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WILHELM REICH ANALISIS DEL CARACTER EDITORIAL PAIDOS BUENOS AIRES http://psikolibro.blogspot.com Carfreco IV SOBRE LA TECNIGA DEL ANALISIS DEL CARACTER * 1. Revision A MANERA DE INTRODUECION Nuestro método terapéutico esti determinado por los siguientes con ceptos tedricos. EL punto de vista tépico establece el principio wenico de que lo inconsciente debe hacerse constiente. El punto de vista. dini ‘ico determina ta regla de que esto no debe suceder en forma directs, sino por via del anilisis de la resistencia. El punto de vista econdmmico y la estructurz psicologica determinan la regla de que el anilisis de la resistencia debe Mevarse 2 cabo en cierto orden, conforme a cada paciente por separado, Mientras s€ consider’ como tarea tinica de la tenica analitica ef proceso t6pico, el hacer consciente lo inconsciente, fue correcta la for ula de que tas manifestaciones inconscientes debian ser interpretadas en el orden en que aparecian. La dis sis, esto es, saber si cl hacer consciente tn contenido inconsciente Tiberaba también el co nrespondiente alecto, si el anilisis inlluka sobre el paciente mis alli de tina mera comprensién intelectual, exo quedaba libtado mis 0 menos al « inclusion del elemento dinimieo, es decir, 1a demanda de que ante no slo debia recordar cosis sino también experimentatla Vino yaa complicar la simple formula segin Ia cual uno debia "hacer consciente lo inconsciente”. Sin embargo, la dinimica del alecto anal tico no depende de los contenidos sino de’ las resistencias que el paciente erige contra ellos, y de la experiencia emocional sufrida al yencerlas. Esto hace de la tarea snalitica algo muy distinto. Segiin el punto Vista tépico, basta con traer a la conciencia del paciente, uno tras otro, Jos elementos manifiestos del inconsciente; en otras palabras, Ia linea rectora es el contenido del material. Si consideramos también el factor dinimico, debemos abandonar esta linea rectora en favor de oa que barca tanto ef contenido como los afectos; la linea de las resistencias Sucesivas. Al hacerlo alrontamos, en Ia mayoria de los pacientes, una Uiticuttad que mo hemos mencionado ain + Present por pts ie Iaternaconal watch, 127 http://psikolibro.blogspot.com Xv Congres» Pricaans aNALISIS DEL canierEn 51 ORNZA CARACTEROLOGICA Y_RESISEENCIN. CARACTEROLOGIEA, 4) La incapacidad de seguir ta regla fundamental. Raras veces son nuestros pacientes accesibles de inmediato al andli- sis, capaces de seguir lr regia fundamental y de abrirse realmente al analists. No pueden sentir de inmediato absoluta confiana en una per sonit extrama; lo que es mais importante ain, aiios de enfermedad, i Htuencia conscante de un ambiente neuritica, malas experiencias “con médicos, en pocas palabras, toda ty deformacién secundaria de aida, h ina. situacidn destavo 1 tan arduo si ella no tuviese el apoyo del ca de su neurosis. Se trata de una dificaltad Existen, en principio, dos shaneras de hacerle Irene, en especial de hacer frente a ia rebellion con. tra la regla Lundamental all parecer re La into mn, ete, Es decir, sinceridad analiti \cibn directa para el anilisis n, [a admoniciin, la conversa paciente para que adquiera la mediante el establecimiento de alguna suerte de transferencia positiva. Esto corresponde a la técnica propuesta por Nun- berg. La experiencia demuestra, sin embargo, que este método pedagé ico es muy inseguro: carece de ta base de la claridad analitica y se halla expuesto a Jas viriaciones constantes de kt La otra forma es mis complicada y todavia no ap pacientes, pero mucho mris segura. Consiste en seemplazar Ins medidas pedagigicus por interpretaciones anaiiticas, En Yugar de inducir al pa ciente al anilisis mediante el consejo, Ia admonicién y las maniobras encion en su conducta real y en ef significado de It misma: por qué duda, Hega tarde, habla de ma- era altanera o confust, 0 comunica silo uno de cada tres 0 cuatro pensimientos, por qué critica el anilisis o produce material excepcional mente abundante, o bien material proveniente de profundidades excep: cionales. Si, por ejemplo, un paciente habla en forma altanera, en ter minos téenicos, podemos’tratar de convencerle de que eso no conviene al progreso del anilisis, que mejor renuncie a esa manera de hablar y adopte otra, por el bien de su aniiisis. O podemos dejar de lado todo intento de perstusién y esperar hasta comprender por qué el paciente se comporta de esta y no de otra manera. Quizi descubramos entonces que su comportamiento es un imtento de compensar un sentimiento de inferioridad ante ¢l analista y podamos influir sobre él mediante una imterpretacién consecuente del significado de su proceder. Este procedi iniento, a diferencia del mencionado en primer término, esti en total wcuerdo con el principio del andlisis, Este intento de reemplazar Jas medidas pedagdgicas y otras medidas setivas similares, al parecer requeridas por Ta conducta caracteristica de los pacientes, por interpretaciones puramente analiticas, condujo en for- nesperada al aniilisis del. cordcter. http://psikolibro.blogspot.com 52 WILHELM nEIeH Giertas experiencias clinicas hacen ecesario distinguir, entre las diversas resistencias que encontramos, un cierto grupo como resistencias caracteroldgicas. Obtienen su sello especifico, no de su contenido, sino de la manera especilica de obrar y reaccionar el paciente. El caricter compulsivo desarrolla resistencias expecificamente distintas a las del ca- ricter hist@rico; éste, distintas a las del caracter impulsivo o neurasténico, La forma de las reacciones tipicas que difieren de cardcter 2 cardcter aunque tos conteniclos puedan ser iguales~ estd determinada por las expertencias infantiles, tal como Io esti ef contenido de los sintomas 0 de las fantasias. b) We dénde surgen las resistencias earacterotigicas? Hace algin tiempo, Glover tabajé en el problema de dileren ene neuro earncteligicasg)neurats gna Tambien Ale fe Teeasag tac fn meee bart ecfent) pier) nerto Sees yh teal Gis comparaston ir eyauete ow eae most, tin embargo, que esta ding adgueresemilo oon ln medida. en thus entten nouroas con sitomas eheamstony our sa tke; dena iid ls primera nears sincmatelgieas: 9a ln segura, ne Tost coracetolgics, En lay pomeran een es dale compren, hs Sintmnas son tis evidentes et lant To son lon vsgoe,neurOiom Akl carder Peo cabe preguntas zevsien sitcoms sin unt ase nen eae ese ares otar taney fe ces cone rend erie le nenreis checerligies yin neurons sntomaslgi erie sl ea eter ele sae a arama es ce a or el oe ag Tepe fl hecho de gut hase dene neureis strato siempre un code eo yeni eee eso ereeaerT Stuparnoy de rebseenets nena del caver, que todo analis debe ee atts Sal act ‘Owa distincién que pierde importancia desde el punto de vista del aati dct career, ld qu separ neuro etna eso Neuro cert aay ured een far dmporente nao tt tomes fiero so aparion tmpran eas pe ego emote oat reuse a rol de pee vas nin epee te netics expertenci een nos ha echo easter eae aes ens [erablesaal paral pient‘cnee in study ef extide de'Ie enfermedad resulta empe dors durante el anaiie Cine orsatlin de sfotomas no sive como criterio disintve, dcheremos bus trou. Exien en pret lar el convenient Int eons enernetst y Is nconatbaetin satus comprennen ichalenicemecna(te te arise nent sito, par ff een de a ness caracevelgaen, moms Pee laren cul serps eas gears oe See ease nayeenen al eee eee es eee ra alee oe eel ecto eompsre llaeei ele http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL CaRicrER 53 lel enricter histrico, extn incorporadas orginicamente a la persona ‘lad.’ Uno puede lamentarse de sr timido, pero nose site enfermo por ese motivo, El individuo no se sfenteenfarmo hasta tanco la timider Garacteroligien se converte eh un ceremonial complivo, esto es hasta aie el caricter ncurdtico no se exacerba en cuanto'a sus sintomas Es cet, exiuen tambign sto iow cles no existe pene traciin o bien sila h coms ue Tos pacientes consideran Como "maton ibitos “0 simples pecullaritales (constipacion. ernie, iin precor stave, ete). Por otra parte, muchos Taxgos de earicier menudo como enigrmetad, tales como los wolentos esa tho de tabla, ta tendenela & nent, el heber, el derochar dinero, etc AA’penar de eto, en iernines generals ln comprension caracteria a sin toma neurética y wu susencia, al Fag neurdtico. de carte. 1a segunda diferencia es que el Nntoma nunca est racionlizado tan a onto como el caricter. El yomivo histcrico no puede racionall ‘arse, como tmpo liana compulsiva cle conta. El sintoma parece Como carente ie signilico, mientras el caracter neurbtico se Faciona Tin en medida suficente conn part no aparecer alto de sentido 0 pato. ligico, A'memuulo se cs para fo raygo neurauicos de cardciet na Tarn aque teria rechavada de dimmetiato como sbsurd is Ta expusiera para Ibe sitomas: “cl es aa" Eso implica que el individuo maid at,-que fie "ey" su carter, El que esta interpreiaciin ey en nea: demuestra que el raracter debié ser aay no de ota Torta por mo tivo wefinides: que, en principio, pee ser analizato tal como el sn toma, que se Wo pd mod “Ocaalonalmente, los siniomas legan a ser parte de Ia personalidad en al medida que se asemejan a. rigor de catdcer. Aal por ejemplo, tina tendencia compulsiva a contar puede aparecer slo colo parte de tna tendencia general i onde, o uh sistema. compulivo slo en er nos de una dispositon de trabao compu Consideran entonces mais como peciTaridies que. como andicos de en fermedad. Us till ver pues que el concepto de enfermedad et totalmente fidido, que exisen ttia serte de tatsiciones desde el sincom como cuerpo extrafo sislado, pasindo. por el carsciet neurético yn “mala ontimbre”, hasta la accion raciona. Comparado con el aigo de caticter, el sintoma posee una cons: trucciém muy simple en fo que se rellere'n su significado ¥ origen. Es Gierto, el sintoma tumbicn poke una mitipte dterminacin; pro cuanto mis abiondamos en sus determinaciones, tanuo mis abandonmos el do. nio de Tos sfnzomsn y muds clara testa In base caracterolgicn de reac Cidn. Ast podemos llegar en teoria~ Ix base earaterolgics de reaccion tte cualquier sinoma, Esie posce su determinacion inmediae s6lo en un tuimero"limitado de actitdes inconscientes, el. vomito.histéries, por sjemplo, 4 bass eh una fantasia e fella reprimida 0 en un deseo tal hacia un nifo. Ambos se expresan también, earactrologieamente, en Certo Infanitsno y clerta-actitud maternal, Pero el cadcterMbtérico «que constituye la base del sintoma extd determinado. por numerosos -y Ch pirte antigdnicoe impulon, y se expresa en tnd actitud expecfica http://psikolibro.blogspot.com 54 WILHELM RELeM 0 modo de ser. Disecar éste no es tan ficil como analizar el sintoma: no obstante, en principio, al igual que al sintoma, cabe reducirlo a im- pulsos y expertencias infantiles, y comprenderlo a wavés de ellos. Mien el sintoma corresponde esencialmente a una sola experiencia 0 esfu el caricter representa el modo especitico de ser de un individuo, una expresion de la toualidad de su pasado. Por este motivo, un simtoma puede desarrollarse en forma repentina, mientras cada rasgo individual de cardcter requiere aos para su formacion. Al decir esto, no debemos olvidar que el sintoma no podria haberse desarrollado repentinamence. a menos de contar con su base caracterologica de reaccién.neurdtica En el andlisis, 11 totalidad de los rasgos neurdticos de carieter se hace sentir como un mecanismo de dejensa compacto, que se opone nuestros embates terapéuticos. La exploracién analitica del desarrollo de esta “coraza” caracterolégica muestra que también sitve a una finalidad econdmica definida: por una parte, es proteccion contra los estimulos provenientes del mundo exterior; por otra, defiende de los impulsos libi inales imternos, La coraza caracteraldgica puede desempetiar esta tarex porque las energias libidinales y sidieas se consumen en las Formaciones Teactivas neurdticas, en las compensaciones y en otras actitudes eur ticas. En los procesos que forman y mantienen esta conta hay un cons: tamte ligar de Ia angustia, tal como por ejemplo sucede —conforme a lt descripcién de Frend— en los sintomas compulsivos. Mis adelante vol veremos a referirnas a la economia de ta formaciin del caricter. Puesto que en su funcién econémica de corwa protectora, el ea récter neurdtico ha establecido cierto equilibrio, asi sea de indole new rotica, ef anslisis representa un peligro para ese equilibrio. Por esa, tis resistencias que confieren su impronta especifier al andlisis del caso. individual, s¢ originan en ese mecanismo de proteccidn narcisista. Como hemos visto, el moclo de conducta es resultado del desarrollo totaly, como tal, puede analizirselo y modificlrselo; por ello, puede también ser el punto de partida para la evolucién de la técnica del anilisis det cardcter. ©) La técnica del anilisis de ta resistencia cavacteroligica Ademés de Jos suetios, asociaciones, actos fallides y otras comunica- ciones de los pacientes, merece especial atencién sa actitud, esto es, [a manera en que relatan sus sues, cometen actos fallidos, producen sus ssociaciones y hacen sts comunicaciones. > El paciente que sigue la regla fundamental desde un comienzo, constituye una xara excepcidn; se Te quieren meses de trabajo de andlisis del cardeter para volver al paciente suficientemente honesto, a medias, en sus comunicaciones. La manera en {que se acuesta en el divin, la inilexién de su vor, el grado de cortesia convencional, todas estas cosas son criterias de valor para comprender 1 Nota de 1915: La forma de ta expresin ex mucho més importante que et fontenido ideacional, Bn | actualidad,, at penetra en Tas experienclas infamiles de ‘iceisiva Importanci, tliamios exeludvemente Ta forma dela expresion. Noes ¢l fumteaide ideacional sino la forma de la expresisn Ta que nas candice a iy nae Hones iologieas que comstixuyen a base de fay manifesaciones psiquicas http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL, CARKCrER 35 las resistencias fatentes contra Ja regia fundamental, y comprenderlas permite modificarlas 0 eliminarlas mediante Ia interpretacién. Cémo se dicen as cosas es un “material” tan importante para la intexpretacién como qué dice el paciente. A menudo oimos a los analistas Iamentarse de que cl andlisis no marcha bien, de que el paciente no aporta “ I" alguno. Gon ello por lo general se hace referen i mes. Pero lt manera en que el paciente, callado, 0 sus repeticiones estériles, cons que debe y puede usarse. Dilici in alguna en la cual el paciente “no aporte materi ca Falla si'somos incapaces de utilizar su conducta como “ Que el comportamiento y la forma de las comunicaciones poseen significacién analitica, no es cosa nueva, A Jo que me he de referir es al hecho de que estas cosas presentan de manera definida y casi perfecta tun camino para encarar el anilisis del caricter. Los pasados fracasos con muchos easos de earacteres neurdticos nos han ensefiado que en estos casos la forma de las comunicaciones es, por lo menos en un comicnzo, siempre mis importante que su contenido. Sélo debemos recordar las resistencias Iatentes de los. invalidos de afecto, los pacientes “buenos”, excesivamente eorteses y siempre correctos, aquellos que siempre presen: una engaviosa wansierencia positiva o quienes piden cavisio en forma violenta y estereotipada, quienes hacen del andlisis un juego, quienes estin siempre “acoravados”, quienes sontien para sus adentros ante todo y ante todos. Podr in indefinidamente: es ficil ver que habrit que realizar mucho trabajo Inborioso par dominar Jos innumerables. problemas téenicos. Con fines de orientacién y a Ios efectos de esborar Ins diferencias esenciales entre el ansilisis del carieter y el ansilisis de sintomas, permita senos suponer dos pares de pacientes, para st. comparacién. Imaginemos que tenemos en tratamiento al mismo tiempo dos hombres que sufren de eyaculacién precoz: rr pasive-femenino y ¢l otto, filico-agresivo. También tamiento dos mujeres con una perturbacién digestiva: Ia primera es un caricter compulsivo y Ia segun- da, una histériea Supongamos ademis que Ia eyaculacién precoz de ambos hom: bres tiene el mismo significado inconsciente: el temor al pene paterno cen Ta vagina de la mujer. En el anilisis, y partiendo de la angustia de ‘eastracion que constituye la base del sintoma, ambos pacientes producen una transferencia paterna negativa. Los dos odian al analista (el padre) porque ven en él al enemigo que frustra su placer; los dos abrigan el deseo inconsciente de deshacerse de ¢l. En otra situacién, el caricter Filicosidico se resguardaré del peligro de la castracién mediante insultos, desprecio y amenazas, mientras el. caricter pasivo-femenino aumentara continuamente su pasividad, su sometimiento y afabilidad. En ambos fentes, el caricter se ha convertido en una resistencia: uno equiva ligro con métodos agresivos, el otro trata de evitarlo mediante un jimiento enga¥ioso. Va implicito en todo esto que la resistencia cx tcroldgica ¢lel paciente pasivo-femenino es més peligrosa, pues wabaja http://psikolibro.blogspot.com 56 WILHEEM REICH con medios escondidos: produce abundancia de material, recuerda toda suerte de experiencias infantiles, en pocas palabras, parece cooperar es pléndidamente. En realidad, sin ‘embargo, disimula un rencor yun odio profundos; mientras mantenga esta actitad, no tiene el valor de mostrar su ser real. Si ahora nos concentramos slo en lo que este produce, sin prestar atencién a su forma de comportarse, ningiin intento analitico podré modificar su condi el odio hacia su pacre, pero no lo experimentard a menos que interpre temos en forma consecuente el significado de su actitud de disimulo ‘antes de comenzar a interpretar el signilicado protundo de su odio h el padre. En el caso del segundo par de pacientes, supongamos que se ha desarrollado una aguda translerencia positiva. El contenido central de festa transferencia positiva es, en ambas, anilogo al del sintoma, vale decir, una fantasia de fellatio oral. Pero aunque la transferencia positiva tiene el mismo contenido en ambos casos, 1a forma de la resistencia transferencial seri muy distinta: la paciente histérica mostearé, digamos, un silencio angustiado y un comportamiento timido; la compulsiva, silencio rencoroso 0 una conducta fria, altanera. En un caso se esq la transferencia positiva mediante la agresi6n: en el otro, mediante I angustia. La forma de esta defensa seri siempre la misma en Ia misma paciente: la histérica se defender siempre con angustia y la compulsiva, con agresividad, no importa cuuil de los contenidos inconscientes esté a punto de irrumpir. Esto es, en un paciente ta resistencia caracterolégica es siempre la misma y silo desaparece con las raices mismas de la neurosis. La dejensa narcisista encuentra en la coraza caracteroligica su ex presi conereta créniea. Ademis de las resistencias conocidas ques movilizan contra cada nuevo troz0 de material inconsciente, debemos reconocer un factor constante de naturaleza formal, originado’ en el ca- Nicter del paciente. Debido a este origen, denominamos tal factor de resistencia constante y formal, “resistencia caracteroldgica” Resumiendo, los aspectos mis importantes de Ia resistencia caracte- rolégica son Ios siguientes: La resistencia caracterologica no se exprest_en el contenido del material sino en los aspectos formales clel comportamiento general, en a manera de hablar, de caminar, en Ia expresién facial y las actitudes tipicas tales como sonrisa, burla, altaneria, excesiva correceién, ia moda lidad de Ia cortesia o dela agresién, etc. Lo especifico de la resistencia caracterolégica no es fo que el paciente dice 0 hace sino cémo habla y obra, no lo que denuncia en un sueio sino cémo censura, distorsiona, etc. La resistencia caracterolégica es siempre la misma en el. mismo paciente, sin importar cul sea el material contra el cual va dirigida. Caracteres diferentes presentan el mismo material de manera dist Asi por ejemplo, una paciemte histériea esquivari la pe terna positiva en forma angustiada; In mujer compulsiva, de una ma: neva agresiva, http://psikolibro.blogspot.com AN GLISIS DEL canicren 37 La resistencia caracteroigics, que se express formalmente, puede ser comprenala en cuanto a ai comtenide y puede ser reducida 2 expe ent intantlese impulsosinstintvos, tat Eom socede con Ton sfmtomas Duirante el anitivis, et caricter del paciente pronto se ‘onvierte en vn resntencin, Esto ex, el careter lextmpentn en ia vida cortiente el inisnio papel que en clanilisi: es un mectnisno de proteccion priquica, EL individuo exe “caracteroldgicamente acorarado” contra el mind ex terior y contra sus impalsos inconscientes. 1 estudio de fa ormacién del caricter pone de manifest raromes y com iguales ingles Ins que 1a reistencia atacterolOgies Sinve en ty sition analitic, iciin en el ans del cardter nin acon son. reprodcelsn seta de ellie sitaciones dela infanels que, ponen en movimiento Ia formacion sel caricter, Por este motivo, Hallamos eh la resistencia carrera funeion theta relaiones infantile com el mundo extern. tcrokigica en cl anil, sirven. ambos te de evitar el dsplacer, de establecer y mantener un el a que sei ¥ por dltimo, de absorber ene ides cardinates ex la de Higar la angustis “otante” 0, cn otras palabras, abjorber “energia conten, Ast como el elemento hhindric, Hnfantil, estt_presente activo en. os sintomas. nevrdtios, también To esti en el earicter. Por exo es que una divolacion consecuente de Tas reshtencias caracteroligicns suminiira un camino infaibte ein mediato para encarar et conilcto infantil cena Que se deduce, pues, de estas hechos en cuanto as influencia sobre Ts tceniea del anal del exticter? Exiten diferencias esencales entre el aniisis det carter y el comtim anilisis de las resistencia Exis: ten y se Telacionan con: 2) la seleccn del orden en el cual se interpreta el materia; }) Ia teenies de In interpretacién de la resistencia, En cuanto a a), si hablamos de “slecci6n del material”, debemos esperar unt objecign Importante: algunos dirin que toda. seecciOn se aparta. de los principion psicoanaliticos Iisicos, que debemos dejarnos fuiar por el paciente, que con cisiquier tipo de selecciin se corre el peligro de seguir lis propias inclinaciones personales A esto, contests mos queen este tipo de seleecin no se trata de pasar por alto material inalitico; se trata meratente de safiaguardar en ta interpretacion tna suesinIgien que corresponds Tn extutura de Ia neurosis individ el hecho 2 Mediante la comprensién de este hecho, el elemento formal queda inclu fon Ia esfera det pscoaniliss, qe hasta ahora se centraba primariamente en ¢l ‘unten, http://psikolibro.blogspot.com 54 WILDELM REICH AM finalza el aniiss, todo el material so interpre, slo que, en cualquier sitzacign dad, este 0 aquel porienr es mis, anportante aque otro. Digamos, de paso, que cle tis muaneras el ands sempre leccions, pues ya lo hace cuando no interpreta un aueno en el orien en que ha so presenta y en cambio sleciona exte 0 aque porinen para “Tambign ha escogiio si prestaatencign slo sl fomtenido de fas comunicacones, mis no ast forma. EM otras palabra, fl hecho snismo de-que el. paciente prevents material de Tor tipos mis diversos nos obliga 1 establecer und seleccin; slo importa que une teleecone covrectamente en relncin con la sitwacidn anditiea dada, En pacientes que por rizones caractrobigics se aparian en form comeciente de li vegla fundamental, yen geteral donde quiera, que topemos con una resistencia ciracteroligica, cstaremos obligados const temente a extraer ea vesstencia de entve le ttalidad del material 4 disolveria intepretando su significado, Esto no quiere decir, por Dyueto, que defemon de lado el resto del materials por el contrario, roo trovo de material tiene valor pues nos informa acerea del sigiticado orien del raxgo de caricter perturbador: lo que bacemos es powterger ta interpretacion lel material que_ tiene, una ‘conexion inmediat, con ia resistencia transerencil, hase tanto, hayames. comprendido la resis: tencin caracteroldgica y superado por lo menos sus earacerstcas esen Giales, Va he tratado de mostrar (cl. Capitulo TI) ces sn los peligres de plantear interpretaciones de profuidos aleances existendo, Fest clas caracterogicas aun no resuthas En cuanto ab), nos releritemos ahora a ciales de técnica de anilisis del caeter. Fn primer lugar, debernos se falar wn posible mal entendio,,Dijimon que el sual det cancer te anilisis. Debe comprenderse bien que exo no siguiien pedir al pac tiente, pongamos por cio, no ser agresivo, no engafar, no hablir ‘de manera confusa, ele: Tal procedimicmto seria no silo anianaliico, sino totalmente exer Debe subrayarse wna y otra ver que To que aq describe como andlsis del carder nada tlene que vet con la edwcicin, con In admonicion, con tatar de hacer que el\paciente se comporte de tmanera distnta, et En el ands cel carter nox preguntamon por qué el paciente tngei, habla de’ manera confuse, por qué sun afecton estan loquados, eter traamos de deapertar el inuerés Wel paciente en sts rasgos de cardcter a fin de poder, con su ayuda, explorar analiicamente taorigen y 0 significdo, "Todo lo. que hacemos es aslar el raxgo. de Cardcter que presenta Ia resistencia cardinal, sacatlo del nivel de In per sonalidad y mostrar al pacient, si es posibie, ls relacones superficales Cntre carictery sintomas; queda en nis manos utilizar 0 no eke conoc Iniento. para modifier su carieter, En. principio, el procedimiento no Uiiere del ands ce un sintoma. Lo. que se agiega en el andlisi del Carter es simplemente. que sslamos el rago e cardi ¥- ponemos ai piciemte rene a él repetdamente, hasta que comensa x miraro en Torts abjetiva y 8 experimentarlo como tin sintoma doloro; con el, igunos problemas espe http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL Canicren 9 igo de carieter comienza a ser experimentado como un, cuerpo ex: trafio del cual el paciente quiere desembarazarse. Por sorprendente que parezea, este proceso proxuce un cambio —si slo temporario~ en la personalidad, Con el progreso del anlis ricter, viene auomelticamente a primer pkino el impulso o rasgo que ha dado origen la resistencia ctracterolégica en la transferencia Volviendo. al ejemplo del cirieter pasivo. nto mayor la objetividad con que el paciente logra considerar su tendencia al someti miento pasive, tanto ands agresive se torna. Esto se debe a que su actitud pasivolemenina ert esencialmente una reaceién contra impulsos agre Sivos reprimidos. Pero con Ia agresién tenemos también wn retorne a lt ungustia infantil de castracién, que en la nitice habia producido el Cambio de comportamicnto agresivo a comportamienta pasive-femenino, En esta forma, ef anilisis de fa resistencia caracteroligiea conduce direc tamente al eentre de ky neurosis, al compleja de Edipo, No debemos, empero, hcernos ilusiones, Aislar tal resistencia carac- teroldgica y claborarla en forma analitica, requiere por Io general mu hos meses de esters mado y de paciente persisteneia, Una vez producida Ia inupcién, sin embargo, el amilisis prosigue por Io comin con r experienc is de emocidn. Em cambio, aun lado esta tencias forman un laste del que resulta difieil, sino. imposible, despren as0, auumenta it immpresidn de que toda intespretacion de significado es cost desperdiciada, de que el prciente sigue dudando de toiloo que silo linge aceptar Lis coss8, @ bien que recibe todo con una sonrisa interior. Si-no se comiensa a eliminar estas resistencias dese el primer momento, nos colocan frente a stn insuperable obsticulo en las etapay posteriores del anslisis, en un momento en que las interpreta: ciones mis. importantes del complejo de Edipo ya han sido_plantendas atudo de velutar a objecién de que es imposible encarar tes de conocer su determinacibn infantil. Lo esenci es percibir primero el ilo actual de la resistencia caracteroldgica; eto puede por To general hacerse sin contar con el material infantil Este tltimo se necesita para disolvey la resistencia. Si en un comicnz0 nos Jimitamos a mostrar al paciente la resistencia y a interpretar su signi cado actual, pronto hace su aparicidn el material. infantil correspon diente, con ayuda del cual podemos eliminar aquélla Si hacemos tanto hincapié sobre el anilisis del modo de comportarse, ‘lo no implica descuidar los contenidos. Sélo agregamos algo hasta ahora pasado por alto. La experiencia demuestra. quie el analisis de las resis tencias caracteroidgicas debe ocupar un lugar de primera categoria. Esto nno quiere decir, por supuesto, que analizaremos resistencias caracterolé sricas sélo hasta una determinada fecha y Iuego comenzaremos con la interpretacién de tos contenidos. En esencia, las dos fases —analisis de la resistencia y analisis de las experiencias infantiles tempranas~ se super- jponen; silo que en un comienzo tenemos preponderancia de andlisis ‘del earicter, esto es, de Ia “educacidn para el andlisis por el andlisis”, http://psikolibro.blogspot.com 0 WILHELM neren mientras en las etapas posteriores se hace hincapié sobre los contenido y lo infantil. Esta no es, por supuesto, una regla rigida; depende de las actitudes de cada paciente. En uno, la interpretacién del material ints til comensari mis temprano; en otro, mis tarde. Es regla bisica, embargo, el no plantear interpretaciones de profundidad —no cwin aro y delinido sea el material— mientras el paciente no esté listo para asimilarlas. Tampoco esto es cosa nueva, pero parece que las dife: reneias en la teniea analitica estin determinadas en gran medida por Jo que uno u otro analista entienden por “listo para la interpreta analitica”. Debemos distinguir también los contenidos que son parte in togrante de la resistencia earacteroligica, y aquéllos pertenecientes a otras esleras de In experiencia. Como regla general, al comienzo del tra miento el paciente est en condiciones «le sulmitir los primeros conte dos, mas no los viltimos. En términos generales, nuestros trabajos carac: teroanaliticos no son sino un intento de lograr Ia mayor seguridad po sible en Ia introduceién del anslisis y en la interpretaciin del material infantil. Esto nos conduce a In importante tarea de estudiar y describir cen forma sistemstica Tas diversas formas de resistencias. earacteroligicas translerenciales. Si las comprendemos bien, la técnica derivari auton camente de su estructura, 4) Determinaciin de la técnica situacional a partir de la estructira de ta resistencia caracterolégica (técnica de interpretacién de Ia defensa), Encararemes ahora el problema de cémo Ix técnica situacional del andlisis del caricter puede hacerse derivar de [x estructura de lx resis- tencia caracteroligica, en un paciente que desarrolla sus resistencias sh empear el tratamiento y en cuyo caso la estructura de esas resistencias in embargo, completamente ininteligible en un comienzo. En el que sigue, la resistencia caracteroligica tenia un; plicnda, existian numerosas determinacianes coexistentes.y stperpuestas. ‘Trataremos de describir los motivos que me impulsaron a comensar el trabajo de interpretacién con un aspecto de ka resistencia y no con. otro. ‘Tambien aqui veremos que una interpretacién econsecuente y Logica de las defensas y de los mecanismos de Ta conduce directamente a los conflictos infantiles centrales. Un caso de sentimiontos de inferioridad manitosto Un hombre de 30 afios acudié al anilisis porque “no tenia ninguna diversién en Ja vida”. No creia realmente estar enfermo, pero ~segin dijo— habia oido hablar del psicoandlisis y quiz Te aclararia las cosas. AI interrogarsele sobre sus sintomas, declaré carecer de ellos. Con poste rioridad, descubrimos que su potencia sexual era deficiente. No osaba aproximarse a las mujeres, tenia relaciones sexuales con muy poca fre cuencia, y entonces sufria de eyaculacién precoz y la relacién le dejaba insatisfecho, Tenfa muy escasa comprensién de su impotencia y habia Hegado a aceptarla; después de todo, decia, habia muchos hombres que “no necesitaban ese tipo de cosas”. http://psikolibro.blogspot.com awAtisis DEL, caRKerER 6 Su comportamiento revelis de inmediato un individuo severamente inhibido. Hablaba sin mirar al interlocutor, en vox baja, en forma en tuecortada y caraspeando de continuo de manera embarazosa. AL mismo tiempo, habia en cl un intento evidente de suprimir su intranquilidad Y aparecer como persona valiente. No obstante, todo su aspecto daba Ta impresion de marcados sentimientos de inferioridad Informado de la regla fundamental, el paciente comencé hablar entrecortadamente y en vor baja. En ligurd el recuerdo de dos experiencias " Ta ver habs Ixdo con su automovil a una mujer, que murié a consecuencia de tas hetidis, En ot oportuni » ehfermer durante la guerra, se habia visto obligado a practicar una waqueotomia. EL mero” recuerdo de estas dos expetiencias le Henaba de horror. En el curso de las primeras sesiones hablé. luego, en Lt misma forma mondtona, baja sobre su juventud. Siendo de-una serie de relegadlo & un lugar sect silos mayor que el, era el favorito de los padres; este hermano habia Viajado mucho, “conocia ef mundo”, se enorgullecia de sus experiencias indo regresiba de tino de sus viajes “toda In cast giraba alrededor de él". Aunque del contenido de este relato surgia con claridad Ia en- Vidia y el odio. este hermano, el paciente en respuesta a una cautelosa do jamtis cosa parecida. Luego se refisié a la sido con él a st muerte, acaecida cuando jente tenia stete aitos. En ese momento, comens6 a sollozar en Torma ahogada; eso le avergonaé y se mantuvo én silencio algiin tiempo. Al parecer, fo la dinica persona que le brindara algin tencidn, y su pérdida habia constituido. para el paciente ‘un yy severo, Después dle st muerte, el paciente paso cinco aos yor. No fué el contenido sino el tono de este puso de manifiesto sa enorme amargura ante el comporta -nto inamistoso, rio y dominador del hermano. Litego relat en pocas frases breves que ahora tenia un amigo que le queria y admiraba mucho. Después de esto, se mantuvo en continuo silencio. Pocos dias despues conts un suefio: se vela a si mismo en una ciudad extraha, con su ‘amigo; sélo que la cara ile éste era diferente, El hecho de que el paciente hhubiese abandonado su propia ciudad para someterse al andlisis, sugeria que el hombre del sueio representaba al analista. Esta idemtiticacién del sinalista con ef amigo podsia haber sido interpretada como el comienzo de una transferencia positiva. En vista de la situacién total, sin embargo, esto hubiese sido poco prudente. El mismo paciente reconovié al analista cen el amigo, pero nada pudo agregar a ello. Dado que se mantenia en silencio, o bien expresaba dudas en cuanto a que el pudiese Mevar a cabo el anilisis, le dije que guardaba algo contra mi, pero catecia de valor para expresarlo, Lo negé en forma eategérica, ante lo etal le dije {que munca habia tenido cl valor de expresir sus impulsos inamistosos Htacia el hermano, ni siguiera de pensirlos conscientemtente: y eso habia cstablecido al parecer cierto tipo de conexién entre su hermano mayor y yo. Esto era cierto en si mismo, mas cometi el error de interpretar su http://psikolibro.blogspot.com 62 WILHELM REICH nivel demasiado profundo. La interpretacién no tuvo éxito alguno; por el contrario, se intensilicé Ia inhibicén. De modo que esperé algunos dias hasta que estuviera en condiciones de comprender, a base de su conducta, el significado actwal, mis importante, de su resis tencia. En ese momento resultaba claro que existia no solo una transfe rencia del odio hacia ef hermano, sino también una fuerte defensa contra una actitud femenina (cf. el suefio sobre el amigo). Pero en ese mo ‘mento hubiese sido poco sconsejable una interpretaciin en tal sentido. Por eso continué seiakindole que por algin motivo se defendia contra mi y contra el anilisis, que todo su ser indicaba un bloqueo contra el anilisis. Estuvo de acuerdo, diciendo que en efecto, él era asi general mente en a vida: rigido, inaceesible, continwamente a la delen: Mientras le hice ver su delensa en todas las sesiones, en todas las ocasio nes posibles, me Haid la atencién In expresion mondtona con que mani festaba sus quejas. ‘Todas las sesiones comensaban con la misma frase: “No siento nada, el anilisis no tiene influencia alguna”, ete. Yo no conv prendia qué queria expresar con estas quejas, y sin embargo. resultab claro que alli estaba Ia clave para comprender su resistencia." ‘Tenemos aqui una buens oportunidad para estudiar la diferencia entre [a educacién carictero-analitica y In educacidn activo-sugestiva, para el anilisis. Yo podria tindole a decirme algo mis sobre esto o aquello; quiz hubiera cestablecer_ una transferencia positiva artificial; pero. la experie otros casos me habia mostrado que con esos procedimientos no. se Heya lejos. Como toda su conducta no dejaba lugar a dudas en el sentido ide que el paciente rechayaba el anlisis en general y a mi en particular, yo podia limitarme a mantenerme en esta interpretaciOn y esperar alte riores reacciones. En una ocasién, al volver a referine al suefo, que Ta mejor prueba para no rechavarme identilicaba ¢ su_amigo. Sugeri que «uizs hubiers esper cariiio. y_adnti ign, tal como se Jos brindaba su amigo; mi reserva le habia decepcio- nado y ofendido. Debié admitir que habia abrigado tales pensamientos, pero sin osar decirmelos. Lutego relat emo siempre exigia amor y en especial reconocimiento, y que adoptaba una actitud muy defensive hacia los hombres de aspecto particularmente masculino, Nose sentia igual a esos hombres, y en la relacién con el amigo desempeiiaba el papel femenino. Volvia a’ haber material para imterpretar su translerencia femenina, pero la totalidad de su comportamiento prevenia contra ello, La situacién era dificil, pues los elementos de sit resistencia que yo ya comprendia —Ia transferencia del odio a su hermano y la actitud narci- sista-femenina hacia sus supetiores~ eran cuidadosamente evitados: en consecuencia, yo debia actuar con sumo tino, pues de no ser ast podria 3 Nota de 19/5: La explicacién dada aqut es insuficiene, aunque psicolégica inente correcta, Hoy sbenvos que tales amentaciones son In expresion.inmediats de In coraea mseatar, KI paciente se queja de invalider de afecto debido a un bloguco ‘cn au contientes sentaciones plasinstica- La perturbacion es entonces fundamental mente de tidole biofiien, La. dxgonterapia elimina el bloqueo de ta motlidad. 19 {wor inediospscolégion, sino bition http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL CARACTER 63 Megara interrui fs, continuaba lamentindose en todas las sesiones, , de que el anilisis no le legaba, ete; yo no podia comprender esto aun después de cuatro semanas de anilisis y, sin embargo, lo sentia como una resistencia caracterolégica esencial ¥ muy activa. Cai enfermo y debi interrumpir el anslisis durante dos semanas, fente me envio una botella de brandy como t6nico. Al reiniciar el contento, Al mismo tiempo, sigid con sus anti guos lamentos y relirié que le molestaban sobremanera pensamientos de uerle, que lemid constantemente que algo hubiese sueedido 2 algin jembro de su familia, y durante mi enlermedad habia pensado todo el tiempo en mi probable muerte. Un dia, euande este pensamiento le molestaba en forma particular, me envid el brandy. En este momento, fué grande la tentacién de interpretar sus reprimidos deseos de muerte, EL material para hacerlo era_abundante, pero senti que tal imterpreta- ion seria inlructuosi pues rebotaria en el muro de sus lamentos de que nia me Ilega, el anilisis no tiene influencia sobre mi". Entre tanto, se hy lo el doble signilicado secreto de su lamento “nada me Hega™ ("nichts dringt in nich ein’): era una expresion de su prolunds: mente reprimide deseo translerencial de relacion sexual anal. Pero hubiese sido justilicado sefialarle sw impulso amoroso homosexual —que, es cierto, se manifestaba con suficiente elaridad— mientras él, con todo su ser, continuaba protestand conura el anilisis? Primero debia acla rarse Gril era el significado de sus lamentos acerca de la inutilidad det nilisis. Es cietto, yo podia haberle demostrado que se equivocaba en sus quejas: terrupcion, los pensamientos de muerte se tor naban suis intensos y muchas otras cosis se sucedian en st interior. Pero yo sabia por experiencia que eso no hubiese contribuide a aclarar la situacidn, Ademis, yo percibia mente ki corast que se interponia entre ef material inconsciente y el anilisis, y debia suponer que la resis: teneia existente no permitiria que interpretacin alguna penetrara en el inconsciente. Por estos motivos, no hice sino mostrarle en forma conse: cuente su sctitud, interpretindols como ln expresion de una violenta de- fensa y diciéndole que debiamos esperar hast comprender este compor: tamiento. EL paciente comprendia ya que Ios pensamientos de muerte fen ocasién de mi enfermedad no habian constituide necesiriamente ta expresién de una cariiioss solicitud, En el transeurso de las semanas siguientes result cada ver mas claro que su sentimiento de inferioridad, relacionaco con su transferencia femenina, desempeiiaba un papel considerable en su comportamiento y cen sus lamentaciones. Gon todo, Ja situacién no parecia todavia madura para la interpretacidn; el significado de su conduct no era suficiente mente claro. Podemos resumir los aspectos esenciales de la solucién, tal como se Ta encontrd con posterioridad: a) EI paciente deseaba de mi reconocimiento y amor, tal como lo dleseaba de todos los hombres que le parecian masculinos. EI deseo de arifio. y su decepcién conmigo, habian sido ya interpretados repetidas veces, sin éxito alguno. http://psikolibro.blogspot.com 64 WILHELM nerew b) Tenia una definida actitud de envidia y odio hacia mi, trans ferida de su hermano. Fsto no podia interpretarse en ese momento, pues hubiee sido desperdiciar Ja interpretacién ©) Se defendia contra su transferencia femenina, Esta defensa no podia ser interpretada sin Iegar a tocar la feminidad esquivada. @) Debido a su feminidad, se sentia inferior ante mi, Sus eternos Jamentos slo podian ser la expresion de este sentimiento de inferioridd Entonces interpreté su sentimiento de inferioridad ante mi. En principio, esto no Hevé a ninguna parte, pero después de exponerle su Conducta’ en forma consecuente durante varios dias, aporté. algunas comunicaciones relativas su ilimitada envidia, no de mi sino de otros hombres ante quienes tambien se sentia inferior. Se me ocurrié de pron: to que este constante kamentarse slo podia tener un significado! “EL no tiene influencia sobre mi”, vale decir, “no es bueno”, vale nalista es inferior, es impotente, nada puede lograr conmigo”. Los lamentos eran en parte un triunfo sobre el analisia, yen parte, un reprocke dirigido contra él. Le dije lo que pensaba de sus lamentos, con resultado sorprendente. De inmediato aporta una gran cantidad de ejem- plos para demostrar que siempre actuaba en esta forma cuando alguien lrataba de influir sobre él. No podia tolerar Ja superioridad de persona alguna, y siempre trataba de disminuir a los dem tamente lo opuesto de lo que cualquier superior le indicabs abundantes recuerdos de st conducta yencorosa y despreciativa maestros. "Aqui estaba, pues, sw agresién suprimida, cuya_manifestacion mis extrema habla sido hasta ahora sts deseos de muerte. Sin embargo pronto Ja resistencia reaparecié en ln misma forma anterior, se produjeron las mi el mismo silencio, Pero ahora yo s: ido sobremaners esto. por supi tensificada defensa contra la ferninidad. AL analizar Ia resistencia, 2 partir del sentimiento de inferioridad ante mi, pero ahora profundicé a interpretacién alirmando que no sélo se sentia inferior sino qu ddebido 2 su inferiovidad, se sentia ante mi en un papel lemenino que hieria su orgullo masculino. Si bien’ antes el paciente habia presentado abundance material vinculado con su actitud femenina hacia los hombres masculinos, y habi tenido plena vision de este hecho, ahora lo negaba todo, Esto const in nuevo problema, gPor qué se negaria ahora a admitir lo que antes 1 mismo describiera? Le dije que se sentia tan inferior que no que aceptar de mi explicacién alguna, aunque eso implicara retractarse Comprendié la verdad de esta afirmacién y se relirié a la relacién con su amigo, extendiéndose sobre ella con cierto pormenor. Desempeftaba realmente el papel femenino y habian tenido a menudo relacién sexual ‘enue las piernas. Ahora pude demostrarle que su actitud defensiva en el anillisis no era sino Ta lucha contra el hecho de encregarse al anilisis. lo eual, para st inconsciente, se vinculaba al parecer con la idea de entregatse al analisti en una ‘manera femenins. Eso heria su orgullo y http://psikolibro.blogspot.com ése era ef motivo de su empecin: sis, Reaceiond a esto con un suefio confirmatorio: estaba acostado en tun soli con el analista, quien le besaba. Este claro sueio provocé una ueva lase de resi jo Ia antigua forma de lamentos de que el analisis no le Hegaba, de que era {rio, etc. Volvi a interpretar los Tamen- tos como un intento de menoscabar el aniilisis y una defensa contra el hecho de entregarse al tratamiento, Pero al mismo tiempo comencé a explicarle el significado econdmieo de esta defensa: sepiin lo que me habia relatado hasta entonces acerca de su infancia y su adolescencia, dente que se habia encerrado en si mismo buscando refugio contra totlas lay decepciones provenientes del mundo exterior y contra el trato hnnusco y frio del padre, del hermano y de sus maestros: eso parecia haber finica salvacién, aunque exigia grandes sacrificios de felicidad. ion Te pareci recuerdos de sn sti Ick Toy 1 Infos y dis tantes —elara. proyeccidin de stv propia actitud—y aunque se irvitaba cuando Ie castigaban o regaiaban, permaneeia indiferente. Relacionado con esto, dijo haber deseado a menudo que hubiesen sido mis severos. ie deseo no pa nomento adaptarse a Ia situacidn; s6lo icho mas tarde se aclars que con este Fencor deseaba presentarme a Y 3 mis prototipos jo un aspecto desagradable. Du- rante tinos dias el anslisis prosiguié. sin aspereras, sin resistencias; ahora recordaba un periodo de su infaneia en el cual habia sido salvaje y smo tiempo, produjo suenos con una marcada actitud mi, Solo pide suponer que el recuerdo de su agresiOn ado el sentimiento de culpa expresado ahora en los suciios nos. Evite ‘e908 sutefios, no slo porque no tenian in_translerencial presente, sino ta hién porque me parecia que el paciente no estaba preparado para co prender la rolaciin entra au agresidn y lov aueiior que expeeeaban wn Sentimiento de culpa. Muchos analistas consideraran esto como una selec in arbitraria del material. La experiencia demuestra, sin embargo, que ‘abe esperar el mejor electo terapeutico cuando ya se ha establecido una conexién inmediata entre la situacién transferencial y el material infan- til, Sélo aventuré el supuesto de que, a juzgar por sus recuerdos desu comportamiento infantil agresivo, en una cpoca el paciente habia sido muy distinto, todo lo contario de lo que eta hoy, ¥ el anilisis deberia descubrir en qué momento y en qué circunstancias se habia producido tal cambio en su carécter. Le dije que su actual feminidad era probable- mente un tratar de eviter su masculinislad agresiva, No mostrd reaccién alguna, salvo recayendo en su antigua resistencia, lamentindose de que no portia lograr resultados, de que el anilisis no le Megaba, ete. Volvi a interpretar su sentimiento de inferioridad y su recurrente intento de demostrar la impotencia del analisis, o del analista: pero ahora traté también de trabajar sobre Ia transferencia a partir del her- mano, seiialando que segiin lo relatado, éste desempeiiaba siempre el dominante. El paciente se adentré en este tema solo con gran vaci al parecer porque estébamos frente al conilicto central de su http://psikolibro.blogspot.com 66 WILHELM neton aludir 4 la atencién_que ti madre dedicara a be onar, sin emihirgo, ninguna acted subjediva al re pesto. Como lo demostré sun canteloso acercamento a It ewestion, la nvidia al hermano estaba completamente reprimida, Al” parecer, eta enviia se nsociaba en forma tan estrecha con wn odio intenso qite ni Siquiera se le_permicia Megat la conciencia, Abordar este, propleins provocs wna resstencit de particular violencia, que chnd varios dias y tomé otra ver Is form de sts extereotipados lamnentos acerca de st) ine picidad, Como. la resistencia permaneciaincdlume, debfamos. suponer que habia aqui un recharo.purticuarmente.agudo de la person del ja. Le pedi uit ver mv que hablara tbnemente y sin temor del sy et! particular del analita, y me contara qué impresion le Praducide yo en ocasidn de nuesio. primer enctentto. AL cabo de grandes vacilacones, dijo que le habia. parecido. muy masculino.y brutal, un hombre abyolutameme despiadado con las mujeres Le. pre gunté entonces ctil cra sr acitud hacia los hombres que Te dba Jmpresion de ser potentes Esto sucedi hacia et fin del cuarto mes de anilisis, Ahora, por primera ver, iru actitud reprimids hacia el hermano, que guardaba la mis estrecha relacién con su actitud transferencial mis perturbadora, Ia envidia de la potencia. Con gran alecto, records haber ndenado siempre al hermano por estar de continuo persiguiendo m jeres, seduciéndolas y jactindose luego de ello. Yo le habia recordado de inmediato al hermano. Le expliqué que evidentemente veia ew mi su hermano potente y que no podia abrirse ante mi porque me con- denaba y porque mi supuesta superioridad le heria tal como solis herirle la _del hermano; ademis, ahora resultaba claro que la base de suse miento de inferioridad era un sentimiento de impotencia, Sucedié entonces lo que uno siempre ve en un anilisis correcta y comecucmemente Hevado a tabu: ef elementy central de ta resistencia taracteroligica ascendis a la superficie. De pronto recordé haber com: pparado muchas veces su pene pequene con el de gran tamanio de su hermano, y con qué intensidad le envidiara por ello. ‘Como cabia esperar, se present una nueva ola de resistencias; otra ver el lamento: "No puedo hacer nada”. Pude ahora ir algo mis alli en ka interpretacién y mostrarle que estaba haciendo un acting out de su impotencia, Su reaceidn fué totalmente inesperada. Relirigndose a mi interpretacién de su desconfianva, dijo por primera ver que nunca habia reido a persona alguna, que en nada creia y probablemente tampoco en 1 psicoanalisis. Esto era, por supuesto, un importante paso adelante, pero la conexidn entre esa aseveracidn y la situacién analitica no estaba el todo clara, Durante dos horas hablo de las numerosas decepciones por él experimentadas y creyé que constitufan una explicacién racional dle sw desconfianza. Volvid a aparecer la antigua resistencia; como no © pantir de cntonees, he adquiide el hibite de solicitar at paciente una st maida siempre roles ail para a fiminaeion se http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL CanderEn 67 resultaba claro cusil habia sido esta ver el factor precipit tuve a la espera. EL antiguo comportamienta continu va volvi a interpretar aquellos elementos de la resistencia con los cuales me hallaba bien familiatizado, Luege, de pronto, 1 mento de kr resistencia: dijo tener miedo al andlisis porque podrin des. pojarle de sus ideales, La situacién volvia a aclararse. Habia tansferido Por volui a partir en cambio de su sentimiento de inferiovidad y su impotencia, preguntindole si sus elevactos ideales no le hacian sentise superior y mejor que todos los de- nis, Lo aulmitin sbievtan nj ser en verdad migjor que to- dios quienes pusabsn ste ti tienda mujeres y vivienta sexu mente como los animales. Agregé sin embargo que este sentimiento. se vein denuasiad lo pertuthado por el sentimiento de impoten ¥ que al parecer no habia Hegde a réconcibiarse del todo con su del Tidad sexual. Pude mostrarle entonces la manera neurética en que taba de superar su sentimiento de impotencia: estaba tratando de recu- perar un sentimiento de potencia en el dominio de los ideales. Le hice ver ef mecinisme de compensicidn y le seialé su seereto sent superioridid: no silo se considerabs, en secreto, mejor y mas inteligente que los demis:,por este mismo motivo se resistia al anslisis. Pues si el tamiento ten éxito, sign uida de alg: na otra persona y haber vencid st iyo secreto placer acababa de ser desenterralo, Desde el p dde la neurosis, esto seria u {que adem, para su inconsciente, signilicaria comvertirse en tun mujer. En ests forma, partionda del yo y sis mecanismos de deter el terreno part una interpretacion del complejo de castracion EL anailisis del earicter habia logrado, pues, penetrar desde su modo de conducts directimente hasta el centro de} neurosis, stu angustia de a-envidia hacia el hermano debide al favoritismo. de li con éut. Lo importante no es aqui que nes ascendieran a Ta superlicies eso. ocurre a nea. Silo es kt sucesion légiea en que se pi sentaron y el estrecho contacto con kt defensa yoier y kt transferencia: ademis, esto tuvo lugar acompaitude de los correspondientes.afectos Esto 5 lo que constituye un sanslisis del carieter consecuente: es una minucios clabarscion de los conllictos, asimilada. por el yo. A titulo de contraste, consideremos lo que hubiese sucedido sin un consistente hincapi¢ en Lis defensis. Al comienzo mismo, existia la posi bilidad de interpretar la actitud homosexual pasiva ante el hermano, y los deseos de muerte. Ano dudarlo, sueiios y asociaciones hubiesen aportado material adicional para Ja interpretacién. Pero sin una previa elaboracién sistenvitica y pormenorizala de su defensa yoica, ninguna interepretacién hubiese penetrado en forma efectiva; el resultado habria sido un conocimiento intelectual de sus deseos pasivos, junto con una alectiva contra ellos. Los alectos pertenecientes a la como los impulsos criminales, habrian continuado subsis- http://psikolibro.blogspot.com 8 WILHELM REICH tiendo en la fancién defensiva, EL desenlace final hubiera sido una situa cidn caética, el tipico cuadro de desesperanza de un anilisis rico en in terpretaciones y pobre en resultados, Algunos meses de trabajo paciente y persistente sobre su delensa yoica, en particular sobre Ia forma de esta defensa (quejas, manera de hablar, ete), elevd el yo al nivel necesario para asimilar lo reprimido, aflojé los alectos y los desplazs hacia las ideas reprimicas. No se puede Gecir, por lo tanto, que en este caso hubiesen sido factibles dos wenicas Aistintas; existia una sola posibilidad si se deseabs modificar al. paciente dinimicamente. Contio que este iso aclare diferente concepto de aplicacion de Ja teoria a la técnica. El ciiterio mis importante para u anilisis ordenado es plantear poras interpretaciones, consecuentes Ihagan al caso, en lugar de numerosas interpretaciones poco. sistemtieas Y que no tomen en consideracin el elemento dinimico y econdmieo. Si no nos dejamos desorientar por el material, si en cambio Yaloramos co rrectamente la posicidn dinatmica y el papel econdmico de ese material, Hiegamos a él mis tarde, es cierto, pero mis a fondo y con mayor alecto. ED segundo cit blecer siempre Ia conexion entre la situacion etal y Ia si antl, Mi 20 Tos diversos elementos del contenido coexist alguno, esto se va transformando en una sucesién ligica de resisten sucesién determinada por la dinimica y estructura dle tx neurosis i vidual Con una interpretacién poco sistemitiea, uno debe y otra vez, adivinando mis que conociendo el camino a seguir; en el ‘aso del abajo caricteroanalitico sobre las resistencias, en cambio, eb proceso analitico se desarrolla como por si solo. En el primer cso, el anlisis se desenvolvers sin topievos en sus comienzos, slo para caer progresivamente en mis y mis dilficultades; en el segundo, las mayores Gificultades se encuentran en las primeras semanas y meses del trata: ‘miento, para dejar paso en forma progresiea a wn trabajo sin trop aun con un material profundamente reprimid. Et destino de cad an lisis depende de su introduccién, vale decir, del comrecto © incorrecto manejo de las resistencias. El tercer eriterio es pues el de no atacar el caso en este 0 aquel punto por casualidad tangible, sino en el punto que oculta la defensa yoica mis esencial; el ensanchamiento sistemitico dle la brecha lograda en el inconsciente, y la elaboracién de esa fijaciin infantil quie es, afectivamente, la de mayor importancia en cual momento dado, Una determinada posieién inconsciente que sem fiesta en un sueio o en una asociacién puede tener una significacidn central para Ja neurosis y aun asi en un momento dado carecer de im- pportancia con respecto a su significacién técnica, En nuestro paciente, J actitud femenina hacia el hermano tenia una importancia patogé central; sin embargo, en los primeros meses el problema téenico tué el temor a perder esa. compensacién de la impotencia que los ideales eleva- dos representaban. El error cometido por lo comin es el de atacar el punto patogénico central de la neurosis, que por lo general se manifiesta de guna manera en el comienzo mismo del tratamiento. Lo que debe atacarse en cambio son Jas respectivas posiciones importantes. actuales http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL canderER o que, con un trabajo sistemitico, una tas otra, conducen por necesidad 4a situacién patogénica central. Es importante por lo tanto, y en mu: chos casos decisivo, cémo, cwindo y de qué lado nos adelantamos hacia el punto central dle la neurosis Lo que hemos descrito aqui como anilisis del earicter encaja sin iticaltad en ta tcoria de Freud sobre las resistencias, su formacion y disolucidn. Sabemos que toda resistencia consiste en’ un impulso del ello cuyo desarrollo se trata de impedir y un impulso del yo 2 cargo de mnconscientes, En. principio, entonces, pareceriamos estar en libertad de interpretar primero ya sea el impulso el ello 0 et imputso del yo. Asi, por ejemplo, si al comienzo mismo del anilisis aparece una resistencia homosexual bajo. la forma de guardar silencio, podemos encarar el impulso del ello diciendo al paciente que Te ocupan pensimientos acerca de amar al analista o de ser amado por Al; hemos interpretado su transferencia positiva y si el paciente no esca~ pa, pasar en ef mejor de los casos un largo tiempo antes de que pueda sceptar iden tan prohibida. El mejor camino es pues encarar primero la dejensa del yo, relacionada mis de cerca con el yo consciente. Diremos al paciente en un comienzo slo que guarda silencio porque —“por wna 1 ofya razsin", vale decir, sin tocar el impulyo del ello— se defiende con tia el andlisis, presumiblemente porque se ha convertido en peligroso para él. En el primer caso, hemos alrontado el aspecto del ello; en el Segundo, el aspecto yoieo de kx resistencia, Ia detensa. Procediendo dle esta manera, abarcamos Ia transferencia negativa en cual desemboex por viltimo toda defensa, asi como también el ca- réeter, 14 coraza del yo. La capa superficial, mis aproximadamente cons ciemte, de toda resistencia debe por necesidad ser una actitud negativa hacia el analista, sin importar si el impulso del ello que se evita es de amor 0 de odio. El yo proyecta sobre el analista ~que se ha convertido peligroso— su delensa contra el impulso del ello, pues por micia en’ lt regia fundamental ha provocado impulsos. del ello y ha perturbado el equilibrio neurdtico. En su defensa, el yo hace uso de formas muy antiguas de actitudes negativas; utiliza impulsos de odio provenientes del ello, aunque eso equivalga a hacer a un lado impulsos de amor. Si nos atenemos a la regla de afrontar resistencias provenientes del yo, siempre disolvemos al mismo tiempo cierta cantidad de transferencia negativa, de odio. Esto salva el peligro de pasar por alto las tendencias destructivas, a menudo muy bien ocultas; también fortalece la transfe- rencia positiva. Asimismo, el paciente capta la interpretacién yoica. con mis facilidad, pues esta mis de acuerdo con Ia experiencia consciente que Ta interpretacién del ello; esto le deja mejor preparado para esta iiltima, que sigue en época ulterior. La defensa yoica tiene siempre Ia misma forma, correspondiendo al cardcter del paciente, cualquiera sea el impulso reprimido del ello, A la inversa, el mismo impulso del ello es esquivado en diferentes formas por diferentes individuos. Si slo interpretamos el impulso del ello, ejaremos intacto el caricter. En cambio, si siempre encaramos las resis. http://psikolibro.blogspot.com 7 WIL nena neven tencias dele el lado de la det - desde el lado del yo, inctuitemos er el anilisis el caricter neurétic, et a ‘ n el primer caso, enunciamos de inme into lo que el paciente esquiva. En el segundo, primero Ie aclaramos el hecho de que esquiva “algo”; luego, conro lo hace, exiles son_ los medios de defensa (anslisis del caricter ando el auilisis de Ia resistencia ha progresado To suficiente, se Te c por si solo. qué es lo que evita, En este lesvio hacia ta interpre facién de tos: impulsos del ello, se han analizado todas las actitudes correspondientes del yo. Esto elimina el peligro de que el paciente apren a algo demasiado temprano, 0 que continie sin alecto y sin participacis Los andlisis en los cuales se concentra tants atencion en las actitudes, siguen un curso mis ordenado y I6gico, mientras Ia investigacién tedries no sufre en lo mis minimo. Las experiencias infant es, obtienen mis tarde, es cierto: que compensido por Ja vivider emoci LIL surge despucs del trabajo analitico sobre las resistencias caracteroligicas. Por otra parte, no debiéramos dejar de mencionar ciertox aspectos poco placemteros de un aniilisis consecuente del carieter. Constiaye carga mucho mas pesada para el paciente: éste sufre mucho mis que cuando se deja cl caricter {wera de consideracién. Es cierto, esto tiene Ia ventaja de un proceso selective: quienes no pueden soportarlo no habrian logrado éxito alguno de todas maneras, y es mejor descubrirlo al cabo de pocos meses que al cabo de algunos afios. La experienc muestra que si la resistencia caracteroldgica no cede, no cabe esper: un resultado sutisfactorio. La superacion de la resistencia caracternlogi no significa que el carieter se modilique; este, por supuesto, s6lo’ es posible después del anilisis de sus fuentes infantiles. Supersr la resis tencia no signilica sino que el paciente ha adquirido una visién obj de su caricter y un interés analitico en él; na ver Togrado esto, et progreso favorable del anilisis es probable. 6) El aflojamiento de la covaza caracteroligicn Como dijimos antes, In diferencia esencial entre el anilisis de un sintoma y el de un rasgo de caricter neurdtico, consiste en que el sintoma se ajsla desde el comienzo y se lo observa en forma objetiva, mientras el rasgo de caricter debe ser sefialado continuamente, de suerte que el paciente logre hacia él la misma actitud que hacia un sintoma. Slo rara ver se logra tal cost con facilidad. La mayoria de los pacientes tiene una tendencia muy poco acentuada a contemplar su cardcter en forma objetiva. Esto es comprensible pues se trata de debilitar ef mecanismo de proteccién narcisista, de liberar Ia angustia en él ligads. Un hombre de 25 aiios acudié al andlisis debido a algunos sintomas menotes y por sulrir de una perturbacién en su trabajo. Mostraba un comportamiento libre, confiado en si mismo, pero a menudo daba la impresién de que su porte era antilicial y que no establecia relacion auteni con la persona con quien hablaba. Habia algo de frio igo vagamente irénico; a menudo sonreia y ail, de superioridad 0 de ironi http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL CaRderER a EL analisis comenzé con emociones Liord al hablar de ka muerte de la madre y maldijo al describir 1a acos: umbrada crianza de Ios hijos, EL matrimonio de sus. padres habia sido muy desgraciado. La madre habia sido muy estiew con él, y con los hermanos habia establecido alguna suerte de relacién shlo en los tiltimos js. La forma en que continud hablando intensified i impresién 01 ginal de que ni su Tanto ni sus maldiciones o cualquiera ofa emocén en realidad en forma plens y natural. El mismo paciente dijo que en Gltimia instancia todo eo no ers tan malo, que continuamente se sonreia de todo lo que decia. Después de algunas horas, comen6 a tratar de provocar al analista. Asi por ejemplo, cuando ste daba por terminada la sesidn, permanecia un rato :icostido en el divin, © comen: ‘aba uma nueva conversicidn. Una ver me pregums qué haria yo si él ime cogia de la gargants para ahorcarme. Dos dias despids, eraté dle asus: tare con un Fepentino movimiento de sit mano hacia mi cabers Me le dije que el anailisis s6lo pedia de cl que dlijera En otra ocasidn, x) abandonar el consultorio significado profundo de este gesto, que no pude exe momento, era una transferencia homosextal ns festada en forma silica. Cuando, en un nivel superficial, me ser interpretado i ciente, Imterpreté estos actos como provocaciones, se sonvid y se encerré san mis fen si mismo, Los actos cesarot I que sus comunieaciones; todo To que subsistié fué la som Comen7é a guardar silencio, Cuando Te senaté el car city dexpucs de im peal te silencio repii Gon intenciin evidente de bnlarse de avi, la palabra “resistencias As pws, in sonrisay Ta Burts se convirtieron en centro del trabajo anaitieo. Ta siuacign era difii, Fuera de los pocos datos generates acerca de su infancla, nada tabla ce 2, "Todo To que tenia, por'lo tanto. eran sus Modalidades We comportamiento en el andlisis Durante algtn. tempo me limits esperar para ver qué sucederiay pero su conducts permanent Invarinble ‘unas dos semanas, Luego recorde que ta, inensfeacion de sw sonrisa se habia producido en Ta epoca en que yo habia detenido sus agresiones, Traié de hacerle comprender el sigaieado de su sonrist & este respecto. Le dije que sin diva su sonrisa signifcaba muchas. cosas, pero eel momento presente era una reaccin ante la cobaria mostra por mi insintva retrada, Reconoci6 que bien pextia ser asi, pero. qe GPeontinuatla tonriendo. Hablé de cous sin importancia y s¢ mot del Sndlis manifestando que no pods creer nada de To que yo le deci, Resultaba cada ver mit claro que su sonrisa servia de protecciin contra fl ands, Ast we lo die repetidas veces durane vats sesiones, pero transcurrieron semanas antes de que tuviese un sueRo relacionsdo con tina mgaise que corti en tore peqenos una nrg pers heeka de Iadrillog La relacin de este suefo’ con la sithacén’ analitica ert tan co clara que no. produjo asociacién alguna, Por itm, el paciente tio que, despues de todo, el suet era muy sencillo, se trataba evidente mena del complejo de cautraciOn...ysonris. Le dije ques Sronia era tin itento de destonocer‘a indicacidn dada por el inconscente a aves http://psikolibro.blogspot.com R WiLWeLM neten del sueiio. Ante lo cual produjo un recuerdorpantalla de gran impo tancia para el ulterior desarrollo del aniilisis. Recordé que alrededor de Jos cinco aifios, una, vez habia “jugado al caballo” en el patio de su ca andaba en cuatro patas, dejando colgar el pene fuera del pantalén, Tat madre Ie sorprendid en el juego y Je pregunté qué demonios hacia, A lo que el nifio reaecioné lintitindose a sonreir. Nada mas pude saber por el momento. No obstante, algo habia aprendido: su sonrisa era un trove de transferencia materna.” Cilando le dije que a todas Tuces se compor- taba en el anilisis tal como lo hiciera con la madre, que su sonrisa debia tener un signiticado definido, s6lo volvid a sonreit y dijo que todo eso estaba muy bien, pero no le parecia plausible. Durante algunos dias, hhubo de su parte Ia misma sonrisa y el mismo silencio, mientras yo in terpretaba constantemente su comportamiento como una defenst contr el analiss, sefiakindole que su sonrisa era un intento de superar temor secreto a mi, Estas interpretaciones también tropezaron con su estereotipada sontisa, lo que también se interprets como una detew contra mi influencia. Le sefialé que al parecer siempre sonrefa, no sb en el anilisis, y debid admitir que éa era sw cinica manera posible de recorrer la vide, Con tal admisidn, habia concordado conmigo, conte su voluntad, Pocos dias después entx6 sonriendo wna ver mis y_ dij: “Hoy quedara contento, Doctor. En el idioma mtal de mi madre, bricks (ladrillos) significa testiculos de caballo. M: es cierto? De manera que, como usted ve, es el complejo de castracidn”. Le dije que eso podia 0 no ser cierto: que, en todo aso, mientras mantuviese est acti tud defensiva, ef anilisis de los suefios quedaba fuera de toda euestion pues con su. sonrisa él amularia, sin dua, toda Debe decirse aqui que esa sonrisa era apenas visible, era luna cuestién de sentimiento y una actitud de burla ante las costs manifesté que no necesita del anilisis abiertamente y on ven alts! A partie Frania fish mich mie franca. A pesir de los contenidos burlones, sus asociaciones {ueron de. gran valor para comprender la situaciin, Parecfa may probable que, como scede tan a menudo, habia concebido el analisis como un peligro de castracién: en, un comienzo habia esquivado este peligro con la agresidn y luego con Jn 'sonrisa. Volvi a las agresiones de comienzos del andlisis y agregué I nueva interpretacién de que habia tratado de ponerme a prueba con sus provocacionis, de que queria saber hasta dénde podia Hlegar, hasta dén- de podia confiar en mi. En otras palabras, habia sentido una descoi Ganea basada en un temor infantil. Esta interpretacién le impresioné visiblemente. Durante un momento fué un golpe, pero pronto se recobré y volvié a desconocer el anilisis y mis interpretaciones con su constante sonreit. Segui siendo consecuente en mis interpretaciones; sabia por distin tos indicios que estaba en el buen camino y a punto de minar su defensa yoica. No obstante, él siguié igualmente consecuente en su actitud son: Fiente durante un ntimero de sesiones. Intensifiqué mis interpretaciones ligindolas mis de cerca al supuesto temor infantil. Le dije que temia el andlisis porque reviviria los conflictos infantiles que él pensaba haber resuelto con st actitud sonriente, pero que su creencia ers erronex pues http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL canicrER B su excitacién al hablar de la muerte de la madre habia sido auténtica ‘Aventure la suposicién de que sa relacién con la madre no habla sido tan sencilla; que no sélo la habia temido y ridiculizado, sino también {querido, En forma algo mis seria que 1a acostumbrada, relats entonces mores acerca de la poct bonlad de la madre hacia él; eat in, cuando él cometiera algun trapisonda, ella Megd a herirle en ‘mano con un etichillo, y agregés “Bueno, segiin los libros esto es ‘otra ver el complejo ie castracigm, zno es asi?” No obstante, algo serio parecia suceder en st interior. Mientras yo continuaba interpretando el significado manifesto y latente de sv sonrisa toda ver que aparecia en jeron nuevos suefios. Su contenido mia in simboliea, Por sitio tuvo un sueiio, el ew siallos y otro en el cual una elevada torre surgia de tn autobomba, Dela torre salia wna gran columna de agua qne se Alersamaba, sobre na cast ineendia Ba esa pocas €1 paciente safri6 casionales episodios de enuresis, Comprendié por st solo la relacén enue los “steios «le caballos” y su jugar al caballo, aunque acompa iKindolo de sonrisis. Mis atin, recordo haberse interesado siempre por los lirgos pens «le los ca queen si juego infantil habia alo. tales animales Drindarle abundante placer el hecho de orinar. No recordaba si de nino solta mojar su cama. En otra ocasidn, al discutir ef significado infantil de sw sonrisa, pensé que posiblemente en cl episodio del juego del caballo Ta sonrisa ho habia sido despreciativa en manera alguita, sino wn intento de apla- Gar a la madre, por temor a que ésta, puiese regafatle. En esta forma, se aproximaba mis y mis x to ido interpretando durante base de su habla pues do de funcién y significado en el curso del tiempo: originalmente tun intento de conciliacidn, se convittié mis tarde en compensacisn de tun tomer interior jr por titimes setvia tambien ome medio de sontivee superior. El paciente mismo descubrio esta explicacion cuando en el Curso de varias sesiones Teconstruyé la forma que habia encontrado para excapar a su miveria de infancia, El significado era: “Nada puede suce dlerme, soy inmune a todo". En este timo sentido, Ta sonrisa se abi erigido en defensa en el anilisis, como proteccibn contra la reactivacién dde'los antiguos conflictos. El motivo bisico de esta dlefensa era un temor Infanti. Un suefio aparecido al finalizar el quinto mes puso de mani- Tiesto Ia capa mis profunda dle su temor, el temor a ser abandonado por la madre. EI suefio era como sigue: “Viajo en automévil acompaftado de tina persona desconocida, atravesando una pequena ciudad abandonada, de aspecto desolado. Las casas estin. en ruinas; los vidrios de las ven- tanas, hechos aficos. No se ve un alma, Es como si la muerte hubiese ssolado el lugar. Llegamos a un portén donde yo quiero dobar, ami acompanante que deberiamos mirar otra vez. En la acera hay un hombre y una mujer, de rodillas, en ropas de duelo, Me aproximo a cellos y les pregunto aigo. Cuando les toco un hombro, saltan.y despier- tan aterrorizados". La asociacién mds importante fué que la cludad era similar a aquella en la cual el paciente viviera hasta los cuatro aitos. Se http://psikolibro.blogspot.com fiesto 4 w expresaban claramente en el suefio Ia muerte de la-madre y el senti imiento infantil de ser dejado a solas, wero era el analista.. Por primera ver, el paciente tomé un sueiio como cosa seria, sin sonreir en ‘momento alguno. La resistencia caracierologica habia. sido atravesula, estableciéndose Ia conexién con lo infantil.“ partir de ese momento, el andlisis prosiguié sin dificultad especial, interrumpido —por supues tom por las recaidas en 1a antigua resistencia caracterolbgiea, tal como sucede en todo tratamiento. Se sobrentiende que las dificultades [ueron mucho mayores de lo que puede parecer por este breve resumen. Toda kt fase de resister dduré. casi seis. meses, caracterizados por las burlas de que el. pa hhacia objeto al analisis durante dias y semanas enteras. Sin la nece paciencia y Ia conlianza en la eficiencia de una interpretacin con fuente de la resistencia caracteroldgiea, x menudo nos hubiésemos inci nado a abandonar el caso, Veamos si la penetracién analitica en el mecinismo de este caso justificaria algin otro procedimiento téenico. En lugar de hacer un hhineapié consecuente en'el modo de conducta, se poia haber analirado con minueciosidad los escasos sueiios del paciente, Quis hubiese mov trado entonees asociaciones pasibles de set interpretadas. Puede no. ser importante que antes del anilisis el paciemte no 0 todos sus sueTios, y que no produijo sueiios de conten cidn analitica hasta despues de la interpretacién conseeuiente des con ducta, Podria objetarse que de todas maneras habria producide. es suefios en forma espontinea; no cabe discutir cl posibilidad, pues no puede demostrarse en ninguino de los dos sentitos. Como quiert que Sea, poseemos una amplia experiencia y ella nos enseiia que es diltil resolver s6lo con. la espera pasiva un Ia que presen- taba nuestro paciente; si se lo logra, es por aecidente, sin que cl an fenga en sus manos las riendlae dei ails, Supongamos entonces que hnubiésemos. interpretado lax asociaciones relacionadas. con el complejé de castracion, vale decir, hubiésemos tratado de hacerle adquirir con- ciencia de su temor a cortar oa scr cortado, Quisd esto habria también condueido finalmente a un éxito. Pero el hecho mismo de no poder tener Ia seguridad de que ocurriera, de que debamos admitir Ia indole accidental de tal acontecimiento, nos obliga a rechavar como bisicamente no analitica una téeniea de estas caracteristicas, que trata de rodear una fencia existente. ‘Tal técnica signilicaria retornar a esa etapa del analisis en Ia que no nos molestibamos por las resistencias, pues no las conoclamos, y cuando, en consecuencia, interpretibamos directamente el significado, del material inconsciente. Fs evidente, segin la historia clini a, que esto significaria al mismo tiempo descuidar las defensas del yo. Podria objetarse una ver més que si bien el manejo téenico det caso fué absolutamente correcto, mis argumentos no se entienden, que todo esto era evidente y nada nuevo, que en esta forma trabajaban todos Jos analistas. Es cierto, el principio general no es nuevo: no es sino la aplicacién consecuente del analisis de Ia resistencia, Muchos afios de experiencia en el Seminario Técnico mostraron, sin embargo, que los http://psikolibro.blogspot.com ANALISIS DEL CanicrER B aanalistas por lo general conocen y admiten los pric de la resistencia, mientras en la prctica san ent eseneia Ta dle la imerpretacidn directa del inconsciente. Esti discrepand conocimiento teérico y Ia accién prictica era lt luente de erréneas objeciones a los intentos sistemiticos del Seminario de Viena por desarrollar ki aplicacién consecuente de lt teoria a lv terapia. Si teniendo presente su decian que todo esto era conocimiento tedrica; si objets y “Freudiano”, lo hackin pensando en suv propio ejercicio de Ia profesin que. como hemos dicho, era totalmente distinto. Un colegs me pregun te las en una ocasion qué habria hecho yo en el is habia estado tratan: jo, pero era por lo ble antes y despucs clase dle recursos, ci muy slit. EL amalista . Je habia amenszada con interrumpit el watamiento y por dltimo, cuando fracasé Ista la imerpretacién de sueios, fi una fecha para ar por terminado el atamiento, Tos escasos sueiios estaban Menos de erimenes sidicon. EL analisty habia dicho a su paciente que, después de todo, Uebia admitir a base de ess sueiios que en. sus Fantasias era un ase: Sino. Pero eso no constituyd yada alguna. EL colega no se sintio. st tisfecho con mi opinién de que ex incorvecto interpretir mater profundo en presencia de una resistenei importar con cuinta aridadapareciera el suieno. ET volega ereia que no posibilidad Cuando le dije que, en primer lugar debia her interpreta el silencio camo una resistencia, ifirmd que eso era posible pues no habia con el eual hacer la interpretacién eAeaso la conducts misma, ef silencio durante la hora de sesién a dite Fencia de la aetitud fuera de etki, no es stliciente? 2No mus. « To menos que el. px Cente expres ma defensa? 2¥ que, a jugar por sus suetios, se wata de impulsos sidicos que trata de ompensar y disimalar con su comportamiento. por denis afable? :Por {qué osamos deducir ciertos proceso inconscientes a partir de un acto fallido del paciente, tal como olvidar algiin objeto en el consultorio, y en cambio no nos atrevemos a deducir et signi acién ba sindonos en su comportamiento? gAcaso la total es material menos concluyente que un acto fallidez Nada de esto parec plausible a mi colega; continud insistiendo en que Ja resistencia no podia ser encarada pues no exista “ma para hacerlo. No quedaba duda de que la interpretacién de los impulsos eriminales era un error téenico: sélo podia tener el electo de aterrorizar al paciente y de ponerle en guat= dia mis aiin de Io que ya estaba. Las dificultades We Ios casos presentados en el Seminario eran de indole muy similar: se tataba siempre de la misma subestimacién o del completo abandono del comportamiento como material interpretable; era tuna y otra ver el intento de eliminar la resistencia partiendo desde el ello, cn lugar de hacerlo medishnte el analisis de la defensa del yo; y por wiktimo, http://psikolibro.blogspot.com 76 wiLwEna neten «asi siempre, ta idea —usada como coartada~ de que sencillamente el paciente no queria mejorar, o era “demasiado narcisista”. En prindpio, el aflojamiemto de la delensa narcisisa no difiere, en otros tipos, del ya descrito, Pongamos por caso un paciente carente siempre de afecto ¢ indiferente, independientemente del material que pueda presentar; nos encontramos entonces frente al peligroso bloqueo Mectivo. A menos de dedicarnos este Dlogueo antes que a ning ‘otra cosa, se corre el peligro de desperdiciar todo el material y las in texpretaciones y de ver al paciente convertirse en un buen tedrica del analisis, mientras en. todas los denvis sentidos sigue siendo el mismo. menos de preferir en tal caso abandonar el andlisis a causa del “nar no demasiado marcado”, se puede Megara un acuerdo con el pt ciente, a ls efectos de continuar confrontinddolo con sw invalider alectiva pero éstableciendo tambien que, por supuesto, él puede detenerse cuando Jo desee. Con el wanscurso del tiempo —por io general numerosos meses, fen un e930 requirié um afio y medio— el paciente comienra a experimen: tar la repetida indicacidn de su invalidér afectiva y sus motivos como algo doloroso, pues en el interin uno hn adquitido sulicientes medios para socavar la proteccién contra Ii angustia que representa la invalide de alecto. Por witimo, el paciente se rebels contra el peligro que le ame- raza desde el analisis,el peligro de perder li corava psiquica protectora y de verse éonfrontado con sus impulsos, patticularmente con su agresion. Esta rebelién activa sw agresividad y antes de mucho tiempo. se produce al primer estallido emocional en el sentido de wansferencia megati bajo Ja forma de un de odio. Logr:ilo esto, el camino se acl Cuando hacen sw apaticién los impulsos agresivos, el paciente esti en condiciones de ser analizado. La diicultad consiste en traer a la super- ficie esta agresividad Lo mismo puede decirse cuando los pacientes narcisistas expresia st resistencia caracterolégica en su forma de hablar: fo harin, por ejemplo, sempre ce manera aitanera, con terminds tecnicos, slempre Con gran co. reccion bien en forma conlusa, Estas maneras de hablar forman una harrera impenetrable y no hay experiencia real hasta analirar la forma de expresion misma. ‘También aqui Ix interpretacion consecuente del comportamiento desemboca en la indignacién narcisista, pues el paciente ho gusta que se le diga que habla en forma tan altanera, © empleando términos téenicos, a fin de disimular su sentimiento de inferioridad ante si mismo y ante el analista, o que habla de manera tan confusa porque € aparecer como especialmente ingenioso y e5 incapaz de expresar Ss pensamientos en palabras sencilla. En esta forma, logramos. abrir tuna importante breeha en el caracter neurdtico y crear un camino de aproximacién al origen infantil del caricter y de la neurosis, Por st puesto, no basta sefialar Ia indole de la resistencia en tal o cual momento; unto mas obstinada aquélla, tanto mis consecuente debe ser Ia inter- preticién, Si se analizan al mismo tiempo las aetitudes megativas hacia (C1 analista asi provocadas, el riesgo de que el paciente interrumpa el ané lisis resulta pricticamente despreciable. El elect inmediato del ablandamiento an teroldgica y del mecanismo de proveecion natcis http://psikolibro.blogspot.com andtisis DEL canieren 7 lugar, la liberacién de los afectos respecto a su anclaje reactive y a sus escondites; en segundo, la creacién de un camino hacia los contlictos infantiles centrales, el complejo de Edipo y lu angustia de castracién, Una gran ventajs de este procedimiento consiste en que no s6lo llega a las experiencias infantiles como tales; las analiza en Ix manera especifica fen que han sido asimiladas por el yo. Vemos una y otra vez que el fragmento de material reprimido reviste distinta importancia di- {mica conforme a la etapa que se ha alcanzado en ef ablandamiento de is resistencias. En muchos casos, el afecto de las experiencias intantiles esti absorbide en las delensas earacteroligieas; por ende, con una inter in sencilla de los contenides podiemos quit despertar los recuerdos, no los alectos comespondientes. En tales casos, Ja interpretacion del infantil n ablandamiento previo de’ las energias afectivas absorbidas en cl canicter, constituye un serio error. A él se debe, por ejemplo, ¢} analisis desesperadamente prolongado y relativamente inttil de los earacteres compulsivos.® jo, si primero desligamos. los alectos de las formaciones defen jeter, tiene Ingar automiica- mente una nueva cutexis dle los impulsos infantiles. Si se sigue la linea que para la interpreicién de kis resistencias establece el anilisis det caricter, los recuerdos sin afectos_quedan pricticamente fuera de la cuestién; la pertunbacién del equilibrio neurético, que va paralela al del caricter desde un comienzo mismo, hace esos recuerdos pricticamente imposibles. En otros casos, el en protector con iter se ha consteuide como un sélido muro a experiencia de Ja angustia infantil y hia desempeiiado bien esta funcién, aunque a expensas de gran parte de a felicidad. Si semejante individuo acide al anilisis debido a algin simtoma, este muro de proteccién sirve igualmente bien como resistencia caracterolégica y pronto comprendemos que mada puede hacerse a menos de destruir esta corwa caracterolégiea que recubre y absorbe La angustia infantil. Tal es el caso, por ejemplo, en Ja “insania moral” y en numerosos caracteres de tipo maniaco sidicomarcisisty. En estos casos uno se ve a_menudo frente a Ia dificil pregunta desi el sintoma justilica un aniilisis del caricter de aleance profundo. Pues debemos comiprender que destruir La compensacin caracteroligica mediante el anilisis del caricter, crea tem- porariamente un estado equivalente a Ix disolucién de La personalidad. ‘Mis ain, en muchos casos extremos, tal disolucidn es inevitable antes 5 EI caso siguiente cjemplifica la importancia decisva de devidar wna mods lad de conducts, Un carscter compulsivo. que llevaba doce aos ‘de. andliss sin restltados apreciabies y-conocia todo To relativo ast conics infantil, tal com St conflica. paterno” dental, hablaba ven lit sesiones con nt entonacion pec mente mondiona, como We cantlens, ¥_ se yetorela continuamente las manos. Le Dregunté sl esta manera de comportaise hi Snforina negativa, "Un dia, me asiltd To feanda y asi te To dije, Contd entonces que de ccurrir a Ta sinagoga y orar. Lo. habi 10 su pare Le bligaba acon hecho, pero slo bajo. protesta, En ta. misna te doce argos aos ante el analista: “Por pero solo bajo protesta”. El descubrimiento ae ae st comportainiento, sbrio el camino al http://psikolibro.blogspot.com 8 WitWEEs nEren de poder desurrollar una estructura nueva, racional de la personalidad. Se puede decir, por supuesto, que de todas maneras 1a disolucién hubiese ocurrido tarde © temprano, siendo el desarrollo del sintoma su primer indicio. No obstante, vacilaremos antes de emprender una operacién que implica tamafia responsabilidad, a menos de ser_urgente. Debe mencionarse a este respecto otro hecho: el antlisis del ca- ricter crea en todos los casos violentos estallidos emocionales y 2 menudo situaciones peligrosis, de suerte que siempre es importante dominar a situacién, desde el punto de vista tenico. Por este motivo, no pocos analistas rehusan emplear el método del anilisis del cardcter; si lo hi- Gieran tendrian que abandonar Ta esperanza de Iograr éxitos numerosos. Muchas neurosis no pueden ser vencidas por medios tibios, Los medios del andlisis del eardcter, el hincapié consecuente sobre la resistencia ca racteroligica y la persistente interpretacion de sus formas, maneras y motivos, son tan potentes cuanto poco placenteros para el. paciente. Esto en nada se relaciona con Ja educacion; se trata mas bien de un princiy analitico estricto. Sin embargo, conviene sefialar al paciente, desde u comienzo, las dificultudes y displaceres. previsibles. J). Sobre las condiciones dptimas para ta reduccién analitica det material actual al nivel infantil Como la intexpretacidn conseeuente de Ix conducta abre de modo espontinco el camino hacia las fuentes infantiles de ta neurosis, smge luna nueva pregunta: gexisten criterios para indicar cwindo debe tener lugar Ja reduecidn de los modos actuales de conduct a sus prototipos infantiles? Esta reduccién, lo sabemos, es una de Iss tires candinales del anilisis, pero esta formulacion es demasiado general para aplicarla fn Ia prictica cotidiana. aDebe hacerse tan pronto como aparecen los primeros indicios del comespondiente material infantil, o existen ravones ara postergarlo hasta cierto momento, ms adelante? En primer lugar, Hebe Senaiae queen iauchos casoy It finatidad de In reduccion dso. Iucién de la resistencia y eliminacién de la amnesia— no se cumple: no existe sino una comprensiOn intelectual, 0 bien kx reduccién se refuta plamteando dudas. Esto se explica porque ~como en el ciso de hacer conscientes las ideas inconscientes~ el proceso tépico es completo s6lo si esté combinado con el proceso dindmicoafecttoo del yolverse cons ciente. Esto requiere el cumplimiento de dos condiciones: primero, las resistencias priteipales deben por lo menos ablandarse; segundo, la idea que ha de Kacerse consciente —0, en el caso de Ta reduccion, ha de entrar en wna nueva asociacién— debe Hlegar a eargarse con determinado mi nimo de afecto, Ahora bien, sabemos que los afectos han sido por lo general separados de las ideas reprimicas y ligados a las resistencias y conilictos transferenciales agudos. Si ahora reducimos Ia yesistencia a ti sitwacidn. infantil existente antes de haberse desarrollado plenamente, y lo bacemos tan pronto como existe s6lo un rastro de su origen infantil, no habremos utilizado a fondo sus energias afectivass s6lo_habremos jxprotado el contenido de la resistencia, sin haber movilizado am: bien ef correspondiente afecto. Vale decit, las consideraciones dinimicas http://psikolibro.blogspot.com anguisis pet canseren 9 hacen necesitio no cortar la resistencia en capullo sino, por el contrario, fomentar su pleno desirrollo en la situacién transferencial. En el caso de lay incrustacioney caracterologicas exénicas no existe otra posibilidad. La regla de Freud segin Ja cual hay que evar al paciente deste el J recordar, desde el momento presente a il, debe complementarse con una regla nueva: primero hay que waer a una nueva vida lo que ha Hegado x ser cronicamemte rigido en Ia situacién ncial actu, tal Como las inflamaciones cr6nicas se tratan trans Jormindolas primero en procesos aigudos. Con las resistencias caracte- roldgicas esto ¢s siempre necesario. En las etapas posteriores del anilisis, cuando uno esti seguro de lx coopericién del paciente, resulta menos necesirio. Uno adquiere Ia impresién de que en numerosos analistas, la reduccién immediata de sitticiones wanslerenciales aun completa mente prematuras, se debe al temor a las {uertes y tormentosas resisten cias transferenciales; esto coneuerda con el hecho de que a pesar de un mejor conocimiento teérico— a menudo se considera hoy las resis: tencias como algo muy poco agradable y altamente perturbador, De aqui I tendencia a dejarlas de lado en lugar de conducirlas 2 su pleno des: arrollo y Iucgo Watarlas. No debemos olvidar que la neurosis misma esti contenida en fas resistencias, y que con la disotucin de cada una de elias disolvemés un fragmento de ta neurosis. Existe otro motivo por el cual es necesario permitir el pleno des: arrollo de In resistencia. Debido a su complicada estructura, uno capt todas sus determinamtes y significados slo en forma gradual; cuanto wcidn de resistencia, tanto m de la resist \ctual © histérica~ impone en primer uy dad de hacer plenamente consciente las formas de defen 1 s6lo despuds que su signilicado actual resulta claro, deben texprctnse su le. Esty yale cin especial eu caus que ya han producido el material infantil necesario para una comprension de Ia resistencia que sigue. Kn los denis casos, mis numerosos, debe provocurse el pleno desarrollo de Ix resistencia, y el tinico motivo es que de no ser asi, no se obtiene suliciente material infantil La técnica de las resistencias tiene pues dos aspectos: primero, captar la resistencia a base de ln situaciin actual, a avis de la interpretacién de su significado presente; segundo, la disoluciin de la resistencia vinew Jando ef material infantil que le sigue con el actual, En esta forma, se puede evitar ficilmente In huida hacia el presente, asi como también hacia lo infantil, pues en el trabajo de interpretaciin se presta igual atencién a ambos niveles. Asi, de un impedimento para el anilisis. la resistencia se convierte en su recurso mis poderoso. 8) Elandlisis del cardcter en ef caso de amplia afluencia de material, En los casos en que el caricter obstaculiza desde un comienzo el proceso de recordar, no puede caber duda alguna acerca de Io indicado del aniilisis del caricter como tinica manera legitima de introduecién http://psikolibro.blogspot.com 80 WILHELM REICH al anilisis. zMas qué sucede con los casos cuyo carécter admite desde el primer momento Ia produccién de amplio material mnémico?

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