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Cuadernos do § 1986, Vol 8, Win. 1, Pégs. 27-52 EL ANALISIS CONTINGENCIAL: una alternativa a las aproximaciones terapéuticas del comportamiento Emilio Ribes* Eugenio Diaz Gonzales Ma, de Lourdes Rodriguez* Patricia Landa* | "Las relaciones entre la retérica y 1a goral son inquietantes: es turbadora la facilidad con que el Lenguaje se tuerce y no lo es aenos que nuestro espiritu acepte tan décilaente esos | Juegos perversos™. Octavio Paz, 197% RESUMEN | No puede existir una forma Gnica de intervencién | para los problemas del comportamiento, pues todo problema se concibe como singular al individuo | en un contexto socio-histérico particular. Por | lo tanto, la intervencién debe ser individualize da con base en el exémen de las dimensiones fun eionales que definen la problemdtica del indivi duo: las funciones psicolégicas de tipo relacio nal y disposicional o de las valoraciones socia les de las interacciones interpersonales. En esta perspectiva se presentan los cinco pasos * Universidad Nacional Auténona Itaeala DF. Néxico 28 E, Rib faz, M. Rodriguez y P. Landa del anglisis contingencial orientados a identifi car y definir el problema, analizar las posibles soluciones y seleccionar, disefiar y aplicar el procedimiento especifico de intervencién. Al analizar el comportamiento humano desde la perspectiva clinica, se definen un conjunto de universales de valoracién que identifican ciertas formas de conducta como intrinseca mente anormales o desviadas. La supuesta naturaleza intrinse ca de dicha anormalidad, justifica que se conciba el cambio de las conductas en cuestién como un problema de carécter terapéutico, y, que por ende, la finalidad de los procedimien tos psicolégicos de cambio sea ajustar al individuo, mediante la eliminacién o debilitamiento de sus caracteristicas enorma les, a las formas de comportamiento que se consideran com gruentes con los criterios de valoracién empleados. Esta aproximacién a los problemas sociales expresados en la coti dianeidad del comportamiento hunano no ha sido exclusiva del vasto campo de las psicoterapias que tienen su origen en la psicologia anormal y de la personalidad, sino también ha sido definitoria de la llamada terepia de la conducta y de los procedimientos de anélisis conductual aplicado al campo "cLinico". En otro escrito (Ribes, 19A?h) se han seflalada las limitacio nes y problemas que conlleva 1a aproximaci6n -"clinica" al cambio de la conducta. £1 argumento central consiste en que "la determinacién de la necesidad y discusién del cambio conductual, adicional a la metodologia empleada para lograr lo, implica un acto de valoracién social, que no es indepen diente de criterios que trascienden a la accién técnica mis ma. Le delimitacién de la anormalidad o desviacién no consti tuye un juicio neutral y, por consiguiente, una tecnologia © metodologia del cambio individual no puede desligarse de su discusién y cuestionamiento. Todo cambio individual repre senta una valoracién social de la adecuacién o correccién del comportamiento a modificar. El problema central consiste en definir cudles deben ser los criterios de valor que lo determinan. Los clinicos (conductuales o no) obran sobre la suposicién de que la anormalidad o la desviacién tienen una existencia individual al mérgen de juicios de valor que constituyen expresiones de formas practicas de ideclogia. EL anélisis contingencial 29 Sin embargo, esta neutralidad de 1a anormalidad es falsa. No solo el comportamiento denominado anormal es determinado en lo esencial socialmente, sino que también lo son los crite rios que definen normalidad o anormalidad." (p.91) Tres problemas fundamentales, no examinados en el escrito citado, se desprenden de la concepcién clinica sobre la inter vencién conductual: 1) La identificacién del problema con morfologias particula res de comportamiento, vbgr., alcoholismo, fobias, ansiedad, tabaquismo, etc., en la medida en que las morfologias se ‘suponen como anormalidades intrinsecas; 2) La tecnologizacién de la intervencién en términos de la correspondencia biunivoca o multivoca (dependiendo del enfoque "terapéutico") con 1a morfologia identificada y, por consiguiente, la vertebracién del cambio alrededor de la técnica disponible y no del problema real -previo a la clasificacién— de la persona; y 3) La reduccién del problema morfolégico a la interpretacién aprioristica de sus determinantes por parte de ciertas teo rfas, o bien, su restriccién a la especificidad de la circuns tancia manifestada por 1a perscna que solicita apoyo "'terapéu tico". Estas caracteristicas propias del abordaje clinico de los problemas conductuales se manifiestan de manera distinta en las formas tradicionales de psicoterapia y en la llamada terapia o modificacién de conducta. Examinemos brevemente la configuraci6n del problema, su valoracién y la interven cién terapéutica en ambas modalidades de abordaje clinico. La Natursleza del Problema Clinico: su diagnéstico En lo que toca a la identificacién del problema, éste aparece siempre vinculado a una valoracién social del comportamiento del individuo usuario del servicio terapéutico y se distingue exclusivamente por la modalidad de su referencia: porque el propio usuario recurre al servicio, o porque el usuario es forzado por otros a ellc, En cualesquiera de estas forma: de “apreciar" 1a existencia de un problema, subyace una valo racién social por otros de que el comportamiento del usuario 30 E, Ribes, E. Ofaz, M. Rodriguez y P. Landa es "anormal" y, por consiguiente, implica Gnicamente formas 42 solicitud de servicio socialmente directa o indirecta (2). En el marco de la psicoterapia tradicional, la identifi cacién y descripcién del problema -su diagnéstico-, atin cuan do se basa en la observacién compartida de formas de comporta miento catalogadas como "anornales" en ciertas circunstancias y¥ por grupos sociales o grupos etarios, no se ajusta a los Andicadores conductuales mismos, sino a un criterio interpre tative o interpretado aprioristicamente del significado de dichos indicadores -o "'sintomas''-. El problema no se amplia, sin embargo, a otras dimensiones del comportamiento no obser vadas directamente o clasificades inicialmente como anormales sino que, por el contrario, el problema se define en términos de entidades no observables, internalizadas, que se transfigu ran en la condicién causal del problema observado. La inter pretacién clinica reifica a las palabras en entidades causa les, de modo tal gue el discurso clinico, como discurso inter pretativo y socialmente valorativo del comportamiento real del individuo, substituye a este comportamiento y su circuns ‘taneia, convirtiéndose en el problema y su causa (2). En lo que respecta a la forma en que el enfoque clinico con ductual ha abordado el proceso de definicién e identificacién dei problema, podrianos caracterizarlo dualmente. En primer lugar, el abordaje clinico conductual ha aceptado una valora 46n tacita de la normalidad y la anormalidad formulada desde la perspectiva del modelo-clinico-mentalista tradicional En segundo lugar, su oposicién a dicho modelo se ha limitado @ enular ia interpretacién internalista (ain cuando ésta comienza a reaparecer en la llamada terapia conductual cognos citiva), mediante 21 recurso de identificar el problema co mo una Gescripelén morfolégica de ias conductas consideradss inerinsecamente anormales desde el punto de vista social. 1. La valoracién se deriva de todo intercanbie, y por ello toda relacién social entre individuos constituye una relacién valorada. 2. En la medida en que los niveles sustitutives no referenciales objetifi can Funcienaleente al lenguaje, los individuos responden a las nornas Y valores como si fueran entidades reales auténonas de las précticas sociales aissas. EL anélisis contingencial 3 La sintomatologia es el problema. En consecuencia se res tinge © cancela toda exploracién que pueda establecer nexos funcionales entre dicha "sintomatologia" y otras interrelacio nes del individuo con su. entorno consideradas inicialmente normales, no probleméticas, 0 de poca pertinencia al problema referido. La dimensién moral del comportamiento humeno es una caracte ristica definitoria en tanto expresién psicolégica de lo social (Ribes, 1985) y, por ello, no puede sosiayarse su examen en aquellas situaciones en que el comportamiento huna no es objeto de una valoracién técita o manifiesta. El "psi eodiagnéstico" es un juicio valorativo y, por consiguiente, entrafia una posicién moral particular. La conducta como tal ni es normal ni es patolégica. Tampoco es correcta y buena, o incorrecta y mala. Es susceptible de dicha adjetiva cién en la medida en que su ocurrencia se da como parte de un sistema de relaciones sociales, cuya valoracién de ella representa, en lo esencial, la expresién ideolégica-noral de un proceso complejo social de regulacién de les relaciones de poder. La psicoterapia tradicional, como lo manifiesta claramente 1a gnosologia psiquidtrica en la que fundamenta suaccién, parte del supuesto de una moral universal intrinse ca al comportamiento y, por consiguiente, de criterios de valoracién validados aprioristicamente con base en dicha moral. La psicoterapia tradicional exeluye como promica el supuesto de que el problema psicolégico ee constituye solo como consecuencia de un juicio de valor preconstruido en el criterio diagnéstico. Para la psicoterapia tradicional el sistema diagnéstico empleado tiene una validez objetiva que radica en su capacidad para describir la anormalidad esencial del comportamiento problema. Bs importante para ubicar la configuracién del problema en la especificidad de las circunstancias sociales en que tiene luger. Por ello, el psicoterapeuta, en tanto identifica e interpreta las razo nes esenciales del problema en forma unilateral, impone inevi tablemente sus juicios de valor al usuario del servicio. La psicoterapia se transforma de este modo en una practica de persuasion y cambio ideolégico metaforizada en el lenguaje médico y moral. La aproximaci6n clinica conductual diverge Pareialmente de esta postura 2 E. Ribes, £. Dfaz, Me Rodriguez y P. Landa El terapeuta conductual asume 1a anormalidad del comportamien to referido como problema, pero comparte tal valoracion en Ja medida en que lo hace también el propio usuario o la insti ‘tucién 0 grupo responsable del usuario cuando socialmente se le considera moralmente impedido (nifios, psicéticos, etc.). En la medida en que el terapeuta conductual se limita a inter venir sobre el compertamiento problema exclusivamente, compar te el juicio de valor del grupo social de referencia que califica a diche comportamiento como anormal o atipico, pero a la vez, no intenta persuadir al usuario de las razones deolégicas que fundamentan dicho criterio. Ello conlleva @ que el terapeuta conductual ejerza su influencia sobre el supuesto de una moral compartida, que esta impuesta sin 41 saberlo, desde el momento mismo en que acepta la existen cia apriori de formas de conducta que constituyen en si mis mas un problema social. Ja Intervencién Clinica Finalmente, examinaremos lo que se refiere a la intervencién terapéutica propiamente dicha. al margen de la diversidad de formas que asume la psicoterapia tradicional, todas tienen come denominador comin el hecho de que, en la medida en que Ja anormalidad del comportamiento posee una raz6n ya interpre tada por una u otra modalidad terapéutica, el procedimiento dirigide a oliminar dicha anormalidad dehe fundamentarse conceptual y/o moralmente en dicha interpretacién. Cuando un individuo solicita un servicio terapéutico, el terapeuta, antes de interactuar con el usuario, tiene ya una preconcep cién sobre la naturaleza de su problema y, por consiguiente, del modo en que debe atacdrsele. La psicoterapia como inter vencién se restringe al ejercicio de una practica interpreta tive del problema del usuario; en muchas ocasiones, deviene una justificacién del esquema interpretativo, al margen del comportamiento y circunstancias reales del usuario. El abor daje clinico conductual difiere de este modo de proceder. En la medida en que no adopta una concepcién prefigurada en la que 1a conducta problema es trascendida por una entidad causal esencial interpretada, la terapia conductual se res tringe a intervenir sobre lo que la psicoterapia considera puramente sintondtico: la conducta problema. La estrategia de intervencién radica en la identificacién de los problemas El andlisis contingencial 3 en términos de la morfologia del comportamiento: beber, pen sar reiteradamente en lo mismo, “sentirse ansioso", etc., y en la formilacién de técnicas o procedimientos especifica mente a la eliminacién de diches formas de conducta. De ah{ que el enfoque clinico conductual pueda ser descrito como morfolégico y tecnolégico. Es el procedimiento disponi ble para resolver el problema representado por una forma de conducta lo que determina cémo interviene el terapeuta, al margen de la especificidad circunstancial del problema que presenta al usuario. Por esta razén, atin cuando en prin cipio la terapia conductual se planted operar desde la pers pectiva de un anélisis funcional del comportamiento, el no haber trascendido la identificacién morfolégica de los pro blemas, la limité severamente en este sentido. El Anflisis Contingencial Partiendo de algunas reflexiones inicialmente planteadas por Goldiamond (1974, 1975) y de la necesidad de considerer os aspectos valorativos como un componente inevitable del intercambio entre individuos, examinaremos una alternativa al cambio del comportamiento individual que supere las defi ciencias y limitaciones que hemos sefialado en los enfoques clinicos tradicional y conductual. La alternativa menciona da, el anlisis contingencial, se fundamenta en una serie de consideraciones conceptuales sobre el comportamiento y Ja aplicacién del conocimiento psicolégico desarrollado por Ribes y Lépez (1985), en especial las categorfas que permiten describir les funciones psicolégicas diversas de tipo relacio nal y disposicional incluidas en toda interaccién entre indi viduos.. Cuatro son las dimensiones fundamentales de este andlisis: a) el conjunto de précticas supraordinado a 1a situacién © situaciones problema, que define sus criterios valorativos, denominados sistema macrocontingencial; b) las relaciones situacionales que son valoradas como problema o por el indivi duo, denominadas sistemas microcontingenciales; c) los facto res disposicionales que facilitan las relaciones microcontin gencieles particulares, histérica y coeténeamente; y d) las conductas del individuo 0 individuos que son mediadores de as relaciones de microcontingencia considerados socialmente problematicos. 36 E. Ribes, £. Diaz, M. Rodefguez y P. Landa Este conjunto de dimensiones permite estructurar un programa analitico cuyo objetivo fundamental es identificar y definir el problema o problemas del usuario o usuarios desde una perspectiva genuinamente funcional. Partiendo de le conside racién de que el problema no radica en el comportamiento del usuario sino en la red de relaciones de este comportamien to con otros y las précticas valorativas que lo contextuali zan socialmente, la identificacién y la definicién del proble ma funcional por el usuario son los elementos centrales de todo el proceso de cambio conductual. Una vez cumplido con este requerimiento analitico, se puede pasar al exémen de jas estrategias de solucién y la adecuacién de los procedi mientos pertinentes a los objetivos trazados a partir de ja definicién del problema. Como puede observarse, 1a metodo jogia asi configurada se opone a la légica tradicional del andlisis clinico: a) no existen problemas en sf a ser identi ficados y b) no existe una correspondencia biunivoca entre la morfologta y/o interpretacién del problema y las técnicas © procedimientos dirigidos al cambio conductual. Todo proble ta es singuler al usuario en su contexto social y en su géne sis hist6rica y, en esa medida, no puede conformarse una taxonomfa previa que clasifique dicho problema, En conse cuencia, el componente tecnoldgico de toda intervencién diri gida al cambio del comportamiento, debe sintetizarse en forma individualizada a partir del exdmen de les dimensiones funcio nales que definen le problenstica del individue y con bace en 1a pertinencia que pueden tener las técnicas, como procedi mientos sistematicos, para estructurar situaciones que promue van, establezcan y faciliten nuevas formas de relacién inter personales bajo circunstancias contingenciales funcionalmente previstas. Obviamente no existen técnicas que puedan ser empleadas como "la" forma de intervencién especifica para problemas de comportamiento. Las técnicas de intervencién siempre tendrén que ser empleadas y valoradas como componen tes parciales pertinentes a una fraccién funcional de una relacién o conjunto de relaciones interperscnales, las que constituyen un sistema contingencial més complejo que el que permite inferir un mero andlisis morfolégico con crite vos valorativos técitos. Bl andlisis contingencial comprende cinco pasos, los tres primeros dirigidos a la identificacién y definicién de la problemética por el usuario. Estos pasos son los siguientes: EL andlisis contingencial 35 1) Identificacién de 1a(s) relacion(es) microcontingencial(es) 2) Evaluacién del marco o sistena macrocontingencial, 3) Génesis del problena, 4) Andlisis de soluciones, 5) Seleceién, disefio y aplicacién de procedimientos de inter vencién. En el apéndice anexo, se enumeran de manera general los diver S08 componentes particulares que se examinan en cada paso del andlisis. Aan cuando su explicacién detallada rebasa los propésites de éste escrito, es conveniente trazar una descripcién de sus caracterfsticas, pues en algunos casos, los términos empleados pueden procurar una falsa experiencia de mentalisno. El ubicar dichos términos -vg, gusto, estado de énimo, ete.— en su significado funcional como disposiciones, siguiendo a Ryle (1949) y a Kantor (1923-1926), ayudard a prevenir Anterpretaciones incorrectas. a) Identificacién de 1as Relaciones Microcontingenciales Todo comportamiento individual valorado como problem&tico per el propio individuo y su grupo de referencia se da siem Pre como conportamiento en relacién a otros individuos en circunstancias con una delimitacién més o menos precisa. Bl sistema de contingencias comprendido en tal red de relacio nes inter-individuales configura la microcontingencia que define y circunscribe al comportamiento "problemético' En 1a medida en que no es el comportamiento en si y por si el que constituye el problema, se vuelve necesario identifi car y describir la problem&tica en la forma de un conjunto de relaciones microcontingenciales. zOdales son los factores que deben considerarse en la identi ficacién de la red microcontingencial y como definir el pro blema funcional a partir de ellos? 36 E, Ribes, E. Diaz, Ne Podefguez y Ps: Landa Un primer grupo de factores tiene que ver con la deseripcién de las morfologias concretas de los comportamientos comprendi dos en la problem&tica contingencial. Esta descripcién debe incluir no solamente las conductas del usuario que son valora das como "el problema", sino también les de las personas especificas ante las que tiene lugar el problema y/o las circunstancias no personales asociadas. Su descripcién debe abarcar las propiedades dindmicas de la interaccién, como ja duracién e intensidad, asi como la frecuencia y vigencia de su ocurrencia. Un segundo grupo de factores, de gran importancia, son los que exploran les condiciones situacionales de la microcontin gencia que poseen funciones disposicionales. _ Entendenos por factores disposicionales aquellos que condicionan probabi listicamente toda relacién, sin formar parte de ella, Son siempre factores que no pueden ser descritos como ocurren cias, sino que constituyen colecciones o poblaciones de ocu rrencias, 0 bien sus resultados, es decir, estados de los objetos o personas, Ademés de identificar caracteristicas fisicas y sociales basicas de la situacién (circunstencia social, lugar y obje tos), se valoran diferentes propiedades disposicionales fun cionales en 1a microcontingencia: a) las conductas socialmen te esperadas en la situacién, es decir, la tendencia social de los comportamientos individuales que reflejan la convencio nalidad o normatividad de las prdcticas del grupo; b) ias capacidades del usuario, coma disposiciones a ejercer destre zas sociales, en términos de su experiencia, informacién e instruccién; c) ias inclinaciones y propensiones del usua rio, en la fcrma de disposiciones especificas a actuar frente a objetos y personas condicionadas histéricamente, como en Jos gustos y preferencias, o como disposiciones generales condicionadas situacionalmente, como los estados de énimo emociones y condiciones biolégicas varias; d) las. tendencias del usuario a actuar en términos de formas de conducta o interaccién que en el pasado estuvieron vinculadas a efectos particulares en dicha situacién o situaciones similares. Un tercer grupo de factores se refiere a las personas o indi viduos implicados funcionalmente en la situacién probleméti ca, Las personas implicadas en la microcontingencia pueden £1 anélisis contingencial 37 afectar funcionalmente le interaccién del usuario directa © indirectamente, dependiendo de que éste sea o no el media dor de la microcontingencia. La mediacién de 1a microcontin gencia se da a través de una conducta que es funcionalmente critica y necesaria para que el resto de las conductas en relacién se articulen contingencialmente de 1a manera en que lo hacen. No es conducts causal, en el sentido de ser condicién antecedente necesaria, sino conducta intermediadora de relaciones complejas. Sean las personas inplicadas fun cionalmente significativas de manera directa o indirecta, las funciones que desempefien pueden ser variadas, pero solo Ja de individuo mediador-individuo mediado forma parte de las interacciones | microcontingenciales propianente dichas. Las demés propiedades son de cardcter disposicional, y com prenden los de auspiciador, propicisdor, regulador de inclina ciones y regulador de tendencias. Un cuarto grupo de factores se refiere a efectos contingencia les. Estos efectos son caracterizados como la relacién de consecuencia que tiene la conducta de un individuo respecto a la(s) conducta(s) de otro(s). No se prefiguran efectos cuantitativos especiales (de reforzamiento o castigo como el andlisis conductual-tradicional), sino que se busca identi ficar correspondencias funcionales entre las conductas de los individuos en una situacién determinada como relaciones reciprocas. Los efectos implicados cubren efectos intra y extracontingenciales, efectos directos e indirectos, efec tos sobre otros y efectos sobre s{ mismo, efectos relativos valorados, efectos singuleres y m@ltiples, efectos concurren tes y secuenciales, y efectos inmediatos y demorados. Finalmente, 1 Gltimo grupo de factores examina el ejercicio no problenético de la conducta considerada problema. La evaluacién de estos aspectos es Gtil para determinar los aspectos vinculados a la valoracién de la conducta del usua rio como problemética, a la vez que informa sobre su funciona lidad socialmente aceptada. Para ello se analizan la circuns tancia social, los efectos, las personas, el lugar y otras conductas que acompafian a dicho comportamiento en su ejerci cio social no problematico. 8 E, Ribes, E. Ofer, W. Rodefguer y P. Landa b) Evaluacién del Mareo 0 Sistema Nacrocontingencial Ya se ha mencionado reiteradamente que toda conducta o rela cién problemtica representa siempre una conducta o relacién valoradas con un criterio y desde una perspectiva social. Ain cuando reconocer 1a dimensién moral del comportamiento constituye un paso neceserio para abordar el problema del cambio del comportamiento individual en su situacionalidad, esto no es suficiente. Desde un punto de vista psicolégico, Jos valores no pueden concebirse como representaciones abs tractas internalizadas, pues ello solo introduce problemas adicionales a los que se pretende superar. Los valores no son entidades que regulan el comportamiento externamente, sino que constituyen una dimensién de las propias précticas conductuales que regulan socialmente la transmisién, reproduc cién y ejercicio de formas particulares de comportaniento que afectan a grupos de individuos de acuerdo con la po: cién relativa que ocupan en la estructura social. La morali Gad de le conducta consiste en su adecuacién a las précticas sociales que regulan sus efectos relatives a grupos de indi viduos socielmente jerarquizados. 4 is icolégico de Por consiguiente, para realizar un andlisis ps: ico de la moralidad ¢ valoracién atribuidas al conportamiento indivi dual, se requiere tomar en consideracién dos aspeotes? i individuo 1) Los procesos psicolégicos que permiten que un responda a otro en términos de propiedades mediadas socialmen ‘te, procesos a les que denominaremos como sustitucién referen cial y no peferencial; y 2) La estructura conductual a nivel social de las practicas sociales ée cardcter austitutive y contextual que regulan log efectos relativos del comportamiento individual sobre otros. El primer punto rebasa los objetivos de este escrito, ¥ GL lector interesade puede romitirse a Ribes (1962), Ribes y Lépez (1985) y Ribes (1986). En dichos trabajos se exami nan los procesos de mediacién substitutivos como procesos de interreleci6n social y linglfstica. EL andlisis contingencial 39 El segundo punto incide directamente en el anlisis del com portamiento individual socialmente situado, y se vincula @ lo que hemos denominado el sistema macrocontingencial. La evaluacién del sistema macrocontingencial en términos psicolégicos requiere: 1) Identificar las practicas sociales dominantes relatives la conducta y microcontingencia problematica. 2) Identificar las prdcticas linglifsticas sustitutivas que veferencian efectos reguladores por parte de otros individuos © el "grupo social normative"; 3) Identificar los individuos y grupos de referencia vincula os a précticas sociales macrocontingenciales que regulan la conducta y microcontingencia problendticas; 4) Evaluar la identificacién o correspondencia sustitutiva del usuario con diversos grupos relativos a diversas practi cas; 5) Comparacién de 1a(s) conducta(s) problematicag) del usua rio con las précticas sociales que la contextualizan y regu lan, evaluando su correspondencia funcional, y 6) Valoracién de los efectos microcontingenciales comparando Jos con los valores de referencia tal como son substituidos Linglifsticamente mediante prdcticas sociales directas e indi rectas. ¢) La Génesis del Problema Bl anélisis de la génesis del problema no satisface meramente un interés, por trazar el orfgen histérico de un problema individual. Persigue otros objetivos de fundamental importan cia. Ademés del interés por conocer el proceso de surgimien to de la condicién problemtica, el andlisis genético de a misma permite determinar coeténea de dicho problema respec to a las condiciones que le dieron origen. La autonomia funcional de 1a conducta respecto a sus circunstancias inicia les de ejercicio no sélo subraya la naturaleza plastica del comportamiento para adecuarse y adecuar las relaciones contin genciales en que participa, sino que sefiala las limitaciones intrinsecas a todo andlisis historicista del comportamiento 40 E, Dfaz, Ms Rodriguez y P. Lands pumano. La historia no es causal. Resume, mas bien, la Gisposicionalidad ante las circunstancias presentes. tres aspectos adicionales se examinan al determinar la géne sis del problema, dos de ellos relativos a la valoracién de recursos conductuales en el usuario de uso potencial en la modificacién de la(s) microcontingencia(s) problematica(s). Comprenden el andlisis de la funcionalidad de las conductas comprendidas en la microcontingencia problemética en situa ciones no problem&ticas, asi como la disponibilidad de otras conductas, no probleméticas, potencialmente funcionales en la(s) microcontingencia(s) problemdtica(s). El tercer aspec to reviste una importancia especial, pues se releciona con Ja evolucién de la personalidad en la forma de consistencias interactivas del individuo frente a diversos tipos de micro contigencias sociales. No solo se pueden detectar consisten cias en la manera en que el usuario interactia sistematicamen te con formas de microcontingencias, sino que también se puede predecir con base en ellas la probabilidad de que el usuario se involucre en nuevas microcontingencies particule res probleméticas. con base en ello, la identificacién de los estilos interacti vos es esencial para ejercer un enfoque preventivo eficaz, dado que una interaccién problenética en una microcontingen cia parLicular puede ser le exprocién coyuntural de una dispo sicién general a mediar contingencies de cierta clase. En esa medida, se mantendria una probabilidad elevada de que ante nuevas circunstancias microcontingenciales, dada le consistencia interactiva del usuario, se involucre nuevamente en relaciones valoradas como problenéticas, De existir esta dispesicién interactive en 1a forma de estilo, es menester estructurar una doble estrategia de intervencién, dirigids @ alterner las relaciones microcontingenciales problendtices presentes por una parte, y a modificar el estilo interactive Gel usuario que dispone dichas formas de relacién por 1a otras 4) Andlisis de Soluciones Una vez completada la identificacién y definicién de la rela cién microcontingencial problemética, se puede proceder al andlisis genera) de las soluciones pertinentes. El anélisis contingencial 4 El anélisis de soluciones se ubica sobre dos ejes: 1) el eje macrocontingencial y 2) el eje microcontingencial. El eje macrocontingencial solo puede variar en dos dimensiones: el cambio de sistema macrocontingencial 0 ¢1 mantenimiento del sistema macrocontingencial. Estas cos dimensiones son relativas a los sistenas macrocontingenciales identificados y pueden guerdar relaciones de especificidad de diverso or @en, de modo que puede encontrarse que un solo sistema macro contingencial regula las practicas de diversos sistemas micro contingenciales, o bien que existen diferentes sistenas macro contingenciales regulando a los diversos sistemas microcontin genciales identificados. En 10 que toca al eje microcontin gencial, éste puede variar en cuatro dimensiones, aparte de le condicién inicial de mantenimiento de le relacién micro contingencial. Estas dimensiones son: 1) optar por nuevas relaciones microcontingenciales; 2) cambiar la conducta de otros en la misma microcontingencia; 3) cambiar ‘la conducta propia en la misma microcontingencia; y 4) promover otras opciones funcionales de la misma conducta en la relacién de nicrocontingencia. Los dos ejes dan una matriz de dos por cinco, con un total de diez celdillas, como lo muestra la Figura 1. Dado que puede haber més de una microcontingencia problematica y ms de una dimensién funcional pertinente en cada microcontingen cia. pueden seleccionarse varias dimensiones microcontingen ciales como criterios de solucién. De la misma manera, las diversas dimensiones microcontingenciales pueden combinarse © no con les dos dimensiones macrocontingenciales, en la medida en que la solucién requiere exclusivamente un cambio intramicrocontingencial, un cambio microcontingencial y un cambio macrocontingencial o solamente un cambio macrocontin gencial. De la observacién de 1a Figura 1 se pueden determinar nueve eriterios de solucién general independientes, pero complemen tarios, por lo que el andlisis terminal respecto a las for mas de interaccién puede asumir combinaciones miltiples de las celdillas dependiendo del niémero de microcontingencias involuecradas. a €. Ribes, €. Dfaz, M. Rodriguez y P. Landa Canbio Manteniniento Macrocontingencial MdyyGontingencial Mantenimiento ! Microcontingencial Cambiar conducta de otros Cambiar Conducta propia Opeién nuevas microcontingencias Otras opciones fun cionales de la mis ma conducta e) Procedimientos de Intervencién Los procedimientos de intervencién se seleccionan, disefian y emplean con base en dos requerimientos: 1) los oriterios de solucién elegidos a partir del cruzamiento de los ejes de en@lisis micro y macrocontingencial; y 2) la naturaleza de las dimerisiones funcionales de los sistemas micro y macro contingenciales que deben ser alterados. Con base en ello, se pueden caracterizar cuatro grupos de procedimientos 1) Precedimientos para alterar disposiciones, 2) Procedimientos para alterar la conducta de otras personas, 3) Procedimientos para alterar la propia conducta, y 4) Procedimientos para alterar précticas macrocontingencia les. EL anélisis contingencial 43 El primer grupo incluye procedimientos para alterar propieda des de los objetos y acontecimientos fisicos, desplazar compe tencias disponibles en el repertorio del usuario, alterar inclinaciones, alterar tendencias y alterar conductas propias con efectos disposicionales sobre uno mismo. El segundo grupo comprende procedimientos para cambiar las conductas de otras personas como auspiciadores, cono propicia dores, cono mediadores, como reguladores de inclinaciones, y los efectos que producen con su comportamiento. El tercer grupo incluye procedimientos para alterar los efec tos de la conducta propia sobre s{ mismo, para alterar la propia conducta mediadora, para crear y/o alterar competen cias y para establecer conductas que alteren efectos disposi cionales de otras conductas propias. Finalmente, el cuarto grupo ebarca procedimientos para esta blecer conductas de eleccién macrocontingenciales, para can biar conductas propias que cambian prdcticas valorativas de otros, para cambiar conductas de otros que cambian prdcti cas valoratives propias y de otros, y para cambiar conductas propias para ajustarse a prdcticas valorativas de otros. Los procedimientos asi clasificados pueden incluir técnicas de cambio conductual ya disponibles y/o pueden incluir nuevas técnices disefiadas "a la medida" de la situacién. Una misma ‘técnica puede ser empleada con diferentes propésitos funciona les. As{ por ejemplo, el ensayo conductual puede ser usado para modificar tendencias o bien para alterar efectos sobre uno mismo. Del mismo modo, 1a detencién del pensamiento puede ser emplea éa para alterar conductas propias con efectos disposicionales sobre si mismo o bien para regular inclinaciones. Las técni cas utilizadas son siempre elegidas con un criterio funcio nal, y por consiguiente pueden tener fines miltiples en la modificacién de les précticas micro y macrocontingenciales. CONCLUSIONES FINALES Es conveniente afiadir algunas consideraciones respecto al modelo de an&lisis contingencial previamente delineado, 4 E. Ribes, £. Diaz, N. Rodriguez y P. Landa En primer término, representa una alternativa al modelo clini co de intervencién psicolégica, en la medida en que rompe con el supuesto de universales morales encubiertos bajo el rubro biolégico de la dimensién salud-enfermedad y ubica los componentes tecnolégicos para el cambio del comportamien to como un corolario de la definicién de 1a relacién problema por parte del usuario. En segundo lugar, el andlisis propuesto no constituye una nueva traduccién a nuevas palabras de los conceptos y estrate gias de la terapia conductual y el andlisis conductual aplica do a los llamados problemas "clinicos". Implica la considera cién de conceptos nuevos bajo un modelo distinto para anali gar el comportamiento humano individual en situaciones socia les. Los conceptes disposicionales y de mediacién, as{ como la distincién entre los sistemas micro y macrocontingencia les, no solo permite superar algunas deficiencias tradiciona les del anélisis lineal de los enfoques conductuales, sino que permite estructurar una metodologia para la evaluacién @ intervencién psicolégicas en situaciones cotidianas, sin caer en extrapolaciones técnicas tomadas del laboratorio animal, con los consabidos peligros reduccionistas que dicha actitud implica. (Ribes, 1977, 1980). Finalmente, la consideracién de los procesos de mediacién sustitutiva dewucstran la factibilidad de considerer interac ciones conductuales complejas desde una perspectiva no menta lista, lo que a su vez permite proponer una dimensién funcio nal viable de cémo operar las relaciones sociales como rela ciones entre individuos. Le comparacién empirica del anélisis contingencial con la peicoterapia y técnicas conductuales tradicionales permitiré una evaluacién objetive y rigurosa de sus alcances practicos y adecuacién conceptual. REFERENCIAS BIBLIOGRAPICAS Goldiamond, I. (1974). Toward a Constructional Research ‘approach to Social problems, Behaviorism, 2, 1-84: Goldianond, I. (1975). Alternative Sets as a framework for behavioral formulations and research. Behaviorism, 49-86. EI andlisis contingencial 45 Kantor, J.R. (1923-1926). Principles of Psychology (Vols. Ty I). N.¥.: Alfred Knopff. Ribes, E. (1980). Consideraciones Netodol6gicas y profesiona les sobre el andlisis conductual aplicado. Revista Mexicana de Anlisis de 1a Conducta, 6, 89-102. Ribes, E. (1982a) Los eventos privados: zun problema para la teorfa de la conducta? Revista Mexicana de Andlisie de 1a Conducta, 8, 11-29. Ribes, E. (1982b). Reflexiones sobre una caracterizacién profesional de las aplicaciones clinicas del andlisis conductual. 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Caracteristicas dindmicas de la interaccién (densidad, frecuencia, vigencia, intensidad). Situaciones: Circunstancia social (relaciones familiares, de amistad, Situaciones de trabajo, de aprendizaje, negocios, etc.) Lugar o lugares. Objetos o acontecimientos fisicos Conductas socialmente esperadas (especificas y genéri cas). Competencia social en el ejercicio de dichas conductas (si sabe hacerlo, cémo lo hace, capacidad por experien cia, informacién o instruccién). Inclinaciones: gustos, preferencias, estado de Gnimo, conmocién emocional —intensa y temporal-, condicién biolégica, actitud interactiva (conducta previa a le interaceién) . Tendencias: conductas e interacciones que el usuario llevé a cabo en el pasatio, en qué circunstancias, con qué efectos, etc. Personas (pueden actuar directa o indirectamente en Ey anélisis contingencial 1 a) b) ©) a) e) a) b) c) a) e) 2) 2) 18 a) b) IIe a) Auspiciador: Aquel que facilita las condiciones para que algo suceda. Disposicional: aquel que genera estados de énimo o regu Ja inclinaciones. Mediador de 1a contingencia: determina el tipo de inter accién que se esté dando; regula la contingencia. Mediado: aquel regulado por el mediador de la contingen cia. Regulador de la tendencia: No genera la tendencia, la regula (puede ser por: funcién histérica o por capaci dad). Efectos Intra y extracontingenciales. Directos 0 indirectos Sobre otros 0 sobre uno mismo Singuleres y miltiples Concurrentes y secuenciales Innediatos 0 demorados Valoracién costo/beneficio Ejercicio problemdtico de 1a conducta problema: Definicién de 1.2 (a y b) y 1.3 Otras conductas de las que se acompafia. Evaluaci6n del marco macrocontingencial: Identificacién de las précticas sociales dominantes relativas a la conducta y microcontingencia probleméti 48 Ribes, E. Ofaz, M. Rodefguez y P. Landa b) Identificacién de les précticas lingllisticas sustituti vas que referencian efectos reguladores por parte de otros individucs 0 el "grupo social normativo". c) Tdentificacién de los individuos y grupos de referencia vinewlados a précticas sociales macrocontingenciales que regulan la conducta y microcontingencia problemati 4) Evaluacién de 1a correspondencia sustitutiva del usuario con diversos grupos relativos a diversas précticas. ©) Comparacién de 1a(s) conducta(s) problenética(s) del usuario con las practicas sociales que la contextualizan y regulan, asf como de su correspondencia funcional. £) Valoracién de los efectos microcontingenciales en compa racién con los valores de referencia tal como son susti tuides linglifsticamente mediante précticas sociales directa e indirectas. IIT, Genésis del problema: III.1 Historia de la microcontingencia: a) Circunsteneia on la que ce inicié 1a conducta como pro blema. b) Situacién en que se inicié 1a microcontingencia presen te. c) Funciones disposicionales, en el pasado, de las personas significativas en le microcontingencia presente. 4) Historia mediadora de 1a conducta problema. III.2 Funcionalidad de las conductas comprendidas en otros ‘contextos: a) Funcionalidad mediadora con otras personas y con 61 mismo. b) Funcionalidad disposicional €1 anélisis contingencial 49 ¢) Efectividad (efectos) III.3 Disponibilidad de otras conductas no probleméticas, Potencialmente funcionales en 1a microcontingencia pre sente: a) Evaluacién de las microcontingencias no probleméticas, b) Evaluacién de las respuestas adecuadas ante contingen cias semejantes. c) Evaluacién de las respuestas en interacciones no proble néticas presentes, ante personas significativas en la microcontingencia problem4tica o funcionalmente semejan te a ella. IIl.4 Estrategias de interaccién: a) Caracterizacién de los tipos de contingencia enfrentados b) Consistencias en 1a forma de confrontacién de los tipos de contingencia. IV. Anélisis de soluciones: IV.1 Eje macrocontingeneial a) Cambio del sistema b) Mantenimiento del sistema IV.2 Eje microcontingencial: a) Opcién por nuevas relaciones microcontingenciales. b) Cambie de conducta de otros en la misma microcontingen cia. ©) Cambio de conducta propia en 1a misma microcontingencia 4) Promocién de otras opciones funcionales de la misma conducta en la relacién de microcontingencia. ¢) Manteniniento de 1a microcontingencia. 50 Vel a) b) ce) a), e) a), b) e) 4) e) a) »b) e), 4) a) E, Ribes, €. Diaz, Hs Rodriguez y P. Landa Procedimiento de intervencién Para alterar disposiciones: Alteraci6n de propiedades funcionales de objetos y acon tecimientos fisicos. Desplazaniento de conpetencias disponibles. Alteracién de inclinaciones. Alteracién de tendencias Alteracién de conducta propia con efectos disposiciona les sobre sf mismo. Para alterar conductas de otras personas: Alteracién de conductas auspiciadores Alteracién de funciones disposicionales de otros. Alteracién de conductas de personas mediadores Alteracién de funciones reguladoras de otros Alteracién de efectos producidos por la conducta de otros. Para alterar conducta propia: Alteracién de efectos sobre sf mismo. Alteraci6n de conducta mediadora propia. Alteracién y/o establecimiento de competencias. Establecimiento de conductas que alteren efectos disposi cionales de otra conducta. Para alterar précticas macrocontingenciale: Bleccién de marco macrocontingencial. EL andlisis contingencial st b) Cambio de conductas propias que canbien précticas valora tivas en otros. ¢) Cambio de conductas de otros que cambien practices valo rativas propias y de otros. d) Cambio de conductas propias para ajustarse a practicas valorativas de otros.

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