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: . Ica, ¥ que sij a todos una imagen inolvidable que cava, duda del encuentro con lo real: el convidado de ae nas finales de Don Juan, ;pum! ;pum! sobre. del Commendatore. La encarnacién de un comes alrededor del cual gira todo. Y, zl sujeto?.. ooo Este tercer libro es fruto de'muchas eos del trabajo minucioso del Comité Editorial, autores, de las actividades de formacion, de la cee de las transferencias de trabajo. Claramente, es el p del deseo por una Escuela en México, que fue escuces los diversos Comités Ejecutivos de la NEL que acome Y acompafian su gestaciOn, y que crece y se desarrollaes atencién permanente y el soporte fiel tanto de las we de la FAPOL como de la AMP. Nuestro reconocimiento y gratitud a todos y cada u ‘2S: Por 5 deles La clinica y lo real? Graciela Brodsky jas a la NEL-México por invitarme, darme la ocasien toca eros y de tener en un ambiente un poco mas ee cn ea conferencia de ayer, la posibilidad de una ntimo que el aan que no tiene el estilo de una conferer nterlocucion ¥ Cv sinario. En un seminario uno tira veil as, Jpuferiblemente no brotes~ pues en ese margen NOS rer titulo que propuse retoma esa pequefia presentacicn que ec a pedido de Ios organizadores del congreso dé abril: "la clinica y lo real”? Propuse desarrollarlo porque fi- nalmente el articulo, que ustedes conocen por internet, es un condensado de muchas cosas que podrian abrirse y abrirse largamente; asi que me parecié que era la oportunidad de ha- cerlo. Si tuviéramos toda una tarde para trabajar, o un dfa en- tero, podria ampliarlo. “La clinica y lo real”; un titulo de esta clase tiene la comodidad de introducir ese “y” que permite tuna organizacién muy fécil para el que tiene que hablar. Uno toma primero la clinica, después lo real y después hace la inter- | Seminario dicta 2014, ‘do en la NEL-México DF el sabado 21 de febrero de igina del IX Congreso de » Disponible en: http://www. ?file=Textos/La-clinica-y-lo- secciin entre la clinica loreal marcada en el Jen copula y. Asf que no voy a tratar de ser original, «© exactamente asf. Voy a tomar primero la elfnicg después voy a tomar la clinica yoyo, oder desembocar en la paradoja de ese titulo, Goud lo. Un tity abria que reformular pero que no se podré reform, no hacer el recorride completo. Primero la clinica, Hablar de la clinica trae inmedit te de la mano la necesidad de hacer algunas precisio frase que se recorta en ese articulo que circula por inte ‘nica es Jo real en tanto es lo imposible de soportar” pués hay una conversacién y en medio de esa convers Marcel Czermak, que estaba en ese momento ahi, le preg cémo define la clinica. Es ahi que Lacan lanza esta frase! “Ia clinica es lo real, en tanto imposible de soportar” > {Cual es el contexto? La seccién clinica, que en ese momento Lacan inaugura, es una experiencia que da form a algo que se venia haciendo de manera informal desd hacia muchos aftos atrés. Lacan realizaba desde siempre una practica de presentacién de enfermos, practica que hereda, en tanto psiquiatra, de sus grandes maestros y en especial de quien considera su unico maestro en psiquiatria, es decir de Clérambault. La practica de la presentacién de enfermos eS una practica que seguimos haciendo dentro del Campo freu- iano. Se le da a un paciente la oportunidad de hablar de sf mismo, de lo que piensa de su padecimiento y de ser entre- stado por un psicoanalista que trata en esa entrevista de ob- tener algo de lo mas singular de ese paciente. Normalmente 3Lacat c én C1 is 9, Joy _Apertara de a Seccin Clinica” (1977), Ornicar (3), Editorial on ciente los mismos ecian qu viene ain bn paciente rato que pagel servicio: cuane’ © fo y trafa problemas para €! So , ; ne etacan y Lacan hacfa wna PF jesenitc no ye peaian aye y | nica habitual sgnica se hacia cada 15 sine oan Ta jovenes come t te arses siguiente 6n de enfermosy “Yo del hospital y discutfan lo que Ph el bar que quedaba a 1210 qué habian aprendido, qué habia pasado: qué OP ia lo que se hacia... en fin, asf se nose entendia, por de Fe srmal una préctica semanal. Dentro creo de la manera mas TD afios aproximadamente esta deesosjovenes ae TN flos erean el Circulo de Clinica ba, entre otros, Jo Mutizan y consiguen que la Universi- Sts adopte como un Departamento de psicoané- os seatonces pasan de la reunién en el bar a ocupar i lugar tient de lo que es el sistema universitario de Paris 8. vrean tenia por un lado a la Escuela y, por el otro, a este agrupo de jévenes que no habian llegado a los 30 y que reivin- dicaban la dimensién clinica de su ensefianza. Mientras que la Eecucla era un lugar donde no se hablaba regularmente de la dlinica y donde la ensefianza de Lacan era un objeto de estu- dio, ese grupo de jévenes impulsa esta apuesta a cielo abierto bajo la bandera de la clinica psicoanalitica. Entonces Lacan -tironeado por un lado por su Escuela y, por otro, por este grupo de j6venes- adopta contra la opinién desfavorable de los jerarcas de la Escuela, la Seccién Clinica, y crea dentro del Departamento de Paris 8 la Seccién Clinica de Paris, Esta funciona hasta el dia de hoy, ha crecido y se ha multiplicado; hay una secci6n clinica en Bélgica, hay sec- ciones clinicas en Barcelona, en Madrid, en Buenos Aires. El tcdesa, que dirijo, es el nombre argentino -el nombre portefio en realidad de la seccién clinica que hereda la tradicién de 1a Seccién Clinica de Paris exactamente con el mis conf Presentacion de enfermos, discusién de ca: \cias y estudios de teorfa psicoanalitica. smo dispo- sos clinicos, En esa apertura Lacan dice qué es la elini lo pregunta a si mismo, da la respuesta: tica tiene una base, es lo que se dice en 1977). Hay que tener ofdos finos a las palabras porque si; cuando uti abra hay que pensar que obedece a algiin calcul » dice que la clinica es lo que ica Psicoanality, “Ia clinica psi un Psicoa; on Lacan, Porque liza ung se dice en un psicoandlicn gat se in psicoandlisis, digg se is, pero no dice que la ana mnaitica es lo que pasa en un psicoandlisis. Es deci que una distincién muy precisa en ese momento. Primero se dice en un psicoandlisis y después hay una clini. que se elabora en base a eso, lo cual permite que se haga de entrada una distinci6n necesaria entre la experiencia analitica y la clinica psicoanalitica. Finalmente la clinica psicoanalitica es una elucubracién de saber que se apoya sobre lo que es la experiencia del ai Una prictica, como la préctica del andlisis, implica la ac- cin de Hevar a cabo algo. Es un ejercicio. En el Seminario 11 Lacan dice que el psicoandlisis es una practica, no dice el psicoa- ca. El psiconndlisis es una prictica, y lo dice con los términos de moda en ese momento, es una “praxis [.-] para tratar lo real por medio de lo simbélico” (Lacan, 1964). definicién, creo que Lacan no la abandonaré nunca, de qué es la practica analitica, es decir lo que efectivamente se cada vez que se recibe un paciente. Es el intento de tratar ante lo simbélico. O podrfamos decirlo de otra ma- neta ~que no lo formula asi Lacan en el Seminario 11 porque no es el momento de su reflexin-, podriamos decir, miran- dolo desde el tiltimo Lacan: la prdctica del psicoandlisis es el problema de tratar el goce mediante la palabra, porque es el Unico recurso que tenemos, el recurso de la interpretacién. ‘Tratamos el goce, queremos tocar el goce... No diria cambiar e una base, que la clinica psicoanaliticn 1 unt psicoanal Excomunisn", El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos lp isis, Paidés, Bs, As., 2003, p. 14- 12 yores, Tratar, moldear... en pce pala Tsp To coal pantca Uh raeerece ser considerado como el pro~ cee a el primer Seminario hasta el dltimo.. de Lacan oeblerta para cada uno de nosotros en la jend o Piticamos el psicoandliss. la palabra toca el goce? Lacan ee tas y con esta briijula uno puede leer desde el Se se eta cominario 24 y preguntarse: zen el Semina- aria 1 hase gcan a este problema?, zen el Seminario 4como To voxponde?, yen el Seminario 17 cémo lo respond 7 = Pr ‘I goce con la palabra, hay que suponer que ae via que Lacan define al goce y la pulsién articulados Por medio de significantes y en tanto tal, dentro del registr eso me pa ‘goce por ™ y signe act medida en que P! De qué manera much: 0 1 cémi gn piensa que entre la palabra y el goce no hay nada en comiin, que son dos registros, entonces el psicoandlisis se wierte en una magia. Si se piensa que lo real responde a 's palabras, estamos efectivamente en el terreno de la magia. Lacan no tiene mucho gusto por ser catalogado dentro de a, atin cuando no es raro que a los psicoanalistas se los emparenten con los charlatanes, con los hechiceros, con los chamanes, debido, precisamente, a la idea de que con la pa- labra intervienen sobre lo real del cuerpo. Y si no, como no es evidente que con la palabra se toque lo real del cuerpo, surgen !as practicas estilo [Wilhelm] Reich, por ejemplo, que es: jen- mees, toquemos el cuerpol; 0 las practicas que introducen el ie 7 reflexologi, Flores de Bach..., en fin, todo tipo de pric sau implican que entre la palabra y el cuerpo hay un Puede ser un medio quimico como la pastilla, que ede an Puede ser un medio més espiritual. Puede ser motivo de risa, Pero es un problema radical; si Nosotr i Tones aos NO estamos seguros de no ser hechiceros y mces buscamos en el cerebr x0 el sustrato material de nues- cién de la practica como tratar ra, tratar el goce por medio de 8 Préctica, Asi que la defini ° real por medio de la palaby 13 . 1 lo real por medio de lo simbélico, abre un ay que uno no va con trangui- Jui por alni y no se puede decir que tengamos siempre lag mejores respuest Hace falta una conexidn. Y si ustedes ~aunque sélo sea de ojo han incursionado por la tiltima ensefianza de Lacan y su famoso nudo borromeo... No pierdan tiempo tratando de ver como estd construido el nudo, si gira en sentido levogi- ro 0 dextrogiro... En fin, se puede hacer todo eso y todo lo que ustedes quieran si les gusta tejer. Lacan estaba encantado, ‘ba a cualquier hora del dia y de la noche a quien sea, mente a [Pierre] Soury, que era un matematico que asistia a st Seminario; lo Hamaba a las cuatro de la mafiana para preguntarle si podia concebirse un nudo borromeo de is. Y llamaba a [Francois] Cheng, que era un poeta chino que también participaba en su Seminario; le preguntaba cémo se junta lo que se nombra y lo que no tiene nombre, y Cheng, una ocasidn: “Mire tengo un hijo recién nacido, le pido por favor que no me lame después de las ocho de la no- che”. Esto lo cuenta Cheng y lo pueden leer en los homenajes que se hicieron después de la muerte de Lacan y que estén ublicados en un ntimero especial de la revista L’Ane, Efectivamente, esta idea de cémo enlazar Io que no se jun- tay cémo unir lo que tiene y lo que no tiene nombre, esta idea de Ja conexién, es el problema que Lacan intenta resolver con el nudo borromeo. El nudo borromeo no es otra cosa que el intento de enlazar registros que estdn separados, el registro delo simbélico y el registro de lo real, por ejemplo, por medio de un tercer término lo imaginario en este caso que los une. Pero mas allé del detalle constructivo de la cosa, se trata de responder al problema del psicoandlisis: gcémo tocar lo real Por medio de lo simbolico? Es decir, gcual es el campo ope- tNo de la interpretacién, que es lo nico que tenemos para ‘(cer lo real del sintoma, lo real del cuerpo, lo real del goce? Ya vamos a llegar eso. cal sel cual espe Lo tinico que te 6 con nico que tenemos es la interpretacién y la interpreta- es un hecho de palabras atin cuando sea de silencio. El W fst oblema de .n forma parte de e ane cal Fed psicoandli- on deviene el Prov undiza la idea de que entre Be jeanto mds cuanto mi eexion alguna y entonces es 1a imbeico 10 Fe Tne que producir ese 1220. rpretaci6n [2 QI ajar bien en claro que Ia clinica no es la Todo esto 65 PT? ‘clinica es una elucubracién de saber que prictica. Que er tica, La clinica no es la investigacion, 1a se basa en uma peel laboratorio, ni se hace en el escritorio, nica No se NN iblioteca... Lacan dice que es una clinica que ni se hace ef je la cama ~como lo hacian en otra época los Shae eo ee quienes a partir de una serie de sintomas, de Peo a signs que recopilaban, trataban de decidir a secre oporia semiologica corzespondia ese conjunto-, Estaba reainica médica y estaban el rash, la picazén y los temblores deste sujeto singular y se trataba de colocar esos sintomas, esos signos, en funcién de la clinica, de la semiologia exis- tente, Podria considerarse que la clinica psicoanalitica es algo valente: ustedes reciben un paciente que le tiene asco al sexo, leduele la cabeza y tiene sensaciones raras en el cuerpo; eso corresponde a la histeria. Toman el caso y lo colocan den- tro de la histeria como podrian colocar un caso dentro de la 1 por estreptococo si fueran médicos clinicos. Primero esti la suma del saber psiquiatrico que define la histeria, lue- i ustedes ven tn caso particular y lo colocan dentro de la 'goriahisteria, Es el problema que se encuentra en los con- bs a gente ave = aoa tiene una gran Preocupa- tna acne deca strana obsesén, una neurosis 0 &30. Pero hay que a ‘s Ten qué categoria se coloca el finicion d eB que no es tan facil porque la de- L sicoanalitica que desde el comienzo da lucubracién de saber que se construye a ‘on obtenidos bajo transferencia, ‘malmente Io inte! e la clinica ps can es que es una el Partir de signos que s Se piensa nor la palabra, tr ‘ i cars; UNO NO va con trang teins por ahi y-no se puede decir que tengamos siempre fag res respurestas, “a una conexin. Y si ustedes ~aunque s6lo sea de 1 incursionado por la wiltima ensefianza de Lacan y amoso nudo borromeo... No pierdan tiempo tratando de ver como ests construido el nudo, si gira en sentido levogie ro 0 dextrogito... En fin, se puede hacer todo eso y todo Io «jue ustedes quieran si les gusta tejer. Lacan estaba encantado,, lamaba a ¢ hora del dia y de la noche a quien sea, especialmente a [Pierre] Soury, que era un matematico que asistia a su Seminario; lo llamaba a las cuatro de la mafana para preguntarle si podia concebirse un nudo borromeo de seis, Y lamaba a [Francois] Cheng, que era un poeta chino «que también participaba en su Seminario; le preguntaba como se junta Jo que se nombra y lo que no tiene nombre, y Cheng Je dijo en una ocasién: “Mire tengo un hijo recién nacido, le pido por favor que no me llame después de las ocho de la no- che" Esto lo cuenta Cheng y lo pueden leer en los homenajes gue se hicieron después de la muerte de Lacan y que estén Publicados en un ntimero especial de la revista L’Ane. Efectivamente, esta idea de cémo enlazar lo que no se jun- tay emo unir lo que tiene y lo que no tiene nombre, esta idea de la conexién, es el problema que Lacan intenta resolver con 1 nudo borromeo. El nudo borromeo no es otra cosa que el intento de enlazar registros que estén separados, el registro de lo simbélico y el registro de lo real, por ejemplo, por medio de un tercer término ~1o imaginario en este caso que los une. Pero més alld del detalk constructivo de la cosa, se trata de responder al problema del psicoandlisis: ge6mo tocar lo real or edo de lo simbolico? Es decir, zcudl es el campo ope- foen Ae lt interpretacion, que es lo nico que tenemos para Javan Cal del sintoma, lo real del cuerpo, lo real del goce? ‘a vamos a llegar eso, sL® tinico que tenemos es la interpretacién y la im = ‘ién es un hecho de palabras atin cuando sea de aia fo. El 4 i igusic Epler lel psi J acién deviene el Problema de que entre ca ne conexion alguna y entonces es la que Oe eoaue In alinica no es la Todo exo es para doer Pie a clucubracién de saber que prictica. Qué es a ‘ca. La clinica no es la investigaci6n, la se Basa oP Ue evel laboratorio, ni se hace en el escritorio, inca 20 se rae oteca... Lacan dice que es una clinica que se hace en 1a DIDH OWT jno To hacian en otra época los cohace en el pie de la carne rir de una serie de sintomas, de aaicos clinicos quienes a partir son do daddies ee de signos que recopilaban, trataban de sindroms sia semiolégica correspondifa ese conjunto-. Estaba ee ies médica y estaban el rash, la picaz6n y los temblores {leeste sujeto singular y se trataba de colocar esos sintomas, tsessignos, en funeién de la clinica, de la semiologfa exis- tente, Podria considerarse que la clinica psicoanalitica es algo equivalonte: ustedes reciben un paciente que le tiene asco al sexo, le duele la cabeza y tiene sensaciones raras en el cuerpo; eso corresponde a la histeria. Toman el caso y lo colocan den- tto de la histeria como podrian colocar un caso dentro de la infeccién por estreptococo si fueran médicos elinicos. Primero ests la suma del saber psiquidtrico que define la histeria, lue- g0 ustedes ven un caso particular y lo colocan dentro de la {esora listeria. Es el problema quie se encuentra en los con- Ia gente que viene a controlar tiene una gran Preocupa- tine hee = bees histeria, una obsesion, una neurosis 0 “ €s decir, por saber en qué categoria se coloca el cas 0. 0 py que agregar que no es tan facil porque la de- “Ta clinica psicoanalitica que desde el comienzo da to mas AI y lo real nO simbélico ¥ no he tesimfetacign la que tien intel una infeccisn, La clinica médica avanza cada vez més tra do de eliminar al maximo la subjetividad de aquél we Jos signos, de modo tal que la persona -el médico como a jeto- sea lo mas parecido a un scanner, lo més parecido a ae on cuya subjetividad, cuyo ser, no entra en juego. La medic na avanza en esa direcci6n, es el cambio de paradigma que pasa del magister dixit, que era la autoridad médica a la cual no se referia, a la medicina basada en la evidencia. Este es un cambio de paradigma fundamental dentro de la préctica médica, Los médicos casi no escuchan, casi no miran, y se li- mitana indicar una serie pruebas que son mas confiables que cl famoso ojo clinico del experto. Dentro de poco se podrén wer todos los sintomas ~“me duele la cabeza”, “tengo tax quicardia”, “veo doble”...— en una maquina y saldré: “h4gase n fondo de ojo, esto y esto”. En fin, exagero, pero es el ideal, falla un poco pero es el ideal, En cambio, la clinica psicoanalf- tica se construye en funcidén de la transferencia. No hay histeria si no en tanto el sintoma se dirige a Otro a quien se le supone un saber; es decir, el sintoma histérico mismo es un sintoma inexistente por fuera de la transferencia. Para que lo Hlamemos desde el psicoandlisis un sintoma histé- Fico no basta con que sea el asco, tiene que ser el asco puesto en relacién a otro significante que encarna el analista. EA Que la clinica psicoanalitica es una clinica bajo transferen- Gia quiere decir que el sintoma, el que quieran -la duda, “no puedo dejar de lavarme las manos”, “tengo miedo de tomar Sic en fn el que ustedes quieran... “s6lo me consige Tee y que ustedes consideren que es su sintoma~, Sintorns acted ene come quien tiene Fiebre, sino que a ese es le agregan la suposicién de significaci6n. Le agregan la ide: e i Teen 8 idea de que ese sintoma quiere decir algo. Por fue- le eso, no hay sintoma analitico. nocer a alguien que tenga todas las or todos los rituales del mundo, como en la jas del MUN”. osible”®; el tipo que no puede caminar ea ue no puede pisar la juntura entre una bal- * in, todo eso. Uno lo mira y dice: “;Pero qué pro!”, pero eso no es un sintoma analitico, es un a de manual. Para que sea un intoma analitico él de- ae requc ese sintoma quiere decir algo y esesa suposi- ter etanificacion 10 que To convierte en sintoma analitico. sa suposicién de significacidn tiene que ser al mismo tiem- » na suposicidn de significacién desconocida. ZLavarse las hoe veinte veces por dia significa algo para usted? Si sig- ca, porejemplo, que vivimos en un mundo tremendamen- ado -que hay virus por todos lados-, jbien!, ese seior le da una significaci6n a su ritual, a su ritual insensato. ustedes pueden ¢oF fol pe dosay otra. obsesivo de puede decir “me pasa esto por esto”, y aciGn, pero es una significacién banal, es unas bain comin no es un sintoma analitico. Un sin- cae ne ae ese sintoma tiene una significacién Pre aiRE8alge, no pienso que no significa nada; dea sparc enitieaci6n, segundo, no tengo la menor idea an oh aye “recién en este “no tengo la menor idea de digest Oty fe eniproduse el punto donde el sintoma se Soma se ean hace entrar al Otro en ta escena, El ene espera aut de sf mismo para remitirlo al Otro de Ahora podemos comple ™ ea que lane la primera definicion de la clf- luca je eon it PSicoanalitca es un saber que Sian, to ge ns “rencia. Este sintoma es entonces un St momento Lacan Hams ‘el signifi- a signi na signi ext te de la transterencia’. Qué es el si Significante de la transferen 1 suefio que despierta, es un | que no se va. Lo que ignificante de cia puede ser apsus que se cuenta es que le ~Por eso es un significante- y que somes jo una pregunta al campo del Otro, s 5 (5, S.. sa S*) Algoritmo de la transferencia (Lacan, 1967) Es decir, el sintoma analitico abre el campo del Otro. hay Otro, otro significante que podria ser el hechicero, podria ser el que dé las flores de Bach, podria ser el cura, podria serel_ médico, el médico clinico... Esa pregunta “me pasa esto, qué quiere decir esto que me pasa?”, ahora est a merced de la respuesta que le dé el Otro. Y entonces se ve que la respuesta puede ser la de cualquiera, la letra q es la primera letra dela palabra quelconque en francés, El cura va a dar una respuesta diferente a la del clinico; las TCC [Terapia Cognitivo-Conduc- tual] van a dar otras respuestas que las del psicoanalista. Este significante (5), como todo significante, no tendré ninguna significacién sino es a partir de la respuesta que dé el Otro (8). ¥ esa respuesta serd una respuesta psicoanalitica en fun cién de que este Otro dé una respuesta psicoanalitica. Osea que el estatuto psicoanalitico del sintoma, el estatuto del sintoma para el psicoandlisis, no tiene nada que ver con su presentacién, con lo que Hamamos la envoltura formal del sintoma, Depende exclusivamente del tipo de respuesta que él Otro dé al enigma que para mf mismo representa ese sintoma, © ese suemo que se repite, o ese lapsus que se repite 0... en fin, ese fendmeno que me hace pensar que hay en mi algo mas que Yo mismo, algo més que mi conciencia: eso que Freud Hlamé el nconsciente. Lo cual permite decir que la clit es una clinica que se can Hlamé en su mor Efectivamente, ica psicoanalitica elabora a partir de este esquema que La- mento el algoritmo de la transferencia. no se sabré qué significa (S) hasta que gra- 18 - e vendra de (5*), se vaya elaborando: . es desconocidas para el sujeto s: el settee hace que el sintoma en psicoa- fico que depende enteramente de espe neciente wis sea algo muy &SPS quien se le GIB. psicoanalistas somos un poco ces se piensa (IM Tyerte, Porque sila estructura del ee oe dice que los psicoanalistas no desapa- sezcan, hace /2 jaja de estar ocupado por el analista, si este sieste lugar ©) ey ocupado exclusivamente por un mé- a bal rete ‘el estabilizador del humor, el ansiolitico, el si eres la pildora, por el psicélogo que realiza un en Soares to con un simulador para eliminar la fobia al avin, In espuesta que tenemos es ésa, efectivamente el sintoma coma psicoanalitico desaparece. ; El sintoma psicoanalitico depende de que aquel a quien se le dirige dé una respuesta que abra el inconsciente. Si se da tina respuesta al modo de Pavloy, seremos todos perros de salivaremos cada vez que atisbemos un objeto que despierte nuestro deseo. Es decir que tiene que haber psicoa- nalistas; sino hay psicoanalistas, el sintoma como lo concibié Freud seextingue. Lo que le da al sintoma su valor psicoanali- suposicién de un saber en reserva que el dispositive ico transformaré, al menos en parte, en un saber mani- fiesto para el sujeto. Entonces el analista forma parte del sintoma, y la clinica Psicoanalitica es una clinica que se elabora a partir de los datos ‘que se recogen de la experiencia analitica, teniendo en cuenta Meese experiencia tiene como protagonistas al analista y ala “_brelacion que éste da. Quiero decir que si la practica del oan si decae, sila practica del psicoandlisis desaparece pct a emahibe Como sucedié en algunos lugares y como Porque leche lies psicoanalitica también desa : si parece, coanisis, i "a psicoanalitica se basa en la Practica del psi- ‘Sis. Si no se practi ‘i a i; elabora ap Practica més el psicoanilisis, la clinica que artir de esa préctica desaparece. La clinica es cambiante, cambia en funcién, det supone que la clinica no es algo que esté dado on Ou a 0 en k pensamos que en lo real exista la histeria como algal Teal. Nc iva, © que esté separada de a 2 Esas son nuestras elucubraciones; histeria, obsesién sis, psicosis, paranoia, parafrenia, esquizofrenia,.. tra Hanira deteategorizar las fen6istye que la ose a ‘Periencia nos entrega, Cuando la practica del psicoandlisis cambia, también * bia la clinica, Para Freud la préctica del psicoanalisis ergy practica dela neurosis; la psicosis quedaba por fuera deleans po del psicoandlisis. En sus primeros Seminarios Lacan rere ma este punto de vista: “querer aplicar en la psicosis el méty do psicoanalitico es equivalente a echar los bofes tratando de remar en fa arena” (Lacan, 1958). A medida que Lacan amplia su practica en el campo de la psicosis la clinica se amplia hasta el punto de recomendarnos “no retroceder ante la psicosis” (Lacan, 1956). A diferencia de Freud, Lacan hace entrar a la psicosis dentro de la practica del psicoandlisis. Hoy en dia manejamos categorias que Lacan no manejaba. Cuando hablamos, por ejemplo, de la psicosis ordinaria, ésa no es una categoria que debemos a Lacan. Es una categoria que se impone al psicoandlisis en la medida en que los practican- tes del psicoanalisis van extendiendo su lugar de trabajo fuera de los consultorios, en el hospital, en los dispensarios, en las escuelas, en los centros de alojamiento para los ‘sin techo’, en las cérceles, y tiene entonces acceso a casos que amplfan la cli nica psicoanalitica con nuevas categorias. Y al mismo tiempo hay categorias que caen en desuso. La clinica psicoanalitica es sensible, solidaria, a la préctica: cambia la practica, cambia la clinica; desaparece la préctica y la clinica desaparece tam- bién, }."De una cuestién preliminar a todo tratamiento posible de la (1958), Escritos 2, Siglo XXI, México, 1987. 56 Pate wats J. “Te eres", ET Seminario, Libro 3, Las psicosis (1955-1956), Paidos, Bs. As, 2006, p. 439, iguiendo hasta ahora, pueden entender ue en ese titulo que di, “la clinica y lo 4s bien un o, “la cli habria que quitar el YY Pore ue la clinica forme parte pore wejida en que la clinica es una elucubracién 2 rrafo que me encanta que tomé de un tex- A Nlilr, dice: “as estructuras clinicas histeria, ob- see Gon como las quimeras que tanto entusiasmaban sane pnedievales, Seres de ficcidn, sobre los cudles es ao eeger descripciones, escribir libros, tratados, pero su Povtlad ontol6gica es la de ser seres del lenguaje”. / ‘erTgngo en mi casa una preciosa enciclopedia que se publi- co hace algunos aos, que se Tama La enciclopedia de las cosas ve nunca existioron. Alli estén reportados el unicornio, el ca- Zullo alado, las sirenas... en fin: todos seres que uno puede dibujar, soar con ellos; uno puede escribir un “Tratado sobre las sirenas”, 0 sobre “El unicornio azul”. Es de Pablo Mila- nés? No? ZEs de Silvio Rodriguez?... Ya ven, jestamos en un debate que puede Hlevar a la guerra! Que si lo perdi, que si Jo encontré, que si me lo olvidé, que si lo escribié Charly Rodriguez 0 Pablo Milanés. ;Ya tenemos un enorme “Tratado sobre el unicornio” que no existié ni existi- nunca, pero que es, efectivamente, un ser del lenguaje. La histeria y la obsesién son seres de ese estilo, seres de lenguaje. Podemos escribir el tratado de lo que quieran pero hay una ncia entre la realidad ontolégica de algo que es un ser eciin y algo que es un ser real. 2Van percibiendo que “la diaeny loreal” introduce una pequeiia trampa que esta dada oresa y siustede saat a pe empezar a P olo real”; de lo real de saber. Hay un P tode ica Hama a |, P uestra pensai laprictica e Ia clasificacién; cuando hacemos clinica, ‘ro sigue siendo una simplificacién de parte F que nuestra clinica ordena los fenomenos de N categorias como neurosis, gue ten cate psicosis y perversién, “tegorias que hemos heredado efectivamente de la GEe8"M, La Encictope doe pedia de las Cosas que Nunca Exist . q Existieron, Anaya, Ma- psiquiatria, Freud las toma de la psiquiatri, ésa eg gorizaciin, una forma de clasificar. Pero el misma ha tan pendiente de esa clasificacin, preferia otras caciones. Por ejemplo ~y no me muevo del terreno de icaciones- para Freud la diferencia entre neurostg sion y psicosis dependia del mecanismo, no de la ap «lel sintoma, No se dedicaba al envoltorio formal delg ba con otras categorias que eran: represién, dep cidn y forclusidn. gEs un caso de represién o es un siendo categorias, pero no es la cat mental de neurosis, perversién y psicosis, es una eategor que clasifica en funci6n del mecanismo y no en funei de la apariencia; no es la forma del sintoma sino el mecanismo de formacidn del sintoma. En Freud hay otras categorias. Hay una que me encanta: Algunos tipos de cardcter elucidados por el psicoandlisis!” (Freud, 1916)", Me encanta porque utiliza la palabra tipos, es decir, que estamos dentro de la tipologia, y hace una clasificas cion que no tiene nada que ver con la forma del sintoma ni con nnismo del sintoma. Es una clasificacién donde entran » excepciones, los que fracasan al triunfar y Ios que delin- uen por sentimiento de culpabilidad. ;Cudl es la bréjula de esa clasificacién? Indudablemente el supery6. Es una clasificar ci6n producto de la segunda t6pica, de la pulsién de muerte y del masoquismo primordial. Pero si uno quiere pensar en cual es la clasificacién Mayor en Freud, ésta es inhibicién, sintomay angustia, Esa es Ta gran clasificacién freudiana, no es neurosis, Perversicn psicosis, es inhibicién, sintoma y angusti Pel lado de Lacan podemos extender las elasificaciones, Fereiemplo, hay una clinica del deseo. Clasificamos de acuer= a 7 fmodoldad el deseo: deseo insatisfecho, deseo impo- Te fare venido. Es una clasificacién que no toma en cue orma de i ft eon lorma de presentacién del sintoma, tome en cuenta “Hestilo del deseo como defensa, 10 Freud, “Algunos coanalitico” (1916) Obras con ieee Port trabajo pa aS com * t. 14, Amorrortu, yrs Bs. As,, 2003. 2 fa haber hablado ayer Fe oe Ctinica del amor que permite Po- ve oy a la erotomania, por ejemplo. sepa elamor en hombres y mujeres ‘ ni con la perversion, ni y una cl Hay hablé: una cl perono hale para la P To Pare jn al amor Cor er ee por mo se jt " nterrogarse P con la neurosis, ne nada que vor toda una clinica. . no sis, pero da t de de los Semina- con la psicosiv rca del acto que se desprende mina Fay ne a La logica del fantasma y El acto ana vios Hy 15 de Lacan na clinica, otra manera de agrupar que cs oa las i ot la practica, Esa clinica distingue Jos datos que se obtienen de to; tres categorfas comple- hibicién, acting-out y pasaje al acto; tre Nala aaeeeie diferentes de neurosis, perversin y psicosis. ann ae linica de la sexuacion donde entran los solteros fay una clinic 8 * 5 “ ‘misticas. ¢Cémo poder poner en una clasificacién a los xiteros y las misticas? Muy facil: gufense por el Seminario 2 y las férmulas de la sexuacién y van a poder hacer toda una nica basada en dichas fSrmulas. Hay una clinica del final de andlisis. Tomen el problema ial de anélisis, armen con eso una clinica, agrupen los fenémenos del final de analisis y van a tener una clinica de las interrupciones -de los andlisis interrumpidos-, una clinica de los te-anslisis ~de los andlisis reiniciados-... en fin, Una clini- cadel pase; tomen como eje el pase... es lo que tratan de hacer WScarteles del pase: elaborar tna clinica sobre el pase a partir ‘elo datos que se obtienen de la experiencia misma del pase. ' Yhay una clinica borromea que tiene nombres muy distin- Hea dh cnnica del trébol, o una clinica del trisquel, o una elf. nica del anudamiento de t ‘alla del anudamiento de Breerenca an dl Tes, © una clinica de la sutura, de la tres..., en fin. Es una clinica donde is que primero era una clinica ‘@ Paranoia. Después Lacan hace ont alifa la debilidad mental y a los fendmenos de las psiosis como clinica del Otro, Las enfermedades ya y lasenfermedates dela mentalidad son dos formas qt" cosis que inventa Miller después de algunas present? PS de enfermos de Lacan. Dentro de la psicosis encontrss os sélo la paranoia, laesquizofrenia, sino las enfermedaden mentalidad y las enfermedades del Otro, que las inclaya las desbordan, asi como las psicosis ordinarias, ay Lo més desorbitante de todo esto es pensar que puede haber una clinica de lo singular. Si conseguimos arma ise clinica de lo singular habremos dado un paso enorme, Por. que la clinica de las enfermedades de la mentalidad agrupa todos aquellos casos que corresponden a esa definicién, For. mo la clase de los que padecen enfermedades de la mentali. dad como formo la clase de los que fracasan al triunfar, como formo la clase de los que se reanalizan, como formo la clase de las paranoias, como formo la clase de las denegaciones, como formo la clase del deseo prevenido... son todas clases. Se entiende que en una clase entran algunos; pero una clinica de lo singular serfa la clinica de una clase donde entra uno solo. No sé cudntos son ustedes aqui... ;habria setenta clinicas diferentes! Una clinica de lo singular... eso ya es una objecion mayor, Aristételes deja lo singular por fuera de su légica; la suya es la légica de los universales y la lgica de los particula- res. No se anima a hablar de la I6gica de los singulares por que para Aristételes el objetivo es la ciencia -no el psico- anilisis, claro-. Aristételes esta interesado en la ciencia; un caso concreto le sirve a condicién de que sea un caso que desmienta 0 confirme una clase. Pero un caso que no pue- da compararse con nada, para la ciencia no sirve de nada. Es efectivamente el unicornio azul. Puedo hablar de é1 todo lo que quiera —flatus vocis decian los medievales, es decir, hablar Porque el aire es gratis~ pero no tiene ninguna utilidad para la Cencia. Un tratado sobre el unicornio azul no es ciencia, es poesfa, a mental Quiero contarles algo que encontré. Cuando pensaba en 24 “Andice...” de los Escritos.!" En cas fu a ira ot nie indice, tt deo su rpms a oe de order eulo clinica psiquidtrica encuentran rias. All Miller same “perversion” y psleaety P Pe ine encontrar clinica freudiana y, 20 mas abajo a ora”, “El hombre de las ratas”, “El | presidente Schreber’, “Juanito”; i, "El suetio de la bella carnicera”... en el es 0 1966, en este “Indice...”, Miller separa ta fo ‘66! En ot ae a clinica psiquidtrica, de donde provie- jantemente lo dU® 7 neurosis, psicosis y perversion de lo que nen las cafe80 ana, que es una clinica de nombres propios. es clinica Feuer ina... no se puede hacer a clase de las nee barnes de los ‘Juanitos’; Juanito es Juanito. Es lo ‘Tras on el texto que ustedes conocen cuando digo: He lor wt Lanzer?”® No se sabe muy bien c6mo se iiguibe, pero To interesante es que se llame como se llame s el ‘hombre de las ratas’. Hasta que uno no dice ‘el hombre de lasratas” que se llame Ernst Lanzer 0 de cualquier otra mane- anos da exactamente lo mismo. Para nosotros es ‘el hombre de las ratas'; eso es la clinica freudiana, es decir, el nombre de singularidades, del tipo que no tiene en comin nada con otros. En el Seminario 16 Lacan juega con esto cuando habla pre- cisamente de la l6gica de clases tal como la conocemos a partir de Aristételes y el famoso: intento gentro del Todos los hombres son mortales. Socrates es hombre. “-Sécrates es inmortal. - Y dice: “pero a quién se le ocurre para dar el ejemplo 'a universal afitmativa tomar a Sécrates?”. Sécrates tiene U Miles, Jo, “nt wees, J-A,, “Indice razonado” (1966), en: Lacan, J., Escritos 2, Siglo Pek Mexico, 1996, "odsky, G,, La clinica y lo real [en lineal, op. cit. Pn en comtin con todos los hombres. tiene eso que ver con Sécrates? ; quien conocemos porque es que lo hace Sécrates es lo ‘T otro mortal. Es decir que el problema de la clinica psico es un problema de agrupamiento en clases- een Paradoja que es la paradoja de lo singular, de lo q te ser puesto en clases. Lo que Dora tiene de interes lo que la hace compartir la clase de las histéricag,g la hace radicalmente diferente a cualquier otra hist Ser morta GUNTA rusLico: Tengo una pregunta concisa que i ne que ver con lo singular en su relacién con las clases clasificaciones, Si la clinica de alguna manera juega c clasiticaciones, si esta del lado de las estructuras de ficci6 si también es un asunto del enguaje, entonees, glo viene por lo real? ZLo singular esté jugado en esa rela lo real cuando se hace esta distincién “clinica 0 lo real” queé el iltimo cambio realizado en el titulo? OBACIELA BRODSKY: Para eso vas a tener que esperar que termine la tarde, Si te lo digo ahora yo me quedo sin ag y tengo muchas horas por delante, puedo apurarme tanto, tengo que ir por pasos, por ahora ‘oy Tlegando al limite de la clinica, Llego al extremo de la d= nica que es el problema del caso, Ustedes saben que caso viene de « En verdad, me gracia de esto, recuerda que «i finalmente. Caso caso; mentos para despu is, que es ‘lo que cae’: "6 No sé cuantos afios entender cual era la Para qué cada vez que Lacan habla de cas0) &» “lo que cae’? Lo entendf no hace tanto Meo ao eee Me ene de ta clase; esté la clase y estd el Toque ne ge ae Ro entra, lo que tiene una pata afuera, oe gad eSotbido. Entonces, el caso es siempre s Ta cana cue aueda grande, me queda chico”. Fleseo'no “ema clase, es lo que cae por fuera de la clase y, efecti- 26 ra hacerlo in- agrupar pa 7 Ja manera de eririamos entendernos; P iere de estas inica es o a clinica oF eg, Si no, erlo. Si NO, ese nder| 's un lenguaje se req) ficaciones pueden ser mul- na neurosis, perversin i ue insignificante Cor ae es sty odriamos constr. eae as as rtrea del deseo, ta clinica del amor, la cléica eee muchas maneras de agrupar 10 end er ue ne dejan de ser agrupaciones que borran pero omc doja de incor rblems del singular es el problema de la paradoja i boca en lo sin- ladasificacion. Es decir ae ean a tambalearse. gular-enel nombre PvP gular’? zCudntas clinicas tendria ‘Como una clinica de ‘lo singular’? ¢ — ‘ or? En el Distrito Federal habria 26 millones & Oe < manual tendriamos? {Qué stv tendriamos que facet? Es algo inconcebible; es un conjunto con un tinico ele- mento, En ldgica existe el conjunto de un tnico elemento, se llama singleton, pero no se puede hacer mucho con eso... NO tiene una gran utilidad operativa. Miller, en Sutilezas..., dice: “el psicoandlisis no es la clini- ice: “..,la clinica se la regalo sin problema a los | si quieren clasificaci6n atiendan el ps [...] Clasifiquen lomas, pero eso no es el psicoandlisis” . No dice: eso noes la clinica psicoanalitica”, dice: “eso no es el psicoanilisis”." En- tonces, él va abriendo una brecha que es cada vez mas diffcil atravesar entre lo que es la clinica y lo que es el psicoandlisis + psicoanalisis como practica-, de ahi que lo singular intro- uce en el problema de la clinica una paradoja imposible de TN ot Obliga a salir de la clinica, Creo que con esto cierto al “apitulo “la clinica”, y tengo que abrir, el capitulo “lo real”, ems csPues Tetomar algo que ya dije: no se llevan bien, no “muna buena pareja, hay ahi una incompatibilidad. El ‘tas analiticas, Paidés. Be. As. 2017 paso siguiente sera abrir el capitulo de ta- muy disimiles: la presen! i “lee culaciones posibles e imposibles, ts 4Jo singular’, lo s, Es.uinia clinica, y Wa REGUNTA DEL PUBLICO: En esta cuestion de lage Sai Una seriacion, tuna elucubracién de saber, bajo la condicion de jes un problemaen s\n) Pero convertit Cia, lo que se deja caer es esto que usted hace! que seria propiamente el caso. Y pudiéramos decirlo, diera hacer clase. P aser posible de se ese caso es lo g algo compartido con otto, a ‘ero justamente eso que cae es to que nece- ica ya'es un problema-Por supuews Wr Mo de 2 dlinica ies un caso : sar Si ro si que- mos rientarmos ¥ Perpeecuencias précticas, Pe i : ue 50 s sirve. Hay q pics Pe eh Jo real, es0 no es To que nos sirv, 1 Ay A + atrapado completamente porla gh rermos pensar en lo 187 Ts clinica estamos en el ciGn de saber. El caso es lo que va.a quedar distingwide suando hace en la absoluta particularidad; lo pensar que C\ por la teorfa de la clinica, 5 ficciGn-, y que, cuando alguien azul -estamos en los ee ee ne To que ese caso tie- nea controlar un can “que ese caso tiene de comparable. rede incomparable, no To que ese due en Lacan, hay que decir: lo real en el Seminario we © 1 Seminario 2, etc. Son concepcioni ee es diferentes de lo pest Mel Eso hace a la dificultad misma de formulag gre tal, yes lo que permite el titulo del Congres ea que podria haber otros. Y no estarfamon equiv er es la definicién operativa de lo real que tomamosen noel naclo momento? No se puede hablar de lo real sin tone Precaucién. No pretendo ser exhaustiva, Pero creo que puede presentarles, aunque mas no sea, . ta cinco versiones de lo real en la ensefanza de Lacan. Quizas haya més, La primera corresponde a los primeros Seminarios y alos Primeros escritos de Lacan. Hay que ubicar esto més o menos, en “Funci6n y campo de la palabra...”, en el Seminario 1. En el Seminario 2 ya hay algunos limites imprecisos. La primera idea que tiene Lacan es que lo real es lo que queda por fuera de la experiencia analitica. Es una manera fuerte de pensar lo real. Porque una vez que se formula esto la experiencia anal: tica queda circunscripta a lo imaginario y a lo simbélico. Y si ustedes quieren tener una representaci6n de esto, es el famoso esquema Z, donde claramente Lacan distribuye la experiencia analitica en torno a cuatro términos: dos imaginarios (a—a’) ue vienen a ocupar el lugar del obstéculo en la direccin de 1a cura, lo que interfiere el advenimiento del sujeto en el cam Po del Otro, que son los dos términos simbélicos (S----A). Es un esquema de cuatro términos donde Lacan distingue del er eeeleo: cl otro imaginario; y del sujeto, el yo. ;Dénde S,) ig wate beria funcionar-,el efecto de la cadena significante ques) sujeto (6), y lo que Lacan llama ‘el producto del discursa” letra a mae Esta es la manera de pensar lo real como producto de un discurso, como producto de lo simbélico. Tienen tres térmi- nos simbilicos y esto: a. Esto es lo que le hace tomar a Lacan el ejemplo de la plusvalia para evocar ese plus que aparece Enel anélisis se habla y es ese hablar el que va producien- doa. Podemos pensar que ese nticleo ya esté alles la version del Seminario 7-0 que son las vueltas dichas de la asociacién libre las que lo van produciendo, las que van delimitando ese nicleo central. Ahi es donde entra la topologfa: el doble cit- cuito del toro va delineando con su propia vuelta el circulo interior. Es decir, la vuelta de la demanda circunscribe con su propia vuelta ese vacfo interior. Todo esto responde a la idea de lo real como imposible de lo simbélico, y para ello es deci sivo entender que lo imposible va de la mano de la potencia de lo simbélico, Lo imposible es el Iimite a la potencia de lo simbélico; es el punto donde lo simbélico se encuentra con 10 que traba el mecanismo, En el Seminario 20 Lacan trata de formularlo de una mane- ta que resulte entendible para su auditorio. Insisto, hay que tener presente que todo esto va de la mano de! objeto a como reduce “isle peimbslcn -Miiller se ha agotado durante aitos mos de que el objeto a no es lo real hasta Coen Sk momento dijo: “no lo voy a intentar més, es una ‘alla perdida pues no hay manera de que la gente entien- 40 1o real’~. El objeto a es en todo caso . r ; eae pelico que nos permite representarnos de Jo simp is1 problema es que lo real es cada vez reat atl demostracién. Cuando : de alguna esentacion y NO c ‘ nds asunto de reFiemostrando, supongo que ahi hay un a no puede SHEE supongo que esto es imposible, no es 4 i ai ta Lacan trata de hacer entender en este demuestte cor os una versiGn de lo real que es acorde ast no con To necesario: [o insposible es la relacién como impos no estd escrito en lo simbélico. en tr gexual es lo imposible de lo simbélico; pueden ct tes griicantes hasta el fin de los tiempos pero no van S80 pr el lazo entre un hombre y una mujer. Lo 2 sicoandlisis en esta perspectiva de lo imposible es oa in sexual. Es un real que no tiene la forma de lo necesario -lo que hay, y hay y hay, y se repite una vez, y una vey ana ve7-+ aqui lo que se repite es: ni una vez, ni una vez, ni una vez, nunca, no... Es una manera de la repeticién tomada por otro lado pues se repite lo que no hay. Por eso las dos formulas tienen el ‘no cesa’: el no cesa de escribirse una vez ins, y una vez més, y una vez mas y el 10 cesa de no escribirse -tampoco, tampoco, tampoco-. Son dos formas del ‘no cesa’ byjo la forma de lo necesario y bajo la forma de lo imposible. Estas dos formas siguen siendo las maneras como se nos Presenta lo real en la experiencia analitica llevada a su extre- tw Es decir, cuando la huna ce miel entre el significante y el te a se acaba, cuando se encuentra la repeticién de lo rosea mismo lugaty la repeticion de la falla de o que lino deetes gene: Elfinal de anslisis se juega acé, en el des- Vl deloaee is ite de lo que no cesa de escribirse as no ne es de no escrbirse Son dos ‘no ces! y Hay taut ee encanta ua slucin. Depend ersion de lo real sobre la que no habia- Mesa verso ata hace Poco tiempo. No habfamos reparado Punto estamos a Lacan de lo real: lo real es sin ley. En ese Mo Io nec, Go Fea sin ley desborda tanto la idea de lo real “ario como la idea de lo real como lo imposible. lo seminatio | como necesario y lo real como imposible gp 2 misma moneda ~lo que ‘no cesa de’ y lo que’ ~ El Mintoma, como lo que no cesa de inscribirg imposible se emparentan con la ley, : lo real sin ley no es ni imposible ni necesario, eg 4 an introduce otra categoria de lo real en Tq amos pensado y hace falta verdaderamente es azaroso. (Qué es eso? {Qué idea » esta afirmacin? Antes tenfamos bien d ste con lo real como imposible porque uno y otro mues pectos bien distintos de lo real. Son caras de lo real, pres ‘rio, es contradictorio de lo real como imposible y (real como necesario. Esto es para plantearles el amplio campo de lo real estamos en el terreno de “la clinica y lo real”, y ahora mos que hacer el casamiento entre estos dos términos. 2C6 hacemos para que la clinica tenga algtin tipo de relacién Jo real? Uno puede hacer formulas, dibujos, pero de lo se trata es de responder a la pregunta por la manera como k Practica del psicoandllisis nos confronta con algo de esto, ¢d€ qué manera la practica del psicoandlisis nos confronta a lo analistas con lo real?, gde qué manera la practica del psicoa nalisis nos confronta a los analizantes con lo real? Me doy cuenta de que todavia no mencioné lo real como 10 imposible de soportar. Hablé de real como lo que queda P fuera de la practica psicoanalitica, como lo que vuelve siem: Pre al mismo lugar, como lo imposible, como lo necesario, come lo real sin ley. Pero ya tienen los textos de referencia Y volveremos sobre esto, Asi que tenemos la clinica -que no es la préctica~ y lo real “que en su definicién misma es un mundo de contradicciones 2s porque no siem- » hacer compatibles pe ar de hacer rslematizar de qué manera | psicoandlisis nos permite ue trat ay Gieda ahora por pre ne formas 1@ practica de Figo de lo real. 9 son ajen la experiencia analitica vcenta Jo real en la experiencia analitica? No eComo se Pres real en los Seminarios o en los escri- cémo encontramos Hea un estudio de sus textos, de sus iss de Lacan, 10 Gus OF no la pregunta es de qué manera la sejerencas No Tt ca hace quie surja algo de lo real. La prime- experiencia 2 habria que hacerse es zacaso la experiencia eae I? No es seguro. Y se itica permite que surja algo de lo real? " sR hecho no hay ninguna referencia de Lacan en la cual uno yoodasostenerse para afirmarlo, / Lacan dice, por ejemplo, que un andlisis esté orientado por . O que un andlisis debe dirigirse a lo real, pero nun- ca dice que un andlisis sea la experiencia de lo real. Como si pudicramos tener efectivamente una experiencia de lo real. Tenemos la experiencia de los limites de lo simbélico, y a par- tir de ese limite tenemos una intuicién de lo real, pero pensar que estamos en lo real, eso es un poco arriesgado, no me atre- Veria a formularlo de esa manera. ee qué manera en la experiencia analitica uno tiene la idea de tocar algo de lo real? zPor qué pensamos que es el ee ene cual lindamos con lo real? En su momento, ® muchos afios, tratamos de localizar eso distinguiendo oMO se presenta lo real por el lado del analizante, Presenta del lado del analista. Y ‘ncia de lo rea os contempordneos p y emo se hay un curso de Miller, La ex- ” que trabaja muy bien la manera en que a de Freud se les impone en la practica del ‘sis el limite de lo simbélico, y los nombres que en er, J.-A., La experiencia de lo real en In 44 ase ha dado a eso. Por ejemplo, todo lo we caries. Saben que dentro del psicoanga sliano la escuela del andlisis del carécter tiene unas tusidn. Y Miller formals, de una manera muy interses hablar di fue la manera de bia, lo que vuelve siempre al mismo lugar a pesag q cambios que efectivamente hay en el curso de un ay Pero esa constatacién de que hay un nticleo duro, una pied resistente fue tematizado por los posfreudianos como gy para oponerlo a la plasticidad del sintoma. El sintoma es © cambia, el caracter es lo que permanece igual a Jos desplazamientos en un andlisis. = Hay una experiencia de lo real que hizo que el Freud cuando tuyo que pasar de la primera a la seguni pica, cuando tuvo que pensar que hay una compulsién a repeticién, que hay un masoquismo primordial, que hay una teacci6n terapéutica negativa. Son todas maneras por las que Freud intenta teorizar el limite al poder de la palabra que en- cuentra en la practica del psicoandlisis. Los limites de lo sim= bilico. @ En ese curso, Miller trataba de pensar cémo experimenta el paciente lo real. Y en ese contexto ponia en primer plano Ja angustia, que, como ustedes saben, para Lacan es lo qué no engafa. 2Pero qué quiere decir esto? Hay que preguntarse qué es lo que engana para saber en qué se distingue la angus tia, Para Lacan lo que engafia es el inconsciente, lo que engafla es lo simbdlico, no hay certeza a ese nivel. Mientras que ala angustia, Lacan la considera una sefial, utiliza el mismo ter mino de Freud. Para Lacan la angustia es la sefial del fracas0 de lo simbslico, y que cuando hay emergencia de la angustia ésta es la sefial de que lo simbélico falla en su trabajo para atrapar lo real. Y entonces, a pesar de todo el aparataje imagi nario, del artefacto simbélico, algo de lo real emerge y la sefial subjetiva es la angustia. nee Digo esto para que ha sido siempre e teg cardct teorizar lo que ustedes perciban de qué manera Lacan muy sutil en pensar que tenemos una cenal de lo real. No estamos en lo real sino en el despunte de real y 44 a = eo esterrar (quizd cubritlo, ~ia, que habria que desterrar (q ; a tendenciay d™* objeto a su cardcter de real) jitarle al i ble come de Gué nos lleva a equiparar tan fé ly el goce. 2 decir, para empezar, que sf 2 Podemos decir, P' Noes eee ino de los nombres de lo real. No es eats 5 eos! ymente el goce CS UP ide lo real. Porque nece ae ras de hablar le Jp real, pero hay sc Ge lo real hay que nombrarlo, darl 0 ra hablar de ita su estatuto sariamenté Pa de nombrarlo le quita s Srey el s6lo hecho de : palabras, y el slo Bee Or Jo de hablar de lo real, por es0 de real. Entonces NO i aadecir: hay que imaginar lo real. ati Ov Tecan en algun moment > su ensefian: AAlfinal de su ensen ; » una vez que Solamente podemos imaginar lo real, porque a aaarveate real, ya esté inserto en lo simbélico, es algo hablamos de ta, Lo real implica otra dimensién. Cuando de lo que se - hablamos del goce, hablamos de un aspecto de Jo real, una manera como nos representamos Io real dentro del psicoané: isis Siinos sentéramos a la mesa con algiin fisico o con algtin matematico y les dijéramos que lo real es el goce, nos mirarian como si estuvigramos locos. Qué es lo que hace que el goce tenga para nosotros ese estatuto? Creo que si el goce tiene algo, tiene un punto, una manera de tocar lo real, es precisa- mente por su dimensién de lo que no cesa. Fijense en la utilidad que tiene distinguir las distintas for- mas de lo real, porque si nosotros definiéramos lo real como lo imposible, que es legitimo, no podriamos nunca decir que 8 Pc B0ce es lo real, porque estariamos diciendo que el goce es imposible, cuando la experiencia de todo andllisis muestra elgo completamente diferente. Estas distinciones que nos vimos levados a hacer, no son mente distinciones et “Peratorias en la experienc ‘On lo que no cesa de cesa de no escribirse, goce | 5 Gitiere . Se unico que quiere es repetirse, no tiene otra sus- ‘@ que siguiendo a Miller llamamos la iteraci én, ta emos UN’ cilmente simpl nciclopédicas, son distinciones a analitica, donde nos topamos Se, pero también con lo que no tanei an que forma parte de la palabra teiteracién, Es pide repetirse. Pero no repetirse al mod del repetise al modelo de otra marca, y otra ven Esa iteracién de lo mismo, de lo que no cambia, e parenta al goce con lo real. ‘ Pero también hay un goce en lo ima; 7 ginario y ha elo simbotico, La asociacién libre... equé es?, ual tancia de la asociacién libre? Que nadie piense qui cia de la asociacién libre es querer saber, Nadie g nada, por definicién. Nos habita la pasién de laigns Nadie habla para saber, Es como cuando las mujeres.q mos con una amiga, nos juntamos para tomar un café ar. Es un pacto de cortesia, ahora te toca hablar a tiy que termines voy yo. Pero slo escuchamos para tener recho de hablar. Lo tinico que uno busca es la satisfaccié bla bla bla. Y la asociacién libre qué es sino la satisfaccl hablar. Es lo que hace que un anilisis sea interminable, n habla para saber, nadie habla para entender. Pero es un totalmente articulado a lo simbélico. Cuando Lacan dibuja su: famosos nudos, sus tedondeles concibe que un redondel es Io real, con tod definiciones, ambiguas, contradictorias que le hemos d Y que hay un redondel de lo simbélico, con todo el peso q tiene como formalizacién, la linguistica, en fin. Y que hay t redondel de lo imaginario que no es el reino de la imagin cin, ni siquiera el de la imagen, sino el del cuerpo, que s0 dos terrenos que hay que diferenciar. Pero jamés Lacan Presenta las cosas asf. El problema de Lacan es cémo se articulan: real, simbélico, imaginario, des de el inicio de su ensefianza. Entonces los anuda. Pero ha na Parte de lo real que no tiene ninguna articulacién con k simb6lico ni con lo imaginario, de eso no tenemos la menor: idea. Eso es completamente ajeno, lo tinico que podemos Imoninar de lore lo real, es la porcién que Frome, Sobre lo imaginario 0 sobre lo simbslico, En Ia expe- none ae cee lo real —_~ ‘Se presenta en esta interseccién, slo real como tal. Es decir que en el Psicoand\ ‘al, 0 formular de son 1rabando en pre vie enna i ue ero &mbito esel sane oe oe Ja menor idea, Ee gué 7 Oe nen de lo real es el sintom® fy a wn ea rmite aproximar algo deo eal Prodi del sintot ‘ {tica?: el sintoma. {noma mismo- a analitica?: : en alg el on 1 er po esa de esciDTS, porque sintoma? Pore ite una satisfaccién. En Por rl ie les c {ro cosa de esribise porque fe trae una satacc A «se punto Lacan es bastante freu: i seal Prevencia ot necion del sintoma. Es sélo para decirles q a presencia a ¥ iti roduce nalitica solo se p fe lo real en la experiencia ai e produce man de lo simbilico, © de la mano de lo imaginario, que nunc nen To veal puro, Lacan no fo coneibe munca, no To defiende nunca. Qué es lo que el nudo borromeo le permite? Le pesmite decir queen el andisis uno puede estirar un poco, puesto que los nudos son algo que se puede estirar, estirar un poco lo real. Es decir, achicar lo imaginario para extender un poco mas lo real. O estirar un poco mas lo real para acotar lo simbolico, pero jamas volveriamos a tener los tres registros desanudados, En cuanto a la forma como Lacan piensa lo real en la ex- Periencia analitica, tet nemos por un lado el despuntar de la puta. Lacan coloca ala angustia exactamente entre lo sim- Hage 1° feaky tenemos una presencia indice de lo real, en wtoma. Y es solamente en relacién a la satist Proporciona el sintoma q Ite Cl Boce y to real. P Contrario, &xperiog jue podemos hacer una articulacién orque podriamos decir exactamente ” qué quiero decir con esto? Precisamente f jue la cia analitica es la exnerieneiz, aad que le esta experiencia del goce que no hay, de pensar lo real, pero esta vez lo real come lo ing Es como si yo les dijera lo siguiente: en la e litica, lo que se pone de manifiesto es que hay un hay. Un goce imposible, que no es que no hay cove’ es también te, esun goce que no hay; que no habrd, el goce que no escribitse, Estoy tomando el goce por lo lg que no hay, oce que hay. Y ese goce es lo que Lacan Hama el mt sexual que no existe. Es la presencia de lo imp presencia de lo real de la mano de lo imposible de cidn sexual, lo que no cesa de no esctibirse. El goce del sintoma es ese goce que hay y que se que no cesa de escribirse, a diferencia del goce dela relad sexual que no cesa de no escribirse. Para Lacan es siempr que viene al lugar del goce faltante, es decir, que si se gozad sintoma es porque no se goza de la relaci6n sexual, ES pol que la relacién sexual no cesa de no escribirse que el goce dl sintoma no cesa de escribirse. Alli donde uno es imposible, ‘otro es necesario. Es la imposibilidad de uno lo que determi la necesidad del otro. Entonces del lado de la relacién sexual tienen lo impos lo que no cesa de no escribirse y el goce que falta. Es el meno de goce que la teoria analitica ha tratado de formular en minos de castracién, para dar cuenta de que hay un menos d goce. Pero Lacan se olvida del problema de la castraci6n pé decir: hay un goce que falta. Y es en relaci6n a ese goce q falta que hay un goce que sobra, y ese es el goce del sintoma. Nadie querria saber nada del goce del sintoma, pero ese goce viene al lugar del goce que falta. Entonces por el lado del sintoma tenem equivalencia entre lo real y el goce, posible de la relacién se; cia entre lo real y el goci Es solamente sintoma que os una posible Pero por el lado de Jo im- xual no tenemos ninguna equivalen- *e. Ahi lo que tenemos es falta de goce. cuando pensamos el goce en su relacién con el Podemos hacer un desplazamiento entre el y lo real, porque tomamos lo re: goce cribirse, pero s I como lo que no cesa de es: tomamos lo real como lo que no cesa de no 48, i i > real tener la equivalencia entre lo pdemos 50s! pod ia aa ta. Presentifica lo imposible de e sible de no escribir. Lo g ae oe ribirse. + no cosa de no ese 1 sa s de la misma hl a ela otra, presentan a sates de Ta misma a “I goce que sobra. ei alta y el goce que sobra. Y de acuerdo ao gee enfasis recae en Una direccién ene cil smo se Fre predomina, el goce que ne hay, ot goce Ou tiv vamente ahi hay un ndcleo queen eereied cha panera dj favor de uno sin 2 que wey manera de jugarse a fa \ iat y no hay manent ante el otro. Es decir que en la exper mente se haga PU osenta, 0 COMB ETBOCE que sobra, 0 com sInoee se presenta, 0 COMOET 8, com na al i en una direccion y Tyoce que falta: Hay que orientarse = de pregunta gque es lo real para el psicoandlisis? eae ee a inano y dice: “la inexistencia de la relaci6n se- vo ae nol To real para el psicoanalisis es el sintoma’ Nn 4 x Fectivamente es To que no cesa de escribise, Tlenen ai - tedes jugdndose dos definiciones de lo real. Por el lado no cesa de si, y por el lado del no cesa de no, y son dos caras dela misma moneda en tanto uno esté en el lugar que el otro deja vacante, retomar para ustedes -quizds para que se haga de aprender, mas encarnado- lo que presenté en el uitimo evarot, es la oportunidad para ampliarlo. Como us- tedes se habriin dado cuenta, hace un rato que no hablo de la clinica. Efectivamente, porque una vez que planteamos la antinomia que hay entre la clasificacién y el caso, nos incli amos més bien a hablar del caso, y una vez planteada esta antinomia nos Preguntamos cémo se presenta lo real en la ex- Pome analitica, Ro cémo se presenta lo real en la clinica. fey com bien deberiamos decir que la elinica es una de- le, orm 2 Tel que clasifica, poner las cosas en un casi- an, ds eee es una manera para el clinico —para el ‘omar distancia ante el hecho insoportable de que cada caso no tiene nada qu teesoesunmotivadentee Seguramente conocen: hacer cl a a trazar esquemas, escribir. teqe analista de defer sec ° ‘Tse contra igual del lado de la cura que dirige, ie eae Hene sentido, porque lo real en le simben lo simbélico d 10 simb6lico es precggst™ Provisto de sentido, ae Para el analista, la clini ificaci ~~ DSM en su extremo, es une mane cast sn > €S una manera de soportar Io wal gy ie spatsiado la clinica cuando se trata de la clinics dae caso, de lo singular. Y es eso que hace el mal 4 la clinica y Io re casamie ‘al. Que les proponga més bien TEE nica © lo real ~en tanto Io real es Jo que objeta la diniace desplazar el énfasis mas bien del lado de la experiencia an ica y lo real. Como lo real se presenta en la experiencia da Psicoandlisis, no en el ordenamiento de los datos que el as is nos entrega. Entonces este desplazamiento del énfasis tiene su razonde ser porque considero Ia clinica como una defensa contra lo real, y prefiero orientarme por cémo se presenta lo real enla experiencia analitica. En la intervencién que hice en Buenos Aires, ahora en ne viembre, porque soy Ae ~AE quiere decir que he hecho la exp ia del pase y he sido nominada analista de la Escuelay a partir de ese momento tengo que dar cuenta ante la com" nidad de lo que ha sido la experiencia de mi andlisis, es0 * puede tomar desde multiples costados-, lo que presenté et esa ocasién, que voy a retomar hoy con ustedes para tener 0 didlogo, es emo imagino yo que hice la experiencia de lo real n mi andlisis. Que es cémo yo puedo decir: “miren, no teng? menor idea de qué es lo real para cada uno de ustedes, pero creo que me aproximé a lo real de la siguiente manera. Es tod0 lo que pienso que puedo decir” Siempre me parecié una cosa un poco loca cuando se dice que la practica del psicoanilisis tiene que dirigirse hacia lo feos: Gjula analitica es una cosa. alsen norte a sentido al sintoma, porque y que doma pierde sentido es cada ve gue es Io que no tiene sentido. En la me Jo ree se revela en su repeticion vana une ue el sintome © al, pero dirigir la cura hacia lo real tuicion de Jonacia ‘cl precipicio”. Si yo sé que el in: “dinars oo la brajula en a mano, a veces eso all, poraue ere go que ir hacia el sus. Que el norte mesifve pare a oa No uiere decir que yo me tengo que Tes ion ir derecho para el norte, rargutya venda en 10s ojos y seguir derecho Pay ¢ Pome Ne qué hay en el norte, a lo mejor se acal 2p Pore oe qué pensar que en el norte siempre esta Jo - i tendencia a imaginarlo ast, pero como decian aoe sur también existe”... No hay que deslumbrarse on el norte. | en ‘analitica est orientada por To seal que se ten- gala perspectiva de lo real como horizonte, no qui — guela pric del andisis no indique muchas veces que Ps Shi no hay que ir, Porque lo que se obtiene forzando la de- fensa hacia lo real puede ser directamente el estallido de una psicoss, el pasaje al acto. Perturbar la defensa es una idea un poco romantica del psicoandlisis. Uno imagina que esta la de- fensa y que el andlisis va con los caballos triunfantes, atravie- sala defensa y arriba a no sé qué paraiso. No, la mayoria de las veces que uno perturba la defensa tiene que calcular muy bien silo que va a encontrarse ese sujeto del otro lado de la defensa es algo que pueda soportar o no. Y que, si el control sitve para algo, no es para saber si lo pongo en el casillero de laneurosis, de la perversién, o de la psicosis; sino para poder silcular cusnto merece ser perturbada esa defensa, y cuénto paulete ser preservada, porque es lo mejor que el sujeto tiene Vive eatselas con lo real que es insoportable. ; a1 depot &l sinsentido. Hay que escuchar al melancélico, nada ave, Re al que esté triste, sino al sujeto para el que portable te: Cuando nada tiene sentido, la vida es in- + el andlisis tiene que ayudar a alguien a inventarse sentido, por mucho que se ventado. A lo real hay que simbé amos anclarlo en lo imac’ co Para que la vida sea soportable eetatioy solamente el sinsentido de lo real, lo tinieg yo aMO5 a ee es el suicidio “MO inico que queda ay Esc ~Y 1 a.un depresive de yen iccién de que la ae is inte, y que todo lo que tenia ques ug6, que no hay nad. / no hay que atrave: ‘bares sae que ese. to, cuando uno escuch. momento en que tiene la con: que no hay nada por delante, a vida ya se ‘sar esa barrera, es mejor muchas barreras y construir muchas defensas images icas para que alguien pued: : ja permanecer amarrado 3 ndependientemente de que cuando uno quiere sa, No hay cémo detenerlo. éLa practica ana Si, pero eso no q ca es una practica orientada por lo real? ere decir que hay que ir de cabeza a lo real, es para saber donde esta el norte y cudn cerca uno puede lle sar antes de pegar la vuelta. Es una cuestién de tacto, es el secreto de la tactica analitica Entonees, Encuentro Americano se Ilamé “Citas con lo ere decir esto? Quiere decir que en la experien- ica, de pronto, uno puede encontrarse con algo qué real. Lacan lo dice de una manera muy precisa &0 Prefacio a la Edicién Inglesa del Seminario 11”,” que & texto que cierra el tercer volumen de los Escritos, es deci los Otros Escritos. gEL i iente es real o es ficticio? jAW Esa pregunta da para un seminario entero. Por supuesto que nte tal & truye en el andlisis, leno d¢ sentido, es una ficcién no se desemboc enel toma tiene sentido 0 90 tiene sentido? Eso implica distintos momentos del sintoma Por ejemplo, en el Seminario 10, es decir aio ‘62, Lacan dice te para el intoma no necesita de ustede: - Equé g nconsciente sin-sentido gEL algo completamente sorprend. senanza. El dice: “el ala edic Bs. As, 201 nglesa del Seminari 1973), 52 oe fntoma es 89° ue jstas. Fl or erencia del acting-ouF GV in. A er sedes. Esta idea de que © i exactamente lo contra! s fo necesitamos Para jencia ana- la experie: a qué hacemos NOs otros? ‘ esita 2) 1s , * a tome forma transferencial, que © ‘a nosotros como UN ignificante de transfe- i te ja signifi 2 esos i donacién de sentido. Eslo sotros una erencia. sre de nosotros Ja transferen espere ~ na: el algoritmo de rencia I poy ala manana: él alg soscribf hoy a 13 gare cin del H psicoanalis. ‘sintoma. El sintoma en su M rato natural del sin A ectupicez. Es solamente por ce gue se oo jac al sintoma un sentido, que el sine wad, que prometio da oat Fra devalizable; y es sobre esa promesa que se ™ Seto imiento: el psicoandlisis desnaturaliza el i mma Introduce en el sintoma un virus, que es el virus de i transerencia, que desnaturaliza el sintoma y lo convierte e unsinfoma que equivale a un mensaje. Cuando el sintoma no e nada de mensaje es simplemente la repeticién vana de una satisfaccién que viene al lugar de una satisfaccién que no tay. Convertir al sintoma en un mensaje dirigido al Otro, a la espera de una significaci6n, es la desnaturalizacién del sinto- ‘ma que el psicoanalisis introduce en el mundo. El psicoandli- “strastoca el estatuto natural del sintoma. Y el sintoma pues- ee sana bajo transferencia es un sintoma que adquiere una cea any Otra significaciGn..., y eso es el andlisis, hasta a ar sentido. El andlisis vuelve al sintoma a Auevamente onal le que obtenemos al final del andlisis &S Vo mismo el sinters rn Vaciado de todo sentido. Pero no es Sintoma vaciado ae sentido en el primer tiempo, que el Manera el sentido Mie cuando se pudo entender de qué sca desgracig ae © hemos dado al sintoma es la clave de ‘acia Neurética, estatuto final ‘al del sintoy del sintoma, para distinguirlo del es ma, Lacan lo escribe con otra ortogra- fia, la cual quizé conocen, el sinthome. Y entonoee el sintoma esti capturado enTa transferencia, ebag Ris real no tienen nada que ver. El sintoma sélo se engarza «2° real ene iempo 1 -es decir en su estatuto de puro ggen® se repite- y en el tiempo 3. Mientras el sintoma ee pg” al igniicante y va cambiando y va desplazéndose ho fe nada de real Dela mano de la reflexién sobre el sintoma y loreal, viene la pregunta: zhay algo real en el inconsciente o el inconsclene es lo que se crea en el tiempo 2? Lacan piensa que el incon ciente se crea en el and is, no es que uno tiene un inconscien- te que descubre en el andlisis. Lo que uno hace en el analisis es crear el inconsciente mismo, a fuerza de darle un sentido desconocido, inconsciente, al sintoma. Y en ese texto que mencioné recién, el “Prefacio a la edi: ci6n inglesa del Seminario 11”, Lacan deja entrever un estatu- to real del inconsciente, que se desvanece ni bien se le presta atencién. (Por qué diablos Lacan se interesa por Joyce en los afios 70? Porque la obra de Joyce le permite a Lacan ima narse, suponer, cual seria el estatuto de un inconsciente des- Provisto de todo sentido y que no busca el sentido en el cam po del Otro. Joyce es alguien que esté siempre en el tiempo 1, no pasa nunca al tiempo 2, al nconsciente transferendi byce simplemente disfruta de su practica de deconstrucci6n de Ta lengua inglesa. A Lacan le sitve para imaginar cudl el estat © del inconsciente por fuera de la transferencia, 10 que seria el estatuto real del inconseie rnte, es decir un incons- ciente sin sentido, puro ejercicio gozoso, mientras que el nte bajo transferencia es un inconsciente que sigue la taje. Al mismo tiempo, Joyce le permite @ Lacan pensar por primera vez cudl serfa el estatuto del sujet cs una situacisn completamente diferengs nage analiz6 que inte. Es decir, cudl seria nconsciente, que fe, que no Que ya no le Sus sintomas; un te es aquél que da por clauren ad. del sujeto desabonado di is la pregunta qué quiere decir est? dirige al Otro la pregunta por el sentido de desabonado del inconsci hace m 54 és extrafian, quieren Bad y entonces:-- ay temporada de ane tarle al inconsciente el estal quita para St evamente el esta- idarle al inconsciente nut ame al s es el tel 1 cual el i el cua em nana se 1 tiempo 2, el tiempo en i isi cia; tod ai ‘9 transferen Entonces, UN anraliz6 pues fue puesto baj desnat sintoma S& ma se opaca precisamen= cnc gues un analiss evel tiempo que sparla donacidn de sentido, y a tener su dime! feta para que el sintoma vay periencia analitica, es inensata. El periodo del anglin ier “zen ese tramo qué ceo De a pal? Bote tramo es como cada Uno emergencias hay de lo real? “ Este ran imbolico RO van la cuestién y de q a . n Sinn veda en nest campo loreal es una construccion. Entonces, “Citas con lo real” fue el titulo del ENaPoL. En esa caasin yo me preguntaba: “un andlisis promete una cita con loreal?” Es una aspiracién pero, al menos es mi experiencia, tlencuentro con lo real es algo eminentemente contingente. Con esto introduzco la tercera categoria: esta lo real como lo "etesario, esta lo real como lo imposible, y estd lo real sin ley pean contingente. Y deberfamos hacer incluso el esfuerzo de wars si la categoria de lo contingente corresponde ois haba ley. No es seguro que lo contingente alcance, Mes c.acamente Renate lo aleatorio, de lo azaroso, que O.tsdene ‘© mismo que lo contingente, al menos en lo real sin ley abre un terreno en el cual recién a introducimnos. me en el tiempo 2, un anilisis es mas °S una testo? de lo Feal. Lo que'cada uno tienie de un an ean, En ese momento yo aclaraba: o ilerpretacién de lo reatén la medida en que tanto la neurosis como yo olvie’ SSrrollan ol libreto a Ta ReUPOSIS= AVE; eas leas - pa gusta formularlo asi la neurosis es el seid ente mien lo real. Cada uno le inventa un sentido a lo real, es la neurosis. ~ TSS seni Me preguntaba en ese momento qué podfa deci sobrem encuentros con lo real en la experiencia analitica. Recondaby entonces lo que muchas veces Ilamé ‘un almuerzo con lo rea! para evocar la mesa que comparti con Lacan en Caracas en el Encuentro de 1980. Pero eso no forma parte de un anilisis, eso es la contingencia de un encuentro con Lacan, es una fige- racién imaginaria de lo real que comparé con la entrada del convidado de piedra en las escenas finales de Don Juan, con Ja presencia muda del Commendatore que hace “pum, pum, pum” [golpes en la mesa]. En fin, para mf ese almuerzo quedé grabado como una imaginarizacién de lo real, es asi como me pero una 1. e, yanoes exactamente Jo real ae ipa ee gecir que 10 real es el BOCe 2? Si podemos = = Poco real, con To cual 10 real aho salen dado un im ue nombro 10 real, 1o hago entrar of smbrable, y una vez qu oe i i », attapo lo real por medio de la nomnlnasior - Es el i os by dio nombre . sod nominar; entonces Dios cre6 ¥ e alas cosas Lacan se pregunta si le dio nombre a las bacterias tom ysilas bacterias no deberian ser la encarnacion de jo real rust mundo porque Dios no las nombr6. Le dio nombre a ala pero no alas bacterias. Nominar ‘real’ a lo real ya es manera de atraparlo mediante un acto simbdlico. ;Qué wre dec esa historia del nombre de goce? Es el velo de lo . puede ser nombrai fade cubrir: imagino lo real, es ese punto de intersecci6n entre lo real yo imaginario lo que trato de transmitirles. Si tengo que responder cémo encontré lo real et trayecto de mi andlisis, créo que lo mas apropiado es dese que lo encontré como lo imposible. En primer lugar, com imposible de decir, Para mi, que como ustedes ven tengo Um cierta propensién a decir, que me desenvuelvo con cierto ber-hacer en eso, encontrarme en el andlisis con lo impose de decir, quedarme boquiabierta en el punto en que tenia decir una palabra que no existia ni la encontraba, eso fuewl™ experiencia de perplejidad inolvidable. En el andlisis me topé con el hecho de que en el diccionart no estén todas las palabras, de que hay al menos una palabra que nombra algo profundamente genuino que me y que no existe. Que la habia e y habia desaparecido dejando u do. El nombre de goce es una mane- tn nombat ul Profundo que hay en lo simbdlico dén- 2 nme ene esel nombre de pila, no es el nombre cl nombre del registro civil, pero sigue sien- vepesdecirun esfuerzo in extremis de atrapar © imposible de SUS nombres, conciernes chado, habia sido dic agujero imposible de col mar de los nombres propios. Que lo simbélico ° 1 todas las palabras, « palabra que fall mbilico esté agujereado. E: del limite de lo simbélico, del agujero ne Lacan escribid SU. decir es lo real? Digamos que Prestamos atencié ramon con ke atencién a la palabra, di [3! como lo imposible de decir. Sega angen COMO la expresion fo in impr 822 10 Teal como lo imposible. * en la formalizacién que puede neo formulas, es un imposible iencia an posible aise, Porque en ella se trata © de soportar implica e una pal es una experienc! lo simbslico, 56 1 cuerpo ny Que soy Passe de la form, portar al, hice ¢ oe jiera que darie escribirse, lo imposi My es di iyo tuvier porta, dela palabra, que es maa jo imposible oe Sn rauma es Un nombre lo imposi : TO en ambos casos, conn lic * ible de formalizar puede como lo imposibl se de la formalizac jencia de Cantor con de lo simbulice, i oe a ta de un teal quees pron Spiograffas eldrama no puede ser dicho =ni escrito SEaae endlags Gero de fa ciencia aceptare alo que no puede ser dicho: rn eet Ore nom re, Por supuesto 10s tee un er a es adenine Wore nga eb tN haz puede ser dicho, y ese imposible de decir abre el team, rateatcos pensar arte de los ncimeros. ¥ 5° 2° hazo algo de To real que emerge por abv. Pero efecti tarsfitos M0 indi el de- lapaternidad de su invento no eS indiferente en el desenca' como imposible es siempre pensado como efecto de lico. Es lo que hace presente el agujero en lo simbélico, taza su limite, desnuda el estatuto de semblante que tienen todis las nominaciones. Todo acto de dar nombre es un semblante que vela lo imposible de decir; dar nombre es ln real puede ser nombrado, eso es un semblante, La nomi cion tiende un velo sobre lo real, sobr8 To que no hay lt una y otra vez, tratando de nombrar lo que no tiene nombre Lacan lo dice muy lindo: “esté lo que se nombray esihlO ho tiene nombre”, y podemos considerar que To que nt ee > nta en re nombre es ana de las formas como lo real se PES la experiencia analitica. En Subversion del sujeto Lacan di “el nombre que falta en el mar de los nombres propios’ ios nombre de cada_uno faltaen.el mar de los nombres PrP” o de su psicosis. ele de soportar tiene para mi el nombre de trau- ma Tablé de eso en el testimonio del pase, Y 5° traté de una escena completamente banal. Volvemos de una fiesta, mis pa~ descontentos, me toman y me depositan arriba de un arma- Nowlvidé nunca esa escena ni mis gritos, las risas de ellos queno entionden por qué grito, y mi grito que no entiende de gué ren. Si la escena fue traumatica es porque no consegut . entido ni en la nifiez, ni en la adultez. Una escena ca- ‘ede sentido de la que quedan esos cuerpos que se agitan, an 7 de ellos, y mi falta de palabras para dar cuen- © pasa, ido uno piensa e | nL Piensa en trauma piensa en un terremoto, una ii jandolo y ese nombre cada uno va a tener que inventdrselo, Cua la guerra, un secues oe wmas dela vida de eestor a violacién. Ah, no! s a vida de que me ya es un velo MF NMenty la de cada uno son es' Taventa zes el nombre real? No. Ese nombre ye. 5TH tee donde uno encuentra ef estas tonterfas. Es ese esfuerzo con el cual uno hace entrar sit nombre en el mate 8 tisas y el gig eI goce del Otro encarnado los nombres propies. 3 experien Entonces mi idea és que en mi andlisis hice Ia expe de lo real como lo imposible de decir Nificante e icante es inepto para nombrarlo, no jo que e: a nate esta Pasando. Y entonces™ a partir imposible de soportar, se construye e intenta : nta fantasmaticamente arruinarle la "© Nombrar | de ese encuel sis qui euros +1 Otro, 1 cian del sujeto y 4 Gmo estropearle la fiesta al Otro, lo tinico que hago es pri - arruino la fiesta. Y una vez hecha la prueba de que grt .e puede arruinar la fiesta del Otro, Yano queda més quer. petirlo hasta el final. re Si para mi lo imposible de decir se present6 como el nom: bre que falta en el mar de los nombres propios, como lo que no hay, lo imposible de soportar, en cambio, lo encontré del lado del plus, del excedente, como dice Freud: el trauma es un excedente de sexualidad, que no puede ser procesado por Jas representaciones conscientes. Efectivamente, por un lado la palabra que falta, lo que no puede ser dicho; por otro lado, esas risas y esa fiesta que encarnan lo que hay de més, ese plus al que Ta neurosis trata intitilmente de ponerle pafios frfos. Lo imposible de soportar del lado del plus, del exceso, lo imipo- sible de decir del lado del menos, del agujero de lo simbélico mismo. 5 Por tiltimo, mas allé de lo real como imposible de decit y lo real como imposible de soportar queda lo real como lo imposible de negativizar. Lo incurable. La repeticion vana/ Ia nueva alianza con el sintoma sin sentido que se reitera, que ° itera. En resumen, en mi anilisis, lo real -al menos lo que PU do imaginarme de lo real, de ese poco de real que el andlisis permite entrever y que se diluye ni bien se le presta atencion= se presenté como lo imposible de decir, como lo imposible de soportar, como lo imposible de negativizar, Primero com Jo que no hay, el agujero en lo simbstico; segundo, con lo que hhubo, el acontecimiento, el trauma, lo que Mamamos aconte jiento de cuerpo; tercero, lo que hay tuna vez més. Gracias. z mas, una vez mas, > ta Con SRANSCRIPCIN A CARGO OF ANEL Me Fa eas MONTES CABALLERO, FERNANDO Esivtit, Brain ODF YEU Can 1 Institut de Enfant" Miller del 7 nla dausura de la Jornada teresantes lineas de traba suodelaadolescenciay dio anteresONe™ ye ia ado- Laprimera -no es novedosa, Pero : a gn es controversial: emiaes una construccin cuya defini eien. Y decir que es ( nultpicidad de perspectivas no coinciden. ¥ C007 tay un enatracign conileva siempre la convicciGn ¢° So, pareciora ser el espititu de la época~ se tratarfa dew" At igificante, "Esta €poca, la nuestra, es muy incierta CNT aloreal” dice Miller, y agrega que incluso suele nega’ 9 ©” reeonaciendo sélo los signos que en tanto tal, son sem) AM A Siloriginalidad de Lacan fue articular la pareja “semblante ‘eal”, cémo se juega esta articulacién en la adolescencia es Aldesatfo que lanza. . as Para intentar cernir qué es la adolescencia en psicoandlisis menos en lo que serian “nuestras bases”? — destaca tres “sas de las que los psicoanalistas nos ocuparfamos: jy bo La salida de la infancia. Es evidente que desde Freud parcttstidad no empieza en la pubertad: el nido “perverse “timorfo” es la confirmacion de que ésta se juega Para el ser . ‘not 1 de causura 3ra Jor ‘Interpretar al nifo”, er Jor- Hae ea gaaa, Mile trabaja anpectos mperdibies de to que \ "lo nuevo” sobre ly adoleseencia, muy Fecomendables para quie-

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