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mente, el primer apéndice es sobre la competencia en los

clásicos y en Schumpeter, y el segundo, sobre la concepción


neoclásica del monopolio.
Palabras clave: monopolio, competencia, marxismo, capital
monopolista, imperialismo.

ABSTRACT:

LA CU~STIÓN DEL MONOPOLIO EN LA


The monopoly issue has kept economists and thinkers busy,
TRADICION MARXISTA, y EN PAUL MARLOR
during centuries, that before classic economists and Marx.
The theoretícal approach to the monopolies depends on the
SWEEZY (1910-2004)
competence conception. This is clearly seeing the Marxist
movements, passing Engels, Hilferding, and Lenin along. In
Sweezy, the Marxist free competence conception gets
confused with the neoclassic perfect competence, as if they
have the same purpose, it takes into account the monopoly
Diego Guerrero*
study, which is mixed up with the sizeof enterprises and the
mass production, following Lenin and Hilferding conceptions.
Denying the monopoly competence means to Sweezy, the
operational abolition of the labor value law.
This paper is divided in five sections and two appendixes. In
its first section, it talks about the monopoly in classic economy
and Marx; in its second section, it mentions, the differences
between the Marx's conceptions and so me others from Marx
followers; in its third part, the Marxist tradition that Sweezy
RESUMEN has kept active until today; in the fourth part, the Sweezy
conception is seen in detaíl; and in its fifth part, you can find
Baran and Sweezy contribution.
La cu~stión del monopolio ha ocupado durante siglos a los
The first appendix is about the competen ce in classícs and in
p~!I~a ores y econom istas, desde antes de los economistas
Schumpeter; the second one, is about the neoclassic
c as~os y Marx. El a~?rdaje teórico de los monopolios de­
pen e. d e la concep~/on del a competencia. E sto e s tanto monopoly conceptíon.

mas cierto en las comentes marxistas, desde el mismo M Key words: monopoly, competence, Marxism, monopolist ca­
pasand~ por Engels, Hilferding, y Lenin. En el caso de Swe:':'
competenc~
confundiendo la co.ncepción marxista de la libre
pital, imperialism

c~n la competencia perfecta neoclásica, como si fueran la


;Isma cosa, ab_orda el estudio del monopolio, al que confun­
~ c?n el tamano de la empresa y producción a gran escala
SigUiendo de cerca de Lenin y a Hilferding. La negación de I~
c~r1?l?etencla por el monopolio significa para Sweezy la a b señaló un buen estudioso de es­
1. EL MONOPOLIO EN EL
ollclon. d~ la operación de la ley del valor trabajo. Este trabajo tas materias, la idea del Monopo­
esta divido en 5 partes y dos apéndices. En la primera parte PENSAMIENTO
ECONÓMICO CLÁSICO lio, entendido como la situación
se trata el monopolio en la economía clásica yen Marx' en
segun~o lugar, las diferencias en las concepciones de la c~m­ YEN MARX típica de "un solo vendedor en un
fe~.n~~a de M~rx y de algunos marxistas; en tercer lugar. la mercado", se remonta al menos
ra IClon m arxlsta que Sweezy ha mantenido v iva hast~ el hasta Aristóteles, Y la idea del
pr~sente; ~n cuarto lugar, la concepción de Sweezy en deta­ La cuestión del monopolio ha
oligopolio (unos pocos vendedo­
l1e, yen qumto lugar, la contribución de Baran y Sweezy. Igual- ocupado durante milenios a los
res), hasta la Utopía de Tomás
pensadores de muchos tipos di­
Moro, en 1516 (Schumpeter
ferentes de sociedades. Como ya
Profesor U niversidad Complutense, Madrid.

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mente, el primer apéndice es sobre la competencia en ~os
clásicos y en Schumpeter, y el segundo. sobre la concepción
neoclásica del monopolio.
Palabras clave: monopolio. competencia. marxismo. capital
monopolista, imperialismo.

ABSTRACT:
LA CUESTiÓN DEL MONOPOLIO EN LA

TRADICiÓN MARXISTA, Y EN PAUL MARLOR


The monopoly issue has kept economists and thinkers busy,
during centuries, that before classic economists and Marx.
SWEEZY (1910~2004)
The theoretical approach to the monopolies depends on the
competence conception. This is clearly seeing the Marxist
movements, passing Engels, Hilferding, and Lenin along. In
Sweezy the Marxist free competence conception gets
confused with the neoclassic perfect competence, as if they
Diego Guerrero* have the same purpose, it takes into account the monopoly
study, which is mixed up with the sizeof enterprises an~ the
mass production, following Lenin and Hilferding conceptlons.
Denying the monopoly competence means to Sweezy, the
operational abolition of the labor value law.
This paper is divided in five sections and t.wo app~ndixes. In
its first section, it talks about the monopoly In classlc economy
and Marx; in its second section, it mentions, the differences
between the Marx's conceptions and some others from Marx
RESUMEN followers; in its third part, the Marxist tradition that Sweezy
has kept active until today; in the fourth part, the Sweezy
La cuestión del monopolio ha ocupado durante siglos a los conception is seen in detai/; and in its fifth part, you can find
pensadores y econom istas, desde antes de los economistas Baran and Sweezy contribution.
clásicos y Marx. El abordaje teórico de los monopolios de­ The first appendix is about the competence in classics and in
pende d e la concepción del a competencia. E sto e s tanto Schumpeter; the second one, is about the neoclassic
mas cierto en las corrientes marxistas, desde el mismo Marx, monopoly conception.
pasando por Engels, Hilferding, y Lenin. En el caso de Sweezy, Key words: monopoly, competen ce, Marxism, monopolist ca­
confundiendo la concepción marxista de la libre competencia pital, imperialism
co.n la competencia perfecta neoclásica, como si fueran la
misma cosa, aborda el estudio del monopolio, al que confun­
d~ c~:m el tamaño de la empresa y producción a gran escala.
sigUiendo ~e cerca de Lenin y a Hilferding. La negación de la
co"'!r:etencla por e~ ,monopolio significa para Sweezy la a b
of¡clon. ct.e la operaclon de la ley del valor trabajo. Este trabajo 1. EL MONOPOLIO EN EL señaló un buen estudioso de es­
esta divido en 5 partes y dos apéndices. En la primera parte
se trata el monopolio en la economía clásica y en Marx; en PENSAMIENTO tas materias, la idea del Monopo­
segundo lugar, las diferencias en las concepciones de la com­ ECONÓMICO CLÁSICO lio, entendido como la situación
pete.n~!a de M,,!rx y de algunos marxistas; en tercer lugar, la YEN MARX típica de "un solo vendedor en un
tradlc/On m arxlsta que Sweezy ha mantenido v iva hasta el mercado", se remonta al menos
presente; en cuarto lugar, la concepción de Sweezy en deta­
lle; y en quinto lugar, la contribución de Baran y Sweezy. Igual- La cuestión del monopolio ha hasta Aristóteles, y la idea del
ocupado durante milenios a los oligopolio (unos pocos vendedo­
pensadores de muchos tipos di­ res), hasta la Utopía de Tomás
Profesor U niversidad Complutense, Madrid. ferentes de sociedades. Como ya Moro, en 1516 (Schumpeter

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lido de la época mercantilista, sin mite, por tanto. la reproducción
1954, pp. 97 Y 354). Sin embar­ capital en la sociedad" (ibid., pp. de la moderna sociedad burgue­
go, nos interesa aquí sobre todo 560-561), parece claro que estas necesidad ahora de una interven­
ción consciente y a priori de nin­ sa. Admite también que en su
la cuestión del monopolio (en re­ ideas de Smith no hacen sino primera época -la época de la
lación con otras formas de com­ abundar en la visión popular (des­ guna autoridad política o adminis­
trativa. Su aportación consistió Revolución Industrial- era evi­
petencia) en la época del capita­ de Aristóteles, los escolásticos y dente. no sólo que el capitalismo
lismo industrial, tal como quedó el "régimen Tudor-Estuardo"), precisamente en comprender
correctamente que el mecanis­ fue muy superior al feudalismo Y
institucionalizada a partir de la que identifica monopolio con "casi demás formas precapitalistas
Revolución Industrial que se ini­ todo lo que desagrada en las mo de la búsqueda individual de
la máxima ganancia. al engen­ (razón por lo cual las terminó
ció en la Inglaterra de la segunda prácticas capitalistas" (Schum­ desplazando de hecho), sino in­
mitad del siglo XVIII. Schumpeter peter 1954, p. 196). drar una tendencia objetiva a la
cluso una nueva forma socio­
se refiere a la idea principal que igualación de las tasas sectoria­
Sin embargo, es importante económica primariamente "pro­
la economía clásica desarrolló a les de ganancia. bastaba para
relacionar estas ideas con las di­ gresista". Esto último es tan claro
este respecto como un "teorema" regular los movimientos de entra­
versas concepciones de la Mano que algunos autores liberales
de Smith, y resalta que Adam da y salida del capital de (y des­
Invisible por parte de Adam Smith (como el propio Schumpeter
Smith escribió que "el precio de de) los diferentes sectores pro­
y de todos sus continuadores en 1942 o Isaiah Berlín 1978) le atri­
monopolio es, en todo momen­ ductivos Y mercancías, y por
la tradición liberal, así como tam­ buyen incluso al Marx del Mani­
to, el más alto que se puede ob­ consiguiente para asegurar que
bién en la línea crítica que arran­ fiesto Comu nista (y no sólo del
tener", mientras que "el precio la oferta responda y se adapte fi­
ca, como mínimo, en Marx. Para Manifiesto) una posición "proca­
natural o de libre competencia es nalmente a la demanda realmen­
Smith, la idea de la Mano Invisi­ pitalista". Pero lo que no admite
el más bajo que se puede con­ te existente. Pero, aunque Smith
ble, como metáfora que resume Marx, en ningún caso, es la su­
seguir, no en todas las ocasiones, era muy consciente de las dife­
lo que, más prosaicamente, tan perioridad "absoluta", o definitiva,
pero sí en un periodo considera­ sólo es el mecanismo básico de rencias que hay, dentro del sis­
tema capitalista, entre la efecti­ del modo de producción capita­
ble de tiempo" (Srnith 1776; p. funcionamiento de la economía lista; pues éste no es sino un
60). Schumpeter califica este teo­ de mercado capitalista, tiene dos va demanda solvente y la simple
demanda basada en las necesi­ modo de producción correspon­
rema de "importante", si bien dimensiones diferentes que no diente a cierta fase del desarro­
Smith "no parece haberse dado pasaron desapercibidas para un dades humanas que están sin
cubrir, su liberalismo Y en gene­ llo de las fuerzas productivas de
cuenta de las dificultades que crítico tan fino del liberalismo la sociedad humana, un modo de
presenta una prueba satisfacto­ como fue Kan Marx. Está, por una ral su posición favorable a la ad­
misión de las novedades del nue­ producción, por tanto, histórica­
ria del mismo" (1954, p. 231). parte, su dimensión "positiva", o mente limitado, y, en cuanto tal,
descriptiva; pero está también vo sistema económico, frente al
Por otra parte, es evidente que viejo régimen que él quería ver inevitablemente condenado a ser
su aspecto "normativo". Adam superado por otras formas pro­
para Smith los monopolios de la superadO, lo llevaron a pensar
Smith confunde ambos aspec­ ductivas más avanzadas, que
época mercantilista, todavía pre­ que el funcionamiento de la Mano
tos, los entremezcla. Pero Marx saldrían, además, de su propio
sentes en el comercio colonial, Invisible garantizaba: 1) no sólo
los separa analíticamente con seno -desarrollándose, dentro
son "enemigos de una buena que la reproducción económica
tanta nitidez que rechaza el tra­ de ese embarazo sistémico, has­
gestión, pues ésta sólo puede y social fuera posible, sino 2) que
tamiento que da Smith al segun­ ta el punto de acarrear la muerte
lograrse en un país por medio de además de posible, fuera óptima
do de ellos, mientras que da por del sistema capitalista (materno).
la competencia libre y general" (o, al menos, más eficiente que
buena la representación de la rea­
(1776, p.143). Dado que, por otra en el sistema anterior). En cuanto a David Ricardo,
lidad capitalista que ofrece este
parte, los monopolios, como "los está claro que los monopolios
autor. Es importante tener en cuen­
reglamentos y estatutos del sis­ representan también un caso
tema mercantil", lo único que con­ Smith explica en La riqueza de ta que Marx admitió que el me­
canismo de mercado funciona de especial. Y si coincide con Smith
siguen es desajustar y desorde­ las naciones cómo puede repro­ en señalar que "cuando un artí­
nar la "distribución natural del ducirse una sociedad que ha sa­ hecho tal como dice Smith; per­

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I
1954, pp. 97 Y 354). Sin embar­
go, nos interesa aquí sobre todo capital en la sociedad" (ibid., pp. mite, por tanto, la reproducción
lido de la época mercantilista, sin
?60-561), parece claro que estas
la cuestión del monopolio (en re­ necesidad ahora de una interven­ de la moderna sociedad burgue­
Ideas de Smith no hacen sino
lación con otras formas de com­ ción consciente y a priori de nin­ sa. Admite también que en su
petencia) en la época del capita­
abun~a~ en la visión popular (des­ primera época -la época de la
guna autoridad política o adminis­
de Anstoteles, los escolásticos y
!is~o i~dustrial, tal como quedó trativa. Su aportación consistió Revolución Industrial- era evi­
el "~égjn:en Tudor-Estuardo"),
Institucionalizada a partir de la precisamente en comprender dente, no sólo que el capitalismo
que Identifica monopolio con "casi
~~volución Industrial que se ini­
CI? en la Inglaterra de la segunda
to~o .'0que desagrada en las
practicas capitalistas" (Schum­
correctamente que el mecanis­
mo de la búsqueda individual de
fue muy superior al feudalismo y
demás formas precapitalistas
mitad del siglo XVIII. Schumpeter peter 1954, p. 196). la máxima ganancia, al engen­ (razón por lo cual las terminó
se refiere a la idea principal que drar una tendencia objetiva a la desplazando de hecho), sino in­
la economía clásica desarrolló a Si.n embargo, es importante igualación de las tasas sectoria­ cluso una nueva forma socio­
este respecto como un "teorema" relaCionar estas ideas con las di­ les de ganancia, bastaba para económica primariamente "pro­
de .Smith, y resalta que Adam versas concepciones de la Mano regular los movimientos de entra­ gresista". Esto último es tan claro
Smlth escribió que "el precio de Invisible por parte de Adam Smith da y salida del capital de (y des­ que algunos autores liberales
monopolio es, en todo momen­ y de todos sus continuadores en de) los diferentes sectores pro­ (como el propio Schumpeter
to, el más alto que se puede ob­ I~ ~radición liberal, así como tam­ ductivos y mercancías, y por 1942 o Isaiah Berlin 1978) le atri­
tener", mientras que "el precio bien en la línea crítica que arran­ consiguiente para asegurar que buyen incluso al Marx del Mani­
natural o de libre competencia es ca, .como mínimo, en Marx. Para la oferta responda y se adapte fi­ fiesto Comunista (y no sólo del
el m~s bajo que se puede con­ Smlth, la idea de la Mano Invisi­ nalmente a la demanda realmen­ Manifiesto) una pOSición "proca­
segUir, no en todas las ocasiones ble, como metáfora que resume te existente. Pero, aunque Smith pita lista". Pero lo que no admite
pero sí en un periodo considera~ I~ que, más prosaicamente, tan era muy consciente de las dife­ Marx, en ningún caso, es la su­
ble de tiempo" (Smith 1776, p. solo es el mecanismo básico de rencias que hay, dentro del sis­ perioridad "absoluta", o definitiva,
60). Schumpeter califica este teo­ funcionamiento de la economía tema capitalista, entre la efecti­ del modo de producción capita­
rema de "importante" si bien d~ mer~do capitalista, tiene dos va demanda solvente y la simple lista; pues éste no es sino un
Smith "no parece habe~se dado dimenSiones diferentes que no demanda basada en las necesi­ modo de producción correspon­
cuenta de las dificultades que p~s.aron desapercibidas para un dades humanas que están sin diente a cierta fase del desarro­
~resenta una prueba satisfacto­ cntlco tan fino del liberalismo
cubrir, su liberalismo y en gene­ llo de las fuerzas productivas de
na del mismo" (1954, p. 231). como fue K~r1 Marx. Está, por una ral su posición favorable a la ad­ la sociedad humana, un modo de
parte,. s~ dimensión "positiva", o

Por ot~a parte, es evidente que misión de las novedades del nue­ producción, por tanto, histórica­
deSCriptiva; pero está también

~ara Smlth los monopolios de la vo sistema económico, frente al mente limitado, y, en cuanto tal,
su aspecto "normativo". Adam

epoca mercantilista, todavía pre­ viejo régimen que él quería ver inevitablemente condenado a ser
Smith confunde ambos aspec­

sentes en el comercio colonial superado, lo llevaron a pensar superado por otras formas pro­
tos, los entremezcla. Pero Marx

que el funcionamiento de la Mano ductivas más avanzadas, que


son .':enemigos de una buen~ los separa analíticamente con

Invisible garantizaba: 1) no sólo saldrían, además, de su propio


gestlon, pues ésta sólo puede tan~ nitidez que rechaza el tra­

lograrse en un país por medio de que la reproducción económica seno -desarrollándose, dentro
tamiento que da Smith al segun­

la competencia libre y general" y social fuera posible, sino 2) que de ese embarazo sistémico, has­
do de ellos, mientras que da por
además de posible, fuera óptima ta el punto de acarrear la muerte
(1776, p. 143). Dado que, por otra ~uena la representación de la rea­
parte, los monopolios, como "los (o, al menos, más eficiente que del sistema capitalista (materno).
lidad capitalista que ofrece este
reglamentos y estatutos del sis­ autor. en el sistema anterior).
En cuanto a David Ricardo,
t~ma mercantil", lo único que con­ Es importante tener en cuen­ está claro que los monopolios
Smith explica en La riqueza de
siguen es desajustar y desorde­ ta que Marx admitió que el me­ representan también un caso
las ~aciones cómo puede repro­
nar la "distribución natural del canismo de mercado funciona de especial. Y si coincide con Smith
dUCirse una sociedad que ha sa­
hecho tal como dice Smith; per­ en señalar que "cuando un artí­

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burgués Rossi ha compren.di?O
culo tiene un precio de monopo­ mitada y, por lo tanto, existían valor no está determinado por 'le­
la cuestión mejor que el socialis­
lio" éste será el "precio más ele­ precios de monopolios en todas yes de mercado', sino por faC.t ?­ ta Proudhonl, ya que éste sólo
res inmanentes a la producclon
vado al cual los consumidores las industrias, la sustracción de concibe el monopolio "en ~sta?o
están dispuestos a pagarlo", aña­ riqueza a la propiedad de la tie­ misma" (Mandel, 1967, pp. 4647). tosco, simplista, contradictOriO,
de seguidamente que "esto ocu­ rra por parte del capital industrial Comentando las ideas d.e espasmódico", mientras qu~ ~o­
rre solamente cuando no existe es constante (también en nacio­ Proudhon sobre la competencia ssi al menos "establece I~ dl.sttn­
manera posible de aumentar su nes divididas) y, por lo tanto, el y el monopolio -cuya base es la ción entre monopolios artificiales
cantidad"; es decir, el precio de enriquecimiento por un lado co­ noción de que el monopolio ~~ ,el y monopolios natur~les~: los"mo­
monopolio no corresponde a los rresponde con el empobreci­ "resultado fatal" y la o~osICI,on nopolios "feudales, dice, son
"productos del trabajo usual", miento por el otro y, en conse­ natural" de la competencia (vea­ artificiales, es decir, arbitrarios;

sino a artículos muy contados, cuencia, la lucha entre el precio se Proudhon 1846. citado e~ los monopolios burgue~es so~

como "los vinos especiales, que de mercado y el precio real no Marx. 1847, p. 124}-. Marx escrt­ naturales, es decir, racionales

se producen en cantidad muy Ii­ conduce a los mismos fenóme­ be que "todo el mundo sabe que (ibid., p. 125). Finalmente M~rx

mitaca", o "las obras de arte que, nos y no tiene lugar en la misma el monopolio moderno e~ :ngen­ concluye: "En la vida prácttca

por su excelencia o rareza, han medida que en la sociedad mo­ drado por la competencia . Aho­ encontramos no solame.nte la

adquirido un valor de fantasía" derna. El excedente del precio de ra bien, Marx señala un segundo competencia, el monopolio y el

(1817, p. 253). Expresada en tér­ mercado sobre el precio real era elemento que no debe pasarse antagonismo entre la u~a Y.el

minos de la moderna teoría de la aquí constante" (recogido en Marx por alto en ningún caso: otro, sino también su Sl~tesls,
oferta y la demanda, la posición 1857-58. vol. 11, p. 330; énfasis que no es una fórmula: stnO un
"El señor Proudhon no habla más
de Ricardo equivale a resaltar añadido: DG). movimiento. El monopoliO engen­
que del monopolio moderno c::n­
que cuando la curva de oferta es
Este comentario, según Man­ gendrado por la competencia. dra la competencia. la co~peten­
rígida (en el caso extremo, verti­
del, "permite captar mejor la for­ Pero todos sabemos que la com­ cia engendra el mo.nopolto. Lo~
cal), es únicamente la demanda petencia ha sido engendr~da por monopolistas compiten entre SI,
ma concreta en que Marx pasa
la que decide el precio de equili­ el monopolio feudal. ASI p.ues. los competidores pasan a s.er
de un rechazo a una aceptación
brio a corto plazo.
de la teoría del valor-trabajo: un primitivamente la competencl~ ha monopolistas. Si los monopolt~­
En los "Apuntes y extractos análisis de las tendencias de evo­
sido lo contrario del monopoliO, y tas restringen la competen~la
no el monopolio lo contrario de la entre ellos por medio de as?cla­
sobre la obra de Ricardo" que lución históricas de la producción competencia. Por tanto, el "!ono­
Marx elaboró durante los meses capitalista, y su vinculación con ciones parciales, se acentua la
polio moderno no es una Simple competencia entre los obreros; Y
de marzo y abril de 1851, pode­ el natural price de Ricardo, es antítesis, sino que, por el ~ontra­
mos leer lo siguiente: "Aquí con­ decir, con el valor-trabajo. Este cuanto más crece la masa de
río, es la verdadera sínteSIS.
cede [Ricardo], por lo tanto, que análisis debía llevarle a la conclu­ proletarios con respecto a. ~os
Tesis: El monopolio feudal ante­ monopolistas de una naClon,
no se trata de la producción de sión de que, por razón del enor­ rior a la competencia.
'riqueza' en su sentido del térmi­ me crecimiento de la producción más desenfrenada es la compe­
Antítesis: La competencia. tencia entre los monopolis,tas d.e
no, sino de la producción de 'va­ industrial, ese natural price va
lores'. El 'precio natural' se im­ siendo cada vez más la regla, Síntesis: El monopolio modern~, diferentes naciones. La stn~esls
pone frente al precio de mercado, mientras el precio de monopolio que es la negación del monopolio consiste en que el monopolto no
feudal por cuanto presup~:me el puede mantenerse sino librando
pero en una lucha que no tiene que se separa fuertemente de
régimen de la competencl~, y la continuamente la luch~ de ~a
nada que ver con la simple equi­ ese natural price va siendo cada negación de la competencia por
paración de Ricardo. En los co­ vez más la excepción. Desde el competencia" (ibidem; enfasls
cuanto es monopolio." (ibid .• pp.
mienzos de la industria, cuando momento en que se acepta esto, añadido: DG).
124-125; énfasis añadido: DG).
la mayor parte de las veces la la aceptación de la teoría del va­ Vemos, pues, que Marx no
demanda corresponde a la ofer­ lor-trabajo se impone por sí mis­ y para que quede_más clara puede ser más claro. Repitamos
ta, cuando la competencia era li­ ma, ya que se comprueba que el su posición, Marx senala que el

----------------~~~---------------­
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culo tiene un precio de monopo­ mitada y, por lo tanto, existían
lio" éste será el "precio más ele­ valor no está determinado por 'le­ burgués Rossi ha compren.di?o
precios de monopolios en todas
vado al cual los consumidores yes de mercado', sino por fa~t?­ la cuestión mejor que el SOCialis­
las industrias, la sustracción de res inmanentes a la producclon ta Proudhon 1, ya que éste sólo
están dispuestos a pagarlo", aña­ riqueza a la propiedad de la tie­
de seguidamente que "esto ocu­ misma" (Mandel, 1967, pp. 46-47). concibe el monopolio "en estado
rra por parte del capital industrial tosco, simplista, contradictorio,
rre solamente cuando no existe es constante (también en nacio­ Comentando las ideas de
manera posible de aumentar su espasmódico", mientras que Ro­
nes divididas) y, por lo tanto, el Proudhon sobre la competencia
cantidad"; es decir, el precio de ssi al menos "establece la distin­
enriquecimiento por un lado co­ y el monopolio -cuya base es la
monopolio no corresponde a los ción entre monopolios artificiales
rresponde con el empobreci­ noción de que el monopolio e~ el
"productos del trabajo usual", "resultado fatal" y la "oposición y monopolios natur~les~: los"mo­
miento por el otro y, en conse­ nopolios "feudales, dice, son
sino a artículos muy contados, cuencia, la lucha entre el precio natural" de la competencia (véa­
como "los vinos especiales, que artificiales, es decir, arbitrarios;
de mercado y el precio real no se Proudhon 1846, citado e~
se producen en cantidad muy li­ los monopolios burgueses son
conduce a Jos mismos fenóme­ Marx, 1847, p. 124)-, Marxescn­
mitada", o "las obras de arte que, naturales, es decir, racionales"
nos y no tiene lugar en la misma be que "todo el mundo sabe que
por su excelencia o rareza, han (ibid., p. 125). Final.mente, M~rx
medida que en la sociedad mo­ el monopolio moderno es engen­
adquirido un valor de fantasía" concluye: "En la Vida practica
dema. El excedente del precio de drado por la competencia". Aho­
(1817, p. 253). Expresada en tér­ encontramos no solamente la
mercado sobre el precio real era ra bien, Marx señala un segundo
minos de la moderna teoría de la competencia, el monopolio y el
aquí constante" (recogido en Marx elemento que no debe pasarse
oferta y la demanda, la posición antagonismo entre la u~a y.el
1857-58, vol. 11, p. 330; énfasis por alto en ningún caso:
de Ricardo equivale a resaltar otro sino también su smtesls,
añadido: DG). "El señor Proudhon no habla más
que cuando la curva de oferta es que no es una fórmula: sino un
I

Este comentario, según Man­ que del monopolio moderno e:n­ movimiento. El monopoliO engen­
rígida (en el caso extremo, verti­
gendrado por la competencIa. dra la competencia, la competen­
cal), es únicamente la demanda del, "permite captar mejor la for­
Pero todos sabemos que la com­ cia engendra el monopolio. Lo;;
la que decide el precio de equili­ ma concreta en que Marx pasa
petencia ha sido engendr~da por
brio a corto plazo. de un rechazo a una aceptación monopolistas compiten entre SI,
el monopolio feudal. ASI p.ues,
de la teoría del valor-trabajo: un primitivamente la competencl~ ha
los competidores pasan a s.er
En los "Apuntes y extractos
análisis de las tendencias de evo­ monopOlistas. Si los monopolI?­
sobre la obra de Ricardo" que
sido lo contrario del monopolIO, y
lución históricas de la producción no el monopolio lo contrario de la tas restringen la ~ompeten~la
Marx elaboró durante los meses
capitalista, y su vinculación con entre ellos por mediO de as?cla­
competencia. Por tanto, el mono­
de marzo y abril de 1851, pode­
el natural price de Ricardo, es polio moderno no es una simple ciones parciales, se acentua la
mos leer lo siguiente: "Aquí con­
decir, con el valor-trabajo. Este antítesis, sino que, por el contra­ competencia entre los obreros; y
cede [Ricardo], por lo tanto, que
análisis debía llevarle a la conclu­ rio, es la verdadera síntesis. cuanto más crece la masa de
no se trata de la producción de
sión de que, por razón del enor­ proletarios con respecto a. !os
Tesis: El monopolio feudal ante­
'riqueza' en su sentido del térmi­
me crecimiento de la producción rior a la competencia. monopolistas de una naClon,
no, sino de la producción de 'va­ industrial, ese natural price va más desenfrenada es la compe­
Antítesis: La competencia.
lores'. El 'precio natural' se im­ siendo cada vez más la regla, tencia entre los monopolis.tas ~e
pone frente al precio de mercado, Síntesis: El monopolio modern?,
mientras el precio de monopolio diferentes naciones. La smtesls
pero en una lucha que no tiene que es la negación del monopolto
que se separa fuertemente de feudal por cuanto presupone el consiste en que el monopolio no
nada que ver con la simple equi­ ese natural price va siendo cada puede mantenerse sino librando
régimen de la competenci~, y la
paración de Ricardo. En los co­ vez más la excepción. Desde el continuamente la luch~ de ~a
negación de la competencIa por
mienzos de la industria, cuando momento en que se acepta esto, cuanto es monopolio." (ibid., pp. competencia" (ibidem; enfasls
la mayor parte de las veces la la aceptación de la teoría del va­ 124-125; énfasis añadido: DG). añadido: DG).
demanda corresponde a la ofer­ lor-trabajo se impone por sí mis­
ta, cuando la competencia era li­ y para que quede más clara Vemos, pues, que Marx no
ma, ya que se comprueba que el su posición, Marx señala que el puede ser más claro. Repitamos

----------------~~~--------------­ --------------I~~-------------­
su idea central: "La síntesis con­ petencia, tan ensalzada desde No estoy diciendo que Hilferding, "El capital financiero y la limita­
siste en que el monopolio no pue­ antiguo, ya agotó sus argumen­ Lenin o Sweezy no sean marxis­ ción de la libre competencia". Sin
tas, sino que su "teoría" de la embargo, ya desde la misma in­
de mantenerse sino librando tos y debe anunciar ella misma
continuamente la lucha de la su mani'fiesta y escandalosa ban­ competencia no es la de Marx, troducción del libro se pronuncia
competencia". Y, sin embargo, carrota. Y lo hace por el procedi­ sino en todo caso la de Engels, claramente sobre la tesis central
como veremos, muchos marxis­ una toma de posición que tiene que vamos a comentar aquí. Ini­
miento de que en todos los paí­
tas han defendido exactamente mucho más que ver con un pun­ cia esa introducción con estas
ses, los grandes industriales de
palabras: "Las páginas siguien­
lo contrario. y, entre otros, mar­ un ramo determinado se juntan to de vista "vulgar"2 (en el preci­
so sentido en que interpretaba tes son el intento de comprender
xistas tan conocidos y seguidos, en un cártel destinado a regular
Marx esta palabra, aplicada a los científicamente las manifestacio­
como Hilferding, Lenin o Baran y la producción [ ... ] En algunos ca­
Sweezy (con el poco dudoso pre­ sos aislados hasta llegaron a for­ economistas) que con una au­ nes económicas de la evolución
cedente de Engels, que no es téntica "teoría". Veamos, antes más reciente del capitalismo (...)
marse, por momentos, cárteles
de estudiar la posición de Sweezy, Pero la característica del capita­
nada neutral en este punto). intemacionales [ ...] Entonces se
los antecedentes que represen­ lismo 'moderno' la constituyen
llegó a concentrar la producción
tan Hilferding y Lenin, pero antes aquellos procesos de concentra­
total de un ramo determinado de
la actividad [ ... ] en una sola gran recordemos que el último Sweezy ción que se manifiestan, por una
2. LAS DIFERENCIAS EN LAS comenta así la frase que hemos parte, en la 'abolición de la libre
sociedad por acciones, de direc­
CONCEPCIONES DE LA puesto en cursiva dentro de la competencia' mediante la forma­
ción unitaria [ ...] El United Alkali
COMPETENCIA DE MARX Y cita de Engels ya comentada: ción de carteles y trusts, y, por
Trust, que ha puesto toda la pro­
otra, en una relación cada vez
DE ALGUNOS MARXISTAS* ducción británica de álcali en "No hay ninguna duda de que más estrecha entre el capital ban­
(ENGELS, HILFERDlNG, manos de una única firma comer­ Marx y Engels crelan que el capi­ cario y el industrial. Esta relación,
LENIN) cial [ ... ] De este modo, en este talismo habla alcanzado un pun­
precisamente, es la causa de que
ramo, que constituye el funda­ to decisivo. Sin embargo, en su
el capital, como más adelante se
mento de toda la industria quími­ opinión, el final de la etapa com­
Engels. En efecto: en contras­ expondrá, tome la forma de ca­
ca, se ha sustituido en Inglaterra petitiva marcaba, no el comienzo
te con Marx, Engels apunta ya en de una nueva fase del capitalis­ pital financiero, que constituye su
la competencia por el monopo­
una dirección bien distinta. Al edi­ mo, sino más bien el principio de manifestación más abstracta y
lio, adelantando en el sentido
tar el tercer volumen de El Capi­
más satisfactorio posible los tra­ una transición al nuevo modo de suprema" (1910. p. 3t.
tal (1894), introduce en el capítu­ producción que reemplazaría al
bajos tendientes a una futura ex­ El argumento principal que uti­
lo que dedica Marx al "papel del capitalismo. Fue más tarde,
propiación por parte de la socie­ liza Hilferding para defender la
crédito en la producción capita­ cuando parecía claro que el capi­
dad global, por parte de la nación" talismo no estaba en las últimas,
supuesta "novedad" de la situa­
lista" los siguientes comentarios:
(en Marx 1894, pp. 564-565; én­ cuando los seguidores de Marx, ción de su época, en relación con
"Desde que Marx escribiera lo
fasis añadido: DG). reconociendo que se había entra­ la época de Marx, es el mismo
anterior, se han desarrollado,
do realmente en una nueva fase, que ya usaran autores tan dispa­
como es sabido, nuevas formas En mi opinión, aquí no se tra­
se dispusieron a analizar sus ras­ res como Bernstein5 o Engels, y
de la actividad industrial que ta sólo de una divergencia clarí­
gos principales y sus consecuen­ luego Lenin o Sweezy: el simple
constituyen la segunda y tercera sima entre las respectivas posi­
cias para las 'leyes de movimien­ "iTempora mutantur!" [Los tiem­
potencias de la sociedad por ac­ ciones de Marx y de Engels.
to' del capitalismo" (Sweezy 1987, pos cambian] que cita en la p.
ciones [ ... ] Las consecuencias También puede verse en esto el
p.541)3. 241. Por eso, Hilferding, que se
son una sobreproducción gene­ germen de las posiciones que
Hilferding. Hilferding dedica la considera hijo del nuevo siglo
ral crónica, una depresión de pre­ luego defenderán Hilferding, Lenin
tercera de las cuatro partes de (XX), empieza la larga tradición,
cios, un descenso de las ganan­ o Sweezy (y Baran), y que nada
su obra más famosa, El capital que aún perdura en nuestros
cias y hasta su total eliminación; tienen que ver con la concepción
financiero (1910), a la cuestión de días, de distinguir entre un capi­
en suma, que la libertad de com­ de Marx sobre la competencia.

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su idea central: "La síntesis con­ petencia, tan ensalzada desde
siste en que el monopolio no pue­ No estoy diciendo que Hilferding, "El capital financiero y la limita­
antiguo, ya agotó sus argumen­ Lenin o Sweezy no sean marxis­ ción de la libre competencia". Sin
de mantenerse sino librando tos y debe anunciar ella misma
continuamente la lucha de la tas, sino que su "teoría" de la embargo. ya desde la misma in­
su manifiesta y escandalosa ban­ competencia no es la de Marx, troducción del libro se pronuncia
competencia". Y, sin embargo, carrota. Y lo hace por el procedi­
como veremos, muchos marxis­ sino en todo caso la de Engels, claramente sobre la tesis central
miento de que en todos los paí­ una toma de posición que tiene que vamos a comentar aquí. Ini­
tas han defendido exactamente ses, los grandes industriales de
lo contrario. Y, entre otros, mar­ mucho más que ver con un pun­ cia esa introducción con estas
un ramo determinado se juntan to de vista "vulgar":! (en el preci­ palabras: "Las páginas siguien­
xistas tan conocidos y seguidos, en un cártel destinado a regular
como Hilferding, Lenin o Saran y so sentido en que interpretaba tes son el intento de comprender
la producción [... ] En algunos ca­ Marx esta palabra, aplicada a los científicamente las manifestacio­
Sweezy (con el poco dudoso pre­ sos aislados hasta llegaron a for­
cedente de Engels, que no es economistas) que con una au­ nes económicas de la evolución
marse, por momentos, cárteles téntica "teoría". Veamos, antes más reciente del capitalismo (oo.)
nada neutral en este punto). internacionales [ ... ] Entonces se de estudiar la posición de Sweezy, Pero la característica del capita­
llegó a concentrar la producción los antecedentes que represen­ lismo 'moderno' la constituyen
total de un ramo determinado de tan Hilferding y Lenin, pero antes aquellos procesos de concentra­
la actividad [... ] en una sola gran recordemos que el último Sweezy ción que se manifiestan, por una
2. LAS DIFERENCIAS EN LAS sociedad por acciones, de direc­
CONCEPCIONES DE LA comenta así la frase que hemos parte, en la 'abolición de la libre
ción unitaria [ ... ] El United Alkali puesto en cursiva dentro de la competencia' mediante la forma­
COMPETENCIA DE MARX Y Trust, que ha puesto toda la pro­
DE ALGUNOS MARXISTAS· cita de Engels ya comentada: ción de carteles y trusts, y, por
ducción británica de álcali en otra, en una relación cada vez
(ENGELS, HILFERDING, manos de una única firma comer­ "No hay ninguna duda de que
LENIN) Marx y Engels creían que el capi­ más estrecha entre el capital ban­
cial [oo.] De este modo, en este cario y el industrial. Esta relación,
ramo, que constituye el funda­ talismo había alGBnzado un pun­
to decisivo. Sin embargo, en su precisamente, es la causa de que
Engels. En efecto: en contras­ mento de toda la industria quími­ el capital, como más adelante se
opinión. el final de la etapa com­
te con Marx, Engels apunta ya en ca, se ha sustituido en Inglaterra petitiva marcaba. no el comienzo expondrá, tome la forma de ca­
una dirección bien distinta. Al edi­ la competencia por el monopo­ de una nueva fase del capitalis­ pital financiero, que constituye su
tar el tercer volumen de El Capi­ lio, adelantando en el sentido mo, sino más bien el principio de manifestación más abstracta y
tal (1894), introduce en el capitu­ más satisfactorio posible los tra­
bajos tendientes a una futura ex­
una transición al nuevo modo de
prOducción que reemplazaría al
suprema" {1910, p. 3t
lo que dedica Marx al "papel del
crédito en la producción capita­ propiación por parte de la socie­ capitalismo. Fue más tarde. El argumento principal que uti­
lista" los siguientes comentarios: dad global, por parte de la nación" cuando parecía claro que el capi­ liza Hilferding para defender la
"Desde que Marx escribiera lo
(en Marx 1894, pp. 564-565; én­ talismo no estaba en las últimas, supuesta "novedad" de la situa­
anterior, se han desarrollado,
fasis añadido: DG).
cuando los seguidores de Marx, ción de su época, en relación con
reconociendo que se había entra­ la época de Marx, es el mismo
como es sabido, nuevas formas
En mi opinión, aquí no se tra­
do realmente en una nueva fase, que ya usaran autores tan dispa­
de la actividad industrial que
ta sólo de una divergencia clarí­
se dispusieron a analizar sus ras­
constituyen la segunda y tercera
res como Sernstein 5 o Engels, y
sima entre las respectivas posi­
gos principales y sus consecuen­ luego Lenin o Sweezy: el simple
potencias de la sociedad por ac­
ciones de Marx y de Engels. cias para las 'leyes de movimien­
ciones [... ] Las consecuencias "¡Tempora mutantur!" [Los tiem­
También puede verse en esto el to' del capitalismo" (Sweezy 1987,
pos cambian] que cita en la p.
son una sobreproducción gene­ germen de las posiciones que p.541)3.
ral crónica, una depresión de pre­ 241. Por eso, Hilferding, que se
luego defenderán Hilferding, Lenin Hilferding. Hilferding dedica la considera hijo del nuevo siglo
cios, un descenso de las ganan­ o Sweezy (y Saran), y que nada
cias y hasta su total eliminación; tercera de las cuatro partes de (XX), empieza la larga tradición,
tienen que ver con la concepción su obra más famosa, El capital que aún perdura en nuestros
en suma, que la libertad de com­ de Marx sobre la competencia. financiero (1910), a la cuestión de días, de distinguir entre un capi­

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talismo decimonónico, supuesta­ trial y bancario -interpretación no se puede reconocer objetiva y de I a concentración, I a a socia­
teóricamente, sino sólo concebirlo ción monopolista, parece conver­
mente "de libre competencia", y más tarde criticada por Lenin 7- ,
psicológica y subjetivamente. La tirse así en la eliminación de la
un nuevo capitalismo del siglo XX, y luego remata el capítulo con el
economía clásica, en la que in­ teoría marxista del valor" (ibídem;
"dominado por los monopolios". recurso a una breve pieza de
cluimos también a Marx, ha eli­ véase también Sweezy, 1942, pp.
Hilferding escribe que "mientras hegelianismo vulgar, que dice así:
minado, por eso, de sus deduc­ 297, 299, donde éste trata de afe­
dominaba la libre competencia" "El hegeliano podría hablar de la ciones el precio de monopolio, el rrarse a la teoría laboral recurrien­
sucedía una cosa, pero que "es­ negación de la negación. El ca­ precio de las mercancías que do al argumento de que la vali­
to varía fundamentalmente al pital bancario fue la negación del [este "que" lógicamente debe que­ dez de los valores "es indepen­
cambiar la relación de los Ban­ capital usurero y es negado a su rer decir "cuya producción"] no diente de las proporciones de
cos con la industria y al nacer las vez por el capital financiero" (p. pueden elevarse a capricho. Por
cambio particulares que estén
asociaciones capitalistas en la 249). el contrario, la ocupación favorita
establecidas en el mercado, sea
industria" (pp. 229-230). A conti­ de la escuela psicológica e~ 'ex­
Pero es en el capítulo XV ("La . plicar' precios de monopolio ( ... ) bajo condiciones de competen­
nuación, pero dentro del mismo cia o de monopolio", lo cual no
determinación de precios de los La economía clásica concibe el
capítulo 13 (dedicado a los "Mo­
monopolios capitalistas. Tenden­ precio como manifestación de la deja de ser un artilugio poco con­
nopolios capitalistas y el comer­ vincente y totalmente incompati­
cia histórica del capital financie­ producción social anárquica, Y
cio"), rebautiza al capital como ble con la posición de Marx, ya
ro") donde se contiene lo esen­ afirma que su nivel depende de la
"capital financiero": "Pues el ca­ que lo que éste pretendía era pre­
cial de su libro sobre las concep­ fuerza de producción social del
pital industrial es el Dios Padre trabajo. La ley objetiva del precio cisamente e xplicar los precios
ciones de Hilferding acerca del
que ha dejado como Dios Hijo al sólo se impone, sin embargo, a relativos efectivos mediante las
monopolio y la competencia. Co­
capital comercial y bancario, y el través de la competencia. Cuan­ cantidades relativas de trabajo).
mienza en él diciendo que se ha
capital monetario es el Espíritu do las asociaciones monopolistas Porque, en efecto, no es sólo que
pasado por dos etapas: la de las
Santo; son tres, pero uno solo en eliminan la competencia eliminan lo "parezca", sino que se encar­
"uniones parciales" -en la cual
el capital financiero" (p. 242). con ella el único medio con que ga él mismo a continuación de
"estas uniones tienen la tenden­ pueden realizar una ley objetiva
Más interesante es el capítulo cia a actuar en forma que des­ explicar cómo se fijan ahora los
de precios. El precio deja de ser
14, titulado "Los monopolios ca­ ciendan los precios"-, y luego la una magnitud determinada obje­ "precios de cártel":
pitalistas y los Bancos: Transfor­ de las "uniones monopolistas, los tivamente; se convierte en un pro­ "Por consiguiente, el precio de
mación del capital en capital cartels y trusts", cuyo objetivo es blema de cálculo para los que lo cartel tiene que ser teóricamente
financiero". Aquí, Hilferding senci­ "el aumento de la tasa de benefi­ determ inan voluntaria y conscien­ igual al precio de producción [sin
llamente da por supuesto lo que cios", objetivo que consiguen "en temente; en lugar de un resulta­ duda se refiere al coste medio de
debería haber intentado demos­ primer lugar, elevando los pre­ do se convierte en un supuesto; producción] más la tasa media de
trar. Afirma que "el capital finan­ cios, cuando están en situación en vez de algo objetivo pasa a ser beneficios. La cual, a su vez, ha
ciero se desarrolla con el auge algo subjetivo; en lugar de algo cambiado. Es diferente para la
de eliminar la competencia" (p.
innecesario e independiente de la gran industria cartelizada y para
de la sociedad por acciones yal­ 250). Pero a continuación indu­
voluntad y la conciencia de los los sectores de la pequeña indus­
canza su apogeo con la mono­ ye Hilferding un par de párrafos tria ( ...) Sin embargo, esta mis­
participantes se convierte en una
polización de la industria", lo cual que conviene citar in extenso: cosa arbitraria y casual". (p. 251; ma determinación de precios no
no es sino la idea anteriormente énfasis añadido: OG). es más que provisional, como el
"lo indetenninado e inconmensu­
expresada por Engels, pero ya rable bajo el dominio de los pre­ mismo cartel aislado o parcial. La
aparentemente más consolidada Así que no extraña que, tras cartelización significa un cambio
cios de monopolio es la deman­
por el tiempo transcurrido desde decir todo eso, Hilferding se en la tasa media de beneficios.
da. No se puede indicar cómo
la muerte de Marx. En su versión muestre consciente del alejas La tasa de beneficios sube en las
reacciona ésta ante el aumento
específica, Hilferding hace una que ha llevado su apuesta con­ industrias cartel izadas y baja en
de precios. Ciertamente, el pre­
tra la teoría del valor de Marx: "La las que no lo están. Esta diversi­
interpretación particulars de las cio de monopolio se puede fijar
dad conduce a la combinación Y
relaciones entre el capital indus­ de forma empirica, pero su nivel realización de la teoría marxista

----------------~~r---------------- ----------------[@D~--------------
I
talismo decimonónico, supuesta­ trial y bancario -interpretación no se puede reconocer objetiva y de I a concentración, I a a socia­
mente "de libre competencia", y más tarde criticada por Lenin 7- , teóricamente, sino sólo concebirlo ción monopolista, parece conver­
un nuevo capitalismo del siglo XX, y luego remata el capítulo con el psicológica y subjetivamente. La tirse así en la eliminación de la
"dominado por los monopolios". recurso a una breve pieza de economía clásica, en la que in­ teoría marxista del valor" (ibidem;
Hilferding escribe que "mientras hegelianismo vulgar, que dice así: cluimos también a Marx, ha eli­ véase también Sweezy, 1942, pp.
dominaba la libre competencia" "El hegeliano podría hablar de la minado, por eso, de sus deduc­ 297,299, donde éste trata de afe­
ciones el precio de monopolio, el rrarse a la teoría laboral recurrien­
sucedía una cosa, pero que "es­ negación de la negación. El ca­
precio de las mercancías que do al argumento de que la vali­
to varía fundamentalmente al pital bancario fue la negación del [este "que"\ógicamente debe que­
cambiar la relación de los Ban­ capital usurero y es negado a su dez de los valores "es indepen­
rer decir "cuya producción"] no
cos con la industria y al nacer las vez por el capital financiero" (p. pueden elevarse a capricho. Por diente de las proporciones de
asociaciones capitalistas en la 249). el contrario, la ocupación favorita cambio particulares que estén
industria" (pp. 229-230). A conti­ de la escuela psicológica e? 'ex­ establecidas en el mercado, sea
Pero es en el capítulo XV ("La bajo condiciones de competen­
nuación, pero dentro del mismo plicar' precios de monopo'¡¡o ( ... )
determinación de precios de los cia o de monopolio", lo cual no
capítulo 13 (dedicado a los "Mo­ La econom ía clási.ca concibe el
monopolios capitalistas. Tenden­ precio como manifestación de la deja de ser un artilugio poco con­
nopolios capitalistas y el comer­
cia histórica del capital financie­ producción social anárquica, y vincente y totalmente incompati­
cio"), rebautiza al capital como
ro") donde se contiene lo esen­ afirma que su nivel depende de la ble con la posición de Marx, ya
"capital financiero": "Pues el ca­
cial de su libro sobre las concep­ fuerza de producción social del que lo que éste pretendía era pre­
pital industrial es el Dios Padre
ciones de Hilferding acerca del trabajo. La ley objetiva del precio cisamente e xplicar los precios
que ha dejado como Dios Hijo al
monopolio y la competencia. Co­ sólo se impone, sin embargo, a relativos efectivos mediante las
capital comercial y bancario, y el través de la competencia. Cuan­
mienza en él diciendo que se ha cantidades relativas de trabajo).
capital monetario es el Espíritu do las asociaciones monopolistas
pasado por dos etapas: la de las Porque, en efecto, no es sólo que
Santo; son tres, pero uno solo en eliminan la competencia eliminan
"uniones parciales" -en ta cual lo "parezca", sino que se encar­
el capital financiero" (p. 242). con ella el único medio con que
"estas uniones tienen la tenden­ ga él mismo a continuación de
pueden realizar una ley objetiva
Más interesante es el capítulO cia a actuar en forma que des­ explicar cómo se fijan ahora los
de precios. El precio deja de ser
14, titulado "Los monopolios ca­ ciendan los precios"-, y luego la una magnitud determinada obje­ "precios de cártel":
pitalistas y los Bancos: Transfor­ de las "uniones monopolistas, los tivamente; se convierte en un pro­
mación del capital en capital cartels y trusts", cuyo objetivo es "Por consiguiente, el precio de
blema de cálculo para los que lo cartel tiene que ser teóricamente
financiero". Aquí, Hilferding senci­ "el aumento de la tasa de benefi­ determinan voluntaria y conscien­ igual al precio de producción [sin
llamente da por supuesto lo que cios", objetivo que consiguen "en temente; en lugar de un resulta­ duda se refiere al coste medio de
debería haber intentado demos­ primer lugar, elevando los pre­ do se convierte en un supuesto; producción] más la tasa media de
trar. Afirma que "el capital finan­ cios, cuando están en situación en vez de algo Objetivo pasa a ser beneficios. La cual, a su vez, ha
ciero se desarrolla con el auge de eliminar la competencia" (p. algo subjetivo; en lugar de algo cambiado. Es diferente para la
de la sociedad por acciones y al­ 250). Pero a continuación inclu­ innecesario e independiente de la gran industria cartel izada y para
canza su apogeo con la mono­ ye Hilferding un par de párrafos voluntad y la conciencia de los los sectores de la pequeña indus­
polización de la industria", lo cual que conviene citar in extenso: participantes se convierte en una tria ( ... ) Sin embargo, esta mis­
cosa arbitraria y casual". (p. 251 ; ma determinación de precios no
no es sino la idea anteriormente
"Lo indetenninado e inconmensu­ énfasis añadido: DG). es más que provisional, como el
expresada por Engels, pero ya rable bajo el dominio de los pre­ mismo cartel aislado o parcial. La
aparentemente más consolidada cios de monopolio es la deman­ Así que no extraña que, tras cartelización significa un cambio
por el tiempo transcurrido desde da. No se puede indicar cómo decir todo eso, Hilferding se en la tasa media de beneficios.
la muerte de Marx. En su versión reacciona ésta ante el aumento muestre consciente del o lejos La tasa de beneficios sube en las
específica, Hilferding hace una de precios. Ciertamente, el pre­ que ha llevado su apuesta con­ industrias cartelizadas y baja en
interpretación particula(l de las cio de monopolio se puede fijar tra la teoría del valor de Marx: "La las que no lo están. Esta diversi­
relaciones entre el capital indus­ de forma empírica, pero su nivel realización de la teoría marxista dad conduce a la combinación y

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a más cartelización ( ... ) El precio xionadas a una industria ya car­ tado de una relación objetiva ( ... ) del monopolio (... ) es una ley ge­
de cartel aumentará sobre el pre­ telizada"; luego, la "expansión de El dinero no juega entonces nin­ neral y fundamental de la presen­
cio de producción de las indus­ la producción" se lleva a cabo gún papel. Puede desaparecer por te fase de desarrollo del capita­
trias cartel izadas en la cantidad completo ( ... ) Con la anarquía de lismo" (1917, pp. 386-387).
mediante una "técnica perfeccio­
en que ha bajado su precio de la producción desaparece la apa­
producción en las no cartelizadas.
nada" que no favorece a los con­ riencia objetiva, desaparece la Lenin se remite, pues, a los
En tanto existan sociedades por sumidores porque no sirve para objetividad valorativa de la mercan­ hechos. Pero para él "el mono­
acciones en las industrias no bajar los precios (a diferencia de cía, esto es, el dinero. El cartel polio" es un hecho tan indudable
cartel izadas, el precio no puede lo que ocurría en el análisis de distribuye el producto ( ... ) De la como la "concentración". Sobre
descender por debajo de pc + i, Marx), sino que "los precios per­ nueva producción se distribuye este último proceso escribe: "El
precio de coste más interés, por­ manecerían los mismos, los cos­ una parte a la clase obrera y a colosal incremento de la indus­
que entonces no sería posible nin­ tes de producción habrían des­ los intelectuales, la otra recae
tria y el incremento rapidísimo de
guna inversión de capital. Por con­ cendido y el beneficio aumen­ sobre el cartel para el empleo que
guste. Es la sociedad regulada
concentración de la producción
siguiente el aumento del precio de tado"; por tanto, tenemos "bene­
conscientemente en forma anta­ en empresas cada vez más
cartel encuentra su límite en la po­ fi~ios extraordinarios muy gran­
sibilidad de la reducdón de la tasa gónica. Pero este antagonismo grandes son una de las peculia­
des" y al mismo tiempo "un re­ es antagonismo de la distribu­ ridades más características del
de beneficios en las industrias no
tardo de la inversión de capital" ción 10 ( ... ) La tendencia a la crea­ capitalismo" (p. 382). De esto no
aptas para el cartel" (p. 254).
-porque en el sector cartelizado ción de un cartel general y la ten­ cabe, desde luego, ninguna duda;
Lo que Hilferding defiende es se "limita" la producción, mien­ dencia a la fonnación de un banco y, como él mismo escribe, "los
que el precio del cártel será tan tras que en el otro sector la re­ central convergen ( ... ) Así se ex­ censos industriales modernos
alto como puedan fijarlo las em­ ducción de la tasa de ganancia tingue en el capital financiero el suministran los datos más com­
presas monopolistas sin llegar a "atemoriza a los inversores"-; carácter específico del capital ( ... ) pletos y exactos sobre este pro­
superar los dos límites superio­ por último "esta contradicción Al mismo tiempo se presenta la
ceso" (ibidem). Es más, Lenin
reS siguientes: "El aumento de exige su solución, y la encuentra . propiedad ( ...) contrapuesta direc­
mismo recoge parte de esta evi­
precios tiene que dejar, en primer en la exportación de capital" (pp. tamente a la enorme masa de los
desposeídos ( ... ) la organización dencia: "[En Alemania] iMenos
lugar, a las industrias no carte­ 256-258)8. de una centésima parte de las
de la economía social se solucio­
lizadas una tasa de beneficios na cada vez mejor con el desa­ empresas tienen más de 0/4 del
Por último, veamos la estre­
que les permita la continuidad de rrollo del mismo capital financie­ total de la fuerza motriz de vapor
cha relación que hay entre el fa­
la producción. Pero, en segundo ro" (pp. 258-299). y electricidad! (...) ¡Casi la mitad
moso cártel general de Hilferding9
lugar, no puede reducir en exce­ de la producción global de todas
y la idea que trasmitía la cita de Lenin. Por su parte, Lenin, en
so el consumo" (p. 256). Esto las empresas del país [en Esta­
Engels considerada supra: su Imperialismo, fase superior
genera una tendencia, según dos Unidos] se encuentra en las
Hilferding, que termina con la for­ "Como resultado del proceso se del capitalismo, y en la misma
manos de una centésima parte
mación del cartel general, pero daría entonces un 'cartel' gene­ vena "cronológica" que Engels,
del total de empresas'" (pp. 382­
pasando por varios pasos. ral. Toda la producción capitalis­ Bernstein y Hilferding, escribe
383).
ta es regulada por una instancia (sin verse obligado a demostrar
En primer lugar, lo anterior que determina el volumen de la nada, pues para él concentración Pero todos esos datos se re­
obstaculiza el desarrollo del sec­ producción en todas sus esferas. y monopolio son una misma fieren a la concentración y cen­
tor competitivo (no cartelizado) y Entonces la estipulación de pre­ cosa): "Hace medio siglo, cuan­ tralización del capital. Sin embar­
a la vez "agudiza la competen­ cios es puramente nominal y no do Marx escribió El Capital, la li­ go, para "demostrar" el mono­
cia" en su interior, y, "con ella, la significa más que la distribución
bre competencia era para la ma­ polio, lo único que encontramos
del producto total entre los mag­
tendencia a la concentración, yor parte de los economistas una en Lenin es el mismo tipo de po­
nates del cartel, de un lado, y
hasta que estas industrias son entre la masa de los demás miem­ 'ley natural' (oo.) Ahora el mono­ bre argumento pseudo-hege­
aptas finalmente parta el cartela bros de la sociedad, de otro. De polio es un hecho (...) Los hechos lian011 de la transformación (a
están en condiciones de ser ane­ ahí que el precio no sea el resul­ demuestran ( ...) que la aparición voluntad) de la cantidad en cali­

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a más cartelización ( ... ) El precio xionadas a una industria ya cer­ tado de una relación objetiva ( ... ) del monopolio (... ) es una ley ge­
de cartel aumentará sobre el pre­ telizada"; luego, la "expansión de El dinero no juega entonces nin­ neral y fundamental de la presen­
cio de producción de las indus­ la producción" se lleva a cabo gún papel. Puede desaparecer por te fase de desarrollo del capita­
trias cartelizadas en la cantidad completo ( ... ) Con la anarquía de lismo" (1917, pp. 386-387).
mediante una "técnica perfeccio­
en que ha bajado su precio de la producción desaparece la apa­
nada" que no favorece a los con­ riencia objetiva, desaparece la Lenin se remite, pues, a los
producción en las no cartel izadas.
En tanto existan sociedades por sumidores porque no sirve para objetividad valorativa de la mercan­ hechos. Pero para él "el mono­
acciones en las industrias no bajar los precios (a diferencia de cía, esto es, el dinero. El cartel polio" es un hecho tan indudable
cartelizadas, el precio no puede lo que ocurría en el análisis de distribuye el producto ( ... ) De la como la "concentración". Sobre
descender por debajo de pc + i, Marx), sino que "los precios per­ nueva producción se distribuye este último proceso escribe: "El
precio de coste más interés, por­ manecerían los mismos, los cos­ una parte a la clase obrera y a colosal incremento de la indus­
que entonces no sería posible nin­ tes de producción habrían des­ los intelectuales, la otra recae
tria y el incremento rapidísimo de
guna inversión de capital. Por con­ cendido y el beneficio aumen­ sobre el cartel para el empleo que
guste. Es la sociedad regulada
concentración de la producción
siguiente el aumento del precio de tado"; por tanto, tenemos "bene­
conscientemente en forma anta­ en empresas cada vez más
cartel encuentra su limite en la po­ ficios extraordinarios muy gran­
sibilidad de la redu~ión de la tasa gónica. Pero este antagonismo grandes son una de las peculia­
des" y al mismo tiempo "un re­ es antagonismo de la distribu­ ridades más características del
de beneficios en las industrias no tardo de la inversión de capital"
aptas para el cartel" (p. 254). ción 10 ( ••• ) La tendencia a la crea­ capitalismo" (p. 382). De esto no
-porque en el sector cartelizado ción de un cartel general y la ten­ cabe, desde luego, ninguna duda;
Lo que Hilferding defiende es se "limita" la producción, mien­ dencia a la formación de un banco y, como él mismo escribe, "los
que el precio del cártel será tan tras que en el otro sector la re­ central convergen (... ) Así se ex­ censos industriales modernos
alto como puedan fijarlo las em­ ducción de la tasa de ganancia tingue en el capital financiero el suministran los datos más com­
presas monopolistas sin llegar a "atemoriza a los inversores"-; carácter específico del capital ( ... ) pletos y exactos sobre este pro­
superar los dos límites superio­ por último "esta contrad icción Al mismo tiempo se presenta la
ceso" (ibidem). Es más, Lenin
ras siguientes: "El aumento de exige su solución, y la encuentra . propiedad (...) contrapuesta direc­
mismo recoge parte de esta evi­
precios tiene que dejar, en primer tamente a la enorme masa de los
en la exportación de capital" (pp. dencia: "[En Alemania] iMenos
desposeídos ( ... ) la organización
lugar, a las industrias no carte­ 256-258)8. de una centésima parte de las
de la economía social se solucio­
lizadas una tasa de beneficios na cada vez mejor con el desa­ empresas tienen más de o/.t del
Por último, veamos la estre­
que les permita la continuidad de rrollo del mismo capital financie­ total de la fuerza motriz de vapor
cha relación que hay entre el fa­
la producción. Pero, en segundo ro" (pp. 258-299). y electricidad! (... ) iCasi la mitad
moso cártel general de Hilferding9
lugar, no puede reducir en exce­ de la producción global de todas
y la idea que trasmitía la cita de Lenin. Por su parte, Lenin, en
so el consumo" (p. 256). Esto las empresas del país [en Esta­
Engels considerada supra: su Imperialismo, fase superior
genera una tendencia, según dos Unidos] se encuentra en las
"Como resultado del proceso se del capitalismo, y en la misma
Hilferding, que termina con la for­ manos de una centésima parte
daría entonces un 'cartel' gene­ vena "cronológica" que Engels,
mación del cartel general, pero del total de empresas!" (pp. 382­
ral. Toda la producción capitalis­ Bernstein y Hilferding, escribe
pasando por varios pasos. 383).
ta es regulada por una instancia (sin verse obligado a demostrar
En primer lugar, lo anterior que determina el volumen de la nada, pues para él concentración Pero todos esos datos se re­
obstaculiza el desarrollo del sec­ producción en todas sus esferas. y monopolio son una misma fieren a la concentración y cen­
tor competitivo (no cartel izado) y Entonces la estipulación de pre­ cosa): "Hace medio siglo, cuan­ tralización del capital. Sin embar­
a la vez "agudiza la competen­ cios es puramente nominal y no do Marx escribió El Capital, la li­ go, para "demostrar" el mono­
cia" en su interior, y, "con ella, la significa más que la distribución polio, lo único que encontramos
bre competencia era para la ma­
del producto total entre los mag­
tendencia a la concentración, yor parte de los economistas una en Lenin es el mismo tipo de po­
nates del cartel, de un lado, y
hasta que estas industrias son entre la masa de los demás miem­ 'ley natural' (... ) Ahora el mono­ bre argumento pseudo-hege­
aptas finalmente parta el cartel o bros de la sociedad, de otro. De polio es un hecho (... ) Los hechos lian011 de la transformación (a
están en condiciones de ser ane­ ahí que el precio no sea el resul­ demuestran (... ) que la aparición voluntad) de la cantidad en cali­

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dad. Yen Lenin dicho argumento más importante sobre el imperia­ do, con un análisis teórico e his­ manifestó durante toda su vida)
aparece en su forma más cruda, lismo" (p. 372; Y en p. 470 señala tórico del capitalismo, que la li­ además de recurrir a la simpatía
pues a continuación de la última que el "marxista" Hilferding ha bre competencia origina la con­ política implícita en el lector (co­
cita mencionada siguen las si­ supuesto "un paso atrás en com­ centración de la producción, y que mo cuando se queja de la "cons­
guientes palabras: "Y esas 3.000 paración con el no marxista dicha concentración, en un cier­ piración de silencio" burguesa
to grado de su desarrollo, condu­ contra El capital) (1917, p. 387).
empresas gigantescas abarcan Hobson"). Sin embargo, hay que
a 258 ramas industriales. De ahí aclarar que la posición de Hobson ce al monopolio. Ahora el mono­ Y hecho eso, se pone a vul­
se infiere claramente que la con­ no tiene nada que ver con el polio es un hecho" (pp. 386-387). garizar repetidamente la idea en
centración, al llegar a un grado simplismo de Hilferding y Lenin, Pero es muy significativo lo que muchas variantes diferentes. Por
determinado de su desarrollo, yen muchos puntos es una con­ añade a continuación: "Los eco­ ejemplo, distinguiendo entre el
puede afirmarse que conduce tinuación de los lineamientos es­ nomistas publican montañas de capitalismo ''viejo'' y el "nuevo": "el
por sí misma de lleno al mono­ tablecidos por Marx, e incluso libros en los cuales describen las nuevo capitalismo vino a sustituir
polio, ya que a unas cuantas de­ una negación explicita de la inter­ distintas manifestaciones del definitivamente al viejo a princi­
cenas de empresas gigantescas pretación de Hilferding, Lenin y monopolio y siguen declarando a pios del siglo XX" (ibid.; igualmen­
les resulta fácil ponerse de acuer­ tantos otros teóricos de la idea coro que 'el marxismo ha sido te: p. 407; o p. 415, donde se pre­
do entre sí y, por otra parte, la del monopolio -aunque no nom­ refutado'" (p. 387). Es interesan­ cisa la fecha de la "transfor­
competencia, que se hace cada bre expresamente a ninguno de te porque demuestra así que mación": 1897, ó 1900). Este "de­
vez más difícil, o sea, la tenden­ ellos- como una etapa que ven­ para los economistas estaba cla­ finitivamente" es bastante literal,
cia al monopolio, nacen precisa­ dría después del capitalismo ro que ¡más bien había una rela­ según Lenin, como se ve en uno
mente de las grandes proporcio­ competitivo. ción inversa, y no directa, entre de los puntos que usa en su críti­
nes de las empresas. Esta trans­ monopolio y teoría de Marx! ca a la concepción del imperia­
Lenin usa mucho del argu­ lismo de Kautsky, quien, en su
formación de la competencia en De los autores que citamos en
mento de autoridad, y se remite opinión, defiende un "ideal reac­
monopolio constituye uno de los este artículo, está claro que Lenin
a bastantes autores que ya ha­ cionario" que "arrastra Objetiva­
fenómenos más importantes es el más "vulgar' de todos. Y no
bían hablado, en años anteriores, mente hacia atrás, del capitalis­
-por no decir el más importan­ nos estamos refiriendo aquí a
de esta tendencia. Por ejemplo, mo monopolista al capitalismo
te-- de la economía del capitalis­ que el libro lo concibiera como un
utiliza una cita de Hermann Levy, no monopolista", y esto le pare­
mo de los últimos tiempos ( ... )" "esbozo popular" (según el título
en su obra Monopolios, cárteles ce a Lenin "un engaño reformis­
(ibid, pp. 383-4; énfasis añadido: original) -no está de más recor­
y trusts, como argumento sufi­ ta" (p. 484). Por otra parte, Lenin
DG; véase también, en el mismo dar que también El capital lo es­
ciente para concluir que "en el repite una y otra vez el mensaje
sentido, la p. 458). cribió Marx como un producto
país del librecambio, Inglaterra, la central: "la competencia se con­
Inmediatamente, Lenin co­ concentración conduce también específicamente dirigido a los tra­ vierte en monopolio" (p. 392; véa­
mienza a citar a Hilferding en apo­ al monopolio" (p. 386). Y, por si bajadores-, sino a la ausencia de se también: p. 407); Yademás "el
yo de sus tesis -aunque no le no estuviera claro, se limita a re­ auténticos argumentos serios en monopoliO es todo lo contrario de
ahorra algunas criticas, como la petir una y otra vez, a lo largo del esta obra de Lenin. Su exposi­ la libre competencia", y "el impe­
primera que señala, de ser "ex libro, el mismo tipo de (falso) ar­ ción se limita a enunciar una y rialismo es la fase monopolista
marxista"-, lo cual es sin duda gumento: "Hace medio siglo, otra vez, la misma idea -"la apa­ del capitalismo", "iY los monopo­
adecuado desde el punto de vis­ cuando Marx escribió El capital, rición del monopoliO ( ... ) es una lios han nacido ya precisamente
ta de ambos, como ya hemos la libre competencia era para la ley general y fundamental de la de la libre competencia!" (pp.
visto. Pero al autor que cita Lenin mayor parte de los economistas presente fase de desarrollo del 458-9,485)12.
en primer lugar, ya en el prólogo una 'ley natural'. La ciencia oficial capitalismo"-; y, como funda­
de su libro, es a J. A. Hobson, intentó aniquilar mediante la mento de esta argumentación, Insiste también Lenin en las
cuyo trabajo sobre el imperialis­ conspiración del silencio la obra tan sólo se refiere a "apariencias" fronteras temporales entre una y
mo califica de "la obra inglesa de Marx, el cual había demostra­ fácticas (contra las que Marx se otra fase, repitiendo fórmulas que

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dad. Yen Lenin dicho argumento más importante sobre el imperia­ do, con un análisis teórico e his­ manifestó durante toda su vida)
aparece en su forma más cruda, lismo" (p. 372; Y en p. 470 señala tórico del capitalismo, que la li­ además de recurrir a la simpatía
pues a continuación de la última que el "marxista" Hilferding ha bre competencia origina la con­ política implícita en el lector (co­
cita mencionada siguen las si~ supuesto "un paso atrás en com­ centración de la producción, y que mo cuando se queja de la "cons­
guientes palabras: "Y esas 3.000 paración con el no marxista dicha concentración, en un cier­ piración de silencio" burguesa
empresas gigantescas abarcan Hobson"). Sin embargo, hay que to grado de su desarrollo, condu­ contra El capital) (1917, p. 387).
a 258 ramas industriales. De ahí adararque la posición de Hobson ce al monopolio. Ahora el mono­ Y hecho eso, se pone a vul­
se infiere claramente que la con­ no tiene nada que ver con el polio es un hecho" (pp. 386-387). garizar repetidamente la idea en
centración, al llegar a un grado simplismo de Hilferding y Lenin, Pero es muy significativo lo que muchas variantes diferentes. Por
determinado de su desarrollo, y en muchos puntos es una con­ añade a continuación: "Los eco­ ejemplo, distinguiendo entre el
puede afirmarse que conduce tinuación de los lineamientos es­ nomistas publican montañas de capitalismo "viejo" y el "nuevo": "el
por sí misma de lleno al mono~ tablecidos por Marx, e incluso libros en los cuales describen las nuevo capitalismo vino a sustituir
polio, ya que a unas cuantas de~ una negación explicita de la inter­ distintas manifestaciones del definitivamente al viejo a princi­
cenas de empresas gigantescas pretación de Hilferding, Lenin y monopolio y siguen declarando a pios del siglo XX" (ibid.; igualmen­
les resulta fácil ponerse de acuer­ tantos otros teóricos de la idea coro que 'el marxismo ha sido te: p. 407; o p. 415, donde se pre­
do entre sí y, por otra parte, la del monopolio -aunque no nom­ refutado'" (p. 387). Es interesan­ cisa la fecha de la "transfor­
competencia, que se hace cada bre expresamente a ninguno de te porque demuestra así que mación": 1897, ó1900). Este "de­
vez más diffcil, o sea, la tenden­ ellos- como una etapa que ven­ para los economistas estaba cla­ finitivamente" es bastante literal,
cia al monopolio, nacen precisa­ dría después del capitalismo ro que imás bien había una rela­ según Lenin, como se ve en uno
mente de las grandes proporcio­ competitivo. ción inversa, y no directa, entre de los puntos que usa en su críti­
nes de las empresas. Esta trans­ monopolio y teoría de Marx! ca a la concepción del imperia­
Lenin usa mucho del argu­
formación de la competencia en De los autores que citamos en lismo de Kautsky, quien, en su
mento de autoridad, y se remite
monopolio constituye uno de los este artículo, está claro que Lenin opinión, defiende un "ideal reac­
a bastantes autores que ya ha­
fenómenos más importantes es el más "vulgar" de todos. Y no cionario" que "arrastra objetiva­
bían hablado, en años anteriores,
-por no decir el más importan­ nos estamos refiriendo aquí a mente hacia atrás, del capitalis­
de esta tendencia. Por ejemplo,
te- de la economía del capitalis­ que el libro lo concibiera como un mo monopolista al capitalismo
utiliza una cita de Hermann Levy,
mo de los últimos tiempos ( ... )" no monopolista", y esto le pare­
en su obra Monopolios, cárteles "esbozo popular" (según el Ululo
(ibid, pp. 383-4; énfasis añadido: ce a Lenin "un engaño reformis­
y trusts, como argumento sufi­ original) -no está de más recor­
DG; véase también, en el mismo ta" (p. 484). Por otra parte, Lenin
ciente para concluir que "en el dar que también El capital lo es­
sentido, la p. 458). repite una y otra vez el mensaje
país del librecambio, Inglaterra, la cribió Marx como un producto
central: "la competencia se con­
Inmediatamente, Lenin co­ concentración conduce también especificamente dirigido a los tra­
bajadores-, sino a la ausencia de vierte en monopolio" (p. 392; véa­
mienza a citar a Hilferding en apo­ al monopolio" (p. 386). Y, por si
se también: p. 407); Y además "el
yo de sus tesis -aunque no le no estuviera claro, se limita a re­ auténticos argumentos serios en
monopolio es todo lo contrario de
ahorra algunas críticas, como la petir una y otra vez, a lo largo del esta obra de Lenin. Su exposi­
la libre competencia", y "el impe­
primera que señala, de ser "ex libro, el mismo tipo de (falso) ar­ ción se limita a enunciar una y
rialismo es la fase monopolista
marxista"-, lo cual es sin duda gumento: "Hace medio siglo, otra vez, la misma idea -"la apa­
del capitalismo", "¡Y los monopo­
adecuado desde el punto de vis­ cuando Marx escribió El capital, rición del monopolio ( ... ) es una
lios han nacido ya precisamente
ta de ambos, como ya hemos la libre competencia era para la ley general y fundamental de la
de la libre competencia!" (pp.
visto. Pero al autor que cita Lenin mayor parte de los economistas presente fase de desarrollo del
458-9,485)12.
en primer lugar, ya en el prólogo una 'ley natural'. La ciencia oficial capitalismo"-; y, como funda­
de su libro, es a J. A. Hobson, intentó aniquilar mediante la mento de esta argumentación, Insiste también Lenin en las
cuyo trabajo sobre el imperialis­ conspiración del silencio la obra tan sólo se refiere a "apariencias" fronteras temporales entre una y
mo califica de "la obra inglesa de Marx, el cual había demostra­ fácticas (contra las que Marx se otra fase, repitiendo fórmulas que

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parecen concebidas para cum­ gumento de Marx, de que no son de acciones: p. 424; o la referen­ Se suma a este autor en con­
plir una función puramente los agentes lo que cuenta para la cia que hace Sweezy, 1942, p. ceder tácitamente el argumento
mnemotécnica en ayuda del lec­ comprensión del funcionamien­ 285, a la Gründergewinn, o "ga­ liberal del contrincante, que, con
tor: "1) Década del 60 y 70, pun­ to del sistema, sino las estructu­ nancia del promotor" de Hilfer­ un poco de astucia, podría repli­
to culminante de desarrollo de la ras. Para Lenin, los monopolis­ diIl9)· carle: "¿Entonces, el viejo capi­
libre competencia ( ... ); 2) Des­ tas parecen ser simplemente talismo sí quería la libertad, y no
O se trata de hechos que se la dominación, en contra de lo
pués de la crisis de 1873, largo "omnipotentes" (p. 398). Y no hay encuentran más fácilmente en
periodo de desarrollo de los nada como una teoría de esta que decía Marx?".
realidad en la fase que él llama
cárteles (... ); 3) Auge de fines del naturaleza para hacer tambalear­ "competitiva" que en la "monopo­ Y, por último, esto también
siglo XIX y crisis de 1900 a 1903: se, en el ánimo de muchos lec­ lista" (por ejemplo, el "capital in­ quiere decir, según Lenin (aunque
(...) El capitalismo se ha trans­ tores, cualquier teoría objetiva vertido en el extranjero" por Ingla­ lo exprese de manera implícita),
formado en imperialismo" (p. que insista en el funcionamiento terra, Francia y Alemania, creció que la ley del valor ya no rige en
389). Y, en general, parece diri­ de leyes sistémicas, indepen­ más deprisa, en contra de su pro­ las nuevas condiciones.
girse a un público totalmente en­ dientes de la voluntad de los pro­ pia argumentación, en el periodo
tregado de antemano, como si tagonistas subjetivos de esta his­ 1862-1872, que en el mucho más
supiera que cualquier cosa que toria. largo de 1872-1914: datos de la
escriba va a ser creída: "Los tabla que recoge en la p. 432). 3. LA TRADICiÓN MARXISTA

Tampoco duda Lenin en utili­ QUE SWEEZY HA

cárteles conciertan entre ellos las Lenin usa incluso hechos que
zar argumentos puramente con­ MANTENIDO VIVA HASTA

condiciones de venta, los plazos contradicen su argumento, pero


tingentes (desde el punto de vis­ EL PRESENTE

de pago, etc. Se reparten los que sin embargo presenta como


ta histórico), como también hacía
mercados de venta. Fijan la can­ si no fueran problemáticos des­
Hilferding y como en cambio de­
tidad de productos que deben fa­ de su propio punto de vista (por En realidad, esta teoría de
nuncia Hobson. Por ejemplo, se ejemplo, en la p. 449 reconoce
bricar. Establecen los precios. Lenin fue seguida después por
remite a hechos que han demos­ que "la competencia con que aho­
Distribuyen las ganancias entre todos los leninistas, pero también
trado luego su falsedad claramen­ ra tropieza Inglaterra en el mer­
las distintas empresas, etc." por muchos marxistas no le­
te. Por ejemplo, según él, la Bol­ cado mundial por parte de Ale­
(ibidem). ninistas, e incluso por muchos
sa "pasa a la historia" y en su mania, Norteamérica y Bélgica"
Para ello, Lenin no duda en lugar "ha aparecido el nuevo ca­ autores no marxistas. Entre los
ha venido a sustituir a su ante­ marxistas que han seguido des­
utilizar argumentos tan dudosos pitalismo" (p. 408). O también, rior monopolio industrial; yen la
como los que usara antes que él según él, no habría cambio téc­ pués esta línea interpretativa,
p. 468: "Donde el capitalismo citaremos brevemente varios
el célebre socialista Eugen nico bajo el monopolio: "En la crece con mayor rapidez es en
DÜhring, duramente criticado por medida en que se fijan, aunque ejemplos. Por ejemplo, Natalie
las colonias y en los países de
Marx y Engels por ese motivo. sea temporalmente, precios mo­ Moszkowska (1929), basándose
ultramar. Entre ellos aparecen
Escribe Lenin: "las relaciones de nopOlistas, desaparecen hasta igualmente en Hilferding (1910),
nuevas potencias imperialistas
dominación y la violencia 13 liga­ cierto punto las causas estimu­ asegura: "Ante todo sea dicho que
(el Japón)").
da a dicha dominación: he ahi lo lantes del progreso técnico y, por Marx tuvo ante sus ojos el esta­
tipico en la 'fase contemporánea consiguiente, de todo progreso, Mención aparte merece este dio más o menos puro del capi­
de desarrollo del capitalismo', he de todo avance ( ... )" (p. 470). O otro argumento, que sólo men­ talismo competitivo. En la actua­
ahí lo que inevitablemente tenía bien se remite a hechos que pa­ cionaremos aquí de pasada. Al lidad se impone cada vez más el
que derivarse y se ha derivado de rece presentar como novedades, escribir: capitalismo monopolista. En el
la constitución de los todopode­ pero que ya están analizados por "El 'capital financiero no quie­ capitalismo monopolista la tasa
rosos monopolios económicos" Marx en El capital (por ejemplo, re la libertad, sino la dominación', de ganancia ya no es la misma
(p. 395). Porque, en efecto, a las primas que obtienen los finan­ dice con razón Hilferding" (p. en las distintas esferas de la pro­
Lenin parece no importarle el ar­ cieros por las nuevas emisiones 455). ducción" (pp. 10-11).

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parecen concebidas para cum­ gumento de Marx, de que no son de acciones: p. 424; o la referen­ Se suma a este autor en con­
plir una función puramente los agentes lo que cuenta para la cia que hace Sweezy, 1942, p. ceder tácitamente el argumento
mnemotécnica en ayuda del lec­ comprensión del funcionamien­ 285, a la GrOndergewinn, o "ga­ liberal del contrincante, que, con
tor: "1) Década del 60 y 70, pun­ to del sistema, sino las estructu­ nancia del promotor" de Hilfer­ un poco de astucia, podría repli­
to culminante de desarrollo de la ras. Para Lenin, los monopolis­ ding). carle: "¿Entonces, el viejo capi­
libre competencia ( ... ); 2) Des­ tas parecen ser simplemente O se trata de hechos que se talismo sí quería la libertad, y no
pués de la crisis de 1873, largo "omnipotentes" (p. 398). Y no hay encuentran más fácilmente en la dominación, en contra de lo
periodo de desarrollo de los nada como una teoría de esta realidad en la fase que él llama que decía Marx?".
cárteles (... ); 3) Auge de fines del naturaleza para hacer tambalear­ "competitiva" que en la "monopo­ y, por último, esto también
siglo XIX y crisis de 1900 a 1903: se, en el ánimo de muchos lec­ lista" (por ejemplo, el "capital in­ quiere decir, según Lenin (aunque
(... ) El capitalismo se ha trans­ tores, cualquier teoría objetiva vertido en el extranjero" por Ingla­ lo exprese de manera implícita),
formado en imperialismo" (p. que insista en el funcionamiento terra, Francia y Alemania, creció que la ley del valor ya no rige en
389). y, en general, parece diri­ de leyes sistémicas, indepen­ más deprisa, en contra de su pro­ las nuevas condiciones.
girse a un público totalmente en­ dientes de la voluntad de los pro­ pia argumentación, en el periodo
tregado de antemano, como si tagonistas subjetivos de esta his­ 1862-1872, que en el mucho más
supiera que cualquier cosa que toria. largo de 1872-1914: datos de la
escriba va a ser creída: "Los tabla que recoge en la p. 432). 3. LA TRADICiÓN MARXISTA
Tampoco duda Lenin en utili­
cárteles conciertan entre ellos las Lenin usa incluso hechos que QUE SWEEZY HA
zar argumentos puramente con­
condiciones de venta, los plazos contradicen su argumento, pero MANTENIDO VIVA HASTA
tingentes (desde el punto de vis­
de pago, etc. Se reparten los que sin embargo presenta como EL PRESENTE
ta histórico), como también hacía
mercados de venta. Fijan la can­ si no fueran problemáticos des­
Hilferding y como en cambio de­
tidad de productos que deben fa­ de su propio punto de vista (por
nuncia Hobson. Por ejemplo, se En realidad, esta teoría de
bricar. Establecen los precios. ejemplo, en la p. 449 reconoce
remite a hechos que han demos­ Lenin fue seguida después por
Distribuyen las ganancias entre que "la competencia con que aho­
trado luego su falsedad claramen­ todos los leninistas, pero también
las distintas empresas, etc." ra tropieza Inglaterra en el mer­
te. Por ejemplo, según él, la Bol­ por muchos marxistas no le­
(ibidem). cado mundial por parte de Ale­
sa "pasa a la historia" y en su ninistas, e incluso por muchos
mania, Norteamérica y Bélgica"
Para ello, Lenin no duda en lugar "ha aparecido el nuevo ca­ autores no marxistas. Entre los
ha venido a sustituir a su ante­
utilizar argumentos tan dudosos pitalismo" (p. 408). O también, marxistas que han seguido des­
rior monopolio industrial; y en la
como los que usara antes que él según él, no habría cambio téc­ pués esta línea interpretativa,
p. 468: "Donde el capitalismo
el célebre socialista Eugen nico bajo el monopolio: "En la citaremos brevemente varios
crece con mayor rapidez es en
DOhring, duramente criticado por medida en que se fijan, aunque las colonias y en los países de ejemplos. Por ejemplo, Natalie
Marx y Engels por ese motivo. sea temporalmente, precios mo­ ultramar. Entre ellos aparecen Moszkowska (1929), basándose
Escribe Lenin: "las relaciones de nopolistas, desaparecen hasta nuevas potencias imperialistas igualmente en Hilferding (1910),
dominación y la violencia 13 liga­ cierto punto las causas estimu­ (el Japón)"). asegura: "Ante todo sea dicho que
da a dicha dominación: he ahí lo lantes del progreso técnico y, por Marx tuvo ante sus ojos el esta­
típico en la 'fase contemporánea consiguiente, de todo progreso, Mención aparte merece este dio más o menos puro del capi­
de desarrollo del capitalismo', he de todo avance (... )" (p. 470). O otro argumento, que sólo men­ talismo competitivo. En la actua­
ahí lo que inevitablemente tenía bien se remite a hechos que pa­ cionaremos aquí de pasada. Al lidad se impone cada vez más el
que derivarse y se ha derivado de rece presentar como novedades, escribir: capitalismo monopolista. En el
la constitución de los todopode­ pero que ya están analizados por "El 'capital financiero no quie­ capitalismo monopolista la tasa
rosos monopolios económicos" Marx en El capital (por ejemplo, re la libertad, sino la dominación', de ganancia ya no es la misma
(p. 395). Porque, en efecto, a las primas que obtienen los finan­ dice con razón Hilferding" (p. en las distintas esferas de la pro­
Lenin parece no importarle el ar­ cieros por las nuevas emisiones 455). ducción" (pp. 10-11).

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Como conclusión provisional, de su desarrollo, pero advertían
Por su parte, el marxista inglés de Estado introduzcan, per se,
podemos decir ya que la identifi­ con genial perspicacia [ ...] una
John Strachey, luego transforma­ un cambio radical, ya sea en el
cación llevada a cabo por Lenin tendencia a la monopolización"
do en keynesiano, escribe que "la carácter del Estado o en el siste­
-entre imperialismo, o "capitalis­ (ibid., p. 40).
sociedad capitalista de 1955 es ma prevaleciente de relaciones
algo muy diferente de lo que era sociales (como han supuesto al­ mo de nuestra época", y capita­ En realidad, la popularidad de
hace 100 anos (... ) o inclusive de gunos). Propiciar tal posibilidad lismo de los monopolios, o fase la teoría del imperialismo ha lle­
lo que era hace 50 anos" (1956, significa adoptar un punto de vis­ monopolista del capitalismo- ha gado a ser tan grande entre los
p. 17). No se estaba dando cuen­ ta puramente superficial ( ... ) sido probablemente el factor más autores contemporáneos que in­
ta de que este argumento podría Pero ello no significa que tales influyente en el hecho de que, aun cluso autores no marxistas,
también servir para justificar lo desarrollos del capitalismo de hoy en día, en muchos ámbitos, como Albert Hirschman (1981),
contrario de lo que él sostiene, ya Estado no puedan modificar, en prácticamente se asimile el sig­ tras escribir que Hegel tuvo "una
que si el paso de medio siglo bas­ este o en aquel sentido, el fun­ nificado de esos dos términos. Un teoría económica del imperialis­
taba para "probar" la transforma­ cionamiento del sistema econó­ partidario de estas tesis, bien mo, mientras que Marx no la
ción del capitalismo competitivo cercano a Sweezy, por cierto, ha tuvo", se muestra tan convenci­
mico. En ciertos aspectos lo
en capitalismo monopolista, el modificaron evidentemente. Pero señalado que "los marxistas han do de la necesidad de adoptar
nuevo medio siglo transcurrido usado varios nombres para esta una teoría así, que llega a criticar
el grado y el sentido de ese cam­
nueva fase del capitalismo des­ a Marx por no haber sabido apro­
entre principios del siglo XX y la bio dependerán, esencialmente,
de que hizo su aparición: capita­ vechar la teoría de Hegel que, en
redacción de su libro debería ha­ de la correlación de fuerzas so­
lismo financiero, imperialismo, opinión de Hirschman, tendría
ber llevado al capitalismo a trans­ ciales y, en especial, del poderío
neocapitalismo, capitalismo tar­ que haber continuado Marx -y
formarse en otra cosa. politico y económico del movi­
dío", pero que lo esencial es que que Hirschman considera "muy
miento obrero" (ibid, pp. 456-7).
y Maurice Dobb (1962, 2a ed. "el modelo atomizado y competi­ similar a las ideas expuestas
de Dobb 1945) habla de los "de­ En ello no hay más paradoja tivo de capitalismo [ ... ] ya no es ochenta o noventa años más tar­
sarrollos de lo que ha dado en lla­ de la que existe en el hecho de hoy el modelo de capitalismo" de por J. A. Hobson y Rosa
marse Capitalismo de Estado o que en Lenin se pueda apreciar sino que "ha sido desplazado por Luxemburgo"-. La teoría de He­
Capitalismo monopolista de Es­ la influencia, no sólo del marxis­ una estructura substancialmente gel consiste, según Hirschman,
tado, en buena medida novedo­ ta Hilferding y del "instituciona­ diferente" (Braverman 1974, p. en los siguientes elementos: "1)
sos en cuanto a cantidad y cali­ lista" Hobson (véanse Green 1987, 251). Pero hay que hacer notar la creciente desigualdad de la
dad", y anade que el segundo Clarke 1987, Samuels 1987), igualmente que muchos otros distribución del ingreso; 2) como
término fue "empleado por Lenin sino así mismo la de muchos marxistas. en especial rusos y resultado de lo anterior, la defi­
para designar ciertos desarrollos otros economistas burgueses cubanos. dan hasta tal punto por ciencia temporal o permanente
sobrevenidos durante la primera preocupados con los monopolios sentada la existencia del capita­ del consumo en relación a la pro­
guerra mundial; por ejemplo en y el imperialismo, por no hablar lismo monopolista, y se basan en ducción, y 3) en consecuencia,
1921, cuando incitó a estudiar de la presencia de los lugares co­ una terminología tan consolidada, la búsqueda de nuevos merca­
especialmente 'el capitalismo de munes más corrientes en todos que se refieren a la fase anterior dos externos por parte del país
Estado de los alemanes' (artícu­ los medios más conocidos de la del capitalismo simplemente capitalista avanzado en países
lo sobre el Impuesto en Especie, prensa financiera de Estados como "capitalismo premonopo­ que todavía no hayan sido 'abier­
21 de abril de 1921)" (p. 455). El Unidos y Alemania (que, según lista" o "fase premonopolista del tos' por la empresa capitalista"
sentido histórico de Dobb le lleva los interesantes artículos de Cain capitalismo" (véase, por ejemplo, (pp. 213-216).
a matizar, y en la matización apa­ 1985, Etherington 1983, Willou­ Rymálov 1983, pp. 36 Y 32), ale­
gando que en la época de Marx y Por su parte, Sweezy -en
rece otro tema característico del ghby 1995, Y McDonough 1995,
Engels, "como es natural, ellos quien pronto nos centraremos-,
marxismo tradicional: la lucha de fue lo que, en definitiva, más in­
no podían prever que el capitalis­ tras citar profusamente a Hil­
clases: "resulta inconcebible que fluyó de hecho en el contenido del
mo pasaría a una fase superior ferding, se muestra parcialmen­
estas tendencias al capitalismo libro de Lenin).

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Porsu parte, el marxista inglés de Estado introduzcan. per se, Como conclusión provisional. de su desarrollo, pero advertían
John Strachey, luego transforma­ un cambio radical, ya sea en el podemos decir ya que la identifi­ con genial perspicacia [ ... ] una
do en keynesiano, escribe que "la carácter del Estado o en el siste­ cación llevada a cabo por Lenin tendencia a la monopolización"
sociedad capitalista de 1955 es ma prevaleciente de relaciones -entre imperialismo, o "capitalis­ (ibid., p. 40).
algo muy diferente de lo que era sociales (oomo han supuesto al­ mo de nuestra época", y capita­ En realidad, la popularidad de
hace 100 anos (... ) o inclusive de gunos). Propiciar tal posibilidad lismo de los monopolios, o fase la teoría del imperialismo ha lle­
lo que era hace 50 anos" (1956, significa adoptar un punto de vis­ monopolista del capitalismo- ha gado a ser tan grande entre los
p. 17). No se estaba dando cuen­ ta puramente superficial ( ... ) sido probablemente el factor más autores contemporáneos que in­
ta de que este argumento podría Pero ello no significa que tales influyente en el hecho de que. aun cluso autores no marxistas,
también servir para justificar lo desarrollos del capitalismo de hoy en día. en muchos ámbitos. como Albert Hirschman (1981).
oontrario de lo que él sostiene, ya Estado no puedan modificar, en prácticamente se asimile el sig­ tras escribir que Hegel tuvo "una
que si el paso de medio siglo bas­ este o en aquel sentido, el fun­ nificado de esos dos términos. Un teoría económica del imperialis­
taba para "probar" la transforma­ cionamiento del sistema eoonó­ partidario de estas tesis. bien mo, mientras que Marx no la
ción del capitalismo oompetitivo mico. En ciertos aspectos lo cercano a Sweezy, por cierto. ha tuvo". se muestra tan convenci­
en capitalismo monopolista, el modificaron evidentemente. Pero sena lado que "los marxistas han do de la necesidad de adoptar
nuevo medio siglo transcurrido el grado y el sentido de ese cam­ usado varios nombres para esta una teoría así, que llega a criticar
entre principios del siglo XX y la bio dependerán, esencialmente, nueva fase del capitalismo des­ a Marx por no haber sabido apro­
redacción de su libro debería ha­ de la oorrelación de fuerzas so­ de que hizo su apariCión: capita­ vechar la teoría de Hegel que, en
ber llevado al capitalismo a trans­ ciales y, en especial, del poderío lismo financiero, imperialismo, opinión de Hirschman, tendría
formarse en otra oosa. polítioo y económico del movi­ neocapitalismo, capitalismo tar­ que haber continuado Marx -y
miento obrero" (ibid, pp. 456-7). dío", pero que lo esencial es que que Hirschman considera "muy
y Maurice Dobb (1962, 2.1 ed. "el modelo atomizado y competi­ similar a las ideas expuestas
de Dobb 1945) habla de los "de­ En ello no hay más paradoja tivo de capitalismo [ ... ] ya no es ochenta o noventa anos más tar­
sarrollos de lo que ha dado en lla­ de la que existe en el hecho de hoy el modelo de capitalismo" de por J. A. Hobson y Rosa
marse Capitalismo de Estado o que en Lenin se pueda apreciar sino que "ha sido desplazado por Luxemburgo"-. La teoría de He­
Capitalismo monopolista de Es­ la influencia, no sólo del marxis­ una estructura substancialmente gel consiste, según Hirschman,
tado, en buena medida novedo­ ta Hilferding y del "instituciona­ diferente" (Braverman 1974. p. en los siguientes elementos: "1)
sos en cuanto a cantidad y cali­ lista" Hobson (véanse Green 1987, 251). Pero hay que hacer notar la creciente desigualdad de la
dad", y anade que el segundo Clarke 1987, Samuels 1987). igualmente que muchos otros distribución del ingreso; 2) como
término fue "empleado por Lenin sino así mismo la de muchos marxistas. en especial rusos y resultado de lo anterior, la defi­
para designar ciertos desarrollos otros economistas burgueses cubanos, dan hasta tal punto por ciencia temporal o permanente
sobrevenidos durante la primera preocupados oon los monopolios sentada la existencia del capita­ del consumo en relación a la pro­
guerra mundial; por ejemplo en y el imperialismo, por no hablar lismo monopolista. y se basan en ducción, y 3) en consecuencia,
1921, cuando incitó a estudiar de la presencia de los lugares ca­ una terminología tan oonsolidada. la búsqueda de nuevos merca­
especialmente 'el capitalismo de munes más corrientes en todos que se refieren a la fase anterior dos externos por parte del país
Estado de los alemanes' (artícu­ los medios más conocidos de la del capitalismo simplemente capitalista avanzado en países
lo sobre el Impuesto en Especie, prensa financiera de Estados como "capitalismo premonopo­ que todavía no hayan sido 'abier­
21 de abril de 1921)" (p. 455). El Unidos y Alemania (que, según lista" o "fase premonopolista del tos' por la empresa capitalista"
sentido histórioo de Dobb le lleva los interesantes artículos de Cain capitalismo" (véase, por ejemplO, (pp. 213-216).
a matizar, y en la matización apa­ 1985, Etherington 1983. Willou­ Rymálov 1983, pp. 36 y 32), ale­
rece otro tema característioo del ghby 1995, Y McDonough 1995, gando que en la época de Marx y Por su parte, Sweezy -en
marxismo tradicional: la lucha de fue lo que, en definitiva, más in­ Engels. "como es natural, ellos quien pronto nos centraremos-,
clases: "resulta inooncebible que fluyó de hecho en el contenido del no podían prever que el capitalis­ tras citar profusamente a Hil­
estas tendencias al capitalismo libro de Lenin). mo pasaría a una fase superior ferding, se muestra parcialmen­

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por supuesto que el capitalismo cente economía capitalista. Ahí,
te de acuerdo con todo lo que dos teorías (mucho mayor en

estaba amenazado por una cri­ El Capital de Marx continúa su


llevamos dicho. No en vano argu­ Kalecki).

sis de existencia [ ...] pero a Ka­ reinado supremo [ ... ] Creemos


menta, con la teoría neoclásica,
En realidad, lo que Kalecki lecki no le convencían las razo­ que ha llegado el momento de
como veremos, que "la produc­ (1938) hizo -y luego Sweezy re­ nes que daba Marx para explicar remediar esta situación [... ] no
ción total de equilibrio es más pitió- fue en gran medida combi­ por qué debía desarrollarse esta podemos contentarnos con re­
pequeña y el precio de equilibrio nar dos tópicos de la economía crisis", por lo que, tras pregun­ mendar y enmendar el modelo
es más alto cuando se introdu­ marxista posterior a Marx -la teo­ tarse si tendrían que ver con el competitivo que sostiene su teo­
cen elementos de monopolio". Sin ría de la concentración y centra­ monopolio, "me sugirió trabajar ría económica. Debemos reco­
embargo, aunque está de acuer­ lización del capital (interpretada sobre este problema". de forma nocer que la competencia, que
do en que "no se ha descubierto a la manera de Engels, Hilferding que "era un problema muy mar­ fue la forma predominante de las
ninguna ley medianamente gene­ y Lenin) y los esquemas de re­
xista, pero mis métodos de aná­ relaciones de mercados en el si­
ral del precio de monopolio por­ producción del segundo volumen
lisis eran keynesianos" (Steindl glo diecinueve, ha cesado de ocu­
que no existe ninguna", matiza de El Capital (a la manera de 1984)14. Sweezy ha escrito que par tal posición, no solamente en
que, aun así, es posible "partir de Rosa Luxemburgo}-, para llegar
su libro conjunto con Baran, El
Inglaterra sino en todas partes del
la teoría del valor (o del precio de a la conclusión de que "el mono­
capitalismo monopolista, es una mundo capitalista"18.

producción) como base, yanali­ polio aparece profundamente en­


zar la índole, si no la amplitud, de versión sencilla de "una línea de Por su parte, Dutt amplía aun
raizado en la naturaleza del sis­
las modificaciones que el mono­ pensamiento que se origina en más esta corriente hasta abarcar
tema capitalista". Y de ello derivó,
polio trae consigo" (1942, p. 298). Michal Kalecki y alcanza su máxi­ a Dobb, Sherman y Sylos-Labini,
como corolario, la afirmación de
ma expresión en [...] Maturity and y la enfrenta a una segunda tra­
De hecho, casi medio siglo que "un mundo en el que el gra­
Stagnation in American Capita­ dición marxista, opuesta a la idea
después,Sweezy(1987)descri­ do de monopolio determina la dis­
tribución de la renta nacional es lism" [la obra de Steindl] (Sweezy del "capitalismo monopolista",
bía magníficamente la historia de 1981, p. 2).
un mundo muy alejado de las que, siguiendo también a Lenin y
esta idea del "capitalismo mono­
pautas de la libre competencia". Pero aparte de Kalecki, Steindl a Varga, estaría representada por
polista" a partir de sus orígenes.
y el propio Sweezy, otros desa­ Shaikh (1978, 1982), Weeks
Señala que, tras Hilferding, las La relación de Kalecki con la
rrollos de la idea del "capitalismo (1981), Clifton (1977, 1983) Y
dos figuras fundamentales en teoría de Marx es bastante parti­
monopolista" pueden encontrar­ Semmler (1982, 1984) (véase
este ámbito fueron Lenin y el po­ cular. Kowalik señala que "en los
se en autores tan distintos como Dutt 1987, pp. 59-60). Frente a
laco Michal Kalecki. Éste, que años treinta los marxistas no
Bujarin (1915), Strachey15 (1933 ambas interpretaciones de la teo­
estaba elaborando en Polonia lo aprobaban la obra de Kalecki"
y 1956), Baran (1957), Baran y ría marxista de la competencia y
esencial de su modelo económi­ (1970, p. 16), lo cual sólo sor­
Sweezy (1966), Eaton (1966), el monopolio -"el punto de vista
co en la misma época en que E. prende parcialmente, si se tiene
Sherman (1968), Braverman de la tasa de beneficio uniforme
Chamberlin, J. Robinson y R. en cuenta que "Kalecki era bas­
(1974), Magdoff1 6 (1978), Cow­ de la competencia clásica, que
Bums trabajaban sobre compe­ tante alérgico a la teoría del va­
ling (1982), Cowling y Sugden implica un enfoque de precios de
tencia imperfecta o monopolista, lor-trabajo, y también al marxis­
(1987), Sweezy (1991), Sweezy producción, y el punto de vista del
coincidía básicamente con las mo dogmático" (Laski 1987, p.
y Magdoff (1992)1. Baran y poder de monopolio"-, Dutt su­
investigaciones contemporáneas 10). Por su parte, su discípulo J.
Sweezy escriben, sin embargo, giere lo que él considera una ter­
de Keynes. Sin embargo, había Steindl aclara la relación de Ka­
que ninguno de los continuado­ cera vía. Para ello, dice basarse
entre estos dos últimos autores lecki con la teoría de Marx por
res de Marx "intentó explorar las también en el Marx de Miseria de
dos diferencias básicas: el análi­ medio del siguiente comentario:
consecuencias del predominio la filosofía, y pretende "desarro­
sis de la distribución desde un "En una ocasión hablaba con
del monopolio en los principiOS llar un modelo que sintetice el sis­
punto de vista clasista, y -lo que Kalecki sobre las crisis del capi­
del funcionamiento y en las 'le­ tema sraffiano de precios de pro­
nos interesa más aquí- el papel talismo. Ambos, como la mayo­
yes del movimiento' de la subya­ ducción y la teoría del poder de
concedido al monopolio por las ría de los socialistas, dábamos

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te de acuerdo con todo lo que dos teorías (mucho mayor en por supuesto que el capitalismo cente economía capitalista. Ahí,
llevamos dicho. No en vano argu­ Kalecki). estaba amenazado por una cri­ El Capital de Marx continúa su
menta, con la teoría neoclásica, sis de existencia [... ] pero a Ka­ reinado supremo [... ] Creemos
como veremos, que "la produc­ En realidad, lo que Kalecki
(1938) hizo -y luego Sweezy re­ lecki no le convencían las razo­ que ha llegado el momento de
ción total de equilibrio es más nes que daba Marx para explicar remediar esta situación [ ...] no
pitió- fue en gran medida combi­
pequeña y el precio de equilibrio por qué debía desarrollarse esta podemos contentarnos con re­
nar dos tópicos de la economía
es más alto cuando se introdu­ crisis", por lo que, tras pregun­ mendar y enmendar el modelo
marxista posterior a Marx -la teo­
cen elementos de monopolio". Sin tarse si tendrían que ver con el competitivo que sostiene su teo­
ría de la concentración y centra­
embargo, aunque está de acuer­ monopolio, "me sugirió trabajar ría económica. Debemos reco­
lización del capital (interpretada
do en que "no se ha descubierto sobre este problema", de forma nocer que la competencia, que
a la manera de Engels, Hilferding
ninguna ley medianamente gene­ que "era un problema muy mar­ fue la forma predominante de las
y Lenin) y los esquemas de re­
ral del precio de monopolio por­ xista, pero mis métodos de aná­ relaciones de mercados en el si­
producción del segundo volumen
que no existe ninguna", matiza de El Capital (a la manera de lisis eran keynesianos" (Steindl glo diecinueve, ha cesado de ocu­
que, aun así, es posible "partir de
la teoría del valor (o del precio de
Rosa Luxemburgo r, para llegar 1984)14. Sweezy ha escrito que
su libro conjunto con Saran, El
par tal posición, no solamente en
Inglaterra sino en todas partes del
a la conclusión de que "el mono­
producción) como base, y anali­ polio aparece profundamente en­ capitalismo monopolista, es una mundo capitalista"18.
zar la índole, si no la amplitud, de raizado en la naturaleza del sis­ versión sencilla de "una línea de
las modificaciones que el mono­ Por su parte, Dutt amplía aun
tema capitalista". Y de ello derivó, pensamiento que se origina en
polio trae consigo" (1942, p. 298). más esta corriente hasta abarcar
como corolario, la afirmación de Michal Kalecki y alcanza su máxi­
a Dobb, Sherman y Sylos-Labini,
De hecho, casi medio siglo que "un mundo en el que el gra­ ma expresión en [...] Maturity and
y la enfrenta a una segunda tra­
después, Sweezy (1987) descri­ do de monopolio determina la dis­ Stagnation in American Capita­
dición marxista, opuesta a la idea
bía magníficamente la historia de tribución de la renta nacional es lism" [la obra de Steindl] (Sweezy
del "capitalismo monopolista",
esta idea del "capitalismo mono­ un mundo muy alejado de las 1981, p. 2).
que, siguiendo también a Lenin y
polista" a partir de sus orígenes. pautas de la libre competencia". Pero aparte de Kalecki, Steindl a Varga, estaría representada por
Señala que, tras Hilferding, las La relación de Kalecki con la y el propio Sweezy, otros desa­ Shaikh (1978, 1982), Weeks
dos figuras fundamentales en teoría de Marx es bastante parti­ rrollos de la idea del "capitalismo (1981), Clifton (1977, 1983) y
este ámbito fueron Lenin y el po­ cular. Kowalik señala que "en los monopolista" pueden encontrar­ Semmler (1982, 1984) (véase
laco Michal Kalecki. Éste, que años treinta los marxistas no se en autores tan distintos como Dutt 1987, pp. 59-60). Frente a
estaba elaborando en Polonia lo aprobaban la obra de Kalecki" Sujarin (1915), Strachey15 (1933 ambas interpretaciones de la teo­
esencial de su modelo económi­ (1970, p. 16), lo cual sólo sor­ Y 1956), Saran (1957), Saran y ría marxista de la competencia y
co en la misma época en que E. prende parcialmente, si se tiene Sweezy (1966), Eaton (1966), el monopolio -"el punto de vista
Chamberlin, J. Robinson y R. en cuenta que "Kalecki era bas­ Sherman (1968), Sraverman de la tasa de bene'ñcio uniforme
Surns trabajaban sobre compe­ tante alérgico a la teoría del va­ (1974), Magdotr 6 (1978), Cow­ de la competencia clásica, que
tencia imperfecta o monopolista, lor-trabajo, y también al marxis­ ling (1982), Cowling y Sugden implica un enfoque de precios de
coincidía básicamente con las mo dogmático" (Laski 1987, p. (1987), Sweezy (1991), Sweezy producción, y el punto de vista del
investigaciones contemporáneas 10). Por su parte, su discípulo J. y Magdoff (1992)1. Saran y poder de monopolio"-, Dutt su­
de Keynes. Sin embargo, había Steindl aclara la relación de Ka­ Sweezy escriben, sin embargo, giere lo que él considera una ter­
entre estos dos últimos autores lecki con la teoría de Marx por que ninguno de los continuado­ cera vía. Para ello, dice basarse
dos diferencias básicas: el análi­ medio del siguiente comentario: res de Marx "intentó explorar las también en el Marx de Miseria de
sis de la distribución desde un "En una ocasión hablaba con consecuencias del predominio la filosofía, y pretende "desarro­
punto de vista clasista, y -lo que Kalecki sobre las crisis del capi­ del monopolio en los principios llar un modelo que sintetice el sis­
nos interesa más aquí- el papel talismo. Ambos, como la mayo­ del funcionamiento y en las 'le­ tema sraffiano de precios de pro­
concedido al monopolio por las ría de los socialistas, dábamos yes del movimiento' de la subya­ ducción y la teoría del poder de

----------------~OWDr---------------- ----------------~DID~----------------
inflación, el endeudamiento Y Estado, la militarización de la
monopolio de Kalecki-Steindl" autores soviéticos citados al afir­ economía, la violencia ideológica
(ibid., pp. 55 Y70). Pero, en rea­ mar que "el capitalismo monopo­ otros factores negativos; la ayu­
da financiera al capital monopo­ y política, el reagrupamiento de
lidad, lo único que hace Dutt es lista de estado no constituye una las fuerzas reaccionarias y las
anadir al modelo de Sraffa la teo­ nueva fase del modo capitalista lista [ ... ]; las acciones estatales
para incrementar la tasa de ex­ tendencias al autoritarismo polí­
ría de que el exceso de capaci­ de producción" (Del Llano 1976, tico, también caracterizan furlda­
dad puede existir en equilibrio y p. 247). Aunque, acto seguido, plotación [ ... ]; las medidas para
mentalmente el capitalismo mo­
que las empresas fijan los pre­ también cita a Lenin para argu­ facilitar la expansión de las em­
presas de los EE.UU. en el exte­ nopolista de Estado" (p. 25).
cios por la vía de anadir un mar­ mentar que "el capitalismo, que
gen por encima de los costes 19. en su desarrollo se ha transfor­ rior y para proteger sus propie­ Por su parte, en el capítulo VII,
mado en imperialismo, es decir, dades [ ... ]; la lucha contra los sobre "Los rasgos actuales del
Como una extensión adicional países socialistas y contra los sistema imperialista", los autores
en capitalismo monopolista, se
de esta literatura, anadamos que, países con políticas avanzadas se refieren al "Neocolonialismo Y
ha convertido bajo el influjo de la
siguiendo a Lenin y Stalin, mu­ de liberación nacional; la movili­ movimiento de liberación nacio­
guerra en capitalismo monopolis­
chos marxistas de Moscú, París, zación pública para la guerra y nal" senalando que "el capitalis­
ta de Estado" (citado en ibid., p.
La Habana o Nueva York han de­ para las reconstrucciones y ajus­ mo monopolista de Estado, fase
248). Según Del Llano, la idea del
sarrollado posterionnente un con­ tes postbélicos; y las institucio­ última del imperialismo, forma un
capitalismo monopolista de Es­
cepto adicional -el "capitalismo nes y actividades capitalistas­ sistema de conjunto con el 'cen­
tado estaba en el programa del
monopolista de Estado" {CME}20­ monopolistas de Estado multina­ tro' -las metrópolis imperialistas­
PCUS, donde podía leerse que el
a partir del ya analizado "capita­ cionales" (1988, p. 256). y la periferia -los países cuyos
mismo "constituye la fusión de la
lismo monopolista". Según Rin­ pueblos persiguen a través de la
fuerza de los monopolios con la Pero quizás el trabajo más
dina y Chémikov, "el sistema del lucha la independencia comple­
fuerza del Estado en un meca­ conocido sobre el CME sean los
capitalismo monopolista de Es­ ta" (vol. 11, p. 133).
nismo único con vista al enrique­ dos volúmenes del Tratado re- .
tado es el nivel de desarrollo de
cimiento de la burguesía, aplas­ dactado por "los colaboradores
los procesos monopolistas de
tar al movimiento obrero y la de la Sección Económica del Co­
Estado en que el mecanismo 4. LA CONCEPCiÓN DE
lucha de liberación nacional, sal­ mité Central del Partido Comu­
único que resulta de la ensam­ PAUL SWEEZY EN DETALLE
var al capitalismo y el desenca­ nista Francés y de la revista Éco­
bladura de los monopolios con el
denamiento de guerras de agre­ nomie et Politique" (véase
Estado llega a ser la fuerza do­
sión" (ibid., p. 253). Boccara 1974, p. 13). Sus auto­ Lo que diremos aquí tiene que
minante de la economía capita­ 21
res, tras senalar que "un análisis ver con la cuarta y última parte
lista"; y anaden que "Lenin argu­ También el americano V. Peno
científico de la evolución del ca­ del célebre libro de Sweezy
mentó la conclusión de la trans­ dedica un capítUlo de su libro al
pitalismo nos lleva a distinguir (1942), que está dedicada ínte­
formación del capitalismo mono­ CME, donde senala que "las prin­
tres etapas fundamentales: la gramente al "Imperialismo", Ycon
polista en capitalismo monopolis­ cipales formas del capitalismo el libro conjunto de Baran y
ta de Estado como una tenden­ monopolista de Estado son: los etapa primitiva o manufacturera,
la etapa clásica o de libre concu­ Sweezy, El capital monopOlista,
cia y regularidad fundamental del gastos del Estado en bienes y pUblicadO en 1966. Conviene, sin
desarrollo del imperialismo" servicios; las empresas públicas rrencia, y la etapa monopolista o
imperialista" (vol. 1, p. 20), Ytras embargo, empezar haciendo re­
(Rindina y Chérnikov 1975, pp. y semipúblicas; la investigación ferencia a un problema mucho
221-222). Por su parte, el cuba­ y desarrollo públiCOS para la in­ encontrar en Lenin el origen del
concepto, caracterizan así al más general, que tiene que ver
no Del Llano, que se refiere, dustria y la agricultura; los sub­ con la amplia tradición de tomar
como Rymálov, al "capitalismo sidios a industrias o empresas CME: "Si la financiación pública,
el sector público y el consumo a cualquier autor que se declara
premonopolista" para nombrar lo particulares; las medidas tenden­ seguidor de Marx como candida­
que otros denominan capitalismo tes a moderar el ciclo económi­ del Estado y la planificación mo­
nopolista son rasgos distintivos to adecuado para llenar las lagu­
de laissez faire, o competitivo, o co, estimular el crecimiento eco­ nas del análisis de Marx (a la hora
decimonónico, etc., matiza a los nómico y mantener controlada la del capitalismo monopolista de

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monopolio de Kalecki-Steindl" autores soviéticos citados al afir­ inflación, el endeudamiento y Estado, la militarización de la
(ibid., pp. 55 Y 70). Pero, en rea­ mar que "el capitalismo monopo­ otros factores negativos; la ayu­ economía, la violencia ideológica
lidad, lo único que hace Dutt es lista de estado no constituye una da financiera al capital monopo­ y política, el reagrupamiento de
añadir al modelo de Sraffa la teo­ nueva fase del modo capitalista lista [... ]; las acciones estatales las fuerzas reaccionarias y las
ría de que el exceso de capaci­ de producción" (Del Llano 1976, para incrementar la tasa de ex­ tendencias al autoritarismo polí­
dad puede existir en equilibrio y p. 247). Aunque, acto seguido, plotación [ ... ]; las medidas para tico, también caracterizan funda­
que las empresas fijan los pre­ también cita a Lenin para argu­ facilitar la expansión de las em­ mentalmente el capitalismo mo­
cios por la vía de añadir un mar­ mentar que "el capitalismo, que presas de los EE.UU. en el exte­ nopolista de Estado" (p. 25).
gen por encima de los costes 19 • en su desarrollo se ha transfor­ rior y para proteger sus propie­ Por su parte, en el capítulo VII,
Como una extensión adicional mado en imperialismo, es decir, dades [ ... ]; la lucha contra los sobre "Los rasgos actuales del
de esta literatura, añadamos que, en capitalismo monopolista, se países socialistas y contra los sistema imperialista", los autores
siguiendo a Lenin y Stalin, mu­ ha convertido bajo el influjo de la países con políticas avanzadas se refieren al "Neocolonialismo y
chos marxistas de Moscú, París, guerra en capitalismo monopolis­ de liberación nacional; la movili­ movimiento de liberación nacio­
La Habana o Nueva York han de­ ta de Estado" (citado en ¡bid., p. zación pública para la guerra y nal" señalando que "el capitalis­
sarrollado posteriormente un con­ 248). Según Del Llano,la idea del para las reconstrucciones y ajus­ mo monopolista de Estado, fase
cepto adicional -el "capitalismo capitalismo monopolista de Es­ tes postbélicos; y las institucio­ última del imperialismo, forma un
monopolista de Estado" (CME)20­ tado estaba en el programa del nes y actividades capitalistas­ sistema de conjunto con el 'cen­
a partir del ya analizado "capita­ PCUS, donde podía leerse que el monopolistas de Estado multina­ tro' -las metrópolis imperialistas­
lismo monopolista". Según Rin­ mismo "constituye la fusión de la cionales" (1988, p. 256). y la periferia -los países cuyos
dina y Chérnikov, "el sistema del fuerza de los monopolios con la Pero qUizás el trabajo más pueblos persiguen a través de la
capitalismo monopolista de Es­ fuerza del Estado en un meca­ conocido sobre el CME sean los lucha la independencia comple­
tado es el nivel de desarrollo de nismo único con vista al enrique­ dos volúmenes del Tratado re- . ta" (vol. 11, p. 133).
los procesos monopolistas de cimiento de la burguesía, aplas­ dactado por "los colaboradores
Estado en que el mecanismo tar al movimiento obrero y la de la Sección Económica del Co­
único que resulta de la ensam­ lucha de liberación nacional, sal­ mité Central del Partido Comu­ 4. LA CONCEPCiÓN DE
bladura de los monopolios con el var al capitalismo y el desenca­ nista Francés y de la revista Éco­ PAUL SWEEZY EN DETALLE
Estado llega a ser la fuerza do­ denamiento de guerras de agre­ nomie et Politique" (véase
minante de la economía capita­ sión" (ibid., p. 253).
Boccara 1974, p. 13). Sus auto­ Lo que diremos aquí tiene que
lista"; y añaden que "Lenin argu­ También el americano V. Perlo res, tras señalar que "un análisis ver con la cuarta y última parte 21
mentó la conclusión de la trans­ dedica un capítulo de su libro al científico de la evolución del ca­ del célebre libro de Sweezy
formación del capitalismo mono­ CME, donde señala que "las prin­ pitalismo nos lleva a distinguir (1942), que está dedicada ínte­
polista en capitalismo monopolis­ cipales formas del capitalismo tres etapas fundamentales: la gramente al "Imperialismo", y con
ta de Estado como una tenden­ monopolista de Estado son: los etapa primitiva o manufacturera, el libro conjunto de Baran y
cia y regularidad fundamental del gastos del Estado en bienes y la etapa clásica o de libre concu­ Sweezy, El capital monopolista,
desarrollo del imperialismo" servicios; las empresas públicas rrencia, y la etapa monopolista o publicado en 1966. Conviene, sin
(Rindina y Chérnikov 1975, pp. y semipúblicas; la investigación imperialista" (vol. 1, p. 20), Y tras embargo, empezar haciendo re­
221-222). Por su parte, el cuba­ y desarrollo públicos para la in­ encontrar en Lenin el origen del ferencia a un problema mucho
no Del Llano, que se refiere, dustria y la agricultura; los sub­ concepto, caracterizan así al más general, que tiene que ver
como Rymálov, al "capitalismo sidios a industrias o empresas CME: "Si la financiación pública, con la amplia tradición de tomar
premonopolista" para nombrar lo particulares; las medidas tenden­ el sector público y el consumo a cualquier autor que se declara
que otros denominan capitalismo tes a moderar el ciclo económi­ del Estado y la planificación mo­ seguidor de Marx como candida­
de laissez faire, o competitivo, o co, estimular el crecimiento eco­ nopolista son rasgos distintivos to adecuado para llenar las lagu­
decimonónico, etc., matiza a los nómico y mantener controlada la del capitalismo monopolista de nas del análisis de Marx (a la hora

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de completar la obra de éste). Al puede utilizar para "completar" a suficiente para convencer a cual­ cuando Sweezy escribe lo con­
comienzo de la cuarta parte de quiera de que textos, palabra y trari0 22 , debemos resaltar que se
Marx, a juicio de cada usuario
letra, sean de Marx, de Aristóte­ trata de una posición que no pue­
(1942), Sweezy aplica esta mis­ particular.
les o de Hegel, de Sófocles o de
de confundirse con la de Marx.
ma manera de ver las cosas a
Al abordar esta cuestión, la
una cuestión diferente (como es Holderlin, son, a fin de cuentas, Pero vayamos ya a la cues­

actitud intelectual que nos pare­


la concepción del Estado en lo más precioso que la humani­ tión de la competencia y el mo­

ce necesaria tiene que ser, sin


Marx). dad posee, lo que, por encima de nopolio. A este respecto, son sig­

embargo, muy diferente. Y como


cualquier cosa, no debe ser co­ nificativas de su punto de vista

y esto puede servir para en­ ya ha sido expresada por otros


las siguientes palabras, que to­

rrompido" (Martínez Marzoa,


tender mejor el método caracte­ estudiosos de Marx, nos limita­
1983, pp. 11-12). mamos como punto de partida:

rístico de Sweezy y de los de­ remos aquí a citar un pasaje en "Hemos supuesto (... ) un siste­
más autores que se critican en la que dicha actitud queda clara­ Esta diferencia de actitud "me­
ma capitalista cerrado y de com­
este artículo: "Como en el caso mente expuesta, rogando al lec­ todológica" tiene consecuencias
petencia libre. En realidad, el ca­
de las crisis, Marx no elaboró tor que la contraponga y compa­ muy importantes para la diferen­
pitalismo de hoy no es ni cerrado
nunca una teoría del estado sis­ re varias veces con la actitud cia de planteamientos en el terre­
ni de libre competencia" (p. 279).
temática y formalmente comple­ contraria: "Es un hecho que a la no sustantivo. Por eso, antes de
ta (... ) Se sigue que no hay que hora de estudiar el pensamiento pasar a la cuestión que de ver­ Al igualar economía "cerrada"
pensar en un buen resumen de de Marx, casi todo el mundo se dad nos ocupa, daremos un y "de libre competencia" con lo
sus opiniones. En vez de esto vale (de manera central o suple­ ejemplo más sobre la cuestión que no parecen ser sino supues­
intentaré presentar un tratamien­ mentaria) de modos y recursos del Estado, o de "la forma de go­ tos simplificadores del análisis
to teórico sumario del estado que que se considerarían inadmisi­ bierne", como la llama Sweezyen teórico, sólo admisibles como
sea consecuente con las nume­ bles para estudiar a Kant, Hegel este primer capítulo de la parte primera aproximación, Sweezy
rosas observaciones dispersas o Aristóteles. Esta discriminación cuarta de (1942). Como Sweezy ya deja entrever que lo que su­
de Marx sobre el asunto y que, al de procedimiento está basada en quiere criticar aquí a los "revi­ cede en realidad es que interpre­
mismo tiempo, provea el suple­ la convicción (expresa o tácita, o sionistas" del marxismo, les im­ ta la concepción de la libre com­
mento necesario al cuerpo prin­ incluso verbalmente negada) de puta la siguiente diferencia con petencia en Marx como si fuera
cipal de principios teóricos que se la 'especificidad' del marxismo Marx: "( ... ) debemos insistir en lo mismo que la concepción
refieren al desarrollo del sistema ( ... ) Especificidad que sería de­ que los revisionistas, sostenien­ neoclásica de la "competencia
capitalista" (1942, pp. 265-6). No bida al presunto carácter, que el do la opinión contraria, de que el perfecta" que él mismo estudió
se trata de afirmar que la teoría marxismo tendría, de 'expresión' socialismo puede sustituir gra­ en su época de estudiante de li­
de Marx sobre el Estado, o sobre de 'una praxis histórica' ( ... ) Es dualmente al capitalismo por los cenciatura en Harvard (en torno
cualquier otra cosa, ha de estar claro que esta (digámoSlo benig­ métodos de la democracia capi­ a 1930). Pero esta igualdad sólo
necesariamente acabada, por namente) irregularidad antifiloló­ talista, en realidad abandonan existe en su imaginación. En rea­
definición. Pero sí, de resaltar gica ( ... ) aparece como funda­ totalmente la posición de Marx" lidad, el análisis que hace Swee­
que la práctica habitual a este mentada en el mencionado su­ (p. 277). Pero si Sweezy critica zy de estas cuestiones sigue
respecto no es muy recomenda­ puesto de que aquí no valen las este "gradualismo" revisionista, siendo completamente neoclási­
ble. No extraña que, en nota al reglas de la filología, porque ésta nosotros podemos hacer lo mis­ co en muchos puntos, y lo siguió
pie, Sweezy se remita a los "es­ es la ciencia de los textos y aquí mo con el liberalismo inconscien­ siendo, en esencia, durante toda
critos marxistas más importan­ no se trata de textos, sino de 'un te que refleja la posición de su vida. Lo único que lo distingue
tes sobre el estado", entre los movimiento real'. En ello se mez­ Sweezy. En efecto: no creemos del análisis de los neoclásicos
que en Marx fueran mínimamente convencionales es que utiliza
que cita obras de Engels, Lenin, cla evidentemente un cierto des­
Rosa Luxemburgo y S. H. M. precio por los 'meros textos', de­ compatibles la existencia de una casi siempre un lenguaje y unas
Chang, como si fuera indiscuti­ bido sin duda a que tanto fracaso auténtica democracia con la exis­ categorías que proceden de Marx
tencia del capitalismo; por tanto, ydel marxismo. Así, por ejemplo,
ble que cualquiera de ellos se histórico 'real', aún no ha sido

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de completar la obra de éste). Al puede utilizar para "completar" a suficiente para convencer a cual­ cuando Sweezy escribe lo con­
comienzo de la cuarta parte de Marx, a juicio de cada usuario quiera de que textos, palabra y trario 22 , debemos resaltar que se
(1942), Sweezy aplica esta mis­ particular. letra, sean de Marx, de Aristóte­ trata de una posición que no pue­
ma manera de ver las cosas a les o de Hegel, de Sófocles o de de confundirse con la de Marx.
Al abordar esta cuestión, la
una cuestión diferente (como es Holderlin, son, a fin de cuentas, Pero vayamos ya a la cues­
actitud intelectual que nos pare­
la concepción del Estado en lo más precioso que la humani­ tión de la competencia y el mo­
ce necesaria tiene que ser, sin
Marx). dad posee, lo que, por encima de nopolio. A este respecto, son sig­
embargo, muy diferente. Y como
cualquier cosa, no debe ser co­ nificativas de su punto de vista
y esto puede selVir para en­ ya ha sido expresada por otros
rrompido" (Martínez Marzoa, las siguientes palabras, que to­
tender mejor el método caracte­ estudiosos de Marx, nos limita­
rístico de Sweezy y de los de­ remos aquí a citar un pasaje en 1983, pp. 11-12). mamos como punto de partida:
más autores que se critican en la que dicha actitud queda clara­ Esta diferencia de actitud "me­ "Hemos supuesto ( ... ) un siste­
este artículo: "Como en el caso mente expuesta, rogando al lec­ todológica" tiene consecuencias ma capitalista cerrado y de com­
de las crisis, Marx no elaboró tor que la contraponga y compa­ muy importantes para la diferen­ petenCia libre. En realidad, el ca­
nunca una teoría del estado sis­ re varias veces con la actitud cia de planteamientos en el terre­ pitalismo de hoy no es ni cerrado
no sustantivo. Por eso, antes de ni de libre competencia" (p. 279).
temática y formalmente comple­ contraria: "Es un hecho que a la
ta (... ) Se sigue que no hay que hora de estudiar el pensamiento pasar a la cuestión que de ver­ Al igualar economía "cerrada"
pensar en un buen resumen de de Marx, casi todo el mundo se dad nos ocupa, daremos un y "de libre competencia" con lo
sus opiniones. En vez de esto vale (de manera central o suple­ ejemplo más sobre la cuestión que no parecen ser sino supues­
intentaré presentar un tratamien­ mentaria) de modos y recursos del Estado, o de "la forma de go­ tos simplificadores del análisis
to teórico sumario del estado que que se considerarían inadmisi­ bierno", como la llama Sweezyen teórico, sólo admisibles como
sea consecuente con las nume­ bles para estudiar a Kant, Hegel este primer capítulo de la parte primera aproximación, Sweezy
rosas obselVaciones dispersas o Aristóteles. Esta discriminación cuarta de (1942). Como Sweezy ya deja entrever que lo que su­
de Marx sobre el asunto y que, al de procedimiento está basada en quiere criticar aquí a los "revi­ cede en realidad es que interpre­
mismo tiempo, provea el suple­ la convicción (expresa o tácita, o sionistas" del marxismo, les im­ ta la concepción de la libre com­
mento necesario al cuerpo prin­ incluso verbalmente negada) de puta la siguiente diferencia con petencia en Marx como si fuera
cipal de principios teóricos que se la 'especificidad' del marxismo Marx: "( ... ) debemos insistir en lo mismo que la concepción
refieren al desarrollo del sistema (...) Especificidad que sería de­ que los revisionistas, sostenien­ neoclásica de la "competencia
capitalista" (1942, pp. 265-6). No bida al presunto carácter, que el do la opinión contraria, de que el perfecta" que él mismo estudió
se trata de afirmar que la teoría marxismo tendría, de 'expresión' socialismo puede sustituir gra­ en su época de estudiante de li­
de Marx sobre el Estado, o sobre de 'una praxis histórica' (... ) Es dualmente al capitalismo por los cenciatura en HalVard (en torno
cualquier otra cosa, ha de estar claro que esta (digámoslo benig­ métodos de la democracia capi­ a 1930). Pero esta igualdad sólo
necesariamente acabada, por namente) irregularidad antifiloló­ talista, en realidad abandonan existe en su imaginación. En rea­
definición. Pero sí, de resaltar gica ( ... ) aparece como funda­ totalmente la posición de Marx" lidad, el análisis que hace Swee­
que la práctica habitual a este mentada en el mencionado su­ (p. 277). Pero si Sweezy critica zy de estas cuestiones sigue
respecto no es muy recomenda­ puesto de que aquí no valen las este "gradualismo" revisionista, siendo completamente neoclási­
ble. No extraña que, en nota al reglas de la filología, porque ésta nosotros podemos hacer lo mis­ co en muchos puntos, y lo siguió
pie, Sweezy se remita a los "es­ es la ciencia de los textos y aquí mo con el liberalismo inconscien­ siendo, en esencia, durante toda
critos marxistas más importan­ no se trata de textos, sino de 'un te que refleja la posición de su vida. Lo único que lo distingue
tes sobre el estado", entre los movimiento real'. En ello se mez­ Sweezy. En efecto: no creemos del análisis de los neoclásicos
que cita obras de Engels, Lenin, cla evidentemente un cierto des­ que en Marx fueran mínimamente convencionales es que utiliza
Rosa Luxemburgo y S. H. M. precio por los 'meros textos', de­ compatibles la existencia de una casi siempre un lenguaje y unas
Chang, como si fuera indiscuti­ bido sin duda a que tanto fracaso auténtica democracia con la exis­ categorías que proceden de Marx
ble que cualquiera de ellos se histórico 'real', aún no ha sido tencia del capitalismo; por tanto, y del marxismo. Así, por ejemplo,

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"porque no favorec[ía] a nadie" la En la formación de los precios
explica que "las tendencias del dencia de hecho", tampoco él se monopolistas, Sweezy también
capitalismo que conducen al ve obligado a justificar la tesis del existencia de una "competencia
a muerte" (p. 289), que es lo que sigue de cerca de Hilferding: los
abandono de la libre competen­ monopolio: "es un corolario ob­ productores monopolistas no
cia" son "el aumento del capital vio (... ) la sustitución progresiva otros llaman competencia "a cu­
sólo "tienen poder bastante para
constante" (concepto, éste, que de la competencia entre un gran chillo". También es falso lo si­
limitar la oferta" y para "fijar los
sólo tiene sentido en el contexto número de productores por el guiente: "Marx terminó sus escri­
precios", sino que es "imposible
de la teoría de Marx), y el "au­ control monopolista o semimo­ tos antes de que empezara el
determinar teóricamente Y en un
mento de la porción fija del capi­ nopolista de los mercados por un movimiento de la combinaciones
grado de generalidad provecho­
tal constante", tendencias éstas número menor" (p. 283). A conti­ y, en consecuencia, no dejó nin­
so a qué nivel serán fijados los
que a su vez conducen a "un alza nuación se remite a su autoridad gún análisis del mismo en los precios" (p. 297). Lo último sig­
en el volumen medio de la uni­ principal, que no es otra que tres volúmenes de El capital; no nifica, en su opinión, que los in­
dad productiva" (p. 280). Hilferding: "La teoría marxista de se trata de eso, sino que para tentos de la teoría ortodoxa de es­
las corporaciones fue elaborada Marx esos procesos no tenían la tablecer leyes objetivas del precio
Sin embargo, la sustitución de
y ampliada por Rudolf Hilferding" significación que han adquirido en de monopolio son y serán siem­
las ideas de técnica, máquina y
(p. 284)23. Las únicas pruebas la economía convencional (véa­ pre intentos frustrados: "no se ha
mecanización, centrales en el
pensamiento de Marx, por las que se ve obligado a dar no se se lo que se dice en el Apéndice descubierto ninguna ley mediana­
ideas neoclásicas de "tamaño" refieren al monopolio en sí, sino 11.2 sobre Milton Friedman) y en mente general" porque lo único
de la empresa y "escala de pro­ a dos monografías que en su el marxismo vulgar. Lo que sí es que hay y puede haber en este
ducción", es algo típico de esta opinión demuestran (para el caso cierto es que Sweezy sigue tan­ campo es "un catálogo", o "labe­
última escuela. Por otra parte, de los Estados Unidos) que sólo to a Hilferding como a Lenin; de rinto" de "casos especiales" (pp.
Sweezy cita a Marx, pero lo hace "una parte" de los capitalistas éste por ejemplo toma hasta el 298-299). Sin embargo, Sweezy
engañosamente (no sabemos si controla el conjunto del "capital adjetivo ("definitiva") con el que se muestra de acuerdo, sin ru­
consciente o inconscientemente, productivo" (lo cual no es eviden­ califica la sustitución de la com­ bor, con la idea principal de los
pero en cualquier caso inducien­ temente lo mismo): se trata de petencia por el monopolio: "La li­ neoclásicos: "la producción total
do a error). Afirma que, según las Monografías 29 y 30 editadas bre competencia, que había sido de equilibrio es más pequeña y
Marx, "el factor primordial y bási­ por un organismo donde él mis­ la norma dominante (aunque, por el precio de equilibrio es más alto
co en la centralización se en­ mo trabajó en aquella época: el supuesto, no exclusiva) del fun­ cuando se introducen elementos
cuentra en la economía de la pro­ TNEC (Temporary National Eco­ cionamiento del mercado capita­ de monopolio" (ibidem), lo cual es
ducción en gran escala" (p. 281 ); nomic Committee). Se tata de las lista, fue definitivamente reempla­ absolutamente falso, como se
pero una cosa es eso (que es tituladas (según la edición en es­ zada por el monopolio en grados demuestra en el Apéndice 11.1.
cierto), y otra dar a entender que pañol de Sweezy, 1942): La dis­ diversos, también como norma También sigue Sweezy a Hil­
la (gran) escala es lo que define tribución de la propiedad en las dominante" (p. 292). Pero para él ferding en la cuestión de la for­
sin más el monopolio (esto es 200 corporaciones no financieras es también claro que el objetivo mación de las tasas de ganan­
falso y no aparece en Marx). más grandes, y Registro de po­ es "eliminar" o "abolir" la compe­ cia. La "ganancia extra del mo­
sesión de acciones en 1710 cor­ tencia; sólo que añade una pre­ nopolio" se obtiene a costa de
Sweezy se apoya en una cita
poraciones con valores cotiza­ cisión adicional: "La competencia "otros miembros de la sociedad"
de Engels (en la cuarta edición
dos en una bolsa nacional de de índole peligrosa es por lo que habrán de soportar la "trans­
alemana del libro I de El capital) ferencia" de una parte de su va­
valores. general efectivamente abolida
para defender que "el fin de la lor hacia el sector monopolista.
centralización en cualquier rama Otro argumento implícito en cuando algo así como de las tres
cuartas partes a las cuatro quin­ Esos otros sectores perjudica­
de la industria se alcanza cuan­ Sweezy (y quizás en otros au­ dos podrán ser los otros capita­
do sólo queda una firma" (p. 282). tores) es un argumento de tipo tas partes de una industria dada
están en manos de pocas gran­ listas (no monopolistas) o los
Y con estas citas de autoridad y "funcionalista": el capitalismo obreros. Pero lo importante es
el argumento de la supuesta "evi­ competitivo debía terminarse des compañías" (pp. 292, 294).

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explica que "las tendencias del "porque no favorec(ía] a nadie" la En la formación de los precios
dencia de hecho", tampoco él se
capitalismo que conducen al existencia de una "competencia monopolistas, Sweezy también
ve obligado a justificar la tesis del
a muerte" (p. 289), que es lo que sigue de cerca de Hilferding: los
abandono de la libre competen­ monopolio: "es un corolario ob­
otros llaman competencia "a cu­ productores monopolistas no
cia" son "el aumento del capital vio (... ) la sustitución progresiva
chillo". También es falso lo si­ sólo "tienen poder bastante para
constante" (concepto, éste, que de la competencia entre un gran
guiente: "Marx terminó sus escri­ limitar la oferta" y para "fijar los
sólo tiene sentido en el contexto número de productores por el precios", sino que es "imposible
ce la teoría de Marx), y el "au­ control monopolista o semimo­ tos antes de que empezara el
determinar teóricamente Y en un
mento de la porción fija del capi­ nopolista de los mercados por un movimiento de la combinaciones
grado de generalidad provecho­
tal constante", tendencias éstas número menor" (p. 283). A conti­ y, en consecuencia, no dejó nin­
so a qué nivel serán fijados los
que a su vez conducen a "un alza nuación se remite a su autoridad gún análisis del mismo en los
precios" (p. 297). Lo último sig­
en el volumen medio de la uni­ principal, que no es otra que tres volúmenes de El capital; no nifica, en su opinión, que los in­
dad productiva" (p. 280). Hilferding: "La teoría marxista de se trata de eso, sino que para tentos de la teoría ortodoxa de es­
Sin embargo, la sustitución de las corporaciones fue elaborada Marx esos procesos no tenían la tablecer leyes objetivas del precio
las ideas de técnica, máquina y y ampliada por Rudolf Hilferding" significación que han adquirido en de monopolio son y serán siem­
mecanización, centrales en el (p. 284)23. Las únicas pruebas la economía convencional (véa­ pre intentos frustrados: "no se ha
pensamiento de Marx, por las que se ve obligado a dar no se se lo que se dice en el Apéndice descubierto ninguna ley mediana­
ideas neoclásicas de "tamaño" refieren al monopolio en sí, sino 11.2 sobre Milton Friedman) y en mente general" porque lo único
de la empresa y "escala de pro­ a dos monografías que en su el marxismo vulgar. Lo que sí es que hay y puede haber en este
ducción", es algo típico de esta opinión demuestran (para el caso cierto es que Sweezy sigue tan­ campo es "un catálogo", o "labe­
última escuela. Por otra parte, de los Estados Unidos) que sólo to a Hilferding como a Lenin; de rinto" de "casos especiales" (pp.
Sweezy cita a Marx, pero lo hace "una parte" de los capitalistas éste por ejemplo toma hasta el 298-299). Sin embargo, Sweezy
engañosamente (no sabemos si controla el conjunto del "capital adjetivo ("definitiva") con el que se muestra de acuerdo, sin ru­
consciente o inconscientemente, productivo" (lo cual no es eviden­ califica la sustitución de la com­ bor, con la idea principal de los
pero en cualquier caso inducien­ temente lo mismo): se trata de petencia por el monopolio: "La li­ neoclásicos: "la producción total
do a error). Afirma que, según las Monografías 29 y 30 editadas bre competencia, que había sido de equilibrio es más pequeña y
Marx, "el factor primordial y bási­ por un organismo donde él mis­ la norma dominante (aunque. por el precio de equilibrio es más alto
co en la centralización se en­ mo trabajó en aquella época: el supuesto, no exclusiva) del fun­ cuando se introducen elementos
cuentra en la economía de la pro­ TNEC (Temporary National Eco­ cionamiento del mercado capita­ de monopolio" (ibidem), lo cual es
ducción en gran escala" (p. 281); nomic Committee). Se tata de las lista, fue definitivamente reempla­ absolutamente falso, como se
pero una cosa es eso (que es tituladas (según la edición en es­ zada por el monopolio en grados demuestra en el Apéndice 11.1.
cierto), y otra dar a entender que pañol de Sweezy, 1942): La dis­ diversos, también como norma También sigue Sweezy a HiI­
la (gran) escala es lo que define tribución de la propiedad en las dominante" (p. 292). Pero para él ferding en la cuestión de la for­
sin más el monopolio (esto es 200 corporaciones no financieras es también claro que el objetivo mación de las tasas de ganan­
falso y no aparece en Marx). más grandes, y Registro de po­ es "eliminar" o "abolir" la compe­ cia. La "ganancia extra del mo­
sesión de acciones en 1710 cor­ tencia; sólo que añade una pre­ nopolio" se obtiene a costa de
Sweezy se apoya en una cita
poraciones con valores cotiza­ cisión adicional: "La competencia "otros miembros de la sociedad"
ce Engels (en la cuarta edición
dos en una bolsa nacional de de índole peligrosa es por lo que habrán de soportar la "trans­
alemana del libro I de El capital)
valores. general efectivamente abolida ferencia" de una parte de su va­
para defender que "el fin de la
cuando algo así como de las tres lor hacia el sector monopolista.
centralización en cualquier rama Otro argumento implícito en
cuartas partes a las cuatro quin­ Esos otros sectores perjudica­
de la industria se alcanza cuan­ Sweezy (y quizás en otros au­
tas partes de una industria dada dos podrán ser los otros capita­
do sólo queda una firma" (p. 282). tores) es un argumento de tipo
están en manos de pocas gran­ listas (no monopOlistas) o los
Y con estas citas de autoridad y "funcionalista": el capitalismo
des compañías" (pp. 292,294). obreros. Pero lo importante es
el argumento de la supuesta "evi­ competitivo debía terminarse

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sólo ignora Sweezy que Marx se Pero, a pesar de todo lo dicho,
que "la tendencia a la igualdad de idea que éste avanza y que está Sweezy tampoco tiene inconve­
tasas de la ganancia, que es un en pleno acuerdo con la idea de refiere siempre al trabajo abs­
tracto, que por definición es ho­ niente en definir el imperialismo,
rasgo característico del capitalis­ Marx: la idea de que los costes en el plano internacional, como
mo de competencia, es así do­ de circulación (compra, venta, mogéneo, sino que llega incluso
a defender, de forma totalmente el ámbito de "una dura rivalidad
blemente quebrantada por el etc.) "iban en descenso" en tér­
contradictoria, que en condicio­ en el mercado mundial", la que
monopolio" (p. 300). Esto se debe minos relativos. Esta conclusión
nes competitivas se igualan no conduce alternativamente a la
a lo que se traduce en su libro le parece a Sweezy, sin embar­
sólo las tasas sectoriales de ga­ competencia a muerte y a com­
como "obstáculos" al libre movi­ go, "desgraciada" (p. 309), Y por
nancia sino también las tasas de binaciones monopólicas interna­
miento del capital, que es exac­ ello prefiere citar aquí un trabajo
plusvalor de los sectores (algo cionales" (p. 337). Insiste en que,
tamente lo que la literatura con­ del Twentieth Century Fund -¿Es que, por definición, es imposi­ en este plano internacional, la ten­
vencional sobre Economía (u la distribución demasiado costo­
Organización) Industrial llama ble24 ) (ibídem). dencia nacionalista y militarista
sa? (1939)- en el que se asegu­ da paso a una política de crecien­
"barreras" de entrada (y salida). ra que ésta se lleva "59 centavos Por otra parte, es una pena
que, así como Sweezy sabe dis­ tes gastos de defensa, pero in­
Por eso, Sweezy sigue asi­ de cada dólar del consumidor' (p. sistiendo en una idea, luego de­
310). Y esto le sirve para defen­ tinguir "dos" políticas económi­
mismo a Hilferding en su tesis de sarrollada en Baran y Sweezy
der todo lo contrario que Hilferding cas, y no una sola, en el periodO
la "propagación": "la combina­ (1966), de que "los gastos milita­
en este punto (que será desarro­ competitivo -afirma que tanto la
ción se propagará en círculos res desempeñan la misma fun­
llado bastante en Baran y de "librecambio" como la "de pro­
concéntricos desde cualquier ción económica que los gastos
Sweezy, 1966), y para concluir en tección" fueron políticas aplica­
punto de origen dado"; y aunque de consumo", y en particular "sir­
el "crecimiento desproporciona­ das de hecho-, no fuera capaz
el proceso operará "en forma ven para contrarrestar la tenden­
do de la esfera distributiva", cu­ de advertir que ambas políticas
muy desigual", el resultado siem­ cia al subconsumo" (p. 339). Por
riosamente junto a otro de los son asimismo posibles en el ca­
pre será una "jerarquía de tasas el contrario, en afro rasgo neo­
motivos centrales de interés de . pitalismo del siglo XX o del XXI.
de la ganancia" (pp. 300-301). Sin clásico, Sweezy afirma que
Aquí sigue Sweezy nuevamente
embargo, aquí alcanza Sweezy la Teoría crítica frankfurtiana: el "paradójicamente, la acción sin­
a Hilferding y Lenin, y atribuye
el culmen de su dependencia crecimiento de la llamada "nue­ dical tiende a intensificar la ten­
(erróneamente) a las grandes
teórica respecto a la noción va clase media" (p. 312). dencia al subconsumo", y la ra­
empresas (o al Estado que las
neoclásica de la "escala". ya que En cuanto a otra de las razo­ representa) la necesidad de apli­ zón de esto no es otra que el
presenta las tasas de ganancia nes que da Sweezy para consi­ car una política que sólo podría hecho de que el poder de los sin­
como una función exclusiva del derar superada la teoría laboral ser, en su opinión, proteccionis­ dicatos, aunque "impide al ejér­
tamaño empresarial: las tasas de del valor en el capitalismo mono­ ta. Para convencerse de que esto cito de reserva ejercer toda su
ganancia sectoriales "van de la polista, encontramos un argu­ es falso, basta con advertir cómo influencia depresiva sobre los
más alta en las industrias de pro­ mento que es tan antiguo como la protección arancelaria media salarios", no sea suficiente para
ducción en gran escala (... ) a la el propio David Ricardo, que ya ha ido bajando, década a déca­ evitar que el desempleo aumen­
más baja en las industrias de pro~ en 1817 había señalado lo mis­ da, a lo largo de las últimas siete te y que bajen las rentas de los
ducción en muy pequeña escala mo que él: a saber, que en el décadas en todos los países ca­ trabajadores (pp. 343-344).
(...)" (p. 301). Sin embargo, una ámbito internacional las cantida­ pitalistas. Pero Sweezy conclu­
novedad de Sweezy es la idea de A su vez, Sweezy da la razón
des relativas de trabajo no regu­ ye en su libro que "el capital mo­
que la inversión "debe guiarse nopolista exige tarifas [sic por a Lenin, contra Hilferding, en su
lan supuestamente los precios defensa de la tesis de que el
más bien" por la tasa de ganan­ relativos, porque en este ámbito 'aranceles']"; y que "este hecho
cia "marginal" que por la ganan­ por sí solo significa un cambio monopolio no significa una orga­
no hay "libre movilidad del traba­ nización creciente de la produc­
cia media (p. 302). jo" ni tampoco se da la condición fundamental en el carácter del
proteccionismo, bien descrito por ción, ni la supresión de la "anar­
Pero, lamentablemente, Swee­ de "la misma fuerza de trabajo quía de la producción", sino todo
zy no sigue a Hilferding en una homogénea" (p. 317). Aquí no Hilferding" (p. 328).

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que "la tendencia a la igualdad de idea que éste avanza y que está sólo ignora Sweezy que Marx se Pero, a pesar de todo lo dicho.
tasas de la ganancia, que es un en pleno acuerdo con la idea de refiere siempre al trabajo abs­ Sweezy tampoco tiene inconve­
rasgo característico del capitalis­ Marx: la idea de que los costes tracto, que por definición es ho­ niente en definir el imperialismo,
mo de competencia, es así do­ de circulación (compra, venta, mogéneo, sino que llega incluso en el plano internacional, como
blemente quebrantada por el etc.) "iban en descenso" en tér­ a defender, de forma totalmente el ámbito de "una dura rivalidad
monopolio" (p. 300). Esto se debe minos relativos. Esta conclusión contradictoria, que en condicio­ en el mercado mundial", la que
a lo que se traduce en su libro le parece a Sweezy, sin embar­ nes competitivas se igualan no conduce alternativamente a la
como "obstáculos" al libre movi­ go, "desgraciada" (p. 309), Y por sólo las tasas sectoriales de ga­ competencia a muerte y a com­
miento del capital, que es exac­ ello prefiere citar aquí un trabajo nancia sino también las tasas de binaciones monopólicas interna­
tamente lo que la literatura con­ del Twentieth Century Fund -¿Es plusvalor de los sectores (algo cionales" (p. 337). Insiste en que,
vencional sobre Economía (u la distribución demasiado costo­ que, por definición, es imposi­ en este plano intemacional, la ten­
Organización) Industrial llama sa? (1939)- en el que se asegu­ ble 24 ) (ibídem). dencia nacionalista y militarista
"barreras" de entrada (y salida). ra que ésta se lleva "59 centavos da paso a una política de crecien­
Por otra parte, es una pena
Por eso, Sweezy sigue asi­ de cada dólar del consumidor" (p. que, así como Sweezy sabe dis­ tes gastos de defensa, pero in­
mismo a Hilferding en su tesis de 310). Y esto le sirve para defen­ tinguir "dos" políticas económi­ sistiendo en una idea, luego de­
la "propagación": "la combina­ der todo lo contrarto que Hilferding cas, y no una sola, en el periodo sarrollada en Baran y Sweezy
ción se propagará en círculos en este punto (que será desarro­ competitivo -afirma que tanto la (1966), de que "los gastos milita­
concéntricos desde cualquier llado bastante en Baran y de "librecambio" como la "de pro­ res desempeñan la misma fun­
punto de origen dado"; y aunque Sweezy, 1966), y para concluir en tección" fueron políticas aplica­ ción económica que los gastos
el proceso operará "en forma el "crecimiento desproporciona­ das de hecho-, no fuera capaz de consumo", y en particular "sir­
muy desigual", el resultado siem­ do de la esfera distributiva", cu­ de advertir que ambas políticas ven para contrarrestar la tenden­
pre será una "jerarquía de tasas riosamente junto a otro de los son asimismo posibles en el ca­ cia al subconsumo" (p. 339). Por
de la ganancia" (pp. 300-301). Sin . motivos centrales de interés de pitalismo del siglo XX o del XXI. el contrario. en afro rasgo neo­
embargo, aquí alcanza Sweezy la Teoría crítica frankfurtiana: el Aquí sigue Sweezy nuevamente clásico, Sweezy afirma que
el culmen de su dependencia crecimiento de la llamada "nue­ a Hilferding y Lenin, y atribuye "paradójicamente. la acción sin­
teórica respecto a la noción va clase media" (p. 312). (erróneamente) a las grandes dical tiende a intensificar la ten­
neoclásica de la "escala", ya que empresas (o al Estado que las dencia al subconsumo", y la ra­
En cuanto a otra de las razo­ representa) la necesidad de apli­
presenta las tasas de ganancia zón de esto no es otra que el
nes que da Sweezy para consi­ car una política que sólo podría
como una función exclusiva del hecho de que el poder de los sin­
derar superada la teoría laboral ser, en su opinión, proteccionis­
tamaño empresarial: las tasas de dicatos, aunque "impide al ejér­
del valoren el capitalismo mono­ ta. Para convencerse de que esto
ganancia sectoriales "van de la cito de reserva ejercer toda su
polista, encontramos un argu­ es falso, basta con advertir cómo
más alta en las industrias de pro­ influencia depresiva sobre los
mento que es tan antiguo como la protección arancelaria media
ducción en gran escala ( ...) a la salarios", no sea suficiente para
el propio David Ricardo, que ya ha ido bajando, década a déca­
más baja en las industrias de pro­ evitar que el desempleo aumen­
en 1817 había señalado lo mis­ da, a lo largo de las últimas siete
ducción en muy pequeña escala te y que bajen las rentas de los
mo que él: a saber, que en el décadas en todos los países ca­
(... )" (p. 301). Sin embargo, una trabajadores (pp. 343-344).
ámbito internacional las cantida­ pitalistas. Pero Sweezy conclu­
novedad de Sweezyes la idea de
des relativas de trabajo no regu­ ye en su libro que "el capital mo­ A su vez, Sweezy da la razón
que la inversión "debe guiarse
lan supuestamente los precios nopolista exige tarifas [sic por a Lenin, contra Hilferding, en su
más bien" por la tasa de ganan­
relativos, porque en este ámbito 'aranceles']"; y que "este hecho defensa de la tesis de que el
cia "marginal" que por la ganan­
no hay "libre movilidad del traba­ por sí solo significa un cambio monopolio no significa una orga­
cia media (p. 302).
jo" ni tampoco se da la condición fundamental en el carácter del nización creciente de la produc­
Pero, lamentablemente, Swee­ de "la misma fuerza de trabajo proteccionismo, bien descrito por ción, ni la supresión de la "anar­
zy no sigue a Hilferding en una homogénea" (p. 317). Aquí no Hilferding" (p. 328). quía de la producción", sino todo

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paso más en su asimilación cre­ como para evitar proponer una
lo contrario: "Realmente el mono­ lo que sería la época de Mayo del
ciente de las teorías neoclásicas sustitución adicional: el nuevo
polio intensifica la anarquía de la 68 y de la enorme contestación
de la competencia imperfecta, al concepto de "excedente" va a
producción capitalista" (p. 348). juvenil contra la guerra de Viet­
señalar que ahora van a dar un sustituir ahora al "tradicional" con­
También apoya a Lenin (y por tan­ nam. Son en definitiva los años
nuevo sentido a su propia termi­ cepto de "plusvalía" de Marx; acla­
to se ubica frente a Kautsky) en de formación de la economía ra­
nología, de forma que "en todo rando además que quedarse en
la idea de que no es posible el dical estadounidense, y no debe
este libro (... ) usaremos el térmi­ la plusvalía "ya no se justifica", y
advenimiento del socialismo en olvidarse que se ha considerado
no 'monopolio' para incluir no so­ que el cambio que proponen ellos
un contexto pacifico: "Hasta aho­ a Sweezy como el principal pa­
lamente el caso de un solo ven­ no es puramente terminológico,
ra el socialismo ha venido al mun­ triarca fundador de esta corrien­
dedor de una mercancía para lo sino un auténtico "viraje necesa­
do como resultado de un trastor­ te. El libro que analizamos a con­ rio en la posición teórica" {p.
no revolucionario y ha afianzado tinuación data de 1966; y aparece cual no hay sustitutos, sino tam­
bién el caso mucho más común 13)27.
su posición sólo después de una dedicado, muy en sintonía con los
cruenta guerra civil desatada por tiempos, al Che Guevara 25 , y con del 'oligopolio', es decir, pocos Metidos ya en esta dinámica
sus enemigos" (p. 386). Por últi­ un prefacio en el que Sweezy (ya vendedores que dominan los de "cambio", los autores conti­
mo, se suma a Lenin y a Stalin que Paul Baran había muerto en mercados de productos que son
núan proponiendo un nuevo tér­
en la idea de que "el socialismo 1964) se propone explicar, a todo más o menos sustitutos satisfac­
mino-categoría: la "empresa gi­
puede ser edificado en un solo el que ignore qué es el capitalis­ torios de uno u otro" (p. 11).
gante" (traducida, mal, como
país", si bien resalta que "su per­ mo monopolista -el libro arranca Por otra parte, la supuesta falta "corporación gigante": p. 16),
manencia está asegurada sólo con una cita de Robert F. Kenne­ de análisis del mundo subdesa­ que, según ellos, seria "controla­
cuando el socialismo ha triunfa­ dy en el New York limes, en la rrollado por parte de Marx es ca­ da administrativamente Y finan­
do en escala internacional" {pp. que éste cuenta su ignorancia al lificada ahora de "omisión"; y cieramente independiente" (p.
387-8}. Y, en una perspectiva respecto- el contenido de esa ambos se atreven ya a plantear 21). Tras negar que, al menos
muy 1942, Sweezy reserva su expres'ión. abiertamente las divergencias que el objetiVO básico de estas
última cita al camarada Stalin, entre su modelo y el modelo de empresas haya dejado de ser la
Ya en la introducción del libro
para probar "por qué no puede Kar1 Marx: "La iniciativa revolucio­ maximización de la ganancia
se explica que la laguna de Marx (pero es significativo que citen
esperarse que la transición al tienen que ser "remediada", o naria contra el capitalismo, que
socialismo sea pacifica" (p. 396). en los días de Marx correspon­ aquí a Veblen, y no a Marx: p. 38),
bien "remendada y enmendada",
dió al proletariado de los países señalan que estas grandes em­
pues no es buena cosa que "el presas aparecieron "en la segun­
análisis marxista del capitalismo avanzados, ha pasado a manos
de las masas empobrecidas de da mitad del siglo XIX" (p. 29),
aún descans[e] en último análi­ pero que ahora el tipico hombre
5. LA CONTRIOUCIÓN DE los países subdesarrollados" {pp.
sis en el supuesto de una eco­ de negocios ya no es igual que el
BARAN Y SWEEZY (1966) 11, 13}. Además. los dos autores
nomía competitiva" (pp. 9-10). Ya antiguo; y esto hasta el punto de
sabemos que nuestros autores se proponen completar el análi­
sis económico de Marx con el que "el cuadro clásico del capi­
Si el libro de Sweezy (1942) afirman expresamente que Marx
análisis de los elementos "supe­ talismo impacientemente empu­
termina con cierto sabor estali­ reconoció "la fuerte tendencia
restructurales" de la sociedad jado hacia delante por la máquina
nista, como tipico de la época que hacia la concentración y centra­
capitalista, pues el capitalismo de la acumulación es sencilla­
era, hay que decir que también lización del capital", pero que fue
monopolista es un tipo de socie­ mente inapropiado para las con­
el libro conjunto de Baran y incapaz de hacer lo mismo con
dad en el que puede ser impor­ diciones actuales" (p. 40). Nada
Sweezy es hijo de su tiempo. En el monopolio, al que más bien
tante el "funcionamiento de am­ nos va a sorprender ya -y por si
1966, el mundo occidental esta­ consideraba como "un remanen­
bos" elementos: "los fundamen­ hubiera alguna duda, se encar­
ba bajo la influencia de la revolu­ te del pasado feudal y mercanti­
tos y la superestructura" (pp. 11­ gan los autores de aclarar que
ción cubana (ocurrida en 1959) y lista" (p. 9)26. En la misma intro­
12). Y ya no se sienten tímidos también Schumpeter cometió
a su vez preparándose ya para ducción, Baran y Sweezy dan un

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lo contrario: "Realmente el mono­ lo que sería la época de Mayo del
polio intensifica la anarquía de la paso más en su asimilación cre­ como para evitar proponer una
68 y de la enorme contestación ciente de las teorías neoclásicas sustitución adicional: el nuevo
producción capitalista" (p. 348). juvenil contra la guerra de Viet­
También apoya a Lenin (y portan­ de la competencia imperfecta, al concepto de "excedente" va a
nam. Son en definitiva los años señalar que ahora van a dar un sustituir ahora al "tradicional" con­
to se ubica frente a Kautsky) en de formación de la economía ra­
la idea de que no es posible el nuevo sentido a su propia termi­ cepto de "plusvalía" de Marx; acla­
dical estadounidense, y no debe nología, de forma que "en todo rando además que quedarse en
advenimiento del socialismo en olvidarse que se ha considerado
un contexto pacífico: "Hasta aho­ este libro (... ) usaremos el térmi­ la plusvalía "ya no se justifica", y
a Sweezy como el principal pa­ no 'monopolio' para incluir no so­ que el cambio que proponen ellos
ra el socialismo ha venido al mun­ triarca fundador de esta corrien­
do como resultado de un trastor­ lamente el caso de un solo ven­ no es puramente terminológico,
te. El libro que analizamos a con­ dedor de una mercancía para lo sino un auténtico "viraje necesa­
no revolucionario y ha afianzado tinuación data de 1966; y aparece
su posición sólo después de una cual no hay sustitutos, sino tam­ rio en la posición teórica" (p.
dedicado, muy en sintonía con los bién el caso mucho más común 13)27.
cruenta guerra civil desatada por tiempos, al Che Guevara 25 , y con
sus enemigos" (p. 386). Por últi­ del 'oligopolio', es decir, pocos
un prefacio en el que Sweezy (ya Metidos ya en esta dinámica
mo, se suma a Lenin y a Stalin vendedores que dominan los
que Paul Baran había muerto en de "cambio", los autores conti­
en la idea de que "el socialismo mercados de productos que son
1964) se propone explicar, a todo núan proponiendo un nuevo tér­
puede ser edificado en un solo más o menos sustitutos satisfac­
el que ignore qué es el capitalis­ mino-categoría: la "empresa gi­
país", si bien resalta que "su per­ torios de uno u otro" (p. 11).
mo monopolista -el libro arranca gante" (traducida, mal, como
manencia está asegurada sólo con una cita de Robert F. Kenne­ Por otra parte, la supuesta falta "corporación gigante": p. 16),
cuando el socialismo ha triunfa­ dy en el New York Times, en la de análisis del mundo subdesa­ que, según ellos, sería "controla­
do en escala intemacional" (pp. que éste cuenta su ignorancia al rrollado por parte de Marx es ca­ da administrativamente y finan­
387-8). Y, en una perspectiva respecto- el contenido de esa lificada ahora de "omisión"; y cieramente independiente" (p.
muy 1942, Sweezy reserva su expres"ión. ambos se atreven ya a plantear 21). Tras negar que, al menos
última cita al camarada Stalin, abiertamente las divergencias que el objetivo básico de estas
para probar "por qué no puede Ya en la introducción del libro entre su modelo y el modelo de empresas haya dejado de ser la
esperarse que la transición al se explica que la laguna de Marx Karl Marx: "La iniciativa revolucio­ maximización de la ganancia
socialismo sea pacífica" (p. 396). tienen que ser "remediada", o naria contra el capitalismo. que (pero es significativo que citen
bien "remendada y enmendada", en los días de Marx correspon­ aquí a Veblen, y no a Marx: p. 38),
pues no es buena cosa que "el dió al proletariado de los países señalan que estas grandes em­
análisis marxista del capitalismo avanzados, ha pasado a manos presas aparecieron "en la segun­
5. LA CONTRIBUCiÓN DE aún descans[e] en último análi­ de las masas empobrecidas de da mitad del siglo XIX" (p. 29),
BARAN Y SWEEZY (1966) sis en el supuesto de una eco­ los países subdesarrollados" (pp. pero que ahora el típico hombre
nomía competitiva" (pp. 9-10). Ya 11, 13). Además,los dos autores de negocios ya no es igual que el
sabemos que nuestros autores se proponen completar el análi­ antiguo; y esto hasta el punto de
Si el libro de Sweezy (1942) afirman expresamente que Marx
termina con cierto sabor estali­ sis económico de Marx con el que "el cuadro clásico del capi­
reconoció "la fuerte tendencia análisis de los elementos "supe­ talismo impacientemente empu­
nista, corno típico de la época que hacia la concentración y centra­
era, hay que decir que también restructurales" de la sociedad jado hacia delante por la máquina
lización del capital", pero que fue capitalista, pues el capitalismo de la acumulación es sencilla­
el libro conjunto de Baran y incapaz de hacer lo mismo con
Sweezy es hijo de su tiempo. En monopolista es un tipo de socie­ mente inapropiado para las con­
el monopolio, al que más bien dad en el que puede ser impor­ diciones actuales" (p. 40). Nada
1966, el mundo occidental esta­ consideraba como "un remanen­
ba bajo la influencia de la revolu­ tante el "funcionamiento de am­ nos va a sorprender ya -y por si
te del pasado feudal y mercanti­ bos" elementos: "los fundamen­ hubiera alguna duda, se encar­
ción cubana (ocurrida en 1959) Y lista" (p. 9)26. En la misma intro­
a su vez preparándose ya para tos y la superestructura" (pp. 11­ gan los autores de aclarar que
ducción, Baran y Sweezy dan un 12). Y ya no se sienten tímidos también Schumpeter cometió

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tamente neoclásica (Scitovsky se pasa ni lo más mínimo al que
este mismo "error" (ibídem)-, de Marx. Donde Marx analiza la no cae tan bien): "Bajo el capita­
pues también en Sweezy (1942) empresa capitalista como une 1951): la distinción entre las em­
lismo monopolista", escriben
aparecía una tendencia al estan­ unidad de gestión que no es presas precio-aceptantes (com­
Baran Y Sweezy. "la función del
camiento de la economía capita­ esencialmente sino un "sistema petitivas) y las precio-determi­
Estado es la de servir a los inte­
lista, en el lugar de la tendencia automático de máquinas", que es nantes (monopolistas)29, aunque
reses del capital monopolista" (p.
expansiva de la que escribió la base de la gran industria con­ acusando la influencia más inme­
57). Y aprovechan para declarar
Marx. temporánea y que materializa el diata de Kalecki (1939, 1943: p. que prefieren seguir hablando de
nuevo modo de "producción en 50) y algún otro autor kaleckiano, "capitalismo monopolista" a se­
Pero poco después aparece como el ya citado J. Steindl
un nuevo "viraje", que más que gran escala" que surge de la uti­ cas, en vez de la expresión pre­
lización masiva de la máquina y, (1952). Señalan que la moderna ferida por Lenin -"capitalismo
viraje parece un retruécano con empresa monopolista no es mo­
trampa: ahora la empresa gigan­ mas aún, de la producción de monopolista de Estado"-, ya que,
máquinas por medio de máqui­ nopolista en el sentido de que en su opinión "el Estado ha teni­
te se convierte en la empresa "pueden y eligen los precios" (p.
"actual", y ésta pasa a confron­ nas (por oposición a los modos do siempre un papel decisivo"
técnicos de producción caracte­ 50), sino más bien en el sentido (pp.57-58).
tarse con "la empresa individual
rísticos de la pequeña empresa de la competencia monopolista
del periodo anterior" (dando a A continuación se unen nue­
artesanal y doméstica, de las de Chamberlin Y algunas varian­
entender, con total falsedad, y vamente a los teóricos de la
edades media y moderna), Baran tes de este modelo (por ejemplo,
con la aparente falta de percep­ "competencia imperfecta" en
y Sweezy plantean una distinción el "liderato" o liderazgo de pre­
ción de este punto por sus lecto­ otro rasgo característico de los
co":pletamente distinta, e imagi­ cios, que no es sino "la especie
res, que un libro como El capital manuales neoclásicos contem­
estaría dedicado, al parecer, a nana, entre las supuestas em­ dirigente de un género mucho poráneos: afirman que la compe­
estudiar la "empresa individual") presas "individuales" del siglo XIX mayor": p. 53). Un poco más ade­ tencia ya no es tanto una com­
(p. 43). Debemos insistir en este y las empresas "gigantes" del si­ lante, se limitan a criticar la teo­ petencia "de precios" como una
punto, pues es el centro del pri­ glo XX. Esta tergiversación es':' ría neoclásica en el sentido ya competencia que toma "nuevas
mer capítulo de este libro, y a la quizofrénica28 es absolutamente resaltado por el Sraffa de los años formas" (p. 58). No niegan la "ten­
vez la punta de lanza que utilizan central. 20 (1926): "Y esto significa que dencia descendente en los cos­
los autores para atacar la teoría la teoría general de precios ade­ tos de producción bajo el capita­
En el siguiente capítulo del li­ cuada a una economía domina­
de Marx. Escriben seguidamen­ lismo monopolista", pero piensan
bro de Baran y Sweezy, asisti­ da por tales empresas es la tra­
te que existen "diferencias funda­ que el cambio técnico se trans­
mos a una nueva operación de dicional teoría monopolista de los
mentales" entre los dos tipos de formará ahora en un aumento de
cirugía violentamente invasiva en precios de la economía clásica y
empresas, que son esenciales los "márgenes de ganancia", de
el cuerpo teórico dejado por Marx. neoclásica. Lo que los economis­
para la "teoría general del capita­ forma que "el excedente econó­
Lo que para éste era la ley más tas han tratado hasta ahora
lismo monopólico": "la empresa mico de la sociedad" tenderá a
importante de la economía políti­ como un caso especial resulta "subir, absoluta y relativamente,
tiene un horizonte más a largo ca -la "tendencia descendente
plazo que el capitalista individual ser, bajo las condiciones del ca­ a medida que el sistema se de­
de la tasa de ganancia"- lo ha­ pitalismo monopolista, el caso sarrolla" (pp. 61-2). Por tanto, la
y calcula más racionalmente", y cen desaparecer ambos autores
"ambas diferencias están funda­ general" (p. 52; énfasis añadido: "ley" recién descubierta por
por medio de su transformación DG). Baran y Sweezy "invita inmedia­
mentalmente relacionadas con la en una supuesta "tendencia cre­
escala incomparablemente ma­ Por otra parte, es curioso ob­ tamente a compararla con la clá­
ciente de los excedentes". Pero, sica ley marxista"30, de la que se
yor de operaciones de las empre­ para llegar a esta "tendencia" servar cómo basta con caer bien
dice: "no estamos negando ni
sas" (ibídem). había que preparar el terreno, y -"más vale caer en gracia que ser
gracioso", como dice un refrán enmendando un teorema ( ... )
Sencillamente, lo que hay aquí ellos comienzan entonces por simplemente estamos tomando
no es sino una tergiversación rememorar otra concepción y español- para que le pasen a uno
en cuenta el hecho indudable de
completa de los planteamientos otra terminología, ahora abier­ cualquier cosa (mientras que no

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I
este mismo "error" (ibídem)-, de Marx. Donde Marx analiza la tamente neoclásica (Scitovsky se pasa ni lo más mínimo al que
pues también en Sweezy (1942) empresa capitalista como uné: 1951): la distinción entre las em­ no cae tan bien): "Bajo el capita­
aparecía una tendencia al estan­ unidad de gestión que no es presas precio-aceptantes (com­ lismo monopolista", escriben
camiento de la economía capita­ esencialmente sino un "sistema petitivas) y las precio-determi­ Baran Y Sweezy, "la función del
lista, en el lugar de la tendencia automático de máquinas", que es nantes (monopolistas)29, aunque Estado es la de servir a los inte­
expansiva de la que escribió la base de la gran industria con­ reses del capital monopolista" (p.
Marx. acusando la influencia más inme­
temporánea y que materializa el diata de Kalecki (1939, 1943: p. 57). Y aprovechan para declarar
Pero poco después aparece nuevo modo de "producción en 50) Y algún otro autor kaleckiano, que prefieren seguir hablando de
un nuevo "viraje", que más que gran escala" que surge de la uti­ como el ya citado J. Steindl "capitalismo monopolista" a se­
viraje parece un retruécano con lización masiva de la máquina y, (1952). Señalan que la moderna cas, en vez de la expresión pre­
trampa: ahora la empresa gigan­ mas aún, de la producción de empresa monopolista no es mo­ ferida por Lenin -"capitalismo
te se convierte en la empresa máquinas por medio de máqui­ nopolista en el sentido de que monopolista de Estado"-, ya que,
"actual", y ésta pasa a confron­ nas (por oposición a los modos "pueden y eligen los precios" (p. en su opinión "el Estado ha teni­
tarse con "la empresa individual técnicos de producción caracte­ 50), sino más bien en el sentido do siempre un papel decisivo"
del periodo anterior" (dando a rísticos de la pequeña empresa de la competencia monopolista (pp.57-58).
entender, con total falsedad, y artesanal y doméstica, de las de Chamberlin y algunas varian­ A continuación se unen nue­
con la aparente falta de percep­ edades media y modema), Baran tes de este modelo (por ejemplo, vamente a los teóricos de la
ción de este punto por sus lecto­ y Sweezy plantean una distinción el "liderato" o liderazgo de pre­ "competencia imperfecta" en
res, que un libro como El capital completamente distinta, e imagi­ cios, que no es sino "la especie otro rasgo característico de los
estaría dedicado, al parecer, a naria, entre las supuestas em­ dirigente de un género mucho manuales neoclásicos contem­
estudiar la "empresa individual") presas "individuales" del siglo XIX mayor": p. 53). Un poco más ade­ poráneos: afirman que la compe­
(p. 43). Debemos insistir en este y las empresas "gigantes" del si­ lante, se limitan a criticar la teo­ tencia ya no es tanto una com­
punto, pues es el centro del pri­ glo Xx. Esta tergiversación es':' ría neoclásica en el sentido ya petencia "de precios" como una
mer capítulo de este libro, y a la quizofrénica 28 es absolutamente resaltado por el Sraffa de los años competencia que toma "nuevas
vez la punta de lanza que utilizan central. 20 (1926): "Y esto significa que formas" (p. 58). No niegan la "ten­
los autores para atacar la teoría la teoría general de precios ade­ dencia descendente en los cos­
de Marx. Escriben seguidamen­ En el siguiente capítulo delli­ tos de producción bajo el capita­
bro de Baran y Sweezy, asisti­ cuada a una economía domina­
te que existen "diferencias funda­ da por tales empresas es la tra­ lismo monopolista", pero piensan
mentales" entre los dos tipos de mos a una nueva operación de que el cambio técnico se trans­
cirugía violentamente invasiva en dicional teoría monopolista de los
empresas, que son esenciales precios de la economía clásica y formará ahora en un aumento de
para la "teoría general del capita­ el cuerpo teórico dejado por Marx. los "márgenes de ganancia", de
Lo que para éste era la ley más neoclásica. Lo que los economis­
lismo monopólico": "la empresa tas han tratado hasta ahora forma que "el excedente econó­
tiene un horizonte más a largo importante de la economía políti­ mico de la sociedad" tenderá a
ca -la "tendencia descendente como un caso especial resulta
plazo que el capitalista individual ser, bajo las condiciones del ca­ "subir, absoluta y relativamente,
y calcula más racionalmente", y de la tasa de ganancia"- lo ha­ a medida que el sistema se de­
cen desaparecer ambos autores pitalismo monopolista, el caso
"ambas diferencias están funda­ sarrolla" (pp. 61-2). Por tanto, la
por medio de su transformación general" (p. 52; énfasis añadido:
mentalmente relacionadas con la "ley" recién descubierta por
en una supuesta "tendencia cre­ DG).
escala incomparablemente ma­ Baran y Sweezy "invita inmedia­
yor de operaciones de las empre­ ciente de los excedentes". Pero, Por otra parte, es curioso ob­ tamente a compararla con la clá­
sas" (ibídem). para llegar a esta "tendencia", servar cómo basta con caer bien sica ley marxista"30, de la que se
había que preparar el terreno, y -"más vale caer en gracia que ser dice: "no estamos negando ni
Sencillamente, lo que hay aquí ellos comienzan entonces por gracioso", como dice un refrán enmendando un teorema (... )
no es sino una tergiversación rememorar otra concepción y español- para que le pasen a uno simplemente estamos tomando
completa de los planteamientos otra terminología, ahora abier­ cualquier cosa (mientras que no en cuenta el hecho indudable de

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que la estructura de la economía lista es, según los autores, al de pasan revista a los "tres tipos de te se tratara d e u na novedad,
capitalista ha sufrido un cambio cómo absorber ese excedente. inversión exógena" generalmen­ dando a entender, por consi­
fundamental desde que el teore­ Por eso, analizan rápidamente te analizados por la literatura. guiente, que no ocurría lo mismo
ma fue formulado" (p. 62). O sea, las dos formas "tradicionales" de Muestran sus dudas por la que en el capitalismo del siglo XIX.
que aparece aquí cierta vacila­ absorber excedente -el consumo se destina a "llenar las necesida­ iCuriosa manera, ésta, de actua­
ción, pues ahora el planteamien­ y la inversión- en el capítula IV des de una población creciente", lizar a Marx! Por otra parte, con­
to recuerda más al de Sweezy del libro, y reservan luego los tres porque son más bien partidarios cluyen que el estado normal de
(1942) que al de Baran y Sweezy capítulos siguientes para los de la concepción clásica de la la economía es ahora "el estan­
de un cuarto de siglo más tarde. métodos de absorción que caen población, que concibe el creci­ camiento" porque el sistema se
bajo el epígrafe del "despilfarro" miento demográfico c amo una ve impulsado a subutilizar su po­
Por último, para llevar adelan­ tencialidad, y no ya de forma tem­
(la forma "novedosa" de absor­ función de la inversión, y no a la
te su interpretación, o su nueva poral, como antes, sino "crónica"
ber una parte creciente del exce­ inversa (pp. 75-76). Pasan luego
"ley", los dos autores tienen que y "permanente" (p. 90). Por eso,
dente): las "campanas de ven­ a los "nuevos métodos" de pro­
volver a dar marcha atrás en re­ el "estímulo de la demanda" es Y
tas" (capítulo V), el "gobiemo civil" ducción y los" nuevos produc­
lación con la posición de autores tiene que ser el "Leitmotiv" de la
(capítulo VI) y el "militarismo e tos"; y al respecto creen que ha­
como Schumpeter, Kaldor o política económica contemporá­
imperialismo" (capítula VII). brá ahora "una tasa más lenta de
Strachey. Niegan la "destrucción nea: "el problema para el capita­
creativa" del primero, insistiendo En relación con el "consumo" introducción de innovaciones"
que en el capitalismo competiti­ lismo monopolista no es si esti­
en que la competencia ya no es del excedente, parten de la idea mula o no la demanda; debe
de precios (pp. 62-63). Niegan de que no hay solución para el vo (p. 78), porque se evitarán las
innovaciones técnicas que exijan hacerlo, so pena de muerte" (p.
también la idea de Kaldor, que sistema si "la cantidad de exce­
afirma que los problemas de rea­ dente no consumido por los ca­ aumentar la capacidad producti­ 92).
lización del plusvalor no parecen pitalistas ( ... ) sube en relación va instalada y porque ya no son Pero, como se h a dicho, lo
ahora más graves qúe en la épo­ con el ingreso total" (p. 67). Pero predominantes los métodos de más "novedoso" del libro se re­
ca de Marx (p. 64). Y niegan, por es un hecho que la parte que se "destrucción creativa" de los que fiere a los métodos de absorción
último, la tendencia al "profit destina a la inversión sube, pues hablaba Schumpeter (pp. 79, 83). de excedentes que caen bajo la
squeeze" que plantea Strachey "si el ingreso total crece a una Y en cuanto a la inversión extran­ etiqueta del "despilfarro", empe­
(aunque sin darle ese nombre) tasa acelerada, entonces una jera, se trata de un mecanismo zando por las "campanas de ven­
porque eso significaría una ten­ proporción cada vez mayor debe que, más que solucionar la cues­ tas", Baran y Sweezy creen que
dencia a la disminución de la tasa destinarse a la inversión, ya la tión de la absorción del exceden­ "la competencia de los precios se
de plusvalor, y por tanto aún se­ inversa, si una porción cada vez te, la "agrava", pues sirve más ha abandonado ( ... ) y ha dado
guiría siendo una manera de res­ mayor se destina a la inversión, para atraer f ondas monetarios paso a nuevas formas de promo­
petar la tendencia a la caída de el ingreso total debe aumentar en hacia los países centrales (en ción de ventas: la publicidad, la
la tasa de ganancia, mientras proporción acelerada", y esto "es concepto de excedentes genera­ variación en I a presentación y
que lo que ellos defienden es jus­ absurdo" desde el punto de vista dos fuera) que como mecanismo empaque de los productos, la
tamente lo contrario: el aumento económico (pp. 68-69). Es evi­ de colocación de inversiones en 'obsolescencia planificada', los
de la tasa de plusvalor (aunque dente que la idea de Kalecki, de­ el extranjero (p. 89). cambios de modelos, los planes
transformado ahora en exceden­ sarrollada luego por Steindl Por tanto, la conclusión funda­ de ventas a crédito y otros" (p.
te) como principal problema del (1952) en su libro clásico sobre mental para Baran y Sweezy es 95). Es importante señalar que
capitalismo monopolista. la economía de Estados Unidos, que el "capitalismo monopolista estos autores sirven en realidad
es lo que aparece aquí en la obra es un sistema contradictorio en de eslabón intermedio entre los
Como la tendencia fundamen­
que ahora comentamos. sí mismo" (p. 89); y lo que más teóricos de la escuela de Fran­
tal es al incremento del exceden­
te, al primer problema al que se Más tarde, tras analizar la in­ llama la atención es que insistan kfurt en las década de los treinta
enfrenta el capitalismo mono po­ versión "endógena", los autores en este rasgo como si realmen­ y cuarenta, con su énfasis origí­

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que la estructura de la economía lista es, según los autores, al de pasan revista a los "tres tipos de te se tratara d e u na novedad,
capitalista ha sufrido un cambio cómo absorber ese excedente. inversión exógena" generalmen­ dando a entender, por consi­
fundamental desde que el teore­ Por eso, analizan rápidamente te analizados por la literatura. guiente, que no ocurría lo mismo
ma fue formulado" (p. 62). O sea, las dos formas "tradicionales" de Muestran sus dudas por la que en el capitalismo del siglo XIX.
que aparece aquí cierta vacila­ absorber excedente -el consumo se destina a "llenar las necesida­ ¡Curiosa manera, ésta, de actua­
ción, pues ahora el planteamien­ y la inversión- en el capítulo IV des de una población creciente", lizar a Marx! Por otra parte, con­
to recuerda más al de Sweezy del libro, y reservan luego los tres porque son más bien partidarios cluyen que el estado normal de
(1942) que al de Saran y Sweezy capítulos siguientes para los de la concepción clásica de la la economía es ahora "el estan­
de un cuarto de siglo más tarde. métodos de absorción que caen población, que concibe el creci­ camiento" porque el sistema se
bajo el epígrafe del "despilfarro" miento demográfico c amo una ve impulsado a subutilizar su po­
Por último, para llevar adelan­
(la forma "novedosa" de absor­ función de la inversión, y no a la tencialidad, y no ya de forma tem­
te su interpretación, o su nueva
ber una parte creciente del exce­ inversa (pp. 75-76). Pasan luego poral, como antes, sino "crónica"
"ley", los dos autores tienen que
dente): las "campañas de ven­ a los "nuevos métodos" de pro­ y "permanente" (p. 90). Por eso,
volver a dar marcha atrás en re­
tas" (capítulo V), el "gobierno civil" ducción y los" nuevos produc­ el "estímulo de la demanda" es y
lación con la posición de autores
(capítulo VI) y el "militarismo e tos"; y al respecto creen que ha­ tiene que ser el "Leitmotiv" de la
como SChumpeter, Kaldor o
imperialismo" (capítulo VII). brá ahora "una tasa más lenta de política económica contemporá­
Strachey. Niegan la "destrucción
creativa" del primero, insistiendo En relación con el "consumo" introducción de innovaciones" nea: "el problema para el capita­
en que la competencia ya no es del excedente, parten de la idea que en el capitalismo competiti­ lismo monopolista no es si esti­
de precios (pp. 62-63). Niegan de que no hay solución para el vo (p. 78), porque se evitarán las mula o no la demanda; debe
también la idea de Kaldor, que sistema si "la cantidad de exce­ innovaciones técnicas que exijan hacerlo, so pena de muerte" (p.
afirma que los problemas de rea­ dente no consumido por los ca­ aumentar la capacidad producti­ 92).
lización del plusvalor no parecen pitalistas (.o.) sube en relación va instalada y porque ya no son Pero, c amo se h a dicho, lo
ahora más graves que en la épo­ con el ingreso total" (p. 67). Pero predominantes los métodos de más "novedoso" del libro se re­
ca de Marx (p. 64). Y niegan, por es un hecho que la parte que se "destrucción creativa" de los que fiere a los métodos de absorción
último, la tendencia al "profit destina a la inversión sube, pues hablaba Schumpeter (pp. 79, 83). de excedentes que caen bajo la
squeeze" que plantea Strachey "si el ingreso total crece a una Yen cuanto a la inversión extran­ etiqueta del "despilfarro", empe­
(aunque sin darle ese nombre) tasa acelerada, entonces una jera, se trata de un mecanismo zando por las "campañas de ven­
porque eso significaría una ten­ proporción cada vez mayor debe que, más que solucionar la cues­ tas". Saran y Sweezy creen que
dencia a la disminución de la tasa destinarse a la inversión, ya la tión de la absorción del exceden­ "la competencia de los precios se
de plusvalor, y por tanto aún se­
guiría siendo una manera de res­
inversa, si una porción cada vez
mayor se destina a la inversión,
te, la "agrava", pues sirve más
para atraer f ondas monetarios
ha abandonado e.. )y ha dado
paso a nuevas formas de promo­
petar la tendencia a la caída de el ingreso total debe aumentar en hacia los países centrales (en ción de ventas: la publicidad, la
la tasa de ganancia, mientras proporción acelerada", y esto "es concepto de excedentes genera­ variación en I a presentación y
que lo que ellos defienden es jus­ absurdo" desde el punto de vista dos fuera) que como mecanismo empaque de los productos, la
tamente lo contrario: el aumento económico (pp. 68-69). Es evi­ de colocación de inversiones en 'obsolescencia planificada', los
de la tasa de plusvalor (aunque dente que la idea de Kalecki, de­ el extranjero (p. 89). cambios de modelos, los planes
transformado ahora en exceden­ sarrollada luego por Steindl de ventas a crédito y otros" (p.
Por tanto, la conclusión funda­
te) como principal problema del (1952) en su libro clásico sobre 95). Es importante señalar que
mental para Saran y Sweezy es
capitalismo monopolista. la economía de Estados Unidos, estos autores sirven en realidad
que el "capitalismo monopolista
es lo que aparece aquí en la obra de eslabón intermedio entre los
Como la tendencia fundamen­ es un sistema contradictorio en
que ahora comentamos. teóricos de la escuela de Fran­
tal es al incremento del exceden­ sí mismo" (p. 89); Y lo que más
te, al primer problema al que se Más tarde, tras analizar la in­ llama la atención es que insistan kfurt en las década de los treinta
enfrenta el capitalismo monopo­ versión "endógena", los autores en este rasgo como si realmen­ y cuarenta, con su énfasis origi­

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Tras analizar en concreto la 1908, la expansión duraba más
nal en la publicidad, y el reciente transcurridas dentro del periodo
concreción de detalles que ex­ que la contracción, en los dos
esfuerzo de autores como Toni anti-keynesiano característico del
presan cómo la política anti­ ciclos analizados entre 1908 Y
Negri y otros autores de los llamado "neoliberalismo" actual,
comunista y la "hostilidad capita­ 1914 sucedió exactamente lo
ochenta y noventa que insisten es suficiente para desacreditar­
lista a la existencia de un sistema contrario. Por otra parte, reivin­
nuevamente sobre ideas muy si­ se a sí misma, si se observa con
socialista mundial rival" (p. 153) dican que "un mérito central de
milares. Esta conexión se apoya qué avidez se aferra la clase ca­
hacen necesario "mantener esta nuestra teoría es que explica la
al mismo tiempo en la aportación pitalista a su negativa a financiar
de los economistas de la compe­ enorme maquinaria militar" (pp. Gran Depresión fácil Y lógica­
los gastos improductivos del Es­
tencia monopolista y el oligopolio, 143, 153), Baran y Sweezy recla­ mente, no como la Gran Excep­
tado con fondos que no pueden
como Chamberlin, Scitovsky o man otra vez el precedente de ción sino como el resultado nor­
salir de otro sitio que de sus bol­
Sylos Labini, a todos los cuales Veblen, quien, "más que ningún mal del funcionamiento del
sillos. Por eso, la conclusión iJlti­
citan en el libro (con los prece­ otro científico social, apreció la sistema económico norteameri­
ma debe ser matizada, ya que
dentes de Marshall, Veblen y importancia de esta función so­ cano. Las tendencias del estan­
sólo es cierta si se concibe como
Pigou). cial del militarismo", y supo com­ camiento, inherentes al capitalis­
tendencia a largo plazo y se pres­
prender cómo "los intereses co­ mo monopolista. han empezado
Sin embargo, lo más llamati­ cinden de movimientos histórica­
merciales incitan a una política ya a dominar la escena econó­
vo de su análisis es que consi­ mente más contingentes: "La
nacional agresiva" (p. 167). mica en los años posteriores a
deran que la publicidad tiene tal gran pregunta, por lo tanto, no es
1907. La guerra y el automóvil lo
capacidad "autoabsorbente" de si habrá cada vez más gastos del Por último, en los cuatro capí­
ocultaron, pero sólo por un tiem­
excedente (p. 103) que se ha gobierno, sino en qué se gasta­ tulos finales del libro, Baran y
Sweezy recapitulan la historia del po" (p. 191).
convertido en un "antídoto pode­ rá" (p. 123).
roso para la tendencia del capi­ capitalismo monopolista (capítu­ Dejaremos de lado la cuestión
Ya este respecto añaden su
talismo monopolista a hundirse lo VIII) , analizan ampliamente la racial, así como las de la pobre­
opinión de que el país haría bien
en un estado de depresióncróni­ cuestión racial (capítulo IX: un za y los fracasos educativos,
en pasar del estado en el que
ca" (p. 108). Asimismo, en su tema principal en el surgimiento para centramos en los argumen­
entró en 1929 -cuando "este país de la URPE y el movimiento radi­
opinión, hay que situar otra fuen­ tos que usan los autores en el
se ha vuelto un 'estado de bien­ cal en general) y concluyen en la
te de absorción de excedente capítulo sobre la irracionalidad
estar"'- al de un "auténtico esta­ "irracionalidad" del sistema (ca­
como es el sector de "financia­ del sistema. Tras constatar "el
do de bienestar", que sustituya pítulo XI: nueva influencia de la
miento, seguros y bienes raíces" desplazamiento de la ideología
gastos armamentistas por gas­ escuela de Frankfurt, a través de
en "iguales circunstancias que la del capitalismo ascendente por la
tos civiles y prestaciones socia­ Baran) tras sopesar "la calidad de
campaña de ventas" (p. 114). ideología de la crisis general" (p.
les (pp. 124-5). Sin embargo una la sociedad capitalista monopo­ 269), en los últimos capítulos
En cuanto al papel del Esta­ cosa son los ideales, y otra las lista" (capítulo X). De todo esto abundan las denuncias morali­
do, los autores afirman, nada realidades, de forma que no con­ sólo haremos mención a algunos zantes y subjetivas del sistema,
menos, que "lo que el gobierno viene olvidar que "el porcentaje comentarios puntuales. acompañadas de argumentos
absorbe se suma al excedente de la fuerza de trabajo, ya sea
Nuevamente, el argumento que. al insistir-erróneamente, en
privado, no se resta de éste"; ra­ desocupado o empleado en gas­
contingente que usan los autores mi opinión- en las diferencias
zón por la cual "el sector de la tos militares, fue casi el mismo entre el capitalismo competitivo
clase dominante norteamericana en 1961 que en 1939", de donde para demostrar el cambio de
comportamiento del ciclo econó­ y el monopolista, sirven implíci­
ya está en camino de ser un cre­ "se deduce que si el presupues­ tamente para argumentar a favor
yente convencido de la naturale­ to militar se redujera a las pro­ mico se vuelve en su contra a la
luz de la historia transcurrida des­ de supuestas bondades del ca­
za benéfica de los gastos guber­ porciones de 1939, el desempleo
de entonces. Baran y Sweezy pitalismo no monopolista. Evi­
namentales" (pp. 120, 122). Su también volvería a tener las pro­
muestran que, si en los cinco ci­ dentemente, esto no tiene nada
propia afirmación, vista a la dis­ porciones de 1939 [17.2%]" (pp. que ver con el planteamiento de
tancia de las varias décadas 141-2). clos transcurridos entre 1893 y

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I
nal en la publicidad, y el reciente transcurridas dentro del periodo Tras analizar en concreto la 1908, la expansión duraba más
esfuerzo de autores como Toni anti-keynesiano característico del concreción de detalles que ex­ que la contracción, en los dos
Negri y otros autores de los llamado "neoliberalismo" actual, presan cómo la política anti­ ciclos analizados entre 1908 y
ochenta y noventa que insisten es suficiente para desacreditar­ comunista y la "hostilidad capita­ 1914 sucedió exactamente lo
nuevamente sobre ideas muy si­ se a sí misma, si se observa con lista a la existencia de un sistema contrario. Por otra parte, reivin­
milares. Esta conexión se apoya qué avidez se aferra la clase ca­ socialista mundial rival" (p. 153) dican que "un mérito central de
al mismo tiempo en la aportación pitalista a su negativa a financiar hacen necesario "mantener esta nuestra teoría es que explica la
de los economistas de la compe­ los gastos improductivos del Es­ enorme maquinaria militar" (pp. Gran Depresión fácil y lógica­
tencia monopolista y el oligopolio, tado con fondos que no pueden 143,153), Baran y Sweezy recla­ mente, no como la Gran Excep­
como Chamberlin, Scitovsky o salir de otro sitio que de sus bol­ man otra vez el precedente de ción sino como el resultado nor­
Sylos Labini, a todos los cuales sillos. Por eso, la conclusión últi­ Veblen, quien, "más que ningún mal del funcionamiento del
citan en el libro (con los prece­ ma debe ser matizada, ya que otro científico social, apreció la sistema económico norteameri­
dentes de Marshall, Veblen y sólo es cierta si se concibe como importancia de esta función so­ cano. Las tendencias del estan­
Pigou). tendencia a largo plazo y se pres­ cial del militarismo", y supo com­ camiento, inherentes al capitalis­
Sin embargo, lo más llamati­ cinden de movimientos histórica­ prender cómo "los intereses co­ mo monopolista, han empezado
vo de su análisis es que consi­ mente más contingentes: "La merciales incitan a una política ya a dominar la escena econó­
deran que la publicidad tiene tal gran pregunta, por lo tanto, no es nacional agresiva" (p. 167). mica en los años posteriores a
capacidad "autoabsorbente" de si habrá cada vez más gastos del Por último, en los cuatro capí­ 1907. La guerra y el automóvil lo
excedente (p. 103) que se ha gobierno, sino en qué se gasta­ tulos finales del libro, Baran y ocultaron, pero sólo por un tiem­
convertido en un "antídoto pode­ rá" (p. 123). Sweezy recapitulan la historia del po" (p. 191).
roso para la tendencia del capi­ Y a este respecto añaden su capitalismo monopolista (capítu­ Dejaremos de lado la cuestión
talismo monopolista a hundirse opinión de que el país haría bien lo VIII), analizan ampliamente la racial, así como las de la pobre­
en un estado de depresión'cróni­ en pasar del estado en el que cuestión racial (capítulo IX: un za y los fracasos educativos,
ca" (p. 108). Asimismo, en su entró en 1929-cuando "este país tema principal en el surgimiento para centrarnos en los argumen­
opinión, hay que situar otra fuen­ se ha vuelto un 'estado de bien­ de la URPE y el movimiento radi­ tos que usan los autores en el
te de absorción de excedente estar'" - al de un "auténtico esta­ cal en general) y concluyen en la capítulo sobre la irracionalidad
como es el sector de "financia­ do de bienestar", que sustituya "irracionalidad" del sistema (ca­ del sistema. Tras constatar "el
miento, seguros y bienes raíces" gastos armamentistas por gas­ pítulo XI: nueva influencia de la desplazamiento de la ideología
en "iguales circunstancias que la escuela de Frankfurt, a través de del capitalismo ascendente por la
tos civiles y prestaciones socia­
campaña de ventas" (p. 114). Baran) tras sopesar "la calidad de ideología de la crisis general" (p.
les (pp. 124-5). Sin embargo una
la sociedad capitalista monopo­ 269), en los últimos capítulos
En cuanto al papel del Esta­ cosa son los ideales, y otra las
lista" (capítulo X). De todo esto abundan las denuncias morali­
do, los autores afirman, nada realidades, de forma que no con­
sólo haremos mención a algunos zantes y subjetivas del sistema,
menos, que "lo que el gobierno viene olvidar que "el porcentaje
de la fuerza de trabajo, ya sea comentarios puntuales. acompañadas de argumentos
absorbe se suma al excedente
privado, no se resta de éste"; ra­ desocupado o empleado en gas­ Nuevamente, el argumento que, al insistir -erróneamente, en
zón por la cual "el sector de la tos militares, fue casi el mismo contingente que usan los autores mi opinión- en las diferencias
clase dominante norteamericana en 1961 que en 1939", de donde para demostrar el cambio de entre el capitalismo competitivo
ya está en camino de ser un cre­ "se deduce que si el presupues­ comportamiento del ciclo econó­ y el monopolista, sirven implíci­
yente convencido de la naturale­ to militar se redujera a las pro­ mico se vuelve en su contra a la tamente para argumentar a favor
za benéfica de los gastos guber­ porciones de 1939, el desempleo luz de la historia transcurrida des­ de supuestas bondades del ca­
namentales" (pp. 120, 122). Su también volvería a tener las pro­ de entonces. Baran y Sweezy pitalismo no monopolista. Evi­
propia afirmación, vista a la dis­ porciones de 1939 [17.2%]" (pp. muestran que, si en los cinco ci­ dentemente, esto no tiene nada
tancia de las varias décadas 141-2). clos transcurridos entre 1893 y que ver con el planteamiento de

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Marx, como se reconocerá fácil­ modernas teorías de la compe­ competencia "intrasectorial" Y la
eso consistió, precisamente. una
mente en los siguientes dos buena parte del extraordinario al­ tencia perfecta e imperfecta- ten­ "intersectorial". La idea funda­
ejemplos. dríamos que incluir en ella, no mental de la primera manifesta­
cance analítico de su teoría: en
sólo las aportaciones de los au­ ción de la competencia -la com­
A primera vista podría parecer que descubrió la realidad profun­
tores de la escuela clásica pro­ petencia intersectorial- es lo que
válida la denuncia de que "la pre­ da (técnica y social) del sistema,
piamente dicha (Smith, Ricardo los neoclásicos todavía siguen
tensión de que tal sociedad es en vez de quedarse en las más
o Mili), y la de Marx, a la que a considerando esencial, y al mis­
democrática sirve para ocultar y vulgares apariencias (como han
menudo se califica de "clásica", mo tiempo aquello en lo que si­
hecho Baran, Sweezy y tutti
no para revelar la verdad", referi­ guen considerándose discípulos
quanti, tanto antes como des­ sino también otras aportaciones,
da a los Estados Unidos del si­ de Smith: la idea de que el capi­
pués de Marx). antiguas y modernas, que com­
glo XX. Pero su distancia abismal tal tiende a percibir una remune­
parten con ella ciertos elementos
con respecto a los planteamien­ ración aproximadamente igual,
comunes (especialmente su en­
tos de Marx quedará clara si se Apéndice 1: La competencia sea cual sea el sector de activi­
foque dinámico y el carácter rea­
comprueba que la afirmación dad en el que decida invertirse.
en los clásicos y en lista, y no idealizado, que atribu­
sólo se refiere a la sociedad do­ Ahora bien, los neoclásicos han
Schumpeter yen a la realidad competitiva del
minada "por una pequeña oligar­ añadido a éste un elemento adi­
sistema capitalista). No vamos a
quía", a la que, al parecer, se quie­ En todas las corrientes de la cional (la igualdad de remunera­
analizar aquí la teoría marxista de
re contraponer la sociedad que teoría económica, la competen­ ción de todas las empresas que
la competencia (véanse, sin em­
derrocó "el despotismo monár­ cia (entendida de modo diverso forman cada sector), que no sólo
bargo, el capítulo 2 de Guerrero
quico" y llevó al poder a una "bur­ según los casos) es un concep­ no estaba en los clásicos, sino
1995, y también Guerrero 2003),
guesía relativamente poderosa" to organizativo central, por lo que que es todo lo contrario de lo que
pero sí vamos a procurar mos­
(p. 268). defendían éstos: la disparidad de
no sólo existe una gran corres­ trar cómo en realidad el espíritu
Por último, los autores comen­ pondencia entre la concepción que animaba a Marx, y a ciertos retribuciones de las diferentes
tan un largo pasaje donde Marx que se tiene de la competencia de sus discípulos contemporá­ unidades individuales del capital
señala en El capital el papel "re­ en cada paradigma teórico y la neos, en el análisis del fenóme­ de cada industria.
volucionario" de la gran industria, concepción subyacente o teoría no competitivo (por ejemplo, La tendencia a la igualación
inevitablemente abocada a los básica del valor que soporta a Shaikh 1979, 1980, 1990), está de las rentabilidades sectoriales
cambios continuos debido a su cada paradigma, sino que puede también presente en otros mu­ puede captarse mentalmente
propia base técnica, diciendo que afirmarse también que "sólo a chos autores que lo han estudia­ gracias a la intervención de los
"para poner al día esta asevera­ través del principio de la compe­ do desde principios del siglo conceptos clásicos de precio
ción necesitamos solamente tencia puede la economía políti­ XVII1 32 hasta la actualidad. Nos natural o precio de producción, y
agregar que la escala de la indus­ ca tener alguna pretensión al ca­ detendremos tan sólo en los clá­ su caracterización como tenden­
tria se ha vuelto incomparable­ rácter de ciencia"31. sicos y en Schumpeter. cia (más que como realidad per­
mente mayor durante el siglo pa­ En la medida en que puede manente). Más concretamente,
El rasgo más característico
sado, que con el advenimiento de afirmarse que los clásicos y Marx se fragua en la concepción de
de esta concepción "clásica" de
la automatización y la cibernéti­ que dichos precios son simples
comparten la teoría laboral del la competencia consiste en que
ca sus bases técnicas se han centros de gravedad en torno a
valor, es legítimo extender esta enlaza directamente con la popu­
vuelto mucho más revoluciona­ los cuales giran o fluctúan los
coincidencia al terreno de la teo­ lar visión realista de la competen­
rias (... )" (p. 272). auténticos precios de mercado
ría de la competencia. Si nos abs­ cia como rivalidad 33 (o incluso
Repitamos que Baran y guerra) -algo que está totalmen­ efectivos. Por tanto, en la medi­
traemos lo suficiente como para
Sweezy olvidan que lo que Marx te ausente en la teoría de la com­ da en que los precios de merca­
hablar de una teoría "clásica" de
analizó era ya el "sistema auto­ petencia perfecta-. Esta rivalidad do pueden colocarse en cual­
la competencia en sentido am­
mático de máquinas", y que en plio -como algo opuesto a las se manifiesta en dos sentidos: la quier momento por encima o por

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Marx. como se reconocerá fácil­ eso consistió. precisamente, una modernas teorías de la compe­ competencia "intrasectorial" y la
mente en los siguientes dos buena parte del extraordinario al­ tencia perfecta e imperfecta- ten­ "intersectorial". La idea funda­
ejemplos. cance analítico de su teoría: en dríamos que incluir en ella, no mental de la primera manifesta­
A primera vista podría parecer que descubrió la realidad profun­ sólo las aportaciones de los au­ ción de la competencia -la com­
válida la denuncia de que "la pre­ da (técnica y social) del sistema, tores de la escuela clásica pro­ petencia intersectorial- es lo que
tensión de que tal sociedad es en vez de quedarse en las más piamente dicha (Smith, Ricardo los neoclásicos todavía siguen
democrática sirve para ocultar y vulgares apariencias (como han o Mili). y la de Marx, a la que a considerando esencial, y al mis­
no para revelar la verdad". referi­ hecho Baran, Sweezy y tutti menudo se califica de "clásica", mo tiempo aquello en lo que si­
da a los Estados Unidos del si­ quanti, tanto antes como des­ sino también otras aportaciones, guen considerándose discípulos
glo XX. Pero su distancia abismal pués de Marx). antiguas y modernas, que com­ de Smith: la idea de que el capi­
con respecto a los planteamien­ parten con ella ciertos elementos tal tiende a percibir una remune­
tos de Marx quedará clara si se comunes (especialmente su en­ ración aproximadamente igual,
Apéndice 1: La competencia foque dinámico y el carácter rea­ sea cual sea el sector de activi­
comprueba que la afirmación
en los clásicos y en lista, y no idealizado, que atribu­ dad en el que decida invertirse.
sólo se refiere a la sociedad do­
Schumpeter yen a la realidad competitiva del Ahora bien, los neoclásicos han
minada "por una pequeña oligar­
quía". a la que. al parecer. se quie­ sistema capitalista). No vamos a añadido a éste un elemento adi­
En todas las corrientes de la analizar aquí la teoría marxista de cional (la igualdad de remunera­
re contraponer la sociedad que
teoría económica, la competen­ la competencia (véanse, sin em­ ción de todas las empresas que
derrocó "el despotismo monár­
cia (entendida de modo diverso bargo, el capítulo 2 de Guerrero forman cada sector). que no sólo
quico" y llevó al poder a una "bur­
según los casos) es un concep­ 1995, y también Guerrero 2003), no estaba en los clásicos. sino
guesía relativamente poderosa"
to organizativo central. por lo que pero sí vamos a procurar mos­ que es todo lo contrario de lo que
(p. 268).
no sólo existe una gran corres­ trar cómo en realidad el espíritu defendían éstos: la disparidad de
Por último. los autores comen­ pondencia entre la concepción que animaba a Marx, y a ciertos retribuciones de las diferentes
tan un largo pasaje donde Marx que se tiene de la competencia de sus discípulos contemporá­ unidades individuales del capital
señala en El capital el papel "re­ en cada paradigma teórico y la neos, en el análisis del fenóme­ de cada industria.
volucionario" de la gran industria, concepción subyacente o teoría no competitivo (por ejemplo,
inevitablemente abocada a los básica del valor que soporta a La tendencia a la igualación
Shaikh 1979, 1980, 1990), está de las rentabilidades sectoriales
cambios continuos debido a su cada paradigma, sino que puede también presente en otros mu­ puede captarse mentalmente
propia base técnica, diciendo que afirmarse también que "sólo a chos autores que lo han estudia­
"para poner al día esta asevera­ través del principio de la compe­ gracias a la intervención de los
do desde principios del siglo conceptos clásicos de precio
ción necesitamos solamente tencia puede la economía políti­ XVll1 32 hasta la actualidad. Nos natural o precio de producción, y
agregar que la escala de la indus­ ca tener alguna pretensión al ca­ detendremos tan sólo en los clá­
tria se ha vuelto incomparable­ rácter de ciencia"31. su caracterización como tenden­
sicos y en Schumpeter. cia (más que como realidad per­
mente mayor durante el siglo pa­
sado, que con el advenimiento de En la medida en que puede El rasgo más característico manente). Más concretamente,
la automatización y la cibernéti­ afirmarse que los clásicos y Marx de esta concepción "clásica" de se fragua en la concepción de
ca sus bases técnicas se han comparten la teoría laboral del la competencia consiste en que que dichos precios son simples
vuelto mucho más revoluciona­ valor, es legítimo extender esta enlaza directamente con la popu­ centros de gravedad en torno a
rias ( ...)" (p. 272). coincidencia al terreno de la teo­ lar visión realista de la competen­ los cuales giran o fluctúan los
ría de la competencia. Si nos abs­ cia como rivalidad 33 (o incluso auténticos precios de mercado
Repitamos que Baran y traemos lo suficiente como para efectivos. Por tanto, en la medi­
guerra) -algo que está totalmen­
Sweezy olvidan que lo que Marx hablar de una teoría "clásica" de da en que los precios de merca­
te ausente en la teoría de la com­
analizó era ya el "sistema auto­ la competencia en sentido am­ do pueden colocarse en cual­
petencia perfecta-o Esta rivalidad
mático de máquinas", y que en plio -como algo opuesto a las quier momento por encima o por
se manifiesta en dos sentidos: la

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debajo de los correspondientes pie o poco provechoso para dedi­ En cuanto al segundo aspec­ bio incesante en los productos y
precios de producción "regulado­ carlo a uno más ventajoso, el que to de la competencia (la compe­ en los métodos productivos es la
res", así también las tasas de evita que el precio de mercado tencia intrasectorial), mientras auténtica esencia del capitalismo
ganancia efectivas de cada sec­ de las cosas siga siendo duran­ que Smith habla de la competen­ competitivo. Precisamente,
tor pueden tener un valor supe­ te largo tiempo mucho mayor o cia como de una rivalidad o una Schumpeter estaba convencido
rior o inferior a la tasa med ia del menor que el natural" (1817, pp. carrera (o competición entre va­ de que eso que él llamó la des­
sistema. 56-57). Pero, en ambos casos, rios) en la que es imposible que trucción creativa (el incesante
lo que suponen estos autores es todos lleguen al unísono, otros proceso de sustitución de pro­
Así es como describe Adam
Smith el precio natural en un co­ la libre competencia, o libre mo­ autores acentúan el carácter an­ ductos y métodos por otros nue­
nocido pasaje de su libro: "En vimiento de los capitales, algo tagonista de la misma, hablando vos, en definitiva) hacía de la
toda sociedad o comarca existe que no tiene nada que ver con la abiertamente de lucha, batalla o competencia "perfecta" un con­
una tasa promedia o corriente de actual concepción neoclásica de guerra entre empresas, de forma cepto irrelevante tanto en el cam­
salarios y de beneficios (...) Cuan­ la competencia perfecta, y que que la concepción resultante de po positivo como en el ámbito de
do el precio de una cosa es ni supone34 simplemente que nin­ la competencia de capitales la Economía del Bienestar y de
más ni menos que el suficiente gún monopolio o barrera de otra poco tiene que ver con el plan­ la política económica. De hecho,
para pagar la renta de la tierra, clase impida a cada dueño de un teamiento neoclásico. Así, apar­ pensaba que "la competencia
los salarios del trabajo y los be­ capital mover libremente sus fon­ te de Marx35 , encontramos tam­ perfecta se suspende y se ha
neficios del capital empleado (...) dos en busca de la máxima ren­ bién la misma idea en Schum­ suspendido siempre que se ha
de acuerdo con sus precios co­ tabilidad, ya sea de sector a sec­ peter, quien habla de una "situa­ introducido alguna novedad -bien
rrientes, aquélla se vende por lo tor, o bien dentro de un sector, ción de guerra constante entre automáticamente o en virtud de
que se llama su precio natural" invirtiendo en los métodos de pro­ las empresas en competencia", medidas adoptadas para este
(1776, p. 54). Por consiguiente, ducción más adecuados en cada de forma que "la competencia fin-, aun cuando en todo lo de­
el precio natural es el que hace caso. Smith es muy claro al re­ 'benéfica' del tipo clásico36 pare­ más las condiciones siguiesen
posible la igualación de las tasas servar el término de precio natu­ ce que ha de ser, fácilmente, re­ siendo de competencia perfecta"
de beneficio de cada sector. ral para el caso competitivo: "El emplazada por una competencia (p. 147).
Pero, en segundo lugar: "El pre­ precio de monopolio es, en todo 'de rapiña' o de 'guerra a cuchi­
momento, el más alto que se Por otra parte, Schumpeter se
cio natural viene a ser, por esto, llo'" (Schumpeter, 1942, p. 116).
puede obtener. Por el contrario, dejaba impresionar más bien
el precio central, alrededor del En estas condiciones, las "em­
el precio natural o de libre com­ poco ante las supuestas condi­
cual gravitan continuamente los presas son agresivas por natu­ ciones de eficiencia de la com­
precios de todas las mercancías. petencia es el más bajo que se raleza y manejan el arma de la
puede conseguir ( ... )" (1776, p. petencia perfecta, ya que, según
Contingencias diversas pueden a competencia con verdadera efi­
60). E igualmente claro es Ricar­ él, este "principio, en la medida
veces mantenerlos suspendidos, cacia", ya que "las condiciones
do cuando reserva el término de en que puede ser probado, es
durante cierto tiempo, por enci­ en que se encuentran estos aplicable a una situación de equi­
ma o por debajo de aquél; pero precio de monopolio para referir­ agresores son tales que, para
se a las mercancías "cuyo valor librio estático. La realidad capita­
cualesquiera que sean los obs­ a~canzar sus fines de ataque y de
es determinado solamente por su lista consiste, ante todo y en últi­
táculos que les impiden alcanzar defensa, necesitan también otras mo término, en un proceso de
su centro de reposo y permanen­ escasez", como las esculturas y armas distintas de los precios y
los libros o vinos raros (1817, p. cambio. Para apreciar la presta­
cia, continuamente gravitan ha­ la calidad de sus productos" ción de la empresa en régimen
cia él" (ibid., pp. 56-57). 28), razonando que en cuanto a (ibid., p. 127).
los "artículos que son monopoli­ de competencia apenas tiene
Ricardo, por su parte, es aun zados, ya por un individuo, ya por El enfoque estático de la teo­ importancia la cuestión de si la
más sintético y preciso: "Es, pues, una compañía (... ) su precio no ría neoclásica no puede satisfa­ competencia tendería o no a ele­
el deseo que tiene todo capitalis­ tiene necesariamente relación cer a aquellos autores que, como var al máximo la producción en
ta de retirar sus fondos de un em­ con su valor natural" (ibid., p. 388). J. Schumpeter, creen que el cam­ una situación de perfecto equili­

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debajo de los correspondientes pleo poco provechoso para dedi­ En cuanto al segundo aspec­ bio incesante en los productos y
precios de producción "regulado­ carlo a uno más ventajoso, el que to de la competencia (la compe­ en los métodos productivos es la
res", así también las tasas de evita que el precio de mercado tencia intrasectorial), mientras auténtica esencia del capitalismo
ganancia efectivas de cada sec­ de las cosas siga siendo duran­ que Smith habla de la competen­ competitivo. Precisamente,
tor pueden tener un valor supe­ te largo tiempo mucho mayor o cia como de una rivalidad o una Schumpeter estaba convencido
rior o inferior a la tasa media del menor que el natural" (1817, pp. carrera (o competición entre va­ de que eso que él llamó la des­
sistema. 56-57). Pero, en ambos casos, rios) en la que es imposible que trucción creativa (el incesante
Así es como describe Adam lo que suponen estos autores es todos lleguen al unísono, otros proceso de sustitución de pro­
Smith el precio natural en un co­ la libre competencia, o libre mo­ autores acentúan el carácter an­ ductos y métodos por otros nue­
nocido pasaje de su libro: "En vimiento de los capitales, algo tagonista de la misma, hablando vos, en definitiva) hacía de la
toda sociedad o comarca existe que no tiene nada que ver con la abiertamente de lucha, batalla o competencia "perfecta" un con­
una tasa promedia o corriente de actual concepción neoclásica de guerra entre empresas, de forma cepto irrelevante tanto en el cam­
salarios y de beneficios (...) Cuan­ la competencia perfecta, y que que la concepción resultante de po positivo como en el ámbito de
do el precio de una cosa es ni supone34 simplemente que nin­ la competencia de capitales la Economía del Bienestar y de
más ni menos que el suficiente gún monopolio o barrera de otra poco tiene que ver con el plan­ la política económica. De hecho,
para pagar la renta de la tierra, clase impida a cada dueño de un teamiento neoclásico. Así, apar­ pensaba que "la competencia
los salarios del trabajo y los be­ capital mover libremente sus fon­ te de Marx35 , encontramos tam­ perfecta se suspende y se ha
neficios del capital empleado (... ) dos en busca de la máxima ren­ bién la misma idea en Schum­ suspendido siempre que se ha
de acuerdo con sus precios co­ tabilidad, ya sea de sector a sec­ peter, quien habla de una "situa­ introducido alguna novedad -bien
rrientes, aquélla se vende por lo tor, o bien dentro de un sector ción de guerra constante entre automáticamente o en virtud de
que se llama su precio natural" invirtiendo en los métodos de pr~ las empresas en competencia", medidas adoptadas para este
(1776, p. 54). Por consiguiente, ducción más adecuados en cada de forma que "la competencia fin-, aun cuando en todo lo de­
el precio natural es el que hace caso. Smith es muy claro al re­ 'benéfica' del tipo clásico 36 pare­ más las condiciones s¡guiesen
posible la igualación de las tasas servar el término de precio natu­ ce que ha de ser, fácilmente, re­ siendo de competencia perfecta"
de beneficio de cada sector. ral para el caso competitivo: "El emplazada por una competencia (p. 147).
Pero, en segundo lugar: "El pre­ precio de monopolio es, en todo 'de rapiña' o de 'guerra a cuchi­
momento, el más alto que se Por otra parte, Schumpeter se
cio natural viene a ser, por esto, llo'" (Schumpeter, 1942, p. 116). dejaba impresionar más bien
el precio central, alrededor del puede obtener. Por el contrario, En estas condiciones, las "em­
el precio natural o de libre com­ poco ante las supuestas condi­
cual gravitan continuamente los presas son agresivas por natu­
petencia es el más bajo que se ciones de eficiencia de la com­
precios de todas las mercancías. raleza y manejan el arma de la
puede conseguir (... )" (1776, p. petencia perfecta, ya que, según
Contingencias diversas pueden a competencia con verdadera efi­
60). E igualmente claro es Ricar­ él, este "principio, en la medida
veces mantenerlos suspendidos, cacia", ya que "las condiciones
do cuando reserva el término de en que puede ser probado, es
durante cierto tiempo, por enci­ en que se encuentran estos
precio de monopolio para referir­ aplicable a una situación de equi­
ma o por debajo de aquél; pero agresores son tales que, para
se a las mercancías "cuyo valor librio estático. La realidad capita­
cualesquiera que sean los obs­ a!canzar sus fines de ataque y de lista consiste, ante todo y en últi­
táculos que les impiden alcanzar es determinado solamente por su defensa, necesitan también otras
escasez", como las esculturas y mo término, en un proceso de
su centro de reposo y permanen­ armas distintas de los precios y
los libros o vinos raros (1817, p. cambio. Para apreciar la presta­
cia, continuamente gravitan ha­ la calidad de sus productos"
28), razonando que en cuanto a ción de la empresa en régimen
cia él" (ibid., pp. 56-57). (ibid., p. 127).
los "artículos que son monopoli­ de competencia apenas tiene
Ricardo, por su parte, es aun zados, ya por un individuo, ya por El enfoque estático de la teo­ importancia la cuestión de si la
más sintético y preciso: "Es, pues, una compañía (... ) su precio no ría neoclásica no puede satisfa­ competencia tendería o no a ele­
el deseo que tiene todo capitalis­ tiene necesariamente relación cer a aquellos autores que. como var al máximo la producción en
ta de retirar sus fondos de un em- con su valor natural" (ibid., p. 388). J. SChumpeter, creen que el cam- una situación de perfecto equili­

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brio estacionario del proceso ganización industrial, etc.). En que no puede pasarse por alto. gran escala, por ejemplO), es
económico (p. 113). En resumen, segundo lugar, la competencia Por una parte, es clara su oposi­ decir, la competencia que da lu­
su idea es que "la competencia no es necesariamente una fuer­ ción tajante y radical, no sólo al gar a una superioridad decisiva
perfecta no sólo es imposible, za equilibradora; al contrario: el modelo de competencia perfec­ en el costo o en la calidad y que
sino inferior, y carece de todo tí­ empresario desempeña un papel ta, sino al enfoque estático de la no ataca ya a los márgenes de
tulo para ser presentada como desequilibrador en el proceso de competencia en general. Pero, los beneficios y de la producción
modelo de eficiencia ideal" (p. mercado al interrumpir el 'flujO por otra parte, en sus escritos de las empresas existentes, sino
119). Nada de esto puede extra­ circular' de la vida económica por tendió a identificar, en último tér­ a sus cimientos y a su misma
ñar en un autor que pensaba que medio de la innovación, que no mino, la empresa en competen­ existencia" (p. 122).
todo análisis realista de la com­ es sino un acto de competencia cia perfecta con la pequeña em­ Por consiguiente, Schumpeter
petencia exigía un cambio radi­ basado en la consecución de presa -la empresa con "una no está exento del reproche de
cal de enfoque, un desplazamien­ ventajas de coste y de calidad; eficiencia interna mediocre", se­ haber dado pistas a favor del
to de la atención desde la pero téngase en cuenta que "una gún su propia expresión-, y la modelo de la "competencia im­
cuestión de cómo asigna la eco­ vez que ha sido destruido el equi­ empresa dinámica e innovadora perfecta" que, como hemos di­
nomía eficientemente sus recur­ librio por alguna perturbación, el con la "gran empresa" o "empre­ cho, no es sino una variante más
sos a la cuestión de cómo los proceso de establecer un equili­ sa gigante"37. Esto puede condu­ el modelo neoclásico:
crea y los destruye (p. 122). brio nuevo no es tan seguro, ni cir fácilmente a concluir que la efi­
tan rápido. ni tan económico ciencia es una cuestión del 1. Pensaba que ni Marshall ni
De acuerdo con Semmler, el tamaño o escala de la empresa Wicksell ni tampoco los clásicos
como pretendía la antigua teoría
concepto de competencia en en cuanto tal, en perfecta conso­ supieron ver "que la competen­
de la competencia perfecta, y
Schumpeter se diferencia del nancia con el análisis neoclásico, cia perfecta constituye la excep­
existe la posibilidad de que la mis­
neoclásico en tres aspectos fun­ que ha sustituido por completo el ción". Esto no sólo indica deseo­
ma lucha por el ajuste, en vez de
damentales (Semmler, 1984, pp. cambio técnico por la escala. En nocimiento de las diferencias que
aproximar al sistema a un equili­
426-427). En primer lugar, la realidad, Schumpeter mismo no los clásicos mantuvieron con res­
brio nuevo, lo distancie aún más
competencia no se limita a los parece que se librara completa­ pecto a un modelo que ellos ni
ajustes en el output, sino que es del mismo. Esto sucederá en la
mayoría de los casos, excepto si mente de la confusión. Es cierto conocieron ni pudieron apoyar,
todo un proceso evolutivo, de que denunció que "lo que prácti­ sino que parece reducir el argu­
la perturbación es pequeña. En
destrucción creativa, cuyo motor camente monopoliza la atención mento sobre la competencia per­
muchos casos, un retraso en el
fundamental son las grandes del teórico sigue siendo la com­ fecta a una cuestión puramente
empresas y que tiene por objeti­ ajuste es suficiente para produ­
cir este resultado" (p. 145). Ter­ petencia dentro de un molde rígi­ empírica. Él creía que la compe­
vo el apoderarse de los benefi­ do de condiciones, especialmen­ tencia perfecta fue siempre una
cero, el beneficio extraordinario
cios extraordinarios que sólo es­ te de métodos de producción y excepción, pues nunca creyó en
que percibe temporalmente el
tán al alcance -y de forma tran­ formas de organización indus­ la tesis de "una edad de oro de la
sitoria, pues desaparecen tan empresario innovador no apare­
ce como una desviación del es­ trial, que no sufren variación. competencia perfecta, completa­
pronto como se cierra la brecha Pero en la realidad capitalista (en mente imaginariz. que en algún
entre el innovador y sus seguido­ tado perfectamente competitivo
de la economía ni como un des­ contraposición a la imagen que momento dado se ha metamor­
res- del empresario innovador dan de ella los libros de texto) no foseado de alguna manera en la
pilfarro en la asignación de los
que es capaz de anticiparse a es esta especie de competencia edad monopolista" (p. 118).
recursos, sino como una recom­
sus rivales en la puesta en prác­
pensa para el innovador y una la que cuenta, sino la que lleva 2. Aunque señaló que "los ca­
tica de las modificaciones nece­
ganancia para la economía capi­ consigo la aparición de artículos sos puros de monopolio a largo
sarias (nuevos bienes de consu­
talista en su conjunto. nuevos, de una técnica nueva, de plazo solamente pueden tener
mo, nuevos métodos de pro­
fuentes de abastecimiento nue­ lugar rarísima vez y que incluso
ducción y de transporte, nuevos Sin embargo, en Schumpeter
vas, de un tipo nuevo de organi­ las aproximaciones tolerables a
mercados, nuevas formas de or­ hay una ambigüedad evidente
zación (la unidad de dirección en los requisitos del concepto tienen

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brio estacionario del proceso ganización industrial, etc.). En que no puede pasarse por alto. gran escala, por ejemplo), es
económico (p. 113). En resumen, segundo lugar, la competencia Por una parte, es clara su oposi- decir, la competencia que da lu­
su idea es que "la competencia no es necesariamente una fuer­ ción tajante y radical, no sólo al gar a una superioridad decisiva
perfecta no sólo es imposible, za equilibradora; al contrario: el modelo de competencia perfec- en el costo o en la calidad y que
sino inferior, y carece de todo tí­ empresario desempeña un papel ta, sino al enfoque estático de la no ataca ya a los márgenes de
tulo para ser presentada como desequilibrador en el proceso de competencia en general. Pero, los beneficios y de la producción
modelo de eficiencia ideal" (p. mercado al interrumpir el 'flujo por otra parte, en sus escritos de las empresas existentes, sino
119). Nada de esto puede extra­ circular' de la vida económica por tendió a identificar, en último tér- a sus cimientos y a su misma
ñaren un autorque pensaba que medio de la innovación, que no mino, la empresa en competen- existencia" (p. 122).
todo análisis realista de la com­ es sino un acto de competencia cia perfecta con la pequeña em- Por consiguiente, Schumpeter
petencia exigía un cambio radi­ basado en la consecución de presa -la empresa con "una no está exento del reproche de
cal de enfoque, un desplazamien­ ventajas de coste y de calidad; eficiencia interna mediocre", se- haber dado pistas a favor del
to de la atención desde la pero téngase en cuenta que "una gún su propia expresión-, y la modelo de la "competencia im­
cuestión de cómo asigna la eco­ vez que ha sido destruido el equi­ empresa dinámica e innovadora perfecta" que, como hemos di-
nomía eficientemente sus recur­ librio por alguna perturbación, el con la "gran empresa" o "empre- cho, no es sino una variante más
sos a la cuestión de cómo los proceso de establecer un equili­ sa gigante"37. Esto puede condu- el modelo neoclásico:
crea y los destruye (p. 122). brio nuevo no es tan seguro, ni cirfácilmente a concluir que la efi­
tan rápido, ni tan económico ciencia es una cuestión del 1. Pensaba que ni Marshall ni
De acuerdo con Semmler, el
como pretendía la antigua teoría tamaño o escala de la empresa Wicksell ni tampoco los clásicos
concepto de competencia en
de la competencia perfecta, y en cuanto tal, en perfecta conso- supieron ver "que la competen­
Schumpeter se diferencia del
existe la posibilidad de que la mis­ nancia con el análisis neoclásico, cia perfecta constituye la excep­
neoclásico en tres aspectos fun­
ma lucha por el ajuste, en vez de que ha sustituido por completo el ción". Esto no sólo indica deseo-
damentales (Semmler, 1984, pp.
aproximar al sistema a un equili­ cambio técnico por la escala. En nocimiento de las diferencias que
426-427). En primer lugar, la
brio nuevo, lo distancie aún más realidad, Schumpeter mismo no los clásicos mantuvieron con res-
competencia no se limita a los
del mismo. Esto sucederá en la parece que se librara completa- pecto a un modelo que ellos ni
ajustes en el output, sino que es
mayoría de los casos, excepto si mente de la confusión. Es cierto conocieron ni pudieron apoyar,
todo un proceso evolutivo, de
la perturbación es pequeña. En que denunció que "lo que prácti- sino que parece reducir el argu­
destrucción creativa, cuyo motor
muchos casos, un retraso en el camente monopoliza la atención mento sobre la competencia per­
fundamental son las grandes
ajuste es suficiente para produ­ del teórico sigue siendo la com- fecta a una cuestión puramente
empresas y que tiene por objeti­
cir este resultado" (p. 145). Ter­ petencia dentro de un molde rígi- empírica. ~I creía que la compe­
vo el apoderarse de los benefi­
cero, el beneficio extraordinario do de condiciones, especialmen- tencia perfecta fue siempre una
cios extraordinarios que sólo es­
que percibe temporalmente el te de métodos de producción y excepción, pues nunca creyó en
tán al alcance -y de forma tran­
empresario innovador no apare­ formas de organización indus- la tesis de "una edad de oro de la
sitoria, pues desaparecen tan
ce como una desviación del es­ trial, que no sufren variación. competencia perfecta, completa-
pronto como se cierra la brecha
tado perfectamente competitivo Pero en la realidad capitalista (en mente imaginarie, que en algún
entre el innovador y sus seguido­
de la economía ni como un des­ contraposición a la imagen que momento dado se ha metamor­
res- del empresario innovador
pilfarro en la asignación de los dan de ella los libros de texto) no foseado de alguna manera en la
que es capaz de anticiparse a
recursos, sino como una recom­ es esta especie de competencia edad monopolista" (p. 118).
sus rivales en la puesta en prác­
pensa para el innovador y una la que cuenta, sino la que lleva 2. Aunque señaló que "los ca-
tica de las modificaciones nece­
ganancia para la economía capi­ consigo la aparición de artículos sos puros de monopolio a largo
sarias (nuevos bienes de consu­
talista en su conjunto. nuevos, de una técnica nueva, de plazo solamente pueden tener
mo, nuevos métodos de pro­
ducción y de transporte, nuevos Sin embargo, en Schumpeter fuentes de abastecimiento nue- lugar rarísima vez y que incluso
mercados, nuevas formas de or- hay una ambigüedad evidente vas, de un tipo nuevo de organi- las aproximaciones tolerables a
zación {la unidad de dirección en los requisitos del concepto tienen
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que ser aún más raros que los deberían recurrir f undamental­ clásico en que había gestado su Lo cierto es que Schumpeter
casos de competencia perfecta" mente a la "estrategia de los pre­ pensamiento se aprecia en su ha terminado por ser digerido
(p. 140), apuntó claramente ha­ cios, la estrategia de la calidad incapacidad para desarrollar los dentro de la corriente del análi­
cia la tercera vía de la "compe­ -'diferenciación del os p roduc­ aspectos microeconómicos de sis estático de la competencia,
tencia monopolista", a cuyos teó­ tos'38_ y la publicidad", en un mo­ sus intuiciones sobre el proceso como un representante de la idea
ricos (él cita expresamente a delo de competencia monopolis­ de innovación tecnológica sobre de la correlación positiva entre
Chamberlin y Robinson) consi­ ta q ue e s .. un modelo c omple­ el que tanto insistió. Igual que ha gran empresa y/o monopolio, por
dera los autores de "una de las tamente distinto, del que no pa­ ocurrido después con los teóri­ una parte, y actividad de investi­
mayores contribuciones a la rece haber razón para esperar cos de la competencia imper­ gación y desarrollo de las empre­
ciencia económica de la posgue­ que dé lugar a los resultados de fecta que se han ocupado del sas, por otra40 ; tema que la Eco­
rra" (p. 115). Consideró que sal­ la competencia perfecta, sino cambio técnico, el tratamiento nomía Industrial trata exclusi­
vo unos pocos casos de produc­ que se adapta mucho mejor a I schumpeteriano de esta cuestión vamente en relación con el pro­
tos agrícolas, los empresarios esquema monopolista" (ibidem). no ha sido capaz de integrar de blema de las patentes y los sis­
forma efectiva el tratamiento del temas alternativos de protección
cambio técnico como fenómeno legal de ciertas nuevas tecnolo­
Costes
puramente técnico o tecnológico gías (véase el capítulo 10 de
con la teoría económica general. Tirole, 1988), pero en un contex­
A
La insistencia schumpeteriana y to enteramente ajeno al enfoque
sobre todo neo-schumpeteriana dinámico de Schumpeter.
en los diversos aspectos de los Por último, Schumpeter ha
procesos de innovación y difusión ejercido su influencia también en
técnicas, en los problemas liga­ los economistas de lo que se
dos a su protección legal, en los conoce como Nueva Escuela
procesos de imitación como al­ Austriaca, que siguen insistiendo
ternativa de la innovación, etc., en las ideas de rivalidad y proce­
todo ello no ha podidO integrarse so dinámico para atacar el enfo­
eficazmente en una auténtica teo­ que de la competencia perfecta.
ría microeconómica del cambio Así, Kirzner (1973t 1 denuncia la
0 ' - - - - - - - - - - - - - - - Dif'erenciación técnico. Seguramente, la razón ausencia de toda rivalidad en la
de este fracaso es que han falta­ concepción dominante, no sólo
do en Schumpeter las categorías en la competencia perfecta sino
3. Reforzó la anterior tenden­ zan por fin a salir de la etapa en que utilizara Marx para conseguir­ igualmente en la competencia
cia -lo que explica que parte del la que no veían otra cosa que la lo; en particular, están ausentes imperfecta o monopolista, pues
mensaje s chumpeteriano haya competencia de los precios. Tan en esta línea de pensamiento los también aquí el análisis se limita
sido absorbido por la corriente de pronto como la competencia de conceptos de "mecanización" y a la situación de equilíbrio, des­
la Economía Industrial y otras las calidades y el esfuerzo por "capitalización" de la producción entendiéndose del proceso que
variantes de la competencia im­ vender son admitidos en el recin­ (véase Shaikh 1979 y 1980), que cond uce a la misma 42 • De hecho,
perfecta- al insistir en un tema to sagrado de la teoría, la varia­ permiten conectar los procesos la esencia de la economía aus­
muy querido por los economis­ ble del precio es expulsada de su puramente técnicos con la es­ triaca es, según McNulty, "su én­
tas actuales que, procedentes de posición dominante" (ibidem). tructura de costes de la empre­ fasis en el proceso económico
la competencia imperfecta, for­ 4. Otro síntoma de que sa, y transformar la competencia continuo, como algo opuesto al
man parte creciente de la orto­ Schumpeter no logró desemba­ tecnológica en competencia de análisis del equilibrio de la teoría
doxia: "Los economistas comien­ razarse del todo del marco neo­ costes y de calidades 39 • neoclásica" (1987, p. 536), por lo

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que ser aún más raros que los deberían recurrir f undamental­ clásico en que había gestado su Lo cierto es que Schumpeter
casos de competencia perfecta" mente a la "estrategia de los pre­ pensamiento se aprecia en su ha terminado por ser digerido
(p. 140), apuntó claramente ha­ cios, la estrategia de la calidad incapacidad para desarrollar los dentro de la corriente del análi­
cia la tercera vía de la "compe­ -'diferenciación del os p roduc­ aspectos microeconómicos de sis estático de la competencia,
tencia monopolista", a cuyos teó­ tos'38 - y la publicidad", en un mo­ sus intuiciones sobre el proceso como un representante de la idea
ricos (él cita expresamente a delo de competencia monopolis­ de innovación tecnológica sobre de la correlación positiva entre
Chamberlin y Robinson) consi­ ta que e s "un modelo c omple­ el que tanto insistió. Igual que ha gran empresa y/o monopolio, por
dera los autores de "una de las tamente distinto, del que no pa­ ocurrido después con los teóri­ una parte, y actividad de investi­
mayores contribuciones a la rece haber razón p ara esperar cos de la competencia imper­ gación y desarrollo de las empre­
ciencia económica de la posgue­ que dé lugar a los resultados de fecta que se han ocupado del sas, por otra 40 ; tema que la Eco­
rra" (p. 115). Consideró que sal­ la competencia perfecta, sino cambio técnico, el tratamiento nomía Industrial trata exclusi­
vo unos pocos casos de produc­ que se adapta mucho mejor al schumpeteriano de esta cuestión vamente en relación con el pro­
tos agrícolas, los empresarios esquema monopolista" (ibidem). no ha sido capaz de integrar de blema de las patentes y los sis­
forma efectiva el tratamiento del temas alternativos de protección
Costes cambio técnico como fenómeno legal de ciertas nuevas tecnolo­
puramente técnico o tecnológico gías (véase el capítulo 10 de
A con la teoría económica general. Tirole, 1988), pero en un contex­
La insistencia schumpeteriana y to enteramente ajeno al enfoque
sobre todo neo-schumpeteriana dinámico de Schumpeter.
en los diversos aspectos de los Por último, Schumpeter ha
procesos de innovación y difusión ejercido su influencia también en
técnicas, en los problemas liga­ los economistas de lo que se
dos a su protección legal, en los conoce como Nueva Escuela
procesos de imitación como al­ Austriaca, que siguen insistiendo
ternativa de la innovación, etc., en las ideas de rivalidad y proce­
todo ello no ha podido integrarse so dinámico para atacar el enfo­
eficazmente en una auténtica teo­ que de la competencia perfecta.
o L--_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Diferenciación
ría microeconómica del cambio Así, Kirzner (1973)41 denuncia la
técnico. Seguramente, la razón ausencia de toda rivalidad en la
de este fracaso es que han falta­ concepción dominante, no sólo
do en Schumpeter las categorías en la competencia perfecta sino
3. Reforzó la anterior tenden­ zan por fin a salir de la etapa en que utilizara Marx para conseguir­ igualmente en la competencia
cia -lo que explica que parte del la que no veían otra cosa que la lo; en particular, están ausentes imperfecta o monopolista, pues
mensaje s chumpeteriano haya competencia de los precios. Tan en esta línea de pensamiento los también aquí el análisis se limita
sido absorbido por la corriente de pronto como la competencia de conceptos de "mecanización" y a la situación de equilibrio, des­
la Economía Industrial yo tras las calidades y el esfuerzo por "capitalización" de la producción entendiéndose del proceso que
variantes de la competencia im­ vender son admitidos en el recin­ conduce a la misma42 • De hecho,
(véase Shaikh 1979 y 1980), que
perfecta- al insistir en un tema to sagrado de la teoría, la varia­ la esencia de la economía aus­
permiten conectar los procesos
muy querido por los economis­ ble del precio es expulsada de su triaca es, según McNulty, "su én­
puramente técnicos con la es­
tas actuales que, procedentes de posición dominante" (ibidem).
tructura de costes de la empre­ fasis en el proceso económico
la competencia imperfecta, for­ 4. Otro síntoma de que sa, y transformar la competencia continuo, como algo opuesto al
man parte creciente de la orto­ Schumpeter no logró desemba­ tecnológica en competencia de análisis del equilibrio de la teoría
doxia: "Los economistas comien­ razarse del todo del marco neo­ costes y de calidades 39 • neoclásica" (1987, p. 536), por lo

---------~~~------------------ ---------~O]D~----------------
que su concepción de la compe· se aplica a cualquier otra empre­ Precio
tencia no es sino un reflejo parti­ sa que no sea de competencia
P
cularde esta posición, que les lle­ perfecta) que menoscaba el bien­
va a rechazar tajantemente la estar general vendiendo más
competencia perfecta43 • caro y menos cantidad que la
empresa "competitiva". En otro
lugar (véase Guerrero, 1995,
Apéndice 11. Dos notas sobre 1996) he combatido este argu­
la concepción neoclásica del mento en el contexto de una dis­
monopolio cusión general de la idea de
competitividad, pero conviene
D
11. 1. El análisis gráfico, y su aclarar mejor cuáles son las ra­
transformación en un contexto zones a favor y en contra de la
"dinámico". idea del doble efecto perverso del
monopolio porque son éstas tam­ Q Q
La mala imagen del monopo­ bién las razones que pueden dar­
lio para la Economía convencio­ se a favor o en contra de la tesis (a) (1)>)
nal del Bienestar se proyecta ín­ de que el (crecimiento del) sec­ Figura 1: Dos interpretaciones del monopolio: (a) convencional; (b) dinámica.
tegramente sobre los servicios tor servicios supone una amena­
como consecuencia de ser éste za para el crecimiento a largo
un sector mucho más cerrado a plazo de las economías. Según Las dos páginas de la entre­
la competencia mundial que lo el enfoque tradicional, la empre­ 2. George Bush, hijo, y Milton
Friedman, sobre el monopolio y vista estaban encabezadas por
que sucede en el caso de los sa monopolista produce una can­ el gran titular: "La guerra no debe
sectores productores de bienes, tidad inferior, y lo hace a un pre­ el Estado.
ser un pretexto para la interven­
hasta el punto de que la teoría del cio superior, que en competencia En una larga entrevista publi­ ción del Estado". Y en la misma
comercio internacional, cuando perfecta. Pero según el enfoque cada dos meses después del 11­ Friedman mostraba que es aun
distingue entre bienes comer­ dinámico de la competencia, esto S en el diario El País (domingo, más liberal que Bush en varios
ciables y bienes no comercia­ no es necesariamente así: si la 11 de noviembre de 2001, pp. 10­ sentidos. Por una parte, Fried­
bles, identifica normalmente los empresa monopolista no tiene 11 del Suplemento Negocios), man no aceptaba ni el keyne­
segundos con los servicios. Esta los mismos costes que la de Milton Friedman mostraba clara­ sianismo normal de los keyne­
impermeabilidad a la competen­ competencia perfecta -y no hay mente la concepción liberal del sianos ni el keynesianismo "per­
cia extranjera dota supuestamen­ razón alguna para que sean idén­ monopolio, junto a las diferencias verso" de los Bush y de los
te al sector servicios de un po­ ticos-, la situación puede ser la que, en torno a la cuestión más Reagan 44 • Por otra parte, critica­
der de mercado o de monopolio de la figura 1{o) en vez de la 1(a), general de la intervención del ba a Bush por ayudar con fondos
que le permite elevar los precios con lo que se derrumbaría de un Estado en la economía, existe públiCOS a las compañías de avia­
por encima de los costes, contri­ golpe la enorme cantidad de lite­ entre el (ultra) liberalismo dogmá­ ción y de seguros45 • Criticaba
buyendo así a la dinámica infla­ ratura sobre los efectos pernicio­ tico que él representa y el (ultra) asimismo, por enésima vez, la
cionista como si se tratara del tí­ sos del monopolio en términos liberalismo pragmático del líder rigidez del mercado de trabajo
46
pico monopolio (en realidad, esto de Economía del bienestar. de su partido, el Presidente de como causa del desemp Ieo .
Estados Unidos, George W. Pero nada de eso le impedía al
Bush. periódiCO español presentar al

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I
que su concepción de la compe­ se aplica a cualquier otra empre­ Preet..
tencia no es sino un reflejo parti­ sa que no sea de competencia
cular de esta posición, que les lle­ perfecta) que menoscaba el bien­ p

va a rechazar tajantemente la estar general vendiendo más


competencia perfecta 43 • caro y menos cantidad que la
empresa "competitiva". En otro
lugar (véase Guerrero, 1995,
Apéndice 11. Dos notas sobre 1996) he combatido este argu­
la concepción neoclásica del mento en el contexto de una dis­
monopolio cusión general de la idea de
competitividad, pero conviene
11. 1. El análisis gráfico, y su aclarar mejor cuáles son las ra­ D

transformación en un contexto zones a favor y en contra de la


"dinámico". idea del doble efecto perverso del
monopolio porque son éstas tam­
Q Q
La mala imagen del monopo­ bién las razones que pueden dar­ c:p

lio para la Economía convencio­ se a favor o en contra de la tesis


(a) (h)
nal del Bienestar se proyecta ín­ de que el (crecimiento del) sec­
Figura 1: Dos interpretaciones del monopolio: (a) convencional; (b) dinámica.
tegramente sobre los servicios tor servicios supone una amena­
como consecuencia de ser éste za para el crecimiento a largo
un sector mucho más cerrado a plazo de las economías. Según
la competencia mundial que lo el enfoque tradicional, la empre­ 2. George Bush, hijo, y Milton Las dos páginas de la entre­
que sucede en el caso de los sa monopolista produce una can­ Friedman, sobre el monopolio y vista estaban encabezadas por
sectores productores de bienes, tidad inferior, y lo hace a un pre­ el Estado. el gran titular: "La guerra no debe
hasta el punto de que la teoría del cio superior, que en competencia ser un pretexto para la interven­
En una larga entrevista publi­ ción del Estado". Yen la misma
comercio internacional, cuando perfecta. Pero según el enfoque
cada dos meses después del 11­ Friedman mostraba que es aun
distingue entre bienes comer­ dinámico de la competencia, esto
S en el diario El País (domingo, más liberal que Bush en varios
ciables y bienes no comercia­ no es necesariamente así: si la
11 de noviembre de 2001 , pp. 10­ sentidos. Por una parte, Fried­
bles, identifica normalmente los empresa monopolista no tiene
11 del Suplemento Negocios), man no aceptaba ni el keyne­
segundos con los servicios. Esta los mismos costes que la de
Milton Friedman mostraba clara­ sianismo normal de los keyne­
impermeabilidad a la competen­ competencia perfecta -y no hay
mente la concepción liberal del sianos ni el keynesianismo "per­
cia extranjera dota supuestamen­ razón alguna para que sean idén­
monopolio, junto a las diferencias verso" de los Bush y de los
te al sector servicios de un po­ ticos-, la situación puede ser la
que, en tomo a la cuestión más Reagan 44 • Por otra parte, critica­
der de mercado o de monopolio de la figura 1(o) en vez de la 1(a),
general de la intervención del ba a Bush por ayudar con fondos
que le permite elevar los precios con lo que se derrumbaría de un
Estado en la economía, existe públicos a las compañías de avia­
por encima de los costes, contri­ gOlpe la enorme cantidad de lite­
entre el (ultra) liberalismodogmá­ ción y de seguros 45 • Criticaba
buyendo así a la dinámica infla­ ratura sobre los efectos pernicio­
tico que él representa y el (ultra) asimismo, por enésima vez, la
cionista como si se tratara del tí­ sos del monopolio en términos
liberalismo pragmático del líder rigidez del mercado de trabajo
pico monopolio (en realidad, esto de Economía del bienestar.
de su partido, el Presidente de como causa del desemple046 •
Estados Unidos, George W. Pero nada de eso le impedía al
Bush. periódico español presentar al

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entrevistado con la siguiente in­ estaba en la pequeña empresa BIBLIOGRAFíA Berlin, 1. (1978): Karl Marx. His Life
troducción, que, por lo que vere­ individual, y aun en la propia mer­ and Environment, London: Oxford
University Press, 48 ed. (ed. origi­
mos, corresponde exactamente cancía y la contradicción que ésta Arroyo, A.; M. Prat, Dirección finan­ nal, 1938, en Thornton Butten­
a su posición: "El defensor a encierra entre su valor de uso y ciera, 2a ed., Ed. Deusto, Madrid, worth) [Karl Marx. Su vida y su
ultranza del libre mercado no su valor. En vez de eso, los cua­ 1994. entorno. Introducción de Alan
duda en atacar a los empresa­ tro autores citados pensaban que Ryan. Trad. de Roberto Bixio. Pre­
rios, porque, según explica en Asimakopulos, A. (1978): An
el problema es que la gran em­ Introduction to Economic Theory: paración: Angel Rivero, Madrid:
esta entrevista, sus 'Iobbies' son presa contradice la libertad de la Alianza, 2000].
Microeconomics, Oxford Universi­
una amenaza para las socieda­ pequeña empresa y su libre com­ ty Press, Canadá [Introducción a Bernstein, E. (1899): Die Vorau­
des libres". petencia. la teorla microeconómíca, Vicens, ssetzungen des Sozialismus und
y en efecto, su respuesta a Se entiende bien que los libe­ Barcelona, 1983]. díe Aufgaben der Sozialdemo­
una pregunta expresa en este rales sea contrarios al monopo­ Baran, P. (1957): The Politícal kratie, J. H. W. Dietz, Stuttgart
sentido así justifica esa presen­ Economy of Growth, Monthly [Las premisas del socialismo y
lio. La razón es simple: al criticar
tación. La periodista pregunta: Review Press, Nueva York [Eco­ las tareas de la socialdemocra­
lo que presentan como una de­ cia, trad. de J. Aricó sobre la edi­
"Su desconfianza hacia los polí­ formación e hipertrofia de los ras­ nomía Política del crecimiento,
ticos es grande, pero ¿no des­ traducción de Nathan Warman, ción italiana; y traducción de Ire­
gos "buenos" del sistema, en el ne del Carril y Alfonso García
confía de las grandes empre­ Fondo de Cultura Económica,
fondo están argumentando implí­ México, 1975 (1 a edición, 1959)]. Ruiz, Siglo XXI, México, 1982]
sas?". Y él responde: "iPOr su­ citamente a favor del sistema
puesto que sí! Los empresarios Baran, P. (1959): "Reflections on Boceara, P. (1974): Études sur le
competitivo (al que se opone la Capitalísme monopolíste d'état, sa
son los enemigos de una socie­ actuación de los monopolios, en undercosumption", in M. Abra­
dad libre, toda empresa supone movitz (ed., 1959): TheAllocation crise et son issue, ~ditions so­
su opinión). ciales, París.
un gran peligro para los gobier­ of Economic Resources: Essays
nos. Al fin y el cabo se sirven de En cuanto a los marxistas in Honour of Bernard Francís Borrelly, R. (1975): Les disparités
los gobiemos para sus propios "antimonopolistas", su error teó­ Haley, Stanford University Press, sectoriel/es des taux de profit,
fines ( ... ) Por esa razón también rico parece residir en el error de Stanford, pp. 52-64. Presses Universitaires de Gre­
estoy a favor de que el Gobiemo cálculo político que supone insis­ Baran, Paul y Sweezy, P. (1966): noble, Grenoble.
sea más débil, más reducido, con tir en la consigna de "Todos con­ Monopoly Capital, An Essay On Bottomore, T. (1987): "Bernstein,
objeto de reducir el poder de las tra los monopolistas: unámonos The American Economíc and So­ Eduard", The New Palgrave: A
grandes empresas." los asalariados y las clases me­ cialOrder, Monthly Review Press, Dictionary of Economics, eds. J.
dias en su contra, incluidos los Nueva York [El capital monopo­ Eatwell, M. Milgate, P. Newman,
Así que podemos preguntar­ lista, Siglo XXI, México, 1972. Macmillan, Londres, vol. 1, pp.
pequeños empresarios". Marx,
nos, con el lector: ¿cómo se ex­ por el contrario, prefería pensar Ensayo sobre el orden económi­ 232-233.
plica esta coincidencia entre un co y social de los Estados Uni­
que más valía una oposición dos, Ed. Siglo XXI, México, tra­ Braverman, H. (1974): Labor and
liberal procapitalista tan impor­
cualitativamente consistente y ducción de Arminda Chávez de Monopoly Capital: the Degradatíon
tante como Milton Friedman, por
consciente, aunque al principio Yáñez, 1974 (1 a edición, 1968)]. of Work in the Twentieth Century,
una parte, y unos marxistas an­ New York: Monthly Review Press
minoritaria, que una oposición
ticapitalistas tan famosos como Baran, Paul y Sweezy, P. (1962): [Trabajo y capital monopolista,
cuantitativamente numerosa
Hilferding, Lenin y Sweezy? Por­ "Monopoly capital: the American Nuestro Tiempo, México, 1975].
pero completamente heterogé­ economic and social order",
que todos ellos, a diferencia de
nea y ecléctica. Monthly Review, 14, Julio-agosto, Bujarin, N. 1. (1915): La economía
lo que le sucedió a Marx, se de­
pp. 131-224. mundial y el imperialismo, Ruedo
jaron atraer (más amenos) ha­ En su época, Marx insistió en
Ibérico, París, 1969.
cia el centro de la órbita teórica que no era un marxista. Hoy ten­ Barrat Brown, M. (1974): The Eco­
del liberalismo. Ninguno vio, dríamos que decir que no somos nomics of Imperialism, Penguin, Caín, P. J. (1985): "Hobson, Wilshíre
como Marx, que el problema ya "radicales". Baltimore. and the capitalist theory of

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entrevistado con la siguiente in­ estaba en la pequefia empresa BIBLIOGRAFíA Berlín, l. (1978): Karl Marx. His Life
troducción, que, por lo que vere­ individual, y aun en la propia mer­ and Environment, London: Oxford
mos, corresponde exactamente cancía y la contradicción que ésta University Press, 4a ed. (ed. origi­
Arroyo, A.; M. Prat, Dirección finan­ nal, 1938, en Thornton Butten­
a su posición: "El defensor a encierra entre su valor de uso y ciera, 2a ed., Ed. Deusto, Madrid, worth) [Karl Marx. Su vida y su
ultranza del libre mercado no su valor. En vez de eso, los cua­ 1994. entorno. Introducción de Alan
duda en atacar a los empresa­ tro autores citados pensaban que
Asimakopulos, A. (1978): An Ryan. Trad. de Roberto Bixio. Pre­
rios, porque, según explica en el problema es que la gran em­ paración: Ángel Rivero, Madrid:
Introduction lo Economic Theory:
esta entrevista, sus 'Iobbies' son presa contradice la libertad de la Alianza, 2000].
Microeconomics, Oxford Universi­
una amenaza para las socieda­ pequeña empresa y su libre com­ ty Press, Canadá [Introducción a Bernstein, E. (1899): Die Vorau­
des libres", petencia. la teorfa microeconómica, Vicens, ssetzungen des Sozialismus und
y en efecto, su respuesta a Se entiende bien que los libe­ Barcelona, 19831· die Aufgaben der Sozialdemo­
una pregunta expresa en este rales sea contrarios al monopo­ Baran, P. (1957): The Political kratie, J. H. W. Dietz, Stuttgart
sentido así justifica esa presen­ lio. La razón es simple: al criticar Economy of Growth, Monthly [Las premisas del socialismo y
tación, La periodista pregunta: lo que presentan como una de­ Review Press, Nueva York [Eco­ las tareas de la socialdemocra­
"Su desconfianza hacia los polí­ nomía Política del crecimiento, cia, trad. de J. Aricó sobre la edi­
formación e hipertrofia de los ras­
ticos es grande, pero ¿no des­ traducción de Nathan Warman, ción italiana; y traducción de Ire­
gos "buenos" del sistema, en el
confía de las grandes empre­ Fondo de Cultura Económica, ne del Carril y Alfonso Garcia
fondo están argumentando implí.,. Ruiz, Siglo XXI, México, 1982]
sas?", Y él responde: "¡Por su­ México, 1975 (1 a edición, 1959)].
cita mente a favor del sistema
puesto que sil Los empresarios competitivo (al que se opone la Baran, P. (1959): "Reflections on Boceara, P. (1974): Études sur le
son los enemigos de una socie­ undercosumption", in M. Abra­ Capitalisme monopoliste d'état, sa
actuación de los monopolios, en
dad libre, toda empresa supone movitz (ed., 1959): TheAllocation crise et son issue, Éditions so­
su opinión).
un gran peligro para los gobier­ of Economic Resources: Essays ciales, París.
nos. Al fin yel cabo se sirven de En cuanto a los marxistas in Honour of Bernard Francis Borrelly, R. (1975): Les disparités
los gobiernos para sus propios "antimonopolistas", su error teó­ Haley. Stanford University Press, sectorieJles des taux de profit,
fines ( ...) Por esa razón también rico parece residir en el error de Stanford, pp. 52-64. Presses Universitaires de Gre­
estoy a favor de que el Gobierno cálculo político que supone insis­ Baran, Paul y Sweezy, P. (1966): noble, Grenoble.
sea más débil, más reducido, con tir en la consigna de "Todos con­ Monopoly Capital, An Essay On Bottomore, T. (1987): "Bernstein,
objeto de reducir el poder de las tra los monopolistas: unámonos The American Economic and So­ Eduard'" The New Palgrave: A
grandes empresas." los asalariados y las clases me­ cial Order, Monthly Review Press, Dictionary of Economics, eds. J.
dias en su contra, incluidos los Nueva York [El capital monopo­ Eatwell, M. Milgate, P. Newman,
Así que podemos preguntar­ pequeños empresarios". Marx, lista, Siglo XXI, México, 1972. Macmillan, Londres, vol. 1, pp.
nos, con el lector: ¿cómo se ex­ por el contrario, prefería pensar Ensayo sobre el orden económi­ 232-233.
plica esta coincidencia entre un que más valía una oposición co y social de los Estados Uni­
liberal procapitalista tan impor­ dos, Ed. Siglo XXI, México, tra­ Braverman, H. (1974): Labor and
cualitativamente consistente y Monopoly Capital: the Degradation
tante como Milton Friedman, por ducción de Arminda Chávez de
consciente, aunque al principio Yáñez, 1974 (1 a edición, 1968)]. of Work in Ihe Twentíeth Century,
una parte, y unos marxistas an­
minoritaria, que una oposición New York: Monthly Review Press
ticapitalistas tan famosos como Baran, Paul y Sweezy, P. (1962):
cuantitativamente numerosa [Trabajo y capital monopolista,
Hilferding, Lenin y Sweezy? Por­ "Monopoly capital: the American
pero completamente heterogé­ Nuestro Tiempo. México, 1975].
que todos ellos, a diferencia de economic and social order",
nea y ecléctica. MonthlyReview, 14, Julio-agosto, Bujarin, N. 1. (1915): La economía
lo que le sucedió a Marx, se de­
jaron atraer (más o menos) ha­ En su época. Marx insistió en pp. 131-224. mundial y el imperialismo, Ruedo
que no era un marxista. Hoy ten­ Ibérico, París, 1969.
cia el centro de la órbita teórica Barrat Brown, M. (1974): The Eco­
del liberalismo. Ninguno vio, driamos que decir que no somos nomics of Imperialism, Penguin, Cain, P. J. (1985): "Hobson, Wilshire
como Marx, que el problema ya "radicales" . Baltimore. and the capitalist theory of

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capitalist imperialism", Historyof talism, St. Martin's Press, New imperialism", History of Political Hayek: Individualism and Eco­
PoIitical Economy, 17 (3), pp. 455­ York. Economy, 15 (1), pp. 38-62. nomic Order, Routledge and
460. Sons, Londres.
Delilez, P. (1971): Sobre los mono­ Fairley, J. (1980): "French deve­
polios, Alberto Corazón, Madrid, lopments in the theory of state Herzog, P.; Lagiet, M. (1970): "Le
Cantwell, J. (1991): "La teoría de la
1975. monopoly capitalism", Science Capitalisme Monopoliste de Baran
competencia tecnológica de la
and Society, 44 (3), pp. 305-325. et Sweezy: une analyse key­
producción internacional y sus Dobb, Maurice H. (1945): Studies in nésienne", Économie et Polítique,
consecuencias", Información Co­ the development of capitalism, Foster, John Bellamy; H. Szlajfer, No. 192/193, julio-agosto, pp.
mercial Española, n. 692, abril, Routledge and Kegan Paul, Lon­ eds. (1984): The Faltering 103-132.
pp.83-111. don, 1962 [Estudios sobre el Economy: the Problem of Accu­
desarrollo del capitalismo, S. XXI, mulation under Monopoly Hilferding, R. (1910): Das Finanz­
Chamber1in, E. H. (1933): The Theory
Madrid, 1971 (8a ed., 1976)]. Capitalism, Monthly Review kapital [El capital financiero,
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Re-orientation of the Theory of
Value, Cambridge, Mass. [reoria y dependencia, Era, México. Glick, M. (1985): "Competition vs. Hirschman, AlbertO. (1981): "Hegel,
de la competencia monopólica, 2a Monopoly: Profit Rate Dispersion el imperialismo y el estancamien­
Dosi, G.; Et AlU (Eds.) (1988):
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Jouma/ofEconomics, 2, pp. 233­ Stagnation in American Capita­ pp. 541-544. NOTAS
251. lism, Basil BlackwelJ, Oxford [Ma­
durez y estancamiento en el ca­ Sweezy, Paul (1991): "Monopoly Ca­
Shaikh, A. (1978): "An introduction pitalismo americano, Siglo XXIJ. pital after twenty-five years", 1. Digamos, de pasada, que a
to the history of crisis theories", Monthly Review, 43 (7), pp. 52-57. Marx hay que reconocerle, cuando
in: U. S. Capitalism in Crisis, New Steindl, Joseph (1984): 'The Present menos, la misma honradez científica
State of Economics", The Banca Sweezy, P.; H. Magdoff (1992): "On que el atribuyó varias veces a Ricardo.
York: U.R.P.E.
Nazionale del Lavoro Quarterly understanding the history of Por citar un segundo ejemplo de esta
Shaikh, A. (1979): "Notes on the Review, marzo [y Monthly Review, capitalism", Monthly Review, 44 imparcialidad en su búsqueda de la
Marxían Notion of Competition", febrero, pp. 35-48J. (5), pp. 1-9. verdad -que lo lleva a dar la razón a un

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vernitz, a quien acusa de "entusiasta
burgués frente a un socialista, sin im­ editores de Moscú de la edición aquí alcanza su mayor grado de poder, ft

admirador del imperialismo alemán Y


portarle para nada que esto sea así y manejada (1976), su título original era mientras que el capital comercial vive
a la vez defensor de un neosansi­
El imperialismo, etapa contemporánea su degradación más profunda" (p.
que pueda interpretarse como una monismo: "El capital monetario de la
piedra tirada sobre el propio tejado de del capitalismo (Esbozo popular), 248). nación está unido en los bancos; los
la batalla socialista-, recordemos aquí mientras que cuatro años más tarde 7. Y también por Sweezy: bancos están unidos entre si en el
los debates entre Sismondi y el propio pasó a ser El imperialismo, fase supe­ "Hilferding erró en el sentido de sobre­ cártel ( ... ) Entonces se cumplen las
Ricardo, en los que, tras apreciar la rior del capitalismo. También en las estimar la importancia de la domina­ palabras geniales de Saint-Simon: 'La
aportación del primero, Marx reconoce ediciones en francés e inglés (incom­ ción financiera en la última etapa del anarquía actual de la producción, con­
que la razón está de parte de Ricardo. pleta), de 1923, se usó el nuevo título. desarrollo capitalista"; y se trata de un secuencia del desarrollo de las rela­
error "grave" que no deja ver con niti­ ciones económicas sin una regulación
2. Lenin le adjudica al modo de 5. El revisionista Bernstein criticó
dez el proceso actual de autofinan­ uniforme, debe dar paso a la organi­
razonar del marxista H. Cunow el ad­ a Marx en 1899 porque las condicio­
ciación de la inversión, pues la "base" zación de la producción. La producción
jetivo "burdo": "El imperialismo es el nes de entonces no eran las de la épo­
del capital financiero "es el capital in­ no será dirigida por patronos aislados,
capitalismo contemporáneo; el desa­ ca del Manifiesto Comunista (Botto­
dustrial Y no, como Hilferding pensó independientes unos de los otros (...)
rrollo del capitalismo es inevitable y more, 1987, p. 233), Y esta misma crí­
que seria, el capital bancario" (1942, la producción se hallará en manos de
progresista; por consiguiente el impe­ tica ha sido repetida por diversos eco­
pp. 286, 295). Pero Sweezy también una institución social determinada. El
rialismo es progresista ( ... )" (Lenin, nomistas marxistas, "ortodoxos" y
exime de este error a Lenin (p. 296), Y organismo central de administración
1917, p. 463). Pero, salvando las dis­ "heterodoxos", como Lenin, Stalin,
aprovecha para preferir la expresión (... ) la regulará (... l'. Estamos todavía
tancias políticas que existían entre Sweezy, Baran, Lange, Dobb, Mandel,
·capital monopolista" a la de ·capital lejos de que se cumplan estas pala­
ambos, el tipo de razonamiento es, Mozskowska, Strachey, Boceara,
financiero", precisamente por estas bras de Saint-Simon, pero nos halla­
como veremos, muy similar en los dos Rindina y Chérnikov, Del Llano, etc., y
razones. mos ya envías de lograrlo: es un mar­
autores. se sigue repitiendo cada vez con más
8. Esta cuestión de la relación en­ xismo distinto de como se lo imagina­
3. Es significativo que Sweezy no insistencia. Bernstein se concentró en ba Marx, pero distinto sólo por la for­
las consecuencias de los cambios en tre el "capitalismo monopolista" y la
sólo señale a Hilferding (1910), sino ma" (Schulze-Gaevernitz, citado en
la estructura de clases desde la épo­ desigualdad de las tasas sectoriales
también a Veblen (1904), entre quie­ Lenin, 1917. pp. 499-500).
ca de Marx -anticipándose un siglo a de ganancia es importante. La france­
nes iniciaron esta interpretación. Co­ 10. De la misma manera en que
los que algunos todavía anuncian hoy sa R. Borrelly ha analizado cómo de
menta además que Hilferding fue in­ Hilferding sigue, en esta idea de la
como novedad-, afirmando que "la esta idea, que también arranca de
capaz de "integrar los nuevos fenóme­ separación entre las relaciones de pro­
polarización de clases anticipada por Hilferding, han surgido dos posiciones
nos del desarrollo capitalista en el ducción y las de distribución, a John
Marx no se estaba produciendo por­ distintas que, sin embargo, abogan
núcleo de la estructura teórica de Marx Stuart Mili (creyendo seguir a Marx,),
que la concentración de capital en conjuntamente por la tesis de la des­
(valor, plusvalía y sobre todo el proce­ así también, en el desarrollo de sus
grandes empresas iba acompañada igualdad de rentabilidades sectoriales
so de la acumulación de capital)", ade­ ideas sobre el monopolio, sigue la ten­
del desarrollo de nuevas empresas (Borrelly 1975). La primera es la de
lantó su conocida conclusión de que dencia abierta por otros autores socia­
pequeñas y medianas, la extensión de Ernest Mandel, que distingue entre una
"en condiciones de monopolio los pre­ listas criticados por Marx (Proudhon,
cios son indeterminados y por tanto la propiedad a círculos más amplios, tasa de beneficio del sector competiti­
el crecimiento del nivel general de vida, vo y otra del sector monopolístico la corriente del socialismo cristiano
inestables", y generalizó el argumento que inspiró al estadounidense R. T.
de Engels hasta llegar a la idea de que el aumento, y no la disminución, de la (1962, vol. 2, cap. 12), idea sugerida
ya por Steindl (1952) y que se encuen­ Ely, autor citado por Hilferding. etc.).
"no existe límite absoluto a la car­ clase media, y la creciente compleji­
telización (o monopolización), por lo
h
dad y diferenciación, en vez de simpli­ tra también en el cubano Del Llano 11. Más adelante Lenin se refiere
que el "resultado de este proceso es, ficación, de la estructura de la socie­ (1976). La segunda se corresponde al "malabarismo en los balances"
pues, el cartel general" (1987, p. 542). dad capitalista" (ibidem). con una posición extrema, represen­ como algo parGcido a lo que hoy se
tada por el francés Delilez (1971), que llama "ingeniería financiera"; pero ha­
4. Es interesante señalar que 6. Afirma en concreto: "A medida explica la desigualdad de las tasas de bría que decir que argumentos como
Lenin, a su vez, en la introducción al que el capital mismo, en su grado su­ beneficio por el no funcionamiento, en éste merecen el calificativo de "mala­
capitulo primero de su Imperialismo, perior, se convierte en capital financie­ el capitalismo monopolista. de la ten­ barismo de la dialéctica". Lo que se
señala que el subtitulo del libro de ro, el magnate del capital, el capitalis­ quiere decir es que el hecho de que
dencia a la igualación.
Hilferding es "fase última [en el senti­ ta financiero, va reuniendo en sí la dis­ cambios cuantitativos den lugar de
do de "más reciente"] de desarrollo del posición de todo el capital nacional en 9. Lenin acierta en general en su
hecho, en ciertos casos, a cambios
capitalismo". Por su parte, el título del forma de dominio del capital bancario. critica a la idea del "superimpe­
cualitativos no autoriza, a quien sea
librito de Lenin cambió entre su edi­ La unión personal también juega aquí rialismo" de Kautsky. así como en la
conocedor de esa "ley", a aplicarla a
ción de 1917, en ruso, y la edición, de un papel importante. Con la formación crítica al miembro de la nueva escuela
histórica alemana, G. Schulze-Gae­ su conveniencia.
1921, en alemán. Como señalan los de cartels y trusts el capital financiero

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burgués frente a un socialista, sin im­ editores de Moscú de la edición aquí alcanza su mayor grado de poder, vernitz, a quien acusa de "entusiasta
portarle para nada que esto sea así y manejada (1976), su título original era mientras que el capital comercial vive admirador del imperialismo alemán~ y
que pueda interpretarse como una El imperialismo, etapa contemporánea su degradación más profunda" (p. a la vez defensor de un neosansi­
piedra tirada sobre el propio tejado de del capitalismo (Esbozo popular), 248), monismo: "El capital monetario de la
la batalla sOcialista-, recordemos aquí mientras que cuatro aflos más tarde nación está unido en los bancos; los
7. Y también por Sweezy:
los debates entre Sismondi y el propio pasó a ser El imperialismo, fase supe­ bancos están unidos entre sí en el
"Hilferding erró en el sentido de sobre­ cártel ( ...) Entonces se cumplen las
Ricardo, en los que, tras apreciar la rior del capitalismo. También en las estimar la importancia de la domina­
aportación del primero, Marx reconoce ediciones en francés e inglés (incom­ palabras geniales de Saint-Simon: 'La
ción financiera en la última etapa del anarquía actual de la producción, con­
que la razón está de parte de Ricardo. pleta), de 1923, se usó el nuevo título. desarrollo capitalista"; y se trata de un secuencia del desarrollo de las rela­
2. Lenin le adjudica al modo de 5. El revisionista Bernstein criticó error "grave" que no deja ver con niti­ ciones económicas sin una regulación
razonar del marxista H. Cunow el ad­ a Marx en 1899 porque las condicio­ dez el proceso actual de autofinan­ uniforme, debe dar paso a la organi­
jetivo "burdo~: "El imperialismo es el nes de entonces no eran las de la épo­ ciación de la inversión, pues la "base" zación de la producción. La producción
capitalismo contemporáneo; el desa­ ca del Manifiesto Comunista (Botto­ del capital financiero "es el capital in­ no será dirigida por patronos aislados,
rrollo del capitalismo es inevitable y more, 1987, p. 233), y esta misma crí­ dustrial y no, como Hilferding pensó independientes unos de los otros (... )
progresista; por consiguiente el impe­ tica ha sido repetida por diversos eco­ que sería, el capital bancario" (1942, la producción se hallará en manos de
rialismo es progresista (. .. )" (Lenin, nomistas marxistas, "ortodoxos" y pp. 286, 295). Pero Sweezy también una institución social determinada. El
1917, p. 463). Pero, salvando las dis­ "heterodoxos", como Lenin, Stalin, exime de este error a Lenin (p. 296), y organismo central de administración
tancias polfticas que existían entre
ambos, el tipo de razonamiento es,
Sweezy, Baran, Lange, Dobb, Mandel, aprovecha para preferir la expresión
"capital monopolista" a la de "capital
r.
(...) la regulará (... Estamos todavia
Mozskowska, Strachey, Boccara, lejos de que se cumplan estas pala­
como veremos, muy similar en los dos Rindina y Chérnikov, Del Llano, etc., y financiero", precisamente por estas bras de Saint-Simon, pero nos halla­
autores. se sigue repitiendo cada vez con más razones. mos ya envías de lograrlo: es un mar­
3. Es significativo que Sweezy no insistencia. Bernstein se concentró en 8. Esta cuestión de la relación en­ xismo distinto de como se lo imagina­
sólo seflale a Hilferding (1910), sino las consecuencias de los cambios en tre el "capitalismo monopolista" y la ba Marx, pero distinto sólo por la for­
también a Veblen (1904), entre quie­ la estructura de clases desde la épo­ desigualdad de las tasas sectoriales ma" (Schulze-Gaevernitz, citado en
nes iniciaron esta interpretación. Co­ ca de Marx -anticipándose un siglo a de ganancia es importante. La france­ Lenin, 1917, pp. 499-500).
menta además que Hilferding fue in­ los que algunos todavía anuncian hoy sa R. Borrelly ha analizado cómo de 10. De la misma manera en que
capaz de "integrar los nuevos fenóme­ como novedad-, afirmando que "la esta idea, que también arranca de Hilferding sigue, en esta idea de la
nos del desarrollo capitalista en el pOlarización de clases anticipada por Hilferding, han surgido dos posiciones separación entre las relaciones de pro­
núcleo de la estructura teórica de Marx Marx no se estaba produciendo por­ distintas que, sin embargo, abogan ducción y las de distribución, a John
(valor, plusvalía y sobre todo el proce­ que la concentración de capital en conjuntamente por la tesis de la des­ Stuart Mili (creyendo seguir a Marx,),
so de la acumulación de capital)", ade­ grandes empresas iba acompañada igualdad de rentabilidades sectoriales así también, en el desarrollo de sus
lantó su conocida conclusión de que del desarrollo de nuevas empresas (Borrelly 1975). La primera es la de ideas sobre el monopolio, sigue la ten­
"en condiciones de monopolio los pre­ pequeflas y medianas, la extensión de Ernest Mande!, que distingue entre una dencia abierta por otros autores socia­
cios son indeterminados y por tanto la propiedad a círculos más amplios, tasa de beneficio del sector competiti­ listas criticados por Marx (Proudhon,
inestables", y generalizó el argumento el crecimiento del nivel general de vida, vo y otra del sector monopolístico la corriente del socialismo cristiano
de Engels hasta llegar a la idea de que el aumento, y no la disminución, de la (1962, vol. 2, cap. 12), idea sugerida que inspiró al estadounidense R. T.
"no existe límite absoluto a la car­ clase media, y la creciente compleji­ ya por Steindl (1952) y que se encuen­ Ely, autor citado por Hilferding, etc.).
telización" (o monopolización), por lo dad y diferenciación, en vez de simpli­ tra también en el cubano Del Llano
que el "resultado de este proceso es, ficación, de la estructura de la socie­ 11. Más adelante Lenin se refiere
(1976). La segunda se corresponde al "malabarismo en los balances"
pues, el cartel general" (1987, p. 542). dad capitalista" (ibidem). con una posición extrema, represen­ como algo parGcido a lo que hoy se
4. Es interesante señalar que 6. Afirma en concreto: "A medida tada por el francés Delilez (1971), que llama Uingeniería financiera"; pero ha­
Lenin, a su vez, en la introducción al que el capital mismo, en su grado su­ explica la desigualdad de las tasas de bría que decir que argumentos como
capítulo primero de su Imperialismo, perior, se convierte en capital financie­ beneficio por el no funcionamiento, en éste merecen el calificativo de "mala­
seflala que el subtftulo del libro de ro, el magnate del capital, el capitalis­ el capitalismo monopolista, de la ten­ barismo de la dialéctica". Lo que se
Hilferding es "fase última [en el senti­ ta financiero, va reuniendo en sí la dis­ dencia a la igualación. quiere decir es que el hecho de que
do de "más reciente"] de desarrollo del posición de todo el capital nacional en 9. Lenin acierta en general en su cambíos cuantitativos den lugar de
capitalismo", Por su parte, el título del forma de dominio del capital bancario. crítica a la idea del "superimpe­ hecho, en ciertos casos, a cambios
librito de Lenin cambió entre su edi­ La unión personal también juega aquí rialismo" de Kautsky, así como en la cualitativos no autoriza, a quien sea
ción de 1917, en ruso, y la edición, de un papel importante. Con la formación crítica al miembro de la nueva escuela conocedor de esa "ley", a aplicarla a
1921, en alemán. Como seflalan los de carte/s y trusts el capital financiero histórica alemana, G. Schulze-Gae­ su conveniencia.

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cia analítica del poder de monopolio pletamente incorrecto h.ablar del ~pr~­
12. Esto también lo imita luego la competencia, que es el fijar precios cedimiento legal de la incorporación,
Sweezy casi literalmente, pues termi­ de competencia, es la esencia de la para la teoría de los precios y la igua­
que no tienen sentido en nuestra len­
na distinguiendo, sin ningún tipo de metamorfosis que ha tenido lugar en lación intersectorial de las tasas de
gua. Por otra parte, es evidente que no
matización, entre lo que es la situación nuestra economía", de forma que "las beneficio" (Dutt 1995, p. 151).
hacía falta que Sweezy dijera lo que
característica "bajo la competencia", y leyes de desarrollo de la etapa más 20. Obsérvese, sin embargo, que todo el mundo puede comprobar por
la que se da "bajo el monopolio" (1942, antigua del sistema ya no son válidas algunos autores marxistas utilizan el sí mismo: "Nuestro análisis sigue al
p. 303). plenamente para la nueva etapa [ ...] La término "capitalismo de Estado" como de Hilferding en el trazo general" (p.
13. Frente a la "violencia", simboli­ especie es todavía reconocible; pero sinónimo de "socialismo de Estado" 289).

zada por el cuchillo que usa Robinsón ha experimentado una mutación" de­ (por ejemplo, Mattick 1969, p. 272), y,
24. Sin embargo, aquí no exclui­
Crusoe para someter a Viernes, se­ bido a que los gerentes "empiezan a por tanto, en un sentido muy dif~rente
mos que pueda tratarse de un error de
gún Dühring, Engels responde con el ser capaces de afectar los precios" y del que se analiza en este eplgrafe,
la traducción española, ya que unas
argumento de que el cuchillo lo tendrá también de "afectar el nivel de sus pro­ que interpreta el capitalismo monopo­ páginas más abajo escribe Sweezy:
en general quien disponga de los re­ pias ganancias" (Strachey, 1956, pp. lista de estado como un paso más en "Nótese que a igualdad internacional
cursos económicos necesarios para
32-36). el desarrollo histórico del capitalismo de tasas de ganancia no implica igual­
fabricar las mejores armas. Y descar­ 16. Puede verse un repaso a esta
monopolista. dad internacional de tasas de plus­
ta, por esa razón, que la violencia sea literatura en Foster y Szlajfer (eds.)
21. Dejamos de lado, por tanto, las valía" (p. 320).

directamente una categoría económi­ (1984), y una crítica en Warren (1980).


muy interesantes aportaciones que se

ca. Por la misma razón descarta el "po­


25. El hecho de que, antes de la
17. Norton (1995) observa también pueden encontrar en las ot~as tres par­ introducción, vuelva a incluir Sweezy
der". Y diríamos que, por eso mismo, tes del libro citado, y dedicadas, res­
la influencia de esta literatura en Lan­ dos citas de famosos, en este caso de
Marx argumenta contra la corriente
ce Taylor (1985) y en Amitava DuU pectivamente, a: 1) Valor. y plusval~a.; 2) Hegel y de Frantz Fanon, no parece
anarquista que considera que el po­ El proceso de acumulaclon; 3) Cnsls y
der político (el Estado) es el enemigo (1990). preludiar nada bueno, ya que de ellas
depresiones. sólo cabe esperar el uso, tanto de los
principal del proletariado (en vez de lo 18. Baran y Sweezy (1966), pp. 9­
que él defiende: el capital). Lenin se 10. También Mazier señala que "de 22. Sweezy habla de la "sociedad "malabarismos dialécticos" que he­
vuelve a sumar al argumento de capitalista plenamente democrática", mos mencionado al hablar de su otro
Lenin a Sweezy o a Boccara, estos
Dühring al escribir: "Pero nuestro con­ autores no han podido integrar sino im­ y aclara que la concibe como "lo que libro, como la presencia de algun~ que
cepto de la fuerza efectiva y de la signi­ existe hoy en la mayor parte del ,:"un­ otra contribución en forma de tnbuto
perfectamente las nuevas formas adop­
ficación de los monopolios actuales do de habla inglesa: parlamentansmo oportunista al nacionalismo, a la v?z

tadas por el capitalismo en una pro­


sería en extremo insuficiente, incom­ combinado con sufragio universal y li­ tercermundista Y marxista, caractens­

blemática de conjunto. Se han visto


pleto, reducido, si no tomáramos en conducidos a poner el acento excesi­ bertad de organización en la esfera tico de Fanon.

consideración el papel de los bancos" vamente en ciertos fenómenos impor­ política" (p. 276) ..No creem.os que Marx 26. Sin embargo, Baran y Sweezy

(p. 397). Lenin insiste en su idea de tantes pero específicos (papel del im­ pudiera estar, ni por un Instante, de son conscientes de que Marx, "como
no separar lo económico de lo político perialismo o de los mercados exterio­ acuerdo con una definición así. los economistas clásicos antes que
en su crítica a Kautsky (precisamente res) o a teorizar las apariencias (mo­ 23. No podemos pasar por alto una él", consideró los monopolios "n?
por hacer lo contrario): "¿Cómo debe dos de intervención del Estado; impul­ reflexión que sólo tiene interés para como elementos esenciales del capI­
calificarse la fase actual del capitalis­ so del progreso científico y técnico; el quienes usan la lengua española. No talismo sino más bien como un rema­
mo, de imperialismo o de fase del ca­ fenómeno del despilfarro). Se han sabemos muy bien por qué, en esta
nente del pasado feudal y mercantilis­
pital financiero? Llamadlo como que­ multiplicado los análisis catastrofistas literatura se usa una mala traducción
ta" (ibid., p. 9); pero adem.ás ."Mar:' an­
ráis, eso da lo mismo. Lo esencial es que disertan sobre la crisis del siste­ directa del inglés para verter ticipó el derrumbe del capitalismo pre­
que Kautsky separa la política del im­ ma capitalista o sobre la tendencia al '\;orporations" (que en el inglés de
cisamente "dentro del sistema en su
perialismo de su economía ( ... )" (p. estancamiento, retomando así una in­ Estados Unidos significa "gran empre­
fase competitiva" (pp. &-10).

463). clinación de Marx. Por otra parte, la ley sa" o "multinacional") por la palabra 27. Cambiando de perspectiva, po­

14. A. Dutt, apoyándose en Kriesler de la baja tendencial de la tasa de ga­ española "corporación", que signi~ica dría decirse que la relación que hay

(1987), señala que "Kalecki también nancia ha dado lugar a interpretacio­ otra cosa, pero normalmente una inS­ entre Baran y Sweezy (1966) y Swe.ezy

pasó por una fase neoclásica, en la nes simplistas o a controversias abs­ titución de Derecho público (o Dere­ (1942) es aproximadamente eqUiva­

que concibió a las empresas como tractas" (1985, p. 4). cho local, como en Inglaterra), per? lente a la que existe entre los plantea­

optimizadoras, pero esta fase puede 19. Véanse diversas críticas a esta nunca una empresa. En Estados Uni­ mientos de Carla Roselli (1930) Y los

considerarse como una breve digre­ tesis en Glick y Campbell 1995, y dos una empresa caracterizada como de Eduard Bernstein (1899).

sión en su trabajo" (Dutt 1987, p. 70). Duménil y Lévy 1995; y también la res­ "In~orporated" significa que tiene la
28. ¿Acaso olvidan que, muy a prin­
15. "Así, un entendimiento tácito puesta de Dutt, insistiendo en que "no forma de lo que en España se llama
cipios del siglo XIX, el famoso econo­
para abstenerse del rasgo básico de existe contradicción entre la importan­ un sociedad anónima; pero es com­

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12. Esto también lo imita luego la competencia, que es el fijar precios cia analítica del poder de monopolio pletamente incorrecto hablar del "pro­
Sweezy casi literalmente, pues termi­ de competencia, es la esencia de la para la teoría de los precios y la igua­ cedimiento legal de la incorporación",
na distinguiendo, sin ningún tipo de metamorfosis que ha tenido lugar en lación intersectorial de las tasas de que no tienen sentido en nuestra len­
matización, entre lo que es la situación nuestra economía", de forma que "las beneficio" (Dutt 1995, p. 151). gua. Por otra parte, es evidente que no
característica "bajo la competencia", y leyes de desarrollo de la etapa más hacía falta que Sweezy dijera lo que
20. Obsérvese, sin embargo, que
la que se da "bajo el monopolio" (1942, antigua del sistema ya no son válidas todo el mundo puede comprobar por
algunos autores marxistas utilizan el
p. 303). plenamente para la nueva etapa [ ... ] La sí mismo: "Nuestro análisis sigue al
término "capitalismo de Estado' como
especie es todavía reconocible; pero de Hílferding en el trazo general" (p.
13. Frente a la "violencia", simboli­ sinónimo de ·socialismo de Estado'
ha experimentado una mutación" de­ 289).
zada por el cuchillo que usa Robinsón (por ejemplo, Mattick 1969, p. 272), y,
Crusoe para someter a Viernes, se­ bido a que los gerentes "empiezan a por tanto, en un sentido muy diferente 24. Sin embargo, aquí no exclui­
gún Dühring, Engels responde con el ser capaces de afectar los precios" y del que se analiza en este epígrafe, mos que pueda tratarse de un error de
argumento de que el cuchillo lo tendrá también de "afectar el nivel de sus pro­ que interpreta el capitalismo monopo­ la traducción española, ya que unas
en general quien disponga de los re­ pias ganancias' (Strachey, 1956, pp. lista de estado como un paso más en páginas más abajo escribe Sweezy:
cursos económicos necesarios para 32-36). el desarrollo histórico del capitalismo "Nótese que a igualdad internacional
fabricar las mejores armas. Y descar­ 16. Puede verse un repaso a esta monopolista. de tasas de ganancia no implica igual­
ta, por esa razón, que la violencia sea literatura en Foster y Szlajfer (eds.) dad internacional de tasas de plus­
21. Dejamos de lado, por tanto, las valía" (p. 320).
directamente una categoría económí­ (1984), y una crítica en Warren (1980). muy interesantes aportaciones que se
ca. Por la misma razón descarta el "po­ 25. El hecho de que, antes de la
der". Y diríamos que, por eso mismo, 17. Norton (1995) observa también pueden encontrar en las otras tres par­
la influencia de esta literatura en Lan­ tes del libro citado, y dedicadas, res­ introducción, vuelva a incluir Sweezy
Marx argumenta contra la corriente dos citas de famosos, en este caso de
anarquista que considera que el po­ ce Taylor (1985) y en Amitava Dutt pectivamente, a: 1) Valor y plusvalía; 2)
(1990). El proceso de acumulación; 3) Crisis y Hegel y de Frantz Fanon, no parece
der político (el Estado) es el enemigo preludiar nada bueno, ya que de ellas
principal del proletariado (en vez de lo 18. Baran y Sweezy (1966), pp. 9­ depresiones.
sólo cabe esperar el uso, tanto de los
que él defiende: el capital). Lenin se 10. También Mazier señala que "de 22. Sweezy habla de la "sociedad "malabarismos dialécticos" que he­
vuelve a sumar al argumento de Lenin a Sweezy o a Boceara, estos capitalista plenamente democrática", mos mencionado al hablar de su otro
Dühring al escribir: "Pero nuestro con­ autores no han podido integrar sino im­ y aclara que la concibe como "lo que libro, como la presencia de alguna que
cepto de la fuerza efectiva y de la signi­ perfectamente las nuevas formas adop­ existe hoy en la mayor parte del mun­ otra contribución en forma de tributo
ficación de los monopolios actuales tadas por el capitalismo en una pro­ do de habla inglesa: parlamentarismo oportunista al nacionalismo, a la vez
sería en extremo insuficiente, incom­ blemática de conjunto. Se han visto combinado con sufragio universal y li­ tercermundista y marxista, caracterís­
pleto, reducido, si no tomáramos en conducidos a poner el acento excesi­ bertad de organización en la esfera tico de Fanon.
consideración el papel de los bancos' vamente en ciertos fenómenos impor­ política" (p. 276). No creemos que Marx
(p. 397). Lenin insiste en su idea de tantes pero específicos (papel del im­ pudiera estar, ni por un instante, de 26. Sin embargo, Baran y Sweezy
no separar lo económico de lo político perialismo o de los mercados exterio­ acuerdo con una definición así. son conscientes de que Marx, ·como
en su crítica a Kautsky (precisamente res) o a teorizar las apariencias (mo­ los economistas clásicos antes que
por hacer lo contrario): "¿Cómo debe 23. No podemos pasar por alto una él", consideró los monopolios "no
dos de intervención del Estado; impul­ reflexión que sólo tiene interés para
calificarse la fase actual del capitalis­ so del progreso científico y técnico; el como elementos esenciales del capi­
mo, de imperialismo o de fase del ca­ quienes usan la lengua española. No talismo sino más bien como un rema­
fenómeno del despilfarro). Se han sabemos muy bien por qué, en esta
pital financiero? Uamadlo como que­ multiplicado los análisis catastrofistas nente del pasado feudal y mercantilis­
ráis, eso da lo mismo. Lo esencial es literatura se usa una mala traducción ta" (ibid., p. 9); pero además "Marx an­
que disertan sobre la crisis del siste­ directa del inglés para verter
que Kautsky separa la política del im­ ticipé el derrumbe del capitalismo" pre­
ma capitalista o sobre la tendencia al "corporations" (que en el inglés de
perialismo de su economía ( ... )" (p. cisamente "dentro del sistema en su
estancamiento, retomando así una in­ Estados Unidos significa "gran empre­
463). fase competitiva" (pp. &-10).
clinación de Marx. Por otra parte, la ley sa" o "multinacional") por la palabra
14. A. Dutt, apoyándose en Kriesler de la baja tendencial de la tasa de ga­ 27. Cambiando de perspectiva, po­
española "corporación", que significa
(1987), señala que "Kalecki también nancia ha dado lugar a interpretacio­ dría decirse que la relación que hay
otra cosa, pero normalmente una ins­
pasó por una fase neoclásica, en la nes simplistas o a controversias abs­ entre Baran y Sweezy (1966) y Sweezy
titución de Derecho público (o Dere­
que concibió a las empresas como tractas· (1985, p. 4). (1942) es aproximadamente equiva­
cho local, como en Inglaterra), pero
optimizadoras, pero esta fase puede lente a la que existe entre los plantea­
19. Véanse diversas críticas a esta nunca una empresa. En Estados Uni­
considerarse como una breve digre­ mientos de Cario Roselli (1930) y los
tesis en Glick y Campbell 1995, y dos, una empresa caracterizada como
sión en su trabajo· (Dutt 1987, p. 70). de Eduard Bernstein (1899).
Duménil y Lévy 1995; y también la res­ "Incorporated" significa que tiene la
15. "Así, un entendimiento tácito puesta de Dutt, insistiendo en que "no forma de lo que en España se llama 28. ¿Acaso olvidan que, muy a prin­
para abstenerse del rasgo básico de existe contradicción entre la importan­ un sociedad anónima; pero es com­ cipios del siglo XIX, el famoso econo­

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35); aunque algunos, siguiendo a en mejorar la calidad sin incurrir en
mista clásico francés, Jean-Baptiste 33. No hay que olvidar que las des­ Porter, sefíalan una tercera estrategia. costes excesivos", de forma que es po­
Say, por ejemplo, era duefío de una cripciones que hace Adam Smith de que vendría a consistir en cierta com­ sible establecer una "relación general
fábrica que daba empleo a varios mi­ los procesos competitivos siempre binación de las dos anteriores a partir entre nivel de costes y capacidad de
les de obreros? sugieren la idea de una lucha, una ca­ de la "concentración en un segmento diferenciación" que podría represen­
rrera por llegar primero, en lógica co­ determinado del mercado" (Canals tarse como en la figura que reproduci­
29. En 1968, el traductor al espa­
rrespondencia con el concepto popu­ 1991, p. 157). El propio Canals prefie­ mos del libro de Canals.
ñol de este libro aún se mostraba tan
lar de competencia del que bebieron re llamar estrategia "de calidad" a la Desde el punto de vista de los eco­
poco familiarizado con esta terminolo­
los clásicos, y que no es otro que el de estrategia de diferenciación de produc­ nomistas clásicos, se habría dicho que
gía que se refiere, respectivamente, a
la competición que surge "siempre que to, y situarla finalmente, junto a la es­ la segunda vía trata de aumentar la
la empresa individual "que capta los
dos o más partes luchan por algo que trategia "de costes·, en el mismo pia­ relación o cociente entre valor de uso y
precios", y a la gran empresa que
no todos pueden obtener", como el pro­ no de importancia global para la em­ valor, mientras que la primera vía apun­
"hace los precios" (p. 48).
pio Stigler ha reconocido (1987, p. presa. Pero Canals tiene buen cuida­ ta a disminuir el cociente entre el valor
30. Insistamos de nuevo en la pé­ 531). y el valor de uso. Se ve, por tanto, que
do en dejar bien claro el error de plan­
sima traducción de este libro al espa­ se trata de fenómenos completamen­
34. Stigler reconoce que "los eco­ teamiento que supone separar arbitra­
fío!, donde se llama a esta ley la "ten­ te equivalentes y coincidentes también
nomistas modernos tienen una fuerte riamente ambas estrategias competi­
dencia a la disminución de la tasa de con la sensibilidad tanto de las em­
tendencia a leer más en estas frases tivas, como si se tratara de vías inde­
utilidad", y donde además se utiliza la [se refiere a las cinco condiciones de pendientes en vez de estrategias equi­ presas como de los consumidores,
expresión verbal "sustituir A por B", que la competencia en las que él mismo valentes e interrelacionadas, ya que el que toman precisamente la relación
en espafíol significa remplazar A por trata de resumir la concepción de objetivo de abaratar la producción de calidad-precio como el indicador más
B, como si significara lo contrario Smith] de lo que las mismas significa­ un producto de determinada calidad es sintético de la fortaleza competitiva de
(remplazar B por A: esto es lo que sig­ ban para Smith y para sus contempo­ conceptualmente idéntico al de mejo­ un determinado producto. Por consi­
nifica en inglés y en francés, pero no ráneos· (Stigler 1957, p. 2). rar la calidad de un producto que tiene guiente, poco puede sorprender que,
en espafíol). un determinado coste. Así, Canals, tras como dice Martin (1992), "en estos con­
35. Que equipara la competencia
31. Mili 1848, p. 226. Mili argumen­ sefialar que "la piedra de toque de la textos de competencia imperfecta, hoy
con una guerra en la que "cada capital
ta su afirmación señalando que "en calidad de la diferenciación es la utili­ día dominantes, la disponibilidad de
se esfuerza por captar la mayor parte
tanto que las rentas, las ganancias, dad percibida por los consumidores y ventajas en estos activos intangibles
posible del mercado, por suplantar a
los salarios y los precios se fijen por esa percepción consiste en que éstos puede permitir a las empresas produ­
sus competidores y excluirlos del mer­
la competencia, se les puede asignar aumentan el valor de la compra", se ve cir bienes o servicios que, incluso te­
cado: competencia de capitales· (Marx
leyes. Si se supone que la competen­ obligado a reconocer, en su análisis niendo costes de producción y precios
1861-3, vol. 2, p. 416); competencia más altos, sean preferidos por los con­
cia es el regulador exclusivo de los que, "como también en el reino ani­ de los "procedimientos para aumen­
mismos, no será difícil establecer prin­ tar el valor de la compra para el consu­ sumidores a los ofrecidos por empre­
mal, [es] bellum omnium contra omnes sas rivales en virtud de su calidad o
cipios de carácter general y de preci­ [guerra de todos contra todos]" (Marx midor', que éstos consisten en la "dis­
sión científica, con arreglo a los cua­ minución del coste de la compra" (ya sistema de comercialización" (p. 368).
1867, p. 434). Un aumento de la relación calidad/pre­
Jes se regirán" (ibidem). sea por disminución del tiempo de ins­
36. Nótese que Schblmpeter utiliza talación o entrega, del riesgo de rotu­ cio se expresa gráficamente como un
32. "Si mi vecino, haciendo mucho aquí el término "clásico" como solía desplazamiento de la recta A de la fi­
ras, de los costes de uso del producto
con poco trabajo, puede vender bara­ utilizarlo Keynes, para referirse más gura hacia la derecha (hasta B). Dicho
o de los defectos de calidad, o por
to, tengo que darme mafia para ven­ bien a lo "neoclásico·. desplazamiento, que, como reconoce
mejora del servicio post-venta) o en el
der tan barato como él. De este modo, Canals, se puede producir por rr.edio
37. Otros términos utilizados para "aumento de sus resultados" (que con­
todo arte, oficio o máquina que trabaja de la "introducción de nuevas tec'lolo­
esta misma realidad fueron los de "em­ sisten a Sl' vez en la disminución del
con la labor de menos brazos, y por gras, de nuevos procesos internos, o
presa en gran escala o gran unidad de coste de financiación de las compras
consiguiente más barato, engendra en simplemente, [del] aprendizaje a lo lar­
domino económico· (p. 149), "unidad o los inventarios, además de en au­
otros una especie de necesidad y emu­ go del tiempo', indica que la empresa
de dirección en gran escala" (p. 122), Y mentos de productividad y mejoras en
lación o de usar el mismo arte, oficio o persigue, dado un cierto nivel de cos­
otros similares. la calidad del producto) (pp. 162-163).
máquina, o de inventar algo similar te, aumentar la diferenciación de sus
Finalmente, este autor se ve obligado
para que todos estén en el mismo ni­ 38. Hoy en día, es generalmente productos, lo cual puede también leer­
a reconocer que "costes bajos y dife­
vel y nadie pueda vender a precio más aceptada la idea expresada por Vives se de manera complementaria como
renciación son los extremos de un con­
bajo que el de su vecino" (The de que "las empresas tienen a su dis­ el intento de la empresa, dado cierto
tinuo de posibilidades" y que el gran
Advantages of the East-India Trade to posición dos grandes estrategias nivel de diferenciación e identificación
reto de la empresa "a la hora de
England, Londres, 1720, p. 67: así ci­ competitivas: liderazgo en costes y di­ del producto. por rebajar los costes de
posicionarse en el mercado consiste
tado en Marx 1867, p. 387). ferenciación del producto" (1990, p.

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35); aunque algunos, siguiendo a en mejorar la calidad sin incurrir en
mista clásico francés, Jean-Saptiste 33. No hay que olvidar que las des­
Porter, señalan una tercera estrategia, costes excesivos", de forma que es po­
Say, por ejemplo, era dueño de una cripciones que hace Adam Smith de sible establecer una "relación general
que vendría a consistir en cierta com­
fábrica que daba empleo a varios mi­ los procesos competitivos siempre entre nivel de costes y capacidad de
binación de las dos anteriores a partir
les de obreros? sugieren la idea de una lucha, una ca­ diferenciación" que podría represen­
de la "concentración en un segmento
rrera por llegar primero, en lógica co­ tarse como en la figura que reproduci­
29. En 1968, el traductor al espa­ determinado del mercado" (Canals
rrespondencia con el concepto popu­ mos del libro de Canals.
ñol de este libro aún se mostraba tan 1991, p. 157). El propio Canals prefie­
lar de competencia del que bebieron
poco familiarizado con esta terminolo­ re llamar estrategia "de calidad" a la Desde el punto de vista de los eco­
los clásicos, y que no es otro que el de
gía que se refiere, respectivamente, a estrategia de diferenciación de produc­ nomistas clásicos, se habría dicho que
la competición que surge "siempre que
la empresa individual "que capta los to, y situarla finalmente, junto a la es­ la segunda vía trata de aumentar la
dos o más partes luchan por algo que
precios", y a la gran empresa que trategia "de costes", en el mismo pia­ relación o cociente entre valor de uso y
no todos pueden obtener", como el pro­
"hace los precios" (p. 48). no de importancia global para la em­ valor, mientras que la primera vía apun­
pio Stigler ha reconocido (1987, p.
30. Insistamos de nuevo en la pé­ presa. Pero Canals tiene buen cuida­ ta a disminuir el cociente entre el valor
531).
sima traducción de este libro al espa­ do en dejar bien claro el error de plan­ y el valor de uso. Se ve, por tanto, que
34. Stigler reconoce que "los eco­ teamiento que supone separar arbitra­ se trata de fenómenos completamen­
ñol, donde se llama a esta ley la "ten­
nomistas modernos tienen una fuerte riamente ambas estrategias competi­ te equivalentes y coincidentes también
dencia a la disminución de la tasa de
tendencia a leer más en estas frases tivas, como si se tratara de vías inde­ con la sensibilidad tanto de las em­
utilidad", y donde además se utiliza la
[se refiere a las cinco condiciones de pendientes en vez de estrategias equi­ presas como de los consumidores,
expresión verbal "sustituir A por S", que
la competencia en las que él mismo valentes e interrelacionadas, ya que el que toman precisamente la relación
en español significa remplazar A por
trata de resumir la concepción de objetivo de abaratar la producción de calidad-precio como el indicador más
S, como si significara lo contrario Smith] de lo que las mismas significa­
(remplazar S por A: esto es lo que sig­ un producto de determinada calidad es sintético de la fortaleza competitiva de
ban para Smith y para sus contempo­ conceptualmente idéntico al de mejo­ un determinado producto. Por consi­
nifica en inglés y en francés, pero no ráneos" (Stigler 1957, p. 2). rar la calidad de un producto que tiene guiente, poco puede sorprender que,
en español).
35. Que equipara la competencia un determinado coste. Así, Canals, tras como dice Martín (1992), "en estos con­
31. Mili 1848, p. 226. Mili argumen­ con una guerra en la que "cada capital señalar que "la piedra de toque de la textos de competencia imperfecta, hoy
ta su afirmación señalando que "en se esfuerza por captar la mayor parte calidad de la diferenciación es la utili­ día dominantes, la disponibilidad de
tanto que las rentas, las ganancias, posible del mercado, por suplantar a dad percibida por los consumidores y ventajas en estos activos intangibles
los salarios y los precios se fijen por sus competidores y excluirlos del mer­ esa percepción consiste en que éstos puede permitir a las empresas produ­
la competencia, se les puede asignar cado: competencia de capitales" (Marx aumentan el valor de la compra", se ve cir bienes o servicios que, incluso te­
leyes. Si se supone que la competen­ 1861-3, vol. 2, p. 416); competencia obligado a reconocer, en su análisis niendo costes de producción y precios
cia es el regulador exclusivo de los que, "como también en el reino ani­ de los "procedimientos para aumen­ más altos, sean preferidos por los con­
mismos, no será difícil establecer prin­ mal, [es] bel/um omnium contra omnes tar el valor de la compra para el consu­ sumidores a los ofrecidos por empre­
cipios de carácter general y de preci­ [guerra de todos contra todos]" (Marx midor", que éstos consisten en la "dis­ sas rivales en virtud de su calidad o
sión científica, con arreglo a los cua­ 1867, p. 434). minución del coste de la compra" (ya sistema de comercialización" (p. 368).
les se regirán" (ibidem). sea por disminución del tiempo de ins­ Un aumento de la relación calidad/pre­
36. Nótese que Schumpeter utiliza talación o entrega, del riesgo de rotu­ cio se expresa gráficamente como un
32. "Si mi vecino, haciendo mucho aquí el término "clásico" como solía
con poco trabajo, puede vender bara­ ras, de los costes de uso del producto desplazamiento de la recta A de la fi­
utilizarlo Keynes, para referirse más gura hacia la derecha (hasta S). Dicho
to, tengo que darme maña para ven­ o de los defectos de calidad, o por
bien a lo "neoclásico". mejora del servicio post-venta) o en el desplazamiento, que, como reconoce
der tan barato como él. De este modo,
todo arte, oficio o máquina que trabaja 37. Otros términos utilizados para "aumento de sus resultados" (que con­ Canals, se puede producir por rr.edio
con la labor de menos brazos, y por esta misma realidad fueron los de "em­ sisten a Sl' vez en la disminución del de la "introducción de nuevas tec'lolo­
consiguiente más barato, engendra en presa en gran escala o gran unidad de coste de financiación de las compras gías, de nuevos procesos internos, o
otros una especie de necesidad yemu­ domino económico" (p. 149), "unidad o los inventarios, además de en au­ simplemente, [del] aprendizaje a lo lar­
lación o de usar el mismo arte, oficio o de dirección en gran escala" (p. 122), Y mentos de productividad y mejoras en go del tiempo", indica que la empresa
máquina, o de inventar algo similar otros similares. la calidad del producto) (pp. 162-163). persigue, dado un cierto nivel de cos­
para que todos estén en el mismo ni­ Finalmente, este autor se ve obligado te, aumentar la diferenciación de sus
38. Hoy en día, es generalmente
vel y nadie pueda vender a precio más a reconocer que "costes bajos y dife­ productos, lo cual puede también leer­
aceptada la idea expresada por Vives
renciación son los extremos de un con­ se de manera complementaria como
bajo que el de su vecino" (The de que "las empresas tienen a su dis­
tinuo de posibilidades" y que el gran el intento de la empresa, dado cierto
Advantages of the East-India Trade to posición dos grandes estrategias
reto de la empresa "a la hora de nivel de diferenciación e identificación
England, Londres, 1720, p. 67: así ci­ competitivas: liderazgo en costes y di­
posicionarse en el mercado consiste del producto, por rebajar los costes de
tado en Marx 1867, p. 387). ferenciación del producto" (1990, p.

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producción. Y es que, como concluye Mises, se aprecia una notable diferen­ de vista neoclásico, de una eficiencia hemos empobrecido. Dos edificios gi­
el propio Canals, "la dinámica d e la cia respecto de Schumpeter, pues conseguida por medios monopolís­ gantescos fueron destruidos, las
rivalidad internacional e xige una m e­ mientras que e n S chumpeter e I e m­ ticos; pero para Hayek, como para obras de desescombro y de recons­
jora continua e n calidad y en costes. presario es una fuerza desequili­ Schumpeter, la cuestión es saber si, trucción requerirán mucho dinero. Pero
Intentar competir en una sola de estas bradora, origen d el cambio e conómi­ cuando estamos en presencia de acti­ eso no justifica que el gobiemo tenga
variables olvidando la otra es suicida" co, en Kirzner e I empresario d ese m­ que gastar más. Al contrario, igual que
vidades de monopolio, éstas proceden
(pp. 165-166). peña más bien un papel equilibrador, de una concesión legal que le permite cualquier ciudadano, ahora debería
39. En su libro sobre la economía pues los cambios q ue introduce son al monopolio sobrevivir artificialmente
ser más ahorrativo".
del cambio técnico, X. Vence insiste tan sólo una respuesta a decisiones 45. Y ante la sorpresa de la perio­

con altos costos de producción, o se


acertadamente en los conceptos equivocadas o a oportunidades perdi­
trata de un monopolio que ha llegado dista -"Pero entonces, muchas empre­

marxianos de" trabajador colectivo" y das que detecta en el mercado. Esto sas irán a la suspensión de pagos..."­

a serlo basándose en su superioridad


"mecanización", pero termina diluyen­ ha llevado a McNulty a escribir que "los
y eficiencia técnicas y que desapare­ , replicaba: "¿Y qué? Que quiebren, no

do este último en el interior de una pa­ empresarios schumpeteriano y kirz­


cerá tan pronto como otra empresa lle­ pasa nada. La empresa privada vive

norámica excesivamente amplia y neriano se complementan entre sí: uno


gue a ser más eficiente que él en la según el sistema de pérdidas y ganan­

crea el cambio y el otro responde a él"


ecléctica de temas y corrientes analíti­ producción del mismo (o similar) bien cias. Perder es casi más importante

cas. Al entremezclar el concepto clave (McNulty, 1987, p. 537).


o servicio. que ganar."
de mecanización con otros proceden­ 42. Es también el caso de los mo­
44. Por eso, a la pregunta de la pe­ 46. "No soy un cínico. Pero el esta­
tes de matrices teóricas diversas (la dernos defensores neoschumpete­
riodista, que quería saber si no le pa­ blecimiento de leyes muy rígidas no
"innovación" s chumpeteriana, la "se­ rianos de la teoría de la competencia
recía "sensato que en tales tiempos conduce a una mejor retribución, sino
lección de técnicas" del marxismo ana­ tecnológica (véase Cantwell, 1991),
de crisis intervenga el Estado activa­ a más desempleo; donde mejor pue­
lítico, I a organización d el trabajo" de que siguen a Nelson y Winter, 1982, y
mente", respondía: "Analicemos de de verlo es en Alemania. Allí no se crea
los regulacionistas), Vence s e olvida a Dosi y otros, 1988, eds. No sería jus­ empleo porque es muy difícil des­
sin embargo de dar cabida al moder­ to o Ividar que también Schumpeter, manera realista el daño producido el
11 de septiembre. No hay duda, nos pedir".
no análisis financiero de I a empresa, aunque n o se e xtendiera sobre este
que, en perfecta coherencia con el aná­ particular, apuntó cierta crítica a la teo­
lisis de Marx, insiste en la importancia ría d e la competencia imperfecta, al
de la estrategia empresarial de elevar señalar que las exposiciones usuales
los costes fijos para ahorrar en costes de la misma" no prestan la atención
variables (la mecanización), de forma debida a los muchos e importantes
que la pendiente de la curva de costes casos en que los resultados de la com­ Recibido el20 de agosto de 2004. Aprobada su publicación el16 de
totales disminuya con esta mecaniza­ petencia imperfecta, incluso en el pIa­
ción y se llegue al equilibrio financiero no d e u na teoría e stática, se aproxi­ septiembre de 2004.
de la empresa para cierto nivel de pro­ man a los de competencia perfecta"
ducción y líneas de p recio de menor (Schumpeter, 1942, p. 119, nota).
pendiente (véase Arroyo y Prat, 1994).
43. El problema con esta última
40. J. Tirole señala que "el punto construcción es, según Hayek, que la
básico" de S chumpeter es que "una competencia perfecta describe una si­
situación de monopolio y la investiga­ tuación de equilibrio pero no dice nada
ción de desarrollo están íntimamente sobre el proceso competitivo que con­
relacionados", I o cual" se articula en duce a ese equilibrio; es más, en ese
dos a rgumentos claramente distintos: modelo s e despoja a I a empresa de
el primero es que los monopolios son todas aquellas actividades que podrían
un buen nido para la I+D; el segundo, ser asociadas razonablemente con el
que si se quiere inducir a que las em­ verbo "competir": bajar o subir los pre­
presas emprendan I +D se tiene que cios, diferenciar los productos, hacer
aceptar la creación de monopolios publicidad, intentar m odificar sus e s­
como un mal necesario" (Tirole, 1988, tructuras de coste, etc. (Hayek, 1948).
pp. 590-591). Si estas actividades conducen a la ma­
41. No obstante, en Kirzner, que por yor eficiencia de la empresa, estaría­
lo demás sigue sobre todo a Von mos ante la paradoja, desde el punto

----------------~~r---------------- ----------------~DED~-----------------
producción. Y es que, como concluye Mises, se aprecia una notable diferen­ hemos empobrecido. Dos edificios gi­
de vista neoclásíco, de una eficiencia
el propio Canals, "la dinámica d e la cia respecto de Schumpeter, pues gantescos fueron destruidos, las
conseguida por medios monopolís­
rivalidad internacional e xige una m e­ mientras que e n S chumpeter e le m­ obras de desescombro y de recons­
ticos; pero para Hayek, como para
jora continua e n calidad y en costes. presario es una fuerza desequili­ trucción requerirán mucho dinero, Pero
Schumpeter, la cuestión es saber si,
Intentar competir en una sola de estas bradora, origen d el cambio e conómi­ eso no justifica que el gobierno tenga
cuando estamos en presencia de acti­
variables olvidando la otra es suicida" co, en Kirzner e I empresario d esem­ que gastar más. Al contrario, igual que
vidades de monopolio, éstas proceden
(pp. 165-166). peña más bien un papel equilibrador, cualquier ciudadano, ahora deberia
de una concesión legal que le permite
39. En su libro sobre la economía pues los cambios q ue introduce son ser más ahorrativo·.
al monopolio sobrevivir artificialmente

del cambio técnico, X. Vence j nsiste tan sólo una respuesta a decisiones
con altos costos de producción, o se 45. Y ante la sorpresa de la perio­

acertadamente en los conceptos equivocadas o a oportunidades perdi­


trata de un monopolio que ha llegado dista -"Pero entonces, muchas empre­

marxianos de "trabajador colectivo" y das que detecta en el mercado. Esto


a serlo basándose en su superioridad sas irán a la suspensión de pagos ..."­

"mecanización", pero termina diluyen­ ha llevado a McNulty a escribir que "los


empresarios schumpeteriano y kirz­ y eficiencia técnicas y que desapare­ , replicaba: "¿Y qué? Que quiebren, no

do este último en el interior de una pa­ cerá tan pronto como otra empresa lle­ pasa nada. La empresa privada vive

norámica excesivamente amplia y neriano se complementan entre si: uno


crea el cambio y el otro responde a él" gue a ser más eficiente que él en la según el sistema de pérdidas y ganan­

ecléctica de temas y corrientes analíti­ producción del mismo (o símilar) bien cias. Perder es casi más importante

cas. Al entremezclar el concepto clave (McNulty, 1987, p. 537).


o servicio. que ganar."
de mecanización con otros proceden­ 42. Es también el caso de los mo­
tes de matrices teóricas diversas (la dernos defensores neoschumpete­ 44. Por eso, a la pregunta de la pe­ 46. "No soy un cínico, Pero el esta­
"innovación" s chumpeteriana, la "se­ rlanos de la teoría de la competencia riodista, que quería saber si no le pa­ blecimiento de leyes muy rígidas no
lección de técnicas" del marxismo ana­ tecnológica (véase Cantwell, 1991), recía "sensato que en tales tiempos conduce a una mejor retribución, sino
lítico, I a organización d el trabajo· de que siguen a Nelson y Winter, 1982, y de crisis intervenga el Estado activa­ a más desempleo; donde mejor pue­
los regulacionistas), Vence se olvida a Dosi y otros, 1988, eds. No sería jus­ mente", respondía: "Analicemos de de verlo es en Alemania. Allí no se crea
sin embargo de dar cabida al moder­ to o Ividar que también Schumpeter, manera realista el daño producido el empleo porque es muy difícil des­
no análisis financiero de la empresa, aunque n o se e xtendiera sobre este 11 de septiembre. No hay duda, nos pedir",
que, en perfecta coherencia con el aná­ particular, apuntó cierta critica a la teo­
lisis de Marx, insiste en la importancia ría d e la competencia imperfecta, al
de la estrategia empresarial de elevar señalar que las exposiciones usuales
los costes fijos para ahorrar en costes de la misma" no prestan la atención
variables (la mecanización), de forma debida a los muchos e importantes
que la pendiente de la curva de costes casos en que los resultados de la com­
Recibido el 20 de agosto de 2004, Aprobada su publicación el16 de
totales disminuya con esta mecaniza­ petencia imperfecta, incluso en el pia­
ción y se llegue al equilibrio financiero no de u na teoría estática, se aproxi­ septiembre de 2004.
de la empresa para cierto nivel de pro­ man a I os de competencia perfecta"
ducción y líneas de p recio de menor (Schumpeter, 1942, p. 119, nota).
pendiente (véase Arroyo y Prat, 1994).
43. El problema con esta última
40. J. Tirole senala que "el punto construcción es, según Hayek, que la
básico" de S chumpeter es que "una competencia perfecta describe una si­
situación de monopolio y la investiga­ tuación de equilibrio pero no dice nada
ción de desarrollo están íntimamente sobre el proceso competitivo que con­
relacionados", I o cual" se articula en duce a ese equilibrio; es más, en ese
dos a rgumentos claramente distintos: modelo s e despoja a I a empresa de
el primero es que los monopolios son todas aquellas actividades que podrían
un buen nido para la I+D; el segundo, ser asociadas razonablemente con el
que si se quiere inducir a que las em­ verbo "competir": bajar o subir los pre­
presas emprendan I +D se tiene que cios, diferenciar los productos, hacer
aceptar la creación de monopolios publicidad, intentar m odificar sus e s­
como un mal necesario" (Tirole, 1988, tructuras de coste, etc. (Hayek, 1948).
pp. 590-591). Si estas actividades conducen a la ma­
41. No obstante, en Kirzner, que por yor eficiencia de la empresa, estaría­
lo demás sigue sobre todo a Von mos ante la paradoja, desde el punto

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