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DRESSER Reflexiones para entender y Cambiar a México VII. LO QUE PODEMOS HACER EI primer trabajo del ciudadano es vivir con la boca abierta GUNTHER GRASS Ve a las esquinas de las calles e invita al banquete a cualquiera que te encuentres. Mario 22:10 CIUDADANOS [DIOTIZADOS Comienzo por paraftasear la carta reciente de un lector al perid- dico Reforma. Una carta dura, honesta, preocupada, cuyo conte- nido enlista lo que tiende a ocupar las primeras planas, cualquier dia, y constituye un diagnéstico de lo mucho que nos aqueja. Un multimillonario lider petrolero que viaja a Las Vegas, es duefio de un lujoso departamento en Canciin, y pasea en yate con costoso reloj. Un “presidente legitimo” que habla siempre de transparen- cia pero puso candados a la informacién de los gastos efectuados en Ja faradnica obra del segundo piso del Periférico. Un senador que dice que los lios de los lideres petroleros s6lo le competen a los sindicalizados de Pemex. Un gobernador que fe mienta la madre a quienes no piensan como él, mientras dona dinero del erario en callada complicidad con un cardenal. Unos gobernadores del PRI que condicionan su apoyo a cualquier reforma energética a cam- bio de su propia tajada de recursos y contratos petroleros. La carta concluye con una declaracién de coraje, con un sen- timiento de vergiienza, con la confirmacién de que como México “no hay dos”. Y revela la desilusién de tantos ante la recesién de- mocritica; ante una transicién que ha resultado ser un fenémeno epidérmico; ante un cambio celebrado por la alternancia electoral pero manchado por las miltiples formas de mal gobierno. Policias abusivos y oligarquias rentistas y burocracias indiferentes y jueces corruptos y élites venales que desdefian e] Estado de Derecho y no Ie rinden cuentas a nadie. Todos los dias, las pagirras de los perié- dicos estan repletas de notas detallando otro abuso. Otro ejemplo 300 DENISE DRESSER de corrupcién compartida. Otra muestra de extraccién a costa de los ciudadanos. Otro indieador de lo que el politélogo Larry Dia- mond llama —en un articulo en Foreign Affairs— la persistencia del “Estado depredador”. Ese Estado mexicano, donde la corrupcisn y el abuse uo son una aberraci6n sino una condicién natural. Donde el conflicto de interés no es la excepcién sino la regla. Donde desde hace cientos de afios, la propensién de las élites gobernaates ha sido monopo- lizar el poder en vez de restringirlo. Donde la clase politica usa su influencia para extraer rentas de la economia en lugar de promo- ver leyes transparentes, instituciones fuertes, mercados funciona- les. El resultado es un Estado depredador. Un Estado cleptocratico que instrumenta politicas piiblicas ineficientes, expolia a sus ciu- dadanos y usa los recursos pitblicos para su propia glorificacién o consumo. Un Estado cinico y oportunista en el cual las personas comunes y corrientes no son percibidas como ciudadanos sino como clientelas. El objetivo del gobierno no es garantizar bienes pablicos —como caminos, hospitales, escuelas— sino producit bie- nes privados para los funcionasiosy sus amigos y sus familias. Para los allegados de Elba Esther Gordillo y Carlos Romero Deschamps y el “Nifio Verde” y Emilie Gonzalez Marquez y tantos mas. En un sistema asi, casi todos se sienten como el autor de la carta a la cual aludi al inicio de este capitulo: impotentes, explota~ dos, insatisfechos, enojados. Y, gc6mo no? El Estado depredador ha producido una sociedad depredadora. Un pais que empuja a su poblaci6n a la informalidad y a doblar las reglas. Un pais en el cual las grandes fortunas no son producto de la actividad pro- ductiva sino de la manipulacién politica. Aqui en la Reptiblica mafiosa los politicos convierten las elecciones en juegos suma cero donde nadie puede darse el luja de perder. Los lideres sindica- les convierten a sus agremiados en clientes dependientes de los favores que les otorgan. Los fncionarios de Pemex parecen mas preocupados por el dinero que pueden recolectar que por el bien publico de los contratos que autorizan. Aqui en la Repablica ren- tista, con demasiada frecuencia los policias no persiguen a los cri- mninales, los reguladores no regulan, los jueces no aplican la ley, los agentes aduanales no inspeccionan, los empresarios no compiten, Lo que podemos hacer 301 los acreedores no pagan, los contribuyentes no contribuyen, los automovilistas no se paran en los semaforos, Toda transaccién es manipulada y maniputable. Aqui en la Repéblica desilusionada, hay una ausencia doble: falta buen gobierno y falta buena sociedad. Faltan “comunidades civicas” en donde los ciudadanos confien unos en otros, obedez- can la ley, sigan las reglas y promuevan el bien pablico —porque saben que alguna autoridad los sancionaré si no lo hacen. Aqui en la Repiblica deteriorada, las instituciones no generan la participa- cién popular porque el sistema politico-econdmico es tan elitista, tan corrupto, tan poco sensible a su poblaciéa. Y por ello produce ciudadanos pero sélo de nombre que no cuentan con canales efica~ ces de participacién e influencia, mas alld de su voto. Pueden tachar una boleta electoral pero no pueden remover a un gobernador co- rrupto. Pueden llevar a un politico al poder pero no incidir en como lo ejerce. En México hay competencia, pero ocurre entre partidos corrompidos y clientelares. En México hay gobiernos electos pero poco representatives. En México hay ciudadanos pero muchos no saben cémo serlo cabalmente. Los buenos gobiernos se construyen con base en buenos ciuda- danos y ha llegado la hora de serlo. Porque cada seis aiios, México busca un Cid Campeador. Cada seis afios, México busca un politico capaz de redimir al pais y rescatarlo. Los mexicanos gritan una y otra vez; “No nos falles” y se sorprenden cuando eso ocurre. Por eso ha llegado el momento de reconocer que no hay salvadores. Que no hay redentores. Solo hay ciudadanos con una obligacion compartida: decirnos a nosotros mismos que México cambia pero muy lentamente debido la complicidad de sus habitantes. El ciudadano favorito de fas autoridades es el idiota, 0 sea, quien anuncia con fatuidad “yo no me meto en la politica”. Ast describe Fernando Savater a los desatendidos, a los que dejan las decisiones primordiales del pais en manos de otros, a los que reclaman beneficios y protecciones por parte del Estado —~in- cluyendo espectaculos y diversién— pero no participan o exigen cficacia. Y el Estado mexicano, sdlo parcialmente democractico, vive feliz atendiendo las necesidades de tantos mexicanos a quit nes trata como “clientes” o “stibditos”en vez de ciudadanos. A 302 DENISE DRESSER quienes mediante segundos pisos y dadivas diarias y piscinas ins- taladas sobre el Pasco de la Reforma vuelven a los mexicanos adictos al populismo. Adictos a pensar que el mejor politico es el que més obra po- litica construye, el que mas sacos de cemento regala, el que mas subsidios garantiza, el que mejores promesas hace. Adictos a la simplificacién de la complejidad mediante la cual un partide ofrece vales para medicinas, la eliminacién de la tenencia unos dias antes del proceso electoral, e1 dinero en efectivo entregado de camino a la urna, la disminucién del 1a, los subsidies a la gasolina. Desde la fandacién del pri, el populismo siempre nos ha acompafiado, y hoy en dfa sigue en boga. No es dificil entender por qué la clase politica mexicana re- curre al populismo como instrumento para gobernar. El popu- lismo hace que todo sea tan simple, tan claro, “haiga sido como haiga sido”, Divide al mundo en “fanaticos” o “gente decente que trabaja y leva a sus hijos a la escuela”. Cllasifica a los mexicanos en los puros y los que generan “asquito”. Separa a México en el “pueblo bueno” y “la mafia que se ha aduefiado del pais”. Algo tan complejo com la crisis post electoral del 2006 se atribuye al odio y al rencor generado por Lépez Obrador. Algo tan compli cado como las razones detras de nuestro crénico subdeserpetio econdmico se atribuye a “el pillaje neoliberal”. Cada bando busca organizar sus odios, generar sus propios adictos, dividir conforme a sus principios impolutos. Peor atin, el populismo absuelve a los ci dadanos de la responsabilidad para encarar los problemas del pais. Como sefiala Savater en su Diccionario del ciudadano sin miedo a saber, el vicio de! populismo va acompatiado del vicio del pater- nalismo, El vicio de los gobiernos y las autoridades publicas de empefiarse en salvar a los cindadanos del peligro que representan para si mismos. Los politicos mexicanos de todas las estirpes se ofrecen solicitamente para dispensar a los ciudadanos de la pesada carga de su autonomia, Su lema es: “Yo te guiaré: confia en mi y te daré lo que quieres.” Un desfile multimillonario para festejar el Bicentenario: alli esta, Una pista de hielo en el Zécalo: alli viene. Pena de muerte para los secuestradores, el Partido Verde apoya la iniciativa. Un hombre con pantalones capaz de imponer cam- Lo que podemos hacer 308 bios aunque sea de forma autoritaria; alli esté Carlos Salinas, otra vez, Una popular actriz de telenovelas: aparece al lado de Enrique Pefia Nieto en cada spot que paga. México carga con uno de los mayores peligros de las democracias: una casta de “especialistas en mandar” que se convierten en eternos candidatos. En cada elec- ci6n asistimos —y contribuimos— al reciclaje de pillos. Y el problema es que alcanzan esa posicion gracias a la flojera o al desinterés del resto de los ciudadanos, que dimiten del ejerci- cio continuo de vigilancia y supervisién que les corresponde. La clase politica mexicana se aprovecha de la persistencia de personas que —frenadas por falta de interés 0 falta de oportunidad— no participan en las responsabilidades de la ciudadania y se resignan a vidas determinadas por otros. Los idiotas mandan porque otros idiotas los eligen. Los idiotas mandan porque los ciudadanos abdi- can de su ciudadania y se refugian en Ia apatia y en el anonimato. Los idiotas mandan porque logran erigirse en una especie de dio- secillos que siempre tienen la raz6n, dado que los apoya el pueblo y el pueblo nunca se equivoca. El populismo ya sea de derecha o de izquierda sobrevive porque no hemos alcanzado la educacién que premie la disidencia individual sobre la unanimidad colec- tiva. Que recompense el mérito en lugar del compadrazgo. Que nutra nuestra capacidad de luchar contra lo peor para que venga lo mejor. Que construya ciudadanos auténomos, libres, de carne y hueso. Que institucionalice la desconfianza en los lideres y la vi- gilancia sobre ellos por diferentes medios. Segiin un estudio reciente del encuestador Alejandro Mo- reno, 66 por ciento de los mexicanos piensa que “personas como yo no tenemos influencia sobre lo que el gobierno hace”. Si eso no cambia, México seguird siendo un lugar idéneo para quienes quieren mantener a sus habitantes en una permanente minoria de edad, ajenos a la politica y residentes permanentes del lugar mental donde faltan la resolucién y el valor para participar en el espacio public. Y seguir siendo un pais gobernado por proto po- pulistas —ya sea de izquierda o de derecha— y ciudadanos idio- tizados que los celebran. 304 DENISE DRESSER PATRIOTISMO MALENTENDIDO Giudadanos idiotizados desde la Independencia. Desde la Revo- lucién. 1810. 1910. 2010. Doscientos afios de héroes falsos y men- as propagadas y dictaduras perfectas y democracias que estén lejos de serlo. Doscientos afios de aspirar a la modernidad sin po- der alcanzarla a plenitud y para todos. Siete décadas de justificar el Estado paternalista y el predominio del Pru, la estabilidad cor- porativa y el pais de privilegios que cre6, Buen mamento, enton- ces, para examinar la herencia, los mitos compartidos, las ficciones fundacionales, el bagaje con el cual cargamos. Gran oportunidad para emprender un proceso de instrospecci6n critica sobre nues- tra identidad nacional, para cobrar conciencia de lo que hemos hecho consistentemente mal. Para entender por qué no hemos construido un pais més libre, mas prospero, mas justo durante los Uiltimos dos siglos. Abundan las explicaciones, La Conquista, la Colonia, la ausen- cia de una tradici6n liberal, el Porfiriato, la vecindad con Estados Unides, la desigualdad recalcitrante, el nacionalismo revoluciona- rio, los dclos histéricos marcados por proclamas, seguidas de al- zamientos y la instauracién de lideres autoritarios que prometen salvar al pais del caos y de sf mismo. Muchos piensan que México no avanza por su pasado fracturado, por su historia insuperada, por sus creencias ancestrales, por sus costumbres anti demoorati- cas. Muchos esgrimen el argumento cultural como explicacion del atraso nacional. “Es an problema mental”, afirman unos. “Es ura cuestién de valores”, insisten otros. “Es un asunto de cultura”, su- gieren unos. “Asi somos los mexicanos”, proclaman unos. Segan esta visién cada vez mas compartida, el subdesarrollo de México es producto de habitos mentales premodernos, cédigos culturales atdvicos, formas de pensar y de actuar que condenan al pais al es- tancamiento irrevocable. Es cierto que muchos mexicanos creen apasionadamente en los componentes centrales del “nacionalismo revolucionario”. Es cierto que muchos mexicanos han internalizado las ideas muertas del pasado, y por ello les resulta dificil forjar el futuro. Es cierto Lo que podemas hacer 305 que muchos mexicanos han sucumbido al romance con la su- puesta excepcionalidad histérica de México, y por ello se resisten a apoyar medidas instrumentadas con éxito en otres paises. Aqui, los habitos iliberales del corazén son como un tatuaje. Aqui, ideas como el Estado de Derecho, la separaci6n de poderes, la toleran- cia, la proteccién de las libertades basicas de expresidn, asamblea, religién y propiedad, no forman parte del andamiaje cultural post revolucionario. Y por ello tenemos elecciones competitivas que producen gobiernos ineficientes, corruptos, solipsistas, irrespon- sables, subordinados a los poderes facticos, e incapaces de enten- der o promover el interés piiblico. En términos politicos, México es una democracia electoral; culturalmente sigue siendo un pais iliberal, Ahora bien, la cultura heredada, promovida, aprendida por los mexicanos a partir de la Revolucion es una invencién intere- sada, un calculo deliberado; es aquello que los politicos y los ided- logos del régimen decidieron ensefiarnos en la escuela publica. Las costumbres iliberales y las creencias reaccionarias que dibujan el mapa mental de tantos mexicanos fueron colocadas alli porque eran ttiles. El poder politico de México vivié —y vive avin— de alimentarlas. La cultura politica del pais ha servido para apuntalar ese ar- tificio contractual que es el corporativismo post revolucionario y el “capitalismo de cuates” que engendré, Para justificar la perma- nente redistribucién de la riqueza en favor de los grupos benefi- ciarios del siatu quo que este acuerdo ha entrafiado. Para legitimar las practicas de rentismo acendrado que este pacto ha perpetuado. Para justificar la apabullante concentracién de la riqueza que este modelo ha permitido. Para legitimar la economia oligopolizada que este arreglo ha producido. Eisas son las raices de tantas men- tiras piadosas que la clase politica elaboré y sigue diseminando; ésas son las razones detras de cédigos culturales que las élites han usado para controlar a la poblacién, El problema del pais es cultu- ral pero también estructural; abarca valores ¢ intereses. A México. le hace falta ir al psiquiatra para resolver un problema mental, y a la vez necesita combatir una estructura de privilegios que ni la Independencia ni la Revolucién lograron encarar. 306 DENISE DRESSER Al pais Je urgen nuevas ideas que trasciendan el patriotismo mal entendido, porque como lo escribié Samuel Johnson: “El pa- triotismo es el ultimo refugio de un bribén”. Pero en México suele ser el primer lugar en el cual muchos actores prominentes buscan resguardo, Buscan refugio, Buscan proteccién. Llaman a la so- ciedad a cerrar filas detrés de institituciones 0 causas del Estado cuyo desempefio ha gencrado cuestionamientos crecientes, como as guarderias subrogadas del iss, el Ejército, o'la guerra contra el narcotrafico ibrada por Felipe Calderon, Para muchos mexica- nos, ser patriota entrafia “hablar bien de México”. Ser patriota significa ser porrista incondicional, en todo momento y en todo lugar: Ser patriota implica envolverse en la bandera nacional, aun- que dehajo de ella ocurra lo indefendible. Pero el tipo de patriotismo enarbolado por los defensores de Ia situacion actual ¢s un impulso contraproducente y peligroso. Cons- tituye un Ilamado a la conformidad en un pais que ya no puede darse el lujo de permanecer tal y como est. Constituye un llamado al silencio que ofusca y tapa aquello que deberia ser la preocupa- cin de todos los que se ocupan de vivir en México. La injusticia, Ja impunidad y la incompetencia institucional pueden continuar cuando las personas dejan de hablar, Cuando dejan de disentir, Cuando quienes revelan lo que para tantos es evidente —~el in- cendio en la Guarderia ABC fue producto de omisiones que invo- lucran a los altos mandos del mss, y el Ejército lamentablemente. incurre en violaciones recurrentes a los derechos humanos— son catalogados como “tontos tiles”. Cuando se vuelven objeto del ostracismo o la condena, por haberse atrevido a Jlamar a las cosas por su nombre y asignar responsabilidades que en una democracia funcional, nadie hubiera osado rehuir. En México, los que disienten se vuelven objeto de burla, de sorna, de descalificacién. El aparato del Estado se encarga de pin- tarlos como individuos protagonicos con una agenda propia que corre en contra del bienestar de la colectividad. Los conformistas emergen entonces como héroes verdaderos que defienden la re- putacion del iMss, el honor del Ejército, la valentia del presidente, Ja ley, los intereses de la sociedad, Pero en un sentido importante, Jo contrasio se acerca més a la verdad. Como lo argumenta el cé- Lo que podemos hacer 307 lebre académico constitucionalista Cass Sunstein en Why Societies Need Dissent, quienes disienten suelen beneficiar alos demas, mien- tras Jos conformistas se benefician a si mismos y a su grupo. Tal y como la Suprema Corte beneficié a la élite politica al negar un precedente de responsabilidad ante errores cometidos en el caso de la Guarderia ABC, 0 al negar que el Ejército hubiera matado a los nifios Bryan y Martin en fuego cruzado. Y mientras tanto, quienes disienten corren el riesgo de perder su trabajo, enfrentar el ostracismo, ser vistos como traidores a su clase 0 al consenso que la ha permitido a los altos funcionarios del Estado mexicano operar en la més absoluta impunidad. Sia quienes disienten se les diera la raz6n, alguien tendria que renuneiar, alguien tendria que ser enjuiciado, alguien tendria que asumir los costos. Alguien tendria que pagar las consecuen- cias por los 49 nifios de la Guarderia ABC 0 por los dos pequefios que murieron en Ja carretera debido al fuego cruzado 0 por los estudiantes asesinados en la balacera afuera del Tec de Monterrey, cuyo caso aan no ha sido cabalmente explicado. Pero la conformi- dad “patridtica” sustenta una ortodoxia de proteccién que hace imposible mejorar a México. Impide que informacion relevante sea tomada en cuenta, como el hecho de que Juan Molinar renové el contrato de subrogacién de la Guarderia ABC, pese al reporte que denunciaba serias fallas de seguridad. Impide que la Suprema. Corte reconozca errores 0 que el Ejército los evite. En México el disenso necesario incomoda; es visto como pe- ligroso, desestabilizador, anti patridtico. Produce tension entre los jueces, miedo en la burocracia, ansiedad en la cabeza de la clase politica, La conformidad en la Suprema Corte 0 en la Secreta- ria de Gobernacién suele ser mucho mas redituable que la acti- tud contraria, Conlleva ascensos y aceptacién, longevidad y muy buena remuneracién. Resulta bastante mds lucrativo aceptar la encomienda del Ejecutivo que cuestionarla. Resulta menos pol camente condenable “defender a las instituciones” que reconocer cuando fallan. Pero el patriotismo mal entendido —tan popular en estos tiempos— lleva a la aceptacién de hechos que son moral- mente inaceptables, Conduce a la resignacién ante eventos donde la injusticia es obvia. Produce, paradéjicamente, el descrédito 308 DENISE DRESSER institucional que tantos quieren evitar. Porque como lo escribié Mark Twain, “el patriotismo moderno, el inico patriotismo ver- dadero es la lealtad a la nacién todo el tiempo, y la lealtad al go- bierno sélo cuando se la merece”. LLAMADO A HABLAR MAL DE MEXICO Hace un tiempo, Felipe Calderén criticé a los criticos y convocd a hablar bien de México: “Hablar bien de México, de las venta- jas que México tiene... es la manera de construir, precisamente, el futuro del pais.” Y de allf, siguiendo su propio exhorto, pasé a congratularse porque la tasa de homicidios por cada 100 mil ha- bitantes aqui es mas baja que en Colombia, Brasil, El Salvador o Nueva Orleans. Las ventajas de México quedaran claras cuando decidamos hablar bien del pais, concluyé. Ante ello, quisiera pedirte —lector o lectora— que hagas exactamente lo contrario a lo que el presidente exige. Quisiera recordarte que el estoicismo, la resignacién, la complicidad, el si- lencio, y la impasibilidad de tantos explican por qué un pais tan majestuoso como México ha sido tan mal gobernado. Es la tarea del ciudadano, como lo apuntaba Ginter Grass, “vivir con la boca abierta”. Hablar bien de los cios claros y transparentes, pero hablar mal de los politicos opacos y tramposos; hablar bien de los arboles erguidos y frondosos, pero hablar mal de las instituciones torcidas y corrompidas; hablar bien del pafs, pero hablar mal de quienes se lo han embolsado. El oficio de ser un buen ciudadano parte del compromiso de vivir anclado en la indignacién permanente: criticando, propo- niendo, sacudiendo. De alzar la vara de medicién. De convertirte en aptor de un lenguaje que intenta decirle la verdad al poder. Porque hay pocas cosas peores —como lo advertia Martin Luther King— que el apabullante silencia de la gente buena. Hay pocas cosas tan tragicas como la muerte de fa fe que los seres humanos ticnen en s{ mismos y en su capacidad de dirigir su propio futuro. Ser ciudadano requiere entender que la obligacién intelectual ma- yor es rendirle tributo a tu pais a través de la critica. Lo que podemos hacer 309 Ahora bien, ser un buen ciudadano en México no es una ta- rea f4cil. Implica tolerar los vituperios de quienes te exigen que te pases el alto, cuando insistes en pararte alli. Implica resistir las burlas de quienes te rodean cuando admites que pagas impuestos, porque lo consideras una obligacién moral, Lleva con frecuencia a la sensacién de desesperacién ante el poder omnipresente de los medios, la gerontocracia sindical, los empresarios resistentes al cambio, los empefiados en proteger sus privilegios. Aun asi me parece que hay un gran valor en el espiritu de opo- sicién permanente y constructivo versus el acomodamiento facil. Hay algo intelectual y moralmente poderoso en disentir del statu quo y encabezar la lucha por la representacién de quienes no tienen voz en su propio pais. Como apunta el escritor JM. Coetzee, “cuando algunos hombres sufren injustamente, es el destino de quienes son testigos de su suftimiento, padecer la humillacion de presenciarlo”. Por ello se vuelve imperativo criticar la corrupcién, defender a los débiles, retar a la autoridad imperfecta u opresiva. Por ello se vuelve fundamental seguir denunciando las mansiones de Arturo. Montiel y los pasaportes falsos de Raul Salinas de Gortari y las mentiras de Mario Marin y los abusos de Carlos Romero Des- champs y el escandaloso Partido Verde y los nifios muertos de la Guarderia ABC y la impunidad prevaleciente. Quienes hacen suyo el oficio de disentir no estan en busca del avance material, del avance personal o de una relacién cercana con un diputado o un delegado o un presidente municipal o un secretario de Estado o un presidente. Viven en ese lugar habitado por quienes entienden que ningdn poder es demasiado grande para ser criticado. El oficio de ser incémodo no trae consigo pri- vilegios ni reconocimiento, ni premios, ni honores. El cindadano critico debe poseer una gran capacidad para resistir las imagenes convencionales, las narrativas oficiales, las justificaciones circuladas por televisoras poderosas o presidentes porristas, La tarea que le toca —te toca— precisamente es la de desenmascarar versiones alternativas y desenterrar lo olvidado. No es una tarea facil porque “implica estar parado siempre del lado de los que no tienen quién los represente”, escribe Edward Said. Y no por idealismo roméntico, sino por el compromiso de 310 DENISE DRESSER formar parte del equipo de rescate de un pais secuestrado por gobernadores caciquiles y lideres sindicales corruptos y mono- polistas rapaces. Aunque la voz del critico es solitaria, adquiere resonancia en la medida en la que es capaz de articular la rea- lidad de un movimiento o las aspiraciones de un grupo. Es una voz que nos recuerda aquello que esta escrito en Ja tumba de Sigmund Freud en Viena: “La voz de la raz6n es pequeila pero muy persistente.” Vivir asi tiene una extraordinaria ventaja: la libertad. El enorme placer de pensar por uno mismo, Eso que te lleva a ver las cosas no simplemente como son, sino por qué Hegaron a ser de esa manera. Cuando asumes el pensamiento ctitico, no percibes ala realidad como un hecho dado, inamovible, incambiable, sino como una situacién contingente, resultado de decisiones humanas. La crisis del pais se convierte en algo que es posible revertix, que es posible alterar mediante la accién decidida y el debate publico intenso. La critica se convierte en una forma de abastecer la es- peranza en el pais posible. Hablar mal de México se vuelve una forma de aspirar a un pafs mejor ‘Ante esa propensi6n arraigada al conformismo te invito a ha- blar mal de México. A formar parte de los ciudadanos que se re- husan a aceptar la égica compartida del “por lo menos”. A los que ejercen a cabalidad el oficio de la ciudadania critica. A los que alzan un espejo para que un pais pueda verse a si mismo tal y como es. A los que dicen “no”. A los que resisten el uso arbitrario de la autoridad. A los que asumen el reto de la inteligencia libre. A los que piensan diferente, A los que declaran que el emperador est desnudo. A los que se involucran en causas y en temas y en movimientos més grandes que si mismos, A los que en tiempos de grandes disyuntivas éticas no pemanecen neutrales. A los que se niegan a ser espectadores de la injusticia o la estupidez. A los que critican a México porque estan cansados de aquello que Carlos Pellicer Ilamé “el esplendor ausente”. A los que cantan en la oscu- ridad porque es la tnica forma de iluminarla. Lo gue podemos hacer Bi © Benjamin Flores Process, ‘Marcha por la paz y la justicia convocada por Javier Sicilia. A los que dicen “punto final”. A los que tiene el valor de encarar las razones por las cuales México ha sido un pais tan mal gober- nado durante tanto tiempo. Tan mal liderado a lo largo de de- masiadas décadas. Tan mal administrado por quienes se Jaman representantes de la poblacién, pero se dedican a ordefiarla. A és0 habrd que ponerle punto final; al gobierno como botin compar- tido por quienes aterrizan en él y lo comparten con sus cuates; al gobierno como circulacién de élites que promucven intereses par ticulares por encima del interés piblico. Punto final a aquello que Pedro Angel Palou advierte en su lurainosa novela sobre Emiliano Zapata: “la ignominia de quienes teniéndolo todo no pueden per- mitir que quienes no tienen nada vivan un poco mejor.” Punto final al gobierno que ha permitido la concentracién de la riqueza y no ha procurado, de manera decidida, distribuirla mejor Al gobierno que ha mantenido reglas del juego econbmico en beneficio de pocos y en perjuicio de muchos. Punto final, si, al capitalismo de terreno desnivelado que ha producido mas multinti- llonarios en México que en Suiza. Al privilegio de las “posiciones dominantes” en el mercado con cargos desorbitados para el con- sumidor. A quienes han construido sus fortunas en sectores donde 312 DENISE DRESSER la competencia es baja o inexistente. A quienes han sido rescata- dos por el gobierno pero no le han pagado los impuestos que les corresponderia, Punto final a quienes se erigen como “campeo- nes nacionales” de la economia, pero en realidad obstaculizan su modernizaci6n. Punto final al gobierno cémplice, al gobierno comparsa, al gobierno que trabaja chantajeado por los medios y no vigilado por ellos. Punto final al gobierno que da “decretazos”, eliminando el 12.5 por ciento del ticmpo oficial de acceso gubcrnamental al ¢s- pectro radioeléctrico, en beneficio de las televisoras. Punto final al gobierno que guarda silencio ante la toma del Canal 40 por parte de TV Azteca, y cierra los ojos ante las niltiples ilegalidades incu- rridas por su duefio, Ricardo Salinas Pliego. Punto final a la prac- tica de aprobar leyes “a modo”, en sete minutos, con cero votos en contra, cero abstenciones, como se aprabé la ley Televisa. Punto final a diputados y senadores que se doblegan ante las televisoras en vez de regularlas mejor. Y sf, punto final al gobierno que contri buye a crear monstruos para después acabar arrodiliado ante ellos. Punto final a la complicidad de funcionarios pablicos que en vez. de desmantelar ese andamiaje de privilegios y amparos y pro- teccién y discrecién, lo hacen posible. Como Pedro Cerisola, ex Secretario de Comunicaciones y Transportes —y ex empleado de ‘Telmex— que segtin un reportaje de The Economist, le pasaba los planes de negocios de la competencia a sus antiguos jefes. Como ‘Héctor Osuna —ex presidente de la Cofetel— que cabildeé la ley ‘Televisa para después ser recompensado con su puesto por ello. Como Emilio Gamboa y su iniciativa —largamente platicada con Kamel Nacif— para “hacer el juego” desde el Hipodromo. Punto final a los puestos piiblicos como asientos para la acumulacién privada; como curuies para el clientelismo; como recintos para la rapacidad. Punto final al gobierno que solapa la impunidad en lugar de erradicarla. Que tolera la corrupcién en vez de combatirla. Que permite el tréfico de influencias en vez de exigir su eliminacién. Que deja a la deriva asuntos como Amigos de Fox y Pemexgate y Artaro Montiel y Carlos Romero Deschamps y los bonos sexe- nales a los sindicatos y muchos més. Que permite las licitaciones Lo que podemos hacer 313 amaiiadas, los contratos obtenidos, las aduanas arregladas, los ne- gocios hechos bajo Ja proteccién del poder. Punto final a quienes entran al gobierno y aprovechan su paso para enriquecerse con él. Punto final a gobiernos que usan mano firme contra los mo- vimientos sociales pero la doblan ante tos criminales de cuello blanco. Gobiernos que exaltan de manera retorica el Estado de Derecho, pero slo lo defienden de manera discrecional. Gobier- nos que instrumentalizan a las leyes conforme a criterios politicos y las ignoran cuando les conviene hacerlo. Gobiernos que promue- ven medidas tan contraproducentes como el arraigo y desatiende violaciones a la Constitucin tan evidentes como los monopolios. Punto final a las instituciones que se vanaglorian del Estado de Derecho mientras al mismo tiempo lo manosean. Punto final, pues, al gobierno que no actiia como tal. A quie- nes gobiernan en nuestro nombre pero en realidad lo hacen para bien del suyo. Que no hablan por nosotros sino por ellos, Que no legislan para beneficiar a las grandes mayorfas sino para subsidiar a las atrincheradas minorias, Que crean fideicomisos para ocultar lo que tienen la obligacién ética de revelar. Que privatizan bienes pAblicos sin regular de manera eficaz, cémo seran utilizados por concesionarios privados. Punto final a esas practicas reiteradas, a esas reglas equivocas, a esa forma de ejercer el poder que lo desle- gitima. Punto final a esa manera de gobernar que en lugar de unir al pais, acrecienta su divisién. México s6lo seré “un pais ganador” ~como solia decir Felipe Calderén— cuando en él haya menos perdedores. Menos perso- nas “hartas de estar hartas” como dice el Zapata de Palou. Para que ¢so ocurra va a hacer falta que las personas mas conscientes dejen de ser las mAs corrompidas. Va.a hacer falta que el gobierno entienda la tarea fiduciaria que le toca: no defender a los “pacifi- cos” de los “violentos”, sino defender a los ciudadanos de quienes son sus verdaderos enemigos: los politicos y los empresarios y los fancionarios que exprimen al pais y contribuyen a frenarlo, Ante ellos va a hacer falta un imperioso “punto final”. Los mexicanos quicren buenas noticias, quicren buenas cifras, quieren despertar en una cotidianidad mejor. Quieren amanecer un dia y encontrarse con politicos que saben construir y no solo 314 DENISE DRESSER destruir, que saben planear y no s6lo improvisar, que saben gober- nar y no s6lo fingir que to hacen. Quieren ser sorprendidos por alguien que deje atras el papel que ha desempefiado durante los {iltimos sexenios. Alguien que sacuda las cosas. Alguien que cam- bie de piel. Alguien que diga algo positive y propositive. Alguien que alce la voz. Alguien que diga: “No més.” Alguien que diga: “Hasta aqui.” Los mexicanos quieren despertar y leer que un politico cual- quiera —azul, amarillo, verde, tricolor— pone sobre la mesa una solucién para un problema concreto. Gémo incrementar el em- pleo. Gémo disminuir la inseguridad. Como combatir la corrup- ién, Como abaratar las elecciones. Como limpiar las calles. Como vigilar a los diputados. Gamo hacer crecer el crédito bancario. Cémo competir contra China. Gémo construir mas facultades de ingenieria. Como emular a Brasil. Como fomentar la investigacién cientifica. Como regularizar a los franeleros. Como acabar con las mordidas que se les paga a quienes recogen la basura. Como redu- cir los abusos de la telefonia celular. C6mo incrementar el niimero de patentes mexicanas. Cémo pasar de la fracasomania habitual al éxito posible. Los mexicanos quieren despertar y leer que otros —~al igual que ellos— exigen el fin de los pleitos entre politicos y el principio de las luchas por lo que verdaderamente importa. Por las calles se- guras y el agua limpia y las escuelas modernas y los servicios publi- cos eficaces. Por el acceso a la informacion y quienes saben lo que puede hacerse con ella. Por la educacién para el nuevo milenio y por qué México la necesita. Por el Estado de Derecho dado que hoy no existe aunque el gobierno diga lo contrario. Por las muertas de Juarez y por quienes dejan atrés, Por las victimas de la violencia y lo que padecieron. Por la seguridad que el Estado debe proveer y no ha logrado, Por los contratos claros y las Cortes que los hagan valer. Por los derechos humanos y cémo respetarlos. Por los dere- chos reproductives y céme fomentarlos. Por los debates necesarios, en cualquier parte, en cualquier formato, en cualquier medio. Quieren despertar y apoyar a politicos que miren mas alld de como acomodarse en el puesto, a ideres empresariales que sean competitivos, a comunicadores que sean independientes, a perio- Lo que pademes hacer 315 distas que sean profesionales, a congresistas que sean representa- tives, a fancionarios gubernamentales que entiendan su labor y cumplan con ella. Quieren despertar y saber que asi es y asf sera. Quieren despertar en un pais mejor. Yo creo que eso ¢s posible, pero s6lo ocurriré cuando Ja fe de algunos se vuelva ia conviccion de muchos. Cuando la critica facil se traduzea en la participacién transformadora, Guando la creen- cia en el cambio se concretice en acciones diarias para aseguratlo. Cuando mas mexicanos memoricen las palabras de mi amigo —el empresario y filéntropo— Manuel Arango: “El que no sepa qué hacer por México que se ponga a saltar en un solo pie y algo se Ie ocurvird.” © Grupo Reforma, “Avent6n ciudadano” 316 DENISE DRESSER DIEZ ACCIONES CIUDADANAS PARA CAMBIAR AL PAIS Tengo la esperanza de que eso ocurra cada vez més. Pero no es una esperanza motivada por lo que podria pasar en Los Pinos, 0 Jo que podria aprobar el Congreso, o lo que podria ofrecer algtin candidato presidencial. Nace de haber recorrido el pais durante Jos uiltimos afios, de ciudad en ciudad, de foro en foro, de confe- rencia en conferencia, y de haber encontrado —desde Mexicali hasta Mérida— a un montén de personas de coraz6n generoso y espiritu comprometido. Personas dispuestas a acortar la distancia que niega la responsabilidad con su propio pais. Dispuestas a pen- sary a participas, a denunciar y a transformar, a contribuir en favor de México y a buscar formas de rescatarlo. Dispuestas a conjugar el vocabulario de la esperanza y a crear una sintaxis para la salva- cin. Dispuestas a fertilizar el cambio social. Dispuestas —como Alejandro Marti y Javier Sicilia y Marfa Elena Morera e Isabel Miranda de Wallace y Miguel Concha y tantos fvitieros— a alzar la voz. A organizarse y organizar a otros. A prover nuevas alter- nativas y asumir responsabilidades civicas que antes se dejaban en manos del gobierno. Esta alli, en Tabasco y en Tamaulipas, en Querétaro y en Quin- tana Roo, en Ciudad Juarez y er. Cindad Obregén. El ejército in- cipiente de los que caminan, paso @ paso, sabiendo que la langa marcha para construir ciudadania es una batalla que se debe dar y se puede ganar. E] batallon creciente de los que saben —como dijera Vaclav Havel— que hay pocas cosas tan poderosas como un grupo de individuos actuando de acuerdo con su conciencia, y con ganas de ayudar. En Ciudad Jitarez, por ejemplo, la violencia ha llevado ala creacin de todo tipo de organizaciones. Los médicos armaron un comité para exigir el cese de los secuestros y los asesinatos de sus colegas. Los estudiantes organizan caminatas para protestar por la matanza de jévenes y maestros. Los fines de semana, colectivos de artistas recorren colonias asoladas por las ejecuciones y Ieen poc- mas, bailan breakdance, presentan obras de teatro, pintan esténciles pacifistas en las paredes para animar a la poblacién a recuperar los Lo que podemos hacer 317 espacios pablicos, Decenas de amas de casa imparten talleres de duelo en Iglesias, se capacitan como psicoterapeutas y recorren las colonias mas violentas. Un grupo de mujeres profesionistas, apo- dadas “Las guerreras”, sale los domingos en motocicleta a donar alimentos y medicinas. | Proceso Alejandro Marti ¢ tsabel Miranda de Wallace, Ellas y tantas personas mas forman parte del escuadrén entusiasta de los asociados con una gran idea: México puede ser transfor- mado a través de Jas acciones acumulativas, grandes y pequefias, de millones de personas. Los maestros y las amas de casa y los mé- dicos y los ingenieros y los bidlogos y empresarios y los jovenes y los contadores. Los ciudadanos que sistematicamente deben que- jarse y critican las instituciones, el desempefio gubernamental, la 318 DENISE DRESSER forma en la que funciona la democracia. Los ciudadanos guiados por la necesidad de vigilar las decisiones del gobierno, de denun- ciar los abusos de la autoridad, de exigir cuentas a los gobernantes. No basta con tener una democracia minima, en la cual lo nico a lo que podemos aspirar es a la competencia entre élites partidistas. La democracia también requiere que un nimero im- portante de ciudadanos influyan cotidianamente en la toma de decisiones de su gobierno. La democracia también entrafia la de- manda diaria por derechos civiles como el derecho a la informa- cién, el derecho a la libertad de expresién, el derecho a votar y a ser votado, el derecho a la libertad de asociacién, el derecho a la no discriminacién racial, de género 0 religiosa. Esto es lo que me gustaria que dijeran todos los que quieren. ser parte del esfxerzo por cambiar a México a partir de la ciuda- danizacion de lo piiblico y la lucha por los derechos civiles: 1° A partir de hoy entenderé que la irreverencia frente al poder es una actitud vital para ser un ciudadano de cuerpo entero. La irreverencia leva al cuestionamiento; la curiosidad en- tonces se vuelve compulsiva; la pregunta que guia la acci6n se convierte en “por qué”. La mia ser4 una filosofia personal anclada en el optimismo, la imaginacién, el desco de crear, el humor, y el rechazo a los dogmas tanto de derecha como de izquierda. Comprenderé que un buen ciudadano no desempefia el papel de quejumbroso y plaiiidero ni se erige en la Casandra que nadie quiere oir, No leva a cabo una critica rutinaria, monocromatica, predecible. Mas bien un buen ciudadano busca mantener vivas las aspiraciones eternas de verdad y justicia en un sistema politico que se burla de ellas. Sabré en- tonces que el mio debe ser un papel puntiagudo, punzante, cuestionador. Sabré que me corresponde hacer las preguntas dificiles, confrontar la ortodoxia, desafiar los usos y costum- bres del poder en México. Sabré que debo asumirme como alguien cuya razén de ser es representar a las personas y a Jas causas que muchos preferirian ignorar. Sabré que todos Jos seres humanos tienen derecho a aspirar a ciertos estén- a Lo que podemas hacer 319 dares decentes de comportamiento de parte del gobierno. Sabré que la violacién de esos estandares debe ser detectada y denunciada; hablando, escribiendo, participando, diagnos- ticando un problema o fundando una ong para lidiar con él. Comprenderé que ser un buen ciudadano en México es una vocacin que requiere compromiso y osadia. Es tener el valor de creer en algo profiundamente y estar dispuesto a convencer a los demas sobre ello. Es retar de manera con- tinua a las medias verdades, Ja mediocridad, la correccién politica, la mendacidad, Es resistir la cooptacién. Es vivir produciendo pequeiios shocks y terremotos y sacudidas. Vi- vir generando incomodidad. Vivir en alerta constante. Vivir sin bajar la guardia. Vivir alterando, milimetro tras milime- tro, la percepcién de la realidad para asi cambiarta, Vivir, como lo sugeria George Orwell, diciéndole a los demas lo que no quieren ofr. A partir de hoy entenderé que para cambiar al pais hay ciertos conceptos y acciones vinculados con la participacion en el espacio piiblico. ¥ con base en ellas preguntaré qué puedo hacer yo para acelerar la transformacion del pais. A partir de hoy entenderé que el voto es un derecho esencial, crucial, estructural. El voto da voz. El voto premia y cas- tiga. El voto obliga a pensar. Woody Allen ha dicho que 90 por ciento del éxito consiste en solamente presentarse, y asi hay que concebir el imperativo de llegar y votar. El cambio no ocurre después de una sola eleccién. Transformaciones sociales de gran envergadura —a ley de acceso a la infor- macién, la despenalizacion del aborto, la proteccion a los derechos humanos, la desegregacion racial en Estados Uni- dos— se han basado en ideas que consignieron apoyo poco a poco, y con el paso del tiempo. Eventualmente triunfaron gracias a la presién de los votantes. Pero precisamente porque el voto cuenta y se cuenta hay que ejercerlo —decia Ghesterton— con la misma en- tereza “con la cual uno se casa 0 ejerce un culto”. Hay que votar con el corazén y con la cabeza, con el alma y con el 320 DENISE DRESSER estomago, con las manos y con los pies. Hay que entender al candidato y escudrifiarlo, colocarlo bajo el microscopio y mirarlo, saber de dénde viene y a dénde va. Por ello, ala hora de clegir un candidato para cualquier puesto me preguntaré y le preguntaré... + {Conoce a fondo los problemas locales o sélo los mira desde lejos? 2Ha escuchado a los habitantes de la zona o s6lo les habla desde €l podio con el micréfono en la mano? {Sc ha comprometido a viajar regularmente al lugar que lo eligi ono le ha parecido importante hacerlo? {Ha involucrado a la poblacién en su campafia o la ha dejado en manos de los profesionalles de su partido? ¢Ha presentado propuestas para atar a los legisladores a las agen- das ciudadanas 0 ni siquiera las conoce? Es un candidato (o candidata) que surge desde abajo o ha sido impuesto desde arriba? {Vive en el distrito que quiere representar o s6lo dice que pro- viene de alli? Baa estado involucrado en asuntos comunitarios o sélo ha oido hablar de ellos? Ha presentado propuestas para mejorar la vida ciudadana.o slo quiere aprovechar los privilegios de la vida politica? Ala hora de votar por un candidato pensaré si... + Ha dicho cudl es la mejor manera de comunicarse con él (0 ella) © s6lo carga con un celular que un subalterno contesta? Hla viajado rodeado de guarauras agazapados o ha decidido des- hacerse de ellos? ¢Acttia como si se pexcibiera fiduciario del presupuesto pablico o lo gasta como si no tuviera que rendir cuentas sobre él? ¢Ha hecho publica su declaracion de bienes no cree que es su obligacién compartitla con el electorado? ¢Se ha manifestado a favor de la transparencia total en los gastos del Congreso o prefiere seguir aprovechdindose de la opacidad prevaleciente? Lo que podemos hacer 321 + @Se ha pronunciado a favor de incoporar las adqnisiciones del Congreso aa cuenta piblica o no le ha cruzado por la mente? ¢Haa dicho cémo piensa gastar el presupuesto para su stafflegisla- tivo o tan sélo piensa en cémo embolsirsclo? + Ha declarado su apoyo a un cédigo de ética para los legisladoes ono comempla su necesidad? @Ha propuesto cambiar Ja legislacion que permite la existencia de confictos de interés entre legisladores-litigantes o piensa enn quecerse gracias a ella? En el momento de marcar mi boleta y optar por una per- sona, preguntaré si... aHa dicho qué propuestas concretas defiende y qué propuestas concretas critica, 0 sélo se ha dedicado a dar discursos demagé- gicos y a hacer promesas incumplibles? {Se ha pronunciado sobre la necesidad de reformas fiscales y energéticas 0 se opone a cllas de manera reflexiva? + la asumido una posicién sobre la reeleceién legislativa o no sabe Jo que entrafiaria? ¢Hla dicho qué piensa sobre la relacién bilateral y c6mo mane- jatla/mejorarla, 0 cree que México debe seguir arropandose en el “nacionalismo revolucionario”? @Hla hablado sobre la globalizacion o prefiere ignorarla? Ha asumido una postura frente a la reforma penal y los juicios orales 0 no sabe qué entraiian? + gHa expresado qué piensa de los monopolios piblicos y privados y cémo piensa combatirlos? ¢Ha dicho qué temas legislativos domina y en cuales se piensa especializar 0 ha eludido el tema? ¢Ha hablado sobre Ja agenda legislativa de su partido o no esta al tanto de ella? En el momento de depositar su voto en la urna, pensaré si... + El partido al que pertenece el candidato ha sabido producir al- ternativas viables y mejores, o sélo se dedica a bloquear las ini- ciativas presidenciales? 322, DENISE DRESSER + El partido al que pertenece el candidato parece tener rumbo o parece estar a la deriva? + Bilpartido al que pertenece el candidato ha logrado crear lide- razgos nuevos y atractivos, 0 se vale de los mismos de siempre? + El partido al que pertenece el candidato tiene las manos limpias no logra eludir los escdindalos? + El partido al que pertenece el candidato muestra signos de re- modelacién y renovacién, o todo lo contrario? + Elpartido al que pertenece el candidato usa al Congreso como un recinto para el intercambio de ideas 0 como un mercado para élintercambio de influencias? + Gl partido al que pertenece el candidato ha cumplido las pro- esas que hizo en la tiltima eleccién o se ha olvidado de ellas? Y si no recibo respuesta satisfactoria a estas preguntas sabré que puedo —de manera legitima— anular mi voto. Anular es votar: Es participar. Es ir a la urna y depositar una boleta para expresar el descontento con un sistema demecratico mal armado, que funciona muy bien para los partidos pero muy mal para los ciudadanos. La anulacién no busca acabar con la democracia sino aumentar su calidad y su represen- tatividad, La anulacién no intenta cinamitar el sistema de partidos sino mejorar su funcionamiento. Porque llevamos afios pidiendo que los partidos democraticen el sistema, sin que lo hayan hecho. Porque llevamos afios exigiendo que combatan la corrupcién, sin que hayan mostrado la menor disposicién a ello. Porque Uevamos periodo legi periodo legislativo de bancadas que congelan i metidas durante la campafia y archivadas cuando llegan al poder. Porque queremos ayudar desde afuera a los que estén intentando reformar desde adentro; a aquellos que enfrentan cotidianamente la resistencia de partidos autistas que defien- den intereses enquistados. Y esa inercia no se puede combatir —ya lo hemos visto— con lo que algunos proponen como solucién. No basta con formar otro partido, si acaba corrompiéndose para sobrevivir. No basta con cabildear a los legisladores, si su fu- 3) Lo que podemos hacer 23 turo no depende de escuchar a los ciudadanos sino de disci- plinarse ante su der parlamentario o algén poder fictico. No basta con organizar otro foro —los tantos que ha habido- sobre la reforma del Estado— para fomentar la discusién si ese foro va a terminar siendo ignorado. El problema funda menial del sistema politico es la ausencia de mecanismos que le dena la ciudadania peso y voz. Los incentivos del sistema politico estan mal alineados: los legisladores no necesitan escuchar a la ciudadania ni atender sus reclamos, porque la longevidad politica no depende del buen desempefio en el puesto, Entonces, la anulacién no busca destruir el anda- miaje institucional sino centrar la atencién en sus imperfec- ciones y en lo que falta por hacer y mejorar La anulacién no entrafia dejar en manos de otros la decisién, sino crear las condiciones para que los ciudada- nos verdaderamente cuenten. La anulacién no entrafia for- talecer ef “voto duro”, sino crear condiciones para que se vea remplazado por el voto ciudadano. Para que el acarreo corporativo vaya perdiendo peso conforme aumente la par- ticipacién de personas que creen en las instituciones en vez de desconfiar de ellas. Para que en lugar de cortejar a Elba Esther Gordillo o a Valdemar Gutiérrez, los partidos se vean obligados a cortejar a personas como nosotros. A partir de hoy me informaré sobre lo que pasa en mi pais. Leeré los periddicos mas que ver los noticieros. Compren- deré que si obtengo la mayor parte de mi informacién po- lifica de la television, no estaré expuesto a grandes pedazos de la realidad nacional. Comprenderé que los limites mas fuertes a la libertad de expresién con frecuencia provienen de los dos conglomerados mediaticos, Televisa y TV Azteca y lo confirmaré al revisar libros como La Ley Televisa y la lucha or el poder en México de Javier Esteinou Madrid y Alma Rosa Alva de la Selva 0 El sexenio de Televisa de Jenaro Villamil. Por eso, leevé revistas como Proceso, Nexos, Este Pais, Le- tras Libres. Visitaré sitios de internet como La silla rota, Reporte Indigo, Sin embargo y Animal politico. Twé a la pagina de internet 324 DENISE DRESSER de la Asociacion Mexicana de Derecho a la Informacion (AMEDD), donde obtendré informacién sobre cémo reformar a Jos medios en México y la urgencia de hacerlo. Contribuiré a una cobertura mas amplia y mas balanceada de los medios de mi localidad, alertandolos sobre eventos que estan ocu- sriendo en donde vivo. A partir de hoy comprenderé que si en México los medios son parte del problema, el internet es parte de la solucién. A partir de hoy formaré un club de lectura 0 entre mis amigos, con el objetivo de leer ya sea ficcién politica o libros sobre temas socialmente relevantes. Propondré novelas como Las relémpagos de agosto de Jorge Ibargiierigoitia, La muerte de Artemio Griz de Carlos Fuentes, Pedro Péramo de Juan Rulfo, El regreso de Juan Villoro, El dedo de oro de Guillermo Sheridan, Guerra en el paraiso de Carlos Montemayor, La conspiracién de Ia fortna de Héctor Aguilar Camin, Balin Candn de Rosario Castellanos, Arréncame la vida de Angeles Mastretta, entre tantos mas. Propondré leer y discutir libros como Las amos de México, editado por Jorge Zepeda Patterson, Un fluro para México de Jorge Castafieda y Héctor Aguilar Camin, Si yo fuera presi- dente: el Teality shozw de Enrique Peta Nieto de Jenaro Villamil, Nosotros somos los culpables: la tragedia de la Guarderta ABC y El cartel de Sinaloa del mismo autor, Vuelta en U: guia para entender py reactivar la democracia estancada de Sergio Aguayo, Buenas in- tenciones, malos resultados: polttica social, informalidad y crecimiento econdmico en México de Santiago Levy, Pais de mentiras de Sara. Sefchovich, Memorias de una infamia de Lydia Cacho y Les demonios del Edén de la misma autora, Clasemediero: pobre no més, desarrollado atin no de Luis de la Calle y Luis Rubio, Las socios de Elba Esther de Ricardo Raphael, Transicién de Car- men Aristegui, El México narco editado por Rafael Rodriguez Castaiieda, ciudadanos.mx: Twitter y el cambio politico en México de Ana Francisca Vega y José Merino. Entenderé que los libros son maestros poderoses con la capacidad de exponer temas y realidades que no necesariamente forman parte del debate piblico, aunque deberian estar alli. Los libros pue- 4° La que podenos hacer 325 den inspirar el debate apasionado, sacar a sus lectores del estupor televisivo e incitar a la accién ciudadana informada. Formaré un cine club con mis amigos para invitar a otros a ver y comentar peliculas como La sombra del caudillo, La ley de Herodes, Canoa, Morir en el golfo, El apando, El tinel, El ziolin, Presunto culpable, Rojo amanecer, Vaces silenciadas, Libertad amenazada, El ateniado, Fl general, El infierno, Y tu mamé también. Y lo haré porque, como escribié alguna vez la famosa critica de cine Pantine Kael, las buenas peliculas hacen que las ¢o- sas te importen; te hacen creer de nuevo en las posibilidades, A partir de hoy me comprometo a hacerle marcaje personal ami diputado, 0 a mi presidente municipal, o a mi goberna~ dor. Comprenderé que ¢sa persona es mi empleado porque su sueldo proviene de los impuestos que pago, y debo tra- tarlo como tal en ver de comportarme de manera deferen- cial frente a la autoridad. Al minimo, debo tratar a esa figura como mi igual. ¥ si yo no permitiria que alguien robara, se ausentara, mintiera y malversara los fondos de mi compaiiia o de mi casa, y desapareciera después de tres 0 seis afios — como Io hacen tantos diputados y senadores— no permitiré que alguien lo haga con mi pais. En el caso del funcionario clegido, prometo seguir sus pasos, vigilar sus decisiones, estar al tanto de su actuacién. En el caso de mi diputado, me informaré sobre cémo ha votado, qué iniciativas ha presentado, cudntos viajes ha hecho, cudntas veces ha regresado al estado que lo eligié, Lo lamaré, le escribiré, y organizaré a otros para que lo hagan también, Exigiré que haga pitblica su declaracion patrimo- nial. Lo obligaré a ser un verdadero representante de la ciu- dadania; me convertiré en su sombra; seré una conciencia persistente, abocada a recordarle para qué llegé al poder y en nombre de quien debe usarlo. Lo presionaré todo el tiempo ya que ningan politico puede ingnorar un problema sila atencién pablica lo mantiene vivo. 326 DENISE DRESSER 5° A partir de hoy me sumaré al movimiento de quienes apoyan reformas como las candidaturas ciudadanas, la reeleccién le- gislativa, la iniciativa ciudadana, la consulta popalar, el refe- réndum y el plebiscito. Entenderé que estos cambios son algo alo cual muchos ciudadanos tienen derecho a aspirar. Algo que el sistema politico no deberia tener el derecho a negarles. Me sumaré a Ja presi6n en favor de las candidaturas in- dependientes, las candidaturas auténomas, las candidaturas que se construyen fuera de los partidos. Y preguntaré: si las candidaturas ciudadanas son tan peligrosas, tan nocivas y tan desestabilizadoras, ¢c6mo explicar su existencia en de- mocracias que admiramos y cuyo funcionamiento es mejor al de México? Si hay un consenso en torno al descrédito de los partidos, qué otras formas de presién existen para obligarlos a representar de mejor manera con la sociedad? Si se reconoce que el malestar es hondo y la desconfianza también, icémo encarar el déficit democratico y la crisis de representacién? Argumentaré que es cierto, las candidaturas ciudada- nas no son una panacea. No curan el AH1N1, ni el cancer y tampoco rallan zanahorias. No constituyen un pasaje de entrada al paraiso ni tampoco —por si solas— nos sacaran del infierno. No logran, en la mayoria de los casos, ganar mAs que diez a veinte por ciento del voto. Pero si ofrecen formulas alternativas de participaci6n ante partidos que han crigido altas barreras de entrada alrededor de su monopolio. S{ proveen una ruta mediante la cwal los ciudadanos pueden acceder a la representaci6n sin someterse a los mandatos de las maquinarias. Si son una amenaza permanente a parti dos que han divorciado la agenda politica de la agenda pit- blica, y no hablan de nada que le importe verdaderamente a quienes se ven obligados a votar sélo por ellos. Si son un correctivo a partidos que han perdido el rumbo, que han dejado de ser puente, que han privilegiado la légica patri- monial por encima de la funci6n representativa, Si pueden ser la encarnacién de fuerzas, de perfiles, de anhelos que los partidos acaparan o sofocan. Lo que podemos hacer 327 A partir de hoy diré —como lo ha hecho Marco Enri- quez-Ominami, candidato independiente en Chile— que “los problemas de la democracia se resuelven con mas de- mocracia”. Con mas ideas. Con mas debate. Con més can- didatos. Con mas acceso. Con mas portavoces para los temas Algidos que los partidos no quieren tocar. La democracia es impensable sin los partidos, pero no deberfan tener el monopolio sobre la participacién en la esfera publica. Los partidos y los independientes pueden coexistir y cohabitar y complementarse. El objetivo de las candidaturas ciudada- nas no es poner en jaque a la democracia, sino mejorar la calidad de la representacién que ofrece. Las barreras lega- les y logisticas a las candidaturas auténomas son superables; en México hace falta derrumbar las barreras politicas y los prejuicios mentales. A partir de hoy apelaré a los partidos para que compren- dan la crisis de representacién que han creado y busquen maneras de afrontarla. Y aunque el movimiento en favor de una democracia de mejor calidad —impulsado entre tantos mexicanos— retme diversos reclamos, parece haber consenso en torno a algunos ejes. La necesidad de darle a los ciuda- danos una forma de castigar o premiar a sus representan- tes. La reduccién del financiamiento publico a los partidos. La posibilidad de incorporar figuras de participacién directa como el plebiscito y el referendum. La propuesta de atar el voto nulo a la cantidad de recursos que se destina a los parti- dos. Todo ello con la intencion de fortalecer a la democracia y asegurar su representatividad. Todo ello con la intencién de empujar a los partidos a enarbolar reformas que tanto resisten. Porque como decia Barack Obama a lo largo de su campaiia presidencial: “El poder nunca concede por su pro- pia cuenta.” Apoyaré a los jovenes detras de la campatia “Re- elige o castiga”. Apoyaré el trabajo de organizaciones civicas como “Ciudadanos por una causa en comtin”, para obligar al poder a reformarse, emmpujado desde abajo. 328 DENISE DRESSER 6° A partir de hoy argumentaré que la guerra contra el narco- trdfico —repleta de sacrificios humanos, alianzas inconfesa- bles, corrupcién compartida y estadisticas calamitosas— no ha producido los resultados deseados. En lugar de reducir la violencia, ha contribuido a su incremento. En vez de con- tener a los carteles, ha levado a su dispersion. En lugar de mejorar la coordinacién entre las agencias del sector de se- guridad nacional, ha alentado la animosidad, la duplicacién. de funciones y el cambio constante de agendas. En vez de fomentar la colaboracién entre los tres niveles de gobierno, ha acentuado su rivalidad. México hoy es un pafs mds inse- guro, mas inestable, mas violento que cuando Felipe Calde- rén envid al Ejército a las calles. A partir de hoy subrayaré que la “guerra contra las dro- gas” ha acentuado los problemas que buscaba combatir, Fe- némenos como la corrupcién, la violencia, la disputa por el contro] territorial, la infiltracién gubernamental y el poder de los cérteles mexicanos —a nivel nacional y global— no han disminuido. Al contrario, han aumentado. México deberia comprender, como lo hizo Estaclos Unidos cuando legalizé el consumo del alcohol, que la prohibicién no disminuyé su uso, sino generé otra serie de dafios sociales como los que nues- tro pais enfrenta ahora: el crimen organizado, el doom de los mercados ilegales y la violacién cotidiana de la ley. Insistiré en que todos los decomisos, todos los arrestos y todas las extradiciones no han hecho mella en un negocio calculado entre 25 mil y 30 mil millones de délares anuales. Segan Edgardo Buscaglia del rfAM, en los ultimos cuatro afios, los carteles mexicanos han ascendido para ocupar el tercer lugar en presencia y poderio a nivel global. En México han infiltrado cada vez mas a la economia legal, al Estado, al Ejército, a las policias. La politica punitiva de los dltimos afios no ha servido para debilitar a las fuerzas que combate. Diré que la “guerra contra las drogas” est construida sobre premisas que parecen incuestionables ¢ inamovibles: Ia batalla puede ser ganada, Estados Unidos puede reducir su propia demanda interna, “ahora si” las cosas cambiaran Lo que podemos hacer 329 cuando la Iniciativa Mérida incorpore la atenci6n integral a Jas comunidades fronterizas. Pero estas premisas merecen ser cuestionadas porque en realidad han sido usadas para justi- ficar que la politica antidrogas de Estados Unidos se haya vuelto la politica antidrogas de México, cuando no necesa- riamente deberia ser el caso. Expondré que el costo social y econémico para el pais —mientras el poder del adversario crece— ha sido inmeaso. Mas de diez mil millones de délares invertidos en balas, tan- ques y helicopteros que pudieron canalizarse a escuelas, pu- pitres y computadoras. Miles de famitias desplazadas en el Norte del pais, obligadas a huir ante la violencia. El de- terioro de la imagen de México a nivel internacional y el impacto sobre la inversion extranjera que eso entraiia. Insti tuciones gubernamentales cada vez mas desacreditadas ante el crimen que no logran contener, Todo ello legitimado con el lema: “Para que la droga no Ilegue a tus hijos”, cuando sigue legando. Insistiré en que se ha vuelto necesario repensar —a tra~ vés de un amplio debate piblico— para qué se esta librando la “guerra”. Si el objetivo es proteger a la sociedad de las con- secuencias dafiinas de la droga, valen las siguientes pregun- tas: La politica actual realmente defiende a los mexicanos o acaba dafiéndolos? zNo sera que la guerra para extermi- narla std produciendo mis daiio que la droga misma? :No serd que el verdadero peligro para México es seguir librando las batallas equivocadas, seguir mal utilizando los recursos escasos, seguir creyendo que la mariguana es peor que la guerra fiitil, violenta y desgastante para arrancarla de raiz? A partir de hoy argumentaré que “guerra contra las dro- gas”, librada a partir de una perspectiva puramente punitiva se ha vuelto el gran distractor. Ha desviado fa atencién de Jos cuatro rubros donde deberia estar: A) el combate a la co- rrupcién de alto nivel; B) la instrumentacién efectiva de un programa de desmantelamiento patrimonial a los criminales; ©) una politica de prevencidn de las adicciones y disminu- cién del dafio; D) un programa de coordinacién interinstitu- 330 Pp DENISE DRESSER cional de combate a la delincuencia. La delincuencia comin es la que més afecta al ciudadano, pero por el énfasis en la “guerra contra las drogas” es la que menos sc combate. A partir de hoy argumentaré que de poco sirve atrapar ctiminales cuando son procesados por un sistema judicial donde 75 por ciento de los arrestados terminan exonerados por jueces corruptos o ministerios piblicos incompetentes. Y por ello apoyaré y me sumaré al trabajo de la “Red nacional de apoyo a los juicios orales” y Jas propuestas que ha hecho sobre la implementacién de la reforma penal, la depuracién de los cuerpos policiacos, la creacién de un nuevo Cédigo Federal de Procedimientos Penales, y el involucramiento de la cudadania en temas de seguridad. Veré cémo puedo in- corporarme y ayudar —por ejemplo— a la organizacion “México SOS: Sistema de Seguridad Ciudadana”. A partir de hoy argumentaré que México sélo prosperar4 cuando su gente esté educada y muy bien educada. Y eso entrafiaria, para empezar, reconocerlo y actuar en conse- cuencia. Insistiré en que —en el sector educativo— urge un cambio de actitud, un cambio en los maestros y un cambio. en las reglas. Urge un conocimiento basico de la deplorable situacién de la educaci6n actual para poder reformarla, por- que de momento, tenemos lo que nos ofrecen y con eso nos conformamos. Urge mejorar a los maestros, porque ningdn cambio puede hacerse sin 0 contra ellos, pero tampoco nin- gain cambio significativo puede dejar sin modificar profunda- mente las reglas del juego vigentes, creadas para un modelo autoritario y vertical, corporativo y opaco. Urge cambiar la reglas para que la educacién no sea vista como un instru- mento de ingenieria social del régimen o de reclutamiento electoral del gobierno, sino un trampolin para la prosperidad de los mexicanos. Urge hacer lo que han hecho paises como Corea del Sury Singapur y Canada y Finlandia y China. Ba- tender a la educacién como un factor crucial para la mo dad social. Entender a la educacién como un reto principal y no solo como una variable residual. Entender que México Le que podemos hacer 331 esta en riesgo y lego el momento de sonar la alarma y darle patadas al muro que actualmente atrapa a millones de nifios. A partir de hoy insistiré en que sera necesario remodelar el sistema educativo. Para evaluas, para exigix, para profesio- nalizar, para ensefiar a los mexicanos todo aquello que estan aprendiendo los chinos y los coreanos. Para construir una educacion centrada menos en la ideologia y en ol control social y mas en cémo avanzar en el mundo. Para transitar a un escenario de plazas obtenidas por concurso nacional y no como premio sindical; de maestros capacitados en vez de maestros poco preparados o extorsionados; de estimulos basados en el desempefio y no en la Jealtad; de evaluaciones abiertas al piiblico y no escondidas por quienes temen sus re- sultados; de preocupacién gubernamental por la educacién al margen de las alianzas electorales. Para que México sea un pais ganador para muchos y no sélo para unos cuantos, el gobierno deberd ~de la mano de personas como yo— derribar el muro de contencién que hoy obsiaculiza la creacién de un sistema educativo moderno, Solo asi sera posibe construir una amplia clase media con ‘voz, con derechos, con oportunidades para generar riqueza y acumularla. Solo asi sera posible crear mexicanos dinami- cos, emprendedores, educados, competitivos, meritocraticos porque la educaci6n les da herramientas para serlo. Veré de qué manera puedo ayudar a organizaciones que promueven una reforma educativa integral come “Mexicanos primero” y la “Coalicién ciudadana por la educacién”. A partir de hoy me opondré a algtin monopolio, Dejaré de pensar como naranja exprimida y de permitir que el manojo de afortunados en la lista Farber 0 en el sindicato de Pemex o en la Gomisién Federal de Electricidad me traten asi. De- Jjaré de manifestar admiracién por mis exprimidores, como lo hace el 60 por ciento de quienes —segiin una encuesta reciente— creen que el ingeniero Slim es un ejemplo para sus hijos, Cuestionaré visiones come la expresada por Clau- dio X. Gonzalez quien afirma: “Ojald tuviéramos més (ricos) 332 DENISE DRESSER porque emplean a muchas personas. El ingeniero Slim le da empleo a mas de 200 mil personas directamente y es muy trabajador, y muy ahorrador y ha sabido invertir muy bien”. Preguntaré cfiantos mas empleos podria crear México si cre- ciera al diez por ciento anualmente, de manera sostenida, lo cual s6lo pod lograrse cuando el gobierno y los consumido- res encaren a los monopolios pablicos y privados que actual- mente estrangulan nuestra economia. Pensaré que si, ojala hubiera mas ricos mexicanos, pero encabezados por extraor- dinarios innovadores que han sabido crear riqueza con base en la competencia, la productividad, la calidad, los buenos precios y las buenos servicios oftecidos a quienes habitan la base de la piramide, No nada mas exprimiendo naranjas y pardndose sobre sus cAscaras para ascender a Ja cima. A partir de hoy reflexionaré sobre la forma en la cual Jos monopolios del pais afectan a los consumidores, al creci- miento econémico, y al proceso politico. Leeré el libro Buen capitalismo, mal capitalismo de William Baumol, Robert Litan y Carl Schramm para entender el mal desemperio de las economias altamente concentradas, construidas sobre una estructura de privilegios, Leeré el reporte del Banco Mun- dial titulado Gobernabilidad democritica on México: mas allé de la captura del Estado y la polarizacién social, que explica el impacto que la concentraci6n del poder y ta riqueza en intereses mo- nopélicos tiene sobre una democracia cada vez mas captu- rada, Me informaré —por ejemplo— del alte costo que el imperio de Carlos Slim tiene para los consumidores, dado que los precios de telefonfa e internet en México son signi- ficativamente més altos que en el resto de mundo, por la po- sicién predominante de Telmex y Telcel. Y al ampararse ante cada decisién de la Cofetel y la Comisién Federal de Compe- tencia, el sefior Slim logra retrasar la creacién de un sistema. econémico més abierto y mAs competitivo, que se traduciria en cuentas telefnicas mas baratas para mi, para los pobres, para miles de pequetias y medianas empresas. A partir de hoy diré que es cierto que el sefior Sim y otros monopolistas y ologopolistas proveen empleo e invier- Lo que podemos hacer 333 ten en México y manejan bien sus compaitias, Pero también argumentaré que ése no es un argumento suficiente para ignorar la inflnencia negativa de los monopolios sobre el crecimiento economico. Durante mas de una década, el pais ha crecido a un promedio de 1.5 por ciento anual; una cifta pobre cuando se compara con otros mercados emergentes. Y ese subdesempefio crénico es resultado de cuellos de bo- tella en la economia que los monopolios privades y publicos han colocado, con la anuencia del gobierno. México po- dria crecer mucho mas —y crear muchos mas empleos— si tuviera una economia dinamica, donde hubiera inversién. masiva de numerosos jugadores en el ambito de las teleco- municaciones. Si hubiera muchas mas personas con celu- lares baratos, internet accesible, banda ancha disponible. Los atributos personales positivos de cualquier empresario en la punta de la piramide no deberian ocultar como im- pide la evolucién de sectores clave para el desarrollo. Por ello me afiliaré a la ONG “Al consumidor” y me informaré a través de ella qué puedo hacer para defender mis derechos como consumidor y emprender “acciones colectivas” para protegerlos. 9° A partir de hoy me comprometo a recoger la basura afnera de mi casa, porque sé que ese simple acto levard a que me vuelva responsable del espacio publico. Entenderé que existe una correlacién entre banquetas amplias y limpias y demo- cracia participativa. Porque si comienzo con el camellén de enfrente, cobraré conciencia de lo que puedo hacer mas all de ese lugar, Después de un mes de recoger la basura con mi familia, me preguntaré por qué lo estoy haciendo solo, y organizaré a los vecinos en una tarea colectiva. Después de dos meses de organizacién vecinal para limpiar la colonia, me preguntaré por qué lo hacemos nosostros si pagamos impuestos y es tarea del gobierno asegurar la limpieza de la ciudad. Iré a ver al delegado 0 al presidente municipal, y asi, poco a poco, construiré circulos virtuosos de exigencia, participacién y rendicién de cuentas. Comprenderé que re- 334 DENISE DRESSER coger la basura s¢ volveré una metéfora para la asignatura mas amplia que me corresponde. A partir de hoy denunciaré proyectos de desarrollo ur- bano mal concebidos y mal disefiados que corren en contra de las mejores practicas de planeacién urbana. Criticaré a trasmutacion de politicos en desarrolladores; 1a metamor- fosis de funcionarios piiblicos en constructores privados; la promocién gubernamental de proyectos que indudable- mente generasan multimillonarias ganancias, pero no para Ia ciudadania. Denunciaré como en muchas obras se da la “flexibilizacién” de la ley y las regias generales son reforma- das para servir a intereses particulares. Criticaré como las normas de desarrollo urbano son sacrificadas por quienes se enriquecen al violarlas. Denunciaré a las autoridades co- Judidas con desarrolladores poderosos y la proliferacién de amparos cuestionables que ocultan grandes intereses. Criti- caré el desdén a la ciudadania y el atropello a sus derechos. Me sumaré a las actividades de grupos vecinales 0 de cual- quier organizacién dedicada a cuestiones ambientales y de desarrollo urban. Comprenderé que involucrarme en mi colonia es una forma de involucrarme en mi pais, 10°A partir de hoy entenderé que conectarse con otros es clave, Conectarse a través de internet, Twitter, Facebook es una manera de hacer funcionar mejor a la democracia. Es barato, ya. que iniciar una peticién o una exigencia 0 un reclamo cn el internet no cuesta nada. Es eficaz ya que miles de voces pueden incorporarse rapidamente ¢ influen- ciar a legisladores o a otras figuras publicas mediante la presién desde abajo, Es un acicate para la accion, ya que al formar conexiones a través de internet, pueden construirse relaciones que leven a acciones cada vez mas poderosas, A partir de hoy construiré una comunidad “online” que me ayude a mantenenerme conectado ¢ informado, o me sumaré a una. de las que ya existe. Recordaré las palabras del economista Jeffrey Sachs: “El desarrollo de nuestros mejores rasgos —confianza, honestidad, vision, responsa- Lo que podemos hacer 335 bilidad y compasién— depende de nuestra interaccién con los otros.” Comprenderé que es fundamental fortalecer la relacién entre nuevas tecnologias de la informacién y comunicacién y elejercicio de derechos politicos y civiles en México. Gomo ha insistido el activista Andrés Lajous, cualquier persona con acceso a internet puede buscar y agregar informacién sobre un problema, comunicar esa informacién a otras personas con preocupaciones similares, y ampliar su difusién con la expec- tativa de que tenga consecuencias politicas. La informacién y la comunicacién sirven para movilizar personas para ejer- cer sus derechos civiles en sentido politico. De hecho, en un periodo relativamente corto, Twitter se ha utilizado estratégi- camente para impulsar agendas ciurdadanas. Y el resultado: una reconexién de Jos ciudacianos con los procesos politicos. Como describe el libro Ciudadanos.mx, la movilizacién “interneinecesario” constituyé una agregacién masiva de usuarios que se oponian a la propuesta de un impuesto al uso del internet. Presionaron de manera tan eficaz a los legisla- dores que el Poder Legislativo acabé descartando la inicia- tiva. O el movimiento del voto nulo que obtuvo el trece por ciento de la votacién en Morelia, doce por ciento en Puebla y once por ciento en el Distrito Federal. Las propuestas de reforma politica puestas sobre la mesa desde entonces surgen en parte como reacci6n a ese movimiento. El Twitter puede ser usado de manera estratégica como herramienta reactiva contra politicas pitblicas, como medio de expresin y soli- daridad, como ventana para revelar temas que no aparecen en la discusién de los medios convencionales, como instru- mento de informacién y movilizacién, y como punto focal para agregar preferencias en torno a una politica piblica. Cualquier persona, armada con una computadora y ac- ceso a internet puede informar e influenciar a miles de mexi- canos. El efecto acumulativo de cada una de nuestras acciones puede tener ya tiene un gran impacto. Usaré Twitter para or- ganizar a miles de usuarios mexicanos para protestar en contra de algim impuesto 0 convencer al Senado de una iniciativa 336 © David Deloane f Procesofoto / DF DENISE DRESSER llamar la atencién de los medios nacionales e internacionales sobre un tema que deberia estar en la agenda piblica del pais. Usaré cotidianamente las nuevas tecnologias de informacion y comunicacién pata ampliar mis derechos y ejercerlos. A partir de hoy reconoceré que me toca dar algo de vuelta al pais en el cual naci. Ya sea un poco de mi tiempo, algo de mi dinero, una porcién de mi talento, una dosis de mi energia. Me comprometeré a ayudar a una organizacién civica y donaré cierto ntimero de horas a la semana. Re- clutaré a mi familia, a mis amigos, a mis colegas para que participen en una causa. Iré a una marcha. Circularé una peticin para reducir el financiamicnto a los partidos por internet, 0 apoyaré a una ONG que promueva los derechos humanos, 0 escribiré una carta al editor de mi periddico para denunciar alguna arbitrariedad, o seré voluntario en un albergue de mujeres que han sido victimas de la violencia doméstica, o armaré una marcha a favor de la reforma edu- cativa integral, 0 solicitaré informacién sobre el desempeiio de alguna entidad pitblica usando la Ley Federal de Acceso a fa Informacién, 0 ayudaré a Jos padres de la Guarderia ABC. organizadas en el “Movimiento 5 de junio”, o serviré a mi comunidad de cualquier manera. Porque si con mis acciones altero —aunque sea por un milimeuro— la realidad de mi pais, habré sido un buen dia. Y un buen comienzo. juicio ciudadano del caso de la Guarderia ABC. EPILOGO Yen los tiempos oscuros, shabré canto? Si. Habrd el canto de fos tiempos oscuros. Berrour BrecHT Prefiero prender una vela que maldecir en la oscuridad ELEANOR ROOSEVELT Dias de cinismo. Dias de desasosiego. Dias de desconsuelo. Dias de sentir, como lo escribiera Shakespeare en Enrigue VI, que sopla un mal viento que a nadie beneficia. Asi se siente vivir en México, actualmente. Asf se siente contemplar la violencia y a los violentos, los asesinatos y a los asesinados, el resurgimicnto del PRry al enco- petado que lo encabeza. La atmésfera prevaleciente es escéptica, dura, socarrona o incluso resignada. Y usted, lector o lectora, se preguntaré si tiene algin sentido hablar desde ese miisculo terco que es el coraz6n y mantener la esperanza cuando muchos han intercambiado el optimismo por la amargura, el 4nimo por la des- esperacién, la fe por el pesado fardo de la desesperanza. Pareceria que una densa neblina de miedo e¢ incertidumbre se ha posado so- bre el pais y hace dificil distinguir el blanco del negro, el bien del mal, lo correcto de aquello que no lo es. De alli la importancia, advertida por Boris Pasternak, de re- tomar nuestros deberes ante el infortunio: creer y actuar. De re- flexionar aunque s6lo sea un momento en las siguientes preguntas: {Cudles son las palabras que capturan mis creencias més funda mentales?

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