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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE FILOSOFiA Y LETRAS CATEDRA HISTORIA ANTIGUA I (ORIENTE) “B” PROF. SUSANA MURPHY MITO Y POLITICA EN LA HISTORIOGRAFIA DEL ANTIGUO ORIENTE' MARIO LIVERANI 2 TELEPINU, O: SOBRE SOLIDARIDAD. INTRODUCCION En los siglos XVII y XVI, los hititas crearon un estado centralizado en Anatolia, cominmente denominado el Reino Antiguo Hitita. La posterior tradicién histérica de la segunda mitad del segundo milenio recordaba a este periodo como uno en el cual una cantidad de reyes fuertes y poderosos, los ancestros de la casa hitita real, fueron sucedidos por un confuso conjunto débil De los poderosos, Hattushili I fue visto como el creador del estado, mientras que su sucesor, Murshili I, fue el gran conquistador de Aleppo en el norte de Siria y de Babilonia en el sur de Mesopotamia. En su retomo a casa, este ultimo fue asesinado y el estado cay6 en una desorganizacion de la cual no se recuperaria por alrededor de dos siglos. En este largo periodo de debilidad sélo un rey se destaca, Telepinu, que fue el autor de un edicto, ostensiblemente intentando revertit 1a situacién mediante la regalacién de la sucesién al trono. La escritura de la historia de! Reino Antiguo Hitita se ha visto plagada por el hecho de que han sobrevivido escasos registros del periodo. Por otro lado, en la corte de Hattusa del segundo mileno tardio se guardaba una cantidad de copias de textos probablemente escritos durante el reinado de uno de los primeros gobernantes. Los mas prominentes entre ellos, al igual que los mejor preservados, fueron los “Anales de Hattushili I", “El Testamento de Hattushili” y el “Edicto de Telepinu”, El ultimo parece tener la ventaja para el historiador moderno de que contiene una extensa introduccién, inspeccionando la historia estatal desde un rey llamado Labama hasta los dias de Telepinu. Bl uso de este documento como una fuente para la historia del Reino Antiguo y un anélisis de su funcién dentro del reinado de Telepinu seran tratados en este capitulo, "En Liverani, M., Mvth and Politics in Ancient Near Eastern Historiography. Ithaca, N.Y. Comell University Press, 2004, Traducido por Juan Manuel Tebes, Las fuentes nos permiten trazar la siguiente lista regia donde las fechas de los soberanos son muy tentativas: Hattushili 1 1650 -1620 Murshili T 1620 ~ 1590 Hantili 1590 — 1560 Zidama 1 Ammuna 1560-1525 Huzziya | Telepinu 1525 - 1500 El Edicto de Telepinu fue completamente re-editado por Hoffman. Van den Hout recientemente lo tradujo al inglés. Para una traduccién reciente de las Leyes Hititas referidas en este capitulo, ver Hoffiner. s 8 8 8 EI sueito descarga la excitacién subconsciente, sirve como una vilvula de seguridad y al mismo tiempo preserva el suefto del preconciente a cambio de una pequefia, dispensacién de actividad conciente. — Freud 1, EL EDICTO DE TELEPINU COMO HISTORIA “INSTANTANEA”, 0 COMO HISTORIA “PARA SER CONSTRUIDA” La parsimonia es comiin entre los historiadores. Cuando encuentran una sucesi6n de eventos continuos para un cierto perfodo en una fuente “antigua”, una que no es necesatiamente contemporénea con los eventos, la aceptan gustosamente. Ellos limitan su trabajo a parafiasear de la fuente o, si es necesario, a su racionalizacién. Nadie recomendaria este tipo de procedimiento a un nivel teérico pero, sin embargo, continita siendo utilizado, especialmente en areas donde el conocimiento de la metodologia y los objetivos de la historia no son vastos. Es slo demasiado fécil objetar ~y jamés puede ser repetido lo suficiente- que tales narrativas histOricas “antiguas” son generalmente separadas por décadas 6 centurias de los eventos que narran. Por Jo tanto no han de ser consideradas fuentes primarias, sino que son reconstrucciones histéricas en si mismas. Y también es slo demasiado facil recordar —y esto tampoco puede ser repetido lo suficiente- que tales narrativas histéricas no tienen un objeto historico “puro”, si tal objeto pudiere existir. Su objeto es politico, moral, teolégico o cualquier otra cosa que pueda ser, y por lo tanto ven los eventos desde una perspectiva particular, Todas estas objeciones pueden ser abarcadas bajo un tinico punto: Ia historia no es algo que existe o fue construido con anterioridad y que puede ser aceptada sin ningin cuestionamiento. Al contrario, se trata de un compromiso activo, el cual los autores antiguos tomaron de acuerdo a sus necesidades propias y no las nuestras. De hecho, el historiador “parsimonioso” falla dos veces: primero al rehusarse en tomar un rol activo, y luego al preservar el rol activo de la fuente antigua sin siquiera reconocer el hecho. En cambio, debemos tomar un rol activo con 1especto al “material” pasivo de ia fuente. Para poder hacer pasivos a Jos documentos antigues debemos desmantelarlos y despojarlos de su ideologia especificas. Ante todo es necesario entenderlos verdaderamente -una tarea no siempre facil y automitica como algunos parecen creer, y una tarea en necesidad de técnicas analiticas apropiadas. Un impactante ejemplo de la parsimonia de los historiadores puede ser resaltado en el trato de la historia del Reino Antiguo Hitita. Hasta recientemente, las fuentes que datan hasta ese periodo eran muy raras. Pero el Edicto de ‘Telepinu, una de esas narrativas histéricas continuas que son tan faciles de aceptar como precisas, compensaron esta falta, La tentacion era demasiado grande: de este Edicto uno no solo podia extraer “informacion” sobre eventos especificos, sino también explicaciones de éstos, su secuencia, y el desarrollo general de todo el estado hitita temprano. Ahora, el trato del Reino Antiguo en los manuales mas importantes de historia hitita es escrito como un parafraseo directo de la introduccién histérica del Edicto. La primera presentacién detallada de Ia historia politica hitita en el Reino Antiguo, publicado por Hardy en 1941, es tipico de esta tendencia. Los tres reinados de Labarna, Hattushili y Murshili son presentados siguiendo estrictamente los pasajes respectivos del Edicto, insertando aqui y alla pasajes de otros textos, tales como las “Cronicas del Palacio” y el “Testamento” de Hattushili I. Todos ellos son yuxtapuestos sin cuestion alguna, como si todos fueran “piezas de informacién”, igualmente confiables importantes. Los teinados siguiendo a estos tres son evaluados en términos negativos, en imitacién del Edicto. Hay juicios morales incluidos en las oraciones marcando la transicion de un reinado al siguiente: “Aunque el reino hitita habia, en efecto, experimentado malos tiempos durante el reinado de Hantili, més maldad caeria sobre él tras su muerte”, “La mala fortuna para la familia real y para el estado continu6, ms problemas importunaron a Ammuna que a sus predecesores”; 0 “Cuando Ammuna murié, la conspiracién dentro de la familia real y entre los nobles comenz6 nuevamente”, Es informative comparar como el reinado de Ammuna es narrado por Telepinu y por Hardy en una tabla sindptica. La comparacién subraya come tas citas directas y parafrascos son utilizados sin mayores cambios: Ammuna se volvid rey, pero los dioses clamaron por la sangre de su padre Zidanta. Ellos no le permitizron prosperar, y en sus manos no permitieron que las huertas, los villedos, el ganado y las ovejas prosperen. Entonces el pais le hizo la guerra Galmiya, Adaniya, la tierra Arzawa, Sallapa, Parduwatta y Ahhula: pero en todas partes donde su ejército va a la batalla, no retoma victorioso (Edicto) Cuando las temporadas no fueron amigables y pelearon contra Ammuna, ta hambrona Hlegé a la tierra, ya que “El grano, las huertas, los vifiedos, el ganado y las ho "ey oraron en sus manos”. Paises y ciudades que habian permanecido leales en ei tiempo de Hantili ahora se rebelaban, entre cllas las ciudades... -las, Galmiyas Sallapas, Parduwattas y Ahhulas, y las ticrras de Adaniyas y Arzawas Cuando Ammuna fue al frente con su ejército para traer a las tierras rebeldes de vuelta bajo su control, no tuvo éxito (Hardy), La imagen presentada en el Edicto es aceptada literalmente, y solo algunas (nities) racionalizaciones y explicaciones son agregadas. La presentacién histérica detallada levada a cabo por O.R. Gumey en el Cambridge Ancient History es, sin cuestionamientos, caracterizado por una marcada actitud critica y por varias ¢ importantes nuevas ideas (las cuales discutiré posteriormente). Pero su presentacién no logra vencer el habito de usar el Edicto como su estructura basica y su guia en la evaluacién de la situacién histérica. El pasaje introductorio es sintomatico de esta contradiccién, la cual no es suficientemente reconocida: Los textos relacionados con el Reino Antiguo son pocos en nimero y, en su mayoria, muy mutilados, y los historiadores de este periodo siempre han tomado como base el bien preservado decreto constitucional de Telepinush, uno de los iltimos reyes del Reino Antiguo, el cual contiene un largo preémbulo histérico contrastando el firme y ordenado gobierno de les reyes anteriores con la anarquia en Ja cual el reino se ha hundido subsecuentemenie, y asi dando en efecto el hilo de ta historia hitita hasta el tiempo del autor (Gurney). No es necesario agregar ejemplos. Hasta los mis sintéticos tratos se refieren al Edicto o citan largos pasajes de éste. Este es el caso, por ejemplo, con H. Otten, en linea con la consciente estilizacién de su exposicién como una “antologia”. Una larga y directa cita no es una mala solucién, después de todo: el texto antiguo tiene una muy efectiva, aunque elemental, tensién estilistica. Al menos el entendimiento erréneo del paraftaseo es evitado. Eso solo aparentemente propone una “nueva” reconstruccién histérica, mientras que en realidad no hace mas que llevar a la fuente antigua a Io banal. Pero ambas soluciones (la cita directa y el parafraseo) confirman la idea de que Ia historia estaba “ya reconstruida” de una -vez. pot todas, y pueden ser obtenidas poniendo las viejas crénicas en secuencia. El Edieto de Telepinu no puede ser considerado una fuente “neutral”, ya que es un documento politico, mayormente apuntando a probar sus propias asunciones. Esté totalmente vineulado a la apologia del nuevo rey y engarzado en una situacién politica y legal especifica. Una aceptacién pasiva de la situacién no es suficiente. Debemos también preparar las herramientas analiticas necesarias para evitarlo. Debemos extraer del Edicto no sélo los rasgos de una tradicién historiografica sobre eventos pasados, sino también un entendimiento del presente més complejo y creible — es decir, de la situacién que ev a Telepinu a promulgar el Edicto. Debemos tener en cuenta desde el principio que el Edicto de Telepinu hace uso de un simple, aunque efectivo, patron: “bien mal bien”. Esto es usualmente encontrado en discursos politicos de una naturaleza apologética 0 propagandistica. Su meta es convencer a la audiencia de que la normal y éptima ‘a del pasado arquetipico fue destruida por actos negativos del pasado reciente, los cuales todos experimentaron. Pero que estarian a punto de ser restaurados por ef nuevo rey, 0 lo habian sido recientemente- esas son las “Buenas Noticias”. Con la base de un andlisis independiente de los documentos de ese tiempo, los historiadores modernos pueden decidir que en efecto habia habido un periodo de prosperidad politica y militar bajo los primeros reyes, luego un periodo de decadencia y problemas internos, hasta que el orden y la prosperidad fueron restaurados por Telepinu, Pero los historiadores modernos demostrarian una simpleza mental sin parang6n si lograsen extraer este desarrollo a partir del Edicto (donde tiene una funcidn persuasiva precisa), sin darse cuenta de que no estarian tomando hechos, sino una teoria historiografica influenciada. Una comparacion preliminar con los datos histéricos del perfodo en cuestién es necesaria para poder evaluar cudn genuino el Edicto realmente es —una historia “instanténea” la cual ha sido seguida sin critica hasta ahora y como una guia incuestionable para una historia que est “para ser construida’. 2. PROSPERIDAD, DECADENCIA, RESTAURACION El éptimo estado de prosperidad politica, militar y econémica del reino hitita es descrito al comienzo del texto, sin preambulo alguno. Se ubica en el reino de ‘Labarna’ En los dias de antaio Labama fue un gran rey y sus hijos, sus hermanos, sus familiares, sus parientes y sus tropas se encontraban unidos. El pais era pequeiio, pero adonde frera que fuese a la guerra, él ponia a las tierras del enemigo bajo sti yugo a Ja fuerza. El devastaba las tierras, él privaba a las tierras de (su) poder, y él las hacia los bordes del mar. Cuando él volvié de una expedicién, cada hijo suyo fue a una de las tierras (conquistadas): a Hupishna, a Tuwanuwa, a Nenasha, a Landa, a Zallara, a Parshuhanta, a Lusna, Ellos gobemaron las tierras y grandes pueblos fueron fundados (Edicto) La estilizacién extrema de la imagen se encuentra subrayada por el hecho de que, inmediatamente después, los reinados de Hattushili y Murshili son descritos repitiendo la misma fraseologia. Estamos entonces, tratando con un apropiado y verdadero modelo para el reino préspero y bien gobernado, La “receta” para la prosperidad esté bien definida. Consiste de armonia interna en la casa real y en la clase regente, y de actividad militar dirigida directamente al mundo exterior. ‘Cuando fue exactamente que este estado existid se encuentra vagamente definido, Labarna esti ubicade en “Jos dias de antafio” (kari), hecho por el cual se ha deducido que el fue el primer rey hitita, El reino de Hattushili es introducido “eventualmente” (EGIR-pa), por lo que se puede deducir que él fue el sucesor de Labarna. De hecho, ninguna de estas posiciones est4 necesariamente implicada por el texto. La ubicacién de Labarna al principio en particular es més que nada porque provee un modelo original, un recientemente construido y por lo tanto aiin intacto arquetipo, mas que una “fecha” precisa Un paso decisivo hacia el entendimiento de la funcién arquetipica del reinado de Labarna es tomado cuando notamos que no hay rastros de él en los documentos contemporaneos. Solamente tenemos proyecciones historiograficas, entre las cuales la de Telepinu es la mas completa, pero no la tinica, En un documento anterior, el “Testamento” de Hattushili, el nombre o titulo de Labarna es utilizado para referirse a tres personas diferentes: al mismo Hattushili, a un heredero suyo apuntado y subsecuentemente desheredado y al “hijo de su abuelo”. Ha sido propuesto que el “Labamna I” del Edicto de Telepinu deberia ser identificado con el “hijo del abuelo” de Hattushili. Esta identificacidn es bastante improbable, sin embargo, si recordamos lo que le testamento mismo dice: Mi abuelo habia designado a su hijo Labamna en Shanahuitta, pero luego sus sirvientes y sus distinguidos rechazaron sus palabras y pusieron en el trono a m[i padre} Papahdilmah. Ahora, cuantos aos han pasado, y cuantos de ellos han escapado a su destino? Las grandes casas, donde han ido? Acaso no estan en la ruina? (Edicto) Este Labama por lo tanto ni reiné -el fue, quizas, instalado como un reyezuelo local en el pueblo de Shanahuitta- ni pudo funcionar como un memorable modelo y “fundador” del reino y estado hitita. Al contrario, debe ser enfatizado que un Labarna que precede a Hattushili es el protagonista de un episodio que puede ser visto como un modelo negativo de desintegracién. La decisién real no fue respetada, los “sirvientes” se rebelaron, la clase gobernante se encontraba dividida y los resultados fueron sanciones. Por lo tanto, en el testamento de Hattushili no encontramos ningun rastro de un modelo importante de reinado que preceda al suyo. El término Labarna, utilizado como un titulo en lugar de un nombre propio, se refiere a un circulo confuso de regentes actuales y designados. Es facil hipotetizar que un Labama especifico, es decir, un personaje histérico con ese nombre, jamas existi6. En ese caso su funcién arquetipica en el Edicto de Telepinu se volveria atin més prolija e incontaminada por anexién, con una realidad histérica precisa, una realidad que no pudo haber sido arquetipica. También deberiamos rechazar la idea de que el nombre personal del primer rey Labarna se haya vuelto el titulo T/Labarna. En su lugar, yo sugiero que fue un proceso opuesto. El nombre de este rey no existente y arquetipico fue derivado de un titulo regio, el cual era incuestionablemente muy antiguo y que carecia de significado lingUistico en el hitita. En otras palabras: “Habia una vez un rey cuyo nombre era Majestad”. El reinado de Hattushili era, por supuesto, verdaderamente historico. Puede cuestionarse, sin embargo, si su reconstruccién como esti suministrada en el Edicto es exacta. La atmésfera de concordancia ejemplar y unidad pintada por Telepimu como algo que deberia ser admirado ¢ imitado es claramente contradicho por un documento contemporaneo e irreprochable, el “Testamento” de Hattushili, mencionado arriba, Al designar a su hijo adoptivo, Murshili, como su heredero al trono, Hattushili abiertamente revel6 la atmésfera de feroz competencia dentro de la familia real. Ese antagonismo se remonté hasta tiempos de su abuelo, como ya he mencionado. Bajo Hattushili solamente, varias rebeliones tomaron lugar: por sus hijos Huzziya y Hakkapili, por su hija, y por su nieto, Labama, Otros textos del mismo periodo, aunque fragmentarios, confirman esta imagen y agregan detalles interesantes. El autor del Edicto de Telepinu estaba muy al tanto de la situacién y no podia pretender ignorarla. De hecho el inserté, entre las descripciones del reinado ejemplar de Hattushili y el igualmente ejemplar reinado de Murshili, un pérrafo que hace referencia al comienzo de la problemética interna (§7). La evideate incompatibilidad entre lo que se dice en §7 y lo que se dice en previos y subsecuentes parrafos no puede sino subrayar como la historia ideal presentada en el Edicto contradice lo que era bien sabido en la corte hitita — como asi por nosotros- sobre la situacién interna bajo Hattushili, En particular, §7 culpa a los “sirvientes* por el comienzo de los problemas, lo cual significa que la problematica slo afectaba a los estratos sociales inferiores, y, como tal, era tolerable. La clase gobernante se encontraba al principio, 0 no involucrada, 0 sélo una victima. Pero este detalle también contradice el testamento de Hattushili, donde es la clase regente, la familia real misma, quien fue despedazada por la guerra entre facciones La tesis implicita en la primera parte del Edicto, que el poder militar del reino era el resultado de la concordancia intema, no puede ser mantenida, Es precisamente en el punto mas alto del poder militar hitita, cuando Hattushili le entregé el reino a Murshili, que las rivalidades y luchas internas estaban también en su punto mas alto, El Edicto nos haria creer que detras de la conquista de Aleppo y de la destruccién de Babilonia habia una corte unida, cuando en realidad habia una feroz disensién. Mas ain, la situacién militar no era tan inequivoca como es mostrada en el Edicto. Los “Anales” de Hattushili dicen que en su tercer afio, cuando el rey estaba en guerra contra Arzawa, el estado occidental de Anatolia, los hurritas atacaron por todo el pais. Solamente la capital de Hattusha permanecié sin suftir dafios. Veremos que Telepinu utilize Ia misma invasion hurrita para retratar una imagen de desintegraci6n del reino inmediatamente antes de su reinado. Pero una invasion similar ya tomé lugar, quizés por primera vez, durante el reinado modelo de Hattushili, Ese reinado no fue, por lo tanto, ni harmonioso ni inmune a amenazas externas, Es menos facil verificar la explicacién provista en el Edicto para los eventos subsecuentes, porque no hay textos de los reinados de Hantili a Huzziya. A partir del Edicto nos da la impresién de que el reinado de Hantili fue bastante largo y que el rey Hevé a cabo campafias militares en Siria y en el Eufrates, Dificilmente se puede dudar que, durante o inmediatamente después del reinado de Hattushili, el control hitita sobre Siria Heg6 a su fin. Pero lo que si es cuestionable es si esto fue una consecuencia de los eventos interos en Hattusha. En el escenario internacional esto era, después de todo, el momento en el cual la reorganizacion politica en Siria y la Alta Mesopotamia culminaron en la formacién del reino de Mitanni, hecho posible por la derrota de Yamhad a manos de Murshili. El proceso de consolidacién politica del pueblo Hurrita era tan importante que, en si mismo, podria causar el retroceso del poder hitita. Similarmente, las fortificaciones construidas por Hantiti en Hattusha y en todas partes no eran un sintoma de “debilidad”, sino que, en cambio, se trataba de una reaccién a la nueva presién de Jos kashka del norte de Anatolia. Vemos claramente que la diferencia entre la fortuna militar de Hattushili y Murshili, y la mala fortuna de sus sucesores, no estaba tan relacionada con la cohesién interna (siempre bastante precaria), como Jo estaba con la situacién internacional como un todo, al punto en que los pueblos vecinos se resistian y reaccionaban a la expansién hitita ‘nado de Ammuna fue un desastre por la hambruna. Inmediatamente después vino el reinado de Telepinu, sobre el cual el Edicto es muestra fuente principal. Hay grandes diferencias entre usarlo como una fuente para los eventos que precedieron a sv promulgacién, para la promulgacién misma, y para los, eventos que siguieron a la promulgacién y, especialmente, su resultado, Ciertamente, el texto es una buena fuente sobre como Telepinu tomé posesién del trono y sobre los -probablemente irrelevantes- eventos militares durante el comienzo de su reinado. Pero ese no es el punto. El Edicto es una excelente fuente para entender el Edicto mismo y la situacién que determiné su promulgacién. Creo que hasta ahora jams ha sido utilizado lo suficientemente explicitamente de este modo. Muy frecuentemente ha sido utilizado como una fuente para lo que ocurrié después de su promulgacién, jy ese es un uso incauto y paradéjico! El Edicto ciertamente trata con lo que deberia ocurrir después, pero estas son indicaciones programaticas y normativas, relacionadas al futuro. Utilizar tales proyecciones como si fuesen novedades sobre eventos implica que cada decision habria sido implementada y que el Edicto habria sido efectivo, Pero el Edicto no puede informamos sobre esto y los eventos subsecuentes apuntan a un resultado muy diferente, Telepinu es acreditado especialmente con el reestablecimiento del orden intemo. Se piensa que él es responsable de ta reforma del sistema de sucesién al trono, pero el impacto de tal accién fue bastante modesto, como podremos ver. También se le atribuye 1a revitalizacién de la asamblea de pankus, pero eso dejd de estar activo después de su reinado. Asi la conclusién opuesta debe ser trazada la crisis mas seria del estado hitita tomé lugar inmediatamente después de Telepinu. La sucesién regia no era més ordenada que antes del Edicto y personas impredecibles competian por, y ganaban acceso, al trono. A Telepinu también se le acredita un gran poder en el escenario internacional. Pero exactamente en ese tiempo Ishputahshu, rey de Kizzuwatna, asumié el titulo de “Gran Rey” y removié Ja Anatolia sur oriental del control hitita. Mas especificamente, el reinado de Telepinu es acreditado con una importancia tinica en asuntos administrativos y judiciales, de acuerdo con lo escrito en el Edicto. Hasta la década de 1960, habia una también tendencia de acreditarle el cédigo de leyes hitita, sin otra razén especifica aparte de encontrarlo el mas “calificado”. Nuevos andlisis de los manuscritos y el estudio diacrénico del idioma hitita han establecido que algunos manuscritos del eédigo son mas tempranos que Telepinu. La fuente para cada malentendido y para cada teoria preconcebida es la hipdtesis —la cual esta indicada como si fuera obvia y ni siquiera percibida como una hipotesis- que dice que el Edicto tuvo el efecto deseado. Atin detrés de esta presuncién se encuentra la conviccién de que Ia intencién del Edicto era necesariamente lograr el efecto que proclama. Es por lo tanto necesario concentrar nuestro anilisis en estos dos puntos: eficacia y propésito. 3. EL SISTEMA DE SUCESION AL TRONO Ya que el Edicto de Telepinu tenia como principal propésito el ser una reforma del sistema de sucesién al trono, es sabio comenzar por este punto. El significado claro y general del Edicto es que existe un vinculo directo entre la solidaridad en la clase gobernante y las fortunas del pais y entre la legitimidad de! reinado y el favor divino. Mas aiin, los métodos que habian sido utilizados en el pasado reciente para lograr acceso al trono produjeron tal abuso que fue necesario cambiar las reglas de sucesién, o al menos definirlas mejor para poder reparar la situacion, No se nos dice cémo los reyes ideales al comienzo de la historia hitita ascendieron al trono. Labama fue el rey en “tiempos de antafio”, y Hattushili y Murshili se volvieron reyes “tiempo después”, pero el Edicto no entra en detalles Por un lado, podriamos decir que su reinado era demasiado abstracto y demasiado perfecto como para imaginar que no eran reyes antes de volverse tales, que podria haber problemas de eleccién y competencia, o que su entronizacién fue un evento humano ¢ histérico. Por otro lado, no podemos evitar la sospecha de que el autor del texto habria tenido dificultades manteniendo el patrén de un modelo optimo, si hubiese elegido entrar en detalles. Era mas sabio para é1 dejar los detalles fuera del cuadro. No podemos decir esto para la sucesin de Hattushili a Labarna, simplemente porque hemos visto que Labarna era un personaje ficticio. Sin embargo sospecho que cuando Hattushili se movié desde Kushara a Hattusha, fue inspirado por necesidades politicas relacionadas a dificultades en su asenso al poder, en lugar de motivos triunfalistas (Jos cuales podrian ser pujados solamente tras que Hattusha se alzase como una espléndida ciudad capital). Por sobre todo, el episodio de Labarna y Papahdilmah sugiere una atmésfera de conflicto armado y represién carente de toda lastima. El hecho de que el “abuelo” de Hattushili reind y que Hattushili se defina como el “hijo del hermano de Tawanna” no implica que el haya sido el Gnico heredero legitimo al trono. La coalescencia de ambas definiciones (ambas “auténticas”) simplemente muestra que su posicion legal no iba sin cuestionamientos, en lugar de probar una concurrencia entre sistemas matrilineales y patrilineales. El mismo Hattushili, quien tuvo que declarar a Murshili su “hijo” para poder posicionarlo como su heredero, no pudo Hamarse a si mismo “hijo” de un previo rey. En cuanto al pasaje de Hattushili a Murshili, sabemos, gracias al “Testamento” de Hatushili que la transmision de poder habia sido problematica ‘Habia conflictos, facciones y conspiraciones dentro de la familia real durante la sucesidn, y rebeliones y represiones posteriormente. La sucesién estaba lejos de ser “normal”, atin si ésta era “legalizada” por el Testamento, el cual la regulariz6 y propagd deliberadamente. No fue la sucesién normal que todos estaban esperando. El Testamento fue escrito en una coyuntura donde Hattushili “habia envejecido” y habia “comenzado a morir”, en las palabras que el autor del Edicto de Telepinu utilizaba cuando queria delinear una sucesién forzada. El rey viejo, quien carecia de voluntad independiente y energia suficiente estaba a la merced de Jos pretendientes. Entre ellos los mas energéticos e imparciales prevalecerian, tras climinar 0 marginar a los anteriores y mas legitimos candidatos. Pero el autor del Edicto de Telepinu no quiso dar a esta sucesion una connotacion negativa, No hizo referencia a las caracteristicas que percibimos en el Testamento de Hattushili, tus cuales son dadas en connotacion positiva a favor de Murshili, Para resumir, si consideramos las cosas objetivamente, no podemos apreciar una gran diferencia entre la entronizacion del rey ejemplar Murshili y aquellos de sus malvados sucesores, El autor del Edicto presenté la fase subsiguiente en términos muy negativos. También hizo juicios explicitos, aunque no sin ambigtiedades y omisiones. La reconstruccién de los eventos es aproximadamente como sigue: a) Hantili, cuftado de Murshili, Jo mata (Zidanta siendo un conspirador) y le sucede en el trono. b) —Zidanta, yerno de Hantili, mata al heredero legitimo, Kasheni hijo de Hantili, para tomar su lugar. ©) Ammuna, hijo de Zidanta, mata a su padre, ya sea para apresurar su sucesién o para decidirla a su favor. 4) Huzziya se vuelve rey tomando 1a ventaja de los dos asesinatos; aquél de Tittiya (presumiblemeate el heredero legitimo) y su familia, ejecutada por Tarushhu, y aquél de Hantili (11, otro posible heredero), ejecutado por Tahurwaili en nombre de Zuru (,otro pretendiente?). ©) Telepinu, cufiado de Huzziya, manda a Huzziya a ser ejecutado por ‘Tanuwa para poder tomar el trono. No todas las posibilidades son abiertamente indicadas, jciertamente no aquellas que conciernen a Telepinu! Volveré sobre este punto mas tarde. Lo que importa en este punto es que tal lista de casos no puede constituir algo asi como un “sistema de sucesién al trono” por dos razones. La primera es que cada caso era diferente (asesinatos del suegro, el cufiado, el padre y de alguien que no es un pariente) y no se repetian entre si. Constituian un desfile del horror en lugar de un procedimiento fijo. Segundo, estas claramente no eran aplicaciones de una norma judicial y moral, en cambio, eran violaciones de tales normas. Debajo de la secuencia de episodios criminales podemos vislumbrar algo de la norma: habia herederos legitimos, hijos, reinas madres, personas tnicas o familias enteras que debian ser eliminadas para poder hacer espacio en la linea teérica de “pretendientes legitimos”. Para resumir, habia reglas de sucesién, las cuales no eran descritas explicitamente porque eran bien conocidas pero bastante complicadas. {Estas ciertamente no inclu‘an la regla (un comportamiento edipico, desplazado una generacién) de que uno debia casarse con la hija del anterior rey y matar a su hijo para poder sucederlo! Si queremos reconstruir un “sistema de sucesién al trono” en la seccién histérica del Edicto de Telepinu, debemos hacerlo “en lo negativo”, no “en lo positivo”. Debemos considerar quién fue climinado en lugar de quién fue que sucedié y la posicién de las vietimas en lugar de la de los instigadores de los crimenes, En particular, seria parcial considerar como carentes de sentido las actuales lineas de sucesién pattilineales Hantili-Kasheni y Zidanta-Ammuna, y con sentido las sucesiones “matrilineales”, todas ellas obtenidas a través de actos criminales, todas a favor de una teoria de que el sucesor era el hijo de Ja hermana. ‘Al menos debemos reconocer que el Edicto, al igual que el Testamento de Hattushili (y la evidencia hitita en general), fue pensada y escrita de una forma patrilineal. Un heredero era designado como “hijo”; el nuevo rey se sentaba sobre el “trono de su padre” (aiin si eso no era completamente cierto); y para poder erradicar completamente a una linea de rivales al trono, uno debia eliminar a “Tal y tal, con todos sus hijos”, y no (jbastante parad6jicamente!) a “Tal y tal con todos los hijos de sus hermanas”... En cualquier caso, Telepinu no describié una norma que queria reemplazar por otra mis apropiada. En lugar de eso, el queria (0 en realidad él indica que queria) una aplicacién estricta de la norma, para poder librarse del caos, lo cual result6 en el hecho de que todos quebrasen a norma. En términos pricticos, sin ‘embargo, dada la situacién (como el Edicto la presenta) en la cual los yernos y cufiados habrian tratado de tomar el trono matando a los hijos de los reyes, la norma propuesta por el “reformador” Telepinu era bastante impropia, paradéjica y suicida. Telepinu decidié: Un primer principe varén deberd volverse rey. En caso de que no haya un primer principe varén, un segundo principe varon debe volverse rey. En cl caso de que no haya un principe varén (en absoluto), dente un esposo a la primera hija, y el debe volverse rey (Edicto), En esencia, é! les dijo a todos sus cufiados que, si querian heredar su trono, debian eliminar a sus hijos primero. Si ese era el propdsito- de la “reforma” en el sistema de sucesi6n, y se suponia que debia remediar la situacién descrita arriba, era bastante inapropiado y contra efectivo. Pero no creo que haya habido, o pueda haber habido, reforma alguna. Primero, el sistema de sucesién al trono estaba estrictamente vinculado con el sistema general de herencia, el cual era valido para cada familia y no estaba sujeto a cambios arbitrarios. El rey era un padre que dejaba su herencia, sus bienes materiales y su rol en Ja sociedad, La herencia no era diferente de las demas, excepto en su tamaiio y en el hecho de que no podia ser dividida. Segundo, como el Testamento de Hattushili y el edicto de Telepinu dejan en claro, ta legitimidad del reinado era un asunto importante. Estaba vinculado en demasia con la aceptacion y apreciacion de la poblacion en general como para ser artisticamente creada contra las costumbres honradas por el tiempo. Telepinu no reemplaz los viejos poderes de la nobleza de designar a un primus inter pares con un rey absoluto (una tesis que fue avalada especialmente por A. Goetze e influenciada por la “mitologia” moderna sobre el origen indoeuropeo de los hititas). Nunca se atestigua un sistema de reinado electivo, ni siquiera bajo Hattushili I. Telepinu no sustituyé un sistema patrilineal por uno matrilineal (las caracteristicas matrilineales no exisiian en e! Reino Antiguo, pero tales caracteristicas tendieron hacia la auto extincién). Telepinu no sustituyé una rigida casuistica por una libre designacion. Siempre estaba lo que podria lamarse “designacién dentro de la norma”. La Gnica cosa que Telepinu podia hacer era confirmar las normas existentes. Esas eran probablemente similares a las reglas generales de herencia que afirmaban la primacia de los herederos directos sobre aquellos herederos adquiridos. Tales normas presentan un inevitable incentivo al crimen cuando la herencia no podia ser dividida, como era ef caso de! trono. Telepinu no podia ni queria cambiar estas reglas, el slo podia confirmarlas un icno innovader y resoluto, EI ao podia inventar nada a un nivel técnico- juridico, pero debia mostrar una nueva voluntad politica para asegurarse de que las normas fueran respetadas. El no confronté una nuevo y mejor ley con una vieja e inadecuada. El opuso una renovada aplicacién de la ley a una anterior situacién de ilegalidad. Sus decisiones y sus palabras, dotadas con la solemnidad de un veredicto, hasta la de un ordculo, trajeron al caos a su fin y permitié que el reinado del orden comenzase nuevamente, no tanto por la efectividad técnica del Edieto, pero por el valor absoluto de su defensor. 4, LAS ACCIONES SANGRIENTAS La promulgacién de! Edicto fue precedida e inspirada por la protesta de una delegacién de “hombres de los dioses”, quienes fueron a la presencia del rey a decirle: Mirad, la sangre se ha expandido por Hattusha (Edicto). El rey convocé inmediatamente al tribunal (tuliya), explied sus_razones, indicé sus medidas y promulgé las “nuevas” reglas de sucesidn al trono, Ese era el contexto del Edicto, uno en el cual el rey evidentemente padecia dificultades, ya gue el habia ascendido al trono recientemente tras una serie de eventos criminales. La opinién piblica, o al menos aquella de los miembros de la corte y los habitantes de la capital, contests a Telepinu. Al menos, la gente estaba confundida, asi que se organizaron y formalizaron su descontento a través de una delegacién de “hombres de los dioses”, los cuales la gente considerd mas aptos para la seria tarea de presentarse ante el rey. Telepinu pudo tomar ventaja de su posicién como juez. Bl respondi6 volviéndose el acusador en lugar del acusado, de alguien culpado por un crimen a alguien que moraliza. Para poder lograr esto, situé a su caso en una secuencia de casos similares anteriores. Luego trat6 de canalizar la ira de la opinién publica hhacia los casos anteriores, removiéndose a si mismo para dejar de aparentar el Ultimo en una secuencia negativa y, en su lugar, ser el primero en una nueva y positiva. Telepinu probablemente tuvo éxito con respecto al grueso de la poblacién, o al menos con parte de ella (ya veremos que se ditigié mis atentamente al sector que le convenia para ganar). Pero, al mismo tiempo, nos hizo posible a nosotros, historiadores posteriores, vislumbrar sus crimenes, los cuales s6lo podemos conocer mediante el Edicto. ‘Veamos qué cargos fueron levantados contra él, atin si slo fueron al nivel de insinuacin y sospecha. Primero estaria el cargo por el cual exilié al rey Huzziya y sus cinco hermanos y privados de su status real; luego que Huzziya y sus hermanos fueron asesinados; finalmente, que la reina Ishtapariya y el principe Ammuna también murizron, La responsabilidad de Telepinu can respecto a estos eventos esta implicada en dos series de hechos. Primero, resulta claro que la opinién piblica lo consideraba responsable. Fl fue acusado por Ia delegacién, la “nl empujé a Telepinu a tomar ta defensiva mediante el Edicto. El mismo inclusive cité algunos de los cargos y admitié al menos algo de colusién Segundo, es significative que Telepinu haya incluido su propio caso en una secuencia de casos que eran claramente considerados similares. y al mismo tiempo no haya tenido dificultad en admitir la culpa de los anteriores reyes. En los casos anteriores los reyes habian estado en una posicion bastante similar a la de Telepinu, el caso que estaba actualmente bajo discusién La defensa de Telepinu fue la siguiente: es verdad, he degradado a Huzziya y lo he enviado al exilio, pero tuve que hacerlo o el me habria matado. Por lo tanto, yo logré una “venganza preventiva” contra Huzziya, habiéndolo sorprendido en el proceso de cometer un crimen contra mi. Mas ain, Huzziya me hubiese matado con seguridad y, sin embargo, yo tan sélo lo degradé, asi que he sido generoso: Déjalos que se vayan y se queden (alli), déjalos comer y beber y que nadie les hiera. Y me repito: esta gente me ha herido a mi, mientras que yo no los heriré a ellos (Edicto). EI cargo de haber tomado el trono ilegalmente se torné en una jactancia de generosidad, buena voluntad y tolerancia. Pero en realidad, Huzziya y sus hermanos fueron muertos tiempo después, asi que la defensa de Telepinu perdio significado frente a un observador imparcial. La defensa de Telepinu con respecto a los hechos posteriores era que él se encontraba ausente y ocupado defendiendo el pais. El no sabia lo que estaba ocurriendo. La instigacién y ejecucién vinieron de otras personas. Aunque no podia tomar Jos cargos para su jactancia, al menos podia pretender no haber estado involucrado con el hecho. Sin embargo, algiin tipo de participacién parece claro, Cuando los verdaderos perpetradores del crimen fueron acusados por el panku8 y condenados a muerte, Telepinu los perdond. Su complicidad es evidente, y sin embargo intenté nuevamente tomar las acusaciones para su jactancia, nuevamente uno de generosidad, buena voluntad y tolerancia. Sin intenciones de matar, y aim para ejecutar a los culpables legalmente, jcomo podrian haber sospechado de Telepinu por complicidad en un asesinato ilegal? Telepinu era bastante evasivo con respecto al tercer evento, Ja muerte del principe y la reina. Quizis era demasiado evasivo; ni siquiere dijo que habian sido muertos, s6lo que “simplemente se murieron”. Ahora, si su esposa ¢ hijo hubiesen muerto a manos de la faccién opuesta, él ciertamente no habria sido tan evasivo, Al contrario, habria sacado provecho de ello, protestando y haciendo acusaciones , si las muertes de la reina y el principe habian sido naturales, ,como podriamos explicar que este evento haya sido seguido inmediatamente por Ia protesta de la delegacion? La sangre que se habia “expandido (demasiado)” ciertamente no era por muertes naturales. Es razonable suponer que no se pensaba que Telepinu no estuviese involucrado en las muertes de Ishtapariya y Ammuna, la pareja que era clave para una posible transmisién del trono, Pero sus muertes probablemente tomaron lugar de una manera lo suficientemente misteriosa (quizés a través de procedimientos magicos) como para que furese imposible esteblecer cargos especiticos. De esta manera, Telepinu no tendrfa que formular una defensa contra ests asunto, Esos son los puitos que Telepinu usd en su defensa con respecto a fos episodios por los cuales se le creia responsable. Otra linea de defensa fue desarrollada implicitamente en un nivel més general, haciendo referencias anilogas. El asesinato de Huzziya por orden de su cuftado, Telepinu, era paralelo con el anterior asesinato de Murshili por orden de su cuijado, Hantili. Los asesinatos de Ia reina Ishtapariya y su hijo ocurrieron paralelamente con los anteriores asesinatos de la reina Harapshili y sus hijos. El “desconocimiento” de Telepinu con respecto al asesinato de Huzziya fue paralelo al “desconocimiento™ de Hantili sobre el asesinato de Harapshili. La utilizacién de un verdugo (Tanuwa) en el asesinato de Huzziya tenia paralelos en el pasado: en aiios mas recientes, el caso del verdugo Tahurwaili y Tarshhu, y anteriormente el caso de Hlaliuma. {Por qué recordar esos episodios del pasado, pero que ciertamente no estaban olvidados, y que ciertamente podrian haber causados enemistades interminables? Telepinu parece haber estado interesado en sugerit, atin si no abiertamente, que iin si él fuese el culpable, no habia hecho otra cosa que lo que habia sido hecho anteriormente por tantos otros. Estas otras personas no habian enfrentado cargos. gentonces por qué deberia hacerlo é1? Telepinu también sugirié que, si tantas personas habian actuado de esa manera, lo habian hecho por motivos que twascendian a lo personal. La causa deberia ser buscada en la institucién organizativa, no en las responsabilidades individuales. Por lo tanto las instituciones deberian ser cambiadas, no castigar a un individuo. Finalmente, Telepinu sugirié que, a diferencia de los otros, él era bueno y generoso: “Yo perdono, yo no mato; Yo no sabia, yo no estaba alli. Yo soy el menos culpable de todos, zentonces por qué estan enojados conmigo?” Telepinu transmitié el significado de todo esto a través de referencias a casos similares, sin indicar nada de manera explicita, Al insertar su caso en una larga serie, el devalud su responsabilidad y exagerd la relevancia de las causas generales y los posibles remedios. En particular, él pudo canalizar la indignacién de la opinién piiblica, la cual ciertamente se desperté ante el iltimo crimen ~es decir, jsu propio crimen!- y tomarla en contra de sus predecesores, poniéndose del lado de los acusadores y clamando més fuerte que cualquiera contra fantasmas. 5. SENORES Y SIRVIENTES El mundo social del Edicto de Telepinu era uno estrictamente estratificado. Funcionaba correctamente cuando todos mantenian su lugar. La sociedad era percibida como dividida en dos partes: “sirvientes” y “sefiores” u hombres de bajo y alto status social. La distincién entre ambos tipos de personas eta dual. En lo referente al comportamiento, los sirvientes eran devotos a la implementacién y la accién fisica y manual, mientras que los seffores eran devotos a la toma de decisiones y Ia expresin verbal, En Jo referente a lo econémico, los sirvientes estaban privados de propiedad, la cual era de los sefiores. La distincién dual gener una regla fija en el caso concreto de los crimenes relacionados con la sucesién al trono: los seffores instigaron los crimenes (jpero esto debia ser probado!), mientras que los sirvientes los Hevaban a cabo, y lo hacian para tener > ‘os bienes de los sefiores asesinados. Tal interpretacion de lus eventos esta indicada primero en términos histéricos, explicando eémo la situacién ideal de los reinados tempranos se habia deteriorado con el tiempo: 14 Cuando luego los sirvientes de los sefiores se volvieron infieles, comenzaron a siovorar sus casas, ccmenzaron a conjurar couifa sus sefiores y comenzaron a verter su sangre (Edicto). Esto. vincula explicitamente la ejecucion de las acciones sangriemtas a la apropiacién de los bienes. Esta situada en el tiempo de Murshili, donde no tenia actualizacion inmediata, pero era util para anticipar la interpretacion de ocurrencias posteriores. Al final de la seccién historica, al tratar con medidas normativas, Telepint confirm: Aquellos que cometan estos crimenes ~ ya sean un..., un abubitu, un jefe de pajes, un jefe de la guardia, un jefe de vino ~ ellos desean tomar posesién de las casas reales, Ellos dicen: “Esta granja “pueblo”: URU) seri mia”, y él hiere al sefior de la granja (Edicto} Deberiamos tener en cuenta que toda la seccién final del texto trata con problemas de control y productividad de las granjas agricolas, 0 “pueblos” o villas con almacenes, que estaban listadas en detalle. Hay un atractivo implicito para la clase gobernante en mantener el control administrativo efectivo sobre estas granjas, mientras que los cargos y las amenazas de muerte eran dirigidas a los campesinos que “bebian la sangre del pais”. Las invasiones enemigas y la destruccién y la desintegracién del control administrativo, caus6 aparentemente la huida de los campesinos y Ja falsa notacion de las cosechas, lo cual fue daitino para la tesoreria estatal y para la clase dirigente. No todo esta claro en la seccién final del Edicto. Aun asi, mientras las medidas de Telepinu con respecto a la sucesién del trono eran ficticias, y hasta contraproducentes, las medidas en relacion a Ja proteccidn de la propiedad eran precisas y efectivas: Ahora bien, si un principe transgrede, debe pagarlo con su propia cabeza. \Pero no toquen a su casa ni a su hijo! {No esta permitido tomar paja y madera de la princesa! (Edicto) De esta manera, los incentivos economiicos para los crimenes politicos serian removidos, Estaba prohibido que los asesinos tomen los bienes de la victima, y los hijos de la victima, quienes debian heredar los bienes de su padre, eran excluidos del castigo. La distincion de clases entre sefiores y sirvientes no sélo afecté el patrimonio sino que también el establecimiento de responsabilidad personal. En los crimenes politicos, la distincién hecha entre verdugos e instigadores hacia caer la mayoria de la culpa sobre los sirvientes que acataban las drdenes, mientras que los sefiores permanecian libres. Primero, los objetivos eran distinguidos: los sefiores actuaban si schiabwen, fo cual era dudoso- por la “noble” meta del reinado, mientras que los sirvientes actuaban por metas descaliticatorias y de baja moral, como lo era la posesién de bienes materiales. Més ain, ya que la posesion de bienes les permitiria alzar su rango de alguna forma y, en cierto sentido, Hegar al nivel de los 1s seftores, su accién implicaba una inversién de Jas relaciones de status apropiadas. y este cambio tenia connotaciones negativas. De manera opuesta, los sefiores actuaban en una suerte de competencia entre pares, una especie de juicio por climinaci6n, o un “juego” que podia ser jugado de manera mas 0 menos correcta. Este juego, sin embargo, era exclusivamente para la clase dirigente. Para desacreditar a los sirvientes se trataba a los verdugos e instigadores de los crimenes de manera diferente cuando se trataba de acertar sus precisas e incuestionables responsabilidades. La responsabilidad del verdugo era siempre fisica y podia ser reconocida precisamente. Es més, él debia declarar abiertamente Ja accién que tomé para poder apropiarse de la propiedad de a victima. Por contraste, la responsabilidad del instigador, incluyendo la de Telepinu, era solamente supuesta. El podria ficilmente decir que el verdugo lo Ilevé a cabo por su cuenta, més allé del control del instigador. Los instigadores “no saben”, por lo tanto no son responsables. Hantili no lo sabia, hasta fue a preguntar, 2” Quién los mat6?” Telepinu estaba lejos ~tenia una “coartada”- por lo cual sélo se le informé de la muerte posteriormente e inmediatamente tomé medidas de justicia. La jerarquia de responsabilidades era incluso triple. —Distinguia “beneficiarios” (futuros reyes), “instigadores” y “verdugos”. En el caso del asesinato de la reina Harapshili solamente habia un verdugo (el paje Haliuma) y un beneficiario (Hantili), quien negé haber sido el instigador y, por lo tanto, dejé que maten al verdugo. Pero en otros dos casos habia una distincién triple, En los eventos que siguieron a la muerte de Ammuna, el beneficiario era en efecto Huzziya (el siguiente rey), el instigador era Zuru, “jefe de la guardia” y los verdugos fueron Tahurwaili (quien maté a Tittiya y sus hijos) y Tarshhu (quien maté a Hantili y a sus hijos). En los eventos subsecuentes, Telepinu era el beneficiario, habia un nimero de instigadores (“siete grandes hombres”) y Tanuwa era el verdugo que maté a Huzziya y a sus hermanos. Telepinu, protegido por la doble linea de instigadores y verdugos, facilmente podria haber indicado que se habia vuelto un beneficiario por mera coincidencia y que él era inocente y de buena fe. La jerarquia de responsabilidades era la base para un mensaje muy claro, transmitido con una pizca de complicidad de los miembros de la misma clase. Castiguemos a los verdugos —dijo Telepinu a sus pares- y salvemos a los instigadores, salvémonos a nosotros quienes somos los instigadores. Esto era cierto para el pasado, pero ya que el pasado habia ocurrido, seria initil para acusar a los verdugos. Deberian ser castigados, ciertamente, pero no con una pena capital. Telepinu tenia una propuesta diferente para el futuro: cual seria la ventaja de usar a estos verdugos, quienes son sirvientes codiciosos comportandose como rufianes para tomar posesién de nuestros bienes? En cambio, jactuemos jegalmente”! Cuando un miembro de nuestra clase, de nuestro cfrculo, comete un crimen (en otras palabras: si queremos eliminar a alguien, bajo el pretexto de un crimen), en lugar de asesinarlo, acusémoslo. Castiguémoslo personalmente, pero sin tocar a sv Familia (cuyos miembros generalmente son parientes nuestros) ni a su propiedad (12 cual corre el riesgo de terminar en manos de los sirvientes): 16 Cuando alguien, entre sus hermanos y hermanas, comete maldad, jdebe pagar con su cabeza real! Convoquen al tribunal y, si se te juzga culpable, debera pagar con su cabeza. Pero_no serd asesinado secretamente, como ocurrié con Zunt, Tanuwa, ‘Tahurwaili y Tarushhu, Ellos no haré nada contra su casa, sus hijos y sus esposas. Si un principe es culpable, debera pagar con su cabeza. Ni su casa ni sus hijos han de ser tocados. La raz6n por la cual los principes sean ejecutados no afectard a sus casas, sus campos, sus villedos, sus pisos que trillan, sus sirvientes, sus bueyes y sus ovejas (Edicto) Con respecto a! sincero deseo de obtener sentencias y sanciones, debemos recordar que las penalizaciones anunciadas por Ia asamblea (panku3) contra los verdugos de las ultimas acciones sangrientas habian sido reducidas, y casi nulificadas, a través de la intervencién directa de Telepinu. También parece haber estado inclinado a darle mas poder al tribunal (tuliya) a expensas de la asamblea (panku8). Le dio més poder a una organizacion que estaba més restringida y probablemente més dependiente del rey en la forma en que funcionaba y era designada. Esto era a expensas de una organizacion mas grande que podria haber escapado el control real y adquirir voiuntad propia. Es s6lo una coincidencia el hecho de que, después de Telepinu, no volvamos a oir del pankus? Quizas Telepinu estaban buscando un drgano més itil para ocultar casos que para resolverlos. 6. EL FRENTE EXTERNO En el modelo positivo de los reinados de antaiio, la solidaridad interna Hevaba al éxito militar sobre los enemigos fordneos. Esto esta descrito en las sentencias estereotipadas que cité arriba, y esté mejor ejemplificado en las prestigiosas acciones de Murshili, el conquistador y destructor de Aleppo y Babilonia. Los éxitos militares no eran fines en si mismos, pero produjeron dos efectos. Agrandaron un pais que era originalmente “pequefio”, y suplieron a los miembros de Ja corte con posibilidades politicamente y econémicamente rentables en las tierras conquistadas Cuando retome de wna expedicién, cada hijo suyo fue a cada tierra (conquistada)... Elos gobernaron los paises y grandes pueblos fueron fundados (Edicto) El modelo negativo, los reinos de los malvados regicidas, estaban caracterizados por la discordia en lugar de la unidad, y por el fracaso en lugar del éxito en las relaciones con los enemigos. Sobre Ammuna, en particular, se indica: El pais hizo Ia guerra con él... pero adonde sea que sus ejércitos fuesen a ta batalla, no volvian victoriosos (Edicto) Mas ain, la debilidad militar Nevé a la infiltracién de los enemigos a misma tierra de Hatti, Los hurritas montaban por el campo, causando panico y destrucci6n. Esta situscion era el resultado directo de la intervencién divina: “Ammuna se volvié rey, pero los dioses clamaron por ia sangre de su padre Zidanta”. Los dioses querian aislar el parricidio y destruir el reinado ilegitimo. En 7 lo referente a lo humano, sin embargo, la falla militar era una consecuencia inevitable de la discordia interna: un pais unificado es fuerte, un pais dividido facilmente se vuelve presa de sus enemigos. En esta perspectiva, un pasaje que describe las actividades militares de Telepinu adquiere un significado preciso: Cuando yo, Telepinu, me senté en el trono de mi padre, me fui a Ia guerra contra Hashuwa y destrui Hashuwa, Mi ejército estaba en Zizzilippi y la batalla tomé lugar en Zizzilippi. Cuando yo, el rey, me fui a Lawazantiya, Lahha era hostil hacia mi ¢ hizo rebelarse a Lawazantiya; pero los dioses la entregaron a mis manos (Edicto) EL favor divino manifestado al comienzo del reinado de Telepinu era til para enfatizar su legitimidad o al menos su habilidad para llevar a cabo el rol de rey. Telepinu pasé la “prueba” militar y sus sibditos estuvieron seguros sobre su reinado y el futuro econdmico del pais. El reino hitita era “pequefio”: el pueblo kashka impedia el acceso al Mar Negro, el nuevo reino de Kizzuwatna lo separaba del Mar Mediterraneo y los hurritas cortaban el acceso a Mesopotamia y Siria, Pero el viejo modelo mostraba que esta no era una inconveniencia insuperable, provisto que el rey actie de la misma manera que los anteriores y paradigmaticos reyes, Dos referencias mas a la presente situacién de Telepinu pueden ser indicadas como vinculantes de los pasajes militares del Edicto. Las primeras insinuaciones de oportunidades atractivas: éxitos militares en los paises enemigos podrian traer nombramientos de puestos gubernamentales en los paises anexados, como ocurrié en los paradigmaticos casos anteriores. Telepinu sugiere: si actuamos en unidad, nos expandiremos nuevamente hasta el mar como en los tiempos antiguos (donde ahora Kizzuwatna estaba), adquiriremos més pueblos para gobemar y estos atractivos puestos serén suyos, miembros de la corte. Si, la contrario, continuamos nuestras venganzas intemas, deberemos temer mas ataques enemigos, mas destruccién en nuestro pafs, la hufda de granjeros, desercién de las granjas y pueblos y problemas para adquirir suministros. El segundo comentario era alarmante y urgié Ja movilizacién. Invité a miembros de la corte a unir fuerzas para enfientar los peligros que venian desde afera — una técnica frecuentemente utilizada para avalar un nuevo régimen. Los conflictos intemos deberian ser puestos de lado y un esfuerzo comin debia ser logrado contra los invasores, sean estos reales 0 imaginarios. En téminos concretos, el invasor posible parece haber estado identificado con los hurritas, es decir, el recientemente constituido reino de Mitanni. Las actividades militares de Telepinu en Hashuwa y Lazawantiya estaban enfocadas en el sureste de Anatolia, al lado de la zona hurrita. Los hurritas estaban explicitamente mencionados tanto en los buenos reinados (los hurritas fueron derrotados por Murshili en conexién con su expedicién a Babilonia) y en los reinados caéticos Ginetes hu invadieron el pais). Ya hemos notado que Telepinu era selectivo en los eventos ‘que citaba. También durante el paradigmético reinado de Hattushili habian ‘mado lugar ataques hurritas, pero estas no podian ser mencionadas, ya que caracterizaban el modelo de un mail reinado. Ya que Telepinu era tan seiectivo. cualquier insinuacién a los ataques hurritas debian expresar un mensaje de gran importancia. Las referencias en el pasado a los ataques hurritas habrian sido particularmente significativas para una audiencia que se enfrentaba a tal amenaza en el presente, Telepinu podria exagerar la amenaza hurrita para poder movilizar fuerzas, pero no podria haberla inventado. 7, SOLIDARIDAD Al reunir y resumir estas observaciones, creo que podemos obtener una imagen substancialmente nueva imagen del Edicto de Telepinu en el desarrollo juridico y politico del estado hitita, una nueva evaluacién de Ja introduccion histérica y un nuevo entendimiento de las metas y acciones de Telepinu. Telepinu fue acusado. La legada de la delegacién de “hombres de los dioses” fue la manifestacion oficial de una atmésfera de hostilidad, o al menos de sospecha, sobre la manera en la cual habia obtenido el trono y se habia comportado al principio de su reinado. La oposicién manifestada por la asamblea (pankus) comtra la ejecucién del iltimo crimen es otra caracteristica oficial que apunta en la misma direccion. Telepinu estaba bajo cargo, se sentia inseguro, y decidié enunciar un edicto para poder escapar de esta dificil situacion. Su asociacién personal era dual: por un lado era el acusado, mientras que por el otro lado era el rey, y debia juzgar y tomar medidas. La asociacion dual fue explotada mulacién del Edicto, en el cual Telepinu actu como rey para salvar a Telepinu como persona bajo acusacién, No podia hacerlo demasiado explicitamente, pero las metas del texto son bastante evidentes si lo leemos ~como yo he intentado hacerlo- en un nivel “profindo”, descifrando alusiones y verificando pasajes mediante la comparacion, Telepinu obtuvo el efecto deseado Transmitié un mensaje genuino distrazado bajo el formal. Debemos admirar su. habilidad para encontrar ta posicién correcta para su mensaje real. No era lo suficientemente evidente como para ser desafiado en téminos morales o judiciales, y no estaba lo suficientemente oculto como para permanecer ignoto 0 ambiguo. La técnica del distraz fue efectiva. El mensaje formal “en ia superficie” era simple, y se puede resumir como sigue: el reino de Haiti, en un principio caracterizado por la concordia interna y el éxito contra sus enemigos, habia transitado una evolucién negativa por sus conflictos internos, los cuales habian causado una crisis inconstitucional y ataques enemigos. Las fortunas del estado habjan experimentado una baja en el precio de los productos. Ahora yo, el rey, decidf remediar esta situacion a través de la promulgacion de reylas que acabarin en disensién, y a través de medidas pricticas que traigan paz. Comenzando desde hoy, y comenzando conmigo mismo, todo cambiara. Mi reforma restaura e] modelo antiguo. El mensaje genuino, “profundo” era diferente y contenia recomendaciones sobre los cargos contra Telepinu, El urgia a la gente que recordase que muchos otros reyes (practicamemte todos ellos) habian hecho Jo mismo en el pasado, asi que {por qué enojarse con éi ahora? Telepinu abogaba por ef olvido de la situacién, provisto que sea el tltimo, y partir de ese momento todos estarian a la Yiyllia de ta repeticion de estos crimenes, Es casi innecesario recordar que fue Telepinu quien se beneficiaria fisicamente de la interrupeién de la secuencia de regicidios, Finalmente, Telepinu abogé por Ja concentracién en moralizar y en las medidas punitivas contra los malvados verdugos, quienes pertenecen a Ja clase sirviente, salvando asi a la clase gobernante y, especialmente, al rey. Si estas recomendaciones fueran seguidas. Ia clase gobernante tendria a su disposicién puestos del gobiemo y benefivios econémicos. y no se preocuparia por defender sus propiedades contra amenazas desde abajo (sirvientes) y desde afuera (enemigos). La esencia del Edicto de Telepinu era una defensa bien articulada, un pedido de solidaridad que a veces se volvié una denuncia de complicidad que apuntaba a toda la clase gobernante, El ruego de estar unidos, de mantenerse concordantes y solidatios, que propuso Telepinu, en un principio en términos de un modelo histérico, y luego en términos de un pedido directo y nuevas normas, no fue un pedido genérico. Era una pedido para unirse a él, para estar en concordia y solidaridad con él, y en contra de amenazas internas y externas. La necesidad de solidatidad fue el punto de inicio de todo el edicto, porque era Ia preocupacién primaria del autor. Por lo tanto, la insistencia en que la solidaridad habia existido en el estado hitita y en la corte durante los reinados tempranos no era un dato histérico objetivo, uno que era evidente porque realmente habia existido. Al contrario, era un dispositivo retérico y persuasivo, una funcién de los objetivos del autor del mensaje. La solidaridad paradigmatica del Reino Antiguo era una proyeccién hacia el pasado de la denuncia de complicidad y de la bisqueda de solidaridad de la cual Telepinu se refitié a los nobles de su corte. La historia institucional del estado hitita provista por Telepinu (concordia> desintegracién-> concordia renovada) no era sino una aplicacién del patron general (bien mal-> bien) que caracteriza a todos los edictos de “reforma”. La historia institucional del estado hitita deberia ser rescrita en base a datos reales, olvidando el patrén de Telepinu. Creo que esta reconstruccién histérica “real” seria bastante diferente en sus detalles y desarrollo general. En cuanto a detalles, por ejemplo, no eteo que los accesos de Murshili y Telepinu al trono hayan sido muy diferentes -es decir, mejor adaptadas a los criterios de legitimidad- que la de Hantili, Zidanta 0 Huzziya. No creo que el éxito militar estuviera en correlacién directa con la concordia interna, Por titimo, no creo que podamos seguir a Telepimy en esta distincidn, implicitamente adoptada por la mayoria de los historiadores modemnos, entre “buenos” reyes (los primeros tres y Telepinu mismo) y “malos” reyes (aquellos del conflictivo periodo intermedio). En cuanto al desarrollo general, no creo que el Reino Antiguo hitita haya sido un caso de desintegracidn tvas una unidad original. Al contrario, fue la dificultosa y dolorosa construccién de una organizacién estatal unitaria, comenzando desde una situacién politica extemadamente fragmentada. En el tiempo de Hattushili encontramos claros rastros de la situacién del tipo “capadocio”. Varias ciudades- estado coexistieron, a veces luchando una contra otra. El Testamento de Hattushili y sus Anales demuestran claramente los roles de las ciudades de Kushara y Hattusha, conflictos contra las ciudades de Zalpa, Shanahuitta, Nenaza y muchas otras. y st integraci6n al reino mediante el matrimonio de los jefes locales con las hijas del rey. Caracteristicas similares pueden ser rastreadas en la imagen provista por el Edicto de Telepinu, jatin cuando enfatiza la unidad! En perspectiva de una dolorosa, hasta violenta, constitucién de una unién que (histéricamente) fue el punto final, y no (miticamente) el punto de inicio, los conflictos de la corte deben verse como concentrando en la ciudad capital los conflictos que, inicialmente, se encontraban expandidos por todo el temtitorio. Si esto era (como yo creo) la tendencia principal en la historia institucional antigua hitita, debemos reconocer que tal historia alin debe ser reconstruida Ademas de clarificar el verdadero significado del concepto de “solidaridad”, Ja yuxtaposici6n balanceada de una lectura “superficial” y de una “profunda” del texto también claritica ef concepto de una “reforma”. La lectura superficial es claramente reformista (basta del pasado reciente; a partir de hoy haremos lo puesto), pero la lectura profunda no lo es. La sustancia de las medidas no trajo ningdn malestar a la situacién, como esta claro en el procedimiento de acceso al trono. Las apelaciones de Telepinu fueron hechas en un tono moralizador mas que en uno juridico. El irsistio en una repeticin de eventos y patrones. Todos estos elementos no hicieron una reforma, pero si una ficcién de reforma. Como los suefios sirven para permanecer dormidos, enunciar un edicto de reforma podria haber servido para continuar la practica politica en sus términos presentes. Los conflictos emergentes fueron resuelios mediante la palabra, pero sin introducir las herramientas efectivas para el cambio. Una reforma puramente verbal siempre ha sido un instrumento normal y efectivo de conservadurismo. ‘No sabemos si elreinado de Telepinu se formé a si mismo de acuerdo al buen viejo modelo. ~y es dificil creer que lo hizo-, que el pais se volvié. pacifico nuevamente y que hubo concordia interna, al igual que éxito en la guerra y expansion contra los enemigos, De acuerdo a ta evidencia disponible, fue precisamente durante su reinado que la corte hifita y el pais entraron en su crisis ms seria. Mientras tanto, los estados de Kizzuwatna y Mitanni consolidaron su poder en el sur y en el sureste, respectivamente. Es un error historiografico muy incémodo de cometer, pero hasta el momento uno muy comin, el de tomar las Promesas e indicaciones de Telepinu para el futuro, y transformarlas en narrativas completas. No podemos considerar esperanzas y normas como episodios histéricos, ni ver en ellos evidencia de que, bajo Telepinu, el reino hitita haya recobrado su unidad y concordia. El suefio no es el despertar — es, en real inversa. A SHUNASHURA, O: SOBRE LA RECIPROCIDAD INTRODUCCION Los hititas, que gobernaron Anatolia y grandes partes de Siria septentrional en la segunda mitad del segundo milenio, nos han dejado el nimero més grande de tratados politicos del Cercano Oriente antiguo. Estos se pueden dividir en des gpipos basados en el estado del otro socio de! tratado. Hay tratados de paridad con iguales y tratados de vasallaje con los subordinados, y el tiltimo grupo es en gran medida el més grande. Los tratados tuvieron que ser renovados en varias ocasiones, ya que eran acuerdos entre dos individuos, los reyes, mas 8 jen que 2 entre dos estados. También tuvieron que tener en cuenta los cambios en las, relaciones politicas, y estos cambios produjeron extrafias circunstancias diplomaticas, cuando un gobernante previamente igual se convirtié en vasallo. Mientras que la realidad politica era conocida, la diplomacia no permitié una declaracién categérica del hecho. Tal situacion se examina aqui. El estado suroriental anatélico de Kizzuwatna habia sido igual a Hatti, pero a principios del siglo XTV se convirtié en un vasallo del rey hitita Tudhaliya II. Esa nueva realidad fue comprobada en un tratado, que tenia mucho cuidado en su lenguaje de no ofender al rey de Kizauwatna, Las discrepancias entre la realidad politica y la Jengua diplomatica se examinan en este capitulo. La identidad de Tudhaliya II como socio del tratado hitita fue determinada por Wilhelm. El traiado de Shunashura y muchos otros tratados hititas mencionados en este capitulo han sido recientemente traducido a inglés por Beckman. EL Aguila y la serpiente hicieron una alianza y juraron ser amigos; pero el éguila ‘estaba parada en la cuispide del arbol, y la serpiente en su base. (Del mito de Etana) SIMETRIA COMO LA EXPRESION FORMAL DE LA RECIPROCIDAD Lo que inmediatamente choca del tratado entre un rey de los hititas y ‘Shunashura, rey de la tierra de Kizzuwatna, es su estructura simétrica. La parte preceptiva del tratado se compone de dos porciones idénticas, repitiéndose en una secuencia que se alterna de cliusulas, una vez en ventaja de un socio y una vez a del otto, Semejantemente, la introduccién histérica y el pasaje en el final del tvsiado que se ocupa del problema de fronteras se acumulan en un paralelismo de juegos y oposicion, dandole un sentido fuerte de estructura idéntica. Es inmediatamente evidente que esta estructura literaria - tan pedante en su técnica de duplicacién - se ha utilizado para asegurar y subrayar la posicién de la paridad de los dos socios. Esta estructura formal no es encontrada solamente en el tratado de Shunashura, El perfodo histérico al cual nuestro tratado pertenece es caracterizado por un acercamiento a relaciones politicas en términos de paridad y de reciprocidad. Este acercamiento da un lugar privilegiado a las formas idénticas en los actos que caracterizan las relaciones politicas (intercambio, intercambio de regalos), y se encuentra especialmente en los textos que los definen (tratados. cartas), Los textos o las formulas con estructura idéntica son tan frecuentes y significativos en este periodo del Cercano Oriente pues son raros en otros periodos. Esta es una consecuencia obvia de la amplia red internacional que existid en este periogo. Unidades politicas que habian sido tradicionalmente internas al parecer se abrieron para hacer contacto con otras wnidades, cercanas y distantes. Por lo tanto utilizaron las formulas diplométicas que garantizaron a cada uno prestigio y rango. Mis especificamente, parece que el tratado de paridad esta ligado especialmente a Kizzuwatna - aunque esto es probablemente debido a la carencia de documentacion. El tratado entre Pilliya de Kizzuwatna e Idrimi de Alalakh puede exhibir la estructura idéntica mas rigurosa, que se utiliza a través del texto entero, Por otra parte, un conjunto complete de tratados entre Kizzuwatna y Hatti utiliza e} mismo patrén de repeticién idéntica, Estos son ios tratados entre Pilliya y Zidanta, entre Eheya y Tarhunvaili, entre Ishputahsu y Telipinu, y entre Paddatishu y un rey hitite desconocido, Puesto que estos tratados son los antecedentes dir Shunashura, eran conocidos en fas mentes ~ sino en Jas mancs - rey _mensajero > rey 2. Periedo de Shunashura: mensajero > rey/mensajero > rey ‘Vemos claramente los varios elementos: el rey de Kizzuwatna es levado desde un nivel alto a uno mas bajo; lo ponen en el mismo nivel que los funcionarios hititas. fo que se expresado por Ia preposicién ana en vez de la expresion ana mishar, lo que indica una relacién desequilibrada; Shunashura es forzado a moverse mientras que el rey hitita y Paddatishu/Eheya todavia tienen el privilegio de permanecer; y Finalmente, en general hay una persistencia del concepto de la reciprocidad pero no de fa igualdad en rango, La comparacién con los textos tempranos también esta iluminado en un aivel estrictamente literario, En el tratado de Shunashura la misma clausula que 27 estaba ya presente en los tratados de Paddatishu y de Eheya, asi como la terminologia (ana mahar X sparu, lemurra epesu), es cambiade deliberadamente para resolver una situacién substancialmente diversa. Vemos aqui cémo, en el nivel de la técnica literaria, los patrones antiguos son adaptados a nuevas realidades, y esto es peculiar al tratado de Shunashura. Si tenemos en cuenta lo antiguo y ei uso “neutral” de la clausula, ge6mo podemos evitar la impresién que esté siendo usada “sarcisticamente”? 2,3. LAS CLAUSULAS ASIMETRICAS Las menos comunes cléusulas asimétricas -ie., los que son vélidas en una direceién solamente - son caracterizadas por mayores actualidad y especificidad. La asimetria est obviamente exclusivamente a la ventaja de Hatti. Sin embargo, el autor hitita del tratado muestra una preocupacién constante por minimizar el desequilibrio, inclusive por presentar condiciones desfavorables como si fueran favorables para Kizzuwatna. Se utilizan tres procedimientos: sugiriendo que la condicién nuevamente establecida sea més favorable para Kizzuwatna que la anterior; sugiriendo que cada obligacién trae una recompensa (incluso si no es equivalente); y eximiendo a Kizzuwatna de obligaciones que deben haber sido impuestas obviamente, Un buen ejemplo es proporcionado por la seccién juridica de la abertura: Los hurritas Hamaron Shunashura un vasallo, pero ahora mi Sol lo hizo rey verdadero. Shunashura vendré. a la presencia del Sol, él vera los ojos del Sol. Cuando el Hegue a la presencia del Sol, los grandes del Sol se levantarén de sus sillas, nadie del Sol seguira sentado mirandolo, Entonces, cuando (el desee?), él ir de nuevo a la tierra de Kizauwatna. Tres dispositivos son empleados aqui. El primero pone en contraste ta condicién anterior como “vasallo” respecto de Ia actual como “rey verdadero”. El segundo ve la visita al Sol como una recompensa satisfactoria por el viaje, un honor no disponible para cada uno, y recompensa el desplazamiento de Shunashura con el desplazamiento de los grandes hititas. Como el desplazamiento del rey de Kizzuwatna ocurre para dar homengje al rey de Hatti, que todavia permanece parado, asi los grandes dan homenaje a Shunashura. El tercer dispositivo concede a Shunashura la libertad para irse cuando él desea. El no es ibre de irse, pero el autor del texto considera initil subrayar este hecho. Para resumir, el texto ve como dispensa para Shunashura y como una expresién del respecto a él, Io que es en realidad una cléusula restrictiva. Es probablemente una cléusula nuevamente ideada, porque los reyes de Kizauwatna no estaban ciertamente forzados air a la presencia del rey hitita, Lo siguiente va por las mismas lineas Siempre que el Sol lo Hame “ven a mi presen . cualquiera de sus hijos el Sol sefalard, vendra a la presencia del Sol. EI no tendri que dar tributo al Sol. Solamente el rey hitita tiene ef derecho de convocar al socio del tratado, no esto. Obsérvese también que el rey hitita sefiala el substituto, no Shunashura. Por otra parte, la exencién del tributo no tiene ningiin sentido en un tratado de paridad, Esta clausula parece ser una ventaja de Kizzuwatna, pero lo es mas que posible que sea un desequilibrio. Imptica que el pago del tributo habria sido normal ~ no era el rey de Hatti tan generoso y bien dispuesto. La exencién, supuestamente distingue a Kizzuwatna de los verdaderos vasallos, de hecho Io distingue de estados verdaderamente auténomos. Tal “exencion” tiene el mismo efecto que ta retérica de la pretermisién - subraya lo que finge ocultar. Un caso claro final es encontrado al final del tratado Ademés, cuando va el Sol a fa batalla contra otro enemigo, tal como Ia tierra de Hurti o fa tierra de Arzawa, Shunashura dari 100 equipos de caballes y 100 soldadas, e ird en una expedicién janto con el Sol. Las provisiones del recorrido usadas hasta que el tealcuncy ol Sol, usted - ef Sol ~ proporcionara Este caso no es reciproco; no obliga al rey hitita a prover a tropas para las, Kizz./Hurri 3.inanna — Hatti/Kizz. © Ishuwa/Hurri Sin embargo si leemos estos esquemas, dos puntos se hacen inevitablemente claros. Primero, Kizzuwatna se hace igual a Ishuwa en rango (debido a su posicién dentro del esquema) y en historia (debido a sus desplazamientos dentro del esquema). Es hecho igual - o por lo menos comparable - a un pais que de ninguna manera podria ser considerado en términos honorables para Kizzuwatna en términos de su tamafio, papel hist6rico, o posicion en el mundo politico y cultural del momento. Ishuwa nunca tuvo pretensién de tomar el titulo de “Gran Rey”, que habia sido asumido por los precursores de Shunashura. Siempre quedo aislado en el valle superior de Eufrates, fuera de acontecimientos politicos, los scumbios comerciales, y las relaciones culturales. Hoy no sabriamos nada sobre él sino fuera por este tratado y el tratado de Shattiwaza, que proporcionan la informacién, pero siempre incidentemente en contextos relacionados con otros paises, EI segundo punto es que Kizzuwatna, en el patrén histérico proporcionado por la cancilleria hitita, es siempre una parte de algiin esquema politico mis grande, estando sujeto a un gran rey, y asi ~ en la lengua idiomética de nuestro texto - ganado que pertenece al establo y al dueio. El texto continiia mas adelante para intentar - algo audazmente, o por io menos asombrosamente - representar el desplazamiento final de los hurrita a la esfera hitita como proceso de liberacin: Kizzuwatna se regocija excesivamente en su liberacién (ina pitris). Ahora (inanna) mi Sol restauré la tierra de Kizzuwatna a la libertad (ana anduravi), El movimiento también se ve como restauracién del rango real legitimo, en comparacién con el movimiento anterior de la esfera hitita a la hurrita, que fue vista como subyugacién: E{ hurrita Hlam6 a Shunashura un vasallo, pero ahora (inanna) mi Sol fe ha hecho un rey de una manera legitima (kittam). Hay un esfuerzo consciente, por un lado, de proporcionar una lectura de acontecimientos que sea la més favorable a Kizzuwatna, y por otra parte, de implicarla y de encubritla dentro de Ia légica interna del texto, la interpretacién verdadera, que Kizzuwatna no le gustaria, 3.3. LA TRADICION COMO UN CRITERIO PARA LA JUSTICIA Las interrelaciones de los tres actos no son dejados al azar, sino que se instalardn de una manera tal que convenza a audiencias de que la situacién actual - la que el tratado ratifica - sea la verdadera y definitiva, y que debe convertirse en algo definitivamente correcto. Es la situacién. Fl tratado hace uso del procedimiento normal de retrotraer en el pasado Ia situacién que debe ser de derecho, para encajarlo en a original y por lo tanto las condiciones perfectas del mundo. El vago pananum, que introduce el primer acto, es indicativo de este procedimiento. Al ser vago presenta el pasado como condicién éptima, no como tuna histéricamente definida. También la calificaciones ana pani abi abiya “en el tiempo de mi abuelo” es solo aparentemente mas especifico. No refiere al abuelo en el sentido apropiado, sino genéricamente como el antepasado, el anciano que cuando vivié garantizé la tradicién y justicia, y después de su muerte lo incorpora. La situacién original es la correcta, y Kizzuwatna “pertenece a Hatti” (sa Hatti ibassi). Es por lo tanto correcto que ahora y por siempre Kizzuwatna pertenece a Hatti, De una manera aniloga, Ishuwa pertenecié originalmente a Hurt, y por lo tanto Hatti no lo demanda. En contraste, la fase intermedia era la época de la alteracién: Kizzuwatna e Ishuwa se separaron de sus sefiores naturales, y se acercaron a otro sefior. Produjeron una alteracién de la situacién cortecta. La funcién de Ja fase intermedia es claramente subrayar el estado puesto y correcto. Funciona como un par de paréntesis que los encierra la calidad negativa, mientras que fuera de ella y en se ve claro que esti la calidad positiva que 1a precede y sigue. Esto es lo que emerge de la légica interior del texto y del intento del autor Pero, si estamos enterados de la polarizaciéh del personaje de este patron historiogrifico y de! personaje mitico, debemos restringimos a los 36 acontecimientos verdederos y bien documentados. Debemos darnos cuenta que el principal desplazamiento del estado final constituye la alteracién verdadera y la injusticia verdadera de Kizzuwatna, un vasallo anterior de Hurri, ha sido absorbido por la protesta de Hatti. Los hurrita protestan y lo hacen correctamente en términos legales - dentro de los términos politicos de que el partido fuerte es el correcto, por supuesto. La perspectiva que nosotros Ilamamos podemos lamar como hurrita se puede resumir como sigue: el estado positivo original es de vasallaje de Kizzuwatna a Hurri y la alteracién es su sometimiento a Hatti. Para restaurar el equilibrio y dejar el triunfo a la justicia, Hurri debe cambiar la situacién de nuevo y restaurar su control sobre Kizzuwatna. Por otto lado, para mantener el patron de balance, Hatti necesita solamente un dispositivo historiografico simple. Necesita introducir la situacién “original” que corresponde al presente y que autométicamente transforme la fase de vasallaje de Kizzuwatna en un interludio negativo y efimero que ahora ha sido eliminada. Esti claro que 1a fase “artificial”, cuyo propésito es armar las otras fases en un patrén coherente, es el primero, no el segundo. Considerando la primera fase como mitica, no necesito hacer la cuestién puramente historica de si 0 no los eventos que pertenecea a la primera fase realmente ocurtieron. Si investigéramos sa pregunta, el personaje mitico de la primera fase resultaria probablemente ain mis evidente. Solo después del tratado Kizzuwatna pierde su independen: politica. Antes de su sometimiento a Hurri - o quizés sw alianza con Hurri - Kizzuwatna era un reino auténomo. Tenemos que ir dos 0 tres siglos atrés al Imperio Antiguo Hitita para encontrar la regién de Kizzuwatna como sujeto de los hititas. Pero en ese periodo Kizzuwatna no existia como reino con ese nombre, su vida politica como tal no habia comenzado. En cualquier caso, el patron historiogréfico adoptado por nuestro tratado debe considerarse como incorrecto, Porque omite como irrelevante una fase entera de autonomia, el perfodo en que los re). de Kizzuwatna utilizaron el titulo de “Gran Rey”. Pero, segin lo indicado ya, no es necesario entrar en una ¢lase correctamente histérica de andlisis, porque por su retérica declaracién de que “en el pasado Kizzuwatna pertenecié a Hatti” tiene un personaje mitico en si mismo. El autor del texto no aporta ningiin detalle histérico porque no desea encajarlo histéricamente. Si lo fuera, él correria el riesgo de ir incluso mas atris hacia los periodos del “origen”, lo que funciona como un modelo de justicia porque precede cada accidente o alteracién. Una declaracién absoluta, al contrario, no puede ser falsificada porque refiere a un arquetipo y no a un tiempo histérico. Este procedimiento historiogréfico es absolutamente comin, Algunos afios después, por ejemplo, la cancilleria hitita hizo que se establecieran relaciones con Ugarit, Esto era un caso dificil puesto que Ugarit habia sido un vasallo de largo plazo de Egipto, y no habia habido acoplamiento politico anterior con Hatti. La caneilieria hitita soluciond este problema ficilmente inventando relaciones anteriores, 0 por lo menos dando un valor politico a las relaciones que no eran de naturaleza politica. “En el pasado sus padres era amigos y no los enemigos del rey de Hatti, tan ahora usted también, Nigmepa, debe ser un amigo de amigo y un enemigo de mi enemigo”. Aqui el ajuste histérico exacto carece de un ambiente hist6rico subrayando también el personaje mitico de as relaciones consagradas que funcionan como un prototipo. La brevedad asombrosa de esta introduceién histérica, subraya que las relaciones anteriores eran ausentes. EI mejor ejemplo del valor arquetipico de los origenes es provisto por el tratado entre Hattushili UI y Ramsés I, cuya introduccién indica que las relaciones amistosas establecidas por el tratado son las dptimas y originales relaciones entre Hatti y Egipto. Mas adelante un interludio negativo. a saber la guerra en el tiempo de Muwatalli, pero ahora la situacién positiva se restaura por siempre. La fuerza de este patron de tres actos, de los cuales el primero se dota con un valor arquetipico, es también evidente en su uso deprecatorio en el tratado de Talmi-Sharruma. En la historia de las relaciones entre Aleppo y Hatti debe ser reconocido que “una vez” Aleppo fue “gran reino”. Luego, “luego de Hattushili”, los hititas levaron a su fin el gran reino de Aleppo. Por lo tanto debe ser temido que en el futuro Aleppo podria “crecer” otra vez a expensas de Hatti. El nuevo rey de Aleppo, un primo del rey hitita, es urgido para no intentar algo similar, en el nombre de Ia unidad de la familia. Asi pues, de una manera u otra, la cancilleria hitita podia siempre utilizar el modelo arquetipico de relaciones de Ja manera mas conveniente. 3.4, RECIPROCIDAD. UN CRITERIO PARA LA JUSTICIA Mientras que la idea de la tradicién como el modelo para el comportamiento correcto es solamente implicita - aunque claro -en el tratado de Shunashura, el texto establece abiertamente otra idea que es suplementaria aunque no en oposicién a la otra: lo que es reciproco es correcto desde que es valido en ambas direcciones. La historia de Ishuwa se narra explicitamente como modelo para el caso de Kizzuwatna. Para parecerse mas convincente, la idea que la reciprocidad es justa es indicado por el rey hurrita, es decir, la persona que podria ahora hacer una demanda en Kizzuwatna Mi Sol envi6 como sigue a los hurritas: * si algin pais puede separarse de usted y dirigirse a Hatti, ge6mo (usted consideraria) esto?” Y el hurrita envié al Sol como sigue: “Exactamente lo mismo”, El tono sarcéstico y triunfante esta claro cuando el Jado hitita repite sobre Kizzuwatna la misma frase que los hurritas usaron sobre Ishuwa. La idea cexpresada una vez por el hurrita ahora se da vuelta detras contra él: (El rey de Hurri dice sobre Ishuwa )gAhora el buey ha reconocido su establo, y han venido en mi pais. (El rey de Hatti dice) Ahora las tierras de Kizzuwatna son bueyes hititas, ellas tienen reconocidos sus establos; se han separado de Hurti y se han vuelto al Sol. EI hurrita no puede quejarse, porque en el pasado él rechazé una demanda similar del rey hitita y creé el modelo ahora aceptado y usado por el rey de Hatti Este procedimiento légico y muy simple se aplica en otros textos del periodo. El caso mas explicito, y el que es mas similar al caso de Kizzuwatna- Ishuwa, se encuentra en una carta que relaciona contactos diplométicos entre Murshili Il de Hatti y Horemheb de Egipto. El faraén no se incomodé . para contestar, y rechazé implicitamente el pedido hitita de la extradicién del rebelde Tette (el rey de Nuhashe), que habia pasado al lado egipcio. Cuando el farasn solicit mas adelante a su vasallo Zirtaya, que se habia pasado al lado hitita, el rey hitita rechazé, recordando el comportamiento de Egipto en el caso Tete. Aqui el equilibrio es perfecto, y no hay problema, En el tratado de Shunashura, por el contrario, el situacién es més compleja, Y un analisis con connotacién puede contribuir elementos adicionales a una evaluacién. Si Ja norma de reciprocidad era aceptada “de buena fe”, esperarfamos que las acciones en ambos direcciones fueran presentadas con las mismas palabras, y evaluadas moralmente de la misma manera. Pero éste no ocurre: el autor hitita utiliza cada ocasién para implicar los dos casos, considerados como iguales, no sean realmente iguales, y el rey hitita, con superior magnanimidad, los deja igualmente justos para el motivo de la paz. La situacién original, que funciona como un modelo, se presenta como sigue. En el caso de Kizzuwatna, es una situacién estética y por lo tanto verdaderamente arquetipica: “una vez que la tierra de Kizzuwatna pertenecid a Hatti". Por el contratio, en el caso de Ishuwa, es una situacién secundaria, no estitica pero el resultado de una desplazamiento: “Una vez, estas ciudades entraron a Ja tierra de Hurri y se asentaron alli”, El rey hurrita hace esta declaracién de modo que ninguna duda pueda presentarse, Los mismo reyes hurritas reconoce el caricter secundario de la pertenencia de Ishuwa a Hurri. El rey hitita - jmuy ameblemente! - acuerda considerar este acontecimiento como representando una situacién original, mientras que él podria suscitar objeciones y negar que fal acontecimiento es una base adecuada para los derechos hurritas a Ishuwa. EI primero desplazamiento, el que conduce al estado intermedio y preocupado, también se presenta con una diversa fraseologia. Kizzuwatna “se separé de Hatti y volvié a Hurri”. La fraseologia no tiene ninguna connotacién particular, pero esta “separacién” del asiento original es una accién que se no puede evaluar como positiva. Al contrario, las comunidades de Ishuwa “fueron a Hatti como refugiados (ana munnabtuti)”. Su accién es enteramente perdonable: esta claro que su desplazamiento es realmente una “vuelta”, en comparacién con un “irse (hacia fuera)” que habia creado anteriormente la situacién seudo-original. Es también un escape de una situacién intolerable. La interpretacién hurrita del acontecimiento como un disturbio se mezcla con la interpretacién hitita de ella como restauracién, Desde el punto de vista hitita se postula que Ishuwa pertenecid originalmente a Hatti, en una fase anterior que el hurrita trat6 de eneubrir. Finalmente, el segundo desplazamiento, el que conduce al estado restaurado, es de nse Ticho de manera diferente, Para Kizzuwatna la misma expresién se Utiliza cn cuanto al primer desplazamiento (“ellos se separaron del hurrita y volvieron al sol”), con la objetivo evidente de hacer algebraicamente una situacién de suma cero. El estado final es de hecho Ja restauracién del original. Para Ishuwa el texto menciona claramente una rebelién: “cuando fa tierra de Ishuwa, sujeto del Sol, comenzé los hostilidades contra el Sol”. Tal accién es un objetivo ofensivo. La actitud hitita se presentada como siendo generosa y lena equidad. Hatti acuerda considerar a Ishuwa originalmente perteneciente a Hurti, algo que no era realmente verdad, Acuerda poner la “separacién” de Kizzuwatna y la “hostilidad” de Ishuwa en el mismo nivel. El juego en las connotaciones lleva a la audiencia a creer que el rey de Hurri no tiene derecho a quejarse. ANALOGIA FORZADA Mientras que el juego de las connotaciones usadas por la cancilleria hitita para crear un desequilibrio busca crear un desequilibrio, inclusive sugerir que una interpretacién reciproca es una concesién mayor al lado del lado hitita, alli no hay ninguna duda que un anilisis histérico de los acontecimientos produciria resultados totalmente diversos. La analogia entre los acontecimientos en Ishuwa y en Kizzuwatna, que se prepuso probar la legalidad de la anexién hitita de Kizzuwatna, es forzada. Es el resultado de una manipulacién de acontecimientos histéricos. La diferencia en importancia entre los dos reinos se ha precisado ya: un intercambio de de Ishuwa por Kizzuwatna no es equitativa, y Hatti consigue toda a ventaja. Considerar a Ishuwa como igual a Kizzuwatna en téminos del intercambio es en si mismo una verdadera broma para Hurri. Pero la realidad es incluso peor. Una lectura atenta del texto muestra que el intercambio (0 la analogia) no est entre los reinos de Ishuwa y Kizzuwatna en su totalidad, sino entre el reino entero de Kizzuwatna y los algunos refugiados de Ishuwa. La historia de Kizzuwatna - como contada por nuestro texto - es lineal. El reino, con su tertitorio entero, pertenecié originalmente a Hatti, entonces dejé Hatti para ir a Hur, y finalmente volvié a Hatti otra vez. El territorio entero “se movié”, no en un sentido fisico sino en sus relaciones politicas. Estos cambios en lealtad politica tenian una gran importancia en el panorama internacional: movieron la frontera entre las esferas de influencia hitita y hurrita desde el Amanus hasta las montafias Tauro, desde Siria y el Eufrates a bien dentro de Anatolia, Hatti o Hurri consiguieron el acceso al mar en Cilicia. Los cambios determinaron si Hatti tenia acceso o no a cualquier mar y a Siria, En suma, el control de Kizzuwatna determiné los destinos politicos de los competidores. La historia de Ishuwa - siempre contada por nuestro texto - es diferente, y solamente un lector muy desatento puede ser engafiado por la analogia con Kizzuwata y entender que Ishuwa (pero en direcciones reversas) se movid semejantemente dos veces entre Hatti y Hurti. De hecho, el estado de Ishuwa como “vasallo del Sol”; esta posicién estable nunca es cuestionada, Durante una rebelién de Ishuwa y de una expedicidn punitiva hitita, sucedié que algunos ‘grupos de sus habitantes se escaparon al territorio hurrita. El nimero de estos ‘grupos nunea se registra, y esta obviamente en el interés hitita sugerir que era més grande que en realidad. Al principio ellos se aman “ishuwanos", entonces algunas “ciudades”, evidentemente en el sentido de comunidades (puesto que ellos se movian fisicamente), esto es, la clase de habitantes de asentamientos 40 cercanos a la frontera que pueden cruzarla, El territorio de Ishuwa sigue estando en su lugar junto su poblacién, y de hecho pronto luego los hurritas saquean la tierra y toman prisioneros. Todos lo que habian cruzado la frontera eran algunos grupos de refugiados. El rey hurrita contest6 a la peticién hitita para la extradicién con una denegacién, y conté la historia de estas comunidades - no la historia de la tierra entera de Ishuwa - de su perspectiva como sigue: estos grupos habian tomado ya el refugio en Hurri en el pasado (el arquetipo arquetipico), y luego volvieron a Hatti como refugiados (por lo tanto temporalmente). Ahora han elegido su establo y han decidido por siempre; el rey hitita no puede exigir su extradicién. Esta historia trivial sobre los refugiados de Ishuwa es repetida por Hatti como una analogia valida y un precedente es establece lo correcto de la anexién del Kizzuwatna. La analogia es puramente formal y no substantiva, Refiere a la manera del desplazamiento, no al mimero y Ia calidad de los articulos desplazados. Un “intercambio” se hace entre un grupo de los montafteses de Ishuwa y el importante reino de Kizuwatna. El hurrita debe haber estado asombrado cuando oyeron que la historia inaplicable y olvidada de los refugiados de Ishuwa ahora fue testablecida para contradecir sus protestas contra la anexién de Kizzuwatna, 3.6. HISTORIOGRAFIA EN POLARIZACION NEGATIVA Nuestro anilisis puede parar aqui, porque el cuadro esta bastante claro. La introduccién hist6riea al tratado de Shunashura hace uso de un patrén simétrico - construido de analogias y de oposiciones binarias - con la objetivo claro de tranquilizar a Kizguwatna sobre la paridad de Ia relacién. Pero la simetria es alterada, 0 cuestionada por lo menos, por dos clases de parcialidades: (1) una analogia forzada se establece entre la realidad no comparable de dos acontecimientos, y (2) la simetria entre Hatti y Kizzuwatna es sumergida por la de Hatti y Hum. El iltimo punto es asi tan disruptivo en su introduccién histérica en contraste con la seccién juridica — que casi nada queda de la simetria Hatt Kizzuwatna. La introducciones histérica es mas clarificante que la seccién Juridica en indicar que la época de la independencia para Kizzuwatna esté acabada por siempre, y que su posicidn es la de un vasallo hitita, El efecto persuasivo de Jas muchas cléusulas de paridad se reduce grandemente cuando se len después del mensaje de fa introduccién histérica. Solamente una lectura literal del tratado produciria una imagen de Kizzuwatna como igual. Solamente el tratamiento de la igualdad se subraya demasiado a menudo, mientras que el desequilibrio verdadero en rango nunca se indica explicitamente Pero esto es implicado entre lineas. Parece como si el rey hitita no considerara conveniente decir al rey de Kizzuwatna cual es la situacién realmente, dejando en lugar de otro que la entendiese. ‘Obviamente, la audiencia era més grande que el rey. Incluia a la corte, que habia sido arvsada de cultivar ciertas ambiciones, para preservar ciertas rangos, y pata petseguir ciettas politicas. Incluyé a la poblacién entera, que también estuvo interesada en algin de! destino politico del reino. Esta audiencia tuvo que ser informada y convencida, con la precaucién debida, que la autonomia de su pais estaba terminada. EI discurso es por su misma naturaleza parcial - puesto que tiene como objetivo conclusiones especificas - pero se compone de acontecimientos histéricos. La apreciacién repetida de que la historiografica hitita como neutral, conereta, e imparcial, no tiene sentido cuando es aplicado a las introducciones histéricas en los tratados internacionales ~ y creo que no tienen sentido. Estas introducciones son histéricas en un sentido completo. Lejos de estar puestas al azar los acontecimientos son ordenados de una manera para probar los propésitos del autor. La seleccidn es tan parcial para encubrir acontecimientos verdaderos y fabricar otros. La presentacién es caracterizada por la atribucién de juicios morales a los eventos. Son evaluados como positivo o negativo dependiendo de quignes fue el actor. La seleccién y el juicio moral producen cuadros significativos y expresan un intento fuerte de impartir un significado. Seria incauto utilizar las introducciones histéricas - lo que indican literalmente - para reconstruir la historia de las relaciones entre los dos paises. Por otra parte es correcto - y por otra parte mucho mis interesante - utilizarlos para reconstruir a los grupos ideolégicos que presentaron las interpretaciones y el juego en una confusién reciproca. En el caso estudiado aqui, las historias de Kizzuwatna, y atin mas de Ishuwa, son eclipsadas totalmente por el intento del autor hitita para construir un patron. Son historias fantasmas, irreconocibles y engafiosas si son usadas como “historias verdaderas”. Lo que emerge correctamente, sin embargo, son las evaluaciones opuestas, interpretaciones, y las reacciones que se presentaron cuando el tratado fue anotado. Esté la opiniéa pablica de Kizzuwatna, con memorias de grandeza y con dificultades para aceptar una disminucién en rango. Esta la “interpretacién” victoriosa Hatti, y su interés en minimizar y demostrar que la situacién esta terminada. Esta la interpretacién hurrita, hecha de recriminaciones y protestas. La opinién en Kizzuwatna es tenida en cuanta por el autor hitita, que hace uso de tonos positivos y minimiza la importancia del cambio. Pero las demandas hurritas también son tenidas en cuenta por los hititas, que estaban siempre concentrados en contradecirlos a ellos a nivel juridico, como estaban activos en combatirlos a nivel nilitar. Estamos por lo tanto tratando con una historiogréfica polarizada con una funcién prictica, como canal para los mensajes exactos tratados para precisar y diversas audiencias. Esta es una historiografia politica en un amplio sentido: no na tratando con acontecimientos histérico-politicos, sino una politica que hacia politica, usando los eventos crudos materiales para construir el comportamiento correcto e incorrecto de los estados a confrontar. 4. NIVELES DEL DISCURSO Y LAS AUDIENCIAS DEL MENSAJE Como resultado de mi andlisis he precisado, tanto en las secciones hist6ticas ‘como juridicas del tratado de Shunashura, una correspondencia entre el patrén asimético del texto y su objetivo politico de presentar las relaciones basadas en la paridad. Mas especificamente, he precisado la correspondencia entre los cambios 42 en la simetria formal y en la paridad politica. Un cierto retraso en el registro de los cambios formales de la estructura que habia logrado resultados politicos de sustaincia por la tentativa de los autores (hititas) de realizar el cambio en las relaciones menos pesadas y evidentes, porque era ciertamente doloroso para Kizzwwatna, Detris de la simetria declinante entre Hatti y Kizzuwatna otra simetria emerge del tratado: una entre Hatti y Hurri, que es absolutamente verdadera pero ro pertinente a un tratado entre Hatti y Kizzuwatna. Los dos niveles del patron simétrico el més __intencionadamente it (especialmente claro en la seccién juridica) y la simetria encubierta Hatti- Hurri (especialmente claro en la introduccién historica) - se pueden también entender como componentes de modelo general del texto entero en dos niveles. Un nivel del discurso se ocupa de la relacidn entre Hatti y Kizzuwatna: esto es un nivel totalmente consciente, subrayado por procedimientos favorables. Cabe lo mejor jposible en el caso que se discute oficialmente. Este es el nivel del discurso que esperamos encontrar en un tratado entre Hatti y Kizmwatna, y de hecho en los tratados anteriores, cuando la correspondencia de la forma politica de la situacién y del tratado era completa e incuestionable, éste era el tinico nivel del discurso, Pero hay también un segundo nivel, ocupado con la relacién entre Hatti y Hori: esto es un nivel inconsciente - 0 si era consciente, es presentado como inconsciente. Lo descubrimos leyendo el intento encubierto més bien que las palabras explicitas. Este es el nivel que se ajusta a Ia situacién politica concreta, Con este iratado el rey hitita formalizé un cambio en la situacién politica que estaba en detrimento de Hurri. Consecuentemente, en la elaboracién del tratado la cancilleria hitita estaba atenta o preocupada con la posicién hurita. Esta preocupacién penetra el tratado profundamente y llega a ser un intratable aunque ‘una caracteristica evidente de ella. De esta manera Hurti era también un destinatario del mensaje contenido en el texto del tratado. Algunas cldusulas en Ja seccién juridica, y especialmente la introduccién hist6rica entera, tienen poco significado como mensaje de Hatti a Kizzuwatna, pero son un mensaje claro de Hatti a Hurri. En paralelo con los dos niveles del discurso percibimos a dos destinatarios del mensaje, para cuya ventaja el discurso se distingue en dos niveles. El destinatario oficial, natural, y explicito es Kizzuwatna, a quien el nivel superior, consciente del discurso es enviado, Hurti es el destinatario secundario, no pertinente sino en el hecho mas importante, a quien el nivel encubierto del discurso se dirige. Parece como si Hatti hiciera uso de Ia oportunidad ofrecida por el tratado de Kizzuwatna para enviar un mensaje a Hurri - hablando hacia fuera ruidosamente hacia destinatario irrelevante para hacer que otra persora distante, que no estaba escuchando oficialmente, reciba una advertencia. Kizzuwatna fue utilizado para establecer las comunicaciones entre Hatti y Hurri, que en aquella época estaban oficialmente rotas. No sabemos corn on In practien Hurri recibié el mensaje del cual era el tiltimo destinatario, Hay varias posibilidades, por ejemplo a través de un favorable partido en la corte de Shunashura. En cualquier caso, la complejidad semiolégica del texto estudiado aqui corresponde a} de una accién. politica astuta ~ hecha preocupaciones y Justificaciones, reticencia y ambigiledad - que nuestro andlisis ha sido capaz de reconstruir, por lo menos en parte. 4 DEJANDO EL DESIERTO POR CARRO INTRODUCCION A principios del siglo XV un jefe local de 1a ciudad de Alalakh, hoy en Turquia meridional, unos 50 kilémetros al oeste de Aleppo en Siria, dej6 una estatua con una inscripcién contando de nuevo su carrera. El comenzé en Aleppo, fue echado de la ciudad con su familia, cruzé el desierto y huy6 a Emar en el Eufrates. Alli él decidié unirse a las bandas de guerreros liamados habiru. Sicte aijos mas tarde él conquisté la ciudad de Alalakh, y fue reconocido por el gobernante de la regidn, Barattarna, rey de Mitanni.. La historia proporciona la justificacién para el gobierno de Idrimi sobre una ciudad con Ja cual él no tenia conexiones anteriores, y fue hecho para hacer que el rey parece calificado especialmente para la tarea. Incluye un motivo literario del héroe que toma a para si mismo el terzitorio hostil en donde é1 puede probar su valor. El capitulo aqui identifica ese motivo, relacionado con lo que se encuentra en los cuentos de hadas, y lo remonta a otros literaturas del Cercano Oriente antiguo, Analiza el motivo utilizando los métodos de Propp para el andlisis de los cuentos de hadas. El cuento egipcio del “principe condenado” proporciona el paralelo mas claro para la historia de Idrimi. En él, el tinico hijo de un rey egipcio sin nombre, que muere por un cocodrilo, serpiente, o perro, que fue profetizado a su nacimiento, es llevado a una casa segura por su padre. Pero un dia él toma su carro hacia Naharina en Siria en donde lo eligen para casar a una princesa local porque él solo puede pasar una prueba. Su esposa lo impulsa luego a protegerse contra su destino, y él termina probablemente escapando, aunque el final del texto no se preserva. Ese texto es claramente un cuento de hadas, pero vatios otros _géneros de los textos de Antiguo Oriente contienen partes del motivo. Tales textos tienen que ser analizado como son verdad, historias ficticias, mas bien que como cuentos histéricas. La inscripcién de Idrimi ha sido traducida numerosas veces. La traduecién inglesa mas reciente es de Longman. toe et En dos publicaciones anteriores he precisado los detalles y las caracteristicas estructurales que llevar, a considerar la inseripcién autobiogrifica en la estatua de Idrimi como expresién del género de cuentos de hadas, 0 mejor como ejemplo de un texto historiografico que hace uso de los modos narrativos y patrones similares alos del cuento de hadas. En ambas ocasiones, sin embargo, el punto focal de mi analisis era diferente, de modo que los puntos de comparaciones y algunas aproximaciones analiticas no se consideraron. Pienso que es ttil presentarlos aqui. 1. IDRIMI Y EL PRINCIPE CONDENADO El cuento egipcio del principe condenado prove la mejor comparacién, en el género de cuentos de hadas, para las epopeyas como la de Keret de Ugarit, y los textos historicos como el de Idrimi. Sus estilos se diferencian puesto que los tres textos tenian diversos propésitos, pero el desarrollo narrativo es basicamente igual. Los textos cubren un lapso solo un par de los siglos (Idrimi c. 1480, Keret c. 1360, principe condenado siglo XIII), y el uso contemporaneo del patron del mismo en tres géneros literarios que tienen diversas funciones sociocultural nos advierte contra los posibles espejismos evolutivos. Los textos del estudio que propongo no son una cuestién de buscar el “origen” del patrén y entonces sus aplicaciones secundarias 0 derivadas. En su lugar, es cuestién de estudiar tres diferentes pero paralelos usos del mismo patrén, que era claramente conveniente para expresar extensas tensiones sociales y politicas. No podemos comparar la historia de Idrimi y el cuento de hadas del principe condenado en su patrén general solamente, Por lo menos un pasaje precisa que ambas historias utilizan topos literarios exactos, Aqui estén los lineas 13-15 de la historia de Idrimi: ‘Yo tomé mis carso, mi caballo, mi mozo; crueé el desierto y entre en el medio de la tribu de los suteos. Y aqui esta el pasaje que corresponde en la del principe condenado: Entonces un carto fie enjaczado para él, equipado de todo tipo de armas, y un sirviente fue dado como vasallo. Fue llevado a la orilla del este y le dijeron: “ve a dondequiera que usted dese”, y-su galgo estaba con él. El iba hacia el norte a través del desierto, siguiendo corazin y viviendo de lo mejor del desierto, Aparte del hecho de que el texto de egipcio es més detallado, mientras que el de Idrimi es solamente un epigrafe que usa un espacio limitado, la semejanza entre los dos pasajes es evidente. El héroe entra al desierto con su carro, caballos, y mozo, deja su comunidad original - y su familia paternal - comienza su aventura. Los topos son tan similares que no podemos explicarlos como accidentales, y deben conceder la posibilidad de que los autores de los textos los utilizaron conscientemente. 2. OTRAS OCURRENCIAS DEL TOPOS En su estructura bisica el topos consiste en el introducir el héroe solamente, con equipo minimo (carro, los caballos, mozo), aventurndose en el desierto. Idrimi y el principe condenado fijaron este topos en la misma secuencia narrativa exacta, como veremes mejor en un momento. En otros textos este motivo se utiliza con una diversa - 0 més vaga - funcién especifica, aunque los fines generales son siempre acentuar el valor del héroe precisando su soledad. Daré ejemplos al fecharlos c, 1500 a 1200 a.C. 45 En algunos casos el motivo es incluido en una narrativa de batalla, y el ajuste del desierto esti ausente, Pero en cada caso el héroe esta solo, sea porque él fue abandonado por el resto del ejército o porque él mismo deje el ejercito. y él se encuentra en un ambiente hostil, rodeado por los enemigos. Un pasaje de la estela de Amenofis II de Menfis utiliza el motivo como sigue: ‘Su majestad procedié por carro Hashabu, solo, sin tener un compaiiero. El yolvié por lo tanto en poco tiempo, y trajo detrés a 16 maryannu vivos en los dos lados del su carro. Otros pasajes en la misma inscripeién acentiian que el rey que esta solo mientras que lleva a cabo sus empresas, y la usual asociacién general con los carros y los caballos. Los motivos se convierten en mas complejas en el poema de la batalla de Qadesh, comenzando con el pasaje siguiente: EI gran caballo que Hlevaba su inajestad era Victoria-en-Tebas del gran establo de Usermare-sotpenre, querido de Amén. Después su majestad condujo al galope y cargé las, a fuerzas del enemigo de Hatt, estando sola, ninguno otro con él. El poema contintia acentuando repetidamente otra vez la soledad del rey que es abandonado por su ejército - un énfasis que no esta desprovisto de objetivos polémicas. En su soledad, el rey puede mencionar las contribuciones proporcionadas por sus ayudantes, el carrista Menna y los dos caballos, cuyos nombres son registrados Yy cuya ayuda sera recompensada. De otto modo, los topos se pueden también utilizar en lo referente a la caza, segiin lo demostrado por dos ejemplos, un egipcio y un babildnico. En la estela de la esfinge de Tutmosis IV leemos: El se divirtié en la meseta del desierto de Menfis, en sus extremos septentrionales y meridionales, disparando flechas a un blanco de cobre, cazando leones y gacelas, y conduciendo en su carro, con sus caballos més rapidamente que el viento, y solamente tuna persona era su acompaiiante, nadie mas lo conocie 'Y eneel “dislogo del pesimismo” babilénico una de las ideas expresada por el protagonista para una realizacién posible es ésta: Rapido, trieme el carro y preparalo; fo conduciré hacia la estepa, De lo que sigue esta claro que él desed ir a la caza. Pero obsérvese que en ambos pasajes algo mas que una simple caza existe. En el caso del faraén joven la caza le permite probar su valor. Pero sobre toda es ocasién para el suefio en que recibe la promesa que él seri rey. El suefio viene cuando é! queda dormido cerca de la esfinge mientras tiene un descanso después de la caza. En el caso del protagonista del didlogo babilénico, la caza es una manera de hacer el “algo” significativo, una posibilidad de su despedida eventual, como son las otras sugerencias que el personaje principal hace. Pero quizis — teniendo en cuenta el ppersonaje heroico de nuestros topos - el propdsito de irse con un carro al desierto 46 es no solamente una cuestién de “ir de caza”, como el vasallo lo trivializa, sino algo una cuestién de que “comienza una aventura” En mi ditimo ejemplo, el de las estelas de limite de Amama de Akenatén, Jos topos son usados en el contexto de la fundacidn “de una ciudad”: El rey aparecié montado sobre un gran carro de oro fino, como Atén cuando él amanece lena las dos tierras con su amor. Yendo por el buen camino de Aket-Atn por primera vez, lo que su majestad haba hecho para encontrarlo... Habiendo procedido hacia el sur, su majestad se paré sobre su gran carro antes de que su padre Atén en la montaiia del sudeste de Aket-Atén.. Aqui hallamos de nuevo las caracteristicas basicas: el héroe esta solo, en un carro, y aventuras en el desierto (la “montafia”), para iniciar una accién decisiva. 3. LA POSICION DEL MOTIVO DENTRO DE LA SECUENCIA NARRATIVA En estos pasajes, y en otros ejemplos disponibles, el motivo se modifica para adaptarlo a las diversas situaciones y objetivos. En las historias de Idrimi y del principe condenado, sin embargo, el motivo es claramente usado con un significado especifico, y en un punto fijo en la secuencia narrativa. Después de que las historias proporcionan el ajuste, centrado en la preocupaciones de los héroes, relacionan la repentina decisién de actuar, En ambos textos la decisién del héroe se pone al final de un periodo de inactividad. En la historia de Idrimi, la pérdida de su familia de un reino esta seguida de un refugio nada glorioso con los parientes matemnales, que el héroe solamente puede poner en un fin: ‘Mis hermanos, quienes eran mas viejos que yo. permanecieron conmigo, pero rningunos de ellos tenian los planes que yo tenia. Yo (dije a) mi mismo: “alguien desea la casa de tu padre, (mientras que) alguien quiere solo ser un esclavo de la gente de Emar” (Asi) yo tome mi caballo, ete. En el principe condenado, e! héroe joven pone fin a la parilisis traida sobre sus padres por un mal presagio: Ahora cuando mucho dias pasaron y el joven crecié en su cuerpo, él envid a su padre diciendo: “,Con qué propésito me siento a.C.? Estoy comprometido con el destino, Déjenme ir, y actuar de acuerdo a mi corazén, hasta que el dios haga lo que esti en su corazén.” Entonces un carro fue hecho para el, etc. Es evidente que la oposicién entre el inactividad anterior y 1a decisién del héroe es eficaz en acentuar su valor, fijandolo aparte de los miembros de su familia (padres, hermanos) que son los antihéroes por su inhabilidad de actuar, En el desarrollo de la historia, la decisién de actuar tiene una funcién discriminatoria: el diferencia el héroe (quién se va) de los no héroes (quiénes permanecen), y el comportamiento del personaje principal antes (guardado dentro de su familia) y después (responsable de su propio destino) de su decisici a7 La posicién del motivo dentro del desarrollo de la historia esta fijada asf en funcién de su significado. En el patrén de un cuento de hadas no solamente es el mismo motivo — 0 mejor, los mismo motivos: decisién de actuar + decision de partir de casa -, ellos aparecen en exactamente el mismo punto, después de que el ajuste ha sido hecho. Esto es porque estos motivos tienen la misma funcién narrativa en las historias. En el andlisis de Propp, los motivos corresponden a loe elementos “comienzo de la reaccién” (el simbolo W) y “salida” (simbolo t). Su presencia, su asociacién cercana (Wt), su posicién en la secuencia, sus relaciones con el fondo y con el desarrollo posterior que conduce a la solucién final ~ en particular su conexién con los ayudantes y las herramientas de magia, como veremos - son los mejores elementos establecidos del andlisis entero del patrén del cuento de hadas. La historia de Idrimi, y ain més el cuento del principe condenado, es por Io tanto parte de una recopilacién grande de las narrativas que comparten el mismo patr6n del desarrollo. Este nos permite comprobar, por comparacién, lo que ya esta claro del andlisis de los textos mismo, a saber el significado de los detalles narrativos en la historia en general y su relacién con el objetivo de la composicion. 4, LAS CARACTERISTICAS BASICAS ‘Ademés de Ia colocacién funcional del motivo en la secuencia narrativa, sus piezas constitutivas también ayudan a determinar su. significado. Una comparacién de los cuentos de Idrimi y del principe condenado - y en algin grado los otros textos similares del mismo periodo - muestra dos elementos especificos ‘como caracteristica del motivo “en el desierto” y la presencia de los asistentes (el carro, caballos, mozo). ‘Al corfar lo lazos del héroe con su familia, su salida lo transfiere a un diverso ambiente humano y natural. £1 sale de la ciudad, el espacio bien conocido, frecuentado, interior y seguro, y mira al desierto, al espacio desconocido, solo, exterior, incierto, y absolutamente espantoso. En el ambiente del cercano oriente el “desierto” es el equivalente del “bosque” de las aventuras del héroe en los cuentos de hadas europeos, una equivalencia dictada por las diferencias climaticas y ecolégicas obvias entre las dos regiones. El aislamiento, naturaleza espantosa, dificultad del recorrido caracteriza la salida no solamente como transferencia necesaria para el desarrollo de la historia, sino también como “juicio” (Propp). Por lo tanto el arribo, después de cruzar el desierto o el bosque, u otro espacio habitado, uno diferente de la ciudad de salida pero comparable a ella en que viven seres humanos alli, ya constituye un éxito. Permite que uno espere pruebas posterior y mas exigemtes también superadas. EI segundo elemento, los ayudantes o las herramientas - la distineién no es siempre fatcil de hacer o es significativa - a disposicién del héroe, al principio parecen contradecir el aislamiento del héroe, aislamiento que es crucial a la historia, Pero es bien sabido también en que los cuentos de hadas siempre dan al hiéroe ayudantes o herramientas de una naturaleza magica; o él es capaz de obtenerlos. Sin ellos él podria nunca superar el test. En los casos de Idrimi y del principe condenado, como mencionamos arriba, carros, caballos, y mozos constituyen una unided equivalente a los ayudantes magicos o herramientas de los cuentos de hadas. En los cuentos de hadas y en los textos del cereanos oriente tal equipamiento tienz una funcién dual. La primera, y més trivial, funcién es que el equipo que sirve como transporte: los ayudantes y las herramientas magicas ayudan al héroe en st desplazamiento a través del espacio, y ésta es la razén por la que aparecen conectados con la decisidn de irse. En este sentido, los carros y los caballos son los medios equivalentes de otros transporte encontrados en los cuentos de hadas, que son a menudo tecnoldgicamente mas modestos debido a un estado social mas bajo del protagonista del texto, tal como zapatos - incluso zapatos de hierro — y botas mégicas. No es sorpresa encontrar caballos como la mayoria de los medios de transporte, y como tal aparecen mucho en los cuentos de hadas. El prestigio del caballo, un simbolo de estado social, y su conexién privilegiada con el héroe, tienen una base psicolégica y social que es muy fuerte y concreta en el cercano oriente del siglo XV y XIII aC. Exactamente en este periodo emergen las primeras noblezas de “caballeros”. El mismo motivo iba a ser estereotipado en los cuento de hadas, pare ser restablecido de vez en cuando los “caballeros” fueron populares. EI prestigio social unido a la propiedad de un caballo nos introduce a la segunda funcién de la herramienta auxiliar: es imprescindible si él debe superar las pruebas y alcanzar éxito. En los cuentos de hadas las pruebas son tales pues el héroe no puede superarlos sin ayuda magica. De hecho, nunca son superados por sus rivales que no tienen ninguna ayuda magica. El héroe no seria un héroe, él no estaria fuera del comin y los no héroes no serian totalmente distintos, si él no tendria ayuda magica, Esto es verdad para Idrimi y los personajes comparables en el Cercano Oriente antiguo: la conquista del trono, la victoria en batalla, son ‘metas que serian insostenibles sin esta base minima. La efecto de la ayuda magica es inmediatamente técnica y social, puesto que se expresa a nivel material y de prestigio. Idrimi pudo haber podido ir de Emar a Ammiya a pie, pero si arribaba a pie nunca habria sido reconocido por los refugiados alli como “el hijo de su sefior”. 5. CARACTERISTICAS ACCESORIAS La comparacién entre la historia de Idtimi y el patron del cuento de hadas ha demostrado una semejanza cercana en la posicién y la funcién del motivo de la ~salida” en la secuencia narrativa. Hay también una semejanza cercana en las caracteristicas principales de tal salida: el héroe esta solo, él tiene ayudantes 0 medios de transporte, y él se interna en el desierto o el bosque. Esta comparacién ayuda a entender el significado de otras caracteristicas secundarias también. Una caracteristica narrativa comin es Ia velocidad del viaje. Idrimi deja Emar y pasa la noche en el desierto; la mafiana préxima Hega a Ammiya. El cubre la distancia desde el Eufrates a Ja costa mediterranea - 300 kilémetros - cn solo un dia, una hazafia que es claramente imposible. Desde el punto de vista narrativo, es facil entender que la inscripcién no hace caso a los detalles sin sentido y solo enfatiza las etapas significativas. Con todo la manera en que se narra el viaje no 49 parece abreviar el proceso de su registro, sino la gran longitud del viaje. Alguien inconsciente de la posicién geografica de Ammiya que lee: “al dia siguiente me presente en la tierra de Canaan”, puede tener la impresién que el viaje entero concluyo en el segundo dia. Ahora, este enorme acortamiento del viaje del héroe es tipico de los cuentos de hadas, especialmente en el caso del viaje especifico del héroe que ocurre en este punto particular en la secuencia narrativa. La velocidad del recorrido es explicada por el uso de ayudantes magicos o herramientas, por ejemplo el caballo con alas, las botas de “siete ligas”, y similares. La velocidad en el desplazamiento puede ser un dispositivo estilistico y psicolégico - en el marco de una técnica narrativa enfocada en gran parte con condiciones del espacio - pero aun asi, no es insignificante para el desarrollo de la historia. Es un aspecto importante del caso en el que el héroe supera las dificultades que serian mucho ids serias para la gente. La velocidad es por lo tanto un detalle constituyente de la naturaleza heroica del protagonista, y tiene una funcién definida en la narrativa en si misma. Un segundo punto relevante es que Idrimi va hacia los suteos. Este acontecimiento corresponde al héroe de los cuentos de hadas que frecuentan encuentro accidentales con un grupo de los hermanos, sobre todo de cazadores 0 brigadas, Que tal encuentro esti registrado en el inscripcién de Idrimi podria parecerse sin sentido, y en verdad no tiene de hecho ninguna importancia en el desarrollo de la secuencia. Pero sus implicancias psicolégicas no tienen sentido. En el desierto 0 el bosque, el héroe encuentra tipicamente poblaciones “jrregulares” que son diferentes a las urbanas generalmente. El encuentra gente que produce el mismo efecto psicolégico que el paisaje natural - desierto o bosque = que los hospeda: una sensacién de la inseguridad y miedo generado por el desconocido el ambierte hostil. Pero, aunque el héroe funciona en esta situacién dificil, €l puede superarla, ¢ incluso encontrar en ella Ja ayuda que él necesita para continuar. Finalmente, el irrelevante detalle, “yo pase la noche en mi carro cubierto” puede tener su equivalente en el cuento de hadas cuando el héroe, una vez que él entra en el bosque, pasa la noche en una choza, en algunos casos Ia vivienda de una bruja, o similares. No creo que esto vaya mas allé de un punto légico psicologico comiin, que en fa historia de Idrimi parece ser solamente su motivacién, mientras que en el cuento de hadas puede ser complicado por otros factores. El punto psicolégico consiste en acentuar simplemente sus preocupaciones al entrar en un ambiente hostil, 0 simplemente desconocido, que se intensifica cuando viene Ia noche. En ese momento, la disponibilidad de un espacio incluido - carro 0 choza - para el abrigo de la noche genera una respiro al proporcionar una defensa contra las fuerzas hostiles del espacio desconocido de afuera. 6. BL PATRON DEL CUENTO DE HADAS Y LA VERDAD HISTORICA He comparado la historia de Idrimi con los cuento de hadas simplemente para precisar la funcién especifica de los detalles en el ajuste psicolégico y en ta mecénica de la narrativa, Me parece que los detalles convergen basicamente en la misma direccién, la precisada ya para el motivo central: la naturaleza de la partida y del viaje eventual es una clase de ensayo de “juicio”, permitiendo al protagonista como calificar como “héroe”. El juicio consiste en separar el héroe de su familia, donde no hay ninguna posibilidad de actuar auténomamente, y de insertarlo en un mundo nuevo y potencialmente hostil - un mundo que él puede facilmente dominar, y asi calificar como héroe. En este sentido no podemos negar que las aventuras del héroe poseen caracteristicas del “iniciacién”, un aspecto que Propp acentué fuertemente para el Jos cuentos de hadas. Seguin Propp, la iniciacién y el cuento de hadas estan ligados por una subordinacién diacrénica. Los aventuras del héroe se interpretan como un €co 0 un residuo — no més funcional o conocido - de rituales antiguos de iniciacién, Veo la relaciones como sinerénicas, como yendo de nuevo a una base psicolégica mas general, las diferentes manifestaciones de las cuales (dependiendo de diversos ambientes social y cultural) estin a mano de procedimientos iniciativos, con su fuerte institucionalizacién del comportamiento simbélico, y por otra parte las historias 0 los cuentos de hadas en las cuales los mismos motivos estan presentes en un nivel més vago de conciencia. En este punto, me refiero a que una muy fécil oposicién entre la historia y el motivo literario, o entre la historia y los cuentos de hadas, puede conducir a malos entendidos. Al precisar el uso - consciente 0 no - de motivos y de patrones estereotipados de patrones narrativos en la historia de Idrimi, no quiero neger la realidad de la natrativa. No tengo ningiin problema en aceptar que Idrimi realmente se fue con los caballos y mozos, y que él realmente pasé la noche en su carro, que se encontré con Ios suteos, y asi. Brevemente, creo que la historia de Idrimi es una historia verdadera, que fue registrada en una inscripeién que ocurrié mas 0 menos segiin lo descrito, Dos puntos deben, sin embargo, considerarse mas cuidadosamente. EI primer punto se relaciona con la aseveracién de que “mas o menos” he afiadido con el fin de explicar los detalles histéricos, tales como el motivo de los siete afios. Aunque el relator desea proveernos nosotros una historia verdadera, él tiene un concepto de la verdad histérica que es en general diferente de los nuestros. De hecho, puesto que nosotros tenemos diversos conceptos de la verdad historica, dependiendo del genero literario y la funcién del texto que discutimos, debo referirme a un tipo especifico de documento - el documento historico - que ha sido considerado arbitrariamente como el equivalente a la historia de Idrimi. El relato hace uso claramente de los patrones narrativos que él considera apropiados para la gente de su tiempo. La linea entre la exactitud histérica y el motivo literario no es claro, porque no se considera muy importante y significativa..,Qué importa si un periodo del tiempo era siete, seis, 0 nueve afios? Talmedtda de exactitud no tiene ninguna importancia en una sociedad - como la sociedad siria del Bronce Tardio - que no guarda documentos de las longitudes de los reinados, que no tiene ninguaféimula de fechado o ningin otto sistema para distinguir los ais del pasado, y que “data” sus documentos juridicos solo en cuanto dicen que so vilidos “desde ahora” y “siempre”. EI relator no puede saber, y no esta interesado en saber, cuanto largo era un periodo, El sélo indica que duré “siete afios” para acentuar que en el “séptimo alo” la situacién fue invertida, Y su audiencia sabe que el “siete “ no tiene ninguna significacién numérica, pero tiene una funcién narrativa especifica relacionada con la revocacién de una situacién dada o el fin de una fase dada Nos quedamos con dudas sobre la exactitud de otros detalles porque no podemos comprobarlos. Por ejemplo, Idrimi indica que él es el més joven entre sus hermanos (“mis hermanos, que eran més viejos de yo..."). ¢Era verdad? No podemps disputarlo, pero esto no es bastante. Es posible, por ejemplo, que Idrimi tenia mas hermanos viejos y jévenes, que serfa una situacién absolutamente trivial, Para el relator la verdad del tal observacién no tiene més importancia que los afios de exilio sean siete u ocho, y que la longitud del viaje sea un dia o una semana, Pero desde el punto de vista narrativo la identificacién de Idrimi como el hijo mas joven es absolutamente eficaz. Los hermanos siguen siendo inactivos aunque son mas viejos, han podido actuar por un tiempo més largo, y avanzan mis en la jerarquia de los derechos y responsabilidades de la familia. Idrimi actia aunque él es el més joven y débil, el que menos esperamos para solucionar los problemas a que los més viejos no se atreven a hacer frente. Por lo tanto, deliberadamente el relator enfatiza Ia edad mas avanzada de los hermanos, mientras que él no habla sobre los hermanos mas jévenes. El enfatiza y encubre ciertas cosas segiin a la funcién especifica en el marco de la narrativa entera, Esta es la raz6n por la que los héroes de los cuentos de hadas, como los protagonistas de las autobiografias histéricas son, por regla, los més jévenes de una larga lista de hermanos, un hecho que es estadisticamente improbable pero seménticamente mis eficaz. Esto nos trae al segundo y mas relevante punto a ser considerado. La adopcién de un patrén de cuento de hadas, asi como los detalles del cuento de hadas, tiene un significado. El patrén fue elegido - conscientemente 0 no - por el rey o el relator para expresar un significado especifico. El problema entonces no es comprender si un detalle es exacto 0 no, sino entender porqué tal detalle fue utilizado - sea verdad 0 falso. El problema no es tanto si los acontecimientos ocurrieron de cierta manera, sino apreciar como y porqué eran un patrén narrativo particular, Idrimi cuenta la historia de su vida a lo largo de la linea de un cuento de hadas, porque él tiene una meta definida: tiene que hacer frente a la opinion de un piblico que estaba preocupado por la forma irregular en la que ascendié al trono. De hecho la mayorfa de los protagonistas de las historias de hadas del antiguo oriente son usurpadores: Idrimi, Sargon de Akkad, Hattushili III, David, Dario, etcétera, Todos llegaron al poder de una manera irregular desde un marco modesto Era apropiado y necesario contar de nuevo su historia como cuento de hhadas en el cual el valor del héroe, asistido por la ayuda magica o divina. y a pesar de un punto de partida desfavorable, tuvo éxito en pasar cada obstéculo y en la realizacién del éxito. La historia de Idrimi es por lo tanto una verdadera, incluso si el patrén narrativa lo precedié. Ese patrén fue utilizado para esa historia con un propésito especifico. Idrimi necesitaba demostrar a la opinién piblica que su ascensién al trono era el resultado de sus capacidades heroicas y de la ayuda supernatural. DDA, UN SUFRIENTE CORRECTO INTRODUCCION Rib-Adda era rey de la ciudad del puerto de Biblos, en la costa del Libano actual, en el siglo XIV, cuando Egipto controlé Siria-Palestina a través de un mumero de vasallos. El rey de Biblos fue un prolifico remitente de la corte de Egipto, bajo los reyes Amenofis III y IV, y entre 59 y 63 cartas de él se preservan en el archivo de Amama, En ellas se retrata como la victima de los reyes Amurru que ejercen presién sobre Jos estados en la regién para abandonar su lealtad a Egipto. Como leal vasallo del faraén él se ve bajo la amenaza constante e implora al rey del por ayuda, Por ultimo, su propio hermano lo derrocé, y no por extranjeros, y murié en exilio. La correspondencia de Amana presenta una fuente rica de informacion sobre cémo Egipto administré esta area. Los dinastas locales, lamados alcaldes (hazanu) por los egipcios mientras que eran reconocides como reyes por sus propios sbditos, tuvieron que proporcionar los pagos anuales cuya coleccién era Ja preocupacién principal de Egipto. El area de Siria-Palestina fue dividida en tres provincias, Kinahni (Canaan), Ube, y Amurru, cada uno de las cuales tenia un centro de administracién egipcia, donde residia un gobemador (rabisu). Los reyes locales compitieron el uno con el otro por el territorio excedente y en sus huchas esperaban ganar la ayuda del faraén presentindose como vasallos leales y a los otros como enemigos de Egipto. Es en este contexto que las cartas de Rib-Adda tienen que ser leidas, Los reyes de Amurru eran el blanco primario de as acusaciones y él dice que ellos confian en bandas que invaden, los habiru, en su agresion, Este capitulo advierte contra una Jectura literal de las cartas de Rib- Adda, ¢ interpreta su estilo y contenido como reflexién de las representaciones del autor como victima correctas. Todo lo que se conoce sobre Rib-Adda deriva de las cartas de Amama (todas referidas como EA con los nimeros asignados tipicamente en la disciplina). Estas han sido recientemente retraducidas al inglés por Moran. Propias traducciones completas de Liverani en italiano fueron publicadas en 1998-99. La interpretacién actual de 1a correspondencia de Amama tiene como objetivo comprender la situacién histérica total subyacente en las cartas individuales, mas bien que en un uso histérico no critico de los “puntos de informacién” contenidos en ellos. El proceso se centra sobre todo en precisar los procedimientos estereotipados, patrones, y las expresiones. administrativas y literarias del personaje. Los estereotipos que se repiten revelan los conceptos y se preocupan y preocupaciones de la escritura de las cartas. Por otra parte, el mismo eclo de que existen nos advierte con frecuencia contra usar declaraciones individuales y especificas como evidencia independiente. En las cartas, especialmente las cartas diplomiticas. tales declaraciones pueden facilmente ser de polarizacién negativa, porque el autor toma una postura subjetiva para convercer al destinatario que seria particularmente interesante definir 1a posicién existencial de los autores, y los patrones con los cuales imterpretaron Ia realidad.

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