Professional Documents
Culture Documents
f) Informal pero con estructura: se ha señalado que la mediación es un proceso informal; puesto
que el mediador no está obligado por las reglas procesales, y dado su entrenamiento puede
rápidamente simplificar el caso y descartar lo irrelevante. Y, a la vez, se ha considerado un
mecanismo estructurado porque aunque sea flexible, existe un procedimiento en el que se
cumplen diversos pasos.
a) Neutral e imparcial: la capacidad del mediador de mantener un papel neutral e imparcial cuando
interviene en una controversia.
c) Sensible: debe ser respetuoso con las partes y sensible a sus fuertes sentimientos valorativos,
incluyendo sexo, raza y diferencias culturales.
d) Empático: debe ser capaz de ponerse en el lugar de cada parte, comprendiendo las
percepciones, preocupaciones y temores de cada una de ellas.
e) Paciente: las personas tienen sus propios tiempos necesarios para reflexionar sobre lo
conversado, resulta importante que se sientan esperadas por el mediador.
h) Perseverante: cuando las partes llegan lentamente al acuerdo, el mediador debe soportar la
espera y ansiedad que esto puede producir.
Un mediador debe elegir un modo de vida ético guido por un conjunto de normas. El mediador
actúa como tercero neutral y debe actuar claramente en su relación con los participantes, debe ser
honesto e imparcial, promover la confianza en las partes. Tiene el deber de poner a disposición
de los intervinientes todas las habilidades inherentes a su labor y todos los esfuerzos tendientes a
conducir la mediación con la mayor excelencia.
a) Si tuviese relación de parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado, o del segundo
grado de afinidad, con alguno de los participantes, sus mandatarios o abogados.
e) Si hubiese sido autor de denuncia o querella o hubiese sido denunciado o querellado por
algunos de los participantes.
f) Si hubiese sido denunciado por alguna de las partes ante el Centro o algún otro centro de
mediación reconocido.
Equidad: El conciliador debe asegurar que el acuerdo que se obtenga sea aceptado por ambas
partes. Sin embargo, esto no lo exime que vele por la legalidad de los acuerdos. No puede admitir
información falsa e inadecuada. No puede existir negociación de mala fe, si la hay puede
comunicar a las partes sobre lo que ha venido percibiendo, inclusive podría retirarse del proceso.
Neutralidad: es decir, que no exista vínculo con alguna de las partes. Esto es más para evitar la
aparición de un nuevo conflicto de intereses cuando se cumple con las funciones conciliatorias.
Si se rompe con dicha neutralidad, pueden suceder dos situaciones: Que se desista el mismo
conciliador y que lo soliciten las mismas partes.
Confidencialidad: guarda relación con la información que es recibida por el conciliador, la cual
es confidencial, es decir que no puede ser revelada a nadie. Este principio presenta también
excepciones, es decir que el conciliador puede romper ese deber de confidencialidad cuando
advierte que hay de por medio un delito o que se va a producir un atentado contra la integridad
de una persona. Sin embargo, es necesario precisar que dichas excepciones son planteadas en el
artículo 8 del reglamento mas no de la Ley, generando un problema legislativo, debido a que la
ley no admite excepciones.
Empoderamiento o simetría de Poder: Se busca que exista un aceptable equilibrio de poder entre
las partes, porque de lo contrario generaría un proceso conciliatorio plagado de medidas
coercitivas, provocando un acuerdo injusto.
Buena fe y Veracidad: es una obligación de las partes de conducirse con buena fe y veracidad
durante la Audiencia Conciliatoria. La Buena fe se vincula con la información que maneja el
conciliador. El conciliador debe formular las alternativas suficientes para poder resolver el
conflicto. En relación a la veracidad se está haciendo referencia a que la información que se
maneje sea fidedigna.
Voluntariedad: es un principio autónomo. Las partes son las únicas para tomar una decisión para
solucionar el conflicto. La autonomía de la voluntad también tiene límites y éstos son los referidos
a que no se debe contravenir al orden público y a las buenas costumbres.
De esta manera la conciliación viene a ser una negociación asistida, dada la intervención de un
tercero aceptado por las dos partes y en el que ambas reconocen la capacidad de proponer fórmulas
conciliatorias.
El conciliador extrajudicial debe tener otras características como la capacidad de fomentar la
comunicación entre las partes, el manejo racional de la información, la capacidad de síntesis de
los puntos de vista divergentes, la comprensión de los intereses de ambas partes, etc.
En realidad todos tenemos una visión negativa de lo que es el conflicto. Lo que debemos procurar
es cambiar esta concepción; debemos buscar entender al Conflicto como una oportunidad, verlo
desde un punto de vista positivo para poder aplicar correctamente los mecanismos alternativos de
resolución de conflicto.
Cabe señalar, que las universidades deben ser las encargadas de promover, de preocuparse por
cambiar esta cultura de litigio que lo único que hace es entorpecer las relaciones a todo nivel
(comercial, familiar, etc). De ahí, que es necesario que en todos los cursos se apliquen técnicas de
negociación con carácter especializado.
Rapidez, frente a un procedimiento judicial que ya en una única instancia resulta largo y tortuoso,
contra las sentencias dictadas por los jueces en primera instancia se pueden presentar sucesivos
recursos, lo que hace que esto procedimientos puedan llegar a eternizarse. El arbitraje sin
embargo, ofrece un método rápido y flexible basado en la autonomía de la voluntad de las partes,
que deciden cómo y cuándo resolverlo.
Confidencialidad, a diferencia de las resoluciones judiciales que son públicas, las partes pueden
pactar la confidencialidad de todo cuanto se trate bajo el paraguas de un procedimiento arbitral.
El arbitraje se resuelve mediante la emisión de un laudo por el árbitro o árbitros designado, laudo
que será obligatorio para ambas partes y no recurrible. Sin embargo, podrá ser anulado cuando
una de las partes lo solicite dentro de los dos meses siguientes a su emisión, sólo si se da algunas
de las causas previstas en la ley, que podríamos agrupar así:
1) La existencia y validez del convenio arbitral.