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AVES

Aspergilosis. Se trata de una alteración cada vez menos frecuente en las aves de cría intensiva,
relacionada en estos casos con situaciones de estrés y problemas de falta de higiene. No debe
olvidarse el posible papel que los piensos enmohecidos pueden tener en el proceso, no sólo como
difusores del agente, sino también por contener pequeñas cantidades de micotoxinas, cuyo
principal efecto sería la inmunodepresión, hoy día relacionada claramente con fallos vacunales.
Hay que destacar que esta alteración en las aves no plantea excesivos problemas diagnósticos, al
ser muy característicos los nódulos que aparecen en sacos aéreos. En cambio, adquiere una gran
importancia cuando se trata de animales salvajes en cautividad y con un elevado valor ecológico
en la mayoría de los casos, además de económico si nos referimos a animales dedicados a la
cetrería. En estos casos el diagnóstico suele efectuarse postmortem o en fases muy avanzadas de
la enfermedad, cuando ya no hay solución al proceso. Cuando el diagnóstico de estos procesos es
precoz, el pronóstico suele ser favorable; tanto es así, que por ejemplo determinados autores
mantienen que el crecimiento de una sola colonia de Aspergillus a partir de muestras de siringe
recomienda el inicio de tratamiento antifúngico en cualquier caso.

Candidiasis. Son procesos relacionados con trastornos de la alimentación y situaciones de estrés,


producidos generalmente por las mismas cepas que son habitantes naturales del buche de estos
animales. Se caracterizan por la formación de placas membranosas necróticas con cierta
ulceración.

Micotoxicosis en Aves, desafío y oportunidad

Las micotoxicosis son originadas por metabolitos secundarios tóxicos denominados micotoxinas, las
cuales son producidas por algunas especies fúngicas. Las micotoxinas son compuestos policetónicos
resultantes de las reacciones de condensación que tienen lugar cuando en determinadas condiciones
físicas, químicas y biológicas se interrumpe la reducción de los grupos cetónicos en la biosíntesis de
los ácidos grasos realizada por los mohos. Estos ácidos grasos son metabolitos primarios utilizados
por los hongos como fuente de energía.

Las micotoxinas son muy toxicas para plantas, animales y el ser humano, la patología específica que
producen y la interferencia en el metabolismo, dependen específicamente de la estructura de la
micotoxina en particular. Se han identificado alrededor de 300 tipos de micotoxinas y estudios de la
ONU revelan que alrededor del 30% del cereal del mundo está afectado por este fenómeno, no
obstante, la presencia de hongos no implica la presencia de las micotoxinas.En la rutina diaria
podemos identificar varios puntos que podríamos denominar como críticos para evitar pérdidas
económicas por las enfermedades que las micotoxinas generan directamente o por las pérdidas de
desempeño de los animales debido a efectos subclínicos de la acción de las mismas.Entre los puntos
críticos anteriormente planteados debemos mencionar el muestreo del alimento, las micotoxinas no
se encuentran distribuidas uniformemente en el mismo, se concentran más en lugares de mayor
humedad o mayor concentración deoxígeno por lo que el muestreo toma una importancia
fundamental en la estrategia del control de las micotoxinas.En segundo lugar, en la línea de proceso
se encuentra el método de determinación de las micotoxinas, existen varias técnicas en este sentido
las cuales varían en sensibilidad y especificidad y aquellas que podrían utilizarse como primer filtro
que son pruebas rápidas y que arrojan resultados cualitativos y/o semicuantitativos. Provimi dispone
de una herramienta única,, un equipo de determinación cuantitativa con niveles de sensibilidad y
especificidad muy similares a ELISA, pero de mucha mayor rapidez. El QuickScan funciona por el
principio de colorimetría y sobre una muestra de maíz molido, en menos de 20 minutos se obtienen
los resultados sobre los niveles de Aflatoxinas y Fumonisinas que generarán la información necesaria
para tomar las medidas correctivas. Esto apunta a tomar medidas “en tiempo real”, es decir que el
equipo puede funcionar no sólo sobre el maíz que ingresa a la planta de alimento sino antes que
ingrese el maíz a la mezcladora, de manera de utilizar el secuestrante sólo cuando sea necesario.

El punto de la determinación se ve usual y sólo parcialmente resuelto, más bien reemplazado,


cuando se agrega en las fórmulas de los alimentos un producto que cumple la función de adsorbente
o “secuestrante” de las micotoxinas. En el mercado hay una importante cantidad de productos que
varían en cuanto su mecanismo de acción, afinidad por los diferentes tipos de micotoxinas y por
supuesto, amplio rango de precios un punto no menor a la hora de optar por incluir uno u otro
producto en el alimento y especialmente para utilizarlo como rutina. Considero entonces que esto se
constituye como un punto delicado ya que quizás se utilice de rutina un producto que no presente
afinidad por el tipo de micotoxina presente situación en la que se estará incurriendo en un costo sin
beneficio o bien que como en muchas circunstancias se utiliza de manera incorrecta (subutilizando o
sobre utilizando) lo que genera que en definitiva tampoco se corrija la contaminación, o nuevamente
incurriendo en un gasto que no tendrá su retorno. En el peor de los casos la inclusión rutinaria surge
como herramienta de reemplazo al método de determinación lo que implica que, se desconozca la
calidad de alimento que se esté elaborando. Continuando con los puntos a críticos o de importancia
en la producción animal, debemos tocar los relacionados con la producción en el campo, para esto
debemos considerar los siguientes ítems:

 Concentraciones de Micotoxinas: Es muy difícil estabelecer un nivel máximo tolerable Factores que
influencian la toxicidad de las micotoxinas: edad, sexo, duración del consumo del alimento
contaminado, infecciones concomitantes, tratamientos, condiciones inadecuadas en que viven las
aves.
 Sinergismos o interacciones: Las micotoxinas rara vez ocurren por separado, lo que en conjunto hace
que La dosis máxima tolerada individualmente pierda relevancia, por lo tanto, la sola presencia de
múltiples micotoxinas en el alimento de las aves debe considerarse un riesgo. Las interacciones de
las micotoxinas presentes en el organismo de las aves están debidamente comprobadas y son
fundamentalmente aditivas, pero pudieran ser sinérgicas y también antagonistas
 Tablas de intoxicación: este es un punto donde se plantea mucha discusión y que refiere a los niveles
de contaminación o las “concentraciones seguras”, estos niveles generan intensos debates entre
quienes sugieren niveles muy bajos y aquellos que sugieren niveles más altos como punto de partida
para tomar acciones concretas para así neutralizar las micotoxinas.
 Signos clínicos: La sintomatologia es poco patognomónica, difusa y frecuentemente fácil de
confundir con otras enfermedades (reducción del consumo, perdida de peso,
inmunosupresión, diarrea, hígado graso, vesícula biliar aumentada de tamaño, falta de
pigmentación entre otros).Este es un ítem que torna nuevamente fundamental la realización
de los análisis específicos sobre las materias primas del alimento.
Hígado Graso Vesícula Biliar Aumentada de Tamaño

Falta de Pigmentación Fragilidad Capilar

Enfermedades bacterianas

SALMONELOSIS AVIARLa salmonelosis es una enfermedad altamente contagiosa que provoca


que la fertilidad y la incubabilidad del huevo se vean ostensiblemente reducidas. Las bacterias
responsables de esta infección afectan principalmente a gallinas y pavos de cualquier edad, sobre
todo cuando se acercan a los tres meses de vida, aunque patos, faisanes y aves silvestres también
pueden padecerla. La transmisión de la salmonelosis se produce principalmente a través de la
ingestión de alimentos en mal estado y agua contaminada, excreciones infectadas, otros vectores
como instrumentos y herramientas contaminadas y por vía transovarica.Pérdida de apetito,
palidez de cabeza, cresta y barbillas, considerable caída en la producción de huevos, diarrea
blanca y otras lesiones del aparato digestivo que, incluso pueden desembocar en septicemias
agudas, son los síntomas generales producidos por los agentes patógenos causantes de la
salmonelosis. Existen diversas bacterias que pueden provocar distintos tipos de salmonelosis,
siendo la pullorosis y la tifoidea aviar dos de las infecciones por salmonellas más habituales. La
pullorosis, que está causada por la bacteria denominada Salmonella pullorum, cuyos focos más
agudos suelen producirse en aves de corta edad, provoca, generalmente, los siguientes
síntomas: debilidad y temblores, dificultad a la hora de respirar, decaimiento de alas, erizamiento
de plumas y diarrea blanquecina. Por su parte, la bacteria Salmonella gallinarum, es la causante de
la tifoidea aviar, patología que en mayor medida, afecta a las razas más pesadas. Además de
síntomas muy parecidos a los provocados por la pullorosis, las aves afectadas por tifoidea aviar
padecen inflamación de órganos como el hígado, el bazo y los riñones.La salmonelosis es una
enfermedad aviar muy contagiosa, por lo que es imprescindible adoptar un estricto programa de
bioseguridad. No existe un único método de tratamiento para combatir la salmonelosis. El
tratamiento fundamentado en antibióticos es de eficacia limitada, ya que la salmonelosis se
puede cronificar con facilidad, mientras que la aplicación de vacunas ayuda a limitar su acción.
Dermatitis grangrenosa La dermatitis gangrenosa (GD) es una enfermedad que afecta la
alimentación y el crecimiento de las aves, y está caracterizada por la necrotización de diferentes
áreas de la piel y una celulitis severa del tejido subcutáneo. El repentino y rápido incremento de
las tasas de mortalidad es a menudo la primera señal de la incidencia de GD. Las aves afectadas
mueren en menos de 24 horas. La tasa de mortalidad va desde el 1% al 60%. Las lesiones se
presentan como áreas de la piel maceradas de color rojo obscuro o azul verdosas. Usualmente la
pérdida de plumas empieza generalmente en las alas y continúa a las áreas adyacentes.

3, 4.- Muchos brotes se presentan en pollos de engorde a la edad de 4 a 8 semanas. La enfermedad


se observa también en ponedoras de caja a la edad de 6 a 20 semanas y en reproductoras de pollos
de engorde a la edad de 20 semanas. Los brotes se observan frecuentemente en aves alimentadas
con pre mezclas muy húmedas y calientes. La dermatitis gangrenosa afecta a las aves mientras aún
están vivas. En muchos casos diferentes la gangrena puede comenzar y afectar la piel de la cabeza,
cuello y el pecho. La piel afectada está macerada o totalmente necrótica, lo que produce en muchos
casos exposición de tejidos adyacentes.
5.- Los agentes de la GD son Cl. septicum, Cl.perfringers tipo A y Staphylococcus aureus, de manera
independiente o en combinación. La infección asociada es más severa. Las lesiones de la piel son a
menudo crepitantes y son detectadas en la región del pecho, abdomen, espalda y alas, tanto en
aves vivas y muertas.
6.- Debajo de la piel afectada se descubren edemas hemorrágicos extensos con o sin gas (enfisema).
Los clostridios se encuentran en el suelo, heces, y en el contenido intestinal. Los estafilococos viven
en la piel y las mucosas de las aves
7.- Raramente se observan lesiones en la piel de las patas. El incremento de la susceptibilidad de las
aves a la dermatitis gangrenosa está relacionado con estados de inmunodeficiencia secundarios a
CIA, IBD, IBH etc. Otros factores
predisponentes son la aflatoxicosis, la dieta deficiente o no balanceada y la higiene no adecuada.
Las heridas en la piel son la puerta de entrada de la infección.
8.- En muchos casos, no se observan cambios en las vísceras. Raramente, burbujas se pueden
encontrar burbujas de gas en el hígado. El diagnóstico se confirma por improntas preparadas o
cortes histológicos. El agente bacteriano puede ser aislado de las lesiones celulíticas. A menudo se
observan, necrosis simples o múltiples.
Prevención.- Se deben minimizar los factores que producen heridas en la piel (canibalismo, traumas
mecánicos etc.). Los enfoques más exitosos se logran con programas de profilaxis inmunológica, en
lotes de reproductoras, los cuales tienen como objetivo la prevención y reducción de posibles
estados inmunosupresores.
Las lesiones microscópicas son caracterizadas por edema, enfisema, hiperemia, hemorragias, y
necrosis de los tejidos subcutáneos. La dermatitis gangrenosa puede ser tratada efectivamente con
tetraciclinas: hidroclorhidrato de doxiciclina, tiocianato de eritromicina, clortetraciclina y sulfato de
cobre en el agua.Enteritis necrotica. Es una enfermedad aguda que produce una marcada
destrucción de la mucosa intestinal. El agente causal de la enfermedad es el Clostridium perfringens,
una bacteria en forma de bastón, que forma esporas.

Etiología

La enteritis necrótica se ha asociado con los tipos A Y C de Clostridium perifringens. Es más


frecuente en animales que viven en instalaciones con camas de paja.Es probable que la
enterotoxemia sólo se manifieste cuando existe una alteración importante de la
microflora bacteriana del intestino. Estas alteraciones pueden ser el resultado de cambios del
contenido intestinal ocasionados por variaciones de la calidad o la cantidad de los alimentos
ingeridos, una reducción de la motilidad de los intestinos, lesiones de la mucosa intestinal
producidas por microorganismos agresivos (por ejemplo, enteritis hemorrágica de los pavos,
salmonelas, larvas de ascáridos) o toxinas.Estos cambios pueden fomentar la colonización por
clostridios y la producción inmediata resultante de toxinas. La enteritis necrótica ha sido
reproducida experimentalmente mediante la infusión en el duodeno de numerosas células
con clostridios y toxina preformada.

Lesiones y diagnóstico

Las aves infectadas están deprimidas y pueden presentar diarrea. Los síntomas clínicos se
desarrollan rápidamente y la muerte aparece a las pocas horas. La pechuga muestra un aspecto
deshidratado y oscuro y el hígado normalmente está tumefacto y congestionado. El intestino
delgado tiene forma de globo y es friable, conteniendo un líquido pardo y maloliente. La mucosa
está cubierta de una membrana diftérica de color pardo.La enfermedad persiste en el grupo
durante 5-10 días y la mortalidad oscila entre el 2 y el 50 %. Ayuda a establecer un diagnóstico
preliminar la presencia de un número eleva- de do de bacilos cortos, gruesos y grampositivos, que
se observan en un frotis teñido, que se prepara a partir de raspados de la da mucosa.

Los hallazgos histológicos comprenden necrosis coagulante en un tercio de o la mitad del espesor
de la mucosa, que tal se acompaña de masas de bacilos cortos y gruesos en los restos
fibronecróticos. Se puede aislar Clostridium peifringens en el contenido intestinal mediante
cultivos o anaerobios.Las lesiones producidas por Eimeria brunetti pueden ser similares a las de la
enteritis necrótica, pero la coccidiosis sin complicaciones rara en vez es tan aguda o grave. La
enteritis ulcerativa puede asemejarse clínicamente a la enteritis necrótica, pero las lesiones
intestinales son normalmente focales, se localizan en el íleon, ciego y recto, se acompañan de
lesiones necróticas en el hígado.

Tratamiento y control

Reducen al mínimo el riesgo de enteritis necrótica la implantación de un control sanitario estricto


y los esfuerzos para evitar la coccidiosis, la salmonelosis y otras infecciones intestinales.Deben
evitarse los cambios drásticos de la alimentación y hay que vigilar los alimentos y el agua para
descubrir contaminantes que alteren la motilidad intestinal o desvitalicen su mucosa. El disalicilato
metilénico de bacitracina es eficaz para evitar y tratar la enteritis necrótica.Las concentraciones
preventivas son COI de 50 g/tonelada (55 ppm) en el alimento; las concentraciones terapéuticas
son un de 100-200 g/tonelada (110 a 220 ppm). Se ha demostrado que también son eficaces
la penicilina, la eritromicina y las tetraciclinas, administradas a una dosis de 20 ppm en el alimento

Mycoplasma gallisepticum

es el agente patógeno más importante, desde el punto de vista económico, en la producción


avícola. Las infecciones por este agente pueden causar pérdidas económicas importantes en las
granjas avícolas por una enfermedad respiratoria crónica, que afecta la conversión alimentaria,
produce una disminución del crecimiento y descenso de la producción de huevos. Las aves
enviadas a faena también pueden clasificarse dentro de una categoría inferior. Las infecciones por
M. gallisepticum deben notificarse ante la OIE. Este micoplasma ha sido erradicado de la mayoría
de los criaderos comerciales de pollos y pavos en los Estados Unidos; sin embargo, continúa
siendo endémico en muchas otras actividades avícolas. Desde 1994, la conjuntivitis por M.
gallisepticum se ha convertido en una enfermedad emergente en los pinzones, responsable de una
importante reducción en la población de pinzones mexicanos al este de los Estados Unidos y
recientemente, se informó también su existencia al oeste de este país. El M. gallisepticum también
puede afectar a otras especies de pinzones, aunque su impacto no es de tanta gravedad. Especies
afectadas Mycoplasma gallisepticum causa la enfermedad en los pollos, pavos, aves de caza como,
los faisanes, perdices de Chukar, codorniz común, codorniz japonesa y pavo real; también se ha
aislado de patos, gansos, loros de cuello amarillo del Amazonas, palomas, flamencos rosados y
halcones peregrinos salvajes en España. Desde 1994, se han informado epidemias en los EE.UU
por M. gallisepticum en pinzones mexicanos (Carpodacus mexicanus). Este agente también se ha
confirmado por cultivo o PCR en jilgueros amarillos (Carduelis tristis), pinzones púrpura
(Carpodacus purpureus), carboneros de cresta negra (Baeolophus bicolor), camachuelos
picogrueso (Pinicola enucleator), pepiteros vespertinos (Coccothraustes vespertinus) y urracas
azules (Cyanocitta cristata). También se han informado casos en palomas huilotas (orden
Columbiformes) PCR positivas, aunque estas aves permanecieron seronegativas y con cultivos
negativos y es posible que hayan sido infectadas por una especie emparentada de Mycoplasma.
Otras especies de gorriones han expresado resultados positivos en la serología. Gorriones
comunes (Passer domesticus) y periquitos (Melopsittacus undualtus) se han infectado
experimentalmente con algunas cepas

Período de incubación Las aves de corral infectadas por medios experimentales desarrollan los
síntomas después de 6 a 21 días. En infecciones naturales, el período de incubación es variable; las
aves infectadas pueden ser asintomáticas durante varios días o meses hasta que sufren estrés. En
los pinzones, se han informado períodos de incubación de entre 4 y 14 días.

Signos clínicos Las infecciones por M. gallisepticum varían desde asintomáticas hasta graves según
la cepa infecciosa y otros factores predisponentes. Las infecciones más graves se observan cuando
las aves se infectan simultáneamente con el virus de la enfermedad de Newcastle, él de la
bronquitis infecciosa, Escherichia coli u otros agentes patógenos. Los pollos infectados
generalmente desarrollan síntomas respiratorios que pueden incluir rales, tos, estornudos,
secreciones nasales y disnea. Los pavos generalmente presentan una forma grave de la
enfermedad, con frecuencia acompañada de inflamación de los senos paranasales (infraorbitales).
Es frecuente la presencia de conjuntivitis con exudado ocular espumoso en los pavos y
ocasionalmente en los pollos. La producción se reduce en las bandadas infectadas, por
disminución de peso, de la conversión alimentaria y de la producción de huevos. Los síntomas de
la micoplasmosis aviar se desarrollan lentamente y el curso de la enfermedad puede ser
prolongado. Sin embargo, algunas veces puede producirse una enfermedad respiratoria aguda en
las aves jóvenes, particularmente, en los pavos. La micoplasmosis aviar también se ha informado
en otras especies de aves. En las aves de caza, se caracteriza por la enfermedad de las vías
respiratorias superiores, conjuntivitis, letargo, pérdida de peso, disminución en la producción de
huevos y muerte. La conjuntivitis, a veces es acompañada de inflamación de los senos
infraorbitales, rinitis y secreción ocular y nasal, con frecuencia se produce en pinzones caseros
infectados con M. gallisepticum. También se ha informado conjuntivitis en jilgueros amarillos,
jilgueros pineros, pinzones púrpura y carboneros de cresta negra. En un estudio, los signos clínicos
fueron más graves en los pinzones caseros y en los jilgueros amarillos y más leves en los jilgueros
pineros y en los pinzones púrpura. En pinzones comunes infectados experimentalmente y otras
especies de gorriones, las infecciones por M. gallisepticum pueden tardar semanas a meses para
resolverse; en un estudio la conjuntivitis tuvo una persistencia de 7 semanas en promedio.
También se informó la enfermedad clínica en aves psitácidas, incluidos los periquitos, infectados
de forma experimental. Se aisló el virus M. gallisepticum, junto con M. iowa y un micoplasma sin
identificar de una bandada de loros de cuello Amarillo del Amazonas con enfermedad de las vías
respiratorias superiores. La enfermedad pareció ser causada por infecciones concomitantes con
micoplasmas y bacterias y no se determinó el rol específico de M. gallisepticum. Las infecciones
por M. gallisepticum son asintomáticas en algunas especies de aves; los gorriones infectados con
la cepa R (aves de corral) propagan el organismo transitoriamente, pero no presentan síntomas.
En un estudio realizado, los periquitos desarrollaron una forma grave de la enfermedad después
de la infección experimental con la cepa R de M. gallisepticum, pero no con la cepa del pinzón
casero Los factores estresantes tales como las infecciones virales, las vacunas vivas, el clima frío o
el hacinamiento pueden desencadenar los brotes de la enfermedad en las bandadas infectadas

Diagnóstico Clínico Las infecciones por M. gallisepticum se deben considerar en las aves de corral
o de caza cuando presentan afecciones en las vías respiratorias superiores y en pinzones caseros
que presentan conjuntivitis. La micoplasmosis aviar también puede darse en otras especies de
gorriones y aves psitácidas, como así también en urracas azules. Diagnóstico diferencial En las aves
de corral, el diagnóstico diferencial incluye enfermedades respiratorias tales como bronquitis
infecciosa, enfermedad de Newcastle y gripe aviar. También se deben descartar las infecciones por
Hemophilus paragallinarum, Pasteurella multocida y Mycoplasma synoviae. En los pavos, otros
agentes patógenos que se deben tener en cuenta son: el neumovirus aviar, Pasteurella multocida,
Chlamydia y M. synoviae. Pueden presentarse infecciones mixtas con M. gallisepticum y otros
organismos. Análisis de laboratorio Las infecciones por M. gallisepticum se pueden diagnosticar
cultivando al agente en medios para micoplasma. Las colonias son pequeñas, circulares, suaves y
traslúcidas y algunas veces tienen el aspecto de un "huevo frito" con una masa central densa. Los
análisis bioquímicos pueden resultar útiles en la identificación preliminar, pero la identificación
definitiva se realiza por IFA (inmunofluorescencia indirecta), coloración de inmunoperoxidasa,
prueba de inhibición del crecimiento, inhibición del metabolismo o por PCR. La reacción en cadena
de la polimerasa/ polimorfismo en la longitud de fragmentos de restricción (RCP-PLFR) puede ser
necesaria para distinguir a M. gallisepticum de M. imitans, estas dos especies también se pueden
diferenciar por inmunofluorescencia utilizando diluciones seriadas de antisuero para M.
gallisepticum y M. imitans en paralelo. M. gallisepticum puede ser difícil de cultivar a partir de las
muestras clínicas, y generalmente se utilizan ensayos basados en PCR para el diagnostico. En
algunas ocasiones es necesaria la inoculación animal, usando pollos o embriones de pollo libres de
micoplasma para aislar el agente, si es que los resultados de otras pruebas no son concluyentes;
sin embargo, la inoculación ha sido ampliamente superada por PCR. Las pruebas inmunológicas
para detectar antígenos generalmente no se utilizan de forma directa en las muestras clínicas,
dado el tamaño del microorganismo y la ausencia de controles negativos y positivos adecuados en
muchos casos. También se puede utilizar la serología para el diagnóstico y es particularmente útil
para examinar bandadas de aves de corral. La serología no resulta tan útil para las aves en forma
individual, dado que es frecuente encontrar reacciones inespecíficas. Los ensayos que se utilizan
con frecuencia incluyen una prueba de aglutinación sérica rápida (RSA, por sus siglas en inglés),
ELISA e inhibición de hemaglutinación. Pueden estar disponibles otras pruebas tales como el
radioensayo, microinmunofluorescencia y inmunoprecipitación indirecta. Toma de muestras Se
deben recolectar hisopados de los órganos, tejidos y exudados afectados para realizar un cultivo
de micoplasma. En las aves de corral, las muestras se pueden tomar de aves vivas, animales
muertos recientemente o de la carcasa congelada. Hubo poco éxito en el aislamiento de M.
gallisepticum de pinzones caseros congelados. En aves de corral y otras aves vivas, se pueden
tomar hisopados de las coanas, orofaringe, esófago, tráquea, cloaca y phallus. En la necropsia, se
pueden recolectar muestras de los alvéolos, la tráquea, la cavidad nasal y los senos infraorbitales.
También se pueden tomar aspiraciones de los senos infraorbitales o las cavidades articulares.
Además, se puede realizar un cultivo de M. gallisepticum a partir de embriones muertos en el
cascarón, pollos o aves de corral que han roto el cascarón pero no han nacido y de huevos
embrionados. Las muestras de tejidos e hisopados se pueden transportar en un caldo especifico
para micoplasma, se deben enviar al laboratorio tan pronto como sea posible y se deben
mantener refrigeradas. Se pueden utilizar muestras similares para PCR. Un kit comercial emplea
material extraído directamente de los hisopados. Las muestras de suero para serología se deben
recolectar de la bandada. Medidas recomendadas ante la sospecha de Mycoplasma gallisepticum
Notificación a las autoridades Mycoplasma gallisepticum debe notificarse ante la Organización
Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en francés). Los requisitos para la notificación de la
enfermedad a las naciones miembro de la OIE y las pautas de importación/exportación pueden
consultarse en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE
[http://www.oie.int/es/normas-internacionales/codigoterrestre/acceso-en-linea/]. Los
veterinarios que detecten un caso de la enfermedad deben seguir las pautas nacionales
Micoplasmosis aviar (Mycoplasma gallisepticum). La limpieza habitual de los comederos de las
aves y la desinfección con una solución de lejía al 10% puede reducir la transmisión en los
pinzones caseros. Se debe minimizar la transmisión en las instalaciones de las aves silvestres por
medio de la higienización y la desinfección; en un caso, se cito la transmisión de la enfermedad de
un pinzón a una urraca azul cuando compartieron la misma jaula. Se debe considerar la posibilidad
de que M. gallisepticum puede estar presente en las aves de corral muertas, con que se alimentan
los carroñeros.

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