Uso e Interpretacion Del MMPI 2 - Emilia Gomes PDF

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Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol EL LIBRO MUERE CUANDO LO FOTOCOPIA AMIGO LECTOR: Laobra que usted tiene en sus manos posee un gran valor. En ella, su autor ha vertido conocimientos, experiencia y mucho trabajo. El editor ha procurado una presentaci6n digna de su contenido y est poniendo todo suempe- oy recursos para que sea ampliamente difundida, a través de sured de comercial zacién. Alfotocopiar este libro, el autoryy el editor dejan de percibirlo que correspondea la inversidn que ha realizado y se desalienta Ia creacién de nuevas obras, Rechace cualquier ejemplar “pirata” 0 fotocopia ilegal de este libro, pues de lo contrario staré contribuyendo al lucro de quienes se aprovechan ilegitimamente del esfuer- zodel autory del editor. Lareproduccién no autorizada de obras protegidas por el derecho de autor no s6lo sun delito, sino que atenta contrala creatividad y la difusi6n de la cultura. Para mayor informacion comuniquese con nosotros: G Manual Moderno® Editorial EI manual Modemo, S.A.deC.V. _Editorfal EI manual Moderno (Cotombia), Ltda ‘Av. Sonora 206, Col Hipédrome, 06100 Carrera 12-A No. 79-0305 México, DF. Bogoté, D.C. Uso e interpretaci6n del MMPI-2 en espafiol DRA. EMILIA LUCIO GOMEZ-MAQUEO Facultad de Psicologia UNAM DRA. MARIA IVONNE LEON GUZMAN Facultad de Psicologia UNAM Editora responsable: Psic. Ma. Magdalena Ramos Tejeda Editorial El Manual Moderno Gp Manual Moderno’ hl Elana edema, SA 64 CX Eto EI Manual Modern, Coon ie Soma 28-20 at Hine, CP CEO MAC®, OF ‘aane 73cn ages oe 'Nos interesa su opinién, comuniquese con nosotros: Editorial EI Manual Moderno, S.A.de C.V., ‘Au. Sonora num. 208, Col. Hipadromo, (Deteg. Cuauntémoc, 06100 Maxico, OF uy (52-55)52-65-11-62 y (52-55}92-65-11-00 af Info@manualmoderno.com Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espafiol D.R. © 2003 por Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V., ISBN 970-729-058-7 Miembro de la Camara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. mim. 39 ‘Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicacién puede ser reproducida, almacenada cen sistema alguno de tarjetas perforadas 0 transmitida por otro medio —electrénico, mecinico, forocopiador, registrador, etcétera— sin permiso previo por escrito de la Editorial. All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system or transmitted in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording or otherwise, without the prior permission in writing from the Publisher. Manual moderno® 98 marca regisirada do. Ezitorial EtMManual Mederno, S.A. do CV. Lucio Gémez Maqueo, Emilia, Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espaiiol / Emilia Lucio Gémez-Maqueo, Maria Ivonne Leén Guzman, - México Editorial El Manual Moderno, 2003. xvi, 332 p. 25cm. Incluye bibliografia ¢ indice ISBN 970-729-058-7 | 1. Inventario Multifisico de Personalidad de Minnesota - Manuales, ete. 2. Personalidad - Pruebas. I. Leon Guzmén, Maria Ivonne. TT. t. 155.283 LUC.u. Estilo editorial: Manuel Bernal Pérez Disefio y formacién de paginas: Rocio Pérez, Morales Indice: Cecilia Llanos Monsalvo Digitalizacién de imagenes: Victor H. Gonzalez Antele Disefio de portada: Biol. Arturo Delgado Fuentes Contenido Prdlogo.... De las autoras Agradecimientos.. Capitulo 1. Evaluacién de la personalidad - por medio del MMPI y MMPI-2.. Antecedentes del uso del MMPI en México La revisién del MMPI .. Diferencias entre el MMPI y MMPI- Bibliografia ..... Capitulo 2. Estudios de normalizacién, confiabilidad y validez del MMPI-2 en México.. Normas para estudiantes .. Las normas de la poblacién general mexicana Estructura factorial del instrumento .... Estudios de confiabilidad y validez de la prueba Desarrollo de la Infrecuencia psiquidtrica para México Bibliografia . Capitulo 3. Aplicacién y calificacién del MMPI-2 Aplicacién de la prueba .. Aspectos éticos en Ia aplicacién e interpretacién del MMPI-2.... Materiales del MMPI-2 . Elaboracién del perfil y obtencion de la clave en el MMPI-2 Bibliografia VIG Uso e in Capitulo 4. Capitulo 5. Capitulo 6. Capitulo 7. nterpretacion del MMPI-2 en espaftol (Contenido) Interpretacién de los indicadores de validez ..... Puntuacion No puedo decir (7) Escala L Escala F Escala K Nuevos indicadores de validez. en el MMPI-2: Fp, INVAR, INVER ..... Otros indices de invalidez de la prueba . Configuracién de las escalas de validez, Simulacién en los inventarios de autorreporte Bibliograffa ..... Esealas clinicas . 87 Aspectos generales de la interpretacion de las escalas clini Escala 1 (Hipocondriasis, Hs) Escala 2 (Depresién, D) Escala 3 (Histeria conversiva, Hi) Escala 4 (Desviacién psicopatica, Dp) Escala 5 (Masculinidad-femineidad, Mf). Escala 6 (Paranoia, Pa) .. Escala 7 (Psicastenia, Pt) ... Escala 8 (Esquizofrenia, Es) Escala 9 (Hipomanfa, Ma) Escala 0 (Introversién social, Is) Bibliografia . Escalas de contenido del MMPI-2 Aspectos generales de la interpretacién de las escalas de contenido U9 Escalas de sintomas internos 123 Escalas de tendencias agresivas externas 126 Escala de autoconcepto negativo 129 Escalas del 4rea de problemas generales 129 Caso ilustrativo . . 132 Bibliograffa .. 135 Escalas suplementarias 137 Ansiedad (A) 138 Represién (R) . 140 Fuerza del yo (Fyo 142 Alcoholismo de MacAndrew-Revi 145 Hostilidad reprimida (HR) 146 Dominancia (Do) ... 147 Contenido FVII Responsabilidad social (Rs) Desajuste profesional (Dpr) Género masculino (GM) . Género femenino (GF). Desorden de esirés postraumatico de Keane (EPK) Desorden de estrés postraumatico de Schlenger (EPS) Predisposicién a problemas con las adicciones (PPA) Reconocimiento de las adicciones (RA) . Desadaptacién matrimonial (DM).. Reactivos significativos Caso ilustrativo Bibliografia 148 149 150 Capitulo 8. Tipos de cédigo ... Antecedentes del uso de esta estrategia de interpretacién Cédigos de dos escalas Descriptores de tipo de c6digo de tres escalas .. Aspectos adicionales sobre la configuracién de los perfiles Bibliografia iso del MMPI-2 en la evaluacién del alcoholismo Antecedentes .. Tipos de perfil de los pacientes alcohdlicos Escalas de alcoholismo desarrolladas en el MMPI. Escalas de abuso de sustancias en México .. Puntuaciones de corte para la poblacién mexicana Otros andlisis estadisticos con las escalas de abuso de sustancias en la poblacién mexicana Casos ilustrativos Bibliograffa ..... Capitulo 10. Integracién del reporte del MMPI-2 .. Preguntas sugeridas para las interpretaciones del MMPI Formatos de entrevisté Gufa para la elaboracién de un informe en el area laboral . El uso del reporte del MMPI-2 en psicoterapia Epflogo Bibliografia Apéndice A. Datos de validez y confiabilidad del MMPI-2 de la muestra normativa mexicana de estudiantes y de la poblacién general ... VID Uso e interpretacién del MMPI-2 en espatiol (Contenido) Apéndice B. Puntuaciones T de la muestra normativa mexicana de la poblacién general 279 299 299 301 310 317 Apéndice C. Reactivos agrupados por escalas*. Escalas de validez... Escalas basicas Escalas de contenido Escalas suplementarias Apéndice D. Reactivos significativos de los grupos de Koss-Butcher y Lachar-Wrobel 323 indice 327 Prélogo Eiiitoro “Uso © interpretacién del MMPI-2 en espafiol”, que nos ofrecen las doctoras Emilia Lucio Gémez-Maqueo e Ivonne Leén, viene a llenar un hueco importante sobre la construccién, manejo e interpretaci6n de la escala de evaluacién de la personalidad sin duda més usada en el mundo, el MMPI-2. Se trata de un instrumento que ha pasado las pruebas: a) del tiempo y, por tanto, de los avances'del conocimiento sobre la psi- cologia humana y su evaluacién, fue elaborado en 1939 y se sigue usando; b) de las revisiones, en 1982 la primera versin del MMPI fue revisada en forma sustancial, se buscaba modernizar los reactivos ¢ incluir nuevas escalas para evaluar problemas no incor- porados en la primera versién, se modificaron alrededor de una quinta parte de los reactivos originales pero la prueba conservé su estructura bdsica convirtiéndose en el MMPI-2; c) de la cultura, se ha empleado en muchos pafses del mundo, en culturas tan dife- rentes a la estadounidense —de donde surge—, como la China en donde se us6 una traduccién del instrumento y en la elaboracién de un inventario propio utilizaron parte de los reactivos de la ver- si6n original; d) de las grandes transiciones sociales como la revo- lucién sexual que modificé sustancialmente la forma de conceptuar el homosexualismo y los roles de género, a pesar de las modifica- ciones introducidas en la revision de 1982 es probablemente la escala mds controvertida y menos consistente, atin as{ ha mostra- do utilidad para describir las diferencias de lo que se espera de hombres y mujeres en diferentes culturas. Su construcci6n, a partir de conductas observables en diferen- tes grupos de enfermos y de rescatar lo que los pacientes tenian IX X FF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol que decir de si mismos, trascendiendo asf el diagnéstico basado solamente en el dictamen autorizado del especialista, y su validacién a partir de mostrar valor predictivo para diferenciar a enfermos y sanos y entre diagndsticos, lo hacen un instrumento poco comprometido con una escala definida y, por tanto, util para muchas orientaciones. A pesar de estas virtudes, también se trata de un instrumento que en manos poco ilustradas resulta peligroso; un usuario poco experimentado en el trabajo cli- nico y con pocos antecedentes sobre las limitaciones de la interpretacién de los puntajes, en culturas diferentes a la estadounidense y atin dentro de ésta, pueden decidir el futuro de un trabajador sobre bases poco validas. La doctora Lucio Gémez-Maqueo entendié el potencial de esta escala y la necesidad de adaptarla y validarla a México, y se impuso el reto de realizar la in- vestigacién necesaria para superar los problemas de validez y de desarrollar las normas para su interpretacién. El texto que nos ofrece la doctora Lucio en colaboracién con una de sus alum- nas, Ivonne Le6n, previene este mal uso. Junto con el Manual publicado por ella en 1995 seran una herramienta invaluable para la adecuada aplicacién, calificacién e interpretacién. E] libro recoge la investigaci6n realizada en México por la autora del texto y de diferentes investigadores, entre ellos, los doctores Amada Ampudia, Isabel Reyes, Roberto Navarro, Ofelia Rivera, Ignacio Nufiez, por mencionar s6lo a algunos y de muiltiples tesis sobre el tema, la mayoria de ellas realizadas bajo la direccién de la doctora Lucio. Ofrece, en su primer capitulo, un paseo por la historia del MMPI, desde su concepcién hasta la elaboracién de su segunda versi6n. En el segundo capitulo incluye los estudios sobre la normalizacién, la confiabilidad y validez del MMPI-2 en México. Su aplicacién y calificacién son objeto del tercer capitulo; la interpre- tacién de los indicadores de validez, del perfil se abordan en un capitulo completo. La calificacién actuarial mediante cédigos es también considerada en un capitulo especial, ofreciendo al aplicador una posibilidad adicional para calificar ¢ interpre- tar la combinacién de calificaciones. El texto aborda las caracteristicas e interpretacién de las escalas clinicas, las escalas de contenido y las escalas suplementarias en respectivos capitulos, el terce- To de éstos permite al lector tomar la decisién de incluir en su diagnéstico y reporte las escalas adicionales, de acuerdo con las necesidades del caso. Las autoras ofrecen un capitulo completo para el andlisis de un problema singu- lar, el alcoholismo, en el que describen los resultados de una investigaci6n realizada en México usando una de las escalas suplementarias. Lustran asf los posibles usos de escalas como ésta para profundizar en el estudio de los temas posibles a evaluar. Concluyen el libro con un capitulo sobre la integraci6n del reporte del MMPI- 2 y la retroalimentaci6n a la persona que responde en inventario. Pone especial cuidado en alertar a los lectores sobre los aspectos éticos de su uso y el cuidado que debe observarse en su interpretacion y reporte, especialmente cuando el resultado se usa como base para la seleccién de personal. Prélogo @ Xt Los capitulos se ilustran con resultados de diferentes estudios pertinentes a cada tema abordado, provenientes tanto de Ia literatura internacional como de los resultados de investigacién realizados en México, poniendo especial cuidado en ofrecer al lector la evidencia existente sobre los alcances y las limitaciones en la interpretacién de resultados cuando se trata de poblacién mexicana. El aplicador que siga con cuidado las recomendaciones de las autoras estar en posibilidades de hacer un uso exitoso de la prueba. Sera sin duda un texto obligado de psicdlogos dedicados a Ia clinica, a la edu- caci6n y al drea laboral, para alumnos, maestros ¢ investigadores que ven en el MMPI-2 un instrumento util para el diagnéstico clinico y la evaluacién de las ca- racterfsticas de la personalidad. DRA, MARIA ELENA MEDINA-MORA Jefe del Departamento de Investigaciones Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatria Ramén de la Fuente Miembro del Panel de Expertos Asesores de la OMS, de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Academia Nacional de Medicina De las autoras Dis. Emilia Lucio Gomez-Maqueo La Dra. Lucio es profesor de tiempo completo del Posgrado de la Facul- tad de Psicologfa; su experiencia profesional cubre diversas 4reas como evaluacién de la personalidad y tratamiento a nifios, adolescentes y adul- tos. Ha obtenido los titulos de Licenciatura, Maestria y Doctorado en Psicologia en la UNAM y tiene estudios de especializacién en Psico- andlisis. Fue estudiante especial en la Maestria en Psicologia en la Uni- versidad de Queens en Ontario Canada. Ha realizado investigacién dentro del area de Adaptacién y Estanda- rizacién de pruebas psicolégicas, asf como en el campo de evaluacién de tratamientos psicoterapéuticos. Ha impartido también numerosos cursos y conferencias de actualizacién. Entre sus publicaciones se cuen- tan el Manual para la aplicacién y calificacién del Inventario Multifasico de la Personalidad-2 y el Manual para la aplicacién y calificacién del MMPI-A en su version en espafiol. Es autora de los libros Psicodiagnéstico clinico del nifio e Integracién de estudios psicolégicos. Algunos de sus trabajos han sido publicados enel extranjero, como algunos capitulos en libros. También es autora de diversos trabajos presentados en congresos nacionales e internaciona- les. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y ha coordinado diversos estudios en el 4rea clinica. XE XIV + Uso € interpretacion del MMPI-2 en espanol (De tas autoras) Dos. Maria Ivonne Leén Guzmadn Ivonne Leén es doctora en Psicologia por la Universidad Nacional Auténoma de México, profesora de la Universidad de las Américas. Ha participado en diversos congresos internacionales y colaborado en publicaciones en revistas especializa- das nacionales e internacionales, como Revista de Psicopatologfa, Salud Mental, Journal of Clinical Psychology. Es colaboradora en la investigacién acerca de la adaptacién y estandarizacién del Inventario Multifasico de la Personalidad de Minnesota 2 y del Inventario Multifsico de la Personalidad de Minnesota para Adolescentes. Posee experiencia en la evaluacion de la personalidad a nivel clinico y de seleccién de personal. Agradecimientos Ls autoras queremos agradecer el apoyo brindado por algunas perso- nas ¢ instituciones, sin cl cual no se hubieran logrado los resultados de investigaci6n que se presentan en esta obra. En especial el CONACYT, la Divisién de Posgrado de la Facultad de Psicologia de la UNAM, al Dr. Juan José Sanchez Sosa, la Dra. Ma. Elena Medina-Mora, al Dr. James N. Butcher, Dr. Yoseff S. Ben-Porath, y al Dr. John R. Graham. Asimismo, agradecemos la colaboracién de algunas instituciones para poder llevar a cabo la recoleccién de los datos, como el Centro de Ayuda al Alcohdlico y sus Familiares del Instituto Nacional de Psiquia- tria Ramén de la Fuente, Centro Dermatolégico Pascua, Centros de Re- adaptacién Social, Sistema de Transporte Colectivo Metro, Universidad Autonoma de Tabasco, Universidad Auténoma de Yucatan, Hospital Fray Bernardino Alvarez y todas aquellas otras que permitieron el acceso a poblaciones que forman parte de la muestra normativa general. No podemos dejar de mencionar la decidida participacién en las investigaciones que se reportan en este trabajo, de maestros y alumnos de la Facultad de Psicologfa, como la Mtra. Consuelo Duran, Mtro. Luis Monz6n, Dra. Amada Ampudia, Mira. Blanca Barcelata, Mtra. Lourdes Gallegos, Mtra. Maria Cristina Heredia, Mtra. Georgina Loza, asi como aquellos otros alumnos cuyos resultados de tesis se presentan en esta obra o que han colaborado en los diversos proyectos de investigacién que condujeron a la publicacién de este libro. XV XVI_C Uso e interpretacién del MMPI- en espaiol (Agradecimientos) Queremos reconocer, también, la colaboracién de la Mtra. Bertha Gémez- Maqueo, cuyo trabajo profesional no es del rea de la Psicologia, pero que sin su apoyo los resultados de este proyecto no hubieran podido concretarse. Lo mismo en el caso de la Lic. Magdalena Ramos, editora en psicologia de Manual Moderno, cuyo interés en la publicacién de esta obra es invaluable. Finalmente, agradecemos el apoyo y aliento incondicional que nos brindaron nuestros familiares y amigos, asf como su paciencia por las horas de atencién no brindadas por estar dedicadas a este libro. (© eitorial £1 mamial Moderna Fetoceptar sn auterzacén es un sell, Evaluacion de la personalidad por medio del MMPI y MMPI-2 Bea ta actuatidad existe un gran interés por evaluar diferentes as- pectos de los individuos. La necesidad de demostrar la eficacia de los tratamientos psicolégicos que se proporcionan a las personas es una de las razones que ha contribuido a un incremento en el desarrollo y validacién de instrumentos. Una prueba psicoldgica puede definirse como una serie de reac- tivos que miden caracteristicas de los seres humanos que determi- nan su conducta (Kaplan y Sacuzzo, 1997). Dado que existen mu- chos tipos de conductas, existen también muchos tipos de pruebas psicol6gicas: de habilidades, de aptitudes, de intereses, de inteli- gencia, de personalidad, entre otras. Un poco antes de la Segunda Guerra Mundial, las pruebas de la personalidad empezaron a experimentar un auge importante. Mientras que las pruebas de inteligencia pretendfan medir habili- dades o potencial, las pruebas de la personalidad intentaban medir caracteristicas estables 0 rasgos. Los rasgos pueden ser definidos como disposiciones relativamente estables y duraderas, como ten- dencias a actuar, a pensar o a sentir que distinguen a una persona de otra. Las primeras pruebas de personalidad que se construyeron fueron de papel y lépiz, ya fuera de seleccién miiltiple o de elec- cién forzada de falso-verdadero y, dado que estas pruebas tienen una estructura definida, son conocidas como pruebas objetivas estructuradas de personalidad, Las pruchas estructuradas de la personalidad pretenden eva- luar rasgos de personalidad, tipos de personalidad, estados de la personalidad y otros aspectos como la autoestima. De éstas, los inventarios de 1a personalidad son las mas populares puesto que 1 2 97 Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espaitol (Capitulo 1) permiten evaluar diferentes aspectos de las diferentes facetas de un individuo y la relaci6n cualitativa de sus diversos rasgos. Una de las pruebas estructuradas de la personalidad mas ampliamente utilizada es el Inventario Multifasico de la Perso- nalidad Minnesota (MMPI). De acuerdo con Butcher y Williams (1992), en 1939 Starke Hathaway y J. C McKinley (1940), guiados por la simple frustracién en su practica clinica cotidia- na, empezaron a investigar acerca de instrumentos titiles para trabajar con sus pa- cientes lo que, con el tiempo, resulté en la publicacién del MMPI (Hathaway, 1965). Dichos autores desarrollaron el MMPI como una ayuda en la tarea cotidiana de evaluar y diagnosticar a pacientes con trastornos mentales en los hospitales de la Universidad de Minnesota. Los inventarios —supuestamente objetivos— que se utilizaban en esa época estaban demasiado sujetos a teorfas psicolégicas de la es- tructura de la personalidad y se habfan desarrollado con estudiantes universitarios, © median variables no relacionadas con la psicopatologia; por lo que resultaban poco titiles para el trabajo de Hathaway en el servicio psiquidtrico para adultos. A pesar de sus orfgenes en un sencillo servicio psiquidtrico en Minnesota, el MMPI lleg6 a ser el inventario de personalidad objetivo mas ampliamente utiliza- do e investigado en el mundo (Lubin, ef al., 1984; Lubin, et al., 1985: Piotrowski y Lubin, 1990). Al poco tiempo de haberse desarrollado, su uso se extendié mas all de los hospitales de la Universidad de Minnesota a clinicas psiquidtricas y hospita- les de todo EUA empleandose con pacientes en diversos escenarios: medicina ge- neral, con estudiantes, adolescentes internos de correccionales, personas en unida- des de tratamiento por problemas de drogadicci6n y alcoholismo, e incluso en la evaluacién de personal militar. Se aplicé también en escenarios laborales con indi- viduos que aspiraban a algtin puesto especifico, a mayores responsabilidades o a actividades estresantes como las de piloto aviador, oficial de policia u operador de plantas de energfa nuclear. E1 MMPI Ileg6 a ser también la medida de psicopatologia mas ampliamente usada en estudios psicolégicos y psiquidtricos, asf como en in- vestigaciones médicas. A fines del decenio de 1940-49 e inicio del de 1950-59, el MMPI cruz6 los limites nacionales estadounidenses. Las primeras traducciones del inventario se desarrollaron en Italia, Alemania y Puerto Rico (Butcher, 1985) y en 1976 se dispo- nfa ya de mas de 50 traducciones a lenguas extranjeras (Butcher y Pancheri, 1976). Cheung (1985) y Cheung y Song (1989), en su trabajo sobre la versi6n china del MMPI, describieron las ventajas de usar el MMPI en lugares como Hong Kong 0 Beijing, donde existian pocos instrumentos chinos estandarizados para ayudar a los psic6logos clinicos en su labor profesional, argumentando que quizé resultarfa menos costoso adaptar un instrumento que desarrollar uno nuevo cuando los recur- sos, tanto profesionales como monetarios, eran restringidos. La adopcién y adaptacién de un instrumento bien fundamentado como el MMPI, fue posible por la existencia de trabajos teéricos anteriores e investigaciones sobre las propiedades psicométricas de la prueba. Dado que otras traducciones del MMPI habfan pasado el escrutinio metodolégico transcultural (Butcher y Pancheri, 1976), Cheung (1985) sefialé que la adaptaci6n y validacién del MMPI resultaba también (© Era | Manual Medetno Focal sin atoeactn es un deli Evaluacién de la personalidad... 3 mis eficiente que la construccién de nuevos instrumentos nacionales. En algunos otros lugares se encontré lo mismo que en China, por lo que actualmente se cono- cen mas de 140 traducciones del MMPI en 46 pafses. Aun en China, donde se cuenta ahora con un instrumento de medicién de la personalidad propio (Cheung, et al., 1996), se tomaron reactivos del MMPI como parte del mismo. Tales antecedentes llevan l6gicamente a formular la pregunta ca qué se debe el éxito notorio y la permanencia del MMPI? Una de las respuestas obvias es que el MMPI provee de una técnica titi y prictica en la evaluaci6n de individuos que reportan problemas y sintomas de en- fermedad mental. Probablemente también, el gran mimero de investigaciones que documentan la validez y confiabilidad del MMPI es un elemento importante para su éxito. Debido a que la prueba suministra informacién ttil en la prediccién de problemas y conductas de las personas de manera eficiente y relativamente poco costosa, los clinicos desean cooperar en proyectos de investigacién con el MMPI; de hecho, frecuentemente contribuyen a la literatura sobre investigaciones con este instrumento. Starke Hathaway (1965) enumeré varias caracteristicas estructurales del MMPI que, desde su punto de vista, agregadas a su validez, habfan influido en su popula- ridad como los dispositivos para detectar algtin tipo de respuestas indeseables o invalidadas, la deteccién de puntajes poco confiables debidos a problemas de lec- tura, el uso de lenguaje simple, la sencillez de sus procedimientos de administra- ci6n y calificacién y, finalmente, la familiaridad clinica general con las variables de los perfiles. De hecho, en la actualidad se piensa que una de las mayores virtu- des del MMPI es contar con las escalas de validez, mismas que hacen posible evaluar la credibilidad del autorreporte de una persona. Otras cualidades contribuyeron al prestigio del MMPI como un instrumento valioso de evaluacién psicolégica; por ejemplo, el hecho de que provefa evaluacio- nes confiables (es decir, que los puntajes resultaban ser consistentes a través de diferentes aplicaciones). Otra caracteristica importante era que los puntajes de una persona en una escala del MMPI podian interpretarse dentro de un marco normati- vo, es decir, el individuo en consideracién podia ser comparado con otras personas para determinar si sus puntajes eran bajos o altos, extremos comparados con las normas 0 si estaban dentro del patrén de un grupo conocido —como aquellos con trastornos depresivos 0 esquizofrénicos, normas con las que 1a mayoria de los inventarios de la época no contaban. El MMPI tuvo también una aceptacién importante dentro de la perspectiva del estudio transcultural de la psicopatologia, dado que el estudiar con sdlo un grupo de criterios las alteraciones que se presentan en diferentes culturas, contribuy6 a confirmar que hay alteraciones mayores —como la depresion y la esquizofrenia— que se presentan universalmente, aunque la cultura influye en la tasa, las manifes- taciones y el desarrollo de los desérdenes mentales. En lo que se refiere a investiga- cién transcultural acerca de la psicopatologia, en un principio, ésta estuvo basada en pruebas proyectivas, pero mas adelante aumenté el interés por investigar con pruebas objetivas de personalidad. La investigaci6n transcultural con pruebas de 4. Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 1) personalidad ha demostrado que las pruebas de papel y lapiz, como el MMPI, pue- den proporcionar datos importantes si el contenido de los reactivos y los constructos medidos son apropiados o relevantes para la cultura estudiada. Los inventarios MMPI y MMPI-2 son titiles, entre otras cosas, porque son de autorreporte y en la evalua- cién clinica de problemas es importante incorporar el punto de vista de la persona acerca de la evaluacién de su personalidad y sintomas (Butcher, 1996). ANTECEDENTES DEL USO DEL MMPI EN MEXICO Al final del decenio de 1960-69, cuando los investigadores en BUA ya criticaban la versi6n original del inventario, el Dr. Rafael Nuifiez publicé el MMPI en espaiiol para la poblacién mexicana. El Dr. Niiiez construy6 esta versién a partir de una primera versi6n de las frases del inventario realizada en Cuba por los doctores A. Bernal y E. Fernandez. El Dr. Abelardo Mena, egresado de la Universidad de Yucatan también colaboré con el Dr. Nuifiez para desarrollar la versin en espafiol. Al mis- mo tiempo que la popularidad del instrumento aumentaba, los profesionales sefia- laron también que habfa serios problemas lingiifsticos y deficiencias culturales en la traduccién mexicana, lo que produjo distorsiones y problemas en su interpreta- cién. Sin embargo, el MMPI continué utilizdndose en la préctica clinica y laboral pues no se consideraba que existiera otro instrumento que pudiera sustituirlo, pues- to que el MMPI proporcionaba una informacién integral y multifacética sobre la persona, por lo que constitufa una herramienta valiosa para el clinico y también en el campo educativo y para la seleccién de personal. Dado que sistemdticamente se usaron las normas estadounidenses para la evaluaci6n ¢ interpretacién del inventa- rio, por lo general los estudios efectuados en México mostraron que los mexicanos puntuaban significativamente mis alto que los estadounidenses en las escalas 2 (D) y 8 (Es) (Navarro 1971, Niifiez, 1987; Rivera y Ampudia, 1976; Rivera 1991). Las estudiantes mexicanas universitarias obtenfan puntuaciones elevadas en la escala de Masculinidad-femineidad (5) (Avila, et al., 1970; Casabal, C. y Wengerman, A. 1974; Ampudia, er al. 1977; Lucio y Labastida, 1993), y las muestras normales frecuentemente produjeron {ndices psicopatolégicos en las escalas clfnicas (Ampudia, er al., 1977; Cardenas 1987; Lucio 1976; Navarro 1971; Niifiez 1987). Debido a que el psicélogo clinico experimentado sabia que estas clevaciones no eran realmente exactas interpretaba la prueba haciendo una correccién automa- tica a tales puntuaciones. Sin embargo, quienes tenfan poca experiencia o tomaban rfgidamente las puntuaciones, tomaron decisiones equivocadas con respecto a las personas que valoraron. Algunos estudios, incluso, indicaban marcados fndices de psicopatologfa en las poblaciones normales mexicanas ( Ampudia, ef al., 1977, Cfrdenas, 1987; Lucio, 1976, Navarro, 1971; Niifiez, 1987). EI Dr. Niifiez obtuvo algunas normas locales pero no de Ia poblacién general. Ademés estas normas no se obtuvieron siguiendo una metodologia lo suficiente- © Eeitoria | Manual Modemo Foccoplar sh auteracén e¢ un del, Evaluacién de la personalidad... 5 mente estricta ya que, por ejemplo, las personas no contestaron en forma anénima como en BUA, por lo que no fue posible utilizarlas sistematicamente con los diver- sos tipos de grupos de la poblacién mexicana. En el Departamento de Psiquiatria y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM se desarrollaron normas para la poblacién de estudiantes, pero se usaban s6lo para investigacién comparati- va entre diversos grupos y no al evaluar individualmente a las personas. Algunas de las dificultades para obtener normas se deben a la falta de apoyo, tanto financiero como de las instituciones, para investigar con instrumentos de eva- luacién clinica; existen casos en donde algunas instituciones a cambio de facilitar el acceso a algunas personas que puedan contestar el inventario solicitan los resul- tados de las pruebas, lo cual modifica los datos obtenidos, pues la tinica forma de estar seguros que el participante contestaré de manera esponténea —y, por tanto, sin simular— es que pueda contestar sin que los resultados le afecten. Por otra parte, también hubo investigaciones valiosas que nunca se publicaron, lo que difi- culta evaluar cuidadosamente la validez y confiabilidad del inventario original en Ia poblacién mexicana. Bxiste, por ejemplo, una investigacién sobre estudiantes de preparatoria en la que se obtuvieron normas amplias pero que nunca se publicaron (Avila, et al., 1970). Consideramos importante sefialar que la mayorfa de la inves- tigaci6n realizada con este instrumento se limit6 a tesis de licenciatura, algunas de las cuales proporcionaron datos valiosos que no pudieron ser conocidos, ni com- partidos por los usuarios del inventario en diferentes Ambitos. Los datos de otras tesis, en cambio, resultaron deficientes, dadas las limitaciones sefialadas, debido principalmente a falta de los recursos necesarios en México para investigar con instrumentos de evaluacién de 1a personalidad. Algunas de las limitaciones advertidas con el uso del inventario en la pobla- cién mexicana también se observaron en la poblacién hispana de EUA. Holland y Nichols (1964) y Mac Creary y Padilla (en Nijiez, 1987) realizaron investigacio- nes en estudiantes mexico-estadounidenses en internados, encontrando puntuaciones significativamente bajas en las escalas de Histeria (3), Desviaci6n psicopatica (4), Masculinidad-femineidad (5) y Paranoia (6), asf como puntuaciones mas elevadas en la escala L, al igual que las investigaciones realizadas en México. Aunque el MMPI fue creado por Hathaway con una finalidad basicamente clinica, en México sucedié lo mismo que en otros lugares del mundo, el inventario empez6 a utilizarse con objetivos distintos, como seleccién de estudiantes y de per- sonal. Esto, aunque por una parte Ilevé a un aumento de informacién acerca de lo que el instrumento media, también condujo a abusos en el uso del mismo, pues empez6 a utilizarse en forma indiscriminada, aun cuando no fuera adecuado para la poblaci6n estudiada ya que, por ejemplo, se empleé con personas que no tenfan el nivel de comprensi6n de lectura necesario para proporcionar datos utiles. Ademas de lo anterior, no era necesario utilizar una prueba tan compleja como el MMPI-2 para puestos que no implicaban mayores responsabilidades. Es importante mencionar también que, dados los problemas lingiifsticos que se presentaban con la versién en espafiol del instrumento y la dificultad de lectura que evidenciaba una buena parte de la poblacién se utiliz6, en la mayoria de los casos, 6 © Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 1) solamente una forma corta que inclufa 370 reactivos. Lo anterior no permitié inte- grar en el trabajo realizado con el instrumento en México toda la investigacién que se hizo en EUA acerca de las escalas suplementarias que fueron surgiendo a lo largo del tiempo. Esta omisién no permite hacer comparaciones entre algunas es- calas suplementarias que resultaron bastante titiles en otros pafses, como la de Mac Andrew y la nueva versi6n de ésta que existe ahora en Ia nueva versi6n del instru- mento. Debido a ello se considera ahora muy importante, toda vez que sea posible, utilizar la versién completa del MMPI-2, lo que permitird establecer con mayor detalle y fineza la validez y confiabilidad del instrumento en México. Aunque es dificil combinar las necesidades précticas con la investigacién, debe buscarse este objetivo, pues ello nos permitiré tomar decisiones mas adecuadas sobre las perso- nas a las que se aplica el instrumento ya que, dado que trabajamos con seres huma- nos, ningtin esfuerzo puede considerarse excesivo. Ademés, muchas de las ocasio- nes en las que se omitfan los restantes reactivos del MMPI, se utilizaban otras pruebas que no aportaron una informaci6n mis significativa que utilizar el Minnesota en su versi6n completa. En el trabajo de adaptacién del MMPI-2 a la poblacién mexicana se tomaron en cuenta tanto las recomendaciones con respecto al uso del instrumento, la meto- dologfa utilizada para su construccién y revisién, asi como la importante base de investigaci6n llevada a cabo en EUA y la revisién de la literatura publicada en México acerca del inventario. CONSTRUCCION DEL INSTRUMENTO El MMPI se construy6 con un enfoque empirico, por medio del cual se pretendia obtener grupos de escalas que diferenciaran entre diferentes grupos de pacientes. Este enfoque, que requerfa determinar empiricamente reactivos que diferenciaran entre grupos diversos, es muy comin ahora, pero constitufa una innovacién impor- tante en la época en que el instrumento fue construido. Hathaway y McKinley recopilaron un conjunto amplio de posibles reactivos (alrededor de 1000), que eran en su mayorfa, indicadores de sintomas de trastornos mentales 0 de otros problemas tratados en su servicio psiquidtrico, No tenfan no- cién preconcebida de si un reactivo particular estaba relacionado con el constructo de interés —por ejemplo, con la esquizofrenia—. En cambio, compararon empiri- camente las respuestas de los individuos normales con las de los grupos de pacien- tes bien clasificados, a fin de determinar cudles reactivos serfan incluidos en una escala particular. Su enfoque objetivo ha sido referido como “ciego o empirismo de desecho”, ya que se desechaban aquellos reactivos que no diferenciaban entre los diversos grupos. Sin embargo, algo que a menudo es pasado por alto y que es necesario tener en cuenta, es que Hathaway y McKinley tuvieron gran cuidado en la redacci6n inicial y la seleccién final de los reactivos, asi como en la eleccién de los grupos criterio, por lo que estos aspectos del procedimiento de construccién del inventario no pueden ser considerados “ciegos”. (© Editorial EI Manus! Madero Fotocoiar sin autozelén es un dete, Evaluacion de la personalidad... 7 Los reactivos se formularon a partir de las historias clinicas de los pacientes del hospital psiquidtrico de Minnesota, asi como de lo que los mismos pacientes decfan acerca de si mismos y de sus sintomas, ya que los autores de la prueba consideraban que desde el punto de vista clinico la mejor manera de saber lo que le sucede a una persona es preguntérselo, aunque también es necesario considerar los sintomas que los demas observan en ellos. También utilizaron reactivos provenien- tes de otras escalas previamente publicadas, que se referian a actitudes personales y sociales, y de algunos libros de texto. Al final tuvieron un grupo de 1000 reactivos de entre los que seleccionaron 504 que consideraron ser realmente independientes uno del otro. Lo anterior implica que Hathaway y McKinley desarrollaron el MMPI sobre la base de la validez de reactivos y de escalas, esto es, que requirieron que cada uno de los reactivos fuera asignado a una escala s6lo si objetivamente distingufa entre un grupo criterio (p. ¢j., pacientes con depresién y la muestra normativa constitui da por visitantes supuestamente saludables de los hospitales de la Universidad de Minnesota). Dentro de la muestra normativa se incluy6 también a personal del hospital como médicos, enfermeras y a grupos de estudiantes universitarios. La muestra clinica estuvo constituida por pacientes que presentaban las patologfas mayores, divididos en subgrupos criterio de acuerdo con el diagnéstico que habfan recibido; en los casos en que hubo dudas diagnésticas o que se les asigné mas de un diagnéstico, el paciente no era incluido en el estudio. Es importante mencionar que este enfoque est basado en considerar variables categoricas, mAs que variables continuas en la construccién de la escala, pues un grupo criterio es el que tiene una patologfa, mientras que un grupo normal es aquel que no la tiene. Los autores de la prueba eligieron para el inventario afirmaciones con fas que el participante podria estar de acuerdo o en desacuerdo, de manera que se pudieran usar las respuestas “Verdadero” 0 “Falso”. Este enfoque involucré una evidente tarea de autoaplicacién de manera que el inventario podia ser contestado por indi- viduos con un nivel académico no muy elevado (6° grado) y en poco tiempo (gene- ralmente una hora y media). Hathaway y McKinley pensaban que los pacientes que respondian al MMPI a los sintomas 0 reactivos similares, tendrian un diagnéstico semejante. Por ejemplo, un individuo que marcaba muchos sfntomas en relacién con la depresi6n, probablemente se asemejaba més a los grupos de pacientes depri- midos que a otros grupos clinicos. Asimismo, se debfa considerar como individuos con mayores problemas a quienes marcaban més sintomas de un tipo particular que aquellos que reportaban menos sintomas. Los autores consideraron que el formato de respuesta Falso 0 Verdadero facilitaba a la persona responder al inventario, lo cual debe tenerse en cuenta considerando que se trataba de un inventario que debia ser contestado por personas con alteraciones emocionales. A fin de cuantificar la relacién entre la cantidad de sintomas psicolégicos y la similitud del diagnéstico, desarrollaron escalas por medio de las cuales los indivi- duos podrian ser comparados con variables particulares. Un grupo de reactivos contestados en una direccién definida, constituye una escala. Ast, las escalas del MMPI fueron concebidas como dimensiones cuantificables que reflejan problemas 8.2 Uso € interpretacion del MMPL-2 en espafiol (Capitulo 1) aS ROO PIO) particulares como la depresién o la hipocondriasis. De acuerdo con Graham (2000) se establecié también la validez cruzada de cada escala clinica (p. ej., la escala de depresién), para lo cual se aplicé la escala a nuevos grupos de individuos normales, a pacientes con ese diagnéstico clinico y a personas con otros diagnésticos. Cuando se encontraban diferencias significativas entre los puntajes del grupo normal, el grupo clinico especifico y los sujetos de otros grupos clinicos, la escala se considera ba con adecuada validez cruzada y, por tanto, lista para ser empleada en el diagnés- tico diferencial de nuevos pacientes cuyo diagnéstico fuera desconocido. Poste- riormente, Hathaway y McKinley desarrollaron también cuatro escalas denomina- das “de validez”, cuyo propésito era detectar actitudes con las cuales el individuo intentaba distorsionar sus respuestas al contestar el inventario. LA REVISION DEL MMPI A pesar de que el MMPI habia sido el inventario mas utilizado en la practica clini- ca, no carecfa de problemas tanto en EUA como en México y en otros paises pues, como Hathaway (1965, p. 462) sefial6, podria ser criticado por “su perpetuacién de la nosologia diagnéstica derivada de Kraepelin”. Estos problemas se hicieron mas evidentes con los cambios en el diagnéstico psiquidtrico, particularmente con las transformaciones en e] Manual diagnéstico y estadistico de los trastornos mentales (DSM; American Psychological Association, 1952; 1968; 1980; 1987). Este mis- mo autor (1965) también indicé que habfa algunos problemas con el método de seleccién de reactivos para las escalas, pero no hizo ninguna aclaracién adicional. Con el tiempo, otras personas sefialaron problemas en el MMPI original. Butcher (1972), junto con otros autores como Tellegen (Butcher y Tellegen, 1966) y Owen (Butcher y Owen, 1978), concluyeron que muchos reactivos del inventario eran obsoletos 0 poco convenientes, y recomendaron que el instrumento fuera revisado para eliminar estos reactivos y ampliar el conjunto incluyendo temas contemporé- neos. También se cuestion6 el uso de las normas originales. Butcher (1972) sefialé que la muestra normativa sobre la que se basaron las escalas del instrumento origi- nal no era apropiada para muchas de las comparaciones contempordneas, ya que se componfa esencialmente de individuos caucasicos, campesinos de Minnesota, mien- tras que el instrumento se usaba en todo EUA con una amplia variedad de indivi- duos. Tanto Colligan y colaboradores (1983) como Parkinson y Fishburne (1984) realizaron estudios que demostraban que las normas originales eran inapropiadas para utilizarse en el decenio de 1980-89. Si bien en BUA existia esta serie de dificultades, en otros paises como México los problemas eran mayores, pues si para BUA las normas eran inadecuadas, lo eran todavia mas para México y se acentuaba la inconveniencia de algunos de los reactivos, a lo que se agregaba el problema ya sefialado del lenguaje. Otro de los contratiempos era el uso de las normas para los adolescentes, pues si las normas no © Editorial EI Manual Moderno Fotocapar sin auterleactéin es un dl, Evaluacién de la personalidad... J 9 resultaban lo adecuado que se esperarfa para la poblacién mexicana en general, este problema se agudizaba en los adolescentes mexicanos. De hecho, hubo varios investigadores que en EUA desarrollaron normas especfficas para adolescentes. Sin embargo, dado que el inventario funcionaba razonablemente bien, espe- cialmente en el drea clinica y que no habia otro instrumento que lo sustituyera, el MMPI sigui6 siendo el cuestionario de personalidad mas ampliamente utilizado tanto en la clinica como en la investigacién. No obstante, por los problemas sefialados, en 1982 la editorial de la Universi- dad de Minnesota representada por Beverly Kaemmer, se dio a la tarea de revisar el instrumento; para lo cual constituy6 un Comité de reestandarizaci6n en el que par- ticiparon James N. Butcher de la Universidad de Minnesota y W. Grant Dahlstrom de la Universidad de Carolina del Norte, quienes iniciaron esta tarea ese mismo afio. En 1983 se les unié John R. Graham de la Universidad del Estado de Kent y posteriormente, en 1986, Auke Tellegen de la Universidad de Minnesota también se incorpors al proyecto. La tarea del Proyecto de reestandarizacién era modificar el folleto de la prueba original y conducir las investigaciones para desarrollar nue- vas normas para el instrumento. Los fondos para el proyecto fueron proporciona- dos por la editorial de la Universidad de Minnesota con los ingresos de la venta tanto de los materiales del MMPI como de los servicios de calificacién e interpre- taci6n. En el comité de reestandarizacién habia dos posiciones, una conservadora que buscaba cierta continuidad entre el instrumento original y el nuevo, y otra més radical, que pretendia modificar totalmente el inventario. Dado que uno de los usos mas frecuentes del instrumento era, como ya se men- cioné, con adolescentes, en el primer afio del proyecto el comité decidi6 desarrollar dos folletos experimentales por separado para usarlos en la recolecci6n de datos, uno para adultos (Forma A EX) y otro para adolescentes (Forma Adol EX). Cada folleto experimental inclufa todos los reactivos del MMPI, algunos con una ligera mejoria en la redacci6n (Butcher et al., 1989; Butcher y Williams, 1992). A ambos folletos experimentales se afiadieron reactivos que medfan nuevos contenidos (p. ej., conduc- tas suicidas, disposicién al tratamiento, conductas Tipo A, problemas en relaci6n al uso del alcohol y otras sustancias). Ademas, se agregaron los reactivos apropiados al desarrollo de cada uno de los folletos (p. ej., adaptacién laboral a la Forma A EX, y reactivos de adaptacién escolar a la Forma Adol EX). James Butcher, Grant Dahlstrom y John Graham, con asesorfa de otros expertos en el MMPI, redactaron los muevos reactivos para la Forma A EX. Asimismo, estos autores invitaron a Carolyn Williams, experimentada en el trabajo con adolescentes, a participar con ellos en la redaccién de reactivos para el folleto de la Forma Adol EX. De acuerdo con Butcher y Williams (1992), el Comité de reestandarizacién del MMPI, establecié varios objetivos principales: + Revisar y modernizar los reactivos del MMPI eliminando los que eran controvertibles, no funcionales u obsoletos, remplazAndolos por aquellos di- rigidos a problemas clinicos y aplicaciones contempordneas, incluyendo los. de las escalas clinicas y de validez originales en la primera parte del folleto. 10 7 Uso e imerpretacion del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 1) + Asegurar la continuidad del instrumento original, manteniendo virtualmente intactas las escalas de validez normativas y algunas suplementarias. Los estudios demuestran que las versiones del MMPI-2 de estas escalas son comparables a las versiones del MMPI original y, por tanto, pueden ser consideradas como equivalentes (Ben-Porath y Butcher, 1989a; 1989b). + Desarrollar nuevas escalas dirigidas a problemas que no estaban cubiertos en el MMPI original. + Recolectar nuevas muestras de adultos y adolescentes, representativas de la poblacién de BUA, seleccionadas al azar, para desarrollar normas apro- piadas a la época. + Desarrollar una nueva distribucién normativa para las escalas de adultos y adolescentes, que pudiera reflejar mejor los problemas clinicos y resolver el punto de la falta de uniformidad en la clasificacisn percentil que ocurria con las escalas del MMPT original (p. ej., las puntuaciones T de un valor dado no eran equivalentes en los percentiles a través de las escalas). + Recolectar un amplio rango de datos clinicos para evaluar los cambios que se debfan hacer en las escalas originales y validar las nuevas escalas. Estos objetivos del proyecto de reestandarizacién de la prueba se consiguieron a través de una posici6n intermedia en la que se tomé en cuenta la vision conservadora de la modificacién del instrumento, pero también la visién innovadora del comité. Los diferentes grupos que se incluyeron en EUA para obtener la nueva version del MMPI-2 fueron los siguientes: + La muestra normativa que incluyé 2600 personas, de las cuales 1138 fue- ron hombres y 1462 mujeres. + Un grupo de 901 militares. * 251 marinos. + Un grupo de 220 personas de Ja Fuerza Aérea. + Estudiantes universitarios, de los cuales 797 eran mujeres y 515 hombres. * 271 candidatos a piloto aviador. + 423 pacientes psiquidtricos. + 502 pacientes con dolor crénico, de los cuales 268 eran hombres y 234 mujeres. + 1174 alcohélicos y con adiccién a sustancias, de los cuales 832 eran hom- bres y 342 eran mujeres. La composicién racial de la muestra normativa estadounidense fue la siguiente: 81% caucdsicos; 12% afroamericanos; 3% hispanos; 3% indios norteamericanos; 1% estadounidenses de origen asidtico. La edad de los participantes iba de 18 a 85 afios (Media [M] = 41.04; desviaci6n estandar [DE] =15.29), la educacién formal iba de 3 a 20 afios (M = 14.72; DE =2.60). La mayora de los hombres (61.6%) y mujeres (61.2%) de la muestra es ados. Aproximadamente 32% de los hombres y 21% de las mujeres tenfan una posici6n profesional o de gerencia, y un 12% y 5% de hombres y mujeres eran trabajadores, respectivamente. El ingreso fa- © Editorial EI Manual Madero Fotocopiar sin autrizecién es un dt. Eyaluacién de la personalidad... J 11 miliar promedio iba de $ 30 000 a $ 35 000 (EUA) para los varones y de $ 25 000 a $ 30 000 (BUA) para las mujeres. Aproximadamente 3% de los hombres y 6% de las mujeres de la muestra normativa estaban recibiendo tratamiento por problemas de salud mental al tiempo de su participacién en el estudio. Se intenté hacer esta mues- tra equiparable a los datos del Censo de 1980, en algunas variables especificas. DIFERENCIAS ENTRE EL MMPI Y MMPI-2 Como resultado de este proceso de reestandarizacién —que, como es evidente, no s6lo tuvo objetivos muy amplios en lo que se refiere a los propésitos sino también a los diferentes grupos utilizados— se obtuvo un instrumento mejorado en algunos niveles y bastante diferente en otros. El trabajo de este grupo tuvo una duracién aproximada de 7 afios. Aunque las escalas basicas se mantuvieron mds 0 menos intactas, hubo cam- bios importantes en el nivel de los reactivos que se resumen en el cuadro 1-1; como se observa, alrededor de 100 de los reactivos de las escalas basicas sufrieron modi- ficaciones, lo cual indica que aunque exista continuidad entre las escalas basicas del MMPI original y la nueva versin, de cualquier manera el instrumento difiere en muchos aspectos en las escalas tradicionales. Estas modificaciones hacen que el instrumento sea més facilmente comprensible y actualizan el lenguaje empleado. En el cuadro 1-2 se sefialan algunas de las semejanzas y diferencias entre la versién original del MMPI y el MMPI-2. Es importante considerar que el instru- mento se ha mejorado considerablemente en diferentes aspectos; por ejemplo, el contar con un grupo normativo tan extenso y de diferentes regiones del pais hace que las normas puedan ser mas titiles no s6lo en EUA, sino también en otros paises, pues esta muestra normativa estadounidense incluy6 grupos étnicos muy diversos, cosa que no se logré con el instrumento original. Otra de las innovaciones significativas es la calificacién de las escalas basicas y de contenido por medio de las T uniformes, que permite hacer una comparacién més equitativa entre las diversas escalas que forman un perfil. Estas calificaciones T unifor- mes requieren de procedimientos estadisticos mucho més complicados que el célculo de las calificaciones T lineales. Fueron Tellegen y Ben-Porath quienes introdujeron este procedimiento novedoso, que permite también obtener tipos de cédigo mas exactos. VENTAJAS DEL MMPI-2 Dadas Jas diferencias mencionadas entre ambas versiones de la prueba, es claro que el MMPI-2 constituye un mejor instrumento y mas adecuado para detectar problemas emocionales en las personas. Ademés, permite evaluar otras dreas que no se inclufan en el MMPI original. Por otra parte las mejoras al lenguaje hacen 12.2 Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capinuto 1) Eee Cambios y omisiones de reactives y sus efectos en las escalas basicas Numero de Reactivos Tipos de cambios Omision Sin cambios _Con cambio A Bc D 15 2 1 1 4 60 12 1 5 6 K 30 1 1 Hs 1 32 5 1 34 D 3 57 2 1 4 Hi 60 9 42 3 Dp 50 4 2 44 Mf 4 86 6 1 2 4 2 Pa 40 2 1 1 Pt 48 2 404 Es 8 13 4 7 5 Ma 46 7 4 2 4 is 1 69 6 3002 4 Ninguna en alguna 16 3 7 3 3 escala basica Nota: A = eliminacion de posible lenguaje sexista; B = modemizacion del idioma y su uso: ‘gramatical (tiempo, voz, adiciones y omisiones menores): D = simplificaciones. Reproducide con autorizacién de la Facultad de Psicologia de la UNAM y Ecitorial El Manuat Modemo def Inver tario Multifasico de fa Personalidad Minnesota-2 (MMPI-2), D. R. © 1995. clarificacion que la aplicacién sea més fluida, El hecho de haber incluido las escalas suplemen- tarias en un perfil permite un uso que se adecua mejor en ambas medidas. En EUA existen diferentes formatos, como pasta gruesa, pasta delgada, cintas grabadas y versiones en computadora que facilitan la aplicacién del instrumento. En la actua- lidad se est desarrollando en México una versién en audiocasetes que puede ser muy titil en la evaluacién de poblaciones que tienen algunos problemas en el nivel de comprensién de lectura como, por ejemplo, los pacientes psiquiatricos. — BIBLIOGRAFIA Ampudia, A., Stilman, M., Villanueva, E. (1977) Tendencia a la somatizacion en estu- diantes de matemdticas (estudio comparativo entre estudiantes de matemdticas y medicine utilizando la prueba del MMPI). Tesis de licenciatura no publicada, Uni- versidad Nacional AutGnoma de México. Avila, M. Y., Izaguirre, H. C., Sanchez, Q. C. (1970) Normas de calificacin en adoles- centes en la E.N.E.P, de la U.N.A.M. Tesis de licenciatura no publicada. Universi- dad Nacional Auténoma de México. (© Eaitorial E] Manual Modemo Fetocopar cn autores es un de, Evaluacién de la personalidad... 7 13 MMPI ORIGINAL | Incluye 566 reactivos Contiene 16 reactivos repetidos Incluye 567 reactivos No tiene reactivos repetidos incluye varias dreas de contenido inconveniente: preferencia sexual, religion, funcionamiento intes- tinal 0 urinario. El estilo del lenguaje de algunos reactivos es anticuado Se eliminaron los reactivos inconvenientes y anti- cusdos. Se modemiz6 el lenguaje de alrededor de 14% de los reactivos Numerosos reactivos no se puntuaban ni se utili zaban Se eliminaron aquellos reactivos que no se utiliza- ban. Se sustituyeron con nuevos reactivos que se refieren a temas como suicidio, abuso de drogas y alcohol, la conducta Tipo A y la disposicién al tratamiento Contiene 4 escalas de validez: ?, LF, K Contiene 7 escalas de validez: ?, L. F, K, Fp y 2 escalas de Consistencia de las respuestas INVAR e INVER Contiene las 10 escalas basicas: Hs, D, Hi, Dp, | Mf, Pa, Pt. Es, Mae Is Contiene 10 escalas basicas cast idénticas a las del MMPI original: Hs, D, Hi, Dp, Mf, Pa, Pt, Es, Ma € ls. La diferencia es que algunos reactivos con contenido poco conveniente fueron elimina- dos de las escalas F, Hs, D, Mie Is La correccién K se debe agregar a las escalas Hi, | Dp, Pt, Es y Ma | La correccidn K se agrega a las escalas Hs, Dp, Pt, Es y Ma El rango de edad para la muestra normativa fue | de 16.a 65 afios | El rango de edad para la muestra normativa fue de 18 a 84 anos Evalla problemas con relacién al consumo de al- cohol y drogas. Contiene la escala Mac, de 49 | reactivos Evalda problemas con relacién al consumo de a cohol y drogas. Contiene la escala Mac revisada, de 49 reactivos. Se eliminaron 4 reactivos incon” venientes, que fueron sustituidos por 4 reactivos nuevos, los cuales diferencian empiricamente entre pacientes alcohdlicos y otros pacientes psi- quidtricos. Se desarrollaron dos nuevos indica- dores de abuso de sustancias: la PPA (Propen- sién a problemas con las adicciones) y la RA (es- cala de Reconocimiento de adiccién) Cuando se analizan factorialmente las 13 escalas de Validez y Esténdar, por lo general emergen 4 factores: A, R, Mf, Is Se dispone de las subescalas Harris-Lingoes, las cuales aportan hipstesis basadas en el contenido de los reactivos para la interpretacién de las es- calas clinicas | Se dispone de las Subescalas Serkownek para la escala Si, las cuales sirven para desarrollar hipo- tesis basadas en el contenido de los reactivos Cuando se analizan factorialmente las escalas de Validez y Bésicas del MMPI-2, emergen los mis- mos 4 factores y en igual magnitud: A, R, Mf, Is, Se dispone de las subescalas Harris-Lingoes para el MMPI-2 Se dispone de nuevas subescalas para formular hipstesis acerca del contenido de los reactivos para la escala Is En el MMPI se dispone de frases obtenidas empiricamente por Koss y Butcher Las frases significativas de Koss-Butcher se con- servan prdcticamente intactas en el MMPI-2. Ade- 14 D7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 1) MMPI ORIGINAL MMPI-2 més a dos grupos de reactivos (Depresién-Sui- cidio y Alcohol-Crisis) se les agregaron 4 reacti- vos a cada uno, con base en nuevos andlisis em- piricos Las escalas de Contenido de Wiggins constituyen una medida psicométricamente solida del conte- nido de las respuestas de los sujetos Las normas del MMPI original estuvieron basadas | en 724 visitantes del hospital de la Universidad | de Minnesota y algunos grupos especiales como, | por ejemplo, los trabsjadores del hospital de | Minnesota | EI nivel educativo promedio de la muestra origi nal era del octavo grado (2° afto de secundaria en la poblacién mexicana) La omisi6n de reactivos era permitida y, de he- cho, promovida en la recoleccién de los datos del MMPI original, lo cual producia_puntajes ele- vados de “no puedo decir”. Esto provocaba puntajes promedio menores en el grupo norma- tivo original, comparados con las muestras mas recientes, en las cuales se promueve no dejar reactivos sin responder Un nuevo grupo de 15 escalas de Contenido se desarroll6 para evaluar las principales dimensio- nes de contenido de los reactivos en el MMPI-2. Estas escalas construidas con una base légica y estadistica poseen indicadores altamente confiables y validos de las principales dreas de contenido en el MMPI-2 La muestra normativa del MMPI-2 fue obtenida aleatoriamente de varios Estados: California, Minnesota, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Virginia y Washington. Fueron incluidos un total de 1138 hombres y 1462 mujeres El nivel educative promedio fue de 13 ahos, si lar a los datos del censo de EUA de 1980 En el MMPI-2 se promueve que el participante responda a todos los reactivos. Los periiles me- dios son menos afectados por la omisién de reactivos Los puntajes T originales para el MMPI fueron puntajes T lineales. No se hicieron esfuerzos para tener puntajes T equivalentes entre las escalas Los puntajes T del MMPI-2 para las 8 escalas clt- nicas y las 15 escalas de contenido son puntajes Tuniformes basados en la distribucién de puntajes en una unica escala compuesta. Un determinado nivel de T es equivalente en términos de rango percentilar a lo largo de las escalas clinicas basi- as y de las de contenido Los rangos percentilares a lo largo de las escalas varian para una determinada elevacion del pun- taje T El rango percentilar para un determinado puntaje Tes uniforme a lo largo de las 8 escalas clinicas originales y las 15 escalas de contenido No se obtuvieron datos test-retest para el grupo normativo del MMPI original ‘Se dispone de datos test-retest de una semana para una submuestra del grupo normativo del MMPI-2 (N = 82 hombres y 111 mujeres). La confiabilidad varié de .58 a .91. La mayoria de las escalas tuvieron una confiabilidad mayor 3.75 Solo se registraron los datos de edad y sexo de los individuos que conformaron la muestra nor- mativa original ‘Se obtuvo extensa informacion biogréfica y de sucesos de vida para la muestra normativa esta- dounidense del MMPI-2 © Edtoral EI Manual Medemo Fotecopa sin autrzaion es un dolo Evaluacién de la personalidad... 715 Ee (Continuacién) MMPI ORIGINAL La muestra original estuvo compuesta principal | mente por hombres y mujeres caucésicos, resi- dentes en una zona rural de Minnesota Las claves de calificacién estén disponibles para la calificacion a mano de las escalas del MMPI MMPI-2 La muestra del MMPI-2 fue mas diversa en térmi- nos del nivel socioeconémico, la pertenencia a gfupos étnicos y el lugar de residencia de los par- ticipantes. Las claves de calificacién estén disponibles para los usuarios del MMPI-2 Se dispone de una version del MMPI con manual, hojas de respuesta, perfiles de escalas basicas y ‘Se dispone de una version del MMPI-2 con ma- nual, hojas de lectora éptica para calificacién ma- ual y de computadora, perfiles para las escalas clinicas bésicas, de contenido y suplementarias, asi como plantillas para los tres tipos de escalas plantillas Ben-Porath, Y. S., Butcher, J. N. (1989a) Psychometric stability of rewritten MMPI items. Journal of Personality Assessment, 53, 645-653. Ben-Porath, Y. S., Butcher, J. N. (1989b) The comparability of MMPI and MMPI-2 scales and profiles. Psychological Assessment: Journal of Consulting and Clinical Psychology, 1, 345-347. Butcher, J. N. (1972) Objective personality assessment: Changing perspectives. New York: Academic Press. Butcher, J. N. (1985) Current developments in MMPI use: An international perspective. En Butcher J. N., Spielberger, C. D. (ed.) 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NORMAS PARA ESTUDIANTES Se seleccioné una muestra representativa de la poblaci6n universita- ria, de las diversas carreras que ofrece la UNAM. La muestra se obtuvo al azar, para lo cual resultaron sorteadas las facultades de Artes plisticas, Contadurfa y Administracién y Ciencias como re- presentativas de dicha poblacién. Originalmente se seleccionaron 2246 estudiantes, equivalentes a 10% de la poblacién de nivel licen- ciatura de la UNAM al tiempo en que se realizé la investigacién. Se excluyé a algunos participantes por diversas razones, como el que su edad no cayera en el rango de entre 17 y 36 afios, el que los datos de identificacién del protocolo fueran incompletos, el no marcar el sexo 0 la edad, asi como no cumplir con los criterios de validez del 17 180 Uso ¢ interpretacion del MMPI-2 en espanol (Capitulo 2) ESCALAS DEL MMPI-2 Siglas y nombres en espanol e inglés, correspondientes al empleo tedrico-practico de las escalas del MMPI-2 1.No puedo decir 7 Cannot Say Escalas de validez Validity Scales L Mentira Lo tie JF Infrecuencia F Infrecuency (K — Comeccisn K Correction ‘Adicionales ‘Additional | Fp Infrecuencia. © Fg Bak F posterior INVAR Inconsistencia | VRIN-_ Variable Respon- en las respuestas | se Inconsistency | | variables INVER Inconsistencia | TRIN. True Response en las respues- Inconsistency tas verdaderas Escalas clinicas Escalas clinicas 11 Hs Hipocondriasis | 1 Hs Hypocondriasis 2D Depresién ]2 D Depression —_| 3-Hi Histeria 3 Hy Conversion conversiva Hysteria 4 Dp_Desviacion |4 Pd Psychopathic | sicopatica Deviate 5 Mf Masculinidad- [5 Mf Masculinity: femineidad Feminity 6 Pa Paran 6 Pa Paranoia | 7 Pt Psicastenia 7 Pt Psychastenia 8 Es Esquizofrenia [8 Sc Schizofrenia 9 Ma Hipomania 9 Ma Hypomania 0 Is Introversion 0 Si Social social Introversion Escalas suplementarias | Supplementary Scales | Tradicionates | Traditional lA Ansiedod A Anwicty | JR Represién R Repression |Fyo Fuerzadelyo [Es Ego Swenght | | Aicoholismo | MACR A-MAC de MacAndrew- revisada ‘Adicionales ‘Additional HR Hostilidad OH — Overcontrolled | reprimida Hostility | Do Dominancia Do Dominance Rs Responsabilidad |Re Social Respon- social sobility Dpr Desajuste Mt College profesional Moladjustment GM — Genero masculine |GM —Gender-Role Scales GF —Género femenino GF —_Gender-Role Scales EPK — Desorden de es- PK Post Traumatic ‘rés postraumsti- Stress Disorder co de Keane | Scales EPS Desordendees- PS Post Traumatic trés postraumd-— | Stress Disorder | tico de Scales Schlenger Escalas de contenido Content Scales ANS Ansi ANX — Anaiety MIE Miedos FRS Fears OBS Obesividad OBS Obsessiveness DEP Depresién DEP Depression |saU Preocupaci6n por [HEA — Health Concerns la salud DEL Pensamientodell- |BIZ Bizarre ronte | Mentation EN) Enojo [ANG Anger JcIN — Cinismo CYN Cynicism PAS Précticas antiso- ASP Antisocial =| ciales Practices PTA Personalidad tipo A |TPA Type A BAE Baja autoestima LSE Low Self-Esteem |!s0 Incomodidad —— |SOD_ Social social | Discomfort FAM Problemas [FAM Family Problems familiares DIR Dificultad en el | WRK Work Interferen- trabajo ce |RTR — Rechazo al TRT Negative Treat-| | tratamiento ment Indicators MacAndrew _| N. de Ia E.: Debido a que gran parte de la bibliogratia de consulta ‘Alcoholism | sobre el MMPI? se eneventra en idioma inglés, proporcionamos Scale-Revised espafiol que usted encontrard en este Manval. | los nombres y siglas correspondientes, junto con la traduccion al Reproducido con autorizacion de la Facuitad de Psicologia de la UNAM y Esltorial EI Manual Modemo S.A de C.., del nventario Mulitsico de la Personalidad Minnesota-2 (MMPI-2), DR. © 1995, (© Ecitorel £1 Manual Moderno Fetocopar sn autrizaién es un cela Estudios de normalizacion, confiabilidad ... J 19 protocolo. Los criterios de validez que se consideraron fueron los sugeridos por Butcher y Williams (1992) y modificados por Lucio (1995), que son los siguientes: + {indice de Gough hasta 9. * “Ciertos” hasta 454 (80%). + “Falsos” hasta 454 (80%). * Sin respuesta hasta 29. + INVER (Inconsistencia en las respuestas verdaderas) hasta 13. + INVAR (Inconsistencia en las respuestas variables) menor a 5 o mayor a 13. + Fp (Infrecuencia posterior) hasta 11. + F (Infrecuencia) hasta 20. De la muestra seleccionada originalmente se elimin6 a 254 individuos que no cum- plieron con alguno o varios de estos criterios, quedando ésta finalmente constituida por 1920 participantes: 813 de sexo masculino y 1107 de sexo femenino. En los cuadros 2~1, 2-2 y 2-3 pueden observarse la distribuci6n de frecuencias de la muestra de estudiantes mexicanos por sexo, edad, turno, carrera y semestre. Para obtener la versin mexicana en espafiol del MMPI-2 se siguid una metodolo- gia estricta en la que se tomaron en cuenta aspectos semnticos, gramaticales y culturales. Se tuvo especial cuidado con las expresiones idiomaticas que son difici- les de traducir dado que son peculiares a cada cultura y, por tanto, se traté de en- contrar expresiones que tuvieran significados similares en las dos culturas. El procedimiento seguido fue el siguiente: 1) Se hizo una primera traduccién en cuya versidn colaboraron cuatro psicdlogos. Uno de ellos era de origen estadounidense y los otros tres mexicanos. Se tradu- jeron todos los reactivos del MMPI-2, haciendo caso omiso de la traduccién anterior al espafiol del MMPI original 2) Esta versién fue afinada por las responsables del proyecto en unién a un tra- ductor experto, vigilando los aspectos seménticos, sintdcticos, asi como la re- levancia cultural y clinica de la traducci6n. De esta manera se obtuvo una nue- va version en espajiol. El traductor experto no solo era bilingt, sino RUAN Distribucién por edad y sexo de Ia también bicultural, pues muestra mexicana habia vivido en EUA porimnds\der3 aticw: Edad Hombres Mujeres Total_% 3) La version asi obtenida 17-20 343 563 906 47.00 fue sometida a valida- 21-24 393 500 893 46.00 cidn porjuecesexternos, 95.28 60 35 95 6.00 expertos en el MMPI, 39.399 8 v7 0.98 obteniéndose acuerdos 33.36 g 1 9 0.02 Superiores a 90%. =e producide con autorzacion dele Facultad de Psicologia de lo UNAM 4) Los comentarios y ané- _ Editorial £1 Manual Modemo S.A de C.¥., del Inventario Multifésico lisis productos de la va- _e la Personalidad Minnesota-2 (MMPI-2), D.R. © 1995. 20 & Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaol (Capitulo 2) Distribucién de frecuencias por turno escolar de Ia muestra my mexicana Turno Hombres Mujeres Total Matutino 415 709 124 Vespertino 398 398 796 Total 813 1107 1920 Reproducido con autorizacion de la Facultad de Psicologia de la UNAM y Editorial EI Manual Moderno S.A de C.V., del Inventario Multifisico de la Personalidad Minnesota-2 (MMPI-2), D.R. © 1995. lidacién fueron considerados por el grupo de trabajo y se produjo la versién final del instrumento. 5) Se tradujo la versi6n en espafiol ahora al inglés por un traductor especializado que desconocfa el instrumento. Al cotejarse las dos versiones en inglés se obtu- vo de nuevo una alta correspondencia. La aplicaci6n del instrumento a los estudiantes mexicanos se llev6 a cabo en forma grupal. El promedio de tiempo empleado para contestar la prueba fue de dos horas. Distribucién de frecuencias por carrera y semestre de la muestra de estudiantes mexicanos Hombres Mujeres Total CUADRO Semestre Hombres Mujeres Total Artes plésticas Artes visuales 17 16 33 166 231 397 Disefio grafico 62 96 158 2 Comunicacién 17 38 55 3 240 225 465 grafica Total 96 150 a 2 2 Ciencias s 183 309 492 Actuaria e 4 z 6 logia Ty 130 248 378 Fisica 30 6 36 Se 2 1 3 Matematicas 49 2 70 s 85 89 74 Total 181 159 340 3 Contaduria Total 1920 Contador publico Administracion 169 240 409 puiblica Informatica 52 82 134 Total 536 798 1334 Reproducido con autorizacién de la Facultad de Psicologia de la UNAM y Editorial El Manual Modemno S.A de C. del Inventario Multifésico de la Personalidad Minnesota-2 (MMPI-2), D.R. © 1995, (© Editorial EI Manual Modemo Fotecopla in aueriacén es un celt, Estudios de normalizacié confiabilidad ... 7 21 Una vez obtenidos los puntajes de cada alumno, por reactivo y por escala, se procedié a sacar las medias y frecuencias de cada escala para, finalmente, obtener las normas. Enesta investigaci6n se encontraron diferencias significativas estadisticamente entre los estudiantes mexicanos y la poblacién estadounidense, pero menores a las que se encontraban con el MMPI original. La mayoria de estas diferencias son pequefias y poco relevantes, pues en ninguna de las escalas clinicas la poblaci6n mexicana llega a presentar medias por arriba de T 55, ni mucho menos dentro de ni- veles psicopatolégicos, como sucedia con la primera versiGn del instrumento, como fue sefialado por diversos autores. Esto fue cierto tanto en lo que se refiere a las escalas basicas, como a las de contenido y a las suplementarias, En lo referente a las escalas bésicas en los hombres, las mayores diferencias entre mexicanos y estadounidenses se encontraron en las esca~ las L (Mentira) y 8 (Esquizofrenia). En las mujeres las diferencias més amplias se encontraron también en la escala L y en la 5 (Masculinidad-femeinidad). En las escalas de contenido, las mayores diferencias se encuentran en los hom- bres en la escala de Miedos en donde los mexicanos puntiian mas alto, en tanto que las mujeres mexicanas puntiian més bajo en la escala de Obsesividad (OBS) y més alto en las de Miedos (MIE) y Personalidad tipo A(PTA) . En las escalas suplementarias las diferencias més amplias se encontraron en el grupo masculino en las escalas de Represién y Hostilidad reprimida. En el grupo femenino las mayores diferencias se encontraron en Represién (R) y Desajuste pro- fesional (Dpr) (Ampudia y Lucio, 1994). La semejanza entre los tres tipos de perfiles de mexicans y estadounidenses es mayor en los hombres que en las mujeres. Un hallazgo importante de este primer estudio fue que los perfiles de los estu- diantes mexicanos obtenidos con el MMPI-2 tienden marcadamente a la normali- dad, lo que no sucede en los obtenidos con el MMPI original, lo cual se debe tanto a la revision del instrumento realizado en EUA, como a que el método de traduc- cion y adaptacién seguido en este estudio fue realmente estricto. Los estudios de validez desarrollados posteriormente (Durdn, ef al., 1993) in- dican que la estructura factorial de las escalas basicas es semejante en los estudian- tes mexicanos y estadounidenses. En las escalas de contenido la semejanza parece menor (Paez, 1995) (Apéndice A). Los coeficientes de confiabilidad alfa de Cronbach resultaron bastante altos en este grupo de la poblacién mexicana estudiada tanto en las escalas basicas como en las de contenido y suplementarias. Ampudia y colaboradores (1995) encontraron que en este grupo de estudiantes mexicanos las escalas tienen una aceptable con- sistencia interna, tanto en hombres como en mujeres, con una elevada confiabilidad en algunas de las escalas. Estas autoras concluyen que las escalas suplementarias tienen una adecuada confiabilidad en la poblacién mexicana, resultados que corro- boran estudios realizados en EUA (cuadros A~1, A-2 y A-3, en el Apéndice A) Asimismo, el instrumento discrimino en forma adecuada entre los estudiantes y una muestra de pacientes psiquidtricos (Lucio, et al., 1999). Los datos de test- retest indican también una confiabilidad adecuada (Apéndice A). La mayoria de los datos reportados en estos estudios puede consultarse en el Manual de la prueba, publicado por Editorial El Manual Moderno. 22_@7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 2) Es importante enfatizar que los resultados obtenidos en este primer estudio indicaron que el MMPI-2 era més adecuado que el MMPI original para evaluar a la poblacién mexicana, por lo menos a aquella que tenfa un nivel de escolaridad de, al menos, preparatoria terminada. Como un paso posterior se consider6 entonces ne- cesario aplicar el MMPI-2 a una muestra representativa de la poblacién mexicana general y lograr asi una mejor adaptacién del instrumento. LAS NORMAS DE LA POBLACION GENERAL MEXICANA Aunque las normas para estudiantes indicaban que era mas adecuado emplear el rumento revisado MMPI-2 en la poblacién mexicana que el original, no se con- sideraba terminado el proceso de adaptacién del instrumento hasta tener normas para la poblacién general, por lo que se Ilev6 a cabo un estudio de normalizacién con la versién en espafiol para México del instrumento en el grupo mas amplio que se pudo obtener de la poblacién general, de diferentes regiones del pats. Para realizar este estudio se llev6 a cabo un muestreo de tipo probabilistico, multietapico, estratificado. Se emples este método debido a que se clasifics a los ele- mentos de la poblacién en funcién de algunas caracteristicas de tipo cualitativo, de acuerdo con las diferentes regiones de México donde podia aplicarse la prueba y el tipo de poblacién al que puede administrarse el instrumento. Las variables consideradas fueron sexo, edad y escolaridad. Dadas las caracterfsticas del instrumento y del pafs, la aplicaci6n del instrumento se restringié a poblacién urbana econémicamente activa. Se aplic6 el instrumento a 2077 individuos, de los cuales fueron excluidos 330 (15.9%) de acuerdo con los criterios de inclusién adaptados para México por Lucio (1995). La muestra normativa final incluyé a 1744 adultos voluntarios (860 hombres y 884 mujeres), de 19 a 80 afios; con una media de 31.4 afios y una desviaci6n estandar de 13.1 para el grupo de hombres, una media de 31.6 afios y una desviacién estandar de 14.0 para el grupo de mujeres. El nivel de educacién de hombres y mujeres fue: secundaria 15.1 y 9.8%, bachillerato 30.9 y 44.6%, profesional 47.4 y 39.2%, y posgrado 4.7 y 4.5%, respectivamente. De manera que se consideré esta muestra representativa de la poblacién general de acuerdo con los datos del Censo de 1990. Los participantes provenfan de diferentes regiones de la Reptiblica Mexicana. En este estudio fue seguido cuidadosamente el procedimiento utilizado para estan- darizar el MMPI-2 en EUA (Butcher, J. N., ef al., 1989), pero hubo algunas diferencias metodol6gicas, como el hecho de que a los participantes estadounidenses se les dio una remuneraci6n, en tanto que esto no se hizo con los mexicanos, no sélo por falta de recursos sino porque no se consider conveniente dada la situacién social del pais. Es importante sefialar que en el proceso de obtener las normas no es posible aplicarse el inventario a personas a las cuales pudiera afectarles el resultado, por ejemplo, no deben obtenerse normas con individuos que se encuentran en situacio- nes de seleccién de personal o educativa. Ademés, la persona sdlo estar4 segura de que los resultados de la prueba no le afectardn si la contesta en forma anénima. © Eeitoral EI Manual Moderne Fekoopiar sin arzacién es un dato 923 icién, confiabilidad Esto dificulté el acceso a algunas poblaciones, pues quienes estaban dispuestos a dar acceso a una institucién solicitaban que se les dieran los resultados de cada uno de los participantes, lo cual afectarfa el procedimiento. Sin embargo, en muchos de estos grupos lo que se hizo fue dar a la instituci6n un perfil grupal —Io cual impli- c6 mayor tiempo y recursos de lo que se habfa pensado en un principio—; lo ante- rior es algo que debe tomarse en cuenta en este tipo de estudios, pues debe retribuirsele algo al sujeto y a la instituci6n. Por otra parte, dadas las condiciones socioeconémicas del pais (esto es, con un desempleo que iba en aumento) algunas personas no se sentfan suficientemente seguras de que los resultados no iban a afectarles atin contestando en forma anénima. Otro aspecto importante a considerar en este tipo de estudios es el tiempo del que se dispone y las condiciones de aplicacién pues, en ocasiones, ya fuera alguna persona o el grupo en general, no queria o no podia dedicar el tiempo suficiente y la aplicacién, a fin de obtener las normas, debe ser en una sola sesin. Hubo diferencias importantes en cuanto al procedimiento de obtener las nor- mas de la poblacién mexicana y las normas de la poblacién estadounidense, por ejemplo, en BUA se contacté a las personas por via telef6nica y se les pagaba $10 (BUA) por participar en el estudio, mientras que en México era menos apropiado hacer el contacto por via telef6nica y no era posible pagar a los participantes en el estudio, no sélo por falta de presupuesto sino también porque el manejo del dinero tiene una connotacién diferente. Se desarrollaron programas de cémputo especiales para calificar la prueba y obtener las puntuaciones T uniformes que son utilizadas con el MMPI-2. En los cuadros 2-4, 2-5, 2-6, 2-7 y 2-8, se presentan las caracterfsticas sociodemograficas de Ia muestra normativa de Ia poblacién general. Se obtuvieron las medias y desviaciones estandar para la muestra normativa mexicana de la poblaci6n general. Para obtener las normas se calcularon las pun- tuaciones T uniformes del MMPI-2 de 1a poblacién mexicana siguiendo el procedi- miento utilizado por Tellegen y Ben-Porath (1992) en la obtencién de las normas para el MMPI-2 de la poblacién estadounidense. Se compararon ademas los puntajes de la poblacién normativa mexicana con la estadounidense. | oF % Censo FE % Censo | 478 56 30.1 | 506 30.7 | 266 31 _ 20.3 | 240 | 20.6 46 6 ne | 51 | 12.2 € interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 2) En el cuadro 2-9 se Composicién por sexo de Is muestra presentan las medias, normativa mexicana de Ia poblacion desviaciones estandar y general la prueba t de las esca- Sex F % Guise las de validez y clinicas t del grupode hombres, las Hombres | 860 42.3 47.6 diferencias mds notables —_ Mujeres 884 50.7 52.4 se dieron en las escalas de Mentira (L), Hipocon- driasis (Hs) y Masculinidad-femineidad (Mf). En Mentira e Hipocondriasis, los hom- bres mexicanos punttian més alto, mientras los estadounidenses lo hacen en Mascu- linidad-femineidad. Las mayores diferencias son en Mentira y Masculinidad-femi- neidad. En el cuadro 2-10 se muestran las medias, desviaciones estandar y la prueba t de las escalas de validez y clinicas del grupo de mujeres, las mayores diferencias entre ambos grupos son en las escalas Masculinidad-femineidad, Mentira, Infrecuencia —o de los problemas— (F), Hipocondriasis y Esquizofrenia (Es). En todas las esca- las las mexicanas puntdan més alto. Es notorio que hay mayores diferencias entre las mujeres que entre los varones. Las mayores diferencias estan en las escalas de vali- dez Mentira e Infrecuencia, asi como en Masculinidad-femineidad. El cuadro 2-11 presenta las medias, desviaciones esténdar y prueba ¢ de las escalas de contenido del grupo de hombres mexicanos en comparacién con los estadounidenses. Los resultados obtenidos indican mayores diferencias en las es- calas Cinismo (CIN), Miedos y Dificultad en el trabajo (DTR); en las dos primeras los mexicanos obtienen una puntuacién mayor y menor en la tercera. El cuadro 2~12 muestra las medias, desviaciones esténdar y la prueba t de las escalas de contenido del grupo de mujeres mexicanas, donde las mayores diferencias se encontraron en las escalas de Practicas antisociales (PAS), Miedos y Cinismo. En las tres escalas, las mexicanas obtienen una puntuacién mayor. El cuadro 2-13 presenta las medias, desviaciones esténdar y la prueba t de las escalas suplementarias del grupo de hombres mexicanos, las diferencias mas signifi- cativas se observan en las escalas Hostilidad reprimida (HR) y Represién. En ambas escalas los mexicanos obtienen puntuaciones mas elevadas. Las medias, desviacio- nes est4ndar y la prueba t de las escalas suplementarias para el grupo de mujeres mexicanas se observan en el cuadro 2-14. Las diferencias mas significativas se Datos de ls de procedencia de la muestra normativa mexicana general | Costa | D.F. Sureste Golfo del Pacffico sta} Frecuencia | % | Frecuencia | % | Frecuencia | % | Frecuencia | % - 142 16 | 860 Hombres 62s | 73 60 7 33 Mujeres 606 | 69 34 4 84 9 160 18 | 884 © Eellore EI Manual Mederno Fetocopias sin atrzacibn os vn dete, Estudios de normali onfiabilidad o2s Escolaridad de la muestra normativa mexicana de la poblacién general Hombres Mujeres Nivel F % Censo F % | Censo Primaria 16 12 | 36.7 10 39.8 Secundaria 129 | 15.1 18.9 98 Bachillerato 265 Profesional 472 Posgrado 30 | 6 encuentran en las escalas Hostilidad reprimida, Represién e Infrecuencia posterior (Fp), escalas en las que las mexicanas obtienen puntuaciones més elevadas. Los resultados anteriores indican que aunque las normas de ambas poblaciones tienen semejanzas importantes también muestran diferencias que podrian llevar, al utilizarse con un individuo en particular, a presentar un perfil elevado que no indi- carfa una elevacién real con respecto a su grupo. En el cuadro A-I (en el Apéndice A) se presentan los coeficientes alfa de Cronbach para las escalas basicas, de las muestras mexicana y estadounidense. Se observan coeficientes mayores a .70 en la mayorfa de las escalas de la muestra mexicana comparados con los coeficientes obtenidos para la muestra estadouni- dense, los valores alfa fueron de .36 a .86 para las escalas basicas. El cuadro A-2 muestra los coeficientes alfa de Cronbach de las escalas de contenido; en este gru- po de escalas los coeficientes obtenidos estuvieron entre .67 y .85. En el cuadro A-3 se observan los datos de consistencia interna de las escalas suplementarias; estos resultados indican una adecuada consistencia interna en la mayorfa de las escalas Eds lo ut ret a pon pn Hombres Mujeres Nivel F % Censo F | % Censo Soltero 415 48.2 30.8 486 55.0 219 Casado 389 | 45.3 32.7 278 31.4 32.5 Uni6n libre 30 35 47 | 29 3.3 49 Divorciado 14 1.6 A 27 34 12 Separado 7 8 5 23 2.6 16 Viudo 5 | G 11 a1 4.6 49 26 C7 Uso e interpretacién del MMPI- (Capitulo 2) Encalan de wélsiaz ¥ cloces: sediss des ierioaes settee Eetiene cul seam ft para las muestras normativas mexicana y estadounidense de — Mexicanos (n = 860) Estadounidense (n = 1138) Media DE Media L 6.75 3.53 F 647 | 4.53 kK 16.87 15.30 Hs 14.89 12.78 a) 20.11 4.60 ~ 18.32 Hi ~-24.10 4.93 20.87 Dp | 23.41 4.30 22.65 Mf 23.75 | 4.12 26.01 Pa 9.21 3.09 10.10 Pt | 2737 26.43 28.51 | 26.40 21.57 4,02 19.93 25.22 7.59 24.74 123.09 p Abreviaturas: D, Depresion: Dp, Desviacidn psicopatica: Es. Esquizofrenia: F, Infrecuencia; Hi, Histeria conversiva; Hs, Hipocondriasis; Is, Introversion social; K, Correccién; L, Mentira; Ma, Hipomania; Mf, Masculinidad-femin dad: Pa, Paranoia; Pt, Psicastenia, del MMPI-2. La consistencia interna de la prueba en la poblacién mexicana es incluso mayor en muchas de las escalas en relaci6n con la que presenta la prueba en la poblacién estadounidense. Los resultados de este estudio en referencia a Ja poblacién general indican que existen algunas diferencias entre los mexicanos y los estadounidenses, pero la ma- yoria de ellas subyacen en la actitud de los mexicanos frente al inventario, pues las puntuaciones de la poblacién mexicana no indican indices de psicopatologia ma- yores que en la poblacién estadounidense. Otras de las divergencias parecen deber- se a factores culturales. Las diferencias mas significativas se encuentran en las escalas de validez, que indican que los mexicanos, tanto hombres como mujeres, contestan el inventario en forma ms defensiva, que los estadounidenses a pesar de que respondieron a la prueba en forma anénima y voluntaria. Por ejemplo, los hombres y mujeres mexicanos estan mas interesados en dar una buena imagen, pues admiten en una menor proporcién que los estadounidenses que “En ocasiones siento deseos de maldecir” y que “No me agradan todas las personas que conozco”. La diferencia en las escalas de género entre la poblacién mexicana y la estado- unidense indica también diferencias culturales en cuanto a lo que es considerado © torial EY Manual Moderno Fotccopar sin autorzacén es un ceo, Estudios de normalizacién, confiabilidad ..._ J 27 Escalas de validez y clinicas: medias, desviacién esténdar y prueba ceed ¢ para las muestras normativas mexicana y estadounidense de mujeres Escala |_ Mexicanos (n = 884) Estadounidense (n = 1462) t Media DE Media DE L | 6.06 258 | 3.56 25.72" F 5.54 3.54 3.66 | 1395" —«K 1621 | 470 | 15.03 5.99 Hs 16.15 L “4.51 13.69 13.65° D 22.38 4.84 20.14 10.68" Hi [2257 51 22.08 2.36 Dp 23.30 4.39 22.21 “| 571 Mf 3021 | 37 | 35.94 — 34.09" Pa 9.87 3.4 10.23 2.78 Pt 28.50 4.99 27.70 | a7" Es 29.37 6.04 26.25 | 12.21" Ma 21.04 3.82 19.09 | a6 Is 27.32 24 26.90 0 “t23.09 p=.001 Abreviaturas: D, Depresién; Dp, Desviacién psicopatica; Es, Esquizofrenia; F, Infrecuencia; Hi, Histeria conversiva; Hs, Hipocondriasis: Is, Introversién social; K, Correccion; L, Mentira; Ma, Hipomania; Mf, Masculinidad-feminei- dad; Pa, Paranoia; Pt, Psicastenia. como masculino y femenino en cada cultura. La poblacién femenina mexicana se aleja més del rol tradicional femenino, mientras que los hombres mexicanos se ajustan més al rol tradicional masculino (el cual enfatiza la fuerza fisica, asf como la rudeza) que los estadounidenses, lo que indica que tienen una mayor tendencia hacia las actitudes consideradas tradicionalmente cercanas al machismo. Las diferencias encontradas en las escalas de contenido y suplementarias tam- bién hacen referencia mas a aspectos culturales y situaciones ambientales que a psicopatologfa ya que, por ejemplo, la elevacién en la escala de Miedos puede deber- se a las amenazas de situaciones de desastre muy comunes en la poblacién mexicana —p. ej., las amenazas constantes de terremotos—. La elevacién en la escala de Prac- ticas antisociales en 1a poblacién mexicana parece indicar que hay diferencias cultu- rales en cuanto a lo que se considera antisocial entre ambos grupos Los resultados obtenidos en este estudio indican que al utilizar las normas estadounidenses, algunas escalas se elevan probablemente debido a diferencias culturales. En especial en el grupo de las mujeres se elevan algunas escalas relacio- nadas con la psicopatologia, lo que indica que al utilizar las normas estadouniden- ses algunos perfiles individuales podrfan indicar una psicopatologfa que no es real 28_7 Uso € interpretacién del MMPI-2 en espaiol (Capitulo 2) Escalas de validezy clinicas: specie stesvisctones eetfeder y pach: pull\ ub oie ¢ para las muestras normativas mexicana y estadounidense de hombres a |_Estadounidense (n = 1138) t | Media DE ANS [ssa | 4.7 2.84 MIE 380 | 2.96 10.237 oBs 4.93 3.06 | 2.67 "DEP 479 | 462—«| 3.22" SAU 5.29 3.91 | 7.10" DEL 2.30 250 | 5.71" EN) 5.63 3.31 4.93" CIN 9.50 5.35 11.73" PAS 791 49 8.13" PIA 808 | 3.68 2.53 ~ BAE 4.25 3.69 | 0.25 Iso | 7.65 477 | 3.52" FAM | 5.32 352 | 1.03 DIR 730 | 498 | 680" RTR 4.70 [4.72 —————— “£23.09 p=.001 Abrevisturas: ANS, Ansiedad: BAE, Baja autoestima; CIN, Cinismo; DEL, Pensamiento delirante: DEP, Depresi DIR, Dificultad en el trabajo; EN), Enojo: FAM, Problemas familiares: ISO, Incomodidad social; MIE, Miedos: OBS, Obsesividad; PAS, Précticas antisociales; PTA, Personalidad tipo A: RTR, Rechazo al tratamiento: SAU, Preocupa- cidn por la salud. en relacién con la poblacién mexicana. Debido a ello recomendamos utilizar las normas de la poblacién mexicana que aparecen en el Apéndice B ESTRUCTURA FACTORIAL DEL INSTRUMENTO Otra forma de validar la posibilidad de utilizar un instrumento de evaluacién en una cultura diferente a aquella para la que se construy6 es corroborar si en la nueva cultura conserva su estructura factorial. Muchos autores han discutido el rol del anilisis factorial en la investigacién de la personalidad en general, y en los estudios transculturales de la personalidad en particular. Aunque este no es el tinico método (© Editorial Ef Manual Modemo Foiosopiar sin avezecén es un deo Estudios de normalizacién, confiabilidad ..._ 7 29 Escalas de contenido: medias, desviaciones esténdar y prueba t poled para las muestras normativas mexicana y estadounidense de mujeres Escala __Mexicanos (n = 884) Estadounidense (n= 1462)_ Media DE Media 454 6.53 4.60 6.59 3.02 5.50 5.86 4.78 6.16 2.57 2.21 2.90 5.68 5.12 8.73 3.53 67 | 3.30 ~7.a1 350 | 5.16 Iso 414 7.53 FAM. 3.99 6.14 "DIR 4.94 8.51 123.09 p=.001 ‘Abreviaturas: ANS, Ansiedad: BAE, Baja autoestima: CIN, Cinismo: DEL, Pensamiento delirante: DEP, Depresion: DIR, Dificultad en el trabajo; EN), Enojo; FAM, Probiemas familiares; |SO, Incomodidad social; MIE, Miedos; OBS, Obsesividad: PAS, Précticas antisociales: PTA. Personalidad tipo A: RTR, Rechazo al tratamiento; SAU, Preocupa- i6n por la salud, para evaluar la invariabilidad de las medidas transculturales, indudablemente ha sido el método de preferencia Brislin y colaboradores (1973) recomiendan la aplicacién de los métodos confirmatorios mas prometedores de andlisis factorial en los estudios trasculturales; Buss y Royce (1975) sefialaron que las comunalidades (denominacién técnica que recibe la varianza que comparten los factores) contra las diferencias transculturales pueden ser detectadas por medio del andlisis factorial. Ellos consideran esto crucial para establecer los limites de la invariabilidad factorial, solamente si la invariabili- dad estructural fuera demostrada, es metodolégicamente adecuado hacer las com- paraciones transculturales de los niveles factoriales. Butcher y Bemis (1984) sostienen que una aproximacién para validar un ins- trumento de medicién para ser adaptado en una nueva cultura, es su validacién factorial, para asegurar que los reactivos y las escalas mantengan generalmente el 309 so interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 2) Escalas suplementarias: medias, desviaciones esténdar y prueba tue iako ¢ para las muestras normativas mexicana y estadounidense de hombres —_ Mexicanos (n= 860) | Estadounidense (n = 1138), Media DE Media DE A 9.19 7.09 10.02 740 R 723 =«|4At 15.18 453 Fyo 36.77, 4.63 37.34 4.46 ~AMAC 21.86 3.97 20.81 4.37 HR 15.20 3.03 12.51 2.94 Do 15.68 | 2.91 1662 2.95 ~ RS 20.89 3.81 20.09 3.89 Dpr 1.74 592 | 11.30 6.44 GM 35.57 4.89 4.87 GF 27.82 3.80 4.72 EPK 7.74 6.10 5.99 Z EPS 10.51 8.31 798 Fp 2.82 2.81 2.44 "123.09 p=.001 ‘Abreviaturas: A, Ansiedad; A-MAC, Alcoholismo de MacAndrew-revisada; Do, Dominancia; Dpr, Desajuste profe- sional: EPK, Desorden de estrés postraumatico de Keane: EPS, Desorden de estrés postraumstico de Schelenger: Fp, Infrecuencia posterior, Fyo, Fuerza del yo; GF, Género femenino; GM, Género masculino; HR, Hostilidad reprimida; R, Represion; Rs, Responsabilidad social. mismo sentido psicol6gico en la nueva cultura. Discutiendo la aplicacién transnacional de los tests psicolégicos, Butcher y Garcia (1978) enfatizan que la equivalencia factorial transcultural no puede darse por sentada, debiendo més bien ser demos- trada por este andlisis. Los resultados de investigaciones realizadas con dos matrices de intercorrelaci6n de las escalas basicas del MMPI, con respecto a andlisis factoriales de componentes principales levados a cabo en diferentes culturas como Italia y Jap6n, son bastante consistentes con los estudios previamente reportados en EUA (Dahlstrom, er al., 1975). Estos andlisis han establecido dos factores mayores en el MMPI: Ideacién psicética y Preocupaciones neuréticas, y dos factores menores: Identificacidn de rol de género y Desérdenes de personalidad. Sin embargo, hay algunas diferencias considerables entre factores para hombres y mujeres, sugiriendo que algunos de los patrones del MMPI deben tener diferentes significados interpretativos para cada género. A fin de corroborar la estructura del instrumento en México se realizé el andli- sis factorial de la muestra compuesta por los 1920 estudiantes universitarios. Di- cho anilisis se realiz6 tomando las escalas que componen el instrumento. © Ecitoral EI Manual Moderno Fotocola sin autoreaci es un det confiabilidad ... 31 Escalas suplementarias: medias, desviaciones estandar y prueba cele test-retest para las muestras normativas mexicana y estadouni- dense de mujeres Escala Mexicanos (n= 884) _| Estadounidense (n = 11462)| Media DE Media DE | A 11.47 11.64 7.90 0.52 R 18.76 16.34 3.81 14.67" fyo | 34.17 34.37 | 0.94 AMAC | 20.11 18.85 | 313° 13.53 15.25" 16.27, 743° 21.02 6.52" 12.31 5.10" - | 28.83 | 248 14.64" PK B86 1.24 EPS 12.83 2.69 Fp 3.33 a z | 12.06" "23.09 p=.001 ‘Abreviaturas: A. Ansiedad: A-MAC, Alcoholismo de MacAndrew-revisada; Do, Dominancia; Dpr, Desajuste profe- sional; EPK, Desorden de estrés postraumtico de Keane: EPS, Desorden de estrés postraumatico de Schelenger: Fp. Infrecuencia posterior: Fyo. Fuerza del yo: GF, Género femenino; GM, Género masculino; HR, Hostilidad reprimida; R, RepresiGn; Rs, Responsabilidad social En el cuadro A-4 se presentan los valores eigen y los porcentajes de varianza explicada para cada uno de los 4 factores resultantes del andlisis factorial realizado con el MMPI-2 en la muestra total de estudiantes universitarios mexicanos, y que son similares a los establecidos por Butcher y colaboradores (1989). En total estos explican 70.7% de la varianza, El cuadro A~4a muestra las cargas factoriales de las escalas en el factor que resultaron significativas. En el factor I (denominado Ideacién psicética por Butcher en 1989) se agruparon las escalas: Infrecuencia (F), Hipocondriasis (Hs), Depre- sién (D), Histeria conversiva (Hi), Desviacién psicopatica (Dp), Paranoia (Pa), Psicastenia (PQ) y Esquizofrenia (Es). En el factor It (Preocupaciones neuréticas) cargaron las escalas Mentira (L) y Correccién —o de enfrentamiento de problemas— (K), ademas de Histeria que estd también en el factor I. En el factor III (Desérdenes de personalidad) las escalas de Hipomanfa (Ma), Introversién Social (Is) y Depresién, esta Ultima compartida con el factor I. Finalmente en el factor IV (Identificacién con el rol y el género) se sittian las escalas de Masculinidad-femineidad (Mf) y Paranoia (Pa), la cual es compartida por el factor 1. 32_D Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaitol (Capitulo 2) Como en todos los casos en que se utiliza el MMPI se considera en forma separada a los dos sexos, se presentan a continuacién los andlisis factoriales corres- pondientes. En el cuadro A-5 se presentan los valores eigen y los porcentajes de varianza explicada para cada uno de los tres factores resultantes del andlisis factorial realizado con el MMPI-2 en la muestra de hombres. Estos explican 63.5% de la varianza. El cuadro A-Sa muestra las cargas factoriales de las escalas en el factor que resultaron significativas. a) En el factor I se encuentran las escalas Infrecuencia, Hipocondriasis, Depre- sién, Histeria conversiva, Desviacién psicopatica, Masculinidad-femineidad, Paranoia, Psicastenia y Esquizofrenia, mismas que conformarian el factor de Ideaci6n psicética. Este factor incluye, en los mexicanos, ademés de las esca- las esperadas, las de Depresién e Histeria, asi como la de Psicastenia, lo que podria indicar que en México estas escalas pueden estar asociadas con pertur- baciones severas. Sorprende que aparezca la escala de Masculinidad-feminei- dad, lo que podria indicar que el rol masculino en México esté relacionado con perturbaciones de personalidad. b) En el factor I, las escalas fueron Mentira, Correccién e Introversién social. Dicho factor se identifica como Preocupaciones neurSticas. Aquf no aparecen Depresién e Histeria conversiva, dado que se hallan asociadas con el factor I. La escala de Hipomanja carga en forma negativa, lo cual quiz indique que el retraimiento ¢ introversi6n pueden estar asociados con aspectos neuréticos de la poblacién masculina mexicana. ©) Enel factor III se agrupan Hipomanfa, que se presenta en forma negativa, y Depresién, compartido con el factor I en forma positiva, lo que le da confiabilidad a la escala. Este factor es identificado como Desérdenes de per- sonalidad. De nuevo la depresién se asocia ahora con desérdenes de personali- dad lo que, desde el punto de vista clinico, indicarfa que la depresién puede llevar al mexicano a conductas un tanto extrafias. Sin embargo, para establecer cuales son los reactivos de esta escala asociados con este factor habria que hacer un anillisis de reactivos. d) El factor IV, no aparece en Ia poblacién masculina mexicana porque la escala de Masculindad-femineidad esté relacionada con el factor I. El cuadro A-6 muestra la estructura factorial del MMPI-2 en varones estadouni- denses, la cual esta conformada por cuatro factores. (Recuerde el lector que los varones mexicanos s6lo produjeron tres factores) a) El factor I, denominado Ideaciones psicéticas, est4 formado por las escalas Infrecuencia, Hipocondriasis, Desviacién psicopatica, Paranoia y Esquizofrenia, como en el caso de los mexicanos, Destaca el hecho de que Hipomanfa no aparece en el factor de los mexicanos, a pesar de que este es bastante amplio puesto que incluye ademés las escalas de Depresién, Histeria conversiva, Mas- culinidad-feminidad y Psicastenia. Tal diferencia quiz se deba al hecho de la (© EdtoralE1 Manual Modermo Foloopiat sin autvizacén es un deli Estudios de normalizacién, confiabilidad cultura y ciertos problemas neuréticos en los mexicanos, con respecto al rol masculino, especfficamente identificado como “machismo”. b) El factor II, Preocupaciones neursticas, conformado por Depresi6n, Psicastenia e Introversion social con carga negativa, mismo que resulta muy diferente en comparacién con los mexicanos debido a que el factor II de los mexicanos es semejante al factor III de los estadounidenses. Las escalas que aparecen en los mexicanos son Mentira, Correcci6n, Introversin social en forma negativa e Histeria conversiva, la cual se comparte con el factor I. Esto podria indicar que en los mexicanos los desérdenes de personalidad aparecen como un factor més importante del MMPI en comparaci6n con las preocupaciones neuréticas, y que los factores de preocupaciones neuréticas y desérdenes de personalidad no estan bien delimitados en la cultura mexicana. ©) El factor Ill, Desérdenes de personalidad, constituido por las escalas Mentira, Correccién e Histeria conversiva, resulta diferente del de los mexicanos, puesto que para estos tiltimos el factor III incluye Hipomanfa y Depresién, presentén- dose en cargas contrarias, lo que representa mayor validez de la escala. Esto indica que la depresién puede constituir un sintoma determinante tanto en per- sonalidades neuréticas como en desérdenes de personalidad, como ocurre con los estadounidenses, es decir, que el factor II de estos tiltimos equivale al factor Il de los mexicanos. 4) EI factor IV, la Identificacin con el rol y el género, formado por la escala de Masculinidad-femineidad, difiere del grupo de mexicanos, porque en esta po- blacién desaparece, ubicandose esta escala en el factor I. Esto indica que el rol masculino de los hombres difiere marcadamente de una cultura a la otra. En el cuadro A~7 se presentan los valores eigen y los porcentajes de varianza expli- cada para cada uno de los 4 factores en la muestra de mujeres mexicanas, los cuales explican 70.3% de la varianza. El cuadro A~7a muestra las cargas factoriales de las escalas en el factor que resultaron significativas. a) El factor I, Ideacién psicstica, contiene las escalas Infrecuencia, Hipocondriasis, Depresi6n, Histeria conversiva, Desviacién psicopatica, Paranoia, Psicastenia y Esquizofrenia. Este factor es el que incluye mas escalas del MMPI en las mujeres, de acuerdo con Io encontrado en otros estudios. Aparece asociada también en este factor la escala de Psicastenia, lo que podria indicar que los rasgos obsesivos en las mexicanas estén también vinculados con perturbacio- nes mAs serias. b) El factor I, Preocupaciones neuréticas, incluye Mentira, Correccién e Intro- versién social, ademis de Infrecuencia, la cual comparte con el factor I. Llama la atenci6n que en las mujeres mexicanas no aparecen las escalas de Depresion y Psicastenia como componentes de este factor. ©) El factor III, Desérdenes de personalidad, est4 formado por las escalas de Hipomania, Introversién social y Depresi6n, las dos tiltimas compartidas con el factor I. Esto implica que en las mujeres mexicanas —al igual que en sus 34 D7 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espanol (Capitulo 2) contrapartes varones— la depresi6n es un factor determinante tanto de las pre- ocupaciones neuréticas como de los des6rdenes de personalidad. a) El factor IV, Identificacién con el rol y el género, se encuentra conformado por las escalas de Masculinidad-femineidad y por la de Paranoia, que comparte con el factor I. Llama la atencién que en las mexicanas la identificacién con el rol y el género pudiera tener que ver con la desconfianza, lo que quiz4 se deba al rol tradicional de la mujer mexicana de ser relegada o devaluada. El cuadro A-8 incluye las cargas factoriales de las escalas en el factor que resulta- ron significativas, en la muestra de mujeres estadounidenses. a) EI factor I, Ideaci6n psicética, formado por las escalas Hipocondriasis, Depre- si6n, Histeria conversiva, Desviacién psicopatica, Paranoia y Esquizofrenia, result6 ser muy similar al del grupo de las mexicanas. Sin embargo, existen algunas diferencias por ser més amplio para este tiltimo grupo, en quienes incluye también las escalas Infrecuencia y Psicastenia; las cuales se relacionan con ansiedad, obsesividad, inseguridad y malestar interno, caracteristicas con las que podria asociarse la ideacién psic6tica en las mujeres mexicanas. b) El factor II, Preocupaciones neuréticas, esta integrado por Correccién, Intro- versi6n social y Psicastenia es muy semejante también con respecto al grupo de mexicanas, puesto que en ambos grupos se mantienen las dos primeras es- calas. Difieren en dos escalas, pues para el grupo de mexicanas incluye Mentira y para las estadounidenses Psicastenia. Lo anterior quiz indique que en estas liltimas las preocupaciones neuréticas se relacionan con inseguridad, en tanto que en las mujeres mexicanas se asociarfan con la necesidad de dar una buena imagen ante los otros, lo cual implica factores culturales. c) El factor III, Desérdenes de personalidad, est4 constituido por la escala de Hipomania, al igual que en el grupo de las mexicanas; sin embargo, este factor es diferente en las estadounidenses debido a que incluye una escala més, la de Mentira, Sin embargo, en las mexicanas la escala de Hipomantfa carga en sentido negativo, lo que indicarfa que en las estadounidenses los desérdenes de personalidad se vinculan con hiperactividad y dificultad de aceptaci6n de las normas sociales, en tanto que en las mexicanas estan més relacionados con apatfa. a) El factor IV, Identificacin con el rol y el género, lo conforma la escala de Masculinidad-femineidad, factor que fue similar en ambos grupos. En las mexicanas parece ser un factor con un peso todavia mayor. En conclusién, con respecto al anélisis factorial, se puede decir que el MMPI-2 muestra factores semejantes en la poblacién mexicana y estadounidense, lo que indica, por una parte, que es una prueba valida para evaluar la personalidad de la poblacién mexicana y, por otra, que la traduccién al espafiol realizada en México es adecuada. Las diferencias encontradas en la conformacién de los factores pare- cen deberse a factores culturales. © Editorial EI Manual Modemo Fetocopiar sn avorzacén es un delto. Estudios de normalizacion, confiabilidad ... J 35 ESTUDIOS DE CONFIABILIDAD Y VALIDEZ DE LA PRUEBA Se realiz6 un estudio para determinar la confiabilidad test-retest del MMPI-2 ver- sin al espafiol para México en una muestra de estudiantes universitarios (Lucio, et al., 1997). Los participantes de este estudio fueron 106 mujeres y 146 hombres de una universidad privada de la Ciudad de México. Se obtuvieron frecuencias, me- dias y desviaciones estandar para las escalas bsicas, de contenido y suplementa- rias. Se calcularon, el coeficiente de correlacién de Pearson (r), y alfa de Cronbach para probar la consistencia interna de las escalas. En EUA existen estudios con el MMPI-2, como los de Persinger (1991) y Whitley y colaboradores (1991), quienes obtuvieron datos que indican que el ins- trumento es confiable. Otro estudio de confiabilidad del MMPI-2 con el método test-retest, fue la investigaci6n realizada por Butcher y colaboradores, (1989) en un grupo de 193 adultos (82 hombres, 111 mujeres); estos autores reportan que los coeficientes del retest mas elevados se encontraron en la escala Introversi6n social, tanto en hombres (.92) como en mujeres (.91). En las escalas de contenido, las mas elevadas en los hombres son Ansiedad (ANS) y Dificultad en el trabajo (DTR), ambas con .91. En las escalas suplementarias la mas elevada es Desorden de estrés postraumatico de Schlenger (EPS; con .92) en los hombres y Ansiedad (A) (.91) en las mujeres. Los resultados obtenidos mostraron un alto nivel de confiabilidad del instrumento. La confiabilidad test-retest del MMPI-2 se corroboré también trans- culturalmente en lenguas tan alejadas del inglés como la flamenca; un ejemplo es el estudio de Slore y colaboradores (1996), quienes realizaron una investigacién con 83 hombres y 62 mujeres holandeses y encontraron altos coeficientes de confiabilidad en casi todas las escalas basicas y de contenido. El coeficiente de correlaci6n mis alto correspondié a la escala de Esquizofrenia en el grupo de mujeres (.88) y el mds bajo a la Paranoia en los varones (.43), Estos autores también obtuvieron la consistencia interna del instrumento a través del alfa de Cronbach y encontraron que la mayoria de los valores de su estudio son de la misma magnitud que los estadounidenses. EI principal objetivo de este estudio de test-retest efectuado en México fue establecer pardmetros de confiabilidad de la nueva versién de la prueba, en un grupo de 252 estudiantes universitarios: 146 hombres y 106 mujeres de la Ciudad de México. Se calculé la media y desviacién estandar para cada una de las aplica- ciones, el coeficiente de retest y el error estandar de medida para cada una de las escalas. También se obtuvo la prueba r de Student y se analizé la consistencia inter- na del instrumento a través del alfa de Cronbach de las escalas clinic: validez, contenido y suplementarias. Finalmente, se obtuvieron los perfiles de las escalas basicas para establecer las diferencias de las puntuaciones de la media, entre el test-retest. 36 CF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 2) Los resultados obtenidos indican que en las escalas clinicas bdsicas y de vali- dez, el grupo de los hombres obtuvo coeficientes de correlacién entre ambas apli- caciones de entre .79 y .90, siendo las més altas para las escalas de Mentira y 2 Depresién, mientras que las mas bajas se encontraron en las escalas 5 Masculini- dad-femineidad y 7 Psicastenia (cuadro A-9). En relacién a las escalas de contenido en el grupo de los hombres se observan correlaciones que van de .74 hasta .92. Los puntajes de las correlaciones mostraron que el puntaje mas alto lo obtuvo la escala de Depresién y el mas bajo fue Persona- lidad tipo A (cuadro A-9). Al obtener el coeficiente de correlacién del test-retest, para el grupo masculino de las escalas suplementarias (cuadro A—10), se obtuvieron correlaciones de entre .63 y .93 en donde la mas elevada corresponde a las escalas de Ansiedad; Desorden de estrés postraumatico de Keane (EPK) y Desorden de estrés postraumatico de Schlenger (EPS) y la ms baja fue para Fuerza del yo (Fyo). En las mujeres (cuadro A-11), los coeficientes de correlacién de las esca- las clinicas fueron més bajos que en el grupo de los hombres ya que se encon- traron correlaciones de entre .60 y .82. entre el fest y el retest. La correlacién més alta para este grupo corresponde a Correccién, en tanto que la mas baja a Paranoia. Al obtener el coeficiente de correlacién del test-retest, para el grupo femenino con respecto a las escalas de contenido, se observa que fueron altas y significativas, encontrandose entre .72 y .86. Las escalas que obtuvieron la correlacién mas eleva- da fueron las de Miedos, Depresién (DEP), Pricticas antisociales y Baja autoestima (BAE); el puntaje més bajo en las correlaciones fue en Preocupacién por la salud (SAU) (cuadro A-11). En las escalas suplementarias (cuadro A~12), el grupo femenino obtuvo puntajes mis bajos que el grupo de los hombres, obteniendo correlaciones entre .58 y .89 en donde la més elevada corresponde a la escala de Ansiedad (A) y la mas baja fue para Género femenino (GF). Como segundo anilisis se obtuvo la consistencia interna del instrumento a tra- vés de la aplicacién test-retest, se utiliz6 la prueba alfa de Cronbach para saber si la prueba tenfa consistencia en cada una de las aplicaciones en el disefio test-retest, y asf poder sustentar que los datos obtenidos en este estudio son validos. En relaci6n con la estimacién de la consistencia interna (coeficiente alfa de Cronbach) del MMPI-2 en las escalas clinicas basicas y de validez en hombres (cuadro A~13), se observ que el puntaje ms bajo correspondié a la escala de Mentira, mientras que el més alto correspondié a Introversién social. Las escalas que obtuvieron puntajes mayores a .80, lo cual es un indicativo de confiabilidad elevada, fueron Infrecuencia, Paranoia, Psicastenia, Esquizofrenia e Introversién. social. Las puntuaciones obtenidas para las escalas clinicas basicas y de validez en estudiantes universitarios de sexo masculino son estadisticamente significativas. En el grupo femenino se observ6 que el menor puntaje correspondié a Mentira, mientras que el puntaje mayor fue para Esquizofrenia, en el test-retest. Ademis, se encontré que Infrecuencia, Psicastenia, Esquizofrenia e Introversién social rebasa- (© Editorial El Manual Moderno Fotocoiar sin autorizacién es un deta. Estudios de normalizac' -onfiabilidad ... 7 37 ron un puntaje alfa mayor de .80, con lo cual es posible corroborar la consistencia interna del instrumento (Cronbach, 1970) y sustenta la estabilidad del MMPI-2. En el anélisis de la estimacién de la consistencia interna (coeficiente alfa de Cronbach) de las escalas de contenido del grupo masculino, el puntaje mas bajo corresponde a la escala Preocupaci6n por la salud, mientras que el mas elevado fue el de la escala Dificultad en el trabajo. Se encontré que Miedos, Obsesividad, De- presion, Pensamiento delirante (DEL), Cinismo, Personalidad tipo A, Baja autoestima, Problemas familiares (FAM), Dificultad en el trabajo y Rechazo al tratamiento (RTR), rebasaron el puntaje alfa de .80, lo que confirma la consistencia interna del instrumento (cuadro A-13). En las mujeres el menor puntaje correspon- dié a Preocupacién por la salud y el mayor a Cinismo. Las escalas que rebasaron el .80 fueron Pensamiento delirante, Cinismo, Baja autoestima, Dificultad en el tra- bajo y Ia escala de Rechazo al tratamiento; por lo que se puede inferir que las escalas de contenido en Ja muestra estudiada son confiables. Las escalas que consistentemente mostraron coeficientes mas elevados tanto en hombres como en mujeres son Pensamiento delirante, Cinismo, Baja autoestima, Dificultades en el trabajo y Rechazo al tratamiento. Y la escala que se mantiene con el alfa mas baja es la escala de preocupaciones por la salud (cuadro A-13). Al obtener la estimacién de la consistencia interna (coeficiente alfa de Cronbach) para las escalas suplementarias de hombres y mujeres del test-retest (cuadro A-14), se observa que en la muestra de hombres el puntaje mAs bajo corresponde a Hostilidad reprimida y el puntaje mas alto lo obtuvo Ansiedad. Las escalas que obtuvieron un coeficiente de alfa mayor a .80 fueron Ansiedad, Fuerza del yo, Alcoholismo de MacAndrew-revisada (A-MAC), Género masculino (GM), Géne- ro femenino, Desorden de estrés postraumatico de Keane, Desorden de estrés postraumatico de Schelenger e Infrecuencia posterior. Estos resultados confirman la consistencia interna del instrumento. Al hacer el andlisis para las mujeres se observa que el puntaje mas bajo corresponde a la escala Hostilidad reprimida y el mis alto se halla en Infrecuencia posterior. Las escalas que obtienen puntuaciones igual o mayor a .80 fueron Ansiedad, Fuerza del yo, Desorden de estrés postraumatico de Schelenger e Infrecuencia posterior, resultados que confirman la consistencia interna del instrumento. Lo anterior permite inferir que los coeficien- tes de alfa de Cronbach del retest para el sexo femenino en las escalas suplementa- rias son confiables. Los resultados muestran que la versi6n en espafiol del MMPI-2 para México es una medida estable y confiable para los estudiantes universitarios mexicanos. Sin embargo, aquellas escalas que obtuvieron coeficientes de confiabilidad menores —como Hostilidad reprimida, Preocupacién por la salud y Mentira— deben inter- pretarse con mayor cautela y la interpretacién deberfa descansar con mayor con- fianza en aquellas escalas que obtuvieron un nivel de consistencia mayor como la escala “Infrecuencia” (F). Lo anterior es cierto, aunque 1a consistencia interna no es el tinico factor que debe tomarse en cuenta para dar una mayor 0 menor impor- tancia a una escala, pues es preciso considerar otros factores, como la estructura factorial y la validez discriminante. 38 C7 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 2) DESARROLLO DE LA INFRECUENCIA PSIQUIATRICA PARA MEXICO Se realiz6 un estudio exploratorio con una muestra de 216 pacientes psiquidtricos a los que se les aplicé el MMPI-2 para evaluar si esta poblacién responderia a las escalas Infrecuencia (F) e Infrecuencia posterior (Fp) tal como era de esperarse, en el sentido de que menos de 10% de ellos deberia responder en la direccién critica a los reactivos de estas escalas (Graham, 1990). Algunos de los problemas con el MMPI original persisten con el MMPI-2, uno de ellos es que las escalas Infrecuencia e Infrecuencia posterior por ser heterogéneas no discriminan con exactitud entre la poblacién normal que finge psicopatologia y quienes sufren realmente de una psicopatologfa grave (Arbisi y Ben-Porath 1994). Esto se debe a que los reactivos de Infrecuencia estan relacionados con psicopatologia severa, por lo que pueden elevarse tanto en personas que realmente tienen una psicopatologia como en aquellos que simu- lan los sfntomas. A fin de lidiar con este problema, en EUA se desarrollé una escala especial para aquellos individuos con una psicopatologfa seria. El primer paso en este estu- dio fue entonces observar si la escala de Psicopatologia (Fpsi) desarrollada por Arbisi y Ben-Porath servfa para distinguir a los pacientes psiquidtricos de aquellos pacientes que fingfan una psicopatologia grave (Lucio, ef al., 1996). La muestra psiquidtrica utilizada en México fueron los 216 pacientes que par- ticiparon para determinar si el instrumento distinguia a los pacientes psiquidtricos de poblaciones normales. Estos pacientes estaban internos en diversas institucio- nes de salud mental del Distrito Federal, 112 varones y 104 mujeres. El grupo normal fue conformado por el grupo de estudiantes ya mencionado que se utilizé para desarrollar las normas de estudiantes (Lucio, 1995). Para el grupo de pacientes psiquidtricos se utilizaron los siguientes criterios de inclusién: 1. Los individuos deberfan ser pacientes de la institucién en el momento en que se les aplicara el inventario. 2. Los individuos deberfan haber recibido un diagnéstico por el personal psiquia- trico de la institucion. 3. Los pacientes deberian saber leer y escribir. 4. Los pacientes deberian tener control médico y no estar gravemente deprimidos © agitados durante la aplicacién del inventario. Los criterios de invalidez para estos pacientes fueron los siguientes: No haber dejado mis de 15 reactivos sin contestar, una calificacién de Inconsistencia en las respuestas verdaderas (INVER) no menor de 9 ni mayor de 13. Los criterios de inclusion para los estudiantes ya se mencionaron en este capitulo. (© Editorial €! manual Modemo Fotccope sin eutoizacén es un det Estudios de normalizacién, confiabilidad ..._J 39 Al comparar los resultados de las frecuencias de respuestas observadas en las escalas Infrecuencia e Infrecuencia posterior, se encontré que muchos de los reactivos eran contestados por mas de 20% de los pacientes, por lo que la escala Infrecuencia no discrimina correctamente a los pacientes psiquidtricos de la po- blacién normal. Se probé también si la escala Fpsi desarrollada en BUA funcio- naba adecuadamente con los pacientes mexicanos y no fue asf, por lo que se decidié elaborar una escala diferente para México que incluye 20 reactivos que se presentan a continuacién (junto con los reactivos aparece el porcentaje de respuesta en direcci6n critica para hombres y mujeres en dos muestras, MP = muestra psiquidtrica [112 hombres y 104 mujeres], MN = muestra normativa mexicana): M.P. M.N: hombres (F) 6.3% 4.9% mujeres (F) 13.5% 9.6% 2. 6 F Mipadre es un hombre bueno, o (si su padre ha fallecido) fue un hombre bueno. hombres (F) 13.4 % 10.6% mujeres (F) 10.6% 9.6% 3. 36 V_ Casi siempre tengo tos. hombres (V) 17.9% 6.3% mujeres (V) 16.3% 5.7% 4. 75 F Generalmente siento que la vida vale la pena. hombres (F) 6.3% 6.1% mujeres (F) 12.6% 6.8% 5. 90 F Quiero a mi padre, o (si su padre ha fallecido) Quise a mi padre. hombres (F) 11.6% 1.6% mujeres (F) 10.6% 2.7% 6. 102 F Algunas veces me enojo. hombres (F) 12.5% 4.4% mujeres (F) 15.4% 2.7% 7. 120 F Con frecuencia siento la necesidad de luchar por lo que creo justo. hombres (F) 11.6% 3.3% mujeres (F) 5.8% 3.1 40_2 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espariol (Capitulo 2) 8. 16. 17. 192 210 . 269 . 276 . 282 . 294, . 318 |. 343 371 439 F Mimadre es una buena mujer, o (si su madre ha fallecido) Mi madre fue una buena mujer. hombres (F) 8.0% 1.8% mujeres (F) 6.7% 1.8% F Me gusta visitar lugares donde nunca he estado. hombres (F) 15.8% 2.6% mujeres (F) 8.7% 1.4% F Cuando las personas se hallan en apuros, lo mejor que pueden hacer es ponerse de acuerdo sobre lo que van a decir y mante- nerse firmes en lo que acuerden. hombres (F) 17.9% 9.1% mujeres (F) 10.6% 1.8% F Quiero a mi madre, o (si su madre ha fallecido) quise a mi madre. hombres (F) 8.9% 1.8% mujeres (F) 6.7% 2.8% V_ Me han dicho que camino cuando estoy dormido. hombres (V) 18.0% 6.4% mujeres (V) 11.5% 6.2% V_—_ Con frecuencia me salen manchas rojas en el cuello. hombres (V) 7.1% 2.9% mujeres (V) 12.5% 2.3% F Por lo general espero tener éxito en lo que hago. hombres (F) 13.5% 3.6% mujeres (F) 12.5% 3.5% F Me gustan los nifios. hombres (F) 15.3% 17.1% mujeres (F) 10.6% 13.0% V__ He deseado frecuentemente ser una persona del sexo opuesto. hombres (V) 19.6% 3.4% mujeres (V)_ 17.3% 1.5% F Me convierto rapidamente en partidario de una buena idea. hombres (F) 15.2 % 14.9% mujeres (F) 11.5% 14.1% © Eeltoral EI Manual Moderno Fotocapla sin auoiacién os un deta, Estudios de normalizacién, confiabilidad 18.478 V Odio a toda mi familia. hombres (V) 12.6% 2.3% mujeres (V) 14.4% 1.3% 19.493 F Encuentro alivio cuando comparto mis problemas con alguien. hombres (F) 18.8% 12.6% mujeres (F) 8.7% 8.7% 20.501 F Hablar con alguien sobre problemas y preocupaciones es mu- cho mejor que tomar drogas 0 medicinas. hombres (F) 17.1% 7.3% mujeres (F) 15.4% 4.1% — BIBLIOGRAFIA Ampudia, A., Lucio, E. 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(© Ealtoril E1 Manual Modermo Fotocoplar sin atoizacion es undo, Aplicacién y calificacion del MMPI-2 APLICACION DE LA PRUEBA Ez naar es un inventario de papel y lapiz, por lo que su aplica- ci6n es relativamente sencilla, sin embargo, hay aspectos que deben considerarse para que los datos que se obtengan a través de este instrumento resulten validos. El usuario de la prueba debe familiari- zarse con estos factores y tomar en consideracién las siguientes re- comendaciones cada vez que se aplique el inventario, ya sea que las evaluaciones se utilicen para investigaci6n, entrenamiento o en la prictica clinica. La aplicacién adecuada de la prueba es basica para obtener datos confiables del inventario, Es conveniente que la prue- ba sdlo sea aplicada por psicdlogos o estudiantes de psicologia, dado que es un instrumento que explora aspectos profundos de la perso- nalidad y de la psicopatologfa y, por tanto, provoca reacciones emo- cionales en las personas a quienes se les aplica. Algunas de las consideraciones se refieren a que puede haber algunas variantes de acuerdo con el escenario en el cual se aplica la prueba —pues no es lo mismo aplicar el inventario a alguien que acude voluntariamente a un consultorio, que a una persona que acu- de a solicitar empleo a una empresa—, otras se relacionan con algu- nas variables sociodemogrdficas, que deben tomarse en cuenta y algunas més tienen que ver con diferencias culturales con respecto a la actitud de las personas al responder a este tipo de inventarios. Por ejemplo, se ha encontrado que en México las personas desconfian mAs de este tipo de inventarios que en EUA, donde la gente est mas familiarizada y dispuesta a contestar estos instrumentos. De hecho, 43 44 7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espatiol (Capitulo 3) algunos aspectos culturales se consideraron en el disefio de la hoja de respuestas para México, en la cual los ntimeros de los reactivos aparecen por ambos lados y no en un solo lado, como en EUA. Antes de realizar la prueba es aconsejable explicar a la persona las razones por las que se aplica el MMPI-2. Las personas a las que simplemente se les entrega el folleto y se les dice que respondan a los reactivos, pueden interpretar erréneamente el propésito de la prueba y comprometer la validez del autorreporte. El MMPI-2 es una prueba costosa en cuanto a inversién de recursos humanos, tanto de quien se somete a ella como de quien la aplica, por lo que es importante obtener datos confiables y validos a través de ella, para lo cual es importante ser cuidadosos en la aplicacién de la misma. Si la prueba se aplica individualmente, aunque es una prueba autoadministrada, es conveniente vigilar, en especial en la primera parte de la aplicaci6n, que el indivi- duo esté contestando de manera adecuada. Es pertinente cerciorarse de que la perso- na ha lefdo correctamente las instrucciones; a modo de asegurarse de ello puede ser itil leer Jas instrucciones con ella, pues en Ja poblacién mexicana se ha observado una tendencia a empezar a contestar rpidamente sin leer las instrucciones. Una vez le{das las instrucciones deben hacerse algunas aclaraciones, por ejemplo, que el par- ticipante debe intentar ser espontaneo y no pensar demasiado Ja respuesta, pues se trata de un inventario largo, que lleva bastante tiempo contestar; asimismo, es impor- tante subrayar que debe leer cuidadosamente cada una de las frases. Es necesario aclarar al participante que s6lo puede dejar sin contestar la frase cuan- do se trate de algo desconocido o que no se aplique a su caso, pero que esto es muy raro, pues en general se trata de actividades cotidianas que aplican a casi toda persona. Esta aclaracién es relevante pues se ha observado una tendencia en algunos grupos a dejar de contestar mas reactivos de los debidos cuando no se hace este sefialamiento. Debe verificarse también que la persona esté cuidando que el ntimero de su respuesta corres- ponda al ntimero del reactivo en el cuadernillo, pues en ocasiones las personas omiten miimeros. Es conveniente asegurarse que las respuestas no sean todas contestadas como Falso, una tendencia en la poblacién mexicana, especialmente cuando el inventario se aplica en seleccién de personal; también debe confirmarse que la persona entienda de manera correcta los reactivos, en particular aquellos que contienen dobles negativos. Es deseable verificar periédicamente durante la aplicacién estos detalles a fin de que todo el inventario produzca resultados adecuados. De ninguna manera debe permitirse al participante que se Ieve el cuadernillo a su casa, pues asi se perderia el control sobre la forma en que la persona est contes- tando y la situaci6n de prueba deja de ser estandarizada, lo cual es perjudicial no s6lo para la aplicacién del instrumento para ese individuo, sino que ademés podria resultar en que se pierda la validez. posterior del mismo, pues quiz4 el participante comente Ia prueba con otras personas a quienes después se les aplique el MMPI-2. Cuando el participante Hega a la tiltima parte del inventario, debe tenerse espe- cial cuidado en que conteste de manera adecuada, pues por cansancio o fastidio puede empezar a contestar con descuido o al azar, aunque en un principio haya contestado apropiadamente. (© Eéttoril E1 Manual Moderna Fotocopiar sn atorizacin oun dls, Aplicaci6n y calificaci6n del MMPI-2_2 45. La prueba esté disefiada para aplicarse en una sesi6n, pero si una persona se siente deprimida o cansada puede aplicarse en un mAximo de dos sesiones, sin que transcurra més de una semana entre ambas. En el caso de que no se haya aplicado en una sola sesi6n, debe anotarse y considerarse esto como un factor que puede influir en los resultados. APLICACION EN GRUPO Cuando el MMPI-2 se aplica en forma grupal es preciso ejercer un cuidado espe- cial. En primer lugar, si el grupo es de 50 personas 0 més, es conveniente que al menos haya dos aplicadores por cada 25 personas. Deben tomarse en cuenta todos los detalles ya mencionados, aunque resultan més dificiles de cuidar cuando se trata con un grupo en vez de con un solo individuo. Es indispensable, por ejemplo, para asegurarse que las personas no estén con- testando a todos los reactivos en Falso o al azar, observar que la hoja de respuestas no se haya contestado por hileras; también es necesario cerciorarse que no se dejen reactivos sin contestar, pues muchos autores recomiendan que no son de utilidad los protocolos en los que falta la respuesta de mas de 20 reactivos. Algunas perso- nas en lugar de dejar reactivos sin contestar, contestan Verdadero y Falso al mismo tiempo, lo cual también tiene el efecto de invalidar el protocolo. En los casos en que la prueba se aplica en grupo deben leerse las instrucciones en voz alta, si es un grupo grande y las condiciones lo permiten debe utilizarse un micr6fono. Los psi- célogos que aplican las pruebas deben estar especialmente pendientes en la prime- ra y titima fase de la aplicacién, que es cuando pueden surgir mas dificultades. Cuando se aplica el instrumento en escenarios de selecci6n de personal o en cualquier otra circunstancia en la que se sepa que el participante pudiera tener reticencias, quiz4 sea apropiado explicarle que la prueba tiene forma de detectar si se ha mentido y que, por tanto, es mejor contestarla con honestidad; también puede decirse al individuo que es mejor que se le evaltie de acuerdo con su propia perso- nalidad y no con una personalidad ficticia producto de mentir durante la aplicaci6n del protocolo. Por otra parte, en los casos en que esto sea posible, se les puede decir que en caso de que se detecte que han mentido, la prueba quiz se repita y esto implica mucho mis tiempo para ellos. Se debe procurar un ambiente cémodo, con privacfa y supervisado, para las personas a quienes se aplican las pruebas y, aunque haya algunas limitaciones en cuanto a las condiciones de trabajo que pueden restringir 0 modificar los procedi- mientos, los participantes deberdn tener el espacio de trabajo suficiente como para sentir que realizan sus respuestas en privado. Esto es especialmente importante si la prueba se contesta en grupo. En un esfuerzo por obtener actitudes més cooperativas en situaciones como las de seleccién de personal, Fink y Butcher (1972, en Butcher y Williams, 1992) reali- zaron un estudio con estudiantes universitarios aplicando el MMPI en situaciones similares pero alterando las instrucciones de la prueba de la siguiente manera: 46 1 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 3) EI siguiente inventario de personalidad se compone de muchas frases; usted debe decidir si esas frases, aplicadas a usted, son mayormente verdaderas 0 mayormente falsas, y ego marcar el espacio apropiado en su hoja de respuestas. Al realizar la prueba, algunas personas se preocupan por ciertas cosas como, por ejemplo, qué tan honestos deben ser al responder a los reactivos. Por tanto, en el desarrollo del inven- tario se construyeron varias escalas que permiten al examinador evaluar las actitudes del examinado; en otras palabras, se detecta ficilmente a las que ofrecen una imagen més virtuosa de ellos mismos o a las personas que tratan de aparentar mayor pertur- bacién psicol6gica de la que realmente tienen. En estos casos sus protocolos de prue- ba son invalidados y tienen que ser descartados. También es importante tomar en cuenta que este inventario fue desarrollado como una forma para medir rasgos de personalidad individual, y no precisamente para detectar si una persona es mentalmente sana 0 no. Todos sabemos que cada ser humano es diferente, es decir, que su personalidad es tinica y que debido a esto es mas adecuada para realizar ciertas actividades. Esta prueba ayuda al psic6logo a com- prender la personalidad del individuo, con lo cual puede aconsejarle y ayudarle de manera mis eficiente. Puede parecerle que algunas frases no tienen relaci6n alguna con su personali dad y que otros reactivos son muy intimos, asf que le explicaremos cémo fueron escogidas las frases: el proceso se inicié dando una larga lista de frases aun grupo de personas normales y a otro grupo de personas que tenfan muchos tipos de problemas de personalidad. A continuaci6n estas frases que fueron respondidas con frecuencias diferentes por cada grupo, se seleccionaron para una escala; con lo cual se demostré que las personas que tenfan cierto tipo de personalidad responderian a estos reactivos en forma similar. Asf, que es importante recordarles que la interpretaci6n de la prueba no involucra sdlo la lectura de sus respuestas especificas, sino que la calificacion se realiza simplemente colocando una plantilla sobre la hoja de respuestas para contar las correspondientes a cada escala de personalidad. Esto nos permite comparar las respuestas totales de cada escala con las de otras personas. Esperamos que respondan a todos los reactivos, a menos que verdaderamente no se apliquen a ustedes. Los autores, antes de aplicar la prueba, dieron instrucciones tanto a un grupo expe- rimental como a un grupo control, pero al primero se le proporcionaron las que estaban alteradas. Ademés, se dio a los participantes un cuestionario de seguimien- to. Los resultados del estudio indicaron que no habia diferencias significativas en las escalas originales del MMPI entre ambos grupos debido a las condiciones, lo que sugiere que los indicadores de psicopatologfa no eran significativamente dife- rentes. Sin embargo, los individuos del grupo experimental con instrucciones espe- ciales fueron menos defensivos y tuvieron mayor disposicién para informar acerca de sus problemas que quienes recibieron las instrucciones tradicionales. Ademds, los participantes del grupo experimental dijeron, en los cuestionarios posteriores a la prueba, que la percibieron como menos ofensiva y muy pocos la consideraron como poco respetuosa de la privacidad. (© Editorial E1 Manual Modemo Fotecopiar sin arizacin es undo Aplicacién y calificacién del MMPI-2_ 2 47 En general, los resultados de este estudio mostraron que las instrucciones es- peciales para aplicar la prueba psicolégica tranquilizaron a los participantes con relaci6n a su aplicacién y disminuyeron los temores para responderla. Consideramos que en México es suficiente con los sefialamientos ya mencio- nados para incrementar la validez y confiabilidad del instrumento, pero seria con- veniente hacer investigacién con diferentes tipos de instrucciones que permitan reducir la actitud defensiva de las personas. Cualquier modificacién 0 adicién que se haga a las instrucciones debe anotarse, pues modifica el hecho de que se trata de una situacién estandarizada. El anotar las modificaciones permitiré ir encontrando la forma més adecuada para aplicar la prueba a la poblacién mexicana. REQUISITOS PARA EL INDIVIDUO QUE CONTESTA LA PRUEBA La persona que contesta la prueba debe tener una habilidad de lectura de segundo de secundaria, lo cual no es lo mismo que tener una escolaridad de segundo de secunda- ria, pues hay personas adultas que aunque hayan terminado la secundaria, han perdi- do su habilidad de lectura, debido a no ejercitarla posteriormente. En estos casos es conveniente verificar la capacidad con alguna prueba de habilidad de lectura antes de aplicar la prueba, a fin de evitar obtener un protocolo que no sea valido. Por otra parte, hay personas que no tienen la escolaridad que la prueba requiere pero sf poseen el nivel de lectura, es decir, si hay alguien que por falta de oportunidad no ha estudia- do pero lee con frecuencia, quiz tenga la habilidad requerida. ‘También es conveniente sefialar que la prueba debe aplicarse de preferencia a poblacién urbana, pues las actividades contenidas en los reactivos, aunque muy sencillas, tienen sentido para quienes viven en la ciudad, por tanto, aplicar la prue- ba a una poblacién cuyo entorno es diferente resulta inadecuado. El contenido del reactivo debe ser significativo para el sujeto, dado su nivel de experiencia de la vida (un reto mas dificil para los muy jévenes, aquellos con limi- taciones intelectuales, quienes tienen impedimentos de aprendizaje, severamente marginados, o quienes han inmigrado al pafs recientemente y no entiendan el signi- ficado de las expresiones idiomaticas del espajiol). La utilidad de la informacién obtenida por el MMPI-2 ‘epende mucho de la habilidad del participante para entender las instrucciones de la prueba, cumplir con los requisitos de la tarea, comprender e¢ interpretar el contenido de los reactivos con relacin a sf mismo, y registrar estas atribuciones de si mismo de manera confiable, tal y como lo requiere la forma particular de esta prueba. Diversas condiciones fisicas © estados emocionales pueden impedir esto. Es vital que el psic6logo que aplica la prueba esté alerta con relacién a la existencia de una o mas condiciones que incapa- citen al individuo, como agudeza visual limitada, dislexia o afasia receptiva, desorde- nes de aprendizaje, intoxicacién por alcohol 0 droga, reacciones t6xicas debidas a diversos factores infecciosos, desorientacién proveniente de lesiones 0 contusiones cerebrales, confusién después de un ataque epiléptico, impedimento neurol6gico re- sidual por uso prolongado de varias drogas, estados de confusién durante etapas 48 7 Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 3) catat6nicas © periodos de alucinaciones, el retardo profundo de una condicién de depresi6n considerable o la distraccién debida a una reaccién manfaca. Cualquie- ra de estos estados 0 algtin otro impedimento de grado similar, puede limitar la habi- lidad del individuo para cumplir con la tarea relativamente facil de leer los reactivos del MMPI-2 y registrar sus respuestas. REQUISITOS PARA QUIEN CALIFICA E INTERPRETA LA PRUEBA Cualquier instrumento psicolégico disefiado para evaluar una diversidad de atribu- tos de personalidad de una vez (es decir, una prueba de amplio espectro) impone una responsabilidad en cuanto al entrenamiento y la competencia de la persona que elija usarlo para evaluar a las personas, en particular a pacientes. Aunque el MMPI-2 es relativamente fécil y claro para aplicarse y calificarse, su interpretacién exige tanto un nivel alto de conocimientos psicométricos clinicos sobre personalidad, como el compromiso de seguir los principios éticos necesarios para la utilizacién de pruebas en general; por tanto, es un insirumento cuyo uso, al menos en México, debe restringirse a los psicdlogos, quienes son los profesionales que cuentan con los requisitos necesarios para utilizar la prueba. Dado que es necesario tener antecedentes sobre Ia teorfa de la evaluacién para comprender cémo debe usarse el MMPI-2, el evaluador debe haber tomado cursos especializados sobre psicometria, teoria de la media, evaluaci6n de la personalidad y psicodiagnéstico. El entrenamiento en esta area debe incluir el conocimiento de las diversas normas sobre las pruebas y cémo evaluarlas, seleccionarlas y aplicar- las. El psicélogo también debe tener un conocimiento basico de la manera en que se resume el registro de un individuo por medio de los puntajes estandarizados conjuntamente con sus transformaciones, correcciones y configuraciones. Es nece- sario también saber apreciar el limite de exactitud de estos diversos puntajes y los errores estandar que puede haber en la medida. Ademds, el usuario debe estar in- formado sobre los efectos de las proporciones bsicas sobre la exactitud de las decisiones y clasificaciones cuando aplique los resultados de la prueba a cuestio- nes especfficas de evaluacién. También debe estar familiarizado con las ventajas y limitaciones de utilizar variables de correcci6n en la evaluaci6n psicolégica. La codificaci6n de perfiles, las reglas de decisiGn, uso recomendable de la forma abre- viada del inventario son, todas, cuestiones que involucran el conocimiento de prin- cipios y conceptos basicos. Es esencial también haber tomado al menos un curso especializado de psicopatologfa pues se requiere estar familiarizado con la estructura, la dinémica y las alteraciones de la personalidad. Ya sea que las hip6tesis interpretativas se hayan generado de materiales tomados de textos estandar sobre el MMPI 0 que procedan de programas de computacién, el usuario del inventario debe ser capaz de integrar dichas hipétesis y las recomendaciones que se hacen con el conocimiento detalla- do de los antecedentes y caracterfsticas del individuo que se evaltia. A fin de gene- © Eeltorla EI Manuel Mademe Fotocerler sin autotzacin es un elo. Aplicacion y calificacién del MMPI-2_J 49 rar una evaluaci6n tan exacta y equilibrada del paciente 0 cliente como sea posible, el usuario debe estar enterado de los conceptos psicodiagnésticos y de los sistemas de diagnéstico contemporaneos. Al hacer sus recomendaciones, consideramos que necesariamente se requiere tanto de un conocimiento detallado del inventario como de una amplia comprensién de las complejidades de la personalidad humana. CONSIDERACIONES CULTURALES CON RESPECTO AL USO DEL MMPI-2 Hay aspectos culturales que deben tomarse en cuenta al aplicar la prueba. El pri- mero de ellos es que existe una tendencia a que la escala de Mentira (L) se eleve en la poblacién mexicana, debido probablemente a tres factores: 1) los miembros de la poblacién mexicana estén més interesados en dar una buena imagen que los estadounidenses; tal vez debido a que la primera constituye una sociedad més tradi- cional que la segunda. 2) Quiz4 haya una tendencia mayor a mentir entre la poblacién mexicana porque, en general, sobre todo cuando se trata de evaluacio- nes, la gente no desea ser tan sincera pensando que si se muestra tal cual es proba- ble que le vaya peor que si oculta algunos defectos de su personalidad. 3) Los participantes mexicanos quizd tengan cierta dificultad para entender los dobles negativos. Es obvio que cualquiera de estos tres factores puede influir en la aplicacién del instrumento y hacer més dificil su utilizacin en la poblaci6n mexicana, por lo que se requiere de motivar a los participantes a ser sinceros frente a la aplicacion del inventario si se desea obtener resultados titiles. Estos factores influyen en la aplica- cién de cualquier inventario de autorreporte, no sélo en el MMPI. La ventaja del MMPI sobre otros inventarios es que cuenta con escalas de validez que permiten evaluar la actitud del participante ante la prueba y, por tanto, ofrecen indicacién sobre qué tan confiables son los resultados obtenidos. Los tres factores mencionados quizé ocurran en mayor o menor grado de acuerdo con las circunstancias en las que el inventario se aplica y, por tanto, es necesario motivar a los participantes a ser sinceros y conocer el contexto en que se aplica. Por ejemplo, si la prueba se aplica en seleccién de personal en una empresa que se sabe que se halla bajo una reestructuracién y que, como resultado de la misma se despe- dira a algunos, por ms que se diga a los participantes —y en ocasiones hasta al psic6logo— que se esta evaluando al personal con el objetivo de promoverlo, es dificil que el inventario se conteste en forma sincera. Debido a ello, la prueba debe utilizarse con muchas reservas cuando se trata de despedir empleados; no obstante, existen patrones especificos para enfrentar esta situaci6n, por lo que si el individuo se desvia mucho de ese patron, ello indica algo muy importante. Por otra parte, cuando se aplica a personas de un nivel sociocultural limitado, es probable que tengan cierta dificultad para comprender los reactivos enunciados como dobles negativos, asi que en esos casos es preciso explicar cuidadosamente algunos de estos reactivos si se desea obtener datos mas confiables. 50_C Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 3) ASPECTOS ETICOS EN LA APLICACION E INTERPRETACION DEL MMPI-2 Dado que el MMPI-2 es un inventario que investiga psicopatologia y aspectos inti- mos de la personalidad, es importante que los datos provenientes de la prueba sean manejados en forma confidencial, aspecto complicado en el area de seleccién de personal, en donde los resultados seran enviados a alguien que no tiene la misma formacién ética que el personal entrenado clinicamente. En estos casos es importante para el psiclogo valorar cudnta informacién debe ser transmitida y cémo asegurarse de que la persona a quien se canalizan los resultados hard un manejo ético de los mismos; por ejemplo, si se detecta que alguien presenta una tendencia al alcoholis- mo, debe considerarse c6mo se transmitiré este resultado a un jefe de personal. El psic6logo que da un informe incluyendo datos de este tipo debe intentar con- vencer a la persona que no tiene la preparacién —como un jefe de personal— de que estos datos deben manejarse en forma confidencial, debe apelarse a una formacién humanista y ética de estas personas, misma que desgraciadamente no es tan comtin en nuestro medio, En los casos de que no exista la seguridad de que la persona mani- fieste una tendencia al alcoholismo, puede mencionarse de otra manera, por ejemplo, diciendo que la persona quiz presente una tendencia a conductas de riesgo. La facilidad para aplicar y calificar el MMPI-2 quizé lleve a algunas personas a utilizar este instrumento de manera que comprometan las precauciones de segu- ridad éticas y profesionales que deben tener todas las medidas de evaluacién psico- légica. Cualquier aplicacién del MMPI-2 debe Ilevarse a cabo de tal manera que se garantice al participante la discreci6n y seguridad de que los resultados del examen serin respetados, protegidos y utilizados slo para beneficio y mejoramiento de su bienestar. La aplicacién o calificacién hegligente, la falta de cuidado para mante- ner los resultados seguros y a salvo, o alguna otra evidencia de insensibilidad con respecto a la aplicacién de la prueba, puede desvirtuar el valor de la informacién obtenida por medio del MMPI-2. Las personas a quienes se les confia la responsabilidad de la administracién ruti- naria de la prueba deben ser entrenadas de manera cuidadosa y es preciso que estén bien informadas acerca de los pasos que se necesitan para obtener un rendimiento valido y itil. Esto es especialmente importante si la persona encargada de estas tareas es un estudiante de psicologfa. Debe verificarse periédicamente la aplicacién rutina- ria de la prueba para asegurarse de que se mantienen los niveles apropiados. MATERIALES DEL MMPI-2 En EUA existen diferentes formatos del cuadernillo de aplicacién, de pasta dura, de pasta gruesa. En México existe un solo formato de cuadernillo y dos formatos © Editorial E! Manual Moderno Fotccopiar sn atoiacion es un delta, Aplicacién y calificacién del MMPI-2_J 51 de hojas de respuesta, una la roja, que es para calificarse en computadora y la morada que es para calificarse manualmente. Se cuentan con dos tipos de hoja de perfil, uno con las normas estadounidenses y otro con las mexicanas. El perfil de normas mexicanas corresponde al estudio hecho en poblacién general, por lo que se considera mas adecuado utilizar el perfil de las normas mexicanas cuando se trata de participantes individuales. También es aconsejable emplear ese perfil si se realiza investigacién y se desea comparar los perfiles de diferentes grupos de la poblacién mexicana. Sin embargo, si el objetivo es comparar un grupo especffico de la poblacién mexicana con la poblacién esta- dounidense, es aconsejable utilizar el perfil de este ultimo grupo, pues asf resultan mis ilustrativas las diferencias. Se estan elaborando casetes para la aplicaci6n estandarizada a personas que tienen cierta dificultad de comprensi6n, a fin de no tener que leerles los reactivos a los participantes —como se ha hecho en algunas ocasiones—puesto que cada quien puede leerlos de diferente manera. 1 ELABORACION DEL PERFIL Y OBTENCION DE LA CLAVE EN EL MMPI-2 Los puntajes para sacar el perfil bésico con el MMPI-2 se basan en una serie de escalas derivadas de las de Hathaway y Mckinley (1940) y modificadas hasta cierto punto por la reestandarizacién del inventario{Se organizan por medio de dos grupos, los indicadores de validez y las medidas clinicas, y con excepcién del puntaje “no sé” (no sabria decir) se trazan y marcan de manera separada para el perfil individual (el puntaje de “no sé” es un puntaje natural que se anota abajo del perfil). Antes de calificar a mano las hojas de respuestas, deben separarse por sexo, ya que la escala Masculinidad-femineidad (Mf) tiene distintas claves para varones y mujeres. Todas las respuestas omitidas 0 con dos contestaciones deben tacharse con un color y considerarse como respuestas “No sabria decir”. El nimero de reactivos tachados es el puntaje “no sabria decir”, este valor debe ponerse en el lugar apropiado de la hoja de respuestas ‘Se usan claves para obtener la puntuaci6n natural de cada uno de los tres indicadores de validez adicionales y para las 10 escalas clinicas (también se puede disponer de claves para los juegos de escalas suplementarias, subescalas y de contenido). La plantilla (clave) se pone sobre la hoja de respuestas y el ntimero de respuestas que aparecen en los espacios (sin contar los que estén marcados con color) se cuentan y se anotan en el espacio apropiado en la hoja de perfil. Asegtirese de que los puntajes se anotan en la forma de perfil correcta para el género al que pertenezca el participante. La prueba en su versién revisada incluye tres perfiles: basico, de escalas de conte- nido y de escalas suplementarias.’Para trazar el perfil basico debe tomarse en cuenta que bajo de la hilera de puntajes crudos que se anotan en la forma del perfil, se 52 C7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espatiol (Capitulo 3) 8 eee encuentra una hilera de espacios en blanco con Ia leyenda “para agregarse K” que aparece abajo de las siguientes escalas: Hipocondriasis (Hs), Desviacién psicopatica (Dp), Psicastenia (Pt), Esquizofrenia (Es) e Hipomanfa (Ma). Una fraccién 0 todo el puntaje Correccién (K) se agrega a los puntajes crudos de una variable para utilizar la escala K como factor de correccién, Esta fraccién siempre se da segtin el puntaje crudo de K que ya ha sido determinado en el proceso de calificar la hoja de respues- tas. Las fracciones apropiadas de K que deben agregarse son .5K a Hs; 4K a Dp; IK a Pt; IK a Es y .2K a Ma. Cuando se han determinado estas fracciones deben anotarse en los espacios sobre la Ifnea abajo de los puntajes crudos que se han transferido de la hoja de respuestas y deben anotarse los puntajes naturales ya corregidos. Deben tomarse en cuenta los siguientes puntos para trazar el perfil basico: 1. Debe utilizarse el perfil apropiado al género del individuo. 2. Las puntuaciones naturales se anotan en la forma de perfil; las columnas a mano izquierda y a mano derecha dan los valores de la puntuacién T corres- pondiente a dichas puntuaciones naturales. 3. Las puntuaciones naturales corregidas deben trazarse para las escalas que de- ben corregirse por K. 4. Deben colocarse puntos, cfrculos u otras marcas pequefias en los puntos de puntaje natural del perfil y estos puntos deben conectarse con una linea sélida quebrada entre las escalas de validez, a la izquierda del perfil y las escalas clinicas que comienzan con Hs. A fin de resumir los patrones de prueba que se obtienen en el MMPI-2, se usa un sistema de codificacién que reduce el gran ntimero de perfiles posibles a un ntime- ro més préctico. Al codificar se le asigna un mimero a cada escala clinica, Hs se convierte en 1; Depresién (D), 2; Histeria conversiva (Hi), 3; Dp, 4; Mf, 5: Paranoia (Pa), 6: Pt, 7: Es, 8; Ma, 9; e Introversi6n social (Is), 0. Estos nimeros son la base para codificar los perfiles y muchos clinicos los usan rutinariamente en lugar de utilizar los nombres 0 abreviaciones de las escalas para evitar implicaciones psi- quidtricas que resultan confusas en ambientes no clinicos. Enel pasado se emplearon dos diferentes sistemas de codificacién con el MMPI el método original de Hathaway (1947) resumido en An MMPI Handbook (Un Ma- nual sobre el MMPI; Dahlstrom, ef al., 1972) y el procedimiento de codificacién ampliado o total de Welsh (1948). El sistema de codificacién de Welsh es el tinico que se usa con el MMPI-2. El primer paso para codificar el perfil es escribir los dfgitos que representan las escalas clinicas en orden de la elevacin del puntaje T, desde el mas alto al mas bajo. Este procedimiento se sigue hasta que todas las escalas clinicas quedan ano- tadas por digito en orden descendiente de puntajes T (si hay dos escalas con valores idénticos se anotan en orden numérico). Ademés de las escalas clinicas se deben codificar las escalas de validez y se deben colocar por separado, a la derecha de la codificacién de las escalas clinicas. (Observe que para el MMPI-2 la escala de “no sabria decir” no es parte de la codificacién por ser una puntuacién natural.) (© Editorial EI Manual Mederno Fotecopiat sin atrizacén as un dol Aplicacién y calificacién del MMPI-2_ 7 53 Es importante asegurarse de que se han incluido todas las escalas en la codifi- cacién, lo cual se puede verificar marcdndolas al proceder o leyendo serie comple- ta en orden numérico; por supuesto, ningtin digito debe aparecer ms de una vez en esta serie. Se puede detectar facilmente si se ha respetado u omitido alguna escala, y corregir el error. Después se agregan los simbolos de elevacién utilizando las siguientes anota- ciones para designar los rangos de elevacién de 10 puntos de los puntajes T. + 100 - 109 ™ 90 - 99 ” 80-89 . 70-79 60 - 69 50-59 40 - 49 30 - 39 29 y menos de 29 a la derecha de #. agent Algunos psiclogos usan sfmbolos de elevaci6n adicionales, los puntajes de 110 a 119 se muestran seguidos de ! y 120 !! El que sea necesario y titil conservar la informaci6n en la codificacién depende del ntimero de casos en los que aparezcan elevaciones tan extremas y en la importancia del diagn6stico que se encuentra con relacién a los puntajes dentro de estos rangos. Butcher y Williams (1992) proponen utilizar el signo + para la elevacién en puntuacién T de 65 a 69. Los mismos auto- res proponen utilizar todos los signos correspondientes a las diferentes elevacio- nes, por lo que cuando no aparece ninguna escala dentro de un rango de elevacin se anota el signo sin que corresponda a ninguna escala, solamente para ilustrar que dentro de ese rango de elevacién no hay ninguna escala. Cuando dos escalas tienen la misma puntuaci6n T 0 un punto de diferencia se subrayan. A continuacion se ilustra este procedimiento con un ejemplo (figura 3-1): Se trata del perfil de una joven de 21 afios (Maria) Escala L oF «K Puntuacién natural 4 4 Puntuacién T 45 74 39 Escala 12 3 4 5 67 8 9 0 Puntuacién natural 25 38 35 36 37 22 43 45 20 37 Puntuacin T JO 81 76 81 32 90 79 77 47 62 (Capitulo 3) 54 _C Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaiiol ‘8610 Wo (eign 22oEmN pepDtny ep OBEN cum ep LHP NAN sea CNN SP HERR DPE ap EERO Wo Oppo a aol A wrm wis ate mw HO eM ‘adap anna, —- a ee {uno opens Pa ‘pepue}o2s3 vearan ‘seo}ep SUIED80 OP [ted upgeayde ep eypay ido = Zlaww cae cans GT dW W ‘eUey “SeOISP SEIEDSE OP |IL1Oq *|~E ean (© Edtoriot £1 manual Mederno Fotecpier sin atorzacn es un elt, El primer paso para elaborar la clave es anotar las escalas en orden descendente: 6247831095 Después se anotan las escalas con los signos de elevacién correspondientes: 6*24” 7831'+0-/9:5# la escala mas elevada es 6, a la que corresponde el signo * por estar en T 90, después le siguen las escalas 2 y 4 que tienen la misma puntuacién y se encuen- tran por lo tanto en el mismo rango de elevaci6n, entre T 80 y T 89. Estas escalas se subrayan por tener la misma puntuacién T, después aparecen las escalas 7, 8, 3 y 1 alas que corresponde el signo “ por estar entre T 70 y T 79, no existe ninguna escala entre T 65 y T 69, por lo que sdlo aparece el signo de + sin asociarse con ninguna escala. A continuaci6n se anota la escala 0 a la que corresponde el signo de - por estar entre T 60 y 64, después aparecen los signos / y : sin asociarse con ninguna escala y, por tiltimo, aparece la escala 5 con el signo #. Finalmente se agregan las escalas de validez con el signo correspondiente quedando la clave como ** 624” 7831'+0-/9:5# F°L/ Kit. Algunos usos del cddigo resultan obvios; por ejemplo, es facil encontrar perfi- les similares. En la codificaci6n para el ejemplo anterior se ve claramente que la escala més alta en el perfil es Pa, que el puntaje T es 90 0 més, y que Mf cae abajo de 40 y es la escala més baja. Cuando se han codificado una coleccién de casos y se han archivado, es factible encontrar con rapidez todos los casos que comienzan con 4y le sigue la escala 6. Para obtener el perfil de las escalas de contenido se sigue el mismo procedi- miento de contar con la clave el niimero de respuestas que corresponden a cada una de las 15 escalas. Se trazan puntos, cfrculos o cruces para identificar en la hoja de perfil la puntuacién correspondiente a cada una de las escalas y se unen con una linea. No se obtiene ninguna clave con respecto al perfil de las escalas de contenido ni se agrega ningtin factor de correccién, por lo que es mas sencilla la obtencién de este perfil. Si se desea, es posible anotar las iniciales de las escalas por rango de elevacién a fin de tener una idea de en que drea se encuentran los problemas de la persona (figura 3-2), En las escalas de contenido las puntuaciones naturales y T que obtuvo Maria fueron las siguientes: Escala ANS MIE OBS DEP SAU DEL ENJ CIN PAS Puntuacién natural = 189 9 2% 14 2 10 10 8 Puntuacién T 76 50 63 (97 «6249 6H 46 Continua... (Capitulo 3) 56 CF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaftol ‘661 "wo (Glan 2aesauan epony 2 ap SAR cHENENY Sp CUEEOR RU EIEN BLD MEODKY PENI EP UREEION® Une coNgeeY ONINaERS Ly wo md ose ow OND ond ms oN ‘BURN “OpIua}UCO @p SBleose ep [Wed "-E BuNBL (© Editorial £1 Manual Modemo Fotocopar sin autorizacén es un dato, Aplicacién y calificacién del MMPI-2_ 57 Escala PTA BAR ISO FAM DTR_ RTR Puntuaci6n natural 10 14 10 17.24 18 Puntuacién T 54075 5777 85 86 ‘Como puede observarse en las escalas de contenido, la puntuacién més alta correspon- de a Depresién (T 97), seguidas de Rechazo al tratamiento (T 86) y Dificultad en el trabajo (T 85), las escalas més bajas son Cinismo (T 46) y Practicas antisociales (T 48) El mismo procedimiento de contar el ntimero de reactivos que contest6 la persona en cada una de las escalas suplementarias y de trazar el perfil se realiza para obtener este tercer perfil. Aqui no es deseable anotar las escalas de mayor a menor, puesto que hay algunas escalas que indican patologfa si estén hacia arti ba, mientras que otras como la escala de Fuerza del yo indica mas problema si estén sumergidas. Las puntuaciones de las escalas suplementarias de Marfa son las siguientes (figura 3-3): Escala AR Fyo A-MAC HR Do Rs Dpr GM GF EPK Puntuaci6n natural 33 14 22 «20 1313 21 33 37 «5534 Puntuacién T mexicana 80 38 30 50 42 42 47 82 63 50 90 Escala EPS Isl Is2 Is3 Fp INVAR INVER Puntuaci6n natural 3806 2 1213 10 Puntuaci6n T mexicana 78 «53 46««68 «8363. 56 Como se observa, la puntuacién més elevada esta en las escalas de Desorden de estrés postraumatico de Keane (EPK) y de Infrecuencia posterior (Fp) (T 90 y 83) respectivamente, Desajuste profesional (T 82) y Ansiedad (T 80), en tanto que la puntuacién menor se observa en Fuerza del yo (T 30). — BIBLIOGRAFIA Dahlstrom, W. G., Welsh, G. S., Dahlstrom, L. E. (1972) An MMPI Handbook (vol. 1): Clinical Interpretation. (Rev. ed.) Minneapolis, MN: University of Minnesota Press. Fink, A., Butcher, J, N. (1972) Reducing objections to personality inventories with special instructions. Educational and Psychological Measurement, 32, 631-639. En Butcher, J.N., Williams, C. L. (1992) Essentials of MMPI-2 and MMPI-A Interpretation. Minneapolis: University of Minnesota Press. (Capitulo 3) 58 9 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espanol 5861 © We ean) 2s ope eSB GRU CUED TURN HAE AYN Be BfORASy ep PEuey yap LRDEMANE LD EFENFsoy Roe SH wade 9 sed nia ee —_ seo]s9a 6080 op leg = = [law en 1ep\ ‘seUejuoU\dns seje0se op [yied “E~€ eINB ‘saucy (© Editorial £1 Manual Moderna Fetosopar en atozacén sun delta. Aplicacién y calificacién del MMPI-2_ 59 Hathaway, S. R. (1947) A coding system for MMPI profiles. Journal of Consulting Psychology, 11, 334-337. Hathaway, S. R., McKinley, J. C. (1940) A Multiphasic Personality Schedule (Minnesota): I. Construction of the schedule. Journal of Psychology, 10, 249-254. Welsh, G. S. (1948) An extension of Hathaway's MMPI profile coding system. Journal of Consulting Psychology, 12, 343-344. (© Editoril Ef Manual Maderno Foteeopar sn auaizacién es un delta, Interpretacién de los indicadores de validez L. posibilidad de establecer hipétesis de interpretacién provenien- tes de los datos del perfil basico del Inventario Multifasico de Perso- nalidad-2 (MMPI-2) se basa en tres aspectos, relacionados entre si, de estos puntajes: 1) la aceptabilidad de los puntajes del perfil tal cual se determina por los indicadores de validez; 2) la elevacion absoluta de las escalas bisicas en comparacién con las puntuacio- nes T estndares provenientes de las normas y 3) las elevaciones relativas de estos puntajes dentro del perfil individual. Un examen especifico de los reactivos contestados por el individuo, tal como se resumen en las listas de frases significativas, las puntuaciones de las escalas de contenido y las puntuaciones de las escalas suplementa- rias, proporcionan bases para establecer otras hip6tesis que permi- ten Hlegar a una interpretacién integral de la prueba. De acuerdo con el manual de la prucba, un enfoque para inter- pretar el perfil basico paso por paso y la informacién adicional que se deriva de un registro del MMPI-2 incluye: 1. Evaluar Ia validez del protocolo para poder interpretarlo de tal manera que incluya la determinacién de la actitud que tuvo el individuo al contestar el inventario y el grado en que la forma en que se contesté la prueba est de acuerdo con la informa- cidn que arrojan otros antecedentes que se tienen sobre dicha persona, 2. Examinar las puntuaciones de las escalas clinicas del perfil esténdar para generar una lista de hipétesis posibles de inter- pretaci6n con respecto a la personalidad y estado emocional actual del sujeto de la prueba. 67 62_C Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 4) 3. Consultar varias gufas sobre la interpretacién del MMPI para encontrar correla- ciones comunes con el patrén del cédigo generado por el perfil clinico, que inclu- yan alternativas psicodiagnésticas posibles. La mayorfa de estas gufas estan elabo- radas en inglés, como la de Butcher y Williams (1992) y la de Graham (2000). 4, Determinar, con respecto a las escalas que presentan por lo menos una elevaci6n moderada, las escalas de contenido que contribuyen a dichas elevaciones, tomando en cuenta los tipos de asuntos que més preocupan al participante de la prueba. 5. Observar si existen frases significativas que puedan haber sido endosadas para indicar que existen problemas especiales © sintomas y preocupaciones insos- pechadas anteriormente. 6. Examinar las puntuaciones de las escalas suplementarias para ampliar las hi- potesis de interpretacién ya generadas, y formular un resumen coherente de la dindmica de personalidad y estado del diagnéstico del participante de la prue- ba, con las limitaciones adecuadas sobre la confiabilidad de estas conclusio- nes, en vista de los puntajes de los diversos indicadores de validez. Este capitulo est4 dedicado a la interpretaci6n de los indicadores de validez. El MMPI-2 cuenta con los mismos indicadores de validez que el MMPI, ademas de algunas escalas adicionales que no existian en el inventario original como las de Inconsistencia en las respuestas verdaderas (INVER), Inconsistencia en las res- puestas variables (INVAR) e Infrecuencia posterior (Fp), escala F de la segunda parte de la prueba. El ntimero de respuestas “No puedo decir” (?) no constituye una escala tal cual existia en el instrumento original. Dado que el MMPI-2 es un instrumento de autorreporte, la utilidad de las inter- pretaciones que se puedan establecer a partir de los datos de la prueba depende en buena parte de la actitud del individuo al contestar el inventario. El] MMPI-2, como cualquier otro inventario de autorreporte, puede ser distorsionado y manipulado por el sujeto. La ventaja del MMPI-2 es que cuenta con indicadores que permiten saber si el participante ha distorsionado deliberadamente el inventario. Como se mencioné en el capitulo 3, lo mejor para evitar que el instrumento se distorsione es motivar a la persona para que coopere, pues de otra manera se habran invertido muchos recursos tanto por parte de quien contesta la prueba como de quien la aplica, para obtener pocos resultados. Sin embargo, hay ocasiones en las que es muy dificil lograr que el participante conteste en forma sincera, tal es el caso de quien sera juzgado por algiin delito y quiere evitar el castigo correspondiente. PUNTUACION NO PUEDO DECIR (?) La puntuacién de No puedo decir (0 No sabria decir) se obtiene simplemente su- mando el ntimero de reactivos que la persona dejé sin contestar. Si una persona dej6 de contestar ms de 30 reactivos de los primeros 370, la prueba no puede (© Editorial EI Manual Moderne Fotocopar sn autozacion es un dalto, Interpretacién de los indicadores de validez J 63 calificarse. Si en los primeros 370 reactivos dejé menos de 30 reactivos sin contes- tar, pero en la prueba en total dejé mas de 30 reactivos, es posible interpretar el perfil basico, pero no las escalas de contenido ni las suplementarias. La razén de que la prueba no resulta valida si se omiten mds de 30 reactivos es que se obtendrfa una subestimacién de las puntuaciones, pues algunas de las escalas arrojarfan pun- tuaciones bajas no porque haya ausencia de psicopatologfa, sino simplemente por- que Ia persona no contesté los reactivos. Hay varios tipos de razones por las que la persona deja sin contestar Jos reactivos, una puede ser porque sea alguien indeciso e inseguro a quien le cuesta trabajo optar por una respuesta verdadera o falsa, de modo que quiza se haya tardado mas tiem- po de lo usual en contestar el inventario. Personas con caracterfsticas de personali- dad de tipo obsesivo probablemente tengan dificultades para tomar una decisién ante una prueba de eleccion forzada como el MMPI-2. Otro motivo para omitir respuestas puede ser una actitud negativa ante el in- ventario y en esas ocasiones la persona puede aducir que en realidad la prueba tiene tres posibilidades de respuesta: Verdadero, Falso y No sé. Esto llega a ocurtir en personas que tienen problemas para relacionarse con la autoridad y que no quieren someterse a reglas. Esta actitud negativa también se observa en personas que quie- ren tener siempre la raz6n y a quienes les molesta tener que tomar una decision forzada, dado que los reactivos son de eleccién Verdadero-Falso. Otras personas dejan de contestar los reactivos por fatiga 0 desdénimo, mismos que pueden deberse a un estado depresivo. Por iiltimo puede ser que el reactivo resulte irrelevante para la persona, es decir, que carezca de sentido para ella. Para poder saber a cul de estas posibilidades se debe la omisi6n de los reactivos es importante observar la conducta del participante durante la aplicacién y, dentro de lo posible, evitar que haya omisiones. Aun cuando las omisiones sean pocas, es importante saber cuales son los reactivos que la persona omite, pues ello dara in- formacién como, por ejemplo, saber qué es lo que le molesta que le pregunten. ESCALA L La escala L (Mentira) sirve para evaluar la medida en que una persona quiere pre- sentarse ante el examinador como excesivamente virtuoso. Esta escala estd consti- tuida por 15 reactivos de contenido obvio como “De vez en cuando pienso en cosas demasiado malas para hablar de ellas”, “Mis modales en la mesa no son tan buenos como cuando salgo a comer con otras personas” contestadas como Falso. Los 15 reactivos de la escala original se mantuvieron en Ja nueva versin del inventario, aunque a algunos de ellos se les modificé el lenguaje. De acuerdo con Graham (2000) los individuos que obtienen una puntuaci6n alta en L tratan deliberadamen- te de mostrarse en forma favorable y evitan admitir incluso las fallas menores a las que se refieren los reactivos. 64 CF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 4) oe ee eee eee Como se mencioné en el capitulo 2, L es una de las escalas en las que se encon- traron diferencias entre las poblaciones estadounidense y mexicana, obteniendo esta Yiltima una puntuacién més elevada. Lo anterior puede indicar que los mexicanos tienen una actitud diferente a los estadounidenses frente al inventario, posiblemente por la época en la que se obtuvieron las normas o por la dificultad de confiar en otros para mostrarse tal cual se es. Otra raz6n puede ser porque dado que las respuestas al inventario estan enunciadas en falso, resulten mis dificiles de comprender los reactivos, especialmente para quienes tienen una escolaridad menor, dado que se encontré una correlacién entre la escala L y la escolaridad en la muestra normativa. A continuacién se presentan algunos indicadores para interpretar las elevacio- nes de esta escala: + Si la puntuacién que obtiene la persona esta por arriba de T 80, el perfil resulta invélido, pues el individuo puede haber mentido y presentado una actitud defensiva de tipo ingenua frente al inventario. Puntuaciones dentro de este rango también pueden indicar un claro esfuerzo por engafiar a otros acerca de las motivaciones o de la adaptaci6n. Otra de las razones por las que la escala L Iega a elevarse es porque la persona se apegue en forma rigida a normas convencionales. Las puntuaciones entre T 70 y T 79 en esta escala quizé indiquen una vali- dez cuestionable del perfil, porque 1a persona presente resistencia ante el inventario dando una autoimagen demasiado virtuosa de s{ mismo y, por tanto, no acepte tener ni la menor falta. ' + Sila persona fue poco honesta 0 franca al contestar el inventario, las pun- tuaciones de las escalas clinicas pueden sumergirse artificialmente, aun- que no necesariamente haya una ausencia de psicopatologia. * Se ha observado que la escala L se eleva en las mujeres mexicanas que se sienten presionadas en el ambito social, y que son perfeccionistas y con- vencionales, sin que necesariamente hayan mentido ante el inventario. + Algunos autores (Butcher y Williams, 1992; Graham, 2000) sugieren que en la poblacién estadounidense el perfil resulta sin validez cuando excede una puntuaci6n de T 65. Consideramos que en poblacién mexicana resulta més indicado tomar como punto de corte T 70. + Puntuaciones en un rango entre 60 y 70 indican que el perfil es valido aunque el sujeto tuvo una defensividad marcada ante el inventario por ser moralista o rigido. + Las puntuaciones entre 50 y 59 indican que la actitud ante la prueba es adecuada y que la persona est4 conforme con su autoimagen. La persona puede tener seguridad en si misma y aceptar algunas de sus fallas. + Puntuaciones menores a 50 indican que el individuo contesté con franque- za el inventario y que acepta abiertamente sus fallas sociales, en ocasiones la persona puede exagerar sus fallas y problemas por ser demasiado autocritica. Puntuaciones bajas también legan a indicar que la persona tiene dificultad para adaptarse a las normas sociales. (© EattoralE1 Manual Mederno Fotccoplar sin autorzasin os un celta, Interpretacién de los indicadores de validez J 65 ESCALA F La escala F (Infrecuencia) consta de 60 reactivos que indican diversos tipos de sintomas. Incluye reactivos como: “En ocasiones los espfritus malignos se posesio- nan de mf”, “Tengo pesadillas varias veces a la semana” y “Si la gente no hubiera querido perjudicarme habria tenido mas éxito en la vida", contestados como Verda- dero, En el MMPI original F, incluia 64 reactivos, algunos de los cuales se conside- ran cuestionables y se eliminaron. Hathaway y McKinley (1940) construyeron esta escala con un amplio rango de sintomas psicoldgicos, los cuales cubren un rango de problemas tan amplio que no reflejan una imagen consistente. Dichos autores construyeron esta escala con la finalidad de evaluar hasta qué punto una persona intenta exagerar sus sfntomas 0 problemas, atribuyéndose un excesivo nimero de sintomas que corresponden a diversos cuadros psicopatolégicos y que, por tanto, son poco frecuentes en la po- blacién normal. La idea basica era que los individuos que intentaban fingir proble- mas de adaptacién psicolégica que no tenfan se iban al otro exiremo y contestaban reactivos que se refieren a dreas tan amplias que resultaban poco consistentes. Los verdaderos pacientes habitualmente no contestan un amplio rango de los reactivos de F, sino que responden de manera mis selectiva a los sintomas. La tendencia a fingir 0 exagerar es importante de evaluar en algunos casos, como en los delincuen- tes que prefieren simular un problema psicoldgico para evadir un castigo. Para construir esta escala, los autores seleccionaron aquellos reactivos que eran contes- tados por menos del 10% de los adultos normales. La muestra normativa mexicana contest 5 reactivos en promedio, con una desviacién esténdar de 2, lo cual es un poco mas elevado que la muestra normativa estadounidense. F también constituye una medida para evaluar si el individuo contesté al azar, puesto que la mayorfa de las personas contestan entre 3 y 7 reactivos, en caso de que la persona haya contestado al azar la puntuacién de F probablemente resulte muy elevada. Quizé la persona haya colocado las respuestas al inventario en forma incorrecta y, por tanto, resulten al azar. Una puntuaci6n en esta escala de 30 0 mas puede ser, entonces, un indicador de respuestas al azar. En entornos de seleccién de personal, los participantes tal vez obtengan puntuaciones menores al promedio porque traten de parecer exageradamente bien adaptados. La elevaci6n de la escala F, cuando se da en un protocolo valido, es un indica- dor confiable de psicopatologfa, pues indica que la persona tiene problemas impor- tantes que la poblacién normal en general no presenta. De acuerdo con Butcher y Williams (1992), la elevaci6n de F puede deberse a las siguientes razones: * Posible error en el protocolo. El individuo puede haber invalidado 0 es- tropeado la prueba debido a un inadecuado registro de las respuestas. Es posible también que haya un error en la calificaci6n del protocolo. en espaiiol (Capitulo 4) + Respuestas al azar. El individuo tal vez respondié al azar a los reactivos de la prueba. Algunos participantes poco cooperadores pueden tomar el cami- no facil para contestar el MMPI-2, respondiendo al azar o casi al azar. La escala F del MMPI-2 detecta facilmente esta actitud (Berry, er al., 1991). + Posible desorientaci6n. El individuo puede estar confundido y desorien- tado, incapaz de seguir las instrucciones 0 comprender el significado de los reactivos, quiz4 debido a un estado t6xico, sindrome organico cerebral 0 ansiedad extrema. Sin embargo, en algunas circunstancias los perfiles de rangos elevados, entre 90 y 109, son comunes y no deberian ser considera- dos como invélidos. Por ejemplo, en escenarios clinicos de pacientes psi- quiatricos 0 con prisioneros de reciente admisiOn, a menudo se presentan patrones de sintomas exagerados pero interpretables. * Psicopatologia severa. En algunos casos quiz4 se sugieran problemas se- rios © desorientaci6n, particularmente entre pacientes recién ingresados e internos de centros correccionales, Gynther (1961) Gynther y colaborado- res (1973d) Gynther y Petzel (1967) y Gynther y Shimunkas (1965), han proporcionado informacién importante acerca de las puntuaciones eleva- das de F en pacientes hospitalizados. Megargee y Bohn (1977) demostra- ron que los delincuentes encarcelados que contestan el MMPI al ingresar a prisin, a menudo producen puntuaciones elevadas de F que tienen utili- dad interpretativa. En consecuencia, recomiendan la utilizacion de una puntuacién de corte de 100 0 mas, para sugerir invalidacién. Graham y colaboradores (1991) consideran que en ambientes con pacientes hospi lizados puede ser titil interpretar perfiles con T en 110. * Simulacién. El individuo quizé exagere conscientemente a modo de refle- jar algunas alteraciones graves (presentando una imagen seriamente per- turbada) a fin de obtener beneficios. Frecuentemente una F elevada se pre- senta entre individuos que desean convencer al profesional de que necesi- tan ayuda psicolégica. Este patrén también se encuentra a menudo entre individuos que necesitan atribuirse problemas para influenciar a una corte (Schretlen, 1988). Grossman y colaboradores (1990) encontraron que los oficiales de policfa que no querfan regresar al trabajo, producfan puntua- ciones F mas elevadas que aquellos que querfan regresar al servicio. + Antecedentes culturales diferentes. Las investigaciones transculturales con el MMPI han demostrado que los individuos cuyos antecedentes cul- turales son muy diferentes de los del grupo normativo del MMPI Iegan a producir puntuaciones de la escala F mas elevadas. Esta elevacién de F ocurre aun con individuos que estan motivados y cooperan con la prueba (Butcher y Pancheri, 1976). Aunque podrfa tratarse de traduccién inade- cuada, estas diferencias también pueden resultar de factores culturales. En la poblacién mexicana algunos de los reactivos de F no cumplen con el criterio de ser contestados por menos de 10% de los participantes de la muestra normativa, por lo que es posible que esta escala requiera de modi- ficaciones mayores para funcionar adecuadamente. En China se desarroll6 (© Editorial Ef Manua! Moderno Fotvopiat Sn atorzacién es un dao Interpretacin de los indicadores de validez J 67 una escala de infrecuencia mds efectiva para emplearse en este pats, si- guiendo los criterios de respuestas similares a los que usaron Hathaway y McKinley con los reactivos del MMPI original, debido a que muchos de os reactivos de la escala F no cumplfan el criterio de ser contestados por menos de 10% de los participantes de la muestra normativa. + Cuando la persona contesta Verdadero a una gran cantidad de reactivos, la puntuacién de F tiende a elevarse. * Otra razén por la que la puntuacién de F se eleva es por una habilidad de lectura limitada. Los diferentes rangos de elevacién de las puntuaciones de esta escala pueden interpretarse de 1a siguiente forma: ‘T < 50: Indica poca expresién de sintomas. La persona puede ser sincera y estar socialmente adaptada. Cuando ocurre este tipo de elevacién en situa~ nes de seleccién de personal quiza se indique que la persona esta tratan- do de dar una imagen de adaptacién y de que no tiene problemas, aunque no necesariamente ser el caso. T 51-59: Indica que el individuo es accesible y est abierto a Ia discusién de sus problemas, siempre y cuando F sea mayor que Ly K. T 60-64: Se trata de un perfil vélido en el cual la persona expresa algunos sfntomas. La persona ha respondido selectivamente a un area que se refiere a.un tipo especifico de problemas, pero puede funcionar mas o menos ade- cuadamente. T 65-80: Se trata de un perfil probablemente valido pero con posibilidad de exageracién de algunos sintomas. La persona presenta un amplio rango de problemas psicolégicos; es abierta y se muestra accesible a la discu- sion de sus problemas. Este tipo de elevacién puede esperarse con bas- tante frecuencia en evaluaciones que se realizan dentro del campo clinico. Sin embargo, cuando se presenta en situaciones de seleccién de personal probablemente indique que la persona est realmente perturbada por sus problemas emocionales o que tiene respuestas fuera de lugar en situacio- nes de trabajo. T 81-90: Validez limitrofe, misma que sugiere la posibilidad de un patrén de confusién y desorientacién. En este caso es més probable la exageracién de problemas y el uso de sfntomas para obtener beneficios, por ejemplo, simpatfa. T 91-99: Perfil marcadamente elevado, que deberia ser interpretado con mu- cho cuidado. T 100-109: Probablemente invalido, pero algunos perfiles de pacientes psi- quiatricos hospitalizados o de delincuentes admitidos recientemente en la carcel, pueden ser interpretados hasta 109 si INVAR esta dentro de un rango vilido. T 110: El perfil es claramente invalido. 68 C7 Uso e interpretacin del MMPI-2 en espatiol (Capitulo 4) $82 Uso ¢ interpretacion del MMPI? HeTER OP UEHRHME LD One eprops aso eeepc ata na Mpa 9 SRP, od ep 6 ed apa coat pause ‘880189 SEIEOS0 Op [Hod sy ope p03 pepuep2ea ——_ SSS WW, OST OGOL ‘opIUe}00 ep seIeDSE OP Wiad “Pp Bunt © EdtoralE! Manual Medemno Fotecopar sh autozalén es wn delta, Interpretacin de los indicadores de validez D 77 cual es la configuracién que se obtiene tomando en cuenta todas ellas, especial- mente la configuracién de las escalas L, F, K. Cuando L esté por encima de F y K, se trata de un perfil defensivo en el que la persona utiliz6 un patron de respuestas bastante ingenuo. En este caso, L deberd estar por arriba de T 70 y F y K podrian estar cercanas a T 50. Si Ly K se encuentran alrededor de T 65 y F est en T 50 0 menos, se trataria de un perfil defensivo en el que a persona trat6 de dar una buena imagen de s{ mismo, lo que se conoce como un perfil de falsa bondad; es frecuente encontrarlo en contextos de seleccién de personal. Otro perfil defensivo se observa cuando L esta alrededor de T 50, F por debajo de T 50 y K est4 por arriba de T 70. En este caso se trata de un patrén defensivo, pero en el que se utilizan defensas mas elaboradas, como las que corresponden a una puntuacién elevada en la escala K. Sila escala Festé alrededor de T 75 y L y K se ubican por debajo de T 50, se tataria de un perfil en el que la persona admite abiertamente sus sintomas, esté pidiendo ayuda y siente que sus recursos no le son suficientes para enfrentarse a las situaciones proble- maticas que esta experimentando. Es de esperarse que este tipo de perfil se obtenga en escenatios clinicos cuando la persona va a pedir ayuda esponténeamente. Sin embargo, hay casos en seleccién de personal en los que se obtienen perfiles con esta configura- ci6n; por ejemplo si la persona se descontrola ante el inventario 0 debido a que tenga una pobre capacidad intelectual y no se percata de que, aunque debe ser sincero, debe- tia evitar hablar abiertamente de sus problemas si aspira a ser contratado. Cuando F se encuentra por arriba de T 100 y Ly K se encuentran por debajo de T 45, es probable que la persona haya exagerado sus sintomas, esto quiz se deba a diferentes razones. Lo anterior llega a ser comin cuando una persona quiere recibir ayuda inmediata o puede darse también en situacién de psicologia forense cuando una persona va a recibir castigo porque ha cometido algtin delito y quiere evitar el ser castigada fingiendo alguna psicopatologia —razonando que seré menos incé- modo recibir tratamiento psiquidtrico que recibir una pena. Entre las escalas de validez, las escalas L y F son las que resultan menos con- fiables en la poblacién mexicana debido a que, como se consideré en el capitulo 2, son escalas cuya alfa de Cronbach resulta mis baja que las demas. SIMULACION EN LOS INVENTARIOS DE AUTORREPORTE Numerosas investigaciones han mostrado que los individuos responden deshones- tamente a los instrumentos de evaluacién por diversas razones (Adelman y Howard, 1984; Bagby, Nicholson y Buis, 1998; Franke, 2002; Lim y Butcher, 1996). Dado que no existe forma alguna para prevenir totalmente la distorsién delibe- rada de las respuestas, es indispensable que el psiclogo clinico elabore técnicas y estrategias que permitan detectar a aquellas personas que intentan dar una imagen distorsionada de s{ mismas. 78 1 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 4) oe eS eee _————. Cronbach (1960), sefiala que el problema de la simulacién y engafio es en gran medida de tipo motivacional, y que basicamente se presenta en dos vertientes: para aparentar ser una persona més adaptada, o intentar dar la impresién de inferioridad © anormalidad. Existen dos métodos comunes para detectar la simulacién: la entrevista clinica y la evaluaci6n psicométrica. El MMPI ha sido el método psicométrico mas ampliamente utilizado en la evaluacién de la personalidad y en el rea general del fraude psicolégico (Adelman y Howard, 1984; Ziskin, 1981). El método mds comiin de evaluacién de las escalas de validez del MMPI para detectar a los individuos simuladores es el empleo de instrucciones para intentar producir exageraciones o fabricar sintomas psicopatolégicos en sujetos experimentales. Algunos investigadores (Grow, Mc Vaugh, W., & Eno, 1980; Rapaport, (1958), encontraron que las estrategias sugeridas en la literatura para distin- guir a individuos simuladores utilizando el MMPI original fue exitosa al producir dis- tribuciones espectficas de las puntuaciones, relacionadas con la simulaci6n. Graham y colaboradores (1991) sefialan que en todos los estudios con protoco- los de simulacién mala se observan puntuaciones crudas més elevadas en la escala F en comparacién con K, y la diferencia entre F y K ({ndice de Gough) result6 ser el mejor indicador para clasificar un mayor mimero de protocolos sin validez. Cramer (1995) sefiala que las escalas F y Fp fueron las que permitieron distinguir con mayor exactitud los perfiles de participantes honestos con una psicopatologia autén- tica de entre aquellos que fueron simuladores, y considera que la escala de simula- cién mala y el indice F-K permiten una discriminacién més refinada. En México se realiz6 un estudio de validez del MMPI-2 en espafiol, cuyo obje- tivo fue evaluar cudles de las escalas del inventario distingufan a un mayor porcen- taje de individuos simuladores de aquellos que fueron honestos al responder el inventario (Lucio y Valencia, 1997). La muestra consistié de 119 estudiantes de psicologia y 90 pacientes psiquidtricos esquizofrénicos. Se utiliz6 el MMPIT-2, que consta de 567 reactivos, versién traducida al espafiol (Lucio y Reyes, 1995). Los estudiantes respondieron el MMPI-2 dos veces, prime- ro con instrucciones habituales, después se dividié a los participantes en dos gru- pos, de los cuales uno lo volvié a contestar con instrucciones de simular estar muy bien adaptado y el otro con instrucciones de simular tener esquizofrenia paranoide. Los pacientes contestaron al inventario una sola vez. Se obtuvieron medidas de tendencia central: medias y desviaciones estandar, ade- més de la prueba “t” de Student para obtener la diferencia de medias de las escalas de validez y las escalas clinicas en las situaciones que se mencionan a continuaci6n. 1) Para quienes respondian el inventario bajo instrucciones esténdar y luego lo contestaban bajo instrucciones de representar signos y sfntomas de esquizofrenia paranoide. 2) Para aquellos que respondfan bajo instrucciones de simular tener esquizofrenia paranoide y los pacientes psiquiditricos con esquizofrenia paranoide. 3) Para los participantes que respondfan el inventario bajo instrucciones estandar y luego lo contestaban bajo instrucciones de fingir estar muy bien adaptados. (© Edtorial €! Manual Moderno Fetes sin auorizasin os un data Interpretacion de los indicadores de validez J 79 ‘También se obtuvieron los perfiles de las escalas basicas de las puntuaciones de cada una de las medias de los participantes honestos, de quienes fingfan tener esquizofrenia paranoide, de los pacientes psiquidtricos y de aquellos que aparenta- ban estar bien adaptados. Se obtuvieron puntuaciones de corte para distinguir el mayor porcentaje de individuos simuladores de los estudiantes honestos y de los pacientes psiquidtri- cos. También se determinaron diferentes puntuaciones de corte de acuerdo con que se tratara de distinguir entre estudiantes honestos y simulacién mala, o pacientes psiquidtricos y estudiantes que aparentaban tener sintomas de esquizofrenia. Asi- mismo, se obtuvieron por separado puntuaciones de corte para distinguir entre es- tudiantes honestos y los que fingfan estar bien adaptados. Se definieron, ademés, los niveles de prediccién de estas puntuaciones de corte para confirmar qué porcentaje de participantes habfa sido clasificado correctamen- te en cada una de las condiciones del estudio. Los estudiantes que fingieron tener esquizofrenia paranoide arrojaron pun- tuaciones muy elevadas, en la escala F y en todas las escalas clinicas, en compa- racién con las de los pacientes psiquidtricos y de los estudiantes con instrucciones estdndar. También se observaron puntuaciones menores en los estudiantes que simulaban estar mal en la escala K en comparacién con las puntuaciones de los estudiantes que contestaron bajo instrucciones esténdar y también con las puntua- ciones obtenidas por los pacientes psiquidtricos. Las estudiantes que fingieron tener esquizofrenia paranoide también obtuvieron puntuaciones més elevadas en Fy en las escalas clinicas en comparacién con las pacientes psiquiatricas y las estudiantes que contestaron bajo instrucciones estdndar, asf como puntuaciones més bajas en la escala K. Esto se observa tanto en estudiantes varones como mujeres (figuras 4-5 y 4-6). Detectar a quienes fingian estar bien de entre aquellos individuos honestos que contestaban bajo instrucciones estdndar result6 mas dificil. Los resultados mues- tran en los hombres puntuaciones mucho més elevadas en L que en F, asi como también una ligera disminucién en las puntuaciones T de todas las escalas clinicas, es decir, puntuaciones T menores a 50 0 ligeramente por arriba de 50. Las figuras 4~7 y 4-8 muestran los perfiles de las escalas bsicas de Jos estu- diantes que simulaban estar bien adaptados en comparacidr. con los estudiantes que contestaron el inventario bajo instrucciones esténdar. En las mujeres, las estudiantes que fingieron estar bien tienen puntuaciones més elevadas que las estudiantes honestas en las escalas L y K, mientras que sus puntuaciones son menores en F. En las escalas clinicas sus puntuaciones resultan un poco menores que las del grupo de estudiantes que contestaron en condiciones esténdar; en la escala Mf las estudiantes simuladoras tienen una puntuaci6n ligera- mente mayor. Asf que las escalas que resultaron mds exitosas para detectar a las estudiantes simuladoras fueron L y K. Las escalas que resultaron ser exitosas en la deteccién de quienes simulaban estar mal, fueron F, Fp y el indice F-K con un nivel de confianza de .005. La pun- tuacién dptima de corte para los estudiantes en F fue de 18 y 13, la cual clasificé (Capitulo 4) 80 2 Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espanol ‘Yelo0s upystenosju's| ‘siSeypUOoOA|} 's} “ENISIenUOD BUEISIH ‘IH !BOUANdSUI ‘Y ‘eIU01}02! "BUBISLOISY =a eRu wcemais Lugpeniung “salopeinuuis sequelpnys3 ‘seo|seq Sejeose ep OUlNOseLL IIHed "S-p BUNB|4 Interpretacién de los indicadores de validez_J 81 “pualseaisd ‘ig “elouRed ‘Bd ‘pepleulUe)-pePLUNOSeH [e100 up|sienonuy ‘S| ‘sISeupUOOOMIH ‘SH !eAISiEAUOD BUISIH "IH ‘BiOUoN9O,}U ‘4 “eUE\OzINbsy ‘sy ‘eaNEdoo|sd iH "2 semua “7 up;9aH00 00 ‘dg ‘uotsaidag ‘g :seunjeinaiqy Luoteniung SeIODEINUUIS SAIUBIPNISS “SeOISPA SBIBOSE BP CUIUEW [ed “gy BANBI ‘yep Un 88 UposzueIe us 1o00}e4 OUsapOUL FEMUEUL 13 HEU (Capttulo 4) 82_C7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol aN “7 Sugro9@MOD ‘je}oos up|svenonu bsg ‘83 ‘eoypdooisd uopemsaq ‘dq ‘uoisaideg ‘Q ‘seimensiqy Lvoenung tua se}89 uejnwis enb sejuerpnys3 “Sea;seq Se[e0S0 ep OUINOSELY Wied “LP BAN Interpretacion de los indicadores de validez 7 83 ‘RIUDISEOISY ‘Iq RIOUEIEd ‘Ed ‘PEPIOUNUE}-PEPIUINOSEYY ‘PY “EIUEWOSIH "EWY ‘RMVB “7 ‘UpIOVeON “y ‘Je00s uorsiexcsuy ‘S| ‘siseupuooodly ‘s} !eASHONUOD BUDISIH "iH ‘BoUandaMU)'Y YlUayOZINDSS) “e3 “eogedonssd Uo}NBASEQ “dq ‘UoIsaida ‘q ‘seInjend.oy = — au ugceng ps ens “Lugenung aig Jeise Ueinus enb sejueinmsy ‘seaiseq sejeose ep OUIUALuA)ikled “ap BaNBL ‘ep un so uooezsnje us eoceIoy owapouy enue 12 RUONDE 84D Uso e interpretacion del MMPI-2 en espanol (Capitulo 4) correctamente a 95.83 y 97.44%, hombres y mujeres respectivamente, de quienes fingfan tener esquizofrenia paranoide y a 100% de los participantes honestos. Los resultados obtenidos en los niveles de prediccién mostraron que una pun- tuacién de corte de 18 para los hombres clasificé correctamente a 100% de los estudiantes que simularon tener esquizofrenia paranoide y 96% de los estudiantes honestos, y para las mujeres una puntuacién de corte de 13 clasificé correctamente a 100% de aquellas que fingieron esquizofrenia paranoide y a 97.5% de las partici- pantes honestas, es decir, que tanto para hombres como para mujeres la escala F clasificé mal a muy pocos estudiantes tanto honestos como simuladores. En cambio, para clasificar correctamente a 86.2 y a 90.62% de los pacientes psiquidtricos se requirieron puntuaciones de corte mds elevadas en la escala F, de 31 y 30 para hombres y mujeres, respectivamente. De modo que se requirié una puntuaci6n significativamente mis alta en esta escala para obtener un buen nivel de prediccién en los pacientes psiquidtricos. La escala Fp también resulté ser muy exitosa para esta finalidad. Una pun- tuacién de corte de 13 clasificé correctamente a 100% de los estudiantes hones- tos de ambos sexos y altos porcentajes de aquellos que fingfan estar mal, 83.33% de hombres y 87.18% de mujeres. Mientras que una puntuaci6n de corte de 29 clasific6 correctamente a 94.83 y 90.63% de los pacientes, hombres y mujeres, respectivamente. Los resultados obtenidos en cuanto a los niveles de prediccién muestran que la misma puntuacién de corte de 13 clasificé correctamente a 100% de quienes simu- laban tener esquizofrenia paranoide y a 85.71% de los estudiantes honestos para hombres, y a 100 y 88.64% de las estudiantes que fingian estar mal y de las hones- tas, respectivamente. Se requirié una puntuacién de corte de 11 y 18 para clasificar correctamente al 90.63 y 63.64% de los pacientes para hombres y mujeres, respec- tivamente. Estos resultados muestran niveles de mala clasificacién para las muje- res; es decir, que aument6 en forma poco significativa la mala clasificaci6n de los estudiantes honestos como simuladores con la escala Fp en relacién a la cantidad de estudiantes detectados por la escala F, pero aument6 de manera significativa el nivel de mala clasificaci6n para las pacientes mujeres. Para el indice F-K una puntuacién de corte de 2 y 11 clasific6 correctamente a 100% de los participantes honestos de ambos sexos, y a 83.33 y 94.87% de los estudiantes que simulaban tener esquizofrenia paranoide hombres y mujeres, res- pectivamente. Una puntuacién de 16 clasificé correctamente a altos porcentajes de pacientes psiquidtricos masculinos (88.46%) y femeninos (85.19%). Se requirié una puntuacion de corte de 11 y 2 en los niveles de prediccién de F-K para clasificar correctamente al 100% de ios estudiantes que simulaban tener esquizofrenia paranoide de ambos sexos y altos porcentajes de sujetos honestos: 95.12 y 85.71% de hombres y mujeres, respectivamente. Se requirié una puntua- cién de corte mayor en los niveles de predicci6n para distinguir entre simuladores de esquizofrenia y pacientes. - Como es evidente, las escalas que detectan mas facilmente a los individuos que simulan estar bien o estar mal ante el MMPI-2 son las escalas de validez. in atoizacén es un del, (© Eéitoral £1 Manual Moderne Fotco Inierpretacion de los indicadores de validez J 85 — BIBLIOGRAFIA Adelman, R. M., Howard, A. (1984) Expert testimony on malingering; The admissibility of clinical procedures for the detection of deception. Behavioral sciences and the Law, 2 (1), 5-19. Arbisi, P. A., Ben-Porath, Y. S. 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(© Ecitoral EI Manual Medemno Fotocopiar sin autorzacién os un del Escalas clinicas ASPECTOS GENERALES DE LA INTERPRETACION DE LAS ESCALAS CLINICAS Hay varios aspectos que deben tomarse en cuenta para interpretar las escalas clinicas, entre los que se encuentran: la forma en que cada una de Jas escalas fue construida, el contenido de los reactivos (es decir, cuales son los reactivos que constituyen a cada una de ellas), la investigacin realizada con respecto de la escala y, por Ultimo, los indicadores que se han encontrado asociados con la elevacién de las escalas en las investigaciones que se han Ilevado a cabo con datos externos al inventario. Hathaway y McKinley (1940) desarrollaron las escalas clinicas utilizando el método de contraste o validacién cruzada. Esto significa que de los aproximadamente 700 reactivos que utilizaron para cons- truir la prueba, seleccionaron aquellos que eran contestados con una mayor frecuencia por los pacientes que correspondian a un grupo cri- tetio y los contrastaban con los pacientes que pertenecfan a otro grupo criterio o a alguna de las poblaciones normativas que ellos utilizaron para validar la prueba. Los autores utilizaron dos grupos normativos, uno de estudiantes universitarios, y el otro constituido por las perso- nas que laboraban en el hospital universitario de Minnesota y los pa- rientes que visitaban a los enfermos en el hospital. A fin de poder interpretar las escalas es importante saber como se desarroll6é cada una de ellas. Los reactivos de las escalas clini- cas tienen en general un contenido heterogéneo por la forma en 87 88 CI Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 5) que se construyeron; hay autores que desarrollaron subescalas (Harris y Lingoes, 1955, 1968, en Butcher y Williams, 1992) que constituyen grupos de contenido para complementar la interpretacién. Sin embargo, esas subescalas no estén dispo- nibles en la versién mexicana porque los mismos autores de la revisién consideran que no son muy vdlidas actualmente y porque las nuevas escalas de contenido constituyen una forma mucho més adecuada en el Inventario Multifasico de la Personalidad Minnesota-2 (MMPI-2) para interpretar el contenido de los reactivos. Para interpretar las escalas clinicas es importante también conocer la investiga- cién ilustrativa de la prueba, la mayorfa de la cual se ha realizado en EUA, porque dicha investigacién es una forma de obtener una validez externa con respecto a la elevacién de las escalas. Las correlaciones obtenidas con respecto a la elevaci6n de cada una de ellas han permitido afinar aspectos relativos a la interpretacién. La ma- yor parte de la investigacién que se registra en este capitulo, y por tanto los indicadores que se derivan de ella, se ha realizado en EUA, de lo cual se infiere que es convenien- te realizar una mayor cantidad de estudios que permitan validar m4s ampliamente las escalas en México. Se reportan, ademés, algunas investigaciones realizadas en Méxi- co y datos obtenidos de algunas poblaciones clinicas y de seleccién de personal que han permitido validar las interpretaciones provenientes del inventario. Se ha observa- do que, en lo referente a la interpretacién de las escalas clinicas en pacientes mexica- nos, los indicadores obtenidos en EUA resultan bastante confiables, mientras que en lo que se refiere a grupos de seleccién de personal las diferencias son mayores. Otro aspecto que puede ayudar a la interpretacién de las escalas clinicas del MMPI-2 es el conocimiento de la psicopatologfa y de las caracterfsticas psicodina- micas de cada uno de los cuadros que se incluyen en estas escalas por lo que se recomienda, como ya se mencioné, que sean solamente psic6logos quienes mane- jen este inventario. Al hacer una interpretacién de las escalas clfnicas es importante, como se men- cioné en el capitulo 4, tomar en cuenta la elevaci6én absoluta de cada una de las escalas en puntuaciones T. Se considera importante utilizar para esta interpretacién las puntuaciones T que se desarrollaron en México para la poblaci6n general y que aparecen en el Apéndice B. Estas normas permiten comparar a cada uno de los participantes con el grupo al que pertenecen. Los perfiles que distribuye la Edito- rial El Manual Moderno y que contienen normas mexicanas estan basados en estas distribuciones; existen también las normas para estudiantes que aparecen en el Manual en espafiol de la prueba. Es importante considerar que las escalas clinicas fueron desarrolladas para in- vestigar psicopatologia, por lo que adquieren mayor sentido cuando reflejan dicha caracteristica. Existe cierta controversia con respecto a interpretarlas cuando estan sumergidas, hay autores que consideran que no deben interpretarse, mientras que otros consideran que sf tiene cierto sentido hacerlo; en lo que parecen estar de acuerdo es en el hecho de que si las escalas estan sumergidas, no necesariamente se indica ausencia de psicopatologfa, pues las escalas clinicas deben interpretarse en el contexto general y si, por ejemplo, una persona eleva la escala L, es muy posible que las escalas clinicas se sumerjan. En casos de seleccién de personal, al menos © Edtorial £1 Manual Moderno Fotacopiar sin autcrizecin un del. Escalas clinicas 7 89 en la poblacién mexicana, se ha visto que aunque las escalas no tengan una puntua- cién elevada, el pico del perfil probablemente indique aquellas caracteristicas de personalidad més sobresalientes de la persona. Se considera que una puntuacién T de 65 es la puntuacién de corte a partir de la cual se indica psicopatologia. En el MMPI original se consideraba que una puntua- cion indicaba psicopatologia a partir de T 70. Se consideran elevaciones considerables las que se encuentran entre 66 y 75 de puntuacién T y muy marcadas aquellas que tienen un nivel de 76 0 mas. Mientras més alta es la puntuacién T de una escala, mas probable es que se le apliquen al individuo los indicadores que se mencionan como correspondientes a cada una de las escalas que a continuacién se describirén. Para facilitar al clinico la interpretaci6n, en el apéndice C aparecen los reactivos de cada una de las escalas clinicas, de contenido y suplementarias. ESCALA 1 (HIPOCONDRIASIS, Hs) La escala 1 (Hs) esta constituida por 32 reactivos como “Tengo buen apetito”, “Despierto descansado(a) y fresco(a) casi todas las mafianas”, contestados como Falso y “Sufro ataques de néuseas y de vémito”, “Padezco de acidez estomacal varias veces a la semana” contestadas como Verdadero. El MMPI original contenia 33 reactivos en esta escala, de los cuales uno se eliminé y otros (5) sufrieron cam- bios durante Ja reestandarizacién. Hathaway y Mc Kinley seleccionaron el constructo de Hipocondriasis para construir la primera escala de su inventario porque consi- deraron que 1a hipocondriasis era un problema bastante frecuente en los escenarios médicos, la definieron como “una preocupacién anormal, psiconeurética, acerca de la salud corporal”. La mayorfa de los pacientes incluidos en el grupo criterio eran adultos que estaban excesivamente preocupados por alteraciones corporales, aunque no existia una base orgénica para dichos problemas. Hathaway y McKinley (1940) identificaron 50 casos de hipocondriasis relati- vamente “pura” para el desarrollo de la escala inicial. Los autores excluyeron deli- beradamente a aquellos individuos en quienes la somatizaci6n era parte de un pro- ceso psicético. El grupo control de participantes “normales” se compuso de dos conjuntos: el primero inclufa a 109 hombres y 153 mujeres, con edades entre 26 y 43 afios; todos eran casados y acudfan como visitantes a los hospitales de la Uni- yersidad de Minnesota. Un segundo grupo de 265 estudiantes universitarios nor- males sitvié como grupo control para la seleccién de reactivos que compensaran Jas diferencias obtenidas por la situacién marital, edad 0 nivel socioeconémico. Los reactivos seleccionados para la escala eran los que empiricamente diferencia- ban a los pacientes hipocondriacos de los normales. De todas las escalas clinicas, la escala 1 parece ser la més homogénea y unidimensional, pues mide la tendencia del individuo a preocuparse por quejas 90 oF Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 5) referentes a los diversos sistemas del cuerpo, sin una base orgdnica. Con respecto al contenido, los reactivos no estén restringidos a un solo sistema, representan més bien quejas vagas y, por tanto, poco especificas que se refieren a malestar guueral como dolores, debilidad, fatiga y mala salud. Hs es una de las escalas que tiende a elevarse en la poblacién mexicana con respecto a la estadounidense. Butcher ¥ colaboradores (1991) encontraron que Hs se eleva en la poblacién de la tercera edad, sin embargo, en México no se corrobor6, este hecho (Ampudia, er al., 2000). La escala 1 obtuvo un alfa de Cronbach de .81 en los hombres y .79 en las mujeres de la muestra normativa mexicana de la pobla- cidn general. Algunos de los reactivos de la escala 1 se encuentran también en Depresién (2), Histeria conversiva (3) y Psicastenia (7); 20 reactivos de Hs se encuentran también en Histeria conversiva (3). La Hs se ha investigado con amplitud en BUA y se ha encontrado que se rela- ciona con quejas excesivas acerca de enfermedades orgénicas, malestar cr6nico y extrema preocupaci6n hipocondriaca. Aunque algunas investigaciones sugieren que los pacientes con trastornos orgénicos reales obtienen una elevacién moderada (pun- tuaciones T de 60-64) en Ia escala Hs (Greene, 1954), las puntuaciones elevadas (puntuaciones T igual o mayor que 65) generalmente reflejan quejas sométicas excesivas sin base orgdnica. Graham y Butcher (1988) encontraron que los pacientes psiquidtricos internos que obtenfan puntuaciones altas en la escala Hs del MMPI-2 eran diagnosticados por los clinicos como pacientes con preocupaciones somaticas, pensamiento de contenido inusual y con alucinaciones manifiestas. Keller y Butcher (1991) encon- traron que la escala 1 del MMPI-2 tenfa una elevacién prominente entre pacientes con dolor crénico. Asimismo, discriminaba bien entre grupos clinicos que tenfan como caracteristica una excesiva preocupacién somatica. En una investigaci6n rea- lizada en México con pacientes de colon irritable (Garcia, 1997) se encontré que la escala | estaba elevada por arriba de T 60. La interpretacién tradicional de la elevaci6n de la escala 1 que indica preocupa- cién somética entre la poblacién general se confirms en el estudio de evaluacién de parejas del Proyecto de reestandarizacién del MMPI-2 (Butcher, ef al., 1989). Las correlaciones de Hs para hombres y mujeres en la muestra normativa, valoradas por sus parejas, indicaron preocupaciones por la salud, las cuales inclufan dolores de cabeza, problemas estomacales y otros malestares como el agotamiento fisico. Para interpretar las elevaciones de esta escala hay que tomar en cuenta los siguientes indicadores: + Las personas con puntuaciones elevadas en esta escala muestran preocupa- ciones corporales excesivas, sintomas somaticos vagos y quejas indefini- das (como malestar géstrico, fatiga, dolor y debilidad fisica). + Silaelevacién es muy marcada (T 76 o ms), pueden llegar a inmovilizarse por sus sintomas. © Eudora! E1 Manual Moderno Fetocoia sn atarzacin e9 un delta. Escalas clinicas 91 * Quienes obtienen puntuaciones extremadamente elevadas (mayores a T 80) pueden presentar quejas somaticas un tanto delirantes, que tal vez indi- quen preocupaciones en relacién al esquema corporal. La preocupacién constante de estas personas por su salud da lugar a una disminuci6n de la eficiencia, aun cuando no estén incapacitados por una enfermedad real. Ademés de estas quejas fisicas, probablemente sean egoistas y narcisistas. Estos individuos quiza también sean pesimistas y manifiesten actitudes derro- tistas, llegan a mostrarse insatisfechos e infelices, y tienden a hacer sentir mal a quienes los rodean con lamentos, quejas continuas y demandas exa- geradas, Probablemente se muestren criticos con los dems y expresen su hostilidad de forma indirecta, pues rara vez lo hacen abiertamente. + Se ha observado que quienes puntian alto en la escala 1 (T 65 0 mas), no responden bien a la terapia psicolégica, pues desean solamente ayuda médica. Algunas veces estas personas Ilegan a la consulta de tipo psicolégica 0 psi- quiatrica no porque busquen este tipo de ayuda, sino porque son remitidos por los médicos, quienes no encuentran una base organica para sus sintomas. * Cuando los pacientes con una enfermedad fisica real obtienen puntuacio- nes de mas de T 60 en Hs, debe sospecharse que la enfermedad fisica tiene un componente psicolégico importante. Estas personas pueden carecer de insight con respecto a las causas de sus sintomas somiticos y resistirse a las interpretaciones psicolégicas. + Aquellos que presentan puntuaciones elevadas en Hs quiz4 tengan proble- mas en el trabajo, ya que al reducirse su eficiencia llegan a cometer fallas. laborales 0 ausencias frecuentes. * Quienes obtienen puntuaciones elevadas en esta escala probablemente de- sarrollen sintomas de tipo fisico ante el estrés, * En psicologfa laboral, una elevacién moderada —a partir de T 60— puede indicar excesivo interés por la salud y vulnerabilidad a quejas fisicas. Sila elevacién es todavia mayor, es probable que haya propensién a visitas al médico cuando se esté sometido al estrés y que la persona sea resentida y preocupada por sf misma. ESCALA 2 (DEPRESION, D) La escala 2 (D) consta de 57 reactivos como “Mi vida diaria esta Ilena de cosas que mantienen mi interés” y “Estoy tan sano como la mayorfa de mis amigos,” contes- tados como Falso. De los 60 reactivos que se inclufan en el MMPI original sdlo se conservaron 57 en el MMPI-2. La escala D fue desarrollada para evaluar la depresién sintomatica. El cuadro evaluado por D es aquel en el que hay un marco mental negativo y la persona se reporta como desmoralizada, sin esperanzas en el futuro, con una insatisfaccion generalizada con su vida y un estado de dnimo de desconsuelo. 92_C Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 5) Para desarrollar la escala, Hathaway y McKinley (1942) obtuvieron una muestra de 50 pacientes, la mayorfa de los cuales estaba en la fase depresiva de un trastomo manfaco-depresivo. Utilizaron varios grupos de contraste con esta finalidad incluyendo 139 hombres casados normales y 200 mujeres casadas normales, entre las edades de 26 y 43 afios; 265 estudiantes universitarios y 50 pacientes sin depresi6n clinica. Inicial- mente D se constituy6 por aquellos reactivos que discriminaban entre los pacientes que estaban deprimidos y los que no lo estaban, pero después se afiadieron algunos reactivos para disminuir las elevaciones que obtenfan en esta escala pacientes que no habfan sido diagnosticados con depresién sino con algtin otro trastorno. Algunos de los reactivos en D aluden a diversos aspectos de la depresién, como la negacién de la posibilidad de ser feliz y una falta de valor de uno mismo, otros se refieren a falta de interés por el medio ambiente que rodea a la persona, a quejas de tipo somatico 0 a una tendencia a preocuparse. La mayorfa de los reactivos de la escala D poseen contenidos claramente relacionados con un estado de énimo bajo y sentimientos de apatia. Harris y Lingoes (1955, 1958, en Butcher y Williams, 1992) identificaron cua- tro subescalas en relacién al contenido de los reactivos: depresién subjetiva, retar- do psicomotor, funcionamiento orgdnico inadecuado y torpeza mental. Graham y Butcher (1988) en una muestra de pacientes psiquidtricos encontra- ron que las personas con puntuaciones elevadas en la escala D del MMPI-2 fueron evaluadas por los clinicos con estado de animo deprimido, disminucién de las emo- ciones, sentimientos de culpa y presencia de alucinaciones. Ben-Porath y colabora- dores (1991) encontraron que la puntuacién de la escala D del MMPI-2 era la medida ms efectiva para diferenciar entre depresién y esquizofrenia en poblacio- nes de pacientes hospitalizados. En el estudio con parejas de la muestra de reestandarizacién del inventario, Butcher y colaboradores (1989) encontraron que, por lo general, los hombres y mujeres con puntuaciones altas en la escala D, fueron considerados por sus conyu- ges como inadaptados, con pérdida de energia y de confianza en sf mismos, tam- bién los consideraban melancélicos y tristes, tendientes a abandonar facilmente sus tareas y demasiado pesimistas; consideraban que no tenfan interés por las cosas y que se inclinaban a concebirse como aburridos e inquietos. Lo anterior le da un sustento empirico a la interpretaci6n de la elevaci6n de la escala. La escala 2 obtuvo un alfa de Cronbach de .74 en hombres y mujeres de la poblacién general mexicana. De acuerdo con Graham (2000), mientras que la ele- vacién marcada de esta escala parece indicar una depresién clinica, elevaciones moderadas indican mds bien una actitud generalizada o estilo de vida caracterizado por una moral pobre y dificultad para involucrarse. Los indicadores que se deben considerar para interpretar las diferentes eleva- ciones de esta escala son: + Quienes obtienen puntuaciones elevadas (a partir de T 65) en D pueden ser descritos como deprimidos, infelices, con tendencia a presentar un estado de énimo apagado, son pesimistas, autocriticos, con inclinaci6n a sentirse (© Editorial El Manual Modemo Fotocopar sin autriealon os un da, Escalas clinicas 7 93 culpables ¢ indolentes. Asimismo, reportan preocupaciones somaticas, debilidad, fatiga, poca energia y tensién constante. Estos individuos son propensos a preocuparse, indecisos y con poca confianza en sf mismos; expresan sentimientos de inutilidad e incapacidad para funcionar en forma eficiente la mayor parte del tiempo. Se sienten inadecuados e informan sentimientos de fracaso en el trabajo o en los estudios. También llegan a experimentar dificultad para concentrarse. A los individuos con puntuaciones elevadas en la escala D se les considera como introvertidos, avergonzados, retrafdos, timidos y aislados. Tienden a mantener distancia psicolégica, por lo que evitan involucrarse con otras personas. Se Jes considera prudentes, poco impulsivos y convencionales. Generalmente se les percibe como pasivos e indecisos, por lo que tienden a hacer concesiones en las relaciones interpersonales para evitar conflic- tos. Las personas que obtienen puntuaciones elevadas en esta escala suelen estar motivados para recibir tratamiento psicolégico. En muchas personas la depresi6n se encuentra asociada con la ansiedad, por lo que aquellos que presentan elevacién en D probablemente estén angustiados, ademas de sentirse miserables y desdichados. Deben tomarse en cuenta los diferentes niveles de elevacién. Las personas que presentan esta escala muy elevada en escenarios clinicos pueden mani- festar tendencias suicidas més que otro tipo de pacientes, por lo que cuando D se eleva de manera notable, siempre es necesario evaluat la posibilidad de este riesgo. Cuando la escala 2 est4 muy elevada (T mayor a 80), el rendi- miento de la persona quiz4 esté muy por debajo de sus capacidades y es factible que experimente fracasos que propicien que su depresién aumente. Una elevacién moderada, entre T 60 y 65, puede indicar que se trata de una persona introvertida y moralista, que se preocupa en exceso. Este tipo de personas quiz sean responsables y modestas. Probablemente también ten- gan como caracteristicas ser inhibidos, irritables y timidos, con cierto ni- vel de depresién. Dado que la elevacién de esta escala se relaciona con un grado importante de malestar, quienes presentan estas caracterfsticas tal vez. busquen ayuda psicoterapéutica con mayor frecuencia que otras personas y permanezcan en el proceso, aunque algunos pueden abandonar el tratamiento una vez que la crisis pasa. En una investigacién realizada en México (Jurado, 2002) se encontré que las pacientes con puntuaciones mds elevadas en D tendfan a permanecer mas tiempo en psicoterapia. Si la puntuacién de D se encuentra en un nivel medio (T 46 a 55) la persona probablemente esté conforme consigo misma, ademds de ser estable, equi- librada y realista. Si la puntuaci6n es baja quiz se trate de un individuo activo y entusiasta, ademas de alegre y optimista. Asimismo, puede ser desinhibido socialmente, ademés de estar libre de problemas emocionales y mostrar confianza en sf mismo. 94 CF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Captnilo 5) * Enel 4mbito laboral, una puntuacién de 60 en adelante indica una baja autoestima, poca confianza en sf mismo, asf como una actitud derrotista frente a las situaciones. Si la elevacién es atin mayor, la persona quizé también tenga un bajo nivel de energia y sea timida, callada y aislada so- cialmente. ESCALA 3 (HISTERIA CONVERSIVA, Hi) La escala 3 consta de 60 reactivos como “Siento un nudo en la garganta casi todo el tiempo”, “Con frecuencia noto que mis manos tiemblan cuando trato de hacer algo” contestados como Verdadero y “Durante los tiltimos aiios he gozado de buena salud la mayor parte del tiempo” contestada como Falso. Los 60 reactivos de Hi se en- contraban en el Minnesota original, pero nueve de ellos sufrieron diferentes tipos de cambio. Hathaway y Mc Kinley construyeron esta escala con la finalidad de obtener una medida de la histeria conversiva, que hoy se conoce como trastorno conversivo. Los pacientes con un trastorno conversivo a menudo manifiestan un patrén inusual de caracteristicas de personalidad en el que se incluye un desempefio social carac- terizado por la negacién y la extravagancia. Sin embargo, en un medio ambiente que ejerce presién 0 cuando las relaciones se vuelven tensas, el individuo quizé stibitamente Iegue a la incapacidad por problemas fisicos, usualmente vagos y de origen desconocido. Los pacientes que tomaron parte en el desarrollo de esta esca- Ia fueron 50 casos con diagnéstico clinico de psiconeurosis (histeria), a la mayorfa de los cuales se les habia diagnosticado histeria de conversién (p. ej., afonfa 0 anestesia). El grupo normal empleado en el andlisis de reactivos para desarrollar la escala Hi, incluyé a 139 hombres y 200 mujeres de la muestra normativa del MMPI original y 265 estudiantes universitarios. ‘Algunos de los 60 reactivos componentes de la prueba reflejan quejas fisicas 0 desérdenes especificos, pero muchos otros se refieren a la negacién de problemas psicolégicos 0 emocionales 0 a la ausencia de malestar en las relaciones sociales que son frecuentes en las personas que utilizan este tipo de defensas. Aluden tam- bién a caracteristicas de extroversién y facilidad social. Las cinco areas de conte1 do identificadas por Harris-Lingoes son: negaci6n de la ansiedad social, necesidad de afecto, malestar-cansancio, quejas somiticas ¢ inhibicién de la agresion. Graham y Butcher (1988) encontraron que los pacientes psiquiatricos que ob- tenian puntuaciones altas en la escala Hi del MMPI-2 mostraban otros problemas psicolégicos ademas de su preocupacién somatica, entre los cuales se inclufan de- presiOn clinica y baja autoestima. En México se encontré que elevaciones moderadas en esta escala estaban rela- cionadas con dermatitis atépica y con pérdidas familiares (Lucio ef al. 1999a). El alfa de Cronbach de esta escala para la poblacién normativa de la poblacién gene- Escalas clinicas J 95 ral fue de .72 para los hombres y .64 para las mujeres. A fin de interpretar los diferentes rangos de elevacién hay que tomar en cuenta los siguientes indicadores. * Por lo general, quienes obtienen elevaciones moderadas (T 60 a 64) en Hi no respaldan los reactivos que tienen que ver con sintomas, sino mas bien aquellos que tienen que ver con dar una buena imagen de habilidad social y simpatfa. Probablemente sean también personas expresivas, asf como convencionales y moralistas. + Las personas que dan puntuaciones muy elevadas en esta escala (T 65 0 mayo- res) por lo general son un tanto inmaduras que, cuando se sienten agobiados, tienden a presentar sfntomas fisicos pues no son capaces de enfrentar los pro- blemas emocionales. Probablemente sean también personas desinhibidas y caprichosas que reaccionen con conductas infantiles ante Ja frustraci6n. Esta escala se eleva también en individuos manipuladores, a quienes les gusta Ila~ mar la atencién y que, a la vez, son facilmente influenciables. + Los pacientes que obtienen puntuaciones elevadas (T 70 0 més) en Hi re- portan sentimientos de tristeza, depresién y ansiedad. Son comunes tam- bién la falta de energfa y perturbaciones del suefio. Sin embargo, estas personas se caracterizan por la falta de insight acerca de sus sintomas, por lo que no reconocen la causa de los mismos. Quiz4 se trate también de sujetos demandantes histrinicos, que desean que las situaciones se adapten a ellos, mas que tratar de aceptar las demandas y limitaciones del medio ambiente. Debido a su egocentrismo y narcisismo, desean y exigen aten- cién y afecto de parte de los demas. Cuando no ven satisfechas sus demandas tienden a sentir enojo y resentimiento, que no expresan sino en forma indi- recta por su dependencia emocional. Sus relaciones interpersonales suelen ser superficiales. + A menudo la escala Hi forma interesantes configuraciones con otras esca~ Jas (que se analizarén en el siguiente capitulo) en las que se conjuntan la negacién de los problemas psicolégicos y una manifestacién de quejas somaticas vagas. En ocasiones este patr6n est4 vinculado con simulacién, ya sea consciente o inconsciente, y con problemas fisicos reales (Butcher y Harlow, 1985). * Las puntuaciones promedio (T 41 a 55) en Hi se presentan en personas realistas y sensibles, que quizd ademés posean equilibrio emocional y res- ponsabilidad. Puntuaciones muy bajas (T 40 o menos) Hegan a presentarse en individuos aislados que tienen poco interés por los demas y que quizd sean cinicos y agresivos. * Elevaciones moderadas de esta escala en situaciones de seleccién de per- sonal probablemente indiquen que se trata de una persona con cierta faci- lidad social y extravertida. Estas personas, en general, prefieren trabajar en equipo y no aisladas, sin embargo, llegan a tener problemas con los demas por su egocentrismo. © Extoral EI Manual Moderno Fotoenper sin suxzactn es un dl 96 C7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 5) Qn eee eee _$ ESCALA 4 (DESVIACION PSICOPATICA, Dp) Laescala 4 consta de 50 reactivos como “No he Ilevado una vida correcta” y “Cuando era mas joven, a veces robé algunas cosas” contestados como Verdadero. Los 50 reactivos del MMPI original se conservaron en el MMPI-2, aunque algunos sufrie- ron cambios menores. Laescala se desarroll6 para medir tendencias antisociales y conducta psicopatica. Los grupos criterio que usaron McKinley y Hathaway en el desarrollo de la escala original, se conformaron de hombres y mujeres jévenes (N = 78), pacientes de un hospital universitario y 100 internos de una prisién-reformatorio federal (todos ha- bian recibido diagnéstico psiquidtrico de personalidad psicopatica). Sus delitos in- clufan vagancia, promiscuidad, fuga y robo. Sus respuestas a los reactivos del MMPI se contrastaron con las de 294 hombres y 397 mujeres normales. El contenido de los reactivos alude a problemas 0 dificultades con respecto a la conducta, a problemas o disgustos familiares, problemas sexuales y conflictos con la autoridad. Como es evidente, el contenido de los reactivos es variado y heterogé- neo, pero las calificaciones altas estn correlacionadas con agresividad, impulsividad y manipulacién interpersonal. Harris y Lingoes identificaron las siguientes subescalas: Discordia familiar, Pro- blemas con la autoridad, Imperturbabilidad social, Enajenaci6n social y Enajenacién. En BUA se han realizado algunas investigaciones con esta escala que indican que puede elevarse en personas que presentan rasgos antisociales como, por ejemplo en delincuentes (Rempel, 1958), prisioneros, y adictos a drogas (Hill, ef al., 1960). Las elevaciones de esta escala se han correlacionado con la frecuencia de la conducta, criminal y la reincidencia en ella (Forgac, et al., 1984; Holland y Levi, 1983). Las investigaciones también han mostrado que las puntuaciones de Dp se rela- cionan con caracteristicas de personalidad de grupos de personas normales, como en aspirantes a empleados en el departamento de policia (Saccuzzo, et al., 1974), paracaidistas (Delk, 1973) y actores (Taft, 1961). Seguramente estas elevaciones moderadas aparecen debido al deseo de tomar riesgos y a los estilos de vida poco convencionales 0 extrovertidos entre estos individuos. Varios estudios recientes se han dedicado a refinar las caracterfsticas medidas por la escala 4 en el MMPI-2. Lilienfeld (1991), estudié un grupo de estudiantes universitarios que habian sido evaluados por presentar las caracterfsticas de perso- nalidad antisocial del DSM III-R, y report6 que la escala Dp estaba més estrecha- mente asociada con sentimientos negativos especialmente alienacién— que con otros aspectos de conducta antisocial. Otra investigacién reciente (Butcher, er al., 1989a), encontr6 que Dp y Personalidad antisocial, s6lo tenfan una correlacién moderada de .37, lo que indica que estas escalas no evaltian la misma dimensién de la personalidad. Como se sefialé anteriormente, la escala 4 es muy heterogénea ya que contiene muchas conductas que no son antisociales, mientras que Personalidad antisocial es una medida mis directa de actitudes y conductas antisociales. © Editorial EI Manual Moderno Fotoeela sin ateizacén es un cit, 297 Graham (2000) menciona que la elevacién de la escala 4 puede estar relaciona- da con la edad y que los j6venes tienden a obtener calificaciones mas elevadas en esta escala. Hjemboe y Butcher (1991) encontraron que Dp se elevaba en personas que tenfan problemas familiares. Egeland y colaboradores (1991) encontraron que esta escala se elevaba en madres que presentaban riesgo de abusar de sus hijos. Dp se encontré moderadamente elevada en un grupo de delincuentes institucio- nalizados en la Ciudad de México (Pérez y Rufz, 2002). En otro estudio realizado también en México, esta escala se encontré moderadamente elevada en reclusos que habfan cometido los delitos de robo 0 violacién. (Ramfrez y Villatoro, 1998). El alfa de Cronbach para la poblacién mexicana general fue de .78 y .75 para hom- bres y mujeres, respectivamente. Butcher (1992) menciona que los individuos de 1a muestra normativa del MMPI-2 que obtenfan calificaciones altas en Dp, eran percibidos por sus cSnyuges como antisociales, impulsivos, malhumorados y resentidos. Asimismo, reportaron que tomaban drogas diferentes a las prescritas por el médico, que tenfan conflictos sexuales y mostraban conductas negativas —como maldecir. Para interpretar las elevaciones de Dp debe considerarse lo siguiente: * — Se ha visto que los que obtienen puntuaciones altas en la escala 4 (T > 65), tienen poca capacidad de juicio y, por lo mismo, son incapaces de planear adecuadamente sus acciones. La elevacién de esta escala puede indicar tam- bién inestabilidad e irresponsabilidad en un sujeto inmaduro y centrado en sf mismo, que presente francas conductas antisociales. Los individuos agres vos y explotadores también tienden a presentar elevaciones en esta escala. En escenarios clinicos, a quienes obtienen calificaciones elevadas en Dp pro- bablemente se les diagnostique como personalidad antisocial. * Las personas que presentan elevaciones en Dp suelen tener actitudes rebel- des hacia las figuras de autoridad, relaciones familiares tormentosas, tien- den a culpar a sus padres de sus problemas y muestran antecedentes de bajo rendimiento escolar o pobre historial laboral. Si estan casados, suelen tener problemas maritales. Asimismo, toman riesgos que otros evitan. * Los rangos moderados de las calificaciones en Dp (T 60-64) no se deben interpretar como reflejo de las caracteristicas de personalidad antisocial. Mas bien, a las personas que presentan elevaciones dentro de este rango se les considera inmaduras, anifiadas y narcisistas. En las situaciones sociales, se les percibe como ostentosos, exhibicionistas y poco sensibles. Son manipu- ladores y s6lo parecen interesarse en los demas en cuanto a utilizarlos para sus propésitos personales. Crean una buena primera impresién y son simpé ticos, aunque son poco profundos y superficiales en las relaciones. Parece que son incapaces de establecer relaciones célidas con los demés. + También se ha encontrado que aquellos que tienen calificaciones altas pre- sentan arrebatos agresivos, Ilegan a atacar a los demas y no se sienten cul- pables de su conducta negativa. Muchos individuos con este tipo de perfil 98 OF Uso é interpretacién del MMPI-2 en espaftol (Capttuto 5) legan a fingir culpa o remordimientos cuando estan en problemas. Usual- mente parecen carecer de ansiedad, depresién y sintomas psicéticos. + En relacién con las posibilidades para el cambio, quienes obtienen califi- caciones altas en la escala 4 son considerados como incapaces de benefi- ciarse de las experiencias y personas carentes de metas definidas, asimis- mo, muestran una ausencia de respuesta emocional profunda y no logran establecer una relacin terapéutica, ya que tienden a no estar motivados. Usualmente, el pronéstico del tratamiento se considera malo, debido a que son resistentes al cambio en Ia terapia. Tienden a culpar a los demas de sus dificultades y a intelectualizar sus problemas. Aunque pueden estar de acuer- do con el tratamiento para evitar castigos como la cércel u otras conse- cuencias desagradables, probablemente dejen la terapia psicolégica antes de que se efectie un cambio. * Cuando se observan rasgos depresivos en personas con elevaciones en Dp, éstos parecen deberse a insatisfaccidn con los limites que les son impues- tos, mas atin al sentirse culpables o responsables de su conducta. + La persona con un puntaje medio (T 45-55) en Dp quizd sea sincera, confiable, tenaz y responsable. Mientras que quienes obtienen un puntaje bajo (40 o menos) pueden ser convencionales, moralistas y rigidas, con poca confianza en si mismas y pasivas. Este nivel de puntaje indica tam- bin capacidad de autocritica 0 un exagerado control de impulsos. + Las personas que en ambientes de seleccién de personal obtienen puntajes de T 60-64 probablemente sean emprendedoras, con confianza en si mis- mas y capaces de tomar riesgos. Asimismo, pueden sentirse c6modos en situaciones sociales. Si la elevaci6n es mayor quiza se trate de personas manipuladoras y persuasivas en las situaciones sociales. Asi también pue- den ser impulsivos, con tendencias agresivas, en ocasiones se trata de indi- viduos muy centrados en sf mismos que tienden a tomar grandes riesgos y no respetan las reglas. ESCALA 5 (MASCULINIDAD-FEMINEIDAD, Mf) La escala 5 consta de 56 reactivos como “Me gustan las revistas de mecénica”, contestada como Falso y “Me gustarfa ser cantante”, como Verdadero. La escala 5 se desarrollé para identificar rasgos de personalidad de inversién sexual masculina; el procedimiento para crear esta escala fue poco claro. El grupo criterio fue mucho menor que los grupos criterio para crear las otras escalas, pues s6lo incluy6 13 homosexuales del sexo masculino que se sentfan a disgusto con su homosexualidad. Aunque Hathaway y Mc Kinley no fueron muy claros sobre la for- ma en que desarrollaron esta escala, Constantinople (1973) sugiere que primero se tomaron aquellos reactivos que podian diferenciar entre hombres y mujeres, y nego (© Eattoral £1 Manual Moderno Fotecopat sin sutrzacién es un dato. Escalas clinicas J 99 se probaron a aquellos que podian distinguir entre hombres y los 13 homosexuales. Finalmente, se intent6 contrastar las respuestas de los 13 homosexuales con las de 50 soldados. Los esfuerzos similares para desarrollar una medida de las divergencias de género en mujeres no fueron exitosos (Hathaway, 1956). Los reactivos en esta escala cubren un rango de reacciones emocionales, intereses, actitudes, y sentimientos so- bre el trabajo, relaciones sociales y pasatiempos en los que hombres y mujeres tradi- cionalmente, difieren. Como los puntajes T en esta escala para mujeres corren de manera opuesta a los de los hombres, la escala 5 es esencialmente inversa para los dos sexos. Con excepcién de cuatro reactivos que se cambiaron para las mujeres, los demas son los mismos. En la versién del MMPI-2 se omitieron cuatro reactivos del MMPI original que se consideraron inconvenientes. Aunque los autores de la prueba se dieron cuenta de que la escala realmente no constituye una medida de homosexualidad y que, por otra parte, actualmente la homosexualidad no es considerada una patologfa, pensaron que podria usarse como una medida de intereses masculino-femeninos. Sin embargo, incluso este punto es discutible y esta es una de las escalas de la prueba més dificiles de interpretar y mas débiles. El hecho de que la escala Mf se haya construido hace mucho tiempo y que los roles de género hayan cambiado tanto, contribuye a que sea una de las escalas mas débiles del instrumento. Otro de los aspectos criticados a Mf, es que sea una escala unidimensional para medir intereses masculinos y femeninos, en donde el individuo tenga que ubicarse como masculino o femenino, cuando se sabe actual- mente que masculinidad y femineidad son dimensiones diferentes y que una perso- na puede tener al mismo tiempo rasgos femeninos y masculinos. En BUA se encontré que la escala 5 en los hombres est correlacionada con la escolaridad (Butcher, 1990) y algunos estudios han indicado que la elevacién de la escala 5 puede estar relacionada con un mejor funcionamiento. (Reed, et al., 1996; Walters, 1987). Murray (1963) encontré que 20 de los 60 reactivos no discrimina- ban entre los géneros y que la eliminaci6n de algunos provocaba que la puntuacién de los hombres apareciera dentro de un rango normal. En un estudio realizado en México (Medina, 1998) se encontré que la escala 5 correlacioné positivamente (.36) con Género femenino y negativamente (.30) con la escala de Género masculino en un grupo de hombres. En un grupo de mujeres se encontré que esta misma escala correlacions positivamente con la escala de Géne- ro femenino y negativamente con la de Género masculino. Por otra parte, compa- rando al grupo de hombres de escolaridad media y superior, se encontré que los hombres de educacién superior obtuvieron una puntuaci6n significativamente ma- yor que los varones con educacién media. Las mujeres de educacién superior y las de educacién media obtuvieron puntuaciones elevadas en esta escala, aunque las primeras puntuaron ligeramente més alto. Lo anterior va de acuerdo con lo espera- do, en el sentido de que los hombres con mayor escolaridad se alejaran del estereo- tipo masculino. En las mujeres, el resultado obtenido podria deberse a que las mu- jeres con escolaridad media se encontraban trabajando, por lo que quiza se aleja- ban del estereotipo femenino tradicional, mientras que las de escolaridad superior que estaban todavfa estudiando y eran de menor edad, también se alejaban del 100 G7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 5) estereotipo femenino. En los hombres, los de escolaridad media estaban més pre- ocupados por dar una buena imagen ante el inventario y quiz por eso afirmaban alejarse del estereotipo machista, De cualquier manera, los resultados obtenidos con este estudio indican que es una escala que no funciona en la poblacién mexica- na totalmente de acuerdo con lo esperado. Por otra parte, Mf es una de las escalas en las que se encontraron mayores diferencias entre las mujeres mexicanas y estadounidenses de las poblaciones nor- mativas (Lucio et a/., 2001). Las mujeres mexicanas indicaron estar menos identi- ficadas con intereses tradicionales femeninos en comparacién con las estadouni- denses. As{ que Mf es una de las escalas en las que es indispensable utilizar las normas mexicanas. El alfa de Cronbach para la muestra normativa de la poblaci6n mexicana general fue de .78 para los hombres y .64 para las mujeres, por lo que resulta ser una de las menos confiables para las mujeres. A continuacién se presentan algunos indicadores para Ja interpretacién de esta escala que deben utilizarse con reservas: + La elevacién marcada de la escala 5 (T 76 0 més) en los hombres quiz4 indique que hay una ausencia de intereses tipicamente masculinos y que, por tanto, es factible que tenga intereses marcadamente femeninos. Estos individuos tal vez sean pasivos y muestren actitudes afeminadas: asimis- mo, puede ser que se manifiesten inseguros en la expresién de sus emocio- nes y opiniones. + Los hombres con una elevacién marcada (T 65-75) quiza sean creativos y evidencien intereses en la investigacién. Asimismo, posiblemente sean to- lerantes con otros puntos de vista y manifiesten capacidad de empatia. Los hombres con elevaciones en Mf pueden estar mas abiertos a participar en las labores del hogar que quienes obtienen puntuaciones bajas. + Los varones con una elevacién moderada (T 56 a 64) en Mf pueden ser expresivos y demostrativos con intereses estéticos, y mostrar sensibilidad en las relaciones interpersonales. + Los hombres con una puntuacién baja (T 45 0 menos) presentan intereses tradicionalmente masculinos y actitudes machistas. Probablemente sean sujetos rudos, imprudentes y agresivos, y su campo de intereses resulta limitado. + Las mujeres con una puntuaci6n muy elevada (T 71 0 més) quiz4 rechacen el rol tradicional femenino o les interesen actividades consideradas tradi- cionalmente como masculinas. En algunos casos pueden ser también do- minantes y agresivas. * Cuando la puntuacién es elevada (T 65 2 70) la mujer tal vez se manifieste confiada en si misma y sea competitiva y enérgica. Ademés, es factible que muestre cierta frialdad afectiva, + Sila puntuacién es moderadamente elevada (T 60 a 64) es factible que se trate de una mujer activa y arriesgada que muestra espontaneidad y que es capaz de expresar con claridad y firmeza sus sentimientos y puntos de vista. {© Eaitovil £1 Menwal Modem Fotnecpe sin autoteacsn os un deta, Escalas eltnicas J 101 * Puntuaciones bajas en Mf quiz indiquen, en una mujer, que se trata de una persona que se ajusta a intereses tradicionales femeninos y que disfruta de su rol de esposa y ama de casa. Por otra parte, quiz4 se trate de personas inseguras, devaluadas, con tendencia a la pasividad y la sumisi6n. ESCALA 6 (PARANOIA, Pa) La escala 6 consta de 40 reactivos como “Alguien me tiene mala voluntad” y “Es- toy seguro de que la gente habla de mf” contestados como Verdadero. La escala 6 se desarroll6 para identificar pacientes con rasgos paranoides, ideas de persecu- ci6n, ideas de grandeza, suspicacia y excesiva susceptibilidad. Los 40 reactivos de la escala original se mantuvieron en el MMPI-2. El grupo criterio estuvo constitui- do por pacientes que presentaban alguna forma de condicién o estado paranoide. Hathaway (1956) encontré pocos individuos con paranoia pura para desarrollar esta escala. Aunque hubo problemas para la validacién cruzada de esta escala, fue conservada porque producfa pocos falsos positivos, es decir, pocos individuos que no son paranoides tienen puntuaciones elevadas en esta escala. No se sabe cudl fue el nimero exacto y las caracteristicas de los pacientes que formaron el grupo crite- rio para esta escala. ‘Algunos de los reactivos de Pa se refieren a conductas francamente psic6ticas como ideas de referencia, delitios de persecucién o de grandeza y suspicacia. Harris y Lingoes identificaron tres subgrupos de contenido de los reactivos en Pa: Ideas de persecucién, Mordacidad e Ingenuidad. Diversas investigaciones han reportado que la elevacién de esta escala se encuentra relacionada con psicopatologfa severa; por ejemplo, Guthrie (1952) encontré que los individuos con esquizofrenia paranoide producen elevaciones notables en Pa. Graham y Butcher (1988) encontraron que los pacientes psiquidtricos hospita- lizados obtenfan puntuaciones elevadas en la escala 6, se les diagnosticaba como suspicaces, con pensamientos inusuales, ansiosos y con retraimiento emocional. Las esposas de la muestra normativa del MMPI-2 que obtuvieron calificaciones altas en Pa, eran consideradas por sus parejas como malhumoradas, con tendencia ala tristeza y a la melancolia, asi como carentes de control emocional. Los esposos informaron también que estas mujeres Horaban facilmente y tenfan pesadillas. Las puntuaciones de Pa en la poblacién estadounidense tienden a ser menos estables que las de otras escalas (Lucio, 1995). El alfa de Cronbach para la pobla- cién normativa mexicana de la poblacién general fue de .78 para los hombres y .76 para las mujeres. Uno de los problemas con la escala Pa es que hay individuos paranoides que se dan cuenta facilmente hacia adonde estan dirigidos los reactivos de esta escala y que producen puntuaciones bajas en la misma. En general cuando esto sucede, Pa resulta el pico més bajo del perfil y Hama la atencién, porque se encuentra sumer- 102_7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capttulo 5) gida con respecto a las otras escalas clinicas. Estos individuos pueden ser timidos, sigilosos y retrafdos, cuando esto sucede es preciso ser especialmente cautelosos en la entrevista. En la investigaci6n realizada con delincuentes institucionalizados en México, esta fue una de las escalas que se encontro més elevada. Se consideran elevaciones extremas en la escala 6, las puntuaciones T iguales 0 mayores a 80, mientras que puntuaciones T notablemente altas en Pa son aquellas de 65-79, inclusive. * Las elevaciones extremas en la escala Pa indican que las personas pueden mostrar conducta francamente psic6tica y trastornos del pensamiento. Pro- bablemente tengan delirios de persecuci6n o de grandeza, ademés de ideas. de referencia. En ocasiones, la elevaci6n de Pa no indica psicosis franca, pero sf llega a indicar una alteracién grave con riesgo de psicosis. Esta marcada elevacién ocurre generalmente en pacientes que se sienten mal- tratados y consideran que los demds los molestan, se enojan fécilmente, son resentidos y rencorosos. Una de sus caracteristicas es que utilizan la proyeccién como mecanismo de defensa. A los pacientes psiquidtricos que presentan elevaciones en esta escala muy frecuentemente se les diagnosti- ca esquizofrenia de tipo paranoide; estas personas quiz actiien con base en sus delirios o fantasfas. * Quienes muestran elevaciones pronunciadas tienen una predisposicion paranoide pero, en general, no desarrollan sfntomas francamente psicticos, sin embargo, sus sfntomas indican que tienen una orientacin paranoide, son hipersensibles y responden de manera exagerada a las reacciones de los de- més, por lo que se muestran cautelosos, defensivos y desconfiados en las rela- ciones interpersonales. Quiz4 lleguen a sentir que la vida ha sido muy injusta con ellos, por lo que tienden a racionalizar sus fallas y a culpar a los demas de lo que les sucede. Estas personas probablemente sean hostiles, resentidas y discutan frecuentemente; son hipersensibles a las opiniones de los demas y sobrevaloran lo racional como una forma de lograr seguridad. Constante- mente piensan que los demas los rechazan, sin percatarse de que muchas veces ellos son quienes se rechazan a sf mismos; por otra parte, tienden a ser moralistas y rigidos. Las personas con este rango de elevacién tal vez manifiesten depresi6n, tristeza, retraimiento y ansiedad, en general las de- més personas los perciben como temperamentales y labiles emocionalmente. En ocasiones Iegan a confundir sus fantasfas con la realidad + El pronéstico en psicoterapia de personas que obtienen puntuaciones ele- vadas en Pa es pobre, porque no tienen confianza en el terapeuta y se les dificulta hablar de sus problemas emocionales. + _ Las personas normales con puntuaciones bajas en Pa son descritas general- mente en términos positivos: con habilidades sociales, confiadas, equilibra- das y, hasta cierto punto, convencionales. En ocasiones tienden a confiar en forma exagerada en los dems, por lo que se les puede engafiar con facilidad. (© Edoral £1 Manual Modermo Fotocopar sn autrzacién es un deo, Escalas clinicas 7 103 + En ambientes laborales, la elevacién moderada (T 60 a 64) puede indicar susceptibilidad en las relaciones. Elevaciones mayores se observan en per- sonas hipersensibles ante las relaciones interpersonales, moralistas y que desconffan de los demas. Pueden ser ademas suspicaces, autoritarias y pre- sentar rigidez en el pensamiento por lo que se muestran recelosos, cuestio- nan constantemente a los demas y argumentan en exceso. ESCALA 7 (PSICASTENIA, PO) La escala 7 consta de 48 reactivos como “Siento un nudo en Ia garganta casi todo el tiempo” y “De vez en cuando pienso en cosas demasiado malas para hablar de ellas”, contestadas como Verdadero. Los 48 reactivos del MMPI original permane- cen en esta escala, aunque algunos de ellos sufrieron modificaciones. Pt se construyé principalmente en pacientes que presentaban preocupaciones obsesivas, rituales compulsivos o temores exagerados del grupo neurético descrito entonces como que sufrfa de psicastenia (un debilitamiento del control mental so- bre los pensamientos y acciones), que corresponde a la designacién actual de des- orden obsesivo-compulsivo. Hathaway y McKinley (1942) obtuvieron un grupo criterio de pacientes (20 pacientes con diagnéstico claro) que tenfan caracteristicas conductuales de ansiedad, cavilacién profunda y rasgos obsesivo-compulsivos. Las respuestas de los pacientes al MMPI, se contrastaron con las de la muestra de personas normales del Minnesota (129 hombres y 200 mujeres, con edades de 26 a 43 afios) para obtener la escala provisional. Después, se calcularon los coeficientes de consistencia interna para eliminar los reactivos que no tenfan una correlacién alta con la calificacién total. Aunque el contenido de los reactivos se refiere a sintomas diversos como du- das excesivas, obsesiones, compulsiones y temores infundados, la escala Pt en ge- neral refleja mas bien ansiedad o angustia (o emotividad negativa), asf como ten- dencia a culparse cuando las cosas no salen bien y un esfuerzo para controlar de manera rigida los impulsos. Los reactivos de esta escala también se refieren a infe- licidad, sintomas fisicos y dificultad para concentrarse. No hay subescalas de con- tenido especifico para Pt debido a que los reactivos de la escala son homogéneos y tinicamente evaldan una dimensién. En un estudio realizado en México (Lucio et al., 1999a) se encontré que esta escala se elevaba en pacientes con dermatitis atépica; en este grupo de pacientes, Pt estaba asimismo asociada con pérdidas familiares y problemas financieros. Esta escala obtuvo un alfa de Cronbach de .87 y .86 para hombres y mujeres, respectivamente. Schofield (1956) encontré que Pt era la puntuacién pico entre pacientes neuréticos a quienes se les habfa diagnosticado un estado de ansiedad o trastornos obsesivo-compulsivos. Graham y Butcher (1988) encontraron que la escala Pt del MMPI-2 tenia varias correlaciones significativas en pacientes psiquidtricos hospi- 104 CF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 5) talizados, entre las que se inclufan graves sentimientos de culpa, sensacién de poca energfa, un estado de 4nimo depresivo y alucinaciones. Tanto hombres como mujeres normales (Butcher, ef al., 1989) con puntuacio- nes elevadas en Pt, fueron evaluados por sus c6nyuges como personas con muchos temores, nerviosos e inquietos, asf como indecisos, carentes de confianza en si mismos y con perturbaciones del suefio. + Las elevaciones considerables en la escala 7, son las puntuaciones T igua- les 0 mayores que 65. La probabilidad de que los descriptores menciona- dos a continuacién se apliquen a un individuo dado, aumenta con las eleva- ciones mayores de la escala. + Las elevaciones moderadas en Pt son las puntuaciones T de 60-64, inclusi- ve. Las puntuaciones elevadas en este rango pueden asociarse con algunos de los descriptores registrados a continuacién. + Las elevaciones considerables en Pt son caracteristicas de personas ansio- sas, tensas y agitadas, que se preocupan demasiado incluso por problemas insignificantes y son temerosas y aprensivas. Con frecuencia muestran in- comodidad, nerviosismo y dificultad para concentrarse. Ademés, son introspectivos, meditan demasiado, y Hegan a presentar sintomas obsesi- vos y compulsivos. Estos individuos se sienten inseguros e inferiores por lo que carecen de confianza en sf mismos y tienen dudas persistentes acerca de todo lo que hacen. Asimismo, son autocriticos, autoconscientes y mora listas. Pueden ser personas con un super yo muy rigido, por lo que se guian por normas elevadas para sf mismos y los demas. Tienden a deprimirse ante la menor falla pues tienen una imagen idealizada de si mismos muy elevada, de modo que se sienten culpables. A menudo son muy ordenados y meticulosos, son persistentes y realizan las tareas de manera estereotipada y carecen de originalidad en su forma de solucionar problemas. En ocasiones las demés personas los perciben como demasiado formales y aburridos. Estas personas tienen una gran dificultad para tomar decisiones y les cuesta mucho trabajo realizar cambios en su vida. Reaccionan exageradamente con respecto a los problemas menores. Asimismo, por su timidez, tienen dificultad para establecer relaciones interpersonales, lo que les dificulta la interaccién sobre todo en grupos grandes. Aunque se preocupan por su po- pularidad y desean ser aceptados, es dificil llegar a conocerlos. A veces pueden legar a manifestar dolencias fisicas. Los principales mecanismos de defensa que utilizan son la intelectualizaci6n y la racionalizaci6n. Puesto que tienen conciencia de sus problemas, pueden permanecer en terapia més tiempo que la mayorfa de las personas y progresan en forma lenta pero segura, Sin embargo, se resisten a las interpretaciones que se les hacen en psicoterapia. + Las puntuaciones bajas (T 40 0 menos) probablemente indican a una per- sona que conffa en sf misma, se siente libre de inseguridades; alguien que es relajado y tranquilo, quizé también tenaz y eficiente. (© Edteral EI Manual Moderno Fotooepa sin auorizacion es un deta. Escalas clinicas J 105 + En ambientes laborales Ja elevacién moderada (T 60 a 64) puede indicar que se trata de personas perfeccionistas, eficientes, quiz4 metédicas y que realizan con cierta lentitud su trabajo: individuos que, por otra parte, tal vez estén resentidos. Una elevacién mayor probablemente apunte a una persona quisquillosa, indecisa y con falta de confianza en sf mismo, con tendencia a sentir culpa y ansiedad ante situaciones minimas. Asimismo, es factible que se sienta inadecuado, poco aceptado y que reaccione exce- sivamente ante el estrés. ESCALA 8 (ESQUIZOFRENIA, Es) La escala Es consta de 78 reactivos como “He tenido experiencias muy peculiares y extrafias” y “Suefio frecuentemente cosas que es mejor mantener en secreto” contestadas como Verdadero. Los 78 reactivos que originalmente se encontraban en la primera versién del inventario se incluyeron en el MMPI-2, aunque algunos de ellos sufrieron cambios importantes. La escala 8 es una de las escalas mas largas y heterogéneas del inventario, debido a que la idea original de Hathaway y Mc Kinley era construir una escala que permitiera distinguir entre los cuatro tipos de esquizofrenia identificados en ese tiempo (esto es, cataténica, paranoide, simple y hebefrénica) utilizando dos grupos parcialmente traslapados de 50 pacientes a quienes se les habfa diagnosticado este padecimiento. Sin embargo, puesto que no les fue posible diferenciar con éxito entre los diferentes subtipos de esquizofrenia, simplemente incluyeron todos los reactivos en una escala tinica. Algunos de los reactivos de esta escala se refieren a conductas francamente psicéticas como delirios de persecucién, ilusiones, alucinaciones y pensamiento delirante; otros aluden a alienaci6n social, dificultades sexuales, relaciones fami- liares dificiles y problemas en el control de impulsos. Harris y Lingoes, identificaron las siguientes subescalas: a) enajenacién so- cial, b) enajenacién emocional, c) pérdida de dominio cognoscitivo del Yo, d) pér- dida de control conativo del Yo, e) pérdida de control inhibitorio del Yo, f) expe- riencias sensoriales delirantes. En EUA se ha demostrado ampliamente que la escala Es, esta relacionada con diversas conductas sintomaticas, que incluyen el diagnéstico de esquizofrenia (Lewinson, 1968; Moldin er a/., 1991; Wauck, 1950; Rosen, 1958). Shaffer, Ota y Hanlon (1964) encontraron que Es se asocia con la gravedad de los trastornos. MAs recientemente, con el MMPI-2, Graham y Butcher (1988) encontraron que los pacientes psiquidtricos que tenfan calificaciones elevadas en Es, eran diagnosticados por los clinicos como perso- nas suspicaces y con contenidos de pensamientos poco usuales. En México (Lucio, Palacios, et al., 1999) se encontr6 que la escala 8 se elevaba en pacientes diagnosticados como esquizofrénicos. El alfa de Cronbach para la 106 C7 Uso e interpretacion del MMPI- en espafiol (Capttulo 5) muestra normativa mexicana de la poblacin general result6 de .71 y .67 para hom- bres y mujeres, respectivamente. En BUA se ha encontrado también que la escala 8 est relacionada con la edad y el grupo étnico al que se pertenece. Los estudiantes universitarios tienden a dar puntuaciones relativamente elevadas en Es, lo cual probablemente esté asociado con los diversos cambios que tienen que enfrentar en esta época. Las puntuaciones elevadas que suelen encontrarse en las minorfas étnicas no indican necesariamente que presentan una mayor patologfa, mas bien pueden reflejar la extrafieza social 0 enajenacién que experimentan dichos grupos. Las personas con epilepsia o lesion cerebral Ilegan a presentar también elevaciones en esta escala (Dodrill, 1986, Gass, 1991, Gass y Lawhorn, 1991). Dado que Es resulta una escala muy heterogénea en cuanto al contenido de los reactivos, la interpretaci6n puede variar dependiendo de las diferentes elevaciones de la escala. Es posible que un individuo obtenga una elevacién moderada en la escala (p. ej., T 60-65) si padece una lesion cerebral o lleva una vida poco convencional. Una posible interpretacién de la elevacién de la escala en este rango debe ser verifi- cada refiriéndose a la informacién demografica motivo de admisién; no obstante, una elevaci6n marcada (T >70) sugiere sintomas y problemas significativos. Al interpretar las elevaciones de Es debe considerarse lo siguiente: + Los individuos cuya calificacin en esta escala es de T 65-69, tienen un estilo de vida poco convencional y se sienten enajenados con respecto a los. demas. Se mantienen distantes y se sienten diferentes de los demas, de modo que tienden a aislarse. Quiz4 también se sientan inferiores y desinteresados. Tienden a recurrir a la fantasia como defensa ante Jas situaciones desagrada- bles y a entregarse a ensofiaciones, por lo que se les dificulta involucrarse en las situaciones cotidianas. Los que califican alto en Es también son inmaduros y se muestran demasiado preocupados por sf mismos. Tal vez se manifiesten inconformes y renuentes a aceptar los convencionalismos, algunos son impulsivos, agresivos 0 ansiosos. Probablemente también duden de si mis- mos y se encuentren confundidos en cuanto a su identidad. * Quienes obtienen calificaciones muy altas (T 70-79) en Es tienen un estilo de vida esquizoide, no se sienten parte de su medio social, se afslan, se eno- jan y se consideran incomprendidos. Manifiestan sentirse rechazados por sus compafieros y a menudo son vistos como alejados, encerrados en sf mis- mos, silenciosos e inaccesibles. Evitan tanto el trato con la gente y las situa- ciones novedosas, por lo que se les considera timidos, aislados y que no se involucran. Ademds, son ansiosos resentidos, hostiles y agresivos. Suelen ser incapaces de expresar sus sentimientos y tienden a reaccionar ante el estrés abstrayéndose en fantasfas y ensofiaciones. Por tanto, exhiben dificul- tad para separar la realidad de la fantasia, dudas importantes acerca de sf mismos y sentimientos de inferioridad, incompetencia e insatisfaccién. Quizé manifiesten preocupacién sexual y experimenten confusi6n en cuanto a su papel sexual. Son inconformes, poco convencionales y excén- © Edtoral Ef Manual Modemmo Fotcopia sh auertacén es un dala, Escalas clinicas J 107 tricos, por lo que su comportamiento resulta poco usual. Los dems los consideran tercos, malhumorados, inmaduros e impulsivos. Algunas per- sonas con calificaciones altas en Es también son descritas como imaginat vas, abstrafdas y con metas vagas. Muy a menudo, este tipo de pacientes carece de Ia informacién basica para resolver los problemas, tienen un pronéstico pobre en terapia y son renuentes a relacionarse de forma significativa con el terapeuta. Pueden permanecer en tratamiento por més tiempo que la mayoria de los pacientes y, eventualmente, quizé Ileguen a confiar en el terapeuta. * Aquellos que obtienen calificaciones en extremo altas (T > 80) para Es pueden mostrar conducta evidentemente psicstica, confusién, desorgani- zacién y desorientacién. De manera tipica, presentan pensamientos o acti- tudes inusuales, delirios de grandeza, alucinaciones y pobreza de juicio. + Las puntuaciones demasiado altas en esta escala quizd estén asociadas tam- bién con uso de drogas, epilepsia o lesién cerebral, debido a que hay reactivos en Es que tienen que ver con preocupaciones en relacién a la imagen corporal que podrian ocurrir con las alteraciones mencionadas. + Las personas muy alteradas o confundidas por estar viviendo alguna situa- ci6n critica, también son susceptibles de dar puntuaciones notablemente elevadas en esta escala aunque no sean psicéticas o esquizofrénicas. * Las puntuaciones medias de T 41 a 55 indican que se trata de personas adaptables, confiables y equilibradas. * Las puntuaciones bajas de T 40 o menos pueden sugerir que se trata de un individuo convencional y conservador, quiz4 autocontrolado y sumiso. + En ambientes laborales, la elevacién moderada de T 60 a 64 podria sugerir que se trata de personas poco convencionales, informales, con escasa con- fianza en si mismos y falta de aplomo. Si Ja elevacién es mayor, ademas de las caracterfsticas anteriores es factible que hubiera cierto grado de enaje- naci6n, aislamiento social y desorganizacién o confusién. ESCALA 9 (HIPOMANIA, Ma) La escala Ma consta de 46 reactivos como “No me preocuparia si alguno de mis familiares tuviera problemas con Ja ley” y “Cuando me aburro me gusta provocar algo emocionante o divertido” contestados como Verdadero. aLos 46 reactivos de Ma en el MMPI original se conservaron en el MMPI- nueve reactivos de esta escala se incluyen también en Es (escala 8). Hathaway y McKinley se interesaron en desarrollar una medida de la conducta manfaca 0 hipo- manfaca, es decir, de la tendencia a actuar de manera euforica, agresiva e hiperactiva. La escala Ma se desarrollé contrastando un grupo de 24 individuos que experimen- 108 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 5) taban episodios de euforia manfaca. Todos los pacientes estaban hospitalizados y habfan sido diagnosticados como maniacos o hipomanfacos. El contenido de los reactivos de la escala 9 cubria algunas de las conductas de esta condicién y de las caracteristicas vinculadas con ella (ambicién exagerada, extroversi6n y aspiraciones elevadas). Harris y Lingoes agruparon los componen- tes de los reactivos en cuatro dreas: falta de moralidad, aceleraci6n psicomotora, carencia de sensibilidad y sobrevaloracién del yo. Debido a que muchos individuos de las muestras normales arrojan puntajes elevados en Ma y que algunos pacientes con trastornos afectivos no los obtienen, es importante tener cuidado cuando se interpreta el nivel de elevacién de esta escala. En el estudio de parejas (Butcher, et al., 1989) que se realizé para la reestanda- rizaci6n del inventario se encontré que las mujeres con Ma elevada fueron descritas por sus maridos como muy hablantinas, que se vestfan en forma inusual o extrafia, como personas que hacfan grandes planes, que se ponfan muy excitadas o felices por razones sin importancia, mujeres que corrian muchos riesgos y se peleaban con los demas, Los hombres con altas puntuaciones de Ma eran percibidos por sus esposas como mandones, individuos que respondfan a los dems sin pensar, demasiado ha- bladores y como personas que exigian atencién constante, ademés, solfan consumir sustancias no prescritas por el médico. En EUA se ha encontrado (Graham 2000) que las puntuaciones elevadas en Ma estén relacionadas con la edad. Las personas jovenes obtienen un puntaje relativamente alto, mientras que las personas de la tercera edad en general obtienen un puntaje por debajo de T 50. Graham (2000) considera que la escala 9 puede considerarse como una medida de la energia psicoldgica, por lo que las puntuaciones elevadas indicarfan energia excesiva. Cuando la elevacion de la escala 9 se asocia con elevacién en la escala 4, quiz4 haya tendencia a actuar conductas antisociales. Post y colaboradores (1986) encontraron que pacientes manfacos con trastorno bipolar tienden a presentar elevaciones mas marcadas en la escala 9 que otros pa- cientes psiquidtricos. Sin embargo, Walters y Greene (1988) encontraron que Ma no permitfa distinguir entre pacientes con desorden bipolar y esquizofrenia. En BUA las investigaciones sobre la escala 9, han demostrado también que est relacionada con conducta patoldgica y con correlaciones sintomaticas. Gilberstadt y Duker (1965) encontraron que los pacientes con Ma elevada, eran hiperactivos, alco- hélicos, pretenciosos y habladores. Graham y Butcher (1988) observaron que los clinicos clasificaban a los pacientes psiquidtricos hospitalizados con puntuaciones altas en la escala Ma del MMPI-2, como personas que presentaban un estado de Animo elevado, hostiles y con desorganizaci6n conceptual. En México la escala 9 tiende a salir sumergida en algunos grupos, por lo que no se sugiere que se considere como una medida de energfa sino mas bien como una medida de la impulsividad, ya que en pacientes psiquidtricos Ma tiende a salir elevada, especialmente en las mujeres (Lucio, et al., 1999). Esta escala tiende a salir moderadamente elevada en pacientes alcoh6licos (Le6n, 1999). El alfa de Cronbach de esta escala para la poblaci6n normativa mexicana de la poblacién general fue de .71 y .67 en hombres y mujeres, respectivamente. (© Editorial £1 Mano! Moderna Folocplar ei aserzaciin 08 Un deo, Escalas clinicas J 109 Las elevaciones de la escala pueden interpretarse de acuerdo con los siguientes indicadores: A quienes obtienen calificaciones muy altas en la escala Ma (T > 75) se les considera hiperactivos, con lenguaje acelerado y Ilegan a presentar ademas alucinaciones o delirios de grandeza. Estas personas tienen un amplio ran- go de intereses, pero no usan la energia adecuadamente y tienden a no concluir los proyectos que emprenden por su desorganizacién. Mucha gente con Ma muy elevada es vista como creativa, emprendedora e ingeniosa; sin embargo, muestran poco interés en la rutina o los detalles. Ficilmente legan a estar aburridos 0 inquietos, tienen baja tolerancia a la frustracion y manifiestan dificultades para inhibir la expresién de los impulsos, por Io que tal vez exhiban acting out. Probablemente presenten episodios de irritabilidad, hostilidad y estallidos agresivos, asf como llegar a 1a confu- sién y mostrar poco control de sus impulsos. Usualmente se les considera poco realistas, optimistas sin reservas, con demasiadas aspiraciones y que exageran tanto sus méritos como la importancia que se dan a sf mismos. Los individuos que califican muy alto en Ma son incapaces de ver sus propias limitaciones. A estas personas les gusta estar rodeadas de otros y quizé creen una primera impresién buena debido a que son amigables, agra- dables y entusiastas; sin embargo, sus relaciones suelen ser superficiales. Tienden a ser muy manipuladores, poco confiables y, como resultado, tie- nen problemas en sus relaciones. Quiz4 tengan episodios periédicos de depresion y de agitacién, y es comin que experimenten dificultades en el trabajo o en la escuela. Las personas que presentan este rango de elevaci6n tienden a ser resisten- tes a las interpretaciones. Asisten a las sesiones de terapia de manera irre- gular y pueden terminar el tratamiento prematuramente. A los individuos que obtienen calificaciones altas en la escala 9 (puntuacién T de 65 a 74) se les considera enérgicos, activos, habladores y personas que tienen un amplio rango de intereses. Parece que prefieren la accién al pensa- miento, pero quiz4 utilicen su energfa en forma inadecuada y no concluyan sus proyectos. Los individuos con calificaciones clevadas en Ma, general- mente son sociables, manipuladores, persuasivos y algo impulsivos. Aunque algunos individuos normales obtienen calificaciones dentro de este rango de Ma, la mayorfa de quienes califican alto en esta escala tienen problemas interpersonales como resultado de que son manipuladores e in- constantes. Tienden a experimentar problemas del estado de énimo, como exaltacién o euforia sin causa, egocentrismo o impulsividad. Las personas con puntuaciones bajas (T 40 a 45) son descritas como conven- cionales y conservadoras; asimismo, pueden ser autocontroladas y sumisas. Aquellos que califican muy bajo (T 35), por otra parte, se considera que tienen bajos niveles de actividad y energia, letargo, indiferencia, apatfa y, por tanto, son dificiles de motivar. Presentan fatiga crénica, depresién, 110 7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espai (Capttuto 5) ansiedad y tensién. El enfoque hacia los problemas de los que obtienen calificaciones bajas es convencional y practico. Tienden a carecer de con- fianza en sf mismos. + En ambientes laborales, las personas con una elevacién moderada (T 60 a 64) son enérgicos, activos. posiblemente en exceso y expresan gran con- fianza en sf mismos. Las personas con una elevacién mayor (T >65) mues- tran iniciativa, quizd demasiada confianza en sf mismos,-y se evalian en forma poco realista, exagerando sus cualidades. Por otra parte, es posible que se trate de personas rebeldes y agresivas, que disfrutan de tomar gran- des riesgos. Sin embargo, les disgusta el trabajo en detalle y procuran en- caminarse a actividades en las cuales puedan destacarse, de modo que es factible que experimenten dificultades para aceptar las 6rdenes de otros. ESCALA 0 (INTROVERSION SOCIAL, Is) La escala Is fue desarrollada por L. E. Drake (1946) en una muestra de estudiantes universitarios, quienes puntuaron en los extremos de las escalas del Inventario de Introversién y Extroversién Social T-S-E- (Introversién del pensamiento, social y emocional) de Evans y McConnell, (1941). La escala original estaba formada por 70 reactivos que se referfan a incomodidad en situaciones sociales, sentimientos de inferioridad, dificultades para relacionarse, susceptibilidad interpersonal, falta de confianza en si mismo y quejas fisicas. Se eliminé un reactivo en el MMPI-2, quedando un total de 69 reactivos. La escala Is evaltia una dimensi6n bipolar de personalidad, en 1a cual los puntajes elevados indican introversién social y los puntajes bajos reflejan extroversién so- cial. A diferencia de otras escalas basicas del MMPI-2, las puntuaciones de la esca- la Is, tanto bajas como altas, pueden ser interpretadas clinicamente. La elevacién de la escala 0 no esté relacionada con psicopatologia, sino que se refiere a una caracterfstica de la personalidad denominada “introversién social”. Como ya se mencion6, esta escala se desarroll6 con estudiantes normales y no con grupos de psicopatologia. Graham (1971a) identificé seis factores en los reactivos de la escala 0 que sirvieron de base para el desarrollo de las subescalas de Serkownek. Ben-Porath y colaboradores (1989) construyeron un conjunto de subescalas para la escala Is a través de diversas etapas y métodos que involucraban un andlisis factorial a nivel de los reactivos y procedimientos Iégicos en el desarrollo de dichas escalas. Las tres subescalas, Timidez/autoconcepto (Is1), Evitacién social (Is2); Enajenacién de si mismo y otros (Is3), tienen una consistencia interna desde .75 hasta .82 y una confiabilidad de test-retest de .77 a .91. Estas escalas aparecen en los perfiles que contienen las normas de la poblacién general mexicana. {© Editorial £1 Manual Moderna Fotoconiar sn atorzacién es un delta. Escalas clinicas 7111 Sieber y Meyers (1992) realizaron un estudio de validacién de las subescalas de Introversién social del MMPI-2, con un grupo de 410 estudiantes universitarios. Encontraron que las personas con elevaciones en Is1 eran més ansiosas socialmen- te, menos sociables y tenfan baja autoestima; quienes tenfan elevaciones en Is2 se consideraban més timidos y menos sociables; en tanto que las personas con Is3 elevada mostraban menos autoestima y tenfan control externo de sf mismas. Los participantes que calificaban bajo en Is fueron tipificados por Hathaway y Mechl (1952) como extrovertidos, sociables, hablantines, dominantes y emprendé- dores. El alfa de Cronbach para la muestra normativa mexicana de la poblacién general fue de .82 para los hombres y .80 para las mujeres. Para interpretar Ja elevacion de esta escala debe tomarse en cuenta lo siguiente: + Los puntajes arriba de Ja media en la escala Is reflejan un incremento de los niveles de timidez social, preferencia por permanecer solo y carencia de autoafirmacién social. * Los puntajes por debajo de esta media reflejan las tendencias contrarias hacia la participacién y ascendencia social. + Las personas que presentan elevaciones de T 65 0 més en Is son introvertidas, timidas y socialmente inseguras. Estas personas evitan involucrarse con las personas significativas que las rodean y tienden al aislamiento. Por otra par- te, privilegian el pensamiento sobre la accién, asi que resulta poco probable que actiien impulsivamente y llegan a bloquearse por pensar demasiado. Si la elevacién es muy marcada (T 75 0 més) probablemente se refugien en sus ensofiaciones y Ileguen a confundir la fantasfa con la realidad. + Las personas con una elevacién moderada (T 60 a 64) en esta escala prefie- Ten estar en pequefios grupos o solas. Aunque tienen la habilidad para rela- cionarse con los demas, prefieren no hacerlo. * Las personas con una elevacién promedio (T 45-55) en Is muestran un equilibrio entre actitudes y conductas extrovertidas e introvertidas. + Una puntuacién de T 45 6 menos sugiere a una persona extrovertida, gre- garia y sociable. Un individuo con una puntuacién muy baja (menor a 35) probablemente tenga relaciones interpersonales muy superficiales con poca posibilidad de establecer relaciones profundas. * Aquellos que obtienen puntuaciones elevadas en Is] son timidos en las situaciones interpersonales, muestran incomodidad al estar rodeados de otros y son reacios para iniciar relaciones. No se consideran a sf mismos como sociables. + Las personas con calificaciones elevadas en Is2 tienden a evitar estar en grupo, son poco amigables, se aislan socialmente y evitan participar con los demas. Quiza les disgusten las fiestas y los bailes. + Individuos con calificaciones altas en Is3 informan sentirse alejados de si mismos y de los demas. Se afslan y son desconfiados de los otros, asf como aprensivos, a la vez que poseen una muy pobre imagen de sf mismos. Ade- ms es posible que se sientan desilusionados por las otras personas. 112 Uso e interpretacién del MMP! en espafiol (Capitulo 5) + En ambientes laborales, las personas con una puntuacién de T 60 0 mas pueden ser introvertidos, cautelosos y timidos. Si la elevaci6n es mayor (T 70 0 mas) pueden ser sumisos y complacientes, con falta de confianza en sf mismos. Quiza también sean callados e inhibidos, con falta de entusiasmo y tendencia a mantenerse distantes de las otras personas. CASO ILUSTRATIVO ‘A continuacién se presenta un caso para ilustrar la interpretaci6n de estas escalas. Sr. Ortega Sexo: Masculino Edad: 43 afios Motivo de la evaluacién: El Sr. Ortega se presenta a realizar una evaluaci6n a solicitud de su esposa quien tiene algunos problemas con su hija de ocho afios y cree que ambos estn contribuyendo a los mismos. El Sr. Ortega se muestra relativamente defensivo ante la evaluaci6n, dando la ima- gen de que no tiene problemas de naturaleza psicoldgica y que si se le presentaran podrfa resolverlos por él mismo. La configuracion de las escalas de validez es relativamente defensiva, semejante a la que se puede esperar en situaciones de seleccién de personal. Lo primero que observamos en cuanto a las escalas clinicas es que las escalas més elevadas del perfil son la 1 y la 3, mientras que las demas escalas se encuentran dentro de la normalidad. La elevacién de la escala | indica que esta persona tiene preocupaciones cor- porales excesivas y quejas indefinidas. Quiza tenga problemas en el trabajo y es posible que desarrolle sintomas fisicos ante el estrés. La elevacién moderada de la escala 2 probablemente sefiale que se trata de una persona que se preocupa en exceso, tal vez irritable y que manifiesta cierto grado de depresién; por otra parte, su autoestima puede ser baja. La elevacién en la escala 3 muestra que el Sr. Ortega reporta sentimientos de tristeza y ansiedad, asi como una disminucién de la energia y problemas de suefio. Sin embargo, carece de insight acerca de sus sintomas. Quiz4 sea un sujeto deman- dante que desee que las situaciones se adapten a él, mas que adaptarse a las deman- das y limitaciones del ambiente. La elevacién de la escala 5 probablemente indique que el Sr. Ortega es expresi vo y tiene intereses artisticos. La puntuacién obtenida en la escala 8 sugiere que es una persona adaptada y equilibrada; en tanto que la puntuacién de la escala 0 indica que el examinado muestra un equilibrio entre conductas extravertidas ¢ introvertidas. Algunos de los datos obtenidos en la interpretacién de las escalas basicas se hacen mas claros con informacién obtenida en la entrevista. Escalas clinicas J 113 @ ch @ B6L 9 WO Ieighud zeemuaN pm Mp NE cRNA Mp OUADEY MEN 1B RIED ATONE AP AIBGEORS be BaDES HW LReERarR Us erp @ FE Hesjanssoccne aor 7 7 states San Ge “TaWW Baud ig “seoiseg Se|B0se @p jINe84 "1G esnBl4 “oupp un 39 vegemuone us redoocies ewepoUs feNUEL 1 HOU 114 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaftol (Capitulo 5) EI Sr. Ortega relata que tiene frecuentes dolores de cabeza ademés de otros sintomas como insomnio. El examinado lo atribuye a su trabajo, pues tiene un negocio en el que no le va muy bien y esto le preocupa. No parece aceptar que algunos de sus sfntomas pueden deberse a problemas psicolégicos que no quiere enfrentar, como su baja autoestima y su dificultad para lograr lo que se propone. En realidad él se dedica a este negocio por su familia, pues él siempre ha tenido incli- naciones artfsticas y quisiera dedicarse a otra cosa. Dice que su esposa se queja de que es agobiante para ella tener que trabajar fuera de la casa y hacerse cargo de los nifios y del trabajo doméstico, pero é1 no puede ayudarle porque su negocio es muy demandante. El examinado piensa que su esposa se preocupa en exceso por sus hijos y que le exige mucho a él, considera también que no hay mayor problema con la hija, y percibe que la dificultad es mas bien de la esposa. La esposa menciona en la entrevista que el Sr. Ortega a veces es irritable y que no le da importancia a lo que le pasa a su hija, pero la Sra. Ortega piensa que la ansiedad y los miedos de su hija no son normales. Esto lo dice aparentemente con un poco de temor, pues su esposo parece querer tener la tiltima palabra. — BIBLIOGRAFIA Ampudia, A., Lucio, E., Durdn, C. (2000) El uso del MMPI en poblacién mexicana de la tercera edad. (Use of the MMPI-2 in a mexican third age population). Revista Iberoamericana de diagnéstico y evaluacion psicolégica, 9 (1), 115-128. 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Por ejemplo, una elevacién en la escala 4, Desviacién psicopatica (Dp), puede tener varias posibilidades de interpretaci6n: a) el individuo puede manifestar conducta antisocial, b) podria ser inmaduro y actuar impulsivamente sin mostrar rasgos antisociales, c) podria ser una persona inconforme y resistente a los roles més tradicionales, sin mostrar conducta antisocial o delictiva, 0 d) el in- dividuo podria estar experimentando conflictos familiares 0 sentir enojo contra su pareja o parientes, aspecto que podria ser “situa- cional”. Con la consideracién de las escalas de contenido, se pueden aclarar las razones de la puntuaci6n elevada de la escala 4, Exami- nando la elevacién relativa de la escala de contenido Practicas antisociales (PAS) se puede deducir que el puntaje en Dp refleja practicas o actitudes antisociales; por el contrario, si la escala Pro- blemas familiares (FAM) es la més clevada y PAS baja, la elevacién en Dp dependera més bien de conflictos familiares. Si estén eleva- das las dos, entonces ambas deben considerarse como importantes en el caso particular (Butcher, et al., 1990). 119 120 © Uso e interpretacion del MMPI-2 en espafol (Capitulo 6) El valor de las escalas de contenido trasciende el sentido puramente suplemen- tario, pues estas escalas tienen significado teérico y poder predictivo, ya que han mostrado coeficientes de validez paralelos o atin superiores a las de las escalas clinicas mas antiguas (Butcher et al. 1990). A través de ellas se puede obtener informaci6n sobre el funcionamiento de la personalidad que no est4 disponible en otras escalas clinicas, apoyada en sus constructos homogéneos. Por ejemplo, una escala Enojo (ENJ) muy alta quizd refleje un patron de conducta asociada con pérdida de control, y una puntuacién elevada en Obsesividad (OBS) refleja proble- mas de procesamiento cognitivo, como indecisién, cavilaciones improductivas y aspectos similares. Hay escalas con contenido novedoso, como Rechazo al trata- miento (RTR) 0 a la Personalidad tipo A (PTA). En la interpretacién, basada en los contenidos, se considera que las respuestas de una persona a los reactivos son comunicaciones acerca de sus sentimientos, de sus caracteristicas de personalidad y de sus problemas pasados o actuales. Una suposicién importante acerca de la interpretaci6n basada en el contenido es que el individuo desea revelar sus actitudes, creencias, ideas y problemas, por lo que coopera en la prueba acepténdolos con veracidad. La mayor parte de las personas que presentan la prueba en condiciones clinicas proporcionan informaci6n veraz acerca de su personalidad. No obstante, quienes contestan la prueba bajo presi6n (p. ej., cuando solicitan empleo) tal vez distorsionen sus respuestas para crear una impresién particular. En estos casos las puntuaciones de las escalas de contenido aparecen relativamente sumergidas, indicando una imagen sin problemas, de modo que no resultan tan validas como las puntuaciones de aquellos que cooperan; por tanto, las escalas de contenido son mas titiles en la evaluacién clinica que en ambientes laborales. Sin embargo, se ha observado que atin en situaciones de seleccién de personal las esca- las de contenido son de utilidad, tomando en consideracién la elevacién relativa de las escalas, de tal manera que el pico del perfil indica aquellas caracterfsticas de personalidad mas sobresalientes de la persona y las escalas sumergidas apuntan hacia los rasgos que la persona se esfuerza por negar. Como se mencioné en el capitulo 5, el contenido de los reactivos fue basica- mente ignorado en el desarrollo de las escalas clinicas, mismas que se construye- ron con una metodologfa empfrica. Sin embargo, diversos autores (Graham, et al., 1971; Pepper y Strong, 1958) insistieron en que no deberfa ignorarse el contenido de los reactivos de las escalas del MMPI. Wiggins (1966) desarroll6 una serie de escalas de contenido como un intento sistematico de examinar las respuestas de las personas al contenido de los reactivos; este autor desarrollé sus escalas de conteni- do en estudiantes universitarios y las validé en otros grupos normativos y en un grupo psiquidtrico. Sin embargo, varias de las escalas de contenido incluian reactivos poco convenientes que fueron eliminados del MMPI-2, por lo que estas escalas fueron alteradas en la revisin de la prueba, resultando algunas de ellas demasiado cortas como para hacer predicciones clinicas confiables. Dado que el comité de reestandarizacién decidi6 incluir nuevas escalas de contenido desarrolladas con métodos sofisticados y en las que se cubren nuevas areas de contenido, se decidié © Editorial E1 manual Moderno Fotoceper sn eutotzecén es un delto, Escalas de contenido del MMPL-2 G7 121 omitir de la versi6n mexicana las escalas de Wiggins y utilizar s6lo las nuevas escalas de contenido desarrolladas por Butcher y colaboradores (1990). Nichols (1987) proporciona una gufa para la interpretacién de las escalas de contenido de Wiggins. Las escalas de contenido del MMPI-2 se desarrollaron siguiendo una estrate- gia para construccién de escalas de tipo multimétodo y en multietapas. Inicialmen- te las dimensiones de contenido se establecieron a partir de los 704 reactivos que se emplearon para la reestandarizaci6n del MMPI (Forma AEx). Para conseguir este propésito los reactivos del MMPI-2 se agruparon en 26 categorfas y se escribié una definicién para cada una de ellas; tres psic6logos clinicos fungieron como jueces y maron los reactivos a estas categorias. Estos jueces podian agregar categorias 0 asignar los reactivos a mds de una categorfa; los reactivos asignados por dos o mds jueces a la misma categoria se localizaban dentro de las escalas provisionales. Se discutieron los desacuerdos hasta que habia una total conformidad acerca de a cual categoria pertenecfa cada reactivo. Una de las categorfas iniciales se eliminé por- que no hubo suficientes reactivos que pertenecieran a ella. Después se aplicaron procedimientos psicométricos e intuitivos para finalmen- te contar con 13 dimensiones relacionadas con el contenido de los reactivos. Lue- go, estos grupos de reactivos se depuraron estadfsticamente, utilizando las correla ciones de los reactivos entre si dentro de cada escala, con muestras de personas normales (alumnos universitarios y personal militar) y muestras clinicas. La mues- tra de reestandarizacién del MMPI-2 (N = 2 600) se emple6 s6lo para desarrollar las normas correspondientes en las tiltimas etapas del desarrollo de las escalas. Las dimensiones de los reactivos se depuraron eliminando aquellos reactivos que no se correlacionaban con la puntuacién total de la escala. Se obtuvieron reactivos adi- cionales evaluando las correlaciones de los 704 reactivos del inventario con la pun- tuacién total de las dimensiones definidas. Entonces se revisaron l6gicamente las dimensiones ya examinadas (escalas de contenido) para asegurarse de que los reactivos adicionales cubrian el criterio de con- tenido homogéneo. Se calcularon los coeficientes alfa para asegurarse de que todos Jos reactivos de una escala en particular contribuian realmente a que la escala fuera homogénea, es decir, que estos elementos aumentaban el nivel alfa de la escala. La Ultima etapa psicométrica consisti6 en reducir las escalas, y en la mayor parte de los casos eliminar los reactivos que se repetian, quit4ndolos de las escalas en que la correlacién era menor. En otras palabras, se mantenia un reactivo en una escala nicamente si tenfa una correlaci6n alta con dicha escala. Se permitié la repeticién de algunos reactivos en las escalas que evaluaban problemas generales, por ejem- plo, Dificultad en el wabajo (DTR) y Rechazo al tratamiento.(RTR). Estos procedimientos multimétodo y multietépico permitieron contar con una serie de 15 escalas que poseen una elevada consistencia interna, son relativamente independientes y representan dimensiones de contenido importantes desde el pun- to de vista clinico. Finalmente, se construyeron Jas normas utilizando la muestra normativa de la po- Dlaci6n estadounidense que se usé para ec] MMPI-2. El enfoque de las puntuaciones T 122 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 6) uniformes que se adopt6 para la reestandarizacién del MMPI-2 en lo que se refiere a las escalas basicas, también se emples en el desarrollo de las puntuaciones T de las escalas de contenido para que ambos tipos de escalas pudieran compararse. En México se obtuvieron puntuaciones T uniformes tanto para los estudiantes como para la poblacién general. Las puntuaciones T uniformes para la poblacién general aparecen en el apéndice B. Las escalas de contenido del MMPI-2 desarrolladas por Butcher y colaborado- res (1990) tienen coeficientes de consistencia interna que van de .68 a .86 en la muestra normativa estadounidense. Algunos estudios han encontrado correlaciones externas importantes para algunas de las escalas de contenido, especialmente para FAM y PAS (Hjemboe y Butcher, 1991; Egeland, er al., 1991, Lilienfeld, 1996). Boone (1994) encontré que los puntajes de la escala de Depresién (DEP) correla- cionaron con otras medidas de autorreporte de depresi6n. Un estudio de Keller y Butcher (1991) demostr6 que los pacientes con dolores crénicos pueden distinguirse empiricamente de la muestra normativa del MMPI-2 uti- lizando la escala Preocupaci6n por la salud (SAU). Schill y Wang (1990) encontraron que la escala ENJ se correlacionaba significativamente con otras medidas del enojo. El papel de las escalas de contenido del MMPI-2 en diagnésticos diferenciales se ha evaluado en dos investigaciones recientes. Uno de los estudios en el que se utiliza- ron pacientes psiquidtricos hospitalizados (Ben-Porath, et al., 1991) mostré que las escalas Pensamiento delirante (DEL) y DEP distingufan a los pacientes hospitaliza~ dos con depresién més efectivamente de los pacientes esquizofrénicos que las esca- las clinicas D (2) y Es (8) del MMPI-2. En otro estudio, Walsh y colaboradores (1991) encontraron que las escalas de contenido del MMPI-2 resultaban superiores a las escalas clinicas para diferenciar entre los grupos que abusaban del alcohol. El estudio de validaci6n mas amplio que correlaciona variables externas con las escalas de contenido es el que Graham y colaboradores (1999) Ievaron a cabo con un grupo de pacientes de un centro de salud mental. Este estudio obtuvo una validez importante para la mayorfa de las escalas de contenido del MMPI-2. Las escalas de contenido pueden ser interpretadas aplicando los significados particulares de cada elevacién que se observe en ellas, mediante ellas se evaliian cuatro reas clinicas generales: 1) sintomas o tensiones internas, 2) tendencias agre- sivas externas, 3) autoconcepciones negativas y 4) érea de problemas generales (Butcher, et al., 1990). Estas escalas se detallan a continuaci6n. Estos cuatro grupos de escalas estén situados en diferentes partes del perfil, por lo que con sélo ver la gréfica uno puede situar si las alteraciones del individuo tienen que ver basicamente con lo que experimenta hacia adentro, cuando la eleva- cin se sittia en el extremo izquierdo; hacia el control de impulsos y manejo de su agresi6n hacia lo externo, cuando la elevaci6n se sitia en la izquierda mas cercana ala parte central; hacia la autoconcepcién negativa que tiene de sf mismo, cuando Ia clevacién se sittia en la parte media; o tiene que ver con diversos tipos de proble- mas generales si la elevaci6n se sittia en la parte derecha de la gréfica. A veces lo que le ocurre a la persona tiene que ver tanto con lo que le sucede hacia adentro, como con lo que le ocurre hacia afuera. © Eaitoriol EI Manual Moderna Foooop%2e sn alrvacon es un dato Escalas de contenido del MMPI-2_ 27 123 ESCALAS DE SINTOMAS INTERNOS Este grupo comprende seis escalas ANS, MIE, OBS, DEP, SAU y DEL, que se dirigen a sintomas y percepciones de desadaptacién que el individuo pudiera estar percibiendo. Cuando se observan elevaciones en este grupo de escalas es factible encontrar indicios con relacién a sintomas internos, alteraciones cognitivas —como creencias equivocadas y otras alteraciones del pensamiento—. Estas escalas se re- fieren a alteraciones que la persona experimenta internamente. ANSIEDAD (ANS) Esta escala incluye 23 reactivos como “Casi todo el tiempo me siento preocupado por algo o por alguien” y “Me preocupo mucho por posibles desgracias”, contesta- dos como Verdadero. Los reactivos de esta escala tienen un contenido que se refie- re directamente a ansiedad o tensién. Las personas con puntuaciones altas en ANS reportan sintomas de ansiedad, incluyendo tensién, problemas somiticos (p. ej., palpitaciones cardiacas 0 falta de aire), dificultades para dormir, preocupaciones y falta de concentracién. Tienen miedo de perder el juicio, sienten tensién constante en la vida y experimentan dificultad para tomar decisiones. Algunas de estas personas sienten que la vida es dificil y se muestran pesimistas acerca de que las cosas puedan mejorar. Se mues- tran conscientes de estos sintomas y problemas. ANS obtuvo un coeficiente alfa de Cronbach de .80 en los hombres y en las mujeres de la muestra normativa mexicana, por lo que es una de las mas confiables. La escala de ANS se encontr6 elevada en un grupo de hombres y mujeres que presentaban problemas de dermatitis. Se observ6, ademas, una correlaci6n signifi- cativa entre esta escala y el reportar problemas familiares (Lucio, Durén, Gallegos, y Jurado, 1999). También se encontré moderadamente elevada en pacientes con problemas de colon irritable (Garcfa, 1997). MIEDOS (MIE) MIE contiene 23 reactivos como “Me pongo nervioso(a) y preocupado(a) cuando tengo que salir de casa para hacer un viaje corto” y “Me da miedo estar solo(a) en la oscuridad” contestados como Verdadero. A diferencia de la escala ANS, la cual se refiere a ansiedad generalizada, las puntuaciones elevadas en MIE indican presencia de miedos especfficos, que inclu- yen ver sangre; estar en lugares altos; manejo del dinero; temor a animales como las serpientes, ratones o arafias. Implica también temor de dejar el hogar, miedo al fuego, las tormentas y desastres naturales. El contenido de los reactivos est dirigi- do también hacia miedo al agua, a la oscuridad, a estar encerrado y a la suciedad. 124 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 6) MIE obtuvo un alfa de Cronbach de .72 en los hombres y .81 en las mujeres de la muestra normativa mexicana, superior a la obtenida en poblacién estadounidense. En el estudio de parejas realizado por Butcher se encontré que las mujeres que tenfan calificaciones elevadas en esta escala eran vistas por sus parejas como desadaptadas, nerviosas y preocupadas acerca de la muerte. Se encontré que MIE se elevaba significativamente en la poblacién normativa mexicana en comparacién con la poblacién normativa estadounidense, debido pro- bablemente a que hay una mayor desprotecci6n frente a los desastres naturales o al momento de la aplicacién de la prueba, que fue poco después de una importante crisis econémica. Esta escala se encontré marcadamente elevada en el estudio de reclusos de Ramirez y Villatoro (1998) probablemente por un miedo especifico a ser castigados. OBSESIVIDAD (OBS) “Algunas veces me vienen a la mente pensamientos sin importancia que me moles- tan por dias” y “Me molesta mucho pensar en hacer cambios en mi vida”, contesta- dos como Verdadero, son algunos de los 16 reactivos que se encuentran en OBS. Las personas que puntian alto en OBS presentan dificultades para tomar deci- siones, y meditan excesivamente acerca de sus asuntos y problemas, provocando que los otros se impacienten. Tener que llevar a cabo cambios los lena de tensién, y pueden manifestarse algunas conductas compulsivas, como contar o guardar co- sas sin importancia. Estas personas tienden a preocuparse en exceso, lo que con frecuencia puede Ievarlos a sentirse abrumados por sus propios pensamientos. La escala de OBS obtuvo un alfa de Cronbach de .75 en los hombres y .72 en las mujeres de la poblacién normativa mexicana; este nivel de confiabilidad es adecuado, aunque en estas tiltimas resulta un poco menos elevado que el hallado en la poblacién estadounidense. Los varones del estudio de parejas de Butcher que obtuvieron calificaciones altas en esta escala, fueron descritos por sus parejas como desinteresados en las cosas y faltos de confianza en sf mismos. Las mujeres fueron descritas por sus parejas como poco realistas acerca de sus habilidades, exageradamente autocriti- cas y con tendencia a culparse a sf mismas. DEPRESION (DEP) Esta escala consta de 33 reactivos como “Creo que mis pecados son imperdona- bles” y “Me parece tener un porvenir sin esperanzas” contestados como Verdadero. Los puntajes altos en esta escala indican pensamientos depresivos significati- vos; ademas, quiz4 involucran sentimientos de tristeza, incertidumbre acerca del futuro y desinterés por la propia vida. Los individuos que puntéan alto en DEP tienden a la cavilaci6n, manifiestan infelicidad, Horan facilmente, y expresan sen- © Editorial £! Manuel Mederno Fo:ecaper sin autizaciin es Un cei, Escalas de contenido del MMPI-2_ J 125 timientos de desesperanza y vacfo interior. Quiz4 verbalicen ideas suicidas o de- seos de morir; pueden llegar a creer que estén condenados 0 que han cometido pecados imperdonables. Estos sujetos perciben a las demas personas como carentes de interés en ellos e incapaces de apoyarlos. Mientras mds alta es la puntuacién en DEP, més acentuadas son las caracteristicas depresivas de la persona. DEP obtuvo un coeficiente alfa de Cronbach de .77 en hombres y mujeres de la poblacién normativa mexicana, que es menor al obtenido para la poblacién estado- unidense, pero que se considera bastante alto. En el estudio de parejas de la muestra normativa estadounidense se obtuvieron diferencias de género, Se encontré que las mujeres que obtuvieron puntuaciones clevadas tenfan problemas mas amplios y serios que los hombres. Ambos tenfan dificultades de adaptacién, un estado de 4nimo bajo y un concepto inadecuado de sf mismos. A los varones con calificaciones altas en esta escala se les consideraba como faltos de energia y de interés en las cosas, ademas de sensibles al rechazo, indecisos y poco efectivos para enfrentar los retos cotidianos. A algunos de ellos sus esposas los consideraban como tensos, pasivos, preocupados por problemas de salud y por el futuro. Mientras que a las mujeres con puntuaciones altas en DEP, sus esposos las consideraban como desadaptadas, depresivas, temperamentales y con dificultades de control; asimismo, eran irritables, enojonas, con poca confian- za en s{ mismas, demandantes y resentidas. En México esta escala se encontré moderadamente elevada en un grupo de pacientes con lupus, lo que podria indicar una correlacién entre problemas depresi- vos y esta enfermedad. PREOCUPACION POR LA SALUD (SAU) Esta escala consta de 36 reactivos como “Casi nunca tengo calambres 0 contraccio- nes musculares” y “Nunca he vornitado ni escupido sangre” contestados como Falso. Los puntajes altos en SAU se presentan en personas con sintomas fisicos en diversos érganos corporales. Se incluyen sfntomas gastrointestinales (estrefiimien- to, néuseas y vémito, problemas estomacales, etc.), problemas neurolégicos (con- vulsiones, mareos, desmayos y pardlisis), problemas en la piel, dolor (p. ¢j., de cabeza, de rodillas), problemas respiratorics (tos, fiebre del heno 0 asma). Estos individuos se preocupan por su salud y se sienten més enfermos que el resto de las personas. SAU presenté un alfa de Cronbach de .71 para Jos hombres y .70 para las mujeres que, aunque se considera dentro de un rango aceptable, es menor a la obtenida por la poblacién estadounidense. Keller y Butcher (1991) encontraron que las personas con problemas de dolor cr6nico, puntdan significativamente mis alto en esta escala que aquellos de la mues- tra normativa estadounidense, lo cual podria indicar que, en general, es probable que quienes tienen problemas de salud reales presenten puntuaciones elevadas en esta escala. 126 © Uso e interpretacién del MMPI-2 en espatiol (Capitulo 6) En México, SAU se encontré significativamente elevada en pacientes con lupus y con el padecimiento de colon irritable, lo que corrobora la validez de la escala. PENSAMIENTO DELIRANTE (DEL) DEL tiene 24 reactivos como “igo cosas extrafias cuando estoy solo(a)” y “Al- guien controla mi mente” contestados como Verdadero. Los pensamientos delirantes que se manifiestan en las personas con puntuacio- nes elevadas en DEL son caracteristicos de los procesos psicéticos de pensamien- to. Estos individuos quiz manifiesten también alucinaciones auditivas, visuales u olfativas, adem4s de reconocer que los pensamientos propios son extrafios y pecu- liares. La elevaci6n de esta escala tal vez implique también ideas paranoides (como la creencia de que estan conspirando contra ellos). Estas personas pueden creer que tienen una misién o poderes especiales. DEL obtuvo un alfa de Cronbach de .69 en los hombres y .67 en las mujeres de la muestra normativa mexicana de la poblaci6n general, significativamente meno- res a los obtenidos en la poblacién normativa estadounidense. Este coeficiente es uno de los mas bajos que se obtuvieron en las diversas escalas de la prueba y probablemente indica que, al menos en 1a poblacién mexicana, hay reactivos que tienen que ver con otra dimension que no sea delirante, quiz algunos relacionados con aspectos religiosos y mfsticos, lo cual debe tenerse en cuenta cuando se inter preta esta escala. En México, DEL se encontré significativamente alta en pacientes psiquidtricos psic6ticos que presentaban delirios y alucinaciones (Lucio, et al., 1999), lo que confirma su validez para explorar delirios. ESCALAS DE TENDENCIAS AGRESIVAS EXTERNAS ENOJO (EN) ENJ comprende 16 reactivos como “Me han dicho con frecuencia que tengo mal genio” y “Frecuentemente me siento apenado por ser tan irritable y grufién”, con- testados como Verdadero. Las personas con puntajes altos en esta escala presentan problemas de control del enojo, se consideran a si mismas como irritables y grufionas, ademas de impa- cientes, temperamentales y tercas. A veces sienten deseos de maldecir 0 destrozar cosas. Pueden perder el autocontrol y dafiar fisicamente a la gente 0 a objetos. Mientras més alta esté la escala, mas facil es que la persona pierda el control y se muestre abiertamente agresiva. s de contenido del MMPI-2_ 127 ENJ present6 una alfa de Cronbach de .77 para los hombres y .71 para las mujeres, los cuales son adecuados y muy semejantes a los obtenidos en la pobla- cién estadounidense. En el estudio de las parejas de la muestra de reestandarizacién los hombres con puntuaciones elevadas en ENJ, fueron descritos por sus parejas como desagrada- bles, tercos, con problemas en sus relaciones interpersonales, enojones y con arre- batos agresivos. Las mujeres presentaban estas mismas caracteristicas, pero ade- mas se entristecfan facilmente y se les dificultaba salir de ese estado. CINISMO (CIN) “Mi forma de hacer las cosas tiende a ser mal interpretada por otros” y “Es mas seguro no confiar en nadie”, con respuesta de Verdadero, son algunos de los 23 reactivos que conforman esta escala. Quienes presentan puntajes altos en esta escala manifiestan ideas misantropicas; estas personas suponen motivaciones ocultas y negativas detrds de las acciones de los demés, quiz crean, por ejemplo, que la mayor parte de gente es honesta sélo por miedo a ser descubierta. Creen que los demas no son confiables, debido a que se utilizan unos a otros y son amigables sélo por razones egoistas. Posiblemente mantengan actitudes negativas hacia las personas cercanas, incluyendo compafie- ros de trabajo, familiares y amigos; en general son poco amigables y no ayudan a os otros. Algunas de estas personas tienen poca motivacién de logro. Si las puntua- ciones son muy elevadas tal vez. se observen ideas de tipo paranoide. CIN obtuvo en la poblacién normativa mexicana un coeficiente alfa de Cronbach de .84 para los hombres y .83 para las mujeres, muy semejante al obtenido en la muestra normativa estadounidense, por tanto, es una de las escalas con un mayor coeficiente de confiabilidad. En esta escala hombres y mujeres mexicanos tienden a presentar puntuaciones més elevadas que los estadounidenses, quiz debido a la dificultad para confiar en los otros, por la inseguridad tanto a nivel personal como en el trabajo —misma que se vivfa en el tiempo en el que se recolectaron los datos de la muestra normativa. En un estudio realizado con delincuentes (Ramirez y Villatoro, 1998) se en- contré esta escala elevada, siendo el grupo de homicidas el que presenté las califi- caciones mas altas. PRACTICAS ANTISOCIALES (PAS) PAS consta de 22 reactivos del tipo de “No culpo a la persona que se aprovecha de otra, si esta iltima se expone a que ocurra tal cosa” y “La mayorfa de la gente utilizaria medios, de alguna manera discutibles, para mejorar su situaci6n de vida” contestadas como Verdadero. Los puntajes elevados en PAS indican, ademds de actitudes misantrépicas si- milares a las de CIN, problemas de conducta durante los afios escolares, y practicas 128 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 6) antisociales como robar o hurtar en supermercados, lo que puede dar lugar a pro- blemas con la ley. Las personas que obtienen puntuaciones altas en esta escala manifiestan disfrutar con las artimafas de los criminales y, aunque no incurran en conducta ilegal, creen que no esta mal evitar el cumplimiento de la ley; son poco confiables y deshonestas. Esta escala obtuvo un coeficiente alfa de Cronbach de .73 para los hombres y .70 para las mujeres en la muestra normativa mexicana, el cual se considera adecuado, aunque es un poco menor al obtenido en EUA. Las mujeres mexicanas obtuvieron puntuaciones mayores en PAS en comparaci6n con las estadounidenses. Butcher y colaboradores (1990) establecieron correlatos conductuales para esta escala a través de su estudio de parejas. Tanto los hombres como las mujeres que obtuvieron puntuaciones elevadas en PAS fueron descritos por sus parejas como que habjan incurrido en practicas antisociales. Los varones que obtuvieron califi- caciones elevadas en esta escala fueron descritos como muy demandantes, indivi- duos que abusaban de sustancias y algunos habfan tenido problemas con la ley; por su parte, las mujeres calificadas con altas puntuaciones fueron descritas como men- tirosas, amenazantes con las personas que discrepaban de sus opiniones, poco cons- tructivas y no dispuestas a recibir ayuda, y con poca claridad de juicio. Esta es una escala que debe tenerse en cuenta en los casos de seleccién de personal, dado que se ha demostrado que calificaciones elevadas en PAS sugie- ren que la persona no es confiable y tiene dificultades para aceptar las reglas. Esto puede ser asf aun cuando la puntuacién no esté elevada pero sea el pico del perfil. PERSONALIDAD TIPO A (PTA) PTA consta de 19 reactivos como “A menudo me he encontrado con personas que envidian mis ideas, s6lo porque a ellas no se les ocurrieron primero” y “Con fre- cuencia me esfuerzo por superar a alguien que me ha Ievado la contraria”, contes- tados como Verdadero. Las personas con puntuaciones elevadas en esta escala son muy trabajadoras, activas y orientadas hacia el trabajo; frecuentemente se muestran impacientes, irritables y tensas. Para ellos, no hay suficiente tiempo en el dfa para terminar sus tareas, por lo que no les gusta esperar o ser interrumpidos. Son directos y pueden ser desagradables en sus relaciones con los otros, a quienes presionan mediante su agresividad. Suelen ser hostiles y se enojan con facilidad. PTA obtuvo un alfa de Cronbach de .74 y .65 en hombres y mujeres, respecti- vamente; tales valores son muy semejantes a los obtenidos en la poblacién estado- unidense. El hecho de que el coeficiente alfa sea menor en las mujeres que en los hombres indica que no es una medida tan homogénea en las primeras y que, por tanto, su valor diagnéstico es menor en ellas que en los varones; parece ser que en las mujeres es mas bien una medida de desadaptacién. Las mujeres que tienen puntuaciones altas en esta escala son consideradas también como suspicaces. {© Eéitorial E] Manvel Moderno Fotopir sn autoriacién es un delta, Escalas de contenido del MMPI-2 J 129 Los correlatos conductuales de esta escala se refieren a expresiones de enojo y competencia. Las esposas de los hombres que obtuvieron puntuaciones elevadas en esta escala los describjan como mandones, criticos, enojones y tensos. ESCALA DE AUTOCONCEPTO NEGATIVO En este rubro se incluye s6lo a la escala de Baja autoestima, que se refiere a los juicios negativos que la persona hace de si misma. BAJA AUTOESTIMA (BAE) BAE incluye 24 reactivos como “No me siento capaz de planear mi futuro” y “Soy torpe y poco habil”, contestados como Verdadero Las personas con puntajes elevados en esta escala tienen una opinion pobre de ellas mismas. Creen que no les agradan a los demas y que no son importantes para los otros. Mantienen actitudes negativas hacia sf mismos, incluyendo pensamien- tos como el no ser atractivos, considerarse torpes, incapaces ¢ imitiles, y percibirse como una carga para los dems. Tienen poca confianza en si mismos y encuentran dificil aceptar cumplidos de otros. Se sienten abrumados por los defectos que ven en su persona. Se comparan en forma desfavorable con los demas y tienden a ser pasivos en las relaciones interpersonales. BAE obtuvo un alfa de Cronbach de .73 para los hombres y .75 para las muje- res mexicanos que, aunque son valores adecuados, son menores a los obtenidos en Ja poblaci6n estadounidense. Los correlatos conductuales que obtuvieron Butcher y colaboradores (1990) en el estudio de parejas indicaron que los cényuges de estos individuos los descri- bfan como personas que se dan por vencidas con facilidad, susceptibles al rechazo y con poca confianza en si mismos. Son personas que experimentan dificultad para tomar decisiones, se preocupan demasiado y tienen miedo de muchas cosas. ESCALAS DEL AREA DE PROBLEMAS GENERALES En esta area se ubican cuatro escalas que tienen que ver con diversos problemas del tipo de qué tan ineémoda se siente la persona en situaciones sociales, si tiene difi- cultades con su familia 0 en su trabajo y, finalmente, cudn dispuesta est4 0 no a recibir ayuda. en espafiol (Capitulo 6) INCOMODIDAD SOCIAL (ISO) ISO tiene 24 reactivos del tipo de “No me gusta tener gente a mi alrededor”, con- testado como Verdadero y “Me gustan las fiestas y reuniones sociales”, respondido como Falso. A los individuos con puntuaciones elevadas en ISO les cuesta trabajo relacio- narse con los demds y prefieren estar solos. Es probable que en situaciones sociales se sientan aislados y poco integrados al grupo. Se consideran a sf mismos como timidos y no les agradan las fiestas u otras reuniones sociales. Algunas de las per- sonas que obtienen puntuaciones elevadas en ISO tienen perturbaciones del suefio y preocupaciones con respecto a su salud. Graham (2000) informa que en escena- rios clinicos a las personas que presentan elevaciones en esta escala frecuentemen- te se les diagnostica con desorden de depresién. ISO obtuvo un alfa de Cronbach de .63 en los hombres y .67 en las mujeres de la muestra normativa mexicana, por lo que es una de las escalas que tiene una confiabilidad mas baja, lo cual debe tenerse en cuenta en su interpretaci6n. Las personas que obtuvieron calificaciones elevadas en esta escala fueron des critas por sus parejas como timidas, tranquilas, poco amigables e incapaces de disfrutar de las fiestas y de la convivencia con los amigos. Esta escala se encontré mis elevada en la poblacién normativa mexicana que en la estadounidense y tiende a elevarse mas en algunos grupos de la provincia mexicana. PROBLEMAS FAMILIARES (FAM) Esta escala incluye 25 reactivos como “Me enojo cuando mi familia o amigos me aconsejan sobre cémo vivir mi vida” y “Algunas veces he tenido pensamientos terribles acerca de mi familia”, contestados como Verdadero. Los individuos con puntuaciones elevadas en FAM manifiestan desavenencias y pleitos importantes; describen a los miembros de su familia como desagradables y poco afectuosos. Incluso quiza sientan odio por su familia. Recuerdan haber su- frido abusos en su infancia y consideran sus matrimonios como infelices y faltos de afecto. Algunas de las personas que obtienen puntuaciones altas en FAM probable- mente tengan historias de abuso fisico. FAM obtuvo un alfa de Cronbach de .78 y .77 para hombres y mujeres, respec- tivamente, el cual es elevado y mayor al obtenido por la poblacién de EUA. Tanto los hombres como las mujeres que obtuvieron una puntuaci6n elevada en esta esca- la fueron considerados por sus parejas como personas que tenian muchos proble- mas y caracteristicas negativas de personalidad. Los varones fueron considerados por sus parejas como desadaptados, hostiles y antisociales, en tanto que las muje- res eran percibidas como desadaptadas, hostiles, hiperactivas, antisociales y poco confiables 0 responsables. (© Eitoria £1 Manual Moderna Fotoceplar sn avlorzacén es un deta, Escalas de contenido del MMPI-2. J 131 DIFICULTAD EN EL TRABAJO (DTR) DTR contiene 33 reactivos como “Me rindo facilmente cuando Jas cosas van mal” y “Me atemorizo ante las crisis 0 dificultades”, contestados como Verdadero. Las puntuaciones elevadas en esta escala indican conductas 0 actitudes que pro- vocan un desempefio laboral pobre. Algunos de los problemas de estas personas se relacionan con poca confianza en s{ mismos, falta de concentracién, obsesividad y tension, asi come dificultad para tomar decisiones. Otros se refieren a falta de apoyo familiar en Ja elecci6n de su carrera, cuestionamientos personales sobre esta elecci6n y actitudes negativas hacia los compafieros de trabajo. Algunas de estas personas manifiestan ansiedad y preocupacién excesiva; otras refieren sfntomas depresivos. DTR obtuvo un alfa de Cronbach de .80 en los hombres y .76 en las mujeres, que se consideran adecuados; en los primeros el coeficiente de confiabilidad es mayor que en la poblacién estadounidense, mientras que en las mujeres es menor. Butcher y colaboradores (1990) realizaron un estudio comparando a cuatro grupos de personas: pilotos aviadores, personal militar activo que se ofrecié volun- tariamente a participar en el estudio, alcohélicos y pacientes psiquidtricos. Encon- traron que los militares no mostraban puntuaciones elevadas en esta escala, lo que indicaba que no tenjan problemas con respecto a su trabajo, mientras que los pa- cientes psiquidtricos y los aleohlicos obtuvieron altos indices en DTR. Los rasgos mas sobresalientes que sus parejas adjudicaron a las personas que obtenian.calificaciones elevadas en DTR fueron una desadaptaci6n generalizada; los percibfan, asifnismo, como poco amigables y cooperadores, ademds de distan- tes de los otros. En México, los pacientes psiquidtricos (Lucio et al., 1999) obtuvieron pun- tuaciones elevadas en esta escala, al igual que un grupo de pacientes alcohdlicos (Leén, 1999). La escala DTR debe tomarse en cuenta en la seleccién de personal, pues se ha encontrado que Jas personas con puntuaciones elevadas en ella tienen dificultades de adaptaci6n a su trabajo. Lo anterior ocurre aunque la escala no esté marcadamente elevada, pero si que sea el pico del perfil. RECHAZO AL TRATAMIENTO (RTR) Esta escala consta de 26 reactivos como “Me siento incapaz de contarle a alguien todo acerca de mf” y “Odio ir al doctor, aun cuando estoy enfermo(a)”, contestados como Verdadero. Las personas con puntuaciones elevadas en RTR manifiestan ac- titudes negativas hacia los médicos y el tratamiento de salud mental. No creen que alguien pueda comprenderlos ni ayudarlos. Les resulta muy incémodo tratar con alguien mas sus asuntos 0 problemas personales. Quiz deseen que todo permanez- ca igual en su vida y probablemente crean que un cambio es imposible. Prefieren pasar por alto una crisis 0 dificultad que enfrentarla; con frecuencia reportan sinto- mas somaticos. 132 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaol (Capttuto 6) ee eS eS RTR obtuvo un coeficiente alfa de Cronbach de .73 para los hombres y .75 para las mujeres que son un poco menos elevados que los obtenidos para la poblacién estadounidense. CASO ILUSTRATIVO ‘A continuacién se presenta un caso para ejemplificar la interpretacién de las escalas de contenido. Aqui se interpretan tanto las escalas basicas y las de contenido porque esto ilustraré la manera en que se completan los datos provenientes de las escalas. El Sr. Vega es un hombre de 35 afios de edad que se presenta a consulta a instancias de su esposa, quien lo ve muy ansioso, y que es enviado a realizar un estudio psicolégico por un psiquiatra que le habfa prescrito medicamentos. El Sr. Vega obtuvo una puntuacién T en INVAR de 54 y en INVER de 47, lo cual indica que sus respuestas fueron consistentes. Ante la prueba se mostré relati- vamente abierto, mostrando un equilibrio entre autoproteccién y aceptacion de sus fallas; considera no contar con los recursos suficientes para resolver su problemé- tica (L, F, K). EI Sr. Vega no esté satisfecho con su situacién de vida ni con él mismo, aunque quizd no lo reconoce. Probablemente esto sea un estado crénico, lo que ha dado lugar a que se adapte a esta situacién de insatisfacci6n de mucho tiempo (2, T 54). Se encuentra notablemente ansioso e informa alteraciones cognitivas debido a su nivel elevado de ansiedad. Se preocupa demasiado y est4 muy tenso y nervioso; estos sintomas son claros tanto para 61 como para los demas. También presenta sintomas fisicos como taquicardia, le falta la respiracién, asf como dificultades para dormir, preocupaciones excesivas y problemas para concentrarse (ANS; Area de sfntomas internos). La situacién que vive le produce enojo, por lo que en ocasiones se manifiesta como beligerante, rebelde, resentido por las normas y reglas. En general muestra hostilidad hacia las figuras de autoridad, aunque no lo hace directamente sino a través de una resistencia pasiva (4, T 68). Acepta que actualmente se muestra tem- peramental, irritable y enojén por lo que puede llegar a mostrar su enojo con agre- sién fisica (ENJ; 4rea de conductas agresivas externas). Reporta una serie de conductas que generalmente se encuentran en personas con personalidad tipo A, como ser impaciente y temperamental. Se siente presio- nado y tenso en su trabajo (PTA; area de conductas agresivas externas). Es posible que tenga intereses estéticos y sea relativamente pasivo. Enfrenta en forma pasiva los conflictos egodisténicos que experimenta y se siente impotente para encontrar soluciones aceptables para los problemas situacionales por los que esta pasando (5, T 73). Por otra parte, en cuanto a sus actividades, es dinamico, emprendedor, de modo que es posible que en relacién con su trabajo se muestre independiente y confiado Escalas de contenido del MMPI-2 0 133 @ ve “vee WOE tan 2 meson popLONDY ep oASHUNH oaTHONN a cUsDOR URI ROHS KN EP oN MP FEN H AP URTEERE es pNFOEEY = Gla ‘efo, Ug “SeoISeq Sej208a 9p jad “|g BANBLY ‘yep un s@ uppezyaine Us mydeeeing OW9POUY PENUPUY 1 HOU © (© Eattorial El manuel Modeeno Fototala sin auloreadin 66 un tlio. Excalas de contenido del MMPI-2_ 1 135 en ocasiones. Las restricciones externas a sus actividades le molestan, lo que da lugar a que su insatisfaccién aumente; esto también se debe a que tiende a la fanta- sfa y se propone algunas metas imposibles de lograr (9). Aunque no muestra resistencia abierta al tratamiento, su prondéstico no es bue- no, dada la naturaleza caracteroldgica de sus problemas, su pasividad ante ellos y su esperanza en una solucién de naturaleza probablemente magica. Como se observa en este caso, los resultados de las escalas de contenido com- plementan en forma importante las observaciones que se desprenden de las escalas bdsicas; esto es evidente aun cuando la elevacién de las primeras es moderada. Estos resultados resultan congruentes con el motivo de consulta de esta perso- na, quien acudié con el psiquiatra porque salié fuera de México por cuestiones de trabajo y se sintié muy mal. Su malestar Hlegé a tal grado que fue necesario Hevarlo aun hospital, pues afirmaba que no podfa respirar y tenfa taquicardia; los médicos dijeron que s6lo tenfa ansiedad y que debfa irse a su casa. El paciente considera que este malestar surgié a rafz de que tuvo ciertos pro- blemas de trabajo, mismos que terminaron en una demanda; su socio le hizo mane- jar las cosas de una manera en la que éI no estaba de acuerdo y al final las cosas resultaron mal. A raiz de la ocasién que fue Ilevado al hospital, estuvo consultando a diferentes médicos, quienes le daban explicaciones contradictorias. En ocasiones se le sube la presi6n, pero le han dicho que esto se debe al estrés del trabajo, a angustia y no a una causa orgénica, de modo que le han prescrito calmantes; su esposa le ha dicho que no desea que los tome. En estos dfas esta por nacer su tercer hijo. El paciente comenta que en realidad se siente muy mal, tanto que no desea ni siquiera salir de su casa. Con frecuenéia el paciente piensa que se va a morir, como su padre que murié muy joven. Debido a qué su padre muri, el Sr. Vega tuvo que trabajar desde los 18 afios. Comenta que su miedo es tal que, por ejemplo, cierta ocasién en que tenfa que llevar a su esposa al médico fue su suegro quien tuvo que hacerlo, pues él no se atrevia a salir. El relato que hace el Sr. Vega da la impresidn de que su esposa toma algunas decisiones por él, 1o que da lugar a cierto enojo con ella, mismo que quizé s6lo expresa en forma indirecta. Como es evidente, los datos provenientes de la interpretacién del perfil aclaran Ios motivos de consulta de la persona y su posicién infantil y pasiva ante su proble- mética. Es notorio que a pesar de estar tomando calmantes su ansiedad es muy fuerte, las escalas de contenido aclaran Ja raz6n por la cual la escala 2 no se en- cuentra elevada, pues en realidad el cuadro no es de depresién sino de ansiedad ¢ impotencia ante una situacién en la que se ve inmerso debido a que no le es posible hacer valer sus opiniones y enfrentar los problemas en forma madura. — BIBLIOGRAFIA Ben-Porath, Y. S., Butcher, J. N., Graham, J. R. (1991) Contribution of the MMPI-2 scales to the differential diagnosis of schizophrenia and major depression 136 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 6) Psychological Assessment: A Journal of Consulting and Clinical Psychology, 3, 634-640. Boone, D. E. (1994) Validity of the MMPI-2 Depression content scale with psychiatric inpatients. Psychological Reports, 74, 159-162. Butcher, J. N., Graham, J. R, Williams, C. L., Ben-Porath, Y. S. (1990) Development and use of the MMPI-2 Content Scales. Minneapolis: University of Minnesota Press. Egeland, B., Erickson, N., Butcher, J. N., Ben-Porath, Y. S. (1991) MMPI-2 profiles of women at risk for child abuse. Journal of Personality Assessment, 57, 254-263. Gareia, P. I. (1997) Depresion y ansiedad en pacientes con sindrome de colon irritable. Tesis de licenciatura, Facultad de Psicologia, México: UNAM. Graham, J. R. (2000) MMPI-2 Assessing Personality and Psychopathology. Oxford University Press. Oxford, New York, Toronto. 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Estas escalas se diferenciaban en varios aspectos, c6imé el objetivo por el cual fueron construidas, el constructo que pretendian evaluar, sus propiedades psicométricas (confiabilidad, validez), la disponibilidad de datos normativos y la forma en la que fueron validadas, asf como la frecuencia en que fueron usadas en ambientes clinicos y de investigacién. Muchas de estas escalas s6lo fueron usadas por quienes las desarrollaron, mientras que otras fueron ampliamente utilizadas tanto para propésitos de investiga- ci6n, como para la interpretacién clinica. Las escalas especiales y suplementarias para el MMPI se de- sarrollaron con un propésito bastante especifico (p. ej., evaluar Ja hostilidad, problemas de abuso de alcohol o desajuste profesio- nal), Su aplicacién suele ser mas escasa y limitada que las escalas basicas o las escalas de contenido del MMPI-2. Algunas de las escalas fueron incluidas en el perfil de escalas suplementarias del MMPI-2 y pueden utilizarse para complemen- tar la interpretaci6n de las escalas bésicas del instrumento. E] cri- terio para mantener las escalas suplementarias del MMPI original en el MMPI-2 fue que la investigacién realizada con ellas propor- cioné datos acerca de su confiabilidad y validez, asf como infor- macién acerca de los criterios de interpretacién. 137 138 7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 7) El grupo de escalas suplementarias propuesto por Butcher (Butcher y Williams, 1992), proporciona informacién adicional en la elaboracién del perfil completo de una persona, utilizando el MMPI-2. Las puntuaciones en este grupo de escalas tienen mayor capacidad interpretativa cuando las puntuaciones limitrofes especifi- cas son muy elevadas o muy bajas, de tal forma que se identifiquen rasgos de personalidad diferentes dependiendo de su elevacién.#* En algunas de estas escalas se dispone de mayores elementos de interpreta- ci6n, en comparacién con otras mas novedosas, debido al gran mimero de investi- gaciones realizadas con cada una de ellas; asf, resulta que las escalas de Ansiedad, Represién, o Alcoholismo de MacAndrew, por citar s6lo algunas, han sido muy utilizadas en diversos estudios, por lo que se ha obtenido su validez y confiabilidad, asf como los diversos elementos de interpretacién; en cambio, Hostilidad reprimi- da 0 Desajuste profesional, entre otras, han sido poco utilizadas en la investigacién, por lo que se dispone de escasos elementos para identificar rasgos de personalidad especificos. Es importante tomar en consideracién que la mayorfa de las escalas suplemen- tarias s6lo pueden calificarse ¢ interpretarse si se aplican los 567 reactivos del MMPI-2. Este grupo de escalas esté conformado por: A Ansiedad PPA Predisposici6n a problemas con las adicciones R Represion RA _ Reconocimiento de las adicciones Fyo Fuerza del yo DM __ Desadaptacién matrimonial MAC Alcoholismo de MacAndrew HR Hostilidad reprimida Do Dominancia Rs Responsabilidad social Dpr Desajuste profesional GM ——_Género masculino GF Género femenino EPK —_Desorden de estrés postraumatico de Keane EPS —_Desorden de estrés postraumstico de Schlenger Isl Timidez/autoconcepto Is27 Evitacién social Is3 * Enajenacién de si rilismo y de otros A continuacién se describen cada una de las escalas suplementarias del MMPI-2. ANSIEDAD (A) Welsh (1956) desarrollé esta escala de ansiedad para evaluar la primera dimensién que surge cuando las escalas de validez y las clfnicas se analizan factorialmente; Excalas suplementarias J 139 de tal forma que se reduzean a sus denominadores mas comunes. De acuerdo con los resultados obtenidos mediante el andlisis factorial (p. ej., Block, 1965; Bichman, 1961, 1962; Welsh, 1956), se presentan, de manera consistente, dos dimensiones bé- sicas, ansiedad y represi6n. Welsh desarrollé entonces las escalas de Ansiedad (A) y Represién (R) para evaluar esas dos dimensiones basicas. Inicialmente, Welsh identificé el primer factor al que denominé “inadaptacién general”, nombre que se sustituy6 posteriormente por el de escala de Ansiedad (A), que tiene 39 reactivos tanto en el MMPI original como en la versién del MMPI-2 . El objetivo de esta escala es evaluar el factor de ansiedad identificando los reactivos que ge relacionaban de un modo elevado con éste. Esta escala original se aplicé a nuevos grupos de pacientes psiquidtricos y se depuré utilizando procedi- mientos de consistencia interna. Los 39 reactivos que se identificaron estadistica- mente con este método constituyen la forma final de la escala A. Los reactivos son codificados de manera que las puntuaciones altas en esta escala se asocian con una psicopatologfa mayor. La informacién proporcionada por la escala Ase puede obtener también, a través de otras medidas del MMPI-2, especialmente a través de la escala Pt, la cual se correlaciona de manera significativa con la escala A. ~ El contenido de los reactivos de A se puede agrupar en una de cuatro catego- rfas: a) pensamiento y procesos de pensamiento, b) tono emocional negativo y disforia, c) falta de energia y pesimismo e d) ideacion maligna. Los individuos que obtienen puntuaciones elevadas en la escala de Ansiedad, estan avalando reactivos que indican sintomas de ansiedad, tensi6n, falta de habili- dad para funcionar, falta de eficiencia en el manejo de situaciones cotidianas y por lo tanto admiten tener numerosos sintomas psicolégicos. Son personas que se ca- racterizan por sentirse ansiosas e incémodas, son pesimistas y apaticas, por lo que generalmente se alejan de las personas que las rodean, debido a que son temerosas y les falta confianza en sus capacidades; tienden a ser muy cautelosas, y dudan para tomar decisiones; se dejan influir por sentimientos personales difusos; ademas se inclinan a racionalizar acerca de sus dificultades y Iegan a lastimar a otros; son personas sumisas, complacientes, sugestionables y conformistas, por lo que acep- tan de manera abierta la autoridad de otros; en situaciones estresantes llegan a sentirse confundidos, se desorganizan y no logran adaptarse a las circunstancias. Las personas que obtienen puntuaciones elevadas en esta escala en ambientes psi quidtricos, tienden a ser diagnosticadas como neuréticas, desadaptadas, sumisas y excesivamente controladas. Debido a su malestar, estas personas usualmente se sienten muy motivadas para acudir a sesiones de consejerfa o psicoterapia. Por el contrario, la interpretaci6n de las puntuaciones bajas de A, es indicativa de que el individuo no se siente ansioso o incémodo, més bien se percibe activo, vigoroso, expresivo, animado, con fluidez verbal, franco, abierto, amistoso, socia- ble, amable, informal; asume un papel preponderant en la relacién con los demés. Es persuasivo, exhibicionista y eficiente, capaz de expresar ideas claras, versdtil, ingenioso, confiado en si mismo, competitivo; con un alto valor del éxito y logros, interesado en el poder, Ia posicién y el reconocimiento. Por otra parte, manipula a 140 7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaitol (Capitulo 7) las demds personas, y es incapaz de demorar la satisfaccién de sus impulsos, gene- ralmente acttia antes de reflexionar, sin considerar las consecuencias de sus actos. Ademas los puntajes bajos reflejan ausencia de angustia emocional. Estas personas tienden a ser enérgicas, competitivas y socialmente extrovertidas. Pue- den ser incapaces de tolerar la frustraci6n y usualmente prefieren la accién a la reflexion. En resumen, el individuo que obtiene puntuaciones bajas en la escala A se caracteriza como extrovertido, competente, confiado y algo impulsivo. Aunque no es probable que experimente un trastorno psicolégico grave, puede tener 0 no pro- blemas de adaptaci6n. REPRESION (R) Welsh sugiere la interpretacién conjunta de las escalas A y R, con el fin de dar un diagnéstico més completo de un individuo en particular. Welsh (1956) construyé la escala R, para medir la segunda dimensién preponderante que emerge cuando las escalas de validez estdndar y clinica del MMPI se analizan factorialmente. Un procedimiento similar al utilizado para desarrollar la escala A se emple6 también con la escala R, resultando una escala final con 40 reactivos, para el MMPI origi- nal. La version de R del MMPI-2 contiene 37 reactivos; esta escala evaltia la ten- dencia a negar los problemas o sintomas fisicos, emotividad, violencia, reacciones sociales desagradables, sentimientos de adaptacién, dominio social e interés en la apariencia personal. Welsh sugirié las siguientes categorfas de acuerdo con el contenido de los reac- tivos de la escala R: a) salud y sintomas fisicos, b) sensibilidad, violencia y acti- vidad, c) reacciones hacia otras personas en situaciones sociales, d) dominancia social, sentimientos de adecuacién personal y apariencia personal, e e) intereses personales y vocacionales Por otra parte, R también mide la tendencia general de algunos individuos a responder Falso a todo, a pesar de que incluye algunos reactivos neutros como “Pienso que me gustaria trabajar como guardabosque” o “ Me gusta la ciencia”. El contenido de esta escala se encuentra también en la escala D (Depresién, 10 frases) e Is (Introversi6n social, 9 frases), y se refiere a negacién de sintomas fisi- cos, emotividad y violencia. Sefiala también reacciones sociales agradables, senti- mientos de adaptacién, dominio social ¢ interés en la apariencia personal. Lewinsohn (1965), éncontré que s6lo se percibfan pequefios cambios en las puntuaciones R durante la hospitalizaci6n psiquiatrica. Welsh (1956), mencioné que los datos proporcionados por Gough indicaban que en una muestra de partici- pantes normales, las puntuaciones de R se correlacionaban positivamente con las escalas L, K, Hs y D del MMPI, y negativamente con Ma. Duckworth y Duckworth (975) describen a los que obtienen puntuaciones elevadas en R como rechazantes, © EatovalE1 Manual Modemo Fotocopar sk utrzacién sun dea Escalas suplementarias J 141 racionalizadores y carentes de insight sobre si mismos. Block y Bailey (1955) indi- caron correlaciones con informacién externa a la prueba de las puntuaciones altas y bajas de la escala R. Los individuos que puntdan alto en R parecen carecer de insight, son sobre- controlados e inhibidos socialmente, debido a que generalmente reportan pocos problemas psicolégicos y tienden a verse a ellos mismos como libres de problemas en comparacién con las demés personas, también se perciben a si mismos y son percibidos por los demas como convencionales y reservados en sentido emocional, amables y poco esponténeos. Tienden a evitar los conflictos en vez de tratarlos directamente, debido que suelen ser sumisos y cautelosos. Otros los ven como demasiado conservadores en su conducta y acciones. Ademis, se caracterizan por mostrar un pensamiento claro, ser lentos en sus acciones y muy meticulosos. La interpretacién de puntuaciones clevadas de la escala de Represién es indi- cativa de un individuo formal, de ideas claras, cuidadoso; en resumen, quien obtiene puntuaciones R altas integra un estilo de vida bastante cuidadoso y cauteloso. La puntuacién baja en esta escala se encuentra en personas emotivas, desinhibidas verbales, entusiastas, atrevidas y alegres. También son generosas, impulsivas, agresivas, sarcdsticas, informales y autoindulgentes, pueden ser astu- tas, perspicaces, listas, sutiles, engafiosas y mentirosas. Ademés son extrovertidas, emotivas, esponténeas y su estilo de vida es dominante en sus relaciones interpersonales. Aparecen como enérgicas, expresivas ¢ informales. La interpreta- cidn de las puntuaciones bajas es indicativa de un individuo que es sociable, abier- to, parlanchin, arriesgado, atrevido, vigoroso, jovial y valeroso. Ademds es man- dén, le gusta discutir, es egoista, autoindulgente, perspicaz, precavido; en resumen, quien obtiene puntuaciones R bajas es mas bien sociable, emocional y esponténeo en su estilo de vida, y adopta un papel preponderante en las relaciones inter- personales. Hathaway y Briggs (1957), y Welsh y Dahlstrom (1956) realizaron un andlisis detallado de estas escalas. Welsh hizo un estudio minucioso de las escalas clinicas y obtuvo las escalas de Ansiedad y Represién; Welsh (1956) encontré estos dos factores de las escalas clinicas y sefialé que A se encuentra en las puntuaciones clevadas de las escalas Pt y Es, y en la puntuacién baja de la escala K. El factor A refleja ansiedad y desadaptacién. Durante 10 afios se ha discutido esta escala espe- cial (Jackson, 1967; Tyler, 1951; Edwards, 1977; Dahlstrom, et al., 1975) y la mayo- ria de los investigadores llega a la conclusién de que este factor debe interpretarse “como una caracterfstica de la personalidad. ” El segundo factor, R, no causé tanta controversia; por medio del andlisis factorial, Welsh encontré que la represién medida mediante R se encuentra en las cargas positivas de las escalas D, Hi, Mf y Pa, y en la carga moderadamente negativa de Ma; asimismo, identificé este factor como una caracteristica de la personalidad y lo denominé represién. Duckworth y Duckworth (1975) informaron que no habfan encontrado muy precisas las descripciones de clasificacién de Welsh para bachilleres que asistfan a orientacién, con excepcién de la interpretacién para A y R elevadas. 142 C7 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 7) Welsh (1956) mostré datos de confiabilidad para las escalas A y R. Para 108 universitarios no graduados los coeficientes medios de confiabilidad para A y R fueron .88 y .48 respectivamente. Cuando se les dieron las escalas A y R a 60 estudiantes universitarios de segundo afio en dos ocasiones, después de cuatro me- ses, los coeficientes de confiabilidad test-retest para A y R fueron .70 y -74, respec- tivamente. Gocka (1965) mencioné valores Kuder-Richardson 21 (consistencia in- terna) de .94 y .72 para las escalas A y R, respectivamente, para 200 pacientes psiquidtricos varones de la Veterans Administration. Se ha discutido bastante acerca de la pertinencia de la interpretaci6n de estas escalas y algunos opinan que son mAs titiles para investigacin que para interpretarse clinicamente. FUERZA DEL YO (Fyo) Esta escala fue desarrollada por Barron en 1953, para evaluar la capacidad de un individua para beneficiarse de una psicoterapia, individual o grupal, y para prede- cir la respuesta de pacientes neuréticos a la psicoterapia individual. Fyo se desarro- 116 para comparar grupos de pacientes exitosos y no exitosos en psicoterapia; los reactivos se califican en la direccién elegida con mayor frecuencia por los pacien- tes exitosos. La escala contenfa originalmente 68 reactivos, de los cuales en la versién del MMPI-2 se incluyeron 52. Fyo evaltia aspectos como funcionamiento fisico, aislamiento, postura mo- ral, adaptaci6n personal, habilidad de enfrentamiento, fobias y ansiedades. En el MMPI-2, se incluye como una medida de adaptacién, de fortaleza, de recursos personales y de funcionamiento eficiente, ademas de ser un buen indicador gene- ral de salud mental. Barron describe su escala como una medida de “fuerza latente del yo” y de la “capacidad de integracién personal”; este autor cree que la escala provee una “es- timaci6n de la adaptabilidad y potencialidades personales”, y una medida del “fun- cionamiento personal efectivo”. Basados en sus descripciones, podria esperarse que las personas que puntiian alto en Fyo tengan un estilo de afrontamiento carac- terizado por tomar gran responsabilidad personal para resolver sus problemas, y sean més efectivas al resolverlos en eomparacién con quienes obtienen puntuacio-* nes bajas en esta escala Barron (1953) valid de manera cruzada la escala Fyo usando tres muestras diferentes de pacientes neuréticos para los que los indices de mejoria se encontra- ban mejor durante la psicoterapia breve, de orientacién psicoanalftica, Debido a que las puntuaciones anteriores a la terapia se relacionaban positivamente con Ia tasa de mejoria para la totalidad de las tres muestras, Barron concluy6 que esta escala es titil para predecir el cambio de la personalidad durante la psicoterapia. También inform6 que la confiabilidad por mitades de la escala para una muestra de (© Editorial E1 Manual Moderno Fotocopar sia autoriacin es undo, Escalas suplementarias J 143 126 pacientes fue de .76 y que la confiabilidad test-retest, utilizando un intervalo de tres meses entre los exdmenes, fue de .72 en una muestra de 30 casos. Gocka (1965) mostré el valor Kuder-Richardson 21 (consistencia interna) de .78 de la escala Fyo para 220 pacientes psiquidtricos varones de la Veterans Administration. La puntuacién de la escala Fyo correlaciona en forma positiva con el nivel de inteligencia y con la escolaridad. En relacién con la variable de sexo, se observa que los hombres ofrecen una puntuacién més elevada que las mujeres, aunque esto tal vez se debe a que la mujer admite sus problemas con mayor espontaneidad. ‘Muchas de las investigaciones con la escala Fyo sugieren que mide la habili- dad para resistir el estrés, mas que el potencial para el éxito terapéutico. En gene- ral, las personas que obtienen puntuaciones elevadas en esta escala tienen grandes posibilidades de lograr un cambio de personalidad, sobre todo si se trata de pacien- tes neuréticos que acuden a psicoterapia individual tradicional. Se debe tener cau- tela al interpretarla cuando los protocolos sugieren que el evaluado se mostré de- fensivo ante la evaluacién, no obstante los resultados obtenidos en las investigacio- nes realizadas con esta escala, ya que en estos casos las puntuaciones pudieron elevarse de manera artificial, lo que no permite que sea un predictor confiable de respuesta positiva a la terapia. Quienes obtienen puntuaciones elevadas en Fyo tienden a estar mejor adapta- das psicolégicamente y muestran mas habilidades para enfrentarse a los problemas y situaciones estresantes. Tienden a ser més estables y responsables en sus activi- dades, lo cual los hace confiables ante los demas; ademas son persistentes, inteli- gentes e independientes, por lo que producen una primera impresi6n favorable en quienes los rodean: sin embargo, pueden llegar a ser oportunistas y manipuladores para lograr sus objetivos, debido a que han desarrollado fuertes intereses y se mues- tran competitivos. Asimismo, quiza sean hostiles y rebeldes hacia la autoridad, especialmente por su gran confianza en sf mismos, de modo que Ilegan a ser sar- cAsticos y cinicos ante los demas. Los hombres con puntuaciones elevadas tienen un apropiado estilo de conducta masculino. En ambientes no psiquiatricos, es muy probable que las personas que obtienen puntuaciones elevadas en Fyo, no presenten problemas emocionales serios. Por el contrario, en personas con problemas emocionales, las puntuaciones altas en Fyo sugieren que los problemas son més situacionales que crdnico., y que los pacientes tienen recursos psicolégicos que pueden ayudarles a enfrentar los problemas de manera eficaz, ademas el pronéstico es bueno para el cambio positivo en trata- * miento psicoterapéutico. Existen datos de investigaciones que indican que la escala Fyo puede yerse como un indicador de la adaptacién psicolégica general. Las puntuaciones més elevadas se asocian con niveles de adaptacién mas favorables que los evaluados con otros indices del MMPI y criterios extraprueba. Las puntuaciones tienden a ser menores en pacientes psiquidtricos que en no pacientes y personas que reciben tratamiento psiquidtrico 0 psicolégico, que para las que no (Gottesman, 1959; Himelstein, 1964; Kleinmuntz, 1960; Quay, 1955, Spiegel, 1969; Taft, 1957). Sin embargo, se informé que la escala Fyo no muestra diferencias entre adolescentes 1447 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 7) delincuentes, y tiende a elevarse mas para los pacientes neuréticos que para los psicéticos; la escala no discrimina entre categorias diagnésticas mas especfficas (Tamkin, 1957; Tamkin y Klett, 1957 Hawkinson, 1961; Rosen, 1962). Hay algunos datos que indican que las puntuaciones Fyo se elevan como resul- tado de la psicoterapia y otros procedimientos de tratamiento. Lewinsohn (1965) informé que los pacientes psiquidtricos muestran un incremento en el nivel de las puntuaciones desde su admisién en el hospital hasta que se daban de alta. Sin embargo, Barron y Leary (1955) encontraron que no cambian més para pacientes que reciben psicoterapia individual o de grupo que para quienes permanecen en lista de espera por un periodo similar. También informé que los pacientes de psico- terapia que se presentaron por sf mismos obtienen puntuaciones mayores que aque- Hos que fueron enviados por alguien mas (Himelstein, 1964), sugiriendo que los que obtienen puntuaciones altas estén mas conscientes de sus conflictos internos. Las puntuaciones de la escala Fyo se relacionan positivamente con la inteli- gencia (Wirt, 1955) y con la educaci6n formal (Tamkin y Klett, 1957). Su relacién con la edad no es muy clara. Tamkin y Klett (1957) no encontraron relacin entre ellas, pero Getter y Sundland (1962) mencionaron que las personas mayores tien- den a obtener puntuaciones menores en la escala Fyo. Se informaron diferencias consistentes con relacién al sexo, en las que los hombres obtienen puntuaciones més clevadas (Taft, 1957, Distler y cols, 1964; Getter y Sundland, 1962). Esta dife- rencia sexual se interprets en un principio como reflejo de una mayor voluntad de las mujeres para admitir los problemas y quejas (Getter y Sundland, 1962). Sin embargo, una explicacién ms razonable de la diferencia sexual es que los hom- bres obtienen puntuaciones mds altas por que la escala contiene varios reactivos que se relacionan con la identificacién del papel masculino (Holmes, 1967). Schill y Tata (1988) investigaron la relaci6n entre el estilo de aftontamiento y la escala de Fuerza del yo de Barron, dicho estudio evalué la relaci6n entre las puntua- ciones de la escala de Fyo de Barron y el estilo personal de afrontamiento; los parti- cipantes fueron 66 hombres y 61 mujeres universitarios voluntarios de un curso introductorio de Psicologia que participaron para obtener créditos del curso. Eran basicamente estudiantes de segundo afio, de 19 afios como promedio. Los sujetos 65 en DM. En procesos de evaluacién general, cuando se utiliza el MMPI-2, DM es muy titi para informar al clinico acerca de problemas maritales que pueden estar relacionados con otros sintomas informados por los pacientes, como ansiedad o depresi6n. Las subescalas Is fueron desarrolladas por medio de procedimientos estadisti- cos sofisticados por Ben-Porath, Hostetler, Butcher y Graham con la finalidad de tener descriptores mas especificos de la escala Is, que en realidad por ser bipolar inclouye varias dimensiones. Estas tres escalas tienen una consistencia interna alta. Las tres son mutuamente excluyentes e independientes. Is1, timidez/autoconcepto cuenta con 14 reactivos; Is2, Evitaci6n social tiene 8 reactivos e Is3, Enajenacién de si mismo y de los otros, est conformada por 17 reactivos. Todos ellos se inclu- yen en el apéndice C de este libro. REACTIVOS SIGNIFICATIVOS Este grupo de subescalas, est constituida por reactivos o frases que evaltian sinto- mas serios presentados por los examinados, los cuales se sugiere corroborar en las entrevistas subsecuentes, ya sea con el paciente 0 sus acompafiantes, en el caso de evaluaciones clinicas, 0 con el examinado en seleccién de personal. Graham (2000) recomienda que se utilice la informacién proporcionada por estos 37 grupos de frases como puntos de apoyo y de aviso para diagnosticar las perturbaciones psiquidtricas en los pacientes. (© Editorial £1 Manus! Modemo Fetoeepar sin autorzacién es un cel, Escalas suplementarias J 155 Butcher y Williams (1992) sugieren que los reactives significatives constituyen indices titiles para la interpretacién del instrumento, que aportan informacién valiosa que complementa la imerpretacién de las escalas basicas, de contenido y suplementa- rias. Entre los indices que son titiles en la interpretacién del MMPI-2 se encuentran: + indice de Golberg. Fue desarrollado en 1965 por Golberg como un indica- dor para discriminar Jos perfiles neuréticos del MMPI de los perfiles psicdticos; no obstante, en el MMPI-2 no se ha corroborado su utilidad. + Sistema de clasificacién de Megargee para criminales. Este indice identifi- ca 10 tipos repetidos a lo largo de diferentes muestras de criminales. * Tipologia del dolor crénico. Indice que sefiala las caracteristicas de perso- nalidad y conductas sintomaticas de pacientes con dolores crénicos agru- pandolos en 4 principales grupos: P, A, I, N. + Subescalas de Is. Ben-Porah desarrollé subescalas para la escala 0 que aparecen en el perfil de escalas suplementarias. El objetivo de los reactivos significativos es utilizar los reactivos del MMPI de forma individual, como sefiales 0 indicadores de patologia, los cuales incluyen temas especificos o problemas especiales que los pacientes estan experimentando. Para el MMPI original se crearon los reactivos criticos de Gayson, que fueron desarrollados a través de mediciones Iégicas, en las que se seleccionaron reactivos que reflejaban problemas particulares y de interés clinico. Koss y Butcher (1973; ver Koss, er al., 1976) realizaron el primer esfuerzo para desarrollar una validez empirica para los reactivos significativos (RS) del MMPI, ellos crearon un conjunto de RS mediante la identificacién de diferencias significati- vas de las caracteristicas de pacientes que experimentaban crisis que requerfan hospi- talizacién, de las de otros pacientes que no experimentaban tales crisis. Los reactivos que diferenciaron empiricamente entre los grupos de pacientes con crisis y otros pacientes, mostraron tener validez tanto de contenido como empirica (evaluaron di- rectamente sintomas, temas y actitudes relativas a la crisis actual, estos resultados fueron reportados en el Manual del MMPI). Los reactivos muestran considerable utilidad clinica cuando se usan como claves de evaluacién ante problemas especiales; en el MMPI-2 se han aumentado cuatro reactivos, al conjunto de reactivos de Estrés situacional debido a alcoholismo y al conjunto de Ideacién de depresién suicida. Lachar y Wrobel (1979) desarrollaron otro grupo de RS para describir diferentes crisis-problema. Alrededor de las dos terceras partes de los reactivos de Koss-Butcher fueron reaplicados en el estudio de Lachar-Wrobel. Adicionalmente a los grupos utilizados, se crearon otros grupos de reactivos para evaluar diferentes areas. Los grupos de reactivos de Koss-Butcher y de Lachar-Wrobel se listan a continuacién. Grupo de Koss-Butcher, fueron seleccionados de acuerdo con su relacién em- pfrica con situaciones de crisis: + Estado de ansiedad. * Ideacién de depresién suicida. 156.7 ¢ interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 7) * Amenaza de ataque. + Estrés situacional debido al alcoholismo. + Confusién mental. * Ideas persecutorias. Grupo de Lachar-Wrobel, reactivos seleccionados sobre la base de sus relaciones empiricas con varias areas problema: + Actitud antisocial. + Conflictos familiares. * Sintomas somaticos. + Interés y desviacién sexual. + Ansiedad y tensi6n. + Alteraciones del suefio. * Problemas de ira. + Depresién y preocupacién. * Opiniones desviadas. + Abuso de sustancias. + Experiencia y pensamiento desviado. Los grupos de reactivos significativos aparecen en el apéndice D. A pesar de que los RS no son recientes, son grupos de reactivos del MMPI-2 que han originado pocas investigaciones acerca de su funcionamiento. Evans (1984) establecié los datos normativos de los grupos de RS de Lachar-Wrobel y de Koss- Butcher; en su estudio evalué las diferencias entre tres muestras: 123 individuos normales, 383 pacientes alcohdlicos internos y 567 pacientes psiquidtricos inter- nos. A pesar de que se encontraron diferencias significativas, éstas no fueron tan grandes como se esperaba, es decir, los grupos con patologfa avalaron mas reactivos significativos en comparacién con los normales. Greene (1980), por su parte, reporté que las mujeres calificaron més alto que los hombres, de manera consistente, en Ansiedad y tensién, y Depresién de Lachz Wrobel, mientras que sucedié lo contrario en Actitud antisocial, Pensamiento des- viado y Creencias desviadas de Lachar-Wrobel. Aronson y colaboradores (1996) evaluaron la relaci6n existente entre la edad y los grupos de RS del MMPI-2, en grupos de ancianos, de los que se obtuvieron 347 perfiles validos, de los cuales 20.7% tenfa problemas médicos, 11% psiquidtricos, 21% de abuso de alcohol o drogas, y el 41.2% presenté una mezcla de los anteriores. Los resul- tados obtenidos indican que los reactivos son clinicamente més significativos en la medida en que en edades avanzadas se encuentran respuestas de los grupos de RS, lo que sugiere que en las personas de mayor edad es mAs aceptable admitir las enfermeda- des fisicas, por la elevaci6n de las escalas Hs (1), D (2) ¢ Hi (3), mientras que es menos aceptable admitir las dificultades emocionales, que se reflejan en los RS. Ladd (1996), por su parte, llevé a cabo un estudio con el propésito de establecer normas para los RS del MMPI-2 en pacientes dependientes de sustancias. La tasa de © Editorial €! Manual Moderna Fotoortat so autorzaclén es un deo Escalas suplementarias 157 respuestas a los reactivos fue comparada con Ios resultados de estudios previos en los que se utiliz6 el MMPI original (Evans, 1984, 1984b; Greene, 1980) y evalué las relaciones entre los reactivos contestados y algunas variables demogréificas y diagnésticas. La muestra incluyé a 138 personas (98 hombres y 40 mujeres) admiti- das en un programa de rehabilitaci6n de 28 dias para el tratamiento de la dependencia a sustancias; de ello la mayoria fue diagnosticada como Dependencia al alcohol, y posteriormente se identificaron abuso o dependencia a més de una droga. Al comparar los resultados obtenidos con los del estudio de Evans, se encontré que las dos muestras difieren en el grupo de Ideacién de depresién suicida de Koss- Butcher, debido a que en la muestra de Ladd los hombres obtuvieron la aceptacién, con mayor frecuencia, de los reactivos en comparacién con la muestra de Evans: los resultados en la comparaci6n de las mujeres de ambos estudios es similar, ya que las del grupo de Ladd obtuvieron un mayor porcentaje de aprobacién en Amenaza de ataque de Koss-Butcher y un menor porcentaje en Problemas de ira y Abuso de sustancias de Lachar-Wrobel. Por otra parte, la edad se correlacioné negativamente con el ntimero de reactivos avalados en Actitudes antisociales de Lachar-Wrobel; la capacidad intelectual también se correlacion6 negativamente con la frecuencia de confirmacién de los reactivos de Ideas de persecucién de Koss-Butcher, Expe- riencia y pensamiento desviado y Alteraciones del suefio de Lachar-Wrobel. Con respecto al abuso de sustancias, la relacién significativa observada fue una correlacién positiva entre la dependencia a la cocafna y los reactivos de Actitudes antisociales de Lachar-Wrobel. Ladd observé que existe una correlacién negativa entre la edad y los reactivos de Actitudes antisociales, ya que en la medida en que la edad avanza, la probabilidad de aprobar dichos reactivos disminuye, lo cual es légico debido a que con la edad se disminuyen las acciones y conductas agresivas dirigidas hacia otras personas. Granoff (2000) empleé los reactivos significativos para diferenciar a indivi- duos del sexo masculino acusados de abuso infantil, de aquellos no acusados de tal delito, encontrando que varios grupos de escalas diferenciaban de manera efectiva. Bachna y colaboradores (1998) evaluaron la confiabilidad del MMPI-2 en pacien- tes amnésicos a partir de los reactivos significativos. Encontraron que los reactivos significativos proporcionan informacién confiable sobre los rasgos de personali- dad de pacientes amnésicos. En México se realiz6 una investigaci6n (Lucio, e al., 2002) en la que se evalué la capacidad descriptiva e interpretativa del MMPI-2 considerando las respuestas a los grupos de RS de Lachar-Wrobel y Koss-Butcher, con la finalidad de determinar su capacidad discriminativa entre dos muestras, una de pacientes adultos alcohéli- cos y personas no alcohélicas. Los resultados indican diferencias significativas entre los grupos de alcohélicos y no alcohélicos, en lo referente a los grupos de RS, especialmente en los siguientes: Abuso de sustancias, y al igual que en el estudio de Ladd (1996), los pacientes alcohélicos avalaron con mayor frecuencia los reactivos de los grupos Ideacién de depresi6n suicida, Actitudes antisociales y Con- flictos familiares. Por otra parte, los resultados de la muestra de pacientes alcohé- licos mexicanos obtuvieron puntuaciones mayores a las muestras de los estudios 158 F Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 7) de Ladd (1996) y Evans (1984) en los grupos Ansiedad y tensién, Opiniones des- viadas y Experiencia y pensamiento desviados. De acuerdo con los resultados obtenidos, se puede concluir que en los pacien- tes alcohdlicos mexicanos existe una mayor tendencia a presentar indicadores de conducta antisocial en comparacién con los no alcohélicos mexicanos; esto sugie- re que el consumo de bebidas alcohélicas puede incrementar los problemas socia- les, asf como los familiares, hecho que se corrobora con otras investigaciones, como la realizada por Le6n (1999), informacién analizada con mayor detalle en el capf- tulo 9. Los autores afirman que los RS del MMPI-2 son un complemento titil en el empleo de otras técnicas —como la entrevista— que permiten la obtencién de datos necesarios en la integraci6n del perfil psicolégico del individuo, ademas de ser un medio muy efectivo en la interpretacién de los indicadores arrojados por tales reactivos, asi como en la interpretacién de perfiles del MMPI-2 que resulten invlidos. Los reactivos son especialmente titiles en la entrevista de pacientes alco- hélicos que van a iniciar o estén renuentes al tratamiento pues, en general, estos pacientes son dificiles de entrevistar y utilizar los RS puede servir para motivarlos hacia el tratamiento. CASO ILUSTRATIVO A continuaci6n se presenta un caso para ilustrar como las escalas suplementarias afiaden datos para interpretar las escalas basicas y de contenido. Paciente: Joven de 23 afios de edad, Pérez. Escolaridad: Preparatoria. Motivo de consulta: El paciente es ocasionalmente muy agresivo en su casa, especialmente con el padre. No se ha adaptado a seguir estudiando. Se dedi- ca a actividades artfsticas y a trabajos eventuales, por lo que a los padres les preocupa que carece de una ocupacién mis estable. Los padres se han dado cuenta de que fuma marihuana y él lo acepta abiertamente. El Sr. Pérez dice que ha estado pensando seriamente en ponerse a estudiar y abandonar sus trabajos eventuales. Cree que realiz6 algunas de las actividades escolares con mucho éxito y, por tanto, podria retomar la escuela fécilmente si quisiera. No le preocupa fumar marihuana porque considera que ha sido capaz de evitar tomar otras drogas ms fuertes. Algo que sf le preocupa es que no tiene pareja y no ha podido tenerla en mucho tiempo. Las escalas de validez indican que el perfil del joven Pérez es valido, que reco- noce que tiene algunos sintomas y que desea recibir ayuda para remediarlos (F, Fp). pues considera que no tiene recursos para hacerlo por sf mismo (K) pero tam- bién acepta abiertamente algunas de sus fallas sociales (L). Escalas suplementarias 7 159 wer wuoteeeecenys TF otatey ney ar ET anv teenie an a tet os typ wom et Loose eet na ae :0pROIIED PP SARI wed ep a1 ved oR wo ope peta rugoecede op wio0y eof yore law 018g 1S SBOISEG SEIEOSO OP [od "|-L ean “owop un 89 upoemyOne ws rexdoooIey ouepouy enue 19 HOURS 160 7 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 7) 22 rane El pico del perfil es la escala 6 (T 75), lo cual sefiala que es un joven con tendencias paranoides, hipersensible en sus relaciones interpersonales y que utiliza la proyeccién como un mecanismo de defensa preponderante. Quizd se halle resen- tido con lo demés, especialmente con las figuras autoritarias, ya que la escala 4 también se encuentra elevada. Es importante mencionar que su conducta no es francamente psicotica. Tal vez piense que constantemente los demés lo rechazan sin percatarse que é1 mismo rechaza a los demés. Por otra parte, es probable que manifieste también sintomas de ansiedad, tensién y depresién, lo cual aparente- mente se contradice con que la escala 2 no esté elevada. La elevacién de la escala 8 muestra que el paciente es una persona poco con- vencional, con un estilo de vida diferente al de la mayorfa, que facilmente se siente rechazado e incomprendido por los otros. Su dificultad de adaptacién lo leva a aislarse, enojarse y mostrarse agresivo. Es una persona ansiosa, posiblemente inca- paz de expresar sus sentimientos y tiende a reaccionar ante el estrés abstrayéndose en fantasfas y ensofiaciones, de modo que quiz4 presente dificultad para separar la fantasia de 1a realidad. Los dems tal vez lo consideren necio, impulsivo ¢ inmadu- ro (tal como lo describen los padres). Tiene un pronéstico pobre en psicoterapia y se muestra renuente a establecer una relacién significativa con el terapeuta. La elevacién de la escala 9 sefiala que es un individuo activo y enérgico, con un amplio rango de intereses y que quiz prefiera la accin al pensamiento, pero que es capaz de encaminar su accién en forma inadecuada y no terminar los proyectos que se plantea. Tiende a experimentar problemas del estado de dnimo, como exaltacién 0 impulsividad. La relativa elevaci6n de la escala 6 indica también la presencia de importante tensién y ansiedad. Con respecto a las escalas de contenido, se observan elevaciones tanto en las que indican problemas internos, como en el 4rea de problemas generales y del control de la agresi6n. La escala de depresion (DEP) aclara que el joven se encuentra deprimido, ex- perimenta sentimientos de tristeza e incertidumbre, asf como desesperanza y vacfo interior. Es posible que piense que los demas no tienen interés en él y son incapaces de apoyarlo; por otra parte, la elevacién de la escala de ansiedad (ANS), aunque moderada, confirma sus sintomas de ansiedad y tensi6n. La alta puntuacién en la escala que mide el pensamiento delirante (DEL) confirma sus tendencias de tipo paranoide y algunos miedos especificos. Por otra parte, en lo que respecta al grupo de escalas de tendencias agresivas externas, la elevacién de ENJ indica que presen- ta problemas de control del enojo, se considera a sf mismo como irritable y grufién, ademés de temperamental. Quiza Ilegue a perder el autocontrol y a dafiar fisica- mente a los objetos, en especial bajo los efectos de las drog: Las escalas de contenido indican también que su autoconcepto es negativo y que tiene una opinién pobre de si mismo, asf como poca confianza en sus capacidades. En cuanto al area de problemas generales, se observa elevada la escala de pro- blemas familiares (FAM), lo cual confirma sus desavenencias y pleitos con los miembros de su familia. Es posible que considere a algunos de sus familiares como desagradables y poco afectuosos. Escalas suplementarias J 161 es 078 Tera 2S PPI 1 ao uo ma os ews ow 9p BP OEM sad eo eet ed ona yneopes3—— pena pepe ‘uppeajde ao wuaeg ~~ spednog 88 ccna EN, caer onnuy pe euspay frum aeuapa KUN He essa s0 Benes op YT 9 eaRNEA onnnoswet No ne mom os Old W ole 1G “OpIUE|UOD 9p SeIBOSA OP Bed Z-L BAMBI “oye un sa unpexome us eho=o4 wapeUY MURLL 1 HOH (Capinilo 7) 162_7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol S601 a Teta 2 oor peDMLEDRS 89 NEAT CERO CUER LE Ls RINE ARC AEE EP PECs esp YMDErE nS ae “Seroiman — “wad 1p aA}, a “WN Opes) pep Pepuercosg veavan ‘seapapa Sejenee 8p [ied ugeae ep peg :ugoenag xem omel m, a * Tali = Claw ZAl9q US ‘SeUE\UEWOIdNS SejEDSO Op |YW8g “E=Z BAND jotieaién os un dato, (© Editorial El Manvel Moderna Foocociar sin Escalas suplemenarias J 163 La alta puntuaci6n de la escala de dificultades en el trabajo (DTR) sefiala con- ductas que provocan un desempefio laboral o escolar pobre; quizé experimente falta de concentraci6n, obsesividad, asi como dificultad para tomar decisiones. Es posible también que considere que hay falta de apoyo en su familia en cuanto a su eleccién vocacional y que él mismo se cuestione acerca de su eleccién. La escala de rechazo al tratamiento (RTR) confirma que es un sujeto al que le ser dificil involucrarse en el tratamiento, dado que no siente que pueda ser com- prendido ni ayudado. Sus problemas personales le resultan muy incémodos para discutirlos con alguien. En relacién con las escalas suplementarias, nuevamente la escala de ansiedad (A) no sélo corrobora esta caracterfstica y la tensidn que experimenta, sino que ademés nos sefiala que el St. Pérez quiz4 se encuentre experimentando un malestar generalizado, mismo que le hace sentir que necesita ayuda. La puntuaci6n baja en represién (R), confirma algunas de las caracteristicas relacionadas con la elevaci6n de la escala 9, pero ademas sugiere que es autoindul- gente, perspicaz y precavido. La puntuacién baja en Fyo confirma algunos de los datos obtenidos en la esca- la K, en el sentido de que este individuo tiene poces recursos psicolégicos para enfrentarse al estrés y las situaciones problemiticas, por lo que cl pronéstico con relacién al cambio no es positivo. El puntaje tan elevado en la escala de Mac-Andrew (34 en puntuacién natural, 81 en T) se asocia con problemas de adiccién y abuso de drogas. Esto sugiere también que se trata de una persona dispuesta a correr riesgos, que tiene problemas para concentrarse y problemas de conducta, Hasta cierto punto muestra que el pro- blema de adiccién de Juan es bastante serio. Esto lo confirma la escala de Predispo- sicién a problemas con las adicciones (PPA), en donde obtuvo una puntuacién T de 64, lo cual indica la posibilidad de que su problema de abuso de sustancias pueda estar relacionado con desadaptacién psicolégica. Mientras que en Ia escala de Re- conocimiento de las adicciones (RA) obtuvo una puntuacién T de 43, lo que seftala que no reconoce la gravedad de su problema. La puntuacién tan baja en la escala de Responsabilidad social (Rs) sefiala que Juan no esté dispuesto a asumir responsabilidades y tal vez no ha aceptado valores y normas sociales, por lo que no suele aceptar la responsabilidad de su comporta- miento. Es posible que, por tanto, debido a su tendencia a utilizar la proyeccién como defensa, tienda a culpar a los demas de lo que le pasa y que muestre un pobre sentido de responsabilidad ante su grupo. La puntuacién elevada de Desajuste profesional (Dpr) indica que es un estudian- te desadaptado, ineficiente, pesimista y angustiado, por lo que quiz sienta que la vida lo abruma. Las escalas de Género masculino y Género femenino (GM y GF) se encuentran en un margen de la normalidad, por fo que no requieren de interpretacién. Por otra parte, la elevacién de las escalas de estrés postraumatico (EPK y EPS) confirman los sintomas de tensién y ansiedad observados en otras escalas, pero sugieren, ademas, una gran confusién emocional y probables alteraciones del sue- fio. Es probable también que Juan sienta que ha perdido el control sobre sus emo- 164 © Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaol (Capitulo 7) ciones y sentimientos debido a las situaciones estresantes que ha vivido. Al hablar del motivo de consulta, Juan comenta que le afecté mucho una quiebra econémica y emocional que tuvo su padre. — BIBLIOGRAFIA Aaronson, A. L., Dent, O. B., Webb, J. T., Kline, C. D. (1996) Graying of the critical items: effects of aging on responding to MMPI-2 critical items. Journal of Personality Assessment, 66 (1), 169-176. Ampudia, A., Lucio, E., Durén, C. (2000). Bl uso del MMPI en poblacién mexicana de la tercera edad. Revista Iberoamericana de diagnéstico y evaluacién psicolégica, 9 (1), 115-128. 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Por tanto, estos ciertos tipos de cédigo estan asociados no sélo con las elevaciones del MMPI-2, sino también con ciertos correlatos de conductas que se obtienen a partir de otros tipos de informaci6n, por ejemplo, las historias clinicas, las descripciones que hacen los pacientes de sf mismos y las definiciones que hacen otras personas de los pacien- tes (p. ej., médicos 0 enfermeras encargadas de su cuidado). La tradici6n de interpretar los tipos de cédigo surge desde el MMPI original, sin embargo, no es conveniente utilizar los tipos de cédigo del MMPI original para interpretar los del MMPI-’ entre otras cosas porque las combinaciones de las escalas se obti 167 168 © Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 8) nen de diferente manera para el MMPI-2, dado que Jas puntuaciones T uniformes se obtienen de una manera diferente con la nueva versi6n de la prueba y los correlatos de las combinaciones del MMPI original probablemente no tienen la misma vali- dez para el MMPI-2. Las puntuaciones de las escalas esténdar del MMPI y el MMPI- 2 son bastante consistentes a pesar de estar basadas sobre las respuestas de diferen- tes participantes. Sin embargo, la necesidad de hacer que las puntuaciones T caigan en valores percentiles equivalentes a través de las escalas ha afectado un poco a algunos de los tipos de c6digo, en especial cuando se trata de los casos en que el perfil se define menos claramente. En EUA estos c6digos se han obtenido de bases de datos muy amplias, em- pleando un gran ntimero de personas, con datos también muy extensos. En general se ha visto que muchos de los hallazgos obtenidos en EUA son aplicables a los pacientes mexicanos, sin embargo esto no es siempre cierto, por lo que las autoras de esta obra le damos preferencia a los tipos de cédigo que se han obtenido de investigaciones Ievadas a cabo en México. La pertinencia de los tipos de cédigo derivados de investigaciones realizadas en EUA que se mencionarén aqui debe tomarse, por tanto, con las debidas reservas. Meehl (1954) fue el primero en demostrar que la interpretacién de los perfiles del MMPI utilizando tablas actuariales resultaba una estrategia mas poderosa que la interpretaci6n clinica, asimismo, mostré de manera convincente, que las predic- nes clinicas basadas en una combinaci6n automitica actuarial de datos para los tipos de cédigo resultaba més exacta que las interpretaciones “clinicas” o intuitivas basadas en los datos de las pruebas psicolégicas. Después de las recomendaciones de Meehl sobre la conveniencia de desarrollar un “recetario” actuarial como ayuda para la interpretacion rigurosa de la prueba, se hicieron muchas investigaciones empiricas. Uno de los discipulos de Meehl, Halbower (1955) demostré empiricamente que las correlaciones de comportamientos para las puntuaciones de las pruebas se podfan aplicar de manera exacta y objetiva a los casos nuevos que estuvieran de acuerdo con los criterios preestablecidos de la prueba. El argumento de Meehl (1955) sobre la fuerza del método actuarial y la demostracién empirica de que dichas predicciones generadas mec4nicamente eran muy precisas, influy6 en un gran ntimero de investigadores para que se desarrollaran “tablas actuariales” para la descripcién de la personalidad que utilizaron las escalas y cédigos de perfil del MMPI (p. ej., Arnold, 1970; Boerger, et al., 1974; Drake y Oetting, 1959; Fowler y Athey, 1971; Graham, 1973; Gynther, ef a/., 1973; Gynther, et al., 1972; Gynther, et al., 1972; Halbower, 1955; Kelly y King, 1978; Lewandowski y Graham, 1972; Marks y Seeman, 1963; Marks, ef al., 1974; Meikle y Gerritse, 1970; Warbin, e¢ al., 1972). La investigacién actuarial mas importante con el MMPI-2 es la que levaron a cabo Mc Nulty y colaboradores (1999). Las investigaciones empiricas sobre los patrones de los perfiles que se Nevaron a cabo durante los decenios de 1960-69 y 70-79 establecieron una base amplia para interpretar muchos de los tipos de cédigo del MMPI que, comiinmente, se encuen- tran en ambientes clinicos (Butcher y Williams, 1992). La documentacién sobre (© Editorial E1 Manuel Moderno Foiocopa: sn autorizacén es un elt, Tipos de cddigo F169 las investigaciones con respecto a los tipos de cédigo del MMPI se ha diseminado de manera extensa pero no est bien organizada para utilizarse clinicamente. Un tipo de cédigo se define por la escala o escalas mas elevadas del perfil esténdar y por su rango en términos de la elevacién. La mayor parte de las investi- gaciones empiricas sobre los tipos de cédigo han incluido solamente las escalas Hs, D, Hi, Dp, Pa, Pt, Es y Ma. Sin embargo, algunas de las investigaciones realizadas con poblaciones especiales, por ejemplo de estudiantes universitarios, han incluido otras escalas como la Mfy la Is (Kelly y King, 1978; Butcher, 1990). Las descripcio- nes de las conductas asociadas con los tipos de cédigo pueden aplicarse con con~ fianza a los individuos cuyo perfil est de acuerdo con el tipo de cédigo. El c6digo de un solo digito 0 “pico de perfil” es en el que solamente una de las escalas estdndar se encuentra dentro del rango de elevacién significativa. El tipo de cédigo de dos digitos, que es uno de los cddigos de perfiles més investigados, ocurre cuando dos de las escalas clinicas como 2 (D) y 4 (Dp) se encuentran elevadas hasta un rango significativo, es decir, que la puntuacién T de ambas escalas es igual 0 mayor aT 65; este tipo de cddigo podria definirse como el cédigo de dos digitos de 2-4/4-2. El cddigo de tres digitos que ha predominado en las investigaciones con varias poblaciones se da cuando tres de las escalas del perfil se elevan, por ejemplo, Jas elevaciones en las escalas clinicas 2 (D), 4 (Dp) y 7 (Pt) producen un cédigo de tres cifras, 2-4-7, perfil que a menudo se encuentra entre las personas que acuden a los programas de tratamiento para alcohol y drogas. El cédigo de cuatro digitos es poco comtin, aunque se ha investigado ampliamente, por ejemplo, el tipo 1-2-3-4 Gis, D, Hi, Dp) en ambientes médicos. No existe ninguna investigacién sobre cédi- gos de perfil en las que se encuentren elevaciones de més de cuatro escala: Hay dos reglas generales para determinar cudndo debe usarse el enfoque de tipo de cédigo en lugar del enfoque de escala por escala que se describié ante- riormente: 1) El perfil debe estar claramente definido (es decir, que dos 0 mas escalas Ieguen a tener la posibilidad de interpretacién de acuerdo con las defi- niciones que se presentan a continuacién). 2) Deben existir suficientes investiga- ciones sobre las descripciones de conductas relacionadas con este cédigo; para algunos cédigos, como el 2-6-9 (D, Pa, Ma), hay muy pocos descriptores empiri- cos que permiten proporcionar suficiente informacién con respecto a una perso- na. Si un cédigo no es frecuente, deber4 seguirse la estrategia de la interpretacion de escala por escala. En general, aunque existan técnicas de andlisis estadistico muy variadas que podrfan proporcionar muchas estrategias para la investigacién, andlisis de los datos y clasificacién precisa de los diversos individuos, no han resultado un medio ade- cuado de agrupar los perfiles en la practica clinica. Dichos procedimientos resultan un tanto estorbosos para emplearse en determinados ambientes y las investigacio- nes no han demostrado que proporcionen un esquema de clasificacién mas preciso que los tipos de cédigo en sf, que resultan muy practicos en la clinica. En general, los tipos de cédigo pueden ser no slo més eficientes para usarse qlie las técnicas muy sofisticadas, sino que tal vez puedan resumir mejor los elementos importantes de un perfil dado. 170 7 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaol (Capinuilo 8) ee ee Las primeras aproximaciones para interpretar el MMPI por medio del tipo de cédigo no tomaron en cuenta la medida en que el tipo de cédigo estaba definido. La definiciGn se refiere a la diferencia entre las puntuaciones de las escalas que se inclu- yen en el tipo de cédigo y las que no estan en él. Es importante tomar en cuenta la diferencia en el nivel de puntuacién T entre la tiltima escala que se incluye en el c6digo (es decir, la mas baja del c6digo) y la siguiente escala clinica en el perfil. Por ejemplo, para un cédigo de dos escalas se debe examinar la diferencia en la puntua- cién T entre la segunda y la tercera escala; para un cédigo de tres escalas es preciso examinar la diferencia de puntuacién T entre la tercera y la cuarta escala, ya que pequefias diferencias entre las puntuaciones no son significativas. Dado que las esca- las clfnicas no son totalmente confiables y los errores de medida estdndar, diferencias de menos de 5 puntos, no deben considerarse significativas (Graham, et al., 1991). En vista de lo anterior, Graham y Butcher sugieren que la interpretacién por tipo de cédigo debe restringirse a cédigos bien definidos, es decir, a aquellos en los que hay al menos una diferencia de 5 puntos entre las escalas que se incluyen en el tipo de cédigo y las que no se incluyen, Por otra parte es importante considerar también que los cédigos bien definidos son estables aunque se omitan hasta 30 reactivos, mientras que los cédigos que no estén bien definidos pueden variar con la omisi6n de tan s6lo 10 reactivos (Berry, ef al., 1997). Es obvio que, no todos los protocolos del MMPI-2 tienen un cédigo bien definido y en esos casos el enfoque interpretative debe ser de escala por escala. Los niveles de las puntuaciones de las escalas que entran en el cédigo han sido considerados de diferente manera. Algunas veces los niveles de elevacién de las escalas no se toman en cuenta. Por ejemplo, la interpretacién del cédigo 3-1/1-3 resulta similar ya sea que la elevacién de las escalas caiga en un rango menor de 70 0 en uno mayor a 90. En otras ocasiones el tipo de c6digo se interpreta slo cuando la clevacién de las escalas es superior a T 70 con el MMPI original o mayor a T 65 cuando se trata del MMPI-2, es decir, solamente cuando la elevacién de las escalas es significativa desde el punto de vista clinico. Graham (2000) considera que la interpretaci6n de los c6digos bien definidos es valida, independientemente del nivel de puntuacién de las escalas de los tipos de cédigo. Excepto con una salvedad, cuando las escalas no estan elevadas sélo se aplican los descriptores asociados con las caracterfsticas de la personalidad, pero no los vinculados con los sintomas. A medida que se toman en cuenta mas aspectos del perfil del MMPI-2 para determinar los tipos de c6digo, mas se pareceran las personas que lo tienen. Butcher y Williams (1992) estiman que la elevacién de las escalas en el tipo de cédigo proporciona una estimacién confiable de la posibilidad de que las correla- ciones empfricas se apliquen al caso. Mientras mds alta sea la elevacién de la esca- la, mayor es la confianza de que el patrén del prototipo esta de acuerdo con el de la persona. Segiin estos autores, conviene recordar que los descriptores empfricos con respecto a los tipos de cédigo son pocos, tanto para el MMPI-2 como para el MMPI original. No se han estudiado ni descrito empfricamente suficientes tipos de cédigo para clasificar toda la diversidad de los perfiles obtenidos por los clinicos. Ademés, © EdtoriolE! Manual Moderna Folocoper sn eutarizacén es un det, Tipos de algunos dmbitos donde se usa ampliamente el MMPI-2 no estan bien representa dos en la documentacién que existe sobre las investigaciones para definir y descri- bir los tipos de cédigo del MMPI-2. Aunque los tipos de c6digo han resultado valiosos para interpretar el MMPI y el MMPI-2, una cantidad considerable de informacién también valiosa se puede obtener en cuanto al perfil del MMPI de, por ejemplo las escalas Is, A-MAC, PAS o las escalas de contenido del MMPI-2. En consecuencia, en lugar de limitar la informacion de la documentacién que existe en cuanto a los tipos de cédigo del MMPI, se podrfan usar las descripciones de los tipos de cédigo como un “esque- ma” que puede complementarse con otra informacién basada en el MMPI-2. Butcher y Williams (1992) sugieren que la informacién proveniente de los correlatos empiricos de los tipos de cédigo puede organizarse en tres apartados: 1) sintomas, 2) caracterfsticas de personalidad e 3) hipdtesis y predisposiciones. A continuacién se describen los tipos de cédigo mis frecuentemente encontra- dos en las investigaciones realizadas en EUA. Estas descripciones se basan en cier- ta medida en las hechas por Butcher y Williams (1992) y Graham (2000). CODIGOS DE DOS ESCALAS TIPO DE CODIGO 1-2/2-1 Es probable que los pacientes con este cédigo presenten problemas somaticos im- portantes o dolores crénicos y se quejen de estar mal fisicamente, aunque no exista evidencia clinica de que exista una base orgénica para sus sintomas. Estas personas se preocupan demasiado por su salud, las funciones del cuerpo y resienten hasta la menor disfuncién fisica. Es comtin que tengan sintomas somaticos en relacién con el sistema digestivo, ya que informan sentirse débiles, fatigados y mareados. En este tipo de pacientes las tilceras llegan a ser comunes y es posible que se presente anorexia, vémito y nduseas. Se manifiestan ansiosos, tensos, nerviosos, inquietos, disféricos, melancélicos y desdichados. No muestran iniciativa; tal vez informen que se sienten deprimidos, retracci6n y aislamiento. Es comtin que tengan dudas acerca de su habilidad, que sean indecisos aun en los asuntos sin importancia. Pro- bablemente sean hipersensibles. Tienden a reaccionar con sfntomas fisicos ante el estrés y se resisten a reconocer el origen emocional de sus s{ntomas. A los individuos con este tipo de perfil se les considera cohibidos, introvertidos y timidos en situaciones sociales. Pueden ser pasivo-dependientes y guardar resentimien- to a quienes consideran que no les ofrecen suficiente atencién ni apoyo emocional. Quienes poseen este perfil probablemente hagan uso excesivo del alcohol o drogas prescritas como mecanismo para reducir la tensién. Generalmente, se les diagnostica neurosis (hipocondrfaca, de ansiedad o depresiva), asimismo, tienen un pronéstico pobre para la psicoterapia tradicional. Llegan a tolerar niveles muy 172_@ Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 8) altos de molestia antes de motivarse para el cambio y se resisten a creer las inter- pretaciones psicoldgicas de sus sfntomas. Tienden a usar la represién y soma- tizacién como mecanismos de defensa. Les hace falta insight, comprensién de sf mismos y suelen resistirse a responsabilizarse de su propio comportamiento. Los logros obtenidos con el tratamiento, si es que ocurren, son cambios sintomaticos de corta duracién. TIPO DE CODIGO 1-3/3-1 Aquellos que presentan este tipo de cédigo tienden a presentar quejas fisicas vagas, que quiz4 aumenten bajo el esirés y desaparezcan cuando éste disminuye. General- mente no hay ansiedad ni depresién graves; probablemente dichas personas funcio- nen con un nivel de eficiencia reducido. Son individuos que prefieren explicaciones médicas con relacién a sus sintomas y tienden a resistirse a aceptar interpretacio- nes psicolégicas, asimismo, niegan y racionalizan sus fallas y se les considera con poco insight sobre sus dificultades. Se perciben a s{ mismos como normales, responsables y sin fallas, no sienten preocupacién por sus sintomas y problemas; son demasiado optimistas e ingenua- mente ilusorios. Este tipo de cédigo llega a presentarse también en personas que tienen una enfermedad ffsica real y asociarse también con una histeria conversiva. El cédigo 1-3/3-1 fue el mas frecuente en un estudio de pacientes mujeres con dermatitis realizado en México (Lucio, ef al., 1999); en otro estudio de pacientes mujeres con lupus también se le encontré como la combinacién més frecuente. Este tipo de perfil es m4s comtin en las mujeres y en las personas mayores que en los mas jévenes. Quienes presentan el cédigo 1-3/3-1 tienden a ser inmaduros, egocéntricos y egoistas, por lo que también pueden ser muy narcisistas. Se les considera pasivos y dependientes, y quiza estén inseguros si no obtienen la gran atenci6n y simpatfa que necesitan. Suele considerérseles sociables y extrovertidos, pero sus relaciones son tipicamente superficiales, parecen preocupados y en realidad no se involucran con los demas. A veces es claro que existen ganancias secundarias asociadas con las quejas fisicas de estas personas. En el Ambito de las relaciones sociales son manipuladores, carecen de habilidad para relacionarse con el sexo opuesto y tien- den a presentar inclinaciones heterosexuales reducidas. Los individuos con este perfil clinico posiblemente muestren resentimien- to y hostilidad hacia quienes ellos consideran que no les ofrecen suficiente atencién y apoyo, ya que sienten que son tratados injustamente por la vida. Se les considera sobrecontrolados y pasivo-agresivos en sus relaciones. Quiz tengan arrebatos de ira ocasionales; por lo general son convencionales y conformistas en sus actitudes y creencias. A las personas con este patron frecuentemente se les diagnostican desérdenes psicofisiolégicos o de ansiedad, como alteraciones de conversién 0 de dolores psicogénicos. No es probable que estén motivados para recibir psicoterapia; tal vez utoriaaclén os un dato © EdtoralE! Manual Madero Fotoopat sh Tipos de codigo F173 acepten hablar de sus sfntomas o problemas mientras no se toque el tema de sus quejas fisicas. Comiinmente esperan obtener respuestas definidas y sencillas que solucionen sus problemas; es probable que pongan fin a su terapia de manera pre- matura cuando el terapeuta no responde a sus exigencias. Aunque a veces sus pre- ocupaciones corporales Iegan a ser extrafias, en general sus sintomas no se confunden con sintomas psicsticos. TIPO DE CODIGO 1-4/4-1 Este tipo de cédigo es menos comtin que los anteriores y se le encuentra més a menudo en los varones que en las mujeres. Es probable que en Jas personas con este tipo de cédigo se observen sintomas hipocondriacos severos, en especial dolo- res de cabeza. Se considera a quienes presentan este patrén como indecisos y an- siosos; es posible que sean socialmente extrovertidos pero que tengan poca habili- dad para relacionarse con el sexo opuesto. Quiza se rebelen contra sus padres y ambiente familiar pero no expresan estos sentimientos de manera abierta; proba- blemente estén poco satisfechos con ellos mismos y sean pesimistas, exigentes y repelones. ‘Tanto hombres como mujeres Ilegan a presentar problemas de personalidad como el punto medular de sus conflictos, asimismo, es posible que su comporta- miento exhibicionista y sus juicios sean problemas centrales con respecto a su falta de adaptacién. Los individuos con este perfil clinico probablemente hagan uso excesivo del alcohol, sean poco objetivos con respecto al medio ambiente y las personas que les rodean, y tengan problemas para mantener su trabajo o actividad productiva, Es frecuente que no tengan metas ni motivaci6n definidas. A menudo se les considera resistentes a la psicoterapia tradicional porque tienden a negar la naturaleza emo- cional de sus problemas; sus sintomas fisicos son crénicos por lo que resulta poco probable que haya cambios. TIPO DE CODIGO 1-8/8-1 Los individuos con el tipo de c6digo 1-8/8-1 suelen presentar problemas psicolégi- desde tiempo atras, Probablemente tengan sentimientos de hostilidad y agre- si6n que no han podido expresar de manera moderada y bien adaptada; a menudo, © estn inhibidos y completamente encerrados en si mismos, o son demasiado be- licosos y rudos. Se caracterizan por sentirse desdichados, deprimidos y aturdidos. Muchos individuos con este tipo de perfil demuestran muy poco su afecto. En este tipo de cédigo los sintomas fisicos pueden constituir una defensa contra la emer- gencia de sintomas psicéticos francos. En algunas ocasiones se pueden presentar preocupaciones francas con relacién al esquema corporal; estas personas Ilegan a mostrar pensamiento confuso y dificultades para concentrarse. cos 174_C Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 8) En el patron de sintomas de estos individuos es factible que se presenten como factores significativos caracteristicas de personalidad de mucho tiempo atras. Estas personas informan sentirse socialmente desadaptados y que no confian en los dems; son retraidos y aislados y quiz4 reporten que llevan una vida de tipo errante. A algunos individuos con este perfil se les diagnostica esquizofrenia. Tienen quejas somaticas extrafias que dificultan el tratamiento. Algunos pacientes con problemas médicos que presentan este tipo de perfil no son esquizofrénicos, pero muestran sintomas incurables graves, crénicos y poco usuales. Cuando se pre- senta el tipo de cédigo 1-8/8-1 y no existen indicadores de psicosis obvios es importante hacer una evaluacién cuidadosa del paciente pues es posible que esté en inicio un proceso de desintegracién de la personalidad debido a Jos mecanis- mos de defensa tan regresivos que se utilizan en estos casos. Posiblemente resulte de ayuda para este caso el evaluar las preocupaciones de la persona relacionadas con su esquema corporal. TIPO DE CODIGO 1-9/9-1 Quienes tienen este tipo de perfil suelen presentar angustia extrema; probablemen- te informen que sienten ansiedad, tensidn, inquietud y tengan quejas somiticas. Las personas con este patrén se tornan agresivas y belicosas si se minimizan sus problemas somaticos. Algunos individuos con este perfil son ambiciosos y poseen gran fortaleza, pero tienden a carecer de metas claras y a frustrarse por no tener la habilidad para Iegar a un alto nivel en lo que pretenden. Existen indicaciones someras de que estas personas tienen un estilo de perso- nalidad pasivo-dependiente pero que procuran negar que experimentan problemas de personalidad. Algunos de estos pacientes se describen como felices y confiados en si mismos, a pesar de lo que los demés piensen. Es factible que los individuos con este tipo de cédigo se resistan a aceptar explicaciones psicolégicas con respecto a los problemas médicos que perciben. Este tipo de c6digo puede encontrarse en personas con dafio cerebral que tienen dificultades para hacer frente a deficiencias fisicas; sin embargo, no debe utilizarse para diagnosticar dafio cerebral. TIPO DE CODIGO 2-3/3-2 Generalmente, los individuos con este cédigo no experimentan ansiedad que los in- capacite, pero informan que se sienten nerviosos, tensos, preocupados tristes y depri- midos. Suelen expresar sintomas somaticos como fatiga, agotamiento, debilidad fisi- ca 0 quejas gastrointestinales; quiz presentan también alteraciones del suefio. Los individuos con este patrén tienden a no manifestar interés en la vida ni a sentirse involucrados en ella; informan que no han podido “empezar.” Su actividad fisica es decreciente. Debido a sus tendencias depresivas, Ilegan a presentar ideas suicidas. © Editors! Et Manual Moderne Fotacepia sin autzaciés 6s un dato, Los individuos con este perfil parecen pasivos, déciles y dependientes. Tie- hen antecedentes de presentar dudas constantes, desadaptaci6n, inseguridad y desamparo con respecto a si mismos. Buscan situaciones que requieren de res- ponsabilidad, pero les presiona demasiado el estrés que esto conlleva. Mani- fiestan comportamientos que hacen que los demas los tomen en cuenta, pero piensan que nunca obtienen el reconocimiento adecuado por lo que han logra- do. Debido a su susceptibilidad, se sienten lastimados hasta por la menor criti- ca. Estas personas estan motivadas para competir con los demés y buscan so- bresalir, sin embargo, evitan la competencia directa por temor al fracaso. Tien- den a ser sobrecontrolados, incapaces de expresar sus sentimientos, se sienten “encerrados en ellos mismos”, niegan tener impulsos inaceptables, evitan involucrarse socialmente y se sienten especialmente incémodos cuando hay personas del sexo opuesto. Posiblemente estén desadaptados sexualmente y presenten frigidez o impotencia. A los individuos con el tipo de cédigo 2-3/3-2 por lo general se les diagnostica un trastomno depresivo. Tienden a responder a la psicoterapia de manera inadecua- da y parecen carecer de habilidad de introspeccidn. No tienen una vision clara de sf mismos y se resisten a las explicaciones psicolégicas de sus problemas. Asimismo, tienden a funcionar en un nivel de eficiencia reducido durante periodos largos y parecen tolerar mucha infelicidad sin buscar un cambio de comportamiento. Paré- ce que sienten el impulso de tener éxito, pero temen entrar en situaciones competi- tivas; sienten que deben aumentar sus responsabilidades en la vida pero les atemo- la presién que esto conlleva. TIPO DE CODIGO 2-4/4-2 Las personas con este tipo de c6digo tienen antecedentes de problemas legales y de un comportamiento impulsivo. Tienen la inclinacién a no conseguir el control de sus impulsos, por lo que se meten en dificultades con los demas. Muestran poco respeto en relaci6n con las costumbres y valores sociales establecidos, y tienden a presentar conductas de tipo acting out tal vez. tomando bebidas alcohélicas en exceso. Reaccio- nan ante el estrés bebiendo en forma excesiva 0 consumiendo “rogas, por lo que es posible que tengan problemas con la ley 0 con Ia familia debido a su ingesta de alcohol o drogas. Quizé aparenten estar frustrades por no haber logrado gran cosa y se muestren resentidos por las exigencias de los demas. Después de haber tenido conductas de exhibicionismo (acting out) quiz4 se sientan culpables y manifiesten estar arrepentidos, pero no son sinceros con respecto a cambiar sus actitudes, Cuando la escala 2 es mas elevada que la 4 el pronéstico puede ser mejor, dado que la elevacién de esta tiltima puede ser un indicador de rasgos psicopaticos; cuando esto sucede es muy importante observar cuales son las escalas de contenido que se encuentran elevadas, por ejemplo, advertir si se trata de la de Problemas familiares © la de Practicas antisociales. Es posible que estas personas s6lo busquen ayuda después de tener problemas con su familia y con la ley, y que su depresién se deba 176 OF Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 8) a que se sientan frustrados por no haber logrado lo que se proponfan y no tanto a un reconocimiento de sus problemas. Los individuos con cédigo 2-4/4-2 quiza parezcan sociables y abiertos, lo que causa una impresién favorable al principio. No obstante, tienden a manipular a los demas y a la larga manifiestan caracteristicas de personalidad mal adaptada. Cau- san resentimientos en las relaciones de larga duraci6n. Bajo una fachada de compe- tencia y seguridad en sf mismos, estos individuos en realidad tal vez sean demasia- do inhibidos y estar insatisfechos de sf mismos. De manera caracteristica, son per- sonas pasivo-dependientes. Es posible que tengan ideas suicidas, inclusive que lleguen a planearlas y que intenten Ilevarlas a cabo (en especial si las dos escalas estan muy elevadas). Algu- nas de estas personas que intentan suicidarse quiz4 lo hagan pensando en que los dems se sientan culpables. Los individuos con este perfil clinico tal vez digan que necesitan ayuda y que desean cambiar, pero el pronéstico para el cambio psicoterapéutico es pobre. Cuando la escala 4 es més elevada que la 2 es posible que la persona tenga una comprensién intelectual de sus problemas, misma que le comunique al psicoterapeuta para manipularlo pero que, en realidad, no tengan un verdadero deseo de cambio. Es probable que pongan fin a la terapia de manera prematura cuando baje el estrés que sienten o al dejar de existir las presiones en el ambiente o en sus dificultades legales. El diagnéstico de desorden de la personali- dad esta frecuentemente asociado con este tipo de cédigo. TIPO DE CODIGO 2-7/7-2 Quienes entran en esta categorfa se muestran ansiosos, tensos, nerviosos y depri- midos. Informan que se sienten desdichados y tristes, y tienden a preocuparse en exceso; se sienten vulnerables con respecto a amenazas tanto reales como imagina- rias y, por lo general, anticipan sus problemas antes de que ocurran reaccionando de manera exagerada incluso a las tensiones menores como si se tratara de catdstro- fes mayores. Suelen presentar quejas somiticas, como pérdida de peso, anorexia, insomnio 0 dolores en el corazén (esto debido a que llegan a presentar problemas cardiovascu- lares relacionados con la tensién constante que experimentan). Ademés son lentos, hablan de manera pausada y sus procesos de pensamiento son torpes; por sus ca- racteristicas depresivas pueden presentar pérdida de energfa e ideacidn suicida. Tienen disposicion a ponerse melancélicos y a cavilar en exceso. Cuando ocurre este tipo de combinacién el clinico debe evaluar con cuidado las respuestas de la persona a los reactivos 150, 506, 520 y 524. ‘Aquellos que entran en esta categoria tal vez muestren una gran necesidad de lograr algo que se les reconozea y esperan mucho, tanto de sf mismos como de los demés. Probablemente se sientan culpables cuando no logran alcanzar sus metas. Tipicamente tienen actitudes perfeccionistas y antecedentes de ser escrupulosos. Quizé sean excesivamente religiosos y moralistas. i : i : Tipos de cédigo 9 177 Los individuos que presentan este tipo de perfil parecen déciles y pasivo-de- pendientes en sus relaciones con los demas. Informan que tienen problemas para imponerse. Por lo general muestran capacidad para formar vinculos emocionales profundos y tienden a apoyarse en las demas personas en un grado excesivo. Nece- sitan la simpatfa de los otros; durante tiempo atras se han sentido inadecuados, inseguros e inferiores. Tienden a ser intrapunitivos cuando se trata de impulsos agresivos. La depresién, la ansiedad y la autodevaluacién fueron las principales caracteristicas que Graham y colaboradores (1999) encontraron en un grupo de pacientes de Ohio que presentaban este tipo de cédigo. Generalmente, a los individuos con el tipo de c6digo 2-7/7-2 se les diagnostica depresién, son considerados como obsesivo-compulsivos 0 con desdrdenes de an- siedad. Suelen estar motivados para la psicoterapia y permanecen en dicho proceso durante mas tiempo que otros pacientes. Tienden a ser un poco pesimistas con relacién a superar sus problemas y son indecisos y rigidos en su manera de pensar; esta forma de pensar negativa llega a interferir en la soluci6n de sus problemas. Sin embargo, mejoran si reciben tratamiento psicoterapéutico (Meresman, 1992). En ocasiones estan tan tensos y angustiados que precisan tratamiento farmacolégico. Tales caracteristicas se encuentran tanto en hombres como en mujeres El tipo de cédigo 2-7/7-2 fue la combinacidn que se encontré con mayor fre- cuencia en un grupo de pacientes con colon irritable, lo que confirmé el componen- te ansioso-depresivo de estos pacientes y la necesidad de que recibieran tratamien- to psicoterapéutico. TIPO DE CODIGO 2-8/8-2 Los individuos con este patron se muestran ansiosos, agitados, tensos y sobresal- tados. A menudo informan alteraciones del suefio y expresan que no logran con- centrarse. Su cuadro clinico se caracteriza por perturbaciones afectivas y sinto- mas somaticos. A menudo se les considera deprimidos, su discurso es parsimo- nioso, de bajo volumen y su pensamiento es lento. Llegan a mostrarse Ilorosos y emotivos en las entrevistas, pero se les considera caracterfsticamente apaticos € indiferentes. Se observa que tienen problemas con el enojo y con las relaciones interperso- nales. Indican que a menudo son olvidadizos, se sienten confundidos e ineficientes para cumplir con sus responsabilidades. Los dems tal vez consideren que piensan y resuelven las cosas de manera poco original y estereotipada. Tienden a subesti- mar la seriedad de los problemas y a observarlos desde un punto de visto personal poco realista. Son demasiado susceptibles con respecto a las reacciones de los de- més, se manifiestan suspicaces acerca de las motivaciones que puedan tener las otras personas y tal vez tengan antecedentes de haber sido lastimados emocional- mente. Temen ser lastimados y evitan relaciones interpersonales intimas; es comtin que presenten sentimientos de desesperanza ¢ inutilidad; incluso Hegan a observar- se procesos de disociacién cognoscitiva. 178 oF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 8) Quienes presentan el cédigo 8-2 tienen més probabilidades de experimentar un malestar grave y rasgos psicdticos que aquellos con el cédigo 2-8, en tanto que estos tiltimos tienen una depresi6n severa acompafiada de ansiedad y agitaci6n, por lo que expresan un temor importante a perder el control. De cualquier manera, si las dos escalas estan elevadas sugieren psicopatologfa grave. Las caracterfsticas de personalidad que presentan los individuos que obtienen este perfil incluyen el ser dependientes, poco impositivos, irritables y resentidos. A menudo temen perder el control sobre sus emociones. Tal vez nieguen que sienten impulsos, pero habré algunos periodos en que incurriran en acting out. Por lo gene- ral tienen sfntomas crénicos que los incapacitan; tienden a sentirse muy culpables y son punitivos con respecto a sf mismos. Es facil que exista desadaptacién grave entre los individuos con este tipo de perfil. Los diagnésticos que cominmente se dan a estas personas son: trastorno bipolar, esquizofrenia de tipo esquizoafectivo o trastornos graves de personalidad. A menudo estén preocupados, piensan en suicidarse y quiz tengan planes especf- ficos para hacerlo realmente, de modo que la probabilidad de riesgo suicida debe evaluarse de manera cuidadosa; en esta situaci6n es importante tomar en cuenta las respuestas a los reactivos 150, 506, 520 y 524. Las probabilidades de lograr una intervencién exitosa son limitadas debido a que estas personas se resisten a una interpretacién psicolégica de sus problemas. TIPO DE CODIGO 2-9/9-2 Los pacientes con este perfil probablemente sean egocéntricos y narcisistas, y tien- dan a sobrevalorarse; suelen decir que estan interesados en llegar a ser importantes pero en el fondo piensan que van a fracasar. Las personas j6venes con este patrén tal vez estén sufriendo una crisis de identidad. Desde el punto de vista sintomatico, estos individuos tal vez sean ansiosos, tensos y presenten quejas somaticas, en especial de tipo gastrointestinal. Algunos individuos con este patrén quiza no estén deprimidos en el momento que se aplica el inventario, pero poseen antecedentes de depresién grave. En EUA se encontré que algunas personas con este tipo de cédigo tendfan a abusar del alcohol para aliviar el estrés, sin embargo, en un estudio reali. zado en México (Le6n y Lucio, 1999) con varones alcohdlicos no se encontré que el 2-9/9-2 fuera un tipo de cédigo frecuente. Algunos individuos con este perfil pueden presentar un patron de negacién que en realidad cubre sentimientos de desadaptaci6n e inutilidad. Tienden a defenderse contra la depresién por medio de actividad excesiva. Es posible que estas personas tengan periodos alternos de gran actividad y fatiga. El diagnéstico més comtin en este caso es desorden bipolar; cuando este diagnéstico se confirma es importante utilizar ayuda farmacolégica. Algunas veces este perfil se encuentra entre pacientes con dafio cerebral que han perdido el con- trol 0 que hacen esfuerzos para cubrir las deficiencias con actividad excesiva. Sin embargo, no es posible utilizar este tipo de cédigo para diagnosticar dajfio cerebral. Tipos de cédigo 2 179 TIPO DE CODIGO 3-4/4-3 Quienes manifiestan este perfil padecen enojo crénico e intenso, quiz son impul- sos hostiles y agresivos, por lo que no consiguen expresar de manera apropiada sus sentimientos negativos. Las personas que presentan este patrén en sus puntuacio- nes del MMPI tienen problemas para controlarse, tienden a experimentar periodos breves de exhibicionismo (acting out) violento y agresivo, asimismo, ignoran el origen de este comportamiento agresivo y sus consecuencias. Ademés, tienden a ser extrapunitivos, pero no consideran su propio comportamiento como proble- miético, pues culpan a los demis de lo que les sucede. Los prisioneros con este tipo de cédigo tienen antecedentes de crimenes violentos. Las personas con este perfil clinico probablemente no muestran ansiedad ni depresion que los incapacite, pero en cambio expresan quejas somaticas. Los tras- tornos ocasionales parecen no tener relacién directa con estrés externo; la desadap- tacién sexual y la promiscuidad resultan comunes entre estos individuos. Los individuos con el tipo de cédigo 3-4/4-3 presentan sentimientos de host dad muy arraigados hacia los miembros de la familia, desde tiempo atrés. Tienden a exigir la atencién y la aprobacién de los dems; son muy susceptibles al rechazo y se vuelven hostiles cuando se les critica, Aunque exteriormente pueden mos- warse conformes, interiormente son rebeldes. Si ambas escalas estén muy eleva- das, las personas Ilegan a presentar fallas de juicio. Algunos sujetos con este tipo de cédigo, en especial cuando la escala 4 sobrepasa a la 3, abusan del alcohol o de otras sustancias. Después de presentar periodos de acting out, los individuos con este perfil pueden tener pensamientos 0 acciones suicidas. Los diagnésticos m4s comunes para este tipo de cédigo son los de personalidad pasivo-agresiva o emocionalmente inestable. Muchas veces expresan su agresi6n en forma pasiva, pero insistente, por Jo que es factible que ello les ocasione problemas con los demés; esa es la raz6n por la que muchas de estas personas tienen conflictos con su familia o con su pareja; cuando la escala 5 esta también elevada en varones, es probable que teman ser homosexuales, sin haber presentado conducta homosexual. g : & 8 TIPO DE CODIGO 3-6/6-3 Estos individuos no parecen incapacitados por sus problemas, aunque quiz mani- fiesten tensién moderada, ansiedad y quejas fisicas. Probablemente no se den cuenta de sus sentimientos hostiles, pero pueden ser desafiantes, poco cooperadores y dificiles en su trato; a veces parecen suspicaces y resentidos. Niegan su suspicacia y hostilidad, aunque ésta sea obvia para los que les rodean. Las personas con este patr6n tal vez sean egocéntricas y narcisistas, por lo que tienden a negar que tienen problemas psicolégicos serios. Quienes manifiestan este cddigo tienden a conservar sentimientos profundos cré- nicos hostiles con respecto a los miembros de su familia y a las personas que estén © Editoral £1 Manual Moderno Fotocopir sin cu 180. 1 Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 8) cerca de ellos. No expresan con facilidad sus sentimientos negativos; encuentran siempre una justificacién para lo que hacen y culpan a los demas de su conducta. Las personas con un perfil de esta configuracién tienen actitudes ingenuas ha- cia los demas y a veces parecen poco inteligentes. Niegan cualquier interpretacién psicolégica acerca de sus problemas. Debe evaluarse la posibilidad de rasgos paranoides y psicdticos cuando se presente esta combinacién. TIPO DE CODIGO 3-8/8-3 Las personas con este tipo de cédigo muestran trastornos psicolégicos que inclu- yen ansiedad, tensién, nerviosismo y temores, asimismo, Ilegan a manifestar fobias. ‘A pesar de tener una expresi6n sonriente tal vez presenten sintomas de depresién y sentimientos de desesperacién. Les caracteriza la falta de decisién, aun cuando se trate de cosas sin importancia y pueden expresar una gran variedad de quejas fisi- cas, las cuales dan la apariencia de ser vagas y evasivas. También es factible que manifiesten des6rdenes de pensamiento, problemas para concentrarse, lagunas de memoria, ideas poco usuales y poco convencionales; ademas ideas desarticuladas y cavilaciones obsesivas, asi como ilusiones, alucinaciones y discurso irrelevante e incoherente. En general experimentan malestares significativos, aun cuando se es fuercen por negarlo. Debe evaluarse la posibilidad de una alteracién del pensa- miento cuando se presenta este tipo de cédigo. Es probable que los individuos con este patron sean inmaduros y dependientes. Quiz4 muestren una gran necesidad de atencién y afecto. Su comportamiento interpersonal puede ser intrapunitivo. Las personas que presentan este patrén pueden ser consideradas como apiti- cas, pesimistas y poco involucradas activamente o interesadas en las tareas cotidia- nas; esta apatia tiende a limitar los esfuerzos de la rehabilitaci6n. Probablemente no resulte efectiva la terapia orientada hacia la comprensién de sf mismos, pues la forma en que enfocan sus problemas parece poco original y estereotipada. El diag- néstico mas comtin para estos individuos es esquizofrenia y tienden a responder mejor a la terapia de apoyo. TIPO DE CODIGO 4-6/6-4 Es probable que los individuos con este tipo de cédigo sean inmaduros, narcisistas e indulgentes con ellos mismos, caracterizados por hacer demandas excesivas y poco realistas en sus relaciones con los demas, asimismo, buscan atencin y sim- patia; por lo general sospechan de los demas y resienten que se les exija algo. Los problemas en las relaciones con otros son caracterfsticos de sus conflictos psicolé- gicos, en especial cuando éstos involucran a personas del sexo opuesto. Las mujeres con este tipo de cédigo quiz4 se identifiquen en forma excesiva con el rol tradicio- nal femenino y dependan en forma importante de los hombres. © Editorial EI Manual Moderno Fotocopa sin autorzecin es un dele. Tipos de cédigo J 181 En general, tanto hombres como mujeres desconfian de los motivos de los demis y tienden a evitar involucrarse emocionalmente de manera profunda. A me- nudo sé les considera irritables, malhumorados, personas que les gusta discutir, que se muestran odiosas y resentidas con las autoridades. Los pacientes psiquiatri- cos con este tipo de cédigo tienen historias de abuso de alcohol. Este fue uno de los tipos de c6digo mas frecuente en los alcohélicos en México. Los problemas de personalidad en cuanto a la adaptacién son comunes entre los individuos con este tipo de perfil. A algunos sujetos con este patrén se les con- sidera pasivo-dependientes. A menudo se caracterizan por hostilidad y enojo repri- midos; quiz4 externen culpa por su enojo, pero en realidad tienden a culpar a los demés de lo que les pasa. Es probable que los individuos que presentan perfiles con esta configuracién nieguen tener problemas psicolégicos y culpen a los demas por lo mismo. No lo- gran aceptar la responsabilidad con respecto a su propio comportamiento y se valo- ran a sf mismos de manera poco realista y grandiosa; es por ello que suelen tener historias de fracaso en el trabajo. Se les considera poco receptivos con respecto a la psicoterapia. Mas bien ellos desean que los demas y las circunstancias cambien y se ajusten a sus necesidades. El diagndstico tipico para el desorden de personalidad de las personas con este tipo de cédigo es el de personalidad pasivo-agresiva o paranoide, también reciben el diagndstico de esquizofrenia paranoide. TIPO DE CODIGO 4-7/7-4 Los individuos con cédigos de este tipo pueden presentar periodos alternos entre gran insensibilidad con respecto a las consecuencias de sus acciones y preocupa- cidn excesiva con respecto a los efectos de su comportamiento. Estas personas son un ejemplo de cierto tipo de paradoja, pues en este cédigo se encuentran elevadas dos escalas aparentemente antag6nicas pues, por una parte, la elevacién de la esca- la 4 indica insensibilidad ante las consecuencias sociales de la propia conducta, en tanto que una alta puntuaci6n en la escala 7 sugiere una excesiva preocupacion de las personas acerca de su conducta: sin embargo, este tipo de combinacién es rela- tivamente frecuente. Las personas con este tipo de cddigo tienen episodios en los que su comporta- miento es de acting out, seguido de sentimientos de culpa y censura de sf mismos: sin embargo, esto no impide que manifieste acting out posteriormente. Es comtin que tengan quejas somiticas vagas, tensiones y fatiga. A menudo informan que se sienten exhaustos e incapaces de enfrentar los problemas que los rodean. Los sen- timientos de dependencia y su inseguridad personal dificultan su adaptacién, Estos individuos quiz respondan al apoyo y a la confianza que se les brinda en la terapia, pero es dificil que logren cambios de personalidad permanentes. Gene- ralmente, son tan inseguros que necesitan que con frecuencia les muestren confian- za acerca de su propia valia. Tal vez haya mejoria sintomitica en la psicoterapia de apoyo, pero es poco probable que se produzcan cambios a largo plazo. 182 7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 8) TIPO DE CODIGO 4-8/8-4 Quienes presentan este cédigo se caracterizan por tener problemas psicolégicos graves. Parecen no adaptarse bien a la sociedad y se les considera raros, peculiares, fuera de la norma y resentidos contra las autoridades. Es posible que adopten pun- tos de vista religiosos 0 politicos radicales y fuera de lo comin y, por tanto, se comporten de manera erritica e impredecible. Algunos individuos con este patrén se retraen en la fantasfa y se ponen furiosos como defensa para no ser lastimados. Probablemente tengan problemas para controlar sus impulsos, ademés se les considera enojones, irritables y resentidos. Tfpicamente acttian de manera exhibicionista (acting out) y antisocial. Algunos Ilegan a ser delincuentes, a tomar parte en actos criminales 0 a presentar desviaciones sexuales. Entre sus caracterfs- ticas se encuentran beber en exceso y utilizar drogas, ademas de estar obsesionados con el sexo. Este fue uno de los cédigos més frecuente en un grupo de alcohélicos mexicanos (Leén y Lucio, 1999). Estas personas temen no ser capaces de realizar actos sexuales o quizé leven a cabo ciertos actos en situaciones antisociales para demostrar que estan adaptados. Ven al mundo como amenazante y rechazador, por lo que en el ambito social pue- den ser retrafdos y aislados. Este es un cédigo relativamente frecuente entre viola~ dores y se encuentra también en delincuentes que han cometido actos violentos. En el estudio Hevado a cabo por Graham y colaboradores (1999) los pacientes que presentaban este tipo de c6édigo se caracterizaban por alucinaciones, trastornos del pensamiento y tendencias paranoides. Algunos individuos con este perfil cursan por periodos en los que estén obse- sionados con suicidarse. Tienen desconfianza de los demés y evitan tener relacio- nes fntimas. Se les considera con poca habilidad de empatia y con falta de destrezas sociales. El punto medular de sus problemas es que tienen un pobre concepto de sf mis- mos. Se preparan para el rechazo y el fracaso, y tienen sentimientos profundos de inseguridad. Manifiestan una excesiva necesidad de recibir atenci6n y carifio. Las personas con este perfil suelen tener antecedentes de poco éxito y su adap- taci6n es limitada. Los diagnésticos mas comunes en estos casos son de trastornos graves de personalidad de tipo antisocial, paranoides, esquizoides o hasta esquizofrénicos. Como estos individuos no aceptan responsabilidad por su propio comportamiento, tienden a no responder bien al tratamiento psicolégico. Suelen racionalizar y culpar a los dems por sus dificultades. Debido a sus tendencias paranoides, Ilegan a presentar problemas para establecer una buena relacién en el tratamiento. TIPO DE CODIGO 4-9/9-4 Las personas con este tipo de cédigo hacen caso omiso de las normas y valores sociales, muestran comportamientos antisociales, tienen conciencias poco desa- © Editorial E1 Manuat Medemo Fetocopa sin autorizacion es un cet Tipos de eddigo 7 183 rrolladas, muestran valores morales pobres y valores éticos fluctuantes. Tienen fre- cuentes problemas con la autoridad por su poco respeto a las normas. Es caracteris- tico que se inclinen a participar en un gran mimero de actos antisociales (p. ej., alcoholismo, pleitos, robos y conducta sexual exhibicionista). Aunque este tipo de cédigo no se encontré en el estudio de los alcohdlicos mexicanos, no se debe des- cartar la posibilidad del abuso de alcohol, puesto que en el grupo de alcohdlicos estudiados, todos estaban en tratamiento y, debido a su narcisismo, es poco proba- ble que las personas con este tipo de cédigo Heguen a pedir ayuda para resolver sus problemas. Se les considera egofstas, inmoderados e impulsivos. Generalmente no pueden esperar para satisfacer sus impulsos. Muestran juicio reducido y actdan sin consi- derar las consecuencias, incluso después de haber sido castigados parecen no apren- der de sus experiencias. Habitualmente manifiestan poca tolerancia para la frustra- cién, son melancélicos, irritables y suelen expresarse de manera cdustica de los demas. Muestran sentimientos intensos de ira y hostilidad que expresan por medio de arranques emocionales violentos. Se les puede describir como enérgicos, inquietos, demasiado activos, y con necesidad de buscar estimulacién y excitacién emocionales; se les considera desinhibidos, extrovertidos y hablantines. Fécilmente causan una buena primera impresién, pero sus relaciones son superficiales y tienden a terminarse con el tiem- po. Son muy ambiciosos, tienen mucha energia, pueden aparecer ante la autoridad como complacientes sdlo para obtener lo que quieren, pero en realidad son mani- puladores y mentirosos. Es probable que los individuos con esta configuracién de perfil sean narcisistas e ineapaces de formar vinculos emocionales profundos. Mantienen distancia emo- cional con respecto a los demés; presentan una fachada social que puede esconder inseguridad y falta de confianza en sf mismos. Quizé tengan rasgos de personali- dad inmadura, insegura y dependiente. Un diagndstico habitual para este tipo de personas es el de trastornos de personalidad antisocial; los pacientes psiquidtricos con este tipo de cédigo generalmente son diagnosticados con trastornos bipolares 0 paranoides. Los individuos con el cédigo 4-9/9-4 no aceptan la responsabilidad por su pro- pio comportamiento y tienden evitar el tratamiento; sélo lo aceptan si se les presio- na, Estas personas racionalizan sus fallas y fracasos y culpan de sus dificultades a los dems. Sus problemas legales, de trabajo o de relaciones con otros son perma- nentes. TIPO DE CODIGO 6-8/8-6 En estos individuos se destacan sentimientos de inferioridad e inseguridad, poca confianza en si mismos y baja autoestima. Quiz se sientan culpables por los fraca- sos que consideran haber tenido, y es probable que se retraigan de las actividades y muestren apatfa emocional; por lo general no se involucran con los demAs pues son 184 C7 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 8) suspicaces y desconffan de los otros. Tienden a evitar 1azos emocionales profundos y experimentan dificultades en cuanto al trato social, por lo que estan ms conten- tos cuando estan solos. Resienten que se les exija algo. Son depresivos, irritables, poco amistosos y negativos. Pueden mostrar comportamiento claramente psicético, presentar pensa- miento autista, disociado y aleatorio. También presentan dificultades de concentra- cién y atencién. Manifiestan tener pensamientos de contenido extrafio, deficiencia de la atenci6n y problemas de memoria. Tienden a hacer juicios equivocados; lle- gan a exhibir confusion grave, delirio de persecucién y sentimientos de grandeza; Son poco realistas y ademas se preocupan con respecto a asuntos abstractos y enig- maticos. Sus sentimientos suelen estar embotados. AdemAs su discurso es rapido e incoherente, se retraen en fantasias, tienen ensofiaciones, dificultad para distinguir la fantasfa de la realidad. Sus mecanismos de defensa no son eficaces y tienden a reaccionar de manera regresiva a las presiones. En ocasiones presentan notables sentimientos de desesperanza e ideas suicidas; por otra parte, son susceptibles al estrés y en situaciones de presi6n tienden a refugiarse en la fantasia. Este fue un tipo de cédigo frecuente en los pacientes alcohélicos mexicanos, especialmente en aquellos que tenfan una puntuaci6n elevada en la escala de Mac Andrew. En quienes presentan este perfil se indica la existencia de problemas psicolégi- cos graves de mucho tiempo atras, que se han vuelto de naturaleza crénica. Bs probable que estas personas tengan un estilo de vida esquizoide. Generalmente, a los individuos con el tipo de cédigo 6-8/8-6 se les diagnostica esquizofrenia. A menudo el tratamiento incluye medicamentos psicotrépicos y es- tancia tanto en ambientes bien estructurados como de apoyo, si es que se les consi- dera peligrosos con respecto a sf mismos y a los demés. TIPO DE CODIGO 6-9/9-6 Es probable que los individuos con esta configuracién de perfil sean demasiado susceptibles y desconfiados. Se perciben vulnerables con respecto a amenazas rea- les o imaginarias, sienten ansiedad, y quizd lloren y tiemblen con frecuencia. Tien- den a reaccionar demasiado ante la mas minima presién y responder a serios reve- ses refugidndose en fantasias. Los individuos con este tipo de perfil probablemente manifiesten signos de desérdenes en el pensamiento, se quejen de dificultades para pensar y tengan pro- blemas para concentrarse. Hasta pueden tener delirios, alucinaciones, discurso irre- levante e incoherente, asi como lucir desorientados y perplejos. La capacidad de juicio de estas personas es limitada. Este también fue un cédigo frecuente en los pacientes alcohélicos mexicanos. Las personas con este patrén de perfil pueden mostrar una gran necesidad de afecto; son pasivo-dependientes en sus relaciones; incapaces de expresar sus emo- ciones en forma adaptativa. Aunque estos individuos se describen a sf mismos como © Edhorlal EI Manual Moderno Fotocopiar si autaizecién es un delta. Tipos de cédigo J 185 felices, tranquilos, adaptables y con buenas condiciones de salud, los demés los ven como enojones, hostiles y demasiado susceptibles al estré: A los pacientes psiquiatricos hospitalizados con el tipo de cédigo 6-9/9-6 se les. diagnostica esquizofrenia (de tipo paranoide) o un desorden de tipo depresivo. Quiz sea dificil planear un tratamiento psicolégico porque tienden a pensar de manera desorganizada, poco productiva y cavilante. La tendencia de estos pacientes a pre- sentar ideas muy fantasiosas y obsesivas tal vez les impida seguir programas de cambio conductual. Tienen problemas para expresar sus emociones de manera ade- cuada y moderada. Presentan periodos alternos de sobrecontrol y arrebatos emo- cionales directos y poco controlados. TIPO DE CODIGO 7-8/8-7 Habitualmente, los pacientes con este perfil muestran mucha confusién, por lo ge~ neral, se resisten a admitir que tienen problemas psicolégicos, sus defensas no les permiten mantenerse cémodos y sin ansiedad. Informan que se sienten deprimi- dos, preocupados, tensos y nerviosos. Quiz4 estén confundidos y en un estado de angustia, mostrar indecisi6n y hacer juicios erréneos. Parecen no beneficiarse de la experiencia. Tienden a ser demasiado introspectivos, cavilantes ¢ imaginativos. Este fue el tipo de cédigo mas frecuentemente encontrado en los alcohélicos mexi- canos, con una elevacién mds mareada en la escala 8. Es facil que estos individuos tengan sentimientos crénicos de inseguridad, falta de adaptaci6n, sentimientos de inferioridad e indecisién. Las personas con este perfil no son socialmente equilibradas ni confiadas, por lo que tienden a apartarse de las interacciones sociales. No consiguen establecer relaciones interpersonales cercanas y por lo general son introvertidos; también son pasivo-dependientes y no toman parte predominante en las relaciones con los demas. Tienden a presentar dificultades en las relaciones heterosexuales maduras y se sienten inadecuados al asumir su rol de géne- ro tradicional. Tienden a obstinarse en fantasfas sexuales excesivas y extrafias. A los pacientes con este perfil se les puede diagnosticar trastorno de ansiedad; sin embargo, la posibilidad del diagndstico de psicosis o de trastorno de la persona- lidad aumenta cuando hay elevacién de la escala Es, Cuando la escala $ est por encima de la 7 es probable que estén adaptados a un estado de psicopatologfa gra- ve, lo que hace atin mas dificil cualquier tipo de intervenci6n. Los individuos con este patrén tal vez no presenten sintomas psicéticos claramente evidentes, aun cuan- do se les diagnostique como psicéticos. Se considera que deben usarse medica- mentos para controlar su ansiedad intensa y sus problemas de pensamiento. TIPO DE CODIGO 8-9/9-8 Es probable que los individuos con este perfil tengan trastomnos psicoldgicos graves; quiz4 muestren retraimiento y aislamiento. Se sienten especialmente incémodos en 186 Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 8) Jas relaciones heterosexuales y muestran desadaptaci6n sexual. A menudo se les consi- dera hiperactivos, muy expresivos en el habla, agitados y excitados en el émbito emo- cional. Suelen ser poco realistas, jactanciosos, presumidos y volubles en las apreciacio- nes sobre sf mismos. Se entregan excesivamente a ensuefios y fantasfas, lo que limita su contacto con la realidad. Su comportamiento se caracteriza porque niegan tener problemas; su pensamiento puede parecer vago y circunstancial. Informan que se sien- ten inferiores e inadaptados, que tienen autoestima baja y sGlo se involucran de manera limitada en situaciones competitivas u orientadas hacia el éxito. A los individuos con este perfil se les considera como centrados en sf mismos ¢ infantiles en relaci6n con lo que esperan de los demas. Tienden a exigir mucha atencién y tornarse resentidos y hostiles cuando no obtienen lo que exigen, se resis- ten y temen involucrarse emocionalmente de manera intima. Tfpicamente, no consi- guen enfocar su atenci6n sobre los asuntos y se les considera raros, poco comunes y autistas. Algunas veces poseen una manera de pensar muy detallada, discurso ex- trafio (asociaciones de ruidos metalicos, empleo de neologismos, ecolalia), delirios © alucinaciones. El diagnéstico més comin en estos casos es el de des6rdenes esquizofrénicos 0 graves de personalidad. Es factible que tengan trastornos del pensamiento, estén confundidos, perplejos, desorientados y muestren dificultad para pensar y concen- trarse. Los individuos con este perfil quiz afirmen que no necesitan ayuda profe- sional y no buscan tratamiento de manera voluntaria, aunque algunos sienten la necesidad de lograr algo y presin para actuar, sus logros reales tienden a ser me- diocres. Es dificil trabajar con estos pacientes en psicoterapia debido a su temor a involucrarse emocionalmente y porque cambian de un tema de conversaci6n a otro de manera abrupta, lo que dificulta el dirigirse hacia un objetivo. DESCRIPTORES DE TIPO DE CODIGO DE TRES ESCALAS TIPO DE CODIGO 1-2-3 Los individuos con este perfil clinico se sienten angustiados y tienen dificultad para adaptarse psicoldgicamente. Parece que les falta energfa, muchas veces pue- den sentirse débiles, fatigados, tensos y nerviosos. Tienden a reaccionar frente al estrés desarrollando sintomas fisicos. A menudo sobreacttian, preocupandose y quejandose extremadamente, aun cuando se trate de cambios fisicos minimos. Aunque los primeros problemas que reportan son los cambios fisicos, estos indivi- duos también se sienten disféricos y preocupados. Muchas personas con este tipo de perfil desarrollan sintomas fisicos centrados en problemas de dolores abdomi- nales y de cabeza. Esta combinacién se encontré en algunos pacientes mexicanos con dermatitis y colon irritables (Lucio, et al., 2000; Garcfa Colorado, 1997). La (© Editorial EI Manual Moderna Fotocopiar sh arian os wn delta, combinacién 1-2-3 cuando 1 y 3 estén significativamente por arriba de 2 se conoce también como la V de conversién, debido a que las personas con este tipo de cédigo quiza presenten los sintomas tipicos de conversién. Las personas con el cédigo1-2-3 son algo pasivas en las relaciones interper- sonales y quiz interacttien con los demds gimiendo y quejandose. Suelen ser de- pendientes y a menudo sienten la necesidad de que los cuiden; probablemente se muestren irritables y hostiles si no se cumplen sus exigencias. Estas personas pare- cen tener un conflicto constante entre ser dependientes y ser asertivos y confiados en sf mismos. Es probable que este tipo de individuos tenga disminuido el impulso sexual, por lo que tal vez presenten problemas en la adaptacién heterosexual. Posiblemen- te tengan rasgos de personalidad muy arraigados que los predispongan a desarro- lar sintomas fisicos cuando estan bajo presién. A menudo se considera que tienen desérdenes psicofisiolégicos, y se les diagnostica trastorno de tipo somatico con personalidad pasivo-agresiva o dependiente. Estos individuos quiz consideren que sus problemas son fisicos y probablemente no reconozcan que los factores psicol6- gicos contribuyen a sus sfntomas; tienden a tener poca comprensién de si mismos y no es facil que tengan control sobre sus sintomas, por tanto, son malos candidatos para la psicoterapia orientada hacia el insight. No obstante, en ocasiones experimentan la necesidad de ser confrontados con la verdad de que el origen de sus sintomas posiblemente sea psicoldgico. Enfocarse en Ja manera en que enfrentan el estrés tal vez les ayude a desarrollar habilidades para resolver sus problemas y actuar de manera mds adecuada en las situaciones de tensi6n, Los individuos con este perfil clinico tienen un estilo hostil de interactuar con los demés, el cual podria presentarse también en la situacién de tratamiento, reduciendo la posibilidad de beneficiarse de la terapia. Los terapeutas de estos pacientes informan que éstos sienten que 1a vida es una lucha constante. Los indi- viduos con este estilo de personalidad no aceptan sugerencias de los dems con facilidad. TIPO DE CODIGO 1-3-8 Las personas que presentan este tipo de cédigo frecuentemente son diagnosticadas con esquizofrenia paranoide o trastorno paranoide de la personalidad. A veces pre- sentan sintomas sométicos raros con una base delirante, lo que podria indicar la desintegraci6n de la imagen corporal debido a un proceso psicstico. Los episodios depresivos, la ideacién suicida y las preocupaciones sexuales y religiosas son fre- cuentes en estas personas, También se pueden observar alteraciones claras del pen- samiento. Estos individuos se muestran agitados, escandalosos y malhumorados. Con frecuencia tienen historias de abuso de alcohol y se muestran incansables y aburri- dos la mayor parte del tiempo; por lo general son suspicaces y celosos, y se mues- tran ambivalentes con respecto a establecer relaciones emocionales profundas. 188 J Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaiol (Capitulo 8) TIPO DE CODIGO 2-7-8 Los individuos con este perfil se caracterizan por tener un patrén de desadaptacion psicol6gica crénica. Se sienten habitualmente hundidos en la ansiedad, tensién y depresi6n, asf como indefensos, solos, inadaptados e inseguros; creen que no tie- nen esperanzas en la vida y que nada les sale bien. Procuran controlar sus preocu- paciones analiz4ndose a sf mismos intelectualmente de manera poco productiva, experimentan muchas dificultades para concentrarse y tomar decisiones. Funcio- nan con un nivel muy bajo de eficiencia; tienden a reaccionar de manera excesiva ante las tensiones, por minimas que sean, y su comportamiento puede deteriorarse con rapidez. Manifiestan la inclinacién a culparse por los problemas que tienen. Su estilo de vida suele ser castico y desorganizado; tienen antecedentes de trabajar con poca eficiencia y de tener poco éxito. Es posible que estén adentrados en ideas religiosas equ{vocas. Estas personas se caracterizan también por tener relaciones interpersonales problematicas y les pueden faltar habilidades para desenvolverse en sociedad y, a menudo, son retrafdos. Quiz se relacionen de manera ambivalente con los demés sin realmente confiar o Hegar a querer a alguien. Muchos individuos con cédigo 2- 7-8 nunca establecen relaciones intimas duraderas. Probablemente sus relaciones interpersonales sean infructuosas y empobrecedoras debido, en parte, a sus senti- mientos de inadecuacién e inseguridad. Estos individuos presentan un patr6n crénico de comportamiento. General- mente, las personas que tienen este perfil llevan una existencia desorganizada y profundamente infeliz. Quiz4 tengan periodos de trastornos del comportamiento més intensos como resultado de un nivel elevado de estrés. Muestran un grave desorden psicolégico y probablemente se les diagnostique como individuos neuréticos con trastorno de ansiedad o distimico en una personalidad esquizoide. Sin embargo, se debe considerar la posibilidad de un desorden psicético mas serio, como el de esquizofrenia. Muchos individuos con este perfil buscan y requieren tratamiento psicolégico con relacién a sus problemas. Como muchos de los problemas que presentan tienden a ser crénicos, es posible que se requiera un esfuerzo terapéutico intenso a fin de lograr algtin cambio significativo. Los pacientes con este perfil suelen tener mu- chas complicaciones psicolégicas y situacionales, por lo que es dificil mantener el enfoque en el tratamiento, Probablemente necesiten mucho apoyo emocional cuando estén en esta situacion. Comtinmente, los individuos con un perfil de esta configuracién tienen auto- estima baja y se sienten inadaptados, lo cual dificulta la terapia. Quiz piensen que no pueden lograr un cambio positivo con el tratamiento. Los terapeutas deben pro- mover una actitud positiva y optimista para que el tratamiento tenga éxito. Estos individuos tienden a ser muy fantasiosos y a cavilar de manera impro- ductiva, Probablemente no respondan bien a la terapia no estructurada y orientada hacia la comprensién de sf mismos, y su funcionamiento puede deteriorarse si se les pide que sean introspectivos. Tal vez respondan mejor con un tratamiento de © Edoriol EI Manual Moderno Foot cn aterzacin es un deta, Tipos de cédigo 7 189 apoyo de tipo directivo y orientado hacia metas. Los individuos que muestran este perfil presentan riesgo de suicidio y debe tomarse precauciones con ellos. TIPO DE CODIGO 6-8-7/8-6-7 Cuando las escalas 6 y 8 estan significativamente més elevadas que la 7, a este tipo de cédigo se le conoce también como la triada psicética. Esta configuracién sugie- re una patologia muy grave. En estos casos las alucinaciones, las ilusiones y una suspicacia extrema son muy comunes; es posible que presenten también problemas con Ja memoria y la concentracién. Estas personas tienden a ser timidas, introvertidas y aisladas, aunque Iegan a volverse agresivas cuando toman alcohol en exceso. Aun cuando no son totalmente incapaces de enfrentar sus problemas, sf tienen serias dificultades para manejar las responsabilidades cotidianas, por lo que muchas veces requieren de internamiento psiquidtrico. El diagnéstico mas comin que se les da a estas personas es el de esquizofrenia paranoide; por lo general requieren también de tratamiento farmacolégico. ASPECTOS ADICIONALES SOBRE LA CONFIGURACION DE LOS PERFILES Algunos otros aspectos que deben tomarse en cuenta acerca de la configuracién de os perfiles (Graham, 2000) se mencionan a continuacién. La elevaci6n relativa de las escalas 1, 2, 3, sin importar la elevacién absoluta, es decir, aunque no sean las escalas més altas del perfil proporciona informacién importante. Cuando las esca- las 1 y 3 son 10 puntuaciones T o mas mayores que la escala 2, es probable que la persona esté utilizando la negacién y la represi6n en exceso, por tanto, este indivi duo tiene muy poco o ningiin insight acerca de sus necesidades, conflictos y sinto- mas. Quizd esta persona considere que est4 bien psicolégicamente y siempre busca explicaciones médicas para sus malestares. Cuando la escala 2 es igual o mayor que las escalas 1 y 3 la persona no se siente tan bien, probablemente sufra malestar emocional y presente una gran cantidad de sintomas. La relacién entre las escalas 3 y 4 proporciona informacién importante con respecto al control del enojo. Cuando la escala 4 est4 10 puntuaciones mas por arriba de la 3, se. espera que haya problemas con el control de la ira. Estas personas tienden a expresar abiertamente su enojo sin considerar las consecuencias de esta conducta. Por otra parte, cuando tanto la escala 3 como la 4 estén elevadas —en especial cuando ambas estan por arriba de T 65—, la persona en general tiende a controlar su enojo, pero es factible que se presenten algunos periodos de conducta impulsiva. La posicion de la escala 5 en los hombres también dice algo acerca del 190 7 Uso e interpreracién del MMPI-2 en espanol (Capitulo 8) control; los varones con una escala 5 elevada por lo general no actéan impul- sivamente. La configuracién de un perfil en el que las escalas 4 y 6 estan elevadas sugiere un enojo intenso que es expresado en forma pasivo-agresiva. Esta configuraci6n ocurre con més frecuencia en las mujeres, aunque también llega a presentarse en los hombres. Las mujeres que tienen esta configuracién pueden ser consideradas como depresivas mds que como enojadas y quizé estén atrapadas en roles tradicio- nales femeninos que no las satisfacen, esto ocurre en especial cuando la escala 5 se encuentra sumergida. Esta situacién puede Ievarlas a periodos de sometimiento con el hombre, los cuales podrian ir seguidos de conductas explosivas que leven a un rompimiento de la relacién de pareja. La relacién entre las escalas 7 y 8 ofrece cierta informacion acerca de la cronicidad de los problemas. Cuando la escala 7 se encuentra 10 0 mas puntuacio- nes T por arriba de la 8, los problemas pueden ser mas agudos que crénicos y es menos probable que existan alteraciones del pensamiento. Por el contrario, cuando la escala 8 est4 mds elevada aumentan las probabilidades de que los problemas sean cr6nicos y existan alteraciones del pensamiento. Cuando ambas escalas estan elevadas es posible que la persona se encuentre confusa pero que no exista un sistema delirante. — BIBLIOGRAFIA Amold, P. D. (1970) Recurring MMPI two-point codes of marriage counselors and «normal» couples with implications for interpreting marital interaction behavior. Unpublished doctoral dissertation. University of Minnesota. Berry, D. T. R., Adams, J. J., Smith, T., Greene, R. L., Sekirnjak, G. C., Wieland, G., ‘Tharp, B. (1997) MMPI-2 clinical scales and 2-point code types: Impact of varying levels of omitted items. Psychological Assessment, 9, 158-160. Boerger, A. R., Graham, J. R., Lilly, R. S. (1974) Behavioral correlates of single scale MMPI code types. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 42, 398-402. Butcher, J. N. (1990) MMPI-2 in Psychological Treatment. Oxford University Press. New York. Butcher, J. N., Williams, C. L. (1992) Essentials of MMPI-2 and MMPI-A Interpretation. Minneapolis: University of Minnesota Press. Drake, L. 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En México, el alcoholismo es uno de los principales proble- mas de salud, debido a ello es importante realizar un diagnéstico preciso de pacientes alcohélicos, ya que esto contribuye a la ade- cuada planeacién del tratamiento a seguir, dependiendo de las ca- sacteristicas principales identificadas en cada paciente que solicita tratamiento, mismas que determinan un tipo de alcoh6lico, asi como - aquellas personas que no se consideran alcohlicos y que legan a solicitar empleos o requieren psicoterapia por algtin otro proble- ma emocional. Tradicionalmente, en la evaluacién de pacientes alcohélicos se han utilizado diversas técnicas de interpretacién de las eleva- ciones de las escalas del instrumento, especialmente se ha consi- derado a la escala 4 (Desviacidn psicopatica; Dp) como uno de los principales indicadores de alcoholismo, debido a que es una escala que identifica rasgos de impulsividad, ademés tiende a ser bastan- te estable a través del tiempo. En diversos estudios, reportados por Graham y Strenger (1988), se ha identificado que las puntuaciones elevadas en esta escala se 193 194 CF Uso ¢ interpretacién del MMPI-2 en espaftol (Capitulo 9) presentan en pacientes alcohélicos, independientemente del grupo étnico y sexo al que pertenezcan. En cuanto a la edad, los pacientes alcohdlicos de mayor edad tienden a presentar puntuaciones menos elevadas que los de menos edad debido, probablemente, a que estos tiltimos tienden a presentar conductas mas impulsivas que los primeros. Sin embargo, estas caracterfsticas no son exclusivas de pacientes alcohdlicos, pues también se han observado en la poblacin general. Entre las caracterfsticas de personalidad de los individuos alcohdlicos reporta- dos en la literatura se encuentran: conducta masculina agresiva (que sirve como defensa para ocultar su dependencia emocional); antecedentes de rebeldfa e impulsividad, depresién y ansiedad como consecuencias del consumo de alcohol. En los estudios en los que se aplica el MMPI, se ha encontrado que los perfiles muestran puntuaciones elevadas en las escalas 2 (Depresién; D) y 4 (Hill, ef al., 1960; Rae y Forbes, 1966, citados en Madden, 1986). TIPOS DE PERFIL DE LOS PACIENTES ALCOHOLICOS Otra técnica muy utilizada es la interpretacién de tipos de cédigo observados en el perfil del MMPI-2. Uno de los c6digos de dos escalas mas comtinmente encontrado es el 4-2, que es caracteristico de hombres y mujeres alcohélicos. No obstante, Page y Bozlee (1982) encontraron que los tipos de cédigo de dos escalas diferfan depen- diendo del grupo étnico al que pertenecfan los participantes, de este modo, el tipo de cédigo 4-9 era caracteristico de alcob6licos caucésicos, mientras que el 2-4 se encon- 1r6 en los de origen hispano y el 9-6 entre los alcoh6licos nativos estadounidenses. Por su parte, Graham (1987) ha descrito el c6digo 2-4/4-2, como caracteristico de personas que crean una primera impresién favorable, mostrandose con energia, sociables, con buena disposicién pero que ocultan, bajo esta apariencia, sentimien- tos de inadecuacién, falta de conciencia de sf mismos, dependencia pasiva e in¢o- modidad en situaciones sociales, especialmente cuando se relacionan con el sexo opuesto; ademas pueden tener problemas con la ley 0 con sus familias debido a su falta de respeto a las normas sociales, impulsividad y conducta de acting out; aun- que llegan a expresar remordimiento y culpa, suelen ser poco sinceros acerca de sus sentimientos de depresién y minusvalfa, por lo que son manipuladores e inclu- so intentan el suicidio como una forma de producir sentimientos de culpa en otras personas. El pronéstico no es bueno, ya que quienes presentan este tipo de cédigo tienden a terminar prematuramente el tratamiento cuando el estrés o las dificulta- des legales persisten. La mayorfa de los estudios ha encontrado que el tipo de c6digo mas comtin es el 2-4/4-2, sin embargo, también se han observado 4-9/9-4, 2-7/7-2, 1-2/2-1 y 7-8/ 8-7. Graham (1987) sefials las diferencias significativas entre los cédigos que se encontraron con mayor frecuencia: este autor describié que, en tanto que 2-4/4-2 y 4-9/9-4 sugieren desérdenes de personalidad y conductas de acting out, los c6di- (© Editorial EI Manual Modomo Fotecopiar sn aulozaién es un dels Uso del MMPI-2 en la evaluacion del alcoholismo 7 195 gos 2-7/7-2, 1-2/2-1 y 7-8/8-7 indican desadaptacién general, ansiedad conside- rable y otros problemas emocionales. Las personas con tipos de cédigo 2-4/4-2 y 4-9/9-4 no son consideradas buenos candidatos para la psicoterapia tradicional debi- do a que no sienten realmente que necesitan el tratamiento y concluyen de manera prematura con él; en tanto que quienes corresponden a los otros cédigos se sienten motivadas hacia el tratamiento a causa de sus confusiones y problemas emociona- les, y tienden a permanecer por largo tiempo en terapia mas que otros pacientes. Otra técnica para evaluar y diagnosticar a pacientes alcohdlicos es la interpre- tacién de la configuracién del perfil del MMPI-2, en la cual se considera el perfil completo en lugar de analizar las dos escalas més elevadas, por lo que muchos investigadores han utilizado procedimientos de andlisis estadistico por conglome- rados (andlisis en cluster) para identificar subtipos de alcoholismo. Blashfield (1985) Ievé a cabo un andlisis por conglomerados mediante el cual encontré que existen basicamente dos tipos de perfil, uno de los cuales presenta puntuaciones relativamente bajas con la escala 4 como pico de perfil; mientras que el otro es generalmente més elevado con elevaciones principalmente en las escalas 2,7 y 8. No obstante, Graham y Strenger (1988) afirman que existen razones para considerar mas de dos tipos de perfil de pacientes alcohdlicos. Goldstein y Linden (1969), por su parte, utilizaron un procedimiento de andli- sis por conglomerados y encontraron cuatro tipos diferentes que explicaron 45% de su muestra. El perfil tipo I se caracteriza principalmente por la elevacién de la escala 4, seguida por la elevacién de la 2 y la ausencia de una elevaci6n significati- va en el resto de las escalas; este perfil también fue identificado por Donovan y colaboradores (1978), Loberg (1981), Nerviano y colaboradores (1980) y Whitelock y colaboradores (1971). Las personas que presentan este tipo de perfil son diagnosticadas con altera- cién en sus rasgos de personalidad 0 con personalidad inestable emocionalmente, y son descritas como individuos que tienen un control limitado de sus impulsos agre- sivos que los lleva a mostrar rabietas por su mal humor y otras formas abiertas de expresion de sus emociones en situaciones frustrantes. Ademds, son impulsivos, se les dificulta posponer la gratificacién de sus deseos, y a menudo tienen historias de limitada adaptacién vocacional y marital; quiz expresen culpa y remordimiento después de presentar conductas de acting out y afirman tener la intencién de cam- biar en el futuro, situacién que usualmente no ocurre y los patrones de conducta se repiten de manera continua. A pesar de que reconocen que necesitan ayuda profe- sional para lograr cambios en su conducta, el pronéstico es limitado debido a que resulta muy probable que concluyan con el tratamiento de manera prematura cuan- do sienten que el estrés persiste 0 debido a que no pueden continuar por problem: legales. Estos pacientes muestran un patrén de consumo diario, pero el abuso de alco- hol es menos grave y tienen pocos problemas relacionados con el consumo, como pérdida de memoria, temblores, pérdida del trabajo y enojo mientras estan bebien- do; ademés, es poco probable que hayan tenido tratamientos psicolégicos o psi- quiatricos previos. 196 CF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaftol (Capitulo 9) El perfil tipo II se caracteriza por presentar elevaciones principales en las esca- las 2, 7 y 8, con elevacién secundaria en la escala 4. Fue identificado por Bean y Karasievich (1975), Donovan y colaboradores (1978), Eshbaugh y colaboradores (1978, 1980), Nerviano y colaboradores (1980), Svanum y Dallas (1981) y Whitelock y colaboradores (1971). Goldstein y Linden (1969) informaron que las personas con este tipo de perfil son diagnosticadas como con psiconeurosis, con conflictos de dependencia ¢ informan sintomas somiticos; este tipo de cédigo es muy comin en ambientes psiquidtricos y presenta un diagnéstico mixto. Los pacientes con este tipo de perfil experimentan una gran confusién emocional y tienden a presentar estilos de vida mas bien esquizoides. Se sienten tensos, ansio- sos, nerviosos y padecen problemas de concentracién y atencién. Es comtin que ma- nifiesten depresién, abatimiento y desesperanza, as{ como pensamientos de suicidio; debido a que se sienten inadecuados e inferiores, carecen de habilidades sociales basicas y se muestran timidos, retrafdos, introvertidos y aislados en el terreno social. Tienden a ser perfeccionistas y a plantearse metas muy elevadas para si mismos, por lo que sienten culpa cuando no logran alcanzarlas. Usualmente se sienten motivados hacia la psicoterapia, ya que sufren de marcada confusién emocional, y suelen perma- necer en tratamiento por largo tiempo més que otros pacientes y, a menudo, muestran lentos pero firmes progresos en la terapia de apoyo. Los alcohélicos con perfil tipo II presentan un patrén de consumo diario de grandes cantidades de alcohol y la mayorfa muestra inestabilidad laboral. También reportan pérdida de interés en las actividades de su vida, enojo mientras estén be- biendo, temblores, pérdida de la memoria reciente y llegan a tener conflictos con la policfa con mayor frecuencia. EI tipo de perfil III se caracteriza por una elevaci6n principal en la escala 4 y por elevaciones secundarias en las escalas 2, 9 0 ambas. Este tipo de perfil fue identificado ademas por Bean y Karasievich (1975), Pfost y colaboradores (1984), Svanum y Dallas (1981) y Whitelock y colaboradores (1971). Goldstein y Linden encontraron que las personas con este tipo de perfil tuvieron usualmente un diag- néstico principal de alcoholismo y un diagnéstico secundario de trastorno de per- sonalidad pasivo-agresiva, de ansiedad o depresivo. El pronéstico para este tipo de pacientes fue muy poco favorable. En 1951, Hathaway y Meehl describieron a las personas con este tipo de perfil como pacientes con una larga historia de alcoholismo entremezclada con episodios agudos de ingesta, quienes atraviesan por periodos esporddicos de hospitalizacién, seguidos por intentos para lograr la abstinencia sin éxito. Estas personas usualmen- te no perciben la necesidad de tratamiento, son poco cooperadores durante el mis- mo y tienden a terminarlo prematuramente. Graham (1987) afirmé que estas personas presentan conductas de acting out en formas bastante insensibles hacia otras personas, por lo que expresan una gran culpa y remordimiento por esas conductas. También tienden a ser impulsivos y centrados en sf mismos, ademas, manifiestan una baja tolerancia a la frustraci6n. Los alcohGlicos con este tipo de perfil reportan abuso de alcohol mas grave que los otros tipos encontrados; tienden a ser de una edad mayor que el alcohélico (© Editorial E! Manual Moderno Fotecoplt sin suoracion e8 un deo, Uso del MMP! en la evaluacion del alcoholismo 197 promedio, son casados y muestran poca depresi6n; ademas, una proporcién signi- ficativa informé un periodo de sobriedad de 12 meses. Pfost y colaboradores (1984) sugirieron que este tipo de perfil corresponde al tipo descrito por MacAndrew (1965) como carcter “alcohélico primario” El tipo de perfil IV se caracteriza por presentar elevaciones en las escalas 4 y 9, y por la ausencia de elevaciones en las otras escalas; también ha sido identificado por Eshbaugh y colaboradores (1978), Nerviano y colaboradores (1980) y Price y Curlee-Salisbury (1975). Golsdtein y Linden reportaron que los alcohéiicos con este tipo de perfil tienden a tener un diagnéstico principal de alcoholismo y diag- nésticos secundarios de adiccién a las drogas y rasgos paranoides. Estas personas manifiestan la tendencia a consumir cantidades excesivas de alcohol la mayor par- te de sus vidas, pero tienen “periodos secos” (de abstinencia) durante los cuales Hevan una vida razonablemente normal y responsable. Las personas con este tipo de perfil suelen ser diagnosticadas con trastorno de personalidad antisocial. Muestran notable desacuerdo hacia los estandares y valores sociales, y frecuentemente tienen problemas y dificultades con la autori- dad. Estén centrados en si mismos, son autoindulgentes e impulsivos, a menudo muestran juicio pobre y no parecen prever las consecuencias de su conducta. Producen en otras personas una primera impresién buena, sin embargo, sus rela- ciones tienden a ser superficiales. Tienen baja tolerancia a la frustracién y fre- cuentemente expresan célera y hostilidad en arrebatos emocionales. Debido a que no sienten la necesidad de tratamiento, tienden a concluir de manera prema- tura con el mismo. Hathaway y Meehl (1951) afirmaron que algunas de estas personas son capa- ces de interrumpir el consumo de alcohol por periodos indeterminados de tiempo, y llegan a vivir de manera normal y responsable durante estos periodos. Por otra parte, en diversas investigaciones se han identificado dos tipos de per- fil adicionales que no surgen de la investigaci6n realizada por Golsdtein y Linden (1969). Eshbaugh y colaboradores (1978), Nerviano y colaboradores (1980) y Pfost y colaboradores (1984), han descrito un perfil tipo que parece ser neur6tico por naturaleza y se caracteriza por elevaciones principales en las escalas 1, 2 y 3 y, usualmente —aunque no siempre—, por una elevacién secundaria en la escala 4. Las personas con este tipo de perfil tienen diagnésticos de desorden de personali- dad y neurosis. Presentan sfntomas somuiticos que incluyen problemas gastroin- testinales y tlceras, mismos que son experimentados por estas personas como una reacci6n al estrés o la frustracién. Nerviano y colaboradores (1980) reportaron que los alcohélicos con este tipo de perfil presentan la menor frecuencia de pérdida de interés y alrededor del promedio afirman haber tenido pérdida de memoria reciente, haber perdido el trabajo, enojo mientras estén bebiendo e inclinacién a beber diariamente. De los grupos estudiados, este tipo de perfil present6 la menor probabilidad de tener padres alcohélicos. Bean y Karasievich (1975), Donovan y colaboradores (1978), Loberg (1981), Nerviano y coladoradores (1980) y Svanum y Dallas (1981), informaron otro tipo 198 OF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 9) oor ——————_S rr de perfil que no fue identificado por Golsdtein y Linden (1969), el cual sugiere psicopatologia muy seria, ya que presenta puntuaciones T en el rango 80 a 100 en las escalas 8 y F, y con frecuencia las puntuaciones T se encuentran por arriba de T 70 en el resto de las escalas clinicas. A menudo se asignan diagndsticos de psicosis a las personas con este perfil y es comtin que hayan tenido tratamiento psiquidtrico previo, Estos pacientes presentan pensamiento desordenado, afecto inapropiado y juicio pobre, debido a su dificultad para afrontar las demandas de su vida cotidiana. Usualmente requieren ser internados para su tratamiento, debido a lo cual suele suceder que no respondan de manera adecuada a la psicoterapia tradicional y obtic- nen logros significativos con programas de tratamiento que se enfocan a problemas especificos y a desarrollar habilidades de enfrentamiento; a menudo se les prescri- ben medicamentos psicotépicos. Los alcohélicos con este tipo de perfil tienen un patrén de consumo diario fuerte, con problemas relacionados con el mismo, como pérdida de empleo, trata- miento psiquidtrico previo e historia familiar de alcoholismo (Nerviano, et al., 1980): tienden a iniciar el consumo de alcohol a edad temprana y con frecuencia son beligerantes durante la ingesta; ademas afirman tener severos problemas en sus relaciones con amigos; muchos de estos pacientes viven solos 0 son solteros (Loberg, 1981). Asimismo, muchos de ellos abusan de diversas drogas de manera simulta- nea (Svanum y Dallas, 1981). En otra investigacién, Alfano y colaboradores (1987), conformaron un sistema de clasificacién de seis tipos clinicos usuales de una muestra de 150 pacientes alcohélicos internos veteranos, utilizando el MMPI, dos estimaciones intelectua- les, dos estimaciones perceptuales y una clasificacién de empleo. Los seis tipos encontrados se mencionan a continuacién: Pasivo-dependiente, que corresponde al tipo de cédigo 1-2-3-4 de Gilberstadt y Duker (1965, citado por Alfano, et al., 1987), y es descrito como un alcohé- lico explicito intenso, que muestra patolog{a de rasgo de cardcter en el contex- to de dificultades neuréticas. 2. Bebedor impulsivo; un tipo alcohélico comin, caracterizado por la elevacién de la escala 4, cominmente, con ausencia de la mayorfa de otros indicadores de angustia 0 psicopatologfa, en algunas ocasiones es acompafiado de una ele- vacion secundaria en la escala 2. 3. Organico crénico; el perfil refleja un cédigo 2-1, caracterizado principalmente por depresién, inquietud, con tensién y angustia, que tiende a contraindicar la actuacién (acting out). Bebedor culpable; presenta elevaciones significativas en las escalas 7, 2 y 4, con énfasis en la primera de ellas, las cuales producen combinaciones 2-4-7/ 2-7-4/4-2-7, comunes en poblaciones alcohdlicas. Son descritos como indi duos con caracterfsticas de personalidad pasivo-agresiva, que sufren depre- sién, miedos, preocupacién, tensién y ansiedad, fobias, etc. 5. Alegre irreal; su tipo de cédigo es 2-7-8-4 con la escala 0 también elevada, que representa un grado elevado de angustia subjetiva crénica (baja energia, depre- © Eéttorla EI Manual Moderna Fotocopiar sin sutra es wn dela, Uso del MMPI-2 en la evaluacion del alcoholismo J 199 siGn, obsesiones, miedos, tensiones, ansiedad, etc.), asf como una gran incapa- cidad psicosocial, 6. Dajio global, cuyo perfil fue, baésicamente, 8-6-7 con elevaciones adicionales en las escalas 1, 2, 4, 9, y 3. Este perfil, parecido al psicdtico, se encuentra en poblaciones alcohdlicas que han tenido historias sociales mas pobres y mayor severidad de las consecuencias del consumo; en este tipo los perfiles 8-6 paranoides no se invalidan por la gran elevaci6n de la escala F, y el 8-2-4 es un tipo de alcohdlico explicito; en el caso de los perfiles 7-8/8-7 existe una nece- sidad explicita de relajarse con abuso de alcohol en el contexto de angustia psfquica notable con la concentracién de problemas y una mayor dificultad con la interaccion social y el ajuste sexual. Esta tipologia es bastante similar a las encontradas en otros estudios de la literatura del MMPI que, igualmente, estudian las variables descriptivas de los tipos de alcohélicos. En 1996, Flores y colaboradores realizaron una investigacién con el objetivo de presentar los tipos de cédigo més frecuentes en hispanos culpables por conducir bajo los efectos del alcohol y describir la relaci6n entre variables sociodemograficas clave y las esealas del MMPI-2. Los participantes del estudio fueron 60 hombres de habla hispana, descendientes de mexicanos, con una historia de alcohol origina- da en la tiltima etapa de la adolescencia, a quienes se les requirié participar en el programa de educacién de alcohol para pacientes externos en Phoenix, Arizona. Los autores encontraron tres tipos de cédigos més frecuentes en la muestra: 20% de los pacientes presentaron la escala 9 como pico de perfil; 20% obtuvieron un tipo de cédigo con la escala 8 apareada con las escalas 1, 6, 7 0 9; en tanto que 33% presentaron un perfil normativo o subclinico. En cuanto a las correlaciones de las escalas del MMPI-2 con las variables sociodemograficas, los autores encontraron lo siguiente: los pacientes que fueron criados en comunidades rurales, tendian a obtener mayores elevaciones en las es- calas L, Hs, SAU, ISO, MIE y DEL, cuando fueron comparados con los pacientes criados en ambientes urbanos en México. Por otra parte, quienes expresaron difi- cultad con los valores sajones tendfan a obtener menores elevaciones en la escala K y mayores puntuaciones en ANS, OBS y DEP. Contrario a lo que se esperaba, A- MAC se encontré en la puntuacién T 65 para todo el grupo, correspondiente a los falsos negativos. ESCALAS DE ALCOHOLISMO DESARROLLADAS EN EL MMPI En contraparte con lo anterior, se encuentra la técnica de andlisis de los reactivos del MMPI para desarrollar nuevas escalas, entre las que se encuentra la escala de alcoholismo de MacAndrew, que es una de las mas utilizadas en EUA desde su 200 2 Uso ¢ interpretacion del MMPI-2 en espanol (Capitulo 9) creacién en 1965. Esta escala ha sido descrita en el capftulo 7. Adicionalmente se han desarrollado otras escalas como las de Hampton (1953), de Holmes (1953), de Hoyt y Sedlacek (1958) y de Rosenberg (1972), citados por Holmes y colaborado- res (1982), quienes reportan que dichas escalas tienen validez cuestionable debido a que no son exactas para clasificar a personas alcohélicas y no alcohélicas, de modo que proponen la revisién de los puntos de corte sugeridos por los autores y afirman que el uso de estas escalas debe realizarse con precauci6n. Otra escala desarrollada con base en los reactivos del MMPI es la Insti- tutionalized Chronic Alcoholic Scale (ICAS; Escala de Alcohélicos Crénicos Institucionalizados), con la cual Colligan y colaboradores (1988) realizaron una investigaci6n en la que se determiné que, a pesar de que mostré una proporcién de clasificacién correcta entre hombres y mujeres alcohGlicos y no alcohélicos, sus coeficientes de confiabilidad son demasiado bajos, por lo que su utilidad es cues- tionable. MacAndrew desarrollé la Substance Abuse Proclivity (SAP, escala de Inclina- cién de Abuso de Sustancias; MacAndrew, 1986); esta escala fue utilizada como instrumento de comparacién en el estudio de Weed y colaboradores (1992), en el que se desarrollaron las escalas de Predisposicién a problemas con las adicciones (PPA) y de Reconocimiento de las adicciones (RA), las cuales ya han sido descritas en el capitulo 7. En 1991, Davis y colaboradores desarrollaron la escala Common Logistic Al- cohol (CAL; Alcohol Logistica Comtin), utilizando un andlisis de regresi6n logis- tica para seleccionar 33 reactivos del MMPI, mismos que conformaron la escala, la cual demostré un nivel de sensibilidad de 90% con un nivel de especificidad de 90 a 96%, cuando se compararon muestras de contraste. Tales resultados comprueban la utilidad de la escala como instrumento de tamizaje o evaluacién de pacientes alcoh6licos de la poblaci6n. Mas recientemente se desarroll6 la Common Logistic Alcohol-Revised (CAL-R; Malinchoc, et al., 1994) y, al igual que en la escala ori- ginal, se realiz6 un andlisis de regresi6n logfstica para calcular los pesos de los 27 reactivos del MMPI-2 que pertenecfan a la escala original y que no fueron omitidos en el proceso de reestandarizacién del instrumento. Dichos reactivos tienen la ca- pacidad de predecir alcoholismo obteniendo un buen nivel de sensibilidad (92 y 91% para mujeres y varones, respectivamente) y especificidad (95 y 88% para mujeres y hombres, respectivamente), por lo que puede ser un instrumento de valo- racion confiable para evaluar alcoholismo entre la poblaci6n general. En México, Batalla (1982) desarroll6 la escala Adicional de Alcoholismo ba- sada en los reactivos del MMPI original, sin embargo, no hay estudios adicionales que demuestren su utilidad en la evaluaci6n de pacientes alcoh6licos mexicanos en la prdctica clinica, ademas de que los reactivos corresponden a la primera versi6n del instrumento, lo cual puede limitar su interpretacién. No obstante el gran nimero de escalas de alcoholismo desarrolladas a partir del grupo de reactivos del MMPI y del MMPI-2, la mas utilizada es la de Alcoho- lismo de MacAndrew y, desde Ia reestandarizacién del inventario, se han hecho diversos estudios con ella y con las escalas adicionales de PPA y RA. (© Earl} Ei Manual Moderno Fotocorlar sin auteltacisn e8 wn dete. Uso del MMPI-2 en la evaluacion del alcoholismo_G 201 ESCALA DE ALCOHOLISMO DE MacANDREW A partir de su aparici6n, la escala de aleoholismo de MacAndrew (A-MAC) ha sido objeto de estudio en diversas investigaciones; inicialmente MacAndrew sugirié utilizar un puntaje de corte de 24, para hombres, mientras que para las mujeres sugirié uno de 22, el cual indica abuso potencial de alcohol. Las investigaciones realizadas proponen que un puntaje elevado en A-MAC se asocia con problemas de adiccién, como abuso de drogas y riesgo patolégico, pero no es titil para diferen- ciar entre el abuso de alcohol y el de otras drogas. Sin embargo, muchos estudios sugieren que la escala no discrimina a individuos alcohélicos de quienes no lo son, de tal manera que no se le puede considerar como una escala de tamizaje 0 de filtro efectiva debido a que evaliia rasgos de personalidad de personas que pueden pre- sentar adicciones al alcohol u otras sustancias. En 1979, MacAndrew realiz6 una recopilacién de los estudios previos sobre la escala A-MAC, logrando hacer un resumen analitico que sirve de apoyo para docu- mentar la existencia de dos tipos caracterolégicos fundamentalmente diferentes dentro de las diversas muestras de varones que abusan de sustancias, con estos datos resalté las diferencias entre estos dos tipos y demostr6 que su existencia es independiente de la edad. El autor concluye que uno de los tipos caracterol6gicos, que es el més frecuente, ocurre como una tendencia o “en pleno” en aproximada- mente 85% de los casos. Los miembros de este tipo son facilmente distinguibles de los pacientes externos psiquidtricos que no abusan de sustancias; a este primer grupo le lama “Abusadores de sustancias primarios” que, de acuerdo con el conte- nido de los reactivos con los que se diferencia, se sugiere que sufren de un desorden de cardcter. El segundo tipo, los “Abusadores de sustancias secundarios”, es el menos frecuente (se ha encontrado presente como una tendencia o “en pleno”, en aproximadamente 15% de los casos) y se distingue de los pacientes psiquidtricos que no presentan este abuso, slo por su mayor propensién a tomar grandes canti- dades de alcohol. MacAndrew sugiere que, debido a las diferencias fundamentales entre estos dos tipos, se considere su existencia en el disefio de futuras investigaciones, ya que el no hacerlo podria producir una “inflacién” innecesaria del rango de error. Asi- mismo, sugiere considerar Jas caracteristicas de ambos tipos de individuos para adaptar Ja terapia hacia aspectos mas especificos que los sfntomas presentes. El autor concluye que, dado que los tipos de abusadores no presentan caracterfsticas exclusivas de abuso de sustancia solamente, A-MAC no es especifica de abuso de sustancias, sino que parece medir algo cercanamente parecido a la sociopatia 0 “psicopatia secundaria”, en el sentido sugerido por Eysenck. Pfost y colaboradores (1984) investigaron la relaci6n de la escala A-MAC con el tipo de personalidad y el nivel de angustia emocional, correlacionando las pun- tuaciones de A-MAC con el tipo de perfil derivado y Ia elevacién media de las escalas del MMPI. De acuerdo con los andlisis estadisticos realizados, los autores describieron tres perfiles bsicos de personalidad: 1) tipo I: solitarios, sensitivos, inseguros (escalas 1 y 2 como pico de perfil); 2) tipo Ii: temperamentales, violentos, 202_27 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 9) superiores (escalas F-K, 4 y 9 como pico de perfil); 3) tipo III: abiertos, obstinados, quisquillosos (escalas K, 3 y 4 como pico de perfil). Un total de 35 de los 38 participantes de la muestra (92%) pudo ser clasificado por sus cargas factoriales, de acuerdo con uno de estos tres perfiles; 31 de los 38 tuvieron una puntuacién mayor o igual a 24. Las elevaciones de las escalas del MMPI de esta muestra indicaron un nivel moderadamente alto de angustia psicol6- gica, como se refleja en la puntuacién T media de 61.9 (DE 8.0). La puntuacién T media para las escalas de validez y clinicas produjo puntuaciones mAs altas para las escalas 2 y 4, respectivamente. El nivel de angustia psicolégica, medida por las puntuaciones T del MMPI promedio de cada individuo, no correlacioné con las puntuaciones A-MAC. Los autores concluyeron que las puntuaciones A-MAC estaban relacionadas con el tipo de personalidad. Las personas con perfiles MMPI tipificados por altas puntuaciones en las escalas F-K, 4 y 9 parecen tener relativamente altas puntuacio- nes A-MAC. Por otra parte, el tipo TI de personalidad parece corresponder al carac- ter “alcohélico primario” de MacAndrew, cuyas caracteristicas incluyen rapida y fuerte excitacién emocional y orientacién a la busqueda de gratificacién hacia el mundo (MacAndrew, 1981, citado en Pfost et al., 1984). La tasa alta de falsos positivos obtenida cuando la A-MAC es usada con algunas poblaciones de trata- miento puede ser resultado de la relacién entre las puntuaciones A-MAC y el perfil tipo II de personalidad obtenido en este estudio. Por su parte, Allen (1991) sugiere que la escala A-MAC puede distinguir dos subtipos significativamente diferentes de dependencia a las drogas, basados en las diferencias entre los rasgos de la personalidad observados en los perfiles ob- tenidos. En el estudio de Wasyliw y colaboradores (1993) se examiné el efecto de la predisposicion de la respuesta en una muestra clinica de delincuentes y 1a utilidad de la A-MAC para predecir abuso de alcohol. Los autores partieron de la idea de que los individuos con problemas legales tienen una motivacién extrinseca sustan- cial para distorsionar la existencia o extensién de psicopatologfa. En este estudio participaron 63 pacientes delincuentes masculinos, de raza blanca, de tres grupos: a) criminales en proceso evaluados con cordura al momento de su ataque (n = 23), b) pacientes internos, internados voluntariamente, encontrados no culpables por razones de locura (n = 7), c) individuos acusados de conducta sexual desviada 0 ilegal (n = 33). De ellos, 31 tuvieron historia positiva de alcohol o drogas (grupo de alcohol positivo) y 32 tuvieron historia negativa de alcohol o drogas (grupo de alcohol negativo). La muestra se clasificé en grupos, de acuerdo con los criterios recomendados por Greene (1991, citado en Wasyliw, et al., 1993), de categorias de predisposicién de la respuesta, el grupo evidentemente exagerado, el claramente minimizado, y el equivoco 0 no exagerado/minimizado, utilizando las escalas F, K, L, Ds-R (escala de Disimulo de Gough-Revisada; Gough, 1954, 1957a, citado en Wasyliw, et al., 1993); Mp (“fingimiento positivo de enfermedad”; Cofer, et al., 1949, citado en Wasyliw, et al., 1993); el indice F-K de Gough (1950, 1957b, citado en Wasyliw, et (© Exitorial£) Manual Moderne Fetocopiar sn auorzacion es wn deo, Uso del MMPI-2 en la evaluacion del alcoholismo_@ 203 al., 1993); y la suma de puntuaciones T de la subescala Obvio menos Sutil o Indice O-S (Greene, 1991; Wiener, 1948, citados en Wasyliw, er al., 1993). Los autores compararon la efectividad y exactitud de tres diferentes puntos de corte de la escala A-MAC (27, 25 y 24) con el reactivo 215, que indaga directamen- te sobre el uso de sustancias, encontrando: a) que el punto de corte éptimo de la escala A-MAC es de 25, el cual clasificé de manera correcta 62% de los casos, y b) a pesar de que la A-MAC no fue mejor que la encuesta directa (reactivo 215 “He bebido alcohol con exceso”), existen posibles ventajas de la primera sobre la se- gunda, si se utiliza el punto de corte de 24 la A-MAC se vuelve mis sensible que el reactivo 215, en tanto que si se utiliza el punto de corte de 27, la A-MAC es mas especffica. En cuanto a la relacién de las puntuaciones A-MAC con las medidas de validez del MMPI, se encontraron correlaciones significativas, para el grupo de alcohol positivo, entre las puntuaciones A-MAC y las escalas K y Ds-R, y corre- laciones casi significativas con los indices F-K y O-S; en otras palabras, se correlacionaron negativamente con medidas de minimizacién y positivamente con medidas de exageracién: por otra parte, para el grupo de alcohol negativo no se encontré relacién signi va. Los resultados anteriores sugieren que es factible que la gente con historias de abuso de alcohol tengan caracteristicas de personalidad que elevan las puntuacio- nes de las escalas de validez del MMPI, asi como que posean mayor tendencia a exagerar psicopatologia. Los autores sugieren que cuando se observa que los pa- cientes con bajas puntuaciones A-MAC minimizan su psicopatologia en el MMPI, se debe ejercer mayor cuidado al categorizarlos como individuos sin historia de abuso de sustancias. ESCALAS DE PREDISPOSICION A PROBLEMAS CON LAS ADICCIONES Y DE RECONOCIMIENTO DE LAS ADICCIONES En 1992, Weed y colaboradores reportaron la introduccién de las nuevas escalas de adicciones del MMPI-2: la de Predisposicién a problemas con las adicciones (PPA) y Ia de Reconocimiento de las adicciones (RA), con el objetivo de evaluar la consisten- cia interna de ambas escalas. A todos los participantes se les aplicé la forma AEX del MMPI, de 704 reactivos, misma que fue utilizada en la reestandarizacién del instru- mento. Se calificaron, ademis las escalas de MacAndrew y la SAP (MacAndrew, 1986, citado por Weed, ef al., 1992) con el objetivo de compararlas con las escalas nuevas. Los resultados obtenidos indican que: a) la escala A-MAC presenta puntua- ciones mis elevadas en las mujeres de la muestra psiquidtrica; b) la escala SAP muestra puntuaciones sustancialmente elevadas en la muestra psiquidtrica en ambos géneros; c) la escala RA es un tanto mds efectiva que la PPA en la discriminacidn de los individuos de las muestras normativa y de abuso de sustancias. Cuando la PPA es incluida con la RA en una correlaci6n multiple, el nivel de asociacion se incrementa de manera considerable, aunque no discriminan entre los individuos de la muestra 204 © Uso e interpretacién del MMPI-2 en espaiiol (Capitulo 9) psiquidtrica y de abuso de sustancias. Los investigadores concluyen que ambas esca- las tienen utilidad potencial evaluando abuso de sustancias con el MMPI-2. En su investigacién, Svanum y Ehrmann (1992) identificaron las caracterfsti- cas de personalidad de dos grupos apareados de pacientes alcohélicos cuyas pun- tuaciones en la escala A-MAC estuvieron por arriba del punto de corte y por debajo del mismo (verdaderos positivos y falsos negativos, respectivamente). Los grupos fueron clasificados como alcohélicos tipo I y tipo II, los primeros se caracterizaron por inicio del consumo después de los 25 afios y sin consecuencias legales por el mismo; en tanto que el segundo tuvo un inicio del consumo temprano (antes de los 25 afios), con conductas beligerantes mientras estan bebiendo y consecuencias le- gales o sociales relacionadas con el consumo. Todos los participantes tuvieron un nivel de dependencia al alcohol de sustancial a severo. Los pacientes del grupo con bajas puntuaciones en A-MAC presentaron una media de 19.6 en dicha escala, y quienes arrojaron altas puntuaciones en A-MAC obtuvieron una media de 31.3. Los resultados indicaron que los pacientes con altas puntuaciones en A-MAC fueron mas j6venes, con un nivel educativo menor y con mayor probabilidad de presentar un significativo uso de otras sustancias junto con el consumo de alcohol. Los tipos de c6digo encontrados fueron el 2-4 para los bajos A-MAC y el 4-9 para los altos A-MAC, caracterfstico de personas que pre- sentan conducta antisocial y son impulsivas, imprudentes, que manifiestan una conducta dirigida a la biisqueda de sensaciones y experimentan conflictos con los limites y la sociedad; ademés, este tipo de cédigo predice un decremento en el control de la conducta, por lo que se incrementa el comportamiento precipitado y poco planeado. En cuanto a las escalas de contenido de Wiggins los alcohélicos altos A-MAC se caracterizaron por tener elevados niveles de hostilidad, conflicto con la autoridad, religiosidad y energfa evaluadas por las escalas de Hostilidad manifiesta, Conflicto con la autoridad, Fundamentalismo religioso e Hipomanja; ademés se encontré que puntuaciones bajas en la escala de Desadaptacién social fueron consistentes con calificaciones bajas en la escala 0, lo que sugiere alta sociabilidad entre los alcohélicos altos A-MAC. Este tipo de alcohélicos present6 un patrén de consumo con mayor tendencia al consumo social, ms que solitario, ingesta para auto- enaltecimiento, altos niveles de beligerancia mientras estén bebiendo, uso mas fre- cuente y fuerte de multiples sustancias, y un mayor grado de problemas legales relacionados con el consumo. La clasificacién de los alcoh6licos de acuerdo con la tipologfa propuesta por Cloninger y colaboradores (1981, citado por Svanum y Ehrmann, 1992) fue significativa y sustancial, siendo los bajos A-MAC quienes tuvieron mayor probabilidad de ser clasificados como tipo I y los altos A-MAC como tipo I. En otro estudio, Svanum y colaboradores (1994) evaluaron la validez de las tres escalas de abuso de sustancias, a saber, A-MAC, PPA y RA, en 308 estudiantes universitarios de ambos sexos, quienes contestaron el instrumento y la Diagnostic Interview Schedule (DIS, escala de Entrevista diagnéstica; Robins, et al., 1981; citado en Svanum, er al., 1994). Los resultados muestran que la A-MAC y la PPA (© Eéttoril EI Manual Moderno Fotocopir in auleriaein es un dete, Uso del MMPI. en la evaluacién del alcoholismo 2 205 tuvieron una relaci6n de no significativa a endeble con dependencia de sustancias, de acuerdo con la definicién del DSM-III-R: mientras que la RA tuvo una habilidad moderada para identificar a los individuos diagnosticados con trastorno de uso de sustancias, principalmente alcoholismo. Estos resultados resaltan la relativa superio- tidad de las escalas directas, como la RA, sobre las sutiles, como la PPA y A-MAC, al detectar dependencia de sustancias. Por otra parte, evaluaron la sensibilidad de las escalas de adicciones para diagnosticar de manera adecuada a las personas alcoh6- licas, para lo cual utilizaron las curvas caracteristicas de operacién del receptor (ROC, por sus siglas en inglés). Los investigadores concluyen que Ja curva ROC de la escala RA reflej6 una modesta capacidad para detectar personas dependientes de sustancias; el punto de corte de T 59 presenta una adecuada sensibilidad (.73), manteniendo una adecuada proporcién de falsos positivos (.24). Con respecto a las escalas A-MAC y PPA, la gréfica ROC indica que poseen un poder de discriminaci6n ineficiente, siendo A-MAC la que tiene una sensibilidad menor. Los investigadores concluyen que la escala RA es la més util para diagnosticar abuso de sustancias, a pesar de que su grado de exactitud predictiva es modesta en comparaci6n con otras escalas, como la Prueba de Alcoholismo de Michigan (Selzer, 1971, citado por Svanum, ef al., 1994). Sawrie y colaboradores (1996), por otra parte, evaluaron la validez de la PPA del MMPI-2, en dos muesiras, la primera estuvo constituida de 264 pacientes alco- hélicos en tratamiento y la segunda de 456 pacientes psiquiiitricos. Con las res- puestas a los 39 reactivos de la escala se levé a cabo un anilisis factorial de com- ponentes principales con rotacién varimax. Del andlisis surgieron cinco factores que explicaron 30% de la varianza total; los nombres de los factores se determina- ron de acuerdo con sus componentes cualitativos y cuantitativos, y fueron consis- tentes entre las muestras; los nombres son: Satisfaccién/insatisfaccién consigo mismo, Impotencia/falta de autoeficacia, Actuacién antisocial, Agitacién y Toma de riesgo/imprudencia. Stein y colaboradores (1999) examinaron la utilidad del MMPI-2 para diag- nosticar problemas de abuso de sustancias en pacientes que acuden a un centro de salud mental, especialmente evaluaron la efectividad de las escalas de adicciones A-MAC, PPA y RA. La muestra estuvo constituida de 500 mujeres y 333 hombres cuyo perfil del MMPI-2 fue valido, a quienes se les asigné a | de 4 grupos con base en la clasificacin del uso de sustancias como alcohol, marihuana, cocaina y otras sustancias, los grupos fueron: “ningtin uso”, “algdn uso”, “posible abuso” y “abuso definitivo”. Los resultados del andlisis de varianza muestran diferencias significa- tivas entre los grupos, en ambos sexos, en las escalas de adicciones; por otra parte, hubo una modesta correlaci6n positiva entre las escalas A-MAC, PPA y RA, al igual que con la clasificacién de abuso de sustancias. Un anilisis de regresién jerarquica indicé que la escala RA adicioné varianza predictiva a las escalas A-MAC y PPA. Con respecto al andlisis de exactitud de la clasificacién, los resultados indican que para ambos géneros, un punto de corte de 28 en la escala A-MAC, proporciona la clasificacién de exactitud total mas elevada, 206 2 Uso e interpretacion del MMPI-2 en espanol (Capitulo 9) ya que obtuvo 100% en la especificidad y el poder predictivo positivo, aunque la sensibilidad fue pobre; en la escala RA, el punto de corte mas adecuado para obte- ner la clasificacién mas elevada fue de T 65 para las mujeres y de T 60 para los hombres; el punto de corte que proporciona la clasificacién de exactitud total mas elevada para la escala PPA es T 60 y T 65 para mujeres y varones, respectivamente. Los autores concluyen que las escalas de adicciones del MMPI-2 tienen utilidad préictica en la evaluacién de conductas de abuso de sustancias en la prictica clinica —en especial la RA, puesto que es una escala obvia—; las escalas PPA y RA, son Litiles pues proporcionan informacion relevante para diagnosticar problemas de abuso de sustancias en instituciones de salud de consulta externa. Rouse y colaboradores (1999) realizaron un estudio cuyo objetivo fue evaluar la efectividad de las escalas de adicciones del MMPI-2 en la evaluacién de una muestra que incluyé a pacientes de varios psicoterapeutas dedicados a la préctica privada o de un centro de salud mental. La muestra estuvo constituida de 271 mujeres y 189 hom- bres, quienes fueron incluidos en dos grupos, de acuerdo con el diagnéstico dado por el terapeuta (abusadores de sustancias y no abusadores). Los resultados indican di- ferencias estadisticamente significativas entre las medias de los grupos en las tres escalas, por lo que suministran informacién valiosa en el diagnéstico de abuso de sustancias; no obstante, la PPA produjo un moderado tamaiio del efecto, debido a que parece estar relacionada con angustia psicolégica y no es tan efectiva en la diferen- ciacién entre quienes abusan de sustancias y aquellos que no lo hacen. Por otra parte, el andlisis de clasificacion de la exactitud del sistema diagndstico de las escalas de adicciones mostré que son dispositivos de evaluacién efectivos, ya que identifican de una manera precisa a los verdaderos positivos. Los autores concluyen que puede esperarse que la escala PPA sea mas efectiva, aunque no proporcione més informacién discriminativa que las escalas A-MAC y RA, en otros ambientes, ya que parece estar relacionada con afectos negativos y angustia emocional, como tensién, preocupacién y autocritica obsesiva, por lo que puede considerarse como un indicador de conductas de riesgo de abuso de sustancias pro- ducido por la angustia psicolégica. Ademés, las escalas A-MAC y RA pueden iden- tificar problemas de abuso de sustancias en Ia practica privada, siendo RA la que proporciona la mejor discriminacién entre aquellos que abusan de sustancias y quienes no lo hacen. ESCALAS DE ABUSO DE SUSTANCIAS EN MEXICO En México fue necesario evaluar la efectividad de las escalas de abuso de sustan- cias del MMPI-2 (A-MAC, PPA y RA), como parte del proceso de validacién, adaptaci6n y estandarizacion del MMPI-2 para este pafs. Asf que se realizé un © Editorial £1 Manual Modemo Fotcoxpar sn atorzacén es un det, Uso del MMPI-2 en la evaluacién det alcoholismo J 207 estudio (Le6n, 1999) cuyos objetivos fueron determinar la consistencia, exactitud diagnéstica y efectividad de dichas escalas en la elaboracién del diagnéstico de pacientes alcohélicos mexicanos, el cual permitié comprobar que el MMPI-2 eva- Itia rasgos de personalidad de individuos alcohdlicos de esta poblacién, ya que tiene una adecuada validez y consistencia interna, ademas de que discrimina entre dos muestras diferentes (alcohGlicos y no alcohélicos). Asimismo, es posible ela- borar un diagnéstico diferencial preciso de individuos alcohélicos utilizando el MMPI-2, mismo que proporciona informacién indispensable para la planeacion de un tratamiento especffico de acuerdo con el tipo de alcohélico y de los indicadores que contribuyen o frenan el proceso de tratamiento. Las escalas A-MAC, PPA y RA incluidas en el MMPI-2 (Leén y Lucio, 1998) tienen utilidad préctica importante, tanto en Ia clinica como en la investigacién, para identificar rasgos de personalidad de individuos alcohélicos en comparacién con quienes no lo son, de manera que permiten realizar un diagndstico més preciso. Dichas escalas mostraron sensibilidad y confiabilidad en las muestras mexicanas estudiadas, asi como similitud en los resultados obtenidos en otros estudios con muestras culturalmente diferentes, lo cual demuestra las propiedades psicométricas en estudios transculturales. Los resultados de los andllisis factoriales de las escalas de abuso de sustancias del MMPI-2 indicaron que muestran validez de constructo y sensibilidad para iden- tificar y evaluar a personas con problemas de abuso de sustancias, especfficamente alcoholismo, en la poblacién mexicana (Len y Lucio, 1999), a continuacion se presentan dichos resultados. En la muestra de individuos alcohélicos, los factores de la escala A-MAC se conformaron de la siguiente forma, con sus respectivas cargas factoriales: Total de la varianza explicada 33.4 % Factor 1 Conducta antisocial 11.5 % Factor 2 Alteraciones en el funcionamiento corporal 54% Factor 3 Conducta de riesgo 46 % Factor 4 Personalidad extrovertida 43% Factor 5 Daiio cognoscitivo 3.9% Factor 6 Psicopatologfa 3.7 % Las cargas correspondientes a cada factor de la escala PPA para el grupo de sujetos alcohélicos fue distribuida de la siguiente manera: Total de la varianza explicada 36.6 % Factor 1 Satisfaccién/insatisfaccién consigo mismo 10.5 % Factor 2 Acting out 6.8% Factor 3 Egocentrismo 5.1% Factor 4 Ineficiencia 4.7% Factor 5 Actitudes hacia el tratamiento 4.6 % Factor 6 Conductas de riesgo 4.2% 208 7 Uso ¢ interpretacion del MMPI-2 en espaitol (Capitulo 9) Los resultados del andlisis factorial de la escala RA, arrojaron tres factores para la muestra de alcohélicos mexicanos, las cargas de los factores y sus nombres son: Total de la varianza explicada 41.6 % Factor | Reconocimiento de consumo de alcohol 16.4 % Factor 2 Reconocimiento de consumo de drogas 14.6 % Factor 3 Actitudes hacia el tratamiento 10.6 % Con respecto a la escala RA, se realiz6 un segundo andlisis, en el cual no se espe- cific6 ntimero de factores; los resultados muestran que los reactivos se agruparon en cuatro factores que se presentan a continuacién: Total de la varianza explicada 50.9 % Factor 1 Reconocimiento de consumo de alcohol 16.4 % Factor 2 Reconocimiento de consumo de drogas 14.6 % Factor 3 Reconocimiento de dependencia al alcohol o drogas 10.6 % Factor 4 Actitudes negativas hacia el tratamiento 9.3 % Tales resultados indican que estas escalas tienen un funcionamiento similar al ob- servado con muestras estadounidenses (Weed, ef al., 1994; Sawrie, et al., 1996), a pesar de que no comparten las mismas caracteristicas, probablemente debido a las diferencias culturales, es decir, los reactivos se agrupan de manera diferente entre los factores, aunque hay algunas concordancias (Leén y Lucio, 1999; Leén, 1999). PUNTUACIONES DE CORTE PARA LA POBLACION MEXICANA En cuanto a la evaluacién de la exactitud diagnéstica, al definir un punto de corte adecuado para tales escalas, es posible identificar de manera correcta a quienes presentan rasgos de personalidad tipicos de individuos alcohélicos 0 con conduc- tas adictivas, para lo cual es necesario un anilisis de la sensibilidad y especificidad de las escalas en cuesti6n, utilizando la Teoria de la deteccién de sefiales disefiada por Green y Swets en 1966 (citados en Egan, 1975) 0 la Teorfa de la eleccién desarrollada por Luce (1959, 1963a; citado en Macmillan y Creelman, 1991) y las curvas ROC (Swets, 1988). De acuerdo con este procedimiento estadistico para determinar la exactitud de la medida, Berry (1996) define como punto de corte a la puntuacién en la cual, 0 arriba de la cual, el signo de prueba es positivo y debajo de la cual el signo de prueba es negativo. La sensibilidad es el porcentaje de aquellos participantes con la condicién que tienen un signo de prueba positivo; en tanto que la especifi- cidad es el porcentaje de aquellas personas sin la condicién que tienen un signo Uso del MMPI-2 en la evaluacién del alcohotismo J 209 de prueba negativo. El poder predictive positive es el porcentaje de aquellos individuos con signo de prueba positivo que tienen la condicién y el poder pre- dictivo negativo es el porcentaje de aquellos con signo de prueba negativo que no tienen la condicisn; finalmente, la prevalencia es el porcentaje de la muestra que tiene la condicion, El anilisis estadistico proporcions los siguientes resultados, para la A-MAC, se observé que ef punto de corte de 24 tiende a ser el mas id6neo para obtener un adecuado nivel de sensibilidad (74%) y especificidad (71%), con un poder predictive positivo de 71% y poder predictivo negativo de 72%: lo que permite un diagnéstico mas preciso de individuos alcohélicos considerando un porcentaje de prevalencia de 50%. Este punto de corte proporciona un parametro para determinar si existen tipos de alcohdlicos en nuestra poblacién: no obstante, puede variar dependiendo de los objetivos del profesional usuario de la escala, de acuerdo con el porcentaje de prevalencia. y si se desea mayor especificidad 0 mayor sensibilidad. Con respecto a la PPA, se establecié el punto de corte de 22 para obtener un nivel adecuado de sensibilidad (81%) y especificidad (74%), con un poder pre- dictivo positive de 75% y un poder predictivo negativo de 80% que permite diag- nosticar, junto con la eseala A-MAC, a quienes tienen tendencia a las adieciones, Al igual que en la escala A-MAC, es factible utilizar diversos puntos de corte, de acuerdo con la prevalencia y los objetivos del clinico o investigador que utilice el Instrumente, Para la escala RA, el punto de corte 4 proporciona un nivel de Sensibilidad de 88%, especificidad de 86%, poder predictivo positivo de 86% y poder predictivo negativo de 87%: debido a que esta escala esta formada por 13 reactivos cuyo contenido evalia directamente el consumo de alcohol y otras sustancias. OTROS ANALISIS ESTADISTICOS CON LAS ESCALAS DE ABUSO DE SUSTANCIAS EN LA POBLACION MEXICANA a g 4 # Adicionalmente, se realiz6 un andlisis de varianza multivariado (MANOVA) para g determinar diferencias entre aquellos que obmvieron una puntuacidn igual © ma- é = yor al punto de corte de 24 en A-MAC, y quienes arrojaron una puntuacién menor a dicho punto de corte: este analisis tuyo como finalidad determinar si existen caracteristicas de personalidad que permitan diferenciar a dos tipos de alcohélicos en la poblacién mexicana, comparando tales resultados bor y colaboradores (1994). Con base en este andlisis se observaron diferenci las basicas. de contenido y suplementarias entre los individuos con puntuaciones con los obtenidos por Ba- gnificativas para las esea- 210 CF Uso e interpretacién del MMPI-2 en espafiol (Capitulo 9) altas y bajas en la A-MAC: los pacientes con bajas puntuaciones en A-MAC, mues- tran élevaciones mayores en las escalas F, Is, ISO, R, Rs y GF; mientras aquellos con altas puntuaciones en A-MAC presentan elevaciones mayores en K, Pa, Ma, OBS, DEL, ENJ, CIN, PAS, PTA, FAM, EPK, Fp. PPA y RA. Tales diferencias son de esperarse, principalmente, en las escalas de adicciones, lo cual indica mayor deterioro en los pacientes con elevadas puntuaciones en A-MAC, quienes se carac- terizan por ser més impulsivos, con mas problemas con su familia 0 con la autori- dad, y sintomas psiquiatricos (p. ej.. alucinaciones 0 delirios posiblemente relacio- nados con el sindrome de abstinencia); por su parte, los pacientes con puntuaciones menores en A-MAC se caracterizan por ser més aislados, introvertidos y con un mayor control sobre su conducta. Otro andlisis estadistico realizado tuvo como objetivo determinar las dife- rencias entre el patron de consumo y problemas relacionados con el mismo, el cual se basé en la informacién proporcionada por un cuestionario disefiado espe- cialmente para evaluar estas variables, basado en la Encuesta Nacional de Adicciones (Medina-Mora, et al., 1991, citado en Medina-Mora, 1994) y la En- trevista Diagnéstica Compuesta Internacional (CIDI, Cottler, et al., 1990). Los resultados obtenidos indican que la edad de inicio del consumo para los pacien- tes con puntuacién menor al punto de corte en la escala A-MAC es de 29 afios, en tanto que para quienes obtienen una puntuacién igual o mayor al punto de corte, la media es de 24.5 affos. De acuerdo con estos resultados, el tipo de aleohdlico cuya puntuacién en la escala A-MAC es menor al punto de corte, no consume otras sustancias de la mis- ma forma en que la consume el otro tipo de alcohélico; las sustancias més util das son tranquilizantes y marihuana o hachis. Adicionalmente, el primer tipo no manifest6 haber presentado conductas antisociales tempranas, mientras que el se- gundo afirm6 haberlas tenido antes de los 15 afios de edad. Es notorio el hecho de que el grupo de altos A-MAC informan un mayor mimero de problemas escolares y familiares, conductas de riesgo, problemas de memoria y sensacién de ser eva- Tuados por los demas. Finalmente, se realiz6 un andlisis de correlaci6n r de Spearman entre las varia- bles sintoma del cuestionario de alcohol y las escalas del MMPI-2, para los dos tipos de alcohélicos, para el grupo de bajos A-MAC, las correlaciones més eleva- das se observan de la siguiente forma: la escala Dp con consumo continuo; K con consumo en grandes cantidades; Hs, Hi y Es con dificultad para controlar el consu- mo; Hi con necesidad de incrementar el consumo; y Es con sindrome de abstinen- cia. Para las escalas de contenido, ANS, ENJ, DTR y RTR con consumo en grandes cantidades; SAU con dificultad para controlar el consumo, y ANS, PTA y RTR con sindrome de abstinencia. Finalmente, para las escalas suplementarias las aso’ ciones mis elevadas son entre EPK y consumo continuo, A, Do, Dpr, EPK y EPS con consumo en grandes cantidades, y Dpr y Fp con sindrome de abstinencia. Para el grupo de altos A-MAC, las correlaciones para las escalas basicas son moderadas, principalmente entre Hs, Es e Is con consumo continuo; Mf con dismi- nucion de actividades; Pt con necesidad de incrementar el consumo; Pa y Pt con

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