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Sistemas religiosos y éticos Parte 2 @B) Diferoncias entre paises segtin también vimos, es posible que reaparezca la conciencia de clase en las ciudades chi- ras, y que quizé sea muy aguda, Una relacién de antagonismo entre pattones y trabajadores, aunada a la concomitan- te falta de cooperacién y a las agitaciones laborales, aumenta los costos de produccién en los patses con divisiones de clases muy marcadas. El resultado es que las compaiifas esta. blecidas en estos paises tienen dificultades para sacar una ventaja competitiva en la eco. nomia mundial. La religiGn se define como un sistema de credos y ritos acerca del émbito de lo sagrado. Los sistemas éticos se refieren a conjuntos de principios o valores morales que gufan y hor- man la conducta. La mayoria de los sistemas éticos del mundo son producto de religiones Asi, hablamos de ética cristiana y ética islémica. Sin embargo, hay una excepcidn impor. tante a este principio de que los sistemas éticos proceden de religiones, El confucianismo {2 ética confuciana influyen en el comportamiento y determinan la cultura de algunas par. tes de Asia, pero es incorrecto decir que el confucianismo sea una religidn, La relaciGn entre religién, ética y sociedad es sutil y compleja. Entre las miles de reli- giones del mundo, cuatro son las mayores por la cantidad de sus devotos: el cristianismo tiene 1 700 millones de creyentes; el islamismo, 1 000 millones; el hinduismo, 750 millo. nes (sobre todo en la India) y el budismo, 350 millones (vase el mapa 3.1). Aunque mus cchas otras religiones ejercen una influencia importante en algunas regiones del mundo modemo (por ejemplo, el judaismo, con 18 millones de ficles), sus cifras se quedan cortas comparadas con estas grandes religiones (aunque como precursor del cristianismo ¥ el is famismo, el judafsmo tiene una influencia indirecta que rebasa esas cifras). Repasaremos estas religiones, junto con el confucianismo, y nos centraremos en sus implicaciones para los negocios. Algunos estudiosos afirman que las implicaciones comerciales més impor" tantes de una religién radican en Ja medida en que conforma las actitudes hacia el traba- Joy el espfriru emprendedor, yen el grado en que su ética incide en el costo de hacer ne. ocios en un pais. Es aventurado generalizar sobre la naturaleza dle las relaciones entre religién y sistemas éticos, las pricticas comerciales. Si bien hay estudiosos que sefalan una telacidn entre es, tos aspectas de una sociedad, en un mundo en el que naciones con. mayorias catélica, pro- festante, musulmana, hindié y budista dan pruebas de actividad emprendedora y crecitatens to econdmico sustentable es importante tomar esto con agin escepticismo. Acaso existan dichas relaciones, pero quiz su efecto es Pequenio en comparacién con el de las polfticas ‘econ6micas, Asimismo, en sus investigaciones mas recientes, las economistas Robert Barro y Rachel McCleary indican que las creencias religiosas intensas, en particular las ideas so. bre un paraiso, infietno y vida futuros, tienen consecuencias Positivas en las tasas de creci- miento econémico, cualquiera que se la religién que las fomente.?! Barco y McCleary es. tudiaron las ideas religiosas y las tasas de crecimiento econdmico de 59 paises durante las décadas de 1980 y 1990. Su hipatesis fue ‘que las creencias religiosas profundas estimulan porque refuerzan aspectos del comportamiento que actecientan el crecimiento econémico la productividad, CRISTIANISMO El cristianismo es la religién que més se practica en el mundo. Mas 0 menos 20 por cien- to de los habitances del planeta se considera cristiano. La vasta mayorfa de ellos vive en los continentes europeo y americano, aunque sus cifras aumentan con rapide en Africa. El cristianismo surgis del judafsmo y, como ésta, es una religién monote(sta (el monotefsino tuna secesién religiosa dio origen a dos gran- ¢s la creencia en un solo dios). En el siglo x1, romana y la Iglesia ortodoxa. En la actuali- des instituciones cristianas: la Iglesia catdlica ‘.ch90.L9 9B VFHesE pW op UpDEEANE A oaATUNDY SHUEILNND IF L-MEADD JM 1002 @3UFLAKIOS PNY “HPL EP MPU Gye Pog fy opunw jsp seuoibijay Ve vavin dad, la Iglesia catdlica abarea a més de la mitad de los cristianos, casi todos habitantes del sut de Europa y Latinoamérica. La Iglesia ortodoxa, aungue menos influyente, tiene atin ‘mucha importancia en varios pafses (como Grecia y Rusia). En el siglo XVI, la Reforma pro dujo otro cisma en Roma, cuyo resultado fue el protestantismo. La indole reacia al confor- ‘mismo propia del protestantismo facilits la aparicién de diversas denominaciones en este 4mbito, como bautistas, metodistas o calvinistas. Consecuencias econémicas del cristianismo: la ética protestante del trabajo ‘Varios socislogos sostienen que de las principales iglesias del eristianismo: catélicos, orto- doxos y protestantes, la protestante es a que tiene mayores implicaciones econdmicas. En 1904, el sociélogo alemin Max Weber traz6 una conexién entre la ética protestante y el “espiritu del capitalismo” que se volvi6 famosa.2? Weber observ que el capitalismo apare- 6 en Europa occidental. También observ que abi Los dlrectores de las empresas los duefios del capital, sf como lo trabajadores mis calificados, y mis atin el personal con grandes capacidades técnicas y comerciales de las empresas modernas, son en st abrumadora mayor protestantes. Weber postulé la hipotesis de que hay una relacién entre el protestantismo y la apari- cidn del capitalismo moderno. Argument6 que la ética protestante destaca la importan- cia del trabajo arduo y la generacién de riqueza (para la gloria de Dios), y la frugalidad (abstenerse de los placeres mundanos). De acuerdo con Weber, se necesitaba este siste- ma de valores para facilitar el desarrollo del capitalism. Los protestantes trabajan con empefio y acumulaban riquezas sisteméticamente. Ademés, las ideas ascéticas impontan que mas que gastar esta riqueza en placeres mundanos, debfan invertiela en la expansién de las empresas capitalistas. Asf, la combinacién de trabajo duro y acumulacién de capi- tal financiarfan fas inversiones y la expansin, y allanartan el camino para el desarrollo del capitalismo en Europa occidental y luego en Estados Unidos. En contraste —segin Weber—, la promesa catdlica de salvacién en el otro mundo, y no en éste, no fomenta- ba la misma ética de trabajo. El protestantismo también alents el desarrollo del capitalismo de otra manera. Al se- pararse del dominio jerarquico de la vida religiosa y social que caracteriz6 a la Iglesia ca- tlica durante buena parte de su historia, el protestantismo dio a los individuos mucha més libertad para cultivar sus relaciones personales con Dios. La libertad de la forma del culto es basica para el cardcter no conformista del protestantismo en sus orfgenes. Este acento en la libertad religiosa trajo la insistencia posterior en las libertades individua- les en lo econdmico y lo politico, y el desarrollo del individualismo como doctrina poli- tica y econémica. Como vimos en el capitulo 2, esta doctrina es la base de! capitalismo emprendedor de libre mercado. Al elaborar sobre lo anterior, algunos estudiosos afirman que hay una conexién entre el individualismo de inspiracién protestante y la medida de las actividades empresariales de una nacidn.?# Aqu{ también hemos de tener el cuidado de no generalizar en exceso a partir de esta idea de la sociologia historica. Si bien algunas naciones de larga tradici6n protestante, como Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, se contaron entre los iniciadores de la Revolucién Industrial, en el mundo modemo las na- ciones con mayorias catdlicas y ortodoxas muestran una actividad empresarial, asi como crecimiento econdmico, notables y sostenidos. ISLAMISMO ‘Con casi 1000 millones de fieles, el islamismo es la segunda religién més difundida en el ‘mundo. El islamismo se remonta al 610 d.C., cuando el profeta Mahoma comenz6 a predi- car, aunque el calendario musulmén se inicia en el 622, cuando, para escapar a la crecien- te oposicién, Mahoma dejé La Meca y se establecié en el oasis de Yathtib, después Hamado Medina. Los partidarios del islamismo se llaman musulmanes. Constituyen la mayorfa en nds de 35 paises y habitan una franja territorial casi continua de la costa noroccidental de Africa al Lejano Oriente, pasando por Medio Oriente, China y Malasia E] islamismo hunde sus raices en el judafsmo y el cristianismo (para el islamismo, Cris to es uno de los profetas de Dios). Como el cristianismo y el judaismo, el islamistno es una religién monoteista. Su principio fundamental es que s6lo hay un Dios omnipoten- te. El islamismo exige la aceptacién incondicional de la unicidad, potencia y autoridad de Dios, yla comprensién de que el objetivo de la vida es cumplir con los dictados de Su voluntad, con la esperanza de ser admitido en el paraiso. De acuerdo con el islamismo, Jas ganancias mundanas y el poder temporal son ilusiones. Quienes persiguen las riquezas sobre la Tierra acaso las ganen, pero quienes abandonan las ambiciones del mundo para buscar el favor de Ald ganan un tesoro més grande: la entrada al parafso, Otros prin pios importantes del islamismo son: 1) honrar y respetar a los padres, 2) respetar los de rechos de los demés, 3) ser generoso sin despilfartar, 4) no matar salvo por causas justi cables, 5) no cometer adulterio, 6) tratar a los demés con justicia y equidad, 7) set puro de corazén y mente, 8) defender las posesiones de los huérfanos, y 9) ser humilde y sen- cillo.25 Hay paralelismos evidentes con muchos principios fundamentales del judafsmo y elcristianismo. El islamismo es una forma completa de vida que rige al ser completo de un musulman.?6 Como vicario de Dios en el mundo, un musulman no es un agente totalmente libre, sino que estd circunscrito por los principios religiosos (por un eédigo de conducta para las re- laciones con los demas) en las actividades sociales y econdmicas. La religién es lo mas alto en todos los émbitos de la vida. El musulman vive en una estructura social determi- nada por los valores y normas islémicas de la conducta moral. La naturaleza ritual de la vida cotidiana en un pais musulmén sorprende al visitante de Occidente. Entre otras co- sas, las ceremonias musulmanas ortodoxas exigen rezar cinco veces al dia (las juntas de negocios se suspenden mientras los participantes musulmanes realizan sus oraciones dia- rias), las mujetes tienen que vestirse de cierta manera y est6 prohibido el consumo de car ne de cerdo y bebidas alcohlicas. Fundamentalismo islamico: En los dtimos 30 afios atestiguamos el crecimiento de un movimiento social denominado fncdamentalsmoislémico 27 En Occidente, los medios de comunicacién relacionan el funda- 101 ‘Apesardel aumento del fundamentalismoradical islémico, la vasta mayo fia. de la poblacién mu- sulmana defiendela paz 102. nite pafses Partez @))D mentalismo islémico con militantes, terroristas y agitaciones violentos, como el sangrien- to conflicto de Argelia, el asesinato de turistas extranjeros en Egipto y, el 11 de septiembre de 2001, los ataques al World Trade Center y el Pentgono, en Estados Unidos. Esta carac- terizacién es, por lo menos, equivoca. As{ como los fundamentalistas cristianos estén mo- tivados por valores religiosos sinceros y profundos, muy arraigados en su fe, lo mismo pasa con los fundamentalistasiskémicos. La violencia que los medios de comunicacidn occiden- ral asocian con el fundamentalismo islimico es perpetrada por una muy pequefia minora de “fundamentalistas” radicales que en nombre de la religién. impulsan sus fines politicos y violentos (algunos “furdamentalistas”cristianos han hecho exactamente lo mismo, como Jim Jones y David Koresh). La vasta mayoria de los musulmanes sefiala que el islamismo ensefia la paz, la justicia y la colerancia, no la violencia y la intolerancia, y que repudia ex. plicitamente la violencia que practica una minorfa radical. El aumento del fundamentalismo no tiene una causa tnica. En parte, es una respuesta a las presiones sociales en las sociedades islimicas tradicionales producto de la moderni zacién y la influencia de las ideas occidentales, como la democracia liberal, materialismo, {gualdad de derechos para las mujeres y las actitudes hacia el sexo, el matrimonio y el alco- hol. En muchos pafses musulmanes, la modemnizacién ensancha la brecha entre la minorfa urbana rica, y las mayor‘as citadinas y rurales empobrecidas. Para las masas pobres, la mo- demizacién offece pocos progresos econémicos tangibles, y en cambio amenaza sus valo- 1s tradicionales. Asf, para un musulman que aprecia sus tradiciones piensa que peligea su identidad por el trasplante de los valores ajenos de Occidente, el fundamentalismo islami- cose ha convertido en un asidero cultural Los fundamentalistas exigen un compromiso inflexible con las creencias y ritos religio- sos tradicionales. El resultado ha sido un incremento marcado en el uso de gestos simbsli- os que confirmen los valores ishimicos. En las regiones donde priva el fundamentalismo, las mujeres vuelven a usar vestidos largos y con mangas y se cubren la cabeza, aumentan los estudios religiosos en las universidades, asf como la publicacidn de tratados religiosos, y se acentiian las oraciones en piiblico.?8 Asimismo, se intensifican los sentimientos de algunos «grupos fundamentalistas en contra de Occidente. Con tino o sin él, imputan a la influen- ia occidental numerosos males sociales, y muchos actes fundamentalistas se dirigen con- tra gobiernos occidentales, sus simbolos, empresas y aun individuos. En varios pafses musulmanes, los fundamentalistas ganan poder politico y con él tratan de que la legislacin adopte el derecho isldmico (como se establece en el Corén, la Biblia del islamismo). Hay buenas razones para esto. En el islamismo no se distingue entre Iglesia y Estado. Elislamismo es més que una religidn: es tambien fuente de derecho, guia de buen gobierno y érbitro del comportamiento en sociedad. Los musulmanes creen que todas las iniciativas humanas, incluso las actividades politicas, estin dentro de la esfera de la fe, por- ‘que el nico fin de toda actividad es hacer Ia voluntad de Dios?? (algunos fundamentalis- tas cristianos también comparten esta idea). Los fundamentalistas musulmanes prosperaron ras en Irén, donde el partido fundamentalista detenta el poder desde 1979; pero también ejerce su influencia en muchos otros paises, como Argelia, Afganistén (donde los talibanes funderon un Estado fundamentalista radical hasta que lo derroeé una coalicién de la ONU ‘en 2002), Egipto, Pakistan, Sudén y Arabia Saudita (véase el caso inicial). Consecuencias econdmicas del istamismo El Corén dicta explicitamente ciertos principios econémicos, muchos en favor de la libre empresa. El Cordn habla con aprobacidn de la libre empresa y de obtener una utilidad le- ‘aftima por el intercambio y el comercio (el profetn Mahoma fue comerciante). La protec- cién de la propiedad privada también aparece en el islamismo, aunque se asevera que toda een favor de Ald (Dios), creador y duefio de todo, A quienes tienen propiedades se les considera encargados, més que propietarios en el sentido occidental de la palabta. Como encargados, tienen el derecho de recibir utilidades por la propiedad, pero se les aconseja que las usen de manera correcta, prudente y benéfica para la sociedad. Esto manifiesta la ® capituios preocupacién del islamismo por la justicia social. El islamismo se muestra ertico de quie- res sacan una ganancia por explotar a los demas. En la visién iskémica del mundo, los se- res humanos forman parte de un grupo en el que los ricos y exitosos tienen Ia obligacién de ayudar a los menos afortunados. En pocas palabras, en los pafses musulmanes es correc- to obtener una ganancia, en tanto se gane justamente y no se base en la explotacisn de los demas para ventaja propia, También es bueno si quienes obtienen ganancias emprenden actos de caridad para ayudar a los pobres. Més atin, el islamismo destaca la importancia de acatar las obligaciones contractuales, mantener la palabra y no incurrir en engafios. Por la proclividad del islamismo a los sistemas de mercado, es probable que los paises musulmanes acepten las empresas internacionales, siempre que estas empresas se conduz- can de manera congruente con la ética iskimica. No es probable que las empresas que ob- tienen utilidades injustas porque explotan a los demas, engafian 0 desconocen las obliga ciones contractuales sean bienvenidas en un pats islétnico. Ademés, en los paises donde cl fundamentalismo estd en ascenso, se incrementa la hostilidad hacia las empresas occi- dentales. En el capitulo anterior vimos que un principio econdmico del islamismo prohite pagar 0 recibir intereses, pues se considera usura. No es pura materia de teologia, pues en varios Es tados iskimicos se convierte también en materia de derecho. Por ejemplo, en 1992, el Tri- bbunal Federal de Sharyat, en Pakistén, el més alto tribunal del derecho iskamico del pats, dictaminé que los intereses eran contrarios al islamismo y, por consiguiente, ilegales, y exi- 6 que el gobierno enmendara en ese tenor todas las leyes financieras. En 1999, la Cor- te Suprenta de Pakistén fall6 que debfan aplicarse en el pas los mécodos bancarios islémi- cos a partir del 1 de julio de 2001, pero también acepts que se usaran todavia los métodos bbancarios occidentales.™! En la secci6n “Vistazo aun pais” estudiamos cémo opera la ban- ca islimica en Pakistan. HINDUISMO El hinduismo tiene cerca de 750 millones de fieles, casi todos en la pensnsula india. El hinduismo nacié en el valle del Indo hace més de 4000 afios, de modo que es la religién més antigua. A diferencia del cristianismo y el islamismo, su fundacién no se vincula con ‘ninguna persona ni tiene un libro sagrado oficial, como la Biblia o el Corsn. Los hindiies creen que una fuetza moral de la sociedad, el dharma, impone la aceptacién de ciertas responsabilidades. Los hindiies creen en la encarnacién, en volver a nacer en otto cuer- po después de morir, Creen también en el karma, el progreso espiritual del alma de cada persona. El karma personal se ve afectado por la forma en que se vive. El estado moral del kkarma de un individuo determina las dificultades que enfrentard en la otra vida, Al per- feccionar el alma en cada nueva vida, los hindiies piensan que el individuo alcanza el nir- vvana, estado de completa perfeccién espiritual en el que ya no es necesaria la reencar- nacién. Muchos hindiies piensan que la manera de aleancar el nirvana es llevar una vida ascética rigurosa de negacién material y personal, dedicada a la busqueda de lo espiritual, no de lo material ‘Uno de los aspectos interesantes de la cultura hindi es la reverencia por las vacas, que los hinddes consideran un regalo de los dioses a la raza humana. El estado sagrado de las va- cas plante6 ciettos problemas dinicos a McDonald’ cuando se establecis en la India en la las relaciones entre une compania y sus proveedores son efimeras y parten de ofertas en competencia, que no se basan en compromisos mutuos de largo plazo. Ademas, la disponibilidad de un fondo de trabajadores muy capacitados, en particular ingenieros, ayuda a las empresas japonesas a hacer innovaciones que reducen los costos ¢ impul- ‘sen su productividad.®? Por tanto, los factores culturales explican ia ventaja compet tiva de muchas empresas japonesas en el mercado mundial. El auge de Japén como potencia econémica durante la segunda mitad del siglo xx puede atribuirse en parte ¢ Jas consecuancias econmicas de esta cultura También se he dicho que la cultura japonesa apoya menos las actividades empren: dedoras que, digamos, la sociedad estadiounidense. En muchos sentidos, las activida- des emprendedoras son resultsdo de una mentalidad individualista, lo que no es una caracteristica usual de los japoneses. Esto explicaria por qué las empresas estadouni denses, mas que las japonesas, dominan los sectores en que el espiritu emprende- dor y ia innovacién se valoran més, coma el software de cmputo y la biotecnologia Desde luego, hay excepciones obvias y significativas a esta generalizacion. Masayost Son se percaté de las posibilidades del software mucho antes que las corporaciones gigantes de Japon, En 1981 funds su compariia, Softbank, y desde entonces ha sido el mayor distribuidor de software del pais. Individuos dinamicos y emprendedores fun- Garon grandes companias japonesas, como Sony y Matsushita, Pero estos ejemplos pueden ser excepciones que confirmen la regia, pues no se ha producido en Japén na oleade de empresas de alte tecnologia equivalentes a las de Estados Unidos. Para las empresas internacionales, la conexién entre cultura y ventaja competiti- va es importante por dos razones. En primer lugar, seviala los probables paises donde se produzcan los competidores mas viables, Por ejemplo, se diria que las empresas estadounidenses vergn aumentar la competencia agresiva y de costas hajos de cor petidores de le cuenca el Pacifico, donde se combinan la economia de libre mercado, ideologia confuciana, estructuras sociales de grupo y sistemas educativos avanzados (por ejemplo, Corea del Sur, Taiwan, Japon y, cada vez mas, China). En segundo lugar, la conexion entre cultura y ventaja compatitiva tiene implicacio- nes importantes para elegir los paises donde instaler los centros de produccién y ha- cer negocios. Consideremos ei caso hipotético de una compara que tiene que esco- ger entre dos paises, A y B, como sede de sus instalaciones fabriles. Los dos paises se caracterizan por mano de obra barata y buen acceso a los mercados mundiales. Los dos tienen mas o menos la misma pablacién y estan en una etapa semajante de desarrollo. En ol pais A el sistema educativo es subdesarrollado, la sociedad se cistin- gue por une estratificacion marcade entre clases altas y bajas, y hay seis grupos lin- {uisticos principales. En el pais B el sistema educativo esta bien desarrollado, Ia so- ciedad no esta estratificada, /a cultura valora la identificacién con un grupo y sélo hay Un idioma. {Qué pais es el mejor lugar para invertic? Tal vez el pais B. En el pals A pueden anticiperse conflictos entre obreros y patro- nes, as{ como trastornos sociales y productivos entre les comunidades linguisticas, lo que eleva los costos de hacer negocios.® La felta de un buen sistema educativo tam- bién estorbaria a la consecucién de las metas empresariales. Le misma comparacion vale respecto de las empreses internacionales que deciden si promueven sus productos en el pais Ao en el 8. De nuevo, el pais B seria la elec cién logica, pues los factores culturales indican que, en el largo plazo, es la nacién que va a tener mayor crecimiento ecanémico. Pero, por importante que sea la cultura, quizé [o sea menos que os sistemas eco- némico, politico y legal para explicar las diferencias de crecimiento econdmico entre los palses. Las diferencias culturales son significativas, pero no debemos exagerar su importancia en la esfera econdmica. Por ejemplo, dijimos antes que Weber argumenté que los principios ascéticos del hinduismo no alentaban las actividades empresariales. Aunque es una tesis académica interesante, en los uiltimos afios se vio un ineremen- 0 en las actividades empresariales de la India, en particular en el sector de la tecnolo- gia de le informacion, donde se convirtié répidamente on un participant mundial. Los principios ascéticos del hinduismo y le estratificacién social en castas no detuvieron le actividad empresarial en este sector. \Virnos la naturaleza de la cultura de las soctedades y estu- diamos algunas implicaciones para la préctica empresa- rial. Bn el capitulo sefialamos los puntos siguientes: |. La cultura es un complejo que abarca conocimien- tos, ideas, arte, moral, leyes, usos y otras capacida- des que adquieren los integrantes de una sociedad. Los valores y normas son componentes centrales de una cultura. Los valores son ideales abstractos sobre lo que la sociedad cree bueno, correcto y de- seable. Las normas son reglas sociales y guias que dictan el comportamiento apropiado para situacio- nes particulares. 3,_ Valores y normas sufren la influencia de las doctri- nas politicas y econdmicas, estructura social, reli- sidn, idioma y educacién. 4. La estructura de una sociedad es su onganizacisn so- cial basica, Las estructuras sociales clfieren en dos aspectos importantes: estratificacién y colectivis- mo 0 inabividualismo. 5. En algunas sociedades, el individu es el elemento constitutive basico de la organizacicn social. En es- tas sociedades se resaltan los logros individuales pot encima de todo. En otras, el grupo es la célula bisi- ‘cade la organizaciGn social. En estas sociedades se destaca fa pertenencia al grupo y sus logros. 6. Todas las sociedades se dividen en clases. Las so- ciedades conscientes de las clases se caracterizan Por su poca movilidad social y mucha estratifica- cin. Las sociedades menos conscientes se carac- tetizan por mis movilidad social y poca extrait cacién. 7. La religisn se define como un sistema de credos y ritos compartidos respecto del émmbito de lo sazra do, Los sistemas éticos son conjuntos de principios 119 © valores morales para guiar y encauzar la conduc ta, Las principales religiones del mundo son el cris- ttanismo, islamismo, hinduismo y budismo. Aun- que el confucianismo no es una religin, tiene un {impacto en el comportamiento tan profundo como las religiones. Los sistemas de valozes de las religio- nes y los sistemas écicos generan varias consecuen Cias ala prictica empresarial. 8. El idioma es una caracteristica definitoria de una cultura. Hay lenguaje hablado y técito. En pafses ‘con ms de una lengua hablada, por lo regular hay ‘mas de una culeura 9. La educacién formal es un medio por el que los in- dlividuos adquieren habilidades y se socializan en los valores y normas de la sociedad. La educacién ‘cumple una funcién importante para determinar la vventaja competitiva nacional 10. Geert Hoficede estudis la relacién de la cultura con los valores laborales. Hofstede aislé cuatro dimen- siones que resumfan diferentes culturas: distancia del poder, negacién de Ia incertidumbre, individua- lismo o colectivismo, y masculinidad o feminidad. LL. La cultura no es constante, sino que evoluciona. El progreso econémico y la globalizacisn son dos mo- {ores importantes del cambio cultural. 12. Un peligro que enfrenta una compafia que sale al extranjero por primera ver es estar mal informada, Para acurnular conocimientes culeurales las empre- sas internacionales tienen que contratar empleados del pats al que van, formar cuadras de ejecutives cosmopolitas y precaverse de los peligras del com- portamiento etnoeéntrico. 13. Los sistemas de valores y normas de un pats inciden cn los castos de hacer negocios abv. Preguntas de andlisis y razonamiento critico 1. Explique por qué la cultura de un pat influye en los costos de comerciar abt. Dé ejemplos en su respuesta 2. (Cree usted que las pricticas empresariales de un pais isl4mico son diferentes que en Estados Unidos? {Por qué? 3. Vuelva a leer el caso inicial sobre los negocios en Arabia Saudita. (Es la religidn el principal factor de la cultura saudita, o hay otros factores en juego? iCuéles son esos factores y cual la importancia que cree que tienen? Partez 4. (Cuales son las implicaciones para las empresas in- temacionales de las diferencias en la religion o el stema ético predominantes en un pais? 5. Escoja dos paises que le parezca que tienen cultu- ras diferentes. Compare las culturas e indique la Proyecto de investigacion globaledge.msu.edu Consulte la pagina electrSnica de globalEDGE™ para realizar los siguientes ejercicios Usted se prepara para un viaje de negocios a Vene- a, donde tendré que tratar mucho con profesio- nales locales. Por tanto, le conviene informarse 50- bre la cultura nacional y habitos de negocios antes de su partida, para lo cual indaga en varios perfiles del pais. Elabore una descripcién breve de las ca- racteristcas culturales més sorprendentes que pue CASO FINAL Fundado en 1920, el gigante de los electrodomésticos Marsushiea estaba en la vanguardia del ascenso de Japsn al estatus de gran potencia econémica durante las dé- cadas de 1970 y 1980. Como muchas otras empresas ja- pponesas tradicionales, Matsushita se consideraba un bas- tiGn de los valores japoneses dle identificacién sélida con. cl grupo, obligaciones mutuas y lealtad a la compafifa. ‘Varios expertos atribuyeron el éxito de Matsushita, y de toda la economia japonesa, a los valores confucianos del trabajo. En Matsushita se cuidaba a los empleados “de la cuna a la tumba”. Matsushita les daba una gran variedad de prestaciones, como vivienda barata, empleo vitalicio garantizado, pago por antigtiedad y generosos bonos de retiro. A cambio, Matsushita esperaba y recibia la lealtad y el esfuerzo de sus empleados. Para la generacidn japo- nesa de posguerra, luchar para recuperarse de la hurnilla- cin de la derrota parecfa un trato justo. Los trabajado- res se empefiaban por el mayor bien de Matsushita, y la compaiia les concedia sus “bendiciones” Sin embargo, la cultura no se mantiene constante. De acuerdo con algunos observadores, la generacidn nacida después de 1964 no tiene la misma dedicacién a los valo- res tradicionales japoneses que sus padres. Crecieron en un mundo mas rico, donde las ideas occidentales comen- zaban a hacerse sentir y las posibilidades eran mayores. No querfan atarse a una compaiifa para toda la vida; no querfan ser “asalariados”, Estas tendencias se evidencia- ron en la década de 1990, cuando la economia japonesa influencia de sus diferencias en a) los costos de ha- cer negocios en cada pats, b) la probabilidad de de- sarrollo econémico del pais y c) las practicas em- presariales. dan influir en las interacciones comerciales en ese pas, Las culturas asifticas tienen diferencias significati- vas en el protocolo comercial en comparacién con las culturas occidentales. Por ejemplo, en Tailan- dia se considera ofensivo mostrarle a alguien la sue- la de los zapatos o el pie. En la pagina electr6nica de globalEDGE™ encuentze cinco sugerencias s0- bre el protocol comercial de! pais asitico que us- ted escoja. PUP ae CU eM CTS RS ULC Rey entré en una prolongada crisis. Conforme avanz6 la dé- ‘cada, una empresa tras otra se vio obligada a cambiar sus formas tradicionales de operar. Primero poco a poco, las compaiiias en problemas despidieton a los trakajadores antiguos, con lo que, de hecho, dejaron las garantias de trabajo vitalicio. Como los jévenes lo atestiguaron, con- cluyeron que no se recompensaria la lealtad a la compa- fifa, lo que socav6 uno de los principales acuerdos del Ja- pon de la posguerra. Matsushita fue una de las ileimas compatifas en dar la espalda a las tradiciones japonesas, pero en 1998, después de afios de mal rendimiento, modific6 sus précticas habi- tuales. Los principales actores del cambio fueron gerentes ‘con mucha experiencia en las operaciones extranjeras de Matsushita, Entre ellos estaba Kunio Nakamura, que en 2000 se convirtié en director ejecutivo de la empresa Primero, Matsushita cambi6 el esquema de pago de sus 11.000 gerentes. Antes, los tratlicionales bonos semestrr les se basaban casi por entero en la antigtiedad, pero Mat sushita dijo que en adelante se basarian en el desempefio En 1999, Matsushita anuncié que el proceso seria trans: parente: a los gerentes se les mostratfa la calificacisn de su desempefio y su resultado seria el pago de los bonos Por elemental que parezca en Occidente, para Matsushi- ta represent6 el comienzo de uni revolucién en sus pric ticas de recursos humanos. q Més 0 menos por esa época, Matsushita puso la mitt en el sistema de empleo vitalicio y las prestaciones q¥¢ implicaba. En el nuevo sistema, los reclutas tenian te ‘opciones de empleo. En la primera, podian firmar segtin Ia opcign tradicional. De esta manera, tenian derecho @ establecerse en una vivienda subsidiada por la compa- fia, asistir gratis a encuentros sociales organizados por la compatiia y adquirir servicios subsidiados, como pro- ductos bancarios de compafiias del grupo. También reci- bipian un bono de retiro equivalente a dos afios de sala- rio. En el segundo esquema, los empleads renunciaban al bono de retiro a cambio de mayor salaro inicial, y conser- vvaban algunas prestaciones, como la vivienda barata de la compafifa. En el tercer esquema, perdian el bono de reti- 10 los servicios subsidiados, pero tenfan un salatioinicial todavia més alto. En los primeros dos afios de operaciéin, sélo tes por ciento de los recién llegados escogié la terce- ta opeidn (lo que indica que todavia se aforaba Ia tradi- cional elacigin paternalista) pero 41 por ciento se decid por la segunda. En otros imbitos, los avances de la compafifa son mas grandes. A medida que se introduce en nuevos sectores, ‘como la ingenieria de software y la tecnologfa de redes cde comunicacién, comienza a ensalzar as bondades de la democratizacién de los empleados y fomenta el indivi- dualismo, asf como la capacidad de proponer iniciativas y correr tiesgos, entre sus empleados més j6venes, Son. cambios féciles de enunciat pero dificiles de implancar. A pesar de todo lo dicho, Matsushita poco a poco des- rmantel6 el compromiso de empleo vitalicio para los con- tratados con ef sistema tradicional. Asf queds de relieve a comienzos de 2001, cuando, en respuesta al mal rendi- ‘miento continuo, Matsushita anuncié que cerraria 30 f3- bricas en Japén, recorcarfa 13000 puestos, incluso 1 000 gerenciales, y venderia “muchisimos activos” en un pla- zo de tres afos. Esto parecié sefalar la fractura definitiva con el sistema de empleo vitalicio (fueron los primeros despidos en la historia de la compatiia), Matsushita dijo también que no se despediria al personal administrativo innecesario, sino que se le transferifa a secciones de ma- Yor crecimiento, como atencién médica. Como tantos de sus directores son producto de la an- tigua manera de hacer las cosas, un escéptico pondria en tela de juicio la capacidad de la empresa para concre- tar sus intenciones. A medida que el crecimiento se des- aceler6, Matsushita tuvo que reducir sus contrataciones, pero su compromiso con los empleados de mucho tiet- ‘po significa que la edad promedio de su personal aumen- Notas 1. Véase R. Dore, Taking Japan Seriously, Stanford, Stanford University Press, 1987. 2. Los datos proceden de J. Monger, “Intemational Comparison of Labor Disputes en. 2002", Labor Market Trends, abril de 2004, pp. 145-153. scutes G2) Capfento 3 yaa ta, En la década de 1960 era de alrededor de 25 atios; ppara comienzos del siglo xx1 ya era de 35, tendeneia que contrarrestarfa los intentos de Matsushita por revolucio- nar el lugar de trabajo, pues de seguro los beneficiades del sistema antiguo no lo cambiarian tan fécilmente por el nuevo. Con todo, en 2604 estaba claro que Matsushi- ta progresaba. Después de péndidas cuantiosas en 2002, la compaiia alcanss su punto de equilibrio en 2003 y obtu- vo de nuevo ganancias en 2004. Sin duda ayudaron los nuevos impulsores del crecimiento, como las ventas de equipo de DVD, pero también los cambios culturales y organizacionales que permitieron a la compania aprove- char mejor estas oportunidades de crecimiento. Fuentes “Putting the Bounce Back into Matshita’, The Econo- ‘mist, 22 de mayo de 1999, pp. 67-68; “In Search ofthe New Japanese Dream”, The Econcmis, 19 de febrero de 2000, pp. 59-60 P Lander, “Matsushita to Restructure in Bid to Booet Thin Profits", The Wall Seveet Jounal, Jo. diciembre de 2000, p. AL3, y M. Tanikawa, “A Pi- Har of Japan Ine, Finally Turns Around; Work n Progress, Inematior nal Herald rune, 28 de agosto de 2004, pp. 17-18. Preguntas para analizar el caso 1, ;Cuales fueron los motivadores del cambio cultural fen Japon durante la década de 1990? ;Cémo empie- 2a aafectar el cambio cultural alos valores tradicio- rales de Japén? 2, {Qué efecto tendria el cambio de cultura en la ope- racin furura de las empresas japonesas? ;Cusles son las implicaciones potenciales de esos cambios para la economfa japonesa? 3. {Como beneficié a Matsushita la cultura tradicio- nal japonesa en las décadas de 1950 a 1980? ;Los valores tradicionales se convirtieron en una des- ventaja en la década de 1990 y comienzos de la si- guiente? (De qué manera? 4. (Qué pretende Matsushita con los cambios de re- cursos humanos anunciados? ;Cuéles son los im- pedimentos para establecer estos cambios? (Cues son las implicaciones para Matsushita sia) los cam- bios se hacen rapido, ob) se tarda afios 0 décadas en establecer por completo los cambios? 5. {Qué ensefta el caso de Matsushita respecto de la relacién entre la cultura de la sociedad y el éxito de las empresas? 3. EB. Tylor, Primitive Culture, Londres, 1871. 4. Geert Hofstede, Culture’s Consequences: Intematio- ral Differences in Work Related Values, Beverly Hi- Ils, Sage Publications, 1984, p. 21. Murray,

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