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ong oy suns Piaget, Vigotski y Maturana: Tres Voces, Dos Construetivismos Piaget, Vigotski y Maturana: Three Voices, Two Constructivisms Carlos Cornejo Pontificia Universidad Catolica de Chile En sus Investigaciones escribié: “La indecible dit {juegos de lenguaje cotidianos no se nos viene a la conciencia, porque las vestimentas de Jen- dente que cada wna d dacon el adjetivo pio autor, como en el caso autores, en el caso de Vigotski y Maturana-. A un el més profundo, sin embargo, es bastante me sionados enfoques se estén mmo sobre las capacidades Vigotski y H. Maturana. obra es, en palabras de I a reconocer y di constructivistas en edt 2001, p. 106). ara la consecucién de dicho fin, mo paradigma te6rico. Si las diferencias entre las tre tencia de una categoria paradigmética constructivista en la que Piaget, Vigotski y Maturana serian subsumibles. En este articulo quisiera argumentar que la hi- potesis de un nico constructivismo es inexacta. Espectficamente argumentaré que entre las tres vo- ‘ces presentadas se distinguen dos melodias comple- 88 CORNEIO puede ser desprendida, como veremos 4que realizan los propios autores del libro. Una vez hecha la EI punto de partida serd las respuestas alcanza- 4as por Rosas y Sebastiin sobze una de as pregun- ‘que construye? La: ‘ca.en que sirve dk tesis de Rosas y Sebastién sobre la (que sigue argumentaré que estas diferencias ro son accesorias, sino sustanciales. Los Cuatro Sujetos de Piaget Encl caso de Piaget, nen que habrfan cuatro pendiendo de su nive significa que el modo de conoci anizada, con prescindencia de los con- tenidos de cada ctapa (Piaget, 1948). De ello se des- tativos) de la estructura mental. En otras si bien es cierto que la piagetana es una tworfa que define marcadamente cambios cualita- tivos en la estructura mental (y por tanto en el modo de conocimiento) del nifio en momentos espectti- cos de su desarrollo ontogenétivo, no es menos cierto que una de funcién cognitiva invariante -la men- cionada organizacién- asegura la continuidad estruc- tural apesar de los cambios cualitativos durante todo el desarrollo. Lapiagetana es una teorfa del cambio, pero tam- bién de la continuidad, Piénsese en las dos funcio- res que permanecen invariantes durante el desarro- Ho, Una de ellas -adaptacién- es el mecanismo que cexplica el cambio, mediante la dialéctica ecomoda- jetos constructores en la teorfa aconfundir el explanandum de dios del desarollo intelectual son un explanans para dar cuenta de ese explanandum. En palabras de cipios de organizacién y adaptaci son los que le dan identidad al desarrollo, a pesar de Jas transformaciones cualitativas de las estructuras a las diferentes edades" (Rosas & Scbastién, 2001, p.28), La piagetana es una cognitive, no una teoria de miento, Que la dindmica 4que la permanente complejizacién de esquemas del sujeto cognoscente, y que durante el desarrollo se presenien reestructuraciones cualitativas on formas de conceptualizar el tractor. Si la inversa, hubiera postulado dios (y no cuatro), elo no sigi diez sujetos en su teorfa, El que el sujeto se encuen- tre en tal 0 cual estadio y que, consecuentemente, tenga un modo de conocimi oto, simplemente i nocimiento que a esa edad él construye son descrip- tibles de un modo determinado. La identidad de! desarrollo esté dada, como dicen Rosas & Sebastién, por las invariantes funcionales, no por la casuistica de los modos de conocimiento, Reconocido que el explanandum piagetano es €l desarrollo cognitivo, se esté en condiciones de TRES VOCES, DOS CONSTRUCTIVISMOS 89 resallar un punto atin més relevante que la disew sign sobre el nimero de sujetos constructores. Por- ue atin cuando uno sostuviera tantos sujetos como estadios, es innegable que cada uno de esos cuatro sujetos serfa un sujeto con cualidades psicol6gicas. Las estructuras l6gicas de Piaget forman el mundo La teorfa piagetana es entonces una teorfa de! desarrollo intelectual de un sujeto reflexivo y te. Los conceptos de esquemas antes funcionales sirven para expli sarrollo de procesos de naturaleza psi de la percepcién y la memoria hast ccién mental las formas superiores del pensamien- to. Expresado brevemente, es una teoria con un ‘explanandum psicol6gico. EL Sujeto Mediado Semisticamente de Vigotski Para Rosas y Sebastiin, el sujeto cognitive que rescataria la teor‘a constructivista de Vigotski es un sujeto mediado semidticamente (Rosas & Sebastidn, 2001, p. 82). El andlisis que offecen los autores del sujeto vigotskiano es el de una especie de construc- torconsiruido. Rosas & Sebastisn observan cortec- tamente queen el marco de una teoria sociogenética de a mente seria una contradiccién encontrar a un sujeto constructor ex nihilo. Consecuentement primera construccién que existe en la ontogenia es, de acuerdo a Vigotski, la del sujeto mism tamente hablando, el sujeto que construye el cono: cimiento se constituye por medio de mediacién se~ ‘miética, esto es, en un principio no constraye nada, sino que ‘es construido” por un mediador externo” (Rosas & Sebastién, 2001, p. 82). Sélo una vez que lascapacidades de mediacién semistica estén cons~ tituidas a nivel intrapsicol6gico se puede hablar de ‘un sujeto constructor de sentido, El objetivo de Vigotski es, al igual que el de Piaget, formular una teoria genética explicativa de Jas funciones psicol6gicas, por sobre todo las supe- riores. Es interesante notar que la dimensién del ado de las acciones humanas ocu- ‘pan un lugar protagénico en todas las explicaciones vigotskianas. Ello es consecuencia de profundas convicciones de Vigotski respecto al objeto de es- tudio de la psicologia y del método apropiado de investigarlo (Vygotsky, 1977, 1978)*. Cualquier teo- ica que perdiera de vista e! hecho que do para los actores, to y Lenguaje, las teorfas as0ci porque, segtin su opinién, dividen I psfquicas complejas en unidades que pierden la na- turaleza del fen6meno a estuiar (6n, el camino a seguir es el de andlisis por unidades. Cuando hablamos de unidad ‘nos referimos a un producto del andlisis que, con: wve para la comprensién de las cualidades del agua no se encuentran en sucom: ica, sino en la interconexidn de sus (Vygotsky, 1977, p. 25). Una teoria psicoldgica adecuada es, segin Vigotski, aguella gue es capaz de explicar no- reduccionistamente el objeto de conocimiento dela psicologia. Esto se traduce en que no sélo debe ex- plicarel aspecto externo del actuar humano, a saber Ja conducta © comportamiento, sino también la di- mensién de sentido/significado (Groeben, 19% cuando las unidades elegidas mantengan la cuali- dad de ser significativas propia de la vida psiquica general, Dicho de otro modo, Vigotski propone un sica esta dada por el signo, que actuarfa como un instrumento mediador de la accidn, y que incorpora dua. esun 10s de conciencia humana” (Vygotsky, -p_ 197). LainternalizaciGn del signo en la men- te del nifio produce un cambio cualitativo en el de- sarrollo cognitive humano, pues desde ese momen- 1 el funcionamiento psicol6gico pasa a estar con- ‘ducido principalmente por factores sociales. El hia~ toevolutivo entre los primates superiores y el homo * Conservo en el tx ‘Vigotski que apae formas de escribir el nome de jones comespondienes, 90 CORNEIO sapiens es explicado por Vigotski sin referencia a prior ala subjetividad humana, y tampoco por mera referencia a factores biol6gicos. En vez de eso, Vigotski asigna a las funciones psicolégicas supe- riotes un origen social, a saber, en la internalizacién del signo. De modo similar a Piaget, Vigotski en- tiende a la intemnalizacién como el proceso de re- la actividad externa del sujeto esencialmente como manipulacién de objetos en la realidad fisica, para tado desde la perspectiva de la unidad de andlisis cescogida, la teoria vigotskiana es una hipotesis so ‘gen en procesos ser ciones socialmente trans’ cado de las acciones, sujeto de Vigotski es, por lo tanto, uno cuya idualidad y subjetividad no puede ser entendi- da sin un mundo previo intersubjetivamente signi- ficativo (Valsiner & Van der Veer, 2000). El sujeto das dl sentido introducido a los procesos semistic notarse sobre este pi Ganen a acepiacion della (Cornejo, 2000) Paget habla de estructuras cambiantes pero organizadas ¥, vistas en primera persona, coherentes. Vi .€1 sujeto “construye sent 2 partir de estas funciones superiores construidas” (Rosas & Sebastian, 2001, p. 85). En este punto deben ser ya visibles los supues- tos metatedricos comunes a Piaget y Vigotski, encriptados en el rétulo “‘constructivismo”. Estos supuestos se refieren a la funcién de sus respectivos sujetos cognoscentes en la construccién de su co- nocimiento: En ambos casos se trata de una partici- pacién activa, En Piaget, e1 mundo percibido, re- cordado, conocido, etc. es el resultado de la adapia- cién y organizacién de esquemas, En Vigotski, una ver internalizados los instrumentos de mediacién, cl sujeto no puede acceder cognitivamente al mun- do sino mediante procesos con sentido/significado (para él). El acceso cognitivo al mundo est bos casos, a un mismo tiempo, posibilitado tado por estructuras y procesos psicol6gicos. Los Dos Sujetos de Maturana {Cual es el sujeto que construye en la Teoria Bio- l6gica del Conocimiento de Maturana? Rosas y Sebastian proponen que debe distinguirse dos suje ‘tos segiin el nivel de descripcisn que se tate. A un 10 cabe duda alguna es el organismo 2001, p. 82), 0, sto es, sustrayendo porque, literalmente, se producen continuamente a ‘que indicamos al lamar ala organiza- cin que los define, organizacién ai 5 (Maturana & Varela, 1982, p. 25) autopoiética se define entonces por su cardcter autoproductivo, es decir, es una unidad que produ: ‘ce permanentemente Jos componentes que la cons- sitayen, Es importante notar que hasta este nivel no es posible hablar de sujeto psicol6gico. ¥ no es posi- ble porque el concepio de autopoiesis -hasta este punto de la argumentacién maturani puesta a una pregunta del ébito biolégico, a saber, qué define a ica, no como una psicolégica. Son las c es vivos unicelul (Maturana & Varela, 1982, p. 24)). En mi calidad de psicGlogo, no puedo juzgar la adecuacién de la hipétesis de 1a autopoiesis como descripcién. definitoria de lo vivo. Lo que sf puedo advertir es que hablar de “constructivismo” aeste nivel es com- pletamente improcedente, porque Io construido no son estructuras de conocimiento, sino los compo- nentes fisicos de la materia viva, ni el constructor ‘5 un sujeto psicol6gico, sino cualquier unidad bé- sicacon vida, donde no hay mente. Razones similares conducen a Rosas y Sebastién adistinguir un segundo sujeto constructor en la teo- ria de Maturana: “Pensamos que Maturana, sin proponérselo tal ‘vez, deriva el problema [de la determinacién de la ‘organizacién propiamente humana] a una instancia -la tinica en su teorfa- que tiene una identidad psi- ‘TRES VOCES, DOS CONSTRUCTIVISMOS a1 cca; es la instancia final para disimir evidentes que surgen de cualq) ara Maturana el que rato conceptual de Maturana. La pregunta que debe formularse en este punto es para qué una teorfa con un explanandum biol6gico -a saber, la habia de incorporar explanantia de in- -a-a saber, sujeto, conocer, observar, ~. {Cémo fue que llegamos al obser- ramos hablando de células y molécu- toria porque noes atingente. ‘Maturana podrfa igualmente .efa musical -a saber, com- poner, solfear, etc, porque nadie puede poner en égico desde el nivel biolégico y el nivel epistémico. Excurso: Contaminacién de Lenguajes como Dijicultad y Sintoma lenguaje cotidiano. Normalmente esta Gltima forma de lenguaje aparece en forma de ejemplos casuisticos para fundamentar afirmaciones del ambito epistemolégico. La contaminacién de lenguajes se uso inapropiado de términos de un dominio para referir estados de cosas pertenecientes a otro. Un rena serie de fenémenos asociados risticas que la definen, lo que nos permite decir que cada clase de unidades especifica una fenomenologia particular. Asi las unidades autopoiéticas especifi- can la fenomenologia biolégica como la Con ello el concepio fenomenologia es despro- de su vinculo constitutivo con el fenémeno igico especificamente humano de la concien- reemplazado por una descripcién de regulari- cripcién en tercera persona de conductas observa: bles. En consecuencia, se trata no sélo de un uso inapropiado, sino, peor ain, de un uso desfigurado. partir de hallazgos particulares de una dis objetal particular (la neuro-biologia). Dich de oo je de sentido comin cs una pieza fundamental en Ia argumentacién ‘maturaniana para saltar desde el nivel de descrip- in biol6gico al epistemol6gico. Términos perte- recientes a la teorfa general del conocimiento -co- 92. CORNEJO nocer lenguaje, dominio seméntico, etc aparecen una y otra vez en la teorfa maturaniana induciendo 4 creer que se esti hablando efectivamente de. as- pectos y dimensiones de la fen i Husse) de un sujeto psicaldgico. sin embargo, las definiciones que Maturana offece para esis conceptos mentalist son, lo mismo que elcaso paradigmatico fenomenologta, definiciones conductuales yen consecuencia, subdptimas desde tun punto de vista psicolégico. La Confusi6n entre los Niveles Bioldgico y Epistemolégico Volvamos al problema central: ,Cémo se fun- damenta el salto de tipos I6gicos desde la biologia. celular a la epistemologia? La respuesta noes trans- parente en los textos de Maturana y amerita una re- construccién que intentaré muy sucintamente acon- timuacidn. Para ello consideraremos las tesis cen rales de la teorfa (Maturana & Varela, 1970/1994, 1984): Los organismos uni y El sistema nervioso es un sistema clausurado operacionalmenie; Conducta es la descripcién extema de los mo- Las conductas que aparecen Jes son conductas comunicativas; Las conductss comunicativas se caracterizan porque pueden aparecer como semanticas, ¢s decir, “como si lo determinante de la coordina- cién conductual asf producida fuese el de lo que el observador puede ver en las eonductas, y no enel acoplamiento estructural de los participan- tes” (Maturana & Varela, 1984, p.137) [eursiva cagregada); Lo propiamente humano surge con el lengua Je: cuando el observador ve que las descrip- ciones seménticas son, a su vez, descritas seménticament 10. Todo ser humano esté clausurado seméntica 0 informacionalmente He omitido subtesis que son accesorias a la est nio lingufstico, acoplamientos de primer, segundo y tercer orden, et.), cuya inclusin perjudica la vi- sin del entramado l6gico. La afirmacién (10) no es explicita en Maturana. Su explicitacin y desarro- lo ha estado a cargo de la teoria epistemol6gica lla- ‘mada constructivismo radical (Glasersfeld, 1984; 87; Watzlawick, 1984; Watzlawick & ). Pero esté sin duda presente implicita- textos de Maturana: De becho, no es iar (3), (8) y (9) y simulténeamente Debe notarse que, al margen del uso peculiar de ciertos términos no-biol6gicos para abordar fen6- nada muy problemético teorfa ahi terminara, en psi- cologia o bien no se la conocerfa, 0 bien serfa con- ‘conductual de conocimiento, del tipo que la psico- logia abandoné hace por lo menos cuatro décadas. La confusidn surge, sin embargo con la introdue- ‘que aciian de rampolin para trans- \6gico-fisiolégica en una teo- ria filos6fico-epistemol el uso del como si para definir prensién de una conducta comunicativ parece insinuar que la 6 ‘prometida en la comprensidn subjetiva de un fend- meno fuese una ilusién de una clase de ‘multicelulares llamados observadares, como si en realidad lo nico que hubiera es determinismo es- tructural. Parafraseada, la premisa (8) dice: “Frente aciertas conductas el observador cree erréneamen te que el organismo actué motivado por alguna ra- 26n significativa, pero en realidad el actor esté de- lerminado a actuar de ese modo por el acoplamien- + Discini esl caso de Francisco Varela, coautor del teria de ‘TRES VOCES, DOS CONSTRUCTIVISMOS 93 to estructural” Bl argumento es mus ‘Skinner para endosar el control comy portamiento alas contingencias del entorno. En este caso, sin embargo, el control del comportamiento lo tiene Ia propia estructura, en tanto todo acopla- ‘A nuestro amigo su gato lo despertaba todas Jas maianas, al salir el sol, caminando sobre el pia no, Si nuestro amigo se levantaba, Io encontraba Jjunto a la puerta que daba al adonde el ani- salia muy contento. De deste gato.como ‘ deseo de salir al j cripeién seméntica de las conductas de nuestro ami- {go y su gato. Sin embargo, tambie sus respectivas de (Maturana & Vare! Esevidente que atribui tos, deseos, eic. aun gato es inadecuado. Por eso la definicién de semdntica propuesta en la cita no re- tods la escala filogenética, Si entonces quien des- pertaba regularmente 2 la persona hubiera sido su esposa con Ja conducta comunicativa: “jOtra vez te deseo de que se levante. Esto seria hacer una des- cripeién semdntica de las conductas de nuestro ami ‘20 su esposa, Sin embargo, también sabemos que lasinteracciones entre ellos sélo han ocurride como ‘un mutuo gatillamiento de cambios de estado segin pido que te levantes”., pero en realidad el levantar- se del sujeto estuvo determinado por su estructura compensando la perturbacién ambiental de ese es- timulo sonore, no por el significado del estimulo. sino por nuestras estructuras. Si compro una entra- ue quiera ir al cine. Si decido 1a B, también estoy viviendo hechas tratando a otras descripciones {seménticas} como si fueran objetos 0 elementos del dominio de (Maturana & Varela, 1984, p. 139). in mentalista de que la conducta est ‘causada por otra cosa que no es estructura pasa a ser ahora un elemento del dominio de interacciones, nducta comunicativa, ‘como las piedras 0 las neuronas. Década tigacién conduc iguan precisamente que la dimensién sentido/significado no puede ser satis. actoriamente abordada remitiéndose ex te a lo conductual y observable. Lo (b) es notar que atin cuando la subtesi abordar fenémenos especificamente humanos, el concepto de dominio semintico como ficcién del observador esté conservada. En otras palabras, se pretende explicar la cognici6n humana incluyendo la significatividad pero, al mismo tiempo, esproveyéndola de su ol causal del comportamien- to, Para que la explicacién funcione, Maturana debe incluir al observador quien siempre esté un nivel 6gico superior al que se esté estudiando. La impor- tancia del observador en el aparato explicativo es 94 CORNEJO sta: Es la instancia ala que continuamente va sien- do desplazado el significado, que por su naturaleza no-observable, ino psicol6gica, no cabe en uni ‘micleo duro” (sensu Lakatos, 1970) es materialista. Esta es la razén por la cual nunca se ofrece una definicién precisa ni de seméntica ni de significado. Quien la busque se en- contraré con afirmaciones del tip: “nosotros como observadores podemos tratar sus interacciones (de los animales en general] de an.” (Manurana & Varela, 1984, 139). Con ello la experiencia de significatividad es en- osada hacia una instancia de indole meta-objetal (jn0-biol6gica!), a saberel observador, el cual, como To notan Rosas y Sebastién, es “pura ontologia psi 83), y fun- ciona como la puerta para escapar del solipsisme una vez que se ha clausurado el acceso cognitive al ‘mundo del sujeto psicolgico. El desplazamiento del significado al observador representa sin embargo el de un regreso infinit: ien pregunta descripcién semantica que le permite al ob- servador incorporar las descripciones semanticas de Jas conductas comunicativas iniciales al dominio de imteracciones, entonces debers concluir que en rea- lidad s6lo hay determinismo estructural en ese ob- servador que lo hace comportarse de una forma tal somo observadores (esta vez ubica- nivel légico superior) describimos como ‘Sebastién tienen en mente cuando afirman que el observador opera como un principio finalista que {queda sin ser explicado (Rosas & Sebastién, 2001). cause la del nivel objetal y que ésta, a su vez, cause ladescripcién del metanivel. Es simplemente un as- ccenso continuo de la causa hacia un meta-nivel. Es en limpio, un regreso inf Los dos sujetos en Lat cisamente reflejo de las dos teorfas contenidas en la asf llamada “Teoria Biol6gica del Conocimiento” una teorfa biolégica y una teoria epistemol6gica. Ciertas afirmaciones biol6gico-fisioldgicas son cextrapoladas implicita e incompletamente al émbi- to pistemolégico. Dela clausura operacional de los sistemas autopoiticos se extraen conclusiones re- feridas a las (in)capacidades de conocimiento del sujeto psicologico. Entre ambos niveles juegan un rol fundamental los procesos mentales tal como son cexperienciados en primera persona. Es esa mente la ue debe ser puesta entre paréntesis para que una teoria concluya clausura seméntica a partir de clau- sura fisiolbgica Conclusiones: Los Dos Constructivismos y la Intencionalidad de la Conciencia Lo que ha sido expuesto es suficiente para de- ‘mostrar que entre el constructivismo de Piaget y Vigotski, por una parte, y el constructivismo de ‘Maturana, por otro, existe una diferencia capital: La aceptacién ontolégica de los estados subjetivos ‘como supuesto bésico para hablar de conocimiento ¥y construccién de conocimiento. En los casos de ‘gotski, se trata entonces de un tworfas de Piaget y Vigorski, sino a muchas otras teor‘as de la disciplina, consti- tuyendo Io que algunos autores han denominado constructivismo cognitive: “Por constructivismo cognitivo se entiende que 1 sujeto humano procesador de estimulos (.e. det ambiente) no ‘copia’ los estfmulos provenientes del sino que mas bien los relaciona nto previo lingistico anera, no en menor m cognitivamente” la informacién Groeben, Freitag, & Sehre El constructivismo cog: co comin de diversos programas de investigacién psicoldgicos, impulsados en gran medida por el de- seo de superar el modelo de hombre conducts, que muestra al sujeto como esencialmente pasivo frente a su ambiente. Esta linea de pensamiento pue- ida por lo menos hasta la escuela de stios veinte y treintay se extiende a siglo XX en los trabajos de Piaget, sando por la teorfa del procese rmiento de a informacién de los afios sesenta y se- tenta, asta las actuales torfas de la accidn. La in- vestigacin psicol6gica en percepcisn, stenci6n, me- mori, lenguaje y razonamiento, entre otras, ha de- mostrado recurrentemente que la cognicin huma- TRES VOCES, DOS CONSTRUCTIVISMOS 95 na ¢s una actividad constructiva donde en cierto sentido, el objeto 1967/1976). ‘el marco te6rico general del ‘constructivismo cognitivo incluye programas de in- vestigacién bastante disimiles y en ciera forma com- peridores, como es el caso del paradigma dé sariento de la informacién y la teorfa sociocultural de la mente. Lo comiin en todos I 10 psiquico (Brentano, ‘cos0s de conciencia se caracterizan por estar (siem- pre| dirigidos hacia un objeto, referidos a wn conte- ido, En el recuerdo, algo es recordado, en la per- cepcién algo percibido, etc. En consecuencia, cconstructivismo cognitivo constituye la idea nuclear queel sujeto intencionalmente dirigido al mundo es nocimiento del sujeto psicol6gico no son irrelevan: tes en la configuracién de la representacién det ‘mundo, es decir que los objetos de conciencia re- ‘quieren una referencia intencional de un sujeto a un ‘mundo. ‘La posicién frente ala intencionalidad de lacon- ciencia marca entonces dos formas de jismos: Por una parte, el constructivismo donde el sujeto constructor es un sujeto ‘eferido intencionalmente al mundo, to*consiructor” es cualquier sistema aexcepeién cobservador (que siempre estard ubicado un nivel 16- gico arriba de donde se esté mirando). El primero conduce a una relativizaciOn epistémica, el segundo ‘auna relativizacién ontol6gica. El primero supone a ‘un sujeto psicoldgico, el segundo supone a un siste- ‘ma nervioso clausurade autopoiéticamente. La de ‘Mturana es una teorfa del sistema nervioso. El constructivismo radical precisamente ha radicalizado azgos psicolégicos de la relatividad epistémica de la percepcién del mundo hasta el punto de poner en cuestionamiento la onto- logfa de la realidad. No es atingente en este contex- to criticar tal radicalizaci Groeben, Freitag & Schrei Baste decir que la psicologia no necesita dichas ver- siones radicales para findamentar sus afirmaciones. Muy por el contrario, incorporar el constructivismo radical maturaniano significa importar un Caballo de “Troya con un micleo duro biologicista-conductista que no puede aceplar los estados intencionales de con- ciencia como reales. Referencias ut FC. 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