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LA HISTORIA ECONOMICA EN EL URUGUAY: PERSPECTIVAS DE DESARROLLO Luis Bértola Unidad Multidisciplinaria Facultad de Ciencias Sociales DT/NO4 1994 LA HISTORIA ECONOMICA EN EL URUGUAY: PERSPECTIVAS DE DESARROLLO Luis Bértola (intervencidn en el Seminario “La Historia Econdémica en el Cono Sur: Desarrollo y Perspectivas”, organizado por el Programa de Investigacién en Historia Econémica y Social del Uruguay Contemporaneo — PIHESUC—, Facultad de Ciencias Sociales, en octubre de 1992) Haremos en esta oportunidad un movimiento inverso al que acostumbramos practicar en nuestra profesién: iremos a un andlisis prospectivo que intentaré combinar aspiraciones académicas y scenarios esperables, Es este, mas que todo, un esbozo de estrategia de desarrollo de la discipiina. Nuestras aspiraciones académicas tienen relacion con nuestro enfoque de Ia historia econémica y con cémo evaluamos el estado actual de su desarrollo, Los escenarios esperables tienen que ver principaimente con tres aspectos: las restricciones econdémicas y de recursos humanos; la capacidad que demostremos para lograr Gmbitos de colaboracién en el complejo encuadre institucional de la disciplina ‘en nuestro pais: y el cambiante marco institucional en el que nos vemos inmersos en el Cono Sur del continente. La Historia Econémica Comencemos por ubicarnos en ja disciplina, la historia econémica. No intentaremos en esta exposicién hacer una entrada profunda y erudita a los ternas tedrico-metodolégicos, sino mds bien puntualizar algunas tomas de posicion Entendemos a Ia historia como una rama mas de las clencias sociales, cuya especificidad es trabajar con situaciones del pasado sobre las que no se puede actuar. Al hablar de situaciones del pasado no nos referimos a situaciones necesariamente remotas, sino que incluimos al pasado reciente, al hecho consumado presente. Estas situaciones, para ser investigadas, requieren el desarrollo de metodologias especificas de variada calidad segun el acceso a informacion y segiin lo distinto y variado del entorno cultural en que se desarrollaron. ta clencia social busca establecer y caracterizar las relaciones existentes entre los distintos componentes del cuerpo social. Se trata de un proceso de conceptualizacién y abstraccién, que necesariamente deja Ge lado elementos y relaciones considerados irrelevantes para el terna en estudio. La ciencia social busca encontrar hechos reiterados, procesos, leyes. Es sobre Ia base de la elaboracién conceptual y de la deteccién de reguicridades gue el proceso histérico puede ser estudiado, caracterizado, periodizado. Los procesos repetitivos y sus elementos dinamicos son posibles de ser cuantificades en su intensidad, prolongacién y estructura. £1 combinado trabajo conceptual y cuantitativo permite abordar las continuidades y los cambios cualitativos, los elementos que persisten y los de quiebre. Una creciente gama de aspectos de Ia vida social es objeto de investigacién cientifica, terna de las cienclas sociales. Se desarrolia asi un doble proceso. Por un lado, Ia interpretacién global se vuelve mas compleja y enriquecida, las diferentes disciplinas se vuelven cada vez més especializadas, demandan instrumentales cada vez mas sofisticados y espectficos. Por otta parte, surgen nuevas relaciones ante el investigador y nuevas vias de comunicacién e interrelacién entre los diferentes aspectos de la reolidad abstraides, entre Jas diferentes disciplinas y subdisciplinas establecicas, desarroliandose nuevos enfoques, postulados tedricos y jerarquias para la interpretacion interdisciplinaria, multidisciplinaria y globalizadera y estimulandose también el surgimiento de nuevas discipiinas. En este nuttide, complejo y extenuante concierto, la historia econémica es Ia disciglina que encuentra su nticleo de interés en el desarrollo de los sistemas econémicos y sus diferentes componentes. Pretende explicitar las leyes que los rigen, las etapas de su desarrollo, las determinantes de su surgimiento y decadencia, su especificidad histérica y. porqué no, las determinantes universales de la reproduccién econémica y social, las leyes econdmicas mds generales. Es un proceso que poco se parece al de la naturaleza. Los regularidades econémicas son esenciaimente sociales e@ histérlcas, La historia econémica es esenciaimente historia socio-econémica, asi como la economia es socio-€conomia, Es una historia de actores en intercambio mutuo y con la realidad material natural y sociaimente ransformada, Los sistemas socloéconémicos han mostrado una gran diversidad en el proceso histérico. Estamos lejos de creer en el carécter natural, dado e invariable de la conducta econdmica det ser social, La conducta de los individuos y los diferentes grupos de individuos en la sociedad es resultado de complejas determinantes histéricas. Estamos igualmente lejos de creer que es necesario dejar actuar en libertad esa supuesta naturaleza para el mejor desempeno de los sistemas “sconémicos. Muy por el contrario, todo sistema econémico se organiza sobre un cumulo de relaciones entre los diferentes agentes, relaciones de colaboracién, poder y dominacién en diferente grado, que generan y tesultan de diferentes conformaciones institucionales, partes componentes e inaispensables de todo procese econémico Buscamos tomar distancia de cualquier pretension reduccionista acerca de que ia economia sea una superciencia, una especie de clave que al ser resuelta permite poner en su lugar el resto de las relaciones sociales en el complejo rornpecabezas que constituye el cuerpo social. Creemos sf que la reproduccién econdmico-social es el sustento del desarrollo de las civilizaciones, pero con conciencia de las limitaciones que esta ciencia econémico-social tiene en la explicaci6én de fenémenos sociales de variada indole, aspiramos a tender los puentes necesarios hacia otras disciplinas, puentes que nos permitan a su vez G nosotros una mayor comprensién de nuestro objeto de estudio, de las caracteristicas de la acci6én de los diferentes agentes sociales y de sus multiples determinantes. Toda sociedad es pasible de estudio a partir de una ciencia econémica integral, con elementos universales y elementos histdricos especificos. Es en este estricto sentido que puede decirse que no hay més que una ciencia econémica, que no hay una teoria econémica pura y una teoria de |a historia econdmica, Esto nc debe ser confundido: con la posidilidad de que existan teorias econémicas que expliquen aspectos parciales de la realidad y procesos de vigencia historica limitada, El historiador econdémico ha de conocer, dominar y desarrollar Ia teoria econémica universal y se habré de especializar en aspectos de ia teoria econdmica y en épocas especificas, con sus propias demandas tedricas y metodolégicas. El economista ha de tener plena conciencia de las determinantes histéricas y sociales de sus teorias y de las implicancias, potencialidades y limitaciones del accionar que recomienda sobre ia realidad que interpreta, En este contexto, sentimos simpatia por ia afirmacién de McCloskey -la que sin embargo no podemos dejar de ver mas como una aspiracién que como una realidad: sobre que |a historia econémica sive para producir més evidencias de hechos econémicos, mejores evidencias de hechos econémicos, mejor teoria econdmica, mejor politica econémica y mejores economistas.! La investigacién histética, la comprensién de los procesos histéricos, demanda un profundo conocimiento de los hechos histéricos y una intima, critica y creativa relacién entre el historiador y las fuentes de informacién histérica, basada en un tedioso y sistemdtico contacto con; jas mismas. El historiador no puede cambiar el pasado, como si pueden, otros cientistas sociales actuar sobre su objeto de estudio. Pero el historiador puede y debe trabajar, moldear, transformar e interrogar a los vestigios del pasado. Sobre la base de ese conocimiento concreto y erudito, puede p roducirse una elaboracién conceptual capaz de captar lo esp del pasado. Lo historia econémica, como toda ciencia historica, demanda todas esas caracteristicas y habilidades de los historiadores y no puede pensorse sin ellas. La lucha por la preservacion IMeCloskey, D., “Does the Past Have Useful Economics”, No 2, Junio 1976, pp. 434-461 Journat af Economie Literature, vol. XIV, 4 de las fuentes historicas, la acumulacién sistemética de conocimiento sobre la naturaleza y limitaciones de dichas fuentes y el saber histérico més general, son componentes bésicos de cualquier aspiracién de desartollo de nuestra discipiina. Otro aspecto de la historia econdmica que queremos resaltar es la necesaria aspiracién de perfeccionar el manejo de las diferentes técnicas para el tratamiento sistematico de los hechos y relaciones, El manejo de cantidades de hechos repetides debe ser minucioso, lo més exacto posible y debe ser correctamente interpretado, No cabe ya resistirse al manejo de cada vez més sofisticadas técnicas que abren fértiles campos a la investigacién y que se hacen cada vez mas accesibles por el desarrollo de Ia informatica. Tampoco cabe alimentar el fetichismo de Ia Informatica, Las técnicas deben ser manejadas de forma critica y responsable. Las fuentes de informacion deben ser cuestionadas y las limitaciones de las estimaciones cuantitativas explicitadas, Por sobre todas las cosas, Ia reflexion sobre el objeto de estudio y su relevancia debe guiar el desarrollo metodolégico y, al decir de Kindleberger, el interés ha de centrarse en la busqueda de una mejor teoria, en el sentido de que sea mas itil y mds relevante, y descartar aquelio que sea meramente mds elegante pero que no aporte al entendimiento de cémo la gente se comporta en la vida econémica,2 No se trata de elaborar modelos y luego buscar realidades i jas que puedan ser aplicados, sino de establecer importantes relaciones sobre Ia base de una ampiia base empitica, para lo que no és indispensable una avanzada formulaci6n matematica. Hemos definido entonces tres direcciones bésicas para el descrrolio de a disciplina: Ia de {a teoria econémico-social, a del manejo critico y erudito de una amplia base empirica, y ia de! adiestrado manejo de las técnicas de procesamiento de Ia informecién, Nuestro punto de partida: la historiagratio econémica en el Uruguay Tenemos un importante legado, tanto en el plano de ia investigacién histérica corno en el de la docenci. A esos aspectos ha hecho referencia el Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de ta Educacién, el lic. Carlos Zubillaga, y hard referencia en el dia de mariana la Profesora Ivette Trochén, del Grea de Historia Econémica de la Facultad de Ciencias Econémicas y Administracién. No voy a extenderme en esa revision, Solamente quisiera, reatimando Ia importante herencia con que contamos, tanto en materia de produccién historiografica como en materia de investigadores, resaltar algunas de jas carencias mds notorias de nuestras tradiciones, que es ‘Kindleberget, Ch. P., Economic Laws and Economic History, Cambridge University Press, 1989, p. x indispensable considerar como punto de referencia al pretender pensar nuestro futuro. No tengo claro si por motivo de la disponibilidad de fuentes, de madurez de desarrollo, por complejo de pequefiez o por motivo de las caracteristicas de las cortientes historiograflcas hegeménicas, Ia nuestra ha sido principalmente una macrohistoria y nuestras principales producciones son globalizadoras. Es una historia de fos procesos grandes y agregados. Si es sectorial, es de grandes sectores. Matices y excepciones hay, y de mucho valor. Queda de todas formas la idea de que los microprocesos, las historias de empresas, empresarios, obreros. propietarios y productores agropecuarios, empresas del Estado, regiones, localidades, ete, tienen un gran aporte que realizar a las interpretaciones globales, que por momentos parecen mostrar sintomas de agotamiento. Con esto no pretendemos decir que la historiogratia macro esté agotada. Como se me ha sefalado, es necesario destacar que atin festa mucha macrohistoria por hacer: la del comercio, la de los servicios, la de la banca parecen ser ias que muestran las principales carencias, pero no son las Unicas que restan por hacerse. Pero volviendo a las necesidades de microhistoria, parece importante destacar, que este desarrollo necesario no adquiera un cardcter excesvamente particularista, que no se ponga en busca de lo unico, lo individuai ¢@ ireproducible, a descubrir y detallar la infinidad de lo concreto y Gemostrar la inevitable limitacién de lo abstracto, que no se ponga a relatar cémo fue que sucedié y cémo fue que coincidieron en un mismo momento hechos que no pueden con cierta légica y rigurosidad ser puestas una en relacién con Ia otra. Mas bien, los microestudios deberian emprender la determinacién de la importancia y la ejempiarizacién de lo general, de lo “legal”, de lo comparable y abstraible, Deberian contribuir a revelar y caracterizar relaciones dificilmente accesibles para un enfoque agregaco de Ia informacién. Este aspecto de la bUsqueda de |o absiracto en lo particular nos lleva @ otto que creo es de la mayor importancia. La historiografia uruguaya tiene una importante deuda; sin dejar de ser macrohistorla, ha sido particularista en su objeto y en sus ambiciones. Como se viene repitiendo con insistencia, hemos cedido ante ia creencia de nuestra excepcionalidad en el contexto latinoamericano, Hemos buscado las rozones de lo Unico, hemos desarroliado muy poca investigacién comparativa, hemos desarroliado poquisima investigacién sobre otros aises, 0 sobre, digamos, la realidad latinoamericana globalmente. Hemos asf alimentado cierto provincialismo, que no fue ajeno a las corrientes predominantes en el conjunto de ia sociedad y ciencias sociales uruguayas y hemos asf alimentado un desarrollo de la historlografia poco generalizante, poco tedrico y poco apto para la comparacién internacional. Hasta cierto punto podria decirse que un 6 nacionalismo un poco estrecho va de Ic mano de un fuerte historicismo. Esto, por supuesto y vale mucho Ia pena aclarario, no es una deuda individual de ningin historiador. No es un reproche que pueda hacérsele nadie en particular. Aqui las responsabilidades aparecen solamente en el plano institucional y colectivo. Quisiera también resaltar las carencias en el plano de lo teérico y del manejo de informacién cuantitativa. Los economistas realizaron en su momento importantes contribuciones a Ia produccién historiografica, en especial en las interpretaciones del proceso econémico ¢ industrializador a partir de 1930. Actuaimente los economistas se han corrido hacia adelante, inician la pista de despegue de sus investigaciones a lo méximo en los afos '60 y no muestran en la misma intensidad las preocupaciones histéricas que mostraban hacia los afos '60. Simultaneamente los historiadores han tendide a invadir e! terreno de los ‘Gfios '30 al 70. Pero ya no estamos en jos afios '60, cuando Ia historia econémica y social se mostraba como ja gran clave interpretativa de una sociedad que se vefa frente a un cambio inminente y que con intensidad miraba hacia el pasado para descubrir los caminos hacia el futuro. Actualmente ia historia econdmica y social ha perdido su carécter hegeménico, ya no explica ni cautiva como |o hizo. Por otra parte, otras ramas de Ia historia, como Ia de las mentalidades, la de las profesiones, etc, han cobrado un fuerte impulso, al tiempo que. en un proceso igualmente muy positivo, Ia historia de la politica deja de ser una historia factica o una historia pragmatica, politizada, para ser una produccién que adaquiere caracteristicas de ciencia politica aplicada al terreno histérico. De esta forna han surgido nuevos periodos para el estudio historico y ha nabido un debilitamiento relativo de Ia historia econémica. Este debilitamiento relativo de Ia historia econémica en el Uruguay parece hacerse atin mas notorio al ser puesto en relacién con el intenso proceso de producclén tedrico-metodolégica e histérica a nivel internacional y de desarrollo de la utilizaci6n de métodos cuantitativos, mas alld del juicio que estos procesos nos merezcan En sintesis, existen cuatro deficiencias a superar: el excesivo macroestudio, el excesivo “particularsmo nacional’, el limitado desarrollo tedrico y las limitaciones en el manejo de informacion cuantitativa Un programa de accién para el desarrollo de Ia historla econémica en el Uruguay El tema central de nuestra investigacién debe continuar siendo el desarrollo econémico del Uruguay: sus determinantes generales y particulares, sus avances y bloqueos, sus etapas y fluctuaciones. Sin embargo, basGndones en io mucho ya recorrido y en las indiscutibles habilidades y conocimiento histérico ocumulados, entiendo que 7 deberfamos enfatizar la comparacién intemaclonal, especiaimente con los paises de la regién y América Latina y con ottos paises en similares situaciones de inserclon internacional, desarrollo relativo y también de tamafio, ubicados en muy diferentes continentes. Este es un proyecto para varias instituciones nacionales involucradas con Ia historia econémica, es un proyecto que requiere un nutrido intercambio interdisciplinario y es un proyecto para desarrollarlo también en el piano regional e internacional. No es un proyecto para manana, sino algo para tener mas o menos encaminado para empezar el proximo milenio con la sensacién de haber mirado también hacia adelante. Lo recursos limitados pueden transformarse en un verdadero bloqueo, si las pugnas y busquedas de rentas predorninan en un entomo de competencia destructiva y estancamiento. Apostamos a Ia bsqueda de circuitos de cooperacién y transformacién cualitativa de las condiciones y limitaciones existentes, ala busqueda de climas favorables @ interaccién creativa, En lo nacional, ja situaci6n institucional de la historia econémica es compleja, endeble y dispersa. Contamos con nticleos de investigacion en Ia Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacién, contamos con una pequeria Grea de investigacién de Historia Econémica en el Instituto de Economia de la Facultad de Ciencias Econémicas y Administracién y con una importante cateara de Historia Econémica en dicha Facultad, Contamos también con nuestro joven programa y con alguna insercién en institutos privados. Del esfuerzo de cada uno de estos nticleos, de la cooperacién entre ellos y de Ia posibilidad de explotar otos Gmbitos de desarrollo en otros organismos publicos, pueden resultar cosas muy importantes. La muy reciente conformacién de nuestra Asociacién de Historia Econémica del Uruguay es algo que nos complace mucho y que confiames podra contrioulr a desarrollar mayores y mejores intercambios, en los que todos ganemos. En.el plane nacional creo que debemos trabajar en tres direcciones. 1. Estrechar los vinculos entre jos diferentes _investigadores, ptomoviendo el intercambio sobre productos de investigacién, aprendizajes metodolégicos, etc, y desarroliancio proyectos conjuntos o complementarios de investigacién. Una mencién particular en esta direcclon merece el intercamblo interdiscipiinario. al que debemos acudir de forma sistematica para ampiiar nuestras miras y enriquecer nuestra capacidad de andiisis 2. Esttechar los vinculos entre la docencia y Ia investigacién, estimulando la ampliacién de ambitos de docencia en historia econémica a nivel de grado, vinculando los investigadores a la docencia y tlevando a la docencia los resultados de las investigaciones. Particular importancia reviste el trabajo colectivo hacia el desarrollo de cursos de posgrado en historia econémica. 8 3, Estrechar los vinculos entre los Gmbitos de investigacion en historia econémica y las instituciones puiblicas y privadas vinculadas a los objetos de estudio de la disciplina. En ese sentido, es para nosotros muy reconfortante y estimulante, contar hoy con la presencia de! Economista Vaz, Gerente del Depariamento de Investigaciones Econémicos del Banco Central del Uruguay, organizacién que entendemos debe tener un gran interés por el desarrollo de nuestra disciplina y que asi lo confirma mediante su presencia hoy junto a nosotros. Contamos afortunadamente con un marco institucional yun ambiente general apto y estimulante para la cooperacion regional & internacional. Debemos aprovechor esta situacién para dar fires pasos para institucionalzar vinculos regionales en toro al desarrollo de la historia econémica, En este sentido queremos mencionar tres lineas para la cooperacién regioncl e internacional. “Tenemos una Imperiosa necesidad de formar investigadores que rednan las habilidades sefaladas: erudiccién histérica, conocimiento tedtico-metodolégico y manejo de técnicas de procesamiento de informacion. En tanto no tengamos posibllidades de brindar cursos de posgrado, trobalaremos para enviar a nuestros jovenes investigadores a formarse al exterior. Sin embargo, a més largo plazo, deobemos darnos los medios para encarar la solucién a Ia imperiosa necesidad de desarrollar cursos de posgrado y creemos que es una tarea a encarar en el plano regional. Cursos independientes de posgrado, una maestria y un doctorado de historia econdmica, resultado del trabajo conjunto de diversas instituciones de nuestros paises, son metas ambiciosas, pero no imposibles si existe una fime voluntad y se escalan adecuadamente los pasos a dar. El flujo de informacion y el intercambio académico son vitales, En este sentido queremos promover otras dos iniciativas. ~Creemos que es muy necesario y posible editar una revista regional de historia econémica y estamos en condiciones de hacer una contribucién econémica para la concresion de ese proyecto. La produceién regional seria suficlente para mantener una revista de buen nivel, que a la vez sirviera para mantener actualizada ic informacién sobre eventos, publicaciones, etc, y para mantener un buen intercambio con la comunidad internacional. -Creemos finaimente que debemos promover reuniones periddicas de investigadores de nuestros pases, mediante el conjunto esfuezo de nuestras Asociaciones de Historia Econémica, La envidiable situacion de nuestros colegas argentinos, que vienen desde hace mds de una década realizando ininterumpidamente sus Jormadas de Historia Economica con participacién de investigadores de otras disciplinas de las ciencias sociales y de otros paises, no es mas que un estimulo para g pensar en una empresa de este tipo y para imaginarse la posibilidad de salvar los oostaculos que puedan presentarse para su concresion, Sabemos que estos procesos de colaboracién son muy engorrosos, que necesitan un largo tiempo de gestacién y maduracién, No pretendemos respuestas categéricas y estamos abiertos a todo tipo de propuesta que se nos haga. Esperamos poder intercambiar ideas en el Corter del seminario y especialmente en Ia mesa redonda final, porque gueremos que el tema de la integracién y la colaboracién se plasmen en realizaciones concretas. ESTE DOCUMENTO SE TERMINO DE IMPRIMIR EN EL TALLER DE IMPRESION DE LA FACULTAD ‘OE CIENCIAS SOCIALES EN ELMES DE JULIO DE 1998

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