You are on page 1of 18
dei Ce Yousto Vallado Renén \95a, LARGA ESPERA cuando agua que el abuelo, en espera ielo det aboga. do que entonces despachaba Litigaba por una cuestidn de intereses, de dinero, si, dine ro y valores y t inncabable espera de w padre y € sos bienes bu Iwicio era tan largo como la paciencia de fos que ai en el nutdo gordiano de mil y un expedientes se refocilaron las sapiencias de tres jurisconsultos y se diluyeron setenta aiios de lrescientas sesenta y cinco esperas, con deduccién de domin 0s, vacaciones y fiestas de gusardat, y con la por cada atio bisiesto, in de un dia EL juicio ya mo de los que aguardaban, ese que estaba ahi en la antesala, no habia tenido tiempo de casarse. Desile Ia adolescencia hue bo de enseria fen Ii antesala del abogado por ta muerte de su n debia su nacimicnto a que al abuelo te engendré antes de principiar el litigio, y @ pudo procreat a podria coutinuar indefinidamente; et alti dre, q larga espera 9 orn amnaeecagerone meen ene su Unico vistago antes de tener que aguardar diariamente al Jurista, Nunca enfermaron mis que para morit los que aguar: aban; no disponian de tiempo para.ello ni para ninguna otra 1a parte demandada, porque los que aguardaban eran los See ateareaTiaaT nde beneficencia euyor ge rentes y abogados Tiigaban sin aguardar, con la comodidad de Ig fuerza del dinero y Ta tanquilidad del anonimato legal. Por forna el abuelo, previendo ta extension del juicio eomstine 6 mn fondo cuyosintereses cuban I jguata dl sboga, para no tener que preocupanse de pagar y sblo esperar, aguardae en Ja antesala del legista En el rostro del que esperaba'se dibujaba la espera de sus antepasados y la suya propia, asi como a palider hereditaria de Jos bufetes sin sol. Como no tenia en st casa eon Guia far sobre la causa del juicio, en su mente la espera disolvié lov rmotivos originales que dieron lugar al viejo proce cordaba por qué litigaba ni por qué experaba, La 2 sh organisino_superior, de esa parte animal de auestio Gien ‘Que gobierna la funcién animica, estaba por herencia acondicio. nada a 1a espera; por eso su tranquilidad era inalterable, en con, traste con In actitud de Ios dems clientes det bufete, que pasea- ban nerviosos a graudes zancadas y fumando cigarrillo tras cigie rrillo; 1 no se desesperaba, porque sus sistemas nerviosos no sa. bian wansmitir la fuerte descarga de una reaccién violenta, Solo una idea turbaba la paciencia de su espe 7 sand el fahase nadie eperaria porque no tenfa descendencn, porque Drudo csase ni podria hacerlo ya, pues debla continue aguee dando, Y ete era su problema, no tener a quien heredare ve, derechos para continuar titgando; no, su verdadero problems, Ho era 68,1 no piensa ni nuncaha pensado en Itigay, sine eg 10. fausto velledo berrén at 1” 2 espera, en seguir agurdando en estar presente dénde el abo- “Bo par que esatienda ‘el negocio ni lo olvide; no, tampoco era es6, era para que el abogado le viese, o mejor, para Gumplir con una wadicién que mis que de familia exe doe fe Claro, eso es, para cumplir una tradiciénien realidad, para Airigir correctamente su disposicién animica a la espera, cles Nada rabajosamente por tres generaciones hasta afloras en ‘on la perfeccién de un reloj suive, HI drama intimo germina y se intensitica con los aftos, Ha cia quince que aguardaba y contaba ya treinta y tes de edad Su organismo cetrino de incansable esperador, sin sol, sin aive Puro, inficionado a la vista de momificados Pergaminos y poli- TS abla tsicionarta su cofiguraciin mental, inagouble on 3 esperar, porque se irla marchitando mis cada ver hasta coe yas en cadaver, y un eadiver ya no podria seguir aguardane do en Ia antesala del abogado, porque carccenfa de motintenn, ropios sts idea lo avasalaba, invadia tod su sér y en fos éltimos penes lo sofocaba a grado tal, que su cara de piedia lean Pia oeutrido ni en aquella larga ausencia del abogado, que ce tarp, mis de un aio por Europa, pues su propia presencia ca Teg, pestla le aba Ia tranquilidad del que cumple son cn Gtber. Peto esto si que no tenia consuelo, alos veins afer ben asm cerebro Ia idea de que no tendvia substiuto, pore rinanee Sabo. 38 era To suticientemente maduro para prec Cuparse del porvenir. ¥ conforme mis pensaba en ello sehen Nenla de ue su preocupacién irta en aumento con el tranny cnaign RO, Y 78 le preocupaba mis Ia seguridad de su prow cupacién futura, Cinco ailos mis pasaron por su espera y la idea de la falta le un hijo to acosaba de tal manera que su testa pétreo ar Jerga espere 11 queaba Tentamente 1a ceja derccha, ¥ estas graves transforma ciones exteriores se agigantaban en su interior, la alteracion de su fsiologia por herencia acondicionada a la espera, no. podia realiztse impunemente; se transformaba paso a paso y comen 26 a sospechar que terminaria como emptzaban todos, paseat. do nerviosamente a grandes zancadas y fumando eigarvillo tras cigatillo, Por ello, creyé que iba a ceder cuando el abogado lo amd y Ie dijo que proponian una transaccidn muy ventajosa, narrindole dusante largo tiempo la situacién legal del proceso y hcigndote notar Ia conveniencia de la propuesta, pero se so prendié al oir que su pede, su abuelo y hasta él mismo respon: _ dian por$u boca que no habjan esperado setenta y cinco aitos, T5 anos, tre muy discocho dias para terminat 8, de pronto, en ex. 3 apse “abrupto, de“una_wanetatan desacorde con el hibito adquiti os do ns rene goed aga shee noe 1B AO EI siguis esperando y en su interior ereciendo el drama in- timo de su inhabilidad para tener descendientes. Casarse, 3y con quién? si su abuclo vestin levita cruzada y andaba en co che, y su padke a pig pero bien puesto, en tanto que él s6lo te- nia Ins tres raidas camisas que alternaba con exactitud mate. mmitica; sin dinero para formar un hogar legal, indispensable para dar vida a un sér con derechos ante el Cédigo Civil; ade- rnuis, Ia espera de sus ancestros y Ja suya propia le habjan he- HI paz de lo que no fuera esperar y esperar; él no sa casarse, zy cémo habria de hacerlo si no podia buscar mujer2, sobte todo ahora que el bufete no sélo abria por las 1 Y por las tardes, sino que también por las noches; carecia de tiempo para enamorar. Eso aparte, su envoltura era fea, de wie fealdad especial, pues no era atrayente para el otro sexo. Era imposible, seguiria soportando el acoso de su preocupacién, Pe- 70 como ya no esperaba solamente, sino que también se preoes = a ae aba, y se preotfipaba con intensidad, la espera To agobiaba con BRAN peso, 12 fausto vallado berrén ds Widequo so podie ofp a Be BG Sipe Ace Ekqnerad ori gS que dete chavez en el boyete. “VENDETTA" Ra EL aSo de gracin de 17... Por la marisma de levante avanzaban hacia las. goteras del puerto de Campeche, los miembros de una banda de corsarios, La colonial pobla- cién dormia plicidamente la silenciosa madrugada, y na die en ella sospechaba siquie- ra la inminencia del peligro que se cernia amenazante so- bre un pacifico suefio. Por el rumbo del convento franciscano ¥ 4 pocas brizas de Ia playa, en la nocturnal negrura de la hora, desvanecia su aviesa mole Ia barca que transportara a los impios y crudelisimos forbantes. Las huestes piratas habfan escogido al rico puerto penin. sular para comenzar una serie de saqueos en dependencias es- Pafiolas, a inspiracién nefanda de su jefe y director, campecha. no de origen, hombre de mar y de no muy baja extraccién, Apodado El Romanero, este audaz capitiin huyé, afios ante tos sucesos, de las cérceles coloniales donde fuera recluido por delitos contra Ia propiedad. Llegado que hhubo a stu necesario destino como presidiario que era, la Isla de la Tortuga, y po. niendo en juego sus grandes dotes naturales de or conductor, reunié a un grupo de aventureros ingleses, firman @o con ellos Ia tradicional “chartepartie” y armando en gue- 17a Ta nave El Coreel, que amparé bajo las banderas de la ru s de nizador y ‘vendetta’? 15 | | | 4 Sotofan eg bia Albién, cuyo gobierno Ie concediera una patente de cor: S0 para atacar toda clase de posesiones espafiolas, ¥ ya en ef nuevo azote de los mares, se dedied a teria, a més cruel pira- Durante los tiltimos afios vivides en Campeche, El Roma. nero estuvo enamorado de una bella muchacha, hija tiniea de familia con blasones y talegos, nombtada doa Elena del Can men. Como légica consecuencia de sus requiebros, en’ aquellos tiempos de orgullos de sangre y apellidos, la mis fifa indvleren. cia Tespondié a sus amorosos requerimientos, pese a que social. mente provenia de Ia clase media y a que su educacidn y trato dejaban bien poco qué desear. Con tal motivo, y obedeciendo a su natural ambicioso y sin escripulos, dedieé sus oficios a pro. curarse dineros por todos los medios a su alcance, habiendo con. Seguido Tabrar una foreuna respetable por el fraude y el despo- Jo, euando cays sobre €l todo el peso de ura justia por de- ils estricta, Es por ello que sus ojos brillaban con gozota ferocidad al aproximarse en la noche a 1a ciudad dormida, guiando con se. suro paso a la horda aventurera que organizara, Su cerebro so solazaba maliciosamente imaginando las depredaciones que ha. brian de cometer en el puerto que fué su cuna, pero que tan duramente habia cortado el vuelo de sus més caras aspiraciones econdmicas y sentimentales. Y la ide; ‘a motriz que Mevaba en clavada en Ia mente, era Ia de vengar el desprecio de dofia Ele. na, obteniendo por la fuerza lo que no pudo alcanzar de buen grado. Los habitantes del puerto, tomados de sorpresa y no obs: {ante haber peleado con singular bravura, sucumbieron ante el arrollador impulso de la fuerza invasora, haciendo honor 4 su Didelgula y bien sentada fama de valientes. La poblacién qued inerme a Ia brutalidad de la hueste piritica. Asaltos, robos, Wiolaciones, saqueos, asesinatos ¢ incendios, presencié sterrady 1 gente campechana por espacio de dos largos dias y una mis larga noche, durante los cuales El 1 Romanero tvo oportuni- dal de Hevar a cabo su sonado desquite, apoderindose de dofia Hlena del Carmen y cometiendo en ella gravisimos ultrajes, 16 Fausto vallado berrén Por fin, un pufiado de valientes y denodados individuos, que se habfan guarecido en las inmediaciones de Ja asolada po- blacién, por el rumbo de tierra adentro y en las colinas de la Sierra Alta, did Ja batalla que tas encarnizada lucha obligé a los pitatas a soltar la rica presa que significaba para ellos 1a ciudad de Campeche. Y de tal suerte violenta fué la estampida en que huyeton Jos forbantes, que no pudieron Hevar consigo ninguno de los tesoros obtenidos en el despojo, ni siquiera a la bella y deseada dofia Elena, Ia que habia sido sacada a viva fuer za de la casa que habitaba con su esposo hacia ya dos aitos y conducida a In presencia del vengativo Romanero, quien In ve- j6.y ultrajd con los excesos de su crueldad y su lujuria, Una vee libre Ja ciudad de Ia espantosa pesadilla de aquettos dias de ho- rror, el matido de dofia Elena, caballeroso y distinguido civ dadano, de juventud fogosa y decidida, y quien recibié con Tas aguas lustrales el nombre de Carlos, pata desahogar In indigne: Gdn y furia que lo avasallaban por lo sucedido a su seitora, a la que no pudo socorrer por encontrarse viajando tos dias det asalto y a quien adoraba con pasién entrafable; costed de st peculio particular, que era abundante, los gastos necesarios pa ra armat en guerra una nave de alto bordo con la que se dis puso & perseguir y exterminar en los mares Ia infeccidn que su frian de bucaneros de toda laya y jaez, pero principalmente cow 1 dnimo’ de dar caza al navio del Romanero. Con esta idea par 1i6 €1 misino en el barco que bautizé con el alusivo nombre de ‘Vengador, Durante Tuengos meses naveg6 el Vengador por aguas det Golfo de Méjico, en continua lucha con los piratas y corsarios que To infestaban, Luego de haber obtenido varios triunfos. y no habiendo encontrado ka nave buscada con sin igual ahinco, arribaron por tercera ver a las playas de la Babia de Campech para avituallarse y embarcar de nuevo, salir del Golfo y atra vesar el Canal de Yucatin en bnsca del huidizo Romanero, AU salar a tierra reeibié don Carlos Ia nueva de que le habia na ido un heredero, y aun cuando €l suceso era esperado, no de- j6 de ser para él una encantadora sorpresa el-advenimiento de su primogenito. Al chiquillo, recibido con grande alborozo, le vendetta’ 17 mse i | i i ment jeien para hacer honor . iss et nie de su via. pe cl ducfio del Vengador Hamé a su modig fucra fu impuesto el nombre de su padre, al fausto acontecimiento, je. Antes de zarpar, hermano don Sebastién, de mucha m ayor edad que él y que le sito. T Suri con Sono ecto, recomendindole ae? aa : aueho pata el caso de que sucumbiera en la arriesgada empresa del qe-Feameti. ciere I Sigur Horas dela madragada de siguiente di, en ea Fa ne saitais de autora, partié de ls playa oneeee pe I due cra opp EI Romanero, entrada de le bien eject aoe Sr obleto, ast como de la demoledora artillerh del Venga sutil dot, organizé un ctucero de cinco velas, salié al encuentro de sus, Haar I Pentuldores y los abatié feroz entre lag negras ondas del Oe Atlintico, nero: Gm, des recine fe nfauta mura se apaguon per ! aa GyAtey Noble y Literl Ciudad y Puen do Sa eee Ee de Campeche, las timparas votivas encendidas permanentemen de p dicen Cath ft0 de le batida conta on pha pren- et i qicten sitios por ef eterno descanso de las shen de los frustra dos vengadores, pon, hogar de doa Elena ocuttieron también profundes ee va Eepeha i tlovida vinds se rasta a a capital Gee ee fine aber dg SL sOisto euidado de wu lo dan Seber? , Ncitgo de entregailé con us bless euando lle a I te ede, una carta en la cual explicade ie, ‘nouvos que In indujeron a separarse ded send net oa EI austero don Sebastiin educs al huérfano dentro del am: ves I ciendee ne Yi de tas rancias tadicionss Leone ab inal Neva sempre taj nego en tele roc pa Ja misién de _venganea que tenia ou vida. Continuamente 4 . I Guleaha al nitio tv idey de un inpplaca gee ver snaneillé ta Tones de su amadre-y us de su pace. Cuando ef muchacie! I tades y siendo todavia un adolesee, ler 18 fausto vallado berrén > iidiicaiceaesrmlii SS n—-——eheee en mento de que harfa cruento desquite en El Romanero, donde dquiera que éste se hallase, y que ninguna circunstancia como no fuera la de su propia muerte, le impediria eumplir ese propé- sito Al ocurtir el deceso de don Sebastién y por orden previa et mismo, el apoderado de los bienes del joven entregd a éste cierta cantidad dle numerario para que fuera dizque 2 hacer es tudios a ta capital cubana, oa otto sitio eualquicra que se Ie an tojase, dindole asi ocasin de cumplir su juramento, Partié el mozo de Campeche con et decidido empento de cjecutar su designio y, Hegando a La Habana, comen76 a hacet sutiles investigaciones, ‘Tras tun aio de viajar por In Islay re Tizar Irecuentes visitas a ciertos puntos del Continente, obt la ansiada noticia sobre el paradero de su hombre, EL Rom nero vivia en aquel entonces en los alrededores de Ia posesisnt portuguesa que con el tiempo habia de ser capital de Ta rept: blica brasieita, bajo el nombre de don Augusto el Catakin, Jao un rico armador y olvidado ya de sus habitos de marino y de pirata, dedicado a mantener mansamente el fuego de un ho- gar que adornaban dos preciosas jovenci Tomé Garlos a Guba luego de averig todos los pormenores referentes 4 la situacign y custodia de lx finca en que pasaba sus tiltimos dias el audaz aventurero de ottos tiempos. Pidié dineros a su apoderado en Campzche; at- sé una expedicion y partis personalmente a ejecular st ven ganca, como en otro tiempo y dvsde playas campectanas hicie- ra sti malogrado padte minuciosamente EL asalto fué dado de noche y, pese a haber encontado Ix resistencia inesperada de una milicia portuguesa, Hevaron at ‘cabo su propésito, Nada fué respetado, Carlos sacrilicd de pro: pia mano al Romanero y sus hombres ascsinaron a In servidum- bre, en medio de una impresionante orgia de sangre, que tuvo por trigico corolario el atentado contra la honestidad de las jévenes Carmencita y Laura, hijas del pirata; siendo esta dt: ima mancillada por cl mismo vengativo joven, en brutal come plemento de una venganza que asi sacrificaba vietimas inocen: "yvendetta’’ 19 SRR i = tes. Y el rostro al fuey que veinti semejante: ego de asesinar, saquear y robar en la residencia del 1 jue lacién que marcaza su. paso, al igual o_aiios antes hiciera en Campeche un grupo Con 1 anaugor de la venganza consumada impregnande to davia sus Inbios, el joven Carlos arribé a Campeche para hacer se cargo de su cuantiosa herencia y usufructuar los placeres d2 una vida que se le ofrecia prometcdora por delante. Y un dia memorable, rasgé el sobre que contenia Ia carta en que su me. dre le explicaba por qué le habia abandonado aun nifto para prolesar, y se enteré horrorizado de un espantoso secreto: él era hijo det Romanero y hermano de Laura, la joven sacrificada para saciar su insano deseo cle venganza. . en Durante muchos aios vivié en el Convento de San Fran, cisco de Campeche un fraile humilde que habia sido muy rico y poderoso; joven aun doné sus bienes todos a Ia Iglesia y se ‘ener por siempre en sus parecles grises, que todavia hoy refle jan por las noches Ia sombra ac rmentada del hijo de un pirata 20 faust vallado berrén —— a da comy impreso que Te] sus dos que sepe Sue que Je quefios mejor q en la de rautado, teres de genua i fencia det siguiera ©, al igual r ‘grupo i" k Fran. ay rico sia y se [ts pirata LA TRAGEDIA DE BUCIO Ly cto Lacto era pequeio, tan pequerio que su soberbia al canzaba al cielo. AL caminae sti taconeo era fuerte y sono. ro, tan fuerte y tan sonorn como si tratase de elevar 51 taeaiia estatura con el ruido de los trancos. La intuicién de su madze le habia dado et doble nombre que ostenta orgullosamente, en mengua dy compensacién del minimo aspecto de batracio que estuvo impreso en él desde ta cuna. Jamis consintié de buen grado que le Hamasen Bucio a secas, procurando la conjuncién de sus dos apelativos para alargar, en cuatro silabas, la distancia que separaba del suclo su cabera, Su existencia fué un petpetuo calvario por el insano afin que Te poseia de sobresalit en todo y porque apenas lograba pe quefios ridiculos. Si de bailar se trataba, él pretendia hacerlo mejor que nadie, pero sus dones naturales eran muy parcos y fn la danza solo conseguia saltar con brincos de chapulin ata rantado, recordando en la rigider de sus movimientos a los tt teres de Rosette y Aranda. Cuando de ciencias hablaban, su ins genua inmodestia pretendia deslumbrar con sabidurlas de me la tragedia de bucio lacio 21 & rmoria y juicios audaces, correctos si plagiados y absurdos cuando propios. Casi siempre eran correctos. En fin, que el corto Bucio Lacio aminoraba tambign su estatura moral, en sus fallidos in ientos de equilibrar Ia brevadad de su organismo. Y como el cerebro de Bucito, asi le Hamaremos de ahora en adelante para abreviar, no era To bastante torpe para evitarle comprender o acaso intuir su verdadera personalidad, su carde- ter cobré reconcentrada amargura, acorazindose para aleanzar 1 triunfo en la mayor perseverancia concebible, que alimentaba con Ia biliosa perspectiva de innobles venganzas contra las per- sonas de elevada estatura. Si hubiera sido hombre de valor, nin- “giin delincuente igualara jamés sus crimenes, pero como no 10 fra, la sociedad pudo dormir tranquila toda 1a vida de Bucito, Un dia se abrié paso en las tinieblas de su mente un rayo de ins. piracién, haciéndole mirar en el poder el arma facil para re zar sus vengativos propésitos y Ta panacea para compensar Ia nit “aledad de su fisico. E inieié la carrera del “ombliguismo” por Jn torcuosa senda de In resignacién, la tenacidad y el comporta miento servil, acéptando suiniso el papel de bufén de los po- ~derosos y presto siempre a la traiciOn, al engafio y al salto répi- do de las naves a punto-de naulragar como las tatas marinas Y¥ asi aleanzé su primer puesto de mando, donde tenta como tuna docena de subalternos, algunos de los cuales hicieron sa fe Hicidad por I2 duitil conformacién de sus espinazos burocrdti os, peo suftiendo hondamente Ia incurable alergia que le pro ducian los hombres de esatura aventajada que entre st personal habia y que, ininiencionadamente, le causaban insomnio y de- Sesperacién. Decidié entonces eliminar de sus oficinas aquclios empleados que sobrepasasen el metro y medio de alto, mrixime que Ios que rebasaban la medida tenfan una gran righder en Ia spina dorsal, lo que les impedia disimular su estatura con la caravana que reclamaba Ia soberbia de Bucito. Sin embargo de tan fiime propésito eliminatorio y de la fuerza de su posicton, tuvo dos grandes inconvenientes para realizarlo, que esos hom bres eran Tos més competentes en el trabajo y que él careca en absolut de valor personal, no atreviendose a echarlos deseara 22 feusto vellado berrén damente de trabs Al confirm: pues en y sus sit expresio cintas 6 por una ‘ereciend peinar ¢ ra tal tatura r decia qs desarrol cibilidac det aspe dito cre gando ¢ sastre le persoua: rioridad ojos los pero qu optica El din estis damente, No obstante lo anterior, el singular maquiavelismo de ‘su caricter encontré la forma habil de hacerles intolerable 1a si- tuacién en sus labores, y uno a uno fueron desfilando en busca de trabajos con jefes menos chapartos. for en el cotarro por la elimi- nacién && quienes a diario Te Fecordaban 1a_avaricia de sus di nansiones, emaperd a sentir que se iba haciendo mis y mds alto, contirmando li teoria de la relatividad de don Alberto Eunstein, pues en eoinparacién a Is personas que le rodeaban se sentia de fstatura normal, Y como st cas6 co chad y aus sirvientes eran iimisino de cuerpo reducido a la. exprein, y sdlo concurria al cinematégrafo para contemplar CAE ae’ pigmeos africanos, Tentamente comeneé a creer que, por nnn alteracion de su desarrollo organo, habia continundo revciendo a la avanzada edad que tenia y que ya le obligaba a pana eanas, ELetic no le pulo revel jams terror, pore vey tak In repulsidn_ que desde infante Je producia est instr srento de metis, que no podia verlo siquiera sin padecer fuertes Trimsedsyaunrcos _cafolfos por varios dias, ¥ asi crela que s¢ Ha haciendo mis grande cada ver, hasta egar a rebasar Ta es ature media de las gents y seguir creciendo, Continwamcn’= deen que le preocopaba con intensidad su exagerado y tardlo “lesarollo, Sus pasientes, amigos y empleados, conociendo la iras GGuilidad de su dnimo, te confirmaban a cada paso 1a gigantla {fet aypesto que pretendia tener. Se alimentaba en forma extra Gedinia dinque para proporcionar el calcio suficiente al nave Sho crecimiento dle su esqucleto, Desechaba trajes y ropas ale ganda. que ya no Te venian, substituyéndolos por otros que st Sai Te havin creer mayores. Cuando por las cals topaba con personas de elevada extatura, descehaba Ia impresiin de infe eridad que su vista Te produca, reflexionando que eran sus jor lon que extaban habituados a ver a todos mayores que él Paro que al presente s6fo se trataba de wna desagradable Huston Spica. EL desenlace empero no se hizo esperar mucho, dia estimé que su alérgica fobia hacia el metro no t que wi ya fun: la tragedia de bucio lacio 23 |le damento alguno y decidis dominala miigndote en presencia de todas sus relaions, en el curso de una fess quoter para clebar el sepeio definitive desu angus "comple ret chapario. Encaramado ene bute de we ge para dominar Tnejor al auditorio, promuncié tun largo priclogia de os entnor,censnd la: eiipiiy beeen eles, argo’ de poner su propio cho eons cine plo de la voluntad de crecercon vn Redes de tere vay Ia midis, pido y azombrado mare otra nex os longs midiS de nuevo y cay6 cian corto et vicina ve fale eee 24 fausto vallade berrén por lac contener que sign’ res lo qu metié los gina, qu caridad esposo. Las ella dos fuga y e atormen hermosa: VIRGINIDAD nnorapa. en los pliegos trans cides apenas de lo tegendar rio y mostrando perfiles bo- rros0s, deslefdos en. truculen ciag imaginativas, se presenta Ta leyenda de una virgen av %ectona de espléncida belleza. Luengos cabellos negros de- nramaban en el ebiimneo cho- colate de su carne inmacula- da, el eebo a la lujuria de la inteligente bestia humana, ¥ las jicaras duras de los senos, re pletas de ambrosia, ponian en las vértebras juveniles el rojo la- tigazo del deseo, El arco tenso de sus pomposas caderas, con Ia angostura estética del talle, remedaba el fresco recipiente de barro que Hevaba a "jésmék" en busca de agua, EI undoso cuerpo adivinado entre el suelto “uipil” de Ja hermosa Dolores, cual era el nombre cristiano de la beldad ma ya de Kim Bul, atrajo Ia atencién del mis apuesto y codiciado “mnancebo del contorno por quien todas Jas hembras, inclufda la ceasta Lol 0 Dolores, sufrian el mordisco de la tentacién. Y co: menzd Cecilio, que tal se Hamaba el joven, a cortejar a Lol virginidad 45 Por dlesgracia del doncel, 1a pristina belleza de su amada ha. bia despertado torvos deseos en el cerrado habiticulo del mago y hechicero del poblado, sefioreindose en el animo necio de “o’ Patricio el Brujo, la idea de hacer suya a la huérfana y esplen dorosn dowcella, sin parar mientes en su propio fisico repulsivo ni en su longevo organismo; jtodavia sentiase capaz de saciar sus seniles apetitos en las turgentes morbideces de la encanta: dora Lolt Mas, inteligente y astuto como era, comprendia Ia urgencia de emplear argucias y malas artes’ para logear Ia con- secucién de sus bajos deseos. Comenz6 pues, a encaminar sus magias y exorcismos a des trorar los nervios y enloquecer la mente del mozo preferide: pot Ia bella, para lo cual se valié de pécimas y filtros confecciona dos a base de hojas de chamico y otras plantas y especias, has. ta obtener el apetecido resultado de que Cecilio se privara de Ja existencia por propia mano, arrojandose a las aguas que ci- cundan el “Pefiasco Rumoroso", cuyas aristas submatinas des pedazaron su cuerpo. . La roca desde la cual el suicida buscara la muerte, levanta su mole imponente a menos de na legua de la aldehuela y en sa tomo se enmarafian extrafias consejas populares, como aque. Ma de que en Tas noches inas claras y en la temporada de las ccalmas chichas del Océano, canta con gorjeos celestiales Ia sin fonia de los genios marinos, agrupados en su rededor para ado tar a Isis en Ja rubicunder sugestiva de sus plenilunios El Unico sér viviente en ef pueblo que atrevia su voluntad a Ia del brujo, era la excelente y sabia curandera send Xbén, quien adoraba a Ia pequeta Lol con. cuya madre cultivaba leal amistad, desde Ia ya Iejana fecha en que aquélla coment a Morar su viuder del fuerte y atrevido pescador que pereciera ahogado en una noche trdgica, al destrozarse su barca contra el aro de escollos que rodea la roca cantarina, La bondadosa yerbatera, conociendo Ia ambicion del adivi no, prepard a Ta hermosa un filtro protector con las algas mari ‘nas Tanzadas por las tempestades a la ctesta mis elevada de la 46 feusto vallado berrén —- eS a a pefia sonora, las cuales eran descendidas de Ja altura por los pon- toes que deglutian en ella su alimento, agenciado entre las ondas plicidas del pidlago dormido en las hotas caniculares del medio- dia, pues la roca sefiera no es accesible hasta la cumbre para Ia planta humana. El preparado, conjuntamente a un amuleto, que consistia en la venenosa espina de un “tun” cazado vivo en Jas arenas que rodean el mismo pefiaseo rumoroso, y que debe ria Hevar la nil codiciada guardado en el seno, lograria con- servar su doncellez hasta tanto el malévolo hechicero abandona- se el mundo con sus magias y exorcismos. Ast ensalmada Ia moza, pudo escapar venturosamente a to- das las artimafias del brujo, que desesperaba ya de ver cristaliza: das sus nefandas intenciones, al fracasar sus reiteradas tentativas de dominar la voluntad de ella con sortilegios, conjuros y be- bistrajos ackministrados subrepticiamente; hasta que un dia re- cibié Ja inspiracidn de la frigida diosa de la noche, la malvada Hecate que murmuré a su oido el medio por el eval podria des- Tracer el poder de la vieja Xbén, su enconada rival Para entonces habia comenzado en cl poblado una de esas interminables festejaciones a que son muy afectos los indigenas. y el infernal agorero envi6 a su sirviente el Ket, ast apodado por padecer un vicio de conformacién de Ia béveda palatina de tal modo nombrado por la lengua maya, cuya horrible figura estab muy en consonancia con el alma tencbrosa de su amo, Este abor to de Natura, obedeciendo designios de st duefio, penetré al re- into de Ia celebracién, y aprovechando unos intsantes en que a doncella descaberaba el suefiecillo de la madrugada, corté un mechién de su renegrida cabellera que se apresuré a llevar al po deroso mago, quien efectud con los cabellos durante muchos dias, una serie de diabélicas maquinaciones, al fin de las cuales fug a orar a las divinidades del Averno para fortificar su poder. Preparado de esta suerte y en la noche anterior a la Tuna lena, reanud6 por tiltima vez sus exorcismos, y en medio de es: pantables ritos cabalisticos, conminé mentalmente y desde su an- to a la desprevenida Lol, a presentarse sola, a la medianoche lel siguiente dia, a la toma de agua del poblado. Esto hizo con Ja incencién de que 2 anciana Hécate, Celestina del firmamen- virginided 47 to presenciara una desfloracién més en Ia monotonia de sus noc turnas vigilias Al anochecer del dia fijado, la futura vietima se mostré ner- viosa y acongojada; se recosté-temprano, mas no acerté a pegar los ojos un instante. A eso de las once, un sopor extrafio la ini vadi6 y, ya en estado sonambiilico, una fuerza superior a la st ya impulsé sus pasos fuera de su casa y del pucblo, dirigiéndola hacia donde el hechicero aguardaba impaciente. La moza avan- zaba teniendo sobre si, por toda indumentaria, una pieza de ro- pa blanca y Jarga que tansparentaba y marcaba a cada paso los contornos perfectos de su cuerpo, tremante de ardoroso sen- sualismo en esos instantes por obra y gracia del maldito agorero, EI clatear del alba iluiminando de nuevo con el don pre cioso de los rayos solares, las negruras de esa parte del Orbe, encontes sobresaltada a Ia pequetia comunidad de Kim-Bula, que no se explicaba el rigico hallazgo Tel deanido cuerpo Dolores, cerea_de los iamantiales que apagaban Ia sed del puc- blo, el que yéFto yacta, puro e inmaculado, con fa expina que le siviera de amuleto classda-profundamente en le Sener bidez del seno izquierdo; y tampoco supieron nunca esas sen Mas gentes el paradero det temido brujo fio Patricio, a quien jams volvi6 a verse en el poblado, 48 fausto vallado berrén iy eet *

You might also like