sistena ideolgico y doctrinal que falsea ta realidad y dis torsiona su imagen, con la esperanza de que los estudiantes se acomo- darén a vivir en la mentira. Es por esta raz6n por lo que un gran time ro de estos estudiartes subordinados planta cara a la educacién doctri- nal, utilizando el recurso de abandonar los estudios. Y es por esta mis- ‘ma raz6n, quiz, por lo que muchos de ellos hacen resonar todavia la fa- mosa cancién de Pink Floyd Another Brick in the Wall («Otro ladrillo en el muro»): «We don’t want no education, / We don’t want no thought control...» Tal como he indicado hasta aqui, la escuela procura man- tener la hegemonia cultural y econémica vigente en las sociedades la- madas abiertas y democriticas, para lo cual recurre a la propagacién de mitos. Segtin afirma Bérbara Flores, los mitos «son persistentes porque no se los euestiona; son convincentes porque ofrecen un retrato simpli- ficado de una realidad compleja; y son antirrealistas, porque disfrazan la verdad». Se sigue, entonces, que la ensefianza de la verdad sin disfra- zar —tal como ha sugerido Chomsky persuasivamente— supone una au- \ntica amenaza para el sistema doctrinal. Un maestro al que se paga 17. James W, Loewen, Lies my teacher told me, The New Press, Nueva Yedk, 1945, i. 3 1S, Loowen Lies my teacher told me, 19, «No queremos educacion / ni con! del pensamicaton; Pink Floyd, Another vik inthe Wali Pink Phya Masic Lid, © 1979, 20, Barbara Flores, Language iverference on influence: toward a thear) for hispanic niga, eis de Bicveatra, Universidad de Arizona, Tucson, 1982, pg. 131 14 La (desjeducacién ppara que proteja el sistema doctrinal e ideol6gico vigemte tendré escaso {interés en ensefiar a sus estudiantes que los Estados Unidos han violado sistemfticamente el Juramento de Fidelidad, desde la legalizacién de la ‘esclavitud y Ia denegacién de los derechos de las mujeres al genocidio ‘easi total de los nativos americanos, pasando por las actuales précticas discriminatorias en contra de las personas que, debido a su raza, etnia 0 ‘Sexo, no son tratadas con Ia dignidad y el tespeto por los que se aboga en el Juramento. ste maestro tampoco tendré alicientes para explicar la Historia de a gente de los Estados Unidos, de Howard Zinn, en la que los estu- diantes. podrian aprender que érase una vez. un comité legislative de ‘Massachusetts, que promulgé una ley para incentivar econmicamente cl asesinato de los indios: «Por cada cabellera de hombre indio que se imate .. cuarenta libras. Por cada cabellera de mujer india, 0 de hombre indio menor de veinte afios ... veintelibras».*' Y tampoco veré la razn de ensefiar a sus estudiantes que ni siquiera Abraham Lincoln, el presi- dente antiesclavista, espaldé plenamente los principios de igualdad, res- peto a la vida, libertad y persecucién de la felicidad, contenidos en Ia Declaracién de Independencia de los Estados Unidos, cuando asevers que «diré, entonces, que no estoy, ni lo he estado jamés, a favor de fo- tmentar de ninguna forma la igualdad social y politica de las razas blan- ca y negra... Yo, al igual que cualquier otto hombre, estoy a favor de mantener Ia posicién superior asignadta a Ia raza blance».* Podriareplicarse, tal vez, que los incidentes citados en el pérrafo an- terior pertenecen a los archivos més polvorientos de nuestra historia temprana, pero no me parece que hayamos aprendido demasiado de es- tos testimonios histéricos peligrosos, vista nuestra propensién a la bar- barie en contra de otros grupos y naciones y en nombre de la democra- cia, No es una simple coincidencia —ni una denominacién accidental- ‘mente ingenua— el que la destruccién de pueblos enteros de Vietnam, ‘que prodyjo una masacre de mujeres, nifios y ancianos, fuera denomi- nada por los Estados Unidos una «operacién de paz». Tampoco es una ‘coincidencia el que Ia invasion de Panamé recibiera el nombre de «. El caso de Turquia no es menos incomprensible, pues ha provocado ‘que «ds de un millén de kurdos huyeran del campo a Diyarbakir, la ca- pital oficial del Kurdisténo, intentando escapar al bombardeo de sus pueblos con aviones estadounidenses. El apoyo de los Estados Unidos a Indonesia, al igual que su complicidad con las matanzas de Timor (Oriental, esté perfectamente documentado y exigira la aplicacién de los ‘mismos principios intemacionales que defienden la «intervencién hu- manitaria», De no ser por la amnesia social y la incapacidad de relacio- nar los diferentes acontecimientos, nos hubiéramos referido, sin duds, @ Ja funciGn desempefiada por Daniel Patrick Moynihan como embajador ante las Naciones Unidas. En su memoria de la invasién de ‘Timor Oriental por parte de Indonesia, ttulada Un lugar peligroso, Moynihan arroja luz sobre su papel como embajador estadounidense ante las Na- cones Unidas: «Los Estacos Unidos querian el resultado que finalmen- te se produjo y se esforzaron en provocario, El Departamento de Estado querfa que las Naciones Unidas demostraran su inutilidad en todas y cada una de sus medidas; esta tarea me fue confiada a mf, ¥ puedo de- ir que la supe Hlevar a término con un éxito nada despreciable».® Moy- nihan afiadi6 que, en tan solo dos meses, habfan muerto alrededor de {60.000 personas, «précticamente la misma proporcién de bajas que su- {rid la UniGn Sovietica durante la segunda guerra mundial». Pero como no se denuncia la relacién que vincula estos sucesos, los Estados Uni- dos han podido seguir proclamando la excelsitud moral de su defensa de las leyes internacionales y la inviolabilidad de las fronteras nacionales, 23. Ckndo en Nosm Chomsty, Towards a new Cold War, Panthoon, Nueva York 1082, pgs. 339-340 hay trac. east: La segunda guerra fla, Ceca, Barcelona, 198). 2A.* Chomsky, La segunda guerra fr — al par que continuaba violando leyes y fronteras a su entero capticho. incapacidad de percibir estas contradicciones tan evidentes es un Ponente clave de la manipulacién ideolbgica, que suele producir una. sarticulacién de los conocimientos adquiridos, alejando asf a tos obs vadores de una comprensién critica y coherente del mundo en el que ven. Esta desarticulacién del conocimiento conlleva la anestesia de conciencia, sin la cual ¢s imposible desarrollar una postura politica cli ‘8, Tal como ha indicado elocuentemente Frei Betto, la percepeién cl 1 de Ia realidad requiere que cada cual trascienda «la concepcién de vida como un simple proceso biol6gico, para llegar a entenderla lun proceso personal y colectivor.* Betto se refirié a esa concepei exrénea como «el tendedero de la informacién»; puede haber colgada 1 una gran cantdad de piezas de informacién, pero no todo el mt es capaz de relacionarlas unas con otras. No es de extraiar, por que las potencias occidentales prestaran un respaldo tan euférico a sintervencién humanitariay de la oTAN en Kosovo, que 4a limpieza émica de los albaneses, pero a la vez fingieran no tenet ticia de las matanzas en Ruanda, Colombia, Turquia y otros paises, Percepeién clara de la realidad politica requerirfa que uno fuera capaz separar y reordenar las piezas, frecuentemente fragmentarias, del ten sero La adquisicién de ta suficiente claridad de ideas exige un alto Nel de claridad poltica, algo que la ideologia dominante intenta elimina Por todos los medios —ya desde la escuela—, y que se adquiere a fie cribar el flujo de informacién y relacionar unas piezas con otras, Jn que se logra una comprensién global de los hechos y su raz6n de Posdemos ver ahora por qué las personas que han sido educadas Jin modelo domesticador, de trasferencia (o incluso imposicién) de imientos, no son capaces de interconectar las piezas y distingui, jemplo, dos dimensiones en la «intervencién humanitarian de la Kosovo: Ia mitica y la objetiva, En parte, ello obedece a que los politicos de tes al cuarto que, como la mayoria de pleno y verdadero de cualquier entidad, debemos analizar las pricticas culturales y politicas que vehiculan nuestro acceso al campo seméntico del mundo y su interaccién con los rasgos seminti- cos de la palabra, Como el significado es, cuando menos, huidizo, tene- ‘mos que basamos en aquellos modelos culturales que son responsables de «nuestros cuentos» y, frecuentemente, «los cuentos con los que 10s engafiamos»." Una ojeada a la tesis de la cintervencién humanitaria» en Kosovo basta para desvelar emo las précticas culturales y politicas no solo moldean, sino que incluso determinan la manipulacién metaférica del lenguaje, facilitada a su vez por imagenes controladas informatica ‘mente y mensajes verbales marcados por «el uso estratégico de un len- {guaje ambiguo que oculta a los telespectadores el alcance real del terror 28, James Gee, The social mind: languages, ideology, and social practices, Bergin & Garvey, South Hadley (hr), 1992, pig. vi 28. ‘Freire y Macedo, Lieracy, pg. 132 30. Freire y Macedo Literary, BIL Gee, The socal mind, pig. Xt eee ee y Tas matanzas» inherentes a esas cintervenciones humanitarias».* Para William Lutz, este lenguaje deliberadamente ambiguo «esquiva la res- ponsabilidad o la imputa a otro, y discrepa de su significado real o pre- tendido. Es un lenguaje que oculta e impide el pensamiento; mas que potenciar el pensamiento, este lenguaje lo limitay.* En esta hicida recopilacién de ensayos, Chomsky no solo urge a todo aquel que anhele una vida mas democratica a que adopte una acti- tud més eritica hacia ef mundo, sino que ademés nos proporciona tiles herramientas para revelar el (des)orden social y, con él, las pricticas hi- pécritas y deshumanizadoras de nuestras «democracias»; ello equivale a “eensefar Ia verdad sobre el mundo y Ja sociedad», Chomsky impele a Jos lectores a adoptar un lenguaje ertico, necesario para desenmascarar ‘una realidad oscurecida y su manipulacién ideolégica, pero también, de ‘acuerdo con lo expresado por Giroux y Freire, promueve una pedagogia de Ia esperanza, por la cual «se invita a los estudiantes a que deseubran por s{ mismos la naturaleza de la democracia y su funcionamiento», En este proceso, los estudiantes abandonan su posicién de meros objetos y se convierten en agentes de Ia historia, a 1a basqueda incesante de la verdad. Segin enfatiza Chomsky enérgicamente, los maestros han de cesar en su complicidad con la educacién tecnocritica que los desinte- lectualiza y hace que «{trabajen] fundamentalmente para reproducir, le~ gitimar y mantener el orden social dominante, que les reporta benefi cio. [Los maestros, por tanto, han de rechazar la tentacién de convertise cen «comisarios culturales», y convertirse en auténticos intelectuales, que sdienen la obligacién de investigar y difundir la verdad sobre los temas iis significativos, sobre los temas que importan». Tal como precisé Chomsky en nuestro didlogo, responsables del «adoctrinamiento de los j6venes», Este adoctrinamiento tendencioso es imprescindible, porque las escuelas fueron disefiadas —hablando a grandes rasgos— para apoyar los intereses del sector social dominant, la gente de mayor riqueza y bienestar. Desde muy femprano, en la educacin se nos socia- liza para que comprendamos la necesidad de prestar respaldo a las es- ‘ructuras del poder, sobre todo a las grandes empresas, a los hombres de negocios. La leccién que uno saca de esta educacién socializadora es que, como no apoyes Ios intereses de los. mis ricos y poderosos, lo ten- rds crudo: sencillamente, se te expulsa del sistema 0 se te marginaliza, Y la escuela cumple con éxito este programa de «adoctrinamiento de los {6venes» —por decislo con las mismas palabras de la Trilateral — gra- cias a que opera dentro de un marco de propaganda cuyo efecto es de- formar o suprimir ls ideas y la informacién no deseadas. {Como es posible que estos intelectuales, que propagan falsedades al servicio de los intereses de los més poderosos, sin atreverse a salir de dentro del marco propagandistico, salgan impunes de su complici dad? Lo cierto es que no salen impunes de nada. De hecho, estin pres- tundo el servicio que se espera de ellos; Io esperan asf las instituciones para las que trabajan, y ellos cumplen los requerimientos del sistema doctrinal, ya sca voluniaria 0 quiza inconscientemente. Es como si con- tratacas a un carpintero y, una vez realizado el trabajo para el que lo con- {rataste, te preguntaras cémo ha podid hacerlo. Bueno, ha hecho lo que c esperaba de él; y los intelectuales ofrecen un servicio muy parecido. Se comportan tal como se espera de ellos en Ia medida en que presen- tan una deseripcién de la realidad minimamente ajustada, pero sobre loro adecuada a los intereses de los que tienen mas poder y més rique- 26 La (desjeducacién za.es decir, dela gente que posee esas instituciones que solemos amar escuclas y que, en el fondo, vienen a poseer la sociedad entera. std claro que, histéricament, los inelectuales han interpretado wt papel vergoncoso con su apoyo al sistema doctrinal. Vista esta postura Pino demasiado honrosa—, Zcrees que pueden ser tenidos por intelec- tales, en el sentido mds genuino del término? En varias ocasiones te hhas referido a algunos profesores de la universidad de Harvard como . El escdndalo es tan maytisculo que sobran los comentarios. ‘Pero bastard una simple prueba para demostrar su magnitud. Imagi- na, por ejemplo, lo siguiente: Un comunista estadounidense y de color ‘se presenta en lo que entonces era la Unidn Soviética, poco después de ‘que seis destacados iniclectuales checos hayan sido asesinados por fuer- zas entrenadas y armadas por los rusos. Se dirige a la Duma y la ensal- za como «la defensora de Ia libertad. {Qué reaccién se hubiera produ- ido en Jos Estados Unidos, entre los politicos ¢ intelectuales? Sin duda, hhabrfa sido répida y prodecible: se le denunciarfa por apoyar a un régi- men criminal. Los imelectuales estadounidenses deberfan preguntarse por qué se sintieron arrobaddos por la espléndida actuacién de Havel, que es equiparable a esta historia imaginaria. {Cusnios intelectuales de nuestro pafs han lefdo algo —siquiera una pégina— de lo eserite por los intelectuales centroamericanos asesinados. ‘por los varios ejércites que actian como delegados nuestros? ¢Cudntos Saben de la existencia de Dom Helder Céimara, el obispo brasilefio que se distinguié en la defensa de los pobres de Brasil? La mayorfa tendrian problemas incluso para dar el nombre de algtin disidente de las brutales tiranfas latinoamericanas —o de otras zonas— a las que apoyamos, ade- nds de entrenar a sus ejércitos; creo que solo eso ya basta para descri- bir el estado de nuestra cultura intelectual. Los hechos que no convienen al sistema doctrinal se despachan con rapidez, como si no existieran; simplemente, se climinan, Esta consinuccién intelectual del «no ver» caracteriza a algunos in- telectuales, descritos por Paulo Freire conio educadores que afirman itdoptar un enfoque cientfico y «pueden estar intentando esconderse en lo que consideran la neutralidad de los objetivos cientffcos, sin atender ‘al modo en que se vayan a usar sus descubrimientos, sin molestarse a pensar siquiera para quién 0 para qué intereses estén trabajando! En fl nombre de la objetividad, segiin Freire, estos intelectuales , ‘ya que es un grupo reducido de personas que analizan, ejecutan, toman las decisiones y mueven los hilos en el sistema politico, econémico & ideot6gico. Esta clase especializada suele representar un poreentaje fnfi- mo de Ia poblacién, que tiene que recibir proteccién frente a la gran masa a la que Walter Lippmann dio el nombre de «rebatio desconcerta do». Es una clase que desarrolla las «funciones ejecutivasy, 10 que si nifiea que realizan la funcién de examinar, planear y establecer el «inte- és comiin» (ahora bien, con esta formula se refieren a los intereses de laclase de los hombres de negocios). A la gran mayorfa de la poblacién, esto es, al erebafio desconcertado>, le corresponde en nuestra democra- cin el rol de «espectadores», no el de «participantes en la accién», segtin el credo democrético liberal que Lippmann supo articular perfectamen- te. En nuestra democracia, cada cierto tiempo los miembros del «reba- fio> tienen Ia posibilidad de participar en la aprobacién de uno w otto li- det, mediante un proceso conocido como «elecciones». Una vez han aprobado a este 0 a aquel miembro de la clase especializada, deben re- tirarse y convertirse de nuevo en espectadores. ‘Cuando el erebaiio desconcertado> intenta ampliar su papel como mero espectador, cuando la gente intenta participar en la accién demo- critica, la clase especializada reacciona en contra de lo que se pasa a denominar una «crisis de la democracian, Esa es la razén de que nues- ‘tas élites sientan tanto odio hacia los aflos sesenta, cuando varios gru- Eduear para la libertad “31 ppos de personas hisiéricaments marginadas empezaron a organizarse y cuestionar la politica de la clase de los especialistas, sobre todo la rela- tiva a la guerra de Vietnam, pero también, en el émbito interior, la po- Iitica social. Una de las posibles maneras de mantener el control sobre el «reba- fio desconcertado» es adoptar la concepcién de escuela que hemos visto antes, la que propuso la Comisi6n Trilateral: las escuelas son las institu- ciones responsables del adoctrinamiento de los j6venes. Los miembros del «rebafio» tienen que ser rigurosamente adoctrinados en los valores € intereses de tipo privado y estatal-comporativo. Los que asimilen mejor cesta educacién en los valores de la ideologta dominante y demuestren su lealtad al sistema doctrinal podrén, a la postre, entrar a formar parte de a clase especializada. El resto del «rebaiio desconcertado>, por el con- ttario, ha de ser mantenido a raya, de forma que no creen problemas, sean simples espectadores del desarrollo de la accién y no reflexionen sobre aquellos aspectos de Ia realidad que son de veras importantes. La Clase instruida considera que es imprescindible para el «rebafion, porque este es demasiado extipido como para gobernar sus asuntos por sf mis- ‘mo y lo haria mal, atuaria de acuerdo con sus «concepciones erréneas Cerca del 70 por 100 de los estadounidenses eree que la guerra de Viet- ‘nam no era correcta desde un punto de vista moral, pero, segtn Ia clase ddominante, es necesario protegerios de sus empieza, en realidad, a una ‘edad muy temprana, mediante un proceso de. socializacién que es, a su ver, una forma de adoctrinamiento; el objetivo es promover Ia obedien- cia en sustitucién del pensamiento independiente, La escuela funciona ‘como un mecanismo més de esta socializaciGn, y su meta es evitar que Ja gente haga preguntas importantes sobre las cuestiones importantes ue les afectan directamente a ellos 0 bien # los dems. Es decir, en la escuela no se aprenden solo contenidos. Como te decia antes, si quieres Convertir en un profesor de mateméticas, no te limitas a aprender un ‘monién de nociones matemiticas, sino que, ademas, aprendes cémo has cde comportarte, cémo vestirte adecuadamente, qué tipo de preguntas puedes hacer, cmo encajar (en el sentido de amoldarte), etc. A la que seas demasiado independiente, 0 cuestiones demasiado a menudo el ¢6- digo de tu profesién, lo més probable es que te expulsen del orden de Ios privilegiados. De modo que uno se da cuenta muy rpido de que, para triunfar, hay que servir a los intereses del sistema doctrinal. Hay {que estarse callado e instlar en los alumnos las creencias y los dogmas ‘nds tiles para los intereses de los que estén de verdad en el poder. La clase de tos hombres de negocios y sus intereses privados tienen un re- presentante en las redes del estado corporativo. Y es que la escuela no es el tino de tales sistemas de adoctrinamiento; hay otras insttuciones que colaboran para reforzar el proceso. Piensa en los programas que nos echan por la televisién, por ejemplo: se nos propone que contemplemos una retahila de shows que no nos exigen el esfuerzo de pensar, que de- berfan distraemos; pero su funcién, en realidad, es impedir que los es- pectadores comprendan sus verdaderos problemas © identifiquen sus verdaderas causas, Una de Tas maneras de afrontar una vida poco plena es comprar sin parar: pues bien, estos programas se dedican a explotar las necesidades emocionales de los espectadores y los mantienen desco- nnectados de las nevesidades de los demés. A medida que se van des- ‘mantelando los espacios piblicos, las escuelas y los relativamente pocos espacios piblicos que quedan trabajan para convertirnos en buenos con- sumidores, Eso encaja con la sacralicacién del individualismo. Personalmente, creo que no; yo no lo veo como una forma de indi- vidualismo. BI individualismo —el individualismo bien entendido— re- ‘quiere cierto grado de responsabilidad ante Ins propias acciones; pero ‘este modelo de entretenimiento est vactfo y solo nos mueve a amoldar- nos al sistema y actuar ante todo por razones emocionales o impulsivas. Y el impulso que esté en juego es el de consumir mas, el de ser buenos ‘consumidores. En este sentido, tanto la escuela como los medios de co- ‘municacién y la cultura popular estén divididos entre los que razonan —esto es, los que disefian y toman las decisiones en nuestra sociedad— y el resto de la gente. Para lograr su cometido, estas personas que razo- znan y se adhieren ala clase especializada tienen que crear «ilusiones ne- cesarias» y «simplificaciones en gran escala y de gran poder emotivo> (por decitlo en palabras de Reinhold Nichbuht), para que el «rebatio desconcertado» —la masa ingenua y mentecate— no se vea aturdido por 4a complejidad de los problemas reales que, ademés, tampoco sabria ‘c6mo resolver. El chjetivo es mantenernos apartados de Tas cuestiones reales, y apartados unos de otros; asf, se hace nevesario aplastar cual- quier intento de organizacién 0 de establecimiento de vinculos colecti- vos. Al igual que ea los estados totalitarios, en las sociedades abiertas también existe la censura, Lo que sucede es que adopta formas diferen- tes: se consideran inaceptables las preguntas ofensivas y embarazosas para el sistema doctrinal, y se suprime la informacién inconveniente. No hay que hacer un gran esfuerzo para llegar a esta conclusién; basta con Aanalizar sin prejuicios lo que se recoge en los medios de comunicacién Y lo que se deja fuera, por ejemplo; o con intentar comprender sincer Imente qué informacién se permite en la escuela y cual no. No hace fal~ lu ser un superdotado; creo que cualquier persona corriente puede darse fienta de que los medios manipulan y censuran la informacién que 10 fs de su agrado. Probablemente requiere algtin trabajo el legar a deseu- wir las deformaciones y las supresiones en la informacién que reci mos, pero basta con el deseo de conocer la verdad. 34 La (des)educacion [No hay razén por la que los intelectuales no puedan adoptar a mis~ ‘ma postura respecto a nuestros protectorados en Latinoamérica que res- ecto a los dominios enemigos. Lo tinico que hace falta es la voluntad ‘de emplear la misma capacidad critica y el mismo sentido comin que aplicamos al analizar las atrocidades cometidas por nuestros enemigos. Si la escuela fuera un autéatico servicio piblico y general, nos propor- ‘cionarfa t6cnicas de autodefensa, pero eso quiere decir ensefiar la ver- dad sobre el mundo y la sociedad. Y se dedicarfa, con mucha més asi- dduidad y energia, justamente al tipo de cuestiones de las que estamos {ratando, para que las personas que erecen dentro de una sociedad abier- tay democritica desarrollen técnicas de autodefensa no solo contra los aparatos propegandisticos de las sociedades totalitarias controladas por el estado, sino también contra los sistemas privados de propaganda esto es, Ia escuela, los medios de comunicacién, 1a prensa que selec- ‘ciona los temas de discusin y la de Ia intelectualidad—, que controlan ‘casi del todo el desarrollo de Ta tarea educativa. Es por ello que los que tjercen este control sobre el aparato educativo merecen ser considera- ddos como miembros de Ia clase de los de los bombardeos. Si aplicéramos el mismo razonamiento que ha servido para justificar Ja sintervencién humanitarian en Kosovo, la oTAN deberia bombardear también ottos paises, como Colombia, por ejemplo, ¢ incluso Turquia, que es uno de sus estados miembro. En Colombia, 1a media anual de asesinatos politicos cometidos por el gobierno y su aparato paramilitar, segtin las estimaciones del Departamento de Estado, esté en el mismo nivel que en Kosovo antes del bombardeo de la oTAN, y ha generado por ‘encima del millén de refugiados, que intentan escapar a esas atrocida- des. Colombia ha recibido de los Estados Unidos més armas y entrena- ‘iento que ningtin otro pais occidental, a pesar de que la violencia no hha dejado de incrementarse en Ia década de los noventa, y esa ayuda si- ‘gue aumentando ahora con la excusa de una «guerra contra la droga>. 'No hay un solo observador serio que se trague esta excusa, Y la admi- nistracién de Clinton ha sido singularmente generosa en su elogio del presidente César Gaviria, cuyo mandato es responsable de «un nivel de violencia atroz>, segtin las organizaciones pro derechos humanos. En el caso de Turquia, el genocidio de los kurdos a lo largo de Ia dé- cada de los noventa ha superado en mucho Jo conocido en Kosovo an- tes del bombardeo de la OTAN, Alcanz6 su. maximo a mediados de los noventa; una prueba de ello es que, entre 1990 y 1994, més de un mi- lién de kurdos huyeron del campo a Diyarbakir, la capital oficial del Kurdistn, mientras el ejército turco destrufa su regign. Fn 1994 se lo- ‘graron dos récords negativos: fue wel ato de la represién més dura en las provincias kurdas», segin informé Jonathan Randal desde el mismo lu- ‘gar de los hechos, y fue asf mismo el afio en que Turqufa se convirtié en ‘ laosianos damnifi- ceados (de los cuales mueren mas de la mitad), segin reports Barry Wain, el veterano corresponsal del Wall Sireet Journal en Asia, en un af- ticulo aparecido en la ediciOn asiftica. De modo que, incluso si n0s ate- nemios a las cifras mis conservadoras, la simple crisis del afio pasado es comparable « la situacién de Kosovo antes de los bombardeos. Pero ta muerte, ademés, se encarniza especialmente con Jos nifios, segtin los in- formes del Comité Mennonita Central, que ha estado alli desde 1977, trabajando para aliviar en Io posible las continuas atrocidades. Los medios de comunicacién estadounidenses aplaudieron la inter- vencién de la oTAN en Kosovo —que debia contener la limpieza étnica 4e los albaneses—, aun cuando el bombardeo no logré mas que intensi- ficar esta y otras atrocidades en su contra. Pero en el caso de Laos, la reaccién de los Estados Unidos fue no hacer nada, a pesar de que somos directamente responsables de las matanzas, Aqut no abrieron la boca ni Jos medios ni. los comentaristas, siguiendo la designacién oficial de 1a guerra contra Laos como «guerra secreta»; es decir, era una guerra per- fectamente conocida, pero silenciada, al igual que se hizo con la guerra contra Camboya a pirtir de 1969. El nivel de autocensura que se alcan- 26 entonces fue extraordinario, pero el de hoy no es inferior. La impor- tancia de este ejemplo ciertamente chocante es clara: mientras que los ‘medios estadounidenses exultaban de alegrfa cuando el Tribunal Inter- nacional acus6 a Slobodan Milosevic de erfmenes contra Ia humanidad, Kissinger, uno de los arquitectos de la matanza de Laos, sigue en liber tad y es celebrado como tn . Ahora bien, cuando Traq invadié Kuwait, su g0- bierno denunci6 1a agresién declarando con solemnidad que . Este sintagma, democracia y educacién, me trae de inmediato a la me- moria la vida, los eseritos y Ja actuacién de John Dewey, uno de los pen sadores més importanies de ls iltimos cien afios, quien dedicé la mayor parte de su reflexién y su tiempo a estos asuntos. Supongo que deberia advertiles que me mueve un interés especial por la obra de Dewey. Sus ideas ejercieron una gran influeneia sobre mf en mis aios de formacién (, de hecho, fue ast desde que tenia yo unos dos ais, por varias razo- nes en las que no entraré aqu‘). Durante la mayor parte de su vida —en sus Giltimos affos se tom6 algo més escéptico— Dewey parece haber con- siderado que una reforma de los primeros niveles de la educacién podia provocar cambios sociales significativos. Podia abrir el camino a una so- Ciedad més justa y libre, una sociedad en la cual, citando al propio De- ‘wey, «el objetivo iltimo de la produccién no sea la produceién de bienes, sino la produecién de seres humanos asociados entre sf en términos de igualdad». Este compromiso bisico, que recorre toda la obra y el pensa- Iniento de Dewey, choca con las dos corrientes directrices de Ia vida in- [electual y social moderna. Choca, en efecto, con una corriente muy fuer- te en su dfa —recordemos que Dewey escribia sobre ello en los afios veinte y treinta—, relacionada con las economias dirigidas de la Europa ‘ocidental; esto es, con los sistemas creaclos por Lenin y Trotsky y con- Yertidos en una monstruosidad ain mayor por Stalin. La segunda co- + . También la habia denunciado la prensa de clase tra- hajadora, hace ahora més de un siglo, condenando lo que se llamé el sniuevo espititu de la época: hazte rico, olvidate de todo menos de ti mis- mo» (la misma eméxima abyectar de la que abominaba Smith, por tan- to). Resulta bastante significativa la evolucién de estos valores, puesto que los de un pensador precapitalista como Adam Smith —quien recal- «a la empatia, el objetivo de la igualdad perfecta y el derecho inaliena- ble de los hombres a un trabajo creativoe— contrastan de forma llamati- vv con los valores actuales, los de quienes defienden el «nuevo esprit de la 6pocar y, en oxasiones, llegan a invocar desvergonzadamente el 48 La(desjeducacién nombre de Adam Smith, Valga como ejemplo uno de los ganadores del Nobel de economfa, James Buchanan, quien ha escrito que lo que todos nosotros buscamos «en una situacién ideabr es «dominar un mundo de esclavos», Por si no lo sabian, eso es Io que persiguen todos ustedes, un ‘objetivo que a Adam Smith le hubiera parecido sencitlamente enfermizo. Por cierto, el mejor libro que conozco sobre el pensamiento real de ‘Adam Smith, llamado Adam Smith and his legacy for modern capital- ism, es obra de una profesora de esta casa, de Loyola, la profesora Pe tricia Werhane. Claro esté que, en la medida de lo posible, siempre es mejor leer directamente el texto original. ‘Una de las demostraciones mas evidentes del «nuevo espfritu de la Epoca» y sus valores son los comentarios de estos dias en la prensa en toro a las dificultades con que topamos en nuestro proyecto de aupar a Ja gente de 1a Europa oriental, Como sabréa, son nuestros nuevos bene ficiarios, y les estamos haciendo extensivos los mismos cuidados mater- rales que hemos prodigado a nuestros varios pupilos de tantas partes del ‘mundo, desde Latinoamérica a las Filipinas. Los resultados que hemos ‘obtenido en esas cémaras de los horrores son terriblemente claros y co- hherentes, pero, por algéin raro milagro, no se ha sacado la leccién de ‘quiénes somos y qué hacemos. Podsiamos preguntarmos por qué ha su- ‘cedido ast. Pero el caso es que nos hemos decidido a aupar a esa gente, que se ha liberado por fin del eomunismo, del mismo modo que hemos estado liberando a los haitianos y 2 los brasilefios y 2 los guatemaltecos ¥y a los filipinos y a los nativos americanos y a los esclavos del Africa, entre tantos otros. El New York Times est publicando una interesante se- ric de articulos sobre todas estos problemas, que permiten darse cuenta de qué valores imperan actualmente, Ha aparecido, por ejemplo, un ar- tteulo sobre Ia Alemania del Este, escrito por Steven Kinzer. Kinzer co- mienza citando a un paérroco que habfa estado al frente de las protestas populares en contra del régimen comunista, y que expresa su preocupa- ci6n ante los cambios sociales. Afirma que «la competencia sin freno y Ta ambicién de dinero estin destrozando nuestro sentido comunitario, y casi todo el mundo es presa del miedo, de la depresién o de Ia inseguri- dado. Entretanto la gente se va formando en el nuevo espiritu de la Epo ‘ca, que inculcamos a los pueblos retrasados. El siguiente articulo de Ia serie trataba del éxito fulgurante de Polo- nia, un pais que esté hoy en boca de todos, y lo eseribié Jane Perlez. EL titular dice «Doble velocidad en el camino del capitalismo». EI meollo ee ee de Ia historia consiste en que hay algunos que ya se han enterado de qué vva la cosa, mientras que otros siguen retrasados. Perlez da ejemplos de ‘buenos y de malos estudiantes. Pues bien, el pupilo més aplicado pose ‘una pequefa fébrica, un «ejemplo vigoroso» que resume lo mejorcito de Ja moderna Polonia capitalista. En ella se producen vestidos de novia de disefio exquisito, que solo pueden adquirir los alemanes ricos y la mi- rdscula porcidn de polacos archimillonarios. Todo ello en un pais en el que los indices de pobreza se han duplicado desde Ia instauraci6n de las reformas, segdn refleia un estudio del Banco Mundial, y los ingresos hhan cafdo cerca de un 30 por 100. Ahora bien, el que tenga hambre o le falte trabajo siempre puede deleitarse contemplando esos vestidos x- Auisitos en los escaparates, y percibir asf el nuevo espititu de la época. Es comprensible, por tanto, que se elogie el triunfo de Polonia, que va acercdndose a nuestros logros. Bl articulo cede luego Ia palabra a otra buena estudiante, que aclara que chay que conseguir que la gente lo entiendat han de luchar por si mismos, no se pueden apoyar en nadie». Esta describiendo el objetivo dde un cursillo de formacién a su cargo, con el que intenta insuflar los valores estadounidenses en personas cuyo cerebro habia sido lavado, LLes habfan lavado el cerebro mediante esI6ganes de! tipo de «Trabajo en las minas. {Quién hay mejor que yo?>. Pues bien, eso no sirve, tienen que quitarselo de ta cabeza; hay mucha gente mejor que los mineros,in- Cluyendo a los que saben disefiar vestidos de boda para os alemanes 1i- cos, ya que ese es el ejemplo que se ha escogido para ilustrar el triunfo de los valores de miestro pafs. Aparte quedan los fracasados, los que marchan a una velocidad lenta en el camino del capitalismo. Perlez es- ccoge como muestra de ellos un minero de cuarenta y cuatro aflos, «sen~ tudo en el saldn de su casa —an sal6n tapizado de madera—, mientras Contempla los frutos de su trabajo en tiempos del comunismo: un tele- ‘visor, muebles cémodos, una cocina reluciente y moderna» y se pregun- {a «por qué raz6n eslé en casa, por qué esté en el paro y depende de las subvenciones». Este minero no ha sabido entender el nuevo espiritu de Ia época, ese «hazte rico, olvidate de todo menos de ti mismo», y toda- via se cree lo de que es minero y <,Quién hay major que yo». La serie de articulos prosigue con otros ejemplos parecidos. Es interesante leer los y fijarse en qué es lo que se da por sentado. ‘Lo que esté sucediendo en la Europa occidental es un paradigma de Jo que lleva pasando muchos affos en nuestros dominios del tércer mun- 50 La (des)educacién do y, de hecho, encaja en una trama ya muy antigua. Es muy similar a nuestra propia historia, y también a ta de Inglaterra, antes de nuestra in- ependencia. David Montgomery, de la universidad de Yale, que es un y pérdida de Ia digni- dad y la independencia, ante la pérdida del amor propio, es decir, ante cl menosprecio del trabajador en tanto que ser humano. También preo- ccupaba la decadencia brusca del nivel y el desarrollo culturales, por ‘cuanto los trabajadores estaban sujetos @ la , asi como por difundir sus valores s6rdidos y degradantes. Uno de los primeros lideres de la AFL (Federacién Estadounidense del Trabajo], Henry Demarest Lloyd, supo formular con acierto, hace ahora algo més de un siglo la perspectiva més habitual: la misi6n del movimiento obre- ro era veneer «los pecados y la supersticiOn del mercado», y defender y extender la democracia, de modo que los trabajadores controlaran la in- dustra, "Todo ello hubiera parecido muy razonable a los fundadores del libe- ralismo clésico, a gente como Wilhelm von Humboldt, por ejemplo, (quien sirvié de inspiracién a John Stuart Mill y consideraba —con un punto de vista préximo al de su contemporéneo Adam Srith— que el ‘yolor central de la vida humana era el trabajo creativo, emprendido por decision propia y realizado en colsboracién con otros, Humboldt escri- bio que, si una persona produce un objeto por encargo, podemos admi- far su obra, pero a él le despreciaremos, pues no es un auténtico ser hu- mano que acttie movido por sus propios impulsos y deseos. Los «vendi- dos de la clerigalla>, por su parte, tienen la funcién de socavar estos va- lores, de eliminarlos de entre las personas que se venden en el mercado de trabajo, Por razones semejantes, Adam Smith habia advertido que, en tina sociedad civilizata, el gobiemo debera intervenir con el objeto de lvilar que la divisin del trabajo haga del trabajador «un ser humano de 52. La (desjeducacién cestulticia € ignorancia extremas». Su defensa del mercado —que com porta numerosos matices— se basa en la hipdtesis de que, si las condi- Cones fuesen verdaderamente libres, entonces Tos mercados tenderian hacia un equilibrio perfecto. Luego los otros Jo tomaron como justifica- cin moral, y la clerigalla se olvidé de todos los matices, con lo que lo convertian en una historia muy diferente. Dewey y Russell son dos de los més destacados herederos de esta tradicign en el siglo xx, de esta tradicién que, como dije antes, hunde sus rafces en la Tlustracién y el liberalismo clésico. Atin més interesan- te y sugerente es el testimonio de Ia organizacién, las luchas y las pro- testas obreras desde principios del siglo x0x, cuando los trabajadores y Jas trabajadoras intentaban conseguir una mayor libertad y justicia y ‘mantener los derechos adquiridos frente al avance del nuevo despotis- ‘mo: el del poder privado favorecido por el estado. ‘La idea central fue formulada con gran claridad por Thomas Jeffer- son, hacia 1816. Lo hizo, por tanto, antes de que Ia Revolucién Indus~ trial se hubieca asentado en las antiguas colonias, pero por entonces ya podfa empezarse a ver por dénde iban a ir los tos. En sus dltimos afios, al observar el desarrollo de los acontecimientos, se sinti6 muy preocu- pedo por el destino del experimento democritico. Temfa el ascenso de luna nueva forma de absolutismo, avin mds ominosa que la que habian derrotado durante la Revolucién Americana (durante Ta cual, como es notorio, Jefferson se habja distinguido mucho), Jefferson quiso separar centonces a los que llamaba «arist6cratas» de los verdaderamente «de- rmécratas». Los aristécratas son «los que temen al pueblo y desconfian del, y quisieran alejarlo de todas las formas de poder y darlas a las cla- ses mis privilegiadas». Los demécratas, en cambio, «se identifican con cl pueblo, confian en él y lo tienen en alta estima, considerindolo el de- ppositario més honrado y fiable del interés piblico», si no «el més sa- bios, Los aristécratas de su tiempo eran los santos patrones del nacien- te estado capitalista, que Jefferson veia con gran desprecio, reconocien- do a la legua la evidente contradiccién que se produce entre la demo- cracia y el capitalismo; desde luego, es asf en lo que atalle a lo que po- idriamos denominar «capitalismo real», es decir, el que est guiado y fi- nanciado por poderosos estados desarrollistas, como los de Inglaterra, los Estados Unidos y, de hecho, muchos otros lugares. Esta contradicei6n esencial se agrav6 a medida que se concedian po- dderes cada ver. més plenos a las nucvas estructuras corporativas, y ello Democracia y educacién 33 no mediante procedimientos demoeréticos, sino gracias a que las cortes de justicia y los abogados trasformaron Jo que Jefferson designaba ‘como «las instituciones de la banca y las corporaciones adineradas> (que iban a destruir la libertad, segin afirmé, a pesar de que por enton- ces tan solo estaban dando sus primeros pasos). Las trasformaron en personas inmortales» con poderes y derechos que desbordarfan las més terribles pesadillas de pensadores precapitalistas como Adam Smith Thomas Jefferson. Medio siglo antes, Adam Smith ya habia ad- vertido contra esta posibilidad, y es0 que no pudo ver mas que sus pri ‘meros pasos. ‘La diferenciacién de arisiécratas y demécratas fue desarrollada cer- ‘ca de medio siglo més tarde por Bakunin (él pensador y politico anar- gquista). De hecho, fue una de las pocas predicciones de las ciencias so- ciales que ha acabado por cumplirse; solo por ello, merece ocupar un Iu fgar de honor en los estudios de hurmanidades y ciencias sociales. Vole viendo al siglo xix, Bakunin predijo que la naciente intelligentsia de su época se decantaria por una de entre dos opciones posibles. La primera ‘consiste en explotar las luchas populares para tomar el poder estatal, dando origen a lo que llamé la sburocracia roja», que terminé por im- poner el régimen politico mis cruel de la historia. La segunda opcion, puralela a 1a primera, la seguirdn los que descubran que el poder real re- Side en otro lugar, y s°erigirin en «los vendides de la clerigalla», como Jos denominaba la prensa obrera. Estos servirén a Jos duefios auténticos, dentro de un sistema de poder privado protegido por el estado, ya sea ‘como administradores 0 bien como apologistas de las democracias eapi- talistas estatales, quienes, en definicién de Bakunin, «le zurran la bada- ha al pucblo con el mismo bast6n del pueblo». Son muy Hlamativas las ‘imilitudes que se dan entre los dos caminos posibles, que todavia exis- ten, De hecho, ayudaa a explicar por qué es tan fécil pasar de una posi- cidn a otra. Parece una transicién forzada, pero reposa sobre una base idcolégica comin, Actualmente podemios observarlo en la Europa orien- tal, con el sector social que a veces se conoce con el nombre de «capi- lulistas de la Nomenklaturay, esto es, la vieja clase gobernante del co- tunismo, que ahora defiende con entusiasmo el mercado, ya que se en- tiquece mientras las sociedades en las que viven se trasmutan en socie- tlds tipicas del Tercer Mundo. Entre una y otra opcién existe un paso uy pequefio, porque se trata, en lo fundamental, de la misma ideolo- ia, El paso similar entre hacer apologia del estalinismo y xcelebrat los SP eee valores de América» es muy habitual en ta historia contemporénea, puesto que no requiere variar en exceso los valores, sino sobre todo la idea de en qué lugar reside el poder. El miedo « la democracia esta muy arraigado. Alexander Hamilton Jo expres6 con toda claridad euando describi6 al pueblo como la «gran bestia» de la que hay que guarecer a las éites gobemantes. Y estas ideas se estén arraigando cada vez. més hondamente entre los efrculos instrui- dos, a medida que se realizan los temores de Jefferson y las prediccio- nes de Bakunin. La actitud basica, ya en el siglo Xx, lareflj6 a Ia per- feccién Robert Lansing, el secretario de Estado del presidente Woodrow Wilson; es la actitudl que condujo a To que se conocié como el «Miedo Rojo», que se afan6 durante mAs de un decenio en destruir el pensa- ‘miento obrero independiente, Lansing advirti6 del peligro de permitir 2 ‘la masa de la humanidad, ignorante e incapaz» que «domine la Tierra» 0 sea influyente en algtin grado (eso es lo que crefa que pretendfan los bolcheviques). Es una reacciGn histérica y evidentemente errénea, pero es la m4s habitual entre los que sienten amenazado su poder. Esta preocupacin fue luego desarrollada por los intelectuales pro- _gresistas del periodo, comandados quiz por los ensayos de Walter Lipp- mann sobre la democracia (que se publicaron sobre todo en Ia década de 1920). Lippmann era también el decano de los periodistas estadouni- denses y, durante muchos afios, fue uno de los més destacados comen- taristas de los asuntos pablicos. Postul6 que «el puiblico debe ser puesto donde le corresponde>, de forma que los tienen una «funcién», pero su funci6n es la de ser meros «espectadores interesados de Ia accién», en lugar de xparticipantes». Su peso debe ser trasferido periédicamente a algtin miembro de la clase dominante —a este proceso lo suelen amar ‘eleccionesy— y después se supone que han de volver a sus asuntos personales. De hecho, por esa época varios conceptos muy similares pa- saron a integrarse en la corriente principal de la teorfa politica. En 1934, por ejemplo, en su alocucién como presidente de la Aso- ciacién Estadounidense de Ciencias Polticas [American Political Scien- ‘ce Association), William Shepard defendi6 que el gobierno debe estar en ‘manos de «una aristocracia del intelecto y el podem», y que es necesario impedir que los «elementos estipidos, desinformadios y antisocialess ee ee ae ae ok controlen las elecciones (Shepard creia, equivocadamente, que en el pa- sado Tas habfan controlado). Uno de los fundadores de la ciencia politi- ca modema, Harold Lasswell, fundador a su vez, del campo de las co- municaciones, escribid en la Enciclopedia de las ciencias sociales (de 1933 1934) que las técnicas modernas de propaganda, refinadas con todo esmero por los liberales del presidente Wilson, proporcionaban tna buena manera de mantener al pueblo a raya. [Los logros propagandisticos de Wilson durante la primera guerra mundial impresionaron a muchos dirigentes, entre ellos al propio Adolf Hitler. Pero, sobre todo, impresionaron a nuestra comunidad comercial y de negocios. Ello cerivé en una expansién sin precedentes de la in- ‘ustria de 1as «relaciones pailicas», cuya funcién consist, en realidad, en controlar la opinién pdblica. Controlar es una manera més honrada de decirio, y asf lo hizo Lasswell en Ia ya mencionada Enciclopedia de las ciencias sociales, refiriéndose sin tapujos a su propuesta en términos de «propaganda». Hoy no lo liamamos asf, Somos més finos. Como te6rico de la politica, Laswell abogé por un uso mas com plejo de la propaganda, que era la nueva técnica de control sobre el pui- biico en. general, Ello permitinf, segtin 1, que los hombres més inteli- gentes de cada comunidad (que son sus gobernantes naturales) supera- ran Ia amenaza de la gran bestia, que puede acabar con el arden esta- becido debido a «la ignorancia y Ia estupidez de las masas», por decir- Jo en los términos del propio Lasswell. De ajustarnos a su teorfa, no de- heriames sucumbir al . Sin em- bargo, eso es cierto solo a medias, a mi modo de ver, porque el «con- secvadurismo» de los partidarios de Reagan se oponfa al libre mercado, Para ser més exactos, defendia un mercado libre para los pobres, pero avanzé mucho ras que todos sus predecesores en la exigencia y el de~ farollo de un nivel alisimo de subvenciones piblicas y protecci6n es- tatzl para los ricos, Cualguiera que sea el nombre que se Te dé a estos principios ideol6gicos, es injusto mancher la buena reputacién del cone pe rvadurismo refiriéndose como tal a este modelo particular de estata- Democracia y educacion 59 lismo violento, ilegttimo y reaccionatio. L1émenlo como prefieran, pero no es conservadurismo. Y no es mercado libre. En cualquier caso, Hew- {ett acierta al identifier el mercado libre para los pobres como la fuen- te del desasire para las familias y los nifios; y son bastante evidentes los efectos de lo que Hewlett describe como el «espiritu antiinfantil que ceampa en e308 pafses», es deci, en el Reino Unido, pero de forma auin ‘mAs cruda en los Estados Unidos. Este «modelo angloestadounidense, cen el que domina la desatencién», se basa en una disciplina de mercado para los pobres, por lo que se ha privatizado casi toda la atenci6n infan- til, ala vez que ta mayoria de las familias'se han visto en la imposibil dad de atender personalmente a sus hijos. Tal era el doble objetivo de ta politica de Reagan y Ia primera dama briténica, El re- Sultado, naturalmente, es una situacién desastrosa para los nifios y las fa- mili. Siguiendo con el andlisis de Hewlet, la autora observa que «en el modelo europeo, mucho més protector», Ia poltica social ha reforzado, ‘en lugar de debilitar, los sistemas de ayuda familiar ¢ infantil. Por lo que sé, sin embargo, aun cuando este informe es de 1993 y resulta tener una relevancia critica para nuestros intereses, todavia hoy [19 de octubre de 1994] no ha aparecido siquiera una resefa ea la prensa. No ha aparecido cen el New York Times, por ejemplo, a pesar de que Ja seccidn de libros del pasado domingo se dedicaba especialmente a este tema, y recogia predicciones sombrius sobre el declive de los cocientes intelectual, el clive de las notas en los exdmenes de acceso a la universidad y todas esas cosas y sus posibles causas. Pensemos, por ejemplo, en la ciudad de ‘Nueva York, donde la politica social que se postulaba y respaldabsa en el propio Times ha colocsdo a cerca del 40 por 100 de los chavales por de- bajo del umbral de 1a pobreza, de forma que sufren de malnutricién y en- fermedades, entre otras consecuencias, Pues bien, parece ser que es0 es inelevante para el declive de los cocientes intelectales, al igual que 1o 8 todo Jo analizado por Hewlett en su estudio del modelo angloesta- {dounidense, «en el que domina la desatencién». Bien al contrario, pare- ce ser que lo més determinante para ese dective son ... los genes defec- tuosos. De alguna manera, ala gente se le estén estropeando los genes, y hay varias teorfas que intentan explicarlo. Quizé lo que sucede es que la leche de las madres negras no alimenta correctamente a sus hijos, y flo se debe quizd a que erecieron en Africa, que tiene un clima hosti. [Asi que quiz son esas las razones. Son razones muy serias, ciencia de 0 ERS sae: 1a de quemarse los cascos, y una sociedad democrtica solo puede igno- rarlas por su propia cuenta y riesgo, segin este especial del Times. Los que escriben esto son comisarios, bien disciplinados, que saben cémo Aistruer Ia atenci6n de los problemas fundamentales, de los que estén cla- amente relacionados con la politica social. Problemas bien a la vista para cualquiera que tenga la cabeza en su sitio, y que resulta que son fnalizados con toda minuciosidad por una conocida economista en un estudio de la UNICEF, que aqui dificilmente Hegard a ver la luz del dia. ‘Los hechos no son secretos. Segin inférmé una comisién de méxi- ‘mo nive!, integrada por miembros de las Juntas Estatales de Educacién {State Boards of Education] y de la Asociacién Médica Americana, «es Ta primera ver. que Ia generacién de los hijos es menos saludable, ha sido peor cuidada y est peor preparada para la vida que Ia generacién de sus padres a su misma edad. Estamos hablando de una gran trasfor- saci6n de la sociedad industrial, y se produce solo en tas sociedades an- sloestadounidenses, en las que ha primado durante quince afios este es- pititu antfamiliar y antinfantl, distrazado de conservadurismo y valo- tes de la familia. Sin duda, se trata de un triunfo de la propaganda. ‘Coto sintoma expresivo de este desasire podemos fijamnos en que, ‘en el momento en que Hewlett redactaba su libro, la Convenci6n inter- nacional de los Derechos de los Nifios habia sido ratficada por 146 paf- es. En la lista hay una ausencia significativa: los Estados Unidos. Es Ja horma para todas las convenciones internacionales sobre derechos hu- anos. Ahora bien, seamos justos y no dejemos de atiadir que el con- servadurismo de Reagan ¢s plenamente catlico en su espfritu antiinfan- til antifamiliar: cuando 1a OMS, ta Organizacin Mundial de Ja Salud, ‘vot si se condenaba a Ta corporacién Nestlé por comercializacién agre- ‘iva de una leche materna que causa la muerte de muchisimos nifios, el Tesultado foe de 118 votos a favor y solo uno en contra. Les dejo que adivinen quién vot6 en contra. Y aun asf, ¢s un caso menor en compa- racién con lo que la oms califica de «genocidio encubierto», que mata a millones de nifios cada afio como consecuencis de las politicas de mer- cado libre para los pobres y de la negativa de los ricos a proporcionar fauxilio. En este campo, de nuevo, uno de los registros més miserables ide entre todas Tas naciones ricas corresponde @ 10s EE-UU. ‘Otro sintoma simbélico del desastre es una nueva Tinea de tarjetas de felicitaci6n de la casa Hallmark. Una de ellas dice: «;Que pases un dia genial en la escuela!s. Hay que poncrla, sogin nos cuentan, debajo del cartén de los cereales, de forma que, cuando el nifio vaya a tomarse el desayuno antes de ira la escuela, se encuentre con un mensaje célido y afectuoso. Otra de las postales dice: «Me gustarfa tener més tiempo para arroparte por la noche». Supongo que esa la pones debajo de la almo- hhada, cuando el nifio se va a dormir solo. (Risas del auditorio.] Y hay muchos otros ejemplos parecidos de esta situacién desastrosa que, en parte, obedece simplemente al descenso de los salatios, La polttica em- presarial del estado durante los tiltimos afios, y muy especialmente bajo Reagan y Thatcher, responde al designio de entiquecer a una pequefia minorfa y empobrecer a La gran mayoria. ¥ To han logrado, han logrado exactamente lo que petendian, Eso signifies que la gente tiene que tra- ‘bajar muchas mAs horas para poder sobrevivir. La mayorfa de las pare~ Jas tienen que trabajar los dos y durante més de eincuenta horas sema- nales, solo para cubrit las necesidaes minimas de la familia. Entretan- to, euriosamente, los beneficios empresariales se han disparado. La re- vista Fortune habla de que los beneficios «mareantes» estén alcanzando cimas nunca vistas en el rinquing de los 500 empresarios més cicos, a pesar de que el volumen de ventas se ha estancado. ‘Otro factor crucial es Ia inseguridad laboral. Ya me entienden, es lo que los economistas suelen llamar «flexibilidad del mercado de traba- jo», Jo que resultaré estupendo para Ta teologia académica dominante, pero es una auténtica maldicién para las personas. Claro esté que el des- tino de las personas no entra en los eflculos de estos pensadotes asépti- cos, Flexibilidad del mercado laboral significa que tienes que trabajar horas extra sin saber siquiera si maiiana tendrés trabajo, por ejemplo. No hay contatos, no hay derechos. Esa es la Hexibilidad: carguémones las rigideces del mercado. Seguro que un economista sabria explicérselo mejor que yo. Pero cuando los dos miembros de la pareja trabajan horas extras y, en muchos casos, lo hacen por un sueldo cada vez més bajo, reo que no hay que ser una hacha para predecir el resultado. Las esta- Uiticas lo reflejan, pueden leerias en el estudio de Hewlett para la UNI Cc, siles interesa: pero To que se nos viene encima es evidente, sin ne- cesidad de consultarlas. Indican que el tiempo de contacto afectivo, el ticmpo que los padres pasan con sus hijos, se ha reducido drsticamen- te en Ias sociedades angloestadounidenses, durante los dltimos veint cinco afios, pero sobre todo en los més recientes. Hoy los padres pasan ccon sus hijos una media de entre diez y doce horas a la semana. Pero, ‘dems, también se ha reducido la proporcidn de tiempo «de alta cali {dad>, esto ¢s, el tiempo durante el cual los padres no hacen nada més ‘que estar con los niflos. Eso destraye la identidad y los valores familia res. Hace que Ja supervisi6n de los nifios se confie cada vez ms a la te levisién, Crea lo que se suele conocer como latchkey children, 10s ‘ni- fios con Ilave de casa’, que estén solos al volver de la escuela; y es un factor clave del creciente alcoholismo infantil, de la drogadiccién infan- til, de la violencia criminal de unos nifios contra ottos y tantas otras con- secuencias obvias sobre la salud, In educacién, la capacidad de partici- ‘par en una sociedad democrética 0 incluso Ia supervivencia personal, ademas del ya referido descenso de los cocientes intelectuales y las pruebas de acceso a la universidad. Pero no debe preocuparnos. La cul- Ba, como bien saben todos ustedes, e5 de los genes defectuoses. [No son las leyes de Ia naturaleza Ias que producen estos efectos. Su ‘causa es una politica social cuidadosamente trazada para una meta es- pecifica, que es la de enriquecer a los 500 del rénquing de Fortune y cempobrecer al resto, En Europa, donde las condiciones son més duras, pero Ia politica no se rige por el mismo espiritu antifamiliar y antiinfan- Ail, Se registra la tendencia contraria, y el estatus medio de Tos nifios y Jas familias es notablemente mejor. Permitanme precisar, sin embargo, ¢ incluso recalearlo, que el pro- ‘ces0 no se limita a las sociedades de los Estados Unidos y Gran Breta- fia. Somos un pats poderoso. Tenemos influencia. {Qué sucede cuando otros pases, dentro de nuestra zona de influencia, intentan desarrollar politicas que beneficien a la familia y los nifios? Vale la pena pregun- térselo, la respuesta es muy Ilamativa. La regi6n que controlamos més a nuestras anchas es la de Centroa- imética y el Caribe. Dos de sus paises han emprendiclo polfticas como las mencionadas y, de hecho, con un éxito considerable, Se trata de Cuba y de Nicaragua. No sorprenderd a nadie el que hayan sido justo esos dos paises los principales objetivos del ataque estadounidense, Y el ataque ha tenido éxito, En Nicaragua, por ejemplo, la mejora de los esténdares de salud, € crecimiento de la alfabetizacién y la reduccién de la malnu- tricin infantil se han invertido gracias a la guerra tertorista que hemos desarrollado alli, ¥ ahora todos estos indicadores se acercan a los nive- les de Haiti. En ei caso de Cuba, claro est, la guerra terrorist lleva mu- ccho més tiempo en marcha, ya que fue iniciada por John F. Kennedy. Y no tenfa nada gue ver con el comunismo, no es que estuvieran rondan- do los rusos. Tenfa que ver, més bien, con el hecho de que los cubanos ‘estaban destinando demasiados recursos a los sectores equivocads de la ppoblacién; con que estaban mejorando los estindares de salud con que Jes preocupaba la mainutricién, Ia situacién de los nifios. Ast que ciamos una guerra terorsia implacable. Recientemente se ha deselasifi- cado un buen montén de documentos de la CIA que aclaran numerosos ‘detalles de la €poca de Kennedy, y son terribles. Hoy en dia, la situacién contintia siendo la misma. De hecho, se produjo otro ataque hard cosa de un pat de atios. Y, para colmo, sc ha dispuesto un embargo que ha de asegurar que lo pasen realmente mal. Durante muchos aos, el pretexto para justficar todo esto eran los rusos, pero no es mds que una mentira, ‘como demuestran Ios acontecimientos de aquella época y, de forma atin mds clara, los acontecimientos actuales, toda vez que los rusos han de- saparecido, Era una tarea especial para los «vendidos de a clerigalla»: que nadie se dé cuenta de que después de la desaparicién de los rusos hemos endurecido nuestra embestida contra Cuba. Suena un poco raro, si se supone que el ataque obedecia a que eran la avanzadilla del comu- nismo y el imperio rus0, pero no hay problema, eso se arregla, {Cusndo hemos endurecido las condiciones del embargo? Cuando Jos rusos han desaparecido de la escena, ¢s decit, cuando se ha hecho posible estrangular definitivamente a Cuba. Un demécrata liberal, Ro- bert Torricelli, envié una propuesta al congreso a favor de prohibit que Pudiera comerciar con la isla ninguna filial de empresas estadouniden- ses, 0 ninguna corporaciGn extranjera que utilizara. componentes fabri- cados en los Estados Unidos. La violacién de las leyes intemacionales cra tan evidente que George Bush tuvo que vetarla. Sin embargo, se vio forzado a aceptatla para contrarrestar el avance de los partidarios de Clinton en fas pasadas elecciones, con posturas ain més derechistas que las suyas. La ley entré de inmediato en la agenda de las Naciones Uni- «das, donde fue denunciada por casi todos los pafses; obtuvo tan solo el Voto favorable de Israei —que es automitico— y, por alguna extraia ra- v6n, el de Rumania, Nadie defendié la postura de los €¢,uv. Viola tan laramente 1a normative intemacional que incluso el Reino Unido, entre otros aliados, la critics. Pero qué més da. Es imprescindible que desa- rrollemos allf donde nos Hlegue la mano nuestro espititu antifamiliar y aniiinfantil, asf como nuestra insistencia en una conformacin social ex- {remamente polarizada. Si un pafs controlado por nosotros intenta em- render un camino diferente, ya nos desvelaremos por cuidarlos también ellos. I atague y el embargo no han cesado. Pero es el tipo de situaci6n ‘que pueden ustedes ayudar a remediar, si asf lo quieren. Aquf en Chica- 0 estan los Pastoces por Ia Paz.y Ia Coalicin Chicago-Cuba, por ejem- plo, que estén preparando otra caravan humanitaria para intentar paliar ‘el embargo y llevar medicamentos, libros de medicina, leche en polvo para los bebés, entre otras formas de ayuda, Estin en la guia de teléfo- ‘nos local, pueden buscarla por Chicago-Cuba Coalition, Puede hacerlo todo el que tenga interés en contrarrestar el espiritu antifamiliar y an- tiinfantil que reina en nuestro pais —y que intentamos exportar de for- ‘ma violenta en todas las partes del mundo a nuestro aleance—, al igual ‘que se pueden emprender muchas otras iniciativas desde casa mismo. Quisiera aftadir que los efectos de esta éltima propuesta con la que Jos demécratas pretenden estrangular a Cuba, y que finalmente ha sido aprobada, han sido analizados por dos prestigiosas revistas médicas de nuestro pais, como son Neurology y el Florida Journal of Medicine, en sus nfimeros de octubre. Se limitan a estudiar los efectos de la nueva ley, yy & informar de lo que es evidente para todos: resulta que cerca del 90 por 100 del comercio prohibido por la ley de Clinton y Torricelli eran alimentos, ayuda humanitaria, medicamentos y cosas por el estilo. Por poner un ejemplo, se blogueé la exportacién de un mecanismo de filtra- ddo del agua por parte de una compaiifa sueca, porque tuno de sus com- ponentes se fabrica en los Estados Unidos; este mocanismo sc usa en la ‘preparacisn de vacunas. Hay que estrangularlos hasta que revienten, hay ‘que asegurarse de que muera wna buena cantidad de nifios. Porque uno de los efectos de esta ley es un repunte drastico de la malnutrici6n y Ia ‘mortalidad infantil. Otto es una rara enfermedad neurol6gica que se ha extendido por la isla, y de la que todo el mundo finge desconocer las causas. Pero las causas son claras: se debe a {a malnutricién, ¢s una en- fermedad conocida, pero que no se vefa desde el tiempo de los eampos de prisioneros japoneses, durante la segunda guerra mundial. Lo hace- mos a conciencia, como se puede ver. El espiritu antifamiliar y antiin- fantil no se ceba solo en los nifios de Nueva York, sino mucho més allé. Permiftanme recalear que, en Europa, la situacién es muy diferente, Hay varias razones para ello. Una de las diferencias es que existe un riovimiento sindical muy fuerte. Eso se integra en una segunda diferen- cia, verdaderamente crucial: la sociedad de los Estados Unidos esta con- trolada por el sector de los negocios hasta un extremo sin parangén en ninguna otra parte de! mundo; la consecuencia, como cabria esperar, es 4que Ia «maxima abyecta de Jos sefiores de 1a humanidads, como Ia lla ‘maba Adam Smith, prevalece también de una forma sin igual. El aso- ciacionismo sindical ¢s uno de los mecanismos que permiten que la de- ‘mocracia funcione nonmalmente, pero ahora Ja mayoria de la poblacién, se refugia en lo que la prensa suele denominar ! 1 vocacién de maquinar planes que dirijan el curso de la historia es tan vieja como la vida misma, y los Estados Unidos la elevaron al rango de responsabilidad profesional a partir de su entrada en la primera ‘guerra mundial, Un andlisis concreto de varios casos particulares nos ser- vird para arrojar luz sobre emo funciona este sistema, En el presente cepigrafe nos ocuparemos de dos ejemplos ilustrativos, tomados de un im- portante proyecto conjunto del gobicmo y los medios de comunicacién, realizado a lo largo de Ios aios ochenta: Ia «demonizacién de los sandi- nistas» y la defensa paralela de los estados terroristas de Washington. Una de las pruebas que se han aportado para demostrar que Nicara- gua es un tumor canceros0 que expande la subversién por todo el conti- nnente —una prueba més, fan yerosimil como el resto— consiste en de- nunciar que los sandinistas habfan suministrado armas para un ataque te- rrorista del M-19 contra e! Palacio de Justicia de Colombia, en noviem- bre de 1985. El 5 y el 6 de enero de 1986, el New Fork Times publicé sendos articulos sobre 1a ineriminacién de Colombia a Nicaragua y el posterior desmentido nicaragiiense. Al dia siguiente, el 7 de enero, Co- Jombia acept6 oficialment: este desmentido; el ministro de Asuntos Ex- leriores colombiano decleré, en una conferencia de prensa, que «Co- lombia acepta la explicacién de Miguel d’Escoto, el ministro de Asun- The craft of “historical engineering”, publcado originalmeate en Noam Coins, Necessary lslans: tought cone ix denecratic secieles, Sah End, Boston, 1989, pgs. 197-261 (cua en adelante como Ned) i. Véase «Addendum» a Chomsky, Nel, pis. 8. 66 ta (desleducacion para la democracia, y de un gran triunfo para toy sistemas de poder ab- solutistas ¢ incontrolables, que han alcartzado un nivel a duras penas imaginable para Thomas Jefferson o John Dewey. ‘Se nos presenian, por tanto, las opciones habituales, Podemos elegir ser demécratas, en el sentido jeffersoniano del término. O también po- ‘demos escoger ser aristécratas, que es el camino mas fécil, y el que sera recompensedo por las diversas instituciones. Puede devengamos un be- neficio muy notable, vstos los extremos de riqueza, privilegio y poder a los que tiende por naturaleza. El segundo camino, el camino de 10s de ‘méeratas, implies 1a lucha constants, y muchas veces la detrota; pero ofrece recompensas muy superiores a todo lo que puedan pensar los que sueumben al «nuevo espiritu de la épocay, al «hazte rico, olvidate de todo menos de ti mismo». Estamos ante una situacién similar a la de hace 150 afios, cuando se intentaba imbuirestas ideas alas chicas de las fAbricas de Lowell, a los artesanos de Lawrence y a tantos otros. El mundo actual es, sin duda, mey diferente al de Thomas Jefferson. Pero las opciones que nos presenta, en cambio, son sustancialmente las mis- iG nee El arte de la ssmaquinacién histéricay* LE] arte de Ja «maquinacién hist6rica>! 4 vocacin de maquinar plates que disijan el curso de Ja historia es tan vieja como la vide misma, y los Estados Unidos la elevaron al rango de responsabilidad profesional a partir de su entrada en ta primera guerra mundial. Un andlisis concreto de varios casos particulares nos ser- ‘itd para arrojar luz sobre eémo funciona este sistema, Ent el presente epigrafe nos ocuparemos de dos elemiplos ilustativos, tomados de un ien- portante prayesto conjunto del gobierne y los medios de comunicaciés, realizado a lo largo de fos afios ochentar: la «demonizacidn de los sand nistas» y Ta defensa paralela de los esiados tereoristas de Washington. Una de las pruebis que se han aporiado para demostrar que Nicara- ‘gua €S tn tumor cazceroso que expande la subversidn por todo el conti- nente —ana prueba més, tan verosfmil como el resto— consiste on de- ‘nunciar que Tos sandinistas habfan suministrado armas para un ataque te- rrorista del M-19_cotira el Palacio de Justicia de Colombia, en noviem- bre de 1985. EI 5 y el 6 de enero de 1986, e! New York Times publicé sendos articuloy sobre la incriminacién de Colombia a Nicaragua y el posterior desmentido nicaragilense. Al dfa siguiente, el 7 de enero, Co Jombia acepts ofictalmente este desmeniido; el ministro de Asunios EX- 'eriores colombiano declaré, en. na. conferencia de prensa, que «Co: Jombia acepta la explicacién de Miguel d’Fscoto, el ministro de Asun * , como se puede comprobatresularmen ‘endo Jas notis da afvonte de fa conta en Costa Rica (adenine de ser pete Famente demostrable, solo con que afgwien tViera Un rnin he Sterley fen conocer Ins hechos),” Ser sii posteionnente deci los aeuerie Ae PA i sr inct mate, sen fur a8 sigue ensantnniRo ANE {oy sali Btare de la smaqsinecisn histrted eoaborun: con tas gueraltas savadoreiasys pert Wy hizo referencia & ing problema similar en ninguma of 20% "Bn enanto # Hondas, ne ab limi a observar con eautels wan TON ‘nis tarde, que hapa que prestaban a 18 contra ; la tensidn crecis hasta hacerse insoportable y el padte «se puso histético», comenzando a apalear al hijo desaforadamente, golpednuolo contra el suelo y patedndole el costillar con todas sus fuerzas, hasta que los soldados se quedaron, aparentemente, satisfechos. Cuando la bruta~ lidad subié atin mds de grado, en el verano de 1988 (es decir, cuando se ppublicnron las refiexiones de Wiesel), el Jerusalem Pox informé de que, segtin los trabajadores el UNkWa [Organismo de Socono de las: Nacio- nes Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio) y los mé- dicos de los hospitates, las victimas del ervel inerementa de Is violencia fueron sobre (odo shomibres de entre quince y ieinta afiose, pero du rante las semanas anteriores las clfnicas habian ottatado tarabin a 24 jios y cinco nifias de unos cinco. aos 0 menos», asf como x muchos r05 nifos; por elemplo, tn nifia de siete anos xeon el non sangrando ¥ sefitles de haber sido apaleado. Los soldados golpean, patean y apa- Jean tegularmente a nifos, segiin el testimonio de los meéaticos y los res pomsebles de los onganismos de. socorro," Ba uno de los casos se llegé a juicio, por lo que la prensa (la isrue- Jf, se entiende) le dispens6 una atensién considerable: fueron detenidos contra soldacos de una seccin de lite de la brigada Givati, ausades de hhuber apalizado hasta la muerte a un habitante del campo de Jabsliya, el 22 de agosto, Se inform de ello por primera vez en.Ha'arere, un mes ims tarde, Unos nifios habfan estado lanzando piedras, y veinte soldsdas ‘Yaralon Tazas, Hota, 15 de jlo, informant desde Jabaya; Willa Monualbane, Lac Angel ines (rar, 31 de mayo y 4» 30 de may de 1983, sobre Dariya tra de as to dies. de Ts que informa Desh Zac a putin deltesimonio de Taras reservists en aioe Ahronot (YM el 10 de junio; Yrusholayn, 17 de ano, sobre Terie, Ar 2 ¥ 24 le juni, ctado acusaiones de Ran Cohen. orbro de la Kinsset (a asarble lesa ‘a Ira 3 de ageto de T9SH, sore Ta Weraci do Med Dan despues Se es meses prs, Parka docamentgisn ey tens, wees Funthinge ato: ham nis olan leg the Pletinicn uprising, December 87 Decener 1988, AVHix Law it the Serrice of Man, Ramela,Uxiemtbre do 198 27. Vihar Hee ol Her, 26 de ugusis de 1988; Joshua Bilan 7 26 de gosta ie 198%, 86. La (des)edicacidn Violentaron una casa y comenzaran a golpear a Hani al-Shimi, el padre de uno de ios nifios sospechosos; fue pateado y apaleado con porrazos y ‘culatazos; lo tiraron al suelo, y los Soldads le saltaban encima desde la ‘cama, mientras sit cabeza sangraba, por los golpes recibidos: Su roujer fue igualmente apsleads, Llez6 entonces un oficial, quien, al encontrar al hombre tan mialherid y con varias hemorragiss,orcen6 que se le ras- ludaraa tas oficinas de la adiinistracién militar (en lugar de al hospi- lal; es ef provedimiento aeosiumbrado). Mas tarde, se noiiies a fa Ta imilia que al-Sharni habia muerto, Dos soldados de ta misma unidlad afir= maron que «es cierto, lo apalizamos. le dimos bien fuerte, pero es me~ 4J9¥ partirles los Inesos que matarlos», haciéndose eco de unas declara- Cones del ministo de Defensa. «Hemos perdido la imagen de seres hte ‘manos, dijeron mas tarde. Cuando se hicieron piblicas las detenciones, salieron a la luz otras salvajadas de ta raisma brigada, Enite ells, ts historia de un periodista del campo de refuygindos de El Burj. quien tuyo que ser hospitalizado después de que los soldados torzaran su casa y ke obligaran a ponerse a ‘cuatro patas y rebuzniar como un asno, mientras le propinaben porazos en los festictos, eb vientte y ta espalds, y lo tortaraban con cables eléc+ tricos, todo ello darante hora y media; le trizaron las gafas, mientras gri- tuba: «Ahora seras un burro elegole, Otros soldades describieron Gi- vati como suna brigeds sin ley, acusando a su comandante y censu rando st) aorientaein derechistas, con muchas unidades procedentes de Hesder Yeshivot, es decir, de escuelas de instrucci6n military religiosa, reputadas por st fanatisino de ultraderecha” ‘Micntras se celebraba el juicio por Ia muerte de al-Shauni, tos sola dos quedaron eu libertad, como sé: noticid brevemente en el Jerusalem Post, sin més comentarios, La prenss hebrea reflej6 detalles omitidos en |i versicn preparaa para el piblico extrasjera. Uns soldado declaré, por ejemplo, que «le humitlamos y Je apaleamas, pero algo habia que hacer para pasar el tempo»; otro affadié que al-Shaini era panedn y su aspec= to resultaba muy divestido, por weso le pegsbams sobre todo ew ba ba rriga. Un oficial advirti que ya haba amenazato a al-Sharni con ma tarlo, pues «sus quejidos me exrgabon»: eLe grité que se callara de una 24, lt Rain, a‘areis 28 de sate de 1988; 28, Shion Etkwwtz Madasue,2K deseo de 198%; Tali Zelinger st, 29 de see tiene de 108 El ante de le rmaguinacién histérica 87 vez, 0 le mstaras, Eu su testimonio indies también que, en las insta ciones militares « las que lo trastadaron después de Ta paliza, habia pe~ dido a un dector que to stendiera, pew este se ned, ordentando tan s010 que Te limpiaran. (a sangre de la cara; ese mismo dia, segtn el testigo, Hlegaron muchos éeubes al centro de mando, con las enanos atadas y los ojos vendados, y ali los apaleaban tanto Tos oficiales como los soldados, [Al preguntécsele por qué no se habia preceupado-por el estado de al- Shami, respondio que «es un érabe herido, no me interesa, son arabes y Auieren matarios», Varios soldados coincigierom en que «en los distur- bios, euando pitas # alguno lo apalizay... da igual si-no se tesiste, Es para que les entre el miedo», Las tropas tienen drdenes de «rompertes Tas piornas, para que no se muevan, y partrles Has munis, para que no tiren piedras», El mando de una compaiia dio «érdenes claras» para que se apaleara a todes los sospechosos hasta que «queden fuers de: juego por un mes o dos»; es una acciGn wnevesariay, segcin sit testimony DOr que encerrerlos «es como Hevarlos a um cuts de instruccién de ta Ls. Violentar las casas de Gaza y apalizar a sus habitantes es «cosa de nutina, El tribunal militar acept6 Ja tesis de 1a detensay sentenciando que shay fundamentos serios para creer que el fallecido fue golpeado dentro de los cuareles por soldetios alos cunles, por desgracia, a inyestigacién no ha logrado idertificars. Ademis, como lus soldados de Givati habfan estado detenidos durante 83 dfas, se habiaclograde ya el «equilibrio ade~ ‘cuado entre las necesidades del, ejéreito, la naturaleza de su inocencia y Jn naturateza de Ia justicias, puesto que se trata de Soldados que «cam: plieron su deber militar, no de criminaleye, segda lt sengencia judicial «Nadie niega que se haya apalizado bérbaramente a um srabe desirma- do dentro de su propia casa, que Le hayan partido una o dos trancas en Tw caboza delante de sus hijos, » que fe hayen saltado encima con las bo- tas de combate», segdn Ziva Yariv; pero de estos actos no se deriva ain guna cesporsabilidad legal, porque podrfan-no haber sido tw ease di recta de su muerte, «como si ]as Teyes no probibieran el apalizemiento salvaje de los civiles o el particles una tranca encima, como si las leyes no prohibieran el ataque sanguinario o el haver carniceria de alguien." El-corresponsel militar de Ha'arer: ha comentaddo que cada vez lle- ‘wan njenos vexcepeioness a tes tribunales, perm ello se debe a aie las 20, Jp 17 de novembre de 1988; Hares 1S y LEdo novembre y 2 de dcentves 88 La (desJediousion excepviones se han convertide en normas, Los soldados de Givati —al igual que los miemibtos de otra unidad de élite, aousida de saquear el campo de refugiados de Kalandia—, «no entendian de qué iba el rollow, ‘puesto que habfan hecho lo mismo que sus compafteros de otras seccio- hes y habia eumplido estrictamente Jas drdenes, como se espera de ellos; entensin que se les estaba juzgando injustamente, porque el apa: Jeamiento despiacado de civiles drabes, yo sea en la calle 0 en sus pro= plas casas, forma parte del di a dia, E] tribunal, naturalmenie, se mos tr de acuerdo con ellos, Harig, &\éemino hebreo para designar a nna ‘excepeidt’, pareve significar hoy, sencillamente, ‘atrocidaa’." ‘La brutadad no inquiets sas aucoridades; BI Dr. Marcus Levin, que fue llamado a filas para que sirviera como reserva en ef centro médico del cumpamentto de pristoneros de Ansar 2, ha explicado que se le en- comendé verificar la sald de los prisioneros wanes y daspass de les in= terrogatotios». Al preguntar a los médicos titulares por qué debia revi- sat a los presus «después de los intertogatoriose, le respondieron que spor nada especial, algtin que otro miembro roto. Ayer, por ejemplo, tra- jeron a un wiao de doce afios con las dos piemnas rotas.. después del in- {errogatorio, claro. Levin, que habja servico dieciséis aios on el ejérci- to, se dirigé al comandante y le dijo: «Soy Marcus Levin, y-no Joseph Mengele; por razenes de conciencia, me niego a serviren un lugar que ‘me recuerda a Tas dictaduras siramericanas». La mayoria, sin embargo, xno tienen problemas de conciencia, o sencillamente miran hacia otto lado. Uno de los médicos le cont # Levin que «al prinefpio sf que te sientes coma un Mengele, pero te acostumbras en seguida.”2 Dan Almagor, escritor Israeli, cuenta emo rezordo un telefilme que haba visto en Inglaterra, cuando Se-conmemoraba el trigésimo anivers sario del inicio de le Segunda guerra munsial, en ef cual se preguntabs a varios oficiales alemanes —una vez cumplida su condena por crfme- nes de guerra— por qué habian filmado minuciosamente las atrocidades en las que tomaror parte: Uno de los oficiales respondié que’ «la mayo~ ra no las filmabamos para ta historiay, Sino «para que los mos twvies Yiviv, YA, 18 dé noviebee 1988, Mca Sey [eh 2k ener y Be Yabrem de 1989; 10 de febrera.y yeas también Gian Frakl, Wabtington Post (WP, 12 de fe- beta; Gene Mole. cs, 15 de febrero de 189 31, Reuven Padhutaur, Harte 20 de noviembre do 1988; vase tamblin Eitan Re bin, Hlarete Supplement. 2 Ue dicemize de 158, quien relia Ins miamis obvervaciones, 52. Haat Havarok, suplamens de AI Honishmar, 23 de spose 1988 I are de te emaguinacidn histSricax 89 ran algo con fo que jugar, cuando sexresabanis a casa el fin de semana, Los niias se refan mucho con ellass, a falta de peliculas de Mickey Mouse, por las restriceiones de la gurrra. Almagor record6 el mencio~ nado telefilrie all leer €l lestimonio: de los soldados de Ja brigeda Giva- 1i, que se relan tammo con eb atractivow vientre dé Hani al-Shami, «int blanco perfecto para los golpess. Almagor ha descrito, asf mismo, wna visita « Cisfordania, acompaiiado por un comandante al cargo de Ta ins truccidn de brigudistas, quien relataba con orgullo cémo zurmba a lox frabes con 1a porra. Este ntarido Se uid a un grupo de oficiales y reu- sieron un coro de oyentes que se parifan de risa con las historias de un injembro de la ultradorecha religioss, que cubla su cabeza con un soll- deo cle punto; en ellas contaba cémo arrasaba con e} buldézer fas cass sefaludas por la polioia secreta, incluyendo una que no estaba marcada, pero se enontraba entre dos que sf lo estaban, 0 cémo habia destruido jgualmente una tienda al intentar dar Ja vuelta com la exeavadora. La sere relacién de Almagortambisn a mi me trajo ala memoria recuerdos del pasado, entre ellos uno de ta. «Zona de guerra» de Boston, donde se ‘exhibia un terrorfico documental japonés sobre el bomiburdeo de Hiros- hima, como si dé un filme pomografico se tratara, para el mayor rexo~ deo de 1a concurrencia. O cierta historia que aparecié en el New York Times en marzo de 1968 (justo después, por tanto, de 1a «otensiva del Tél»). en La que se noticiaba con vierte disgusto emo: unos manifes- luntes fabian inrumpida en una exposicidn del Museo de Ta Ciencia de Chicago, en la gue los nifos podian durante la represin del levantamiento palestino, y que este pais haya desaterdido las resoluciones anteriores del Consejo de Seguridad, que censuraban su actuacién en los territorios ocupados; El resultado de la votacién fue de 130 votos a fa- vor y2 en contra (los de RE.UU: € Tstkel). La noticia que aparecié en ef New York Times dedicaba wes pérrafos a la deseripcién de tos hechos fundamentales, y el resto (diez pérrafos) a las posiciones de los ee. € Israel, a los abstencionistas y & In waetuacién relativamente pobre de los estados érabes en las resoluciones previas, De Jos partidarios de ka resolucidn, todo lo que se refleja son 1as reservas de Tos que la enicon- ‘rabun «poco equilibrada»* El aistamiento de los Estados Unidos ha despertado cierta preocupa- cin, En 1988, el New York Tines Megazine dedies todo un reportaje & |i cuestion, redactado por el corresponsal en Nucioies Unidas, Richard Bernstein,* Bernstein considera que «se escuchan muchas voces» que se preguivan «oan uns mtezcla de escepticismo y aflicidns si la ONU tiene ‘10 algiin valor: «Cada vez. se siente con mas tuerza que las Nactones Unidas se han convertide en un lugar repetitivo, cet6rico, extremista y antidemocrdtico, 66 ef que Se ataca a Jos £01, con aparente impunidad, {incluso por parte de pafses con los cuales mantenemos relaciones bila torales cordinles». Aftade luego que «no hay duda de que, con el paso de los aifcs, las Naciones Unidas han pasado a estar dominadas pr lo que podrfa designarse como tna édeologia terceriundista» —es decir, pot ta retspectiva de la mayoria de sus miembros— y que:sus enfrentamientos, cot [os f:U), Son xexcesivos y arbitratiose, Bemstein mantiene una valceact6n como esta a pesar de que la aN ta conddenado anuslmente ta iotervencidn soviética en Afganistén, de ‘que ha realizado informes continuados sobre las violaciones de Ios de~ rechos humanos en ese pats asiitico, y de que el Consejo de Seguridad 48. Pl Lami, wa de noyieme de 1988 50. Tho WN ven the US, WF Mag, 22 de enero de 108. El art de la «maguinacidn hisidricar 99 ha reprobado el derribo de un avin Kat. O07 sobee territorio soviglica, En canbio, no hubs reaccién de condena para el dertibo por parte de la marina estadounidense de un avidn civil iraq, que se produjo dentro de Jas aguas territoriales de Iraq y causé 1a muerte de 290 personas; y el atague de los ef. a Vietnam del Sur, al igual que Jos de Indochina, runea fueron condenatlos ni investigacos por la ont; de hecho, segtin punta Shirley Hazzard, ." ‘Les acuerdos del dia 7, inesperados, obligaron a los medtios a retirar ‘iipidamente su valoracién de las propuestas de Reagan y Wright como ‘esto para una paz. cereana, Bl 6 de agosto, LeMoyne habfa informado filsamnetite de que, aparte de Nicaragua —que se arriesgaba a quedar hijslada, debido a su intransigensia—, los presidentes centroamtericaros nse sinteron agradecidos» por las propuestas de Reagan y Wright (2un- {ve Guatemala y Costa Rica las habian despteciedo con irvitaciéa, al {yisiderarlas un «insulto»). At dfa siguiente, cuando era Washington el {quo habia quedado aislado por et acuerdo de paz de los mandatarios de (WIN islones consierles. Cirstiat po elbicaningin comentario Sobre ese tre: sari ie ae rain wt rl ican Al pre eo we ym ecu, {ah Mishwol Allen, Wall Sever fouraa (y), 10 de aust; Conral America Report inners. 18 Ue sfosa de 1987, Pu sos Scorccientos ya wen ih i Chasishy, Gulu of rerio, South En, Bose, ia il Ft colle del err, Eich, Bar 105 ta (desjedueacidn Controamsrica, LeMoyne describis. Esquiputas como un. acuerdo que comparte «la intencién primigenia del plan del Sr. Reagan, que exige cambios politicos inlemos en Nicarsguas: to cierto es que el acuerdo no hacia menoién de Nicaragua, sino que estaba pensado para ser aplicada de Forma simulténea y peralelaen todos los pafses de la regién. Los me- dios pasaron a consiruir una interpretacién en la que el mério corres- Pondia a los Estados Unidos, que habfan empujada a Nicaragua a nego- var gracias a Jas medidas de fuerza planteadas por Reagan y Wright. Ei bjelivo, ademds de ocultar la sistemitica oposicién de los ws. cual quler xcverdo de paz, ert legiimar la violencia estatal y, preparar con ello el terreno para su reutilizacidn futura, donde y cuando pudiera esti- ‘Algunos fueron. incapaces dé encubrir su constemaviGn, A. M. Ro senthal, por ejemplo, antiguo director ejecutivo del New York Times (c= yas contribuciones, de aparici6n regular, permiten hoy entender mejor el pensamiento que animaba al Times durante su direeci6n), denunci6 jos ‘prosendinisias» de la prensa y la pottica —un grupo ficilmente deiec- table, siempre que uno culente con el mictoscopio adecuaclo— por no continuar apadrinando las ideas de Reagan y Wright después de ta firma del acuerdo de Escuipules. Aseguraba a los lectotes que los presidentes centroumericanos se habian quedado satiniios» ante el fracas det plan, que, ea el mundo de Resenthal, Les placia sobremanera (cuando en el mundo real fo habsan despreciado). Los enemigos del plan presidencial, segtin escribi6, estin ayndando a matar «las propiestas dé par para N caragua; es decit, el propio plan.de Reagan, que. a diferencia de. los acuerdos de Esquigulds, se referia exchusivamense a Nicaragua yy por tanto, es una propuesta de pxz comprensible solo para un jingofstaestt- dounidense, Canosizando el recurso a la violencia, Rosenthal postulé que «el seoretaria Shultz y Howard Baker, creyendo que los sandinistas habian sido heridos lo suficienie para obligarlos a negociar, lograron Ia sprobicidn del presidente», Pero ahora, los «prosandinistas, de nuesteo pais» estén invalidando los logros ve Shultz, y Baker con si acerca miento a los acuerdos de Esquipulas, © incluso «se comportay coma $1 fuera un pecado mortal el sugeric que los Estados Unidos no debecfan 2. _LeMoyne, #73 67 agosto, Sob a reac rei de fo presales Cea 1 Aris, s6se rm, [4 G6 agosto, Para mds dealles, ase Mj etado Cidare of terrain Moe HL ye El arte de la smaguinacién histddea» 107 dlestruir innetiatamente a ta contra, cuya existensia die origen a la po~ sibilidad de negociar»*° ‘La mayoria, no obstente, se decantaran por métodos menos ofensi- os y por integrar el acuerdo de paz.en la estructura basica del plan de Reagan y Wright, E] acuerdo de Esguipulas puso en marcha una cam= palia del gobierno de Jos Bstados Unidos para desarbolarlo y mantener las opsiones de atacar de nuevo a Nicaragua, asf como de organizat el suficiente terrorismo de estado para conservar en su sitio a las «demo= cracias inexpertas», La colaboracién entusigsta de los medios de com> sicacién garantic6 el éxito de la tare; ef resultado anhelado se prodajo finalmente en enero de 1988, tcas une operacisn conjunta del gobierno y los medios, ejecutada oon Brillantez, La primera tarea era suprimir las referencias 4 los Estados Unidos, esto e8, a fo que se designaba en los scuerdas eerms 6] eelemeate in pensable» para la paz: el fin de cualguier forma de ayvda a las guerr- las nacionales ya la contra, La ayuda de los eft, a la contta —que atacabs « Nicaragua desde sus hases ett Honduras y Costa Rica— ya era criminal, incluso en el sentido tgenica cel término, pero fos acueros de LEsquipultas erigian una nueva barrera. Pues bien, si en agosto de 1987 los vuelos de abastecimiento a la conira se organizaban ya con una fte= suencie de uno al dia —a lo que s¢ afade ta vigilencia constante reque- ‘ida para-asegurar el ataque a los objetivos nicarsgiientes, apenas de- fendidos—, los rmivu. respondieron multiplieande la ayada; los vucios ‘de suministro se doblaron en setiembre y précticamente se wiplicaron durante los meses siguientes, A finales de 1988, In cia intents sobornar alos lileres uisquitoy para que Se opasieran a Ia reconciliacion pacit- cay reamudarant la guerra ‘Estas violaciones flagrantes del «elemento indispensable para la paz debilitaron seriamente la base de los acuerdos. La funcién dle tos medios puede evaljiatse si analizamos qué trato dispeasaron a estos avoniecimientos tan significativos, Continiiaré ateaiéndome sobre (odo al New York fies, 0} peribdico mas importante de nuestro pais y el que ‘63. Rosenthal 1 de agosto ie 1987 4. Bian Barer, ited Press Inumtiond (en adele, um). Philaelphia tne "de octane de 1087) Beli. Cadad de México, 22 ce pete Ge 1987. Soe lon Ye (os da bstecimien y os sunt, puaden consuls las vers dladas de mi, \iealos an ex. etero y narra de 108, 108 La (des)educacién Flare de ta smaguinacion hsrirican 109 fofrece lo yersién cus oficial de la historiny pero el comportamtiento de ‘echo internacional y la demosttaci6n innegeble de que Ja guerilla era los otros medios fue muy similar? tuna delegacién estatounidense instaurada de forma artificial (aunque No be sabido encontrar en el Times nina sola referencia a los so- rinca se ha ilegado a esta conclasién segiia he podido comprobat). Es bomos, a la répida excalada de los vuelos de abastecimieato y vigilan~ Una marca que atestigua alas claras Ia dedicacin de los inedios a favor ci nial crecimiento de los ataques terroristas contra la poblacién civil, ie leroy 9 victor extu, Elacuerdo de Esquipulas establecia un periodo de tres meses (del 7 de No contento con la omisién de las operaciones de control y de:abas- agosto a principios de: noviembre) para la reslizaciin ce sus resolucio- {ecimiento, ni con ta supresi6n total dela escalada de ln ayuda estadou- nes, Yun segundo periods hasta mediados de eneio, consideredo una nidense a sus fierzas en la tegi¢n —que pretenafa mina la fuerza de los primera fase, tas Ia cual la Comisiin Internacional ce Verificacién y Se- acuerdos de Esquipulis— el Tins recurté incluso la simple y lana juimiemo (CIvs) tenla que preseatar un informe: sobre los avances re falsificacion. A mediados de noviembre, el presidente Ortega participo zl 2 partici Jes, Durante el primero de estos dos periodos, el comresponsal del Times ‘en una reunién de la ob en Washington, a la que los Estados Unidos hi- on Nicaragua, Stephen Kinzer, publics 41 artfculos relacionados con cieron acudir lambigo a In direccién civil de la conta (Financiada por Ia este pals, pero omitié cualquier posible referencia a todos estos aconte- Cia), cos La correspondiente indignaciin de los delegsdos latinoameti- cimien(os clave. De hecho, incluso la propia existencia de los welos de Gabi: Drutiste 4a talibn, Oxtoge Gaitneas al gph lanecretto dé loa suminjstro y control fue mencionada tan solo en dos ocasiones." El 23 ‘yuelos de suministro, aun cuando habtan sido probibidos por Tos acuer- de setiembre, Kinzer afirms que «miles de contras del interior de Niea- dos de paz, ciftindolos et un total de 140 desde agosto, EI Hider de la ‘agua son abastecidos actualmente sobre todo mediante Yuelos de sui contra, Avolfo Cleto, rechazé esta estimacién, eonsidenindola demt- nistro organizados por la cia»; y el 15 de octubre, escribid que «los siado aja y comentando que wel radar de Ortega no acaba de ir bien», aviones que se inlroducen de noche en el espacio aéreo nicaragiense El NewYork Tes reprodo las sfirmavioner de ambox ditgenies; pero para dejar caer e) absstecimiento parten de Honduras», Durante tox me= ajusténdolas interesadamente; alli donde Ortega y Calera hablaban de ses posteriores, uubo algunas otras referencias dispersas a estos vuslos ‘Yuelos de suministro, la noticia del Times rebajaba la referencia a «vue En sama, se han eliminado totalmente los hechos que afectaban a la los de vigilanciam, que también estaban vetados pos los acerdos y por nédula de los wcuctdos, por no kablarde la flagrante violaciGn del de= las eyes internacionales, pero eran una violaeidn menos grave yy por tanto, aparentemente mAs aceptable." ans eas v6 NU, al Hots Hy 37 Pocos dias después, Nora Astorga, embajadora de Nicaragua en Ne G6. Es noceutapoeclinr que esta reaehs Timer Ysa ie ic yar heme= ciones Unidas. informé de que, entre ei 7 de agosto y el 3 de novier- es a Dae ate ae Nt bie. se habfan detectado 275 vuelos de abastecimiento y control. Sin ext pcs omit en Tavera des Bemeroeas, Kinzer reson we la cia ext ui batgo, no he encontrado en la prensa ni una referencia a esta acusacidn, Ao inisiles Redeye y otras amas semanisadas poe Yass slanletnose de ba ia deste tno preatéamente.trivial® Co eT ee ab tien tones Gee Con los mismos métodos, los medios ayadaron al objetivo de Wa: 4ei enti un afin deste, sgn Ta ual Ia Sora mes capa. de abalecent shington de eliminat dos disposiciones centrales de los acaerdes: acess esr del terior niséragense(sgulend la convencon habitual no 3 menciona agate de fa ayuda w fuerzas irregulares y movimientos insurrectos» y «no uso ieee eer an ee Se deerme pn eres easy, Gals revt tle Piiens que conta ts vsh de tiny 21 rsiones 6 igi ere ek 3 Tehemcy 18 ellen Un lta del 2 enor ea geese Titer weru hast Som un asta ord wba pr Ta ona eh Set Dole a aa. flees canoe oh eal dundee qo ima qo x 28 De ms 30 ea ade aaa ous Dat cae. Une eye nota ead 40 deta de 1087, sl cht el ace Yon mene A sl {Cum de ston ahmed mn Honan Sete at spa pe mtn fs ses de ih Se tape 110 La (desjeduewcién Cita de lo neordado en Esquipulas, los Estados Unidos eran Titres dle ae uur a su entera libertad, con Ia aprobaciGn del presidente Arias, al me- wos segtin Ta version del Times.” [Los acuerdos de Esquipulas reclamaban lun proceso democritico auténiicamente plural y participatorio, para premo- ver la justivia social, el respeto por los derechos humans la soberanta, ks Inisgridad terzterial de los esadas y el derecho de cada pais determinar, ‘con libertad y sin ningtin tipo de inerferencia exterior, su propio modelo ecaémico, poltico y social Ademis, era necesario asegurar progresivamente «la justcia, la lie bertad y Ja democtacia», Ia libertad de expresin y de xcci6n politica, y la apertura de los medios de: comunicaci6n «a tolos los grupos ideol6- wleos», También se reclemaba un sdiatogo con todos los grlipos no ar mados de oposicién pola dentro de cada patss, asf como oiros pasos hacia la reconciliasién meional. Ademis, «se promulgarén decretos de amnisifa, sentando unas bases que garanticen 1a inviolabilidad de 1a vida, libertad, lok bienés materiales y la sogpridad de todas las perso- as que se Acojan 4 los antedietos decretos». E] Salvador fue el primero eh no respetar las condiciones de amnis- la, puesto que incults a los servicios de seguridad del estado y a sus asociados, liberdndilos de la improbable posibilidad de que fuera julz- gados por sus crimenes. Los defensores de los derechos humanos repro- "1, Stephen Kinzer. 7; 15d octubre de 1987, qulen firma ue el peesideme Ars ‘io que no se podkia pretender gue Honduras crtara Tot campamenios de costs y pri Nea os vicios dedbaseciert claestinos, bo ser que fos sarin ogocatan ine ‘regu eot la conta y rmmulexan na aenists genera, Peo el Acuerco de Esquiplis 1 impuso est contin ga el cese de aya a contra: yn Aria i dle han Pa eid gue ayuda exiyera a as guts Qe El Salvador y Custeralasex legis en as sus gobieres po negcien una regu co i Tens Mies 0 resp (eck do os acutrdc § a aferaeion de Kinzer ex cereta, sigue que tai el oso Aa tonal rence de hace rats los acerdas conn os ene catia efi ATi Enel Tinesconstan irs nichts ferecits a upiesle postures de Arias gue nos sme sian ala misma conclisin, peo esl determin hase gi pinto son geerenchas i Hes o simples isiones, Para as deta solve Ta Tce de Arias fs rzin de que no sale reluivamesteacepuble para fs EEL, veo aewo en Zi, vovierbe de 18, Pars un comenirio sabe Se wlogro sorrendeates al vdefender glo superfine fan, a hvez que respende ls prestnes de Washington’ podeross peronies dM seretha de Costa Rica, véase Counell 0) Hesnsphesc Alas (CONA). Neve and aba si (§eEaN 1D de Fleer de 1988 I are de ta emayuinacién hissstican DLT baron esta inicitiva, prediciendo —como eféctivamente ocurié— que ‘causerfa un crecimiento del terorismo de estado. El Ties, sin embargo, aplauxli la amnistia. Por lo que respecta a Nicaragua, la imerpeetacicn de Jos medios de Weshingtun fue que su annistia deja ser aplicada de un ‘modo mucho més generoso que ¢] cantemplado en los acuetdos. Volve- remos sobre ello. Bra del todo inaceptable que Tos susodichos avances hacia la demo- crac, Ia jUsticia social, la protecein de los derechos humaros, etcéte- +, Se produjeran en los estados terroristas de Washingion.” Es porello que las resoluciones. corespondientes tenian que ser eliiminadas. de la versin operativa de Tos acuenlos. Se opts, de nvevo, por el método de silenciae los hechos no deseados y alabar 2 los gobiernos terrorists por ‘su cumplimiento rigurosy de los acuerilos (que, en realidad, estaban vio~ lando cada dfa més). En setiembre, la Comisién Interamericana de Deréchos Humanos de fa O&A emitis un informe que ponia de manifiesta «un descenso percep- ‘ible enel respeto.a los derechos humanos+ en'Guatemala, y expresaba su preocupacién por «la tecuperaciéy de métoxos y sistemas de aniqui- lacion masiva y la reaparicién de Tos temibles escuadranes de Ia mer- te». La Comisi6n para los Derechos Humnos en Centroamérien (c0- esiUca), con base en Casta Rica, informs a las Naciones Unidas en no- viembre sobre el terorisno continualo que practicaban los servicios de seguridad guatemaltecos y los escuadrones de 1a muerte, documentando lunos 175 casos de secuestros, desapericiones y avesinalos entre el fide ‘gosto y el 17 de noviembre de 1987, asf como ataques con grinadit, el lanzarsiento de uni bomba dentro de ut iglesia, etcetera. La Comision, para los Derechos Humanos en Guatemala habia registrado, durante tos niueve primeros meses de 1987, 334 ejecuciones extrajudiciales y 73 de- sapariciones. Uno de sus direstores hia aseverado en Washington que ‘dos acuerdos estén siendo usados como una cortina de humo para tapar que la situacién de os derechos humatios €s hay mucho mas grave . Ly tian servido} para permitir su violacién con mitcha mayor impanida 71, Tambien ha dds en cintoa Costa Ria is qu se uele conser exenta dl upline de los eucrd. Ali layers eres ets ja lien col de aon Jecha, qv cers las pues -a dos Tok gripes Wealgloe, ee ofr cestions qu = on sis jnforarasucestenentesubee les asnios covets, Ves Nel, Ape fe ¥, seein 67. para un caso eco, Culture of wrroing, pl 203, 12 La (des)eduencin ha precisado, ademas, que los casos documentados son solo una parte de los abusos reales, porque la mayoria suceden fueim de la capital, y ha re- ferid igualmente otras muchas atrocidades del gobierno. El eisclto, por Su parte, ha iniciado una nueva ofensiva en las montatias, para intentar acrastrar a los supervivientes de las anteriores campailas de peincipias dle los alos ochenta —casi genocidas— hasta nuevas «poblaciones de de sarrollo» et Jas qué pouian ser controlados por ls fuerza,”® ‘A 10s lectores estadounidenses nadie les trasmitio estos hechos, Se~ sin Ia especialiste en Latinoamérics Susanne Jonas, «durante los seis meses posteriores a 1 firta de los acuerdos, no apareeié en el New York Times ut siquiera un artéeulo sobre su curnplimiento por parte de Guate- ‘mala, ¥ practicamente ninguno en el resto de los grandes medios de co: rmunicacién de los Bstados Unidos, Después de revisar el Times, el Christian Science Monitor. et Miarni Herald y et Wall Sreet Journal en- tte octubre de J987 y marzo de 1988, Alexander Cockburn eneontré muy pocas referencias a Guatemala y ni una sola mencién a la erecien- te avalancha de violencia politica del mes de noviembre. Cuando las sal- Yajadis se hicieron adn peores en diciembre ¥ enero, los periédicos an- tedichos no publicaron mas que dos articulos (los dos en el Monitor, y Jos dos sobre 1a violacién. de los derechos huxmaros). Las ciftas toiales de octubre a eneto son de mids de 500 muertos, [60 desaparecidos y 2 artfeulos eri ta preasa, Si se combina todos los datas, conclye Cock- burn, ven los medios més influyentos de los ee.UU. aparece un articulo ceitico sobre la situacién en Guatemala cada 154 dias». En cuanto a fl Salvador, Titela Lagal —la oficina de defensa de los detechos Inuimanus de Ia auchidiGcesis de San Selvador— ha expuesto que las matanzas de los esevadrones de la muerte se han redoblado: du- ‘ante el mies siguiente alos acuerdos se ha tenido noticia de diez, y eon- ‘indian en enero; para todo el aiio, las cifras de Tuléla Legal hablan de 88 personas desaparecidas y 96 asesinadas por los escuadrones de Ia muerte, Jes fuerzas armadas y defensa civil, ademés: de 280 personas asesimidas —la mayorfa, probeblemente, civiles— durante operaciones: 7 cok Washingion Report onthe Hemisphere (Wat), 3d Fever de. 1988; Up siate Cental Averican Materia! Institue (Cay, Universidad de Georgetown, Wiahineh ‘ide dsiombe de 198); Cultaral Survival, 123 (1988), 73. dona, San Fianelico Bay Giana, y Cockbur, Andersen Valley Advertien smbos de B de junio de 1988. Plante de la emaguinacidn histéricas 113 militares dol ejéreita." Amadeo Ramos, una dé los findadores de In Asovideién Navional de Indigenas Salvadorefios (Axis), ha informado del bembardeo de un asentamiento indi’ por parte del ejérelto, tras el cual «los euerpos de. varios indios fueron falledos en una zona remota, arrojados a una zanja, 4 mediados de noviembre; como no erat mis~ quitos nicaregienses, qué interés tiene fo que les pase, Y ast abo mii- chos otros casos draméti¢os, ignorados o apenas mencionados por nves> ‘10s medios. EI Consejo para Asuntos del Hemisferio (cova) estima que los escuadrones de la muerte han matado 0 «deseparecido» al menos a 87 civiles durante la primera fase de los acuerdos de paz (agosio-encio). Chris Norton, uno de: los escasos pertodistas estadounidenses tadicados en Bl Salvador, ha declarado repetidamente que desconocemos las cifras reales, porque, al igual que en Guatemala, lt mayorfa de las carnicertas de Jos eseuadrones ¢han ocurrido en zonas rurales, y Son pocas las que se han comunicadoy."* La proteceidn del régimen cliente de Bl Salvador es una necesidad especialmente imperiosa, que alcanza niveles teribles. La suerte final de La Comisidn para los Derechos: Humanos en El Salvador (CoHES) €8 ilustrativa. El asesinato dé st presidente, Herbert Anaya, fue toticiada por LeMoyne, con el debido respeto a la versidn oficial del goblemo, segiin la cual fue obra de ta guerrilla; pero omiti6 dea relaio Tas de= claraciones contrarias de Ta vida, Mima Anaya, ¥ otras personas. Mir- na Anaya, juoza en activo hasta 1987, tuya que huir de E} Salvador después de que pasaran por las armas a sy marido; su declaracién —ave cullpaba a las fuerzas de seguridad, como podfan acrediiar vatios lestigusy si se les xarsntizaba proteceidnt— pudo set lea pur lus lee= lores canadienses, peto a los del New York Times se les aliorré el v0- nocithiento de heehos tn desagradibles, Lo mismo sucedié con fn somnparecencia de Mirna Anaya en la Asamblea de Derechos Humanos de la ONL, en la que Identitic® a in escuadrén de ta muerte formedo 74, Human Rights Wate (Amersas Wate, Axia Wath y Hesin’ Watch y Lawyers Comite for Fumie Rishi, Crigues review ofthe Deparmeal of State's coary report ‘human rights practes for 1987, juno Je W987, ste ass condera espec alee las lafermes del Departamento de Estado sbre lis pases censoansricany, la devigeaci6n de tslor yl seas epresentaividad cerca les estan de la sv vets Tatela Lo fl Se aa de caacteracashiblvales eos preduaus del Depwrameia do Estado. 75. COWA, Wn I7 de Flee de 198K; Lavismerca Press (LPF), Ren, 19 de mo iemtre do 1987 WA La (deseducacton Bl arse de lo amagulaacién histévicas 115 por amiembrus de la policfa de la hacienda y de la policta nacionals.* Duarte por haber permitids alos rebeldes el «asceso Tibre ta prensa Carece de relevancia, también, el hecho de que Marianéla Carcta Vi- rio obstmte, el COHA ha constatado que «los periodistas practican la a= las, antigua presidenta de la CONES, fuera asesinada por las fuerzas dle {ocensura hasta tal extremto que ningdin diario. publicaré jams una sola seguridad (prétextandose entonces que formaba parte de la guerrilla), 0 afirmacién de los grupos de oposicién al gobiemos.* que otros miembros tayan sido igualmente asesinados.o «desapareci- LeMoyne se settfa, asf mismo, impresionado porque Duarte hubiera ios» por las therzas de seguridad. Herbert Anaya haba sido detenido y spermitido que los lideres civiles de los rebeldes regresaran a casa y torturado por la policfa del tesoro en mayo de 1986, junto con ottos: Persiguieran activamente sus objetives politicos»; y se preguntaba. si Iniemtyos de la comiision. Durante su estancia en prision, continuaron su acaso wal igual quc los rebeldes de El Salvador, la contra acabarta fin ‘bra, recopilando el testimonio, bajo juramento, de otros prisioneros que mente... por arriesgarse a enviar algunos representantes de vuelta a Ni- habfan sido torwurades; y lograron sacar de la eérel un documento con ‘earagua, para Verificar la promesa eandinista de ofecer una auténticn Li- pruebas detalladas de la tortura de 430 teclusos, ademas de una video bertad politica, después de-acho afios de gobierno de un partido tinico» cinta probatoria, Sin embargo, eomo lo que se demostraka era Ia tortura {puesto que existen razones para edudar de su sinceridads y de su we por parte de los agentes y los etientes de los Estados Unidos —inciu- luntad de «tolerar un tanto de oposiciéa politicas).” LeMoyne sabe per= yenda un oficial esiadounidense vestido de uniforme—, sin referencias fectamente que numerosos mandataries de la Iglesia e intelectuales: de 2 las prisiones rusas 0 cubanas, las pruebas no despertaron ming inte 1 Salvador, sin conexidn alguna con lt guerrilla, se han visto obligados rf, ¥ ef los medios nacionales no aparecié ni uma sola mencién, Des- a abandonar el pats, y tas amenszas de muerte les impiden regresar, En puds de ser liberado en un intervambio de prisioneros, Anays fue de- Nicaragua, sin embargo, Ia oposicién nunca se ha enfrentado # una si- nuniciado por el gobierno y se le comunies que encabezaba una Tista de (uacién ni remotamente comparable al terrorisioo praciicado por las miembros de la comiisién amenazados de muerte, No se te dispens6 pro fuerzas de seguridad de Duarte y sus asoclados; ello a pesar de que apo- teecidn —Ia proteccidn que le hubiera proporcionado el haber aparecido ‘ya abiertamente los ataques del ejército estadounidense, se identifica te los medios— y fue finalmente asesinado, probablemente por las fuee- ularmente con ellos on sus apariciones en La Presa, denuncia. publi zs de seguridad o sus adléteres, segs indics el arcobispo Rivera y Di- camente al gobierno y reclama implfctiamente mis ayuda militar para la nas en una horalla pronunciada en Ia eatedral metropolitana (de nvevo, conira en sus visitas 8 Washington," \norada por el tes) donde eseverd gue «hin sido-obca de: testi ‘LeMoyne tambien sabe perfectamente que no solo la aposieiéninte= dir de la muerte" rior partidaria de la contra, sino incluso los Tideres militares que han re- ‘Con su acitud ce ocullar de forma sistenuitiva lus hechus no eonye= grecado a Nicwagua viven y trbajan ali sin tener que preacuparse por nientes de El Salvador, LeMoyre tranquitizé a sus lectores a finales de su vida. Citaré solo un caso de varios: Femando Chamorro, dirigente noviembre, indicando que el presidente Duarte «ha ayanzada mucho contra, regress a Niearagua desde Costa Rica y ha sido rombredo pre- ry {gue los sandinistas) en La wwalizacin de las resoluciones de trata sidente del Partido Conservador, que apoya sin reserva a Jos canteas do», aun cuando tal yex no esté eparticulaimente empenado con su es ‘Comipadtese con ta sitacidn del coronelsalvadoreno Adolfo Majano, que pirity de revonciliacién, ya que «procura dividir & la coalicicn de los Tebeldes jequierdistasn (esa es todo) LeMoyne también eplaudid sa 78: _LeMoyne rf 29 de viens de 197; Cw, Wa 17 de fren de 988 tn tiempo desps, se levaslaon corlderalemen as restciones de sesso 1 ah 0 ‘clvisién, pero rela eslalane hablar de sacsew (ke la presi» en vemine de 16 Para mks deta, vee mi anetty en ag arto. 1988; testinal 1987; adenis, noha exist nadi comperahie af penoaea [1 Prema evorabe a Eo Neches Unidas La Vlog cons, 24 de marzo de 1988, ‘ray Sanco por Tos HEU, Sve lox wedics be comniesion en Centtvaéhca, wea ‘7. an, 18 do movie de 1987; el areohispa po observa. qualente eras a Nel, Mpéice v. lunzas a manos de los ectadrones de Ia suerte 20 do febrero. Tet puico wa 79, m7, 29 de novembre de (987; 22 de Lebreroy $ de junio do 588, ‘enota de AP segin lt cul el aos haba tbo elasesinus ales escuakores de 80, Yease Nal, Apsadive ¥ soc 6 Tver vel supuesto asen se haba ietacisio de su cenfesié, BI, den, Sobre el regzevo de Chumorn, wae ents, 20 defend 1988 114 La (desjeducaetén El arte de la omengubnacin histdricas 11S por «miembros de la poticfa de ta hacienda y de la policfa nacional». Duarte por haber permitido a los rebeldes et «acceso libre a ta prensa: Curece de relevancia, tantbién, el becho de que Marianela Garefa Vi- 0 obstante, e! CoHA ha constatado que «los periodistas practican la a= lias, antigua presidenta de la CbHES, fuera asesinada por las fuerzas de {ovensura hasta fal extremo que ningin diario publicard jamés una sola seguridad (pretextdndose entonces que formaba parte de la guerrilla), © afirmacion de los grupos de opasicidn al gobierno».” ‘que otros micmbros hayen sido igualmente asesinados 0 «desapuareci- LeMoyne s¢ sent, asi mismo, impresionada porque Duarte hubiera dos» por las uerzas de seguridad, Herbert Anaya habfa sido detenido y spermitida que los lideres civiles de los rebeldes regresaran a casa y torturado por la poliefa det tesoro en mayo de 1986, junto con otros persiguieran activamente sus odjetivos politicos»; y se preguntaba si mmiembcos de Ia comision. Durante su estancia en prision, continaaron si caso sal igual que tos rebeldes de El Salvador, Ia contra acabaria final- ‘obra, recopilendo &] testimonio, bajo juramento, de otros prisioneros que mente ... por arriesgarse a enviar algunas representantes de vuelta a Nix ‘aban sido torturados; y lograron sacar de la eéreel un docurnento eon earagus, para verificar la promesa sandinista de ofrecer una auténtioa li- pruebas detaliadas de la tortura de 430 reclusos, ademas de una video hertad politica, después de ocho afios de gobiemo de un partido Gnicn» cinta probatoria. Sin embargo; eomo lo que se demostraba era la tortura (ouesto que existen razones para «hndar de su singeridads y de su woe por parte de los agentes y los clientes de los Estados Unidos —inclu- luntad de «tolerar un tanto de oposicién politicay).” LeMoyne sabe per- yendo in ofivial esiadounidense vestida de uniforme—, sin referencias fectamente que nuserosos mandataries de la Telesia e intelectuales de 2 las prisiones rusas o cubanas, las pmiebas no despertaron ningtin inte EI Salvador, sin conexién alguns con la guerrilla, se han visto abligedos 14s, y en los medios nacionales no aparecié ni unt sola mencién. Des- a absnonar el pats, y las amnenszas de muerte les impiden regresar. En yués de ser liberad en un intercambio de prisioneros, Anaya fue de~ Nicaragua, sin embargo, la oposicién nunca se ha enfrestado una si- ‘puncido por el gobierno y se le comunicé que encabezaba una lista de tuacién ni remotamente comparable al terrorismo practicado por las iniembros de la commision amenazados de muerte. No se le dispens6 pro- fuerzas de seguridad de Duarte y sus asociados; ello a pesar de que spo teccién —Ia proteccién que le hubiera proporcionada el haber aparecida ya abjerfamente Jos ataques del ejército estadounidense, se identifica re- ta Tos medios— y fe finalmente asesinado, probablemente por fas fxcr= ularmente cun ellos en svs apariciones en La Prensa, denuncia pabli- vas de seguridad o sus aditeres, segtn indie5 el arcobispo Rivera y Da- ‘camente al gobierno y reclams implicitamente mas ayuda militae para la ‘nas en una homilia pronunciads en la catedral metcopolitana (de nievo, contra en sus visitas a Washington * ignorada por el Times), donde asevers que «ha sido obra de un escua- LeMoyne también sabe perfectamente que no solo la oposicién inte- 6 cle Wa muertos. rior pattidaria de la contra, sino incluso los eres militares que han te~ Con su aetivudl de velar de Foro sistentiea lus Helios to Comye= eresado a Nicaragua viven y trabajan sllf sin tener que preocuparse por rientes de El Salvador, LeMoyne tranguilizé a sus leetores a finales de su vida. Citaré soto un cs80 de varios: Fernando Chamorro, dirjgente ‘noviembre, indicanda que el presidente Duarte sha avanzada. mucha ‘contra, represé a Nicaragua desde Cosia Rica y ha sido nembrado pre- mas [que los sandiristas} en la tealizanion de tas resohuciones de) trata sidente del Partido Conservador, que apoya sin reservas 3 Jos contras" Comparese con La simsacion del Coronel salyadoretio Adolto Mayano, que do», aun cuando tal Vez no est «particularmente emperado cot su e pititu de reconcilincién», ya que «procura dividir a Ja coalicign de fox: Tebeldes izquierdistas» (eso es todo), LeMoyne tunbién aplaudis a 78 _LeMoyne, 71,29 viene oe 1947: Cu, a1 do retro e188) Un tiempo desis, levanton corsderalemeni lis eesticeiene ences larly la ‘ekvisin, pero rele edraflari hablar de wacteso Tie la prensinen notembre de 76, Pas ne deraes vere ance se, wre JP eatin al 1957; ademas, no exit naa compre al periies Za Pena, tvorabe a Cor aciones Unidas a Vou CDN, 26 de marae de 1988 teny finaniado por Tose, Sobye los medis de omurieasin en Ceytraamiec, ate "7. ae, 13 de noviembre de 1987: el arzabupo pedo observa islet cis i= Nel, Apénice (anzas a mane de los esaadeones de imine. E20 de Cbvern el Ties palo una 73.1% 29 de noviembe do 1987; 22 de feser 9 5 de ju se 688 we nota dea sein I cual raospo tca adie sesso als escuadrenes de 80, Véase Nel Apéadize ¥, soci Aerie yl split ase $e bahia revacado de sa centesién 'B1._Thdem, Sobre el regeso de Chamero, veuse ous, Na 20 de Frere Uo 198 116 La (des eduescion no es un responsable dé Ia guerrilla sino el oficial de ejército que lide 16 ¢l golpe militar reformista de octubre de 1979 y fue descrito entonces por la prensa de Jos eF.10i, camo «el simbolo de la politica estadouni dense en ese pais», debido a sus esfuerzos para promoyer una reform democritica Pues bien, después de que las fuerzas represivas tradicio- rales recuperaran el poder (con el apoyo del gobierno de los EEUU) $e relegé a Majano, y finalmente se le expuls6 de ta Junta en diciembre de 1980, cuando Duarte aleanzé la presidencia para presidit la intensifiea- cin de las matancas, Fue obligado a hus de los crecientes actos tert0- ristas, y regresd ul eabo de siete aiios de exilio, para verificar la realidad de la anuieva democracian. Tras st retorno, logré sobrevivir al menos a dos intentos de asesinato atibuidos a eseuttrones de 1a muerte; y un ler- caro le sobrevino el 25 de agosto de 1988, cuando, al pasar por un cen- ‘ro comercial de San Salvator, su coche fue ametallado por dos pistole- 10s, lo que caus6 ia muerte de dos de sus guardaespaldas, Sowdn declaré ‘Majano, «esta intentona criminal me buscaba a mi, y no hay duda de que ha sido ejecutada por escuadrones de la muerte». El arzobispo mostré su ‘acuerdo con la acusacién,afirriando,en una misa celebrada tres dias mas tend, que la matanza era obra de «los siniestros esetuadiones de la must te».° EI intento de asesinato de Majano habia tenido lugar después de ‘una serie de asesinatos debidos alas fuerzas de seguridad y, probable- ‘mente, a los escuadrones de la muerte, Tiendo a pensar que, de haber ‘curr algin suceso similar en Mangia. Times se hubiera hecho eco de ello. Sin embargo, 10 nico que oftece este periédico son seflexiones filoséticas sobre Li libertad y el aperturismo que caructerizan a El Salvae ‘dor, companudas con la bruial represion del régimen sandinist El celo con que LeMoyne vitoreaba la esperanzadora evoluciéa de BI Salvador, confrontada con ta reptesi6n nicaragliense, ha Jlezadio a.ser excesivo incluso para el esténdar del Ties, Ello es perceptible, por ejemplo, cuando noticia Ios planes de Ruben Zamora y Guillermo Ungo, oficiales civiles de los rebeldes» que pretenden regresar a El Salvador. donde esperan sobrevivir mediante chalecos-antibalas, cambios constants tes de residencia y una restriccién de movimnien‘os cuidadosumente ef 82, Yease Turi the fie, pgs. 109-110 La cvina ead, pip, 176). 85, EL Sw (Ll Suny On Le) Caner for Cennat America Stubs, Washing 29 de sgono le 1988; Sam Dillon, «El Salvaces vient past etums in poyery nt ‘Miami Hera 6 de seis de 198, El are de a «smaguinacidn bisttrican 17 tudiada, Segiin LeMoyne «el proyecto de retomio de: lox dos hombies vontrasta seriamente con la situaciéa én la vecira Nicaragus, donde el régimen sandinista ha prometido que encurcelars a todos Jos Iideres re- beldes que intenten regresar para desarrollar uaa actividad. politica» Cinco dias antes, Stephen Kinzer habia reproducid las palabras del pre sidente Ortega, segiin el cual «todos los contras que ebanconen a i= cha —ineluyendo al lider Adolfo Calero 0 al comandante Bariqae Ber- sntidez— «podran partieipar plenamente en le vidu politica de Nicara- gun, y citado su afirmacidn literal: Nuestro objetive inmediata es lograr una regu; si les contra la weep ‘ar, podrin aniise al gebate politico con el reste de lox partidos nicara- aliens. Si Calero y Bermiidee acepuan esta propuesta, ser lies para re- ovrer Tas calles de Managua, ongenizar manifestsciones ¢ incorporarse al Partido Conservador 0 4] partido que sea gue elijan, No sera necésanio que nie firme nade, A su deSarme seguird una anuuisia automtica 'No se informa, en suma, de los hechos relativos a Fernando Chamo- #0, Adolfo Majano u Horacio Arce, entre otras: y tampoco de la reve cid del yobiemno salvadoteno cuando Matio Aguifiada Casranza, co- mandante de la guerrilla, anuicié su intencion de resreses al pals y rein corporarse ala vida polities, El gobiemo replicd que le prohibicia la en- trada, y el ejfcito afiadi¢ que se le cxpturaria pars juzgario por sus eri= menes” La situaclén de fos dos patses es jusiamente la contraria & la deserita por LeMoyne, como este sabe muy bien De hischo, la propia comparactén de Zamora y Ungo. por un lado, ‘von Bermtidez y Calero, por otto, es un comienzo un poco extn. Tan- to Zamora (un demécrata cristiano de izquiccdas)* comy Ungo (un so- sialdemécrats, integrado en la misma fista electoral que Duarte en 1972) 4. LeMoyae, vr 21 de aaviewiee de 1987; Sten Kitze, nt 16 de noviembre 1 1987, LeMayne rele) sdecwtaniei ls iesgos qua cca Zao Ugo 7 ea ie los mexvemisas de iulerday decide que abnor sus Jess rea ak tals 1 site, pero acu «echo ue que el mayor res basi seme, y con dileetia, 8 omar eos sv de segrd lel e on eoornes, L oa det werorio de inqulenh y deeeha» es un yur Hien coments jar tae Inroristo de ls scenuas» qu cuentn con el respal de kv Estas Unico, 5. Bl Nore, Méxcn. 17 de julio de 1948, Cental Aiersa Nevn ak 2, Fara a pari dt ovine Poplar Crit, Piry aoa pla stein acta so uns wdemoeracia en funciondmvetoe y nk sins sana opera Uyerdacan, eave coma, Wi AT de apost de 1, a. oe JIS a (desjeduexctén huyeron de FI Salvador por las amenazas de muerte ya que sus colabo- adores y familiares estaban siendo asesinados, Entre las victimes: 5e contaba el hermaro de Rubén Zamora (Mario Zamora, el procurador ge Neral del pais, de filiacién cristianodemécrata), Dos semanas despues de que su colega fuera asesinado por um escuadrén de la muerte, Duare se ‘uni6 4 la Junta y se afar en legitimar las matanzas; Desde entonces, Za- rior y Ungo han mantenido una asociscién polftics eon las guersillas salyadorenas que, en su mayorfa, habfan sido empujadas hacia Jas ti0n- {fas por el terrorismo de estado. Enrique Bermiilez, por el coutrario, es el comandante del ejéreito de la contra, y habia sido oficial de la guar- dia nacional de Somoza; y Calero, que se relaciona con el ala mds dere- cchista de ta adirecci6n civily imptiesta por la CIA, ¢8 ln reconocido ab ‘gado del terrorism, al cual se Wé haha legado a prohibir, por esta ra- 26n, la entrada en Costa Riva, Adémés, n6 hay comparacién posible en ire las guerrillas indigenas de El Salvador y el ejército que ataca & Ni- ccaragua por delegaoton de los Bstados Unidos. Una situacion mas estre- chamente comparible con la de Zamora y Ungo seria la de los miem- bros de la opasiciOn interior nicaragtiense, que siempre han sido libres para intervenir en la vida poltica, y 90 por ellorhan de arrostrar un te- rrorisno estatal como el praciicado por Washington 0 Duare, sito el simple hostigamiento de le politica. Son yerdades come putes, pero no se Jas verd aparecer ch el Times ni, pot lo que sé, en las otras cabeceras impostantes, salvo contsdisimas excepciones, La historia oficial repite constantemente que Duarte representa el «centro moderadon, per es incapaz de controlar «la violencia tanto de 1 ultzaderecha como de las guerrillas miarvistns® (James LeMoynel; 60 Ja fotografie que scompata a este tikimo comentario, se ve al alealde de ‘Nueva York, Edward Koch, siendo saludado por et general Vides Casa- nova, minisiro de defensa de Duarte y responsable directo de gran pac~ te-de las matanzas, En un ediorial se coment ¢) asesinato de Anaya, pero describigndoio como una prueba del «alate de Duarte, que se stre= Via a edesafian» a los escuadrones de la muerte. Entertado por entre uu articulo de intormacién, el mismo dia, consta el Kecho de que los asesi= nos utilizaban un armiamento de Ullima tecnologia, al alcance solo de slos escuadrones de la muerte, de filacién derechistay; es decir, dle lo esenadromes asesinos del ejérito de Duarte.” 7, LeMayin fearless 6 RT; rH dost I arte de fa omaaqinacian histéricas 119 Fn ctianto a Honduras, na hizo siquiera intencidn cle cumplir los scuerdos de Esquigulas, Las violacionos de los derechos humanos, que se habfan convertido ya en tn problema muy serio cuando tos Extedos Unidos trasformaron. el pais en ama base militar (en la década de los ochenia), se inerementaron con la firma de los seuerdos. Ramin Costo- dio, presidente de la Comisién para jos Derechos Humanos en Hondu- ras (Coptt!) y de la Comisién para los Derechos Humanos en Centroa~ mérlea (covenuGA), hizo publico a finales de ocwbre de 1987 que las ccamicerias de las fuerzas de seguridad estatales eran cada yex més sfla- ‘antes, citundo ejemplos coneretos. Al finalizar el primer periode de tres meses, se organizé nia conferencia de prensa internacional en le que Custodio declard que Ia situaciéa de los derechos humanos seguta deteriordndose gravemente en Honduras después de ta firma cel tratado de paz, asf como en El Salvador y Guatemala, Durante la primera fase de los acueros (agosto-enero), esta y otras informaciones similares vie~ ron la luz en Canada y México, pero fueron omitidas ex el Times." ‘copeH hi denunciado que en Honduras se produjeron, durante 1987, 263 ajusticiamientos, esto es, 144 mis que en 1986, 107 de los cuales serian atribuibles a los excuadtones de la wuerte; también ha puesto de manifiesto ¢] crecimiento de Ia tortura y las detenciones ilegales. El pe- siodista hondurefio Manuel. Torres Calderon ha indicado que la crisis econdmica deriva de ls dependencia de Tos BF.CU. hat «forzedo al 20- bierna.a intervenir en la economfa mucho més que su denigraso veeino, Nicaraguan, La fuga de capitales ha Hegado hasta el exuemo de que vel dinero deja ef pais tan pronto coma entra», sestin un harquero hondute- ‘io. La mitad de la poblacién no tiene acetso.a servicios de salud y m8s de un millén de hondaretos viven apetotonados ex barrios de chabolas, a pesar de Ia ingente ayuda econémica de los FECL y de que no existe Ja amenaza de In guerrilla ni ninguna forma de ataque exterior. Claro estd-que ni las erecientes Violaciones te los derechos humans te im- pacto de la politica econSmica impulsada por Jos £8,CU. han hecho su aparicién en e} programa de nuestros medios” ‘Asi mismo, nuestros medios tampoco can razcn de Ia hostilidad que despierta la vontra en muchos hondurefos, y no solo en los miles de ‘mpesinos expulsados de sus casas en el «errilorio contra» del sin Las $8, Para completes informacign, véaso Tis erences cits on I nin 59, can, 15 de jl de 1988; LP, Pend, 2 dela de 198, echuda en Teicgapa 120 La (ées)edueacién agencias ce noticias han trasmitida que él periédico conservador Lo Prensa; aque publica sumerosas’ paginas de inforniacién sobre Nicara- ua siguiendo tos postulados de Ta contra, ha indicado que, segtin un sondeo de opinién realizado antes de la pasaia crisis [de marzo de 1988]. e1 88,5 por 100 de los tiondurefios era favorable a ta expulsion de los contras», Este encuesta recibié muy poca atenciéu. De Ta misma for- ‘ma, los medios tampoco han acertado a enterarse de la protesta de ta Unidn Nacional de Campesinos de Honduras, que'ha denvinciado que ta conta reelitaba tabriegos pobres mediante sobornos de 500 délares (un importe colosal para lo habitual en la vegién), como se ha publicade en EL Tiempo, ano ce los principales diatios hondurefios, Peto todos estos hechos, claramente relevantes y neticiables, tienen que ser ignorados, Porque no coinciden con la inica imagen que interest dar; la del ani oso campesinado nicaragilense, decidido a resistir a la depredacién sandinista.” La ereciente preocupacidn de los hondurefios por ta périida de ls in dlependencia y ta intégridad nacionales bajo ta influencia de los Estados Unidos tampoco ha sido prectsamente popular, Como ya se ha visto mis arriba, las operaciones micaraguenses de wvatzo dé 1988, cuyo objetivo era fa contra honeluren, levantaron en los mieios y el Congreso de rnuesiro pats airadas denuncias de la agresiOn y la amenaza sandinistas, por lo que tanto republicanos como demécratas coineidieron en pedir tuna ayuda extra de 48 millones de délares —armarento inclusive— para los libertarios vejedos y atacados de miodo tan palmariaments in- justo, Cuando tos Ee. envieron un cargamento para «defender a Hort ‘@uras» de la agresién sandinista, se wrgenizé ay unre sonar Fat fart patriotera, pero se presi bastinte menos atencidn a la reacein surgida en la propia Honduras; los periodistas hordureftos habian condenado la sinvesiGn estadounidense, Ei Tiempo reprobs que el gobiemo hudiera pedido el envio de tropas estadounidenses —o no se hubiera opuesto a €1—, considerdndolo «no solo ilegal, sino vergonzoso, Estamos proclae ‘mando @ gritos que el estado de: Honduras 00 existe», Este periitico dee sign a las tropas extranjeras como un «fuerza de ocupscidn», mies que el Partido Deméerata Cristiano «afirmé que los soldaios det 'B.UU debfan volar inmediatamente de regreso a Su pais», y su mani 90 Reuters yA, Torome Globe and Mall (nda), 23 de mara de (988) ‘Constable, 60; 20 de marzo be 1988; HT Tiempo, 14 de jlo de 1987, Ebarte dle la smaguinacion histdrieas 121 dirigente, Rubén Palma, sindie6 a los periodistas que José Azcona, ef presidente de Honduras, habia actuado ilegalmente al requetir la pre- sencia de tropas extranjeras sin la necesaria autorizacién del parlamen- to». Enel Times hay poco que leer sobre estas declaraciones, y no mu= cho mis en el resto de periédicos.” Si hubiera aparecido una informa cidn menos dependiente del programa oficial del gobierno, no se hubie~ +a producido un shock general cuande, unas semanas mas tarde, Jos hon durefios atacaron ln embajada estadounidense, en una explosidn anti yyanquu, mientras 1s poticia observaba impasible. Ademés de la oposicion al terrorisimo estadounidense —superad, como hemos visto, gracias a Ie complicidad de los medios de comuni- cacién—, habia alin das resoluciones de tos acuerdo de paz de Esqui- pulae que resultaban intolerables para Washington: la importancia con- cedida a los observadores intemacionales (la crvs) y el principio de la ssimetria», que exigta avances paralelos por parte de todos los estados centroamericanos. La-primera de las condiciones era inaceptuble porque interferia con el poder de fos €8UU. para violar 10s acuerdos a sit Vo~ lntsd; la segunda, por 1s misma razén, y porque los estados tetroristas ide: Washingion probablemente no sobrevivirian a un proceso de demo- cratizacign y reinsiauracién de Jos derechos humanos. La tamea de 10s medios era, otra vez, terminar con estas dos resoluciones; el nuevo acuerdo, revisado unilaleralmente por los F=.uuiy se aplicarfa tan solo a Nicaragua y sin injermediaciGn de ningiin observador intemnacional. De esta forme, los aeuerdos de par, contasios a los intereses estadouniden ses, encajarian cou el plan de Reagan y Wright, el que habie sido re~ chazada en agasto por todos los presidentés de Centroamérica. El problema de In supervisi6n inlemacional se agrav6 en enero de 1988, cuando Ia crys debia presentar su informe @ Tos cinco presidentes, «de la zona. Era evidente que st trataba del acontecimiento diplomético ins importante def mes, pero tambien lo era que resuilabs intolerable, 81. voit, 38 de marao de 1988. Sobre Hs senater de las preacupaciones expesulis ‘un acd on tnt fh lacie sandnisia de Ta Toners véise Ney) Apendice 11 Sat Woes de aya, ieee Sesan Rasky, 19 de area de 1988 192 Dexde Toppa, Ieseph Trenler ini inn sok dé ue wos hobs do lu vallen selon pentar que, cola cunts Tuer de Hendra, @acsharan fos goblets Ire os dos pats, ethendase miedo ondureia det pode Hb el cos Ny a7 mies 122 La (destoduoacton sobte tado en ef momento de presentar las eonchusiones. La’e1vs conde: 16 exclusivanente a tos Estados Unidas, por st ayuda continua 4a las fuereas regulates que operan en contra del gobiemo de Nicaraguas, violando, por tanto, «tn vequisito indispensable para el éaito de los es- fuerzos de pute y de este procedimiento en su conjuntos, Uno de los re- presentautes de la c1Vs informs a la prensa de que los representantes Iie linoamericanos s¢ habfan quedado «atdnitos ante las actinides de evi- donte terior de los sindlicalistus y os politicos de la opasicién de El Salvador y Gustemala, Luego aitadis que la civ no pocta detallar el ‘grado de cumplimienlo de las tesoluciones debido a las reservas de los gobiernos cle Guatemala, Honduras y Bl Salvador: se trate de un signo claro de qué hubiera constado en el informe, de no haber sido bloquea- do por Ios FF.UU), sus clientes, Las conclusiones elogiaban los wavan- ces coneretas» hacka la democratizacidn que habian pode observar en Nicaragua, a pesar de las dificultades con las que se enfrentaba, Estos hechcs fueron reflejados por varios periddicos, nero no por el New York Times, en el cual James LeMoyne, en un articulo centrado en ‘vats reprobaciones a Nicaragua, despaché el informe de la CIV en tnd sola frase despreciativa, indicando tan solo que su conferencia terminé «sin demasiado acuerdo. (el informe fue aprobado por unanimidad). La joicenta de Tos Bstados Unidos fue mencionada brevemente —en un ar {icvlo que también trataba de otros temas— por Stephen Kinzer, quien fagregs que sla Comision perdid el tayor de algunos efreulas politicos cusndo concluys que Nicaragua habia realizado "avances concretos pars Iniciar wn. proceso democritica''s. La civs, como antes: ly OA, habla auido east toda su autoridad como conciencia de Latinoameticay.?” La comisién fur destnantelads debido alas presiones de Tos EF, 10 que posibilité la contiouaci6n sin trabas de sus actos teerorstas y del p= pel de Duarte como testaferto de la represiéin y In degollina EI segundo problema, el del principio de la wsimetcia», se soluciond concentrando casi toda Ia atencion en Nicaragua, junto con la reiteracid constante de que —haciendo caso omiso de la letra de los acuerdos de Esqaipalas— «to hay duda de que las rosoluciones principales se dir gon sobre todo a Nicaragua, y afectardn a Nicaragua en muicha au 93. ease Ne pig. 21. Pets Fon) Chron Science Monitor (co), 15°08 gen 198k Richa Boudreau, Lay Angele Thee (AT M4 de enero: eM vr, 6 le 1; Kinzer, 7,28 de enero de 1988 El arte de Ja sovaguinincidn bisibricas 123 medida que a las otras naciones firmantes del acuerdo» (lames. Le- Moyne), Desde luego, ¢8 asf por lo que alate a tas condiciones dictadas or Washington y respetadas escrupitosamente por fa prensa, pero 10 tiene ningwin fuidamento en Io pictado en los acuerdos. Como Le- Moyne alujo més adelante, los sandinistes estéa sen una posicién con siderablemente dificily, porque ellos —y sola ellos— «son analizados sminiciosamente para comprobar si cuiplen 1a estipulado en el tratado de paz de Centroamerican.” Nuevamente, LeMoyne esta ei 10 cieto, si asumimos que 1s Prensa Libre carnina al puso de las érdenes dictadas desde Washington. Kinrer, el colega de LeMoyne, oftecié el mismo and lisis de la situacién, como hicieron en general todos los medios.. La Media Alliance de San Francisco ha estudiado los artfeules pu blicados darante dos periodos lgidos de comentario sobre los acuerdos de pz (del 5 de agosta al 15 cle seiiembre de 1987. y del 5 de-enera al 7 de febrero de 988). Pues bien, ef New York Times dedics, en el pri- mero de tos.periodos mentcionados, diez veces ms articulos a Nicara- ‘2ua que aa sama del resto de paises, y.en el segundo, once veces mas. El undlisis de ottos metlios refleja proporciones similares.” Pero todos los intentos de difundir estos informes en la prensa nacional Iracasaron. Los reportaes y artieulos tambign diferfan exalitativameate entre sf. Por ejemplo, un incideate relacionato con el lanzamiento de una piedta en Nicaragua, el 23 de enero, ocup6 la. portada del Washington Post y recibié uns atenciGn considerable ot ol resto de medios: asi, el Times nd= ‘virtié que el incidente «teforzaria los argumentos» de la adiinistrtcion de Reagan, segtin la eval Nicaragua esté incumpliend el plan de nz De foci similar, xe dio uita anplia coberiura mediética a la detencion, vl 16 de enero, de cuatro miembros de la oposiciin nicaragtense que ve~ an de una reunién con la contra, y a ta detencién, el 19 de enero, de tcineo representaties de la oposicisn; todos ellos fueron liberados sin un uszufo, después de varias horas de interrogetorio (en el Times lo dedi« joaron al primer incidente diecinueve pértafos y un titular de pagina, y al segudo un articulo en 1a parte superior de Ja portada), Meses mis tar ie, Roy Gutinan se refirié a este incidente en et Washingion Post co mentando que sos gobiermos no suslen permitit que un partido politico Joga negocie un programa conjunto con un ejército que intenta derocar D4, nv 1D de voviemive do 1957, WN. San Francisco Bay Guarda, 6 Gener 920 de abil de 188 A La (desjedteactin 2.6808 gobiermos», Aliora bien, cuando el 15 de enero se asesin6 en Hon- duras @ un defersor de los derechos humanos y un dlirigente del Partido Demécrata Cristiano, it noticia no mereci6 mas que 160 palabras de un articulo sia titular, en el que, ademas, no se exirafa ninguna conclusién sobre el cumplimiento de los acuerdos de paz. El 23 de enero, 1a diso- Iucién de un encventro de las «Mads de Prisioneros Politicos» por par- te de civiles panidarios del gobierno sandinista ocupe un articulo prit sipal del Times y su comespondiente foro; pero la disolucidn de una mar- cha de «Madtes de Prisioneras Politicos y Desaparecidos». por parte de los antidisturbios salvedoretios, el 21 de diciembre, no fue noticiada.* Estos ejemplos son caricteisticos y teilmente explicables: responden a tun modelo propagandistico Los lectores del Toronto Globe and Mall y de tas agencias de noti- cias pudieton conocer que, chante ana sola semana de enero —mien- tras las portadas se ceniraban en el grado de ciimplimiento de los acuer- sdos— diez personas fueron asesinadas en fi SalVadar, y hallidas con las ‘marcas {ipicas de Jos escuadrones de la muerte y signos de tortura; en- dos mujeres colgudas de un drbol por los cabellos, con los pe hos cortados y el rosie piniado de rojo, Mas tarde, ain en eneso, se Prodajeron otras camicertass aparecieron, por ejemplo, una. serie de ‘suerpos torturades yamontonados s la manera de los escuadrones, Los diplomaticos extranjeros y los manatarios de la Iglesia responsabiliza- ron de todo ello a las fuerzas armadas: Rosa Chives, la auxiliar del ar- obispo, afirmd en su homilie del 7-de febrero ve «sein la informa- cin recogida por nuestra oficina (Tulela Legal]. los secuestadores [de dos ttabajadores:torturados:y asesinados] eran hombres vestitos de pale sano y Soldados niformados de la seccién de contrainsurgencia de lat primera brigada de artillerfa» (una -anidad de elite, entrenada par los Eis- tados Unidos)."” En cambio, no se permitis que todos estos hechos Ie- garan a. conocimiento ds los Tectores del New York Times, al igual que yo se estims interesante una tuisa televisada del 3 de enero en la que a arzobispo Rivera y Damas volvis a denuneciar-ela prdctics de ka (ory 96 ble, cwestonaro sera eAad selon del Tomer, nbc ‘de Js temas centosmericanos 23 steer de JOGR. Ca, Washington Post (A) T gown de 1988, 97. ans By 3 de Febrero de 1988 Globe aul Mei (G3 de ebro; Ania (exmasional,£fSciveder «tcuadione? de ln muerte, a esroieta gabe nomena) ‘ve de 1984. Para mis deales, ¥éise mi atlo eh Zung enero de I9RS Fi are de ta smiagulvartén histérinas 125 que Tos escandrones de 1a muerte aplican a tantos salvadorefios» indi- tcando que los obispos de: varias. provineias hau informade de ua vere mento en las degollinas de los escusdrones.y han reclamado el final de tos asesinatos y la tortura. Pocas: semanas mds tarde, mientras los servicios de seguridad de Duarte y sus colaboradores extendiin su siniestra labor —y el Times, 1 Iuralmente, se hacia el distraido—, la Camara de Representantes aprob6 una resolucion que elogiaba el progreso democratico de El Salvador. La propwesta original aseveraba que Bl Salvador ha desarrollado un sistema feque respets Jas libertades humanase, pero el representante liberal Ted Weiss, de Nueva York, logré que se canibiara y dijera tan solo-que «ha procuradoy establecer ese sistema, «Reconoce que lo han intentato, ‘Ted», le habia replicado el director de asuntos extranjevos de la eémara, ante Fascell. En diciembre, mientras el terror se disparaba despues de Ja firma de fos acuerdos dé Esquipulas, la Cémara de Representantesta- bia aprobado por mayoria aplastante una enmienda que especificaba una larga lista de «acciones que deben ser acometidas» para realizar los ele- vvados ideates del Congreso ...en Nicaragua, Ted Weiss habia inteniado también introducir algunas modificaciones, para que las condiciones se aplicaran a «todos los paises de Centroamérica», pero su propuesta solo CconG con el respaldo de una pequera minorta. El Congreso y los me- dios de comunicaciéin comparten el mismo programa.”* Durante los meses’ posteriores, siguié aumentando el tentorismo de estado en Bl Salvador, sin que se reflejara en hos medios, James Lex Myre: habia dedicadlo muchos articulos al terrorisme de. 16 guerilla, con titulares como «Rebeldes salvadorefos asesinunt «12 persons en una incursion urbana, Las guerillas ce-El Salvador intensifican el te- rrorisnio aptes de las elecciones» y «Objetivos civiles de los rebeldes salvadorenos: 3 wsesinatos», mencionando reiteradamente las mismas supuestas atrocidates,"® Pero el terrorismo de los clientes de los Estados Unidos no pasaba precisamente inadvertido, asf cue LeMoyne concluyé ‘98, Dayglas Pah, 4 de eno de. 1988; COPA, WRI 20 de enero de 19K 98. _ap,33 y Doe fevr0 do 1988, Congressional Record, CArmera cle Representa es, 8 de aliembre de 1987, HT 10377 Pan Te veassin 2 algunos jis Nicarapaenss, ke Fn, ener de 988, TW 18d Tevet, 20 de marzo y 20 de avi de 1988. Ea cuanioa uediltidd de low anlos de LeMoyee sobre [ue sroidades de In guerilla, wéase el, ApéiceV, sec wm 4 126 La desjedueicion El are de to «mequiiacion histéricas 127 una de sus notisias eon palzbras como vesta violencia de th guerra hs tga. ncept6 avaniar més ld dla naprtdo (y Iwexo:olvidado), par- causado un ineremento de los ascsinatos politicos», sin citar Ia fuente, digndose por entero el requisilo de {a simultaneidad de Jos avances. El Enuna columna de vla semana aexamen», describe cémo la guerrilla -wespiritu del plan Arias», segtin tos editores del Times, wes otorgar a Ni esta. empezando a adoptar «estrategias tertoristas», @ lo que afade que caragua 1a oportunidad de entenderse con sus vecinos sin dar a impre- «ta guerrilla y sus simpatizantes son también, de forma creciente, obje- sién de estar sometiéndose a Washington»; ya no se exige la simulta- tivos deta violenclay. Otro andiisis se centra ew el terrorismo de les gue- neidad que, en e) momento de firmar los acuerdas, se entend{a que era rrillas, aunque observa a su vez que «parece que el ejército ha vuelto a el verdadero sespititu» del plan. Vistas algunas referencias y citas, asesnat 9 prosunios iaquienlists conto tepresaia por los cada Yee tds (quica tengan tazén respecto a los dsignios de Arias; pero, de ser as, frecuentes asesinatos, bombardeos y otros alaques de la guerrilla>,!") El ello indica tan solo que este no tenfa més interés en la realizacién de los mensajes este el gobiemo testaferro do los a::0U. tal vex no sea per= acuenics de Esquipulas que-nl New Yok Traes, Yecio, pero sus deficiencias obedecen a las camnicerias de la. guerrilla, Ortega tuvo que reconocer, en suma, que la ley le impone el mas Los lectores que se hayan farniliarizado con esia costumbre periodistien fuerte, y acepté que Nicaragua fuera la tinica en dar vigencia w las res0- pueden leer entre Iineas y ayenturar que el gobierno salyadorefio proba- luciones de Esquipulas, para lo que reclamé incluso la presencia de una blemente-no tiene Ia sensatez de respetar su compromiso con los dere- comisidn internacional, com representantes de los dos partidas politicos ‘chos humanos, adquirido con Ia firma de los acnerdos, Pero la fuente les estadounidenses, que yerificase Gnicamente la observancia de Nicara- oculta los hechos, Pueden volver la vista a la prensa extranjera y leer en. gua." Los medios afirmaron entonces que Ortega habia decidide sate- luna cabecera destacada que 10s europeos.«qiieren ver progresos hacia nerse.a los acuerdos» (vale: decir a la versiin revisada por Washington, una politica civilizada no solo en Nicaragua y Costa Riea, sino también que no se parece demasiado al texto original), avisando, sin embargo, de en Guatemala, Honduras y Fl Salvador, que, despraciadamette, siguen Ia poca eredibilidad de este presidente. Ahora que los acuerdos habla siendo paradigmas de la barbarie» sido relegados al olvido, las promeses del resto de mandatarios carecfan Recotdemos de neva que estos mecanismos, pare ocular ls havba de importncia. LeMoyne, que claba woftlales» anéulmos, retro a Ni rie proporcionan un escudo. bajo el cual los-estados terroristas pueden ‘caragua como el malo de la pelicula, «el pals més frecuentemente acu- continuar su labor, Los periodistas que observan a discipliaa conteibu- sado de mala fe», ahora ventre la.espada y la parsd, debdido a la presidn yen en no poca medida a los asesinatos, la tortura y 1a afliccién general. de los otros cuatro Iideres centroamericanos», y obligido a cumplir el La campaia de los medias —de la que hemos visto aqui apenas una tratado, Los lectores que optaran por la prensa extranjera, sin embargo, muestra —""Ingré demler le que, hacia enero, quedaba en pie de! pla ppotan Teer que «Nivirggua ha uvaneado mucho més en el camino de de paz, Desarbolada la civs bajo la presién de los Estados Unidos, Ore justarse a) plan de paz. para Centroamérica que jos otros cineo firman- tes, aexcepvidn de Costa Rica»; este editorial del Globe and Mail es fiel la verdad, pero esta fue enmascarada por el bombardeo meditico es- IDL | Aide marzo ds 1988, «Review: of the work: 29 de Febrero de 1988, Lindsey: \udounidense, con tan solo alguna minima referencia ocasional a Jos he- Gi, el seer de Lebo ge ehncainec samo pie Rol ee eran " c ‘sal comienza su despache titulado «Atuques rebeldes contra el levartamients en El Sal hos inacepiables, se ate oo sani tafe ma ce ER tment se pn ae anc 2 deme alin Gur speyenon Eu sap, cleat si, en un editorial del Nation (el 30 de enero) se lee que Ortega sha Sean ace ramc ears pla cpr a ocho eonessiones signifieativas respecto al plan de pize, es devin, ha ‘echo hamaosconsscan at ce cede tere ys sees: el Gh ss exotees dee mero ily feta elects sees oe Sods 1388 {OL val, 31 de ener, 12 ioral bene Lond, 7 deere de 985, NG LeNoye, 2 eer de 1988 TRS Parson dns muon agen y az de 98 Wis) UeMtoyee Wr een e198; 0 $e bro de om 128 La ltesjeducacton Bl are de la »maguinacitn historica» 129 aceptaclo sbandonarlo, como le exigian los Estados Unidos. Los estados 2) ,Acoptaré Nicarague negosiar con la disc viv dela conten? terrorists estaban ahora exentos de curplirio, al igual que su patroci- nado. En relacién con el primer punto, pacos lectores sabtin que, a prin- Durante todo este periodo, podia determinurse qué resoluiciones del cipios de noviembre de 1987, la civs habia determinate que las res0- plan eran vélidas mediante un algoritmo sencillo: las violaciones de los Juciones de amnista se aplicarfan cuando cesara la ugresidn entra Ni- Estados Unidos y las «democraciss inexpertas» no cuentan, y tampoco caragua: y ui siquiera un auténtico diarioadicto se habria enterado de los requisitos a ios que se hubiera ajustado Nicaragua. Uno de los ele- ue, pocas semanas ms tarde (todavfa en voviembre), la asamblea na- smentas cruciales de los acuerdos, por ejemplo, era la creacién de. una clonal nicaragiense habia decretado una amistia completa y hab re- Comisisn de Reconciliacién Nacional, Solo Nivaragua estableoié una vyoeado él estado de emergencia con dos leyes que «entrardy en vigor comisién relevante, escogiendo paca ercabecaila a su critica mis seve 1 el preciso moinenio en que fla C1ys cerutiyue} el cumplimiento> det 10, el candenal Miguel Obando, Duarte, por el contiario, escogié para coinpromiso de terminar con los ataques contra Nicaiagu, aquirido ese puesto a Alvaro Magafia,el candidat presidencial de los re.ut, que en Bequipulas. Estas leyes dependfan del principio de ta simmultaneidad, no hizo nada. En Honduras, la segunda dependencia estadounidense, que Nicaragua, ingenuamente, crefa operativo.' De este modo, ya en prdcticamente no se dio importancia a 1a comisién, aunque no puede de- noviembre: Nicaragua se haba ajustado de largo a los qeuerdos escri- cise que esta permaneciers inactiva: sextn atestigué la prensa honduce- tos: Emel tio pats en hacerio, ademAs de Costa Rica, y ast hubo de fia, la Comisi6n de Reconciliacién Nacional estaba sipervisando la dis- ser tribacisn del abastecimiento estadounidense 4 1a contra, con ello, Ahora bien, el gobierno de los Estados Unidos trabajaba con una sayadaba 4 subvertt» la tregua dle marzo de 1988," versi6n del tratado de paz muy diferente als del texto original ya de ln De acuerdo con el citado algortmo, desaparecié todo imerés por las aS. Puede leerse en fa propaganda del Departamento de Estado 0, ins rescluciones do Esquipulas sobre las comisiones de reconciliacién a= Jirectamente, en los articulos del New York Tines. fa uno de esis, cional, Tgualmente, carecen de toda utilidad xs conelusiones del AIO Stephen Kinzer resumid los acuerdos le Esquipulas del sigiente modo: ‘Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugisdos (seNuR), qué » Segtin sus resoluciones, ningun pais de la regién podré ayudar la con= indicaban que'la repatracion de refugiados habia sido mucho mas exi- tra, unt vee.que los sandinistay hayan establecido-una libertad politica tosa en Nicaragua que en el resto de paises, debido a la «excelente dis- Plena» Esta yersiGn tan util implica que, mientras Nicaragua tla se posicién del gobierno sandinistav.!™ Fuere del programa quedi, pdr tune sqipare a una democracia eseandinava en época de pa, Ios Bf.UU. os {0 el «sentimiente de orgencia» vot el que los presidenres centrocmert= ‘Whi autorizados a mantener su e}éretto delegado en la zona y alacur-& Ni- ‘canos se haban comprometico en Esquipalas a favorecer Ia repatriacion agua, violando explicitamente, por tanto, el acuerdo real. Dado que el de los refugiados. El algoritmo se aplica virtualmente sin excepciones Iratado de paz no singulariza ningcn trato especial pare Nicaragua, de Aplicando, pues, este procedimiento, los medios de comunieacisn tile se deriva que, segs la versin de! Times'y el Departamento de ES fedlujeron en seguida los acuerdos de paz a «clos puntos centrales» (enh iil, se autoriza a'la Unién Sovidtioa a que envie armamento y sumi- Palabras de Stepien Kinzer Hsiros a Jas guerrillas de El Salvador, con varios vuelos diatios dese 1) ,Offecerd Nicaragua una amnistia a (os eprisioneros. politicos» (seg ls denominan el gobierno de los Esiados Unidos y Tos medics)!” Reus. 9 de most de 1982 tan infer Ba Cvs 8 Aso a vars ola aioarersnons Annan snd i 0 Sapa he tea (07) Edel, £1 Tempo 5 de maya de 198, edad por Hindupres, 18 de may Soyer es amity prpuesa pices dupes cel ss de meri 196) ca 17 de unio de 19K I, promulen enovenre Se 0H eau raducin tapes no cal gre Megs 10H. os deemeres de os dechoshuroanos hu condena repetinene esa NHN Mine Ecc ot mins de Aunts Exteres de Nici Uh fete vica de guerra lelica. pr sin En, Pach ds eles, dae acca 2g Jpriasineraneue gu se poi sorevrr eo cued) toe 1988 Thi ts aepavente dee 150 La idesteducacién Caba, hasta que-no se complete una reestructiraciéa radical del gobier- no terrorist de Washington. Claro esté que nadie menciona derivacio: es como estas, Comm ya se ha dicho, si bien El Salvador también declaré una am= histia, su formalacién desatenda lo acardado en Esquiputas, Sin embar- 20, el New York Times eplaudid los decretas del gobiemo de Duarte como «tin avaace conereto para cumplit con Jos acuerdos de: paz de la regidtin, comparando esos progresos con Ia negativa de los sandinistas evar @ cabo lo pactado, aparte de alguios pasos winsegurosy y cenuen- tes! (unos pasos que se adecuaban a lo pactado, como acabamos de ves, saun cuando el Times nunca informara de ello). El Toronto Globe and Mail no-lo costs coo tas mismas palabras, sino que deseribié el edicio salvadorefio como una wamnistia para los militares y 1os escuadrones de a muerte», El noble gesto cle Duarte fue cordenado también con acri- tud polos grupos de defersa de los derechos humaaos, 10 solo porque se exculpaba de antemano a los asesines de decenas de miles de perso: nas (atigue es improbable que hubieran sido perseguidos por ello, cuan- do el gobierno estaba bajo control efectiva cel ejérct), sino. también Porque —come Indico Maria Julia Hernandez, de Twtela Legal, despues de argos meses de atiocidades continuatas— «aseguraba a los militares que [en eb futwo} tampoco se combatirian las Violaciones de los dere chos humanoss, La amnistia «beneficiaba especialmente a los escuadro- ries de la muerte, vinculsdos con el gobierno», segtin el comentario p ciso del Globe «ind Mail.” Por lo que stafe al segundo «punto centrals. el de la negociacién, I scterdos no promovian ningén tipo de tratos con asaciaciones de ty era ereadas por la Cx a 1a manera del Partido Comuinista clisico. Qu la direccidn de ta contra era justamente eso es bien conocido, y 4 documentado minuciosameste en una monogratia importante (pero int hombrable) le Edgar Chamorro, a quien Ia CIA haba Seleccionado ps ‘que actuase de portavoz de in frente creado a beneficio del steri cchemigo» interior" Bn una sesidn de Is vista del easo Irda-contea, R best Owen, el vinculo de Oliver North con los contras, deseribid al 112._Lindsey Gruso, 977 29 de oethne de 1987; LeMovae. hr; 29 de novia 108 Lia. Chris Neon, oa 10 é fobrew de 1588; 114. Cusnor, Packaging the contra cee of ta dsiformaton, tsi of ia Sra Niwvi Yok, (987, El arte de lo smagulnacién hisiérica 131 te civil como «nada mas que un nombre», «ins treacién del gobierno de los Estados Unidos para logear el apoyo del Congreso»; el poder seal estd en manos del FDN. un partido controluda por los xomoeisias y encahezado por Adolfo Calero, que es tainbién «una creacién del go- biemo y. par tanto, el caballo que escogimos para que nos llevara», aunque es secundado por personas que son falsas, y las miueve la am- bici6n del poder y el dinero, y que consideran la guetta «un negocion, puesto que esperan que los marines les devuelvan el poder que han per- did! Sin embargo, ios medios aplicaton a los acuerdos de paz el ya refe- rido algoritmo e interpretaron que lo central eran las negociaciones en- tre el sandinismo y-el frente eroado por los especialisias en relaciones ‘iiblicas de Weshington. El New York Times llegs incluso a designar al gobierno nicaragtiense y la contra como «las dos faccioness que han de nnegociar un acuerdo, tarea que esté resultando dificil porque Ia «fac- iéu» gubemamental insite en que «se termite con toda la ayuda exte- ‘ior a la contra (tal como estipulan los acverdos de paz, detlle qus se mite)" Otro periodiste, en un andlisis de los problemas de la regién, deseribe alos dos contendientes por el poder como «los dos bandos ene- ‘migos»; pero em Fl Salvador, por el contrario, la guerra civil enfrenta a gobierno, xpoyado por los EEUU.» con las «guerillas marRistass! En sta pelicula, la precisién linglistica interpreta um papel importante, al ‘gual que la seleceién cuidadosa de las-heehos, su deformaci6n y, de ser necesario, la mentira, La insistencia en que se establezcan nepociaeiones de alcance eon la liteccidit dela contra es uno. de los componentes del estuerzo insisien- le por aparentar que el ejército delegado es, en realidad, una fuerza nia clonal, comparable a las guerrillas indigenas de El Salvador (aun cua 1h) estas se movilizaron sobre todo en respuesta al terrorismio estatal ~amparado por los Estados Unidos— reciben muy poca ayuda militar del xlranjero —o ninguna—, carecen de los servicios de inteligencia y so- Jjorte que proporeiona el superporerose promotor de la contra," y seen- 115. Harper's ocubre de 1987, N16 Lindsey Grwon, 7 1S de dicen e 1987 117. Tad Saue, Parade Maazne, 28 do ago te 1988, 118. ula Preston observa que los sardines han nlereptaco eéguipamiens ita “We ii reenoligi, tax modemo que nt siquea dagen de dl tos ae vades ett Proiessess (ve le fbeero de 1988, sin eesone part natn el ables eplar 132 La(desleducacion frentan i un ejército que, al menos sobre el papel, és mucko mas pode- ros que elde Nicaragua). Forzosmente, por tanto, hay que suprimir de Ja-cobertura informativa Ia sorpreadente incapicidad de los ER.1%. para organizar una guerrilla auténticamente nicarapiiense, a pesar le que se le presta un apoyo nunca visto por ana guerrilla genuina: ¢) control me- didtico de gran parte del pais (Pues se cuenta con potentes emisoras de radio), la reclula de mercenarios en Hondurss y terceros pafses, una ‘economia arruinida (como resultado de tn guerra econémica y el terro- rismo estedounidenses) y un gobierio atado de manos (gracias a la gue- rra ideolégiea de Washington), al que se le niega el derecho a tomar medidas adoptadas normaliente por las democracias occidentales en si- tuaciones mucho menos conminaterias. Con solo una poreién de la ayi- dda exterior a las fuerzas delegadas de los ri.0t, la guerrilla salvadore: fia hubiera depvesto ficilmente al gobiemo delegado por los EEUU. y podria pensarse que alguna superpotencia-shora inimaginable seria ca~ paz de esiablecer con éxito un movimiento guerrillero en las zonas li itofes de nuestra frontera, Bste fracaso de los E.vU, su ineapacie dad de organizar tna guerilla interior 0, al menos, que no fequitiera ta ayuda y direccion exterior en la escala actual, completamente descono~ cide—es muy Uamativo, y ala vex muy ilustrativo, para quien esté pro= parido. para. pensar en cudl es su significaci6n, Por tanlo, se hace imprescindible suprimir escrupulosamente tanto tos hechos como su sigtificacién, E) presupuesto de la ayuda exterior estadouridense, para el ao fiscal de 1989, inclufa 2 millones de das para los grupos politicos v los me= dios de oposicién al sandinismo (seauin informé Congressivred Quarter el 25 de junio de 1988), algunos de los cuales se identiticeban abiertae. mente con la contra. Ni uno solo de los «grupos democréticos ricarae tenses», coma los denomins la referida fuente, cuenta con el soporte mis del 3 por 140 de la poblacion; sumados, no pasan del 9 por 100, aso y la ayuda crc que prestaw Vigltancl ace y naval etadovnidense, Sobre Cali de lo sistemas miles y de comanicacisn de acon, extaoeinarios par iver dela eg, vee Cure of wor pig 9 La aya sbunatara lage ge ‘ea lus bases honduras de la cons le propesciona us nivel de 6a super 58 pede senseguir er Nears, y 20 solo en chant a fos alimenion y ol abastecinl ils, pues incorpea incl equpsmiento deporino de prineracase (vése Joe Can {a4 Fret de 1939), Pobaomente, ets sale shuts eae el dable ‘iyo de manieer als Tuereas tomers a6 ferorio'y de Wr araenda x wlearag {veda que empoor lasts exon spa Eh are de ta «maspuiiacién histericu» 133 decir, menos de un tercio del porcentaje de le poblacién que respaida a los sandinistas, Estos son algunos de Jos resultados de varias encuestas temprendidas bajo los auspicios del Centro Interamericano de Investiga- ciones (de México) y' Ia universidad jesuita de Managua (Is Uca), En ‘cuanto al presidente Ortega, el 42 por 100 to valocaron excelente bue- no» y el 29 por 100, «carrectos, Compirese con otra encuesta de la uCA. en El Salvador —poco roticiada—, segin la cual el 6 por 100 se sentian representados por los deméerata crstianos de Duarte y el 10 por 100 por Ja derechista Alianza Republicana Nacional (ARENA), mientras que el 75 ‘por 100 consideraton que no habla: ningun partido que los representa!” Otro resultado interesante de la encuesta salvadoreiia indica que el 95 por 100 preferian una ayuda econsmice y humanitaria a una de tipo militar, que solo el 4 por 100 culpaban. de la crisis a «la guerrilla 0 la subversién comunistas, y que solo el! 13 por 100 valorabun a Duurte como «excelente 0 bueno. Nétese que solo el 10 por: 100 de Ia pobla- idm salvadorefa veia sellales de progresos democrdticas.” Un tercer contraste entre Nicaragua y Fl Salvador indica que, en el segundo caso, Jos encuestadores habfan éncontrado que algunas preguntas de cardeter politico tenfan que ser cuidadosamente ex- presodas en un Jnguae lie de acusiciones. Un porcentae significanvo de lossalvadoreios os dijo que no discutfan nonea de poltica, al siquieracon ‘us amigos 0 fanilianes mAs cercan, Par el contrario, ex las enctesta ce lebeadas en Nicaragua, en junio, los entevistadores comsideraron que el 77 por 100 de tos 1.129 ensuestados en Managua respondicron a todas las pre~ ustas Sn Sigtos aparentes de temoro desconfianza, Los entrevistadores de Nicarague consideraron que «el mayor pro= blema con que toparon en el trabajo de campo fe el retraso eausado por Jw amplificasién de las respuestass, ya que los eacuestados explicaban \ninuciosamente el porgué de su apoyo o su critica al régimen sandinis lu, En cambio, en lt encuesta organizada én Honduras en noviembre de 1987, el 65 por 100 de tos enttevistados «afirmaron creer que los hon- ‘Nirefios tenfan miedo de expresar sus opiniones politicas en péblico» y ‘los entreyistacores consideraron que solo el 36 por 100 de los encues- 119. Interamerieai’s Pubic Opin Series, st 7.45 de junio, (988, Ieramercan Heswusd Cones Los Asgeles: Alen (ashes) sare de 1988, 120. "Véess Ne. ple 16. 134 La (desjeducacion tados hubfan respondido sin signos aparentes dé téniot o desconfian- za» Siempre ha sido evidente que existfa una diferencia clara entre el clima politico en Nicaragua 0 en El Salvador, aunque los medios esta- dounidenses hayan logrado trasmiti [a impresion contratia. ‘Se han silenciado también otras informaciones sobre a opinién pu blica salvadoretia, que arrojan luz sobre ta politica de los Estados Uni dos y sobre las inquietudes reales de nuestros medios, En 1988,el arzo- bispo de San Salvador organiz0 um debate nacional para analzax tos pro- blemas de la nacién, Participaron en él mis de sesenta asociaciones, wre- presentantes del sector privado, asociaciones profesionales, instituciones educativas y culturales, orgenizaciones sindicales, gropos humanitaios, los refugiados,instituciones religiosus y otros». Hubo tin acwerdo casi tunénime (suscrito por entre el 95 y 1 100 por 100 de lus pasticipantes) sobre «el fracaso de Jos proyectos de la administracion de Reagan para El Salvador»; la defensa de los acuerdos niogociados; la preocupacién cresiente ante Iss violaciones de Jos derechos humianos y el empobreci- rmiento de la mayorfa «mientras que se ha enriquecida una pequetia mi- noria»; la identificacién de Ia «rate» del conflioto no en una wagresi6n del comunismo internacional», sino mas bien en «la injusticia esiructu~ ral, que se manifiesta en uns concentraci6n injusta de ta riquezay de la tierra, la industita y eI comercio, asf como en ve} agotamicnto del capi= talismo y un modelo d¢ dependencia de la exportacién agricola que fore ‘ma parte de-ana estructura injusta de} comercio intermacional». Con el mismo porcentaje (95-100 por 100 de votos favorables), se conddendron 1. La esebordinacin del poder politico al poder econsmicon, 2. Liv sinterforencia dicecta y permaneite del ejéreito en fa aetuacién dol estado y Ia sociedad, prestinde st apoyo a la cligarqula y los secteres ‘minanles y, con ello, « los intereses norteamercanose, ya que) pats ‘sommstide a 1s intereses del capital internucionals, 3. «La hipoteca de la soberanfa nacional y lw antodeterminacidn, ast an linge y Dr M. Lan, Ls Pe 29 de ere de 1985 Tings ts dcr intrantenn Rea Cor Linde seco el dp te tivo di Unberl Avo de Ch de Msc. Ambo ean Ta Senta elctn donee t Coane, isla egos mean Tad Coneses del Des Ravan pr Pas ex 6 Saar omnia aro Aa Mota» Damon ene de 1 (sso fara i Pode Sats, 0208 18 Carnal Sue, Wao 20908) EL are de te emaguinectin historicay 155 Jvenorme jerfeteneln de los Estados Lulos en los nsuntos nacionales de El Salvsdorp. 4.La ayuda militar extranjera, 5. La ierte oposiciey de los 13.9 sus allados miftares y la devecha salvadoreia a Ios aeuerdas de paz. de Esquipulss, «los suales deberla ade- cuatse El Salvador, bajo presién si es necesiri. 6, La Ley de Amnista, que exculpa wa los scusados de erfmenes dé guerra Y Srimenss contra la hurhaniged, Ademas,e1 88 por 100 observa a presencia de-«serios impedimen- ‘os parael proceso democrético» ¥y consideran que ta wdemocracia oris- tana 0s une tapadcra del refuerzo de ta interferencia norteamericanan; entiende que la responsabilidad principal tel conflicto armado cabe uchacarla a la «iniervenci6n extranjera, especialinente a ta de Tas Esta dos Unidos; y la lucha armada se considera una respuesta a sla inexis tencia de formas gentiitas de participaciéa popular. La mayoria e gieron el reconocimiento de lis guerillas del FAN como una «fuerza politica representativan, suegida como respuesta a la violencia y ta in- justicia (55-59 por 100). Las tan caciresulas elecciones fueron desctitas Por el 81 por 100 de tos participantes en el dehate como «el instrumen- to fundamental del proyecto abtiinsurgente te los EE.UU », con el que se slegitima 1a guerra y se neutraliza et movimiento popular Eldocumento dlustra bien el «proyecto antiinsurgente de los E8.uv:», sf como las perspectivas mils probebles para este pats torturado, Fera fhe silenciado en los f:tU, al igual que las jeussias, La falta de interés por conccer el pensamienta de la opinién publica salvadorefia evela aspectos interesanies de la cultura politicn estadouni- lense y de te func /iiesto en El Salvador un aparato malltar ¥ tepresivo de enormes pro- porciones, y han introducido en el pals sumas ingentes de dinero; si ta- les estuerzos se ditigiesen —siquiera remotamente— a colmar las nece- suutades © inguietuces de los salvadoreiios, en tal caso es ubvio que las “ppiniones de estos ocuparian la portada de-nuesircs mecios “)oiorde un minuckeso comentario, Lo que se observa, sin embargo, es “Ws no se tiene el més minim interés por sus opiniones. Seria erréue0 Vensie quo.se suprinie esta informacion; se tra, més bien, de algo (an Ainple como una regla matemitica: esa geote, que hemos sometide stro capricho, es del todo imslevante, Preoouparse por qué pusdan Social de Jos medio. Los Estados Unidos han dis- serian pb- 136 La ideseaheacien pensar estan absurdo como querer fomar en wuenta el eriterio de wn asno © e un pollo, La conclusifn, en suma, es clara: los planificadores estadounitenses al igual que ls élites insiruidas que comentan y articulen los puntos de vista sobre los usuntos internacionales— se desentienden de las ne- cesldades & inquietudes del pueblo de fl Salvador; 1 inico que les in- teresa es preservar su poder y" sts privilegios. La teldrica de la sbene- vvolenciaw, de las «buenas inienciones» que se fan malogrado y otras ex- presioies por el estilo, no esmas que un engatio (y, probablemiente, tam biéa un antoengano), No soio se hace ofdos de mercader ante las ideas y hs opiniones de los satyatorefios, como si no tavieran ninguna rele- ‘vancia, sino queiademés acontece que son diametralmente opuestes las de sus tedricos benefectores ce Washington, Nueva York, Cambridge 0 donde ses, Nada ele esto importa, ni siquiera &© le presta atenciéa a los simples hechos. El desprecia manifiesto por nuestros pueblos siibditos 3, sencillamente, uni circonstancia més de la vida, como el aire que respiramos. ‘Los corresponsales del New York Tres: suelen pretender que, en Ni- caragua, las encuestas son ilegales, sin citar ninguna prueba, Tampoco se atiende a la declaracién del respetado padre jesuita que ocupa la rec- toria de Ia UCA (la universidud que, en condiciones normals, se encar- aria de Tas encuestas), segtin el eval las encuestas son legales pero tal- tan Jos medios; cs una afirmaciéa plausible, vistas las circunstancias. El ya citatlo informe del Interamericano (véase Ja nota 119) entiende que ‘as encuestas son legales desde 1984, que su lesitimidad se ha visto re- forzada por los acuerdos de par. de agosto de 1987 y que «la presente ‘encuésta pone prueba esa percepeién general». La encuesta, sin ene batgo, no fix noticiada por el Times: en el resto dé imedios, lo fue esci- samenté, y con poct fiabifidad. ‘Volvamos a las negociaciones de paz en Centroamérica, después 4a demolicién electiva de los acuerdos de Esquipulas, en enero de 1988: En (os comentatios posteriores, el tratado fue entendido en tos termi de Ia versidn de Washington, que Nicaragua tavo que aceptar por fuera: Ia interpretaciin extensiva prepara por Washington 9 apli exctusivamente a Nicaragua, Por esta razén, la prensa puede afirmar gl otros paises han lenido mayor éxito en su adecuasién # los acu 128, "Vase Ne capitol 3. po 47 Fh are de ta xmaquinacicn fustérica» 137 YSU fequisito de «libertad pans la prensa y los grupos poliicns, cese de Ia ayuda a las guerrillas de otros pafses y establecimiento. de negocia~ ciones con los rebeldes de Nicaraguan (Rostom Globe, agosto de 1988); ‘en realidad, Jos olz0s paises rio pueden violat los acuerdos de pa, hagatt Jo que hagan, sein las convenciones de la neclengut orwelliana que practican el gobiemo y los medios,'* Dejando de lado, por el momento, 1 silenciamiento habitual del te= rrorismo de estado en las «democracias inexpertas» y Ia ayuda de Hon- duras a la contra, la referencia a Ins negociaclones no deja de ser audaz; era bien conocido que solo Nicaragia habia negociada un acuerdo de alto el fuego, Pero se aplicé el algoritmo habitual y, cuando Nicaragua entablé conversaciones hasta acordar una tregua con la contra, este «punto central» fue suprimido del programa por su consiguiente imutili- dad. ‘También fue recesario suprimir otro inconvenienté: El Salvador y Guatemala, haciendo caso omiso de Is voluntad cast undnime de sus pueblos," se negaron a tratar con las guerrillas indigenas, En enero —el mes crucial para el desmantelaniento de los acuerdos— el Times ‘80 quiso intetrumpir su reprensidn daria de los sandinistas para infor- ‘mar de que wsegiin [el lider del FoR, Guillermo] Ungo, las conversacio- nes no se han teanudado, a pesar de las peticiones del FMLN, debida a la resign que jercen sobre Duarte la administacién de Reagan y las fuer- das de seguridad del patsy. La demanda de didlogo realizada por Ungo 18 de febrero fue rechazads por el gobierno, quien adujo que «solo dia- Jogaremos'con partidos politicos registrados legulmente; esta noticia se ‘vomenté profusamente en la prensa mexicana, pero no asi en el Times,” FAMLN/DR declar6 que era la tercem vez que Duarte se negaba a enta- 124, Katherine Bilson, KjehvRiddee Services Boston Globe (00), de weoabs de 1988, Cros cossderan que «Nicaragua hn avanzndo et el curpliieto det "lan Je pa Anas que Gustemla, Honduras y Fl Savadrs, pero lo Izos de Nicaagua co el Mase sovidtice proportion sink rna, so una eteusa> pt ign ete hecho ‘noelen, serfs, unpoce were ninguna influends sobre el eonnuicmo en la cober- ‘aya de as notes 0 nla ping ples etiorial r, 11 de marzo de 1988, 28. n FT Salvador, a menos no hay eas dspibles wabee Guatemala ieee 1h Elson es Ins, puns cota mows feconave que Gastomala romp as conversa Jones co la pure 126 colts, Neve and ancyes (nA), 1 de anor de 1986, Ere el ere pit Vado com as gues del [21 Exelior, 9 de febrero de 1984) cay, 26 de febrero, Apareceroy alguns beves ows ea 9 y IN dobro, y om, 10 de febrero de 1986 138 La (desteducocién El arte de ta emagulnacion hisréricas 139 blar conyersaciones con ellos desde noviembre, pero ni esta afirmacién, uerra econdmnica, y de este modo presionarla hasta que negocle con los ‘ij Ja homilfa en 1a que el arzobispo Rivera y Damas exhortaba w Duar- delegados de los Estados Unidos." te-a responder, parecen haber sido noticiadas. Muy al contrasi, el Wa- E123 de marzo do 1988 se alcan76 una tregua en Nicaragua; de nue shingion Post reali un ejercicio de:construccidn fantasiosa y:condend yo, efa el nico pafs que tealizaba una dé las resoluciones de los acuere 4 Tas guerrillas por haber «rechazado ta apertura de Duarte»,.que «iba dos de paz." La tregua fue inmediatamente saboteada por la legislacin sustancialmente mis alld de tas obligaciones contrafdas ent los acuerdos del Congreso, y la administracién leas mis lejos, violatdo tanto ta ct- ue pax de Centroaméticas. AS mismo, los medios informaron eseasu- {eda Iegislacién como el pacto de alto el fuego, Los medios siguieron mente de las posteriores ofertas de diflogo por parte de la guerrilla, nue- Sus pasos, como se ha Visto, Las conversaciones ulteriores se rompieron vatnente descartadas porel gobierno. Jeane Kirkpatrick lleg6 al extremo en junio, mientras ta contra, bajo una diteccién cada ver més dura, se de denunciar a las guernilas por rechazar todas las «enerosas ofertas aaia ta estratepia estadounidense y 1as minaba, elevanido sus exigencias de negociacién presentadas por Duarte." Por enésima ver, los hechos se cada ver, que el acuerdo parecfa posible. twasfoman en su contrario cuando se reflejau en el espejo detormador EL Consejo para Asunios del Hemisfero (coma) declar6 que de los medios. En Guatemala, ta conferencia episcopal pidié que se reanudaran las {a ruptra de tas conversaciones en Nicaragu forma parte tube del pas rnegociaciones, el 29 de enero; la guerrilla aveptd, paro no asi el ejérci- estrtégico disefiado varias semanas antes por Eliot Abrams, e} ayudaete to, respaldado por el presidente Cerezo. A finales de febreto, los tebel- del secretavio de Estado: la adminisircién impulsabs & i contra ano fit- des volvieron a poser una oferta sobre la mesa, can la posible mediacidin ‘marwn acuerdo de paz. con los sandinistas, peco ir prolongando ta trepua de del arcobispo; peto el gobierno Ta rechaz6. Un nuevo intento acometida Fert espera ae alge acini ans. —i que fur como Grabs core} fyi prosdhive’ Arise yen otecia-e pel enc derribar un avin de suministo de 1a conten 0 abrir fuego conus alguna de us unidades— permitinfa a Ia Casa Blanca’ procurar Ia reantudacion de fa ‘scone neni mito pox eres. propnean detregondy ret ar Lt Corgi Sef Nace on ol ero junio fue igualmerte desarectada por su gobiemo,” De acuerdo con los ‘minim que esperaba conseguir. Al pieguntisele qué era lo maximo que Drincipios que: hemos visto, todas estas noticias se consideraron carentes poddian Tlegar a eniprendér sl'se"Tes presedtaba fa reftida’posibiided, de interés. Abrams replicé: «Arrasaremos Manag ‘La I6gica fue aclarada posteriormente por George Shultz, en wha cat ta de respuesta a una proposici6n del Congreso que requeria, antes dé Ets las jagacas adicionales del «plan estiatégicor, los servicios dé hacer etectiva la ayuda al gobierno salvadoreno, informacion de Reagan inteligencia de los Estados Uinidas tenfan qué intensificar sus actividae sobre los esfuerzos de Duarte por lograr ta tres. Los defensores de des en Nicaragua, «con la esperanza de utilizar a las fuerzus de oposi- {a propuesta adujeron que, de este modo, e! Congreso sharia patente su cid interior para desacreditar a los sandinistas y dar una itnagen de des- apoyo a una solucién negociadar para a guerra civil de E} Salvador. bontento». asf como'sentar la base de la futura intervencién militar. A Shultz objet6 que ves del todo inadecuado intentar presionar al gobier= festa jugada se Ja Conoce, fuera de los medios, con et may descriptive no eleoto para gue negocie © haga concesiones a las guerillas, pues ell hombre de «método chilenow, en referoncia a los métodos usados para serfa inaceptable para un gobierno democriticoy, Dado que en Nie sstituir la democracia chilens por una dictadara militar. Como ejemplo, gua —a diferencia de El Salvedor— no hay’ una demoeracia ni un C1 CORA cit6 el arresio y breve retencin de quince dirigentes-de fa ops biemo electo, entonces es inuy adecuado somereita al terrorismo ya 130. Congresronal Quarter, 25 de ors e188 2A. FL So (Ef Svar On Live, 72 de ebroo de. 1988, eda, werk TAK, Para ace ede precaos 0 era bart aes sends revi, rndilicads pera ab, 13 db may, | domayo; Tal Srila, 22 de mayo de IDES yin ls ied pero de os, repli por Is wise confor TS cade ara 24 de ji TOUR, 28 eer 0 le ran oh sc eta 140 La (desjeducaciion Blarte de ha amayatnacion hisirica» LA sicién politica, por manifesiarse ante el edificin de la Asamblea Nacio- de julio, Rigoberto Orellana der del nuevo Movimiento por el Bans la nal después de haberse negado a solicitar et correspondiente: permiso: Tier, el Trabajo y la Libertad, fue asesinado por los servicios de-sezu- ‘sept el COWA, «en Washington existe la conviecién generalizada de que Fidad nacional, seg los portavoces de ln asociavién, La camiceria no se Ja oposicién actuaba al dictado de su contacio de la cia, quien reco- fend con el aniversario, E21 de agosto, la polieia nacional detuvo y qui- rmendé celebrar una manifestacién no autorizada» y lograr ast un arres- 16 la vida a un médico suizo, Jur Weiss, al cual Je dispararon en el ros- to que atestiguara Ia mala fe de los sandinistas tro en tn intento, al parecer, de impedir su identificaciéa, Weiss investi- ‘Varias semimas mas tarde, Stephen Kinzer, en un andlisis de Ia si- zgaba el honbardeo de un pueblo; e} ejéreito afirm6 que habia mueto en tuaciéu, indic6 que el «personal de la administracién atribuye el fracaso Comite, pero sus compafietos adujeton que, debido a st participacién en dd las conversaviones a la intransigencia sandinista», sin menoionar la 4 actividad huimanitaria, fue seleccionado como un objetivo dentio de. ka posibilidad de ninguna otra explicacidn. Los editores del Times aiadie~ ‘campatia de represion contra los. cooperantes humanitarios ¥ religios0s, ron que «sin la guerra, y el consiguients deteriora de la economia na~ E] asesinato fue condenado por una resolucién del Perlamento Europeo ional, es probable que Managun no babiera firmado el plan de psx para que se referfa a la screciente escalda de terrorisino de esisdo» en Bl Ja regi6n» de agosto de 1987; y también animaron a la administracién Salvador; El mismo dfase hallaran das cadéveres tiroteados en la capital, «41 colaborar con los. centroaméricanos» para que we presione a Nicara- con lo que el niimero de muertos de nquella semana se elevaba a cinco; ‘ua y este aceple «objetivos y calenidarios coneretoss, bajo ameniza de y las cinco victimas presentaban marcas de tortura, segtin el porta de sancionesadicionales; pero nada que decir al resto de participants en el Ja cDHES, quien dsscribi6 los asesinatos como dirigilos a instaurar vel kes drama de Centroameérica, Algunas semanas ames, James LeMoyne ha- tor sicol6gico entre In poblacién, La ya inencionada intentona tesroris- bia aceptado que shay pocas dudes de que ta presién de las guerrillas ta contra-e} cororel Majano se prodjo cuatro dias ms tarde. [salvadorefas} ba representaio un estimulo clave pare un cambio poltti- Los abusos tomaban también formas ms Teves. Bl ejército, por co en positivor.” Siguiendo la ligica editorial, parece razonable que ejemplo, impidi6 que la [glosia abssteciera a los pueblos reconsiniidos hhubigramos apoyado a las geerrillas ce El Salyador; sin embargo, siemt= por los retugiados. En las dreas rurales, ln policia intesrumpia sistemati- pre-se evita extraer este tipo de conchusiones légicas, camente cualquier concentracién politica (segtin informa Rubén Zamo- Mientras se acercaba ef primes aniversario de los acuerdos de Es fa). Una manifestacién del 21 de jullo en pro. de ta liberacidn de wn sin ‘quipulas, segufan incumpliérdotos los pafses que altora estaban exentos dicalista secuestnido fhe atacade por la policfa, que disparé armas auto- de su compromiso. En | Salvador, la Oficina de Derechos Humanos de Indticas y gases laceimégenos, causando numerosos heridos, El )2 de ju- 4a Iglesia documento sun incremento alarmante» de Ios asesinatos poll tio, las tropas habian lanzado gases lacrimégenos ¥ golpeaco con porTas ticos de eivites durante 1988, El arzobispo, en una homilia dominical, y-culatas a una marcha de granjeros_y cooperativistas que intentaha en- condené el «regreso a la ley de la selva», com la violencia creciente do irogar provisiones a unos trubajadores en huelga, pertenecientes al sec~ los escuadrones de la muerte; su auxiliar, Rosa Chiivez, denunei on la lor eléctrico; los manifestantes fueron detenidos por la poliefa(hubo, de televisi6n nacional el asesinato de numerosos campesinos afiliados al ppendiendo de las fuentes, entre uno y cien detenidos). Anteriormente, indicato uNtS, declarendo a su yee que «todos los indictos apuntan en. ‘con eb propésito de impedir las concentraciones sindicates de) une de luna sola direccibn: las fuerzas armadas de El Salvador», Se int myo, el eléreito habs bombardesdo la sete de la UTS, y ls polio del también de que varios campesinos y miembros de la ants habian 9 esos sseuestid y apatizé al aur del operador de sonido, despuss de cido muerios y con sefiales de tortura (incluyenda un hombre de 0 Venta y nueve aios y su hija), en un pueblo resién reconstruido, El 2 a4, coma, Washington Reporte se denser (ne), 20 de julio ke 1984 eta Ro » cts Lapel Arobsys Rivers araat29 de mayo: obispo Chéver, dunce 1 Fvinncas en ails Alert! (ise. jrioy jlo Bl Sol, 8 de agosio: Orla, £1 Sh, | de 132, Comunlc do prensa de coma, 1 de uni de 1988. Sepsts, Ghar, Nueva Yor, 17 ages Sol 25 do agosto he 1985, Plamen Eo 138. Kinzer y wt wr 25 de jn da 19; LeMay, 94,7 8a junio Tipe Revlon Mesias, 7d ete de 1D; Cerial America Now 0 142 La (tesjedueaclin Sue el titular reniuncians a acudit, bajo amenaza de muerte, Muchos de los onpuniandoes y maniestantes futon relenidos en prion pate Saparecidn uno de los lietés del sindicato del metal, que estaba en hel 8 habfa pronuneiado consignas ante Ia multitud. En Honduras, el ito impidi6 que los trabdjadores participacan en las manifestaciones del fa set tratyjo, organizadas en Danli por al sindicato mayonitario de la Honduras criental. A mediads de abril, ls policia de Tegucigalpa habia fealizad alsparos a size y usaclo gases lacrimogenos para diapersar ha marcha de protesié que se dirigia« la embyjada de los Estudos Unidos {. Septn los cooperantes pro derechos humsanos, adesapaeciG» un estie diante, Roger Ganzélez, mientras owos fueron enearcelados por su st. Pesta partivipacién en el ya referido ataque del 7 de abril al vonsulade estadounidense, que la policis habia observade impasible. En Costa Rica, varios granjetos y eooperativisias en huelga fueron aeossdlos y de. tenes por la guandia tual; en al menos un caso, se recuri6 a ls gases lesngsens ¥y la fuerze fisica para evitar que presentaran una peticién cn el ayuntinienta,” NNi las atrocidades centinusclas ni tos abusos menos graves recibie- Tan ka ateneién de los medios estadounidenses, aparte de alguna breve Nota displicente, En earnbio; ta denuncia de Ja iniquidad sandinista con. ‘nabs a un ritmo feb especialmente cuando Nicaragua se scered por an niomento algunos de Ios abusos menores que practican con repute Fidad los paes cTientes de tos Estas Unidos: asa mediados juli i neo tna nueva roe condevasinignadas por pare de too tf espectto politic, y se renov el apoyo de Ins conpresistas liberates Way pres acon *O 8 Sangre erates En su anilisis del primer ato de los acvefdos de par, Julia Preston ha constatado que se lan producido muy pocas avattces, excepto on Nic saragua, En Moni, Azcona rio pasa de ser «otro de los presidenies rovisionates paca el poder milkare; In mismo es cierto, aunque ho se iirme abiertamente, en E! Salvador y Guatemala, Preston cita un infor. me sobre dere:hos humanos de Americas Watch, publicado el de agogs 138_nook Lam oe 6 yo 8: Zar, 194 nS se 8 ao, oe, 19 a 2 So, sya 3 yin, i pala So, he arr oh Mae ws Tel Bt These hes dem, Hoppe 4 eh cima ego 71 ad a at cri htt is ava oe gan exseinnte aa wi these ua eye Amerdewns Working jn Mearagua), jlio de V8 El are de to emoguinactin Mstirieaw 143 to, ewel que-se indica que los asesinatos politicos @ manos de las fuer- 28 militares y paramiliares contimnian produciéndose en gran escala en EI Sclvador y Guatemala, y en menor grado en Hondarase, ademas de ‘varias supuestamente dcontecidos en Nicaragua, segin afiade Preston, «done no eran habituales», alnictalmente, Nicaragua habia dado tnu- hos mis pasos que el resto de paises centroanericanos para adecuatsen 4 lo acordadio en Esquipulas, hasta mediados de julio, diez meses des- pués de la firma, Se trata de tn largo periodo sinicials, que terminé con la ruptura de las negociaciones de tregua; el 10 de mayo et gobierno ni- ccaragtionse «dispers6 violentamiente una concentracidn de opositores (en ‘Nandaiine), mantavo en prision a seis de sus disigentes darante wn lat- 120 proceso judicial, cerré la Radio: CatGlica indefinidannente, expulss a Melton, el embajador de Estados. Unidos, y expropié la mayor planta- ign azucarsra de! pais». Las dos dlimas acciones, sin embargo, dificil ‘mente pueden representar una violacién de los acuerdos de paz. Y Ra- die Catdlica se reabri6 el 18 de.agosto, quedando bajo sancidn guberna- ‘mental tan solo una revista prosandinista, La Semana Cémica, por haber publicado eontenidas que degradaban « Las mujeres. ‘Los acontecimientos de mediados de julio —tos de Nicaragua, claro esti horrorizaron a naestros: medins. «Los sandinistas serin siempre sandinistass, indied perspicazmente an comentarists de radio, en una de las reacciones mis suaves « lw intervencida dé la poliefa en Nandaime, {que tecurrie por primera vez al uso.de gases Incrimogenos (despues de haber recibido stina uvia ...de piedras y patos», segtin el pérratia deci- moterero del anieulo de Stephen Kinzer, un detulle que desapareci6 de «asi dos los comentarios posteriores).”” Se dedicaron noticias dé por- toda, editoriales y articulos reiterados a la barbarie de los sandinistas, que habfan dispersado ina menifestacién —al estilo tipicamente selva- slorefio—, habjan expulsado al embajador —acusindolo de colaborir en Jn organizacién de los partidarios polfticos de la eontra— y habian nae ionalizado una plantacién de azticar que, aun cumido alegaron que Jo se trabajaba, leg6 a la portada del Times—. Las referencias a los ga- 0s Iaorimégenos y la violencia policial aparecieron regularmente, con Ia Varga apropiada de horror y durante varios meses. EI Congreso S¢ e110- J) tanto que, ademas de tas peticiones renovadas de armamento para a 135._ wr Weeliy, 1521 de agosto do 198; VT, 19 de agpsio; Cui, Wa, 3 de gus se 198 17, de jis de 1988 144 La (desjedueacton ‘coatra, las dos edmanis apobaron condenas apasionadas de la «brutal represién de los derechos humanos» por parte de Managua, con mayo- ras escandalosts (91 0 4 en el Senado, 358 2 18 en In Cémara de Re. ‘resentautes), segtin trasmitié la prensa con satisfacci6n.)* Recuérdese que la whrital represidn de los derechos humianos» solo se acered, y solo momenténeamente, a algunos de los abusos menores perpetrados habitualmente por tos favoritos de los Estados Unides en la region; y que ni de lejos se asemeja al ejereicio regular de la «pedago- sxfa del tertorismon, Y reouerdese tambien que, mientras los servicios de seguridad de Duarte y sus escuadones de Ia sauerte incrementaban los actos terroristas después de la firma de los acuerdos de Esquipulas, uo hubo conden ex el Congreso, sino que, por el contrasio, se aplaudié su Progreso hai un sistema «que respera las libertades humanas», El debate de Ins congresistas sobre de qué forms podia castigarse ‘mds duramente a sandinismo por sus trasgresiones de julio no caiece de interés, incluso si dejamos de Jado la ernocionante retGrica sobre nues- tros honidos priscipios liberurios y el dolor que nos inflige en lo mas sensible del alma cualquier alejamiento de estos principios ... en Nicara- 20a. El Seniado probs lz Enmiends Byrd, que sentaba Tas bases para re- empronder ta ayuda militar la contra," Hablando en nombwe de sus cor leges —ineluyendo algunos de los mas seneros liberales— Byrd, el I der de la mayoris, advirié-a los sandinistas de que «pueden o bien cum plir por entero tos requisitos de democratizacica que suscribicron ene] plan de paz Ariss, y entrar as{ en Is corriente dominante ce relaciones, democriticas ¥ arnGnicas com suis Veoinos», 0 bien pueden continua svielando a lod Tuces lus resoluciones de los acuerdos de paz», repri- inir alas legitimes aspiraciones democréticas del pucblo de Nicaraguan ‘¥ 60 tal caso, affontar las’consecuencias: una «vuelta a ta presién mille tar» (es decir, al errerismo internacional promovido por los Estados Unidos); Byrd estaba igualmente angustiado por la incapacidad de: lox reaganitas de «presionar los dirigentes sovigticos para que desistan. su empeno de ayadar militarmente al gobierno de Nicarazuae, de que el. inica pals de la regién sometido al ataque extranjers ha de as{ mismo, ¢1 énico completamente desamado. Bl xenador Dodd —qui ze) ms pacitisa de los senadores, en lo que stafe a Centroamért 138, Rebert Pour 77 18 dejo de 1988, y vrs muchas reteocia, 139, Vesse Nel pis. 37 Riane de te smoguinacién histéricas M45 4queds profuadamente impresionado por tales observasioaes y propues- tas y pidié que se le permitiera «aitadir mi voe en honor de nuesta.Li- der», el senador Byrd, No fue menos efusiva en st elogio det «valiente liderazgo del presidente Arias, de Costa Rica; del presidente Cerezo, de Guatemala; del presidente Azcons, de Honduras; v del presidente Duar- te, de El Selvadox, un gran amigo de nuestro Congreso», aunque no tan amigo del pueblo salvacorefi, que Jo teme, lo desprecia y no ve signos de progrese demtocrético en el pais, segtin demuestrin las varias en- ccuestas de las que se hace caso omiso, por inttiles, El senador Dostd y ‘owas patrocinadores dea Enmienda Byré.son bien conscientes de los Jogros de tos regimenes militares que gobiernan en nuestros estados te- rrorisias, asi como de In escalada de terror quc, ea respuesta a los acuer- dos de paz. de Esquipules, estén ocultando lox «maderados» oficiales a beneficio del Congreso y lox medios. Pero qué importa que lo. sepan. El Congreso ha tomado una decisién vexcelentey al «dar un buen re vés alos sandinisias, por haber tetomada la fSrmula dictatorial» y «re ccordarles que los amiericanos solo tenemos una posture por Jo que res- pecta a los derechos y los excesos democréticos, segtin coments el ‘New Jork Tones, urgiendo w los cemécratas a que «hagan saber pulblica- mente a los sandinistas ef riesgo que corren por sus acciones de mala fe», sid claro que Jos editores también sienen solo una postura sobre «los derechos y les excesos democtiticos» en El Salvador: sienten un dlosprécio méximo por los derechos demosréticos de los sulvadarenos, ‘como indica a las claras su silencio, sin olvidar que elogian incesaate- mente él progreso de Ia democracia en ete estado terrorista, En cuarto a Guatemala, Stephen Kinzer —que conoce bien el pals— legs incluso a vitar a un vetetano oficial guatemalteco que expresalsa el «palpable des- ‘vontento» de su gobiera por el abyecto comporiamiento de los sindi- Nlstas: «se pescibe en todo el snundo una corriente liberalizadora, y Ni= (uragua es casi el nico pats que se fesiste a ella este represemtante hae hla en nombre de un gobiemo efectivamente liberal, puesto que 10s #8e- finatos y desapariciones han dismintido hesta tina media de solo unos santos al dia, segin Tos grupos pro derechos humaros, lo cual es tida Jina mejora, comperada con los aos precedentes,* Los editores del Washington Posi, por su parte, hicieron un lamas HO_itrates, ne 18 julio 7 de agsio de 198K: Kinzer: rts The uk “Mh, 17 de fo de 1988 146 La idesjeducacién imiento a las ademocracias centroamericanas» y a wlos deméeratas criti: ‘cos con la ayuda a la contro» para que se unan y condenen «a ina sola vou» Ia violacién sandinista de su «compromiso democrético solemne», ya que 1os sandinistas actian «ce forma similar a Jade los estades poll- Ciales del comunismo; rompen cabezas; encarcelan, censaran los me- ios»: imaginen qué trmines eabria aplicar a El Salvador 0 a Israel, si medimos con este rasero, Sin duda, era de justicia que el enibajador es- ladounidense offeciert sla ayuda exttn qué requeria Ia oposicién», et palabras de los editores. Como apunta el coms, sin embargo, pocas na- iones tolerarfan esta intervenci6w «Washington considerarta:inamisto- 50, sino propiamente ilegal, que un gobierno extranjero financitra las entidadas disidentes de lox 1#.UU.», y probablemente no «apeobarla que ‘el embajador sovitico en Washington participara en la marifestacién de un grupo izquiendista local que exigiese el derrocamiento det gobierno ‘lctuale, por no hablar de la intervencin de los embajadores alemanes y Japoneses-en 1942, si queremos trazar un parang6n més exacto, También 8 poco probable que el embajador de una potencia enemiga en guerra con los Estados Unides fuese siquiera acmitido en el pais, y menos uno ‘como Melton, quien, al jucar su cargo en Washington, anunci6é que «pre~ tendo hacer relucir los principios ée América y los valores de Ia demo- Ccacia, y emo toy sandinistes no cumplen ni ten solo los requisitos me nimos». No se isan a hacer «mds eoncesiones» a los sandinistas, segiin este favorito de Elliott Abrams, el arquitecto del atague terrorista contra ‘Nicarague,'*' Cinro esté que, ene] caso de un enemigo oficial, hay un Ainico rasere Pocos meses antes, Singapur habja expulsado a un diplomético de los Estados. Unidos, «acusaco de interferic impropiamente en los asun= tos nacionales», segtin comenta Oven Harries en él peridico de dere- cohas que dirige.'" «De acuerdo con la Convencidn de Viena, que rige las relaciones diplondticas, esta imerferencia es iraceptable, de modo que Jos Re.UU. no tenfan mds opeidn que eceptar la expulsiény, ya que Sine gapur acusaba al agregado de haber «animado a singapurenses descon tentas @ participar en actividades amigubernamentales», Harries ha daciado una defensa de Singupur, contra los cargos de conducta in ALL we Week, L824 y 25-31 de julio de 198: cman de yer dol eri de lor Update, cat 17 de agosto de 198, M2. “The Nari! Inerent oto de 1988 BL are de ta -maguinaciin historicwe 147 ects y represi6n estatal y policial. Come Singapur es un ps senifane cista, que ofrece wn clima favorable a ta inversign, entonces se apliva la Convericién.de Viena. No es:el-caso de Nicaragua la cual las autori- dades cuentan entre los enemigos. Profundizand ea la cuestibn, el CoHta indica que. st bien Melton y otros miembros del cuerpo diplomtico han sido expalsados «por inter- ferir abiertamente en los asuntas interiores de Nicaragua, [sin embergo] prosigue el uso de la embajada estalounidense para financiay,ditigir y coordinar las actividades subversivas de la oposici6n civil nicaragliense, ‘en armonfa con tas acclones de la contray; a financiacion incluye, como tninimo, 700.000 d6lares del programa de ayuda estadounidense a Ia ‘oposivi6n, El gobierno de los #100, «eslé intentando por todos los me~ dios crear un gobierno pardlelo en Nicaraguan, que pueda asumir el po- dor ante una escaleda de los ataques 0 un derumbe, social En octubre de 1988, Amnistia Internacional (ai) publieé un estudio litulado El Salvador: "Escuadrones de la muerte", una estratexia su ernarmental, en el que se documentaba que las fuerzas derechistas de Jos escuadrones de Ja muerte habfan secuestrado, torturado y asesinado a cientas de salvadoreiios durante los dieciocho. meses anteriores, y que decapitaban habitualmente a las victimas, para extender el miedo.’ Los Hamados “eseuadrones de ta muerte” son una seecién de Ins fuerzas de seguridad del gobierno iastalado-por los wits, Y sirven a su estrategia do intimidar « cunlquier posible opositor. Sexe Las victimassuelon aparecer nubs, devapiulss,descustizadas 3 tuamguluds, o gan seals de fonura ©. Wolaloa. .. Las esetirones de Tamiaerie ienen un modo de operar muy earactersico: actaan en secret, peso deja los euerpos mulls de la Victimas, para werrorizr la po bovis Enire las victims se cuentan sincicalisi, cooperanies pro derechos Jhumanos, jueces y jurados que trabajan ent casos de Violaciones de de Fechos humanas, refgiados, miembros de Ta Iglesia, maestros y estu- illuntes. Ar recoge también que «no se puede recurrir 4 la policfa 0 al 133 conn, ae, Se sete de 19K 148. Rewer, re, 20 de etal de 1988, bre el misma a apaecio una inferscibe mi i Hera en adam, wt), 28 de reve en a6; a> Yeas ign Ames 148. La (desjedweacidn EL arte deta emaguinacten hustdrivas 149 ejéivito, puesta que son ellos mismds los que realizan las carniverias de is erica durante 1988, La situaeién de los derechos humanos, por el los escuadeones de It muerten, Las matanzas son obra de pistoleros de contririo, es «menos draméticas en Nicaragua y Hondatas, exceptoan- paisano y poliofss y militares uniformados, y evemtan con la aparente do «tas nuertes de civiles 2 manos de las fuerzas de la contra, apoyadas aprobacidn del estado: «los escitadrones silvaddorefios sirven para prote- por los EB,UUi». Si biet ha habido «casos de secuestros,torturas y eje- ger al gobierno de su responsabilidad en la tortura, las lesapariciones y cuciones extrajudiciales en Honduras, Pansmé y Nicaragua, tales accio~ las ejecuciones extrajdiciales que se cometen en st nombre. Varios nes no se han convertido en in recurso sistemético del gobieino»,'* miembros de Jos esctndrones —algunos de tos cuales viven escondi- En noviembre, el New York Times public6 un articulo de portada de dos en los FEUU— indicaron a At que los intezrantes fueron seleccio- Lindsey Gruson sobre las atrocidades cometidas en Guatemala." En el nnados de entre los etespos especiales de Ia policfa, come la potcia det pasado, segin Guson, Ciudad de Guateniala habia sido una zone de tesoro 6 1a guardia nacional, La Iglesia y los grupos de defensa de tos stuego a diserecion, donde tos extremistas politicos» habfan generaliza- derechos humanos estiman que, en 1987, hallaban cada mes cerea de do el terror (pero n0 se menciona que es0s wextremistas politicos», re tuna doceni de cadveres con las marcas de haber sido torturados y ¢ ponsables de la ininensa mayoria de las camnicerlas, eran —y son toda~ cutados por Ios escuadrones de la muerte, en los mérgenes de la carr: ‘via— agentes del gobierno respaldado por los Estados Unidos; de he: tera o upilados en montones; In media s2 cuadruplicé a prineipios dé cho, el papel desarrotlado por los Be.uU. no se menciona en todo el art 1988. Ast mismo, at considera que el resurgimiento de los eseuadrones ‘aulo), Gruson describe e! incremento actual de los secuesteos, la tomtra dla muerte se vebe en parte a la amnistia aprobada por el gobierno wn y el asesinato: la situacion de las ciucades, cada vez peor, y'la edictae aio antes, tal como se habia predicho extensamente al tiempo que el ‘tura militar de facto» que impera en el campo (seatin Anne Manuel, ob- ‘New York Tintes aplauda los progress de BE Salvador hacia el cumpli= servacora de Americas Watch). Los objetivos principales, en la ciudad, mento pleno de los acuerdos de pr son «los Ideres y activists sindicales y los izquierdistas». El portavoz. El informe de a1 no fue notieiado por él Tines. Yel Senaclo aprobs e una organizacién independiente pro derechos hamanos ha indicado tuna resolcién (por'54 votos contra 12) advirtiendo’a Nicaragua de que que «ahora hay una fachada democtiticn, es0 es todo. La fachada es- «a contitwads trasgresi6n Sandinista de tos acuerdos de paz. de ta region ‘conde que todo el poder ¢s detentado por et ejército y que la situacié causaria, “muy probablemene", que: el Congreso sancionars wn nuevo fempeora cada dam. ¥ un informe de Americas Watch, dos semanas mas envio de ayuda militar al aflo siguiente», Estamos, de tiuevo, ante eh lurde, acusaal goblerno de ser-el miéximo responsable del elevasto cre- modslo eonacid: @ las atrocitludes de los gobiernos protegilos por Es slmiento de los abusos, con cerca de dos violaciones diatias de los do- lados Unidos se acompafta Solo la rigurost advertencia a Nicaragua echos humenos: el informe corcluye que, ademds. se trata de una cifra que mejore su comportamiento 0 se intensficari el terroristio estadoue prestmiblemente corta. nidense, En el mismo octubre de 19R8, en cambio, el Central Americ En diciembre, las Salvajadas guberiamentales siguieron creiendo en Report (de Ciudad de Gustertala) se ocupS, como tenia central, del liuesiros estedos cliente. Aparecieron, por ejemplo, nuevos escuadrones eign aparecido /nforme anuail de arsobre los derechos humanos. Asf, lle la muerte, Imelda Medrano, la devana de In Escuela de Derecho de informa de que algunas de las: violaciones mas graves de-los der Santa Ana, fe asesinads el df 16, tras regresar de wna manifestacién humanos courren en Centroamérica», espectalmente en Guatemala y \ihiversitaria en San Salvador, ew ta que habia participado como porta- Salvador, donde «los secuestros y los asesinatos son utilizades por el ox; su casa habja sido vigilada durante dos dias por un jeep con los Dierno como un instrumento contra Ls oposicién de izquierdas, seu “nists oseuras, un signo de identidhd de los escuadrones, EI editicio constata ol informe» de At, sé recuierda, igualmente, que la sitwacién cempsorado despiés dle Ins acuerdos de Esquipalas, y que se tornd 1M ca, 14 do cube de 1988, 7.13 de noviembre de 1988 1S. Pamela Conte, 27 ete do TO 1A Sar 18 de come de 198, 150 ba (desheducacién do In faculad de biotogia de la Universidad Nacional fue destruide 61 22 de diciembre, por tres potenies explosiones; los atacantes asesineron a un vigilante, y un segundo guarda pudo deseribir a una pxtrulla com= pitesta por unos cincuenta hombres armados hasta los dientes, El rector de Ia universidad acusé al ejéreito de hater colocudo las bombas: «Esta 1s Ja respuesta de las fuerza armadas a Jaescalada de la guerra y su pto= pia impotencia para contenerlay, El atague se desarrollé mientras los soldados estaban rodeando el campus, por lo: que es evideate que solo los militares podfan haberse movido con liberted, segiin preciso el ree~ tor, FI director de Tutela Legal eoinciais en que «son acciones de per- sonas con entreramiento militar, fuertemente-artadas, y que se mueven ‘con plena libertidr. Cinco dias més tarde, una bomba destruy6 las off- cinas de la iglesia luterana, & la cual el ejéteito mira con reticencia de- hido a ta ayuda que presta a los refupiados: varios miembros ele I igle- sis, que habfan recibido amenazas de muerte, culparoa al ejéreito en pri- valo, El embajedor de Alernania del Este también fue amenazado de imiverte y décidié abandonar el pais. Segtin coment6 un diplométice oc- cidental, «se ve la mand de los militares» en el bombardeo. Otra fuente, cereana al ejército, aclars gue los militares ereen que solo podrdn con- (rarestar la fuerta de la guertlla con «testorisiio selectivor.’® No tuo demasiado refiejo en los medios, no preocups demasiado, excepto por posible amenaza al proyecto de Reagan de evar la edemocracias EL Salvador ‘Tampoco los abusos.menores cosaron durante este tiempo. El 13 de setiembre, por ejemplo, los soldados y Ia policin stacaron tina manifes= tacion de estudiantes en San Salvador y dispersaron otra en Santa Ani, mientras las. fuerzas de seguridad rodeaban el edificio del. sindicato UNTS. Fueton arestadus unos 250 estudiantes y trabajadores de la Uni- Versidad, aunque el rector afirihé que: habjan sido deteaidos 600 esti diantes y se desconocfa ¢! paradere de otros 400. »Durante-la manife tacidn, Ja policfa antidisturbios clispainé réfagas ie fuego real y botes ases ldcrimégeros contra una roultitudl de 4,000) personas», hiriendo «varias dovenas de manifestantes» y, sparentemente, causando 1a mue te incluso de un policfa que manejeba un cafion de agua (Central Ay rica Report). Treinta periodistas, locales y extranjeros, «fueron obi dos a estitarse en cl suelo por los agentes de seguridad, que les prot 49, Cs Now, es 13 se ene de (ROSE Se, # hs ene ie 1289 El ate de le smaguinaeisn hitérivay 150 bieron moverse « tomae Fotografias», y se detuve come minimo « diez observadores extranjeres, El director de tela Legal «alirms que las ac- clones de la policfa parecen tener como oijetivo intimidar a los peti antes en las provestas urbanas; ahora que se inicia un periodo electoral decisivov. Por el contrario, el minisiro de Defensa, Vides Casanova, it~ 4divé u los periodistas que «la paciencia de los cuerpos de seguridad tie~ ‘he un Hime, y ya baste de provocaciones en In calle .. Ya no tolerare- nos mAs Violen». Pero ela anies, segin na noticia del CoH, Los rilitres habfatr dda hummanitaria» al socorro prestado solo a los civiles, y a los civiles de ‘ambos bandos, sin disoriminactén, Bs de pura justicis que wna «agencia neuiral» como et Departamento de Estado adminisire esta «ayuda hu ‘manitarias; y, si Nicaragua intenta aplicar cualouiera de los miecanismos de autodefensa que son habituales e indiscutibles en las demiocracias oc- ccidentales, es tambign de justicia que la Cia abastezea a sus fuerzas tex rroristas dentro del teritorio nacional de Nicaragua (a no ser, claro est, que demuestren ser un instramenio Imperfecto» y, por tanto, conteibu- yan a nuestra agonfa nicaraztense»). Podria imazinarse una manera altervativa dé informar, que no parta de los presupuesios de la propaganda estadounidense, que cite otras fuentes (como et Tribysal Internacional, por ejemplo), que seleccione los hechos mas relevantes a partir Ue otros eriterios (Jos derechos y n= ccesidades humaras, Ia demoeracia y 1a bibertad, el imperio de ta ley. y ‘ottos Valores habituales). Pero pocas veces se vers tal cost en los digs, Bl bombardeo incesante de material convenientemente seleccionas do, junto con Ia ausencia casi total de razonamientos eriticos y ide andlisis, es to gue inspira sus presupuestos de partida, conforma ast la percepci6n de la audiencia al sistema general de la doctrina c rect, con mucha mas efectividad que Ia que loprarfo un Ministerio la Verdad, Enttetanto, tos medios pueden aleger que cumpien st lal con total franguueza (y lo hacen, aupque no en e} sentido que pretenda ‘A lo largo de esta década espantesa, los que ‘tan violado mas gra mente (y con diferencia) los dereclios humanos han sido o bien ereaci nes directas de-los Estados Unidos —la contra y el gobierno de El Si vador— o bien ef gobierno de. Gustemile, respaldado por los Ft El ane de ta emaguinactin histérica» 157 Ja evidente relevancia de esos hecios ha side anaizada en tos prinei- pales medios de comanicacién, yo no he sabido darme cuenta, La natu- raleza real de esios regimenes 40 desvela parcialmente, en ocasiones: ppeto no se extraen conclusiones sobre ¢l papel central desarrollado por Jos FEU. en Centroamériea, sobre la cultira politica de nuestro pats 0 sobre los principias morales Ge unas clases privilegiadas que constmyen Y apoyan estas polticas En cambio, s/se extraen otras conclusiones, bien diferentes, Robert Pear, corresponsal diptomiético del New York Times, relata las perspecti- ‘vas de una «nueva politica diplomitica en Cenisoamérica» bajo la ad- rinistracion de George H. Bush, Esta esperanzadora aueva politica del presidente Bush y su pragmdiico secretario de Estado, James Baker, s€ ‘entrar en colaborar ns estrechameite con el Congreso y las naciones de Latinoamérica, para elevar la pesiin polticn sobre los sandiistas, hasta que se convoquen tlecciones en Nicaragua [aunque lo que Ins imyeda era un ecto de los utd y $e rstaure la libertad de expresion y otros derechos garantizados por las acuerdos de pz de a regis, Para asegurarve de que el leetor comprenc bien Ia linen del partido, Pear afiade que «Nicaragua firmé esos acuerdos en 1987 y 1988, pero Jos fe... y otras naciones entienden que los sandinisias han incumpli- ido muchas de sus resoluciones», Nada que lleve a pensar que algo puc~ {da fallar en Jos clientes de los Estados Unidos, nada que apunte & que la politica de los propios tx.U0, pueda ser cuestinnable ‘Toda esta actuacién teatral impresionarfa, sin duds, a los soberanos ip un estado totaltari. BI sufrimiento que ha eriginado —y ha de oni= nar todayia— es desmedide. 66 ta (desleducacion para la democracia, y de un gran triunfo para toy sistemas de poder ab- solutistas ¢ incontrolables, que han alcartzado un nivel a duras penas imaginable para Thomas Jefferson o John Dewey. ‘Se nos presenian, por tanto, las opciones habituales, Podemos elegir ser demécratas, en el sentido jeffersoniano del término. O también po- ‘demos escoger ser aristécratas, que es el camino mas fécil, y el que sera recompensedo por las diversas instituciones. Puede devengamos un be- neficio muy notable, vstos los extremos de riqueza, privilegio y poder a los que tiende por naturaleza. El segundo camino, el camino de 10s de ‘méeratas, implies 1a lucha constants, y muchas veces la detrota; pero ofrece recompensas muy superiores a todo lo que puedan pensar los que sueumben al «nuevo espiritu de la épocay, al «hazte rico, olvidate de todo menos de ti mismo». Estamos ante una situacién similar a la de hace 150 afios, cuando se intentaba imbuirestas ideas alas chicas de las fAbricas de Lowell, a los artesanos de Lawrence y a tantos otros. El mundo actual es, sin duda, mey diferente al de Thomas Jefferson. Pero las opciones que nos presenta, en cambio, son sustancialmente las mis- iG nee El arte de la ssmaquinacién histéricay* LE] arte de Ja «maquinacién hist6rica>! 4 vocacin de maquinar plates que disijan el curso de Ja historia es tan vieja como la vide misma, y los Estados Unidos la elevaron al rango de responsabilidad profesional a partir de su entrada en ta primera guerra mundial. Un andlisis concreto de varios casos particulares nos ser- ‘itd para arrojar luz sobre eémo funciona este sistema, Ent el presente epigrafe nos ocuparemos de dos elemiplos ilustativos, tomados de un ien- portante prayesto conjunto del gobierne y los medios de comunicaciés, realizado a lo largo de fos afios ochentar: la «demonizacidn de los sand nistas» y Ta defensa paralela de los esiados tereoristas de Washington. Una de las pruebis que se han aporiado para demostrar que Nicara- ‘gua €S tn tumor cazceroso que expande la subversidn por todo el conti- nente —ana prueba més, tan verosfmil como el resto— consiste on de- ‘nunciar que Tos sandinistas habfan suministrado armas para un ataque te- rrorista del M-19_cotira el Palacio de Justicia de Colombia, en noviem- bre de 1985. EI 5 y el 6 de enero de 1986, e! New York Times publicé sendos articuloy sobre la incriminacién de Colombia a Nicaragua y el posterior desmentido nicaragilense. Al dfa siguiente, el 7 de enero, Co Jombia acepts ofictalmente este desmeniido; el ministro de Asunios EX- 'eriores colombiano declaré, en. na. conferencia de prensa, que «Co: Jombia acepta la explicacién de Miguel d’Fscoto, el ministro de Asun * ) nos amonestaba por crit de Washington —esto 5 atarar objetivos civ de costes y benesi- ingre y miseria que se va a Ver- ter» genera «demnocra os gobernantes del mundo), La opinién ilustrada insiste en que el terrorismo ao es bueno por si mis- ‘mo, sino que debe someterse a un criterio pragmético. Kinsley coment6 ims farce que se habian logrado los fines deseados; «empobrecer al pue~ blo de Nicaragua era el objetivo timo de la guerra de Tos contras, de la politica paralela de embargo econémico y del veto adizional ac préstamo internacional para el desarrollo», cow lo cual se 4a economia y s¢ cre6 «el desastre econdmico que, con toda probabilidad, fue el gran gancho electoral para de la oposiciénn luego se in de bienvenida al «triunfo de la democracto» en tas. pueden ser «perfec close demuestra que ek tarun guince aitos an- reportero gréfico durante Ja primera invasién israel fes— postul6 que aun conal coste de vidas humans. y des- puede servir para asepurar Ia cahollah y promover It paz, yo dirt que iano ha sido amable com las aventuras de Tsreol en el Libano, Han so- {eso pocas cosas yen cambio, haa rea cas deme mis ro- iterio pragimético, entonces el asesinato de ja expulsion de cientos de miles de refugiados y la devastacién del sur del Libano resulta ser... una estrategin de valor in cierto, Imagino que no seria muy dificil dar con ejemplos parecidos agui donde nos excontramos hoy, relativos al pasado reciente de Sudifrica, Téngase en czenta, aparte, que he analizado sola el sector disidente den- tro de ia opivién tolerable, 1o que se suele llamar le «izquierda, un fac tof que revela mucho sobre Jos principios triunfantes y la cultura intee lectutal que tos acoge. ‘También es muy reveladora la reaccién que, despertaron las acusa- siones periédicas de la a clon de Reagan sobre. ja intencién de Nicaragua de. adquirir reactores soviéiions (los Estados Unidos habjan impedido que los compraran a. sus aliados), Los politicos mds agresivos exigieron el, bombardeo inmediato de Nicaragua; los pacifistas replica- ero era necesario verificar Las ineriminaciones, pero qu ndriamos que bomnbardearla, Cualquier observador sambie, podla entender rSpidamente por qué necesi lerceplores a reacciGn: para defender su territorio de nocturios con los que la CIA abastecta a sus Fuerzas delegadas porcionaba informacion instrucciones de ti5— es muy interesante, Seria fn otras partes del mundo, La guerra terrotista de Washingion se emptendis con el pretexto 4a aulodetensa, la justficacion 26. Greeny, nc, 29 de jun de 195, La democracta de mercada en el sistema neoliberal 175 dad nacional y la politica exterior ée los Estados Unidos» declaré —sin despertarel chacoteo general— «la emergencia nacional para enfrentar- xe 4 Ia amenazas.” Otros no lo veian de la-misma manera, Como res puesta los intentos de John F; Kennedy por organizar una actuacién co- omatico mexicano. explicd laramos pablicamente: que Hones de nie lectiva en contra de Cuba, en 1961, un que su pats no se uniria a ella porque «si Cuba es una amenaza para muestra seguridad, cuarenta xxicanos se moririn de risa». La opinién ilustrada de Oc frent6 con menos frivolidad a aguella amenaza sin parangdn que haota acional. Claro est que, aplicando la mis- tenia todo el derecho a agredir a Din- sas grande— y, sin duda al La maturaleza de los pretextos de la guerra fria se hace muy te encel caso de Cut ‘ment los principios que operan en ta préc- tica, Bstos sé han podido ver con claridad en las pasads semanas, cuan- cdo Washington se negé a aceptar la sentencia de la Organizacién Mun- pea, que habla recu- sado el embargo; un embargo sinico por su severidad, que ya habfe sido condenado —como violacton de la ey internacional— por la Organiza cidn de Estados Americanos (OFA), y de forma repetida por las Nacio- nes Unides, por mayorias siempre aplastantes; aun asf, el embargo ha sido aimpliado con leyes que penalizan. severamente a las terveras partes deta administracién de Clinton Recond) fue que «Europa pretende desa nse sobre Cuba, que se inicié con la administra- ty , como tinico objetivo, forzar un cambio le gobierto en La Haban».” La adminisracién declaré también que la 27, wrt 2e maya de 1985, 8, Rath Lance, Regulem fir rev 3 176 ta (desieducacin . a cambiar sus Leyes» smbarg0. Washington y los jones de la oMc como «un jor» que fuerza a otros patses a cam- las a las exigencias de Washington temas de comunicacin a las megacorpo- eiones —sobre todo estadounidenses—, con lo que se siesta un nuevo golpe importante a la demeracia).” Ahora bien, Ja Ostc no tiene autori- dd pata obligar a tos EF. ¢ cambiar sus eyes, nal Intemacional carece de autoridad para coustrefiz donate terrarismno internacional «ado libre: ly Jey internacional s ‘uapas, pero que deben juzgarse par miento, EL rvzonamniento aplicado a ta ome recuesda los motivos expresades oficialiente por los Estados Unidos para rechazar la seniencia del Tri- -macional 4 favor de las. acusaciones de Nicaragua, En ambos VU; Fecusaron Ia jurisdicciéa ante la perspectiva probable aa en Su contia; es de Iégica, enonces, considerar que son El consejero legat del Departamento de Estado ind « aceptaron la jurisdiccién del ‘Tribunal Interne clonal (en la décuda ds 1940), la mayoria de los miembros de la ONU #80 alineaban coo los compartfan sus ideas sobre el orden mune dials. Ahora bien, hoy en dfa «muchos de esto i ‘muestra punto d ‘ede principe eos af sents (est) basa idea de lily poco amjstose a \Ga Sobie nosoteos en cada casw 96 {que alos Estados Unidos no aceptan ninguntrisdicién © joreue, acriteri? ‘Los medios, al igual que la mayoria rom en que el Tribunal se desacreditaba 0 bisicos 4 la. de toda Ts gud de tos yada continud sien ito de Bt Opinidn res ‘su guerré econsmiica y tora de 1S EEUU. Y sy Volviendo al caso de I exc. no har A ae perdanos © empo de que la existencia de Unidos A ean vy his no esanglamo a ecoronia de Ct, Ea elevante 8 osePoin 8e gue Tos Estos Usidos tienen leno ho a ders ssbesn0s ‘ajenos; en este caso, mediante 1a agresisn, ferrorismo 2° FTE SR hos anos y el ahogo econémieDe wouerdo Nr -macional y los tratados eoMErCIO ao fintiamente. Se percibe claramente el triunfo repetido a> ot BS Jes del orden mundial. Las declaraciones de ta administracion ssin que nadie las refatara; solo fueron critic’ 0 U estrechas, por el historiador Arthur Seles: Como nef corada en le politica cubana de la administra” de Keane)” et sosnivo que €l gobiemo de Clinton habnterpretade ca del anterior presidente, ya que esta respé @ la ingu! sec: 5 (ps, By 5.) Sls nif den ee las perturbaciones sadlas en el continentes Ww 0H aby i- Ca», pero lo hahfa aclarado en of See Aina area etle Kennedy sobre Ins conclusfones de ana me mm en La- nos de 1961, Schesinge desentals ls rec S que causa» Castro} se vorre: iden con lo que ta admit thon fon designé mis tarde oi Ste at aranes2onts de Latinoam ‘idea de Castro de que cada ey Propagacién de ta sus propios asumos», y ello inger, cuando «la distribucin, hnecional favorece ‘motives reales de Ia guerra led aqut). No deberia sorptendenios cue Ia pol S,auungue a ‘itestros recuerdos; de: heche invasion bral ¥ irra (Por poner solo un efenipila ee “s umparaba en ia banders del niealiviis BR Cate, 26 treo de. a Foreign veloc uf the rtd een ies far Fhe Urnet Quisiera.precisar, ademnds, a) bierto de Cuba es anterior @ la al poder en enero de 19595 y istracisn de Kennedy. Castro legs unio de ese mismo afo, la admin ‘que se debfa derrocar ese gobier- lo por un régimen «mds favorable reses veraderos del pueblo cubano y mids aceptable para los 5» se tomd en marzo de 1960, en secreto, con el af de que la operaci ve «dle tna manera qu reaccién de tos pais rpretacion de Schlesinger), La cts con Castro cortaba con el apoyo popular (y Ja administracién de Clinton dis- one hoy de pruebas similares); también Is administrecién de Kennedy ferencia Violaba tas leyes internscionales y los es- de las. Naciones Unichs y la 08a. A pesar de ello, se hizo caso 8 siquiera, como demuestran los el Tratado de Libre rico» que, seg La- tuna democracia m emo un poco, y tratemos ahora del de Anigriea del Norte, un acuero + 182 La (desjeducweion Este anilisis fue cormisionado por él 7. como respuesta a una demunsia ide los empleados de In empresa de telecomunicaciones S| u ro no lo hy hecho asf Ie administracién de fuerte impacto sobre el derecho entos de orgenizac press de rashid preci tres yeces mayor que antes do la firma del ‘Tuc (alrededor de un |5 por 100 de las ecasiones). Y las amenazas de civ accesotio, al igual que lo es Ia violacien Yinercionly ls acuerdo comerciales cada vez que gener resultados inaceptables, La admixistracid minal, y sus sucese~ res han contimtado con la mist linea, Con ello se ha togeado, en gran redida, festos; 0, por docirlo mds Fino, se ha dado pew insttucioaes y précticas de} mercado de derivan en «una signific econémico que con gran org, se est presentando a un munde ree saclo que no he sabido entendes todavia a prandeza de los prineigios que vvan abriondo el camino deta libertad y a justia. a democracia de mercods en el sistema neoliberal 183 El objetivo tltimo del 110, tal como $e podia leer en los medios dentes, se recon pura MGxico» en “areformias> que lo habian eonvertido en un at 0 del témino, esto es, un subyacente al TLC no era promo 8 econimicas. de M aba con desprecio Mark Levi falts recordar que, para sen fa proctamad a voces j puesto que Mé- tad para hacer is Estados Uni- 5 siltimo ejemplo, La demo crasia es tolerable, © incluso daseeble, perosiernpee dapendiondo de los coma se ha. visto. El ers Ja estadou- nidensé) a Jos insipientes inexicanos. Si uobservador cinien estiviera al tanto de fos hechos, quiza estarfa de acerdo con esta limi frase, As area de 195; Worse 2A weve de pie De nuevo, los ejemplos habit {os mas naturales, y miuty interesantes y sign en lt lines que se pret Los mervados son siempre una constriccién social y, aniculados es- pecificamente por la actual politica social; deben servie par Tuncionamiemto democrético, como sucede con el TL¢, los seu la ome y otros posibl te merece ser lexaminado con atencion es el del Acuerdo:Mulilatersl sobre Inversio- res (AMI), que se est. negociando ent la ocoe—el chub de los millona- ios— y le ome. Al parecer sin proporcionar informa ‘Le, aunque sin demasiado clén», quelogré mantener aplican los proyectos en cu tratados que dotarén a las grandes corporacion rramientas ain més poderosas.para resting democratics, cediendo casi todo el control politico a fas privadis que cuentan, signilicativamente en i se bloqueado en 508 en desarro acabar siendo a» Se scompais de un ejeruplo se= ecto como ilustracion de los principios tiunantes: Ios logros de Ia ud La democrachu de mercado en el sistema neoliberal 185 iinistuai6nexadounidens on Hai. Ys ae ms 0 preseian como el m 8 ejemplos, qué menos que ezharle un vistw20. ae “ed ge ree His ee es a peso solo desputs de que ls organizacions poplars hubleran slo so- mids ates alos de tertoismo por pate de fuerzas que sempre man- vinculacién muy estrecha con Washington, Adems, ha de Clinton se niega aun hoy a devolver # Haiti cerca de paginas de documentos sobre a erorismo estado, coats de los Esiados Unidos «para evitarrevelaciones com ieaciGn del gobiemo ca cl golpe de estado, de tuo que asst a un «curso Urs ia ¥ capitalismon, septin deseribis su paridaria te proceso de civilizacién del sacerdote 44k, enmth Roth, decor e197, 186. ta ides jn ‘empreses estidounidenses, y- se au n Secreto a la Texaco Oil Company a abastecer al 1égimen golpista y sus poderosas pastidarios, violando asf las sanciones oficiales, Se tata de un hecho crcial, que se io a conocer justo el dit antes de que tas tropas de los #.uv, desem- barcasen para «restaurar la democracian, pero no ha Wegado tedavia a ‘conociinienta del gran piblico y diffcilmente ingresaré en los anales his- tenido que abandonar ef programa democritico y reformist que habia escandulizado a Washington y ajustarse ¢n las eleeciones de 1990, {Mark Bazin}, que en esa feca reci- tn solo e! 14 pot 100-ds Jos vot Este ejemplo seleoto, por tanto, dice mucho del significado y tas i= Plicaciones del «triunfo de la democracia y las mereaclos abiertos En cuanto a los katianos, parece que tos rect iones parlamentarias de abil de 1997, la pa sero 5 por 100», sega prensa, qe se pregunidentoces Ha fi att a a transicin a fa democra- ricanos han destacadlo que In reciente La democracia de mercado en ef siotenta neoliberal 187 ‘que han sido muy perjudicidles para ka mayoria dé la poblacién y han provocado su evaluacion efnica de los procedimientos demoeraticos for~ males, La introduceién de programas parecidos en el pais mas rica det mundo ha generado efectos andlogos: a principios de los aifos noventa ras quince. aos de vigencia de la Versi6n nacional de estos ajustes es= tructurales—, mis del 80 por 100 de la poblax Tos FRI conside~ +a que el sistema democritice es una farse, con un poder excesivo de tos mbres de negocios y una economia «inherentermente injusta>. las consecuencias naturales. de Ia forma concreta ques ad ‘control se desariollaron gracias al incumplimiento total de est pios.* En referene un pasado mis reciente, el citado informe secreto de Arthur Si vversin del actual lurales» y «neolibe: ‘algunas lesciones de In historia sf parecen meridianay Aificiles de entender: a feorfa.es parcialmente cier~ ‘precisamos qué debe entenderse por democracia un control jerér= que proteja «a la mayorfa opulenia frente a la minorfay. Y ew encontramos de nuevo que la doctrina queda ym habrany mastrado ya los ejemplos prece~ bien lejos de In realidad, denies, Consideremus de nuevo el caso del pare a Mexico er unas dete! que debia satra- que defienden 16, Rak Esomsoioy urd Mord ly Civ. of Chios Press, Chica, 1993, les de los prineipios que ieando aqui, A pesar de su nombre no es, desde luego, tn fe Libre comerciox; es muy proteccionista, para obstaculizar a ipetidores de Europa y Asia oriental. Ademés, comparte con los isles restricciones tan anlimercado —y tan extremas— mo las de los wderechos de propicdad intelectual», que las sociededes aceptado durante su periodo de desarrollo, pero que tho- n usar para proteger sus corporaciones de base nacional (des- iyeado Ia industria famacéutica de los pafses més pobres, por ejeme plo: © bloqueando determinadas innovacionas teerol6gicas, como la me rade. los procesos de produccidn de articulos pstentados). Bl progreso IpEO eS una aspiracion obvia, no mds que el mercado de si genera beneficios para fos que cuentan, Hay también otfas cuestiones relacionadas con la navuraleza del «co: @ que mis de la mitad del c le en transaeciones intmenipres la firma del 710), Hace: ya una década, una serie dé 4a mayoria de propiedad esta te de México product la industria colmponentes esen 1904, despues de la firma del narios y los inversores estadouni su gobiemno—, Las democnicti de nvereado en el sistema neoliberal 180 jejar won prudencia las cifras reltivas 8 insti- {que siempre se deben manejar eon pi tras ee we no han de rencir cuentas en pablico. Ala bar dete al sta mundial eon a Ynage raonable on, muy alejado de! ideal del comerci ible" de las fuex- ‘superioridad com- industrias de alta biettos, mas que | papa ice ft icionan hoy en di estnetra sca de a aonomi sion de os i berales que tanto se rma de las transacciones, Jarinteramente muchas a ass i iderable del mercado libre. Hay muchos Joes fere je ha acabedo ln maxima de Adam Smith, sogin tun componente erucial del i ibge entre fronteas}. Cuando zasestrategicas y separa la dete yn prcticn real se aerecionta a més fa del libre mereado se presenta encos enyasess ta doc' 6 ra, Pues bet necesito 1a proteccidn de mi estado riftera dia se impore'a los que no pueden defenders; ln ees ea cumbia sido adoptada por los poderosos desde Tos tiempos en que el Reino Uni 190 La (destedueacién «do emergi6 como un muy avanzado modelo de desarrollo fiseal y mili ‘ar, gracias alas Fuertes subidas de impuestos y a tina administraciGn p= blica efieaz, que convirtiecon al estado en el «principal agente inl ide la ecomonnfam y de st expansi6n global,* con lo que s2 est patrén que ha sido adoptedo hasta el presente en todo el mul trial (y, desde sus mismos origenes, en los Re.UU.), EI Reino Unido acabé optanda por el internacional 86, despues de que ciento cincuenta anos de protecci sity poder estatal lo hubjeran hecho adelantar, por un ampli margen, #8 todos sus competidores. Pero este giro reservas notables. E140 por 100 de la prod ditigiéndose 4 la India colonial cones. Los Estados Unidos i cas a unos aranceles muy tria de! metal ingenieros briténicos se reras, inds avanzadas, con 38 ado que Japén y tos ee. dlsron adoptar el model pidieron protecci mt. Claro esti que, bajo la doctrina de! Sew of hover ‘Makerjee, The: oe La demoeracia de mercaila en al sistenut neoliberal 191 ‘Tras abandonar es ina limitada del laissez-faire, en ta eécaca de 1930, el Reino Unido pasé a intervenir de forma mis directa también en ls economia navional. Al eabo de pocas afos, la prexccion de mé- 5 herramientas se habfa quintuplicedo, junto con un boon de metalurgia, la industri , aun nueva ola, no reconpcida, de a revol al, en palabras de Will Hatton. El control estatal la industis per- que el Reino Unido superara la produccisn alemana durante. la guerra, e incluso recortara Ia diferencia con los 8.0. que, por entonces, economia de guerra, intervenida por el estado. lo después de que el Reino Unido adoptara el intemacionalis mt el mismo camino. Después de ciento los #e,UU, se habian con- ¥y podenoso del mundo y es, una «igualdad> que por todos los competidores. ¥; tambien como el Reino Uni- do, no sin reseryas. Una de las reservas mds sign ismo que habia hecho el Reine Unido) meridional y otras regiones, ef desat de cereales pasara:de menos Wel 10 por 100 (a mientras que las exportaciones argentinas se [La ayuda del programa Food for 26 también para subver 192 La (desfedueaci6n imiento de Ja inudusivia de a dro- £8, que también se hs impuesto en Jas regiones andinas, debido a las pox iherales:delos ultimos anos, La industri textil de Kenia se hundié en 1994, cuando la administracién de Clinton impuso une cuota paso: al misma florecimiento con el que habia empezaco de todos los pefses industriales, al par que se advierte« los steformaores africaros» que adeben ayawzar ms» en la implant de las condiciones necesarias pata las opetaciones comerc nde ref ii tadas a Ios requisitos de los En diciembre de 1996, Washington ackin de tomates imei de aranceles), lo res anuales a los product ificar este regi res de Flotida fue que los precios eran «sistem: Jacompetencia mexicana» y que Jos eonsumidoces est ferfan los tomates extrnjeros. En otras palabras, res pins del mercade libre estaban Haiti, que, junio con Bengal del mondo —y fue fa fuente de buena paste de la riqueza de Fra O control estadounidense deste que Jos marines de To invadieron hace ochenta aos, 3 nitud que quizé no sea ni siquiera habitable en un futuro no-demasiado lejano. En 1981, el Banco Mundial y 0s. Atp iniciaron ana estrategia de desarrollo conjunta, basada en las cadenas de mn agricola, por lo que Ia tierra dejd de dedicarse dos Unidos en una islt que iba a eonvertirse en eel be». El Banco Mundial colabord recurdando. tas: normas: habitual «cexpansi6n de las conporaciones privadasy.y miximiz Jjetivos sociales, con Jo que se agudizaron la desigualdad y se redujeron los niveles de alfabetizacion y atencién sanitaria, Quizd ‘alga ta pena hacer constar—por si interesara— que estas: normas ha. bituales se acompatan siempre de Ja insistencia en. I necesidad de reducir la desigusldad y la miseria y de mejorar los niveles de alfabeti- zaciGn y atenicién sanitaria, puesto del Banco Mundial beneticios )shaltanos uns salatios del 56 por 100 a ‘década de los sxmilegro econ siguié siendo y no Taiwan, que habfa tomado wn camino muy diferente, como ‘xexpertos, gobierno demooritico de Haitt intents al n despertado la enemistad rismo que le siguieron. JS AID reparte ayudas pata aseeurar Ia pri los molinos de harina, que favorece a. fos baitianos, extranjeros (la wsociedad civils, como se ide gastar en salud y educaci6n, La agti- subsidios, pero no ast te agri som Ta nica fuente de ingresos de ta in- ién Las cadenas de montaie, de propiedad embargo —a poblaci6n baitiana en general—, no se les puede rebabar 194 La (desjeducacion la electricidsd, ni el combust prohibe el son razones bien fur- damentadas; de los precios», Antes de la ‘nstauracion de: las reformes, €l cultivo local de arroz. abastecia cast to idades nacionales y (enfa una importancia erucial para la na; hoy, gractusa In «liberalizacion» unilateral, no re presenta mas que el 50 por 100, con e} efecto vonsiguiente sobre la eco- ser unilsteral, Haitf tiene que «hacer reformass y eliminar los aranceles, como exigen los, rigutosos principios de la ciencia econsmica; ahora bien, ra industria de los t4.UU, (Zquizs por alin raro mila nta de esas reformas y continia recibiendo ‘cuantiosos subsidios paiblicos hnsta ef punto de que estos suponen el 40 por 100 de los ingresos: brutos de Jos enipresarios agricolas. Las conse: uencias que se derivan son esperables y esperadas, un informe de us Ato de 1995, constata que la « se inyersiones y comercio exte or» impuesia por Washington esié «machaeando progresivamente & cultivadores focales de arroz», por lo que deberdn perseguir un objetivo ‘mas racional: la export beneficio de toy inversores estado donses, de acuerdo con la teoria ue las expectativas racionales. Mediante métodos como estos se ha eonsoguide que el pais mits por bre del continente se haya tasfirmado en un importante comprador del anroz de produecisn estadounidense, para mayor enriqueciniento do las empresas subyencionadas por Washington, Los aforapace ebay feaibido una buene educacién \ Jos campesinos y chabol el mismo-camuio, segti que sea con los ojos bien ubiertos, S5,__Yéase Im Year $02, Sout End, Boston 1993, 4p, 8, as fece Ene, The wer Hl Laur ne am eencept dese sir dl eb ete, pear lb 195: 1 demooracta de mercado en el eal imo ejemplo muesira hasta qué punto es posible alejarse de del comercio libre, milcho més de lo-que pueda ha- mismo, De hecho, tampoco es cierto que, en épocas a- teriores a la nuestra, e] protecsionismo fuera la interfevencia ms signi~ wn el mercado libre; dentro de a separacién corvencional de 18s is académicas se Jo suele estudiar en esa lines, pera el nye una ver, mis a dlisfrazar lw realidad politica y sooial, Por citar un caso obvio, 1a Revol dustrial dependfa de un algodén baratoy al igual que a porn doi lismo contemporineo dependié de enexgia barnta, pero, ;qué métodos se utlizaron para asegurarse del precio y la disponibitidad de estas mereancfas cruciales’ ,acaso estos :atodos se adecuan a los prineipios de un mercado libre? Al parecer, ¢5- tas preguntas quedan fuera del ambito.profesiosal de la teoria econd- mica Cro de los puntos esencidles de la-teoria del mercado libre es que 110 se permiten lus subyenciones pablicas, Sin embargo, después de 1a segunda guerra mundial, Ios lideres del sector de los vegocios postula- ron que Ia econ fa si cesaba la masiva intervenci6n estat con la que: se babi superar ta, Gran Depresida; recalcaron, asi industria avanzada «no ppede exist sitisfactoriamente apres libre” pura, compattiva y no subyencio- puede salvarlan (son frases de Fortune y de trasferiral pibli- oda ser un es- principal exportacid de los Fr.U a ‘ia del tasporte, de bese aéea, son un vener de benefcios 35, La guinea thers cps 49 (oF 188, St Nani’ res, Nueva York 196 Las (desjeduvactén brs con teda propiedad al escoger a Beeing iodelo. para fas. empresas estadounid campaia de predicacicn de a Visién» del futuro del mercado libre. La producci dligmitico de 1s realidad de} mercado libre: estd dominada por dos cor. eben su existencia y sus nes piblieas en gran escals, El tise en informatica y electronica, a biotecnologia, en las comunisaciones ..y, de dindmicos de ia economia.” sdministracion de Reagan demostrd conocer a la 'o del smercad libre real: fueron unos maestros brat las glorias del mercado ante los pobres del pais y eros, mientras se. gallardeaba arte los hombres de ne- Ke habia solorgads mas ayudas ecorsmicas a ria de los Estados Unidos que cualquiera de sus antecesores de sineuenta afos» —en realidad, mas que todes sis anteceso. res combinad de los aflos eaganitas lideraron el asa el del librecemsbio}» que tubian comer desde 1s setenta los sectores mis rics y poderasos, do, e1 un estudio académico del seeretariada del Garr, el Patrick Low, que estima tos efectos restrietivas de las medi 40m en el triple de los: causados por ots potencias ind Este gran «giro proteccioulstae era rida» a smo reagan ue relatar Ia enorme tras de Fondos ptiblicas al poder frecuentemente bajo el disirnz de la «xoguridads, un resivo [que] hu elevado los wastas de medidos en détares Tesoro; Shaul Ulam, Faeign of Low, Tine free, Twentath Century La demoeraoie de mercado en ol sistem neoliberal 197 constantes) hasla superar las cifras récord cle mediados de fos sesenta, segan Stuart Leslie." El pablico se sentfs aterrorizado por las amenazas exteriores (los 1u80s, 10 libios, ec.), pero el mensaie de Reagan a los bhombres de negocios era mucho més sincero: sin tales medidas extremas 4c interferencia en el mercado, era dndoso que industria estadoustiden- ses como la del aulomisvil, el aceto, las méquinas herramtentas 0 1 se miconductores pudieran sobrevivir a la compotencia japonesa o liderar el desarrollo de las tecnologias emergentes, que tantos.efectns tiene en la economf general v tunpere neaoiaaue X epigue adeetas fated lin ale lid de Ia actual «revolucién conservadora», Newt Gingrich, quien alec- ciona implacablemente 1: los niios de siete afos sobre los m: - ‘undlacién por el Patrimonio}, que se presupuestarias de los congresistas exigido (y conseguido) un aumento ‘que no pierdan protegidos por el poder ‘xla de dodle uso eo uacerse a costa del eratio, - rrtodbasononmpredenyaasion qd cuuesie tereatioe Re el piblico pague los gastos y asuma Jos riesgos, por si las cosas (y asfse han eubierto, 4 alal, ofteven a sus beneficiarios una tecriolo- le dominar los mercados comerciales y enti- luz de esta de una poli jones que —casialmente— no beneici ersores estadounidenses, y una setdrica 59. Let, The Cold Wor and American sence, Colunbla Univ. Pres, Nuevs York, 1993, tooo, 198 La (desseducacién similares 0, por ott, el hecho de que los programas \ados Unidos ya eran —inclusy antes de li magnifica innovacién de Clinton— os Jos paises desarrollados. O-pode- ‘iguslaente, ata expl ica que Chester Crocker bizo de fos planes de la administracion de Reagan para 1981: «Apoya. mos Ia spertura de las oportunidades de mercado, el acceso a los recor, 8 fundamettales y el ctecimiento de tas economfas de Attica y los FELL», ¥ queremos incorporar & los pafses afticanos wt la escona ma, Yoritaria de Te economia de librecamblo». La frase puedt parecer mis ‘ue cinica, viniendo de los paladines del «asalto sowtenidow 4 ima de ibrecambion, pero es bastante justa sila exeminamos |e doctrina de} mercado real. Las oportunidades de mercado y el ucceso alos recursos son para los inversores extranjeros y sus colaboradores lo. hhan de creer de forma contolada, prote- ate a ta minorfas, Las ricos, sin em- subsidios pablicos, Es légico, pues, si los para mecrar en nuestts provecho? 0 mas la atworia del mervado Libre realy, afadi. xfs completo basta el sobre las corporacio- andes empresas su estrategia y sb Dresas punteras compafifas « la imtervencin s Sus gobiemos respectivose, que socializiron {as firmas com problemas.’Una de ellas es la que genera nds ent l distrito ultraconservador de Gingrich, Lockheed, salvada de la 8 250) millones de délares en gardntias creditioias del go bhiemo. El mismo estudio seftata wmbién que ia intervencién puberna, mental, que ido ina reals ms quo una excepcién, durante Los des Gltinos si- ba deserapetiad una funcién clave ene! desarrollo y ta dif iovaciones provedimnentales, sobre todo A icultra mederna la ine nologin de In energia y de las comuni- ccationes. La democracta de mercado en el sistema neoliberal 199 telecomunicaciones y las teonologies emel y la world wide web Son ejemplos recientes went, con la industria textil, &l acero yy snerpi: La politica gubertamental eka ejercido una pre- ible sobre In conformacidn de las estrategias y la competiti- licado repetidamente, los Estados Unidos no estan so- los en su concepeién del «mercado Tibres, aun cuando sus ideGlogos suelen encabevar el coro de los cinicos, Desde 1960, la distancia entre log pases ricos ayuda Subsidios pablicos 4 la exportacién nasiona 1996 de la Organizaci6n para el Desarrollo Inch ONL, estima que Ia diferencia entre el 20 par 100 més pobre: rico de Ja poblacién mundial se acrecenté en ms del 50 por 100 1960 y 1989, y predice «un aumento de te desigualdad mundial, debido al proceso de “globalizacton’», Esta diferencia creciente se extiende & las sociedades ricas, con los E&.t1. abrieado camina y Grin Bretafia a su rueda, La prensa esonémica exulta por el crecimiento wespectaculans e simpresionante» de los beneficios y' aplaude esa concenttacién extre= made Ta riqueza en manos de wna pequeiia minorfa, mientras que, para baa un ‘ee eT» en Dobe Worl fa Wn \Nowhooks jr stay and research, terval WS fe Math a hea ee ‘ean, 1995, pps 38:28 200 La (desjeducacién nen las peores cifras de lizadlos, Somejantes a las de Cuba (esto es, alas de un iS del Tereer Mundo que hi ucede en el pais mds rico del mundo, que posce ventajas sin igual iciones democréticas estables, pero que a la vex ext, mis que ninguna otra sociedad, bajo el dominio de los hombres de nc- gocios. Y asl son los augurios para el futuro, si se impone y se globali- a el ya citado «giro radical desde un ideal de politica pluralista y par- ‘icipatoria hacia uno auteritario y tecnoerstico», Es imponante destacar que estas intenciones, en secreto, se declaran abiertamente; por ejemplo, poco despiés de la segunds guerra inundal, cuando George Kennan —un planificador muy influyentey reputado por humanisia sefiero— asigné una fincién a cada repién del mundo: respecto dle Africa, los Estados Unidos no tenian demasiado interés en Yt que su funtidn e7a ser «explotada» por Buropa, para su propia seconsinuceiin. Un affo antes, un estudio de planificacién en gran esca- Jn habya considerado «que el desarrollo cooperative de los alimentos ba- ratos y las materias primas del norte de Africa puede ayudar a fraguarla lad europea y crear una base econémica para la recuperacién del nte [earopeo}», lo cual no deja de ser un concepta curioso. de

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