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ROBERTO MESA, Aron; por gracia de su indiscutido moralismo que tif toda su obra, Sin embargo, el modelo de estudio que aplica a la sociedad internacional es casi estrictamente aroniano: 1) Analisis de las estructuras de la sociedad internacional; 2) Tipologia de los conflictos 0 formas dindmicas de la sociedad internacional contempordnea; 3) Praxeologia de la paz, pero sin eludir, en modo alguno, el problema ético.”" ‘Ultimamente, asistimos, a una degradacién valorativa de las tesis de Aron, Ya sea por razones cientificas, caso de Marcel Merle que lo sittia correctamente en la corriente de los hobbesianos contempordneos:”” ya sea por razones ideolégicas, caso Gonidec, pero no carente de apoyatura cientifica: «Raymond Aron no llega a realizar una apologia de la fuerza, pero otros no han dudado en hacerlo, ya porque vean la violencia como una consecuencia ineluctable de la naturaleza humana, ya porque atribuyan a la violencia una virtud particular». En la doctrina espafiola, Medina Ortega se halla mis préximo, como hemos visto, del planteamiento genérico de los politélogos; y, en el supuesto concreto de una teoria sociolgica, est mas cercano de Hoffmann que del esquematismo de Aron; pero reconoce, ciertamente, con respecto al discipulo la oportunidad de su postura «ffente al cientifismo predominante en los Estados Unidos». Por su parte, Truyol Serra acepta matizadamente el enfoque «socioldgico-histéricoy de Aron; aunque también est’ mas cercano a su discipulo St, Hoffmann, Estimamos que el planteamiento del profesor Truyol se halla entre los mas correctos en lo que atafie a los defensores del método 0 enfoque sociolégico, en cuanto posibilidad de formulacién de una teorizacién general: «La teoria de las Relaciones Internacionales puede, asi, en Ultima instancia, considerarse como una sociologia de la vida internacional, una teoria sociolégica de la sociedad internacional».”* " Robe Boss, Scolgi e pac Pas, 1965, p. 3. © Marcel Mes, Sociol. op opp. M137 BoP. Gonide, Retin itmatoale op. ci, p39. * Modin Onegs, Za wor. ap it, p60. Tryol Sea, La ori. 6p tp. 61-82 170 6. Relaciones con otras disciplinas Mario Amadeo* a politica internacional esté ligada a otras disciplinas que, con respecto a ella, de- sempefian el papel de ciencias auxiliares aunque de por si las igualen o adn las superen en importancia, Sin poder abarcar a todas nos limitaremos a indicar aquéllas con las cuales la vinculacién es mas estrecha, pero dejando para un examen separado las relaciones entre la politica y el derecho internacionales en virtud de que ambos versan sobre idéntica materia, A) La Historia Hasta que se constituyé como disciplina auténoma, la politica internacional se confundia con la historia diplomatica. No habiéndose llegado todavia a un grado de sistematizacién y de generalizaciones que permitiera conferir a la politica internacional la categoria de ciencia, su estudio consistia en una resefia de acontecimientos ocurridos a lo largo de la historia. Inclusive, el estudio de los hechos actuales era abordado con criterio histérico, como si fiteran una "historia del presente” Hoy, a teoria de las relaciones internacionales se ha emancipado de la historia y posee objetivos y métodos propios. Pero no es posible olvidar, como dice Charles Me Clelland, que "el estudio de las relaciones internacionales ha surgido de la extensidn y crecimiento de la historia diplomatic: mn por la cual la separacién entre las dos ciencias no ha sido ni podria ser total. La historia provee a la politica internacional de la masa de elementos sobre la cual esta Ultima puede formular sus generalizaciones. Aun excluida del Ambito histérico, la politica internacional seria imposible de conocer "por las causas" (que es la nica manera de conocer cientificamente) si no se tuviera cabal informacién sobre los antecedentes in- mediatos y mediatos de los hechos que se analiza, Sélo la historia puede hacer esa aportacion y de ahi que ella sea la ciencia auxiliar por excelencia de la politica internacional. ‘Mis aim: ninguna exposicién de la teoria de la politica intemacional seria completa sino se viera complementada por una resefia, siquiera somera, de los principales acontecimientos “Toxo orginal: Mario Amadco, “Captlo 1 La politica itercional. 6. Relaciones con oas dscipins, 7. Poliica y Derecho Intermacionaly 8. La moral en ls rlacionesintemacionales', en Maal de Polite Internacional Edi. Abeledo-Peno, 23. ede MARIO AMADEO histéricos relacionados con la materia, como también de los sucesos actuales que, al transcurrir de cada instante, se van convirtiendo en historia. Por tal motivo nuestro estudio incluye, al comienzo de su segunda parte, una resefia hist6rica que integra el andlisis de los problemas practicos planteados en el ambito de la disciplina B) La Geografa La geografia proporciona a la politica internacional la informacién indispensable sobre el escenario en que se desenvuelven las relaciones entre los Estados. La influencia del factor geogrifico sobre los hechos politicos internacionales ser considerada més adelante en detalle cuando estudiemos el territorio como elemento de la politica internacional. En esa oportunidad analizaremos también la geopolitica y examinaremos el intento de erigirla en disciplina auténoma, Entre tanto, baste indicar que la geografia, al describir el habitat en que se desenvuelven las relaciones internacionales, explica muchos de los méviles que guian a las naciones en su conducta exterior. O) La Sociologia, La sociologia aporta a la politica internacional el conocimiento de las sociedades humanas de las que el Estado es la forma juridicamente organizada. La formacién sociologica de los pueblos; su psicologia colectiva; su composicién étnica; las relaciones entre sus clases y estamentos; la actitud comunitaria con que un pueblo se sitia ante otros pueblos y reacciona frente a ellos, son factores decisivos para la explicacién e interpretacién de los hechos internacionales. Mas de una vez el desequilibrio de la balanza social dentro de un pais ha provocado la alteracién radical de su actitud en el plano extemno. Como ya hemos dicho, un sector destacado de la doctrina asigna a la sociologia el papel de ciencia monitora en las relaciones internacionales. Aun cuando esta apreciacién pueda ser exagerada, no lo es el aserto de que la sociologia proporciona a la politica internacional datos de capital importancia para la consecucién de sus indagaciones y para la evaluacion de los valores humanos que son su principal elemento. D) La Econonya. El marxismo (cuya influencia més allé del sector de sus declarados partidarios es mucho mayor de lo que se supone) dio amplia vigencia a la tesis de que las relaciones entre los Estados, especialmente sus conflictos y antinomias, tienen su explicacién altima en factores de orden econémico, En el lugar apropiado de este libro hemos de refutar tal afirmacién, Pero ello no impide, por cierto, destacar la capital importancia que revisten -sobre todo en la hora actual- los hechos econémicos como materia de las relaciones internacionales. De ahi la relevancia que la economia tiene, como ciencia, para iluminar algunos de los principales problemas que se plantean en el Ambito internacional. Sin un constante recurso a la ciencia econdmica, seria imposible comprender asuntos tales como el enfrentamiento entre los paises industriales y los paises en desarrollo, el régimen financiero internacional, im RELACIONES CON OTRAS DISCIPLINAS los problemas del intercambio comercial y tantos otros més cuya incidencia en las relaciones entre los Estados es cada vez més marcada. Quede en claro, sin embargo, que esas cuestiones y el consiguiente aporte que a su mejor conocimiento hace la ciencia econémica tienen interés para nosotros en cuanto generan situaciones politicas y no en cuanto hechos puramente econdmicos. Asi por ejemplo a la politica internacional en cuanto tal le interesa la actuacién concertada de los paises exportadores de petroleo a través de la OPEP por la extraordinaria repercusion politica que entrafia la aparicién en el primer plano de la politica mundial de esos pafses; le es ajena, en cambio, su implicancia estrictamente econdmic E) La Filosofia. Toda ciencia, dijimos, es conocimiento por las causas pero la filosofia es conocimiento por Jas causas primeras y ello la erige en reina de todas las ciencias. En virtud de este primado de honor y de jurisdiccién, la filosofia regula el marco de accién de cada ciencia particular y proporciona la explicacién final de sus propias y particulares conclusiones. El sefiorio de la filosofia sobre las demas ciencias es especialmente perceptible en el caso de las ciencias del hombre y, por tanto, de la politica internacional. Toda relacion profunda sobre las relaciones entre los pueblos, toda meditacién entraitable sobre el destino de cada uno de ellos en la comunidad de naciones configura una actitud filos6fica. El conocimiento puramente empirico de los hechos podré proporcionar erudicién pero no proporciona saber en el sentido auténtico de la palabra. Por eso la filosofia, desde la altura de su posicién de ciencia rectora, da a la politica internacional los elementos de conocimiento que conferiran fecundidad a sus comprobaciones y valor durable a sus con- clusiones, 7. Politica y derecho internacional. La relacién entre la politica internacional y el derecho internacional (nos referimos, claro esti, al derecho internacional piblico) presenta caracteristicas diferentes a las relaciones examinadas en el acapite anterior. En efecto, en los casos anteriores existian conexiones estrechas entre las otras ciencias y la politica internacional, pero su materia es diferente. E el caso de la politica y el derecho internacionales, la materia de la disciplina es la misma las relaciones entre los Estados. Lo que varia es la formalidad bajo la cual se considera la materia. En la politica internacional se la considera sub specie facti en tanto que en el derecho intemacional se la considera sub specie legis. Los hechos que ocurren en la vida internacional y las normas que rigen esa realidad son los objetos formales de las dos disciplinas cuya relacién estamos ahora examinando. ente trabajo titulado "Derecho Intemacional y Politica Extranjera", el profesor Claude Albert Colliard expone un esquema de esa relacién cuyos lincamientos esenciales nos permitiremos seguir. De acuerdo con dicho esquema, el derecho internacional puede ser reflejo y puede set marco de la politica internacional. 173 MARIO AMADEO En cuanto refleja las tendencias de la politica exterior de los Estados, el derecho in- temacional: a) hace posible la realizacién de esa politica; 6) acomparta su desarrollo y &) regula la organizacién de la vida internacional. Veamos los tres puntos por separado: a) Existen instituciones juridicas sin las cuales el trato entre los Estados no podria anudarse. La primera de ellas es el reconocimiento de Estados y de gobiemos mediante Ja cual la autoridad suprema de una unidad politica entra en relacién con otra. Sin la apelaci6n a esta institucién juridica, el ‘inico trato posible entre los Estados seria la guerra. tra institucién juridica que hace posible la realizacién de la politica internacional es el estatuto de los agentes diplomaticos. Aiin antes de la institucionalizacién de la diplomacia como instrumento de vinculacién entre los Estados, los enviados extranjeros gozaban de privilegios e inmunidades inherentes a su funcién. b) Existe otro tipo de instituciones en el derecho internacional que acompafian, por asi decir, la politica internacional y permiten revestir de forma juridica a hechos resultantes de las relaciones intemacionales. Asi, las politicas de dominacién generaron las formas juridicas del coloniaje, del protectorado, de la cesién en arriendo, de las capitulaciones y de ottos estatutos de subordinacién; las politicas de disgregacién generaron los "Estados vasallos" como formulas de trinsito a la plena independencia; las politicas de reparto del poder generaron la institucién del condominio y asi sucesivamente. Puede afirmarse que a todo sistema politico corresponde un tipo de institucién juridica que le es propio. ©) Gran parte de la politica internacional de nuestros dia se leva a cabo en el ambito de los organismos internacionales y tiene caracter multilateral. Las reglas vigentes en esos organismos reflejan también las relaciones de poder que constituyen la trama misma de la politica internacional. Asi por ejemplo, el llamado sistema de "veto" o "regla de una- nimidad" en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas esta formulado juridicamente en cuanto consta en la Carta de la Organizacion mundial. Pero refleja una realidad politica que se impone sobre la anomalia legal de esa formula. El derecho internacional no slo refleja las realidades de la politica internacional sino que también las enmarea, es decir, las circunseribe y canaliza dentro de determinados cauces, Desde éste punto de vista, el derecho ejerce un influjo benéfico sobre la politic: internacional en cuanto procura armonizar las relaciones entre los Estados y en cuanto sefiala las metas ideales hacia las cuales éstos deberian tender en su trato reciproco. El principio pacta sunt servando representa, desde este punto de vista, una de las contribuciones mas valiosas del derecho internacional para que las relaciones entre los pueblos se mantengan dentro de formas dignas y civilizadas. Es verdad que las normas del derecho internacional han sido objeto de innumerables violaciones en la practica. Pero sin desconocer este hecho, por demas real, cabe preguntarse qué ocurriria si la politica inteacional no contara con el auxilio del derecho para encuadrar su actividad, El imperio de la pura fuerza (que hoy significaria la certeza de la destruccién total) se enseitorearfa del mundo. Pese a la influencia altamente positiva que el derecho ejerce sobre la politica internacional, conviene precaverse contra el exceso de juridicidad en las relaciones internacionales. Existe, en la actualidad, una tendencia exagerada a conferir forma contractual a asuntos que, por su naturaleza, convendria dejar librados a la esponténea fluidez de los acontecimientos y a la libre determinacién de las partes. Cada afio los Estados 174 RELACIONES CON OTRAS DISCIPLINAS celebran millares de acuerdos y convenciones, muchos de los cuales nunca Ilegan a entrar en efectiva vigencia Ello conspira contra el prestigio de los tratados y, por ende, contra la autoridad del derecho internacional. Pero por sobre todo, acostumbra a los gobiernos a no dar importancia a los instrumentos que suscriben y a considerarlos, segimn la frase célebre, como meras "tiras de papel" 8. La moral en las Relaciones Internacionales En sentido estricto, hablar de la moral en las relaciones internacionales importa enunciar una tautologia puesto que la ciencia que las estudia es, ella misma, una ciencia moral, como lo son todas las que tienen al hombre o a las sociedades humanas como objeto de su estudio. No se trata pues aqui de discutir sobre el caracter moral de la disciplina sino de considerar el papel que lz moral desempefia en la conduccién prictica de los negocios internacionales. Bajo este aspecto, el debate que se viene desarrollando desde Maquiavelo en adelante en el campo de la politica genéricamente considerada es también aplicable mutatis mutandis a la politica internacional. Los que se proclaman seguidores del gran florentino (aunque no posean su genio ni siempre lo entiendan bien, afirman que la moral no pasa de ser un recurso de propaganda que los gobemantes utilizan para encubrir y hacer menos odiosa la prosecucién, de sus objetivos. En su conocida obra "La Politica del Poder", Georg Schwarzenberger formula en téminos inequivocos esta doctrina sobre el papel vicario de la moral en las relaciones internacionales. "La tarea principal de la moral internacional tal como realmente se aplica - dice- consiste en reforzar la politica del Estado". Y agrega que esta aplicacién de la moral alcanza su més alto grado cuando hay que preparar a los pueblos para la guerra pues entonces hace falta revestir a la propia causa de los méritos y virtudes que la justifiquen ante propios y extrafios. En sintesis, expresa Schwarzenberger, la principal funcién de la ‘moral internacional no consiste en controlar la propia conducta sino en su utilizacién como arma poderosa contra enemigos potenciales o reales. Frente a esta concepcién crudamente a moralista, otros autores adoptan, dentro de la misma linea, formulas més mitigadas. Asi, Morgenthau teconoce que cuando Europa era gobernada por una aristocracia interconectada, y tenian vigencia usos y valores supra- nacionales (la religidn, el sentido del honor, etc.), existia un cédigo comparativamente respetado de moral internacional. Pero cuando aquellas aristocracias cedieron el paso a otros estamentos que no poseian el mismo ethos y cuando el nacionalismo se impuso sobre las concepciones supranacionales heredadas del mundo medioeval, ese codigo moral perdié autoridad y no fue reemplazado. Los adeptos del método cientifico se preocupan poco por el problema de la moral en las relaciones internacionales, probablemente porque sus elementos no resultan ficilmente cuantificables. Pero uno de los precursores de esa escuela, Quiney Wright, le consagra algunas paginas de su obra capital. Para Wright las tablas de valores morales de los principales paises del mundo difieren y son, en grado diverso, reciprocamente incompatibles. Al acentuarse las vinculaciones materiales de todo tipo entre las regiones ‘més apartadas de la tierra, esas incompatibilidades han agudizado los conflictos. Pero 175 MARIO AMADEO por otra parte, de esos mismos contactos ha resultado una suerte de cultura universal embrionaria que se manifiesta, entre otras formas, por la difusién a través del mundo entero de las técnicas y valores de las culturas de mayor entidad, por la universalizacién de ciertos cénones literarios y artisticos, por la proliferacién de los organismos internacionales y por los intentos de los pensadores de las culturas principales para formular una tabla de valores comunes a la emergente cultura universal. De esta "internacionalizacién" de valores surgen Jos elementos de una moral internacional cominmente aceptable. Un esctitor de origen francocanadiense, Denis Goulet, ha planteado la necesidad de conferir sentido ético a las aspiraciones comunes del género humano por una vida mejor y, en particular, respecto del problema del desarrollo. Goulet niega contenido moral al orden politico-econémico vigente pero advierte a la vez que la busqueda incontrolada del desarrollo subordina los medios a los fines y no es, por tanto, aceptable. Para él Ia ética debe reflejarse no sélo en los fines generales sino también en los eriterios especificos para identificar qué instituciones se adaptan a esos fines en situaciones concretas. Por eso, subraya, "la forma cémo el desarrollo es logrado no es menos importante que lo que con él se consigue’ Hemos indicado someramente la posicién de cuatro escritores representatives del pen- samiento actual sobre el papel de la moral en la vida internacional. Enunciaremos ahora nuestra posicién que se identifica con la doctrina cristiana tradicional. Esa posicién fue ya formulada con respecto a la politica en general, pero en virtud de la unidad sustancial de la ciencia politica, su enunciacién es valida también para la politica internacional. El objeto formal de la sociedad internacional es el bien comin, Ese bien es superior al bien individual de los miembros que la componen, La consecucién del bien comiin s6lo es posible mediante la observancia de la ley moral. Todo apartamiento de dicha ley entrafia un desorden y constituye un germen de disolucién y de muerte para las sociedades que la olvidan o la rechazan, En su vida de relacién internacional, los Estados estan obligados a obrar conforme a la justicia, cuyas normas esenciales -no perjudicar a los demas y dar a cada cual lo suyo- son parte de la ley normal Al propio tiempo, los Estados no solamente tienen el derecho sino también el deber de hacer respetar sus derechos y de defenderse cuando esos derechos son amenazados 0 vulnerados. En esa defensa los Estados pueden emplear todos los medios adecuados, inclusive la fuerza material, en el caso de que ese empleo sea indispensable para la salvaguardia de sus derechos. Cuando existe una autoridad internacional legitimamente constituida, los Estados que han participado en su constitucién tienen el deber de acatar las decisiones que adopte en el marco de sus atribuciones. Si no existiera ninguna autoridad internacional competente, corresponde al propio Estado que se juzga lesionado determinar, conforme a la justicia ya la prudencia, los medios por los cuales ha de afirmar sus derechos. El bien comiin intemacional exige la solidaridad de sus miembros del mismo modo que el bien comin nacional exige la solidaridad de los ciudadanos. El Estado tiene, por tanto, la obligacién de propender por todos los procedimientos a su alcance al fortalecimiento 176 RELACIONES CON OTRAS DISCIPLINAS de los vinculos amistosos y de cooperacién con los demas Estados como medio para contribuir a la paz y a la armonia internacionales. Los principios que acabamos de exponer representan -formulados escuetamente- lo esencial del pensamiento cristiano en materia de moral internacional. Para muchos, es- pecialmente para quienes se autocalifican de "realistas" y creen que la ‘inica realidad de la vida internacional esta constituida por los antagonismos que genera la lucha por el poder, la concepeién cristiana parece ingenua y -en cuanto fuere aplicada- nociva para el interés nacional. La experiencia histérica no confirma esa interpretacién. Es verdad que a lo largo de los siglos se puede registrar innumerable cantidad de violaciones a la ley moral en las relaciones entre los Estados y que con bastante frecuencia los abusos y los crimenes cometidos por éstos no han recibido adecuada sancién, Pero las transgresiones no siempre han sido provechosas para quienes las han cometido. Mas aiin, una valoracién objetiva de las relaciones internacionales revela que los Estados que han desconocido sistematicamente sus deberes morales han debido pagar, a la corta o a la larga, un precio elevado por su inconducta. La sujecién a normas éticas no es, pues, una manifestacién de candidez. Aparte de reflejar valores humanos més altos, es una expresién de sabiduria politica. Un Estado que respete los derechos ajenos tiene mucho mas posibilidades de ver respetados los propios que aquellos que hacen caso omiso de sus obligaciones. No se puede, por cierto, desconocer, que los hombres no son buenos por naturaleza, como suponia Rousseau, y que tampoco lo son siempre los Estados. Pero la gran cuestion en esta materia es, como dice Kenneth Thompson, "saber actuar con juicio y discernimiento moral en un mundo esencialmente inmoral". Por otra parte, y sin invalidar esta apreciacién, las fuerzas morales que gravitan en la escena internacional son més fuertes de lo que los pseudo realistas estén dispuestos a admitirlo. La condena mundial del genocidio y de otras atrocidades tiene, en ultima instancia, un fundamento ético como lo tuvieron en su tiempo las normas dictadas para hacer menos inhumana la guerra. La observancia de la ley moral no s6lo no prohibe la defensa celosa del interés propio sino que el derecho y el deber de cuidar de si mismo es parte de dicha ley. Por eso el Estado actia conforme a la justicia cuando convoca a los ciudadanos a armarse en defensa de la patria y por eso vulneraria los derechos de a sociedad civil la admisién juridica de la "objecién de conciencia” para eximir a algunos de esos ciudadanos de sus deberes para con la comunidad a que pertenecen. Fn sintesis, no solamente la preservacién de la mn de un independencia y la integridad territorial es legitima sino también lo es la realiza destino de grandeza, 7

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