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UN RESENTIMIENTO CASI CENTENARIO: EL ARABE José Angel Hernandez Garcia Resumen: Latendenciadel mundo occidental a pensar que todo el orbe se deberia regir por sus mismosparametros «sa base del actual conflicto con e] mundo érabe. Cuestiones como la igualdad ante la le, el respeto alos derechos del individuo y la igualdad entre mujer y hombre, que son considerados por Occidente como grandes logros sociales, son vistos por el mando arabe como auténticos extravios. A elo debemos unir le continue explotacion, por parte de los raises occidentales, de los recursos de estos paises, cas siempre petroleros, lo que ha creado un resentimiento que se ha mantenido generacidn tras generacin. Este trabajo intenta explicar el porqué de dicho resentimiento desde un punto de vista histrico, pero también politico y social Palabras clave: Resentimiento, explotacién, integrismo, pobreza islam. Abstract: The western tendency to consider the whole world should follow its patterns make up the basis ofthe present conflict with the Arabian world. Concepts such as the equality when facing law, the respect to the individual's tights and the equality between woman and man, which the western world considers to be great social achievements, are seen as real strayingsby the Arabian word. This, in addition to the continue wesiern’s exploitation of those countries’ natural resouires, mostly oil. have created a resentment which has remained from generation to generation. This work tres to explain the reason for this resentment not only from a historical point of view, but from a political and social ones as well. Key Words: Resentment, exploitation, integrism, poverty islam. Résumé: La tendance du monde occidental 8 penser que tout Vorbe devrait tre régi par ses paramétres propres ‘tla base du conflit actuel existant avec le monde arabe. Des questions comme égalité devant la lo, le respect des droits de lindividu et Fegalite entre femme et homme, considénées par I Occident comme de grandes réalisations socit~ tes, sont qualifiées par le monde arabe de véritables deviations. A cela il convient ¢'ajouter lexploitation systématique des ressources de ces pays, généralement pétroliers, par les pays occidentaux, ce quia donné naissance aun ressentiment entretenu génération aprés génération, Ce travail essaye dexpliquer le pourquoi de ce ressentiment, d'un point de vue tistorque mais aussi politique et social, Mots clef: Ressentiment, exploitation, intégrisme, pauvret, Islam, Feaamiento y Culusts 13 Numero 6 + 2003 A | ser abordado por parte de los estudiosos el actual conflicto entre Occidente y el mundora- be, seolvidan o se ignoran, a veces intencionadamen- te, algunos datos de tipo histérico que ayudarian a Ja comprensién del hasta ahora principal conflicto del bisofio siglo XI. Una gran parte del mundo musulmén respira un resentimiento contra todo lo occidental, al que culpa de todos sus males desde época colonial. La mayoria de los territorios del llamado Orien- te Préximo se encontraban en manos otomanas ha- cia siglos. Durante la Gran Guerra, los érabes se su- blevaron contra los turcos, de los que eran stibditos desde siglos atrés, El incipiente colonialismo francés y,sobre todo, inglés enesta parte del mundoestaban alerta para recoger los despojas del carcomido Im- perio Turco. Los briténicos decidieron apoyar a jefes locales ardbigos, como lo era Hussein’ de La Meca, cen st lucha contra los turcos, quienes fueron expul- sados definitivamente de la peninsula Arabiga. Feisal, hijo de Hussein, sofaba con un mundo arabe independiente y préspero. Era la época de Lawrence de Arabia. Pronto los arabes vieron frustrados sus afanes independentistas por parte de la Gran Breta- fia, que desdiciéndose de sus promesas de apoyar la independencia arabe, se dispuso a cubrir el espacio ddejado por los turcos. El principal objetivo de esta decidida interven ci6n briténica en Oriente Préximo era consolidar su posicién en el Mediterraneo y sobre todo proteger una arteria marina tan importante para su comercio ‘como lo era el canal de Suez, Los érabes tomaron Damasco en 1917 y ame- nazaron con cercar en Palestina al ejército ofomano de Kemal Paché, que hubo de replegarse ripidamen- tea través del Libano, dejéndoles la via libre para la sein hubi colaborato en lps conlo tute, qe fo naman en Tischer Mes a amici desta descendent Sel pray fanaa tu hi ue acpare dbien grade ecco ln de Uurecnocmlants dessutraen uns na us ure desde perso pons Peasamiente y Caltuss ocupacign de la zona a los soldados britanicos de Edmund Allenby. Finalizado el conflicto, los arabes esperaban el ‘cumplimiento de la promesa briténica de apoyar el establecimiento de un Estado drabe auténomo. Los ingleses pronto hicieron saber que no estaban dis- puestos a permitir un Estado arabe independiente como lo prometieron a los érabes en 1914 y adopt- ron una politica de fomenta de distintas jefes y reyes locales que terminaron haciendo imposible, por sus enfrentamientos, la creacin del gran Estado drabe. E] incumplimiento de estas promesas por la patte briténica dej6 una malquerencia y un resque- ‘mor en los érabes de todo el mundo, que comenza- ban, en esa época, a tener conciencia de su pertenen- cia a un mundo diferenciado del occidental. Fue la primera desilusion del orbe drabe con Occidente. Una de as regiones que quedaron bajo control directo del Reino Unido, desde 1922 de manera ofi- cial aunque de hecho desde 1917, fue Palestina. An- tes de la expulsién de los turcos de Tierra Santa*, el secretario del Foreign Office britanico, lord Balfour, mandé un escrito al barén Rothschild, cabeza visi- ble de la comunidad judia inglesa, en el que prome- tia, en nombre del gobierno de SuMajestad, elbene- plicito para la creacién de un “hogar nacional judio”. Como explica Angelo Ghirell’, el Gobierno britani- co fue conminadoa hcer esta declaracién por los pres- tamistas judios norteamericanos a los que el Reino Unido habia tenido que recurrir en 1917 para conse- guirun empréstito que saneara las finanzas estatales. Este “hogar judio” que en un principio no tuvo més que un espititu filanirépico, el de que Palestina sirviera de refugio a los judios perseguidos en el mundo, se convirtié répidamente en una cuestién politica. 1 ermno “Tier Santa slr no so prs los isin in tin ora msuimsnes pos. 148 p29 114 Némero 6 © 2005 ‘a eens rear te Laemigracién judia como consecuencia delpplan Balfour fue consecutiva y provocé una reeccién en los ambientes politicos no s6lode Palestina sino tam- bién del mundo érabeen general. Reaccién de lacual se sirvié Inglaterra para declarar laincompatibilidad de la convivencia de los érabes y de los judios en un mismo territorio, aprovechando para posponer su re- nuncia al mandato sobre Palestina. Esta decisién bri- ‘énica caus6 un inmenso malestar en todo el mundo musulman: les musulmanes consideraron que los in- sleses intentaban prolongar su mandato con el fin de auspiciar un Estado hebreo en territorios considera- dos partes integrantes del patrimonio musulmén. En ésta época se fragua el enfrentamiento entre 1a comunidad judia, en su mayoria recién llegada de Europa, y la palestina. La desigualdad entre la eco- nomia de subsistencia de los palestinos y el poder econémico de los recién llegados no ayuda a amino- rar la tensi6n entre arabes y judfos, por un lado, y entre érabes e ingleses, por otro Londres trata de controlar la tensién poniendo coto ala oleada de inmigrantes, que pasa a ser ilegal, pero que no evita una auténtica riada de judios, sobre todo de la Europa de después de la Segunda Guerra Mundial. Leon Uris plasma de manera excepcional en su libro Exodoe] ambiente en tomo aesta inmigracion. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL La emigracién judia a Palestina no habia deja- do de ser constante desde la Primera Guerra Mun- dial, lo que hizo que los palestinos musulmanes “autéctonos” vieran con indisimulado estupor cémo los judios, valiéndose de la ayuda econsmica de los comités judios y sionistas europeos y norteamerica- nos, se hacfan duefios de tierras antiguamente de su pertenencia. Los palestinos, acostumbrados a una economia pobre de subsistencia, no pudieron resis- tirse a las sustanciosas ofertas econdmicas que los recién Ilegados hacian por sus tierras. $i en 1917 ha- bia en Palestina 55.000 judios, para el aiio 1939, el del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, habia «asi medio millén de hebreos en Tierra Santa‘. tanta sir Rona Score gpbemar ric en Paki 115 El incipiente nacionalismo drabe vio todo este proceso de emigracién y compra de tierras en Tierra Santa como un ejemplo de parcialidad por parte de los ingleses. Estos intentaron reprimir cualquier agi- tacidn entre las dos comunidades. Aun asi los arabes conformaronmovimientos armados, como el delemir {bn Saud, que concentr6 un grupo importante de sus guerreros en la fronterajordana, En Siria, Egipto y el Libano empezaron a funcionar, entre otros, los lama- dos “comités para la defensa de Palestina”, que fue- ron duramente reprimidos por los britsnicos. Hubo cuatro levantamientos arabes contra la politica de tutela colonial britsnica que causaroncua tro mil muertos, segtin la administracién colonial’. Como dicen Collins y Lapierre, "hundidos y rechazados por el sentido de la organizacién y el di- namismo de sus adversarios, los arabes de Palestina no tardarfan en dejarse ganar por la amargura, el terror y, finalmente, el odio. Cada dia se ensanchaba mésel abismo abierto entre las dos comunidades” La conflagracién mundial de 1939-1945 fue un obsticulo para que la emigracién de hebreos a Pa- lestina siguiese al mismo ritmo, Suspendida en par- te, el espiritu de los drabes se calms, Europa estaba en 1939 en los albores de la Se- gunda Guerra Mundial. Los regimenes democeiti- os, el inglés y el francés sobre todo, parecian estar en retroceso. Muchos lideres érabes vieron en los re- sgimenes politicos totalitarios como el alemdn una oportunidad de zafarse del dominio colonial. Uno de éstos lideres era el gran mufti, lider religioso y politico de los palestinos. Mohamed Said Hadd Ahin El Husseini, nom- bre completo del gran muiti, estaba en contacto con los nazis desde 1936. Después de un exilio dorado en Alemania, volvié a su tierra para convertirse en el cruel e intratable, pero indiscutido, lider de los palestinos? us tevatamlnts ern 192, 1081855 1996, 6 Looe, Dou Cans Lat, wan Barna, Hac fey wpa lgan ulti seexap de etn nis primavera se 94 nts paren avon a Saiz, peo rechazade, se err alos ances snes pee ‘Sequan ds ts sega seteariol oun deren, ayndindolevelver a te Nimere 6 + 2003 ese ant Terminada la Segunda Guerra Mundial, lases- peranzas de losarabes y,en concreto, de los palestinos se habian esfumado, Laimagen del Africa Korps, de Rommel, derrotando a Egipto y “liberando” a Pales- tina del dominio briténico y judio se habia esfuma- do de la mente de una parte importante del mundo rabe. Los judios y los érabes palestinos habian visto la victoria aliada de una manera radicalmente dis- tinta: mientras para los primeros fue una gran victo- ria que haria posible un Estado judfo, para los se- sgundos era la confirmacién de tiempos dificiles. Los peores presagios érabes se confirmaban: los paises occidentales, que coincidfan con los colonia les, no estaban dispuestos a finiquitar sus imperios asi como asi. Los Estados Unidos se habian converti- do, con el permiso sovietico, en la principal poten- ia, y la “orientacién politica de éste era favorable a ladescolonizacién’”, pero también a la creacién préic- tica del tan discutido “hogar judio”. En 1947, la Ou decide, por presién soviética y americana, permitirla participacion de Palestina. Los briténicos, incapaces de acabar con la guerra ivil en Palestina, no hacen ascos a la propuesta y abando- rnan Palestina en 1948. Con la retirada britinica, y pisdndoles los talones, comenzaba una carrera fre- nética por parte de 10s judios y de los arabes para hhacerse con lo que dejé la Gran Bretaiia CREACION DEL ESTADO ISRAEL{ EI 14 de mayo de 1948" se proclama el Estado de Israel, lo que provoca la ira del mundo érabe y la intervencién en la zona de los ejércitos de Egipto, Irak, el Libano, Siria y Jordania. La opinién occiden- tal, en cambio, era favorable ala creacién del nuevo Estado, y de los Estados Unidos y la Union Sovietica salieran armas para el nuevo ejrcito israeli; esto au- ‘menté el resentimiento érabe hacia Occidente. En contra de lo cabria esperar el recién creado @jército israeli, los judios derrotaron repetidamente Mm Dayo wm) iti dm po 86 p86 emer Mid, 9 Undia antes de expar dl mandato rink en Pastis 2 la coaliciGn rabe. Acto seguido, y aprovechéndo- se de sus fulgurantes Exitos militares, los israelies ‘ocuparon el Negev y Galilea occidental. El media dor oficial sueco, de la Ou Bernardotte, intenté mediar y redefinir de manera equitativa las fronte- ras drabe-israclies, A los pocos diasde manifestar sus intenciones, fue asesinado por terrorisiasisraelies el 17 de septiembre de 1948". Aquella guerra oblige al exilio a medio millén de palestinos, algunos de los cuales seestablecieronen Colombia". Los érabes, una vez mas, vieron al “pérlido Occidente” tras esta “inexplicable” derrota. En 1956 comenzé la segunda guerra arabe-is- raeli, que se gest6, como no cesan de recordar los arabes, con la complicidad anglo-irancesa. La nacionalizacién del canal de Suez por el panarabista adalid dels pafses no alineados Nasser motiva elataque de la alianza franco-britanico-israeli, que toma el control del canal. La ONU, los tu y la URS: consiguen la retirada de las tropas de la coalisién y la reapertura del canal. La conjuncién de franceses, britanicos e israelies en esta guerra fue interpretada por los paises drabes como un ejemplo de la alianza de Occidente contra el pueblo érabe. Mientras tanto, y enel exilio, nace la Organizacién para la Libera- cion de Palestina (ow), dirigida por Yasser Arafat, que opté por la utilizacién de métodos terroristas, contra Iscael y “sus aliads” (iéase Occidente) En 1967, y provocada por la alianza entre Egip- to, Siria y Jordania, comienza la lamada guerra de los Seis Dias, quese salda con una estrepitosa derro- ta arabe. Esta derrota arabe se debié no sélo a la bue- na planificacién y adiestramiento israeli, sino tam- bign a las armas inglesas, francesas y americanas, yallas de otros paises occidentales que proveyeron a losiisraelies. La guerra provocé ademés otros 200.00) refugiados que, su crecimiento vegetativo, sumaban enesa época cerca de dos millones. Como consecuen- cia de esta contienda, los israelies ocuparon Gaza y 10 La tain de raps terns oe slo be, emo maha ese Pens. Aung gun oe Sem novimints kor jads acura ‘pci pc clo goer dnt yet Sra ge rine sy tm Isaac, Aus Fae, sti dete mac de pti (Com, Tesi de grat, Urivenidad dea Sana, Comuncacion Soy onde, 193, Heo a apora dt itensanis sabe Taegan ples ia eps de Colom, cor nombres ape 116 Cisjordania, lo que privé a los paestinos de Estado y derechos. Durante 35 afios, la ONu ha tratado iniitilmente de que el Estado judio devuelva los territories y favo- rezca el retorno de los refugiados (Resoluciones 194, 242, 2709, 2919, 38 y 3236, entre otras). Pero Israel no Jo ha hecho; y no slo eso sino que no se lo sancioné como a otros paises en circunsiancias similares como Libia o Irak y la raz6n ha sido una sola: Estados Uni- dosha utilizado su derecho de veto para detener toda condenaa Israel en el Consejo de Seguridad de la Onv. El apoyo de Estados Unidos a los israelies hace quel Estado judio tenga acceso a dinero, armas, tec- nologia, créditos blandos, ayudas a fondo perdido, etc. por més de 200 millones de délares, Io que es visto con rencor por los érabes, que saben que parte de ese dinero ha servido para levantar asentamientos en territorios ocupados. Los palestinos saben que las bolas, el fusil M-16 y el helicdptero Apache que utili za el soldado hebreo contra ellos en sus miiltiples enfrentamientos tienen la etiqueta Made in USA. Poreso, cuandoel terrorista, manipulador,fal- so y sectario Ben Laden dice cosas como: ";Nuestra naci6n islamica ha estado probando lo mismo du- rante mis de ochenta afios: humillacién y desgra- cia, nuestros hijos han sido asesinados y su sangre ha sido derramada, nuestros lugares santos profa- nados”®, se refieren a hechos que estan en los li- bros de historia y que a él, repito, de manera maniquea, le sirven para justificar los sangrientos actos del 11 de septiembre. Otro de los pasajes de lasarengas del saudi que no podemos dejar pasar es el de los lugares santos, segiin él, profanados. Con ello, Ben Laden trata de quitar o retirar la espina clavada en el corazén del mundo érabe, que es la ocupacién israeli de su ciu- dad santa de Jerusalén y de sus dos mezquitas més veneradas: la de la Roca y Al Aqsa. También parece referirse con esta frase a la presencia norteamerica- na y de sus aliados en su natal y sagrada Arabia Saudi desde la guerra del Golfo de 1990 a 1991. 12 ideo arundicopor tos & caus de television eda 7 de ote de mit Pensamicaty y Celtutt Ben Laden cree apie juntillas,y con él una par- te muy importante del pueblo musulman, que epi- sodios recientes como el bloqueo a Irak son la cau- sa de “un millén de niftos muertos en Irak”. Evi- dentemente, exagera en cuanto a lacifra, pero elar- gumento es auténtico y los hospitales iraquies no tienen medicinas para atenderlos. Respecto a Bosnia, reprocha que Occidente actuara tarde y mal, y lo mismo vale para Chechenia, en donde pocos lamentan la matanza genocida de musulmanes por parte de los rusos. Estos ejemplos, que no justifican ninguna ac- ci6n terrorista, fueron dados como argumentos por Occidente a los fanaticos e integristas islémicos como, Ben Laden. Estos y otros, comoel mantenimientode monarquias y de gobernantes corruptos y aliadosde Occidente en algunos paises son vistas por sus pue- blos como un ejemplo de imposiciin de ideas que no les son propiasy que ademas los mantienen en la pobreza, el desempleoy la marginacién, sin que Oc- cidente haga nada y mientras las clases dirigentes viven en una opulencia ciertamente despropor- cionada. Lo cierto es que el islamismo radicalmente antioccidental no slo se extiende por Oriente Préxi mo sino que también cubre Asia ¢ incluso Europa, “como fuente de identidad, sentido, estabilidad, legitimidad, desarrollo, poder y esperanza, esperan- za comprendida en el eslogan “el Islam es la solu- cién". Este resurgimiento islimico, segin Huntington “es la tltima fase del reajuste de la ci- vilizaciGn islémica ante Occidente, un esfuerzo por encontrar la solucién, no en la ideologia occidental sino en el islam". No olvidemos que el islam (el falso islam, el belicoso ¢ intransigente) es el nico que ha puesto en unbreie loscimientos deOccidente que éste, como sucedi6 en Angelia y Turquia al tener que elegir en- tre una democracia que le dé Ia victoria al islam y una dictadura que favorezca los intereses estratégi- 0s y econémicos occidentales, siempre optaré por la segunda 18 Hosmcnn, Sie P hae dco yl mn del on il Broo, Paes, 17 p19 Nimete 6 + 2003 17 Jost ag ine Ga Bibliografia ARMSTRONG, K., El islam, Barcelona, Mondadori, 2001. BERGEN, P.L., Guerra Santa, S. A, La red terroris- tude Osama Bin Laden, Barcelona, Grigalbo, 2001 VERNET, J, Los origenes del islam, Barcelona, El Acantilado, 2001 JVERGENSMEYER, M., Terrorismo religioso. El auge global dela violencia religiost, Madrid, Siglo XI, 2001 HUNTINGTON, Samuel P., El choque de civili- zacionesy la reconfiuracgn del orden mundial, Bar- celona, Paidés, 2002.

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