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UNIVERSIDAD AUSTRAL Facultad de Ciencias Empresariales MASTER EN CIENCIAS EMPRESARIALES NOTA TECNICA: ETICA “Actuaciones ante entornos corruptos” Prof.: Pbro. Jorge Palma. re NT98,1 UNIVERSIDAD AUSTRAL ACTUACIONES ANTE ENTORNOS CORRUPTOS (") Introduccion Las transacciones comerciales de la empresa, correctamente realizadas, facilitan el desarrollo humano y un correcto funcionamiento del mercado. Sin embargo, a veces, la empresa -y, actuando en su nombre, los directivos empresariales- se encuentra con entornos faltos de honestidad e irrespetuosos con la dignidad de las personas que actiian como agentes econémicos. Cuando el entorno es propicio a realizar pricticas corruptas y, mucho més, si la corrupcién ya existe, surgen dos tipos de tentaciones al directivo empresarial, La primera es tomar la iniciativa de acudir al soborno para conseguir un resultado favorable. La segunda es aceptar las «reglas del juego sucio» impuestas por un entorno corrupto, alegando que no hay ‘més remedio para mantenerse en el negocio y, en definitiva, para sacar adelante la empresa. Un primer problema es emitir un juicio ético correcto. Esto puede ser particularmente dificil cuando la situacién es fronteriza entre lo que es ético y lo que no lo es, 0 cuando, en determinadas circunstancias, la mejor alternativa que se puede tomar, siendo buena en si misma, tiene efectos secundarios malos que parecen inevitables. Sobornos y extorsiones Comencemos por clarificar qué se entiende por soborno, y por extors del esquema de la Figura 1. jon, con ayuda * Nota técnica de la Divisign de Investigacién del IESE. Preparada por el profesor Doménech Melé. Enero de 1993. MCE NT98,2 UNIVERSIDAD AUSTRAL Extorsién Vinculacion + Negociacién contractual Soborno x Deberes de justicia y de lealtad Figura 1 En un soborno, alguien (V) oftece dinero o alguna otra dadiva a una persona o a un grupo (C) vinculado a alguna organizacién o a la Administracién pablica (E), para obtener algun tipo de provecho. Un ejemplo tipico es que V sea un vendedor que trata de sobornar a tun agente de compras C, vinculado a una empresa E, ofreciéndole una «comisién» para que le compre algin producto con preferencia a otros vendedores. Entre los objetivos més usuales que persiguen los sobomos, pueden citarse: obtencién de sentencias o arbitrajes injustos, encubrimiento de delitos, adjudicacién de contratos, logro de subvenciones piblicas, concesiones, cargos, calificaciones de terrenos, exenciones, permisos, recomendaciones, etc. Otras veces, estos objetivos se obtienen por «amistad» 'o, para ser mds exactos, por «amiguismo»: Se hace un favor, discriminando a otros, esperando ser correspondido algin dia o en recompensa de algin «favor» anterior o, incluso, por simpatia. Las exiorsiones parten de quien tiene poder de decisién, o puede ejercer influencia sobre el decisor. El extorsionador exige dinero u alguna otra dédiva a alguien, sin que tenga ningin derecho a ello, a cambio de otorgar algiin provecho 0, simplemente. pide alguna recompensa por hacer algo a lo que esta obligado por razén de su cargo (p.e., por ser funcionario) bajo amenaza de dilatar desmesuradamente su gestidn o causando algin otro perjuicio al sujeto extorsionado. Cuando en el soborno y en la extorsién interviene un funcionario piblico, el Derecho Penal lo tipifica como un delito de cohecho.’ Algunos «justifican» los sobornos alegando que es una herramienta de marketing. Se " En realidad, en las précticas corruptas no hay verdadera amistad, ya que la amistad busca el auténtico bien del amigo y actuar asi no es bueno para él -para su desarrollo humano-, sino que lo degrada en su humanidad, por implicarlo en algo injusto En la legislaciOn espafiola, se define el cohecho como un delito atentatorio de la funcién pablica en que incurre tanto el funcionario publico que solicitase o recibiese, por st 0 por otra persona intermedia, dédiva o presente pata realizar un acto licito 0 jlicto referido al ejercicio de su cargo, como el particular que mediante promesas w ofrecimientos corrompiese 0 intentase corromper al funcionario 0 aceptase sus solicitudes (eft. Cédigo Penal, art, 385 a 392). MCE NT98,3 UNIVERSIDAD AUSTRAL les considera como un mero coste comercial o, si se quiere, como el pago a un «servicio». A veces, la préctica de los sobornos llega a racionalizarse hasta el punto de afirmar que son una exigencia sine qua non para el bien de la empresa, para el logro de los necesarios beneficios 0 para la continuidad de los puestos de trabajo. Tampoco faltan quienes argumentan que «el mercado es la jungla», que «todo el mundo hace lo que puede», u otras razones por el estilo. Por su parte, quienes aceptan sobornos 0 exigen extorsiones suelen argumentar que se trata de un sobresueldo, o de una gratificacién inherente al cargo. Algunos, sin dar razones morales, se limitan a afirmar que «aceptar lo que te offecen» es una oportunidad que seria ridiculo desaprovechar. En los paises en vias de desarrollo, los funcionarios y politicos que aceptan pagos turbios encuentran razones para su conducta en la permisividad del Gobierno de sus respectivos paises, en los bajos salarios, que segtin ellos justificarian cierta compensacién, en la actuacién sobre compafiias multinacionales que consideran «explotadoras» de las riquezas nacionales, etc. No faltan quienes argumentan que fueron las propias compafias extranjeras quienes introdujeron la corrupeién. Moralidad del soborno y de la extorsién Los anteriores argumentos presuponen que el interés econdmico personal -0, mis raramente colectivo- es el criterio supremo para la accién. Pero cualquiera que considere el carécter instrumental de lo econdmico y la necesaria subordinacién de los intereses econdmicos a la ética y, en definitiva, al bien integral de la persona, se dard cuenta de la falacia que eneierran las razones que se dan para practicar sobornos o extorsiones. En efecto, aceptar un soborno es siempre una accién moralmente ilicita, por cuanto: 1) Quien acepta un sobomo o exige dinero u otra dadiva, aprovechindose del cargo ocupado, para favorecer a alguien, comete un acto de deslealtad con la empresa a la que esta vinculado (caso de un jefe de compras, p.e.) 0 con la sociedad a la que sirve (funcionarios, politicos), y comete una injusticia ya que falta un titulo que otorgue derecho a esa retribucién. Los deberes de lealtad inherentes al cargo de un jefe de compras, basicamente, consisten en adquirir lo mas conveniente para su empresa. El cargo no otorga ningtin tipo de derecho para aceptar dinero, de modo que aprovecharse del cargo para lucro personal es un abuso de poder. Algo andlogo podria afirmarse de un funcionario 0 de un politico que trabajen para la 2) Puede haber injusticia con los proveedores que «juegan limpion y, tal vez, ofrecen a la empresa, a través de su jefe de compras, un producto en mejores condiciones que los que pagan sobornos, 3) Puede haber injusticia con la propia empresa, si ésta tiene que abonar un precio superior por el producto adquirido, quiza para compensar el importe del soborno, © le impide lucrarse de algiin descuento que, de otro modo, el jefe de compras podia haber obtenido para su empresa. ey NER. UNIVERSIDAD AUSTRAL, 4) Hay una falta de solidaridad, en la medida en que es contrario al bien comin, al incrementar la competencia desleal, distorsionar el recto funcionamiento del mercado y fomentar la prictica de manejos turbios en detrimento de la profesionalidad y del auténtico servicio (mejoras en precio, calidad del producto y servicio). na una actuacion Ofrecer un soborno nunca es licito, ya. que supone inducir a algui desleal ¢ injusta. También extorsionar es siempre ilicito. Al extorsionar, se exige dinero u otra didiva a la que no se tiene ningdn derecho, para dar a cambio un trato de favor a alguien o, simplemente, por hacer aquello que ya se tiene obligacién de hacer. Con ello: a) hay deslealtad e injusticia con la organizacién a la que se esta vinculado; b) se hace injusticia con el extorsionado (lo cual, dicho sea de paso, exige restitucién); c) puede haber injust terceros, y d) puede ser también motivo de escandalo, en la medida en que estimule a otros a realizar algo parecido y contribuya a erosionar el sentido de solidaridad en la sociedad. En cuanto a la moralidad de ceder a una extorsién, habria que distinguir dos situaciones: a) Que alguien sea extorsionado para otorgarle algo a lo que no tiene ningiin derecho, P.e., para obtener una sentencia injusta de un juez, o para evitar una denuncia justa de un funcionario y la consiguiente multa. Eso supondria aceptar una accién ilfcita, aprobdndola y cooperando activamente con ella ya que, si no pagara, no se realizaria. Por tanto, no es licito ceder a una extorsién para lograr algo a lo que no se tiene derecho. b) Que alguien sea extorsionado para otorgarle algo a lo que tiene pleno derecho. En este segundo caso, puede ser licito ceder a la extorsién para obtener un derecho, si se dan ciertas condiciones, Sin embargo, no es licito ceder a una extorsién, ni siquiera para obtener un derecho, si existen alternativas viables que permiten evitarla, Extorsiones para ejercer los propios derechos Las extorsiones cuya finalidad es realizar algo a lo que el extorsionado tiene pleno derecho se presentan cuando, p.e., algiin funcionario corrupto pide dinero a los particulares que acuden a él para que realice algin trémite administrativo, como obtener una licencia de obras, o dar curso a una mercancia perecedera retenida en la aduana, con la amenaza de actuar con lentitud, de poner injustos inconvenientes administrativos, retrasar el expediente u otras acciones parecidas. Ceder a este tipo de extorsiones es soportar una inju: sin provocarla ni aprobarla, Estamos en un caso denominado tradicionalmente de cooperacién material al mal. Mientras que la cooperacién formal al mal, 0 aprobatoria, nunca es licita, la cooperacién material no-inmediata puede serlo en determinadas circunstancias, aunque la licitud de ceder a la extorsin ha de ser muy bien justificada, MCE NT98.5 UNIVERSIDAD AUSTRAL No se puede, p.c., argumentar que «no hay més remedio», si antes no se han pensado y buscado otras alternativas posibles, incluyendo demandas judiciales o denuncias privadas 0 publicas de las que sea razonable esperar que serin atendidas y evitaran el perjuicio causado por la extorsién. En muchos casos, los empresarios competentes y honrados encontraran, con imaginacién y audacia, alternativas de accién que armonicen ética y eficiencia econémica, evitando ceder a la extorsién. Pero, no siempre es asi. Hay situaciones muy lamentables, donde la corrupcién esté arraigada: no es posible entrar en un negocio sin dar una «comisién» a las personas implicadas en las correspondientes decisiones de compra 0 contratacién: se sabe que todos los competidores lo hacen. A veces, el pago a quienes intervienen en el proceso de compra 0 contratacién llega a ser préctica generalizada en un determinado émbito o sector. La extorsin a veces se pide abiertamente (extorsidn explicita), pero no asi, Puede ser insinuada muy sutilmente, y aun no pedirse por ser de dominio piblico su existencia (extorsidn tdcita). En este segundo caso, nos encontramos ante algo que puede parecer un soborno, pero que en realidad es una extorsién, Las condiciones que justificarian ceder a una extorsién para obtener un legitimo derecho pueden coneretarse en los siguientes puntos: 1) Que haya imposibilidad practica de poder cambiar la situacién, ya sea presentando denuncias 0 querellas, comunicando la extorsién a los medios de comunicacién, etc., 0 buscando otras alternativas de negocios en los cuales no sea necesario este tipo de actuacién. 2) Que realmente exista extorsién. En la extorsién técita hay que tener pruebas razonables de que se trata de una situacién generalizada en todo el sector, o conocer de fuentes fidedignas que el extorsionador realmente negara el derecho si no se paga la extorsién (aunque no lo pida directamente). Ofrecer pagos «bajomano», sin que exista extorsién técita, seria un soborno y, por tanto, algo ilicito. 3) Que se actie con rectitud, es decir, queriendo conseguir un legitimo derecho (p.e., no ser discriminado por un funcionario o participar lealmente en la competicién comercial) 0, con mayor razén, si se est cumpliendo con un deber. 4) Que no se perjudique directamente a terceros. 5) Que existan razones morales objetivas (p.e., notoria pérdida de competitividad, continuidad de los puestos de trabajo, etc.), proporcionadas a los efectos malos indirectos, ocasionados por la aceién del extorsionador. En relacién con estos tltimos, conviene considerar: = el enriquecimiento ilicito del agente de compras; MCE NT98,6 UNIVERSIDAD AUSTRAL - la introduccién de una practica peligrosa en la propia empresa; = la posible vulneracién del derecho de la empresa-cliente de obtener Ja mejor oferta; - la posibilidad de que algiin competidor sea discriminado por no dar suficiente «comision»; - el posible aumento de la corrupcién en el ambiente, etc. 6) Que se evite el escdndalo moral, es decir, 1a induccién a otros a actuar mal al conocer que se ha dado una «comisién» ilegitima, Para ello conviene: a) manifestar al extorsionador el desagrado de verse obligado a actuar asf; b) explicar a los colaboradores prdximos, y otras personas que conozcan el asunto, las razones de necesidad por ias que se ha dado «comisién», la repugnancia a este tipo de operaciones y la falta de alternativas viables, y c) prever la posible difusién del hecho y los medios de defensa a que puede recurrirse, incluyendo 1a posible divulgacién por los medios de comunicacién social, y el daiio que puede causar una actuacién de este tipo a quienes no conozcan todos los detalles del caso, ma ¢ trata de una persona considerada de probada honestidad. Estas condiciones han de verificarse cuidadosamente, y con rectitud moral, para poder actuar con buena conciencia. No se trata de aducir sélo intereses econdmicos, por legitimos que sean, sino serios motivos morales. Si itud, facilmente podrian encontrarse pretextos para ceder a las extorsiones, olvidando que los juicios morales no tienen por objeto justificar malas actuaciones, sino determinar qué es lo correcto para actuar bien, No seria correcto, p.e., entregar un «sobre» para evitar complicaciones administrativas que podrian salvarse con medios licitos (estudios técnicos mas serios, comprobar si realmente lo que «se dice» que piden es o no un medio indispensable, etc.) esa rect En situaciones complejas, o cuando exista duda, lo mas prudente sera aconsejarse con personas imparciales, rectas y competentes. En este punto, hay que recordar que es dificil ser juez y parte al mismo tiempo. En todo caso, hay que plantearse la obligacién positiva de contribuir a cambiar las estructuras de corrupcién que existen en la sociedad, Por tanto, ceder a una extorsién aun implicando todos los criterios sefialados hay que considerarlo como una situacién limite. Cautela ante los regalos y las atenciones comerciales Hay un conjunto de pricticas que, en ocasiones, son asimilables a sobornos, mas menos encubiertos, pero no siempre es asi. Nos referimos a determinados regalos y a atenciones comerciales més 0 menos exageradas. Los regalos en los negocios generalmente proceden de quienes han sido favorecidos por otro, o esperan serlo, En algunos paises, los regalos se presentan como prueba de amistad, MCE NT98.7 UNIVERSIDAD AUSTRAL En sentido amplio, los regalos incluyen obsequios materiales, invitaciones a restaurantes y especticulos, viajes, servicios gratuitos, etc. En ocasiones, los regalos adquieren la forma de atenciones comerciales manifestadas en almuerzos de trabajo en restaurantes de moda, cursos de formacién con o sin dietas, visitas a instalaciones en lugares més 0 menos lejanos, etc. Otras veces vienen camuflados como honorarios para asesoramientos o similares. Los regalos pueden ser una muestra de hospitalidad o de gratitud, o ser expresién de atenciones comerciales usuales, practicadas por todo un sector, y aun en todo un pais. En algunas partes del mundo, como Extremo Oriente, paises iskimicos, Africa y Latinoamérica, la préctica de los «regalos» responde a costumbres locales generalmente arraigadas, siendo incluso una necesidad para hacer negocios en estos paises. Sin embargo, ciertos regalos y atenciones comerciales no son mas que formas elaboradas para revestir los sobornos con cierta elegancia, o para que pasen inadvertidos. La prudencia ayuda a discernir a tenor de las circunstancias hasta donde se puede llegar. En cada ambiente y situacién las personas honradas y sensatas distinguen qué regalos estin dentro de lo permisible y cuales no, y qué hacer cuando Hegan regalos a una empresa. En algunos cédigos de conducta empresarial, las compaitias legan a dar indicaciones muy precisas al respecto, lo cual puede ayudar a actuar bien a los empleados y directivos. Algo parecido ocurre con las atenciones comerciales que se offecen para ayudar a conseguir alguna venta o contrato. Para distinguir las atenciones comerciales ordinarias asociadas a una gestién de compra, de agasajos persuasivos asimilables a un soborno, pueden darse dos criterios prudenciales para quien los recibe. 1) No aceptar ninguna atencién que parezca desmesurada en orden a obtener mejor informacién del producto, o para negociar adecuadamente. 2) Las atenciones recibidas no deberdn obstaculizar la libertad e independencia para elegir lo que se estime lo mejor para la empresa a la que se representa, Quien ofrece las atenciones comerciales ha de tener en cuenta las costumbres del pais, las précticas generalizadas en el sector y, sobre todo, el sentido comtin, En todo caso, las «atenciones comerciales» nunca han de incluir actividades inmorales, y han de ser juzgadas prudencialmente, de modo que se respete Ia sobriedad y la austeridad a tenor de cada situacién particular. Consecuencias de la corrupcién en los negocios La principal consecuencia de los sobornos y de otras actividades corruptas en los negocios afecta al desarrollo humano de las personas involucradas en ella. Por otto lado, aunque la préctica del soborno puede suponer para la empresa alguna ventaja econémica a corto plazo, a la larga le puede perjudicar seriamente. En efecto: 1) La practica de los sobornos contribuye a la pérdida de calidad humana y profesional de las personas involucradas en la organizacién y, en consecuencia, se deteriora lo mas importante para el buen funcionamiento de la empresa: las personas que la integran MCE NI98.8 UNIVERSIDAD AUSTRAL 2) 3) 4) 6) Con tales practicas se expone a directivos y empleados a una mala reputacién y, tal vez, al rigor de la ley. Es dificil controlar dénde va a parar el dinero: no se extienden facturas por los sobornos. Con facilidad, el «vendedor» puede sentirse movido a aprovecharse de su cargo, al igual que el «comprador», y justificar dinero que ha ido a parar a su bolsillo. Se introduce en la empresa un peligroso modo de operar. Las energias humanas no se dedican a desarrollar una buena politica comercial, sino a negociaciones oscuras. Directivos y empleados pierden no sélo moral, sino también profesionalidad. La facilidad de obtener ventas mediante sobornos suelen crear pasividad, al tiempo que decrecen las virtudes y demas cualidades necesarias para superarse continuamente en noble competencia comercial El «compradom adquiere un «aprendizaje» negativo. Si es la primera vez que se realizan pagos «bajo-mano», se establece un mal precedente. El «comprador» advierte que la compafia esta dispuesta a realizar este tipo de pagos. Si no es la primera vez que ocurre, el «comprador» refuerza la conviecién de que el «vendedor» esta dispuesto a seguir jugando sucio. Es entonces cuando puede plantear un incremento de las «comisiones», especialmente si se da cuenta de que el «vendedor depende de esos pagos y ha perdido otras ventajas competitivas. De las atenciones comerciales desmesuradas puede pasar a pedir abiertamente una «comisiém, y tras obtener una «comision» pequefta, puede exigir otra mas grande, Estas pricticas abusivas pueden dar lugar a chantajes por parte de algin directivo 0 empleado (amenazas de delacién) si en un futuro cambia su disposicién con la direccién. Pueden también levantar una barrera que impida corregir fallos operativos. La prictica del soborno introduce un elemento distorsionador en la organizacién, y una erosion de la autoridad. La corrupcién en los negocios incide también en el conjunto de la sociedad, Entre sus consecuencias, pueden citarse: 1) Con la prictica de los sobomos, los ciudadanos y/o los accionistas suften pérdidas mientras sus agentes toman decisiones para su luero. Parte de las ganancias van a parar a unos sujetos que abusan de la confianza depositada en ellos. En los pafses en desarrollo, los sobornos y las extorsiones logran el enriquecimiento de algunos oportunistas que utilizan su cargo piiblico para su lucto personal, pero en nada contribuyen al bien comtn. Por el contrario, estos pagos acaban corrompiendo la moral de individuos y de grupos cada vez més numerosos que se sienten empujados al mismo comportamiento. La prictica del soborno y de la extorsién, si no se ataja a tiempo, deviene en una espiral de corrupcién. Este tipo de pricticas puede acabar por extenderse a otras MCE NT98,.9 UNIVERSIDAD AUSTRAL empresas y sectores econdmicos, y aun a todo un pais. Surge entonces una grave corrupcién social muy dificil de erradicar. Cuando el soborno se extiende por toda la economia nacional, se universalizan las ineficiencias y las injusticias en la actividad econémica y empresarial. Creada esta situacién, pueden esperarse también ventas de influencias y de cargos con poder de decisién. Esto produce frustracién, cinismo y enojo generalizado, tensiones ¢ inestabilidad en el sistema econdmico y politico y, en definitiva, una dinémica destructiva para las personas y la sociedad. 3) Los sobornos y las extorsiones son una transgresién a la libre comperencia, lo cual no s6lo es una injuria para los competidores, sino también para la propia sociedad, que se ve privada de productos a precios mas bajos o de mejor calidad, lo cual, obviamente, es contrario al bien comin econdmico. Todo ello trae consigo una disminucién del desarrollo humano y una influencia negativa en el desarrollo econémico del pais. Luchar por cambiar entornos corruptos La ética no se limita a prohibir, sino que contiene preceptos positivos. En consecuencia, cuando se presentan entomnos corruptos, las actuaciones empresariales no han de limitarse a lamentos estériles, sino que han de tratar de evitarlos y aun de cambiarlos. Empresarios y directivos empresariales y, de otro modo, también los empleados, tienen diversas posibilidades de accién para evitar la corrupcién en la empresa y para contribuir a erradicarla en el entorno exterior. Sin animo de ser exhaustivos, citaremos las siguientes: a) Competencia profesional Cuando hay competencia profesional existen menos riesgos de caer en pricticas corruptas, al estar en mejores condiciones de competir por calidad, precio, servicio y demas medios propios de competencia leal. En cambio, cuando falta la competencia profesional y la necesaria visién estratégica, la tentacién de acudir a medios corruptos aumenta. b) Implantacién de cédigos de conducta empresariales Se ha propuesto la implantacién de cédigos de conducta, «credos» empresariales y otros medios estructurales “para luchar contra la corrupcién y, en general, para mejorar el comportamiento ético de directivos y empleados. Para su efectividad hay que tener en cuenta: a) su contenido, que ha de considerar las circunstancias de cada empresa y ser conforme con los valores y normas éticas objetivas y universales aportados por la ciencia ética; b) su comunicacién, clara y efectiva a toda la organizacién, y c) su efectiva aplicacién y progresivo reforzamiento, para evitar que pase a ser letra muerta, * Cfr,, en parte, con V. Goldberg, «Commons, Clark, and the Emerging Post. Coasian Law and Economics», Journal of Economic Issues, vol. X, 4, diciembre de 1976, pags. 877-893 * Véase, p.e., Patrick E. Murphy, «Creating Corporate Structures», Sloan Management Review, 8 1, invierno de 1989, y el Report n’ 986 de The Conference Board, «Corporate Ethics Practices», Nueva York, 1992 MCE N98, 10 UNIVERSIDAD AUSTRAL Un estudio reciente* presenta una primera aproximacién acerca de los efectos de los cédigos de conducta empresarial en la honestidad de los vendedores. Su conclusién es que la existencia de un cédigo ético, cuando ha sido bien comunicado, se traduce en un mejor comportamiento ético del equipo de ventas. ©) Decisiones de los directivos La ejemplaridad de los directivos en su toma de decisiones es fundamental, tanto para demostrar la falacia de que «todo hombre tiene un precio» como para crear entomnos &ticos. En este sentido, los directivos, especialmente los que estén implicados en compras y ventas, pueden luchar contra la corrupcién: a) tomando sus propias decisiones con ejemplaridad, de modo que se armonice la ética con Ia eficiencia y, en todo caso, que quede patente la primacia de las personas sobre las cosas; b) reaccionando con firmeza ante las insinuaciones de soborno®, y c) sancionando de modo proporcionado a sus subordinados, cuando realicen practicas corrupts’. ) Calidad moral del personal La cultura empresarial mejora a medida que aumenta la calidad moral de las personas que componen la organizacién. Por tanto, todo aquello que facilite el desarrollo de sus virtudes contribuira a la mejora de la empresa, En relacién con la honestidad en los negocios, puede recomendarse: a) realizar una adecuada seleccién de vendedores y compradores, en la que se tenga muy en cuenta su integridad moral; b) establecer planes de formacién incidiendo en aspectos éticos, y ¢) fijar politicas comerciales que incorporen valores éticos, destacando el empleo de medios licitos para alcanzar los objetivos de ventas. Pueden ayudar también algunas medidas de control como el establecimiento de auditorias éticas en areas de riesgo. €) Influir en el entorno social externo Finalmente, los directivos empresariales pueden también influir en su entorno social extemno: a) denunciando actuaciones inmorales conocidas y probadas, cuando hay razonables esperanzas de que se actite contra ellas; b) fomentando comportamientos éticos en la profesién o enel sector, ya sea por via de ejemplaridad o de convencimiento, fomentando la aceptacién de cédigos deontolégicos, etc., yc) actuando, junto con otros, para lograr un cambio cultural e, incluso, legislative, mediante la promulgacién y/o aplicacién de leyes que ayuden a erradicar la corrupeién. Resumen conclusivo * William A. Weeks y Jacques Nantel, «Corporate Codes of Ethics ans Sales Force Behavior, Journal Business Ethie, vol. 11, 1992, pags. 753-760. Asi, un agente de compras al que le ofrezcan una «comisién» debe reaccionar sin titubear, tal vez cuestionando Ja bondad de la oferta (otros que no oftezcan comisién pueden presentar un mejor precio). Puede también proponer a sus interlocutores que cambien de acttud y, lo que estaban dispuestos a darle a él como «comisién», lo apliquen como descuento para la empresa De modo empirico, se confirma Ia influencia de la reaccion del directivo de ventas ante conductas no éticas de tos vendedores, imponiendo sanciones ejemplarizantes que suponen un claro mensaje para la organizacién (eft. James B. Deconinck, «How Sales Managers Control Unethical Sales Force Behavior», Journal Business Ethics, vol. 11, 1992, pgs. 789-798 MCE NF98, 11 UNIVERSIDAD AUSTRAL Aceptar sobornos y extorsionar es una destealtad y una injusticia con la organizacién © sociedad a la que se esi vinculado. Ademas, puede ocasionar injusticias para la propia organizacién y con los competidores, al tiempo que se genera desconfianza en el entero sistema econémico. Ofrecer sobornos es igualmente ilicito, por cuanto incita a la corrupeién. Ceder a la extorsin puede ser licito en determinadas circunstancias. Sin embargo, hay que resistir todo lo posible: antes, hay que deliberar y procurar otras alternativas y, en la medida en que sea posible, tratar de cambiar el entorno, Los pagos «bajo-mano» no sélo degradan a las personas, sino que tienen también importantes consecuencias negativas para la empresa y para la sociedad. La ética, al orientar hacia la excelencia humana, exige mucho mas que cumplir unas normas prohibitivas, Por ello es necesario esforzarse por cambiar las situaciones de corrupeién, mediante actuaciones individuales, a través de politicas y acciones empresariales ¢ influyendo en el cambio cultural y legislativo.

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