You are on page 1of 13
3 _ E] final de la ia * Se buna five a 18 afios. Deben ser Internet es un instrumento de libertad y de autono- iia, cuando el poder siempre ha estado asad en ‘miento. Fue asi como apareciS el viaje a tavés del mundo virtual. Desde entonces, un nuevo tipo de navegantes surgié ‘de la nada para transformar de rai Ia comunicacién y el ac- ‘ces0 ala informacién.Y sin embargo, situvigramos que tr- 2ar los antccedentes de la revoluciGn digital, deberiamos re- smoatarnos a la Inglaterra victoriana del siglo xrx, en la que tuna red de comunicaciones emergis a caballo dela primera revolucion de la informacin. Esta red se extends con enor ime rapidez a lo largo de décadas y cambi6 por completo el hhorizonte de Ia economia y la comunicaciGn. El invento no es ‘otro que el telégrafo, y su historia y consecuencias asombran [por las similitudes con la posterior revolucign digital que 60 ‘origen a Internet (figura 31) En Estados Unidos, los inicios de la red telegrfica fue- ron extremadamente lentos y de hecho muy pocos crefan en ‘su importancia préctic: la gente acudia en 1844 a las ofci- nas que estaban coneciadas por la primera linea telegril ‘entze Boston y Baltimore para ver cémo se enviaban y recibfan mensajes 0 cémo se jugaban partidas de ajedrea a distancia, pero todo ello ocurria en medio de un escepticismo general ado acerca de semejante tecnologia. En 1845 se decidio que Ja linea se emplearia en comunicaciones practicas y se fij6 ‘el precio en un centavo por cada cuatro caracteres enviados. Fue un completo fracaso: tan s6lo se recaud6 un centavo en Jos primeros cuatro dias. Pero apenas unos meses después, ‘cuando se instalaron nuevas Iineas (como la que unia Nueva York y Filadelfia), el telégrafo empez6 a ganar adeptos y a "medida que las lineas de cables cubrian cada vez més kilome- ‘tf05, se inicié un crecimiento exponencial que al final recorrid siudades y carreteras del mundo entero. Tres aios después, tal y como narraba un periodista de la época, «el telégrafo se por todo el pais como una tela de arafia». A ambos. del Atléntico el entusiasmo por esta nueva forma de co- muni ‘crecfa sin parar y s6lo dos afios después de insta- primera Tinea norteamericana, la red abatcaba ya més ‘de sesenta mil kilémetros de cables y seguia creciendo a toda Mtns ‘Figura 3.1. B desarolo del telégrafo en todo el mundo represent la pi ‘nara giantansiion hacia una comunicacin sin frnteras El telégrafo era ‘n dupontivo relauvament simple, pero scab eon eos edie de coxa ricci, como elcome a caballo, velocidad. Cuando la red se consolidd, las relaciones econé- micas y las formas de comunicacién empezaron también a ‘cambiar y aquellatransformacin dej6 una huellaindeleble en Ja forma de levar a cabo transacciones comerciales. Al mismo tiempo que la red telegréfica modificaba las formas de comer- io, una comunidad nueva iniciaba su andadura.Individvos que Jamis se habrian conocido personalmente y que se encontra- ‘ban geogréficamente muy alejados se comunicaban entre s{ a agran velocidad. 2En qué mundo tenfa lugar el nacimiento del telégrafo? Mirando hacia ards, el transporte de informacién en las so- ‘iedades humanas estuvo durante siglos dominado por el co- rico escrito, llevado por distintos medios de transporte que ‘cubrfan enormes distancias, El Pony Express, por ejemplo, fue 'un medio de comunicacién comin en Estados Unidos desde ‘poco antes de la guerra civil norteamericana. Se empleaba par ‘cubrir la enorme distancia que separaba ambas costas. En aquel Se pgane re nme cae y ai ft ne | de dias para llevar una carta de este a oeste. Algunos carteros fueron personajes legendarios, como Buffalo trayecto era realizado por varios jinetes (la mayo- ‘muy j6venes) y caballos que se relevaban unos a otros x el telégrafo complets su recorrido desde la Costa Este | de Estados Unidos hasta California, el Pony Express dejé de exist para entrar a formar parte de ta leyenda del Lejano Oeste. Lo mismo ocurrié en muchos otros lugares. Las redes telegréficas surgian en todas partes y reemplazaban los siste- ‘mas tradicionales de comunicacién, Aunque el correo perso- nal persist, las transacciones comerciales y Ia informacién ‘econdmica disponfan de un medio nico y veloz.con el que obtener informacién de tltima hora y responder con rapidez a Tos vaivenes del mercado. En 1858 el primer cable tans- aléntico conect6 por primera vez el Nuevo y el Viejo Mun- do. Un hito histrico y una hazaiia tecnolégica de enorme ca- libre en la que se emplearon 4200 kilémetros de cable con un peso de unas siete mil toncladas. Su trascendencia fue mis alld de la pura ingenierfa y encontramos referencias 4 este hecho en la literatura, En Veinte mil leguas de viaje submari- ‘no, por ejemplo, cl cable ¢s una de las maravillas visitadas por el Nautilus. ¥ aunque Ia eficiencia de esta conexidn fue Timitada hasta ya entrado el siglo 2c, su significado es inne- sable: el planeta empezaba a ser realmente pequento. El he- cho de que virtualmente todo el mundo pudiera hallarse co- nectado llev6 a algunos a abrigar esperanzas de un mundo or, tal vez menos proclive a la guerra y en el que los indi- uos se entendieran y toleraran entre si. on el desarrollo de la red telegréfica, muchas otras co- zacon a cambiar. Por un lado, las relaciones econ6- onaban con rapidez en un mundo en el que las »grdficas desaparecian de la noche a la mafiana. nbién emapezaban los problemas. La congestin se con- virté en uno de ellos y también la seguridad en los mensajes taviads. Asi emergieron los mensajes codificados qu ans: itian informacién valiosa y secreta sobre transacciones co- merciales, los cambios en la Bolsa 0 simplemente apuestas para carreras de caballos. La criptografiafloreci, pues, a ca- ballo de la nueva tecnologia y de la misma forma empezaron a aparecer hackers que intentaban romper los cdigos secre- tos. En paralelo a todos estos nuevos cambios, la ercciente comunidad de operadores de telégrafo empez6 a adguirir su propia personalidad. ‘Como ocurre a menudo en otros momentos de la evolu- cién de la vida 0 de la historia humana, una innovacién (bio- 6gica o tecnolégica) es reemplazada por otra. La primera se extingue y la segunda triunfa y se impone. Sélo tenemos que recordar el ejemplo de la méquina de escribir: en un abrir ¥ cerrar de ojos (en la escala hist6rica) un invento histérico que habia persistido durante cien afios dio paso al ordenador ‘También para el telégrafo lleg6 un punto final con la apari- ci6n del teléfono, Este dltimo suponia una mejora enorme en Ja comunicacién, dado que en lugar de emplear operarios que codificaran los mensajes y los transmitieran o recibieran, un usuario podria simplemente hablar de forma directa con la persona interesada. Nada podia competir con semejante in- vento y, aunque el telégrafo sobrevivi6 aiin durante algunas ‘décadas, ya nunca tuvo la importancia de sus mejores tiem- pos. Con su cafda, arrastré a toda la comunidad humana que se habia desarrollado a su sonra y que habia dado lugar al primer experimento de creacidn de una sociedad digital. Las esperanzas y dudas generadas por el tclégrafo reaparecieron con la emergencia de Internet a mediados del siglo xx. La historia, y nunca mejor dicho, se repetf. Tal y como nos dice ‘Tom Standage acerca de unos hipotéticos viajeros de la épo- cca victoriana que viajaran en el tiempo y nos Visitaran: -«Seguramente encontrarian los vuelos espacalesy ls via- jes intercontinentales en avi6n mucho mas impresionan- tes que los hitos teenol6gicos alcanzados por nuestra red global de comunicaciones. Al fin y al cabo, pensaban que is pesada que el aire era imposi- ‘bueno, ellos ya tenfan Ia suyan, k gia que generé la invencign del telégra- ‘ms tarde, una nueva red apareei6 para cambiar hacerlo mis pequetio ain Redes de informacin _ La invenci6n de Internet tuvo lugar en un contexto muy fo al que uno imaginarfa, La idea de la red digital no de un proyecto de ingenieria orientado a un objetivo wreto. A finales de 1969, un grupo de ingenieros que tra- n para el Gobiemo de Estados Unidos (especificamen- ARPA, siglas en inglés de In Agencia de Investigacion ‘Fura 42, Evolucion dels estctra de ARPANET, ea que se mesa Su estado en 1971, 1973 y 1977 ocho ais desputs desu crac. Cad odo representa un ordenador (v odenadors) sociados a diversas waivers ‘adee y centos de ivestiparie.Enapa sia de forma sproxmada se o- Calinacdn geogrifica, de costa a costa de Estados Unidos (Gri de Ri- ‘ard Sole) las aplicaciones que emplea Internet: la World Wide Web, una ‘red virtual de informacién. En un gesto desinteresado de los cientificos del CERN, el software desarrollado para la WWW ‘se distribuy6 de manera gratuita, lo que facilit6 una répida di- fusién que ya fue imparable. 55 ‘Aunque la red original fue diseflada de forma bien defi ‘su complejidad aument6 muy deprisa: a principios del Fai 2006 ya poseia mil cien millones de usuarios. Ese creci- | miento exponencial uvo lugar fuera del alcance de un comité ide expertos capaz de organizar la red global. Diferentes p 'e6, grupos de interés o simplemente individuos contribuye- ron a generar una red cuya evoluciGn no es dirigide por una autoridad central sino distribuida, Podrfamos preguntarnos c6mo se halla organizada semejante estructura. ‘Tal vex. se trate de algin tipo de mapa que podamos trazar sobre una su- perficie, no muy distinto en titimo término de lo que espera- riamos de una cartografia clésica (como los de la figura ante- rior). Quizd la red sea una malla desordenada en la que los, telementos se conectan de forma aleatoria entre sf, sin un pa- tu6n bien definido. Al fin y al cabo, no esperariamos encon- trar nada especialmente interesante si las reglas de conexién dependieran de decisiones locales que no tienen en cuenta el comportamiento global de la red. Hay que afiadir a este pro- blema el hecho de que sobre la red fisica también erece y ‘cambia la WWW, en la que documentos y textos estin conec- tados entre si por enlaces que podemos establecer con cual ‘quier elemento deseado (la pagina web de un grupo de misi- ‘ea, de una asociaci6n literaria o tal vez una casa de subastas) simplemente tecleando la direccién o mediante un buscador ‘adecuado como Google. Si introducimos algunas palabras clave, pocemos acceder a cientos de miles de millones de p&- ginas web. ‘Antes de responder a las preguntas anteriores, debemos considerar una de las propiedades més lamativas de Internet: ‘su enorme eficiencia. Cuando navegamos a través del ovéano digital en busca de una imagen, un documento otal veda I de ut tra de una cancién, somos poco conscientes de lo vaso de sus dimensiones. Tal y como ya hemos mencionado, no po- ‘demos expresarlas en términos de conceptos geograficos. La {nformacién disponible es abrumadora: todo un universo de ideas, imagenes y textos que no cesa de expandirse en miiti- soe ee con ake ree ae ee aes ma ence Fa are a trie pie oe ie Se ed ra era cS oA ree Bes Leyes de escala La red digital ha crecido a gran velocidad, sin detenerse, como una gran ciudad en mitad de la jungla. Incapaces de ‘vera través de ls drboles, recurrimos a la tecnologia adecua- ‘da que permite rastrear la red de forma automsética. Este ras- treo se Hleva a cabo mediante sistemas artfiiales de explora- ‘cin de la red que generan un mapa sistemético de ésta. Al explora la red mediante estas llamadas arafas o robot, le- Vamos a cabo la tarea de los cartégrafos, pero esta vez en las Fronteras del mundo digital. Los mapas de este mundo son ccomplejos, extraiamente organizados en su desorden. La f- jgura 3.3 muestra un ejemplo de ello. Wikipedia, una enciclo- 31 de acceso libre, ofrece wna buena medida det cial de la red: una biblioteca en constante c1 y que cambia y se desarrolla a partir de la contribuciin da de decenas de miles de usuarios. La imagen nos red en la que inmediatamente detectamos dos pro- ‘gran mayoria de elementos poscen s6lo una cone- ‘un pequetio niimero de ellos (como el que se muestra zoom) estén conectados a un gran niimero de nodos. En + des similares. ; Los investigadores que estudian estos sistemas emplean uma representacién gréfica de su conectividad que mide el gra- do de heterogeneidad. Esta puede medirse determinando el né- "mero de elementos Nik) del sistema que poseen una, dos o en "general k conexiones. Si dibujamos Ia gréfica de N(K) frente ak, ‘tenemos una visién estadistica del sistema, dominada por un ‘maximo para los elementos con s6lo una conexién, seguidos por los de dos, y asf sucesivamente (figura 3.4). Vemos tam- tien que hay una cola larga: a medida que nos desplazamos hacia conectividades cada vez més altas, es més dificil en- ‘contrar elementos con muchas conexiones, pero existen. Es- tas redes se denominan «libres de ‘escala» y la ley mateméti- "ca que ls describe se denomina «ey de potencian (0 «ley de ‘scala»). En estas redes, los conectores desempefian un pape! cialmente importante comio responsables de la gran efi- cia de estas redes. Debido a su presencia, 1a navegacion t facil y Alida. Son de hecho los responsables de de mundo pequefio: imaginemos que deseamos nodo conereto a partir de un elemento de partda ientos de miles de nodos, par- ‘elegido al azar, tarde o tempra- din conector principal. Una vez.alcanzado, s de desplazarse en la direccign adecuada se Tapidez, dado que este clemento posee mu- temativas para acercarnos al lugar que deseemos. | libre de escala, tal vez no todos los caminos He~ ‘van a Roma, pero algunos atajos nos acercan a nuestro desti- no con mucha rapidez ‘La pregunta inmediata es cOmo se origina esta estructura, ‘Por qué algunos elementos estan hiperconectados mientras jue la mayoria apenas poseen una 0 dos conexiones? Si Ia Fed no ha sido diseriada y controlada por ninguna mente ocul- ta, zeéme ha adquirido su organizacion?,jeusl es so signifc ‘esti muy relacionada con una ualquiera, la gran mayoria de personas poseen ingresos ba Jos o muy bajos, pro también existen algunos indviduos gue poseen forunas comparativamente descomunales. Esta dist <0 dos se hace a cosa de aquellos que no lo som. Imaginemas que Internet sigue una pauta parccida. Ea este escenario, en bugar del dinero hablaremos de nimero de coperiones (qu: tam- >big tiene su importancia econémica © social). Las nodos de 1a red que sean mis populares atracrén con facilidad # otros que se conectarin 2 ellos. Aquellos que seam poco conocidos lo seguiria siendo 0 alo sumo aumentaria débilmente en im- portancia. Albert y Barabési imaginaron un sistema simplif- cado en el que una red recibe nuevas conexiones cada vez ‘que un nuevo elemento se afiade al sistema (figura 35). Ast ‘rece el tamafo de la red y también su conectivided. Em con ‘creto, supongamos que cada clemento nuevo se conecta cos ‘un némero dado de nodos de la red. Pero las conexiones obe~ decen al principio de «el rico se hace mis rico»: lo mis pro- ‘able es que se realicen de forma proporcional a la popalan-- dad del elemento elegido. De esta manera, un nodo que poses ‘el tiple de conexiones que otro tendri el triple de posibuids- -conedonesadconls. Este mecaiso gene libres de escala: a medida que el tiempo pasa, la red y los elementos més conectados ganan nuevas interae- $ con rapidez, y se convierten en los conectores princi- tubs) del sistema. El mecanismo amplificador crea i compleja a partir de reglas muy simples. Esta estructura reaparecera en los préximos capitulos en -contextos tan insospechados como el genoma cet oe én de epidemias. Pero como veremos a continua. la enorme eficiencia de las redes de escala tiene un ta- 16n de Aquiles. Complejidad y fragitidad {Cues son las consecuencias de las redes libres de esca I tls al de au enorme efiencia? Ean casa x do enorme importancia, y ya fue abordada (en wn contexto dis- tinto) en los afios cincuenta del siglo pasado por Paul Baran, de la RAND Corporation (Research and Development) Este investigador fue un pionero en el disefio de redes de comuni- ‘caciones fiables capaces de resist ataques externos, Este 0b- |jetivo encajaba muy bien con el espiritu de Ia guerra fria de Ja época y abordaba un problema muy relevante para la segu- ridad nacional: hasta qué punto la destruceién de parte de Ia ‘red de comunicaciones (como la red telefénica) podria com- Ia estabilidad de Estados Unidos y su capacidad de~ “Ya entonces parecia claro que en un sistema altamente do, donde las lineas de comunicacién presentaran ‘a pérdida de tan s6to algunos de ellos conlleva~ ncias nefastas. La cuestiGn que planted Baran fondo simple: si se pudiera disefiar desde el princi- omunicaciones de forma que mostrara la me- ‘iqué tipo de estructura seria 6ptima? Baran ‘mediante anslisis teéricos y emplean- un laboratorio donde llevar a cabo ex- periments Vrtuales. Su esta reel6 qu las reds muy Be creates cece eae ene st (figura 3.6) serian frigiles: bastaria com atacar ef noo ‘Genta (el més conectado) para que todo se veniera abajo. “ALoiro extreme del spectro de posbiidades, podriamos considerar una red muy distina, a modo de ted de pesca que Stbriese la superficie del pas, y en la que cada nodo estuvie~ amis © menos igualmerte conectado a un nimero paecido {fe veeinos. Esta red ideal, que Baran denoming are disti- {idan resultaba ser la mis estable: al destuir dir un ele- penta esta pérdida no daria como resultado un eambio apre~ able en el comportamiento de la red, Si imaginamos wna or elefOnica, Ia pérdida de un elemento se compensa por aos que permiten mantener vias de comunicacignaltemati- Vas, En esta red, quedar desconectad es realmente éificil, pussto que siempre exstiran caminos milpes por 1s que Uiscurit, Esta seria por lo tanto la eleeci6n idea para mini ‘hizar tos riesgos de colapso en una red de transporte de cual~ {ier tip. A medio camino entre ambes posibilidades, se en entra la red descentralizada, que combina ingredientes de ambos extremos y que por lo tanto est expucst la posbil- ddad de colapsar pero no de forma inmeviata. Cuando Paul ‘Baran desaroll6 sus ideas, Internet era s6lo un sueio que s€ hizo realidad unas déeadas més tarde, aunque os problemas dd seguridad eran en realidad extensibles a eualquier tipo de sistema de comunicaci6n, Sin embargo, ninguna red anterior habia llegado a ser tan importante. Ningin sistema de escala mundial habia. generado tal. niimero de interdependencias, {Estar Intemet amenazada por su propia forma de organi~ ‘acin? Asi es: en un trabajo de enorme influenci, el fisico Barabisy sus colaboradores Reka Albert y Hawoong Jeong demostraron que esta red (y cualquier otra con una esructara Similar) posee un talén de Aquiles del que no podemos ea par con faciidad: la pérdida de ls conestores Ja como rest Tao la destruccién del sistema. Para comprender este fen- reno, basta tener en cuenta que los conectores principales @ oo Figura 3.6. De inquienda a derech, tenemos (2) un ed salmente cena ‘ada, con un dnico nodo conectado con tos los emis, (8) ans sed a, ‘entnlizad con cierto mero de nodos cenzalesy muchos peisaces (6) una re distibuida en la qu ningin elemento poste un enc especial, fee grande de conesionss Cada leona cactus cones ens Hind reodoscromoe (Dibra Sol) : ‘actian como el pegamento que mantiene la cohesién de la ma- Ila, Dado que la mayoria de elementos poscen una 0 dos cone- xxiones, estas redes estin globalmente poco conectadas y un bbuen mecanismo para mantenerlas cohesionadas es precisa- ‘mente la presencia de los hubs. Si los climinamos (tal y como Taran ya habia predicho) el resultado es la fragmentacisn Intemet comparte esta fragilidad con otra red no menos ‘importante: la red de suministro eléctrico. Esta red es en gran ‘medida la sangre que abastece nucstra sociedad, basada en la ‘energia. Desde las estaciones generadoras de electricidad, el flujo eléctrico transcurre a través de la malla pasando por es- taciones transformadoras y finalmente proporcionando la ener- ‘g{a2 los usuarios, sobre todo ciudades ¢ industria. Aunque la ‘eléetrica no posee una estructura libre de escala (no hay Jementos con muchas conexiones) si es un mundo pequeto, (3 también una enorme fragilidad ante la eliminacién ¢ los nodos ms conectados. Ambos sistemas plantean un ‘eto importante en relaciGn con los daiios que causarfan a la ‘economia en caso de que un ataque intencionado las fragmen- ee i, fn ineericcs con opncia Fae Oy ones bpp eld oo os ila ee ee ee econ aie ere eee Beer poa ee cee erred Pech oan caninum Aigeleierermabr eit eae Bee tga gee eee Bens nee ee eee Be Asoc pe dear ca ces apices 20 ae ee cas sort ae eas aie ee ae eee ea Seon ea eee ae es scree aoe a a cere ein gaeee ee See ee ms wana eee See EE apes, Us ee eee ee naa Ses thao ae eee ie pti concur ee Sea paebeey eines sore nie warts as epee ys aa eee oe a aon eee See ad ed ealaace oar oe eres aca eae sind, En'n coud d as rodea cerca de ws los Le ere en Bhat Rone Cal profs dea Cea Unesco de Sos mio, dea UnrsatPoitenie de Cay, vines Reason ea eee Bein Gee pes fle cas dees eee ee as mnins pecer e fragilidad compatible con la que predicen los modelos teori- ee eedoes em ins cs on 6s ‘Semano y el umes fisico Maran Boyt. de la Face de Fisica de la Universidad de Barcelona, asi come Ales ssando Vespigmani, de fa Universsiad de Intiama. ban ana ‘ado la csractors de Ia red de intercambios comerciales § tan descebiero qor Ets reficis Has ennemes asimensss que ‘garacterizan In coaomnia de mercadc: Ia red es ive de essa Ja Soewmads poe ASS coe ue nivel de steams my SS omcusees, Ferd tamed cepanizada ea tama al fngy Se AS RUNS mis Galle que NS EE Temem de imercamhes comerciales. DE ear mans Da punta de meron present Lis pop RARE (Se Inernet Es un mands partcalinecce peagarhs meas A fos sales sepuram a canlyeier pass de com, comectadss ‘8 Re mierambes comerciales de disten momstad Jas reds enaligicas como veresans mis aeons, som com prbles ex este seats, Ademnis de estaibar Bas ehcioees, eas mestgadoees matewe bi anemia’ de bos mica bios comerciales of la ed pots ifr en be simi deisiseme ‘La red de comercio matstra varias propindiades into ‘sates, en particular (como era de esperar) Ia sentence Se Tas riguczas sigur también una Key Bie de essa ya gar Ss ee cerita ener 1a mayor parte de ba igueea, = Ponde llevar a cabo intercambics muy Bautados, Ademis bt rad manera ove cankdad que exsien RASS que STE CoM Gores netox para los gee lt eqprracioe ao sapere La pee ‘chim y pubis que som prodoctoes metos, en GO SeUiTENS, Inglaterra (que or en esta red en 1948) parecen decli- ‘mantiene su preeminencia en todo este eet ns ann ms Reco fra tment Sooners “mis relevantes por encima de cierto Cuarenta afos ae eae eee eae reer See invertido por un pais dado. Puesto que este inter- - cualquiera, la red nueva no es una red de interacciones direc- tas, sino que incluye también posibles caminos altemativos través de segundos o terceros paises. El estudio dio lugar a algunos resultados inesperados. En particular, se observé que "paises que poseen un peso aparentemente menor en la red -mungial de comercio resultan ser muy importantes por cua to se referfa a estos flujos. Rusia, por ejemplo, importa sobre todo de Alemania, pero el anélisis global mediante el experi- “mento anterior revela que una tercera parte de lo que Rusia "gana en dinero a partir del comercio procede, directa o indi- de Estados Unidos. Asimismo, de cada délar neto "que se inyecta en China desde Estados Unidos, sdlo un 9,3 % ey eee tt asidtico, pese a la importancia de la cone- directa que pucde apreciarse en la figura 3.6. Un pais ‘como Suiza, por otra parte, resulta ser un inversor importante con Ios que no muntiene relaciones de intereambio ‘irectas, tales como Japén, Indonesia o Malasia. Tal y como seftalan estos fisicos, las complejas relaciones que define ard de comercio mondial impiden leva co ; tas. Aunque parece razonable conside- Saeed predeci el cambio en la economia a gran escala, el mento del délar nos sugiere que debemos ser cautos. i “ones causales estin mediadas por cadenas de inerac~ ‘redecr el curso de los acontecimientos bajo ;econérica puede ser una tarea muy ardua. Los cam- pcan no ls dd reprise oe ‘0 menos importante, dependiendo no tanto de i directos, sno de toda ls posiles vias de o- Marque F de Frankenstein ‘LQué nos depara el futuro? ;Seguird Ia sociedad conecta- 4éa cambiando en drecciones insospechadas? Es difiell saber {qué ocurtird, pero no cabe duda de que el siglo xxi traeré de Ja mano muevas formas de manejar Ia informacion y de su rmergimos en ella. La propia red puede evolucionar espontd- neamente en formas imprevistas. Ente otros estudios acerca del desarrollo de comportarnientos auténomos en la red, des- tacan dos ideas: la de desarollar un sistema inmunitario in- formético y la de crear una reserva de la biodiversdad forma- dis por organismos digitales. Diversos investigadores, como Stephanie Forrest o Thomas Ray, ambos miembros del Insti- tuto de Santa Fe, han contribuide de forma crucial al desarro- lio de estas ideas. Forrest y sus colaboradores han estudiado la posibilidad de generar sistemas informéticos (programas de ordenador) capaces de distinguir lo propio de lo ajeno, ‘como ocurre con nuestro sistema inmunitario cellar. Lo aje- no corresponderia a virus de ordenador, usuarios no autori- zados 0 digas extrafos, Idealmente, este sistema deberta poseer cierto grado de adaptacién y capacidad, no slo para detectar nuevos intrusos, sino para poseer una memoria inter- na de anteriores ataques. A su vez, Ray ha investigado la evo~ lucion de programas que emplean la memoria del ordenador como su hibitat y fuente de recursos. En estos experimentos, las formas de «vida» digital pueden copiarse pero también ruta (como ocurre con los sistemas biol6gicos) y dar as 1 posibilidad de crear nuevas formas dc organizaciOn. Ray des- cubrié que la evolucién de estos ecosistemas virtuales genera pardsitos, sexo, cooperacién y otras formas de organizacion similares a las de la biosfera, y ha sugerido la posibilidad de crear una contrapartida computacional en la que se podria esarollar a gran escala estas formas de vida anificial. Asi uiilizando la red mundial de ordenadores, podciamos tal vez tener la oportunidad de observar un experimento de evolu~ ‘i6n a gran escala en el que podria surgir una nueva biosfera csambvard de forma maeaperada Xa se manna. despertra

You might also like