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LAS CIENCIAS MORALES ¥ POLITICAS Exactamente en a ¢poca de la Revo dujo un pequetio cambio termi primera las expresiones qcien en lugar del tradicional xc én francesa de 1789 se pro- entonces aparecen por vez apelacién se encuentra en los escritos de algunos fildsafos y hom- ‘bre’ politicos de primer plano, La mayor figura es aqui Condoreet, heredevo del ciclopedista y teérico del nuevo Est iinia carta que le dirigé Joseph Garat'se encuentra la formu _Gla-goclals (Garat pertenieceré porteriormente al efteilo'de los Mded- logos, pivximos a Condoreet}; Condoreet la volverd a tomar por su euenita en el Esbozo de cuadro histérico de ios progresos del esptritt humano, Auguste Comte la adoptar4, y de alli pasaré a los enbios del siglo XX. No es seguro que esta sustituctén terminolégica hubiera ido car- anda de un sentido preciso en el espfritu de esos autores; pero, a no- Sotros, noses difiellno dejar de notar que eqincide con una tenden- cial éwitarin ls trminos que puedan evoear un disenrso dena especie pparticulat, cuya finglidad seria:prescriptiva, y no s6lo descriptiva, De esta manera, tstas dis lo siguen los pasos, sunque retraso, de tod: ;oman el cemino que ha per- wrantes éxitos de.sus hermanas . Conok Copérnico que se atrevi6 a pu de sus observacionesy clleulos que abogaten a 10 {LAS MORALES DB LA HISTORIA, cépcién‘heliocéntrica del mundo, por-temor a enfrentarse a la jerar~ ‘quia religiose; Giordano Bruno que perecié en las lamas por haber afirmado que el universo es infinito y no’tlene centro; Galileo que se vio.obligado a renegay, aun cuando estaba convencido dad de aquello que adelantab: carnada agut por la o1 Sircuago ud ipevinlents an poles no podria dejar iadem ne el conocimiento dei mundo humano, Durante el siglo mismo de Galileo, Spinoza lleva el debate entre los hiumanistas y atin mas has- ta\el terreno més peligroso que exfste, el de la interpretacion de la . © Biblia. Oponiéndose a las escuelas exegéticas tradicionales que sos- # tenfan con seguridad que el Libro santo decia en todo y por todos “%, ‘lados la doctrina cristiana oficil, Spinoza reclamaba la introduccién, $2 también en ese terreno, de un nuevo-método de investigacién, ¢En qué «Para ir, resumiré este método dicien- f! qué debla ir? «Para abreviat do dic edificacién de los creyentes, Splpora aquiere utilizar el método.delos ‘snaturalistas.—da observacién y el razonsiileito— para buscarlayer- ‘ind del-terto; In edificacion de ls Hees ya no forma parte de oui preocupaciones manifiestast'E], objetivo del:conocimiento es la ver- (dad; no el bien. Con la excepcién | de algunos escasos momentos de oscurantismc La‘explicacion de este hecho es muy simple: es asi como las ciencins 1, Semota,B, Tall thdologlo-poitgue, Garnler-Flammarion, 1965, VI, pég. 138. de os pasnjes ncurosy tender ala, LAS CIENCIAS MORALES ¥ FOLITICAS peel rs ripidamente progresan, y conduesi a resultados précticos que sirven a los Estados en los que vi ios. La slid ide as la ideologia esta liberacién del mundo de los valores, parece encontrar aqui obstéculos imprevistos. Lo atesti- ‘i, al contrario, ia permanencia misma de los Ismanientos para ‘Que estas ciencias humanas se ordenen dentro de las de la naturale- . 1, Enel siglo XVII, Helvetius cree necesario reiterar el llamamien- to de Spinoza, y no entiende por qué no se admite incluir a la moral la clencia de las costumbres— entre las otras ciencias, « : * a enunciarse en imperativo: «Se trata de hacer entrar a la historia ena familia de las ciencias naturales», cserbe Gobineau en su Ensa receletzanes dela deci ‘Retengo aqui uno solo, debi« n 4S MORALES DE LA Inston i as cIENeHs MORALES ¥ poutrcas 3 scribe,’ como también: «Robesplerristas, hace descubrir lo que es el hombre, nos revela su naturaleza, De imos gracia: por piedad, decidnos, sen. : mma Indirecta, es verdad, pero no por ello menoa perente res.’ En otto momento asimlamo, : ela decide pues lo que esta bien y ‘bet «Conover I verdad para tal es Ia tinica fuente de felic sa: «La historia C..] puede, de cias naturales) y en su provinc los esfuerzos de los hombres», bajo para el quela sparece sin duda alguna, como la mé lo que debe ser el orden de Ia socied: fas humanas, ala lo que est mal, Condor misma manera que ellas (las len gobemar las concepciones y Si basta con conocer Ia verda: pocentrisino del bien y del mals, do entre los grandes pensadores parece unénime, y ape- : sar de todo Ia evel ienclas humanas tarda en : sulta tan diftcilextie- : hacia eas objetives. . hombre, y por qué no : Leyendo a Taine podriamos creer que larelacién entre conosimién: con la imparcialidad que toy moral que predomina en esa época es uma inversién pure ple dela que cara: derecho de dete 9 del conviens, a del quimico analizando el porting de autorizar a la observaci ren de aguélla todo gu crédlita.s'® Jas doctrinas; chora, las doctrinas £¢ someten a Ja observactén: no podemos hablar verdaderamente de luna autonomia de los dos ambitos. El contempordneo de nest Renan, participa de la misma opinidn,‘La metafisi s16n de antafio, cree, deben ser reemplazadas por Ia cien oF Jo tanto, serd el propio conoeimi gue permitira elegir el buen camino para cada sociedad, Gebe gobernar el mundon, y'la mejor eneamacién de la razor ea la sCondorcet, Mirabeau, Robespierre,ofrecen el primer ejemplo de tex, nicos que se ingicren en el arden dé Ins cosas y que intentan geben humanidad de una manera razonable y eientifice inocupado: el comportamniento hnumang, Pero tal situacién —el gobierno de los asunios piblicos, de elogio cuanto que se conforma con : ¢lo Sobre los asuntos privados puestos en manos de ‘Lo qui Constituye al hombre lo que sido slempre buene? {Tiene que s moral que le convienc:¥* J.a clencia, pues, nos representantes de Ja idcologia cientifi " voyage de Bongainoite, en Oeuvres forme a la razén por los setes ms inteligentes que es decit ‘os sabloe, Bn la copie del Estado halk no dl syfloess Goss en la Replica de Platén, sino «tiranos positivistase, profegerin a los sabios puesto que éstos les asegurardi cosaria para su reinow +" gCémo lo hatén exactamente? Renan prevé tres contribuciones nayores de los clentificos. En primer lugar, pondrésien marcha una institucién que sustituird al infierno y que en relacién al i I. tol6gico presentard la ventaja de existir realmente; aratin- troducir el miedo en el corazén de los habitantes del pafs, para incl- tarlos a la sumisi6n. «BI ser poseedog de la ciencia pondria un te ‘llimitado al. servicio"de la’ Torin lame temps cuslquler Idea de revuelta desapareceria, El terro1 asegurado por un cuerpo de elite especialmente entrenado, ‘género de gentza- res: emAquinas obedientes, liberadas de las repugnancias morales to, el dia que algunos privilegiados de la raz6n poseyeran el medio de destrulr el planeta, ve hnbria eeado ou soboranins evs pre: siados relnarfan a través del terror absolut, ya que la existencia de todos estaria en sus manos. - El reino de los sabios, pi posible; pero, al imaginarlo tal ‘como lo describe Renan, es verdaderamente deseable? :Nos gusta- sla someternos a 61? Por otro ladp, el centenar de afios transcurridos 14, Rawat, B, Dialogues philosophiquas, en Oeuvres completes, tJ, ply. 614. {LAS CLBNCIAS MORALES Y:POLITICAS es desde la publicacion de este texto ha hecho més concretas algunas de las promesas de Renan —que vemos como tantas amenazas, Los sabios han descubierto la energia nuclear y los Estados disponen tivamente del arma absolute, que jestiul al la esto elven sea aponimad ss perfeelén 81 terror’ ‘tura, aun cuando no feinan en toda la tierra, han alcanzado, gste siglo grados de intensidad antes inauditos. La fabricacién de una raza superior, que podria parecer el punto ‘menos realista de este programs, merece especial atencién. En ver- , dad, el propid Reni dio ya los primeros pasos hacia su realizacién. ‘Profundamente convencido de la desigualdad de las razas, desea la instauracién de un orden mundial que consagre este estado de las ‘cosas (de nuevo el conocimiento asigna los objetivos a la humantdac) én el que los blancos serfan soldados y maestros, los amarillos se ‘olverian obreros, y los negros se contentarfan con labrar la tlerraj en otrog términos, Renan preconiza la reparticién del mundo entre Jas potencias coloniales europeas. En.cuanto,9 Ja propia raza blan- £4, los arios, inventores ds la ciencia, tendrian que lograr pgco a poco ‘eliminar alos semitas, pueblo que, hablendo traida al mundo la rell- iidn monotsiota, ha desempetadoya su melon historic, A veces, tas mutaciones sociales le parecen insuficientes a Renan, a, como en su utopla, una intervencién fislolégica para, me) razas inferiores: «Una cantidad muy peq ‘grupos, segtin 61, defectuosos (judios, gltanos, homosexuales, enfer- ‘mos mentales{, como en el de mejorar las poblaciones restantes me- dante fecundaciones selectivas, Pero podemos recordar qué la uto- ‘esbozan proyectos més audaces con los que adres elegir el sexo de suhijooo se dice también, igencla..Perd, {por ser una cosa técnicamento posible, hay que deducir que tenga que realizarse? 128, Raway, B, Letire a Gobineau, en Cewrres complites, .X, pi 204. 16 é ‘Lis Monat DB LA HISTORIA ' MAS CIDNCTAS Monae ¥ routzrcas ” ]entativa de hacer depénder a la étiea de los resultados de la tes el derecho de maltratar a los més débiles, Al cont os problemas, Ein sii {dea Ya se hae i estdn abt para proteger a las débiles de la arbitra tns ai hubieran prestado sts. teslSupontendo que la ciencia de Renan sea exactn, y que lag veo hhuménas sean desiguales, no resulta de ninguna mangie que le eon superior tenga el derecho de dominar a las otras; semejants conch sie eo puce de ral, segin el cual los 2 los que Io son manos} Taine eseribi moral, buscando tniesinente [a ver cit no va a parar nunca a la moral ni eon rse de un principio —a pesar de to muiera a la verdi i aque se contenta es solamente buscar Ia verdad cor pacienc que censurar pues a Ja fisién det étoma, por la produ eumbe a un goblemo, inetane! los comportamientos de de exclusién de los otros (defensa del ten "tacos este punto, tenemos que pregunta va a destinar.sus medios (ea decir, iene el derecho de dictarnos las normas de ni dos al conjunto de la poblac a la produc Portamiento, sino mejor si se trata, verdaderamente de cia en to Ja construccién de reactores Pacificos (pero que dog loa cazoa que hemos evacada (Aintes atin de la confusion dentoy ocasién se presenta), o bien ef renunciard, ant dela relacisn ent tica, ¢no hai ay otra elenelén, « la utilizacién modo preliminary, , miendo las consecuencias que regu evidentement ingenuo imagi : © ampobrecimiento econdmico lh fa clentificista, que la clencia produ Lologia, que ha penetrado en e} blen'gon hipétesie sabre el melonaralento del mundo, consisuectes ‘nea que sélo son ci eanatupente aon falzeadas —demottradas como falens— repeti- daments, al ser reemplazadas por otras, euya tice py lsedad nim no ha sido demostrads, uitieads, resulta que, justamente, ee hn aban. nfo de la clencia para entrar en el de una moral cual. 8, politica w otra, x : : demas, incluso suponiendo que tal enunciado clentifico sea vers gue éstas no ee han etrevido a decir si nombre, y se han recepta ético deriva automatiesmente del misma, con Ia autoridad de la clencia, Por ello resulta abusive prohibir see vidente que ciertos seres humanos son fisicamente : sablos busear | "vlad, sea cual sea su naturaleas: la verdad no com. otros; en cambio, de esta propasicién verdadera, no porta ningin sma, Habiendo conocido las teorias de Irque tengamos que, ademas, conceder alos mas fier Gobineau sobre la desigualdad de Ins razas humanas, Alene de Tae queville le replica diciénd le que sus teorfas probablemente son fal. ane, DLA, De, La opie dans fe houdotr en Oauvres completes, t Pater, 1960, pag 20. Tana, Hy Derniersessats de ertique at @Mtoir, 1004, pd. 110. ws. . 1LAS MORALES DB LA HISTORIA sas; pero’ que, en el caso de que fueran verdaderas, seria necesario ‘esconder las conclusiones, pues s6lo podrian tener un efecto negati- ‘yo sobre dichas razas. Tocqueville piensa que la idea de igualdad ac- ‘tia del mismo modo que un aguijén: se intenta igualar a los mejo- res, esforzindose més que antes. La de la desigualdad natural, al contrario, adormece: epara qué tantos esfuerzos si, de todas formas, el fracaso esta asegurado? Gobineau cree que el fisico desigual jus- tifica una politica desigualitaria; espantado por semejante tesulta- 0-“Tooquexille prefiere ignorar los hechos. Pero tal encaden: 4, ya Io hemos visto, no es de ningtin modo automstico; y si las aplicaciones de la ciencla tienen que estar controladas por la moral . yila politica (0 més bien, si hey que reconocer que se someten a este ‘control, y a ningin otro), la investigacl6n cientifica no debe tener més ‘que un solo principio conductor que es Ia biisqueda de verdad. Y no Porque un marido celoso haya aplastado el créneo de su esposa con ‘un martillo, hay que proscribir la fabricacién o el perfecclonamien- to de este tipo de instrumento.. Podemos volver ahora a la cuestién del retraso que llevan las cien

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