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DR. ALEKHINE GRAN TORNEO INTERNACIONAL DE AJEDREZ MADRID, OCTUBRE DE 1943 EDIGION PUBLICADA CON LA COLABORACION DE LA FEDERACION ESPANOLA DE AJEDREZ AFRODISIO AGUADO, S. A. BARQUILLO, 4 - MADRID 1944 Q 2214 VP ESS fo Afrodisio Aguado, S$, A. -- Madrid. —3036-1244 UNAS PALABRAS DE LA F. E. D. A. La Federacién Espatiola de Ajedrez se complace en ofre- cer a Ja aficién espafiola la publicacién de este libro. La palabra y el comentario del campedén del mundo respecto al Torneo Internacional celebrado en Madrid en octubre de 1943 constituyen el mejor epilogo de aquel memorable certamen, y en la ocasidn presente la autoridad del doctor Alekhine sobrepasa su funcién diddctica para abarcar un aspecto especialmente interesante en el momento actual del ajedrez espafiol. Con visible interés y curiosidad era esperado en nues- tros medios ajedrecisticos un concurso que enfrentase a los nuevos valores del tablero hispano con los grandes maes- tros europeos. Entonces podria calibrarse experimental- mente cuanto en orden a un posible progreso era licito es- timar el nivel general de juego de nuestros ajedrecistas, En corto espacio de tiempo los torneos y campeonatos oficiales habfan elevado a puestos relevantes nuevos jugadores, acu- sando, al mismo tiempo, mayor valoracién en el estilo y en los conocimientos de otros ajedrecistas ya conocidos. Unos y otros, unidos en este nuevo plano del ajedrez espaiiol, justificaban con sobrado motivo la esperanza de que la si- tuacién de nuestro ajedrez seria, con respecto al tablero in- ternacional, algo superior a la que hasta entonces habia sido considerada. Mas para comprobar y hacer patente tan 5 grata nueva se hacia necesario que un conjunto de nues- tras primeras figuras fuese pulsado por aquellos grandes maestros. Y aqui esta explicado el interés y la curiosidad que supo despertar en los numerosisimos Centres de aje- drez de Espafia el anuncio del gran torneo. No fué posible, pese a las inteligentes iniciativas de don Manuel Fernan- dez Balbuena y de don Francisco Ojeda Cobos —a cuyas personales gestiones se debe en gran parte el florecimiento y estimacién que hoy se aprecia en nuestra Patria por el deporte mental—, que el certamen convocado y celebrado en Ios salones del Circulo de Bellas Artes reuniese a todos los grandes maestros a quienes se invitd, y ello debido a las anormales circunstancias europeas, faciles de comprender por todos. Sin embargo, la presencia de Keres y también de Brinckmann y Samisch resulté suficiente para que la valia del conjunto hispano fuese apreciada, aquilatada y definida en su rea] extensién. Prueba de ella la constituyen las palabras de elogio y el juicio pronosticador para Espa- fia de gran porvenir mundial en ajedrez, pronunciadas y emitido por los maestros extranjeros visitantes; la acogida de que fué objeto el Torneo en Ia prensa y revistas especi- ficas de todo el mundo y la resonancia que en todos los circulos ajedrecisticos ha alcanzado este certamen. Pero la mejor prueba permanece en las partidas juga- das, y ellas, por si mismas, son mas elocuentes que toda otra consideracién, Los jugadores espafioles se examinaron en un buen tribunal: ante Keres y otros grandes maestros. Y la calificacién que ese examen merece nos Ja va a decir en este libro el juez supremo del tablero: el campeén del mundo. Una a una, el doctor Alekhine expone la totalidad de las partidas jugadas, sometiéndolas al peso de su critica. Inutil fuera destacar aqui la importnacia que para nosotros tiene esta labor, ni tampoco hablar del gran maestro, sufi- cientemente conocido y admirado incluso por las personas 6 mds apartadas del ajedrez. Nos resta tan sdélo congratular- nos nuevamente del suceso que significa para la aficién de habla espafiola la aparicién de este volumen, representa- tivo del primer trabajo que el genial Alekhine dedica a las cosas de Espafia. La Federacién Espariola de Ajedrez. Madrid, marzo 1944. PROLOGO Cualquier conato de justificacién o de disculpa por escribir estas lineas al frente de un libro de ajedrez, podria interpre- tatse sin violencia en el sentido de que yo pensaba en la exis- tencia de alguien para quien tal atrevimiento o incongruencia no fueran notorias. Lo es mi falta de autoridad, y asimismo el desconocimiento de mi nombre en los medios ajedrecisticos a los que, principalmente, se dirige este libro; pero era tan ten- tador unir mi nombre en la portada de un libro al del gran ajedrecista que le escribe, y ha sido tal la benevolencia de ami- gos que deseaban que asi fuese, que he cedido a la tentacién de aceptar la empresa, superior al mismo tiempo, a mis mereci- mientos y a mi competencia. Siempre es el aficionado el que busca la sombra y la auto- ridad del maestro para lanzarse a la publicidad. Aqui se invier- ten los términos y es el aficionado, y aficionado menos que me- diano, el que al arrimo del mayor maestro que ha conocido el pueblo del Ajedrez, proclama, porque otra cosa no puede ha- cer, su resuelta pasion por el noble juego y su admiracién ha- cia Alejandro Alekhine, que en sus partidas sabe infundir un aliento espiritual que participa tanto de la técnica como de la 9 estética, y hace que a ellas podamos aproximarnos con prove- cho hombres que profesamos estudios, si distantes a lo que el ejedrez tiene de sabiduria, mas que tangentes a lo que tiene de belleza. Porque la estética de! ajedrez no reside tan sélo en la armo- nia que se deduce de la légica constructiva de una partida, se- ereto bien sabido de todas las arquitecturas. El resorte artistico del ajedrez esté en la pasién contenida que lena el transcurrir de la partida, como el de toda lucha, Y que constantemente amenaza desbordarse, y de hecho se desborda, en el jugador incontinente 0 precipitado. Pasién contenida es el buen juego ajedrecistico, y tal formula es la de todo clasicismo, el canon inexorable de las mejores creaciones del espiritu humano. Es instructivo observar que el ajedrez, cifiéndonos a su evo- lucién de Jos ultimos cien afios, cubre las mismas etapas y si- gue unas alternativas parejas a las de las demas artes, y ello és Iégico, ya que las artes que tienen una intencién de belleza son el exponente mas fino y fiel de la evolucién del espiritu y de la sensibilidad. Un conocimiento suficiente, aunque como en mi sea poco profundo, de esta historia, nos muestran los viejos maestros del siglo xvii practicando un juego légico, neoclasi- co, que hoy tiene el encanto de todo lo arcaico Y que encontra- tia bien su parangon en el arte musical de un Haydin o un Scarlatti, La evolucién del romanticismo en el ajedrez es cro- nolégicamente mas tardia que en las demas artes, pero no me- nos clara y significativa. Un Andersen, un Morphy, por ejem- plo, practican un juego combinativo, violento y hasta inconti- nente en muchos casos, que podemos calificar de genial, pero 10 inservible como ejemplo. Tal es el destino de todos los artistas romanticos, votados a la admiracién pero no a la imitacién de los venideros. Su genialidad no puede ser escuela, sino chis- pazo individual, personalidad incomunicable, y por ello al des- aparecer estos nombres sefieros quedan los de jugadores séli- dos, posicionalistas, que han de Mevar al ajedrez, como la ge- neracién naturalista Ievé a la literatura, a un término técnico y arido, de estudio, m4s intelectual que cordial. La venerable técnica de la que los grandes roménticos del ajedrez arranca- ron, parece entonces diminuta. De un Filidor a un Lasker hay la misma distancia que de un Boileau a un Zola. Los princi- pios del buen gusto, de la agudeza ajedrecistica, estaban ya en los viejos andlisis y tratados, y acabard abriéndose paso entre el amazacotado saber de tales maestros, pero el area del cono- cimiento técnico se ha ensanchado desmesuradamente y las nue- vas generaciones parten de un saber m&s amplio y més sélido. En este trance de la evolucién del juego del ajedrez, apa- rece Alekhine que a los veintidés afios se clasifica en los tor- neos de San Petersburgo y Manhein delante de todos los maes- tros que a ellos concurren, excepcién de Lasker y Capablanca. Es e] momento en que el gran maestro aleman va a ceder su titulo a la juvenil genialidad del gran jugador cubano. El vir- tuosismo técnico de Capablanca triunfa de la manera sélida y lenta de Lasker, y en tanto empufia Capablanca el cetro mun dial del ajedrez, contintia Alekhine la serie de sus triunfos. En Troberg, en Budapest, en La Haya, hacia 1921, logra victorias tan resonantes.e ininterrumpidas que merece la consideracién indiseutida de campeén de Europa. El gran torneo de Baden- 11 Baden, la mas importante competicién jugada en Europa desde la terminacién de la anterior gran guerra, transeurre sin que Alekhine sea batido en una sola partida. En 1927 conquista el titulo de campeén mundial, que atin conserva, sin mas eclipse que el breve en que tal titulo pasé a manos de Euwe. Ciertamente todos estos sucesos son demasiado conocidos para que yo tenga que incidir en su relato, tantas veces y mas autorizadamente hecho. Sobre lo que si quisiera detenerme es sobre las caracterfsticas de su juego, tal como a un profano se presenta a través de sus ’partidas, ya que seria pueril hacerlo por experiencia directa de las exhibiciones de simulténeas, pues ni la ocasién ni el enemigo daban pie para la comprobacién de teda su genialidad y de toda su fuerza. Pero aun en éstas su aspecto macizo y seguro, ese su mover las piezas atornillandolas en su casilla, como designandolas su sitio definitivo e incon- testable en el tablero, la ausencia total de cualquier vacilacién, su aire de capitan seguro de la victoria, componen la traza del enemigo invulnerable que intimida con su presencia aun antes de experimentarse su fuerza, como los viejos germanos que nos describe Tacito, que se presentaban al combate atemorizando con su aspecto antes de rendir con sus armas. El punto de partida del juego de Alekhine queda indicado y ha de sobreentenderse que es el mayor progreso técnico logra- do por los sélidos ajedrecistas, que he equiparado a los artistas literarios del tiempo del naturalismo. El saber, la técnica, el analisis (que andlisis se llamaba también el procedimiento lite- rario naturalista) predominaban sobre Ja imaginacién. La arbi- tariedad o la aventura estaban tan gravemente penadas que 12 morian en flor. Los gambitos, analizados hasta sus ultimas con- secuencias, habian dejado de proporcionar ventajas y tan s6lo podia obtener el que les ofrecia Ila mera pérdida de lo que ofrecia como ventaja propia o la mala posicién resultante del rehusamiento. Se sabia al céntimo lo que una posicion deter- minada podia dar de sf. Frente a dos lineas de juego tentadoras no cabia dudar en la preferencia por la mas cauta. De este criterio y de estas practicas arranca el juego de Alekhine; pero yo no me persuado de que en su juventud, cuando triun- faba en Manhein o en San Petersburgo, poseyera esta técnica con la perfeccién bastante para sélo en virtud de ella triunfar de los maestros que tan bien sabida la tenian. Pienso que frente al juego solidisimo de ellos una chispa de genialidad, una inter- vencién inesperada de su sutileza ajedrecistica, debia decidir las partidas. Es indudable que su sabiduria del juego habia de ser definitiva en torneos sucesivos, cuando jugaba unos tras otros sin conocer la derrota. De este jugador maduro conoce- mos las partidas que alcanzan Ja cima de perfeccién técnica que explica triunfos tan singulares. Pero la técnica aprendida no era sino la base de avances futuros. No solamente Alekhine sabia cuanto podia saberse en su tiempo, sino que el juego iba a deberle en seguida adelantamientos, acendramientos mas bien, de aperturas y posiciones lucidisimamente analizadas por él que habian de Ilevarle a descubrimientos como el de la defensa que lleva su nombre, por él propugnada y analizada, y adoptada al fin por los grandes maestros, incluso en campeonatos mun- diales, como en las memorables partidas Maroczy-Lasker, 0 Yates-Capablanca, y que ha suscitado una verdadera erupcién 13 de comentarios y analisis que forman ya una considerable bibliografia. Pero el verdadero encanto de las partidas de Alekhine esca- pa a las pinzas del andlisis y a los escalpelos de la anatomia. Los comentarios a una de sus partidas geniales, aun hechos por ajedrecistas insignes, por él mismo acaso, no dan idea sino de un asyecto externo, sin duda meritisimo, pero no esencial, de su arte de ajedrecista. En las partidas de Alekhine a través de movimientos al parecer previsibles, de aperturas aparentemente académicas, acecha siempre el misterio. Algo inaprensible para la critica y el comentario y que sdlo puede expresarse en una impresién de conjunto de la partida y con palabras probable mente alejadas de los tecnicismos usuales al tratar del ajedrez. En ese misterio agazapado tras un movimiento que se juzgaria timido o vulgar, reside la sugestién del arte de Alekhine. Las consecuencias de tal movimiento surgen mucho después, inespe- radamente, y entonces se palpa que tal jugada que pudo pasar inadvertida, era pieza fundamental de una combinacién sdlo por él presentida. Porque la arquitectura de sus partidas esta concebida en un solo vuelo de su imaginacién genial de ajedre- cista, como si las jugadas sucesivas se le aparecieran en un solo presente, con simultaneidad evidente; como si vencedor del tiempo hubiera suprimido su sucesién y la jugada cuarenta y dos de una partida estuviera implicita, y para él patente, en el movimiento inadvertido nimero siete. Para él es claridad lo que para nosotros misterio, y ello da a su juego una naturali- dad y una légica que, al amenazar con una partida rutinaria va a desembocar en los lances menos previsibles y mas bellos. 14 Tal el espectéculo singular de este gran artista: alojar el misterio en la mas licida légica. ¢Y no es este el caso de las obras mas geniales del espiritu creador de los hombres? Pero Alekhine sabe no sélo jugar, sino ver cémo juegan los demas, y producto de esta actitud es el presente libro en el que da una sobria impresién de conjunto de las partidas jugadas en el torneo internacional de Madrid de 1943. Impre- siones y no anélisis demorado. Pero en estas impresiones, jqué cimulo de observaciones, de sugestiones valiosas, de rasgos felices, de despejado acierto para expresarlas! No ya los maestros extrafos que participaron en el torneo, un Keres o un Brickmann a quienes tan bien conoce, los espa- oles aparecen retratados a veces con una sola pincelada llena de sagacidad e intencién. Asi Sanz, nuestro actual campeén, ex- plotando la ventaja de un pedén en su partida con Pérez, de- muestra en tal realizacién «una gran tenacidad y una aprecia- ble habilidad técnica», caracteristicas indudables de su estilo. O bien Pérez, jugador psicolégico, que «no habiendo obtenido ventaja en el planteo (en su partida con De Agustin), pierde todavia tiempo para inducir a su adversario a colocar un alfil en 6D», O De Agustin mismo, que «persigue siempre y a toda costa tomar la iniciativa». O Medina, «cuya calidad de actua- cién en este torneo puede calificarse de muy buena», sobrio elogio que sabra estimar el que conozca lo parco de ellos que es el campeén mundial. O, en fin, el nifio Pomar, de quien da 15 : | este juicio, creo que a estas alturas de su desarrollo ajedre- cistico, definitivo: su partida con Sanz «demuestra un hecho del todo natural a su edad, que todavia lo que més le cuesta es concebir un plan. El ve jugadas, amenazas del enemigo, posibili- dades de cambios y desventajas —lo que para un jugador que es casi un nifio es ya mucho--. La idea del plan le llegara seguramente, y bien pronto, con la experiencia». Tiene, pues, este libro el interés y el valor de un panorama de nuestro campo ajedrecistico visto y reproducido por Ja mas alta autoridad. Ni faltan en él los rasgos de humor o de inge- nio, ni un juicio sintético, a mi ver exacto y no deshonroso para la psicologia de los espafioles, y no sdlo de los que juegan al ajedrez. «Aqui en Espafia —observa— se juegan los medios de partida bastante mejor que los finales.» Bienvenido sea este presente de Alejandro Alekhine al aje- drez espafiol, que para mayor satisfaccién de todos viene en las manos de Manuel Golmayo, su traductor, maestro venera- ble del ajedrez hispénico, a quien tanto debe su desarrollo, y que tras ostentar merecidisimamente tantos afios su titulo de campeén y haber medido sus armas con los mas insignes maes- tros, sin excluir al propio Alekhine, y merecer el respeto una nime de todos los aficionados espafioles, aun aparece por nues- tras pefias dispuesto a intervenir alegremente en toda partida, y a dar una leccién de buen estilo ajedrecistico burla-burlando, jovialmente, con humor de camarada y no con cefio o severidad de maestro. José M- pe Cossfo Madrid, febrero de 1944, 16 EL GRAN TORNEO INTERNACIONAL CONFIRMACION DE LA MADUREZ AJEDRECISTICA DE ESPANA EI Gran Torneo Internacional de Ajedrez, organizado por la Federacién con motivo del Primer Congreso Na- cional de Educacién Fisica, ha venido a significar el fruto éptimo de las extraordinarias conquistas alcanzadas por nuestro deporte en los ultimos afios, El suceso ha ofrecido resonancia nacional e internacional en diferentes aspectos. Desde el punto de vista técnico—profesional podria de- cirse—, la trascendencia del hecho era bien percibida por todos los ajedrecistas espafioles. Desde hacia largos afios —1911, San Sebastian; 1934, Sitges—, Espafia no habia llamado a las mundiales figuras del gran ajedrez. Desgra- ciadamente, la falta de asistencia de varios de los maestros convocados resté sensible importancia al certamen. Sin embargo, el hecho de figurar Keres en la prueba ofrecia a todos la garantia de la mejor emocién ajedrecistica y a Espafia la seguridad de 1a resonancia exterior del gtan torneo, Brinckmann y Sdmisch, por otra parte, consti- tuian un complemento de gran estima, que despertaba en los jugadores espafioles la idea de que un grupo de nota- bles maestros extranjeros venfan a Espaiia a comprobar a 17 el progreso que necesariamente habia de haber expeti-f mentado nuestro ajedrez como consecuencia de la crecien- te aficién despertada por el deporte intelectual en todos los sectores cultos del pais. EXTENSION Y FAMA DEL AJEDREZ Pero este gran concurso nos brindé otra consecuencia curiosa y de auténtico valor. Hizo llegar la palabra «aje- drez» y cl vocabulario de nuestro deporte a numerosos sec- tores ajenos al mismo y a los mds apartados rincones, donde el ajedrez no sdlo no era practicado, sino que in- cluso se desconocfa, Los nombres de los maestros extran- jeros, unidos a los de nuestros jugadores, bailaron en el oido de millares de personas como figuras det dia, de im-| portancia reconocida y de ambiente y significacién popu- lares. El valor propagandistico del gran certamen cred, de esta forma, una atmésfera de prestigio para el ajedrez en todas partes, acentuando y consagrando lo que constituia ya, por las notables campafias emprendidas, un espectacu- lo de bien definido valor estético, capaz de atraer y agitar considerables masas de espafioles. ALGUNOS GRANDES MAESTROS NO PARTICI- PARON, Y, SIN EMBARGO... Debido a las dificultades actuales, varios maestros con- vocados al concurso no pudieron ofrecer a los espaiioles, con su presencia, la alta calidad de sus producciones. Lo mas sensible que la inasistencia de tales maestros ha teni- do para la significacién y trascendencia del torneo ha sido la imposibilidad de enfrentar de nuevo ante el tablero a Alekhine y Keres, los dos mds grandes rivales de nuestro 18 tiempo, sin duda alguna. Ambos se hallan en pleno auge de sus facultades; Alekhine, en la madurez de sus cono- cimientos, con un caudal de experiencia considerable y manteniendo vivo su sentido creador y la fuerza irresisti- ble que impulsa a sus concepciones en la moderna escuela de los trebejos; Keres, cada dia mds sdlido y vario en su estilo, reservando cada vez mas prolongadamente aquel espiritu agresivo que informé sus primeras producciones, para mostrar en cada partida el progreso completo de su formacién de gran maestro, dominando conjuntamente to- das Jas fases del combate, ya sea considerdndolas desde el punto de vista tedrico, ya del intuitivo y practico. No fué posible, repetimos, este sensacional encuentro por el retraso en la Ilegada del campeén del mundo, si bien pudimos gozar de la presencia del gran Alejandro —como se le conoce en los medios del ajedrez—e incluso de su actuacién en los tableros ante nuestros titulares y acionados. Alekhine nos mostré que atin conserva sus pe- culiares facultades en las partidas simultdneas y en las de consulta y contra reloj. El coeficiente obtenido es el mejor testimonio de ello. ESPECTACULARIDAD DEL TORNEO La espectacularidad que ha distinguido tan gran cer- tamen no creemos que tenga precedentes en la historia del Ajedrez espafiol. El publico asistié a las rondas en un vo- lumen insospechado. Los cuatro grandes tableros mura- les y el gran salén que tan galantemente cediera e} Circu- lo de Bellas Artes, eran realmente insuficientes para cum- plir las exigencias de tan crecido ntimero de aficionados. Entre los miles de asistentes que animaron ta Sala ca- bria establecer categorias en orden al motivo que les im- pulsaba y despertaba su afdn espectacular. Un buen tanto 19 por ciento—quiz4 el mayor—acudia atraido por las notas * singulares del concurso : la presencia de los grandes maes- tros visitantes y, sobre todo, la del nifio espafiol Arturito Pomar, cuyo nombre quizd no exista un solo rincén de Espafia donde no haya sido pronunciado. En este tanto por ciento puede admitirse un conocimiento muy superfi- cial del juego y una prdctica deportiva esporddica y débil, pero precisamente el hecho de haber atraido al campo del ajedrez a esta masa de «indiferentes» constituye la me~ jor victoria que podia alcanzarse. Ello, al mismo tiempo, es sintoma de que en nuestro pais un nuevo ideal deporti- vo arraiga en muy considerable sector, acusando con ello una sensibilidad colectiva que eleva culturalmente a nues- tra Patria. EL VALOR INSTRUCTIVO DE LA GRAN PRUEBA “"Una minoria muy crecida—mdas numerosa, sin duda, que en ninguna otra ocasié6n—acudié también a «sabo- rear en su salsa» la produccién del gran ajedrez. Las partidas de Keres, Brinckmann y Sa&misch informan los mejores tratados diddcticos, y frecucntemente a todos ha servido el ejemplo y ensefianza. ;Cémo no habia de ser interesante analizar el pensamiento que daba forma a estas producciones geniales, siguiendo sus alternativas en el momento mismo en que tenian lugar! Los cuadros murales permitian seguir, paso a paso, el desarrollo de los combates mds interesantes de la ronda, y los mo- mentos de emocién e interés se sucedian frecuentemente, y frecuentemente también daban lugar a manifestaciones de entusiasmo, desusadas y desconocidas hasta ahora en esta clase de espectaculos. 20 LOS FRUTOS DEL TORNEO Grato y perdurable recuerdo nos deja este gran cer- tamen, cuyo brillante éxito en lo que a proyecto y orga- nizacién respecta, corresponde a D. Manuel Fernandez Balbuena, verdadero propulsor del ajedrez nacional, y a sus compafieros directivos, Pero el éxito memorable y trascendente reside, de manera esencial, en Jos frutos que de tam importante prueba ha obtenido el ajedrez espafiol. Considerado el ntimero de ajedrecistas espafictes como equipo ante el cuadro de jugadores visitantes (los extran- jeros residentes en Espafia encuadrados en nuestros «clubs» cuentan como espafioles a estos efectos) el coefi- ciente obtenido es realmente prometedor. Nueve victorias y siete tablas fueron obtenidas contra los maestros euro- peos, alguna de cuyas partidas resulté de factura ma- gistral. Hay que destacar singularmente el éxito magni- fico de Antonio Medina, el espafiol mejor calificado frente a Simisch, Brinckmann y Keres. Pero separada- mente nos ocuparemos de cada uno de los participantes en el trascendental torneo de Madrid, octubre de 1943. 21 LOS ¢ SOB Mu formida do era espfritu pacidad mos por duccion en el C en esta demostr bujaba Na espe to, pue! cuanto de su ejecuto! sumo, dente. Qui guna Ca pues P; jor tact Esta di tencia drez, q Pablo | do, el de la variedad. En el campo de batalla adopta siem- pre la postura indicada de acuerdo con las circunstancias y la «admésfera» del combate. El preciso dominio de la lucha complicada y de la situacién expuesta y dificil de las armas—cualidad que primeramente pregoné la gran calidad de su juego—lo subordina siempre el joven esto- nieno a las necesidades del momento, estimando concre- ta y sencillamente el estado de la partida y absteniéndose de toda consideracién psicolégica o intuitiva, Usa de aquella dificil sencillez que sdlo es patrimonio de los ce- rebros superiores y los espiritus elegantes. Keres 0 la variedad, lo inesperado. Asi es su estilo. LAS CATORCE PARTIDAS DEL INVENCIBLE ESTONIANO Solamente Medina logré conmover su seguro anda- miaje ajedrecistico, y aquello sirvid para hacerle pensar que la lucha se presentaba con més peligros de lo pre- visto. Fué un aviso poco util, sin duda, para los rivales de Keres, pues el simpar estoniano tomé bien sus medi- das. Diversas tacticas fueron ensayadas por sus enemi- gos, animados todos por el acicate que una victoria o un empate con Keres significaba. Unos usaban de la partida cerrada, tratando de impedir la victoria del estoniano; otros se lanzaban a la aventura en audaces combates, por ver si la fortuna favorecfa su arrojo. Pero Keres tuvo siempre a mano la receta indicada para cada caso y la usaba sencilla y friamente. Ofrecia la sensacién de una impenetrable barrera de granito ante fa que se estrella- ban débilmente, sin ruido alguno, esfuerzos enanos. Ven- cid con todos los sistemas y nunca tuvo—salvo su en- cuentro con Medina— una partida desfavorable. El asom- broso dominio sobre sus rivales se fundamenta en una virtud que a nuestros ojos creemos se muestra clara y 24 terminante. Keres domina porque sabe dominarse. Su aspecto exterior nos habla elocuentemente de ello. Keres es el jugador completo por excelencia, y la corona mun- dial de ajedrez, para la que generalmente se sefiala al joven estoniano, no resulta, en tuestro concepto, un pre- mio excesivo a sus conocimientos, a su ejecutoria ni a sus virtudes. BRINCKMANN, UN MAESTRO JOVIAL Y SIMPATICO Brinckmann nacié en el afio 1890. Es un hombre de cardcter abierto, de gran jovia- lidad y extremadamente socia- ble. Sabe despertar simpatia a las primeras palabras, y si con ellas no lo consigue—ape- nas habla el castellano—, su actitud expresiva es suficiente para «romper el hielo» y obte- ner el afecto de todos. Hace muchos afios que hizo figurar su nombre entre los grandes campeones. euro- peos, y en numerosos certame- nes ha conseguido para su pais los mejores premios. De sdlida cultura, no limité su actuacién a la simple practica de los trebejos, sino que expuso en la Prensa--Brinck- marin es notable periodista—los valores del deporte cere- bral y contribuyé al mismo tiempo, de manera brillante, al enriquecimiento de las teorfas ajedrecisticas. Hoy es considerado como uno de los primeros analistas del ta- blero y profundo conocedor de la fase final de la partida. En este torneo ha obtenido una buena calificacién, 25 sufriendo sélo dos derrotas: una a cargo de Keres, y otra frente al andaluz Gémez. Pudo conseguir mejor pun- tuacién posiblemente, aungue de todas formas, y tenien- do en cuenta que algunas victorias las consiguidé tras re- fiidos e igualados combates, su calificacién no resulta injusta, A través de su actuacién podemos comprobar con cudntas razones se le estima como gran finalista, en cuya especialidad reside el secreto de algunos de sus sorpren- dentes triunfos en esta prueba. Brickmann, gran deportista y gran caballero, supo hacer elogios elocuentes y dignisimos de quienes man- tuvicron firmes sus reyes ante él, y de manera especial del nifio Pomar, en quien cree ver un futuro campedén del mundo. SAMISCH, DESCONCERTANTE Y DESCONCER- TADO Espiritu inquieto por exce- lencia, verdadero torbellino de ideas y de proyectos, por ex- trafia e incomprensible para- doja se abstrae largamente en la ejecucién de las jugadas cuando éstas son mas simples y sencillas. Su asombroso do- minio de la partida a fa cie- ga—de cuya fama es testigo el mundo del ajedrez—, le fa- cilitan la Jabor en los encuen- tros complicados y situacién de problema. Samisch es hom- bre nervioso y um tanto anor- mal, lleno de actitudes extrafias y extravagantes, Pero esto no es obst4culo para que en su relacién con todos 26 se haya mostrado siempre afectuoso y expansivo, elu- diendo en alguna ocasién el discutir fallos y decisiones que perjudicaban—justamente, desde luego—su puntua- cién ern el certamen, Samisch perdié numerosas partidas por excederse en el tiempo de reflexion. En casi todas ellas la situacién de sus piezas era de derrota bien clara y terminante. En nuestro criterio, Sdmisch ha jugado en este torneo en de- ficientes condiciones fisicas 0 bajo el efecto de afgtin tras- torno interior de tipo afectivo. No de otra forma puede explicarse cediendo media hora de reloj en la segunda ju- gada de apertura. Su derrota ante Medina—demasiado dura—quizd restase aliento a su moral. De todas formas, algo hemos visto en stis escasas buenas partidas, como, por ejemplo, las disputadas a Nicolas y a Kocher. LOS ESPANOLES EN LA GRAN PRUEBA Lo mas halagiiefio que en nuestro concepto ofrece el momento actual del ajedrez espafiol, es el nutrido con- junto de jugadores de primera fuerza que pueden aspi- rar, con reales y equilibrados méritos, a obtener el lugar preferente. Los espafioles que han tomado parte en este certamen han cumplido ampliamente su deber. Pero esta gran ac~ tuacién no nos hace olvidar, sin embargo, la ausencia de varios nombres de nuestro elenco deportivo, motivada por diversas causas, sensibles y evitables para ser mas dolorosas. Vamos a examinar ligeramente la labor desarrollada en esta prueba por el conjunto espafiol, exponiendo se- paradamente la actuacién de cada uno de nuestros ju- gadores, 27 FUENTES SEGUNDO VENCEDOR DEL TORNEO JUAN M. Numcrosos prondésticos fue- ron hechos al comenzar el tor- neo, y casi todos coincidian en asignar a algtin espafiol la proeza de superar a alguno de los grandes maestros extran- jeros. Cuando se barajaron nombres en esos prondsticos, ninguno sefialé el de Juan Manuel Fuentes, el gran juga- dor del Real Madrid C. de F. Y no era porque se ignorase la categoria de sus conoci- cional de su estilo, sino por- que Fuentes hab{a acusado, en precedentes jornadas, una baja forma muy sefialada: al perder su titulo de subcam- peén nacional, primero, y al quedar considerablemente postergado en el importante tornco de Almeria, después. Empez6 su actuacién con cierta inseguridad, y en al- guna partida la suerte acompafidé a su clase de gran juga: dor. A medida que transcurrieron las rondas fué afirman- do su estilo y fortaleciendo su moral, culminando su «sprint» al quedar vencedor en la totalidad de la primera vuelta. Llega a la segunda imbatido hasta su partida con- tra Keres, en la que hizo menos de Jo esperado por un error de concepto en Ia apertura, Pero sus restantes parti- das confirmaron Ja razén de los puntos ganados, destacan- do, entre ellas, su victoria sobre De Agustin, conseguida en correctisima lucha. En Ja jornada final—ya seguro en segundo puesto por la derrota de Brinckmann ante G6- 28 mientos y la sutileza excep- | mez—hace tablas con el campeén alemdn, coronando asi la mejor y mas regular actuacién de su carrera ajedrecis- tica y logrande para Espaiia uno de los triunfos mejores ante maestros extranjeros. Calificado ante el gran maestro Brinckmann con dos puntos de ventaja, e inmediatamente después del coloso estoniano, con punto y medio de dife- rencia, el gran jugador de la regién Centro personificd esa madurez en conocimientos tedricos, en profundidad y en intuiciédn que se dibujan desde hace tiempo entre nues- tros ajedrecistas y que reclaman para Espafia el lugar des- tacado que merece en el concierto mundial del gran ajedrez. EL FENOMENO ESPANOL CONSIGUE CINCO Y MEDIO PUNTOS En el nitio fabuloso que ha divulgado el apellido Po- mar en los mds alejacdos lugares del planeta, asocidndolo con el nombre de Espafia, hay que considerar dos motivos de estudio y reflexidn : uno, el que da lugar—por lo insdé- lito de su caso precoz—a la mayor contribucién proseli- tista que ha obtenido el ajedrez, y otro, el de la presencia real de un jugador de primera fuerza, con conocimientos completos y maduros de las distintas fases del tablero. En el primer aspecto nos muestra la fuente de emociones y de espectacularidad de que es capaz el ajedrez, y en el segun- do, la posibilidad de que el juego de reyes constituya un elemento de educacién y de orientacién escolar, de mucho mas alcance que ei supuesto. El aliciente que lleva implicita la primera consideracién justificaba por -demds su inclusidn en el torneo. Y el re- sultado obtenido por el pequefio demostrd que, estimado el caso haciendo abstraccién de su precocidad, merecia igualmente—por sus méritos, lisa y llanamente—compe- tir, en unidén de los mejores espafioles, con Keres, Brinck- mann y Sdmisch. 29 ARTURITO POMAR LA MAXIMA ATRACCION DEL CONCURSO Arturito animé la atmésfe- ra de la gran prueba con una corriente de pasidn totalmente desconocida en ajedrez. Sus jugadas se esperaban con la emocién y el temor de lo que en su éxito o en su fracaso afecta fuertemente a la sensi- bilidad del propio espectador. Una formidable masa de entu- Siastas permanecia, durante toda la jornada, suspensa ante las decisiones del mintisculo ajredecista frente a sus rivales. Y cuando la victoria coronaba su esfuerzo, la multitud acogia el triunfo con el estrépito | y la insistencia de un espectaculo sensacional. Buena prueba de ello fué el paseo en hombros de que fué objeto al vencer a Ingelmo, uno de los mas prestigiosos valores nacionales. Semejante suceso cuenta en el haber del aje- drez como una nota insdlita y sin precedentes. Pero donde sorprende mas Arturito no es viéndole ju- gar: es estudiando y analizando, en su ausencia, la par- tida que jugé. Es decir, apartandose del poder sugestivo que irradia su pequefia figura. Analizando su_partida contra Brinckmann, puede apreciarse la energia serena y exacta con que anula Jos proyectos del gran maestro ale- man. Adivinamos a Brinckmann sorprendido y confuso ante la claridad sorprendente de la concepcién del juego del nifio. Fué una partida de grandes maestros, ni mds ni menos que si frente a Brinckmann se hubiese sentado uno de los mejores campeones europeos, 30 Se anoté Arturito, aparte de este gran éxito, tres vic- torias consecutivas en las rondas 12, 13 y 14, consiguien- do, ademas, partidas nulas contra Alonso, Navarro, Ko- cher y Gémez. Dejé atrds jugadores como Simisch (;quién lo hubiera supuesto !), Kocher, Navarro y Nico- las. Pudo sumar més puntos, pues varias partidas llegé a tener favorables—la de Fuentes, en especial—, y debid no perder mds de una. En general, se mostré, sin embar- go, en este concurso mds seguro que en pruebas anterio- res, y este avance en su calidad de juego y capacidad de cAlculo marean la posibilidad de que algtin dia sea un he- cho el prondstico de varios campeones de que conquiste para Espafia Arturito Pomar el mds preciado galardén ajedrecistico del mundo. 31 T MEDINA . ALONSO Las tablas arrancadas a El campeén gallego mejo- Keres en la primera ronda por Ta sus puntuaciones en cada el joven jugador catalan tu- prueba en que interviene. Esto vieron la virtud de animar la es una sefial suficientemente potencia de los jugadores es- | Significativa para que paremos pafioles, valorando fuertemen- en él la atencién. _ te su moral combativa al en- Considerado _ superficial- trar en la batalla. Fué una par- mente, su estilo es simple, de- tida brillante y lena de emo- masiado sencillo. Pero esta cién, La miniatura en que sencillez nace de su fino sen- venciéd a Sdmisch constituye tido posicional y profundo es- un ejemplo tipico de rotundi- piritu de andlisis y no de un dad y espiritu ofensivo. De prurito de eludir la lucha. Sus jugadas, generalmente, encie- rran mas de lo que aparentan, y esta cualidad resulta en un ajedrecista de incalculable la partida contra Brinckmann puede decirse que moraimente el triunfo fué del espafiol, pues en especial durante las i 7 i Jor. Uultimas jugadas, torturadas por la premura del tiempo va . , ofrecian ne facil victoria a Medina? , Las tablas que obtuvo frente a Brinckmann, sin cons- Antonio Medina es, en opinién de Keres, el espafiol tituir su mejor partida, revelan por si mismas la riqueza de su contenido tedrico e instintivo. Alcanzé 8 '/, puntos de 14 posibles, obteniendo uno de los puestos de honor en la ultima ronda, cuando todas las posibilidades sefia- laban a Ingelmo para ese puesto. Cuenta en su haber, entre sus victorias de este certamen, la partida ganada a Saimisch y su triunfo sobre Pérez y De Agustin. Alonso, por su juventud y por su temperamento, es uno de nuestros mds acreditados valores y, lo que es me- jor, una de nuestras bien fundadas esperanzas, més calificado como efectiva promesa en el grupo de gran- des maestros de Europa. En esta prueba ha sido el espa- fiol que mejor puntuacién ha obtenido frente a Keres, Simisch y Brinckmann, y la opiniéy de Keres, funda- mentada sin duda en este coeficiente, resulta para nos- otros de tal elocuencia que hace innecesaria Ja nuestra. we oo 32 INGELMO Ingelmo es uno de los ju- gadores espafioles que mejor definidos tienen su formacién y su estilo, La rotundidad en la réplica a un error 0 a una ligera debilidad, aprovechan- do al m4ximum las_posibili- dades que ja situacién ofrez- ca, unidas al estudio de la «amenaza sistematizadan, per- filan la nota caracteristica de este notabilisimo jugador y le hacen sumamente temible en todas las pruebas, por duras que puedan ser. ; Lastima que exista entre sus grandes virtudes ajedrecisticas una lagu- na de peligrosa extensién y profundidad! Ingelmo es de- masiado sensible a la derrota y ésta trastorna el equilibrio de su moral con excesiva violencia. Eliminando este gra- ve inconveniente, Ingelmo puede valorizar su clase, ha- ciendo honor al pronéstico del Dr. Bernstein, que le in- dica como uno de los jugadores espafioles de mayor ca- lidad. En el gran torneo, y durante muchas rondas, era In- gelmo el jugador espafiol de mas favorable puntuacion negativa, Sus aspiraciones, incluso al segundo puesto, resultaban licitas todavia cuando faltaban muy pocas rondas que jugar. Y lo absurdo fué que tras la derrota ante Arturito, Ingelmo no consiguié ya un solo triunfo y vid desaparecer su nombre del conjunto de honor. 34 PEREZ Francisco José Pérez re- presenta en nuestro deporte el mas acabado ejemplo de la ju- ventud madura y capaz, sal- vando la paradoja que esto pueda parecer. Es vario y com- pleto en su estilo, y sdlo la ex- periencia de Ja lucha real com- pletara su calidad, ya efecti- va, de verdadero maestro. Duefio de amplisimo caudal tedrico, raramente es superado en Ja apertura, circunstancia ésta tan decisiva en la forma- cién de todo ajedrecisia de ele- vadas aspiraciones. Pérez no pierde su moral deportiva en la medida que ocurre a Ingelmo, pero la irregularidad de sus actuaciones puede sefialarnos la presencia de al- gun factor espiritual demasiado sensible que trastorna el normal desarrollo de su trabajo cerebral ante el tablero. El campeén de Madrid mejoré sus resultados a medi- da que transcurrian las rondas. En sus primeras partidas acusaba un desconcierto poco frecuente en él, que nos hizo pensar en su actuacién de Almeria. Sin embargo, la reaccién en Ja segunda vuelta, principalmente, fué de tal volumen que Ilegé al final en séptimo lugar, con 8 puntos y con posibilidades seguras de alcanzar uno de los lugares de honor. 35 SANZ El campeon de Espafia acu- sa una baja forma, bien’ mani- fiesta. No le vimos en este tor- neo aquel esp{ritu prdctico y seguro que distingue a su es- tilo. Tampoco en los finales —en cuyo terreno acostumbra a desenvolverse Sanz con tan- to éxito—apreciamos ese espi- ritu practico. Su entrada en juego ante Fuentes dibujé ya jo que habia de seguir, En aquella partida, tan repleta de lagunas en cuanto a pro- yectos se refiere, se condensd la baja forma actual por que atraviesa. No sdlo adolecié de lentitud y poca intencién en sus partidas de esta gran prueba, sino que incluso llegé a incurrir en absurdos abandonos de piezas. Quizé el cansancio de sus pasadas jornadas de simultdneas y del reciente torneo en Almeria no sean ajenos a su pobre actuacién en el Circulo de Be- llas Artes, José Sanz no es jugador que se deje dominar por el pesimismo y la desconfianza en sus propias fuerzas. Bien lo demostré en el torneo final del campeonato de Espafia que le did ef titulo, al superar magnfficamente una puntuacién bien deficiente. No es, pues, achacable su baja forma a este factor de la debilidad moral, y debe responder a esas causas ignotas que motivan tales des- censos en muchos deportistas. Esperamos que en préximas actuaciones vuelva a ser quien siempre ha sido. 36 GOMEZ No es Gémez un tempera- mento agresivo, violento, pese a que asi pudiera hacerlo pre- sumir su calidad de andaluz. Jugador de gran experiencia, sabe que no es buen terreno el de la aventura, por lo que atempera su conducta a las circunstancias, caracterizando su estilo por un minucioso y severo sentido de la posicién y del cdlculo, que dan a sus producciones una gran sensa- cidn de solidez. Actualmente, Gémez se encuentra en la ple- nitud de su capacidad y de sus é¢xitos. Ha hecho gala este afio de un mayor conocimiento tedrico que en pasa- das actuaciones, obteniendo, como Idgica compensacidn, puestos destacadisimos. (Recordemos su tercer lugar en la final y su segundo puesto del torneo de Almeria.) Pero el estilo seguro y su preferencia por los planteos posicionales y cerrados no significan que su temperamen- to sea incapaz de desenvolverse en la violencia de las si- tuaciones complicadas. Buen ejemplo de ello nos lo ofre- ce su bellisima partida contra Brinckmann (fué él el tni- co espafiol que le batid), en la que desde el primer mo- mento se lanzé al ataque, obteniendo una de las mds con- tundentes y merecidas victorias del torneo. Su actuacién, en conjunto, fué muy aceptable, obteniendo muy Sucida puntuacidn final. AGUSTIN De temperamento audaz, decidido, Agustin dibujé siem- pre en sus partidas un estilo de agresién, de impetuosidad. Su gran aptitud para el juego a la ciega valoriza sus cualida- des en las luchas complicadas y en los planteos abiertos. Pe- ro en el joven jugador catalan, como en todo espiritu inquie- to, existe—mal perfilada to- davia quiza—una personalidad reflexiva. Cada dia se vigoriza en sus gustos y se traduce en su estilo una tendencia al jue- go de posiciones, a la guerra de prolongado batallar, ca- racteristica de la estrategia cerrada. Ha mejorado nota- blemente su forma en los finales de juego, y esta circuns- tancia le hace no temer ya a la partida laboriosa. Empezé De Agustin el torneo contra Arturito Pomar, y para ven- cer al nifio no hizo uso del estilo agresivo que es fama en él, sino del mds acabado concepto hipermoderno, de la unién de tendencias posicionales y de precisién, en cuya escuela puede ser clasificado hoy el estilo de Agustin. Entre sus partidas absurdamente perdidas pueden ci- tarse las que disputé a Navarro y Kocher, Ante aquél entregé limpiamente una torre en el final de la partida; ante éste abandond la dama en plena apertura, de manera bien ingenua. Merece ser destacada su partida contra Keres, la cuai constituy6 para el gran jugador estoniano uno de los mds diffciles escollos que hubo de superar en su carrera al primer puesto. 38 S © secre En definitiva, podemos decir que De Agustin hizo cosas en la gran prueba, pero que dejé escapar numero- sas posibilidades que se le ofrecieron y que hubieran fa- cilitado su clasificacién en un lugar mas relevante. KOCHER Hace ya muchos afios que en los circulos ajedrecisticos de Espafia es familiar el ape- llido de este fuerte jugador sui- zo. Su ausencia de la lucha oficial, e incluso su aparta~ miento casi absoluto de la prdctica viva del ajedrez, ha reflejado bien claramente en este torneo el estado de desen- treno y de olvido que afecta a su estilo de juego y a sus co- nocimientos, respectivamente. EI ajedrez requiere una prdc- tica sistematizada, como toda disciplina severa. Por otra parte, el desarrollo incesante de Ja riqueza tedrica, basado en la experiencia de los grandes torneos, exige a los jugadores una permanente atencién a las novedades en cuanto, de manera especial, se refiere a las aperturas. Kocher, en términos generales, jugé mejor los fina- les y la fase media de la partida que la apertura. Acusé deficiencia en todos los planteos, y esta circunstancia no sdlo es achacable a la falta de practica, por su prolonga- da ausencia de las pruebas de ajedrez, sino al desconoci- miento de la situacién actual de la teoria en cuanto afec- ta a las formas de abrir juego. Los Ultimos lugares no pueden quedar desiertos, y 39 por esta causa no es extrafio leer en ellos a nombres de fuertes ajedrecistas. Obtuvo 4 '/, puntos, venciendo a Navarro, a Nicolas y a De Agustin; hizo tablas contra Pomar, Gomez y Fuentes, y es digno de ser destacado que su partida con- tra éste, aunque resuelta en tablas reglamentariamente, significé un triunfo moral para sus piezas, mejor situa- das que las del segundo vencedor del torneo, poco antes de que la partida Ilegara a su final igualado. NAVARRO Miguel Navarro, el fuerte jugador canario, hubo de ha- cer frente al torneo, al igual que Nicolds, padeciendo una indisposicién leve, pero bien molesta. Esta circunstancia motivé que no pudiéramos apreciar en sus partidas, con la frecuencia que esperdbamos, aquellas enérgicas reacciones que caracterizan al ajedrecista del Club Chamberi. Navarro domina el tablero en visién rapida y de conjunto, y resul- ta siempre un enemigo peli- groso para los campeones mejor calificados. De todas formas, obtuvo en este torneo varias victo- rias notables. Vencid a Medina y a De Agustin, ademas de a Nicolds, consiguiendo tablas frente al campeén de Espafia y el nifio Pomar. En su partida contra Keres ac- tud con su habitual energia, desarrollando una labor me- ritoria, 40 { Desaprovecho numerosas ocasiones de mejorar su ca- silla de puntuaciones, pues a través de sus partidas era facil apreciar una brusca diferencia de clase, reveladora de que no se hallaba en las debidas condiciones fisicas para hacer frente a tan dura prucba. Navarro se mostra- ba contrariado, no por sus derrotas—en definitiva, nada agobiadoras—, sino porque la calidad de juego que des- arrollaba no satisfacia el concepto que intimamente abri- gaba de lo que él sabia era capaz de realizar. En realidad, Navarro es jugador escasamente reflexi- vo; no gusta de insistir demasiado en sus propias ideas y confia frecuentemente al «golpe de vista» lo que, sin duda, debiera ser objeto de maduro examen. NICOLAS Jugador de reciente ingreso en la Federacidn Centro, ha rendido un buen tributo a su falta de prdctica en estas prue- bas al quedar en el ultimo puesto. Pero esta realidad y la consideracién que puede suge- tir el medio punto que consi- guid tan sdlo de los 14 posi- bles, podria engafiarnos res- pecto a la calidad efectiva de su formacién ajedrecistica, y mas atin respecto a las posibi- lidades que en él se condensan para un futuro préximo, El jugador de ajedrez requiere un proceso de dura y prolon- gada prdctica hasta conseguir las cualidades varias que requiere la lucha en las pruebas oficiales. No basta con 41 dominar el tablero, conocer las aperturas y vencer a con- trarios menos fuertes. Sobre la realidad, no es tan senci- llo saber, por ejemplo, administrar bien el reloj o domi- nar el impulso que nos mueve intuitivamente a ejecutar un movimiento que puede responder a un espejismo, a una situacién engafiosa. Son numerosos los motivos de ensefianza que lleva implicitos una buena formacién aje- drecista. Nicolds no es un jugador experimentado. Pero la ex- periencia, siendo tan necesaria, resulta lo mas sencillo de conseguir, porque a todos alcanza. Lo dificil es que haya «madera», que realmente esa experiencia tenga que tra- bajar sobre una buena materia prima. aes Cabe esperar que Nicolas nos demuestre que su ulti- mo puesto en este torneo no es la ultima palabra que pue- de decirse de su auténtica valoracién ante el tablero. 42 TT GRAN TORNEO INTERNACIONAL DE AJEDREZ 1° La Federacién Espanola de Ajedrez organiza este Gran Tor- neo Internacional, que dard comienzo el lunes dia 4 de ociubre del corriente atio, 2.8 Este concurso se celebraré en el Circulo de Bellas Artes, ga- lantemente cedido por su Junta Directiva. 3.* Para esta gran prueba regirén las siguientes BASES a) El sorteo se celebrar4, en presencia de los jugadores, en la sesién que tendré lugar el dia, por la mafiana, a las doce horas, en el Circulo de Bellas Artes, para fijar el numero de orden y con- feccionar el cuadro de rondas. b) Los dias de juego serdn los siguientes: 4, 5, 6, 7 y 8. El dia 9 se descansa. Continuardn los dias 10, 41, 12 y 13. El dfa 14 se descansa. Continuardn los dias 15, 16, 17, 18, 18 y 20, ¢) Las horas de juego serdn: de cuatro 'a nueve de la tarde en primera sesién, y las partidas suspendidas se reanudardn de diez v media a una y media de la noche; en caso de nueva suspensién, se continuarA a la mafiana siguiente, de nueve y media a una y media. @) El control de tiempo para este torneo sera de 16 jugadas a la hora, acumulables en [as primeras dos horas y media, o sea 40 jugadas en dicho tiempo por jugador, o sean 80 jugadas entre ambos jugadores en la primera sesién, que serd de cinco horas justas. Después de esta primera sesién se continuaré jugando a una velocidad de 16 jugadas a la hora, e) Ala hora anunciada para el comienzo de las partidas o su continuacién en caso de suspensién, sin que puedan ser demoradas por ningun concepto, se pondré en marcha ¢l reloj del que le corres- pondiese jugar. En caso de suspensidn, la jugada secreta ser4 hecha por el jugador que le corresponda jugar en el momento de marcar e! tiempo el Arbitro. 8) La incomparecencia de un jugador, transcurrida una hora de estar en marcha su reloj, le ocasionarA la pérdida de la partida, Si incompareciesen los dos, se dar4 por perdida por ambos jugado- res, y de no estar suficientemente justificada esta falta, serA desca- lificado y eliminado de esta competicién. h) La retirada de un jugador, sin tener jugadas el 50 por 100 de sus partidas, ocasionar4 ta anulacién de las ya jugadas por él, y si pasasen del 50 por 100, se le darAn como perdidas las. que le falten, #} Los jugadores deberdn anotar, sin poder delegar en otra per- 43 sona, las partidas que jueguen, en forma legible, en cualquiera de los dos sistemas de anotacién y de modo que no ofrezca lugar a dudas, las cuales, debidamente firmadas, fechadas y puestas las horas, entregardn precisamente al arbitra. Las partidas quedan de propiedad de la Federacién Espafiola de Ajedrez. j) Los puestos de la clasificacién se obtendr4n_por la suma de todos los puntos conseguidos al final del Torneo. Cada partida ga- nada vale UN punto para el vencedor, CERO para el vencido, y las declaradas tablas, MEDIO punto para cada jugador. k) El Torneo se celebrar4 por el sistema de todos contra todos y a una sola vuelta, Ef que consiga el mayor nimero de puntos ser4 declarado VENCEDOR del Torneo y sucesivamente los que le sigan en puntuacién. En caso de empate a puntos, serA clasificado primero el que haya vencido al otro en su partida, pero siempre sera repartida la suma de Jos premios entre los empatados, por partes iguales. 1) Los premios son los siguientes : Primero ... 5.000 pesetas. Segundo 4,000 — Tercero 3.000 — Cuarto ... 2.000 — Quinto ... 1.000 ~~ m) A los jugadores espafioles se Jes otorgaran CINCUENTA pesetas por cada partida ganada a un jugador extranjero y VEIN- TICINCO tablas. Adem4s, VEINTICINCO pesetas por cada par- tida ganada a otro jugador espafil. 4.3 El Comité deportive de este Gran Torneo Internacional estar4 compuesto por la Federacién Espafiola de Ajedrez. 5.8 Serdn Arbitros del Torneo el Dr. Erich FasrAn y D. Francisco Ojepa Coros, ambos miembros directivos de la Confederacién Eu- ropea de Ajedrez. 6.4 Se nombran drbitros auxiliares a los sefiores D, Antonio de Alba Caficte, D. Pedro Rubio Ferndndez, D, Manuel Cifuentes Ro- driguez, D, Luis Vazquez del Moral y D. Juan Gémez-Acebo y Modet. 7.8 Queda prohibido terminantemente, por paret de jugadores y publico en general, hacer comentarios, andlisis o sugerencias que puedan entorpecer o suscitar incidentes en Ja marcha normal del Gran Tornco Internacional, quedando autorizado el Comité depor- tivo para la expulsidn del local de juego de los contraventores de esta disposicién. 8. Este Gran Torneo Internacional de Ajedrez se regira por el Reglamento oficial de la Federacién Espafiola de Ajedrez. 44 EL CUADRO DE PUNTUACIONES AL TERMINAR LA GRAN PRUEBA PARTICIPANTES Brinckmann........- 1, 4, Alonso...........6.5 5. Pérez. 6 Navarro. 7. Kocher......... 8 Medina............. 10. Samisch............. 13. Gomez.......... 14. Agustin......... < A a Oo 74 “2EK09 “SVIODIN ST ‘OWAWAWN oFT “ATHOOA o ET * “HOSINWS 231 “aVINOd 6 IT 8 ‘NILSNDOW OF ae ‘ZIWOD 06 ne ‘ZNWS 08 “4 “‘ZIaId od s ‘OWTADNI oF 9 *sp4esad Q00'L me ‘OSNOTW 0S ie . om ‘spyesed QO0T we ‘WNIGAN oF? i é ‘spyased Qoo's iT 6 "NNVINXONTG of t " “spiased Qgo'y ae “SHLNNI 2% hat “spyased Qoo's met ‘SHagy TT aaa " SOINIYd A | Nolovolsisv19 30 NINO z 3 3 2 E OSTWT YS Sauay “YNIGI ARHION SFIVAGIAIGNE SOGYVLINS3Y 3d OD4VID 46 4 0 Sanz Fuentes 1 0 Pomar Agustin 1 0 Alonso Gomez 1 ' 0 Pérez Ingelmo 1 1 Navarro Nicolds o 0 Kocher Samisch 1 i 1, Medina Keres M BRINCKMANN descansa. ' NUMERO 1 4 Partida Medina - Keres. Hasta Ja jugada 13, la variante es conocida y considerada como ms bien favorable a las negras. La sencilla retirada de torre (en vez de 14. Pq4CD, jugada en una partida anterior), jes capaz de quebrantar esta opinién? Es dudoso. Por ejemplo, Keres podria,.en vez del plau- sible enroque, jugar 13. D4D y si 15. TXP, entonces 15... TrTD; 16. T6D, P4TR!, con ventaja, Pero, ademas, él ha dejado escapar des- pués varias oportunidades de por lo menos igua‘ar, GAMBITO ESCOCES BLANCAS NEGRAS A4A ; O—O Medina Keres TR PaR 1, P4R AXP DXA C3AR 2 C3AD C3A DstD Pad. 3. PXP CXC g. A3R C3A CxXP P4D SI AAs 49 a PXP NUMERO 2 Partida Kocher - Samisch. Una partida comprensible y tipica para los maestros contempord- neos y ademas bastante instructiva para los que quieren estudiar este género de finales. Gracias a la débil jugada g. del blanco, Samisch, obtiene tna ventaja de posicién abrumadora que puede explotar de diversos modos. Eligié cambiar un alfil para explotar —muy lentamen- te—, la debilidad de peones blancos que resultaba de este cambio y, finalmente, cuando consiguié entrar con ja torre en el campo enemi- AsC to, P3TR TXP 27. AsT i. AsCD R2T 28. TiD TaR iz. P4CR C5A. 2g. ATA P3TD 13. A2R T5R 30. T7D A3C 14, O-O-O0 P3A. 31. P6T P4C 15. DaD RXP(4) 32. T6D DiR 16. P4TR P4T 33. AzD P4TR 17, A5CR PsT 34. T6AD P4Al(s) 18 D4AR TsAt 35. RiD PsC 1g, AXC (2) R4T 36. AXC PXC!IG3) 20. P6D TXA 37-5 TXPAD+ pxXp+ ar. RiC RXP 38. Rak AXP+ 22. RXA TsCD 39. R3A C3C 23. PXT P3C 40. TS5T CxD 24. T8D P4A at. T6T CXA 25. TXD+ Tablas, TXT 26. AXPCD (1) Bien jugado: si 18... DXP entonces sencillamente 19. CD2D y el blanco gana dos piezas por la torre. (2) De nuevo el negro carece de opcién: si 19--- CrCD entonces 20. DsTD, T2D; 21. CXPD, ete. (3) El objetivo de la combinacién del blanco. Si: 20... AXT?; en tonces 21. DiC! gana la dama por ja amenaza 22. C6D+. (4) Asi todas las ingeniosas combinaciones inventadas por el blan- co le han vatido por fin um peén, que habria debido traerle Ia victoria, aunque no ffcilmente. La falta de técnica la ha dejado eseapar, y ¢s lstima, pues ésta hubiera sido una partida sensacional. (5) {Qué arriesgaban las blancas continuando Ja partida? Después de 42, R4T seguido de 43. TOT, etc. Keres me ha dicho que él vela extremadamente dificil conseguir las tablas. Y fué para él una gran sorpresa que después del aplazamiento su adversario se declarase sa- tisfecho con Jas tablas. 50 go, todo quedé terminado. INDIA DE DAMA BLANCAS NEGRAS TD1AéA 18. O—O Kocher Samisch T3A 1g. TXT AXT 20. P4TD P4D 1, C3AR P3TD 21x. AXC C3AR 2. P3R PXA 22. TrAD P3R 3. P3CD R2C 23. P4D A3D 4. A2C TTD 24. T5A CD2D 5. P4AD PaA 25. Rid P3AD 6. C3AD R3A 26. RiR ose) 7, D2A R3R 27. ReaD TiR 8 TrA R3D 28. PsTD P4R? g. PXP TiCR 29. P3C PXP to. C5CD T:1CD go. TrA CA ur, C7A TiCR 31. TiAR AXC 2. DXA A2D 32, P3AR DXD 3. TXD A3R 33. PXP C3R iq. TrA PAXP 34. TaA Ps5R 1. C4D P4A 35. TaT CXC 16. AXC T2C 36. T6T A2D i, A2R R2D 37, R3A 51 Arc 38. P4aCD R3D 42, RXP C3C 39. TXT A3R 43. R6C xT 40. P5C Ar 44. P4T >xP 41, R4C Abandonan NUMERO 3 Partida Pérez - Ingelmo. La clase de planteo escogido por Jas negras no puede ser retutada ino por una ganancia sistemAtica de espacio, lo que exige preliminar~ nente un desarrollo de todas las piezas, El avance del pedn de rey de as blancas es, por tanto, completamente erréneo y las negras se apro- echan muy enérgicamente sacrificando un pen para obtener la inicia~ tiva. No es, sin embargo, seguro, ni era tampoco necesario, que este sacrificio conduzca obligadamente a la victoria, En la jugada 19, el slanco, con propésito de entablar, podia hacer: 19. T3TR. Pero de odos modos la energia con que las negras condujeron el ataque hace Je esta partida una de las mejores de Ja 1." Ronda. DEFENSA DE FIANCHETO DE REY NEGRAS DXA ro. D2D 3LANCAS - DXD+ a RXD Péres Ingelmo P3A 12. P4R O3AR 1. P3CR CD2D 3. PsR !} 4R 2. A2C CXP 1. T(D)iR P4aD - 3. P3D CBZA}2D 15. CGA)4R 4AD 4. C3AR O--O 16. C6D D2R 5. C3A P3TR 17. C5C-4R sR? 6. PXP P4AR 18. C3A 2xXP 7. CsCR P5A? 19. PXP >6R 8 PXP TXP 20, RiA AXP g AXA T3A ar, CGBA)4R 2 TrA 22. A3T T6T+ 46. R2D TiD 23. T3R ToT PaCD 24. A6BR+ PIT ws oN re 25. ae PsC+ 49, Rae tA 26 TIC Rac 0 TXP(TD P3C 27, CCCsCi7A+ st zt pay , CXC 28. AXC PXP 52. RXP C3C 20. TXP T6T+ = 53. BC RaT 30. T (3R) 3CR Pst S4. P4A AzD 3r. T7C+ T8T 55. R4C RiT 32. A8C} TSAR 56. T2T A4A 33. C7A+ TIA 57. PsA TXC 34. AXT P6T 58. T2TR A2T 35. Ti7Cjac Ti1TR 59. RsC TIAR 36. A6C R2A 60. P4C CsA 37- TiC R2R 6r. R6A C4R 38 T3C RrD 62, P5sC CXA 39. TXC RA 63. R6C AXT 40. TXA Ric 64. P6A T8A+ 41, ReD T3T 65. T2R TyA+ gz. R3D TIT 66. T>R TXPT 43. TXPA Pel Gy. TAH 4 “a. TIA Aba , Pat 48. T6A ndonan NUMERO 4 Partida Alonso - Gémez, Después de un planteo correctamente jugado, pero sin energia, se lleg6 rapidamente a un final, que en un torneo de maestros habria sido dado por tablas sin jugar mas, Pero aqui las blancas, tratando de ga- 53 nar, idearon una maniobra fantdstica que finalmente le costd dos peo- : R3D 56. R2C TeC+ 63. Rs5A nes y, naturalmente, la partida. : TAR 57, P6R+ ToA+ 64. R6D { R3R 58. TXP T2D+ 65. Rs5A PEON ~ DAMA. 1 ORAA 59. R3A T2At+ 66. R4D DEFENSA GRUNFELD ' TrTR 60, T4D T2D+ 67. R3R » TrA+ 61. R4C T2TR 68. T2AR BLANCAS NEGRAS aR 27. TXPC Tol 62, TaA Abandonan Alonso Gémez 1D 28. T1D TXT+ a9. RXT PaD 1. C3AR P3T 30. T2T P4AD 2. P3CR PsA 31. CXP NUMERO 5 C3AD 3. P4D AXP 32. R2D Partida Pomar - De Agustin. AsA 4. A2C AsA 33. T7AD : P3R 5. O-O AgC 34. C3A i El pequefio Pomar tuvo evidentemente tarea en una apertura que C3A 6. P3A AIR 35. T4d i je era poco conocida. Prefirié en consecuencia simplificar devolviendo A2R 7 D3C TXP 36. C5sD el pedn del gambito para obtener una posicién perfectamente igualada; D2D 8 PXP PaTR 37. CXP {| pero, desgraciadamente, se dejé ilusionar después por ataques innocuos AXP g. Asd T8T 38 R3R 1! que debilitaron sus peones. Hay que decir que De Agustin supo muy Cs5sR to. C5R PsT 39. R3A . bien tomar ventaja de Ja inexperiencia en finales de su joven adversa- cxc ir AXC P6T 40, C3D : rio, y esta partida es probablemente una de las mejores que él haya O-—-O x2, A4D A4aT+ 4h R3R | jugado en este torneo. AXA 13. PXA A3C 42, TaTR BUDAPEST TRIA 14. AXC AXC 43. RXA PXA 1s. TrD R2A 44. RGR BLANCAS NEGRAS P3R 10. aR T3A 16. C3A P4T 45. RZ. 4 A3D ir. CXP TDA rz. PsD RIC 46. R3C Pomar Agustin CXC, DXC T3C 18. PXP T8CD 47. TXP i P4aD 1. C3AR DXD 3. TXD DXP 19 DXD TXP 48. P4R P4AD z P4R O--0--O? 14. P3D AXD 20. T2D TiC 49. RC i PXP 3. Cs5sR TRIR 1s, P4TD P4A ar RA PsT 50. P4A ; .C3AR 4. C3AD P4AR ? 16. T4AD RIA 22. RiR TiTD —s5r. T3T , D2A 5. AsC+ TaD 17. P4aCD ASA 23. TrA R3A 52, R3A , . AD 6 AXA+t T2AD 18. Ps5C T3TR 24. PaTR R3R 53. R3R } CDXA 3. CXC PaR 19, P3AR P4CR 25. T7D T2T 54. R2D DXC 8 D2R PsA 20, A2C PxXP ah. PXP mT 35. R2A | D3A g O--O P4CR a1. TiR 54 55 ee P4TR 22, P4TR RaD 43. R5A en el ala de dama, sin pensar en su rey. Fuentes aprovechdé la ocasién Tat 23. P4b! AXP 44. AXA | en forma rdpida y eficaz. PXPT 24. PXPA RXA 45. R6R T2AD 25. RIA RiD 46. R7A DEFENSA INDIA DE DAMA AXP 26. TXPR R2D 47. P5A TXT 27. AXT RR 48. Ree ‘ BLANCAS NEGRAS = A2C 17. P3D A3D 28. TXT+ 4 49. R7C C3D 18 PAXP RXT 29. AAD RsA 50. P7A Sanz Fuentes Xp og, PaCR! PaT 30. R2k R6C 51. P8(D) : P4D tr C3AR PsD 20. AXA PXP 31. PXP RXP 52. D8T+ C3AR 2. P3CD DXA ar. PXP R2D 32. R3D R7T 53. D8C+ i P3CR 3. A2C PXP az. C2R R3R 33. R4aR R7C 54. D7C+ A2C 4 P3R D4aD 23. PsA AsC 34. PAA R6C 55. D7A+ ; 0-0 5. A2R TiCR 24. PXPC A7D 35. P5A R7C 56. D6A+ i P4AD 6. O-O PT+P 25. D6A+ A8A 36. A5R R6C 57, D6D P3CD 7. PaTD Rid 26. CsA A6R 37. PGA RIC 58. DsD+ C3AD 8. C5R Cs5sR 27. CXD PXP 38. PXP R7T 59. DXP : D2A 9. CXC CXD 28. CXC A7A 39. AXP REC 60. DsC+ \ DXC to. P4AR TiTR 29. T4AR A8R 40. AsR R6T 6x, i P3TD 11 P4AD R2C 30. PsC Asc at, P4A Abandonan. | P3R 12. A3AR TiD ar. TIR AaTt 42. PyA T2T 13. DiR T2AD 32. T4TR DiT 14. D4T Ti1T 33. TXT ciR 15. AXA Abandonan. RXA 16. C3A NUMERO 6 Partida Sanz - Fuentes, NUMERO 7 Una variante cldsica bien conocida de los filtimos torneos interna- jf Partida Navarro - Nicolas. ctonales, y es igualmente conocido, que la jugada: 7. P3CD es ineficaz en vista de la réplica: 7. P4TD (8. P5D, CXP], ete), La manera Después de un planteo bastante correcto, las negras han cometido como contestaron las negras debié dar a las blancas una buena parti- un gran error estratégico, permitiendo se abriese el juego sin haber da, si no se hubiesen gradualmente embotellado (13.. TaT; 14. D1T), desarrollado sus piezas por completo, El castigo fué rapido y convin- 56 57 cette, y ya lo Unico que sorprende es que la partida haya durado hasta RsC 50. RaD P7C 36, R3R la jugada 60. R6T 51. A6T RA 57: P4A C5C 52. A7C PXP+ 58. RXP SISTEMA CATALAN C4D 53. A6T R3D 59. PsT RsC 54. A3D P8=D 6o. AXD BLANCAS NEGRAS R2C 2. P3T » C6A 55. Pa CXA 61. Abandonan, rs P4aR 25, P4C Navarro Nicolis 45R 26. PSC j C3AR 1 P4D A2R 27. A3R P4D 2. C3AR T4T 28. R2T P3CR 3. P3AD A3D 2g. TrID é A2C 4. ASA A2A 30. C2zD oO-—O 5. CD2D C3 31. C4aR CDzD 6. D2A C4D 32, CsA PuA 7. P4aR A3C 33. CXA+ PXPR 8 CXP PXC 34. AXA PXP 9. CXC+ PXA 35. AgC AXC 10. PXP P2A 36. TrAD C3C in AzA T4A 37. T1T D4aD 12, A2R TA 38. TiD AGA 13. D2D TiD 39. TiCD TDIA 14. TrAD RzR 40. T3C CiT mg. TsA R3D 41. R3C DXPT 16. AsT T1AD 42, A3A TXT 7. PXT T6A 43. TXT D8T+ 18. AID CXT 44. AXP DXP 19. D3R CaD 45. R3A Dac 20, A2zD Pac 46. R4R TxA 21. A2R Ps5C 47. P4T DXP 22. DXD P6C 48 R3D TXD 23, O-O RA 49. A8A 58 59 0 Samisch Medina 1 0 Nicolas Kocher 1 1 Ingelmo Navarro 0 0 Gémez Pérez 1 0 Agustin Alonso 1 1 Fuentes Pomar 0 4 Brinckmann Sanz 0 KERES descansa. NUMERO 8 Partida Fuentes - Pomar. Pomar habria merecido entablar esta partida (podia atin haberla ganado a consecuencia de un gran error de Fuentes), pues exploté muy sutilmente las inexactas jugadas 9 y 11 de su adversario y efectué una liquidacién que le aseguraba el empate. El hecho de no haber ganado esta partida demuestra que Pomar necesita, sin apresuramiento, estu- diar, ademas de Jos planteos, los finales elementates. En ellos aprende- rd, entre otras cosas, que salvo muy raras excepciones, es indispensable utilizar el rey como pieza activa, pues el no observar esta regla fué la causa de su fracaso en esta partida. PEON DE DAMA BLANCAS NEGRAS A3D 4. P4gAD P3CD 5. C3A Fuentes Pomar 5 @ AQD C3AR r Pad A2C 7 O-O P4D 2. C3AR CDaD 8. P3TD P3R 3. P3R P4AD? 9. PXPD 63 PRXP io. C4TR RAD 38. LT2AD DiCD? «ww. P3TR A2R 39. T7T TrR 12. C5A A3A 40. P5T ArAR 13. D3A Ps5AD 41. T7CD Cs5R 14. D4aCR T4A 42, P6T T3R (1) 15. CXC T4T 43. P7T PXC 16. AgAD T8T+ 44. Ra T3CR 17. C7Rt P6A 45. T7AD AXC 18, DXC A4gR 46. TrAD RiA 19. DsA T7T 47. TrD+ A3AR 20. D7D R3R 48. T&D _ A2R ai. DsA AXT 49. P8T=D DiR az, AsD TXD so. TXT AXA 23. DXA R4D 5r, RrA D3A 24. DXD P7A 52, T1iT TXD 25, PXP Rs5A 53. R2R TXP 26. A2D R6C 54. R2D A3A?? (a)27 AsCD R7C 55. T2aT+ AXPC 28. TD1C RXT 56, RXP A4R 29. AXT AgR 57. RA PXA 30. T7C R6C 58. ReaD TiAD 31. TiAD R7C 59. RiD PAAR 32. T4A ROA 60. R2R P3TD 33. T6C R7A 61. RiR R2R 34. TXPT R6D 62. Rid P4TR 35. P4aTR AXPC 63. PXA A3D 36. P3CR RXPR 64. R2C R3R 37. P4aT RID 65. Abandoran (1) Probablemente fas blancas podrian forzar fa nulidad con: 15. CD3AR, COT+; 16. RiT, CXP+; 17. RiC, C6T+, ete, pero evidentemente pretendian ganar. (2) Esto, al hacer perder la calidad, habria debido costar la par- tida, Cuaiquiera otra jugada (por ejemplo: 27. T3AD, A3AD; 28. TIAD, etc.) aseguraba Jas tablas. 64 TT — NUMERO 9 Partida Samisch - Medina. Esta vez fué Samisch victima de fa rutina. Singularmente creyo que en la variante escogida por fas negras, éstas debian enrocar del lado de rey; cuando enracaron del de dama, perdid la cabeza y come- tio casi inmediatamente el error decisivo. CONTRAGAMBITO ALBIN BLANCAS NEGRAS PaCi? 10. Samisch Medina A , ' . Pyid 1 PyD 13. PgAD 2. P4R RXA 14. PXPR 3. Psb PXC @) 15. CR3A Ae TDD 16. Ch2D 5, C3€ 17. P3CR 6. Cap (yy x8. A2C 7 PXC 19. 0-0 g Abandonan P3TD ‘ (z) En realidad, este enroque marca et comienze de une combi: nacién, y esta basado en la consideracidn de que el blanca no podia tomar sere eee en Ja jugada 13. (2) En todo caso, mejor era: 12. D4T. (3) ¥ aqui: 15, CXC era preferible. (4) Las blancas ven venir el desastre, pero es demasiado tarde, Si, por ejemplo, 18 CXP, entonces 18. Csf+: 1a PMO. T3CR+; 20. R1T, AXC, ganando una nieza, Una partida corta e instructiva, 5 65 NUMERO 10 Partida Brinckmann - Sanz. Una variante que era ciertamente menor conocida al campedn de Espafia, que a st. adversario, Pero de todos modos, ni aun los Ma- nuales mds modernos dan una linea de juego absolutamente satisfacto~ ria para la variante del porvenir. La partida fué jugada por Brinckmann con mucha energla, y termina con elegante, aunque f&cil sacrificio de calidad. DEFENSA FRANCESA BLANCAS NEGRAS RiCD 16. T3sCD ¢ P4CR vy. T3TD Brinckmann Sanz. CHA i CR P4yR 1 PBR PXP 1g. C7A P4D 2, P4D Dac 20. CXTD C3AD 3. C3AR TXC ar DrD Asc a AaR PXP 22. AXP AXC 5 AKA PsA 23. A2A PsR 6 Aalk AXPC 24. T3TR DyCR 7 O-O C6A 25. D2A PYAR a PyAD CXA+ 26. RiT PXP 9 PAR P6A 27. P3C D3T ro. C2aD (3D 28. DaTD 0-0-0 11. CXPA Ded 29. DXD A3lD iz. A2bd TXD 30, ABR CReR m3. PsCD PacD 31. TaTR we TiCD C4AR 32, TXPR S@A}2R 1s. DaTD CXPC+ 33. Abandonan. NUMERO 11 Partida Ingelmo - Navarro. Las negras han salido del planteo con una posicién ligeramente in- erior, pero no habia ningiin peligro para ellas con respecto a la ame 6 naza 15. DsC, que reporta a las blancas un peon, Por t. ¥ 5. , . 4. TATD; 15, Ds5CD, AgAD la partida podia ser defendida. ° DEFENSA FRANCESA BLANCAS NEGRAS — DsC 1s. P4aR Tageimo Navarro e ab x6, PXD ABZ 7 A P4aR 1. P3R TXT a rh Pad 2 Pal AXPC iy TrAD C2D 2 PyAD Pst 20, P3C PXPA 4 AXP PacD 21. As& AsD 3. C3AR Cap 22. A3T D2R 6 C3A T1C 23. AdCR C(1C)3AR 7, PXP C3A 24. AZA CXP 8 CXC PsC 25. AXP AXC 9 D3C TXA 26. Cs5sD P3A 10. Aa2l) cXc 27, PXC 0—O in, O-O AXPC 28. TXP _ TD iz. TDip Pac 29, P6D AsA 13. A2R A3R 30. TA » PgTD m4. ABA AaR 31. Abandonan. NUMERO 12 Partida De Agustin - Alonso. : Las blancas jugaron el planteo de modo original (por ejemplo, la ivgada 9 tomaba sin ninguna ventaja casillas a las piezas propias). A pesar de ello, tenfan en la jugada 27 una partida pasable, si hubiesen Sencillamente defendido su peén de torre de dama con la torre, Des. pués del cambio poco explicable de este pein, su juego se hace répida- 67 mente indefendible, siendo de elogiar la energia con que De Agustin ha luchado hasta el Gltimo momento, por una causa perdida. Re 5 ny rte es Ra * 59. 3 0. FRANCESA T8R 60. P4T T2T+ “0. ROC R3A 61. TSR TST a. PED BLANCAS NEGRAS re 28. Doe P6R 62, RgA TRAD 72. PD r DXD 29. " Por 63. RsD TSC+ 73. RyA Alonso 3 5 73 7. Agustin ° Age go, AaD 5 Ba 64. TaR T8A+ 74, RED P4aR r P3R TXP 31. C3A | RoA 65. PsT TSTR 3s. T2AD P4aD 2 Dab TiT 3a. TRiC (TTR 6 TP Rar 6. RA C3AD 3. Asc T6C 33. CaR a TXP+ 67. RAN Abandonan P5R 4 P4gAD TXT 34. TXT i P3TD 5. AXCt+ ABA 35. Cyd i PXA 6 D4T T1TD 36. Rec } ap A PR ee | NUMERO 13 TR . 2 I 38. > | ; Pil 9. CD3A AL A 39. Bae i Partida Nicolas - Kocher. aN o a rR MD ao Cec i Las piezas se mueven sobre el tablero, sin que pueda descubrirse 3 12. 0.0.0 PXP 42. C5R+ con qué objetivo preciso, y de pronto se produce una catdstrofe, pues we CHa RIA 43. POA } las Blancas hacen una combinacién sin advertir una réplica sencilla Ris tn Tra Pxp+ 44 RXP que cnesta una pieza. Finis. P4T 1s. TiR TT1T 45. C6C+ PEON DE DAMA D2C 16. C1C Re 46. Cad IN DE D. ~ L6C : be 1. ae AIA %& T6T BLANCAS NEGRAS = A2T 9. CD2D DsA 19. P3C R2c 49. TsT Nicolas Kocher ne yo. ae Dot Fe ap UR Ae CAR o. C3AR CXP oz, PXP men GR TA os Ag PaD 2 P4D PXP 3, P3A peek Gy AXA gq TXA PAD 3. P3R CsA 4. AXP bh 33. Ot T

PscR 5: P4aaD Rit 27, RiT mak 7 Ca Rit 20. A3sC 2 . 3, A3r 28. D3A 22 Rg PyTD A3D or, PTS O--0 7 P3D pxp ag. PXP P3R 5. C3ATd Abandonan. C3T & PaR AXP 30. DXA PsCD oto, PAAR P3R 9, D2aR DaA+ ar. T2C Pap 10. nse eR 32. TiCR 72 ir, AS TXT 33. TXT NUMERO 21 DiC 12. ATR TiCR 34. D2A . . THR 13. Aop CaCR 33. D3C Partida Navarro - Gomez. rf 14. CaD P5AR . CsC i C3C Poa 3 RS Después de un planteo defectunso (5, ASCR, 6 P4AD), las blancas pxp 1. AXA PxT+ 38 Ric dejan un peén indefenso en Ia jugada y, y se quedan en posicidn infe- DXA 17. PXP DXC 20, ADR rior, Poco después pierde todavia otro pedn, con lo que podria creerse C3A 18 Pad Dr7A 40. Abandonan, acabada la lucha, pero nada de TA espiritu combativo de las P4AR to TDD . "} cas se despierta, se ganan un pedn y, si, a pesar de ello, sucumben, es ° sdlo después de un Jargo y dificil final, Un duto combate NUMERO 2 ' ESCOCESA Partido A! © ” | BLANCAS NECRAS CxXP 4. 3A onso - Fuentes. Navarro Gémer ASCR 5. 15D Una victoria bien f4cil de Fuentes, pues su adversario no most PaATD 6 Ark ninguna veleidad de contraofensiva (CsR), ni ninguna idea de defen PAR 5 Pa 13D 7. siva. C3AR 2, C3AD C3AD 3. 20 P4aD PXP P3AR °. 6 81 AXA CXC DXxXC Rad fiR DXD RXT PsCD R2D A3D TTD TXP AGR XP Rad R4aC TXP Pac Rs5A R4D TOA TXT x 3 ce te wa te Bo w OW Yk PPPS ww Cl5R) XC PXC DXxAt A4A DXT4 TXD AXP 3d. P3T 35. R3R 36. RBA. 37: PXP 38. R3C 39. A5C 40. A2R 4. AsC 42. ASR 43. R3T 44. A6C 45- A&R 46, A7D 47. R2C 48. R2A 49 A6A 50. RaC 51. R2T 52. Ric 53- AsC 54. A6T 55- Abandonan. AXP A7zC AXP Pst A3R R2c PA R3T A6C A8D PsA AXP R2C R3A P5C R4aC RsT P6A P6C R4C RsA RONDA IV 0 = Nicolds Keres 4 , Ingelmo Medina W 1) Gomez Kocher My 0 Agustin Navarro 1 1 Fuentes Pérez 0 ‘], Brinckrrann Alonso ae 1 Sanz Pomar 0 SAMISCH descansa. NUMERO 22 Partida Brinckmann - Alonso. Puede aprenderse en usta partida cOmo aun cuando un juego se halle tedricamente ganado, hay que conducirlo hasta su terminacion con toda la exactitud posible, y hubo momentos en que Brinckmann parece haber olvidado este principio. Habiendo conseguido, gracias a un planteo arriesgado, pero sobre todo peligroso para un adversario que no lo conocia a fondo, una presién de la que sacé un pedn, comen- z6 a liquidar piezas, sin preocuparse de que con estos cambios mejora~ ba la posicién de su contrario, Primeramente se privé del arma de los dos alfites, después reunié los peones negros del ala de dama y por tlti- mo lleg6é a un final de torre en que el peén de mds no jugé ningtin papel. Un ejemplo instructive de cémo no hay que tratar las posicio- nes ganadas, 85 GAMBITO DEL CENTRO ESPANOLA BLANCAS NEGRAS = A3C 19. C2—3A BLANCAS NEGRAS tb 22. ee ‘. C5R 20. T3C é 1 23. 30 Brinckmann = Alonso DiC a1. Ca? Fuentes Peren PXT 24. DXT P4aR 1 P4R Ds5A 22. C4T—3A ' P4aR t P4R tnrT 25. DiC P4D 2. PXP TXT 23. PTXT C3AR 2. C3AD 16T 26. CsA P3AD 3. P4D Pad 24. COA AsC 3. P3TD Tr 27. T1T PXPD 4. DXP PsD 25. C7R+ A4T 4. C3AR CUaTHA 28 TET PXP 5. C3AR RiT 26. D3D o—O 5, P4CD RA 2g. RiA C3AR 6. AsC-+ Cac 27. CXA+ A3C 6. P3D TTD go. Ree GAD 7. O-—O PAXC 28. D2R P3AD 7. A2k DsT 31. D2A A2R 8 AZAR CXC 29, DXC P3TR 8. C4TD Ter 32. T1T 0---O 9. AXC DXD 30. PXD AzA 9 PsAD D;T a3. DIA PXA io. TIR P3TR 3r. Re P3D 10, P3TR TOC 34. AXP C5sR iu. DrD TIAD 32. T7R A3R tr, A3R DXC 35. A3A D3C wz. A3R P4CR 33. TXP CD2D iz. P4CR DXD 36. AXD DXP 13. A4D TRA 34. T7D C2T 13. TiCR TEC 37. Ps5C D2C 14 CDaD R2T 35. Pac P4CR 14. P4aTR PXP 38. AsT+ AZAR 15, T1C PXP 36. TXP P4D 15 PXPC RC 39 Age D2A 16. A5R TXP 37. TXP PTXP 16. DrA AXC 40. AXA A3D wy AXA R3C 38. TEC+ P3AR 17, C2TR ArD 41. A2D CXA 18, C4D Tablas. TrAD 8. CrAR TXT 42, RXT P5D xg. A2D R2A 43. Rec P4CD 20. C2€ C3aR a4. Rid NUMERO 23 PaTD 21, PsA A2R 45. Abandonan. Partida Fuentes - Pérez. Nuevamente una buena partida de Fuentes, sobre todo desde el NUMERO 24 punto de vista tActico, pues e!! haber previsto que el avance 12... P4CR Partida De Agustin - Navarro. seria de hecho refutado por 13. C2TR, merece todos los elogios. Tgual- mente el contraataque en el centro y ala de dama, fué enérgico y con- Un combate de dos tacticos que recuerda los sesenta-setenta afios vincente, En cuanto a Pérez, hubiese debido contentarse con una po- del siglo precedente. Por un sacrificio de calidad, Navarro anuld el Sicién igual, enrocando, en vez del arriesgado 12. P4CR, . vehemente ataque de su adversario y obtuvo buenas perspectivas de ta- 86 87 . bias, pero cn el momento en que éstas estaban completamente conse- guidas, De Agustin, que pretendia siempre ganar, dejo una torre aban- donada y tuvo que rendirse. CARO-KANN LLANCAS NEGRAS cory 28, ReC $ Save. CsA 2g. RaA Agustin Navarra TRID 30. AKC PgR a. P3AD PA 31. TDiCR PgD 2. P4D TDC 32. AXA P5R 3 A4é RXA 33. DXPT+ PsCR a. ASR RiC ag. DXA PsAR 5. ABC DXD 35. PXP POR 6. PXP T7C 36. TXD+ AsAR 3. C2D R&T 37. R3R "32 & D3C TXPT 38. ‘FiC-F C4T 9. D4aT+ R2A 39. Pst P3A ro. Pac TICR 40. TXT CsA uw CXC RXT 4t. P4d PKC 1. C3A T6OT+ 42. R2d CaR 13. P4R R2d 43. PsD AXP up. C2D R2R 44. PsR A3C Ts, PsC PXPD 45. PXPD A2C ww PXP T6T 46. C3A PXP 7] TXP 47, R3R Aad T6T 48. R2A oO—O T8T 49. Ra€ Cyd PaT 50. C4T H2p PxXP 51. PXP Ds5C Tsc+ 52. R3T CsA 23. T4C 53. C3A C4T 24. AGD TsC 54. C4T CoA 25. P3C Ts1D?? 55. C5A+ COT + 26. RoC Abandonan. CsA+ o7, Ra 88 NUMERO 25 Partida Gomez - Kocher. Una partida tablas en Ja que las blancas habian obtenido la ventaja por una serie de cambios bien calculados. Por ejemplo, en Ja jugada 19, ellas habrian podide crear mas dificultades a las negras jugando (en vez de i9. D4AD), 19, P3TD, amenazando DOT; si 19.-- P4TD? en- tonces: 20, D2AD, ganando un peén, El movimiento escogido niveld ‘a posicién muy rapidamente, BLANCAS Gémez Pad P4AD TAA EE Ps PEON DE DAMA NEGRAS Kocher Pap D3R C3AR A2R O—O P3CD CD2D PXP A2C TA Cs5R DXA DXA Dan PXC AXC TRiD TRA DA D6T P3TD Db7C DXD+ P4CD RA R2R P3A RKP TXT+ TXT+ RaR PgCR PsC PsD+ R4A Tablas. 13, 19. 20. 21. 22 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33 34. 35. P3CR T2D DrD TT D:AD TXD RA Rak Rip PXP+ T3D PXT RXT P4CD Rap R3aR RaR PA 89 | NUMERO 26 PsA 44. PAP T8T st. RsA Partida Ingelmo - Medina, PAP 45. P6T TST sz. T6A Pst 46. RA T4T + 53. R4D Una variante muy interesante de Canal, en la que las negras pue POT 47, RiC TsT 54. Rsp den igualar jugando, por ejemplo. 14-- DXPA; 15. DXD, AXD; TSR+ 48 RaT T4T-+ ss. RaD 16, TRIAR, AXG, ete. , TSTR 49. RXP Tst 58. Tablas. Por su parte, las blancas, que tenian ya la ventaja, no jugaron, TXP so, R4C . - 23. P4CD. ¢Por qué? El final a que se encaminaron termind bastante normalmente por la igualdad: ninguno habia merccido ganar. (1) Mejor: 14. DXP. DEFENSA DE LOS DOS CABALLOS BLANCAS NEGRAS DsD ar. Ti1CD . Ingelmo Meding TRxR 9 22, TiR? NUMERO 27 ° DG6A?? 23. TrA Partida Nicolas - Keres. P4R 1 P4R Ti1AR 24. T3A . C3AR 2. C3AD TDiIR 23. D6T Las blancas jugaron la primera fase de un Ruy Lopez de manera AJA 3. CA CAA 26. D2D pasiva, es cierto; pero sin cometer errores. De suerte que en el mo- P3D t AGA DXD+ 27. RXD vimiento 18, aun teniendo la partida inferior, ellas podian facilmente CA * P3D CsD 28 T7A defenderla (19. AXC, seguido de 20. P4AD, en vez de 19. P3AR, etc.). AsCR 6 P3TR TKT 29. AXT Su jugada 19 fué un error manifiesto que costé un peda, lo que contra AXC 7. DXA TIAR 30. T1AR an Keres significa la pérdida de la partida. C5D 8. D3C Pst : DaR 3. RID ROA 3e Psa RUW LOPEZ P. . T C4C . iG , 7 aA 10. ey aC 33. T3A BLANCAS NEGRAS = AsCR g. C4T Q-0-O rt. C3D 34. AsT Nicola A3R P3CR PXC. 12 DXPC TCR 35. AGC sous Keres oT on, THR CXPR 13, AGR PaCcD 36.“ T6A P4aR 1. PaR CD2) 12. ATAR D2D rm. AXC (1) PsR 37. T6T r =6C3AR 2. C3AD AXA I TXA DXA 13, DaC + PXP 38. TXP AsCD 3, PsT CiR th CSA Pad te DXPE PsA 30, AGA AT. CSA D5R th Pa Ric 17, RA TR 40. T4A D2R 3. P3D wT te RIT CGD 8 Dal PAA at. P4TR P3A & A Ds . 2D C2b--3A 17. D3A DXPA 19. P3CD PT 42. PsT O-O 7. AaR Ci 18 TDiR P4aTR zo. DsC PXP 43. PXP P3D 8. O-O C3T 19. PXP 90 91 PXP 2. CXC P3CD 33. Tic & ABR 22. Pad pxXCc si. DsT PgAR a4, PLT 2 g C2R 2 Cet C2C DKP Ck 35. TOD ta. C3C og. RIT DXD AXD XT 36. EXT un. D3A 25. T2R YDiR T2R TRA 37. Ts5C 1z, DaD 26. AIR ArD crp C3p 38. T6C 13. A3C op C3AR T3R A2D aR 39. P4D 14. D2R 28. PXA PBA C3aR P5R 40. P5D P3T i. A2D ag, A2D A2R TR2A VUSVA 4n. PXP D3c 16, DrD 30. PXA AGA MCR TA 42. TOR CaR 7 Dead a. T2A- P3TR T3A on 43. T7R PAAR 18. PXP Y RaT PTR DKP Abandonan. . PAD i TiR v AXC ANA COXA 20. DxKC DT ai. PSD 35. Abandonan, NUMERO 28 Partida Sanz - Pomar. Una partida instructiva para aquellos —y son aumerosos—- que se interesan en el desarrollo ajedrecistico de Pomar. Demuestra un hecho def todo natural a su edad: que todavia lo que mas le cuesta es conce bir un plan. E! ve jugadas, amenazas del enemigo, posibilidades de cambios sin desyentaja —lo que para un jugador que es casi un nifio es ya mucho—-. La idea del plan je Megara seguramente, y bien pronto, con la experiencia y una buena escuela: para ello es el juego por co- rrespondencia. Sanz ha escogido bien e! planiteo psicolégicamente y ha conducido ta partida atendicndo a este punto de vista, aunque en ver— dad la tarea en esta ocasién no era dernasiado dificil, INGLESA BLANCAS NEGRAS C2A 3. CsAD P2aCR 4 Asad Sanz Pomar ASC = P3D P4AD © PaR O--O 6& P3TR C3AD 2. C3AR P3D =. O-O 92 93 Alonso Sanz hh 1 ts 0 Pérez Brinckmann 1 0 Navarro Fuentes 1 1. Kocher Agustin 0 1, Medina Gémez " 1 Keres Ingelmo 6 1 Samisch Nicolas 0 POMAR descansa NUMERO 2? Paitida Pérez - Brinckmann. Esta partida muestra bien claramente cémo se pierde queriendo ga- nar a toda costa. Su historia es como sigue: Pérez 10 obtiene nada al principio, pero gradualmente consigue mejorar su yasicién, Y despnés de la jugada 27 negra, era tal la superioridad blanca, que podian ef.c- tuar una combinacién de sacrificio: 28, C3A1). Si las negras lo aceptan, parecen estar perdidas: 28. AX . Cs. DIAR 6 1D; 30. DeD y 31. DXPTD. O bien, a.. D3R; 30. CKPA. D3AD; 31. D2bD, AAD; 32, DXPT, etc. Si el sacrificio no fuese aceptado, las blancas evidente- mente aumentan atin su presidn, Habiendo dejado pasar tales oportuni- dades, las blancas permiten igualar al adversario y habrian debido coa- tentarse con entablar cambiando caballos y torres en la jugada 309. Luego el ingenioso movimiento 44. de las negras, ganéd uv pedn y Ia partida. VIENESA BLANCAS NEGRAS 13D 28, Pérez Brinckmann oR xo PsR tr P4R AXA 31. C3AD 2. Asad AsR 32. C3AR 3. P3D CsD 33- P4D 4. PXP DAA 34. CXP 5. C3AR A3C 35. AsCR 6 P3TR Ds5T 36. A4T 7 C3A Ds5AR4 37. AsCD 8. A2D T1D 38. CR2R 9. P3T Ds5sD 39. A3D ro, C4R P5R 40. Dad un. P4CR P3C 41. A3C i. D2R D2D 42. P4TR 13. O-O—O Tr1AD 43. O--0--0 14, TRiC RiT 44. PXP 15. PXP AIR 45. RrC 16. A3A Ric 46. CIA v7 D3R DxXT 47. C3C 18. A3C Asc 48. DaR 19 CXA AXP 49. PXC 20. PaT D3A. 50. D2A ay Ti1T ATA SI P3A 22. P4D DC 52. TXT 23. TXT DXKPC 53. C2R 24. PXP RiT 54. PDXP 2s. DaR D3sR 55. C3C-4D 26, A2D Abandonan. TAD 27. CIR T3T DsC AXC A3A T3. AXC D2R P5T T3TD RrC C3D P6T CrA T3AD TXT+ DXPR DXPC P4AR PsA DXPA D5R+ P6A C3D NUMERO 30 Partida Samisch - Nicolas. Samisch no ha obtenido nada en el planteo, se ha visto obligado a cambiar y ha entrado en un final con probabilidades ligeramente infe- riores, Sdlo la falta de técnica y de entrenamiento de Nicolas le han permitido por Ultimo volver las tornas a su favor. DE DAMA BLANCAS NEGRAS PXD 22, A3R i *ol4 TRiID 23. TD2T Samisch Nicolas 3A za, TeT)abD P4D 1 P4D R2A 25. RA PyAD 2. P3R A2A 26. T2A C3AD 3. C3AR TspD+ 27, TiR AsC 4. A2R T6D 28. ArA P3R 5. CD2D P4R 29. R2R C3A 6. P3TD T(rA)1D 30. T2D PXP 7 CXP TXT 31. AXT AXA & DKA R3R 32, T1AD TrA 9. P3AD P4aTR 33. ABR DeA to. O--—-O P4CR 34. P3TR P3TD i. CXC Rad 35. Tad DXC 1. TrR PsCR 36. P4sTR AMA 13. P4R R3R 37. P4T PXP 14. CXP Pad 38. AIA CXC i. DXC TiAR 39. AsC D3C 16. TaR T2A 40. TIA O—O 1. P4aCD T2D 41. TxCD A3D 18. P4AD Psd 42. PsC Aic 19. D5A PAXP 42. PTXP D2A 20. P3CR P6A+ 44. RA D3A 21. DXD PXP 45. RiC Rab 46. TXP RgD 58. AGC O-O 14. CXA+ D6TD 20. T2A R3A 47. TiC RsA 59. A7A DXC 15. P3CD T3D 21. RoC RXP 48. A3Rt AGA 60. A81D TDiD «16. DiA TRID 22, TRIAD R3A 49. TrA+ RGD 61. A7A P3CD 17, DsAR TsD 23. D6A RaD 50, TC Psht 62. A8D | DzR 1. TDA D3D 2g. PaR?? A3D 51. T1D+ PoR 3. PXP P3sCR 19 T7A A6T+ 25. Abandonan. R3R 52. TIC AYR 64. A7R pA 3 En MDG RIA TA 54. RrR 3 . 2 TsA 55. TsC RsR 6. AST NUMERO 32 TsC 56. TXT aA7T 68. Abandonan. Partida Keres - Ingelmo. AXT+ 57, RiA EI planteo por parte de las blancas no presenta nada de trascen- dente, y, por ejemplo, en la jugada 14, las negras podian obtener ura excelente partida, jugando: 14. P4TR! Si 15. P4CR (de otra suerte NUMERO 31 el caballo negro sale via g3TR a 4AR); entonces 15... PXP; 16, PXP, Paid Kocher - De Agustin. TXA; 17. CXT’, AXP, seguido der8. AXC y 19.. D6T+, ete. En yez de esto, Heyaron su dama al ala de dama, donde bien pronto su situacién llegd a ser muy expuesta, La explotacion de la posicién de la dama negra, desde ef punto de vista tactico, fué la de un maes- tro de gran clase. La jugada 7 de jas blancas, muy débil, condujo en poco tiempo a fa pérdida de wn pedn, y las negras, con la posicién ganada, jugaron bien hasta la jugada 23, en que debiera haberse hecho 23.. DsR. Pero aun en el filtimo momento, jugando 24. DsCR conservaban probabilida- DEFENSA INDIA DE REY des de victoria. De Agustin debe aprender a no dejar Jas piezas aban BLANCAS NEGRAS Ag to. PAR onadas. DaR 11. P4CR CATALANA Keres Ingelmo Aot 2 DeR P4yR 1. P3CR 0-0-0 13, O-O—O BLANCAS NEGRAS 3A? 6. Cee oe 2. we pe 14. Pe as 7 | C3AR 3. P3D 31 15. Dg Kocher, Agustin pAXp 8 PXP L CSA i. C3AR TD 16. CAC)2R Pad r Pad cxP 9. C3sAD A5SCR 5. C3A cap 1. P3t C3AR 2, C3AR AsR to, ASC P3tR 6. AzD C3C 18 D3C P3aR 3. P3CR CXC+ i AXC PsR 7. PXP PaA 19. C4T > A3D 4. A2CR A2R 12. AXC PXP & CrCR CXC 20. DXC ¥eACD2D 5. PyAD AXA 13. CXP AgAD « P3TR PXP 21, PXP hay > 100 : 101 . -.. Y Did 22. D7T 23. D8T+ 24. TRD 25. AsC! 26. TXA 27. T(ID)XA_ 28. TXT 29. AQT 30. Tip 31. (1) El comienzo de la combinacién cuyo efecto se apercibe en la jugada 26. (2) Fuerza a menos Ja recuperacién del peén con una gran venta- ja posicional. Q) Con 27.. TDiR; 28 TXPA, TXT; 29. AXT, T2CR (y no T2R; 30. T&D, etc.), las negras habrian podido defenderse mAs tiempo. TRIA C3A CiC AXP AXA A3D? TXT D3C pDsc+ D6R+ RiC T3D ReT T6D TXPR PaC! TeaR+ DXPC A3Ct+ DsC+ 40. 4i. P3AD DA P4AR DA R2A DXC R3D R4D RsD Abandonan, NUMERO 33 Partida ‘Alonso - Sanz. Una partida poco excitante, en el curso de la cual n:nguno de los adversarios quiso aceptar un riesgo ni evitar los alfiles de distinto color, y en tales circunstancias la nulidad aparece perfectamente leg!- PXP D2A TDiD CaT TiR T2D T1-1D Cac CXC+ DiA T3D ArAR C2R C3A P3A A2A DaD AXC C5sD TIAD 10. IL, 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18, 19. 20. 21. 22, 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. PXP DiR P3A D4C P3CD T31D A2C PRXA TRiD DIR C4A DX

Pad Rad 1. C3AR O-O 8 PsAD P4sAD z. P3R C5R gy. C2D C3AD 3 ASC P4AR rw. T3A P3R q O--O pxp i. PAXP 109 AXC A2D CxP CXA CXA 13. 14. 1s. Th. PDA C3A C3C? D3 AXA TDA A2D CsC DXxC NUMERO 37 iz. 318. ig. 20. Partida De Agustin - Medina, TrAD Iy4D TRA Tablas. De Agustin ensayd en ef planteo de jos dos caballos un mov miento poco usual (C3AD), que no parece comprometer demasiado la partida, pero de todos modos las negras dejaron escapar sus oportuni- dades en las jugadas 11 y 12 (113.. O-O, en vez de 11.. CrD y 12. P3AD, en lugar de 12.. 0-0). Pero aun después de esto habrian obtenido la muli- dad probablemente si no se hubiesen forjado ilusiones sobre el peén en 6AD. Jugando para ganar, debilitaron progresivamente su posicién y finalmente cometieron un error en una posicidn que ya era compro- metida, De Agustin aproveché muy bien los errores de su adversario. DEFENSA DE LOS DOS CABALLOS,—VARIANTE CANAL BLANCAS ‘Agustin PER C3AR ASA PaD O—O TiR C3A AXP AXCR P3CD 110 I PIA, SE yp ym ep NEGRAS TXD < ASA Medina AXPA P4R P3TD C3AD hMgCD C3A A8sR PXP T3D CxP 7T3R P4D A3c PXC TDIR A3R A3D AsCD Asc DXD 11, 12. 13. 14. 15. 16, 17. 18. 19. 20. at. 22. Cib Oo—O TRIR A4ZA A2R TDrAD TSA P3AR TDA P3CR R2A Abandonan. NUMERO 38 Partida Gémez - Keres. En primer jugar, es preferible contra un adversario muy fuerte no experimentar un planteo que no se conoce perfectamente, y luego, cuan- do se ha hecho una jugada desgraciada (8. CD21), hay, por lo menos, que abstenerse a continuacién de arruinar la posicidn de los peones con jugadas como 9. PgR, después de Ja cual la explotacién de la ventaja posicional para un Keres no es m4s que una cuestién de técnica. Con 9. CAD, CXA; 10, PA, jas blancas habian podido subsiguientemen- te defender el peén por su yecino y obtener una partida pasable. BLANCAS Gémez P4D L. C3AR 2. P3A 3 P3CR 4 A2C 5. O-O 6. ASA 7. CD2D 8. P4R? 9. PXC ro. P3TD Tr. TrR 12. PRXP 13, PXP 14. CsR 15. RXA 16, 3D 17. DEFENSA INDIA DE DAMA NEGRAS Keres C3AR P4A P3CD Az€ P3R A2R O—O C4D CXA C3T C2A P4A TXP PXP AXA C4D D2A V4R 18. D2R 19. PaA 20. CXC 2. TIAR 22, DXA 23. D2R 24. R3T 25. P3A 26, T4T 27. DeD 28. RXT 29. Pad 30. D2AND 3t. T2A 32. R3T 33. T2c 34. R3C 35. RXT 36. Abandonan. TDrAR A3D CXP+ AXC AXC D2C h4C+- TRA DiC TSA TXT+ T3C DIA Pad TSC D2A Dal+ TXT+ DsC 441 NUMERO 40 Partida Fuentes - Kocher. NUMERO 39 Partida Ingelmo - Samisch. . ‘ Fuentes no tuvo un dia afortunado, Después de un buen planteo, tuvo la idea original, pero no en armonia con la posicién de tomar en 2D con Ia dama y dos jugadas después olvidé que las negras podian sencillamente avanzar su peén de rey y obtencr al menos una partida igual, A continuacién, para complicar el juego, sacrificé un pedn, lo que habia podido ser peligroso si Jas negras se hubiesen arriesgado en la jugada 35 a tomar también el peén TR. Pero Kocher estaba eviden- temente muy satisfecho con las tablas, y asi se acordé. La partida habria podido ser interesante si Samisch no hubiese es- tado tan apurado de tiempo, pues él jugé la primera fase con mucha inteligencia y explot6 a fondo una ligera debilidad del ala de dama enemiga, Ingelmo, viendo que perderia en un final tranquilo, sacrificé atin dos peones para complicar la posicién. En efecto, como Samisch no disponia de tiempo para reflexionar, cometié una serie de faltas (2%. P4CD!, en yez de 26. PyD; 27. DXP en vez de 27. AXP; 2. TIAR, en vez de 29. T3T?). DEFENSA FRANCESA.-~VARIANTE TARRASCH ESPANOLA.—DEFENSA STEINITZ DIFERIDA BLANCAS NEGRAS AXC 20. D4C BLANCAS NEGRAS TrA 19. DD Fuentes Kocher DeeR ae Ree Ingelmo Samisch [38 20. br P4R 1. P3R T3AR 23. TDiA P4R 1. P4R PgTR 22. PsT P4D 2. P4D T3CR 24. T2AR C3AR 2, C3AD CaD 23, AXPT CD2D 3. C3AR TR 23. ASR Asc 3. P3TD Ist 2A. PpXp Ps5R 4. CR2D PaTR 26. Dak AT 4. P3D CaT 25. AoA A3D 5. P4AD D4CR 27. DaD piap ALD Cha e RD P3AD 6, C3AD DsC 28. DaR P4D = PsCR PER a AXP CR2R 7 PXP Dac 29. DeD O-O ARC Cs ars PXP & ASCD DsC 30. T3AD AsCR & P3A DXP os pT? O-O g AXC PsT 31. P3TR ALR 9. Car

DAA PaR 1. P4R D3D & P3TR C3AR 2. C3sAD PaCD 9. O-O—O AsC 3. P3D T1CD to. D3C P4D 4. PXP O—O mr C3A TiR tz. C5C A3BR 21. P3A CsCR 18. P3TR DsT+ ay. RIA P5C 13. A2D AXPC 22. PXA T3T 19. PXC D&T+ 35. ReA D4D 14. P3C D4aD 23. D2A DsT 20, T4A DsT+ 26. P3C?? D4aT 15. RiC DXP+ 24. RrA | D8&T+ ar Rod D7T+? a7. RIA AGA 16, P4TD csp 25. D4T / DsT+ a2, RA D8t+ 28. R2A CsD 17. C3A T32C 26. AsC D8T+ 23. ReA T7T++ 29. CaD 18. ReC T3A+ 27. R2D C6A ig, T1T D6A+ 28. Abandonan Dak 20. CIR NUMERO 66 Partida Pomar - Medina. El contragambito Albin es un planteo que Pomar debe aprender bien, NUMERO 65 si quiere jugar e! gambito de dama, pues de otro modo quedardé en desventaja como aqui lo fué contra Medina. De todos modos, no ha- bria perdido tan pronto si hubiese jugado 12, P4CD en lugar de 12. A4AR, pues la continuacién 12. P6D; 13. AXP, AXC; 14. PXA, CXP; 15. A2R, A5D; 16. AZAD, D7CR; 17, TIAR, aunque favorable a las negras no es todavia completamente decisiva. Medina jugo toda la partida con mucha energia, Partida Alonso - Kocher. En una posicién bastante complicada de la Francesa, las blancas hacen una combinacién que fuerza la nulidad, pero las negras eviden- temente cortas de tiempo, creyendo poder evitarlo, hacen una jugada que las coloca en posicién de recibir mate en tres jugadas (por 27. D8T!). | bane ann tsetse nmin En la forma en que jugd su contrario, ain tenia el negro posibilidad CONTRAGAMBLTO ALBIN de resistencia con 27.. R1R, pero en vez de hacerlo se dejaron matar. ? » ! En suma, un final debido a Ja falta de tiempo. ; BLANCAS NEGRAS Mee a Ae Pomar Medina PxA ' i ey A WC DEFENSA FRANCESA P4D Pad Drip 1. DC BLANCAS | NEGRAS Pan 8. pone PAAD 2. PaR TrA 16. DXPC 3 9. F3 3. Ps CeaD 7 D6A Alonso Kocher 43D 10. P4AD | Par 4 GRAD Pre ok CaR PaR 1 P3R PpXP ir, CXP P4AR s. P4CR A3C 19. A6R P4D 2. P4D 0-0-0 12, AzD PXP 6. AsC-h T2T 20. TXA C3AD 3 C3AR PACR 13, CXAT A2D 7 DXPC DriD ar. G2R AsCR 4. ALR TXC 14. PXP C3AR 8. D3C R2R 22. TRiD PsR s, C3-2D DXP 15. C3A D2A 9. Asc RiR 23. TXC AXA 6& DXA CoA 16. TDIA A2R 10. O—O—O — Abandonan Dac 7 O-O TrC 17. T2AD P3TD oir. ASA 154 155 Una variante de tablas que conduce bastante r4pidamente a un final NUMERO 67 Partida Brinckmann - Samisch. de damas con peones iguales. Entonces Samisch, apurado de tiempo como siempre, dejé abandonado un peén en Ia jugada 27 y luego otro en la 37. Las anotaciones no sefialan claramente si abandond 0, como de costumbre, rebasé stt reloj, pero en todo caso estaba perdido. APERTURA DE LOS CUATRO CABALLOS BLANCAS Brinckmann P4R I. C3AR 2. C34 3. AsC 4. CXC 5. A3D 6. AXP. 7. AXCH+ 8. PAD 9. DXP 10. Q-O0 TI. P3CD 12. D3A 13. A2C T4. TRIR 5. TXT+ 16. TiR 17. DXT 18. PKA 19. 156 NEGRAS Samisch P4R C3AD C3A CxP P4D PXC A3D PXA PXP O—O TiR PaAD A2C P3A D2D TXT TXT + AXC D6T D8R+ D4R AIA A4éA DsD+ AXA+ D7C+ DsD DXPT R2C D6C D3C P4TR Dac P5T p6C+ D3C D8C DyT+" DXPT PTXP D3A 20. 2i. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 3h. 32. 33- 34+ 35- 36. 37- 38. 29. 40. 41. AIA P4TR A3D R2A R2aR PXA DzD D3R? PAD D3D RrA D3C PaT D3A R2A RA R2A Ps5A? RiC D3D D3D Abandonan ot qT NUMERO 68 Partida Fuentes - Nicolas. Fuentes no conocia seguramente la refutaciéu de Capablanca (8, Trk, P4AR; 9. CD2D!, etc), y escogié una continuacién que no presenta ninguna, clase de dificultad a las negras, Decidié entonces esperar tran- quilamente la pifia, que no Ilegé pronto, pero que, no obstante, se pre- senté por fin en las jugadas 22 y 23, donde ias negras no se dieron cuenta del peligro D7D y T&R. El resto no exige mds comentarios. BLANCAS Fuentes P4R C3AR AsCD AgT O—O P3AD P4D DaR P5D CXPR C2D cCxce C4C AsCR A2A C3R mo BEN os an Aa FSORN DEEN a ESPANOLA. NEGRAS AXC * old P4TD Nicolas PXPC P4R TDiD C3AD TTD P3TD P4AD C3AR RiT A4AD PXPC A2T P6C CXPR P3CR P4AR D4CR C2R PACD O—O DXPR P3D T8TD PAXCR TXT+ A4AR DéR+ P4CD PXD+ D2D P8C=D+ TDrR PXA 17. 18, 19. 20. al. 22. 23. 24. 25. 26, 27. 28. 2 30. 31. 32. 33. 34. 35. TXA A3C PXP T3A TiR T3CR T3TR? AsD? AgR A3C DiD A4TR AXPC D3A R2A DXD RXT R2R Abandonan 157 NUMERO 69 Partida De Agustin - Ingelmo. Una partida tipica para De Agustin, que persigue siempre y a toda costa tomar la iniciativa. En una Caro-Kann, tipo Francesa, él consi- guid, por un sacrificio de pedn, a rctener en el centro el rey negro y a crear a su adversario dificultades reales. Ingelmo se defendié con mu- cha sangre fria y éxito, Ilegando a un final que habria podido enta- blar facilmente (un ejemplo: 46.. P5AD; 47. TOAD, P7D; 48 ArD, TrR; 49. A2R, T1D, etc.), Evidentemente, tampoco podia ocurrir nada de malo a las negras, si hubiesen Ievado su rey a 2T. Pero asi y todo ja forma en que De Agustin supo explotar una probabilidad minima, es digna de elogio. DEFENSA-CARO-KANN BLANCAS NEGRAS = AsC 18. MA TRIAD 19. I Agustin Ingelmo CaA 20. P3TR P4R 1 P3AD A3R 21. DiD P4D 2. P4D DyA 22. P3C P5R 3. P3R T2A 23. Cac C3AR 4. PgAD PaTD 24. Cad P3A 5. C3AD A2R 25. P4c A3D 6. D3C D3C 26. TA O—O 7. A2zD C2D 27, A2C PXP 8. AXP AST 28. RiA P4CD 9. A2R PAA 29. C6D PsC to. C4T cxXT 30. DXT C4D u1. AgA PXP 31. AXP D4C 12. P3C D3A 32. RaR! A3R 13. C2R DXP+ 33. R3D DsC 1. C4A TIAR 34. PXP C2D tm. CXC D7T 35. C5A PXC 16. AXP AXC 36. AXA D6A 17. TrCR C4R+ 37. Rad 158 CoA TrR D7R DXD CXAt+ TXP A4c PsT ArD TXP+ P3C 38. 39 40. 4i. 42. 43. 45. 47. 48. 49. TiD RA RiC TsC DaA+ P6T PXD T7C TXC A4T+ P5D R2R TID P7T P6D T7D+ Pyb? A6A PXP T7T R2A RiD A4R A2C NUMERO 70 Partida Sanz - Keres. 50. 51. 52. 53. 54 55. 56. 57. 38. 59. Go. 61. AGA Asc R3A P5C R3D Ti1TD A4T R3R T1ITR TrD TrAR Abandonan, Keres no jugé el planteo en forma brillante, pues no tenia necesidad alguna de permitir al caballo blanco ocupar Ia casilla 5R. Pero después que las blancas no vieron nada mejor que cambiar este caballo abrien- do al adversario una linea contra el pedn, Keres condujo el ataque contra esta debilidad de una manera que recuerda las mejores realiza- ciones de este género de Steinitz. Es verdad que Sanz facilité sa Ja- bor con las desgraciadas jugadas 20 y 21. En el final las negras, con dos peones mas, devolvieron uno para cambiar las piezas menores, é Era éste el camino ms corto? Resulta dudoso, pero después de todo es ya una cuestién de gusto. INGLESA BLANCAS NEGRAS P4D 3. A2C Sanz Keres P3CR 4 PsR res A2C 5. AQR P4AD 1 C3AR O—O 6, O-—O C3AR 2. P3CD P3CD 7 P4AD 159 P3R 8. C3AD T4CD 39. T7D+ | Cs5R gy D2A RiC 40. Rat i A2C to. TDild P4yTR 41. R3T ! C3AD x1, P3TD P4CR 42. R2C ' cxe 12, PXC RiT 43. P3TR | D2R 13. PXP Ric 44. TAR | PXP 14. TaD RaiT 45. P4aCR TRiIR 15. TRrDb PXP 46. PXP, TDiD 16, DiCcD Ric 47. T7AD C4TD 17 Dat RAR 48. R3A C3AD 18. AIT T4D 49. R3R P4TD 1g. DiCD T4Rt+ 50. R3D CaTD 20. CrR T4D+ 51. R4A P4aCD ar. A3A T7D 52, T5A Laren 22. Gab. TXPA = 53. TXPC D2A! 23. C4aAR TsAt 54. Rs5D AsR 24, P3CR R2R 35. T5sR+ RONDA XI PsD 25. AXA R2D 56. T4R DXA 26. PAXP TSA 37. TXP AXC 27. PRXA T8D+ 58. R5R PXPD 28. TXP T8R+ 59. R6A TXT 29. AXT T8A+ 60. R6C C3AD 30. ArT R2aR 6x. P5C DeR 31. DeCD T7AR 62. TSCD P3AR 32. DXPA T6AR 63. RC i DxXD 33. AXD T6CR 64. P6C R2A 34, Ag AD T8CR 65. ReT PsCD 35. PXP R3AR 66. T6C+ PXPC 36. AsR R2eR 67. P7C CXA 37. PXC Abandonan, TXP 38. TaD 160 , fe, Kocher Medina Keres _ Samisch Nicolas Ingelmo Gomez SSO RRS Pérez 1 Alonso 0 Pomar ‘ Sanz Brinckmann 1 Fuentes 1 Agustin 1 NAVARRO descansa NUMERO 71 Partida Keres - Pomar. Habiendo jugado Pomar P4CD, Keres quiso salirse de los cami- nos trillados (7. P4D), pero no consiguiéd nada apreciable con 7, P4TD Sin embargo, en la jugada 16, logré encontrar una ingeniosa combina- cién, que con la mejor réplica de las negras habria, si, conseguido recu- perar e! pedn con buena posicién, pero nada mds. En la realidad de este combate probablemente habrfa ganado Keres, pero dudo mucho que la posicién lo sea después de 16.. T3CD; 17, TXT, PXT; 18 D2R, 0-0; 19. DXPC, D3D, ete. Por desgracia, Pomar no se dié cuenta del peligro y permitié la bonita combinacidn que decidié 1a partida en al- gunas jugadas, ESPANOLA BLANCAS NEGRAS Keres Pomar PaR 1. P4R C3AR 2. C3AD AsC 3. P3TD AaT 4. C3AR O—O 5. P4aCD A3C 6. CXP P4TD 7. A2C 163 ?, 8, PXP PxXA+ wy DXT TR 9. P4D T8T + i8. R2D AXP ro. DKA TXT tg. T2T CA iu. DiD CXP 20. C4D CXC 1, A2R D4yC+ ar. PaAR CsA 13. TiCD DXP+ 22. R3D PXP 14. PXP T8b+ 23. DXT / CXA 15. TXC DGR+ 24. R4A TOT 16. C5C C3C+ 23. Abandonan. NUMERO 72 Partida Samisch - Sanz. La primera parte de esta holandesa, la jugé Samisch con juicio certero, explotando muy hAbilmente ta debilidad que presentaba la por sicién central del adversario. No obstatite, Sanz no tenia necesidad de sacrificar e} pedn en la jugada 21, y todavia menos justificacion tenia Samisch para no defender st peon por 25. (ATA. Después que hubo de entregar el pedn, la liquidacién que siguid, Te dejo atin una ligera yentaja cn cl final, y Sanz necesité de un maximum de precisién para Hegar a las tablas. DEFENSA HOLANDESA NEGRAS C3AD 3, DIR BLANCAS eR Samisch Sanz BD. °. cs c : R 13C 10. 3 CoRR 2 PPAR pXPR mr = C4AD P3CR 3. C3AR D2AD 12. AXPR A2C 4. P3D CsCD 13. AID P4AD 5, A2R C(s4D 14. CRsR Qo-0 6 O-—O CxXxA mw. CXC 164 A3R 16, A3A TXT 33. PXT TDr1D 17. TDiCD RiA 34. R2A C4D 18 P3CR R2R 35. R3R AXC 19. PXA P4aR 36.. R4R CsCD 20. P3TD P2AR 37. RsD CrAD ar. A2C? A6A+ 38. RsA CXP 22, PaCD PyAR 39. PsCD CsCR 23. CXC P4CR do. R4CD AXC 24. D4R PsAR 4u. PsAD TsD? 25. DXPC PXPC 42, PXP DXD 26, AXD PaTR 43. ASA PXP 27. TXPC A7C 44. P6CD TXT 28, PXT DXP 45. PXP T1CD 29. T4AR PsTR 46. PXP A&8D 30. AsD PXP 47. ArAR! Ps gr. A3C P6TR 48. P7CD ~ TIAD 32. TsaAD Tablas. NUMERO 73 Partida Nicolds - Brinckmann, Vale m4s tener peones desparramados que tener un peén de me- nos; verdad de la que Nicolds parece no darse cuenta. Habiendo salido de {a apertura con una partida ligeramente inferior, no supo liquidar a tiempo la tensién en el centro, lo que fe hubiese sido facil con C2AD, y se hallé en la jugada 19 ante la imposibilidad de conservar tin sore formacién de peones, Pero aun asi, continuando por 19, R1C, P4AD; 20. A3R, CXT, +; 21. TXC, TXT; 22, PXT, habria logrado que la tealizacién de ia ventaja de las ngrase hubiese sido, aunque posible, a lo menos bastante dificil, Por el contrario, el sacrificio de un peén en esta posicién fué un puro sticidio, 165 ESCOCESA BLANCAS NEGRAS C4R Nicolés Brinckmann un P4R 1, P4aR P3C C3AR 2. C3AD PXP P4D 3. PXP cr1D CxXP 4. AsA C3R P3AD 5. D3A AIR A3R 6 CRaR ABA AYAD 7 P3D PsAt+ o—O0 8 C4R PXP+ A2R g D3C CaC CD2D ro. A6T CXP+ A3ZA 11 O-—O RaA RiT 12, CXA P4T DXC 13. AzD Ca D3C 14, DXD C3R PTXD 15. TDIR AXP TRiR 16. P4A CrD PXP 17 AXC R3A AXA 18. CXP R2A P3A? 19, CXP+ RiR R2T 20. C4A RXA A2A ar. P3TD R2A TXT 22, TXT A8D TiR 23. TXT R3C AXT 24. R2A R2A A2A 25. R3R A5C P4CR 26. C2aR RA R3C 27. PsA ABR. P4AR 28. P3CR ‘Abandonan. 166 P3TR P4CD PXP CrA C3C AsR A6D CXP PXP R2A AXP R3R A8C P4T C3C CXP P4D PsD A3C AXC R4aD PsA P6A RsA P6D+ C5R REC 7 te BLANCAS Kocher P4D C3AR P3AD CD2aD P4R A3D. P3CD | A2C o—O PCXP C4AD PRXP o mom yuog SIDE YL NUMERO 74 Partida Kocher - Pérez. PEON DE DAMA NEGRAS Pérez C3AR P3CR A2C O—O P3D CD2D P4aTD PAR P5T C4aTR PsAR CsA PXPC AXP PXP+ CAD2D CXP CGR) 5C CXC A3T TrR T3R RXC D3D+ P3T TXA Abandonan. 13. 14. 15. 16, 17. 18. T9, az. 22. 23. 2s 25. 26. Una partida aventurera de Pérez. Ya el sacrificio de pen en 5TD es de valor dudoso, pero la combinacién 0, mejor dicho, lazo de las juga- das 10 a 12, podia ser refutada sencillamente por 13. PXPR, después de lo cual las blancas habrian quedado con uno o dos peones mas y una buena posicién. Pero tal como jugaron las blancas perdieron una pieza por 4 peones y aun las negras conservaron buenas perspectivas de ataque. Aqui Pérez se Janzé a una nueva aventura, y sin necesidad apa- rente sacrificd su caballo, lo que después de 25. P4AD habria evade a complicaciones de un resultado dificil de prever. En vez de esto, Kocher perdié el tiempo decisivo y todo acabé, De todos modos, Pérez revelé mucho temperamento. Ps5R P4aD Rit PXA C3A CXP RXC T2A Asc CXP D4D RrTt AXC+ TiCR 167 NUMERO 75 Partida Medina - Alonso. Es una verdad conocida ya hace muchos afios por los teéricos euro- peos, que si las blancas, en la variante dei dragén, de la siciliana, Megan a situar su caballo en 5D, ellas pueden sin ‘peligro enrocar de lado de dama. Lo cual, aunque no diga evidentemente que deban ganar, si in- dica que sus perspectivas de ataque son netamente superiores, En esta partida las negras perdieron principalmente por permitir a este caballo permanecer demasiado tiempo en 5D, y debido a ello se vieron impedi- das de establecer un plan de ataque. Medina jugé en forma irrepro- chable, La combinacién final (jugada 31) es sencilla, pero bella, En suma, una de las buenas partidas del torneo. DEFENSA SICILIANA.—VARIANTE DEL DRAGON BLANCAS NEGRAS pee 17 AXC A PXA 18. D2A Medina Alonso pXp 19, PAXP PaR 1. P4AD A4D 20. T2A C3AR 2. P3D P4A ar. Cs€ PaD 3. PXP AXA 22. RXA CXP 4 C3AR CaD 23. C4AD C3AD 5. P3CR T4T 24. C3A A3R 6. C3A PsA 25. PXP P3A 7. A2c C6R+ 26. CXC D2D & O-O PXC 27. T(2A)1A C3C 9. A3R TDiT 28. Rit CsD 10, C2D AaD 29. TrCR 0--0--O 11. PaTD AXP 30. T2C PaTD oa. TA AXP! 31. CXA Ric 13. P3C D3D 32. DXPA+ A6TD 14. TiC DXD 33. TXD AsCD us. TrA RXT 34. TXP+ P4T 16. C3-4R R3C 35. T2C 168 ee TAD TaT ay. Tae T1TR Rav do. Rac THAD T2T 41. Abandonan. NUMERO 76 Partida Gémez - De Agustin. Una partida jugada con bastante correccién hasta la jugada 16, pero ya en la 17 De Agustin dejé abandonado un peén y ademas con una posicién inferior. En esta situacién quedaron las cosas hasta la jugada 29, en que Gémez sacrificé un pedn, y no se detuvo aqui, sino que en la 33 sacrificé un segundo pedn, y en Ja 35 1a calidad. Todo sin la menor compensacién, Una de las mas desdichadas realizaciones del torneo, DEFENSA GRUNFELD BLANCAS NEGRAS Ask 14. AzD ¢, 2 15, Da Gomez Agustin rprap 1. TRIA PyD 1. C3AR DzD vy. P4CD? C3AR 2. P3CR CXP 18. Dac PsaAD 3. A2c C3A ro. A3R C2A 4. PaD C4aTD 20. C2D P3aR 5. O-O C3A 21, A6C A2R 6 P3A TrR 22. C3C O—O 7 CD2D AGT 23. ArT N2A 8. TiR PaTR 24. TrD Tid 9. CDA D4A 25. Cod PXP 10. CXP D3R 26, Ca P4R ir. C5sCD P5R 27, C4D DaT 2. P4aTD CXC 28, AXC P3TD 13. C3T TUR)1D? 29. DXP 169 TiCD 30. Dy7A PsT 39. D3D+ T7C 31. TrR DXD 40. PXD CiR 32. Ds5T PXP 41. PTXP A3A? 33. AXA Cs5C 42. AsR+ DXA 34. CXP P3C 43. AZA TXC 35. DXT CXP 44. T2R DXP 36. DXPR CXP 45. TXT C3A 37. D8T+ CXT 46. PsT R2T 38. DXP Abandonan NUMERO 77 Partida Ingelmo - Fuentes. Un Ruy Lépez bien jugado donde el lado bueno y el malo de la maniobra 11.. PXP y 12, ASCR queda aclarado de modo concluyente. Se saca fa impresién de que las negras no tienen dificultades en soste~ ner la partida, pero que no llegan a obtener ventaja. En el final de to- Tres que resulta de la liquidacién las blancas podian entablar facilmen- te; lo mas sencillo por 44. TXP (en vez de 44. P7R), RXP; 45. T7D!, etcétera). De todas maneras fué un hermoso combate. RUY LOPEZ BLANCAS NEGRAS = A3C 7 P3D P3A 8 C4aT Ingelmo Fuentes ADA 9. PsA P4R 1 Par PsD 10 D2d C3AR 2 C3AD C(1C)2D 11. PAXP AsC 3. P3TD PXP iz, As5C AaT 4. C3A P3TR 13. A4T O-—O 5. A2R P4CR 14. A3C TiR 6 P4CD Cr1AR 15. TrAD 170 A3D PDXP A4AR D2R ASA A2T TDA P3C D2zD C3C AXP CsA AXA CXC D3R DXA DXC T3R DXD RiA P4A 16. 17. 18, 7g. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28, 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37- P4D CXPR C5A C4aA C3R TiD D3C P4T PXP C3A AXC CGA) 5D CXC Age AXA CXA T3T D3C+ TXD+ R2aR R3R TA T3D TXP+ T1iD PsA P6R P7R? R2C R2A P6A TXP T6D+ T6XPD R3A T4D T4-3D T4D+ T:1TD T3D+ T8D T8A+ 38. 39. 42, Abandonan > PsD R4A RsR P6éD T6C TXPT TiR T6R RsD PXP T(6R) XP R4gA T7R+ TXPT T7CD Rs5C RXP T3R RsA Ps5C RaC 171 See | 1 Fuentes Gomez 0 '/, Brinckmann Ingelmo >, 4 Sanz Nicolés 0 1 Pomar Samisch 0 ‘ 0 Alonso Keres 1 1 Pérez Medina 0 0 Navarro Kocher 1 AGUSTIN descansa NUMERO 78 Partida Fuentes - Gémez. Un Ruy Lépez que gusta al examinarlo, donde el error principal de las negras fué no hacer nada para impedir al adversario obtener la ventaja de los dos alfiles, Después del cambio en 5AR, las blancas ob- tienen fdcilmente un ataque y lo coronan con una elegante combina- cién que gana calidad. La fase técnica final no requiere comentarios, ESPANOLA t j BLANCAS NEGRAS TiR 6. P3bD : went Goi P3AD 7 O-—O Fuentes mez PaD- 8 AsD | PAR 1. P4aR CDaD 9g. C4TD C3AR 2. C3AD A2A io. P4sAD AsC 3. P3TD CrA m1. D2A A4T 4. C3A C3C wz. TDA O—O 5. A2R C4TR 13. TRirR ’ : 175 a Ca—-sA 14. AXC C3C 32. RAC CKA 15. AIA TBR 33. P3Ch A5sC 16. C2D P3AR 34. RaC b4c 7 RiT T3-1R 35. PAT K TDA 18. PsA TRiC 30. P5TR t3R 19. T3R C2R 37. C3-2 T3TR 20. P3TR P4CD 38. PXP ap. P4D a1. P4yCD PXP 3g. Ti1TD Ps5D 22. T3C P4CD 40. C4—2C C4rRt 23. TXA A3D 41. C3C DXT 24. C3AR Tr1AD 42. CsA C5A 25. DiD AXC 43 PXA TR 2. Cac T4t 44. A2R Ti=3R 27. Cat TrA—iT 45. b4aT DXD 28. TXD PXP 46, T3 TiR 29. C3A TXPA 47. C4A T3A 30. R2T TaCD 48. AriD TiTD gr. C4A Ts5C 49. Abandonan. NUMERO 79 Partida Brinckmann - Ingelmo. Una francesa, estilo fantasia, llegandose rapidamente a una serie de cambios que no dejan a ninguno de los contrincantes perspectivas de victoria, Aun se juega largo tiempo, cambidndose peones, sin alterar las posibilidades reciprocas. En fin, una partida poco interesante, IRREGULAR BLANCAS NEGRAS A2C 3. PXP A Brinckmann Ingelmo pcr t rene P4R t P3R PAXP 6 C4D P3CD 2 P4D C3A 7. A2R 176 DaR 8 AsT+ PXA 29. TXPA CXA 9. DXCt+ TsA 30. TXPT D2A io DXD+ TXP+ 31 RA RXD ir. O--O TsAD 32. TXP A2C iz. P3AD TXP 33. TsD TDIAR 13. P3CD T2A 34. P5T RiR m4. P4sTD R2C 35. TsC+ P4afD is. C3T R2t 36. P6T CXC 16. PRXC P3A 37. Tac A3TD i. TR RXP 38. TXP P3T 18. A3R T4AD 39. T3C T4A 19 TQT)1AD TsAR 40. P3T ArAR. 20. C4A THA 41. R2e RiD at. T(1A)1D R4T 42. R3C AXC 22, PXA T(4AR)4D 43. P3A RrA 23. TiC T4C 44. T3T4 P3D 2g. Pac R3C 45. T3A T3A 25. TsC T4A 46. TXT T2T 26, PsA TXT 47. P4T PDXP 27. PXP Tablas. AXP 28 AXA NUMERO 80 Partida Pérez - Medina. La variante de Ia Vienesa elegida por las blancas es inofensiva para el negro, si éste, después de la captura del peén en 3AD (que es Jo me- jor, pues 5.. DSTR+; 6 P3CR, CXPC; 7. CZAR, D4TR; & CXPD resulta ventajoso para el blanco), juega inmediatamente 6.. P5D, se- guido de 7.. P4AD. Por el contrario, fa experiencia demuestra que cuando las blancas logran fortificar su centro por P4D, ellas obtienen las mejores probabilidades. En la partida que nos ocupa, Medina faci- 177 4s ee lits grandemente —hay que decirlo— el ataque enemigo por el cam- bio en 5R, seguido de D4TD; pues después de 13. A3D estan ya las negras amenazadas de una catdstrofe por DsTR. Relativamente mejor hubiese sido para el negro 11.. ASCR y en la jugada 13. AZAR. Des pués de los cambios y la captura del PAD, Ja partida no puede ya sal- varse, y Pérez la termina en forma elegante. VIENTSA BLANCAS NEGRAS BR 13. ce 2 : AXC 4. TXT+ Pérez Medina DoE is DXP 24R 1. P4R UR wm ATA C3AD 2. C3AR T3R 7. D7D P4AR 3. P4aD A4A 18. DsC PXPR 4. CXP P3R 19 P5A 3D 5s. CXC A6D! 20. DXA PXC 6. AaR TXA+ ar. DXT Pad 7. P4AD AXP+ 22. RXA C3AR & O-O DxXD 23. P3CD A2R 9. C3AD DA 24. AsC O—O 10, P3AR P3T 25, A8&D Asad 11. PXPR? DXP 26. Abandonan. CXP iz. D4aT NUMERO 81 Partida Pomar - Samisch. Pomar permitid a su contrario establecer un fuerte centro, y des- pués puso a su dama en peligro de ser capturada, Se podria creer que él estaba completamente perdido, pero es justamente en esta partida donde hemos tenido ocasién de observar un nuevo aspecto de la com- batibidad del pequefio Pomar, a saber: la manera de aprovechar el apu- ro de tiempo del adversario. No solamente jugdé de prisa, sino que 178 . encontré también una jugada muy buena (33. TR1R con fla continua cién, caso de 33.. T4TR de 34. AXPA!), que de hecho le abrié pers- pectivas favorables. Y lo que émporta es que desorienté totalmente a Samisch, quien al final rebasé su re!oj. Fn cuanto a Ja posicién en si, es mas bien favorable a las biancas, pero las negras conservaban atin po sibilidades de entablar. DEFENSA DE LOS DOS CABALLOS. BLANCAS NEGRAS C3A 19, PyA : DsT 20. D3D Pomar Samisch Gsc an CXC P4R 1 P4R DXC 22. RiT C3AR 2. C3AD RiT 23. P5AR AGA 3 C3A A2D 24. A2AD P3D 4. ASA P3AR 25. TDIR O—O 5. P3D PaTR 26. A1D A3R 6. A3C DsT 27. CXPT P3TR 7 A3R P4D 28. P3C A3C 8 C2R D6T 29. C4A C3A 9g. C3C PXPR 30. C6C+ CsD 10. AXC RiC 31. TXP PXA 11. P3A TRiR 32. Asc PXP 12. PXP DXT+ 33. DXD DeR 13. O-—O TXT 34. PsA TDiD 14. P4A TXA 35. D4aAt C2D i. CrR ReT 36. PXA P3AD 16, C2A TsR 37. D7A PaTD 17, C3R AXP 38. C8A+ Dic 18 bP4D Pierde por tiempo. 179 NUMERO 82 Partida Navarro - Kocher. ° Al principio, los peones no parecen representar nada para ambos bandos. Kocher se deja abandonado uno en la jugada 7 y su adversa tio se lo devuelve sin ninguna necesidad en la jugada 11, en vez de protegerlo por 11, P4AR (PXP; 12. C2R). Después de una serie de maniobras mds o menos dudosas, las blancas aperciben en la jugada 23 la oportunidad de una gran combinacién: el sacrificio del cambio por dos peones, De hecho esta transacién no pone la partida negra en pe: ligro y resulta completamente inofensiva; pero, adem4s, como los peo nes estén repartidos a una de mayoria en cada lado, no ofrece tampo- co ninguna probabilidad de victoria. Las blancas tuvieron tablas todo el tiempo; aun en la jugada 51 las conseguian jugando TIAR, pero al fin encontraron e] medio de perder. DEFENSA FRANCESA BLANCAS NEGRAS Aa} R 15. ea CXC3A_sO16, Navarro Kocher PytD 7. RoR P4R 1. P3R TRiR 18. P4C P4D 2. P4D P4T 1g T2A C3AD 3. C3AR PXP 20. CsC AsCR 4. A2R P3A 21. PXP Ps5R 5. CR2D Ric 22. C3T P4aTR 6. P3TD TXP 23. PXT D4C 7. P4sAD? AXP+ 24. R3D AXA 8 DXA AXC 25, AaAt+ DXP 9. DrA RrAé 26. T1TD DXD+ 10. TXD C4D 27. A2D C3AR? ir, PXP A3D 28. P3T C2aR 12, C3A ASA 2g. T8T+ CaxXP 13. C2XP R2D 30. T7T 0-0-0 14. A2D AXA 31. RXA R2A 32. T2c PsCR 33. TsXP 3C 33. R3D R2R s4. TsR+ RiC 34. T3T Rib 55. TsA C4D 35. R4A R2R 56. PXP R2A 36. T7T CXP 57. T7T+ C3C+ 37. RsA RiR 58. TXT + CaD+ 38. R4A RXT 5 T7A T1CD 39 T2R RRR 60. Rac R3D 40. T1T C7T 61. TXP C3C+ 41. R3D C6A 62. R5A C4D 42. TsR RaD 63. T6CD P3A 43. TaR CoD 64. RXP P4CR 44. PaT CsR 65. R4A CsA+ 45. R3A R2A 66. T6C P4C 46. T7T ReaD 67. RsD TiD 47. P3A CAA+ 68. R5R CaD+ 48. R3C Cac 69. T7C+ TiCR 49. PXP RiD 70, PsD PXP 50. T7T CaA ar. TXC C3A? 51. T6T Abandonan. TrAR 52, T5R NUMERO 83 Partida Sanz - Nicolas. El planteo es bastante interesante, en el sentido de que parece poco yventajoso para el blanco tomar el peon por 6. CXC, PXC; 7, D4TD+, C3AD; 8 DXP, a causa de 8. DsD, y las posiciones que se presen- tan después del cambio de damas ofrecen a las negras una equivalen- cia del peén, En cuanto al medio de la partida, es claro que el ataque de Sanz no estuvo exactamente calculado, pues debié cambiar de da- mas y evitar entrar en un final que jas negras podian entablar facil- mente (por ejemplo, 37. P5D!), 'Y si éstas no hubieren cometido el 181 error de tomar el PCD, no es del todo seguro que debiesen perder, Aqui en Espafia se juegan los medios de partida bastante mejor que los finales, BLANCAS Sanz PsAD C3AD P4aR PXPD P5R C3AR PDXC A3D: P4TR A3R DaTD 0-0-0 AXC C4D PXA RCD P3TD RiT ArCD P5TR D2AD P4AR D5At+ TDrIAR D2AD D7yT+ A6C 182 Peygueyenn DNNYXWH ee Me SBRRES SI RRESEES 2h. 25. 26. 27. INGLESA NEGRAS pare 7 : D6A’ Nicolas PXD+ C3AR PXPA P3R T2AR P4D TrAD PXP A2AD C5R AQT + CXC AID A2R TD2AD ABR PaCD P3TR PXP Cad T2CD P3AD Ric C4AD RA AXA R2D AXC P4CR D3C T4AR PaTD RiR o-O R2A TRA TaD DiD A4TD D4CR TiD RA AjD DXPA P6AD Rr1rC R3C D4CR R3T P4AD P7AD RA P8A=D RaR AXT 28. 29. 30. 31. TrAR DXD R2D TiCR R3A TD1IAR T4CR R2A TDiICR R3A PXP R4C Ti1T+ AsA+ Psp As5R TOT Té6éD+ TOR+ T4aR Rs5A T6TR PéD RXP T7T+ T7C+ R6A T4AD TXD TaR P5sCR 58. PXP A6R+ RA TXA 59. TXT TsA+ R3D TXPD+ 6o. Rs5A AXPA Pacp AgCR 61. TSAR TsD+ 66. TNT T3AR 62, TsD AXT 67. Abandonan. NUMERO 84 Partida Alonso - Keres. La jugada 12, D3CD parece rehabilitar Ja yariante de Merdn. A lo menos no conozco ninguna partida de los tltimos afios donde las blan- cas hayan logrado después la ventaja en forma convincente, Evidente mente, la jugada 16 de las blancas es débil y el desarrollo de} AD (4 2D 6 4AR) estaba a la orden del dia, pero igualmente en este caso las ne- Bras no tendrian dificultades en oiiener perspectivas iguales por lo menos. La combinacién final de las negras que comienza en la juge- da 21 es divertida. PEON DE DAMA BLANCAS NEGRAS DaR ua. O-O 0-0 is. Cal Alonso Keres A1C? 1 PAA P4D 1 C3AR A2A 7 Ps5C P4AD 2. P3R TrR 18. A3T C3AR 3. P4D DrD 19. AsA C3AD 4... P3A CsR 20. AXC P3R 5. CD2D TXA (D) ar. P6C! A3D 6. PXP DXP 22. TDXP AXP 7. P4aCD TXT 23. PXT A3D & P3TD P4CD 24. C6D P4R 9. P4yA A2c 25. DXD P5sR to. PXP AXD 26. TrD CXPC Ir PXC ArT 27, CXT PXC 12. D3C AMC 28 T7D PXP 3. AXP Abandonan, 183 ee 6 Medina Navarro 1 1 Keres Pérez 0 0 Samisch Alonso 1 0 Nicol4s Pomar 1 1. Ingelmo Sanz 0 1 Gomez Brinchmann 0 0 Agustin Fuentes 1 KOCHER descansa NUMERO 85 Partida Keres ~ Pérez. Keres ha declarado, después de la partida, haber ofvidado la posi bilidad P4CR en lugar de CD2D, En efecto, él tuvo que emprender inmediatamente grandes trabajos de simplificacién en el costado de dama para no exponerse a sucumbir a un ataque en la otra ala, Su jugada 22. D2D equivale a una proposicién de tablas, pues ciertamente que las negras no habrian perdido si hubicsen cambiado las damas, Después de 22.. D3AR? La réplica 23. C5CR asegura la ventaja a fas blancas en todos los casos. Si, por ejemplo, 25.. TXC; 26. DXA, DXD; 27. TXD, TXA; 28, AXC, TXA; 20. P3AR y las negras pierden a cau- sa de la mala posicién de su torre. ESPANOLA BLANCAS NEGRAS C3AR 2. C3AD . A5C 3. P3TD Keres Pérez Agk 1 C3A P4aR 1. b4R O—O 5. PacD 187 AG 6. P3D TXT 18% DXT 23A 7 AsC AXC 19, P5A 23TR 8& A4sT AiD 20. DiD >3D 9 CaTD PXP 21. PXP \2A 10, P4A D2D 22. D3A? “D2D x1. P4C Cs5C 23. CsA: u4TD 12. P5CR AXA 24. A3D -*PCR 13. AXP HD 25. C6D

definitivamente >stablecido en [as rondas precedentes, De otro modo, Brinckmann habria odido muy bien en la posicién final tratar de ganar por 23., PsTD, ESPANOLA.—DEFENSA BERLINESA s‘LANCAS NEGRAS Fuentes Brinckmann 4R 1. P4R 3AR 2, C3AD Asc 3. C3A 0 4 P3D BR 5. A2R 14 P4D 6, CXP. 2. AXC 8. P4AD % C3AD 10. C2A 1k. P3AR 12. P3CD 13. PXxXP A2zD PXA O.-O PsAD TR A3AD Cz2D 209 A2l 14. A3A PAXC 19. CsD RiT 15, CrA. C2A 20. CXC C3R 16. C3R DXC ar. D3A CDsD vy AKA TDIA 22. P4sTD DXA 18% AXC DiD 23. Tablas. NUMERO 100 Partida De Agustin - Sanz. La partida comenzé por un error grosero de Sanz (que las blancas podian todavia explotar mejor por 10, C5R), que de hecho debia termi- nar ja contienda, Pero lejos de ello, no hacia mds que principiar, pues De Agustin, sin razén alguna, dejS empeorar la posicién de sus peones, con lo que el resultado llegé a ser muy incierto, Finalmente, De Agustin! devolviéd su pedn de mds y ocupé la séptima fila, lo que a fa larga se. revelé como decisivo. En resumen, una partida poco edificante, DEFENSA CARO"KANN BLANCAS NEGRAS) Cs5R 13. CQeP DaD? iw. CXC Agustin Sanz XC ag, Dat P4R 1, P3AD D3A 16, DXD Pup 2. P4D PXD 17, CaD CAT 3. PXP A2D 18 P3R cxXP 4 CD T1CD 19. Pac CeAR 5. CzAR CAR 20. A2R C3C 6 P3C R2R 2x. TRiAR Aas AD 7 P3TR P3C 22. TaA AaR 8 C3C P4AR 23. P4C Ax 9. AsC? PyA 24. PXP AXP+ 10 RXA Tot 25. R3C CsR+ tt. R2C TIAR 26. P4TD CXA 12. PyTR C3A a7, Asc 210 na eee ca ee CXC 28. PAXC R3A 6. T P3éA 29. AgA TiD ye. ne T7A go. AIA TXPT 38. T7C T6A 31. PXP TaD 39. T8C PXP 32. R2A T7T+ 40. RiR TicD 33. T2T “‘LaCR 41. ATA A3R 34. T2R T6C 42, T8A+ ToT 35. A3T R2E 43. Abandonan, NUMERO 101 Partida Keres - Kocher. La jugada 7 de las negras es errénea, pues con su respuesta Jas b’an- cas amenazan no sdélo 9. C6AD, sino también 9. CXPARI Sin embargo, las negras no habrian probablemente perdido tan pronto jugando 8,. O-O: 9. C6AD, DiR, pero habian perdido a la larga después de 10. ‘ASCR, A2CD; 11, CX A+, DXA; 12.0.0, ete. Luego de 8 CXC?, la apertu- ra de la columna de dama llega a ser rdpidamente mortal DEFENSA FRANCESA.-~-VARIANTE TARRASCH BLANCAS NEGRAS 0-0-0 sun, P4AD Keres Kocher caaR tz, Dad 5 13. P3TR pak 1. P3R DaR 14. Pad 4D 2. P4D PXP a. prs. CXP C2D 3. C3AR AXD 16. CXD A3D 4. PXP AXC 17 PXC CXP 5. CDaD AXT 18 PXP C3AR 6. A2R P4AD 19 P4CR D2R 7. P3CD? P3CR 20. PTXP CR5RI 8. CDXC? AsR 21. A3T PXC g. CaD T8T+ 22, R2A AZAR 10. O-—O T7T+ 23. Abandonan. # 211 NUMERO 102 Partida Ingelmo - Alonso. Una Caro-Kann en que las negras obtuvieron gradualmente una lige ra ventaja. Cuando Ingelmo comenzé la combinacion que causd su pérdida, tenia ya algunas dificultades, Su tiltimo esfuerzo, 24. ASC queda totalmente refutado por 24.. TXA, pues si 25. TXT, CsCR! gana inmediatamente, Todavia una partida muy Dien conducida por Alonso, CARO-KANN 5 NEGRAS AIA 16. pP3TbD BEANCAS b3hbD 17 P4Cb Ingelmo Alonso psA 18 PXPD R . b3AD CAC 1g. EXC OND 2 P4D PAAR 20. PX1 R C3AR 3 br DART ar kat XP » CRA o3t 22. et . Coab kal 23. PxP 4D 6 aR A5C 24. TxA! A3D 7. A3D AXC a5. TXT O—O 8 D2A AXr+t 20. RXA D2R g. O—O TXT 27, AXP+ TiR to, P4A » DXA 28. DxXD+ P3A ur. P3CD RX D 29. 7A CsR 12. A2C aiR 30. AoR P4AR 13. TbDr1D C2R 31. T7AtT A2D 14. DiC Abandonan, TDiD 15. D1T NUMERO 103 Partida Samisch - Navarro. Samisch ha querido demostrar en su tltima partida del torneo que es capaz de jugar una partida sin pasarse de tiempo, Verdad es que su 212 contrario no le hizo la tarea demasiado dificil; al no volver a tomar in- mediatamente en 3R el negro, perdid el) PAR y se legé a un final en que las blancas tenian. buena posicin y un pedn de m4s. Pero lo impor- tante para Samisch era no estropear su posicién antes del control del tiempo, y asi maniobré en consecuencia, es decir, que no emprendié nada, y la partida duré una veintena de jugadas de mas, pero la gané. Una pequefia satisfaccién después de tantos sinsabores en este torneo, HOLANDESA BLANCAS NEGRAS C4D 23. P3A * P3A 24. A2D Samisch Navarro AIC 2s. TiR P4D I. P3R RiR 26. ArAR C3AR 2. PaAR R2D 27. T2a—2R P3CR 3. C3AR TiR 28 A2C A2C 4. A2aR P3c 29. P3T O—O 5. O-O P4CR 30. P4D PA 6. DiR PsA 3r. C2T C3A 7. D4T P3R 32. CrA D2A' 8 C3A A2A 33. C3C PaTD 9. P3TR A3c 34. C4AR PsD to. C1rC Pat 35, PaTD T1D tr. P3D AXC 36. TXA PXP 12. C3A Ran 37. T4-2R CsD 13. ArD Pac 38. A4aR C41A 14, DiR T1CD 39. TrAR DXP 1s. P4aCR R2D 40. PXP N6C+ 1%. DXD PXP 4%, TrT cCxXD 1. TrR TITD 42. T2—-IR PoR 1m CXP ATA 43. A6C CXC+ 19. TXC TRIC 44. AvA RrA 20. AsC C2A 45. TrAR A2R 21. T2A TXT 46. TXT TDA 22, A2R T1T 47, TXT 213 CXT 48. R2A CsT 56. AvC C3C 49. R3A cxXP 57. A6T A3D 50, R4aR R3D 58. R3R R2R 51. A6C C4aD-+ 59. R4R CsT 52, ArA C2A 60. A7C ABA 53 AXA P5C 61, R3R PXA 54. RXP CaDt+ 62. Abandonan, CxXP 55. A4R NUMERO 104 Partida Nicolas - Pérez. En un planteo archiconocido, las blancas cometieron una falta posi- cional grave jugando 8. P5D, (correcto es 8. CXC, 0 bien 8. D2AD). Pero ellas no habrian Ilegado tan rdpidamente a una posicién perdida si no hubiesen situado sus piezas en la diagonal 3TR-8AD en forma de no poder salvar una, Algunas jugadas de ataque que siguieron fueron sin dificultad paradas por Pérez, que tuvo una victoria facil, DE DAMA,—DEFENSA INDIA DE DAMA BLANCAS NEGRAS PsR ro. C2D Nicolas Pérez Ct) 1 AAR C3AR tr C3AR D4C 13. Rit P4D © 2. P3CD AaTR va. C4aA P3CR 3. A2C A3R? rm. ATA A2C 4. P3R PyA 16. P3C oO-O 5. A2R PXP wy. PXC P4AD 6, O—O DsT 18, AXP C3A 7. CsR TXP 19. CXP Ps5D 8 CXC TDIAR 20. A2CR PXC 9, P3D TD4A 21. AXT 214 de tee AXA 22, C3A PyxTD 33. D8R D3T 23. TIR PsT 34. D&D A4D 24. T8SR+ DsA 35. DyD+ R2C 2s. P4aTR R3C 36. C4T+ A3D 26. TaR RXP 37, AXA P4CR 27 Ric PXA 38. C3A+ TsA 28. PXP DXC 397 DXA DaT 29. TXT PXP 40. PTXP AXT 30. D2R RsC 4t. D3C+ A3D 31. TR DXD 42. PXD DsC 32. RrA’ Abandonan. NUMERO 105 Partida Gomez - Pomar. Después del gran esfuerzo del dia anterior, Pomar estaba fatigado evidentemente. Ya en el plantco cometié un gran error que aun con el juego sin iniciativa de su adversario, le condujo pronto a una situacién sin salida y se vié obligado a sacrificar una pieza que Jas blancas no ga- narort de la mejor manera (correcto era 25, P3TR, TXP; 26. PSD(D)+, AXD; 27. TXA+, R2A; 28. T7D, P3CD; 29. C4D, con una posicién ganadora, Como fué jugado las negras obtuvieron excelentes posibilida- des de tablas (mAs sencillo que 43.. P5CR era 43.. P4CD!). La captura del caballo en 4TR era una empresa demasiado arriesgada que podia ser castigada por 45. A2D+, RXC; 46. A4AR, con la terrible amenaza de 47. T8CR. Después de 45. TSTD+? las negras consiguieron salvarse sacrificando la calidad. j Bien est& todo lo que acaba bien! GAMBITO EVANS BLANCAS NEGRAS A4A 3. ASA G6 P4aCD 4. AXP mez, Pomar P3AD 5 AIT P4R 1 P4aR P4D 6. C3AR? C3AR 2. C3AD PXP 7 CxCR 215 D3C A3T PXP CD2D TiR Ti1D AaR DsD AXA AXP CXC PXD AXT AR P6D P7D P3TD P8D=D AXA Ast A2D RrA AIR TsD 216 8. Ce 1. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. az. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. D2R P3D C3T PXP C4R AsCR TDA AXC Dac CXAt+ DXD AXP AXT AaT THA P3A R2A AXD T7T TXP T6C C4A P4CR PaTR C2R T8D T8AD T7A+ C2D. R2R T8A. T8TD R3Di R3A: C3A. C4T+ TsT+? A2D AGA T8T R4C TSCR RXP P3C+ PXT RA PsA TSTD TXP PXP Tablas. FIN C3A Pat R3C TsC PsTD CyD+ CoA T7T P5C? R4C RXC C6T Pac T7A+ C8C TsA+ TXA R6T C6A+ C7R P6T RXP P6C cxP DESPUES DE LA GRAN PRUEBA Algunos comentarios de fa prensa espafiala El Pensamiento Alavés, 25 octubre de 1943. Lo mas destacado del torneo ha sido Ja actuacién de Fuentes, que tras una lucha emocionante con todos los participantes logra quedar segundo, perdiendo tan sélo una partida, precisamente con el ven- cedor Keres. El aleman Brinckman queda en buen lugar, no haciendo lo mismo su compatriota Sémisch, que queda rezagado en un modestisimo 12 lugar, Este afamado maestro internacional perdié la mayorfa de sus partidas por tiempo, cosa inexplicable en un jugador de su talla, El Mundo Deportivo, de Barcelona, 25 octubre 1943. Medina y Alonso 8 y medio (no cabe decir que su colocacién es meritisima), mAxime cuando el catalan Medina tenfa ganada la par- tida con Brinckman, y que a causa del reloj no jugé correcto, y Ja partida de Navarro debfa haberla ganado, Eso por lo menos, Sin em- bargo, es el de ambos un excelente papel. Sevilla, de Sevilla, 28 octubre 1943, Ha constituide un éxito sin precedente la celebracién de esta gran competicién en nuestra Patria. Durante veintitantos dias han sostenido fuerte pugna con los ajedrecistas extranjeros los represen- tantes espafioles, pugna mantenida dignamente por nuestros jugado- res a lo largo del torneo, consiguiendo una magnifica clasificacién para Espafia. Comentando la actuacién de los participantes, hay que destacar 217 algunas actuaciones, como, por ejemplo, la del notable jugador Juan Manuel Fuentes, quien al conseguir el segundo puesto ha logrado, seguramente, el mayor triunfo de su vida ajedrecista. Chicos, dé Madrid, t diciembre de 1943, En resumen, una muy provechosa experiencia para nuestros aje- drecisias, al ponerse en contacto con figuras extranjeras de gran re- lieve. Y una demostracion de que los alicionados espafioles pueden competir sin desdoro con los mejores internacionales dei ajedrez. Voz, de Avilés, 23 octubre 1943, Como dato curioso figura el nife Arturito Pomar, cuya populari. dad fué creciendo en estos dias, sobre todo después del gran triunfo sobre Ingelmo, Fueron muchas las personas, sobre todo nifos, que acudieron al Circulo de Bellas Artes a pediric un autégrafo. Y tué tanto el abuso, que la Directiva del Circuio tuvo que intervenir para evitar molestias al precoz ajedrecista. Arriba Espana, de Pamplona, 19 noviembre 1943. LA «FURIA ESPANOLAn EN EL AJEDREZ DE HOY Después de los «veinte dias de ajedrez» que ha vivido Espafia puede legarse a una conclusidn que interesa a todos, ajedrecistas o no: el progreso, Por la sala en donde se jugé el gran Torneo internacional de Ma- drid desfilaron en estos dias mds de 50.000 personas. La capital de Espafia—centro din4mico de la nacién—irradié esta potencia centrifuga a todas las provincias y en ellas no falté el co mentario y la atencién rimando con la de Madrid entero dedicado al ajedrez; y este fendmeno se debe a un solo hecho : tos espaiioles han seguido paso a paso, con entusiasmo creciente, los resultados del ajedrez, porque en sus ajedrecistas encontraron 1a condicién indispen- sable que exigen todos sus hijos cuando tienen que mostrarse ante el Mundo entero: Personalidad. 218 | | |

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