OPICINA REGIONAL DE CULTURA
PARA AMBRICA LATINA Y EL CARIBE
Centro de Documentacién
Calzada 551, esq. a De
Vedado, La Habana
Cuba
BL PROCESO DE URBANIZACION EN AMERICA LATINA
Por Jorge B. Hardoy
La cultura en América Latina, Monografias, 2,
La Habana, 1974,-CONTENIDO
INTRODUCCION
- ALGUNAS CIFRAS REVELADORAS
“a) Porfodo precolombino
b) Las ciudades coloniales espafiolas
c) bas ciudades coloniales portuguesas
4) Los caibios on 1a estructura urbana
durante 01 pérfddo independiente
3- PROCESO DE URBANIZACION SIN PRECEDENTES
4- BL FUTURO Y SUS EXIGENCIAS
NoTas
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30PROCBSO DS URBANIGACION EN AMERICA LATINA
Por dorgs B. dardoy
Veinue aociones fornan un bloque heterogéico internacionalionte
conocido con ol nombre de América Latina, Al llamfrselas asf se ha
buseado unfatizar el origen latino de sus culturas y las rafces co-
nunos de su langua, religién e historia, Tal vez exista en esa dca
noninacién el reconocimiento de quo en su historia moderna ya cxis~
tieron intentos dy integracién y que en 61 futuro, la fuerza ocon6-
uica y polf{ticu y ls proyeeeién internacional de esas nacionos resi-
den on ung acéién conjunta,
La independencia polftica abrié a los inturases europcos intwn=
s0s territorios escasamente poblados y hasta ese momento poco pro-
ductivos,
Bn pocas décadas Anérica Latina se convirtié on la nueva "fron=
tera econémica curopoa"?, pesde entonces, intereses externos al
frea ‘han gravitado en la orientacién econéiiea y politica do cada
una de sus naciones, Unida a un cuadro de subdesarrollo, se expli-
can log centonaros de revoluciones quo se han producido desde prin-
cipios dol siglo XIX. Un porcentaje significative de ellas fueron
triunfantes, pero rara voz fucron utilizadas para modificar la es
tructura polftica y sociceconémicas do estos pafses, La mayorfa
fueron rovoluciones cuyo objetivo era impedir los cambios ostructu-
rales para apoyar 1a continuidad del sistema de clases, la dependen-
cia econémica y los incentivos materiales.
Uno do los cambios ms significativos que se est4n produciondo
an Anérica Latina os la urbanizaci6n de su poblacién. Es ol resul-
tado de un elevado y sostonido crocimionto natural de la poblacién
y de las migraciones originadas ‘en las froas y pueblos ruralos. La
urbaniancién ka sido prosentada como una muestra del proceso de mo-dernizneisn lo Jas sociedadas -latinoamericanas ¥ do su projreso
econémico y polftian, Son temas sobre Los que su ba escrito mucho, |
0 tty Suvuntigade poss y se ha meditada enon. os qna acaptan La
powicién uenatonada se basan an La oxparignein do las sociedades
agtualmente industeialiaadas y desarinliadan, pore los continentes
subdosavral lads -y América fatina entre ollos= soa ricos en ideas,
recursos hi
non y recursos naturales, pero pobros en motivaciones
nacionales, en poder de prasién internacional y an recursos técni~
cos y da inversién a corto plazo. I
diferencia reside en que la
avlin) uvbanizaeién de los paises aubdadarrollados se asta
zando en un mundo geogréficamento empequafiecido y sujeto a presio-
nos polfticas y econémicas onormes, alentad
Ss por sistemas de com-
nicaciones y de bransporte y yor valores y expectativas diferentes
a los qve existfan hace un siglo, Mas siguificativo atin os que, :n
tGrminos cuantitatives, 1a urbanizacién actual on los pafses sulle
sarrollados impone demandas de empleos, viviendas y servicios que
nunca epfrentaron los patses actualmente desarrollados™), gste
procago do urbanizacién debe adems enfrentarse con recursos de in-
vursidis comparativamente inferioras.,
La urbanizaci6n de América Latina tione caracteristicas muy
especiales que, an cierto modo, ponen en duda algunas de las conelv:
siones extratdas del andlisis de la urbanizacién an los pafses con
economfas desarrolladas. No es une consacuencia directa de la in=
dustrializaci6n sino que se adelanta a olla; no ha producido una
dishinucién de las tasas de crecimiento de poblacién, que se han
mantenido progresivamente altas; no ha sorvido para ampliar la par-
ticipacién polftica de la poblacién ni para reforzar a los partidos
con wna oricntacién reformista. Bs indudable que esos cambios se
producirén, pero su demora puede acentuar la erisis del desarrollo
que experimenta Angrica Latina, La urbanizacién que experimenta
Anévica Latina es ontonces el resultado de una reaccién ospont&nea
contra situaciones estructuralos que han sido frecuentemente sefia~
ladas pero no resueltas.-3-
Constituye un potencial de cambio porque por el solo hecho de
producirs contribuye a fornar una sociedad diferente con unayores
cxpsctativas y espiraciones y con un mejor nivel tfenico quc las
aloubes.
CIPS Re
1- ALGUNAS /BLADORAS
fn 1970, la poblacién ostimada para An$rica Latina era de 275
milloncs dc personas lo que significaba una densidad pronodio de
ro cuadvado’>) 1 54,52 de 1a poblacién
Us hubilantos por kiléne
=149,6 uillonos~ ora urbana. Bs un continente con una poblacién
muy joven -42% son scnores de 15 afios~ on oi cunl sv nantienen
clevadas tasas de natalidad (3,8% de pronedio); on cambio, so han
producido considerablos descensos en todos los pafses on las tasas
do uortalidad (0,9% de promodio); como consecuencia de los avances
ae In uedieina proventiva introducidos en la rogién, de nojoras on
las condiciones higiénieas de las ciudades y de dictas alinenticias
superiores, Estos progresos comenzaron a ovidenciarse a partir de
1920 y 1930 y una de sus consceuencias ha sido ol rApido aunento
fic 1a tasa de crecinicnto natural de la poblacién. 61 aporte de
la inwigrucién curopea y, en general, de la exturna al frea, ha
@isuinuido on relacién a otras épocas, pero cs adn inportante en
algunes pafsos.
Durante la @ltima década «(1960 = 1970) la poblacién de auéri~
ca Latina evecié de 206,7 a 275 millones de personas. Do los 68,3
llonas de,habitaites nucvos: ol 74, 86-51, uillones~ fueron urba-
nos. La proyaccién para 1980 es do 367,9 millonos do habitantes 6
sea 6? uillones de habitantes nucvos, Do ose crecimionto ol 84, 7%
23,7 willones- serfn urbanos. En 1980, 0 60,8% te 1a pablnein to
Andrica Latina sor& urbana,
A posax del clovado porcontajo do su poblacién urbana, econb=
miennonte Auérica Latina siguo siondo un continente rural. wn 1970,
ot 49% do In pobincifn activa se dedicaba a actividades prinarias;ce
era aproximadamente, el mismo poreuntajo que el a
dos en 1880, Comparando la estructura de 1s pobi
te activa en 1970 con la de 1960 se observan pocos caubtos: un love
descenso porcentual on las actividades primarias y socundurtas yue
fue absorbido por las actividaden torciarias, La informacién sobre
desempleo y ospecialmente sobre subemploo es menos precisa, pero
sin duda todos los pafses del Area onfrentan, en mayor o menor gra-
do, un serio probloma, Por supuesto, lu s#iuacidn es muy diferento
en cada pafs. Por ejemplo, s61o el 22% do la poblacién econémica,
monte activa de la Argontina en 1960 y 01 18% do la dol Uruguay on
1970 estaba ‘dedicada a actividades primarias, contra 89% de la de
Haitf y el 68% de la de Bolivia en 1960, B1 36% de la poblacién
cconémicamente activa de la Argentina en 1960 y ol 28% de ln ac
Chilo on 1967 estaba dedicada a actividades secundarias, contra v7
46 do la do iaiti y ol 10% do la de Bolivia on 1960, Son los casos
axtremos, También existon diferencias entre ol porcentaje do ancl~
fabotos mayoras de 15 afios en Argentina (9% en 1960) y Uruguay (10)
en 1960) con respecto a Hait{ (80% en 1965) y Guatemala (62% on
1960), asf como en los {ndices sanitarios, habitacionales y otros
indices econémicos.
En 1970 algunos de los pafses de América Latina roalizaron ¢1
Conso Naciorial de Poblacién. Las cifras compruaban las siguientas
a) las tagas de crecimiento de la poblacién total y
tendoncia:
especialmente de la poblacién urbana durante 61 G1timo porfodo ine
tercensal (1960-1970) no sélo sa han mantonido altas sino que, ou
algunos casos, so han acolerado; b) en valores absolutos, los can-
tros urbanos de algunos pafses no s6lo absorvieron 1a totalidad dol
crecimiento de’ la poblacién nacional sino parte de la poblacién :u~
val existonte en 1960 (casos de la Argentina y Uruguay); los’ ceniiros
urbanos de otros nueve pafsas absorbieron“Una poblacién que: repre
sentaba ontra ol 60% y ol 90% del crecimionto domogr&fico de ese
paés durante los @ltimos dioz afios y en todlis los casos porcentajos
suporiores #1 ropresontado por 1a poblaéién urbana al comtenzo deoe
porfdo intercensal; c) si bien on algunos pafsos las ciudades
rango secundario en conjunto tuvioron un crecimiento mis acclorado
que el do 1a o do las dos o tres Areas motropolitanas mayores, la
importaneia do éstas en némoro de habitants y una tasa de croci~
miento igualmants r&pida en comparacién a la dol pass, hizo que su
peso ralativo aumentase on relacién al de la poblacién urbana y na-
cional; a) ospacialmonto, 1a poblacién tiende a ubicarse en las
Aveas ads urbanizadas 0 industrializadas do cada pafs reforzando
la tendencia hist6rica secular de concentrar las inversiones pro=
ductivas y los rocursos humanos en uno y, a voces, dos o tres con-
tros de gravitacién nacional, mal vinculados con up interior rural
somivacto y con escasos atractivos oconémicos y culturales.
Bl an@lisis de las estad{sticas pormite extrabr algunas con
clusiones adicionales: a) Los pafsos més urbanizados en 1970 -Uru-
guay, Argentina, Venezuela y Chile, en ose orden -eran los que te-
nfan on 1969 01 producto nacional bruto per capita nds elevado:
Argentina, Voneguela, Uruguay y Chilef’en ese orden; b) los cuatro
paises mis urbanizados son los que tienen el ms alto porcontaje de
la poblacién oconémicamentd activa dedicada a actividades secunda-
vias: Argentina, Chile, Uruguay y Vonezuela, en eso orden; c) con
la oxcepeién de Uruguay y -Argontina, los dos paises mis urbanizados
dol 4rea, quo perdieron poblacién rural en cifras absolutas durante
01 (time perfodo intercensal (18,000 y 108,000 habitantes rurales
rospectivamdnte), en los dems pases” 1a poblacién rural ha conti-~
nuado anmontando pero a una tasa considorablemente inferipr que.la
poblaci6n nacional; a) tres de los cuatro pases m4s urbanizados
tionon las tasas més bajas de aumento de la poblacién Uruguay, Ar=
gentina y Chile en ese orden-'y los porcontajes m4s bajos de analfa~
botos entre su poblacién mayor, de quince afios ~Argentina, Uruguay,
Chile, on ose orden, Inversamente, entre los ocho patses-monos ur-
banizados, todos con menos de 40,0% de poblacién urbana -ilaiti, Hon=
duras, Guatemala, Costa Rica, Bolivia, Paraguay, Repdblica Dotiinica~
na, y Bl Salvador, on ese ordon ~seis estaban on o1 grupo de los~6-
ocho pafses- Costa Rica y Guatemala eran la oxcepeign- con el prodye:
to nacional bruto per capita mis bajo y en el grupo de los ocho pat-
ses con ol mayor ntimero,de analfabetos mayores Ye quis
ca afios; Costa
Rica y Paraguay eran la excepcién. De los ocho paSies mono: urbani-
zados, siete ~Paraguay era la excepoién- figuraban en el grupo de
los ocho pafses con el m&s bajo porcentaje de su poblacién ocondmica-
monte activa dedicada a actividades secundarias. Bn cambio, no i
yuna
corrolacién tan clara entre los pafses con tasas altas de aumento
de la poblacién rural y 61 porcentajo do poblacién urbana: do los
doce pafses do Anérica Latina que en 1969 tenfan una tasa do aumonts
de poblacién de 3,0% anual o superior, es decir, que duplicaban su
poblacién total en, por lo menos, 23 ailos, on seis ol 60,08 0 mAs
de su poblacién rural y ocho figuraban entre los doco paises acnos
urbanizados de América Latina, Maitf y Bolivia, los dos pafses con
producto nacional bruto per capita ¢ industrializacién mis bajos y
dos de los menos urbanizados, no figuran entre los doce pafses con
un aumento de poblacién alto, sin duda debido a las altas tasas do
mortalidad que aGn tienen, Hay otros casos do interés: la porsis~
tencia de una alta tasa de crecimiento de la poblacién de Venezuela,
México, Colombia, Perd y, on monor grado, Brasil, a pesar de su ole~
la alta ti
vado porcentaje de poblacién urban: do crecimiento do
la poblacién de Costa Rica, 1a més alta de América Latina, a pesar
de ser uno de los pafses con tienos analfabetos en el Area, etc,
Pero, en general, los pafses m4s urbanizados son los comparativanan-
te ms industrializados, los que tienen ol producto nacional bruto
por capita m4s alto y el menor porcentaje ds analfabetos,
Todos los pafses m&s urbanizados de América Latina tienen una po-
blacién urbana comparable o superior a la de los pafses m4s indus-
trializados y desarrollados de Europa Occidental, y América del Norte.
Sin duda influy6 en esta caracteristica su condicién de pafses poco
poblados, abiertos a la'inmigracién europea de buen clima, fértiles
C4)
y "de reciente establecimientom-7-
~ PROCHSO NISTORECO
A grandes rasgos puods analizarse ol proceso histérico de urbani-
zaci6n de Auérica Latina en dos escalas: la regional y la local.
Por escala regional, en oste ensayo, entiondo un espacio geogrdfico,
pol{tico y cultural amplio, scolégica y Stnicamente heterogéneo, que
pudo haber sido @1 Area controlada por un imporio precolombino, un
virreinato 0 una audiencia colonial, o el constituido por una nacién,
parte de une uacién o varias naciones vecinas a partir del siglo XIX.
Por escala local, adopto un espacio territorial reducido, urbano para
la 6poca y el lugar, que pucde ser una ciudad o su amplincién contem-
pordnoa en un 4rea metropolitana. Sn los ejemplos quo a continuacién
prasento he buseado enfatizar algunos momentos histéricos de particu-
lar importancia para el proceso de urbanizacién de América Latina,
a- Parfodo precolombino
Las primaras ciudades del continerite fueron construfdas on Me~
soamérica hace unos dos mil afios en una serie de regiones den~
samonte pobladas y con una antigua tradicién agricola’, ta
aparicién ae verdaderas ciudados astuvo {ntimamente relaciona~
7 da con el auge do las culturas cl4sicas, Tootihuacdn, Monte Al-
bén, Tikal, Daibilchaltum y ol Tajfn fuoron, respectivamente,
los ejemplos urbanos m4s reprosentativos on el centro de Méxi-
co, las tierras altas de Oaxaca, 01 Peten en Guatemala, la pes
ninsula de Yucatén y la costa del golfo de México, No fueron,
por supuesto, los Gnicos. Las cinco regiones estaban.bion po-
bladas do acuerdo a la capacidad productiva de cada una do
ellas; adom4s, durante los Gltimos ‘siglos precristianos o los
primeros posteristianos quedaron subordinadas a sistemas polf-
ticos con un grado de centralizacién administrativa y poder mds
(6)
desarrollados que los que los precedieron La centraliza-
cién polftico-administrativa y religiosa permitié una mayor con-
centracién do poder, recursos y prestigio que fue utilizada para
reunir y organizar estacionalmente a contingentes de mano de
obra en nfimero no conocida hasta entonces, Esto explica laae
enorme actividad constructiva que se predujo en todas las re~
gionos controladas por las culturas cl4sicas.
Durante el perfodo cldsico surgieron en Mesoamérica dos
modelos bien diferentes de ciudadcs con modelos intermodios,
Teotihuacdn, a pocos kilémetros de la actual capital da México,
representa la ciudad planeada con un criterio monumental pocas
,
dos ojes en forma de cruz, sus constructores desarrollaron una
voces visto en la historia do las oulturas Apoydndose on
cuadrfoula que, a ls vez que encerraba a las residencias de
los grupos directives, permitfa desplazamientos ffciles y ol
dvenaje de las aguas. £1 sentido cruciforme incorporado en
Tootihuacén hacia el siglo II diJ.C, perduré on la mesota con-
tral do México y fue utilizado-por los aztecas en el siglo
xv), gn cambio, las ciudades mayas estaban formadas por un
centro ceremonial principal al cual se subordinaban otros do
creciente importancia entre los cuales se ubicaban, aprovechan
do las proeminoncias de la topografia y sin orden alguno, los
grupos de vivienda‘?),
Hacia 01 siglo XI, Tula, 1a capital do los toltecas, sur~
gié como o1 centro més poderoso de la regién, pero su auge fue
breve y una cierta polarizdcién polftica y aduinistrativa pa-
rece haberse extendido nuevamente por todo el centro de México.
Invocando la herencia cultural tolteca, los aztecas afianzaron
su control polftico y econémico sobre casi toda Mesoandrica e
hicieron de Tenochtitlan, establecida on 1325 on una isla dol
Lago Texcoco, 61 centré nodal de una creciente urbanizacién
en toda la cuenca lacustre del gentro de México.
Las primeras ciudades fueron construfdas en Sudamérica va~
rios siglos después que en Mesoanérica,
Chan Chan, 1a capital Chimi, es una de las ciudades preco-
lohbinas importantes menos estudiadas‘!°), Entre ‘los siglos
XII y XV era una ciuded de considerable superficie y poblacién,
formada por once diudadelas 0 conpactos conjuntos auralladesv
-9-
cn cuyo, interior sus cunstructores ordenaron reeularmnta vi-
viendas, plazas, callos, “huacasi! o templos,’ palacios, cancno-
tora, 1968. 235 ps; Azevedo, Aroldo de. Vilas ¢ cidades do
Brasil colonial: onsaio do geografia urbana retrospectiva.
S&o Paulo, Univorsidade, Faculdade de Filogoffa, Cicneias o
Letras, 1956. 96 p. (Bolotin 208, goograffa, 11; y Geiger
Pedro Pinchas. Evolugfo da x@de urbana brasileira. Rio dd
Jandiro, Ministerio da Educag&o ¢ Cultura, 1963. 462 p.
17. Azovedo, A. de Ibid, cap. II, p.9-21.
18, Véase la reconstruccién dol trazado del Salvador on ol siglu
XVI on: Saupaio, Thoodoro, Historia da fundagio da cidade uc
Salvador. Salvador, Tipograffa Bonoditina, 1949. 295 p.
19. Sobre 1a diferencia ontro las plazas hispancauericanas y luso=
portuguesas, véase: Suithw Robort C, Colonial towns of Spa~
nish and Portuguose Anérica, Journal of tho Society of archi-
tectural Historians (Louisvillc, Ky.) 14(4) :1-12, Boccuber
1955.
20, Azevedo, iroldo do. Arraiais ¢ corrutclas, Bolctim Paulista
de Geografia (S%o Paulo) (27) 73-26, 1957.-33-
21. Barén Castro, Rodolfo, Bl desarrollo de la poblacién h:
cana. Cuadernos do Historia Mundial (Neuchatel)
2325-343, 1959.
—T—rti—“—O™—™—O—OOSOSC—SsS