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Los complejos piramidales y el urbanismo en Egipto FERNANDO GLoriA EsTUA* Che, ved logo) Para el Reino Antiguo egipcio los sitios mds estudiados y mejor conservados son los pertenecientes a las necrépolis funerarias. Comparativamente hablando, atin és escaso el conocimiento acerca de los asentamientos urbanos de dicho periodo.! To anterior lleva la suposicin de concebir a Egipto como una “civilizacién sin siudades”, tesis formulada hace ya algunas décadas (1958) por el egiptélogo John Albert Wilson, que sostenia que la civilizacién egipcia habia iniciado su desarrollo * Arquedlogo y Maestro en Estudios de Asia y Africa, Colegio de México. El registro arqueolégico en Egipto se enfrenta a distintas situaciones desfavorables paralllevar a buen término las investigaciones dentro del trabajo de campo, como lo es que muchos sitios se hallen sumergidos bajo gruesas capas de aluvién (Trigger, 1983:10; Adame, [apud, Gloria, 2000:63}, 0 bien, debido a que muchos de ellos con el transcurso de los afiee se transformaron en monticulos artficiales 0 selb, pues los poblados iban creciendo de forma vertical y horizontal; sobre tales monticulos se levantan cementerios 0 pueblos modernos. Por otra parte la utilizacién del sebbaj (término que designa el apilamiento de los eecomies arqueolégicos) como abono, hizo que prosperaran los excavadores de sebbaj, que paulatina- mente iban destruyendo y al terando el registro arqueolégico [Eggebrecht, 1990:164; Kemp, 1977:187; Adams, apud. Gloria, 2000:63-64; Kemp, 1995:687], con especialidad en Medio Oriente, El 1 | Fervanoo Groria Estria LOS COMPLEJOS PIRAMIDALES Y EL URBANISMO EN EQIPTO como sociedad estatal sin la presencia de asentamientos a los que pudiera califi- carse de ciudades.? Sin embargo, ya O'Connor [1972:683] afirmaba que tal plan- teamiento podria ser aceptado sélo si el término “ciudad” era entendido en un de su ral, deben de insertarse en el sistema de modo de vida urbano 1 disperso de Egipto. Hay que sefialar que los dominios funerarios eal también como un sistema de colonizacién y ocupacién de tierr en distintas reas del pais, se impulsé la creacién de pequefios asentamientos que apesar de su cariz.ru sentido estrecho y especializado. La tesis de licenciatura de Fernando Gloria [2000] que aborda dicha pro- blemitica, sugiere —de acuerdo con la informacién obtenida al respecto— que I: presencia del urbanismo en Egipto, debido a sus caracterfsticas en cuanto confor. fmacién politica de Estado unitario [Trigger, 1995; Wenke, 1998), asf como por imaci Gus variables ecoldgicas, se plasmé en el patrén de asentamiento? bajo la forma de| fin sistema de modo de vida urbano disperso. ~~ La principal hipétesis, partiendo de que las caracteristicas del modo de vida tringen sélo a la ciudad sino que van mas alli de sus limites ¢ Jar con el 4mbito rural,‘ es que el urbanismo en territorio.® TLusTRACION 1 urbano no se rest incluso se pueden llegar a mezcl Fgipto durante el Reino Antiguo fe motivado por la creacin y el mantenimiento de enormes obras constructivas como los complejos funerarios reales, que de mane > ra paralela dieron paso a la concentracién en los lugares de trabajo de una partedela poblacién dedicada a actividades distintas y especificas, con la consecuencia de los ‘resultados de dicha interaccién humana dencro del proceso urbano.en Egipro, Por otro lado, con la creacién de templos funerarios y sus conjuntos resi- denciales de sacerdotes y servidores adjuntos a las necr6} lis reales —las villas de i Y 4 jas pirimides—, as{ como la donacién que les hizo la corona, de propiedades a ‘fcolas naderas a titulo de dominios funerarios (hut ka) que se localizaban Necrépolis de Guiza (tv Dinastfa): pirdmide de Menkaura (A); pirdmide de iI £% Sgeleoss Y Be eae a Kaha (B); pirdmide de Khufu (C); cementario oeste (D); poblado de los 7--"Cal-~fo lofercolanh ob cobmawintron al obreros (G)\Hiporéticamente se situa la “Ciudad de la Pirdmide” (FJ; y el = er at ‘io Real (E) [Stadelmann, 1997]. 2 Para entender mejor este postulado véase el articulo de Barry Kemp [1977]. Kaeeeee ea a os chic gy for /Ak /ot-0r/24- ne 4, ham io de la existencia Zo, alifica la distribucién y estructura de los asentamientos es “patrén de ‘ede ser definido como la forma en la que el hombre dispone vive, referido a sus habitaciones y a su arreglo, asf ios pertenecientes a la vida en comunidad Hemos de distinguir dos momentos importantes deni el primero de ellos se encuentra relaciona- 3 El término que asentamiento”, mismo que pus de s{ mismo a través del terreno donde ‘como ala naturaleza y disposicién de otros edi [Willey, apud. Gloria, 2000:48]. Por su parte Winters [1969] define por patrén de asenta- sistémica de los complejos piramidales; ‘oceso mismo de la construccién, el que conllevé la atraccién y el | do con el pr Iniente a las “telaciones geogréficas y fisiogréficas de un grupo de sitios contempordneos dentro de una sola cultura” (Winters, apud. Parsons, 1972:132]. Fee ea aeeiesiehenl 4 e = ie : emis pirdmides, segin Lehner [19979], representé durante el Reino Anti (Redman (1990:278] comenta que eF urbanism refiere la toraidad de laorganizacién de una Ge Beeler oa ts eclceiee IE cefpcin, pte Gauri OS aio jincluyen tanto eiudades, como poblados y aldeas, aurique la ciudad serfa aoe construfan sus pirimides fundaban también haciendas y villas en las provincias del esta- sociedad urbana, el centro fisico donde se manifestaria la del culto funerario real y del personal involucrado. mayoria de las condiciones de la vida urbana. do egipcio para el mantenimiento 26 27 t tanyn OS wh iW Ferwanbo Gtoria Est0a dicada a distintas activida- id itio. La creacién de un ecto de las caracteristicas del conjunto de Guiza, produjo un importante eeeicio de agiomeraciOn urbana que abarcaba tanto al sitio mismo (durante su espacio de 4 nur’ : : : ee de construccién), como al asentamiento que debié haber ocupado Ia pobla- “in involucrada en la obra. El ejemplo de este tltimo lo demuestran los hallazgos cién involucrada en la obra. control de u jrechos en el sitio de Nazlet el-Samman, en las proximidades del conjunto funera- i iza [v. Lehner, 2000:42-57]. Foal i ES iseatab momento es el que se suscita durante el mantenimiento del sulto real que se realizaba en las dependencias del templo funerario anexo a la c pinimide. Dicha actividad refleja un aparato administrative que se iré haciendo ada ver mds complejo, producto de un sistema que integré al territorio egipcio y que encabezé el propio faraén. jue destacar a las denomi- | nadas villas de las pixdmid nédulos de Dentro de esta fase ha inios funerarios (hut ka), como muestras de | LOS COMPLEJOS PIRAMIDALES: DEFINICION Los complejos piramidales son el conjunto de estructuras y elementos asociados = : 2 alculto funerario real agrupados en un determinado sector. Se caracterizan porque ve -—, consti emento de mayor relevancia por pirdmide —Ia tumba del ey—, constituye el 2 Zz a eje de todo el complejo de edificios y elementos asociados a ella. Estos conjuntos funerarios son en s{ mismos un grupo de estructuras que funcionan i aS GaSe fanciona alrededor de la tumba del faradn como un elemento que se integra y func ededo mi = A re fn teorfa un nuevo culto era creado para el kalde cada _gobernante, el cual eg las “fundaciones piadosas”, pues para el mantenimiento del culto funerario del 5” | rey se destinaba cierta cantidad de gente, ganado, y tierras, por lo que también fonaee ico, centro de un engranaje de produccién, almace- ‘namiento y redistribucién [Lehner, 1998:9, 228]. ‘Al término de las obras de la edificacién funeraria proseguta la segunda fase dad humana sobre el sitio, que era el mantenimiento del culto funerario f realizacién de todos los requerimientos que fueran necesarios para culto que, segtin Pirenne [1989:154], haba adquirido aspecto de un culto “nacional”. El culto real era realizado en el templo de la pirdmide por un cuerpo de sacerdotes y servidores. Sefiala Malek [2000:105], que cada com- piramidal era el centro del culto de un rey muerto, culto que en teoria se el remplo dedicado a la memoria del difunto. tuarfa de forma indefinida en 2 el rey dotaba de lo necesario a su establecimiento funerario para que al co En su eulto funcionara de manera independiente. A cada culto funerario se le ignaba una serie de propiedades esparcidas por todo el pals que proveerian las sition dichas propiedades eran dota- tenfa la intencién de perdurar por siempre siendo financiado por las rentas de las tierras que se les asignaba,"! a dicho tipo de asignaciones se les conoce como Re | represeneaba ay ofrendas diarias del rey presentadas en su templo; “das con poblacidn gampesina y ganado. Sin embargo, es probable que sélo una “parte de lo que era producido y destinado a estos establecimientos fuera a parar a la mesa de ofrendas. La mayor parte fue empleado en beneficio de los sacerdotes, fancionarios y artesanos involucrados en los servicios del culto. A partir de aqui se cestablecfa una forma de redistribucién de la produccin del Estado mediante el real, que se reproducfa de forma descendente entre los cultos pri- culto funerario real, que s : rvidores, que a su vez sostendrfan a quienes laboraban duci Distribucién de los dominios funerarios del faraén Esnofru (iv Dinastfa) a través del territorio egipcio 2 (Lehner, 1998]. vados de funcionarios y se! C Py en sus cultos. 1 ello con cada nueva pirdmide un gran drea de tierra cultivada, inevitablemente dejaba Epigraficamente, la importancia de las tierras y dominios de los complejos piramidales para la economia del pals se puede apreciar en el incremento de titu- 35 de estar ligada directamente al poder central [Malek, 1986:72]. 34 Ferwanvo Gtorta Est0a los conectados con las pirdmides que se aprecia ya hacia la quinta dinastfa (Bietak, 1979:130]. Fue en la quinta dinastfa también que los altos funcionarios y sacer- dotes que servian en alguno de los templos de las pirdmides comenzaron a recla- mar para si mismos una parte de lo producido por las asignaciones de tierras del qulto real (Lehner, 1998:228]. Respecto a lo anterior Roth [1991:116 y s] dice que las asignaciones desti- nadas a los cultos funerarios reales fueron tratadas casi como una propiedad p vada por los funcionarios del templo, quienes dividfan la propiedad entre sus herederos o las usaban para establecer sus propios cultos funerarios. La extensién de las donaciones hechas a los complejos piramidales podia variar desde 1 a 50 hectéreas de tierra o mas. Sin embargo, en principio to variar desde 1 a 50 hectéreas de tierra en principio todos estos recursos estaban a disposicién del gobierno [Kemp, 1997:140]. Es impor- tante mencionar que el sistema de asignacién de propiedades al culto funerario fue reproducido también en diferente escala entre los distintos niveles de la socie- dad egipcia pues existian también cultos funerarios privados [#bid.:115]. Cada culto funerario dotado con tierras —que inclufan gente y ganado—, funcioné | como una vertiente en la colonizacidn del territorio egipcio.'2 Sefialan Bietak [1979:130], Malek [1986:68] y Lehner [1998:228] que es a partir de la m dinastfa (época en que se inicia la construccién de las piré- mides), que se registré un programa de colonizacién del territorio al establecerse nuevos asentamientos (niut) en territorios virgenes y al crearse fincas o haciendas rurales (Aut), entre las que hay que destacar las fincas reales (ut-aat), que tenfan como tarea principal producir los recursos necesarios para el sostenimiento Jdel culto funerario, creando asi un flujo de recursos desde la periferia al corazén del Estado.!? La dotacién de tierras que funcionaban como campos o vifiedos para ulto real y hacerlo econémicamente inde- salvaguardar el mantenimiento del c 12 Segiin Bietak las fundaciones piadosas fueron fundadas por todo el pals “again and again by each king’, lo que condujo a una colonizacién interna del pais y a un {mpetu en el desarrollo urbano de Egipto [Bietak, 1979:130]. (P)o que para Lehner representa que Egipro fuese el primer Estado centralizado del mundo ;. Lehner, 1998:228]. 36 LOS COMPLEIOS PIRAMIDALES ¥ EL URBANISHO EN EGIPTO eran dominios reales que se situaban cerca del complejo piramidal, de estas donaciones de tierra se hallaban por todo el territo- rio egipcio'* [Eyre, 1987:35]. Su produccién agricola y ganadera se canalizaba en beneficio de quienes laboraban en los complejos, ttabajadores y personal del culto, as{ como en beneficio del rey mismo. Muchos de los dominios funerarios io vi icularmente en el Delta,! por lo pendiente, aunque la mayoria fueron establecidos que campesinos provenientes de densos poblados fueron reestablecidos para culti- uipo. Incluso se llegé a utilizar cautivos de nte de esas regiones para coloniizar las ado var [a tierra, junto con Libia y Nubia asi como ganado provenie: tierras virgenes. _En opinién de Pirenne [1989:363], cada poseedor ¢ raria, que podria incluir varias propiedades, organizaba la administracién desu “dominio a semejanza de la del culto real. De tal manera.se. creé.una_adminis-_ tracién “doméstica” que reproducia los mismos titulos de los funcionarios del Esta- _do para sus empleados. Este ti de modelo condujo a la generaci6n de “propiedades| sefioriales” que segtin el propio Pirenne funcionarian como eélulas econémicas y so- _ciales cerradas [#bid.:367]. ‘Aunque arqueolégicamente se desconocen las fine las fandaciones funerarias (per djet), se tiene informacién as (but) establecidas por deellas por medio de las en las distintas provincias del racionaban como haciendas 0 M Comenta Lehner que cuando se construfa una pirémide, esas propiedades se territorio egipcio se establecian propiedades de tierra que fu villas agricolas 0 ganaderas. El ganado y la produccién agricola de Yestinaba hacia el area del complejo piramidal donde era distribuido entre los sacerdotes, especialistas y personal que laboraba en cada complejo (Lehner, 1998:9). 5 De acuerdo con el propio Lehner, es en el Reino Antiguo cuando puede apreciarse un | rea del Delta [Lehner, 1998:103]. incremento en la fundacién de villas y haciendas en el Wenke [1998] sugiere que la multi- Por otro lado, mediante la informacién arqueoldgica, plicacidn de los asentamientos en el Delca se debié probablemente a la multiplicacin de P munidades agricolas en esta regién. Al parecer algunas de estas villas agricolas fueron creciendo en tamafio y complejidad, como se aprecia en el sitio de Mendes que presenta tn continuo crecimiento entre el 3100 y el 2100 a.C., se transformé de una simple comu- hidad agrfcola, a una zona de puerto conectando la regién del Delta oriental con la regién sitio-palestina [Wenke, 1998:40]. Bye seedor de una fundacién fune- Ferwanpo Guoria ESt0A representaciones halladas en las mastabas de los nobles, en las que pueden ser apreciadas las distintas actividades que se realizaban allf. En las escenas se repro- ducen actividades relacionadas con la agricultura, la ganaderfa, la caza, y la pesca {Altenmiiller, 1997:87]. Seguin Vercoutter [1982], la propiedad egipcia comple- mentaba su autosuficiencia con talleres donde los artesanos trabajaban la materia prima para transformarla en productos acabados [Vercoutter, 1982:239]. En los talleres artesanales (15), grupos de escultores, carpinteros, orfebres, ceramistas, findidores, curtidores, llevan a cabo su oficio fabricando lo necesario para el ajuar funerario; los excedentes de dicha produccién se ponian a la venta en el mercado o eran utilizados para otros cultos funerarios [Altenmiiller, 1987:87 y s; Drenkhahn 1995:332 y s]. En las escenas de las mastabas aparecen representa- dos también grupos de panaderos, cerveceros y carniceros [Pirenne, 1989:363]. El duefio de la tumba aparece como “inspector” en cada una de las activi- dades de la tumba [Altenmiiller, 1987:89]. Por otra parte se le ve rodeado de un cortejo de servidores entre los que hay que destacar a los cantores, miisicos y bailarinas [Pirenne, 1989:363]. EI nucleo de la hacienda lo constitufa la residencia del funcionario. Una propiedad larga y ancha, rodeada por muros, que comprende una casa habita- cién, un estanque, una vifia, un bosque y un huerto de higueras [Pirenne, 1989:193]. La vivienda deberia de contar también con espacios destinados a los graneros y talleres (Pinch, 1995:363 y s]. COMENTARIOS FINALES Los complejos piramidales son una vertiente en el urbanismo de Egipto durante el Reino Antiguo. Este urbanismo puede reconocerse durante la fase sistémica del complejo funerario en dos momentos. El primero de ellos corresponde a la fase constructiva, a partir de la cual la empresa del Estado requerir de la creacién de “un lugar para alojar a la poblacién inmersa en los trabajos de construccién, una poblacién social y funcionalmente heterogénea, asi que dicho asentamiento —citando una vez mids el caso de Nazlet el-Samman— serfa el nticleo de un notable conglomerado urbano. 38 LOS COMPLEJOS PIRAMIDALES ¥ EL URBANISMO EN EoipTo El segundo momento relacionado con el mantenimiento del culto fune- rario —que llegard a traslaparse con el momento constructivo—, involucra un ‘urbanismo particular, ya que al parecer no se refleja en asentamientos de propor- ciones mayores. Por el contrario se manifiesta en jucidos nédulos de concentra ‘cién urbana, como las planeadas villas de las pirdmides —que se hallan adheridas ‘al conjunto funerario y por tanto cercanas al érea menfitica—, y en lugares de manifestacién preferentemente rural que se extienden por todo el territorio; es el_ caso de los dominios reales (ut aat). BIBLIOGRAFIA Altenmiiller, Hartwig “La vida diaria en la eternidad: las mastabas y las tumbas rupestres de los funcio- 1997 narios”, en Schulz, Regine (ed.), Egipto, el Mundo de los Farones, Kénemann, Maxeville, pp. 79-93. Bard, Kathryn 1992 “Toward an Interpretation of the Role of Ideology in the Evolution of Complex Society in Egypt”, en fournal of Anthropological Archaeology Nueva York, niim. 11(1), pp. 1-24. Bietak, A. M. i ‘ 1979 “Urban Archaeology and the “Town Problem’ in Ancient Egypt’, en Weeks, K, (ed), Egyptology and the Social Sciences: Five Studies, Cairo, The American University in Cairo Press, pp. 97-144. 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