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‘Luciano Lureneav tristeza de los nifios habla de esa pérdida dificil de asimilar, que no se vincula con ningtin objeto (como muy bien dice Aira) sino con una pérdida de la infancia misma. 72 {Qué es un nifio? logia. Un nifio es una determinada posicion, la de ‘aquel que plantea la pregunta por su ser a partir del amor -en tanto ser amado- y a expensas de su ser-para-el-sexo. Desde el punto de vista del psicoandlisis, los nifios se encuentran a salvo de la incidencia real de la pregunta por el sexo —lo cual no quiere decir que no se encuentren tran- sidos de sexualidad-; dicho de otro modo, un nifio no sélo se pregunta por la diferencia sexuada, sino que responde a dicho interrogante a través de alguna elaboracién de saber. De este modo, corresponderia hablar de una “incidencia epistémica” del sexo para la infancia. In la teoria freudiana, esta relacién con el saber establece a partir de “teorias sexuales infan- les” y es lo que da lugar a ciertos juegos de los jifios; por ejemplo, el tipico de juego de estar asados: | La infancia no se define en funcién de la crono- 73 Luciano Lurereau “Casi siempre [los nitios) buscan la solucién del secreto en alguna relacién de comunidad Proporcionada por las funciones de la miccién ola defecacion.” De acuerdo con estas palabras de Freud podria concluirse que los niftos json los tinicog para quieres el matrimonio es posible! Porque si hay algo de que pueden dar cuenta los adultos, es de que no alcanza con tener cosas en comin para formar una pareja. Lo comprobamos coti. dianamente. “Me gusta todo de usted, menos usted”, decia un viejo chiste de Groucho Marx. Apartirde lo anterior, entonces, puede decirse que la infancia se delimita en fancién de un tiempo extrano al de la sucesién (lineal y obje- tiva). En efecto, sabemos que de muchos de los que habitualmente lamamos “adultos”, debe. Aqiamos decir gue no son sina nifios. Y, por lo femas, no faltan pequeiios de seis osiete atios que ya piensan como adultos. Por lo tanto, antes que una etapa o un periodo de la vida, considero que corresponderia decir que la infancia es una especie de “borde”. Un borde es un limite que marea la division entre dos espacios. Por ejemplo, el borde de un vaso delimita el adentro del afuera; incluso, el borde es lo que hace del vaso una suerte de objeto bipolar, un chjeto en el que vive otro objeto para- sitario: el agujero. oo 74 EL IDIOMA DE Los NInOS Los agujeros no pueden existir mas que en otros objetos. Ocurre con ellos lo mismo que con las sombras. No hay sombra que no sea sombra de algo. No obstante, la sombra es algo también. Lo mismo ocurre con la infancia. Por eso la infancia es mucho més un acontecimiento, antes que un momento de la vida o un efecto de la biologia. Sin embargo, gqué motiva que un ser vivo -cachorro (de) humano-se convierta en iio? ¢Cémo sobreviene esta particular posicién? Interrogar el origen de la infancia no es preguntar por su génesis. Esto nos devolveria al anhelo cronolégico. En todo caso, se trata de especificar sus aristas, de bordear sus deste- llos. Mas arriba nos referimos a la relacién del nifio con el amor y el sexo, mediados a través del saber. Agreguemos un segundo punto; el interés Ta infancia se caracteriza por cierta insis- encia. Los nifios piden una y otra vez que se les cuenten los mismos cuentos. En mi caso, reco- iozco un fragmento infantil en mi capacidad para escuchar una misma cancidn sin cansancio dado que existe la opcisn “repeat” en los disposi- tivos electrénicos, me consuela pensar que no soy el tinico-. Para un nifo, la repeticién no implica pérdida, no hay gasto de energia psiquica en el acto; 0, dicho de otro, no hay acto en sentido estricto en el sentido de confrontacién con la castraci6n; es decir, como produccién de un nuevo wis} Luctano Lurereay sujeto-. Somos nitios siempre que somos los mismos, idénticos a nosotros en lo que nos gusta y preferimos. Esta posibilidad de la identidad es lo que hace de la infancia algo tenebroso. En la tierra de los nifios nunca se envejece. Sélo a los adultos nos preocupa ese destino. Para los nifios, la muerte es simplemente “otro lugar”. Por lo tanto, cabe la pregunta: gqué hecho es el que inscribe muerte y sexualidad en el incons- ciente, al punto de introducir una bisagra en el ser infantil? Si hay un momento capital en la vida de los iflos, de acuerdo con G. Agamben, es aquel -n que se realiza el descubrimiento de que los dultos_ni den hacer, i resupuesto en cuestion: los nirios creen en el (Otro. Por eso es corriente que piensen que los adultos pueden conocer sus pensamientos; y en el andlisis de todo nifio es posible reconstruir algun episodio en el que se verifica que el “Otro no sabe”. Es curiosa también esta inflexién: nuevamente es a través del saber que se mide la vara de lo infantil. Incluso un nifto puede denunciar la impotencia del Otro —porque es simplemente la otra cara de su omnipotencia-; © su mala voluntad —que el “Otro no quiere”-, pero la instancia crucial radica en la confronta- cién con este agujero en el saber. Esta coordenada es irreversible. Localizado este encuentro, la repeticin produce pérdida, y 76 EL IDIOMA DE Los NINOS de la experiencia s6lo quedaré un resto, aquello que lamamgg “recuerdo”. Bl fin de la infancia implica la constiucia a Esto explica los Timites de la amnesia infantil, su condicién estructural, y el motivo de que un afecto central de la infancia sea la tristeza pero jamés la nostalgia. Para los nifios, todo tiempo pasado es faturo_Lajnfancia concluse-cuanda, posibilidades del mundo. ——<—___ 7

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