LOS SENTIDOS
DEL TRABAJO
Ensayo sobre la afirmacion
y la negacién del trabajo
Ricardo Antunes{ndice
Palabras preliminares.
Nota del coeditor
Prologo
Presentacion
Introduccion
Capitulo I
El sistema de metabolismo social del capital y su sistema
de mediaciones
Capitulo 1
Dimensiones de la crisis estructural del capital
Capitulo 11
Las respuestas del capital a su crisis estructural
Capitulo IV
El toyotismo y las nuevas formas de acumulacién de capital
Capitulo V
Del neoliberalismo de Thatcher a la “tercera via” de Tony Blair.
La reciente experiencia inglesa
Capitulo VI
La clase-que-vive-del-trabajo, La forma de ser actual
de la clase trabajadora
xv
xvii
xxi
21
33
47
91Los sentidos del trabajo
Capitulo VII
mundo del trabajo y la teoria del valor. Las formas vigentes
del trabajo material e inmaterial
Capitulo VII
Acotacién sobre la centralidad del trabajo.
La polémica entre Lukacs y Habermas
Capitulo 1X
Elementos para una ontologia de la vida cotidiana
Capitulo X
Tiempo de trabajo y tiempo libre: Por una vida Ilena de sentido
dentro y fuera del trabajo
Capitulo XI
Fundamentos bisicos de un nuevo sistema de metabolismo social
Apéndice
La crisis del movimiento obrero y la centralidad del trabajo hoy
Apéndice I
Los nuevos proletarios del mundo en el cambio de siglo
Apéndice 111
Socialismo y mundo del trabajo en América Latina
Apéndice IV
Por dénde recomenzar: Luchas sociales y disefio societal
socialista en el Brasil reciente
Apéndice V
La nueva morfologia del trabajo y el disefio multifacetado
de las luchas sociales
127
167
175
181
203
207
231Introducci6n
Particularmente en las ultimas décadas, la sociedad contempordnea vie-
ne presenciando profundas transformaciones, tanto en las formas de ma-
terialidad como en la‘esfera de la subjetividad, dadas las complejas rela-
ciones entre estas formas de ser y de existir de la socialibilidad humana.
La crisis experimentada por el capital, asi como sus respuestas, de las
cuales son expresiones el neoliberalismo y la reestructuracién producti-
Ya de la era de la acumulacién flexible, trajeron aparejadas, entre tantas
‘otras consecuencias, profundas mutaciones en el interior del mundo del
trabajo. Entre ellas podemos mencionar, inicialmente, el enorme desem-
pleo estructural, un creciente contingente de trabajadores en condiciones
precarizadas, ademas de una degradacién creciente en la relacién meta-
bolica entre hombre y naturaleza, conducida por la légica social volca-
da prioritariamente a la produccién de mercaderias y a la valorizacion
del capital.
Paralelamente, mientras tanto, vienen siendo frecuentes las repre-
sentaciones que visualizan en estas formas de (des)sociabilizacién nue-
‘vas y positivas dimensiones de organizacién societal, como si la huma-
nidad que trabaja estuviese lista para alcanzar su punto mas avanzado de
sociabilidad. Muchas son las formas de fetichizacién: desde el culto ala
“sociedad democratica”, que habria finalmente realizado la utopia de su
cumplimiento, hasta la creencia en la desmercantilizacién de la vida so-
cial, en el fin de las ideologias, en el advenimiento de una sociedad co-
municacional capaz de posibilitar una interaccién subjetiva a través de
nuevas formas de intersubjetividad. O atin aquellas que visualizan el fin
del trabajo y \a realizacién concreta del reino del tiempo libre, dentro de
Ja estructura global de la reproduccién societaria vigente.
Mi investigaci6n procurard ofrecer un cuadro analitico bastante dis-
tinto. Al contrario de estas formulaciones. se puede constatar que la so-
ciedad contempordnea presencia un escenario critico que/afecta no sdlo
1Los sentidos del trabajo
a los paises del llamado Tercer Mundo, como el Brasil, sino también a
Jos paises capitalistas centrales. La légica del sistema productor de mer-
cancfas viene convirtiendo a la competencia y a la busqueda de la pro-
ductividad en un proceso destructive que genera una inmensa precariza-
cién del trabajo y un aumento monumental del ejército industrial de
reserva, del niimero de desempleados. Solamente a titulo de ejemplo:
hasta el Japén y su modelo toyotista que introdujo el “empleo vitalicio”
para cerca del 25% de su clase trabajadora, viene procurando extinguir
esa forma de vinculo de contratacién para adecuarse a la competitividad
que emerge del Occidente “toyotizado”. Entre las medidas propuestas
para enfrentar la crisis japonesa, se encuentra incluso la que ha formu-
lado el capital, que pretende ampliar tanto la jomada diaria de trabajo de
8 a9 horas, como la jornada semanal de 48 a 52 horas.! Podemos men-
cionar también el ejemplo de Indonesia, donde las mujeres trabajadoras
de Ja multinacional Nike ganaban 38 délares Por mes por largas jorna-
das de trabajo. En Bangladesh, las empresas Wal-Mart, K-Mart y Sears
utilizaron el trabajo femenino en la confeccién de ropa con jornadas de
trabajo de cerca de 60 horas por semana con salarios inferiores a 30 dé-
lares por mes.? Lo que indica una forma de sociabilidad que, conforme
datos recientes de la OIT para el afio 1999, desemplea o precariza a mas
de mil millones de personas, aproximadamente un tercio de la fuerza hu-
mana mundial disponible para el trabajo.
Si es un gran error imaginar el fin del ‘trabajo en la sociedad produc-
tora de mercancias, es sin embargo imprescindible entender cudles son
las mutaciones y la metamorfosis que vienen produciéndose en el mun-
do contempordneo, asi como cuales son sus principales significados y
sus mds importantes consecuencias. En lo que se refiere al mundo del
trabajo se puede presenciar un conjunto de tendencias que, en sus trazos
basicos, configuran un cuadro critico y vienen siendo experimentadas en
diversas partes del mundo donde prevalece la légica del capital. La cri-
tica a las formas concretas de Ja (des)sociabilizacién humana es condi-
cién para que pueda emprenderse también la critica y la desfetichizacién
de las formas de representacién vigentes, del ideario que domina nues-
tra sociedad contemporanea.
Tratando estas formas de (des)sociabilizacién que estan presentes y
en expansién en el mundo contemporaneo, Istvan Mészéros, en un pla-
1. De acuerdo con informaciones que constan en Japan Press Weekly, febrero de
1998 (2076-25)
2. Datos extraidos de “Time for a Global New Deal” en Foreign Affairs, enero/fe-
brero/1994, Vol. 73. N* 2; pag: 8.
2Introduccién
no de mayor abstraccién, las denominé mediaciones de segundo orden.
Segiin sus propias palabras (1995: 17-18),
Las mediaciones de segundo orden del capital —es decir, los medios de
produccién alienados y sus “personificaciones”: dinero; produccién pa-
ra el intercambio; las variedades de formacién de estado del capital en
su contexto global; el mercado mundial~ se sobreimponen en la realidad
misma a la actividad productiva esencial de los individuos sociales y a
la mediacién primaria existente entre ellos, Solamente un examen criti-
co radical de tal sistema histéricamente especifico de mediaciones de
segundo orden puede mostrar una salida a este laberinto conceptual fe-
tichizado. Por contraste, sin embargo, la aceptacién acritica del sistema
establecido, histéricamente contingente pero efectivamente poderoso,
como el horizonte absoluto reproductor de la vida humana en general
hace imposible la comprensién de la naturaleza real de la mediacién. La
prevalencia de las mediaciones de segundo orden borra la apropiada con-
ciencia de las relaciones mediadoras primarias y se presenta en su “eter-
na presencialidad” (Hegel), como el necesario punto de partida, que es
también simultineamente un punto final insuperable. En efecto, ellas
producen una completa inversion de la relacién real que genera como re-
sultado la degradacién del orden primario y la usurpaci6n de su lugar por
las mediaciones de segundo orden alienadas, con consecuencias poten-
cialmente muy peligrosas para la supervivencia de la humanidad (...).
La inversion de la légica societal, al efectivizarse, consolidé, enton-
ces, las mediaciones de segundo orden que pasaron a constituirse como
elemento fundante del sistema de metabolismo social del capital. Des-
Peavistc de una orientacién humanamente significativa, el capital asu-
_Me, en su proceso, una légica donde el valor de uso de las cosas qued6
totalmente subordinado a su valor de cambio. E] sistema de mediacio-
“nes de segundo orden pasé a sobreponerse y a conducir las mediaciones
"de primer orden. La légica societal se invierte y se transfigura, forjando
‘ln nuevo sistema de metabolismo social estructurado por el capital.