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asad acasitjés at irk HAL NNT La modalizacion: adecuacion del texto a los parametros de Ja situacion comunicativa Maria Grau Departamento de Filologia Catalana. Facultad de Formacién del Profesorado. Universidad de Barcelona Uno de los aspectos en fos que conviene incidir en la ensefanza de la lengua fl es el de la variacidn del lenguaje, el de la necesaria variedad de los discursos para aptarlos a las necesidades de una situacién comunicativa concreta’, ‘A menudo los estudiantes se ponen a preparar una exposicidn oral sin haber ana- izado las caracteristicas de la situacién comunicativa o lo hacen de una forma rutinaria, mulndose unas preguntas que les hemos indicado que hay que plantearse: ¢quién el emisor?, 2quién es el destinatario?, gcudl es el propésito de la comunicacién? Y una lez realizado este andlisis, les cuesta dar el paso siguiente, que es la seleccién de un Ié- co y de unos recursos lingiiisticos coneretos para adaptarse a esta situacién, para ‘poner en relacion los elementos del contexto y los aspectos lingiisticos en un acto de enunciacion que es siempre Unico. Ademés de saberse situar en el registro convenien- te -coloquial, estandar, medianamente formal, muy formal... hay otras cuestiones que son fundamentales, como la de saber hasta qué punto el texto ha de ser personaliza- do, qué distancia tenemos que adoptar respecto al tema o respecto a los destinatarios, ‘cémo tenemos que validar la informacion, hasta qué punto debemos responsabili- zarnos de ella, si es conveniente que en el texto volquemos emociones, que dejemos sentir nuestro punto de vista, ete, Los problemas que aparecen més a menudo al ges- tionar todos estos aspectos de la modalizacién son los siguientes: 1. Aunque la adecuacién es una propiedad textual que deberia tenerse siempre presente, el hecho de no estar muy habituados a planificar lo oral comporta que muchos estudiantes midan mejor los aspectos de adecuacién en las textos escritos que en las producciones orales. m7 + Dificultad para valorar cuando es adecuado introducir opiniones personales en el discurso y cuando es preferible exponer unos enunciados de una ma- nera distanciada. + Desconocimiento de los elementos fingiiisticos que permiten distanciarse del discurso: recursos de impersonalizacién, operadores légicos 0 axioldgi- cos que es preciso evitar, etc. + Dificultad para hacer referencia a las fuentes de informacion y para dejar claro a quién corresponde la responsabilidad de las aserciones. + Dificultad para expresar de forma adecuada el grado de certeza de los con- tenidos que se exponen. + Dificultad para expresar con respeto el desacuerdo y para responder a si- tuaciones mas o menos conflictivas que pueden poner en peligro la relacién positiva entre los interlocutores. la habilidad para tomar las decisiones oportunas respecto a todas estas cues- tiones es lo que hard que el texto sea o no el adecuado en cada caso. Se trata de as- Pectos relacionados con los procedimientos de modalizacién del discurso sobre los cuales puede resultar Util reflexionar con los estudiantes para aplicar estas reflexio- nes a la planificacién de sus producciones orales. Definicion del concepto de modalizacién 2Qué entendemos, asi, por modalizacién? Empecemos por la definicién de este concepto, Charaudeau (1992) nos hace notar que en la enunciacién el sujeto ha- blante se apropia de la lengua para organizarla en discurso y que en este proceso de apropiacién adopta una posicién hacia lo que dice (mensaje), hacia la persona a quien lo dice (receptor) y hacia él mismo (emisor). En esta toma de posicién, puede dejar unas marcas en el enunciado que comunican apreciaciones, opiniones, creen- cias, actitudes... La modalizacién es el conjunto de marcas que deja el emisor en el mensaje, marcas que funcionan como indicadores de su presencia, ya sea con procedimientos gramaticales, léxicos, discursivos, graficos... y en el caso del discurso oral, la modali- zacién se manifiesta también en la prosodia y en los recursos de comunicacién no verbal. En un texto, estas marcas pueden ser muy numerosas 0 pueden aproximarse a !o que Dominique Maingueneau llama modalizacién cero, es decir, ausencia de tra- zas de la enunciacién en el enunciado, que se presenta como si no lo produjera nadie. De todos modos, el analisis de textos muy diversos muestra que la modalizacién cero €s bastante excepcional, porque las marcas modalizadoras de uno u otro tipo apare- cen casi siempre, ya que cuando una persona transmite una informacion, comunica a la vez su manera de ver esta informacién; cuando dirige un mensaje a unos desti- natarios, les dirige también su deseo de aproximacién o de distanciamiento, Y en las Comunicaciones orales, la disipacién completa de estas marcas es practicamente im- Posible. Sin embargo, es cierto que hay textos mas modalizados que otros y que los | 78 textos més modalizados resultan mas subjetivos y los textos menos modalizados pa- recen mas objetivos. Vedmoslo en estos ejemplos: (2) Ahora os hablaré de un libro que me parece delicioso, de un libro maduro y muy bien escrito. (1) Hoy empezaremos por informar de un libro publicado por Josep M. Espinas, Temps ofegit. Se trata del libro de Josep M. Espinds, Temps afegit. | El primer ejemplo se limita a aportar una informacién, tiene un contenido re- ferencial y podriamos afirmar que neutro, objetivo. Aunque el simple hecho de ha- blar del libro es ya una opcién, en el ejemplo no hay trazas del enunciador, En el segundo ejemplo, en cambio, el enunciador personaliza lo que dice y pone de ma- nifiesto unas opiniones: el libro es «delicioso», amaduro», «muy bien escrito», y la presencia de estos elementos lo convierten en un texto modalizado. Pero la modalizacién se puede mostrar de formas mas complejas. Asi, por ejem= plo, el hablante puede hacer unos juicios de valor presentandolos como propios, como en el caso de (2), pero también puede recurrir a la introduccién de otras veces a las cuales shace decir» lo que le interesa introducir en su discurso. Y puede hacer- lo con distintas finalidades, de las cuales podemos destacar cuatro basicas y no necesariamente excluyentes: + Disminuir su responsabilidad, que se desplaza asi al autor de las palabras ci- tadas, con una actitud que traduce implicitamente lo que a veces se formula con la expresién «No lo digo yo, sino que son palabras de...». + Reforzar alguna tesis contenida en el discurso con un argumento de autori- dad, tanto en el caso de citar de manera concreta unas palabras que corres- ponden a una persona que tiene una relevancia y un prestigio en un campo determinado, como en el caso de convertirlas en una generalizacién o en una referencia a un colectivo indeterminado («Todos piensan que...», «Los javenes no estan de acuerdo en...», «Muchos autores consideran...»). « Utilizar las palabras citadas como posicién de la cual pretende desmarcarse, es decir, para iniciar la contraargumentacién con una manera de proceder en la que estas palabras citadas conducen a fortalecer la tesis que se defiende. « Mostrar que se poseen unos conocimientos, que se han consultado las fuen- tes adecuadas. La introduccién de otras voces en el discurso permite, por tanto, construir ex- posiciones que contienen juicios de valor u opiniones de las cuales el hablante no se responsabiliza necesariamente. Dicho con otras palabras, no siempre existe una es- trecha correlacién entre «palabras dichas» y «palabras asumidas». No se puede hablar de modalizacion, por tanto, sin tener presente que en los textos se encuentra a me- nudo lo que Ducrot llama polifonia enunciativa. Asi, podemos distinguir tres sujetos diferentes: + El emisor o sujeto empirico del enunciado. Es el individuo que lo pronuncia o lo escribe. . El focutor o sujeto discursivo. Es el responsable del acto elocutivo. 73 | El enunciador o sujeto punto de vista. Equivale al personaje en literatura. El enunciador hace oir su voz en el discurso porque el locutor se lo permite. El locutor le concede la palabra, pero sin responsabilizarse de lo que dice. Ya tenemos, por tanto, una primera complicacién de la cuestién aparentemente simple de saber quién es el emisor de un texto, Charaudeau (1992) propone sustituir la tradicional pregunta «quién habla?» por la de «a quién hace hablar el texto?». Aunque, quizd debido a la influencia de los medios de comunicacién y las numerosas reflexiones sobre las caracteristicas que debe tener la redaccién periodis- tica, la modalizacién es hoy un tema de actualidad, su origen es muy antiguo. El con- cepto de modalizacién se remonta ya a la tradicién escoldstica, que distinguia en cualquier enunciado un dictum, el contenido referencial, y un modus, la actitud que adopta el sujeto hablante en relacién con este contenido. Asi pues, de un mismo hecho, de una misma opinién, podemos hablar con un po- sicionamiento diferente respecto de la certeza con que lo comunicamos, puede variar nuestro grado de implicacién, podemos transmitir 0 no valoraciones respecto a lo que decimos, estas valoraciones pueden ser muy enfaticas 0 mas matizadas, podemos ha- blar irdnicamente, ete. Todas estas actitudes corresponden a lo que la tradicién esco- léstica denomina modus. En cualquier texto podemos distinguir lo que se dice y una manera determinada de decirlo, que es tanto como decir un dictum y un modus. Mas recientemente, el estudio de esta cuestion, el estudio de como el individuo selecciona las palabras de la lengua que pertenecen a un cédigo comin y las dispo- ne de una manera determinada, lo han hecho, sobre todo, y lo hacen, las teorias de la enunciacién. Las teorias de la enunciacién centran los estudios lingliisticos espe- cialmente en uno de los pardmetros que constituye el universo del discurso: el ha- blante-escritor. En esta linea se situan: Bally (1932), Benveniste (1966), Charaudeau (1992), Kerbrat-Orecchioni (1980), Maingueneau (1991, 1994, 1995), ete. Formas de manifestarse la modalizacion Presencia del emisor en el texto En una exposicion oral, podemos optar por un discurso muy personalizado o por un discurso distanciado, que toma una forma mas impersonal. En cualquier texto, el emisor puede aparecer de un modo evidente, sin esconder su presencia, 0 puede mantenerse a la sombra y adoptar un papel de mensajero sin protagonismo patente. Y todavia tiene una tercera posibilidad: diluir su presencia en un plural, real 0 ficti- cio. Para la mayoria de estudiantes, resulta més facil construir un discurso subjetivo, centrado en su percepcién del mundo, en su experiencia. El discurso subjetivo es de alguna forma més «natural, De hecho, cuanto mas espontaneo es el discurso, mas elementos marcadamente personales suele presentar («Yo lo conozco porque...», «Mi madre..., «En mi casa...r, «Me gusta..», «No soporto...2). El discurso cobjetivo» es el re- sultado de cierta planificacién que parte de datos subjetivos de distintas proceden- cias, sobre cuya validez se ha reflexionado. Un proceso de reflexién que unicamente & posible desde cierto distanciamiento. El efecto que produce escuchar una explicacién oral en la que el emisor se pre- senta de una forma personalizada diciendo cYo creo que ésta es la mejor solucién», 0 bien diluyendo su presencia en un colectivo para afirmar «La mayoria de estu- diantes creemos que ésta es la mejor soluciéns, o bien adoptando un procedimien- to de despersonalizacién y declarando «Esta es la mejor solucién, es muy distinto. Y en las exposiciones planificadas, es una decision que hay que tomar. Qui, consi- deremos que nos conviene dar al discurso un tono calido, intimista, También es po- sible que deseemos alejarnos de una excesiva personalizacién y presentar las opiniones como representantes de un colectivo. 0 dar al texto un tono distanciado Cuadro 1 Rate) PERSONALIZADO. + Pronombres ténicos de pri- mera persona. E.:Y0 lo veo asia, «A mino me gustan + Otras formas gramaticales de primera persona: pro- nombres y adjetivos posesi- vos, pronombres dtonos, terminaciones verbales. §j.: uésta es mi opiniéns, «Me parece bien», «Creo que es una buena solucién, = Introduceiones del tipo per- sonalmente, a mi parecer, segtin mi punto de vista, Da SOM Mga SONY Desaparicién del emisor tras una tereera persona, &j.:aEsto es un disparates. Uso coloquial de la segunda persona del singular en lugar de la primera ,: Si te exigen mucho y no recibes nada a cambio, crees que quiz’ no merece la pena estudiar una carreras, Frases con sujeto inconereto, indefinido. Ej: eLa gente prefiere ver re- sultados inmediatose. Uso de la pasiva refleja o pronominal o de la pasiva morfolégica. Bj.z4En este trabajo de inves- tigacién se estudian las con- diciones de vida de la poblacién inmigrantes Frases de suceso con verbos como llegar, ser, pasar, ocu- rir, ete §j.: «llega a ser preocupantes. Frases con verbo en forma no personal. fj. «Una vez analizado este problema..» DISCURSO CON E COLECTIVO «= Inclusién de! emisor en un plural de autor. fj: eEl tema que trataremos hoy..» + Uso del plural como proce- dimiento de aproximacién al receptor. §j «Ahora pondremos un ejemplo..» + Plural de primera persona generalizador, a menudo en verbos de decir, de entendi- miento y de percepcion. §j «En Catalufia sabemos..» ee ai | ¥ objetivo. En cada caso, disponemos de unos recursos que nos permiten realizar estas distintas inscripciones del emisor’, Estas son algunas de las posibilidades de la lengua que, como dice Benveniste, se hacen reales en el momento de la enunciacién y condicionan las caracteristicas concretas de cada discurso. Presencia del destinatario Del mismo modo que hay distintas formas de manifestarse el emisor en el texto, Podemos hablar de diferentes formas de presencia del destinatario. El destinatario esta siempre presente en la comunicacién, aunque sea de una manera virtual yno identificable. Pero una cosa es la presencia del destinatario en la comunicacion y otra, su presencia mas o menos explicita en el texto, Cuando esta presencia es patente, con marcas coneretas en el texto, hallamos distintas formas de tratamiento que establecen una distancia determinada entre emisor y destinatario. Asi tenemos: + Tratamiento personal de tu/vosotros, + Utilizacién de un hipocoristico 0 de un adjetivo: Pepe, guapa. + Utilizacién del nombre propio: José, Mireia. + Utilizacién del nombre propio precedido de palabras como sefor, sefiora, doctor, doctora... + Tratamiento personal de usted, + Tratamiento solemne: ilustrisima, muy honorable... + Tratamiento de relacién utilizando el nombre del cargo: profesor, sefor al- calde, sefiora consejera. + Substitucion de la 2? persona por la 3: eAgradezco la presencia de todas las personas que han venido aqui esta noche» (en lugar de las personas que habéis venido»). + Uso del plural de primera persona que expresa aproximacion: zCémo estamos? La eleccién de estos recursos en una situacién comunicativa concreta estable- ce una distancia con los destinatarios, que en buena parte ya nos viene dada por factores extratextuales, pero que el discurso puede acentuar, corregir, matizar... Ahora bien, es preciso realizar dos observaciones respecto de este tema de la presencia del destinatario en los discursos, {a primera es que en algunas ocasiones el receptor esta aparentemente exclui- do. No vemos ninguna marca explicita de su presencia, pero la orientacion del dis- Curso puede estar hecha considerando las caracteristicas de unos receptores (reales 0 imaginados): la edad, las necesidades, la ideologia, etc. Asi, un discurso didactico Puede estar construido utilizando determinados procedimientos que facilitan la recepcién y la comprensién de un tema: introdueciones motivadoras, pardfrasis, cjemplos, comparaciones, sintesis parciales o finales, ete. Todos estos recursos son seleceionados por el emisor porque conoce (o imagina) las necesidades de los recep- ee 2. Vease Grau (20008). | 82 tores. Del mismo modo, un discurso argumentativo emplea unos argumentos u otros y los articula de una determinada manera pensando en las caracteristicas de los re- ceptores a los que se pretende convencer. En estos discursos, por tanto, las marcas de presencia del emisor no son tan explicitas como cuando aparece alguna de las for- mas que hemos presentado antes, pero son, evidentemente, formas de aproximarse a los destinatarios. Y la segunda observacién es que a menudo los discursos tienen receptores di- rectos e indirectos y también muy a menudo son precisamente los receptores indirec- tos los que mas preocupan al emisor y a quien, de hecho, se dirige el mensaje’. Asi, por ejemplo, muchos alumnos, en la explicacién que realizan en clase, dudan sobre si tienen que dirigirse a los compaiieros si han de dirigirse al profesor, que, al fin y al cabo, es quien los evaluara. O, pasando a una situacién muy diferente, hay pregun- tas dirigidas a un conferenciante, en el momento en el que los asistentes pueden in- tervenir, que no buscan obtener una respuesta de la persona interpelada, sino un lucimiento personal ante el puiblico asistente. En estos y en muchos mas otros casos, por tanto, los discursos se construyen utilizando modalidades no caracteristicas -una falsa interrogativa, por ejemplo- y ademds, las marcas de segunda persona ocultan en realidad a unos destinatarios que no se manifiestan en el centro deictico, pero que son los verdaderos destinatarios de aquel acto de comunicacion. Atribucién de diferentes grados de certeza y validacion del contenido de los enunciados En los discursos orales en los que predomina la funcién referencial, es decir, la transmision de una informacién, y también en aquellos que comunican opiniones, formas de ver, el modus puede adoptar diferentes formas que hacen que el mensaje se comunique con un grado de certeza muy alto, que se apunte solamente como pro- bable o posible, 0 que se acerque a la incertidumbre o a la improbabilidad. Pero atin hay otro aspecto que destacar: la responsabilizacidn del emisor, que asume el enun= ciado mostrandose como avalador directo de su contenido, o bien la desvinculacién respecto de este enunciado, que el emisor atribuye a otras voces que son las directa- mente responsables, mientras que el emisor acta como agente de transmisién, que garantiza, eso si, la autenticidad de las palabras dichas, Empecemos por ver el grado de certeza que el emisor puede atribuir a las in- formaciones o a las opiniones. El grado de certeza se mueve en un ¢je que va de la certeza absoluta a la improbabilidad. De una manera general, podemos considerar las actitudes del emisor clasificandolas en tres grupos: « El contenido del mensaje (el dictum) se presenta como absolutamente cierto. . El contenido del mensaje se presenta como cierto, pero sin subrayar su certeza. = Elcontenido se presenta como posible o probable, con todos los matices in- termedios que se encuentran en el eje que va de la certeza absoluta a la incertidumbre. 3. Encontraréis este aspecto ampliamente comentado en el capitulo 2. 83 | Ejemplos: (1) Indudablemente, el uso del casco para las motoristas debe ser obligatoro. (2) EI uso del casco para los motoristas deberia ser obligatorio. (3) Quizé e! uso del casco deberta ser obligatorio. Le ee EI grado de certeza que vemos en estos enunciados y que existe también y se percibe en los discursos, los caracteriza de una manera esencial. Por tanto, convie- ne ser conscientes de este aspecto de la modalizacién y utilizarlo -como todos los recursos modalizadores que estamos exponiendo- de forma adecuada a la situacién de comunicacién, Para hacerlo, resulta titil conocer algunos de los recursos lingiisti- cos de que disponemos. Los presentamos en el cuadro 2. Pasemos ahora a ver qué ocurre con la volidacién de los enunciados. Uno de los aspectos en los que es preciso insistir con los estudiantes es el de la necesidad de explicitar las fuentes de informacién, porque en muchas ocasiones hacen afirma- Ciones que no se sabe a quién se deben atribuir. Pues bien, respecto a estas fuentes encontramos los casos siguiente + Elemisor es la fuente y el responsable ultimo. + Elemisor recorre a otras fuentes. En el primer caso, tanto si se trata de hechos como de opiniones, el emisor es el origen de la experiencia o de la defensa de un criterio. En el segundo, como hemos visto al hablar de la polifonta enunciativa, este re- Curso a otras fuentes puede tener varias motivaciones: la otra fuente puede ser tan pronto el argumento de autoridad, como el no-yo del que se desmarca el emisor. Y estas fuentes externas pueden introducirse en el discurso a través de procedimientos como el discurso directo, el discurso indirecto, las citaciones implicitas. Sin entrar a explicar ahora con detalle el funcionamiento y el valor de cada uno de estos recursos, diremos, por ejemplo, que hay que hacer ver a los estudiantes que aunque pueda parecer que el discurso citado conserva su independencia, en realidad, la actitud de quien hace la citacién es determinante: una citacién nunca es neutra. Y separando los enunciados de su contexto se puede hacer decir a un discurso lo que se quiera. Ademés, si se utiliza un verbo introductorio para referirse a las palabras di- chas por otro (los Ilamados verbos dicendi}, no produce el mismo efecto la eleccidn de un verbo no marcado, como decir 0 declarar que la de verbos como acusar, tildar, criticar, lamentar, pretender, confesar, admitir, descalificar, desmentir, denunciar, reprobar, amenazar, imprecar, etc. Cada uno de estos verbos intraductorios vehicu- la un tipo de estimacién que realiza e| emisor de las palabras de otro, que quedan in- corporadas a su propio discurso con una orientacién determinada. Por ejemplo, el verbo confesar presupone culpabilidad, y asi podriamos ir analizando las valoraciones que estos verbos introducen en el discurso. Asi pues, recapitulando lo que hemos dicho en este apartado, el emisor atribuye a sus mensajes un determinado grado de certeza y, ademas, se acerca a ellos hacién- dolos suyos y responsabilizandose de lo que ha dicho, o se desvincula de ellos actuando como simple mensajero de unos contenidos que puede ser que comparta o no. jee Cuadro 2. Recursos lingiiisticos para la expresién de diferentes grados de certeza PARA PRESENTAR Leo DLO eo UO} EUSTON Rea ACO) PUM. mee i=\ ewe ie) Tos estore RECURSOS LINGUISTICOS Ejemplos Ejemplos Frases introductorias y verbos | Es evidente que el nimero de | Parece que el nimero de modales que afectan a la validez | alumnos disminuird a partir | alumnos disminuird a partir del enunciado. de ahora. de ahora. Adverbios 0 expresiones con | Indudablemente, le costara | Probablemente, le costar en- funcién adverbial, encontrar trabajo. contrar trabajo. Léxico marcado que comporta un | Estos estudios han confirma- | Existe la posibilidad de que rasgo evaluativo del tipo verdade- } do con exactitud el nivel de | estas practicas favorezcan la roffatso 0 ciertofincierto. comprensién lectora. comprensign lectora, Palabras que comportan una | No hay ninguna necesidad de restriccién 0 una generalizacién | realizar actividades que van absolutas. contra la ley. Expresiones, locuciones y frases | No haré ninguna hora extra, | {Qué te apuestas a que no hechas. Podéis tenerlo por seguro. | hard nada de lo que nos ha prometido? Modos verbales que sitfan la ora- Al mediodia podtrion aparecer cidn en un plano de irealidad. algunas nubes. Dindmica discursiva que contri- | Procesa argumentativo sélido | Proceso argumentativo deébil. buye a producir una impresion de | coherente. verdadero/falso o ciertofincierto. Rasgos relacionados con la emi- | Enfasis expresivo. Entonacién dubitativa 0 va~ sidn de la voi cilante, Transmision de juicios de valor Pasamos ahora a hablar de otro aspecto de la modalizacién: la transmision de Juicios de valor. De la misma forma que el emisor atribuye un determinado grado de certeza a sus enunciados, también formula a menudo juicios de valor que otorga a las cosas de las que habla. A la vez que comunica un mensaje, transmite una in- formacién de su forma de evaluar el mundo. El juicio valorativo puede consistir en una disposicién emotiva, de tipo afectivo, o en una disposicién racional, de tipo cog- 85 | nitivo. En ambos casos, este juicio valorativo, que forma parte del modus del enun- ciado, envuelve de tal manera el mensaje que a menudo resulta dificil distinguirlo del dictum y orienta su interpretacion. Por ejemplo, es evidente que decir de un libro que es Util comporta un juicio valorativo, pero existen otras formas, mas o menos sutiles, para expresar la toma de partido. Es el caso de un enunciado, que quiere pasar como informativo, diciendo: «Tan sdlo 25 escuelas en toda Catalufia no han podido empe- zar el curso con normalidad.» A continuacién analizaremos algunos de estos rasgos que denotan un juicio va~ lorativo de! emisor, entre los cuales destacan las unidades léxicas y expresiones con valor axiolégico. Cuadro 3. Expresién de juicios de valor ee Jes Unidades léxicas y expresiones con valor axiolégico « Adjetivos: bueno, interesante, insulso, impresentable. = Sustantivos: desprecio, desaproba fracaso. = Verbos: critica, elogiar, fascinar. « Perifrasis verbales que expresan modali- dades dednticas (permitido/prohibido/ optativa): «&so no puede tolerarse.n = Conectores y articulos con implicacio AEs cataldn pero no es tacafiox, «No es un problema més, es el problema « Cuantitativos: muchos, demasiado, nada. + Interjecciones, invocaciones y tacos. + Locuciones, frases hechas y figuras retd- rieas. Procedimientos discursivos = Evaluacin por seleccién. Eleccion de unos temas y silencio sobre otros. = Evaluacién por jerarquizacion: estableci- miento de un orden de importancia. Procedimientos sintacticos + Modalidades oracionales que expresan juicios de valor: eMe gustaria que vinie- ras, «Has venidolv «ZAcaso un hecho asi puede dejarnos indiferentes?» « Priorizacién de elementos significativos en Ia oracién: eNo encontraremos mas personas como ella Recursos prosédicos = Volumen, tono, ritmo, pausas, énfasis ex- presivo Recursos sociolingiisticos « Alternancia de cédigos en sociedades como Catalufa: «Quan jo estudiava bat- xillerat, de nacié només nhi havia una. Si, una, grande y libres, = Expresiones que revelan valores cultu- rales, politicos, religiosos: in moro le robé la carteras Axiologia y axioldgico son términos que proceden del griego, axios, «digno» y 105, xciencia», Las unidades Iéxicas con valor axioldgico son, por tanto, las palabras , junto con su valor referencial, transmiten una evaluaci6n realizada por el ha- janie -o la expresion de una emocién o un estado de animo- a través de la cual se munica un posicionamiento evaluativo. El valor axiolégico de una palabra puede + permanente u ocasional y puede variar de acuerdo con el momento historico o el mbito sociocultural. Veamos algunas de estas unidades, junto con otros procedi- mientos sintacticos, discursivos, prosddicos y sociolingtiisticos en el cuadro 3. Evidentemente no es una lista cerrada. Pero lo que nos interesa destacar es que todos estos elementos valorativos aparecen en los discursos con mucha frecuencia ¥ configuran los mensajes. Son, por tanto, un elemento mas que hay que controlar y dosificar, de acuerdo con el propésito de cada discurso. La preservacin de la imagen En los discursos orales poligestionados en los que se establece algtin tipo de con- troversia, uno de los aspectos que es preciso controlar es el de! uso de un lenguaje que no resulte agresivo ni amenazador. Este aspecto de la modalizacion esta estrechamen- te relacionado con la ensefianza de la argumentacién, una ensefianza que conviene que apunte hacia dos direcciones complementarias: la de poner en juego las capacidades lingitisticas y cognitivas del alumnado para fundamentar su propio discurso y con- vencer a los destinatarios, y la de entender que las practicas argumentativas suponen renunciar a la fuerza y a la imposicion y comportan la aceptacion del didlogo. En este sentido, la modalizacién de los enunciados con los que se construye este tipo de discursos deberd incluir, por una parte, elementos faticos que muestren de forma patente que escuchamos las intervenciones de los participantes: asentimiento con la cabeza, uso de palabras como ya, si si, de acuerdo, vale; repeticion de alguna frase dicha por el interlocutor, ete. Y por otra parte, habra que envolver el dictum con estrategias de cortesia. Autores como Goffman, Lakoff, Brown y Levinson, Leech, Haverkate y algunos mas, nos han hablado de las normas de cortesia que permiten dialogar sin agredir y favorecen la comunicacién, especialmente en aquellas situaciones potencialmente conflictivas en las que sea necesario un control para dominar la agresividad. La cortesia lingiifstica parte de la constatacién que cualquier hablante tiene una imagen positiva y una imagen negativa. La imagen positiva es el deseo que tiene cada participante de ser entendido, aprobado y apreciado por los interlocutores. La imagen negativa corresponde a la necesidad de preservar el propio territorio, de no ser molestado ni recibir imposiciones. En los intercambios lingiisticos, cada hablante tiende al mantenimiento de la imagen. Y, en este sentido, se establece una reciprocidad: preservar la imagen de los interlocutores contribuye a la conservacion de la propia imagen. Ofrecemos, como se muestra en el cuadro 4, una adaptacién de las maximas de cortesia de Leech, que pueden ser utilizadas en las practicas de interacciones argumentativas'. 4, Véase Grau (20000), a7 | Cuadro 4. Maximas de cortesia de Leech 1. Maxima del tacto: Supone que tu eres el autorizado y que tu interlocutor es quien tiene que au- torizarte: «Si me permites que te diga algo..» 2. Maxima de generosidad: Minimiza tu propio beneficio, maximiza el beneficio del interlocutor: Yo quisiera hacer una observacién que me parece que nos va a ayudar a todos a centrar el tema.» 3. Méxima de aprobacion: Minimiza el desprecio hacia e! otro; maximiza la estima hacia el otro: «SE que tienes tus razones para ver las cosas de esta forma; de todos modos, mi punto de vista es otro. 4, Maxima de modestia: Minimiza la valoracién de tu mismo; maximiza la valoracién det atro: «tu es0 lo conoces bien, eres un experto, Pero, a ver, gno podria ser que..20 5. Maxima de acuerdo: Minimiza el desaeuerdo con e) otro; maximiza el acuerdo: « Estoy de acuerdo con algunas de las cosas que has dicho, pero no olvidemos que... 6. Maxima de simpatia: Minimiza la antipatia; maximiza la simpatia: qHombre! jNo nos lies, que los politicos sabéis mucho de eso, de liar las cosas! (dicho con un tono amable).» La eleccidn de las estrategias de cortesia que conviene utilizar en cada ocasion es una decisién mas que hay que tomar atendiendo al andlisis de la situacion comu- nicativa, en la que hay que considerar factores como el poder, la distancia social entre los participantes o el grado de imposicion que implica cada acto de habla. Pero, como sucede con otras estrategias comunicativas, las estrategias de cortesia verbal pueden ser objeto de ensefianza y de reflexién en el aula. Recapitulacion Como conclusién, podemos decir que el conocimiento de los recursos de mo- dalizacion favorece la adecuaci6n de los discursos al contexto, porque nos hace mas conscientes del valor que tienen las opciones lingiiisticas que elegimos en cada caso. Nos ayuda a dar el salto de un anilisis mas o menos abstracto de una situacin a la produccién concreta de una exposicién oral. Hemos destacado, en especial, seis aspectos de la modalizacién del discurso que deberian tenerse en cuenta en la planificacién de los discursos orales con estudian- tes: la inscripcién del emisor en el texto; la presencia del destinatario; la atribucién de diferentes grados de certeza; la validacién de los enunciados; la transmisién de juicios de valor; y la preservacién de la imagen del interlocutor.

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