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El Concepto de Ip sage, d . en el haiky smido Si st estudian las diferentes formas de acercarsea “lo Sagrado” de las religiones japoriesa, nos percataremes el haiku, y no es porque el haiku To haya recibido de cllas.’Mas bien es al contratio: “lo sagrado” que escon. de (y deja entrever) el haiku es anterior a la constiva. cién de las religiones oficiales japonesas. Estas Io han tomado de una primitiva religiosidad sin ritos ni cuer- Po doctrinal fijado que se hace poesta en el Man-yéshi y de ahi, antes de haber sufrido su sistematizacién en Jo que conocemos como “Shinto” y su posterior sin- cretismo con el Budismo, crea su propio cauce pata Ile- gt a la posteridad, no con forma de texto teligioso sino con forma de poesfa. Pero el objeto de esta pri- mitiva poesfa es lo numinoso tanto o mas que el de cualquier texto sagrado utilizado por cualquiera de las grandes religiones, Joa Oo que es ho mino, dle¢ b ratz del atoms Ate qué est ef porta de akin en veal, bre cuanto sr queda etbeleat por vn uakqwer by oo gue umeve ss tamtas a viento ante ama Panda ‘e sencejos que vnelan em terol al ataclecer del yera wo Padiera ser que no fuétamos capaces de desentraiar lero ue enieta esta pregunta; ange intent el seta que asin com I investgacid que a sto po fruto este Ho, De momento constatames que ‘uy cosas en el undo por ls que el poeta sue un tipo {ssuhae de impacto sensorial, que en Oriente Haran stereo" yen Occidente actualmente estamos en dispo- sie de Hamar “religioso"™, * AAsimismo dejamos constancia de que tal y como lo saiende el Ain el ni es mucho mis capa de eaptat 'o sagrado” que el hombre aduto, sunque ain pueda cexplicarlo menos que éste: Kui site Un no mitando ls foces que ces, ‘alls ngamuru con la boca abierta, toa bole, es un budat Es por eso que el poeta de haiku trata de volver a sentir como un nifio*, Porgue la emoci6n se contagia al nino ‘con mis failidadl que al adulro.Y al artista con més fac. lidad que al que no tiene su sensibilidad. “Sensibilidad”, ésta es la clave que marcaré las diferencias de grado de intimidad con “lo sagrado” entre los poetas japoneses. Para comprender la nocién de “lo sagrado” del haiku japonés deberemos ~en primer lugar tomar en consi- deracién as muestras que nos han quedado de declara- ciones expresas en los haikus en que los poetas relacio- nan "Io sagcado” con algin aspecto de lo existente, aunque s6lo sea para comprobar que no nos revelan eee ES EEE NEES EOMSESINGO Teer entre tineas er Ih produccién global del “haiku de lo sagrado” —que omite su objeto— interpretando adecuadamente silen cios y palabras. En segundo lugar, deberemos analizar tun concepto “magico”, un término que aparece en la poesia japonesa desde sus origenes hasta el haiku y que es en si mismo expresi6n de la filosofia de vida del japonés; nos referimos a la palabra “aware”. En tercen lugar, veremos la consecuencia de este awere que siente el japonés tradicional, a saber, su modo de estar en Ia cexistencia, que es en si mismo un puro acto de adora- cid Y, en cuatto y iltimo lugar, intentaremos resolver el asunto de la definicién que pueda darse a “lo sagra- do” que late en el fondo de la sensbilidad japonesa, sacando para ello a la luz algunos relatos miticos, co ceptos filoséficos y manifestaciones divinas que ha ido genetando en la historia japonesa esta peculiar aprecia- cién de “lo sagrado”. Referencias expresas de los haifin a “lo sagrado” ent Sus poemas - Sélo con caricter excepcional relaciona expresamente el Jaijin algtin aspecto de la Naturaleza con “lo sagrado” En realidad, estas declaraciones no resultan ‘imprescindi- Besa los japoneses. Tampoco son exclusivas de lo que un potta considera que es sagrado, Nos son titiles, sin embargo, como pequefias iluminaciones —mis bien “chispazos”— que se producen ante los ojos del lector occidental para hacer que éste dé credibilidad a las hip6- tesis que mantenemos; verdades sabidas en Japon, evi- dentes, y de las que, por ello mismo, no es necesario hablar. Japén es —como ha dicho alguien— una “culeura silente”. Quienquiera qué pretenda saber algo cierto en Japén debe esquivar el harap, el arte de decir lo que se nla que no hubiéramos consepuido leer entre Hneas en br redocetin global del “haiku de Io sagrada” ~que omite su objeto~ interpretando adecuadamentesilee «ios y palabras. En segundo lugar, deberemos analy tin concepto “migico", un término que aparece en [a Rosia japoness desde sus oxigenes hasta el haiku y que

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