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YOGURT.

Leche fermentada, obtenida por la acción asociada de dos fermentos lácticos (Streptococcus
thermophilus y Lactobacillus delbrueckii sp. bulgaricum). Se presenta como una especie de leche
cuajada más o menos líquida, ligeramente ácida y poco estable. Es elaborado y consumido
desde hace siglos en los Balcanes, en Turquía y en Asia. El yogur es un invento turco y su receta
original está bastante ale­jada de la que se conoce en Occidente: la leche de vaca, de oveja o
de búfala se hierve durante mucho rato (hasta que pierde 30% de su agua), se vierte en un odre
o en una jarra de barro cocido y luego se deja fermentar naturalmente. Producido hoy en día de
forma industrial y en grandes cantidades, el yogur también se puede preparar en una yo­gurtera
eléctrica, o con un recipiente calorífugo y un termómetro. El yogur es ligeramente laxante y de
digestión fácil, y además reconstruye la flora intestinal. Poco energético (de 44 a 70 kcal o de
184 a 296 kJ por cada 100 g) contiene lípidos (de 0,2 a 3,5 g por cada 100 g, según la leche
empleada), glúcidos en cantidad variable, prótidos, sales minerales (calcio, fósforo) y vitaminas
B1, B2 y B3. En la actualidad se pueden encontrar en el comercio diversos tipos: el yogur natural,
el natural azucarado, el ligero o descremado, el griego (leche a la que se añaden fermentos,
incubada en tina y luego trabajada, de consistencia cremosa), el aromatizado y el de frutas. Las
leches fermentadas con bífidus constituyen hoy en día una competencia para los yogures. Los
yogures se consumen sobre todo con azúcar, miel, mermelada, frutas frescas o frutos secos y
se toman en el postre o el desayuno. Sirven también para preparar postres fríos o helados, así
como bebidas refrescantes. En Asia y en Oriente, en cambio, el yogur conoce tradicionalmente
numerosos empleos: como bebida helada; los sirios, turcos y afganos lo emplean para cocer
carnes y verduras, para sazonar ensaladas de hortalizas crudas (raita india o cacik turco con
pepino, realzado con finas hierbas), para preparar sopas, así como salsas para las brochetas a
la parrilla.

Cuajado controlado:

El yogurt es el resultado de un proceso de cuajado controlado. Básicamente se deja que la leche


se corte (se ponga mala) de una forma muy específica.
Para asegurarse que quede esa suave textura final, las productoras industriales agitan la leche
con un dispositivo que se parece mucho a una lavadora de ropa.
Esto hace que se modifique la estructura microscópica de la leche, rompiendo los grandes
glóbulos de grasa en unos más pequeños que luego serán recubiertos por una piel que produce
las proteínas de la leche.
Cuando esto ocurre, la leche se empieza a cortar y las proteínas se empiezan a pegar entre ellas,
lo que permite que haya una distribución más homogénea en todo el yogurt.
Aquí es cuando se aumenta la temperatura.
El calor ayuda a matar cualquier bacteria perdida que haya quedado en la leche y activa el
proceso de desdoble de las proteínas que forma la malla
molecular que se encuentra en el corazón del yogurt.
El sabor deseado depende de la temperatura a la que se
calienta la leche, y el tiempo en que se calienta.
En los procesos industriales, la leche suele calentarse a
85ºC durante 30 minutos o entre 90ºC y 95ºC durante
cinco minutos.
Los fabricantes de máquinas caseras de yogurt aclaran
que "el yogurt hecho con una leche que se mantiene por
debajo de los 76ºC es más fino y tienen un sabor más
fresco, es un poco afrutado y más ácido, mientras que el
yogurt hecho con leche a 90ºC durante 10 minutos es notabl emente más espeso, tiene un gusto
menos ácido y de alguna forma cremoso y con gusto a nuez".

Fermentación
Una vez que el calor disminuye a la temperatura del cuerpo humano –a unos 37ºC­ la leche está
lista para lo que muchos piensan es el proceso crucial en el yogurt: la fermentación.
A esta temperatura crecerán las dos bacterias más comunes en el proceso de hacer el yogurt,
el Lactobacillusdelbrueckii subesp. bulgaricus y Streptococcusthermophilus.
En la medida que las bacterias van creciendo, toman la lactosa y la fermentan en ácido láctico.
Esto hace que aumente el ácido y que baje el pH de la leche.
Las proteínas de la leche se dan cuenta del cambio.
Hasta ahora, habían estado agrupadas, ya sea
alrededor de glóbulos de grasa o en sus pequeños
racimos que se mantenían estables gracias a una sal
llamada fosfato de calcio.
Pero esta sal se disuelve con un pH bajo. Y como
resultado, los racimos se empiezan a desprender.
Cuanto más bajo el pH, más se liberan las proteínas
y empiezan a juntarse formando una malla que atrapa
el agua y la grasa de los glóbulos de grasa de las
cadenas de racimos de proteínas.
Esto es lo que hace que la leche se convierta en
yogurt.
Cremoso o gelatinoso
Cuando se detiene el proceso de fermentación enfriando el yogurt, el resultado es un gel.
No obstante, en los yogures griegos hay un paso extra que rompe el gel tensándolo y separando
el agua, azúcar y las proteínas en forma de suero.
Esto es lo que hace que la textura sea más cremosa que gelatinosa.
La realidad es que todo puede afectar la textura final del yogurt; desde el calentamiento hasta el
contenido proteico de la leche.
Y al parecer todas posibles texturas de yogures ya han sido estudiadas por científicos y
compañías de alimentos.
De hecho, la cantidad y el tipo de dispositivos que se utilizan para analizar estas cualidades
pueden parecer graciosos.
Está el "consistómetro", un aparato con una rampa donde básicamente hace una carrera de
yogurts y mide cuánto tiempo los lleva recorrer cierta distancia.
Le siguen los "viscosímetros", algunos de los cuales parecen unas pequeñas licuadoras.
Y está el "penetrómetro", un dispositivo que sencillamente consiste en lanzar un objeto al yogurt
desde una altura predefinida y ver qué tanto se hunde.
Todos estos aparatos se pueden usar para medir casi cualquier consistencia que uno quiera.
Los productores de yogures caseros con microscopios pueden estar satisfechos con saber que
están en buena compañía.
Las productoras comerciales también utilizan microscopios para analizar la estructura del gel de
sus yogures, aunque con frecuencia estos cuentan con una mayor magnificación.
Utilizan marcadores fosforescentes que les permiten ver los racimos de proteínas, la bacteria
que queda atrapada en la malla, los glóbulos de grasa y todas las otras piezas que ensambladas
en una delicada danza química hacen del yogurt lo que es.
Spaguetti con pollo y yogurt

Ingredientes
• 2 paquetes spaguetti
• 200 gr de pollo cocido
• 1/4 de cebolla mediana picada
• 1/4 de Chile pimiento picado
• 1 rama apio picada
• 1 vaso yogurt natural, sin endulzar
• 1 1/2 cdita. de aceite de oliva
• Albahaca
• Orégano
• Sal
• Pimienta

Elaboración:
• En una olla poner agua a hervir, cuando alcance el punto de ebullición, incorporar la pasta.
Cuando esté lista, escurrirla y reservarla.
• Deshilachar el pollo ya cocido, y junto con la cebolla, Chile pimiento y apio, sofreírlo en el
aceite de oliva.
• Incorporar el spaguetti y el yogurt natural.
• Sazonar con albahaca, orégano, sal y pimienta.
Elaboración de Yogur
Las bebidas lácteas fermentadas se originaron en el Este Medio, en la era de los fenicios ( 5000
A.C) y desde entonces, se han posicionado como uno de los grupos de bebidas lácteas mejor
conocidas en el mundo, siendo el más popular de estos productos, el yogur, elaborado en el
mundo entero.
La presencia de ácido láctico es común a todos estos productos el cual les confiere las cualidades
de sabor refrescante y durabilidad.
Los dos microorganismos responsables de la producción de ácido láctico y el sabor
característico del yogur son el Lactobacillus delbrukii subsp. Bulgaricus y el Streptococcus
salivarius subsp. thermophilus.
Hoy en día el balance de dichas bacterias puede ser totalmente controlado, lo cual, posibilita
automatizar en forma racional la conversión de leche en yogur.
En este artículo, se discutirán algunos tipos de yogur disponibles en el mercado internacional,
los cuales se pueden clasificar en tres grupos:
Yogures aflanados:
Es un tipo de yogur tradicional el cual es obtenido tras adicionarle a la leche contenida en un
envase, el inoculo de cultivo ( en este caso la fermentación se da en el interior del envase).
Yogures batidos:
En este caso la leche es fermentada en equipos especiales de pequeña o gran capacidad
( Yogurteras o fermenteras) y tras la fermentación, se rompe el coágulo por medio de agitación
mecánica.
Yogures Larga Vida:
Estos yogures son esterilizados ( por acción del calor) y envasados de manera aséptica una vez
concluida la fermentación.
Leche como medio para la fermentación:
En la industria láctea, la mayoría de los procesos fermentativos se basan en cultivos puros de
bacterias lácteas. En muy pocos procesos de utilizan cultivos de levaduras ( elaboración de
Kefir).
La leche es un medio de crecimiento ideal debido a que contiene todos los elementos necesarios
para el crecimiento y desarrollo de las bacterias ácido lácticas. Aunque, en algunos casos, es
necesario emplear tecnologías avanzadas con el fin de estandarizar las características del
producto final.
El requisito primordial que debe satisfacerse en la producción de leches fermentadas es que solo
debe emplearse leche de excelente calidad. En el caso de que la leche utilizada como materia
prima presente una elevada carga de microorganismos, el crecimiento de las bacterias lácticas
se verá inhibido como consecuencia de la producción de sustancias metabólicas por parte de
estos. Además, algunos microorganismos causan la liberación de ácidos grasos impartiéndole al
producto final un sabor a rancio.
Otro punto muy importante, es que la leche debe estar libre de antibióticos o cualquier tipo de
sustancias químicas debido a que aunque éstas se encuentren en niveles muy bajos pueden
inhibir el crecimiento de los cultivos lácticos.
Tratamientos de la leche:
Aplicándole a la leche el tratamiento tecnológico adecuado, es posible modificar las
características de sus componentes mejorando la viscosidad y la estabilidad estructural ( las
propiedades del coágulo) del producto final.
Las características del coágulo en las leches fermentadas son principalmente conferidas por
enlaces electroquímicos entre las proteínas, excepto los coloidales de fosfato de calcio ubicados
dentro del complejo proteico, el cual cumple otros roles muy importantes.
Los elementos básicos que determinan las características del coágulo en las leches fermentadas
son las proteínas de la leche, especialmente la caseína coloidal (micelas).
Actualmente, se emplean diversos métodos para influir al complejo de caseína coloidal, con el
fin de obtener la mejor leche fermentada, las cuales son:
* Concentración de proteínas
* Tratamiento térmico
* Homogeneización
* Cambios en el ph ( fermentación)

Concentración de proteínas:
En algunos tipos de leches fermentadas las propiedades del coágulo en el producto final, se
mejoran aumentando los sólidos totales de la leche, siendo el principal componente , las
proteínas.
Los sólidos totales se pueden aumentar de varias maneras, por ejemplo: por adición de leche en
polvo, evaporación de agua o empleando métodos de concentración por membranas. La elección
del método depende de factores locales como: legislación, precios de los diferentes tipos de
energías, volúmenes de producción, variedades de productos, etc.
Generalmente, el método más sencillo para aumentar los sólidos en la leche consiste en
adicionarle a ésta el 2 ó 3 % de leche en polvo descremada, suero de manteca en polvo,
concentrado de proteínas del suero ( éstas contienen desde 30 % a 80 % de proteínas del suero)
u otro tipo de leche en polvo. Estos métodos requieren de inversiones relativamente pequeñas,
debido a que los polvos se pueden agregar directamente a la leche mediante un molino coloidal
o tubo Venturi. Debido a que con estos métodos, no es sencillo controlar el caudal de producto
adicionado, se utilizan principalmente en plantas de producción discontinua.
Por algunos años, el método tradicional para aumentar los sólidos en la leche consistía en
evaporar el 10 a 15 % del agua contenida en la leche. Este método se emplea actualmente en
algunos países debido a que las pequeñas plantas de evaporación son económicas y sencillas
de operar o porque la legislación no permite la adición de polvos a la leche.
Los métodos de concentración por membranas filtrantes utilizados son: osmosis inversa y ultra
filtración. El método de osmosis inversa no es muy empleado en la elaboración de leches
fermentadas debido a que concentra todos los sólidos de la leche, mientras que, en la ultra
filtración se concentran principalmente las proteínas y la grasa, permaneciendo los demás
componentes prácticamente invariables.
El contenidos de proteínas de concentra hasta 3,8 a 3,9 %, nivel en el cual, las propiedades del
coágulo permiten la obtención de u producto de alta calidad y muy estable.
Tratamiento térmico
Es sabido desde hace mucho tiempo, que el tratamiento térmico mejora las propiedades del
coágulo en las leches fermentadas.
El mejoramiento óptimo de viscosidad y estabilidad se logra llevando la leche a una temperatura
de 90 º C manteniéndola durante un mínimo de 10 minutos. Este método no es práctico para
procesos continuos debido a la gran capacidad del tubo de retención, razón por la cual, en dichos
procesos se lleva la leche a una temperatura de 90º / 95 º C manteniéndola durante 5 minutos
con los que se consiguen resultados similares en el producto final.
El objetivo principal del tratamiento térmico es causar cambios estructurales en las proteínas de
la leche ( las proteínas del suero se desnaturalizan y forman complejos físico­químicos con las
caseínas), las que, debido a su peso y capacidad de retener agua, son estabilizantes naturales.
Esto significa que al agregarse proteínas del suero a los complejos de caseínas ayudan a
estabilizar la totalidad del complejo.
Además de esto, el tratamiento térmico inactiva la mayoría de las sustancias que inhiben el
crecimiento bacteriano en la leche, reduce el contenido de oxígeno disuelto y crea aminoácidos
y péptidos que mejoran las características de la leche como medio de crecimiento bacteriano.
En resumen, el tratamiento térmico mejora las características de la leche como medio de
crecimiento para las bacterias ácido lácticas, al mismo tiempo que altera a los complejos de
caseína de forma que aumentan significativamente la viscosidad y estabilidad de los productos
lácteos fermentados. En otras palabras, mediante el tratamiento térmico, se logra obtener un
excelente material para la elaboración de productos fermentados de alta calidad y duración.
Homogeneización:
Cuando la leche es homogeneizada, algunas de las proteínas presentes en la leche crean las
nuevas membranas de los glóbulos grasos los que actúan como complejos de proteínas y por lo
tanto, intervienen en los cambios físico químicos que intervienen en la formación de la estructura
del coágulo de los productos fermentados.
En otras palabras, la homogeneización provoca una aparente concentración del contenido de
proteínas, debido a que los glóbulos grasos se comportan como partículas de éstas.
Debido a esto, se entiende que cuanto más eficiente sea la homogeneización, mayor será la
viscosidad y estabilidad de los productos.
Cambios de pH:
El valor de pH de la leche puede bajarse por adición de un ácido o por fermentación microbiana
de la lactosa.
El componente básico para la formación del coágulo cuando baja el pH es la proteína
( especialmente la caseína). En leches con una acidez normal (pH 6,6) las caseínas presentan
una leve carga negativa. A medida que el pH comienza a descender las cargas negativas de las
proteínas disminuyen gradualmente hasta llegar a un valor promedio de pH 5,2 en el cual, las
cargas son lo suficientemente pequeñas como para permitir el comienzo de la formación del
coágulo.
A medida que el pH continúa descendiendo, el coágulo se vuelve más firme, alcanzándose el
valor máximo en el punto iso­eléctrico (pH cercano a 4,6)
Fermentación microbiana:
La leche es un producto muy rico en minerales, vitaminas y otros factores de crecimiento
microbianos. Los péptidos y aminoácidos también están presentes en cantidades suficientes para
estimular el crecimiento bacteriano.
Como se mencionó en la primera parte de este artículo, es posible alterar las características de
los componentes de la leche sometiéndola al tratamiento tecnológico adecuado, aunque, también
se afecta las características de la leche como medio de crecimiento para las bacterias ácido
lácticas el cual, puede describirse desde el punto de vista microbiológico o bioquímico.
Microbiología:
Las bacterias ácido­lácticas se caracterizan por ser homofermentativas o heterofermentativas.
Todas son positivas y no formadoras de esporas.
Las bacterias homofermentativas convierten los glúcidos en ácido láctico con una eficiencia
superior al 80 ó 90 %. El lactobacillus delbruckii subsp. bulgaricus en el yogur y Streptococcus
salivarius subsp. lactis, en cultivos para la maduración de cremas, son ejemplos de bacterias
homofermentativas empleadas en la industria láctea.
El ácido láctico producido puede presentar diferentes características químicas y fisiológicas.
Estos se diferencian en el sentido en que desvían un haz de luz, siendo los mismos (D) cuando
lo desvían hacia la derecha, ( L) se los desvían hacia la izquierda y (O) cuando no los desvían.
De acuerdo a la fisiología humana el ácido (D) se considera activo D (+) mientras que los demás
tipos se consideran inactivos O (­) y L (­).
Las cantidades y tipos de ácido láctico producido por las bacterias homofermentativas son
superiores al 1 % de D (+) para los Streptococcus y superiores a 1,5 % de D (+) u O para los
Streptobacterium. Finalmente, los tipos de bacterias Thermobacterium producen cantidades
superiores al 3 % de ácido láctico L ( ­) u O.
Las bacterias heterofermentativas producen ácido láctico, CO2, alcohol y en algunos casos ácido
acético ( bifidobacterias).
Bioquímica:
La lactosa es la más importante fuente de energía para el metabolismo bacteriano. Esta es un
disacárido que representa aproximadamente el 40 % de los sólidos totales de la leche. Debido
al metabolismo bacteriano la lactosa se hidroliza en sus dos constituyentes ( glucosa y galactosa)
por acción de una enzima llamada lactasa (b­D Galactosidasa) para luego ser fermentados por
las bacterias.
Lactaza es una endoenzima que se encuentra presente en todas las bacterias ácido­lácticas y
en el intestino de los mamíferos.
Aunque existen varios caminos para la fermentación bacteriana y la más común es la ácido
láctica, es necesario conocer los principales detalles de la misma a la hora de formular productos
lácteos fermentados.
En la fermentación heteroláctica, el metabolismo de la lactosa sigue una serie de pasos llamada
hexosa­monofosfato.
Aunque por esta vía también hay formación de ácido láctico, las reacciones son ligeramente
diferentes a la fermentación homoláctica produciéndose etanol y CO2 en u a relación molar de
1:1:1.
En la fermentación homoláctica, la lactosa es convertida en ácido pirúvico y luego en ácido láctico
a través de la llamada vía de Embden­Meyerhof.
Producción de Yogur:
El tipo de leche fermentada más distribuido y conocido es, sin lugar a dudas, el Yogur y sus
variedades.
Los dos microorganismos responsables de la fermentación de la lactosa y conferirle al producto
el aroma y sabor característicos son el Lactobacillus delbruchii subsp. bulgaricus y Streptococcus
salivarius subsp. thermophilus. Cuando estos microorganismos son incubados separadamente,
la coagulación se produce en un tiempo de 4 a 5 horas, pero cuando crecen juntos, el tiempo se
reduce a 2 ó 2,5 horas probando que ambos microorganismos crecen en simbiosis.
Cultivos para Yogur:
La simbiosis entre el Streptococcus salivarius subsp. thermophilus (S.T) y el Lactobacilllus
delbruckii subsp. bulgaricus ( L.B.) es debida a que este último produce un aminoácido llamado
"valina" que es un factor esencial de crecimiento para el S.T. el cual, crece rápidamente el
principio de la fermentación. Sin embargo, gracias al descenso de pH mientras trascurre la
misma, su crecimiento se inhibe, mientras que aumenta la tasa de crecimiento del L.B. por poseer
un óptimo de crecimiento a pH más bajo.
Es posible controlar el balance de las bacterias, variando el porcentaje de siembra, la
temperatura de incubación o el tiempo de incubación. Debe decirse que aumentando cualquiera
de estos parámetros, se estimula el crecimiento de L.B. aumentando la acidez del producto final.
Proceso Tecnológico:
Con el fin de obtener un yogur de buenas características, se sigue la siguiente técnica orientativa:
Estandarización de leche ( 0,1 10,0 % M.G. y 3,8 a 3,9 % de proteínas).
Homogeneización ( 200 250 Kg/cm2 a 70 u 80ºC)
Pasterización ( 90­95º C con un tiempo de retención de 5 minutos)
Enfriamiento ( 40 ­ 45º C)
Siembra ( 1 ó 5% o liofilizado)
Las etapas siguientes dependen del tipo de yogur que se desee obtener.
Yogures aflanados:
Para la elaboración de este tipo de yogures, la planta debe diseñarse de tal manera que le
asegure al producto un tratamiento mecánico delicado en todas las etapas del proceso y la
fermentación ocurre en el interior del envase. Estos se elaboran basándose en tres métodos
diferentes. Después del pre tratamiento de la leche ( el cual es el mismo para todos) el
procedimiento es el siguiente:
A ­ La leche deja el pasteurizador a una temperatura de 40­45º C y es conducida hacia pequeños
tanques, donde se adiciona el cultivo y se mezcla para luego ser envasada. El diseño de la planta
debe hacerse de tal manera que todo el contenido de los tanques se vacíe en un lapso de tiempo
de 15 a 20 minutos después de la siembra.
B ­ La leche proveniente del pasteurizador se enfría a 4­5º C y almacenada en tanques
térmicamente aislados. Al comenzar la producción, la leche es bombeada hacia un calentador a
placas para ajustar su temperatura a 40­45º C. La dosis de cultivo es adicionada en la línea en
forma continua y luego esta leche es envasada.
C ­ La leche proveniente del pasteurizador es enfriada a 4­5 º C y almacenada en tanques
térmicamente aislados. A esta leche se le adiciona el cultivo ( esta leche puede ser almacenada
por varias horas debido a que la actividad bacteriana permanece baja debido a la baja
temperatura) y luego es bombeada hacia un calentador a placas para ajustar la temperatura a
40­45º para luego ser envasada.
Los pasos siguientes son comunes a los tres tipos de yogures y consisten en enviar los envases
a cámaras con una temperatura de 40­45º C mantenida por una circulación de aire caliente.
Después de un tiempo de 2­3 horas de incubación, los envases son enviados a una cámara fría
con el fin de bajar la temperatura del producto a 15º C rápidamente.
Es muy importante que los envases se ubiquen de tal manera que permita la circulación rápida
de aire frío entre ellos.
Si se desea elaborar yogures frutados, se puede adicionar la fruta mezclada con la leche o
adicionarla conformando una capa en el fondo del envase antes de llenar el envase.
Yogur batido:
Después de sembrado el cultivo en la leche, ésta se almacena en tanques donde la temperatura
se mantiene a 40­45 º C y luego de un tiempo de incubación de 2­3 horas, el yogur es bombeado
hacia un enfriador a placas para ajustar su temperatura a 20 º para disminuir la fermentación.
Con el fin de obtener un producto estandarizado, la planta debe diseñarse para vaciar los tanques
en un tiempo de 20­30 minutos.
Después de enfriar el yogur, se envasa y envía a una cámara, con el fin de llevar su temperatura
a 6­8º C en un tiempo máximo de 4 horas ( como mínimo) debido a que se están consolidando
las características del coágulo del producto final, de lo contrario, se obtendría un producto de
calidad pobre.
Una vez más, si se desea elaborar un yogur frutado, éstas se pueden adicionar por medio de un
dosificador de línea ( antes del envasado) o bien, cubriendo el fondo del envase dependiendo
del sistema de envasado elegido.
Yogures de larga vida:
Debido a la prolongada vida útil de estos productos, es necesario efectuar el proceso de
elaboración bajo estrictas condiciones de higiene, por ejemplo: antes de comenzar con la
producción, la totalidad de la planta debe ser esterilizada y luego mantenida en condiciones
asépticas.
Debido a que la leche será sometida a un tratamiento térmico severo, se le adiciona un
estabilizante a razón de 0,1 ­ 0,2%.
Después de esto, la leche es calentada a 142º C y se mantiene a esta temperatura por 3
segundos para luego, ser enfriada a 40­45º C.
Dentro del tanque de incubación, la leche se siembra con cultivo al 15 % y se mantiene durante
2 a 3 horas. Transcurrido ese tiempo, se activa el agitador para romper el coágulo y luego se
bombea hacia un pasterizador donde se esteriliza a 80­90º C con un tiempo de retención de 20­
30 segundos.
Después se enfría el yogur a 15 º C y se envasa asépticamente. Una vez más, si se desea
obtener un yogur frutado, la fruta ( esterilizada) y el yogur, se mezclan en la línea antes del
envasado.

https://www.portalechero.com/innovaportal/v/3376/1/innova.front/elaboracion­de­yogur.html

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