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ISSN 0120- 6516 _ areca sc IS Algunas precisiones sobre la lengua Chibcha 0 Muisca Maria Stella Gonzslez de Pérez es Licen: ciada en Filologia e Idiomas de la Univer- izada en Dialecto- tea del Semina del Magister en Lingus idad Nacional. Actual: mente es investigadora del Instituto Caro y Cuervo. Los indfgenas Muiscas también se expresaron con su sistema lingu/stico propio, pero la suerte de esta len- gua se modificé notablemente a partir de la llegada de los espanoles hasta el punto de extinguirse como conse cuencia de la prohibicién de su uso, El presente articu- lo esboza algunos hechos histéricos que conducen ala anterior afirmacién, Plantea ademas un medio de estu- dio que permite acercanos al comienzo teorico de esta lengua que hoy se cataloga como lengua muerta, La ubica en el conjunto de las lenguas indigenas de Co- lombia y América y establece relaciones de sustrato con el espafiol colombiano. Maria Stella Gonzalez de Pérez” la llegada de los espafioles, el altiplano cundiboyacense estaba poblado por una nu merosa sociedad humana, que fue llamada por los conquistadores con los nombres de mosca, muesca, ‘muexca 0 chibcha, En documentos anti- guos es usual encontrar el nombre mosca, término que aparecié por creacién anal6- gica ya que en la lengua nativa muisca 0 muesca puede glosarse como hombre y Porque decian los conquistadores que abundaban las indigenas como moscas so- bre fa miel, De estas denominaciones solo han per manecido las de chibcha y muisca y, aun ue son las Ginieas en la actualidad, su uso se ha dirigido a designaciones especificas mientras que para designar al grupo hu ‘mano, su lengua y su cultura se ha venido usando una y otra, para determiner a la ‘ran familia lingbistica (conformada por sta y otras numerosas lenguas con rasgos similares] se ha usado de manera exclusiva el nombre chibcha, A pesar de lo anterior, Parece que en nuestros dias tanto linguis {as como etndlogos prefieran restringir el nombre muisca para designar al grupo hu mano que pobl6 nuestro altiplano cundi- boyacense, su cultura y su lengua, mante- riiendo e! de chibcha para la familia lin auistica 1, La situacion lingizistica en el territorio muisca Las observaciones que aparecen en di- versos dacumentos historicos nos llevan a suponer que a la llegada de los espafioles fos indfgenas muiscas hablaban una len= gua con numerosas variantes dialectales, fenémeno sin duda reforzado por su orga- niizacién politica. Veamos algunos infor ‘mes, Fray Pedro Siménes claro al afirmar: Estas dos parcialidades de Bogotaes y ‘Tunjas que eran las mas valientes y cre- idas de estas tierras del Reino, como dijimos no s6lo eran diferentes en los nimos. .. sino también en las lenguas, porque aunque convenian en algunas vocablos, eran tan pocos que se enten= dian muy poco los unos a los otros! Simon, Fray Pedro, Noticias historiales de las conguistas de tierra firme en las Indias Oceidentales, Ano de 1625. Edi- clon dirigida por Manuel José Forero, tI, Bogota: Edit, Kelly, 1953, pag 260. 26 GLOTTA Y mis adelante: ‘Solo tenfan de ventaja los Bogotaes que se extendfa un poco mas su len- 84a, pues se hablaba en toda la sabana ue ahora llamamos de Bogota; por lo cual le podemos decir algo al /sie/ Ge- Neral, que es hasta hace doce leguas de largo por siete u ocho de ancho, por- ue saliendo de 1a sabanay sus pueblos. a cualquiera parte, comienzan mil ferencias. .. y cuando mis se van des- Viando de ella, mayores van siendo las diferencias hasta venirse a no entender unos a otros® Fray Jerénimo de San Miguel observa: ba au vez en 1550: «(No hablan todos una lengua); an- tes hay gran diferencia de ellas y tanto que en 50 leguas hay seis o siete len: ‘uas: tienen todas una gran dificultad en la pronunciacién y no hay espaol ue sepa hablar una de elias? En un informe de Fray Diego Malo de ‘Molina también encontramos: + sen el Valle suele haber dos 0 wes lenguas y en otros valles lo mismo, de ‘manera que si algin clérigo sabe en al- ‘guna manera parte de la lengua de Bo- got, no sabe la del rincén de Suesca ii Nemocén Tal cantidad de variantes represent una seria dificultad para los propésitos ‘Goloniales de los espanoles, hecho que los oblig6 a usar diferentes tacticas para lo- gar el dominio de sus recién conquista- dos, cuya diversidad lingistica era gene ralen toda América. 2. Diferentes politicas en el proceso de colonizacion En un principio (pasada la etapa de estos o sefiaes) Ia comunicacién con los as observaciones que aparecen en diversos documentos téricos nos Nevan a suponer que a la legada de los espafioles los indigenas muiscas hablaban una lengua con numerosas variantes dialectales. nativos se logré mediante intérpretes 0 "slenguas" quienes actuaron como guias y como interlocutores en asuntos politicos y_ religiosos. Mas tarde, los misioneros continuaron sus propésitos ensefiando las doctrinas en espaol y algunas veces en latin, pero viendo que este método no da- ba los frutos deseados optaron por adqui- rir un dominio de las lenguas abor {genes que les permitiera una comunicacion Fecta mas provechosa, Como consecuen- cia, la Corona Espafiola decidié que los ‘curas doctrineros y autoridades politicas aprendieran estos idiomas, para lo cual fue necesario que se elaboraran gramdti- «2s y vocabularios y, en especial, cateci ‘mos y confesionarios, convirtiéndose asi los misioneros en los primeros estudiosos de las lenguas americanas, Sin embargo, a Espaia, por razones Politicas, le conven‘a imponer su lengua y fen muchas ocasiones este deseo sumado a las numerosas dificultades halladas por un sector del cleto en el acatamiento de las nuevas leyes, hizo que éstas variaran en favor 0 en contra de los idiomas abor{ge- nies. Vino asi un largo perfodo de ensayos fen las politicas que atendian problemas del idioma, etapa de indecision entre la utilizacion de las lenguas indigenas o la Utilizacion del castellano como medio de colonizacion. ® Loe. cit, San Miguel, Fray Jerénimo de, citado por Tobén, Julio, en “Lenguas abort genes”, en Ayer y hoy de los indigenes colombianos, Bogoté; Talleres del DA- NE, 1971, pag, 51. MALO DE MOLINA, Fray Diego, cita- do por Ortiz, Sergio’ Elias, en Historia extense de Colombia, vol. T, tomo 3: Lengues y dialéetos indigenes de Co- lombia, “Bogoté, Ediciones Lerner, 1965, pag, 46. GLOTTA 27 En 1580 se acordé imponer el uso de lenguas generales, e5 decir, de lenguas aborigenes con una amplia zona de uso 0 difusion, de manera que se facilitara, tan- toa los indfgenas como a los misioneros, cl aprendizaje de una sola lengua por re- én. La nueva politica, fruto de muchas discusiones, establecia que no se asigna ran cargos a personas que desconocieran dicha lengua y para su aprendizaje se or- dend la “‘catedra de a lengua general”. Para la Nueva Granada se escogié la len- gua muisca chibcha hablada en la zona de Santa Fé, variante que adquirio en- tonces el nombre de. ‘'Lengua general”. Este hecho ocasioné logicamente, un auge en los estudios de la lengua muisca, Sin embargo, surgieron numerosos pro- blemas en toda América y muchas voces espafiolas se levantaron para protestar por estas leyes con argumentos como los si- auientes: = Que si los indigenas no olvidaban sus Tenguas, no dejarian sus costumbres ppaganas, hecho muy grave en contra de la expansion del Reino de Dios y de! Reino de Espana; = Que en estas lenguas no se podian ex- plicar con “‘decencia” los misterios de lafe, = Que eran muy diffciles y pocos espa- oles lograban aprenderlas, circunstan- cia que favorecia a los criollos pues ‘como tenfan mas facilidad para hablar- las, los mejores cargos se les otorga- ban a estos hombres de “bajo naci- miento” y dejaban en desventaja a vvenes mis distinguidos en nacimiento” Estos hechos ocasionaron nuevos cam- bios en las politicas de la Peninsula, y se volvio de nuevo a un perfodo de inestabi: lidad con respecto al medio linglistico de colonizacion, Pero en 1770 Carlos Ill BoLivar, ‘VEINEZLEL Extonsion geogréfiea dels lengua rmulsea, Tomado deGhisietl, Louls, guiado por los consejos de Don Francis: co Antonio Lorenzana, Arzobispo de Mé- xico, dicto una Real Cédula de profundas consecuencias, en la cual ordenaba el uso exclusive del castellano en América «para que de una ver se llegue a ‘conseguir ol que se extingan los dife- rentes idiomas, de que se usa en los mismo dominios, y solo se hable el castellano como esta mandado por repetidas Leyes, Reales Cédulas y Or- denes expedidas en el asunto® Tras la prohibicién que conlleva esta orden, 1a lengua muisca (y muchas otras) desaparecié y con ella todo el acervo cul tural de un pueblo, el pueblo de los muis: cas, nuestros antepasados. Los mwiskas: una gran evlizacién precolombing, 1, Borat, Ed, ABC, 1954, p.219. 3. El estudio de la lengua muisca ‘Vemos que la lengua en cuestién, de existir como sistema lingiifstico vivo en labios de muchos miles de hombres paso a la categorfa de “lengua muerta”. Hoy su estudio debe basarse en documentos coloniales que por azares de la historia han logrado conservarse. 5 Real Cédula de Carlos 111, Aranjuez, 10 de mayo de 1770, reproduecion facsimilar en el Apéndice del “Diccio- nario y gramética chibehe”, manuscri- fo andnimo de la Biblioteca Nacional. ‘Transeripci6n y estudio historico-ana- litieo por Maria Stella Gonzélez de Pérez, Bogoté, Instituto Caro y Cuer- yo, 1987. (La Cédula original se en- ‘cuenta on el Archivo Historico Nacio nal, Archivo de la Colonia, Reales Cé- dulas, tomo XIX, fle, 598r - 609v). 28 GLOTTA Portada de la Gramitica de Fray Bernardo de Lugo eeitada en 1619 Entre las graméticas que han permane: ido hasta nuestros dias deben destacar- se dos, cuyos originales se encuentran en Colombia: la obra de Fray Bernardo de Lugo, titulada Gramdtica en fa lengua general del Nuevo Reino, Hamada mosca, Compuesta par el P. Fray Bernardo de Lugo, Predicador general del orden de Predicadores y catedrético de la dicha len- gua, en el convento del Rosario de fa clu: dad de Santa Fé. Madrid, Bernardino de Guzman, 1619 —Unica obra sobre el muis: @ impresa en su tiempo, y el manuseri- to anénimo “Diccionario y gramética chibcha'". La primera se encuentra en la boveda de la Universidad del Rosario en Bogoté y de elas se han hecho dos reedi- iones facsimilares (una en Colombia y otra en Espatia), ambas de reducida divulga- cién. El manuscrito anénimo reposaen la Biblioteca Nacional, sala de Libros Raros y Curiosos, y fue transcrito por nosotros ¥ publicado recientemente por el Institu- GRAMATICA EN LA LENGVA GENERAL DEL NVEVO REYNO, LLAMADA MosCa. Corpusftopor b Padre Fray Bernardo de Lugo, Predicador Gentral del Orden de Prediadorsy (atedratics de Ladicha lengua, se Conuonto del Refer delacidad de Santa Fe, EnMadrid, por Burnasdino deGuars, to. Caro y Cuervo; en esta forma, las dos bras pueden consultarse ahora con rela- tiva facilidad, ‘Ademas de éstas, existen ottas edicio nes modernas de antiguas gramaticas del sigho XVII, muestras valiosas de esta etapa historica, cuyos manuscritos originales 0 se han extraviado 0 se encuentran on ES. pafa, Son estas las obras editadas por Ezequiel Uricoechea, José Mar‘a Quijano Otero, Joaquin Acosta Ortegén y° Manuel Lucena Salmoral (véase bibliograf a final) Se dispone entonces de estas fuentes para la aproximacién a la lengua chibeha ‘© muisca. Y se dice aproximacion porque no parece probable liegar al conocimiento teal de un idioma cuyos tnicos datos es tan_presentados por una Optica estrecha y, por lo tanto, parcial. Y veamos por ue: Estas graméticas 0 artes — como tam- bién se las llamaba— son estudios peda- ogicos elaborados con los métodos lin- Bliisticos propios de esa época: los auto- res toman como guia y patron al lati que era considerada la lengua modelo pa- ra cualquier aproximacion a otra lengua, y el espaiiol como referencia secund Estos estudios de carécter normativo nos dan asf una visién parcial dol muisca, ya ue solo se le puede abservar a través de las rejas de las estructuras latinas, Sin em- bbargo, muchas veces los autores se vieron ‘obligados a no pasar por alto las caracte- risticas de la lengua indigena y crearon ccon ingenio su descripcién, como suced= tn las observaciones que todos hacen 2 los sonidos de la lengua y las graffas utiliza das para representarlos, Por otra parte, el fin practico y exclu sivo de estas “artes” era dar a los doctr?- nneros, las herramientas necesarias para lo- igrar una comunicacion que garantizara la evangelizacion de los nativos, Estas gra~ maticas eran el “cefuerzo” por ast dec lo, a los confesionarios y catecismos que debian aprender a usar fos evangelizado- res, Debian servir para que no se limitaran a recitar de memoria las oraciones en. ‘muisca y para que entendieran las confe- siones y preguntas de los indigenas. En esta forma, al estudiar los docu- ‘mentos mencionados, el investigador con. temporineo. debe intarpretar cuidadosa- ‘mente las replas que daelinvestigador del siglo XVII, analizar todos los pormeno- res de la obra buscando minuciosamente alma de Ia lengua indigena dispersa y escondida entre ese mar de estructuras ajenas alas suyas. Ademis, debe recordar: se que el investigador actual trabaja con valores linguisticos de tres sigios ats y que las “equivalencias. y- comparaciones con el espaitol se refieren al espaiiol de la Nuova Granada que conocian y. usaban aquellos hombres de finales del siglo XVI GLOTTA 29 Extension geogréfica de fa Familia ingiistice Chibcha,Basado en el mapa ée koukotka, Cestmir. Clessifiation of South American ‘Indian Languages. Los ‘Angeles, University of California, 1968, ¥ comienzos del XVII. Es por esto que antes de cualquier conclusion, algunos niveles de estudio ~por ejemplo el foné- tico~ exigen el andlisis profundo del es- afiol que se hablaba en la época en que se elaboraron estas gramiticas. También ‘uestros analisis necesitan la confronta- cién de 1os estudios entre sf, ya que cada autor puede aportar nuevos datos, refor- zarlos, complementarlos 0 contradecit- los. Finalmente, podremos establecer con- clusiones fundamentadas a la luz de los datos prevenientes del estudio de las len- suas vivas de familia Linguistica chibcha. 4, Observaciones complementarias Asi, pues, nuestros aborigenes chib- cchas 0 muiscas también se expresaron en tun sistema linglfstico propio, manifesta: ion nica y espectfica de su cultura, Esta lengua fue agrafa (segin se conoce hasta ahora) lo cual no disminuye su valor 0 importancia, ya que las lenguas son ajenas a los procedimientos técnicos usados para representarlas, Se halla clasificada dentro de fa gran familia linguistica chibcha, agrupacion de lenguas que se extiende desde Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panama y cubre algunas regiones de Vene- zuela y gran parte del noroeste, centro y sur de Colombia hasta el Ecuador, donde recorre una amplia zona, La familia lingUistica chibcha esté re- presentada en Colombia por alrededor de ‘once lenguas vivas, que han sobrevivido rno solo ala Real Cédula de Carlos III sino muchas veces al asedio de la cultura domi- nante, Esto significa que en la actualidad concede fos aproximadamente 75 idiomas indfgenas colombianos tienen caracteristi- cas estructurales que comparten con el muisea. Esto son: arsario, jika y kogui (Sierra Nevada de Santa Marta), chimila (Magdalena y Cordoba), bari (Norte de Santander), Kuna (Antioquia y Choe6), twnebo (Arauca, Boyaca y Casanare), piez (Valle, Cauca y Huila), guambiano (Cauca), Auaiker (Narifio) y kamtsé (Pu- tumayo). El estudio de las lenguas de famili chibeha aportaré datos en los analisis del muisca (como ya dijimos) y étos, a su vez, favoreceran el conocimiento de aqué- los. Por otra parte, la situacién geagréfica de esta familia inghistica como puente de union entre la América del Norte y la América del Sur es, sin lugar a dudas, cla- ve valiosfsima en el comocimiento de las lenguas amerindias. 5. Vestigios de la lengua muisca En toda situacién de lenguas en contac- to, las que comparten un tertitorio co main reciben una influencia mutua. No so- lola lengua dominada sino también la len- gua dominante. Es asi como a la ver que encontramos varios tipos de influencia es pafiola en el léxico muisca de los docu: mentos coloniales (caina= gallina; lanzar Squyscua = danzar de espaiioles; sacra- mento, iglesia, penitencia, etc), el espa fiol también se impregné de elementos muiscas. Diarlamente los colombianas uusamos muchos. términos de indudable provedencia muisca: jutiarse 0 futiarse (la papa) con el sentido de ‘podrirse la papa’ procede de afutynsuca ‘dafarse la papa’; cuba ‘hijo menor de la familia’ procede de ceuhuba, con la misma significacién; guas- «2 [ingrediente indispensable en el tipico ajiaco) viene de huacyca ‘hierba de co- mer ete 30 GLOTTA La lengua muisca también esti presen te en una buena parte de la toponimia co lombiana, en especial de la zona central: Bogotd, Cogila, Chichinguird, Chiquiza, Fagua, Fontibon, Tunja, ete. Muchos ape- llidos, en especial de Boyaca y Cundina- ‘marca, tienen origen muisca: Piraquiva, Quecan, Socha, Tir’a, Totaitive, etc. Con- viene aclarar que este léxico de sustrato ‘muisca ha suftido evoluciones, que condu- cen a la “adaptacion’” de las formas abo- rigenes a las estructuras del espafiol, de tal manera que para realizar estudios sobre la etimologia de la onoméstica ‘muisea, por ejemplo, ademds del estudio de las graméticas ya mencionadas, debe- mos acercarnos a diferentes clases de do- cumentos historicos que presenten el nombre del objeto de andlisis & estadios anteriores al actual. Asi, podremos corro- borar el origen muisca, plantear su evolu- cién morfologica y, en fin, aclarar toda clase de aspectos que nos permitan lanzar con fundamento una tentativa interpreta- cidn seméntica, BIBLIOGRAFIA MINIMA ACOSTA ORTEGON, Joaquin, El idioma chibcha 0 aborigen de Cundina- marea, Bogota, Imprenta del De- parlamento, 1935, GONZALEZ DE PERBZ, Maria Stella. Trayectorie de los estudios sobre Ja lengua chibcha 0 muisca, Bo- gots, Instituto Caro y Cuervo, 1980, (fa). “Diccionario y gramética chibcha”, Manuserito anénima de Ia Biblioteca Nacional, Trans. cripeién y estudio histérico-anali- tico por Marfa Stella Gonzalez. de Pérez. Bogoté, Instituto Caro y Cuervo, 1987. LUCENA SALMORAL, Manuel. “Gramé tica chibeha del siglo XVII", En: Reuista Colombiana de Antropo- logia, vol XIII, Bogota, Imprenta chibcha esta representada en Colombia por alrededor de once lenguas vivas. = Nacional, 1967, pégs, 31:96 y vol. XIV, Bogoté, Imprenia Nacional, 1970, pas, 201-220, LUGO, Pray Bernardo de, Gramética en ‘a lengua general del Nuevo Rey- no, llamado mosca, Compucsta or et P. Fray Bernardo de Lugo, ‘predicador general del Orden de Predicadores catedratico de lo dicha lengua, en el convento del Rosario de la ciudad de Santa Fe. , Bernardino de Gusmén, MONTES GIRALDO, José Joaquin, “Fi- tonimos de sustrato en ol espaol del altiplano cundibovacense y dialectos muiscas”,, en Thesaurus, Boletin del Instituto Caro y Cuer ¥0, 1. XXXII, nim, 1, Bogots, 1978, pags. 41-54. QUIJANG OTERO, José Maria (Bd). “Gramétice, frases, oraciones, c= therismo, confessonario y bocabu. lario del lengua chibeha. 1620". Copiado del manuserito original fen Bogoté, en Actas del Congreso Internacional de cmericanistas, Cuartareunién, Madrid, 1881, Madrid, Imprenta de Fortans 1883, pags, 226-295, RODRIGUEZ DE MONTES, Maria Luisa, “Muisquismos léxicos en ol “Atlas Linglifstico-etnografieo de Colom- bia” (ALEC)", en Homenaje a Luis Florez, Bogotd, Instituto Ce- ro y Cuervo, 1984, pags, 299-353. TRIANA Y ANTORVEZA, Humberto. 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