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SENTENCIA DEFINITIVA NUMERO: SETENTA Y SEIS

En la ciudad de Río Cuarto, a veintidós días del mes de

Agosto del año dos mil trece, se reunieron los Sres. Vocales de la Excma.

Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Familia y Contencioso

Administrativo de Segunda Nominación de la Segunda Circunscripción judicial,

ante mí, Secretaria autorizante, a los fines de dictar sentencia en estos autos

caratulados: “Gordon, Francisco y otros c/ Caja de Jubilaciones, Pensiones y

Retiros de la Pcia. de Cba.” (Expte. Nro. 530086).

El Tribunal fijó las siguientes cuestiones a resolver:

1era. ¿Corresponde acoger la demanda entablada?

2da. ¿Cuál es el pronunciamiento que debe dictarse?

De conformidad al resultado del acuerdo, se dispuso que el

orden de emisión de los votos sería el siguiente: señores Vocales Daniel Gaspar

Mola, José María Ordóñez y Horacio Taddei.

A LA PRIMERA CUESTION, el Sr. Vocal Daniel Gaspar

Mola, dijo:

1. El caso.

1.1.1. En los presentes autos, los apoderados en juicio de

los señores: Francisco Santiago GORDON, Pascual Carlos AYALA, Jesús

DOMINGUEZ, Juan Carlos OLGUÍN, Angelino Ignacio LÓPEZ y Norma

Teresa CARDETTI (en adelante, los actores o designados por sus respectivos

apellidos), promueven formal demanda contencioso administrativa de plena

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jurisdicción (fs. 25/28), en contra de la Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros

de Córdoba (en adelante, la Caja-), procurando se deje sin efecto “la denegatoria

tácita de los reclamos administrativos interpuestos por los actores, con motivo

de haberse omitido -por la Administración- el pago de intereses de las

diferencias de haberes liquidadas, solicitando que al tiempo de resolver se

declare la nulidad del acto impugnado en lo que es materia de recurso y se

ordene el pago de las sumas adeudadas con más sus intereses desde que cada

suma es debida y hasta su efectivo pago”.

1.1.2. Para fundar la nulidad pretendida, invocan:

1. Que los actores son titulares de beneficios previsionales.

2. Que han recibido diferencias de haberes, “reconocidas y

pagadas tardíamente sin intereses”.

3. Omisión que ha sido ilegítima y carente de fundamento.

4. Que el pago parcial efectuado, constituye

enriquecimiento ilícito de la administración.

5. Que se vulneran derechos constitucionales (arts. 14 y

17).

6. Que el reconocimiento del derecho implica el pago

íntegro (actualización e intereses).

7. Mientras no se opere la prescripción, no hay liberación

del deudor y debe abonarse.

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8. Deberán determinarse las diferencias adeudadas,

proponiendo el sistema por el que ello debe concretarse.

9. Deja planteada la inconstitucionalidad del Capítulo 3

(arts. 13 a 20) ley 9504, desarrollando los fundamentos de esa petición (lo que se

abordará en la medida de su pertinencia).

1.2. A fs. 526 obra el dictamen del Sr. Fiscal de Cámara,

quien se expide opinando que se encuentran reunidos los extremos legales (arts.

1, 5, 6, 8, 10, 11 y cc, de la ley 7182 y sus modificatorias 7818 y 7911), por lo

que el Tribunal entiende habilitada, en principio, su competencia para entender

en la causa.

1.3. Impreso trámite a la demanda (decreto de fs. 527),

comparecen los apoderados de la Caja (fs. 536), evacuan el traslado (fs.

544/558), negando todos y cada uno de los hechos y afirmaciones vertidos en la

demanda. Reconocen la situación de los demandantes, efectuando una reseña de

cada una, para luego “…decir que todas las liquidaciones fueron percibidas por

los hoy actores SIN RESERVA alguna de reclamar intereses, ni manifestación de

imputar el pago a intereses, como surge de las actuaciones administrativas y

Recibo de Pago archivado por Tesorería de nuestra representada, que se

ofrecerá como prueba en la etapa pertinente.” desarrollando los argumentos en

base a los cuales entienden “que extinguida la obligación principal (EL

CAPITAL), también se extingue la accesoria (LOS INTERESES), cuya

obligación de pago sólo subsistiría en caso de un reconocimiento posterior

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efectuado por el deudor, que en el caso de autos no ha habido, toda vez que la

Caja no ha reconocido adeudarle al actor suma alguna en concepto de intereses

y actualización monetaria”, aludiendo a lo que “Surge de manera clara y

precisa del mismo art. 624 del C.C. y de la Jurisprudencia citada que la reserva

de reclamar intereses debe ser expresa, decir de referir a ello, esto es a la de

reclamar intereses”, insistiendo en la necesidad que entienden, de que esa

reserva sea expresa. Como primer planteo subsidiario, aluden a la tasa de interés

que debiera aplicarse, en caso de admitirse la demanda y como segundo, invocan

la aplicación de la ley 9504. Responden, luego, al planteo de la actora respecto de

esta norma (a lo que cabe remitir para tratar en su lugar y en la medida de su

pertinencia). Formulan reserva del caso federal.

1.4. Contestada la demanda, se abre a prueba la causa (fs.

561), ofreciendo y diligenciando la parte actora la que hacen a su derecho (fs.

573/580), como asimismo la demandada (fs. 581/590), por lo que se dispone su

agregación (fs. 591) y se confieren los traslados para alegar (fs. 572).

1.5.1. A estos fines, los actores lo concretan mediante el

escrito que se incorpora a fs. 600/604 y allí hacen mérito de los siguientes

aspectos que, según su ver, surgen del proceso y así indican que se omite el pago

de los intereses devengados y se procede al pago en cuotas (de modo compulsivo

y sin norma que lo autorice), teniendo por vulnerado el derecho de propiedad del

administrado (arts. 14 y 17 C.N.), indicando que si la administración ha

reconocido el derecho a que se abonen los haberes en forma íntegra, ello incluye

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actualización e intereses, citando normas del CC (art. 622), en cuanto al pago de

intereses y el art. 623 -sobre el cálculo de intereses-, para luego, respecto de la

ausencia de reserva que invoca la demandada, sostiene que no ha sido planteado

en la etapa oportuna, por lo que resulta extemporánea (aunque fuera aceptada

-que no lo es, dice-), invocando el principio de congruencia y los arts. 14bis y

75.23, CN, respecto del carácter alimentario de las prestaciones previsionales y

los principios que informan el derecho previsional, citando, incluso, normas

supra nacionales, por lo que “se estima que el instituto no es aplicable al caso de

autos”, por ser derechos irrenunciables (cita doctrina y jurisprudencia en aval de

su postura).

1.5.2. A fs. 605/607, hacen lo propio los apoderados de la

accionada, ratificando lo sostenido al contestar la demanda, reiterando el detalle

de lo que correspondió a cada uno y destacando que las mismas fueron recibidas

por los respectivos actores, sin reserva alguna de reclamar intereses, ni

manifestación de imputar el pago a éstos, conforme surge de las actuaciones

administrativas, afirmando que “No hay en autos constancias de la existencia de

tales reservas”, reitera la referencia al art. 624, CC, concluyendo en afirmar que

la Caja nada adeuda, habiendo actuado con la diligencia que los tiempos

administrativos imponen, pidiendo el rechazo de la demanda. Reitera en planteo

referente a la ley 9504 y alude a la sanción de la ley 9884, que debe ser de

aplicación.

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1.6. Producido el llamamiento para definitiva (decreto de

fs. 630) y cumplimentados los recaudos tributarios pertinentes, ha quedado la

causa en condiciones de ser fallada.

2. Sobre los antecedentes del caso.

2.1. Dado que la cuestión liminar que corresponde dirimir

aquí finca en la existencia o no de reserva por parte de los actores al tiempo de

percibir los haberes correspondientes a las liquidaciones de retroactivos que,

respectivamente, le fueron reconocidos, respecto de los cuales se reclamó

intereses y en función de la doctrina que al respecto tiene sentada la Sala

Contencioso Administrativa del Excmo. Tribunal Superior de Justicia, según se

verá, se impone dejar precisada, en función de la postura asumida por la

demandada, claramente lo que se ha actuado en esta causa y en cada uno de los

expedientes administrativos que en copia se agregan al proceso -según serán

citados- y así tenemos:

a. Al contestar la demanda, según se ha referenciado, la

Caja sostiene: “…que todas las liquidaciones fueron percibidas por los actores

SIN RESERVA alguna de reclamar intereses, ni manifestación de imputar el

pago a intereses, como surge de las actuaciones administrativas y Recibo de

Pago archivado por Tesorería de nuestra representada…”.

b. Esa postura luce consecuente con el ofrecimiento de

prueba efectuado por la Caja y así a fs. 581 se pide: “INFORMATIVA: a) Se libre

oficio a nuestra representada a fin de que, se sirva informar si los actores…

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efectuaron reserva de reclamar por intereses al cobrar las diferencias de haberes

liquidadas”, librándose el oficio respectivo, donde el requerimiento se concretó

en los siguientes términos: “… informe si los actores (…) efectuaron en sus

recibos reserva de reclamar por intereses al momento en que percibieron las

diferencias de haberes liquidados” (fs. 583 -reiterado a fs. 584-, ambos con

constancia de recepción de fecha 03 de junio de 2010 -en primero con el código

de barras correspondiente-), a fs. 585, los apoderados de la Caja presentan escrito

acompañando esas constancias de presentación a los fines de su diligenciamiento.

c. No obra agregada la respuesta dada a ese requerimiento,

no obstante haber sido ofrecido y diligenciado por la misma destinataria (la

demandada) y pese a la categórica afirmación inicial, en cuanto a que los recibos

de pago se encontrarían archivados en la tesorería, ninguno de ellos fue exhibido

conforme al tenor de la prueba ofrecida por la demandada, quien, en

consecuencia, no ha cumplido con la carga procesal que se impuso de acompañar

“Recibo de Pago archivado en Tesorería de nuestra representada”.

d. En oportunidad de efectuar su alegato, la Caja omite

referencia alguna a esta ausencia probatoria y se limita a decir que “No hay en

autos constancias de la existencia de tales reservas”.

2.2. No puede menos que coincidirse con esta última

afirmación, en cuanto a la ausencia de reservas a que apunta; empero, dado que

obran agregadas a autos las actuaciones administrativas que refieren a los actores,

donde se ha tratado lo atinente a los retroactivos solicitados y su posterior

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reclamo de intereses, cuadra analizar lo que de allí surge y así tenemos que de

esas constancias (referenciadas según el orden en que han sido agregadas al

proceso), se colige:

Domínguez: (Expte. J-72.331, fs. 34/136 -expediente

administrativo de 103 fojas -que se cita conjuntamente-), donde se puede ver que

a fs. 128/129 (fs. 95/96), se formula el reclamo de intereses y actualización

respecto de la liquidación de fs. 127 (fs. 94), sin constancia de su recepción por el

interesado, existiendo un recibo, sin firma del beneficiario, “en concepto de

anticipo de retroactividad” de $ 3.000 (fs. 125bis -fs. 92-, fechado el día 19 de

diciembre de 2006). En este expediente no obra dictamen de asuntos legales, ni

resolución sobre el pedido, habiéndose visto interrumpido su trámite a partir de la

recepción del oficio librado por este Tribunal requiriendo las actuaciones

administrativas (fs. 136/vta. -fs. 103/vta.- que tiene cargo de la oficina de Río

Cuarto de fecha 11 de diciembre de 2008).

López: (Expte. J-80.009, fs. 137/225 -expediente

administrativo de 91 fojas -que se cita conjuntamente-), donde se puede ver que a

fs. 207/208 (fs. 74/75), se formula el reclamo de intereses y actualización

respecto de la liquidación de fs. 206 (fs. 73), importe recibido por el interesado

según constancia de fs. 211 (fs. 78), existiendo, además, un recibido, sin firma

del interesado “en concepto de anticipo de retroactividad”, de $ 3.000 (fs. 204

-fs. 71-, fechado el día 19 de diciembre de 2006). En este expediente la

administración se expide rechazando el pedido (resolución de fs. 220/221 -fs.

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86/87-), sobre la base del dictamen de asuntos legales (fs. 217/vta. -fs. 83/vta.-) y

en ambos se expresa que la pretensión no es viable en función de lo que dispone

sobre actualización monetaria la ley 23.928, indicando que el trámite se cumplió

“con la diligencia que los tiempos administrativos imponen”. Cabe aquí indicar

que si bien el dictamen data del 10 de octubre de 2008, con lo que es anterior al

ingreso del oficio de este Tribunal requiriendo la remisión del expediente

administrativo, que tiene cargo, de la oficina de Río Cuarto, del 11 de diciembre

de 2008 -fs. 222/vta. -fs. 88/vta.-, la resolución es posterior, pues está fechada el

31 de diciembre de ese año.

Olguín: (Expte. J-89.429, fs. 227/316 -expediente

administrativo de 89 fojas -que se cita conjuntamente-), donde se puede ver que a

fs. 302/303 (fs. 75/76), se formula el reclamo de intereses y actualización

respecto de la liquidación de fs. 301 (fs. 74), sin constancia de su recepción por el

interesado, existiendo dos recibos, sin firmas del beneficiario, “en concepto de

anticipo de retroactividad” de $ 3.000 cada uno (fs. 295 -fs. 68- y fs. 299 -fs. 72-

fechados respectivamente el 17 de octubre y 19 de diciembre de 2006). En este

expediente obra dictamen de asuntos legales (fs. 308/309 -fs. 81/82.-) y se

expresa que el pedido no es viable en función de que se ha recibido “SIN

RESERVA alguna de reclamar intereses…” (con citas legales y de

jurisprudencia), agregando luego lo que dispone sobre actualización monetaria la

ley 23.928, por lo que considera que “No corresponde Hacer Lugar al

reclamo…”. El dictamen técnico es del 17 de noviembre de 2008, con lo que

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resulta anterior al requerimiento de las actuaciones administrativas efectuadas

por este Tribunal, que tiene cargo, de la oficina de Río Cuarto, del 11 de

diciembre de 2008 -fs. 312/vta. [fs. 85/vta.]-.

Cardetti: (Expte. J-102.311, fs. 317/391 -expediente

administrativo de 75 fojas -que se cita conjuntamente-), donde se puede ver que a

fs. 383/384 (fs. 67/68), se formula el reclamo de intereses y actualización

respecto de la liquidación de fs. 382 (fs. 66), sin constancia de su recepción por el

interesado, existiendo un recibo, sin firma del beneficiario, “en concepto de

anticipo de retroactividad” de $ 3.000 (fs. 380 -fs. 64- fechado el 17 de octubre

de 2006). En este expediente no obra dictamen de asuntos legales, ni resolución

sobre el pedido, habiéndose visto interrumpido su trámite a partir de la recepción

del oficio librado por este Tribunal requiriendo las actuaciones administrativas

(fs. 389/vta. -fs. 73/vta.- que tiene cargo de la oficina de Río Cuarto de fecha 11

de diciembre de 2008).

Ayala: (Expte. J-104.662, fs. 392/453 -expediente

administrativo de 62 fojas -que se cita conjuntamente-), donde se puede ver que a

fs. 446/447 (fs. 55/56), se formula el reclamo de intereses y actualización

respecto de la liquidación de fs. 445 (fs. 54), sin constancia de su recepción por el

interesado, existiendo dos recibos, sin firmas del beneficiario, “en concepto de

anticipo de retroactividad” de $ 3.000 cada uno (fs. 440 -fs. 49- y fs. 443 -fs. 52-

fechados respectivamente el 17 de octubre y 19 de diciembre de 2006). En este

expediente no obra dictamen de asuntos legales, ni resolución sobre el pedido,

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habiéndose visto interrumpido su trámite a partir de la recepción del oficio

librado por este Tribunal requiriendo las actuaciones administrativas (fs. 453/vta.

-fs. 62/vta.- que tiene cargo de la oficina de Río Cuarto de fecha 11 de diciembre

de 2008).

Gordon: (Expte. J-111.876, fs. 455/523 -expediente

administrativo de 70 fojas -que se cita entre paréntesis-), donde se puede ver que

a fs. 517/518 (fs. 63/64), se formula el reclamo de intereses y actualización

respecto de la liquidación de fs. 505 (fs. 51), sin constancia de su recepción por el

interesado, existiendo dos recibos, sin firma del beneficiario, “en concepto de

anticipo de retroactividad” de $ 3.000 cada uno (fs. 497 -43- y fs. 502 -fs. 48-,

fechados respectivamente el 17 de octubre y 19 de diciembre de 2006). En este

expediente no obra dictamen de asuntos legales, ni resolución sobre el pedido,

habiéndose visto interrumpido su trámite a partir de la recepción del oficio

librado por este Tribunal requiriendo las actuaciones administrativas (fs. 522/vta.

-fs. 69/vta.- que tiene cargo de la oficina de Río Cuarto de fecha 11 de diciembre

de 2008).

2.3. La reseña de lo actuado, impone efectuar algunas

precisiones en función de lo que se ha afirmado en el proceso y así cabe indicar:

a. Si bien la demanda se propone sobre la base de “la

denegatoria tácita de los reclamos administrativos interpuestos por los actores”,

al recibirse las actuaciones administrativas se advierte que, en rigor, esa

resolución existe e incluso con la previa opinión de “Asuntos legales”, en el caso

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de López -según se ha reseñado-, aún cuando, fue dictada con posterioridad al

inicio de las actuaciones judiciales, a lo que se agrega que tampoco obra

constancia de que haya sido notificada al interesado. En el caso de Olguín, si

bien no hay resolución, sí puede leerse el dictamen legal, previo a la recepción

del oficio respectivo.

b. Un aspecto que surge de interés conforme el tenor de los

dos dictámenes legales que se han producido, es que mientras en el primero

(López), el fundamento del rechazo finca en la aplicación de la ley nacional

23.928, no obstante que en ese expediente obra un recibo firmado por el

interesado, por el monto de la liquidación, ninguna referencia se hace a ello (la

resolución que se dicta se muestra concordante con esa opinión técnica); en tanto

que Olguín recibe una opinión que alude al referenciado argumento y se suma la

ausencia de reserva que allí se invoca, pese a que, se ha visto, ningún recibo se

agrega que tenga la firma del interesado.

c. A los fines de despejar aspectos, soy de opinión que el

recibo suscripto por López no modifica su situación en el proceso que, a mis

ojos, se mantiene de similar talante a la de sus restantes litis consortes pues, por

una parte, ese recibo si bien indica un monto coincidente con la liquidación

practicada a su favor, no consigna detalle alguno de ésta (sobre la liquidación el

tema será tratado en general para todos los actores -punto e-), a lo que sumo,

como elemento dirimente, que la administración, al pronunciarse sobre el

reclamo (más allá que no haya sido notificado y que se expidiera luego de

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iniciado este proceso y requeridas las actuaciones respectivas), ninguna

referencia hace a ese recibo, ni a la pretendida ausencia de reserva.

d. En lo que a Olguín refiere, a quien sí se le enrostra esa

falta, sucede que, según se verá en general, los recibos que se agregan, además de

no estar firmados por los interesados, refieren a pagos a cuenta que no indican

liquidación alguna, ni el criterio seguido para practicarla, siendo muy anteriores a

ésta.

e. También es del caso señalar que ninguna de las

liquidaciones obrantes en los respectivos expedientes y que fundan los

reclamos que dan causa a este proceso, muestran la firma de los respectivos

interesados, existiendo en todos los casos (excepto López -ya tratado, que,

además, muestra un recibo por el monto de la liquidación-) recibos parciales (de

$ 3.000 cada uno), “en concepto de anticipo de retroactividad”, según ha sido

indicado, los que, por otra parte, datan del año 2006, con lo cual en absoluto

pueden ser considerados como evidenciantes de conformidad respecto de la

liquidación que habría de practicarse en el año 2007 (remito a lo referenciado en

cada caso).

2.4. La conclusión que extraigo de todo lo precedente es

que, incluso en el caso de López (cuyo análisis particular he efectuado y que lo

colocan en igualdad de condiciones con respecto a sus litis consortes), en

ninguno de los casos se advierte la existencia de constancia alguna que

permita tener certeza en cuanto a que los interesados, al recibir los importes

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de las liquidaciones practicadas en base a su pedido de pago de retroactivos,

hayan prestado su conformidad u omitido efectuar reserva alguna pues no

hay constancia de recepción expresa de esos fondos.

3. Sobre la doctrina que el TSJ tiene sentada sobre el

tema.

3.1. En fecha relativamente reciente (“Tomaselli y otros c/

Caja de Jubilaciones…”, Sent. 23 del 28.04.12 y “Flores… c/ Caja de

Jubilaciones…”, Sent. 24 del 28.04.12) y reiterando lo que es la postura ya

sentada de la Sala CA del TSJ sobre el tema, ésta ha tenido oportunidad de

ocuparse de situaciones similares a las aquí traídas y en ese rumbo el Alto Cuerpo

ha indicado, en expresiones que resultan útiles para el caso, particularmente en el

segundo de los casos citados -al que transcribo, en lo que amerito pertinente-:

“9.- (...) el planteo de la demandada a través del cual esgrime que no asiste

derecho al actor al cobro de los intereses pretendidos resulta insustancial en la

medida que la solución arribada por la Cámara a quo en la sentencia

impugnada armoniza con la doctrina sentada por este Tribunal en la Sentencia

Números 76/2010 ‘Rodríguez, Antonio Héctor c/ Provincia de Córdoba - Plena

Jurisdicción - Recursos de Apelación’, ratificada en las Sentencias Número

73/2011, ‘Martínez, Graciela c/ Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de

Córdoba - P.J. - Recurso de Casación’, Número 113/2011 ‘Pastorino, Norberto

Dante c/ Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba - P.J.- Recurso

de Casación’ y Número 23/2012 ‘Tomaselli, Bruno Aldo y otros c/ Caja de

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Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba - P.J. - Recurso de Casación’. (…)

10.- La Judex a quo para arribar a la conclusión que agravia a la impugnante,

sobre la procedencia de la adición de intereses a las sumas abonadas al actor en

concepto de diferencias de haberes, ponderó que la demandada le había

acordado el beneficio de jubilación ordinaria al Señor Ramón Nicolás Flores

(cfr. Resolución Nro. 280.189 de fecha 26/11/2007, Expte. Adm. Nro. 0124-

116.021/03, fols. 24/30) y que los montos de haberes previsionales retroactivos

debidos por la suma de Pesos Cuarenta mil novecientos veintiuno con sesenta y

tres centavos ($40.921,63.-) le fueron liquidados a partir del 01/02/2003,

abonados en cuotas, de la siguiente manera: (...) sin incluir el cálculo de los

intereses devengados por la mora desde que cada suma mensual se le adeudaba

y hasta el efectivo pago en su totalidad (cfr. ‘Planilla de liquidación de los

haberes previsionales retroactivos’ que forma parte integrante de la res. citada).

Asimismo, también ha ponderado que el actor interpuso el recurso de

reconsideración en contra de la mentada liquidación de haberes solicitando el

pago de los intereses correspondientes (cfr. fs.9/10 de los autos principales) y

ante el silencio de la demandada, el 12/09/2008 presentó el Pronto despacho

(cfr. fol. 35/35vta.) (…) 11.- Carece de sustento real la supuesta errónea

aplicación de la ley sustantiva que denuncia la Caja con relación al artículo 624

del Código Civil, toda vez que el Tribunal ha juzgado que si bien en estos autos

no se pudo saber cuando el actor cobró su retroactividad y si lo hizo o no con

reservas lo cierto es que la voluntad del afiliado ha sido expresa y clara y por

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lo tanto ‘...no corresponde la aplicación del art. 624 C.C. del modo que la

demandada lo pretende, por no tornarse operativa en el caso la presunción que

tal dispositivo contiene... (...), sin que resulte posible admitir que el actor ha

renunciado a la percepción de los intereses por el pago tardío tal como postula

la accionada, atento las circunstancias particulares del caso. En efecto, aún

cuando no conste una reserva expresa, el Señor Flores de manera explicita y

contundente ha manifestado su voluntad de percibir los intereses del capital que

se les adeudaba en cuanta oportunidad tuvo frente a la Administración sea en el

recurso de reconsideración que interpuso impugnando la liquidación efectuada

por la Caja por haber omitido el pago de los intereses de los haberes

previsionales que se abonaron con retroactividad, en el pronto despacho y la

acción judicial de amparo por mora subsiguiente. De la atenta lectura de las

actuaciones administrativas (cfr. Res. Nro. 289.046/08, expte. adm. cit., fols.

45/46) y del escrito de contestación de la demanda (fs. 30/36 de los autos

principales) surge que si bien la demandada opuso como defensa el hecho

extintivo del derecho al pago de intereses la aceptación del capital sin reservas

(art. 624 del Código Civil), lo real y cierto es que el supuesto ‘silencio’

guardado por el actor en torno a dicha reserva no tiene correspondencia

objetiva, concreta e individualizada en las actuaciones, ni surge de constancia

alguna jurídicamente relevante para acoger tal circunstancia como hecho

extintivo del derecho del interesado, sino que, ha quedado acreditada la

inequívoca voluntad del acreedor de no renunciar al cobro de las diferencias

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económicas que pudieren producirse a su favor en materia de intereses. Tanto

es así que aún cuando no está incorporado a la causa un recibo de capital

suscripto por el actor con precisa imputación de deuda al que le falte la

pertinente reserva, ni hay certeza con relación a cuál fue la fecha en que

efectivamente se perfeccionó la recepción del pago, ni tampoco hay recibos de

las cuotas percibidas, si está probado que el actor una vez que se notificó de la

Planilla de Liquidación de haberes que le correspondía percibir (cfr. fols. 20/21

del expte. adm. cit.), incluyendo solamente el concepto de capital, la impugnó a

fin de que se le reconociera el derecho al pago de los intereses

correspondientes, tal como acertadamente lo valoró la Sentenciante (cfr. Fs 10 y

12/13 del cuerpo de la queja ), por lo que no basta al efecto la simple aserción

dogmática de la recurrente, en el sentido que ‘...ante la falta de reserva la

obligación sobre intereses se extingue...’ (cfr. fs. 21). La categórica declaración

de voluntad del Señor Flores tendiente a perseguir el pago de los intereses y, por

tanto, contraria a su renuncia, fue expresa en el recurso de reconsideración

interpuesto en contra de la Resolución Número 280.189/07 (fs. 9/10 del expte.

principal), en el pronto despacho (fs. 11) y subsiguiente acción de amparo por

mora (...). 12.- Acreditada entonces en forma indubitable la intención de no

renunciar a la percepción de los intereses, por aquello de que no se presume la

intención de renunciar (art. 847 del Código Civil), no opera la consecuencia de

la pérdida de los intereses devengados (Cam. Nac. Civ. Sala B, 23/03/1973, E.D.

49-198; Cam. Nac. Com. Sala C, 09/11/1988, L.L. 1998-C-360; Sala B,

17
16/08/1988, L.L. 1989-C-649; Alberto J. Bueres y Elena I. Highton, Código Civil

y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial, T. 2 A, pág.

495 y doctrina de esta Sala en la Sent. Nro. 82/2004 ‘López, Marta Graciela...’).

En tales condiciones, es dable concluir que las constancias objetivas

neutralizan toda prueba o indicio favorable que pudiera hacer operativa la

presunción contenida en el artículo 624 del Código Civil en el particular

contexto de estos autos y en consecuencia, la interpretación propiciada por el

Tribunal a quo en este aspecto, deviene inconmovible (…) 13.- La solución del

A quo armoniza con lo señalado por este Tribunal en numerosos antecedentes,

en el sentido que acreditada la falta de pago en tiempo y forma de una deuda

legalmente establecida, es decir probado el comportamiento moroso, la deudora

debe intereses, así lo establece el artículo 622 del Código Civil: ‘El deudor

moroso debe los intereses que estuvieren convenidos en la obligación, desde el

vencimiento de ella. Si no hay intereses convenidos, debe los intereses legales

que las leyes especiales hubiesen determinado. Si no se hubiese fijado el interés

legal, los jueces determinarán el interés que debe abonar’ (cfr. entre otras,

Sentencias Nro. 12/2005 ‘Laboratorios Armstrong S.A.C.I. y F. (Hoy IVAX

Argentina S.A.)...’; Nro. 51/2007 ‘Nutrición Profesional S.R.L. ...’; Nro. 60/2008

‘Alfa Sur S.R.L. ...’, Nro. 103/2009 ‘Toyota Argentina S.A. ...’). La finalidad de

abonar los intereses por las sumas pagadas en forma tardía reside en equilibrar

las contraprestaciones de las partes, al procurar resarcir al acreedor por la

indisponibilidad del dinero al demorarse el pago de la deuda (T.S.J., Sala

18
Penal, en autos “Menghi...,” Sentencia Nro. 80/2002) (los destacados me

pertenecen y no hacen más que poner en clara evidencia la coincidencia fáctica y

jurídica que se advierte entre el caso citado y la cuestión aquí ventilada).

3.2. Como se advierte, el caso que se nos ha traído se

ajusta, en cuanto al supuesto fáctico que subyace, a lo resuelto por el Alto

Cuerpo, con lo que, sumado a la coincidencia conceptual que sobre ese

pensamiento encuentro en el propio que he podido elaborar sobre el tema, no

cabe más que despachar el asunto en los términos indicados, siendo innecesario,

ante la ausencia de acreditación del supuesto invocado en el responde (recibo sin

reservas), ingresar al delicado aspecto que supone la problemática de la

posibilidad o no de renunciar a este tipo de derechos (sobre el tema: Título:

López Mesa, Marcelo y Vergara del Carril, Juan Antonio: “Extinción de

intereses por aceptación de pagos parciales sin reservas (Los enigmas del

artículo 624 del Código Civil y algunas respuestas provisionales)”, LA LEY

1996-C, 1290 y del primero de los citados: “La aceptación de pagos parciales

sin reserva”, LA LEY)

3.3. Cabe señalar que este pensamiento ha sido sostenido

por la Cámara 1ª Contencioso Administrativo de la Ciudad de Córdoba, donde la

Vocal que cito, adhiriendo a la primera opinión, amplió sus fundamentos sobre

esta doctrina, haciéndolo en base al precedente trascripto y del que he tomado

algunos de los destacados que esa Magistrada indicó en razón de resultar

relevantes para el caso que se nos ha traído, en función de las similitudes fácticas

19
que todos ellos evidencian (conf. CCA Cba., 2ª Nom., in re: “Peralta c/ Caja de

Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba – Plena Jurisdicción”, Sent. 160,

13.11.2012 -del voto de la Vocal Suárez Ábalos de López).

4. Conclusión

En función de todo lo precedentemente expuesto, surge

clara la procedencia de la demanda contencioso administrativo de plena

jurisdicción que se ha presentado, en razón de no haberse acreditado el supuesto

base de la estructura defensiva que ensayara la demandada, quien afirmó -y

propuso demostrar- que los accionantes habían recibido sus liquidaciones sin

efectuar reserva alguna de reclamar intereses y desde que, según se ha visto, esa

circunstancia no ha sido acreditada en el proceso, el ajuste del caso de marras al

citado precedente del TSJ se muestra de meridiana evidencia, no

correspondiendo abundar más en el asunto pues, sucede que la base fáctica que

brindara andamiaje a la defensa esgrimida no se ha visto corroborada por las

constancias obrantes en la causa, donde excepción hecha del caso de López

(cuyas particularidades hay sido tratadas en su lugar -2.2. y 2.3.a., b.- y no lo

colocan, según se ha visto, en una posición distinta a la de sus litis consortes),

ninguno de los actores aparece firmando recibo alguno que demuestre la

percepción de los retroactivos otorgados, con lo cual resulta innecesario ingresar

a los efectos .

5.1. Intereses. El criterio del TSJ. La posición que este

tribunal tiene fijada.

20
5.1.1.1. La problemática atinente a la tasa de interés que

deben fijar los tribunales, ciertamente que no constituye una cuestión sencilla y,

para nada, un asunto menor por más que se trate de un aspecto accesorio. En los

distintos pronunciamientos dictados por este tribunal se ha procurado dejar

explicitada su trascendencia y las dificultades que el tema plantea, como así

propio la conveniencia de que, en la medida de lo posible, el mensaje no resulte

contradictorio para los justiciables que de esa manera contarán con un nivel de

previsibilidad harto conveniente ante la sensibilidad que el tópico evidencia,

máxime cuando, según se advierte desde el Alto Cuerpo, se trata de

cuestiones que por muy vinculadas a la realidad económica del país, se

muestran susceptibles de ser modificadas a menudo.

5.1.1.2. En función de ello es que este Tribunal tiene

criterio fijado (in re: “Mascanfroni c/ Municipalidad de Las Higueras”, Sent.

Def. Nro. 18 del 28.03.05 y “Cotagro c/ Sabella”, Sent. Def. Nro. 19 del

30.03.05) en cuanto a seguir la doctrina sentada por las distintas Salas del TSJ,

procurando brindar una respuesta ajustada a la realidad de los tiempos que,

además, aporte cierta certeza en la cuestión a un tema que, se dijo, se muestra

sensible.

5.1.2. En tal rumbo y con mayor razón aún cuando, como

aquí, se trata de cuestiones tan específicas y que refieren a aspectos de alta

especialización, la liquidación de intereses deberá practicarse en la oportunidad

procesal respectiva y al respecto, debe serlo siguiendo la doctrina que tiene

21
sentada la Sala CA del TSE en el citado precedente (“Flores,…” -Sent. 23/12-),

cuando expresa: “14.- En efecto, a los fines de determinar la tasa de interés

aplicable al caso de autos deben distinguirse dos períodos diferenciados. En el

primer período que corre desde la fecha de la liquidación del beneficio

jubilatorio al actor -es decir, desde el primero de febrero de dos mil tres (fs. 5/7

de los autos principales)- hasta la fecha de entrada en vigencia de la Ley 9884

(B.O. 04/02/2011), corresponde confirmar lo resuelto por el Tribunal a quo al

ordenarles el interés de la Tasa Pasiva Promedio nominal mensual fijada por el

Banco Central de la República Argentina con más el dos por ciento (2%)

nominal mensual hasta la fecha de su efectivo pago. Ello es así, por cuanto la

fijación de dicha tasa de interés armoniza con la doctrina consolidada de este

Tribunal Superior de Justicia, por mayoría, a través de sus distintas Salas, según

la cual, es necesario establecer una tasa que, por un lado, mantenga incólume el

contenido económico de la condena y, por el otro, no configure un factor de

impulsión del proceso inflacionario. Estos aspectos llevan a establecer un

criterio que prudentemente alcance el objetivo enunciado siguiendo los

lineamientos fijados por la Corte Federal a partir de la vigencia de la Ley de

Convertibilidad ("Yacimientos Petrolíferos Fiscales v. Provincia de Corrientes y

otro", Fallos 315(1):158) y en la facultad de libre determinación que luego

reconoce a los Tribunales Inferiores respecto de la tasa moratoria legal ("Bco.

Sudameris c/ Belcam SA y otro", Fallos 317:505). No obstante, cualquier

solución que se adopte en materia de intereses judiciales es provisional, ya que

22
responde a las fluctuantes condiciones de la economía de un país. Es un hecho

notorio que los factores económicos no permanecen estáticos, sino que con el

transcurso del tiempo y por el influjo de diferentes variables, son susceptibles de

modificarse. Ello puede -en cualquier momento- obligar a revisar los criterios

que hoy se establecen para adaptarlos a nuevas realidades. De este modo, se

confiere fundamento a la distinta solución propuesta por el Señor Vocal Doctor

Armando Segundo Andruet (h) respecto de este capítulo de la decisión, mediante

los cuales, fundado en la coyuntura económica vivida en la Argentina, concluye

que el interés nominal mensual adicional a la Tasa Pasiva Promedio mensual

debe ser del uno coma veinticinco por ciento (1,25%) nominal mensual. Los

motivos de la diferencia en la solución propiciada se fundamentan objetivamente

en los índices de inflación crecientes, en los constantes pedidos de aumento de

sueldo congruentes con la inflación real y la pérdida del valor adquisitivo de la

moneda, con un valor del dólar sostenido en el mercado por la intervención del

Poder Ejecutivo Nacional, con la fijación de precios para productos y servicios

básicos. Estas razones que se comparten, coadyuvan a mantener vigente -al

menos en las actuales circunstancias- la doctrina sustentada a partir de

"Hernández c/ Matricería Austral" (Sent. Nro. 39 del 25/06/2002). Sin embargo,

respecto del segundo período que se inicia con la entrada en vigencia de la Ley

9884 (B.O. 04/02/2011) hasta el efectivo pago de la obligación, corresponde

hacer lugar al recurso de casación de la demandada en virtud de lo dispuesto

por el artículo 622 del Código Civil -intereses legales- y la normativa

23
previsional vigente según la cual: ‘...La tasa de interés aplicable a las condenas

judiciales en contra de la Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba

que consistan en el pago de sumas de dinero o se resuelvan en el pago de sumas

de dinero, será equivalente a la tasa pasiva promedio que elabora el Banco

Central de la República Argentina (BCRA)’ (art. 119 de la Ley 8024, T.O.

Decreto Nro. 40/2009, sustituido por el art. 6 de la Ley 9884). La aplicación al

sub lite del artículo 6 de la Ley 9884, para los intereses devengados a partir de

la fecha de su vigencia (art. 111 de la Const. Pcial.), resulta procedente en virtud

del citado artículo 622 del Código Civil, a lo que se añade la naturaleza jurídica

de los bienes jurídicos tutelados, referidos a derechos disponibles por la partes y

a la falta de tempestivo cuestionamiento por los interesados a la vigencia y

validez de la tasa legal establecida por el citado precepto local para las

condenas dinerarias”.

5.2. Su aplicación al caso.

Para el primer período que, según lo indicado, corre desde

que cada obligación se hizo exigible, hasta la fecha de entrada en vigencia de la

Ley 9884 (B.O. 04/02/2011), corresponde ordenar pagar el interés de la Tasa

Pasiva Promedio nominal mensual fijada por el Banco Central de la República

Argentina con más el dos por ciento (2%) nominal mensual y para el respecto del

segundo período que se inicia con la entrada en vigencia de la mencionada ley

9884 (B.O. 04/02/2011) hasta el efectivo pago de la obligación, corresponde

24
aplicar el equivalente a la tasa pasiva promedio que elabora el Banco Central de

la República Argentina (BCRA).

6. Sobre la ley 9504. Diferimiento de su tratamiento.

6.1. Según lo han explicitado las Cámaras de la

especialidad de la Capital de la Provincia, respecto al planteo de

inconstitucionalidad de la consolidación de deudas e inembargabilidad de fondos

de la Caja dispuesta por la ley 9504, no resulta oportuno su tratamiento, en la

instancia en que nos encontramos y “Ello, porque atento a lo dispuesto por

dicha ley en sus arts. 13 último párrafo -consolidación a producirse sólo después

del reconocimiento firme de la obligación en sede judicial- y 16 ib. -exclusión de

titulares de créditos en estado de mayor vulnerabilidad-, así como lo

reglamentado por el Decreto N° 1853 (B.O. 19/12/08) en su art. 6 puntos Quinto

y Séptimo, no existe un caso actual determinante de la aplicación de la

consolidación de deudas, careciendo el tribunal de materia en este extremo” y,

en consecuencia y “Como lo ha expresado el Tribunal Superior de Justicia, in re

‘Sánchez Rebeca del Valle y otro’, sentencia del 16/05/06, es principio rector en

la materia que no existe en nuestro ordenamiento la declaración ‘in abstracto’ o

‘genérica’ de inconstitucionalidad. Debe existir, insoslayablemente, un ‘caso’

que resulte subsumible en la normativa que se pretende inválidar” (conf. CCA

Cba., 2ª Nom., in re: “Peralta c/ Caja…”, fallo y voto citado en punto 3.3.).

6.2. Siendo así y siguiendo la jurisprudencia especializada

sobre la cuestión, será en oportunidad de practicarse las liquidaciones respectivas

25
y según las resultas de éstas y el devenir del proceso que corresponderá, de así

presentarse la situación, asumir el tratamiento de la cuestión constitucional, en la

medida de su pertinencia, en la etapa de ejecución respectiva (conf. CCA Cba., 2ª

Nom., in re: “Cuerpo de Ejecución de Sentencia en Acosta y Otros c/ Caja de

Jubilaciones, Pensiones y Retiros de l Provincia de Córdoba - Plena

Jurisdicción”, A.I. 103, 03.04.2013).

Por lo expuesto, sobre la primera cuestión, me expido por

la afirmativa, en cuando a la admisión del reclamo principal y así lo dejo

votado.

A LA PRIMERA CUESTION, los Sres. Vocales José

María Ordoñez y Horacio Taddei, dijeron:

Que adherían al voto precedente.

A LA SEGUNDA CUESTION, el Sr. Vocal Daniel Gaspar

Mola, dijo:

1. Hacer lugar a la demanda contencioso administrativa de

plena jurisdicción promovida por Francisco Santiago GORDON, Pascual Carlos

AYALA, Jesús DOMINGUEZ, Juan Carlos OLGUÍN, Angelino Ignacio LÓPEZ

y Norma Teresa CARDETTI en contra de la Caja de Jubilaciones, Pensiones y

Retiros de Córdoba y declarar la nulidad de las respectivas denegatorias tácitas

impugnadas en cuanto refieren al pago de intereses, condenando a la demandada

a abonar a los actores, intereses en la forma y a las tasas señaladas al resolver la

primera cuestión, actividad que deberá materializar en el plazo de cumplimiento

26
espontáneo de cuatro meses, que se estima prudencial, computados a partir de la

fecha en que quede firme la aprobación de la planilla pertinente (art. 38, CPCA y

art. 806, CPCC).

2. Diferir para la oportunidad procesal adecuada el análisis

sobre el planteo vinculado a la constitucionalidad de la ley 9504.

3. Imponer las costas por el orden causado (art. 70, Ley

8024, t.o. Decreto Nro. 40/2009) por ello se difiere la regulación de los

honorarios profesionales de los Drs. Jorge Horacio Gentile, Gustavo A. de

Guernica, Dolores Paschetta e Ignacio Ramón Fernández, por los actores y Dres.

Adrián A. Daniele, Marcelo R. Cristal Brünner y Oscar R. Cifre, por la

demandada, para cuando ella sea solicitado y se haya determinado la base

respectiva (arg. art. 26, ley 9459).

Así voto.

A LA SEGUNDA CUESTION, los Sres. Vocales José

María Ordoñez y Horacio Taddei, dijeron:

Que adherían a la propuesta de resolución precedente.

Conforme las razones expuestas y por unanimidad del

Tribunal,

SE RESUELVE:

I. Hacer lugar a la demanda contencioso administrativa de

plena jurisdicción promovida por Francisco Santiago GORDON, Pascual Carlos

AYALA, Jesús DOMINGUEZ, Juan Carlos OLGUÍN, Angelino Ignacio LÓPEZ

27
y Norma Teresa CARDETTI en contra de la Caja de Jubilaciones, Pensiones y

Retiros de Córdoba y declarar la nulidad de las respectivas denegatorias tácitas

impugnadas en cuanto refieren al pago de intereses, condenando a la demandada

a abonar a los actores, intereses en la forma y a las tasas señaladas al resolver la

primera cuestión, actividad que deberá materializar en el plazo de cumplimiento

espontáneo de cuatro meses, que se estima prudencial, computados a partir de la

fecha en que quede firme la aprobación de la planilla pertinente.

II. Diferir para la oportunidad procesal adecuada el análisis

sobre el planteo vinculado a la constitucionalidad de la ley 9504.

III. Costas por su orden.

Protocolícese y hágase saber.

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