Tomade de: TEORIAS DEL
CUENTOT : TEORIAS OE
LOS CUENTISTAS , Lauro
Zavela Ceomp-), Mécico,
UNAM [VAM latapaiapa , 4995
EDGAR ALLAN POE,
I
LAUNIDAD DE IMPRESION”
Si una obra literaria es demasiado larga para ser leda de
tuna sola vez, precio es resignarse a perder el important-
simo eficto que ve deriva de la unidad de impresiGn, ya
que si Ia lectura se hace dos voces, las actividades munda
‘as interfieren destruyendo al punto toda totalidad. Pero
dado que, ceteris paribus, ningtin posta puede permitirse
perder nada que sirva para apoyar su designio, queda por
‘er sien Ia extensién hay alguna ventaja que compen la
Dérdida de unidad que lees intrinseca. Mi respuesta inme-
data es negativa, Lo que llamamos poema extenso es, en
realidad una mera sucesién de poemas breves, vale decit
de broves efectos poétios. No hay necesidad de demostrar
ue un poema sélo es tal en la medida en que excita in-
tensamente el alma al elevarla, y una razén psicolégica
le Pt: Poe ds eof Te Pd Ft 860
Seicabetean aca see terme soe
Benya lana bet Bier
Bate a
3hhace que toda excitacién intensa sea breve, De aqui que
In mitad, por lo menos, del Paraiso perdido sea esancal.
‘mente prosa —una serie de excitaciones poéticas alterna
das, inevitablemente, con depresiones correspandientes
¥ €l total se ve privado, por su gran extensiGn, de ece im:
Portantisimo elemento artistico que es Ia totaidad ¢ uni
dad de efecto,
Parece evidente, pues, que en toda obra literaria se
‘mpone un limite precieo en lo que coneierne a su exten
sidn: el limite de una sola sesin de lectura; y que si bien
‘en ciertas obras en prosa, como Robinson Crusoe —que
1 exige unidad—, dicho limite puede ser ventajosamen-
te sobrepasado, jamés debe serlo en un poema. Dentro
de este Iimite puede establecerse una relaciGn matemé
tica entre la extensién de un poema y eu mérito, o sea, la
excitacién o elevacién que produce, , en otras palabras,
el grado de auténtico efecto postico que es caper de lo:
‘srar; pues resulta claro que la brevedad debe hallarse en
ax6n directa de la intensidad del efecto buscado, y esto
Ultimo con una sola condicién: Ia de que cierto grado de
duracién es requisito indispensable para conseguir un
efecto cualquiera...)
ELOBJETIVOY LATECNICADEL.CUENTO"
‘Durante largo tiempo ha habido un infundado y fatal pro-
Juco literario que nuestra época tendré a su eargo anigui-
lara idea de que el mero volumen de tna obra debe pesar
considerablemente en nuestra eetimacién de sua méritos,
‘Ber Alan 20 Fragmented "Paieipy of Compe”, teadcitasor
ont
Tle Govt se nu fee anor eric
‘i Alans Patri Er Ben i do 178 867
6
Elmés mentecato de los autores de resefias de las revi=-
tas trimestrales nolo seré al punto de eostener que en el
tamafioo el volumen de un libro, abstractamente conai-
derados, haya nada que pueda despertar especialmente
nuestra admiracién. Es cierto que una montafia, a tra-
vés de la sensacién de magnitud fisica que provoce, nos
‘afecta con un sentimiento de sublimidad, pero no pode
‘mos adnitir influencia semejante en la ‘contemplacién
de un libro, ni'aunque se trate de La Columbiada. Las
‘mismas revista trimestrales no lo admitirén; sin emabar~
{qué debemos entender en su continuo parloteo sobre
‘el esfuerzo sostenido"? Admitiendo que tan soatenido es-
fuerzo haya creado una epopeya, admiremos el eefuer20
(si.es coca de admirar), pero no la epopeya a cuenta de
‘aquél, Ea tiempos venideros el buen sentido insistiré
probablemente en medir una obra de arte por la final
‘dad que llena, por Ia impresién que provoea, antes que
por el tiempo que le levé lenar la finalidad o por la ex
tensin del “sostenido estuerz0" necesario para producir
la impresién. La verdad es que la perseverancia eo una,
cosa y el genio otra muy distinta; y todo el trascendenta
lismo pagano no pod confundirlos
.) Paro de sus cuentos [de Hawthorne] deseo hablar
‘en especial. Opino que en el dominio de la mera prosa, el
euento propiamente dicho ofrece el mejor campo pars ell
‘jercicio del mas alto talento. Si se me preguntara cudl es
Ja mejor manera de que el més excelso genio despliegue
‘sus posibiidades, me inclinaria sin vacilar por la composi
im de ur poems rimado cuya duracién no exceda de una
hhora de letura. Sélo dentro de este Kimite puede alcanzar-
‘se la més alta poesia, Senalaré al respecto que en casi to-
as las composiciones, el punto de mayor importancia ea 1a
lunidad de efecto o impresin. Esta unidad no puede pre-
1sservarse adecuadamente en producciones cuya lectura leida de una sola vez, so ve privada dela inmensa fuerza,
‘po alcanza a hacerso en una sola ves. Dada la naturale. ‘que so deriva de la totalidad. Lon auceaos del mundo exto-
‘ade Ia prosa, podemos continuar la lectura de una com. Flor que intervienen en las pausas de lalectura, modifican,
posicién durante mucho mayor tiempo del que resulta fanulan ocontrarrestan en mayor o menor grado la impre.
posible en un pooma. Si éete stimo cumple de verdad tions dro, Basta interumpi la lecira pre desrur
las exigencias del sentimiento podtico, produciré una 4a auténtica unidad. Eljeuento breve, en cambio, permite
‘exaltacién del alma que no puede sostenerse durante ‘al autor desarrollarplenamente eu propésito, sea cual fae-
‘mucho tiempo. Toda gran excitacin es necesariamente re, Duraate la hora de lectura, el alma del leetor est so.
efimera. Asi, un poema extenso constituye una paradoja, metida @ la voluntad de aquél. Y no actian influencias
Y¥ sin unidad de impresin no se pueden lograr los efee- ‘externas 9 intrinsecas,resultantes del cansancio ola inte-
tos més profundos. Las epopeyas fueron producto de un rrupeién.
sentido imperfecto del arte, yeu reino ha terminado. Un Un hibil artista literario ha construido un relato. Si
oema demasiado breve podré lograr una vivida impre- prudente, no habré elaborado sus pensamientos para
‘sin, pero jamés intensa o duradera. El alma no se emo. uubicar los incidentes, sino que, después de concebir cui