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260 HISTORIA DE ALEMANIA habilidad dd Bismarck consiguié que Luis I, una vez saturé de halagos sus manias roménticas, ofreciera él mismo la corona a Guillermo I. Las vacilaciones del rey de Baviera quedaron supera- asignado para la requisa de los bienes welfos. El texto en el que se MG das con una pensién anual de 10 000 téleros, tomados del fondo i i ‘yofrecia la dignidad imperial al rey de Prusia fue redactado por el Propio Bismarck] Con todo, hasta el diltimo momento existia la duda si Guillermo tomarfa el titulo de emperador de Alemania, titulo que consideraba como el més apropiado —a pesar de temer que el resplandor de la corona de Prusia quedara empafiado por el nuevo titulo— o el de emperador alemén, al que Bismarck dio su aprobacién por condescendencia hacia las susceptbilidades de las. dems testas coronadas alemanas. Finalmente, cuando el 18 de enéro de 1871 tuvo lugar en la Galeria de los Espejos de Versalles la ceremonia que dio origen al Imperio, el Gran duque de Baden, ‘encargado de lanzar el “Hoch” tradicional, solucion6 el problema dirigiéndose a “Su Majestad imperial y real, el emperador Guiller- mo”. La ceremonia revistié un cardeter estrictamente dindstico y militar. El 18 de diciembre del aio anterior, el presidente del Reichstag, Eduardo Simson —el mismo que en 1849 habia ofre- cido la corona imperial a Federico Guillermo 1V— tuvo la misién de dar a conocer a Guillermo I los deseos de la nacidn; pero en el ceremonial de Versalles no hubo lugar para'ninguna intervencién Parlamentaria; los diputados se tuvieron que contentar con admi- tir la voluntad de sus soberanos, y nada més. Conviene ahora dedicarnos a considerar la significacién de la obra realizada por Bismarck, definir el Estado nacional creado gracias a su.esfuerzo y el grado de integracion que legaron a conseguir las diversas partes de la poblacién alemana. 5 BISMARCK Y EL LIBERALISMO ALEMAN La politica de Bismark estaba enfocada esencialmente hacia el engrandecimiento de Prusia y el desarrollo del poder de la casa de Se Hohenzollern] La idea de nacién alemana, realmente indif rente para él y sdlo-invocada tardfamente, representaba un medio para asegurar Ia preeminencia de Prusia,Jmientras que para sus sacaues onoz 26 aismo del iberalismo, transforméndolo en una za anliliberal y adapténdolo-a-métodos-d mno-aultor Para alcanzar. sus. objetivos,..empleaba_todas-las-ideologi apoyarse nunca por sistema en ninguna de ella? él, ,que.habias declarado-que-una representacion_parlamentaria basada en una votacién mayoritaria era un juego de_azar,-aceptd en 1866 el sufragio universal, y utilizé al Parlamento_como_un arma, contra el p: smo; defensor de la idea legitimista, no dud6 en.el transcurso de la guerra austro-prusiana en emplear los movimien- tos revolucionarios para minar la monarquia austyiaca. Aunque, sabia perfectamente_la_impatancia que. cepresentapJasmasas.¥.. concedié ‘gran valor al significada.delos.mayimigntos populares, la ideologia. de los partidos politi i ido. para. su ‘concepcin sociopolitica; a través de las grandes tendencias de su tiempo_y_de los hombres que las personifica dades_politicas que.corrofan la solidez del edifici le ideales politicos los utilizé con una finalidad estrictamente tac- tica. en Hay que sefalar, sin embargo, que_si_Bismarck impuso.a la nacién alemana una “revolucin desde.atriba’” por medios “cesa ristas”, la evolucién de la sociedad a través de los tltimos-dece nnios no le permitié a ésta oponer una resistencia efectiva.fEl fracaso de las revoluciones de 1848 y las decepciones consiguica-, tes, forzaron a la burguesia'a aceptar.las-premisas-de-la-Realpas. litik que en 1866 el liberal J. Miquel definia de esta manera: “Ya ha pasado la época de los idealismos. La unidad alemana ha pasa- do del ambito del suefio al prosaico, al de las realidades. Los politicos no han de preguntarse qué es lo que se desea, sino solamente qué es lo que se puede lograr.” El hecho de que el desarrollo y liberalizacién de la economia haya significido-el-de, la burocracia, y no el de la clase industrial y comerciante,,hizo imposible la formacién de un liberalismo burgués; y Ia integra” cidn de los jefes de empresa, bajo el signo del librecambio, en la jerarquia social, habia climinado el conflicto tan importante en 262 HISTORIA DE ALEMANIA Inglaterra y.Francia-entre-la clase-ascendente y el sistema monar- quico_y feudal. Por lo. que hace referencia a la burguesia culta, aunque se indigné por los métodos empleados por el Gobierno Prusiano, hallaba una justificacién a su politica de poder en la herencia del pensamiento hegeliano y de los historiadores de la “Pequefia Alemania”. El sentimiento nacional significaba para ella como un “ersatz” a los fracasos. sufridos en el plano cons- titucional. Lo que provocé el que esta postura de la opinion fuera tan ‘ges paral fat de:Alemania, fue que el advenimiento de la ealpolitik” estuviera asociado-a un-respeto supersticioso hacia Ja“fuerza_y el éxito. El hombre que encarné esta actitud fue el historiador Heinrich yon Treitschke, quien, en nombre de una espécie de maquiavelismo politico, establecié una separacién ra- jdical entre la politica y la moral, arguyendo que el Estado no debia reconocer otra autoridad ‘superior a Ia suya, ¢ invocando, Para justificar las ansias expansionistas alemanas, argumentos tanto de orden lingitistico como racial. De ahi que se desarrolla- ra conjuntamente con la guerra de 1870 un nacianalismo de ca- rictex_agresivo-y-sin-escripulos, més relacionado con 1813 que con 1848, siendo su expresin mas desagradable la apoteosis ren- dida a los vencedores de Sedan y las fiestas conmemorativas consecuentes. éFue_culpable- Bismarck de la postura politica de los alema- nes? No hay duda de que contribuyé a ensanchar la brecha abier- ta ya antes-de-él-entre Alemania y los Estados occidentales; que, segtin_la_tradicién a partir de Federico Il, busc6 personificar el Poder,..y--que no hizo absolutamente nada para lograr que la sociedad civil prevaleciera’ sobre los militares..A pesar de todo, aunque su_politica fuera la de un calculador frio que mide sus fuerzas y rechaza ilusionarse con ensuefios; aunque coartara las Pasiones_para-no-hacer-caso-mis.que de los actos de fuerza, no deben-olvidarse~otros-rasgos de su personalidad, tales como el sentido de su responsabilidad ante su propia conciencia, que le Protegié contra “el demonio del poder” al igual-que contra la isfaccién_de—una-ambicién personal. Pero sobre todo, Bi marck, el tiltimo representante de la “diplomacia de gabinete”, Jas considerd, como tantos de sus admiradores, que la guerra : f méximo error que se podria cometer. seria pensarque-elaIm| VY (‘ sacaues Droz 263 Es fuera un_fin_en.si-misma;_era, partidario~ ene “fuerza” que-se-fijara-a si misma sus propias limitac legitimo que se tuviera.en cuenta las aspiraciones justificadas de los demas Estados. No puede establecerse-comparacion-alguna, desde Iuego, entre Bismarck y los dictadores-de-la-época naciow, e nalista, de la misma forma que no se desarrollé en él ese“impe () | 2 Tialiamo dominador y agresivo que ‘serd ‘caracteristico de la/ 4 generacién siguiente. 6 VIGOR Y DEBILITAMIENTO E DE LA OBRA BISMARCKIANA to ae ereb contra la voluntad del pueblo. nda, Pat. una part ‘ozaba del prestigio que le conferian personalidades patriarcales, $id sipe de Geliermo ty Banaseh garantizadores.de-una mon: quia tradicionalista y_conservadorg’ De_otra, no-rompia.con la tradicin liberal y tolerante tan.eétimada-por los alemanes.desde- antiguoy,motivada por su cultura universitaria~y-su-diversidad religiosy/ La fundaci6n del Segundo Reich no se interpret nunca ‘como un acto arbitrario y violento; las razones de esa tensin que se desarrollara con el periodo siguiente, ya estan incubadas en la forma con que se ha realizado la unidad alemang...* 0 ~ Las mayores dificultades no provendrin Alel_particularismo., Uno de los grandes méritos del nuevo Reich estribaba en haber originado un equilibrio entre las aspiraciones unitarias y el respe- to a las tradiciones y regionalismos, que no significaban tan solo, yk una vinculacién sentimental a los vestigios de un pasado caduco, sino representaciones diversas de la vida social, politica y econé- ica.) Mientras que algunos alemanes hubieran deseado una ayor unidad, otros deploraban la pérdida de la soberania de los. Estados: era lo que sucedia con los “welfos” hannoverianos, con, algunos monirquicos y catélicos bavaros, y con los conservadores prusianos que no acababan de estar convencidos con la absorcién de Prusia por el Imperio. De todas formas, ninguno de estos 264 HISTORIA DE ALEMANIA sacayesonoz 265 ©” movimientos tenia la suficiente categoria como para originar la ( files se reunian anualmente en las Katholikentage, el alto clero E Preocupacién del régimen. tomé la costumbre’a partir-de-1855-de-mantener unas conferen- | Mucho_més-grave-erael hecho.de que Alemania no pudiera cias en la tumba de San Bonifacio, en Fulda. B o pnacj estar considerada como un Estado “nacional”. Indiferente al con- to “valkisch” y poco sensible a las aspiraciones populares, ‘Bismavek no se preocup6 de hacer_coincidir las fronteras del perio. con Tas de la lengua alemanay/xistian imuckon germand- fonos fuera de’las"fronteras del Imperio, y particularmente en "Austriay sit embargo, la idea de una “Gran Alemania” podia considerarse descartada, y las obras de Frantz, que atacan la ideo- logis nacional-iberal, no alcanzaron demasiado eco. En-cambio, ge ‘presencia dentro.de las fronteras alemanas sisi illones de car su independencia, los(polaco}podian apéyarse en las prome- sas del rey de Prusia en, 1815, los daneseg en el articulo V del tratado de Praga, -continuamente recordado en el Reichstag por los diputados del Schleswig, y lostalsaciano‘lorenesesen la protes- ta clevada inmediatamente después de la anexién, Tenemos pruc- bas de_que_el problema minoritario preocupaba al régimen, como las que aportan los escritos contradictorios del estadista prusiano Ricardo Béckh, quien hace referencia a los conceptos herderianos sobre la lengua y la cultura, y los de Réssler o Treitschke, qui nes, dentro del pensamiento hegeliano, definen los derechos de la no alemanes si que presentaba sus serios problemas, Para reivindi- s avanzada_a.desnacionalizar_a los. pueblos mas.débiles. ‘Sin embargo, el hecho dominante era el espiritu de resistencia ani fos de las fracciones més importantes de Alema- los catélicos y el mundo obrero. La légica de la unificacin produjo una serie. de conflictos, que, si bien no estallarén hasta los afios 70, ya estaban latentes en el decenio precedent. pues, indispensable, para comprender su alcance e importa volver atras en el tiempo para explicar el proceso de este hecho. 7 LOS CATOLICOs pudo realizar una considerable labor que contribuyd a reforzar la _) Emancipada gracias a la Revolucion de 1848, a Iglesia catélica vy | fe y afianzar la posicin de la jerarquia religiosa. Mientras que lon nprse libremente con la Santa Sede.o.cgn st i z Monsefior Viale-Prela, este alto cleza. vela desaparecer de su seng. las iltimas huellas de josefismo. La personalidad dominante era la de Monsefior Geissel, cardenal arzobispo de Colonia, cuya provin- cia eclesidstica estaba organizada con una notable cohesién, como lo prueba el concilio reunido por él en 1860, que elabord una sintesis de las ideas ultramontanas. Pfo IX, que desconfiaba un tanto de la Iglesia alemana, estuvo al tanto de lo sucedido por medio de Monseftor Reisach que, del arzobispado de Munich pas a Roma como cardenal de la Curia. Ademés de los “Germaniker”, antiguos alumnos del Colegio germénico de Roma, existian las congregaciones religiosas, con més de 11 000 miembros sélo en Prusia, que estrechaban ms los lazos con la Curia, y en particular © los jesuitas que aumentaron en gran mimero sus centros. Las misiones se desarrollaron, apoyadas por potentes asociaciones, como la de San Bonifacio, que se formé al estilo de la Sociedad francesa de la Propagacién de la Fe y cuyo centro se hallaba en Paderborn, El episcopado estaba profundamente preocupado por. el problema de la enseitanza de los.clérigos,.que-pretenda.alejar, de Jas facultades de teologia, sospechosas.de_set-independient para distribuirlos.en seminarios; lo que.no.dejé.de-provocar-algu- nos enfrentamientos con las autoridades laicas..——— Con todo, la lahor més importante-de-la Iglesiavcatélica se dio en el. campo social’ Merece mencién aparte Monsefior Ketteler, nombrado.arzobispo’de Maguncia en 1850.-Penetrado del espiri- tu de caridad de las primeras comunidades cristianas, se opuso cada vez més enérgicamente, invocando argumentos roménticos_. que habia aprendido en su juventud en Westfalia, al liberalismo’ econémico, atacando su ateismo y materiismo’en el foto: 7 “‘ePuede ser masén un catdlico?”. Acercéndose bastante a La~ salle, publicd en 1864 el libro: La cuestién obrera y el crist nismo, en el que proponia que la Iglesia creara_cooperativas & productoras. Pero antes de esta postura social teérica ya se ha- ian dado muchos contactos entre los catdlicos y las masas popu- lares, como por ejemplo la labor del abate Kolping entre los ) ie 266 nisToRIA DE ALEMANIA artesanos y obreros, la de Schorlemer, fundador de las Bauern- vereine entre los campesinos, en tanto que las conferencias de Soest (1864-1868) intentaban salvar las bases tradicionales del trabajo alemén y el futuro de los trabajos a pequefia escala. Las preocupaciones sociales ocuparon un lugar cada vez mis impor- tante en la prensa catdlica, en especial en las Hojas histérico- politicas de Munich, en las que Josef Jérg atacaba ala burguesia liberal bajo el aspecto politico y econémico. En 1869, en la conferencia de Fulda, Ketteler y los que formaban parte de su circulo elaboraron un vasto programa a favor de la clase obrera, coriginando en el Katholikentag de Diisseldorf, en ese mismo aiio, el plan de Ernest Lieber para una recristianizacion de la sociedad. Finalmente, el-catolicismo desempend un papel cada vez ~> mayor.en_la-vida intelectual de Alemania, Pero, en este terreno, se va a producir un conflicto entre los partidarios de la escolistica tradicional y los dela nueva ciencia universitaria, que cada vez ir en aumento. Muchos catélicos, mas 0 menos afectados por los resultados obtenidos en las facultades de teologia protestantes, estimaban que era posible una conciliacién entre la razon y la fe. Es ése el pensamiento profundo del sacerdote vienés Giinther, que ensefiaba que los dogmas eran una adaptacién temporal a las verdades de la fe, ideas que fueron ampliamente aceptadas en Alemania, pero que, tras ser atacadas por Monsefior Greissel, fue- ron condenadas por Roma en 1857. Lo mismo sucedié con la obra del fildsofo muniqués, Josef Frohschammer, para el que la fe no servia mis que para proporcionar material a la filosof a, la tnica soberana. Estas condenas provocaron una viva indignacin entre algunos sabios alemancs, que acabaron por admitir que Roma, hundida en un mar de tinieblas, no era capaz de comprender la importancia de sus trabajos, originando una especie de “naciona- lismo teologico”. Estos sentimientos se cristalizaron en la persona de Ignaz Déllinger, profesor de Historia eclesidstica de la Univer- sidad de Munich, que, sin embargo, contribuyé antes de 1848 a la lucha por la libertad de la Iglesia, pero que, decepcionado por cl rumbo que los catélicos de Maguncia habian dado al movimiento catélico, se opuso al ultramontanismo romano. En 1857 march a Roma para pasar unos dias, sintiéndose humillado; en 1860 Presenté sus dudas acerca de la soberania temporal del Papa y, al sacaues pRoz 267 "te, en su libro La Iglesia 'y:las Iglesias; propuso a (Pio Ix, jo sin cdustica ironia, que se instalara en Alemania para - educar-espiritualmente a este pais; en 1863, con ocasi6n del con- eso de tedlogos de Munich, defendié el derecho de éstosia dirigir el mundo catélico. Estos orgullosos propésitos provocaron de parte de Roma un “Breve”, segin el cual la tcolagiandebrie perimanecer sumisa al. control-de-lajerarquia. Ya cstaban enfren- tados ambos campos y, desde luego, sin posibilidad alguna de conciliacién. Cuando ef rgano romano Givilta Cattolica tratd la ccucstidn de la infalibilidad pontificia, Dillinger, que estaba traba- jando desde hacia tiempo en una obra sobre la primacia de Roma, dio a conocer mediante su folleto El Papa y el Concilio (diciembre de 1869), que la infalibiidad papal s6lo podia reposar en la voluntad de toda la Iglesia, y que un concilio reunido en Roma no podria deliberar libremente. Su argumentacién llev6 al jefe del Gobiemo bavaro, Hohenlohe, a publicar en abril de 1870 tuna nota poniendo en guardia la opinion internacional contra el proximo concilio y lamando a una protesta comuin. Ta evolucidn de una parte de la opinién catélica en un senti- do ultramontano, constituye uno de los argumentos de peso para los que quicren defender la sociédad y el Estado frente a la intrusion” de la Iglesia catélica. La divisién entre los medios ultramontanos y los que pretendjan salvaguardar los derechos de la libertad y de la independencia cientifica, se acentud ain més. En el plano nacional tenia su contrapartida en la polémica entre los partidarios de una.“Gran Alemania” y una “Pequefia Alema- nia”, El liberalismo, tal y como se expresaba en los medios del Nationalverein, era sumamente anticlerical, obteniendo cierto eco! en una burguesia pletorica del materialismo del momento, ansio- sa de eliminar cualquier tipo de influencia religiosa en la vida, piblica y privada, y dispuesta a aplicar a la Iglesia la misma jslacién josefista que hasta hacia poco habia utilizado el Anti go Régimen. La guerra de 1866 dificulté las cosas, y Sadowa fue interpretada como una'victoria protestante y liberal; el esfuerzo emprendido por Monsefior Ketieler-en.su-folleto-ATemania tras la guerra de 1866 para disociar el caso Kleindeutsch, al que habia que resignarse, de la corriente de ideas anticatdlicas que le acom- paftaban, no caus6 demasiada impresion. oe As a 268 | HisTORIA DE ALEMANIA No ¢s nada extrafio que, ¢n Jos diferentes Estados alemanes, se desarrollara una especie de’conificto permanente, preludio del Kulturkampf. Ef Prusia‘la situacion no fue tan tensa; los ses de la Iglesia estaban protegidos en este pais por la division cat6lica-del_Ministerio de Cultos, y_dentro-del_Parlamento por una “fraccién catélica” dirigida por el westfaliano Mallingkroth y os hermarfos Reichensperger, que tomari en 1859 el nombre de “Centro%, conciliando en una misma politica confesional a los diferentes elementos sociales: burgueses y obreros renanos, por una parte, y nobles westfalianos y silesianos de otra. Sin embar- 80, a partir de 1855 el libro de Bunsen: El signo de los tiempos anunciaba el despertar del anticlericalismo en los medios libera- les; la crisis constitucional de principios de los aitos 60, marcé el tetrocese de los clectos catélicos (70 en 1852 y 17 en 1862), mientras que la muerte de Geissel, en 1864, dejé a la Iglesia debilitada. La legislacién favorable a la libertad eclesidstica, que permitia a los catolicos prusianos mantener con regularidad con- ferencias en Soest para discutir asuntos politicos y crear las Kélnische Blitter y posteriormente el Kélnische Volkszeitung, prensa digna de scr tenida en cuenta, no sufrird ningtin ataque hasta 1870, ya que Bismarck no deseaba crear enfrentamientos antes de que se concluyera el proceso unitario. Los nacional- liberales iniciaron la ofensiva y en Moabit, en aquel entonces barrio protestante de Berlin, se origind un levantamiento protes- tante motivado por la apertura de una iglesia catdlica. En Baviera, Maximiliano se limit6 a tespetar el concordato, pero sin salirse de AL, siguiéndolo al pie de la letra, a pesar de que los obispos, tras la conferencia de Freising en 1850, le enviaran memoranda imperia- les sobre el libre gobierno de las didcesis y la educacién de los clérigos; en 1855 logré cl nombramiento de Monseiior Reisach | sincretismo_religioso, pero enemigo de la -teologia-tomana_y Poco. dispuesto .a.permitir la influencia jesuitica en su nacién. Cuando su primer ministro, Hohenlohe, que pretendfa limitar a la Iglesia en su estricto papel confesional, propuso en 1868 la ins- tauracién de un control estatal sobre la ensefianza, se enfrenté uacaues pnoz 269 con la oposicién catélica y con la publicidad dada a los trabajos parlamentarios por las Hojas histérico-politicas; dado que la mayoria del Landtag se mostré a favor del partido “patridtico”, tuvg que presentar su dimision en marzo de 1870. La situacién estaba mucho més dificil ain en Ja provincia eclesidstica del (Alto Rhin}Jorganizada a por la bula Provi solersque, que comprendia los Estados de¥Sudoeste de Alemani Reunidos en mayo de 1851 bajo la présidencia de Monsefi Vicari, arzobispo de Friburgo, los obispos pidieron poder fundar, sus escuelas-y administrar-libremente_sus_propiedades; Ketteler llegé a abrir un seminario en Maguncia sin pedir autorizacion al Gobierno. La tensién crecié hasta el punto de que Monscior Vicari fue detenido en mayo de 1854 por el Gobierno de Baden. La mayor parte de los Gobiernos prefirieron negociar concorda- tos, por medio de Monseftor Reisach, con la Santa Sede; pero su aplicacién no fue nada fécil, sobre todo despues de 1860, dadas las tradiciones josefistas de la burocracia y sus aliados liberales en el Landtag. Algunos panfletos, redactados por el jurista Blunt- schli_ y el historiador Haiisser, partidario de la “Pequeiia Alema- nia”, de la Universidad de Heidelberg, se referfan a un intento de fa Iglesia catélica por “ahogar” las conciencias. La guerra religiosa paso a Baden a causa de las denominaciones eclesidsticas y las fundaciones pias bajo el ministerio Lamey-Roggenbach, y supuso un verdadero problema cuando el ministro Julio Jolly, que identi- ficaba el anticlericalismo_con la idea nacional, quiso permitir, a partir de 1866, a los municipios que abrieran escuela’ “neutras” y al presentar, a la muerte de Vicari, un candidato nada partida- tio de los ultramontanos, lo que provoed que la sede quedara vacante, Todas.estas medidas originaron, lo mismo que en Bavie-. ra, la formacién_de an. parila eatSlica AomULaE que hibilmente \ dirigido por Jakob Lindau, pedia, frente a la biurguesia liberal, la C introduccién del sufragio universal. En verdad, seria exagerado considerar a la sociedad catélica como un elemento aparte, no integrado en la comunidad nacional. Bismarck, al igual que un gran nimero de protest: pensaba que el ultramontanismo era una_fi ii antinacional y se quejaba de la actitud del clero y de sus relacio- nes con los enemigos de Alemania, El Kulturkampf latia en estos 270 > HistoRIA DE ALEMANIA hechos, mientras que la legislacién badenesa de Jolly servia de ejemplo a Prusia. 8 EL MUNDO OBRERO oS} La clase obrera era quizés la mas inerme en el nuevo Imperio. Su Progtesion_numérica.alcanzé un alto nivel. durante. los.aiios 50 y 60, sufriendo una profunda transformacion al desaparecer casi por completo la vida artesanal y aumentar las grandes fabricas, si bien ‘es cierto que la afluencia de la poblacion rural hacia las grandes ciudades no bastaba como para originar el sentimiento ay Zclasista, siendo. siempre los obrexos_especializados los

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