You are on page 1of 27
Capituto 9 LAS NUEVAS MONARQU[{AS DEL RENACIMIENTO ALmargen de la discusién —ya analizada— sobre la existeretro— no del Estaderes ev' idente que el pesiectrdteTminsite-dela Edad Me- diaala Modesna-eontempl6 a inicio deun-peaceso cuya caracteris- tica esencial fue el refo y poderes so- uuena parte de i paises europeos. ‘Aungue exista una continuidad contosreves anteriores, podemos habler-asi de unas nuevas monaraui. del Besacinsnte, en cuanto que amplian consi- deral emeniesu poder y-su-dmbizace actuaciGn, No obstante, sera Gnicamente la primera fase de un proceso que Tevaria, en los siglos siguientes, al pleno desarrollo del absolutismo,— ‘Con frecuencia se ha empleado el término de monarguias nacio.— _ngles para referirse a ellas. Con él se quiere ere identificar su cardcter te- _sritarial —coincidente a grandes rasgos con las naciones actuales— y su negativa a-aceptar la superiaridad de los poderes universales que, de acuerdo con la cultura politica heredada de la Edad Media, se situaban tedricamente en la ciispidede la cristiandad, Pero el tép- mine-«nacién» es equivaco y tiene también su ptnpis-historia, por Jo que suutilizacién tal como nosotros los entendemos conlleva una dasis elevada de_anacronisme, al aplicar al siglo xvi categorias ac- tuales, Alusiva al nacimiento, ena época que nos ocupa hacia rete- Tencia al origen geagrafco, tas o menos amplio, de un individuo. Se hablaba asi de la nacién espafola, pero también de la castellana, burgalesa o de localidades menores. Su identificacion con los terti: tarios paliticas de las monarquias, 0 el conjunto de los habitantes de los mismos, es una realidad posterior, que incluyeJa conciencia de Bétieneeer auna comemidad y el re econocimiento de unos intereses— = Tal sentido de nacién se iria creando en el curso.dela-mo- demi idad, hasta desemb: lanacién-de-eidadanos de la Revo- ‘cton frances rel Herslisenoc Un caso parecido es el de «patria», Boy 188 hos 7 asados, que podia ente, fe lo adres ¥ ane lucido local. Tderse jerra ¢ 2 9, re + alusivo ala i metenso y, sobre ie poderes “ie los — cntido extenso S9. Tos . en un sentide “ieva le tose , shas casos en Sin von el fe diets musclos cAaS08 en PrLWeus inter. Reda convirtiendase e sales en relacion con los Principy is prumeros jeun cor 4. Ello se habia reflejado en la emetgencig los eal d Ta noble Jes miembros de lan de Pecan arto tore rios suivos Pero: © iroriales, teacicamente feudars, Ate independientes y capa, ay enemigos, Hl caso del duucado de Bor Juyso de aliaec0" do, tanto por su apoyo a Inglaterra en Fe Cien Anos (1337-1453) como pep : ae aconstituit un ado eee de Fran. “J siglo XV, incluso lego a constituir el modelo cortesang “a Le , - que inspiraria a las monarquias del Renacimiento, Perola crs del poder real era un fendmeno peneraileade, que afec. tala de formas distintas a las monarquias peer, le acuerdo con Ja historia peculiar de cada una. Los reyes, deseosos de exaltar su po- der sobre el resto de las instancias de sus respectivos reinos, tenian por delante una tarea considerable. ces ine gona es el ere alounas tases de | sus asf diraciones ¢' La crisis de los poderes universales La emergencia de los poderes mandrquicos-asentados sobre di- se territorios europeos coineide y viene propiciada por la larga s si ic los considerados poderes universales, el papa y el empera- : oe czas spi temporal Tazo armado— de la cristian- seb) i astanda de las mismos era una | idea de unidad procedente : ‘cal : 4 Ca betio tomano,-etistianizado nano,-etist y vinculado a la Iglesia a partir nee en los inicios del siglo IVDurante la e ky dl clo imperial se mantuyo enciai bit corer como tefetencia ideal en el extenso am ; wih. tan que acabaria siendo muchommsdis Iglesia en eh es ae la [nlteeelcmadeetionte (1954), a tras la division de ion de reconstruir Spiracion de recor i solo era Posible a partir de un po $9, 10 que permiti dad, aunque oe 2 rita atan clatamemetostiens a ctos Sy t s respect! Hae ells, Ytemporales habria de originar vue” nes monarquias del Renacimiento - s 9 Lo que nos interesa. sin embargo, es destacar tres hechos. P parce laya aludida base romana, que llevara a losseameredoncn pert nics ‘a utilizar para si mismos el nombre de cesar ser) En cesundo 10 io fuga. la Tdea de tnidad- un solo emperador. Es cierto que pubo algun caso efimero, como I de Alfonso deen y de Casti- lla. coronado en 1135 Imperator totius Hispantae con la presencia de gn legado pont ihcio, 0 que a partir de 1546 los monarcas rusos adop- garon asimismo el titulo imperial —por cierto, también césar (tsar)—. jo que se explica en buena parte por su condicién de ortodoxos. no sinculados a la Iglesia de Roma, Por caracter hegeménico dei Imperio, cuya superioridad sobre el resto de los qviena sentido a partir de una supremacia va. En el siglo xv, =, se habia desvanecido y el emperador era uno mas entiélos mo. Os Ti sStirigUt jemnas, por lo que solicitaran-yebtuvieran del papa diversos titulos hono- rhcos que les diferenciaban del resto de los principes cristianos. reves de Francja se les otorgé en el siglo XV el de Cristiani- simo, el papa Alejandro VI concedié a los monarcas espaseles, Isa- bel y Fernando, el de Reyes-Gatéttees+1496), Enrique VIII de In- giaterra en 1521, afios antes de su separacién de la Iglesia de Roma, logré el titulo de Defensor Fidei, precisamente como recompensa por sus escritos contra Lutero, y a los reyes de Portugal se les dio el de RewEidelisimo. Era una carrera de honores que, junto a la cri= dsdellmperio, indicaba un TEM Oo. con rentes monarcas dispucstos a competie-por ia precminrencia Asimismo, los reyes se atrogazontina serie de prerregetivas-reservadas hasta entonces al eaperador, como el tratamiento de majestad, la utilizacion del De- 1ocho-sormane-eome base juridica para sus pretensiones de taciona- lizacién y centralizacién del sistema judicial y administrativo, eluso 3 : ee de veqimentas y atributos imperiales, 0 < is 7 oder. Desde tiempo atras, los legistas franceses afirmaban que el rey de Francia era «em- Sin embargo, y aunque mantuviera esa potesta superior € $y condicién de cabeza espiritual de la cristiandad —que Peon Perderia frente a los monarcas protestantes—, ¥ que Se eee S™ismo en hechos como la capacidad para asignar espa Bs “Pansion 0 dividir el mundo, como hizo con las famosas bulas ale- Va Te habria un pape pera el desgaste no, 7 cS Jer sobre fos soberanos cri: : Nada . >a cues cas. Tos inte. sivamente terrenales de los papas en las luck as ies y exce | danizacic Jos diversos estados italianos, la mundanizacion de muchos de Renacimiento, © Ja vida poco ejemplar de algunos, tambie, su perdida de prestigio. in embargo, que el siglo V1, coincidiesdo con narquias y la terrible crisis de la Reforma, quene Oo -peeviore-simultineo de recuperacién y expansio? - Laegcultura contribuird tam : rqnias del Renacimiento senweso 191 sesasosial, mediante dos vias principales: el m 7 i ra ‘ ab Fe yeas armas. I Trancia sera necesari Prattimaniemmly : sario recurrir ag iis cont soxporar lo: i En Espana se t ticamente inde- Aun proceso de vinculacians ' ferri- wa, : renee 5 de los Reves-G P jmonio de los - 08) ‘T os) y de conguista ; de conquista, tendente a a eL ambito espacial ce la vieja His seus también un soberano territoria Peed absburge sobre Bohe eal or — Hioboiies Heousia trash muerte de Mohaces (1526). Asimismo, to- acremento de si pro} i ‘os ; : stia, los ‘an tanto en clementos-priticc z cos, tomados muchos de Para el in F, ues eave < se Pet rara clisica que ahora se recupera, como sobtetado jos altura Casi eles oe Lar importancia de estos ilifpos eratal que la gran ma- ora de los contemporaneos Consideral be la unidad religiasa-como uasili 5 cial. Todos losreyes-basaban strauc- fortasen 1a uneicn. divine, Jo que exigia que sus stibditos compar- perap su misma Fe. Como ini i lavieja divisa Be Tie fi, une Ioi, un roi, era en esencia la de todas las mo- rarquias de la €poca. las letras, en un periodo tan brillante como Tani el Renacimiento, se pondran al servicio del rey y dela dinastia. No es deextrafiar, por ello, que en Ia época en que surgen los primeros ts tr "los reyes s imeros en perp: tuar su imagen. Se trata de pil 2 s en el aspecto real de los monarcas, aunque con el gxadade-idealizacién exisico por un ge- nero que surge ahora: el retrato de corte, cuya hinalid esenciales la plagnacién y difusién de i ‘de majestad (dignidad, elegan- cia, belleza, serenidad...). El Tetratado asume toda una serie de ras- gos y virtudes, que la tratadistica relatard, le, y que compen- dian cuanto se puede pedir y esperar de un principe. La habilidad del pintor estar en plasmarlo adecuadamente, Ju a, la lia, simbolo de dinassia, los antepasados y los descendientes, la ‘amil retratos como ©) fa- lacontinuidad del-linaje, que aparece ahora en peli moso de la familia del emperador Maximiliano, de Bernhard Strige). Levados por el af vee monarcas crearan gale encargaran frescos Y pinturas en Jos que aparezcan loriosasolas des sade. 00 Lizn al prestigio, lo mismo soy ob niles, adorniados que laar imeros Fe desar - 2 majes Je ‘endarios 9 miticos <0) onare La a as Cite, gendas ocasione para la glorifies” ICASIODES Para 18 Lorihcacg, ion de arquitecturas ¥ OTs obra, Jo conacemos solo por las descripen tas. que a menus an liegado de ellas. pe ltras. La historia tendrd un papel esng efencalogias, reales hasta donde sea Poni a Tair de ah Fcticias, Como Ja de los : io yore jas Corvino, & quiei ots ia menos que de Zeus. La falsiticaciin eee ney ncaiopea— bie! srica_— sirve al objctivoncke PTestipiaee] | 5 funcion es la de exaltar susacio institucionalizadas. Eran jy © Portugal; los Estados Gee to en Inglaterra, ¥ Sicilia, 9 tos, basadas en la “Tareas de gobierno y alla, corona os en Casta, THC Cortesen rammen norales en Pranet alone o Succia, Buena parte ae Pres Ta cn cl menor medida, i: eee a en la funcién que, en mayor o mens Te cabin io radicaba en I radici6n, manifiesta en las conan ‘les“asambleas no eran per, i a periddica, dependiendo de ran propiament tativas, o sug.miembros no eran elegidos por a ucllos alos Jue en principio SAS BIT Tas Tams Tepresentativas por su origen yeestruc. turd estamental, en general con tres hraeesimteprados-pormiembros de cada uno de los estamentos, aunque algunas de tales asambleas, como Tas Cortes del reino de Aragén o el Reksdag de Suecia, consta- ban de cuatro, mientras que otras, como las dietas de Polonia y Hun- ria, tenian Gnicamente con dos, ocupadas respectivamente por la alta nobleza y la nobleza menor, Las singularidades eran frecuentes, aunque producidas en al- unos casos por la evolucién s la histrica. El Parlamento de Napoles quedé limitado Gnicamente a dos brazos (nobleza feudal y ciudades On1O regio}. el clero novolyié-aser convacado desde imismo, a lo larg i liar fue el de Castilla . Salonen Sc¢ 1538 los reyesdefarorrde convo- el clero, rue mblea p Por lo que las Cortes se convirtieron en 2205 en lose cipales ciudades, Quienes asistian echos diversos Ntos reinos y territorios lo hacia ente a las prineinat® de la nobleza y el clero pertene ino, En amples familias o los mas altos cargos ‘ingida ret Ca8os se trataba por tanto de ul! ” Pero también lo era la del tercer estad: Las nuevas monarquias del Renacimiento 203 estado llano 0 comin, fruto en la mayor parte de los casos d i vilegio concedido por los re ee ee Ho concedido por los reyes a una determinada comunidad. Un prialego restringido y limitado, como ocurria en Castilla, donde solo dicciocho ciudades tenian el derecho de enviar dos procurado- res cada vez que el rey convocaba las Corte La convocatoria real era otra de las caracteristicas de estas asam- bleas_To que olnecia a Marcas Ta Opa ecnar sin Garo que la posibilidad efectiva de hacerlo dependia de las constituciones v normas bisicas de cada territorio, pues alli. donde consiguieron conservar competencias legislativas, fiscalés o milita- resslontel F posible, _pseer-Con ellas. Una de las-principales atribuci parla- mentos —nombre“genérico que aplicamos a todas las asambleas— Sa la aprobacion de ciertos impuestos, por lo que la mayor parte je Tos monar a wocarlaserrtun periodo en el qu €sitabai riosamente aumentar sus ingresos. Esta era la ‘Derza de los parlamentos, que aprow Wocatoria para elevar al re ; aunque su efectividad dependfa en bucha parte del procedimiento. Si lograban que el rey respondiera asus propuestas antes de concederle el servicio, tenfan muchas més posibilidades que si era al contrario. Los reyes, deseosos de eliminar Jos obstaculos que se oponian a su poder, tendieron no solo a con- vocarlos lo menos posible, sino también a imponer el procedimiento que mas Jes favorecia. La historia de los parlamentos ofrece asi una variada casuistica. En Francia, los Estados Generales se reunicron aunque si lo hacian los provincia- solo en ocasiones excepcionales, los llamados pays d’états), al les, existentes en diversos territorios ( tiempo que otras instituciones, como los parlamentos (cémaras de justicia), asumian competencias en asuntos politicos y fiscales. En Alemania, los emperadores raramente lograron controlar la Dieta, aunque, una vez més, el caso extremo fue el de Polonia, donde la Dieta, cuyos miembros tenian derecho individual de veto, hizo im- posible cualquier accién coordinada de gobierno. » E] incremento del poder real afectaba también a la Iglesia, om- i Ambit la cristiandad, dé una forma mucl nstante e intensa de cuanto podemos ima- ginar, E] poder de la Iglesia, enorme, se manifestaba varios niveles ¥y nos da ideas mejor que ninguno de los otros que hemos citaco, de hasta qué punto el objetivo de las nuevas monarquias no era tanto hubieran podido afianzarse de la imposicion como el pacto, pues no bub: af de la Iglesia, ademas, la les otra forma. En el cas celta seeecindic Sea Tromente en la religion, por lo que no podia prescindlr de ~ Jiborscian-ora impresein le ET opinion — come st las dicey FONTS japado de Roma. Este ultimo aes ya hubiera sido importante Jad de actuacion enel ambi, apritorio ¥ percibia rentas procede 0 fede cla F6 TSelorzammento dele s poderes ec] ASLICOS, UN ob. no, asi llamado por su defen, a soberania del monarca ie a tradici6n medieval a | importancia en Francia, donde se le ce Jicanismo, si bien este era mas complejo, pues defen. la Iglesia de las Galias frente a los poderes cre. se conecté en algunos momentos as ba la autoridad de los concilios por en un sim sino que t de las Iglesia Jas distintos tes de | der jetivo delicado, jerechos inhere! ede, que cont od de las regalias Ja Santa S regalismo tenia una especl bre los de aba con ul dia los derechos de sientes del papa, por lo que conciliarismo, que reivindica cima de la del pontifice. sie comienzos del siglo xv_y por medio de_concesiones 9 Sisaiews (Datror mbrami si (patronato), la cy ri nbramientos de car, cle. blcgacerdc iar ty otros deesmeerree aren sus rei peeps bose uta gucranapel cios (exequatur o s 7 inales real laciones de los ecle- tes consiguieron, asimism. ree Los Reyes Catolicos y sus por la Iglesia (tercias, 10, la concesién de impuest: suceso- eclsistico (ubsidigy se t® ¥ cFuzada), tributo: parce azplias rentas a cargos vinculados a la I; s Pagados por los ‘ 280s de las c iglesia y dotados de uatro 6rd e len es militares espaiio- wera aid Ua SObre 5 = ra do » vempos, | igh “Pai log, tO © la Universalis fe > lo.com un po bre la Iolo, incluso naialis Ecclesi. de Julie Gracias a diversas tar ea o8Poderey NCesisn, a 1 (1508), el ey de A lglesia, Fn Pales: is ; que le confer eal Patronato so” tey de Pon Utoridad a de hecho buen : establecer y organi- ae Ortugal, en “artud de la bula Praecelsaé Las nuevas monarquias del Renacimiento 205 devotionis (1 5 14) obtendria el Padroado, que implicaba concesiones similares en sus tertitorios de ultramar. Para los reyes, el control de Ia propia Iglesia no era tinicamente una forma de limitar el poder pontificio ¢ Incrementar sus rentas, sino también_un medio pode- roso de asegurarse la le; Clos grupos sociales que aspiraban @ desde Ta alta nobl inrermedios tas Pese a las concesiones, lastensianes regalistas y los roces con el poder del papa fueron muy frecuentes, también en el caso de los re- yes de Espaita, Unio de Tos muchos contlictos fue el que, a finales de Jos aitos sesenta, enfrenté en Milan el celo contrarreformista del ar- zobispo Carlo Borromeo y sus deseos de rigido control, con el du- que de Alburquerque, gobernador del estado, Por razones en buena parte historicas, el poder del papa no era el mismo en todos los te- rritorios. En Sicilia, por ejemplo, el rey era el legado papal en virtud de una serie de concesiones, la primera de las cuales se remontaba a finales del siglo x1 con el papa Urbano IL y el conde normando Ro- ger. Como consecuencia de ello, el monarca espafiol ejercia una am- plisima jurisdiccién eclesiastica a través del Tribunal de la Regia Mo- narchia. En cambio, en Napoles, el poder del papa era superior, al rratarse originariamente de un feudo pontificio, cuya investidura ha- bia de ser renovada cada vez que se producia la sucesion en el trono. En reconocimiento de la misma, el rey de Espaiia, a través de su em- bajador en Roma, rendfa pleitesia al papa y le entregaba un tributo sobre la grupa de un caballo blanco, en una ceremonia, la chinea, que se celebraba anualmente el dia de San Pedro. Tal vez por ello, el reino de Napoles, que habia rechazado con éxito los intentos de in- troducir la Inquisicién espafiola (1510 y 1547), no consiguié evitar la presencia y actuacion —en ocasiones decidida— de la Inquisicion romana, lo que estimularfa como reaccidn el desarrollo de una des- tacada cultura regalista 0 jurisdiccionalista. En el caso de Inglaterra, su separacion de la Iglesia de Roma hay que interpretarla mas como un producto extremo del regalismo, que llev6 a la ruptura, que como una consecuencia de la Reforma. De hecho, la contesion an- glicana, que acabarfa imponiéndose, era una especie de catolicismo, aunque sin reconocer autoridad alguna por encima de la del rey. El sometimiento de la iglesia del pr: con sus enor. mn ~¥ el control de las creencias y practicas Thuy directamente a la soberania lo ‘explica las permanentes fensio! E ranos catélicos y l papadorde Rema quesecorsen lal + Eu- i ‘elaci6n Ls Ry, | prin 206 =a alcanzado por el principe, Solg de de ro al romp ‘acon el sta directa con Jos protest antes Exitos y fracasos yeosidades, cuando no Fetrocesox, has sci argos ritmos 2 at -jmiento Se, ary b In. 4 ci jtuarse esta en un Ambito tettito, nuevas monargul pese a situars' 5 cia Husa, POS ign on reinos-menesimportan esr ; tamente distinto. Tan ia, e incluso en watios-delos ne fal completame pea ia, e inc i - pane “4 , sol como Port Jignos de dimension regiena bre todala Rom, quenos estadosit nurquia clectiva-de-enrteter-teocratico, y Floren, y Ce blicano en el que logré impon ray evrtoriase pasado repul cial, a finales del siglo xy, ¢ i, restigio i a : Fan wen un mecenazgo artistico que, todavia hoy, s6en dicha familia al esplendor de la ciudad. Tras nuevas experien. Ft republicanas, los Medici, con el apoyo ‘de Espajia, volvieron la ciudad a mediados del siglo xvi. Pocos afios después, se conver. tirian en grandes duques de Toscana. En otros-easos, como los del Ipaperiero-Potorra, et intento de crear un poder real fuerte —que si progresa en los territorios patrimoniales de los Habsburgo— se_ sald6 con un f Tradicionalmente la historiografia ha tendido adistinguirlaeve. lucién politica de tres monarquiz Con « s en el siglo xvi (Espaia, Francia ¢Inglateora) de la del testo de los territorios. Tal diferencia- cion se ha justificado ene eal y el pratago- deur | de aquels, frente aso en la conselidacién vars lmperio, Polonia), la divisién. politica endé mica pese a | : Onta), la divisién politica e1 cas ala existencia de una identidad cultural (Italia) o el carac- Portugal, el m a Deserta. , el mu . PTET lor an baltico o Rusia). En realidad, d : del fiaeser later ill hecho del poder real ee onit Intancia real en fy ee Francia elf F -cimi idente de la Vio Setiamente be sep jet ent evident nse la, Yuna Prometido Por la | a de sus Consecuen, ‘etnacions . “ T aval En Cuanto a elo, del Protagonismo oie dpa nts i de aig ie ae } que se ini indudable que el poderse!l Jal i : ; a Las nuevas monarqutas del Renacimionty 207 conpamiacutape, por muy importante que pudiera ser mas ade- Jante. En el sigh XVI, su dabercrppinc ipal esta en la peculiaridad de su ruptura con la Iglesia catolica, en la que predomina el cieme son oe (onder ale Roe predomina el cistna so- Aunque no sean una novedad de tampoco exclusivas de ella, un tipo fr la primera Hidad Moderna, ni cil ecuente de entidades politicas eran las que Helmut G. Koenigsberper y John H. Elliott caracteri- zaron como couposite monarchies, termino que la historiogralia es. panola ha traducido incorrectamente como monarquias compues- tas, cuando habria que hacerlo més propiamente parmanarpiias de_aprovacion. Al confluirsabeeuna misma persona los derechos dindsticos 0 de co an Forios, surgié un pri z diversos reinos o estados, El hecho de que, al menos en_un principio, tales territorios mantuvieran lo esencial de su personalidad previa, vinculandose Gnicamente a tra- ves de la persona del principe, dio lugar a las citadas monarquias de agregaci6n. La principal de todas ellas, por el niimero y la variedad de sus integrantes, seria la Monarquia de Espafia, pero hubo otras muchas; por ejemplo la que se construiria en torno a Austria, asi como también principados integrados por diversos estados, como d de} duque de Saboya. Una simple mirada a las largas titulaciones de muchos de los principes europeos nos da una idea de la exten- sién del fendmeno. Pero cLbrillo de las monarquias y principados no puede escon- der otra realidad que cada vez interesa mas a los his oriadores. Se trata de Tas republicas, algunas de cllas de grap toadicin e impor- tancia ccondmiea, como las italianas de Venecia y Génova, ditigidas por sendas elites soercantiles que, en el caso genovés, adquieren en dl siglo xvi un destaca -rfil financiero de alcance inte onal. Acllas se unirian en la segunda mitad de siglo las Provincias Unidas, un nucyaesta = no alcanzaria hasta el siglo xvii su independen- cia del rey de Expafia, contra cuyo poder luchaba desde 1566. Otra a la de Suiza, que no obstante manten- experiencia republicana € te ! 5 “Tio hasta la Paz de Westfalia, dria un dependencia tedrica d¢LiBsperio hasta la ani ico y a que era ‘También, pese a su caracter mercantil més que 1 esencialmente una realidad del pasado, debe oe por “ ingula- ridad organizativa al estilo de una repiblica, la Hansa o Liga si is oc -fensiva de ciudades, en su ma- rte del n i r en el Imperio, 7 rie de Alena « integradas por tanto en é] : yor parte del narte de Alemania ¢ inte tanto ef € oper Gjsedesele el siglo xiv ayrupaba a mds de setenta localidadles intere sadas en el comercio del Baltico. Lay "hi, 208, «ora Edad Moderna rimer! EI pensamiento pottico en # P 1 pens re acon |, e ate jgamiento abr * teolog: , Se ocuparon de 1, sein lel penser ig a Se 0c n 7 a he a que todo pretend, MN al “aenlad ia y Ja falosatia hacia a a cpocs i ‘I pe *li ; 1 ea soslouss i vl ia escolasti | Pensamienig tienes de la file a LdICO, ue COR a op 16 palit Lassie perp ot liease expresaba t que se conformaba eo jos que § 4 Jos tezsenen clescle carse al ; - oderng i ante, aJodarpoucetaticreM a » No obstante, “ ne Ben Mod ; mundo yelboabre Ne Jose como un CAMPO ESPCC ifico del Ono poco a poco consolicane politica planicaba problemas que ng |nte que lajustincade ee ar bra evidente qu ee iat Jlos, relacionados P sultaban segcillos, 5S fF el Po. a tirania, los derec sites del mismo, la i con clorigen 195 Stibditos y dey, los limite cién. Ein los comienzos de |g mo. suerta y su justifi A &e eo i Nueva Mundo y su legitimidad, ampliamente debatides paola del Nuexe ~atacli anoles, entre los que surgicron ql. enrre los teologos Va iones de los derechos humanos gunas de las primeras formulaciones de r s re El gran abjerive-dete-esealastica era la biisqueda de una visién coberente y arménica, capaz de analizar todas las-realidades polit Grdedelemortberistiana, Envirtud dela ley-natural impresa por Digsenlasconciencias, los seres humanos eran capaces de-distin- guir el bien al y lo justo de lo injusto. De ahi que la geanco mute escoldstica de pensamiento politico fuera el_iusnaturalisme cristiano, al jive Pertenecen muchos de los tratadistas de esta época Dentro de ellos, el mas im ——S importante sera el dominico Erancisco de Vi ‘ona (1483-15467, miemb 1551546) mien ro destacado de la Hamada escuela de Sala Je la fuerza inal On 4 dicha universida y principal exponent oui telectual alcanzada Por el tomisme-enta-neoescolis ts oy is Nos. Vitoria es el auténts et ‘a anal, bastante antes que Groci wid tl paternidad. Ef hase o> la paz i i" quien con frecuencia aA ‘ 2 1 Cxipen Ja aye a estado = y Caracter P PeTSamients anno poe eRe ural. La forma de casti a Molina 0 Franedget GUE Sekuinign INauguraba asi una lines paint 0 eateiseo Sua cyan autores como log jesuitas Luis * Poderuue og doctring lel dae 8a a Grocio, Qtro-aspecto © tesultad MICO espariol ‘ustificacion & O de La i Pafiol es la j ec armonica de tot y 4 tado. El den ng |, Las nuevas monarquias del Rena imiento 309 viene. por tanto, de Dios, lo que anula cualg r derecho de resisten cigsleLaibdito, aungue Vitoria admite que, en-casadeamenava para fos nes espritusles Ta Lalas puedladepencr tila de ee __Los tratadistas de la escolistic_baiome dicva y de la primera Edad Moderna estaban muy Tgpeile compartir un nensiuient unitorme. Por el contrario, se situaban en posiciones distintas mis o menos cercanas a alguno de los dos grandes ejes que habrian de marcar el desarrollo del pensamiento politico, el dgLabsolutisino y el del pactisme. El primero reforzaba el poder al insistir en su fun- ae — damento divine, mientras que el segundo admitia un pactob: entre el principe vel reino, que podia, por tanto, deshacerse. Aun- gue algunos autores puedan clasificarse con cierta facilidad en una u otra linea, lo cierto es que otros muchos presentan aspectos 0 ma- tices que permiten alejarlos del eje dominante en su pensamiento, acercandolos al contrario. Las principales tearias del siglo xvi en la linea del absolutismo ng habrian de venir, sin embargo, del mundo de la escolastica, sino de sectores aienos al eclesiistico” ET autor mas importante es sin duda el dlorentino Niccolé Maquiavelo (1469-1527), a quien se debe una de las grandes aportaciones al proceso de autonomia de la razon con respecto a la religion que caracteriza Ta Edad Moderna. Maquiavelo vive en Florencia y acttia como secretarie-dete-Gan— cilleria y enviado diplamatico durante el periodo republicano que coincide con las primeras guerras de Italia. Cuando los Medici re- cuperaron el poder en TD1Z, cayo en desgracia y acabé recluyén- dose en una villa cercana a Florencia, donde escribitia en los afios siguientes sus obras principales: El Principe y Discursos sobre la Pri mera Década de Tito Livio, ublicadsranbas en 1531, Tespa ‘ambas en T5331, después de Sa mmucrie, Sila seguada constituye una pieza clave en la evolucién del republicanismo civieo, E! Précipe, un estudio muy breve y base esencial de su fama posterior, se centra en analizar las causas par las iezden los principades, algo muy fre- | qu : : donde distintos jefes militares (condot- cuente entonces en Italia, S ” tier’) conquistaban y perdian dominios con una relativa facilidad, como habria de ser el cass Sesare ia, uno de los héroes que propone el florentino. A diferencia del extendido género medieval Jo elimina la moral, base de de los espejos de principes, Maquiavel al ase ds aquellos. En até = be ih pee Maslin de Dadian cl Defer Pacts (1324), defiznde a-peliticr cl la cg i6 Jel po- de FeO Oe eaentinel é fracaso ep la consecu- deny qu sde la moral cristiana. Luis Ry thy 210 0 ana enorme modernity ce Lins tenuias de Maquiavelo er? 1° So de mucho poly as ‘ ae : fheiaban de forma bastante ts i eae, seh eres ore sae, Macitiiavele ror : » proclamaba Tye ble. Al hacerlo, come sens eo, qe proc ; aie toda la trad: No obstantes durante casi medio siglo he sais rcbicasepolitica, No ¢ {paulo IV incluyera Ed Pyjy, he hbros prohibidlos creado por la Lyles, Tew ee re repercusiones en Ta teoria poi, San Bartolome en Francia (1573) Faquiavelismo, s Onimo de mas. bn romote Innocent Gen, mas. [i ° oe Machiavel, senalaba que Ja matanza ha. ctrinas de! : Pe las diabolicas doctrina del eer Pe ‘ han tanto a la alidad que, pese a las pro! ibiciones seorge Sal age a qe suscite grandes reaceiones: Pi we ad cipe en el primer ine (1559). El momento clave, deh ‘ade la noche de fo negative ce tica, fue lama que desarrallé el ganeeD a politica violenta y sin ner el tillet, en sus Dscom bia que atribuir reorias se ajuista

You might also like