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PEQUERG RETABLO 4 COLUMNA SEMANAL RETABLO SEMANALS =, EROTISMOS : ANDRES DE LUNA 4 ipeas UNA PROFECIA CULTURAL UTILERIA WicTOR ORES OLLA $0 JORGE GARCIA-ROBLES 47 Cin pierre 2 ay DIARIO DE FATIGAS. aIsTORHER DOMINGUEZ MCHAKL 48 Armando Moralesalaluz El infierno radiactivo: desu luna la vida continia GABRIELGARGIA MARQUEZ 18 VADIM KARPov 42 Entrevistacon Armando — La tendencia dialégica Morales en las investigaciones sociales y humanisticas LAURO zavALA 44 GERMAINE GOMEZ HARO Ajedrez para idiotas ILAN STAVANS. 27 La correccién de estilo ANA LILIA ARIAS) 33 El capitalismo democratico en la encrucijada CESAR CANSINO 37 irectot Gener: cansos park veiven, Director: noctx S4arBs, Jefe de Redaccidn: Jost MaRlassersasa, Redacin: 101 oe us na nantie. Ebon: cavnos waves Jef de diseto: conzato cabcta sancita Dich: sadin wien ARTI PASARGE NLa Jornada Semanal. Balders 68, Cots México 0050 DE Tel 3 1024275181764 Fux 102427 aredacién no respond por originales no slicados, Tada ls claboracones son resporsabdided dest autores: tus ‘eblos des edsecn. Lic de els 29672) 1084 de contenida 115181103 La correccién de estilo nites de que apareciers faim. prenta el cargo de corrector Ya exista; los copistas se ine fereambiaban los escritos con el fin de suprimit erro- es; muchas de les marcas que hoy se Aacostumbran ellos las utiizaban, En Jos sighs xu y xt las universidades 1 s6io difundieron el conocimiento sino también fomentaron una nueva fuente de trabajos la de los copisas. Antes de noes tra eta, entre los siglos xvi y xrx, escribir cn las ablilas era na profesion muy diciada y dificil, por ello os eseribas babi- lnicos mas que simples artesanos dela cxctitura eran wna case podezosa y privi- legiada, Su escuela se Hamaba Edubba, ‘que quiere decir Cass de las Tablillas, ‘Cuando la profesion de copista slis de Jos monasterios y conventos, los copistas Isicos se encargaton de reproducit para Jos estudiantes més ricos Jos textos auto- rizados. Aprender este oficio requeria de much disciplina; entre otras cosas, eles xecomendaba con mucha insistencia alos jovenes aprendices que, para conservar el pulso firme, evitaran el exceso en las bue- nas comidas y bebidas, asi como les rela- siones frecuentes con mujeres y todo tipo de trabajos pesados, Los maestros del gremio de caligrafos consideraban que'el tiempo minimo de aprendizaje, siempre bajo una vigilancia muy estrecha, era de siete aos. Antes de ese tiempo los aspirantes no podian si- ‘qulera pensar en crear la obra de arte que les daria al titulo de copistas indepen- lentes y asl poder poner su propio taller (conla condiciin de que fuers lejos del de wiar dice pee Cocchi i pueden colicce ul coor: cucem 4 Paurcer: Gindars aenithr- uel bind ra nlanr méncem que rege cei) Pouce a wit nadater don m gutee corpores| ispirecadim wal reocraed ccare uror « su maestro, para evita la competenci). ‘Como tos copistas monacaes, los lai- 0s también se especializaron en tareas Gistintas pese a que dominaban tacos los tstilos de escritura y eran capaces de es- cribir cualquier texto. Entrelos mosjes.et scripturarusvigilaba la sala de copstas y ¢jercia al mismo tiempo las funciones de bibliotecario (armarius} otro, el Fblio- ‘Sraphari se encargaba de esribirel ma nuscito; uno més, el pergeminerow per- sola, ena la responsabilidad de preparer pergamino yo tint; ote thamszazore © rubicatore, eta guien adomaba ¢ libro con lustrciones de colores finalscate, iopeges era el monje dedicado en- cuadernarlos libros Pese ala particularidad de sus labores, 4os copistas, como es natural, también co -metian errores. Asi naciétraespec dad: el comigere, el que corzige 0 mina rcores. La palabra corregi se derive de Jas voces latinas cum, cabalmente.con- juntamente,yriger, de regee, endeezar, conduc derecho, regi, dri, gobernar, guiar; de donde viene también corregi- dor, virrey, recto, rey, reyna, rico, ghe- 2a, ruego, insurgent, artogante, derecho, directo, diigir, América, Austria, Enci- ‘gue, Puerto Rico, Ricardo’ Villarred. en tre otros muchos vocablos,segia infor- sa el maestro Guide’ Gomer Silva en st Breve diccionario etimoldgico de la exgua expariola Ei corrector de los antiguostalleresin- dicaba, como ahora, la fala y su correc Gin necesria al margen dels hoja; can o la fala no eta tan grave, el propio copista raspaba el pergamio y sotre la enmiends volvia a escribir Sisetreaba de una palabra omitida y nose pod: in. serta, el corrector la escrbiaen el gen donde debi ir ponia un dedo zara Sefialar su ubicaciéa; euando las om. sio- 33 pes eran de liness 0 de pérrafos, los trucos pata hacer fos afadidos resultaben verde: eras obras de arte: as correcciones se es- cbtan al pie de la pégina pare que el ilus- tzador se las ingeniara y, por medio de figuras que parecian subir al agar desea- do, se encuadraba cl texto olvidado, José Martinez de Sousa, autor del in dispensable Diccionario detipografia y del Titra, consigne que en El libro del correc- tor, de P. Melds y F. Mild asegura que elcorrector es fa persona que dirige, or- dena, enmiends y perfecciona una obra de acuerdo con quien la ha producido, ‘aunque esto no siempre sae Vale la pena adlarar, por otz0 lado, que tos hacedares de libros saben que estilo en ningin momento se refire al estilo satictico de sutor, sino al estilo © norma editorial que la empress o institecin es ponsable determina; de tal manera que aguella vinia discusion ~reforzada incluso por Ramos Martine (Correvién de prue- bas tipogrdficas)~ acerca de que no hay correctores de estilo por la sencilla rexsn de que nadie le puede corregit el esilo a nadie, queda descartada. ‘Con Ia invencién de la imprents ta co- rreccign dejé de ser un trabajo propia- mente dichot es decir, quienes empezaron a dexempedar esa labor fo hacfan no por tuna mera remuneracidin econdmica: los corcectores eran entonces verdaderos sa- Eas que revisaban los escritos de manera Y¥ esque, conteatiamente alo que mur hos creen, cortgir cl estilo noes simple- mente leer pars halar alguns fills ortogri ca (eso esto que compete atlector de galera ‘ams modernamente, al corrector ortoti- ogrifica que a mi moda de verte sele so- ‘brundo lode tipogrstico)-corregt estilo es revisary analiza ol documento; corregr es- tio es, en ocasionies incluso traducie en el Fropio idioma las ideas del autor. Por eso es preciso que lz persona que corrige estilo estéatenta pare detectar y enmendat posibleserrores: buscar la me 1a de mejorar ig tedaccién de algunas craciones confuses: qui2d ahadir alguna explicacién o informacibn que comple- mente los femas tratadoso bien para su- evi alguna suptesion que aigeree! texto. ‘Asimismo, el cortector y ls correctora eben czidar de que el sutor (0 autora) Fo Caige en inexactitudes o incorteccio- nes, Coss muy comin $a que el proceso Ge traducir las ideas em letras y signos es “ algo, 1 mis de complejo, muy distinto al ds a corceccion: el corrector, desprovisto de la pasion del autor y con fa mente puesta por completo en a claridad del es- tito, cuids tanto del sintaniscomode ls cortograflay de a precisin de las palabras en general al siempo que vigila el estilo editorial, ‘Una anéedota muy conocida en el me- dio acerca de este oficio, es quella que se refiere a una prueba de imprenta que aparecié con el titulo de Ef arca de David, el corrector, persona muy informade sin discusién, pensé: “Bl arca no era de Da vid", por lo que sin la menor duds tacho David y en su lugar escribio Nod, Ast, aparecié publicado El area de Noé, Cuan- do el autor se tape con la equivocacién, informé que el error habia estado en |a palabra arca y no enel nombre propio, de tal manera que lo correcto debié haber sido: El arpa de David. Un cambio total- mente distinto y todo por una letra mal sada en el original Laerrata,elinsumo del corrector La errata es una constante en la vida pro fesional del corrector; parad te, ces una de ls justificaciones de su existe ia; ademas de los disparates v galimatias, entre otras. La errata proviene de le vor lating erra- tus, aunque se conoce también como smosca 0 mentira, Ursa frase podtica la de- fine come la herida del texto, mientras ue otra la describe como un grano en el escrito. Hay dos clases de erratas: las tipograti ‘eas yas gramaticales A las primeras se les denomine también error de dedo, a0- que a veces no sea tal. Las segundas son lac equivocaciones frecuentes ten al confundis el significado de las ps labsas con grafias muy semejantes o de pronunciaeién casi igual; también se ine cutre en ellas por desconocimiento, at- nado a veces a viejo vicios. Por ejemplo, de inadvertido, connotado por emi © importante, derecho por obligacién, comprensign por compresién, enjsager por enjugar, yotras muchas. El Salterio de Maguncia, impreso en 1447 ~esezibe Domingo Buonocore en sa Diccionario de bibliorecoloi mer libro en la historia de ls imprenta ait ox (conrtis aque registra una errata y también el pri- ‘eto que ilev6 colofén: justo donde ocu- tre el error: “Dice Spalmorust codes, sands lo que debe decir es Psalmorut tcilex” Se asegura también que el texte se nmendo tr aos despuss Algo mis de tescientos afios adelante, en 1798, brilla la errata que apaecié en ls edicin de Telémaco, en euya primers pi- gina dice Pelénope en lugar de Pendope. Se cuenta que Roberto Esticnne, in presor frances, exagersba tanto sus pre- Ceuciones que ccupabs diez cortectores escrupslosisimos para cada obta, quienes se intercambiaban el texto con el in de que éste no tuviera errores. Al termina se pegaban las pruebas, que eran irepro- chables, en las ventanas de la impeentay 4 gulen seflase una errata se le daba un prem, Pues bien. sucede que a) hacer el tiro las eratassataban aa vista, dicen wousg lem al Catilir rentia } ? qua Otra anéedlota también ests del paps Sisto V, quien osdené imprimir une edicion de 12 Vulgata en Ia imprenta apostélica vaticena, Luego é) mismo re- vis6 las pruebas tna y otra vex hasts ue, ya satisfecho, inserte al final une bala er la que excomelgsba a todo aque! ‘gue hiciera la menor alteracion del tex- to... Pues nada, que el paps tuvo que deshacerse de la edicién poraue salio plagada de exrores Y deestas sans costumbres en nacst:o Pals no nos he ido neda mal, Pro esu es tema de otro escrito ‘Como ejemplo de scurnulacién ori- ginatia de erratas esti Biblia stna, im. presa en 1581 por Pablo Manszio y pa cinada por Pio IV. Al iguai que la Valgata,ésta también cave gue seit mnirse debido a las contenia ichas evtatas que -4 finalizar con este baie, vele 1 pera comentar una anécdata ya muy fa- mois que, por cierto, sirvid de titulo a unarticulo de Hugo Vargas publicado ‘en el ndmero 189 de La Jornada Sema- nai Ademis, por lo visto, en diferentes paises se la han apropiade adaptindoia a determinados momentos; yo la cono- ciaadjudicada, una ver, a Alfonso Reyes y aun grupo de amigos; luego ls volvi a bit refiriéndose a los Contemporéneos. Por su parte, Martinez de Souiza tam bir le cits adjudicindola a un impor tante editor espanol en fin, lo impor- {ante es el suceso. Resulta que el editor, o un grupo de ellos, quisieron publicar un libro que ca- reciera por completo de erratas; de tal zmarera que él, ellos, lo revisaron una y otra vez y, asimismo, hicieron que otcos lo revisaran también. En efecto, lo que se pretendia fuera un libro memiorable, de verdad no tenia ninguns errata; asi es que ergulloso, w orgullosos, los ambicio- s0s editores mandaron imprimir el sello des pulcritud det libro que, en sui sma koja, decia: “Esta es una obra que no contene ninguna erata.” De aqui que se diga. quizd a manera de justificacién, que 20 hay libso sin erratas Peco no todo es errata en el mundo: tamben hay libros famoses por no conte- ner renguna, gracias, tal vez, 2 que sas edi- ‘ores no pretendieron ser tan presuntuo- 305 como los dela erat: El tratado de Ase yl Subtlizate son ejemplo de ello; am bbos fron impresos por Vacosan y el pri- mer ‘ratado tinicamente tiene tres erratas, imiencras que e segundo no tiene ningun. ce comentarios, escrito de Esteban Do: let sebre lengua latina, se imprimié en dos volimenes en folio y contiene slo ochoerratas Fedeerratas Por i24 excesos que se cometen casi de mancsa natural al escribir y preparat lor libres para su publicacion, 2 veces es in- ispersable agregar una lista de las erra- tas cze, aunque tarde,se advirtieron en 1a ob:a. A esta lista se le Hama fe de erra- tas y se le conoce también con los ilus- trativos motes de tabla humillante 0 ta Bla ce correcciones. El bro mis antiguo que se conoce con * de erratas es Sdtiras de Juvenal, con notas de Mérula, imprese en Vene- cia en 1478 por Gabrie! Pierre. que ocu- peba dos paginas. También se tiene no. Ticia de las obras de Pico de la Micéndola, editadas en Estrasburgo en 1507, cuya tabla homillante abarca tan silo quince paginas. Otro libro memorable es la Suma tea- ligica de Santo Tomis, impreso por el padte dominico f, Garcia en 1578 y con una fe de erratas de 111 péginas. Uno mses el de las obras que publicé el car denal Bellarmin en 1808, en cuyo case su tabla de eorrecciones no rebaea la $8 paginas ‘Seguin un historiador de quien se omite el nombre, el First falio Shakespeare, uno de los primeros libros impresos en inglés contenia unas veinte mil errata No obstante que ahora nos sirven como datos curiases, es probable que muchos de esos erroges se hubiesen po- dide evitar,al igual que fs mayoria de los que actualmence se publican: no hace falta mas que se reconozca eve el proce- s0 de produccién de los impress debe recaer en alguien que sepa manejarto: el Otras equivocaciones ‘Adems de las errata, por desgracia tam: bien hay dislates que se cometen al escri- bir y durante la impresién (aunque a ve- ces sélo se trata de un salto, » mochucio, como dicen ios espafoles, ocurtido dix rante la transcripcién). A este tipo de equivocaciones se les da el nombre de lapss calami Los lapsus calami son muy comunes Surante el proceso dela escritura debido a que la imaginacidn viaja a una veloci- dad tal que nilas manos ni aun el aparato foneiico podssn nunca alcanzatlo, de tat manera que cuando una persona acaba apenas de expresar algo, de manera oral escrita, su pensamiento ya va tres calles adelante. No obstante esto no jusifica la existencia de tal tipo de lapsis, pues es dobligacion de quien escribe revisary co seit lo que ba producido, Se dice que cuando Is errata es de bul to, ¢s decir, cuando se advierte ala prime Joan Corominas describe al gezapo en s Diccionario critico etimolégica de a engi castellana de a siguiente maners 38 Gexspo: Cria det conejo, h. 1200. EI suijo cs indudablement= pretromano y lo set también el radical, sino es derivado de caza, por ser los gszapas Ficiles de cazar, Menta, disparate, b. 1882. Alteracién del igriego kakémphaton, cosa malsonante, i= decente 0 vulgat: cpt de kakés, malo y de emphiino, yo muesteo, delat. Por su parte, Martin Alonso consigna en su Enciclopedia del idioma que gazafatén (© gazapatén (antecedente de gazapo), proviene del vocablo grecolatine cacep- atom, es decir, malsonante 0 yerra del enguaje. Pero las equivocaciones quizé mis te- midas ya que no sélo reflejan errores idiomnéticos sino muchas veces deficien- cias cuiturales 0 pedanterias que rayan en la imbecilidad, et desatino o los dis: parates, son las perlas perlas cultivadas rio por ostiones sino por meluscos hu- manos. A cllas se dedica una de las columnes petiodisticas més antiguas en nuestro pais Petlas japonesas”, evyo autor es Ni- Kito Nipongo y de quien copio uno de los tes parrafos que inauguraron el ? de marzo de 1949 Ja citada serie en el perid ico Excelsior, y que ahora aparece en La Jornada, Hay perlas de diveraos génecos. Algunas den valor nico, ots mds baras, Que remos sentir una sieapatia por todas pues- to qué, una a'una, irdn enciqueciendo nutestracoleccidn. (¥ el Sahio lector vers ‘ie no dejarin de colérsenos elas pio- Pits: #l, a's ver, pode ie cultivando, 2 costs muesita, una fe de eratas la fede erratas.) Las perlas mis comunes son quellas que sueltan ls ripidas y niles manos de los Tinoripstas. Pero, por favor: para estos tipsgeatos incansables, mucho precio y gran camprensisin. Nos posible ‘ie su complicado trabajo, siempre hecho ‘de engencia,resute absolitamente ime ‘cable, Uns lige dstesccin provocavina pequena errats que solo el poder divine habria evitado, Sin embargo, falls de ese ‘ipo también soa perlas, de sugestive oriente yjuguetonasiisaciones. Un trabajo serejanteal de Nikito Nipon- ‘go y su buen nimero de perlipescadores es el del literate austriace Max Sengen, quien publicé en Paris un libro titulado Museo de cerores, del cual transeribite ak unos ejemplos con Jos que concluve: 36 Pfalteriu3 quod Enchiridion lie uocabat ftridis & neceflariis interprztatiombus annotatum in cOmune legeremus :fimul uterg deprehédimus nonnollaeum uel penftrinxiffe leuter-uel intacta peenitus 1¢ liquiffe:de quibus in alio opere latiffime difputauit:quo fcilicet non poterat ré ma gnam brem fermoneconcludere. Igitur pro familiaritate qua internos eft:tudic fe & fedule poftulaftisut quectig mihi di gnamemona uidebantut fignis quibuf- dam potius qad interpretanonibus ad- notacem. Et(quod folenthi facere qui in im fitus pingunt& Janflimas regiones in dere) itain plalterit opere laifiimo quafi ‘weex paucis que tetigiflem intel gantur uam aim habeanratg tationem.Non q upreternts fed quo ca quzin Thoms uel dignaarbitior le@tionewn hune angufta falterium gracum eft:& latine organum {Qué puede hacer ua hombre muew por respizacion (La muerte, de Arghaiey), Ea exspads de honor es el dias her soso de mi vida (ET hewor, de Octavio Feuille) EL cadiver esperabasieacioso i: xovopsia (El five dela mete, deer CContas manos cruzadas sob Excursiones de tres.0 cuatro cas er2 para elos cosa cari ‘Conn ojo lia, con € otto excrbia rile del Ris, de Auback ~Ermpieco a ver mal -2o la poke clega (Beatrs de Bale). El eadiver miraba cos eproste a los Guillermo no penseba que ef raz6e, padieraservir para alg: mis qve r3ra '= dda pascibase Enrique poe ja do ia novela desu amige (El dix Rose! El duque aparecié segvido dese séqui- 10, queiba delante (Caras de e- malino, de Alfonso Daur). —Vimonos! -dijo Peer bucando su sombrero pars enjugasse las Sgrimas (swraes de Zale "Poore Maris: Cads ve2 que zercibe ¢} do de un caballo que se acerca seg re de quesoy yo- El duguede Mowsazon, de (Chatezubriand).

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