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1 INTRODUCCION: LA CULTURA DEL INCUMPLIMIENTO DEREGLAS visio GaretaVillegat to de reglas en América Latina se mpos de las colonias espatiola y portuguesa." Desdeentonces, escritores, pensadores y gobernantes, alo largo deleontinen ala inobse: enn (1985: 8), “la diversidad de medios la voluntad del rey hacia las colonias es- cada por hadiversi rradores de las colon’ nocer algunos rasgos caracteristicos de lapsicologiadelespafcl, pero que en toxlo caso no proporcionaba idea alguna dela vida colonial (Tern 1927).El desacatoeraun fendmeno regularizado yjustificado, a tal punto que autores como John Phelan o John Lynch sugieren que una causa importante dela rebelién que dio lugar ala independencia fue el propésitoimperial deimponer, a través de las reformas borb6nicas de finales del XVI, a autori- dad y el cumplimiento dela ley (Phelan 1978). Con elarribode laindependencia, les normas cambiaron, pe- ro la realidad social yla brecha entre el derecho y la realidad se jeron précticamente como estaban. El politico y escritor delsiglo XIX, Ignacio de Herrera, sostenia que la desobediencia, al derecho era unacostumbre generalen la Nueva Granada, que venfa desde la colonia, y que las leyes eran promulgadas pero ‘que de diversas manerasllas resultaban siendo desobedecidas. Por la misma época, Benito Juarez, éxico, se lamentaba de esa tendencia que generalmente se observa en los pueblos de sustraerse de las obligaciones que es eyes les imponen” (Justez 1987: 225). Yaen el siglo XX, OctavioPaz decfa queen Méxicose vivis en una “mentira constitucional”, puesto quelas leyes nunca se cumplian (citado por Escalante 2006: 12)? ay que anctar, adem, que todaslessserss de incumplinient,y mis ain, que eo ls jstiien. Ellbre Ge eles a exe amin cui soslene que el derecho ene sentido ea os ease cumplinerto 0 de! 24). La inportancs dee feacesenoen| renteinoumerieano proviee entonces ds a grad, eleimple hecho ds que exist Una prueba quizas mas elocuente del profundo arraigo que mpre ha tenido la cultura del desaeato en América Latina es elpropiolenguaje popular. Asi, porejemplo, aquison deusotre- cuente expresiones como “hecha laley, hechala trampa”, “laley es paralos de ruana”, u otras es como “se acata'pero nose cumple”. En Brasil, h expresi6n feito se reiere atoda una cultura destinadaa resolver problemas por enicima—o por fue- ra—delose yas leyes (Rosenn 1985). Existe jue reza "manda quem pode, obe- esun buen rellejo della disparidad entze las visiones del poder y dela ley quetionenles gobern Perotal vezla expresién mis diciente dees Ila que dice “para mis encmigos la ley, para mis amigos todo", dela cual ien muchas variaciones. sresidente de México, Benito Jusrez, dijo algana ver: “para mis amigos paz y just para mis enemigos la ley"; en alguna ocasién el escritormexica- 1no Fernando Escalante me dio a conocer esta otra crudaversi6 “Para el amigo, hastael culo; para el enemigo, por eleulo,y para clindiferente, la ley vigente”. En la litera joumnericana también abundan las refe- rencias ala cultura del incumplimiento, a través de personajes ind6mitos que no se sometena nacie. Martin Fierro, a obra em- blemitica de la literatura argentina, relata la visién del mundo de un policia rural quese rebels contra la orden deexpturar aun delincuente. También ene! pais gaucho, Don Segundo Sombra, cle Ricardo Gitiraldes, cuenta la vid ylibres, sin necesidd deunasociedad y menos atinde un Lo mismo se aprecia en El niundoes feno, del peruano Ciro Alegria y en la novela de Eduardo Gutiérrez, Juan Morei- ra. En El chulla Romero y Flores, del ecustoriano Jorge Tears, se smuestrauna soci pporlas diferencias de dase y de poder,en la 1 forma, enco: Bérbars, de R6mulo Gallegos, 0 en Pert, como el Jaguar en La ciudad y los perros de Mario Vargas Lo: inoamericanos exaltan ‘ezuela “Pedro Rimales, curandero” yen Nicaragua “EL rey de hojarasca”. En todos ellos, el picaro sale airoso en medio ad quelo tenia condenado, al pueblo cuba especialsu inos, no se puede dejar de lado el Hbro de Carlos Santiago Nino, Un patsal margende la ley,en el cual, desde. 10 intenta mostrar los costos que ycumplimiento tiene para la democraciay eldesarrollo. - joriadoresde América porencentrarenla cultura pops Ta relacion que los ¥yex presidente argentino Domingo Sarm; ‘Quizis una delasrazones porlas cuales el tema delincumpli- ‘miento de reglashasido tan poco estudiado en profundidades su amplitud yla cantidad de aspects —sociales, ESTUDIOS, IDEAS ¥ PROYECTOS SOBRE EL INCUM DE REGLAS Colombia no es una ex en este panorama desociedades poco respetuosas delasreplas.A finales del siglo XIX, ele contribuidoa ahondarla,no sélo através de cables queayudan a promulgar,sino Jos primeros en desconocer lo que étas ordenan cuando ls co narcotrifico por 10 porque el nareotrifico se ve favorecido por un dasinoeyclaieacn leguleyode manomaes lees sin violarlas 0 para violatlas sin castigo pertadomayorinterésentrelosacadémicos colombianos. Loskis- toriadores hacen referencia frecuent iento coincide con sus colegs en q Ia de sanciones es la causa Ide! florecimiento éelailegalidad en Colom! deThoumiestienque,a en laconstruccién de spor su da por comprender adam —para bien y| discurso juridico- sible realmente tener un contiibuyeraa erearco- falta de Estado, seformé id, sin capital social y con un fuerte ass North, cuenta que la primera vez quefueaune fabrica de textiles en Per en 1980, preguntécuin- tose demoraba consea ma por Robert Putnam.? En un estudio cn el elnorte yel sur de lai mostrar cémolos diferentes; jamé “cultura civica”, explican en buena parcel dess- trollo diferenciado de esas dos regiones§ La cor Ronald Inglehart hahech teresarse porla manera como los ‘orgullosos de ser colombianos (88%). Sinembargo,el estudio mues yor seculeriza didaen los j6venes ye 3. Porfueradelas cultural de los colombianos fren: los se encuentran en ese subgénero cieneia podia dar respuest delos pueblos. Siguiendo lo dicho por Montesquieu, Corne de Pauw y George Buffon, C quedl cariecter dela iba influenciado por el resin atmosférica, la montaiias y cosas por gravedad de los indios, 1 pero estas ct Jentes para sacar al pueblo del atraso en el que se encontraba. 0, entre otros, lo esencial de la viclencia y la corrupcién. Lainmoralidad y el marcado individualismo son los rasgos que més denuncian los estudiosos de la identidad nacional. *Tedo es inmenso en ria Vargas acerca delos eres mundanos. A finales del siglo XIX, el pres tero Federico A; Ia holgazaneriay iin de los co lo el mundo quiete ser lo (eltuerto Echeverri), mado porla Encuesta Colombiana de asando por Gonzalo Arango y afirms que el 81% de los colombianos descontfa de los demas. lesarrllado, mientras que dice Germin Puyana, quien sostiene que £11993 el Palacio de Narifiotuvo que sus 0 of co a poco clincumplimiento, En ello me concentraré en los Gltimes tres capitulos de este libro. anotacién sociclingi sino que se habla de muchas cosas diferentes esta palabra. Paranosotros, el desacato de todo tipo de normas, yasean morales, sociales o culturales, esun acto deincumpl ple quien no lega a tiempo a unacita, quien norespeta las normasde trinsito, quien desconoce las obligaciones que te n no acata lo establecido en un contrato, ne con su fai cumplido” suele ser mis especifica, y por eso es también de uso ‘menos frecuente. En inglés, italiano, francés y portugués, por lo suele ser un adjetivo reservado joonoschallevadoace- resar el hecho de que sobre todo hi expre- plo, Ia palabra incump! no sea re sign desobedecer ono respetarla ley Larelacién deautoridad es muyevidenteen el ode laobe- 0 del irrespeto—por eso se usa para valorar el compor- 108—, mientras que en el caso del incumpli- plido es q lleva a cabo sv parte, por ejemplo, el que nollegaatiempo a una cita, En espafiol también utilizamos ls palabras desobedienciae irrespeto, incluso para eferimmos al no son de uso menos frecuente q diet tamiento de los ri spanoamericana d ‘cumplimiento de reglas, ¢Por qué usamos un adjetivo menos fuerte, con una carga moral menor, cuandonos refe conocimicmo de laley,y teservamos las palabras fuertes —deso: bediencis, ireespeto— para los émbitos familiares 0 religiosos? Ia razin de ser de esta do como el resultado de un conirato, como el producto d relacién enice iguales. ley” de este libto—, Ialky ese producto de un pacio entre el pueblo el rey. Ambos son concebidos como partes en un contrato y deben por lotanto respetar sus obligaciones. Siuna de las partes incumple, la otra también tiene derecho aincumplir. Elrey cumple haciendo eyes i los individuos zeatandolo que esas leyes dicen. El hecho es que, conindependenciadel peso que la tradicién pactisia pueda tener en nuestra concepciéndela| joridad para los colombianos es sobre todo Ia moral, aquella que viene dela familia o dela religién. La relacién con laley,en cambio, es ‘una relacién menos fuerte, mas entre iguales, entre intereses que pueden incluso estar legitimamente en pugna. Quizis esto ayu- dea explicar la liberalidad con la que tomamos todas nuestras bligaciones leg:lesen Colombia. Meocuparéde estocon mayor deralle en los capitulos finales. ANCUMPLINIENTO DE REGLAS? Este es un ensayo sobre la cultura del incump enColombiay, mis concretamente,sobrea y legales que soa importantes para la convivencia en sociedsd. Esas reglas son muches y muy diversas; algunas eestringen el uso de la violencia entee las personas, comolaregla que pro! mataco golpeara alguien; otras protes mH privada; otras son simples reghas deju , comoaguella que ordena hacer fila para determinar el orden de entrada, o Ia que exige el pago de losimpuestos; otras son reglamentos basicos iento de reglas ellasreglassociales pablico—que hacen posible el buen fu lento delas oF ganizaciones o instituciones y e respeto entre los miembros que 35 10 y deello me ocupo ensegti 1, Este libro no pretende ser limiento en Colombia; ni siquiera bro sobre lo mas representativo de este fend Los esiudios de easo que aqui se incluyen, si cogidos al azar, no se seleccionaron cor todo el especro de pricticas de incumplimiento que esisten en Colombia —corrupcién, contrabando, infraceiones de teins crimen orgonizado, trampas, evssién de impuestos— sino para deesa brecha, Mis atin, el tos pueden ser por ejem- explicar y mostrar las consee lecior encontrar que no todos objeto de condena pura y sim plo, acriticarel destcatode un profesorabusidor, ol detodoun pueblo contra un gobern },0el delos secuestrados contra los guerrilleros. Pero.estos casos son excepcionales, sélo una pequeiia parte de quienes no aeatan Iss normas lo hace por razenes tan extremas como exes. ri un capitulo espe: ido a este 3. En sinter consabidas jas maniqucas que e: obien Estado bueno, sponer orden, pero que lo engafatodoel tiempo, o ast como locontrario, Noexistealgo idas de un lado, que 36 porla gente. Esto es asi,no séle porquee! Estado es también un ge sino porque en into creao recteaa norma. Esto yalo asefalado Michel Foucw! comosimpl ana contra el Estado y se niega a acatar las normas, En esos casos, estamos en presencia den acto de rebel fa, en Colombia se habla mucho de resistencia, y con ello de alguna manera se aide a la resistencia ala ley Este es un fend menomuy complejo que sera abordade enel capitulo final Pero lincumplimiento, una vez mas, no sélo se observa en los go: bernadosoea los siibditos; también es un comportamicnto muy freeuenteen 5. Este tampoco es un libro sobre el rcino de la no-regla. incumplimiento ta obedece a reglas, tiene sus r des, sus constantes, sus ticles. Entre un mundo gobernedo por no se respeta puede haber: George nolonge perturbador del orden estable tuna manera de ver el mundo y de enfie Esose aprecia en laligereza con. igen el uso del sanos en el siglo XIX de Alberto Mayor Mor historia desu celacida con un catpintero que nunca le cumple aque encargé paras casa. Algo parecido el autor rela entregadeuna iquiera los gobernantes cumplen con Jos horarios. Cuando se cita a una r legan tarde, lo que ocurre es que arde no es visto como un ‘ofensa social, mucho menos camo algo qué pongaen telade juiciola amistad olosnegocios, Es misbien tuna manera de ser que se tolera en los dems y, por eso mismo, esa oleranciase solicita de los dem: jento-se fiere a uma situacién menos dramitica yexcepcional delo queen prineipiose erce. Hace parte del comportam’ de todas las sociedades, Es cierto ‘cn otras, peroen todasexiste. La perspeetiva delincuencial, ode piginaroje,contieneun tono deexcepcionalidad que no secompadece con una cultura delin- sel de un ser desviado (deviant reregulary decierta maner ento que me interesa es n bebavior\ queel den integra codenuesteassociedades. cual basta con ver lo Sélo significa que! es: 38 desvizdos, y deestrechos 320s yo 6. Hasta el momer to. Incluso donde menos se cumplea suclen ser mis nus merosas que aquellas que no lo hacen, Esta afirmgcidn general noes ws circunstancias, perosiloes cuando se tata denormes4 convivencia social, como por ejemplo la prohibicién dele agre- 2, clrespeto por la propiedad privada y nde tienen poder para resolver los conflicios. Sin un respeto masivo dees sociedad es visble. La teoria po eresarse mis por el anilisis de has razones que la gente tiene para cumplir2” pues ellas tienen noes igual una sociedad compuesta por una mayoria de cumplidoresnatos, que no hacen cuentas estratégicas al momento de cumplir, que otra donde la mayoria s6lo eumple cuando la obligan a hacerlo. El hecho de que el resultado inmediato sea el mismo —todos cumplen—nodcbehacer olvidar que loscostessociales on muy diferentes en ambos casos. 7. Pero,como dijeantes, no sélolosin Estado es tal verel primer incumplidor del que no cumple, hace cosas que no estan autorizadas en key o simplemente cumple a medias. Una de las maneras el Estado con resp: -dad. Asi, en este espe} reciproco de ssque cbedecemos. 9. Por ultimo, este libro es it rece demmuesteasrepres demostraciones defnitivas. llamadas ciencias duras, P $y uno de esos problemas eseldelarel ie lades y con las reglas. En ese set Este Ellibro es incluido este, e1 Bogot los vendedores ambulantes en Ins ishas del Rosario, O: que denoten algin ‘mero se hace una tipologia de perso: nas incumplidores y de los contextas en los gue actiian, para Juego terminarcor 2 BIBLIOGI “Aguilar, Federico. 1884, Calon Planeta Colombiana Arguedss, Alcides. 0 Calderén, Eduardo. 1972. Elbuen salvaje. Barcelona: Destino. Coleman, APIA sombre colombiano, Bogor 2: Gis 9 [1909]. Prreblo enfermo. 1: ven Jesis Bejarano (ed.), Centro de Estudios de la Realidad ames. 1990. Fo rcedes. 2000. Colo tituciones y capital so. Mundo y Asociacién de Economi ina y el Caribe (LACEA). son, Robert. 1991. Order wit Neighbors El Colegio de México, Centro de Bs Freyte, Gilberto, 1946. The Masters andthe Slaves New Yor Knopf. Fukuyama, Francis, 1995. Trust: she Social Virtues and the Crea York: Free Press. Marquez, Gabriel. 1959. BI corenel no tiene quien le es- criba. México: Era. ——. 1996. 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