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EI mundo y la letra Una lectura critica del entorno parece indpensabe, a wre My eee erin see eect dsr ago some proseso en que me met{ mientras estaba c Enbiendo est ncerraba 2 comp (gue no se agora en la descodificaciOn pura ia palabra esrita o del lenguaje escrito, Sho que se anticipay se alarga en I com: prensién del mundo, {a lectura del universo antecede a la lee mura de la palabra ¥, por es0, la lect sta no puede presciadir dela contin de a lectura de aquel. Lenguaje y sida Unidos dindmicamente. La compren PAULO FREIRE, ‘amoso pedagogo bras, Rleprolese de hitona y lsofia dela edvesco nlc Unive de estore s!como po (fscrvistante onl de Harvard TEUA). Autor co imo "eoncentieson 0 "educacon ibereora Comentapicandoloen supaisnaaly, poster. ‘fento,en Chie yotoe pies. Ma cowboredD Conse Nacones Unaas yan a Unesco, Ente Sn otras cope citar Educnson como pacts Go ‘S'geron, Podagogia dl opr, Extension Comuneaton y€h metodo de afabetzacion do por Paulo Freire Jctura dela palabra yl lactura de ésta impli slumnes de primer grado de una escuela cerca de Vic eC ety © Por, Poe sin del texto que se obtiene por la lectura en Recife, rodeada de irboles. La vieja ca se atinpticaTa percepclon Gels relacio: $4, sus cuartos, su palo, su s6tano, su te Gescauredltexioy leoniento. Cuando tra. raza, elpatioamplioen quese alzabs, todo Toc csedbirsobrela importanea del acto eo fue mi primer mundo. Bn él anduve a Selter mesientoimpulsadoa''teler”*mo- galas, balbuceé, me puse en pe, camine y mentos fundamen fs demi préctica, con. ‘able. Enver Zervados ena memoria, desde as experien- cals entregaba a mi como el mundo de mi «Gini ejanas de miifaneta, de miado- actividad petceptiva y, por tanto i, todo aquel mundo espe Jeera iim javentuds en Que Ia com- mundo devs primeraslecturas, Los "ter. ‘ensiom critica dela importancia del acto tos, las palabras las “letras de age Se eer se fue formando dentro dee contxto —en cuja pereepein me eer ‘Cuando estaba eseribiendo este texto, ba “romando distancia” de Tos diversos imo- mentor en que el acto de let Se fue dando fn mi experiencia existencial. Primero, la Sectura™ del mundo, det pequeto mundo fenque me vela; luego, ia letura de la pala bay, cuanto mds o hacia, eds aumentaba Ta capacidad de percibit— se encarmaban en Una serie de cosa, de objeto, de sefals cya comprensiOn iba peribiéndose en ei {rato con ellos y en mis relaciones hermanos mayores y con eis padres Guero sempre le large Bemis AMCs Loy “exon, las “palabras, lat “le NEUE Eure dela “paabras gag Suel Stee eeancban ene Mondo Elvecverdodlainfanciadatan. S24 Gh 4GU sore ch del sorbent fe, buscanda la comprension de mi acto defy ‘ san Glhaspre-ceminho-quern-vem, el del bee fe eicleserentinaten quemerciajes Ghits SEAN Cot destade us copat park mimay niente En eden aberrant fn vet ‘que me voy entregando, recteo, y fe-vivo. aval que anuneiaban tempestades, true nel texto queseribo atexperiencia vida ngs relampagos el agua dela luviajugan En el momento en que todavia no lela la o's 'y-geogtata, inves palabra. ec Me veo asien ia casa sencilla en quenaci, las CoRnce dE INSTITUTO PA‘ Rua Cerro Tet: (11) 302 5061-100 - Sao E-mail: ipf@paulotreire.o uel. Lo Lagos, iss 4 La palabras eta de aquel context se encarna:» Paulo 29 ULO FREIRE Cort, 550 2.° andar cj, 22 1-5536 Fax: (11) 3021-5589 + SP - Brasil me ban también en el silbido del viento, en las Rubes del cielo, en sus colores, en sus movi Inicntos, en el color del follaje, en las f fas delasnojas, en el olor de las flores —ce Tasrosas, de los jazmines—, en el cuerpo de 15s arboles, en la cdscara de los fruts. De aquel contexto formaban parte igual- mente loe animales: Ios gatos de la familia, Sumaneramafoca de enroscars en ls pier fas de a gente, sv maullide de suplica 0d ‘abi, fle veo perro negro demi pae Formaba parte de l, por otro lado, el mun do del lenguaje de los mas viejos,expresan- {do sus cretnelas, sus gustos, sus recelos ¥ Sus valores. Todo esto unido a contextos nas ampli que el de mi mundo inmediato Jeuya existencia ni siquiera podia sos pechar En lesfuerzo por volver ala infancia dis tante, 4 que me refer, buscando la com preasidn del acto de let el mundo particu. Etren que me movia, re-teo, revivo, en el texto que eseribo, la experiencia vivida ene] momento en que todavia no lia la palabra, Pero, y €8 importante decilo, la “lect ra" de mi mundo, que siempre fue funda. {rental para mi, no me transformé anticipa- Gamenue en hombre, en un racionalists de pantalgn corto. La curiosidad del aio no ina distorsionarse por el simple hecho de fer cjetcigay también en eso recibi a ayuda SE nis padres. Con ellos, precisamente, co- fmence a ser introducido en la lectura de fa palabra, en cierto momento de esa rica ex- Periencia de compreasion de mi mundo in frediat, sin que esa compreasion significa Se antipatia alo que tenia de encantadora- mente misterioso, El descframiento de la palabra Muia na turalmente de la "lectura"® del mundo par- ticular. No era algo que estuviese super. Ducsto ai, Fut alfabetizado en el suelo del Datio de mi casa, a la sombra de los man fos, con palabras de mi mundo y no det mundo adulto de mis padres. El suelo fue fm pizarray las ramitas mi tz. Por esiarazén, a llegar a la escuela part cular de Eunice Vasconcelos, ya estaba al: fabetizado, Eunice continue y profundizo {ltrabajo de mis padres. Con cla, la leetura ela palabra, de la frase, de la oracion, fhunea significd una ruptura dela “lestura’’ del mundo. Con ella, la lectura de la pala bea fue la lectura de la “palabra-mundo™ Continuando en ete esfuerzo de “re leer" momentos fundamentales de expe- rieneias de ml infancia, de mi adolescencia, Ge rmi joventud, en las que la comprensién ttitiea dela importancia del acto de leer se fue formando en ala weaves de su practica, ‘yuevo al tiempo ea que, como alto dé bachillerato, me ejereté en la percepeion tea de los textos que lela en clase, con la Colaboracion, hasta hoy recordada, de mi profesor de portugues Por eso nuestra insistencia, como profe soras y profesores, en que los estudiantes ean” en un semeste, una cantidad de ca- pitulos de libros reside en la comprension Ruivocada quea veces tenemos del acto de feer. En mi peregrinar por el mundo no han $ido.pocas Tas veces en que jOvencs est tinue me hablaron des fcha con enor fhes_bibliografias que tenian que "devo. fart'imds que leer © estudiar. Verdaderas Tecciones de lectura”enel sentido mis tra- dicional de esta expresin, alas queestaban Sometidos en nombre de su formacion cien~ tifeay de las que debian dar cuenta por me~ tio del famoso control de lectura, Algunas Neves legue hasta & ler, en listas bibliog 30 “fui alfabetizedo en ol io dol patio de mi ca- Sa, a la sombra de los mangos, con palat de mi mundo ¥ no del ‘mundo adulto de mis padres. El suelo fue mi pizarra: les ramitas mi {za.” En la foto, una ni- fete eth, Seen, sa @ Fieas,indicaciones sobre qué paginas de este Odeaquel capitulo de alo cual libro debian ser leidas. La insistencia en la cantidad de leeturas sin la debida profundizacion en los textos para que sean comprendidos, y no solo me- Bfnicamente memorizados, revela una vi Sion masica de la palabra escrita. Vision fque debe ser superada. La misma visién, Mique considerada desde otro angulo, que Seencuentra, por ejemplo, en el escrtor que identifica la posible calidad o no de su tra- bajo con la cantidad de paginas escritas. Sin Embargo, uno de los documentos flos6f foe mas importantes de que disponemos, fas Tesis sobre Feuerbach, de Carlos Marx, tiene apenas dos paginas y media... CCon todo, es importante subrayar, para cevitar una comprension errdnea de To que fxtoy diciendo, que mi cilia al concepto ‘magico dela palabra no significa, en modo Eiguno, una posicidn poco responsable de imi parteen relacion con la necesidad que te- hemos educadores y educandos de leer, Constante y seriamente, 10s clisicos en to- ‘dos os campos del saber, de profundizar en Sis textos, de crear una diseiplina intelec- ial, sin la cual hacemos inviable nuestra practica como profesores y alums. Dentro también del moment bastante r- co de mi experiencia como profesor de len ‘gua portuguesa, me acuerdo tan vivamente Eomo sess experiencia fuese de hoy y no de tn ayer lejano, de las veces en que me dete fla en el andisis de textos de Gilberto Frey fe, de Lins do Rego, de Graciliano Ramos, Jorge Amado. Textos que yo levabs de ea ae te leendo con fs alunos, Subrayando aspectos de su sintaxs este Ghamente Unidos al buen gusto de su len fguaje. A aquellos andlisis afadia comenta- Flos sobre diferencias obvias entre el portu {goes de Portugal y el del Brasil Estoy intentando dejar claro, en este bajo sobre la importancia del acto de leer Payno me cansaré de repetilo—, que mies Tuerzo fundamental ha sido el de explicitar ‘como, en ml, se grabé aquella importancia, Es como si estuviese haciendo la "arqueo- Topia demi comprension del complejo ac- torde ler, alo largo de mi experiencia exis {eneial, Porefo he hablado de momentos de fai infancia, de mi adolescencia, de los co- frienzos de’ juventud, y termino ahora Wolviendo a ver, en trazos generales, algu- hos Ge loeaspectos cenrales dela propuesta fue hice hace algunos afos en el campo de i alfabetizacion de adultos En principio me parece interesante reafir~ mar que siempre consider la alfabetizacin dde adultos como un acto politico y un acto ‘Se conoeimiento y, por lo mismo, como un INSTITUTO PAULO FREIRE Rua Cerro Cord, 550 2.° andar ¢j. 22 Tel: 11) 3021-5536 Fax: (11) 302 5589 05061-100 - Séo Paulo - SP - Brasil E-mail: ipf@paulofreire.org acto creador, Para mi seria imposible inte drarme en un trabajo de memorizaciga me Ednieade los bacbe-bi-bo-bu o de los la-e-i- Por eso tampoco puedo teducir la al fen cUyO Proceso clalfabetizadorird ss fabras las cabezas supuestamente "vacias™” de los alfabetizandos. Por el contrario, co: tno acto de conocimiento y acto creador, proceso de sifabetizacion tiene, en el alfa Betizando, su sujet. no de necestar de la ayuda del edu cador, como gcurte en cualquier relacion pedagogiea, no significa que esa ayuda anu~ stvidad ) su responsabilidad en la onstruccion de su lenguaje escrito y en la Yectura deere lenguaje. Bn realidad, tanto el Sifabeizador como el alfabetizando, al sir, por ejemplo, un objeto, perciben el ob fo sentido ¥ soa capaces de expresar ver vlmente el bjeto sentido y pereibido. Co- fo yo. el analfabeto es capaz de sentir Ia de percibir Ia pluma y de decir: plu- Pero yo soy capaz no solamente de sen- tir ia pluma, de pereibir la pluma, de decir pluima, sino tambien de escribir “puma” y, or consiguient, de leer “pluma”. La alfa Betizacion cla creacion o el montaje escr {0 dela expresign oral. Este montaje no lo puede hacer el educador para o sobre el al> Fabetizando. Abi tiene el un momento para 0 trabajo eveador. No me parece necesario alargarme mas aqui ahora sobre fo que ya he desarrollado enotzas ocasiones a propésito de la comple- fidad de este proceso, Pero si me gustaria ‘Los ‘textos’, las ‘palabras’, las jugando 8 a geograt Hellas hojas. en el olor de las flores...” Un nifio igantes que crecen en algunos ri volver sobre un punto a, que me he referido ‘arias veces en exte(exto, por el significado {que tiene para la comprension critica del ac tode leery, por consiguieste, para la tarea dealfabetizacién que me he trazado. Me re fiego.a gue la lectura del universo debe pre: ceder siempre a la leetura de la palabra y la fctura de esta implica la continuidad de Ia Jectura de aquel, Bn la tarea a que me refer! Ente, este movimiento del universo ala pa- fabra'y de [a palabra al universo esta siem- pre presente. Movimiento en que la palabra Pronunciada nace del mismo mundo a tra Yesdelaleetura que de! hacemos. De algu: nera, empero, podemos ir mis lejos y Gecir que ls fectura dela palabra no esta so- lamente precedida por la lectura del univer $0, sino también por una cierta forma de Stscrbirlo” 0 de “re-escribirlo”, esto es, de transformarlo por medio dé nuesr préctica consciente Este movimiento dindmico es uno de los aspectos centrale, para mi, del proceso de lfabetizacion. Por eso siempre he insistido fn que las palabras con que se organiza el programa de alfabetizacion deben Ser e320 fidas del vocabulario universal de los gr pos populares, expresando su lenguaje teal, Eis anhelos, sus inquietudes, sus reivindica fiones y sus suefos. Deben estar cargadas Gel significado de su experiencia existencial no de la experiencia del educador. La in Yestigacion de fo que he llamado universo ‘ocabular nos daba asi las palabras del Pue- blo, eargadas ce mundo. Eilas nos venian a raves dela lectura del universo que los gru- 5’ deaque inventando lagos, islas, ‘del B shuelos, ‘dedicedo @ Ia pesca en medio de los nendfares pos populares hacian. Después, voivia Poe? injertadas en lo que larmaba y lame Gescodificaciones, que son representacio- nes de la realidad Lapalabra “ladrillo”, por ejemplo, aue- daria Nnciuida en una Fepresentacion picts fica: fadeun grupo de albafilesconstruyen douna casa, Pero antes dela devolucién, en forrna eserita, dela palabra oral de los gru pos populares aellos mismos, para el proce Fo desu comprensién y no de su memoriza ion mecdnica, sollamos desafiar alos alfa Betizandos con un conjunto de sit odificadas de cuya descodificacion 0 “lc fra" resultaba la percepeién critica de lo fue es cultura, por la comprension de la Bractiea o del trabajo humano, transforma Aor del mundo, En el fondo, ese conjunto de representaciones de situaciones conere- {is hacia posiblea los grupes populares una ‘leetura™ de la “leetura’” anterior del mun do, antes dela lectura de la palabra Esta “lectura’” mas critica de la “leet ra anterior menos ertica del mundo hacia posible a lor grupos populares, a veces en Posicion fataista ante las injusticas, una Comprension distinta de sus necesidades En este sentido, la lestura critica de la real dad, dndose en un proceso de alfabetiza tion o.no y asociada sobre todo a ciertas practicas elaramente poiticas de moviliza- Bin y de organizacién, puede consttuirse fenun insirumento de lo que Gramse lama fia "aceidn contrahegemoni fen as aguas de la luvia fon las formas ISTITUTO PAULO, Hue Cerro Cord, $50 andar ee Tek (11) 3021-5536 Fax: (11) 3021-3589 1-100 - Séo Paulo - SP - Brasil E-mail: ipf@paulofreire.org Obstaculos INSTITUTO PAULO FREIRE Rua Cerro Cort, 550. 2.° andar cj. 22 Tel: (11) 3021-5536 Fax: (11) 3021-5589 5061-100 - Séo Paulo - SP - Brasil E-mail: ipf@paulofreire.org

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