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Martin Heidegger LA FENOMENOLOGIA DEL ESPIRITU DE HEGEL (CURSO DEL SEMESTRE DE INVIERNO, FRIBURGO, 1930-31) Edicién de Ingtraud Gérland Traduccién y notas: Manuel E. Vazquez y Klaus Wrehde Alianza Editorial alo orginal: Hegc Phanamenooi de Gites volune 32 Primer edict en eAlianes Universidad: 1992 Primera eimpresin en «Alinaa Universidade 1995, Primer tii em ~Easayon: 2006 Primera reinpresin: 2008 Females odr ks dss, lone et bac pou pra Yana ems de bs ocipodensinenniaccns pr dee pang ‘atten dude ocomokaren plane ens een nae Ca oat Hannan inept ein ais Rae en cage ‘decals sepa soon © Virosio Klostermann, Franka, 1980 © Fl cas Alana Editor S.A. Mahi 1992, 1995, 2006, (Calle Juan lgaco Luca de Ten, 15; 28027 Madi ee 91 393 wnwalanscdioriales, ISBN: 978-84.206-472.2 Depo legal M.19.820-2008 Compucsoen Frndnde Ciudad 5. Irnpesiso ca, s. Parque Industri sLas Monje 28850 Toren de Aros (Madrid) Printed in Spin STUER RECN FOREX GON ERODICA TORRE US NOMERROES DEATIANZAFOIFORIAN, FRNVIE UN CORREO ELECTRONICO Aa bittccion alianzaedtorial@anayaes fue sabes pent dep it ara genes vedic cia ats von le opart crm INDICE Introduceién rome - ‘La taren de ly «Fenomenclogia del Espiritu» como primers parte del sistema de ls ciencia - 1. Los sistemas de la Fenomenologia y de la Enciclopedia 2. La version hegeliana de un sistema de la ciencia 4 ene camce 3 Lasigiicacion dea primera parte dl sistem sistin de se ds tales eee 1) Claes del expetencia de le seosinon 1 “Ciencia de a Fenomenclogi de Espns 4. El cometide interno de la «Fenomenclogia del Espiritu» como primera parte del sistema - = 6) 2 pas nia dl saber slo 7 5) Maitetaons prope Se ofan iager — ° Cif d's Snosage 7 a n R 2 2 28 32 33 4 4 Consideracién preliminar . > a preswposicn de a «Fenomenslogan, ss comers Ae cel absolut . — oe 2 Las ecapas del Uegar-a-at-mismo dal copia Sl Punta pol fnitad y ls prublemisce fees fume ented yb problema pela de © Breve observacion preliminar sobre lalteratars mt da pase yon fe incetior adoptada al leer 7 : 7 Primera parte CONCIENCIA Capitulo primero, La certeza sensible 6 Lo inmesiato de ty cence sense 1H saber inmedato como pier obits neces ps oso en tanto someon lou gue saben aber 1 Elseren.ypatea! del Cova nsma ye consent sabe buco el saber abscuto"abeiees ©) La inmedincs del objeto'y del aber See encraie bee epuro ser, el er presente dee on ee 4 Die y melon lps die i ln cenez sersibl; la mulipicked de oem oot el Esto como yo y como. objeto “me © 1a experince de le eferencia ee isis i Imei, la esencay lo inesenal a a eee ecb Iisa el Eso como lw esenci, su ngunce es ‘Aors y Agu, lo universal como cnr dea ra 7B engue come expresién elo uierly Wo oes (Biat h pretend farferencs cong ae 1 La medics coms sci dei means Sui Se cen de eins a ovis 4) El epretender fijars como exe de hi csencin de a cence sam In permanencia en el instante correspondiente a cada caso 1 5 nivel dl pretender fms ne dee La inmedace del cenena sensible cons indleaca igo del oy de objet el movmienes ga ey El shoe singular que ha sido wea Indice 5 33 “ n n n % 2 102 Indice ©) Le infinitud del saber absoluta como ser-asumido de lo Fini, como dialetca; l planteamiento de la controver sin con ls dialética de Hegel-Infinitud o fintud del ser. & Pautas respecto al problema de la infinitud del se. la absolvencia del espfritu desde lo relatvo; la fandamenta ida lgicay la Fundamentacién subjetiva de la infinitad Capitulo segundo. La percepcién 8. Laconciencia de la percepcin y su objeto 4) La percepcién como mediacién y trinsto entre certeza sensible y el entendimiento 4) La cosa como lo esencal de la percepcién; la coseidad ‘como unidad del También de lat propiedades ©) La unidad excluyente de Is cosa como condicién del se. propiedad; e! ser propiedad del objeto de la petcepcisn y la posibilidad del engafio 9. La contradictoriedad medidora de la percepeisn 2) La posibilidad del engaio como fundamento dla con twadiccién de la percepcin en el interior de si como tomar y reflexién . 2) BH reparto alernativo del Uno contradictorioy del Tam. bign de la cosa que se produce en el percibiren anto que tomar y tellexign ©) La contradiccién de i cosa en el interior desi —ser para si y ser para otro— y el fracaso de la reflexion de le percepeidn . Capitulo tercero. Fuerza y entendimiento 10. Bl caréeter absoluto del conocimiento 4) El conocimiento absaluto coma Ontorealogia 4) La unided de la contradictoriedad dela cosa th su een cca como fuerza 9) Conocimiento finto y conocimiento absolute. «Aputicign fenoménica y mundo suprasensiblen 11, La tansicién de la conciencia Ia autoconciencia @) La fuera y el juego de las fuersas; el ser paras en el serparaotra 4) La sparicién fenoménica del juego de las Fuerzas y le unidad de ls ley ©) Ls infinirud del yo; el espirity come Ady, yo, Dios or. 105 no 8 ne ng 12s 127 129 130 12 Bs 140 140 140 46 132 132 161 168, "9 Segunda parte AUTOCONCIENCIA 12, La autoconciencia como verdad de Ia conciencia 4) ala verdad de la certeza de sf mismom 9) La signticacién del trénsto de la conciencia sa auto 1B. El ser de la autoconciencla i @) La conseeucién del ser-simmismo del sianismo en sa 9) BI nuevo concepto de ser del constante cata ch inetior- dest, Ia vidas ser y tiempo en Hegel - «Ser 9 tiempo» Conclusion, Postfacio de la editora, por Ingtraud Gotland Glosatio Indice 133 185 189 195 1s a2 24 219 INTRODUCCION La tarea de la «Fenomenologia det Espiritu» ‘como primera parte del sistema de la ciencia El curso que viene a continuacién es wna interpretacién de la ‘obra de Hegel que conocemos con el nombre de «Fenomenologia ddel Espiritu». Mediante la dilucidacién del titulo y sus diversas formaliciones nos procuraremos la indispensable inteleceién pro- visional de la obra, para con posterioridad comencat la interpreta ci6n alli donde la Cosa misma inicia, omitiendo, asi pues, el extensc Prologo y la Introduce El titulo corriente de la obra, «Fenomenologia del Espiritu», no ¢s ciertamente el titulo original; sin embargo, fue el que explicitamente se impuso como tirulo literario de la obra, desde el momento en que fue incluida en la edicién completa de las obras dle Hegel, que, a partic de 1832, prepararon los amigos de Hegel inmediatamente después de su'muerte, La «Fenomenologia del Espiritu» constituye el 11.° tomo de las obras completas que aparecié en 1832. El editor Johannes Schulze sefiala en su refacio que el mismo Hegel tenia en preparacién antes de su fepentina muerte una nueva edicion de la obra, Con qué propési- to y de qué modo, es algo que alli puede ser consultado' * Los watajosflosfieos de Hegel alli aparccidas seri citados segin a obra ‘completa 3 1852 y ats sient, nici cl voms'y 6! numero ae papa, Et a rj 2 1a fenomeogis del epi de Hegel Prigcipa: «Sistema deta ciencia.» Con este sistems se coordina y én 3 inserta la obra, Lo intrinseco de la obra, por ello, sola fase st conccbido desde su intexna trea, y ata consist por fkecirlo de wna manera superticial— en set lo. primero en ol sistema y para éste, 1 Les sistemas de la Fenomeneloga y de la Eiclopedia — ~_~=—=—=—rs—s— se — tse subttulo® Antes de responders es prepege: isis ‘ordataborn que tampaco cae subtle de ean, bees Posteriridad, fae el blo denitieos ext conpens fae coe Complet, ante todo yen primer ligase Saeed ele —r— rl Eenomenologin del Espitiun Bs de aque donde er at Ahrevado y devenide habitus «Penomenologs de Leste " del titulo, maniiesamente teninot ue cetienos a I formulacion mis comple, 4 ls dos ferns se prcintay ls cuales dicen lo mismo, aunque de fem tren De ell se seaprende, en pret log, riguesee ie eee ate del site dea enia ella ita cee dash Bate connitoye ea primes pate de la cescin® Le eons 6s pers parte debe hncienos ms elcne ee twos con la segunda parte. No abstante, con pevcnnhier ey Primera parte ho apart ningons pun pve dl secede a Sin embargo, tras a aparicién de la wenomenologis del spins en 1807, Hegel comensos publica var mare ss ca tinge de i ediciin de jue, dicho mimero de pina se eacuenun bet prem n el margen cs iy A, 28, ftead. p25) : Phin. eo Inwroccin B conocemos con el titulo de «Logicay, cuyo primer tomo apatecié en 1812-13, y el segundo en 1816. Ciertamente esto es asi, pero la ‘ Las palabras de que se compone el ttule en tanto lo omamos dade focrt— noe son ucllars, en parole ot omocernos la terminologi flosia, Y, sin embargo, dicha faniaidad en nah nos ayuda; por el conrario, aos exravia, yu acaba de cstardesesperadamenteextraviador cuando desde principio y tr bo que te sigan uo aaltecrmos que aqul scion cignlicn Sater ssa Soo ash compen To abe sg sexpetincinn, aconeiencan, sexperincia dela concenca> J, Finalmente, wciencia de la experiencia de fe concinci, Gertamente todo tulo que efectivamente es tal es decir, to surge del deseo de cortesponder alo queen exe momento std n bogs, o cosas por el etlo— lose deja comprendet a pati (2 CE Peblogy, I, 28 [trad p. 25) my M4 a fenomelogia del espirtu de Hegel dela completa apropiacin de la obra en cuestin, Esa apropia Gide tambien es necuria para a comprcnain deh neon de Ia obra; por eo ial dilucidar ahora el dtulo nos referee ance todo a la Tntroduccin de la Fenomenologia', si coe ot extenso Prélogo%, s6lo obtendrfamos una comprension Invade Y Provisional del icalo, Pero sobre todo debemon renunciay rena exégetis exhaustiva de los feapmentencitadon ‘Ciencia de la experiencia de la conciencas: eras clatifiae Provisionslmente los conceptos de wcencia y wconcieacin cn ng sentido heglino, preguntamos: que signifies sexpeienenee Conocemes i expresion come termina téenico, por eemplo, de la «Critica de la azo puctn* de Kane, Una de it tore ants nes del problema de la «Critica» es la pregunta por la posliigd de I experiencia. Experieneia significa agut el todo del conse Imiento torico del ente presente ante I mano (naturale), hescoc semtido, incTuso hoy en dla las ciencas de la aatvales ve Hermon también ciencias experimentales. En lo que respecta nu eorren fsa experiencia es objeto y tema del conoeimicnto Alosobecn, Po silo eabria Ia posibildad de considerar« la eCrie de Is arog Port como ciencia de la experiencia, eoria de la experecene gn tanto teora que se establece a propeito de bs oper “Sob lo que ella sei Pero euando Hegel carsctctizn a la «Fenomenologia del ‘spirits como cincia dela experiencia de a eoncenca Rey ene teparar en que: 1. Ta experiencia no. ese tomads ea covtia kantiano, 2. La Fenomenologia, como la ienca, en ningon aca &s saber de decir sobre la experiencia, cmpoce'ytalane mene cuando eomprendsmos la expresion al modo, hegelane. vGee signtca para He experiencia? cAl menos no estar cl concoreg hegelano en comsitn con el concepto kaniano su problonitees Y ‘i incluso esto. no es asi, at inde toma, pact, Hegel na coneepto de experiencia que, manifiestamene, elles seri coes mente propio? Qué significa, ast pucs, por regla genera, antes de todo uso terminolégicofilosstico, la palabra vexperencan? "= Ea meee "3H, 59-72 lua. pp. 51-60 2 358 fad. pp 7) 2,Tad. PRibes Alfggura, Madd, 1983 ** Orig: Esjarg. Eto gue sigue se hn ntcrado mantener i pada de Ioneodccin a reflexionar sobre ello con el fin de advertie que Hegel no cotoca a la palabra en ese lugar central de forma arbitraria y sin funda Por ejemplo, nosotros decimos: he experimentado que ha pasado esto y aquello, que ha caido un rayo en la casa. Yo he experiwentads: no s6lo lo he oido decir, sino que lo he ofdo de alguiea que lo sabe y que incluso estaba abt o lo sabia por aquellos {que estaban ahi; yo Lo he ofdo, me he enterado. O cuando uno que fue enviado a informarse sobre algo —el estado de un cenfermo—, vuelve con la noticia de que «me fue materialmente imposible experimentarlon, eso significa: Megar a saber, areriguar cémo sstaba, Expetimentar significa aqui y en casos similares enterarse, averiguar qué ocurre con algo, lo que tiene lugar y ha pasado. «Traer a la experienciay* quiere decir, de alguna ma. nera, ic tras da Cosa misma, y asi examinat si se prueba la verdad de lo que se dice y se opina, «Traer a la experiencia»: comprobar fh verdad de una opinién a tenor de la Cosa misma, Asi pues, experiencia es un conocimiento cuya verdad fue comptobeda al Petsoratse y ver por si mismo. Tales conocimientos convierten & tun hombre, cuando se deja conducir por ellos, en un hombre experimentads, ¥ porque es tal puede ser un hombre de serdad screditade; por ejemplo, asi se habla de un médico acreditado, Alguien «tiene experiencia», es decir, esti al cortiente del asunto, esti ala altura del modo en que hay que «conducirse» para que en cada ciso 2 uno le «vayan bien» los asuntos y no se ecompli- queny En nuestro caso no se trata de mencionae todas las diferencias de significado y niveles del concepto de experiencia, claificindo- los en sus matices y sobre todo en sus conexiones, Mas bien slo. tenemos que ver en qué direccién camina el uso hegeliano del Seocdos dea termina, que no sempre se coresponde de mane nmedita con, ltetmino castlano. Fst pluvalidad de senior esa gue fstuneate hace jugar ‘gui Heidegger. As! poes, tom independencia de lou mtinonion di teed ‘Ghee preteen teppei deh epee al eae, eh ‘ato obo wexperimentare(eatrn)alode tanto al weapetincntare come a llegar ‘tahers @ senernotcin GCalgo. Gig’ In Laing bring saveriguar,eenct conocimientos,eapreaders, ** Oi: sraren (wconduccien, eproceder) gu faben (i bien), efron (ai) (eompleaon,sembrelldos); em todos los enor se ape ala ais eommia Ufebren sim, amis, ee), presente en el temiao Ebr (ceperencon). 3) 36 4 fenomelogia det espictu de Heget texmino. Y digmoslo ya: no camina en la dieeciin de los sinifcados hast ahora aducis, Resumimos dishes sgnifades én primer grupo. Conforme a ello experiencia dela wig Iostracioninmediata de una opinion y conocimlents sobre In Goris y asuntos en sentido arplio, el ftomo Is Intalon ce Algo como lo que prueba ia vera, Un segundo grpe aude ¢ I momento dl ver por-skmimo, pe smo (pun comprobr asia Yrdad de uy verdad acreditada), sino que se cra del cepetmmesnag a Sento del hacer experienc, donde tine qu dar procs ds verdad la Cosa experimenada misma, debe confine eo ane estado se encuentra y hasta qué punto agu cuents sige cases imo eneaia con otras cosa; el experiments squihcomecrs Pca aa Cosa misma dento del cones al due ponerece 4 Para el mismo. «Hacer sus experencias iy tener quchcereet Gera dey, eentiguetdo. con experiance nea Aosotos siempre algo dobe: por de pronto te dea teaieee at cierto desengaio o Sopra, La Cosa el tuntor ka canal Catia diferente al que se experaba, Pero, alice deere sit tain el apreniae de algo mievo yar algo ahore ey Propiamente comprobado eh au vested eet enamels do aps y concepts de 1, Hacer una experienc: mostrar y comprobar de una mand = inuitva la verdad de una opnion sob igo wa i Co 2 Ha er una experiencia: dejar que comprucbe la veedad de le Cosa misma, como ela es en werdad, cs dena permitr que se conftme verdad Apelando a sentido det primera sigitcacion de a em Gi, hablamos de clencias de It experinen, de tenia egpohonan de. Sido esto asi, cl concepto de expercnch we ea sexin se tome mis amplia-o retingdament el conan ie intuicin justificador. StI ineucion ister no ee Bence 2 |i iotucidn sensible —y con ello se alae une one nein medida por los drganos sensors sno. goe cmple mente se capa aa inticion como forma de consprohoeiea leerodvesin oy verdad de una opinion en ta aludida Cosa misma, entonces puede desarrollarse el concepto de inticién de eenias. Asi, por ejemplo, la determinacién de la relaci6n estenctutal entre sujeto y predica do en una proposicién en general ni puede ser vista con los ojos, ai oda con los oidos; pero tampoco estamos en disposicion de imaginar a proposito de ello lo que a voluntad se quiera, sino que de lo que se trata es de mostrar como tal, en una proposicion establecida de forma viva, a la relacién proposicional que al radica, traer ante la vista desde la relacién misma, hacer «evidente», 10 que ella es, su esencia. La intuici6n donadora de la esencia misma, en este primer sentido, es la intuicién fonomenoligica. Porque una tal intuicién se jusifica en las Cosas mismas, en lo que pasa con ellas, cesta intuicion también puede sex llamada experiencia, En este sentido, fundamentalmente mas amplio, ha usado Schelet en sus primeros grandes trabajos hace veinte aiios la expresion wexpe- riencia fenomenolégica», También Husserl parece admitir recien- femente este concepto amplio de experiencia en el uso del ‘término?, en coherencia con el modo de ver las cosas desde hace tiempo defendido y a menudo expresado por él, segin el cual la fenomenologia representa al empirismo y positivismo puros rectamente comprendlidos, Atendiendo a estas circunstancias, el conceplo begelano de expe- riencia presente en el titulo de su «Fenomenologian -~ciencia de la experiencia de la conciencia—, en modo alguno se encamina en la direecién del hoy llamado concepto fenomenolégico de experien- ia. El acento no recae sobre el momento ds signficaciéa de la comprobaciin de la verdad por la intucién. Merced a ello, al mismo tiempo se dice ~algo en lo que en el fondo resulta ya superiluo eparar— que «ciencia de la experienciay en modo alguno signifi- cca uciencia experimental» en el sentido actual, como pueda ser el caso de la biologia o de la historia. Con la expresin weiencia de la experiencian Hegel no quiere hacer hincapi¢ en el hecho de que esta ciencia deberia justficarse y probar su verdad en la experien- cia, ya se trate de la experiencia de Ia intuicién sensible 0 no. sensible. Por eso es totalmente absurdo establecer a parti de aqui y sin mas una conexién entre la fenomenologia actual y la de 2 CE. Forme u, assendenale Logik, 1929, (ta. as, Lig formal ger ‘rasandontal. WN. A. Me Mec, | 19 0 by 38 14 Fenomelogia dl exp se Hegel Hegel, como sien el eso de Hegel se tase ly como quiere Necolt Hartmann, deun ans de los acon de Ie conceneny dela experiencia EY concspto hegeliano de experiencia se encamina mis bien en la dreeciin del segundo grupo de sgnfcciones de ls paaien seein uaa expr alp —t ene ede Postvo, como negativoy de manere fel qu ala ale ooting tr nvr expetinentar gue elo no fe con pee Primer moment, sino que en verdad es ota ova, Pers ese gen 80 5, no 68 dejdo de lado, sino sue el parecer renenteg iustamente a aquello. sobre lo que’ se Ince ly experience Pertenece a aquco en compatin deo cual a experience hace mis rca. Ese modo de hacer experiencia ex Hegel nose sehen Gieramente, a cualguiersucesoy coss de wo corante u hone bres. eA qué se refiere, pues? Eso es justamente lo dicho oo al ttao!cienci de la experiencia dela concencn, Ast pas, le experiencias se harin en ln concent, esta er cl alge del perimentar, Solo que por mic qua signfeachnwelgoe st tao insine eso al tomar experiencia le contowtar een Eentivo objetivo, no por ello resulta menos gna de ser cuca, "ada una tal exegesis. En primer lager, experince ln concn: tia no significa que ls experiencia sean bethas sobee'y eee concienci, sino que es In conciencia misma It sus hace. le experiencias. Elan concienci~ esti weomprcndie ca a experiencia mismay®, En qué hace la consiench wus eapeven Gis, con qué wcebov hacer En ella mista Contgo eis el uss, caso no seria a concienca el objew de i erpercaca, siendo de ena forma correcta In prinem eatgesi? De ringte modo, sino que sélo. porque la concentia“ct sujeto den experiencia y esto en un sentido totalmente precise er eee sebeg absoluto,sicamente por ello es objeto deh eaperencis pane hacesc tint experiencla con cla y bo al contane Ear aeence concenci, como sujeto, hace la eaperienct tomprenticada onciencia’y experiencia en su sentido hepelianos ce mle alguno puede hacer de otto modo que en misma, Sy, fer et Contrano, te toma primeramente In coneenca como abies ntonces es pesfectamente posible que ea pucds se ceperine ne 2,72 fin 6 Ineoduccin ” du o descrita de otra manera; en ese caso se trataria de experien . Mis tarde se la lama enegatividad absolutan, safitmacion infinitan 4, To que asi sale a relucir en Ia experiencia de la conciencia Sobre si misma, lo que sale a a lay aparece, es el espisitus Ee ig pPetiencia en tanto movimiento, en la forma ya caracterizada, de 4a conciencia (el devenie-se-otro como llegat-asi-mismo) acomecs cl Megara-le-aparicién del espirtu, la Feromaolgia de! Espira 2 2 fed. p26) m1 ro fead Ba} BM Toten, 2 ™ Vin, ag PML Ineroduesin a Con ello, de improviso, a partir de la dilucidacién del primer subtitulo de nuestra obra —eCiencia de la experiencia de la oncienciay— hemos ido a parar al segundo —wCiencia de la Fenomenologia del Espirituy—. Con ello se hace patente la interna conexién entre ambos titulos 4) «Ciencia de la Fenomenologia del Espiritu» ‘También para la comprensin del segundo subtitulo, y por ello para Ia obra en su totalidad, es decisive que de nuevo se determine correctamente al genitivo en la expresién «Fenomeno- logia del Espiritu», En este caso no se trata de un genitivur ‘objectivas como induce a ereer muy a la ligera la tesis apoyada por la actual fenomenologia, segin la cual se trataria de une investiga cién fenomenologica sobre el espiricu, a diferencia del caso de una fenomenologia de la naturaleza © de In economia, Hegel utiliza la expresion «fenomenologian slo referida al espititu 0 a la concien- cia, y si ello es asi no es porque el espititu 0 la conciencia fuera el tema exclusivo de la fenomenologia; quien asi habla es Hsu, para el que la «fenomenologia trascendental de la conciencian indaga a la conciencia en su autoconstitucién pura y, de este modo, en la constirucion de la totalidad de la conciencia de objetos; investigacién a la que tendria que adscribirse durante decenios incluso siglos su programa de trabajo. En el concepto que Hegel tiene de fenomenologia del espititu, el espisitu no es sbjto de una fenomenologia y afenomenologian en modo alguno «sel titulo de una investigacidn y ciencia sobre algo —como puede set el espiritu-, sino que la fenomenologia es «/ modo y manera (y no s6lo uns entre otras) como es el espirita mismo. Fenomeno- logia del espiritu significa el presentare total y propiamente dicho del espititu, @Presenratse, ante quién? jAnte él mismo! Ser fend. ‘meno, aparece, significan presentarse, un presentarse tal que con ello se muestra algo otto frente a Io precedente, que lo que se presenta se presenta contra lo precedente, quedando asi rebajado lo precedente a set aparienca, El aparecer, en tanto este mostrarse del saber que se presenta, € como devenir-eotro en el llegar-a-si-mismo, la experienc correctamente entendida en su sentido hegeliano: el fener que. ‘acer-consgo-la-experiencia, El apaxecer 5 el prescntarse en la ba Bs 2 La fenomlogia del esprit de Hegst cluplicidad y ambigiiedad del mostrarse y del presentarse mostein- dose contra lo que ya se ha mostrado y, por ello, del mosérar a esto coms aparienria, Aparecer es el devenit-se-otea de la conciencia en su suber, Conforme 2 ello, ya en 1801 —seis afos antes de la «Fenomenologiay— en la «Diierencia entre los sistemas de Fichte ¥ Schelling», justamente en un contexto en el que se trata de determinar como el absoluto puede ser estatuido y concebido, dice Hegel: «Aparecer y escindir-se son uno» ™. El escindir-se es el separarse y confrontarse, el devenir-se-otro, ‘También el aparecer y la aparicién estin referidos en Hegel primera y exclusivamente, a lo que ya afloré en su concepto de experiencia: el exponerse de un negativo en su contradiccién para con un positive. Lo que aparece es este noy si en lo mismo, la , como pot ‘ahora queremos denominarlo, Siempre se debe decir y repetie que Hegel enelinicio ya presupone lo gue gana en el fin. Peto esto no habia ue decitlo y"aducislo como ‘bjeccién contra Ia obra, Tal objeccién no debe aducitse, no porque no alcance a Hegel, sino Porque pasa sin més por delante de la filosofia. Pues pertenece a {a esencia de ls filosofia que siempre alli donde se pone manos a la ‘obra y comienza a actuar a partir de y por cuestiones fundamenta, les, jstamente ya anticipa lo que a continuacidn dice. Sélo que aqui no se trata de obtener subrepticiamente una demosteacion, fampoco un pseudo modo de proceder, porque en modo alguns se trata de demostrar algo en ef sentido habitual del término, ateniéndose a las reglas de demosteacion de una logica que no e4 la ligica de la filosofia misma 131 ts) 30 1a fenomelogi det esprit de Hegst Con ello de nuevo nos vemos conducidos ante lo que sigue siendo innaccesible para la sofistica, ante una verdad de la que ‘nunca se puede y debe dar prucba ce que iviese un lugar en la sofistica, Pata ello requeriria comprometerse con Ia filosofia, es decir, renuncise a si misma, haciendo asi aurométicamente super- flua aquella demosteacién, Pero equé significa comprometerse con la filosofia? A saber: encontrarse con ella en lo que de esencial tiene para asi, ante las fareas que alli se muestean, llegar a la clatidad sobre si mismo, sobre si nosotros mismos todavia tenemos y podemos tenet tareas esenciales y si e3 asi, cuiles. Este compromsterse con lo esencial ¢s el nicleo de la controversia realmente cfectiva sin la que toda interpretacién sigue sierdo ciega y una mesa actividad laboral No obstante, la voluntad pars la costroversia realmente efectiva se ve sometida a una exigencia, cuyn satisfaccion no puede ser forzada ni por sagacidad alguna, ri por celo alguno, ni por exactitudes filos6ficas. Hegel aludié a ello en una ocasién en su tratado ya varias veces citado sobre li «Diferencia de los sistemas de Fichte y Schelling»: «Para dicubrirse el espitita viviente que habita en una filosofia exige ser alumbrado por un espiritu de igual estinpe. Ante el comportamiento hist6rieo que Proviene de un interés cualquiera por tener conocimiento de opiniones, el espititu pasa por delante como un fendmend ‘extraio, sin revelat su interior. Puede sere indiferente su forzada contribucién al aumento de la superflua coleccién de momias y el ciimulo general de contingencias, pues el espiritu mismo se le ha ido de las manos a la avider de novedades que se dedica a coleccionar conocimientoso Si queremos acceder a una controversia que permita situarse frente a Hegel se nos exige ser ude Ia misma estirpe» que él. E incluso entonees, cuando al pronto sblo podimos empenarnos en cultivar en nocotros una disposicién apta pata una controversin, justamente en ese momento, precisamente en ese momento, sobre ‘do debemos oft esta exigecia: ser de la misma etirpe. De la misma estirpe: no idéntico y tampoco lo mismo. De ta misma estirpe: esto no es aqui la igualdad de un asf llamado punto de vista, tampoco la pertenencia a una escuela, todav'a menos la concor, 77, 168 fad. p. 9 Insroduesin ” dancia en proposiciones y conceptos y, atin menos todavia, la ‘gualacion niveladora del darse la razon mutuamente respecto los siempre iguales resultados y progresos de una «investigacidny, De la misma estirpe alude al hecho de deberse a las primeras y lilkimas necesidades que confermes a la Cota en cust son propias del preguntar filos6fico. gAciso no deberiamos encontrar al eespiritu vivienten de la Gilosofia hegeliana que hasta ahora nos ha permanecido encubier- to, alli donde Hegel mismo busca mostrar la verdad del punto de vista de la filosofia, en la ciencia de la experiencia de la conciencia en tanto ciencia de la «Fenomenologia del Espiritu, en la primera exposicion del sistema de la ciencia, es decit, de la filosofia? Cuando hablamos asi eso suena como si fuésemos nosotros los que, por fin, traeriamos la salvacién y por los tiempos de los tiempos quisiésemos oftecer a la humanidad la verdad de las verdades. Suena asi y sin embargo lo que se quiere decir es algo completamente diferente. Lo que queremos solo puede ser esto: aprender a comprender que todos nosotros ante todo debemos partir hacia alli donde el ser-ahi nos da la libertad para despertat en nosotros mismos de nuevo la disposicién para la filosofia; es decir, Ia libertad para una preparacién completa para la obra filosofies de Hegel y de todos los que fueron anteriores a ¢h; para decislo mejor: de todos los que estuvieron con él. Por ello debemos aprender 2 comprender que tal cosa no acontece en virtud de acometer cualquier empresa literaria 0 mediante la invoeacién a la pretendida superioridad de los mis avanzados. Pues en la filosofia «no hay ni predecesores ni sucesores» ®, y esto 1 significa que a todo fil6sofo le sea indiferente cuslquiee otro sino que, por el contrario, lo que se dice con eso es que todo fil6sofo que sea realmente tal ¢s confemporineo con cualquier otro, justamente porque él es en lo més intimo la palabra de su tiempo, Si por ello se trata de despertar y fomentar la disposicion y Preparacion respecto a la filosofia y para ella, entonces esto significa hacerse cargo del esfuerzo, no despreciar a la filosofia que desde hace tiempo esté de una manera realmente efectiva en obras de caricter filos6fico. Pero el més profundo menosprecio. Consiste en citar a los filosofos anteriores sirvigndose de pasajes y 1,169 fad. p10) 54 1) 2 1 Fenomeogis del eine de Hegel deformaciones, cediendo Io demas a los historiadoses de la historia de ta filosofia, Pues no se trata de la historia de la filosofia ‘en tanto algo sido que hubiese quedado er el camino, sino de la realidad efectiva de la que nosotros en la actualidad somos expuisades desde hace tiempo para dejarnos vegetar attoftados Tall ees envaneidor— por ucts propias mints: cculas maquinaciones. No reparamos en que es mucho lo que acontee eo lo que chra de wna manera fection ° 7 CONSIDERACION PRELIMINAR 5. La precuposiciin de ta «Fenomenologii», 1 comienzo absoluto por el absolute La «Fenomenologia del Espiritu» quiere ser comprendida por nosotros, esto es, estar en nosotros de una mancta realmente efectiva en tanto ciencia, tomando tal palabra con la significacion de da cienca que es el sistema mismo como saber absolto, Este debe egar a sf mismo. Por eso el final de la obta lo configura esa breve seecién DD, cuyo encabezamiento es: «El saber absoluton Si s6lo al final el saber absoluto es de una manera total él mismo, saber que sabe, y si es esto al devenir tal, en tanto /lega a si mismo, pero solo llega a si mismo en tanto el saber se deviene otto, entonces en el inicio de su andadura hacia si mismo tadasia no debe estar en y consige mismo. Todavia debe ser otro y, es mis, incluso sin todavia haber deverido otro. El saber absoluto debe set ‘otto al inicio de fa experiencia que la conciencia hace consigo, experiencia que, mas alin, no es otra que el movimiento, la historia donde acontece el Megar-a-tt-mismo en el deveni-se-otro, Al inicio de su historia, el saber absoluto debe ser otro que al final. Ciertamente, pero esa alteridad no quiere decir que en el FH 594612 [ead pp, 461-473, 8 oa 9 oT a fenomelogia dl expt de Hegel inicio el saber en mado alg tadavia no fuese saber absoluto, Bien al conteario, justamente en el inicio ya er saber absoluto, pero saber absoluto que todavia no ha legado a si mismo, que todavia no ha divenide ot10, sino que s6lo es lo otz0. Lo otto: el, el absoluto, es otro, es decir, es no abseluo, es relativo. 1a no-absoluto no er todavia absoluto. Pero este todavia-no es el todaviano de! abrolut, es decir, lo no-absoluto no es de alguna manera y a pesar de ello sino precisamente porque es abscluto, porque s n0- absoluto: este no, en razén del cual lo absoluto puede ser relativo, Pertenece al absoluto mismo, no es diferente* de él, es decir, no Jare a su lade, extisno y muetto. La palabra «no» en «no-absoluton en modo alguno expresa algo que siendo presente para si yaciese «al lado del absoluto, sino que el no alude a ur, modo del absoluto, Asi pues, si en su fenomenologia cl saber debe hacer congo la experiencia en la que experimenta lo que wo 8 y lo que justamente en ello es con él, entonces ello s6lo puede ser asi siel saber mismo que hace (cumple) la experiencia, de alguna maneta ya es saber absoluto, En esto radiea algo decisivo para la posible claridad y seguridad en la posterior comprensida de la obra. Dicho de una ‘manera negativa: de antemano nada comprendemos si ya desde el inicio no sabemos en el modo del saber atsoluto. Ya desde el inicio debemos haber renunciado no sélo en parte sino completa! ‘mente a Ia actitud del sentido comin y a tocos los denominados criterios naturales, justamente para poder damnos cuenta y volver ' cumplir cémo el saber relativo se rinde, legando de verdad a si mismo como saber absoluto, Nosotros —y es algo que se esprende de lo hasta aqui dicho— siempre tenemos que estar de fantemano un paso més allé de fe gue en cada ocasin es expuesto y rémo ello es expuesto, en particular respecto al paso que de momento debe ser dado por la exposicion de lo expuesto. Pero pata Hegel esta anticipacion es posible porque se trata de una anticipacin en la direccién del saber absolute, el cual justamente ya desde el inicio es de una manera propiamente dicha el saber sapiente que cumple I Fenomenologia + Otigs serabden. nto dicho » contiouacin se alade al dable sentido det ‘éxmino erie: wiereaten, pero tambien cmcteonalleddon, wae Considerciin pretininar 3 4) Las ctapas del Megar-a-si-mismo del espiritu El saber absoluro cs lo que ya también —aun cuando ‘embozado— es el saber relativo. El saber telativo mis relativo es (49) Ja conciencia que todavia no se ha hecho patente como espirit, el saber carente de espiritu. De ahi que la «Fenomenologia. de! Espititu» en tanto legar-s-si-mismo del espiritu comience con e| hhecho de que el saber al pronto se sabe como concenia y se da a saber lo que merced a ello sabe. En correspondencia con ello, la primera seccion principal se rotula: «A. conciencian Asi pues, si el saber a consigue* saber como conciencia, enronces sabe de si y asi al través de su atravesat diferentes etapas, hace consigo la experiencia de que es antoconcienci. Pot exo la segunda seceién principal se Llama: «B, Autoconciencia,» > Sélo que Is autoconciencia, tomada para si en el interior de la relacin de la conciencia es decir, del todo del refertse del yo (si- mismo) al objeto s6lo ¢s, por Io pronto, un lado. En tanto la sutoconcieneia hace consigo misma la experiencia de que no es sélo un lado, sino e/ lado er el que y para el que se hace patente recisamente sambién ef otro lado en lo que é/ es, nace asi un saber que se sabe tanto como autoconciencia, como conciencia, es decir, como el fundamento esencial que unifica a ambas, La auroconciencia pierde su unilateralidad y deviene razin. De ahi la tercera seccién: «C, Razin», La razén es Ja certeza de la conciencia de ser toda la realidad.» En ese «todo» ya radica, y ciertamente en un sentido. cualitativo, el anuncio de que en la razén el saber absoluto de alguna forma ya se ha alcanzado a si mismo, No obstante, la obra no finaliza con esta seccién, la Fenomenologia todavia no ha alcanzado su meta. Pues el espiritu, que constituye la esencia del absoluto, todavia no ha aparecid come fl. Y, sin embargo, con la seccién C ya estamos en el fin, porque el absoluto ya ha venido a [80] 4, pero todavia no expresamente y en su verdad. Esta duplicacion 211, 73.19 fra, pp. 63-108, {Gog lo comin, peo el ido earn, wham, 4 set puesto en ccacion con el slogan (Lommel alkeae ye (Zhichitbttonmen) dl expec = SM 1317S fade pp 105 139) 40 174326 [ead pp. 8.285 Sm 178 end: pe eh 151 56 1a fenomelogia de episita de Hegel cl i (fin) y sin embargo no, se expresa en el hecho de que Ia fetceru seccién C esti rotulada como «C, (AA.) Razonw Esta secci6n, pot tanto, esté subdividida: en el interior del estar-en- y-consigo-mismo del saber absoluto como razén se inicia otra vez |i Fenomenologia. Este primer estar-en-s-y-consigo-mismo ton davia no ha Megado de verdad a si mismo, todavia no ha hecho consigo propiamente la experiencia; esto es, a experiencia de que clabsoluto (razén) es espirita. Por eso a la seccion C. (AA) sigue tuna seccién «(BB.) El espiritun’. «La razén es capita et la medida en que la certeza de ser toda realidad es clevada a la verdad y es consciente de si misma como de su mundo y del ‘mundo como de ella mismay'? Con (BB) comienga la expresa historia absoluta del espiritu absoluto; (BB.) es el inicio. La siguiente experiencia que el spiritu hace consigo mismo es expuesta en «(CC) La religion» «bl espiritu que se sabe a si mismo es en la religion, de una forma jnmediata, su propia y pura antoconencia°, Peto aqui se repite en |i historia del espiritu lo que ya sabiamos a partir del trancito de 4s coneiencia ala autoconciencia: que ésta al pronto y de nuevo se Contrapone a la conciencia como a su otro y en vittud de ella todavia tiene a ésta de una manera autosuficiente a/ lado de st Habiendo levado cl espirta también asia es0 otto como sayo y sabiéndose como su verdad, se sabe absolutamente, es e esp que Sse sabe a si mismo espititu, es realmente sfetivo como vaber absoluto, es la olantad* que se sabe abtolutamente, que es ella misean Bara siel poder realmente efectivo como lo Gnico querido **, Con {ils aleanza a «Fenomenologia del espitiu» su meta, De ahi que 'a Gltima seecion se lame: «(DD) El ster absolute.» A partir de C, las tres secciones siguientes —el espiritu, la religion, el saber absoluto— estin rotuladas como subsecciones, Pero, al ticmpo tiempo, tal y como muestran los subtitulos de Ing triginas correspondicntes, es posible otularlas consceutivamentes 1,327 308 rd. pp, 257-382 32 dpa 1 509 455 ae 395457) +151 feed 3h {Og We 17 OE: Gel Loa eco aera ia com de navel deo cavern bale ere Considerscca prelininer ” 8 decit, C 10 como C (AA), sino simplemente come C, la siguiente seccién no como C (BB.), sino como D, C(CC.) como E y C (DD) como P. Esto parecen ser cosas extemas, asuntos tecnicos de la compo- sicin tipogeifica propia de la impresién. Y, sin embargo, eatin en interna conexién con la determinacién del interno cometide de 1a obra y de la sprehension de su contenido fundamental. Hegel ‘mismo vacila aqui, con ese vacilar que no es consecuencia de wna Penetracion s6lo pasajera en las cosas, sino que pertenece al comprender propiamente dicho, cuando llega la ‘hora de la verdad; un vacilar que no tendramos que censurar en nombre de ‘nuestro corto entender, sino que més bien tendriamos que saber cuin dificil y raramente es ofiecido a los hombres, Puce svie vacilar €s el modo de la andadura filoséfica cuando ésta es la definitiva», Ese vacilar sobre el modo en que pertenece la expresa historia absoluta del aparecer del espititu ala «Fenomenologia del Espiti tu», ¥ por ello sobre In aprehensi6n de esta misma, queda atestiguado en Hegel de manera palpable por el hecho de que en 'a postrera exposicién de la «Fenomenologia del Espiritun, en la {ercera parte del sistema de la Enciclopedia, la Fenomenologia se cietra con Ia seccién sobre lk raz6n, Resulta de una pean superficialidad pensar que ahi s6lo se expondria un compendio de |a primitiva Fenomenologia. La exposicidn del espirita (a partir del 440) ahora ya no pertenece ce ninguna manera a la Fenome, nologia, sino a la Psicologia, «Fenomenologias tiene ahora la significacion exclusisa de un titulo pata ane disciplina dentro de la Filosofia del Espiritu. La Fenemenologia esta ahora entre la Antcopologia y la Psicologi 4) La filosofia como despliegue de su presupuesto; la pregunta Pot la finitud y la problemética hegeliana de la infinitad Con Ia vision sinéptica dada sobre la estructura de la obra de Hegel, por supuesto que casi exclusivamente hemos dejado desfilar ante nosotros una sucesién de titulos vacios, Y. sin embargo, constantemente debemos ener presente esa division. Al ‘eiterarla extraemos de ella que el fin de la obra no es la huida de (2) 153) 38 La fenomelogia del epiria de Hegel su inicio, sino el retorno a él. El fin silo esol inicio devenid otro por elo legado a si mismo. Pero en ello radica que la ubicacion dei que comprende y vuelve a cumplir de nuevo el trayecto de la Fenomenologia, es desde el inicio hasta el fin, desde el fin que procede ya del inicio, una y la misma: la ubicacién del saber absoluro, del saber que ya ve al absoluto ante si, A ello corresponde lo que Hegel expreso de la siguiente forma en el escrito sobre la diferencia: «...el absoluo mismo... es la meta buscada. Ya esté presente, pues de no ser asi, zedmo podria ser bbuscado? La razén lo produce s6lo en tanto libera a la conciencia de las limitaciones; este asumir las limitaciones esté condicionado por Ia ilimitacién presupuestan 1, Por ello s6lo podemos comenzat a comprender de una manera realmente efectiva cuando ya hemos estado en el fin, Esta primera lectura de la obra en su totalidad la presupongo a lo largo del presente curso. En el caso de que esta no se haya hecho ya o no se hhaga a lo largo de las préximas semanas, no tiene ningiin sentido gue se sienten en esta aula y sigan pasivamente el curso; no sélo me engafian a mi, sino a ustedes mismos. Por supuesto, ello no quiere decir que con la primera lectura tengamos ya la garantia de que solo comprendemos realmente en la segunda. Quiz la primera lectura deba ser repetida mis a menudo, lo que slo ‘quiere decir que ells es por antonomasia imprescindible. Digo «por antonomasin», porque este modo de lectura es cexigido ciertamente en un sentido fundamental por toda obra {filosifica, e1 sentido que se fundamenta en el hecho de que toda filosofia, al fin y al cabo, s6lo despliega su presuporicién. Las presuposiciones no son condiciones previas psicolégicas o chis- morreos biogrificos, sino lo inirineco y la forma de la Cota del problema fundamental. La presuposicion de ls filosofia no es algo ‘que la preceda y radique al margen de ella y que de vez en ‘cuando, concinuactén, Intervenga de la manera més oculta posible. Mis bien es la apertura del todo mismo, justamente, lo ‘que primera, constant y ditimamente esta abi y aguarda su desplic: gue. La presuposicién no es ninguna hipéresis con cuya ayuda robemos a modo de ensayo para a continuacién, ripidamente, cambiarla por otras, sino que la pre-suposicién es la historia que 7 [aad p16 Consideriin prelimi 39 Acontece*, la historia de Ia manifestacin del ente como tly en toul en in gue nos encontramos emplaradose™: Lr raided efectiva que puede esperar tanto que nso la tomerios et sero omo que nos huadamos en lis enyendo en la ule. Para quien comprende este mis intimo estado de neteidad del decison del se-ahi estado de necesidad que, al mismo tiempo, sth dado con el exado de eevelacon del ente=, yu ha combi se ‘etl toto, tambien ete etd dered. Todo dio neces dc *¥# en cl sentido de aquella ectided en ln que tenemos que buscar actin de la herd Por eo, todo radica en cOmo se insala la flosofa en la presuposién ys sacs unten y sonic en le pues ue s hace. Sélo quien se mantene firme en Cosa, tambien puede vacilar de una mancratealmente electva respeco ell, eso a Guien a ninguna parte se ase y quite aberlo todo mcjoro ya fhbetlo sibidoy quien incluso fvoreiende la propia eteridad s fora un principio en forma de unu pretend superiiad Frente a todos los puntos de vist, anda dando tbo de on opin a otra sin Saber con cerera si la que acabo deol ee Ia propio saa Pero en Hegel la conyprension del in es por antnamasia incldible para la eomprension desu propésitofadamena y dl modo de planter las cuestiones que comicnaa debe comensar tml saber absolut, porque el fin ya es por antonomaisel ico ¥ porgue ya se ha decid el movdo y'manera re el fin oe Ink © iaversamente El sesido de et wr se dtcenia jst mente a partir de y con el saber absolueo miso, Peto lo que asi se dice es que a «Fumemealol del Epis comieraahotament onl abla, Que eto arneeny tens ae Acontecer de una manera realmente cfectva yuo ou lends Cabo svindose de promesssvagasjcompromians peetencosen 1 i tebe Gosh Habis que dest, pus, que lo que santece = Orig. wir ans ute nde. Tal seta epazadoan esa forma misma eb saccin (omg de est emplzados (agen) de antemano (ser) que consye lo propio de I spresupostioan {orang “ Origs Normal. Lo asi esiecido (y sobre ello se volver mds ‘elite fp. 96) la cominuidd ene al anecesidae yc estado de mecsiace (Net), ee! senda de sindigencian 9 scarenian, se habieno seambiade de fenton Thabiendo eiadon (ab md) as gat 2 ect (Node it) ib 4) 1585) o La fenomlogia del espista de Hegel ésta es justamente la necesidad que impulsa ala filosofia de Hegel Y en modo alguno esto es una opinién privada, sino que es también la necesidad de Fichte y Schelling, aquello por lo que ellos lucharon y lucharon sin reservas, aquclo en lo que, a través de ellos, el todo querfa acceder a la palabra. La «Fenomenologia del Espiritu comiena absolutamente con el absolute; lo que esto significa no se deja mostrar mediante un debate formal. Sélo debe retenerse que, conforme a la diversidad del interno caricter abierto del sistema, el absoluto se expone de luna maneta diferente. El caricter diferente de las exposiciones sistemiticas del absoluto se funda en el absoluto mismo y en el ‘modo como es aprehendido. Lo que Hegel y aquellos que con él congenian en el fondo exigen, lo ha exp-esado Hegel en una easién en un pequefio tratado cetitico que se titula: «Como toma el sentido comin a la filosofian (1802). Hegel habla de wo que es de una manera general en el presente momento al pronto el interés de la filosofia; a saber: colocar de una manera absoluta otra vez a Dios en la cima de la filosofia como el fundamento Ainico de todo, como tinico frincipium extend y cgnoscend, despues ue durante mucho tiempo se 1o ha colocado juntamente af Jado de otras finirudes o totalmente al final como un postulado que procede de una finitud absoluta» '1, O lo que viene a ser lo mismo. ¥ que Hegel en una ocasién en el tratado aparecido al mismo tempo «Fe y saber», expresé asi: «Pero lo primero de la filosofia es conocer ia nada absolutan¥, A partir de este espiritu y en este sspiritu, Hegel deja transeurrir a la «Fenomenologia del Espiritu», Se trata del Problema de la finitud. ¢De qué otra manera la infinitud debe convertirse en un problema radical si no es deviniendo problema 'a finitud y asi, al mismo tiempo, el no y lo nudo en lo que lo no- finiro, en el caso en que lo pueda, tiene que legar a la verdad? La Problemitica de la finitud es ciertamente aquello mediante lo que intentamos encontrarnor con Hegel en la obligacién contraida para con las primeras y iltimas necesidades especifias de la filosofia; © V1, 57 [oComo interpreta el sentido com ibs, sgn ls bras det seiior Krug, en Fama de le ffs yates tere ad D. Neg). Centeo ae ‘studios conetcionles, Madr, 1980, pp. 14-183) cer CConsideracia preimina 6 atendiendo a lo dicho cou nerioridad, esto significa que median- fe una controversia con sm problemitica de la infinitud a partir de uestro preguntar por la finieud, intemtamos crear ef patentesco necesatio para desembozar el espiritu de su Filosofia. Pero, por cllo, infinitud y finitud no son dos piezas de madera de grosores diferentes que frotisemos una contra ote © con las que uno podria llevar 2 cabo ante otros ret6ricos juegos malabares vacios, sino que infinitad y finicud sélo dicen algo si extraen su significa. cién de la pregunta conductora y fundamental de la filosofia: da Pregunta por el ser, In-finitud, finitud, no son respuestas, sino las pre-suposicio- fes en el sentido caracterizado con anterioridad; por tanto, las ‘areas, las preguntas. Peto, cacaso no podria decirse que Ia controversia con Hegel asi establecida es un problema superfluo? Podria ser asi, pues justamente ha expulsado a la finitud de la flosofia y en Particular en el sentido de que la asumid; es decir, la superd en tanto le bige juticia. Ciertamente; s6lo que asi queda en pie Ia pregunta de si la finitud, tal y ‘como era determinante en la filosofia con anterioridad a Hegel ea la finitud introduida de una ‘manera origiaria y realmente fectva en la flosofia, 0 solo algo ttaido por los pelos y de manera forzada. Habria que preguntar si 1a infnitud begeliana 0 surge ella misma precisamente de esa finitud éraida por lr pelos pata con posterioridad ser engullida Lo que asi se cuestiona es si la finitud en tanto estado de fecesidad més interior en lo inteinseco de la Cosa mas interiot del Problema fundamental, determina la necesidad del pregunta, En el caso de que no sea asi, la controversia con Hegel no es una defensa contra él de la finitud por é/superada, sino una controversia on él; es decir, con Jo que él ha superado y cémo lo ha superado. Pero si Ia finitud, ew tanto estado de necesidad mis interior, insta* a la pregunta fundamenal de la filosofia a reconocer sta caricter digno de set cuestionado, entonces a fin de cuentas esta finitud i es un reclamo bajo el que deban ser ofertadas sospecho- Oc i. Lo hecho valer aor es la contin cone sentido gue «sapien el texio, ene anecesidad { Notonlige), seiade de seen (Ned) i accion de inst (Nig 0 el ensate (aig) eal Sean de 9) 7 a 1a Feaomelogia del expires de Hegel st ssid, tampco el modo de pind a inage del Sra etn name Fe pia de nucra eet Siren ZEate ero de needad del er imo —no slo del aveto, dl set hora qu ao debe measur pete dames con menor enone cotiianon) sempre deeedo mmenguadon como cracls somo toma tee de techn Sat me vn i sa so mos cons de ana mane a simple orcs {Sino que sol ilo que cos de beeen, ose cx ed de neces dl slo spe cea neon ‘amor somos ie? No eoemoe hy cecin de apotamos ono ex acién de secon ac a esd dee pu ol nas segs pect os fsoon-va a loa slos ig sono eee Cf, enact en nto ec de loo pete car expucsio' quel esado de nes en tees pane de ist sbjetivo, se etn den par aly storm cnn anna crt setimenal eden ls ce decir dcjando por compl de sr, Peo que cs es so snnca que se tected gur se mite nunc eles ane se'dents, so que spun a cindy de nce el we pn deve ate fe mama lft er tan an somo pve (ue aun sped od todavia nos mediaset soe at eho de ques deena le oso tienen ergs Cinones dipstions props oigins sue mo pon se sored como ls prseripcones um ln egos de oe Sipeinent on tamisien Senn eass engi sau veges ae elf losin sr onde done oes pr ese chs pacha cvidei dec en ee dh sts el moose + Orig: Philvepbcer, Aun cuando aqui con un evident mats peyorntiva odes compare o aga dicho eapecto Nl sane, sania & ncpees Fos, con lo sealed ena Spocs del agen del mundi opens ‘empress (Berns eDie Zak des Welbon, Hagery GA's Feaont a Ma 19TH pp. 83 ys ead xs en Seder pra. coke, Buenos Nes oh 76 =) Consierscia prtiminat 6 ©) Breve observacién preliminar sobre la literatura, |a terminologia de las palabras «ser» y «enten y sobre la actitud interior adoptada al leer La «Penomenologia del Espiritu» comienza absolueamente con el absoluto. A partir de ahi se infiere por si mismo que el acceso 4 Ia obra no es casualmente dificil. Desde la primera frase, sin ninguna concesin a las tareas de introducirse ¢ instruirse 6 cosas por el estilo, se mueve al nivel que la filosotia ha obtenido a lo largo de su andadura desde Parménides hasta Hegel y que cada vez més se ha asegurado y clarificado con Kant y, a partir de Kant, con Fichte y Schelling, clarficado en el sentido de que el nivel ya no expone indeterminadamente una posiciGn al margen y coluteral a la Cosa de la filosofia, sino que pertenece a esta mismna « integra Ia division de su interna y propia constitucion, Ese nivel esti ahi de una manera realmente efectiva y s6lo a nosotros se culta, Es cierto que tras su muerte se habla del derrumbamiento de Ia filosofia hegeliana y que en ella se ve un derrambamiento de toda la filosofia habida hasta la fecha a la que, en tanto pretendi- damente acabada, todavia se le otorga asi un premio de consola i6n al dignarse a denominatla como eclisica». Pero la filosofia de Hegel no esti demolida, sino que sus contemporineos y descen. dientes son los que ni siquiera se han alzado para ponerse a v4 altura, Unicamente se ha puesto en escena un walzamienton Mis valdria que en vez de quejarse tan reiteradamente de la dlificultad de la obra, primeramente se tomase en serio lo que ella feclama. Lo que ella reclama no debe ser tratado ahora por extenso. Debemos intentar cmenzar con Hegel mismo, pero de ‘modo tal que asi no menospreciemos las dificultades aparente- ‘mente externas y los medios necesarios para vencerlas. Respecto a ello, sobre poco debemos llamar la atencién en la que hace a la literatura, terminolegia y acttad que debe set mantenida al leer en tanto intento por penetrar y adentrarse en el texto, Cada cual sigue siendo muy dueio a partir de la exda vez més ingente literatura sobre Hegel de leer todo o nada, en cada caso Segiin su capacidad de juicio o seguridad filosdfies interior, Pars la exégesis de la eFenomenologia del Espiritu» en particular, solo son dignos de consideracién tos trabajos del profesor de Gymna. sium Wilhelm Purpus: «Die Dialektik der sinnlichen GewiGheit bel (34)

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