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Capitulo 1 El nit en anilisis Un nif legs al eonsultorio de un analist por las resonanclas ‘que genera en un adult. Va de suyo, por Io tanto ~¥ no €5 un «lato menor-, dale lugar e importancia a los acordessingulares «que despier un no en aquel que nos llama. Segéin he pod- ‘do comprobar, algunos analistas de nifios desatienden este fn- ice presente en todo inicio. Con ello, lamentablemente, dejan ‘scar la relevaneia posterior de su incidencia en el abordaje ‘kel nit, Cuando se atienden, por el eontrario, Ls sigificacion nes diversas que wn niflo reerea en el psquismo de un adult, se encontrar con no pocasorpres, la eondensadalocalizaisn «que viene a ocupar un nino en cualquier ser humano. En la ma- Yyoria de los casos y no por razones casuals sino de estructura, {quienes consultan por un nifo son los padres. En tal situacic Ay aunque parezea obvio no siempre lo et el nif que nos traen es un hijo. Lacomplejidad del toma que nas ocupa no puede despachar~ se sin intrrogar [as variables que itervienen, ws ain cuando la dcisén de dares o no gar a los padres en el anisis de un nif eve en el centro de una polémica de muestra aewualidad, (Una poldnicn que seo le acuaidd, sin embargo es ‘os gen ola nostra on problems stable em nico mismo el pricoundii de nen. nace tere dl psicoandiss al ientes adultos, pref el rigen miso det ‘nie ho to de obsticulony contraicciones, Vor onra putes bien & ken que el anslisis denis ha tenia mae stan en realidad msde na ya que Melanie Klein y Anna Freud se dispataron ef nifo come aquellas otras de la angela bic ocd que el pater eras ‘tS agar implies af, ola confianes al menes en la pa Iara o mis bien en el nombre, Freud munca dijo ser el padre «el psicoanaliss de nifios. Mis bien expres6 con regocifo que «jabs el nipo a su hij. ¥ no es necestro repetinlo pero bien sahemos conto desaconsja en sus teorfas que un padre haga precsaments eso: darle un nfo as hija. Pues bien, aunque es un tema eoatra,recordemos que tal destino no fie sin con secuencias para Anna Freud. [Lejos pues de pintar condiciones alemtadoras para et abor- Aaj de tos nos, el padre dl psicoandi planted problemas Y reparos cuando se rataba de atender a aquellos que no se ajustaban al explicto mareo conceptual. De, pore contaro, vyerdaderasinceridombres a a hora de dircionar la eura no slo de nino, sno de pacientes picicos, neurosis nariitas Yancianos. De esta marin el historia! dl pequefio Hans historia paradigmitico,referente obligado para quienes atienden ni- fius- Freud pone los puntos desde el comienzo.Acara que st bien orients el plan del eaumieno ens coajunton,y hast intersino personalmente una ver en una plitica cone) nto, ‘=. el tratamiento mismo fe Hevado a cabo por el padre». ¥ ‘greg, para conclu que «sl la reunin en una sla persona de a atoridad pacerna eon la médica, la conjoncién del ite 1s erno con el entific, posiilitaron en este tnieo aso oy ‘ener del método una aplicicn para la cual de oninario ha bra sido inapropisdo» (Freud, 1909). No menos decididas soa lax palabras cm ls que, ene hs torial de na joven homosexual, se demora en ennmerar deta- Nadamente ts suma de enots ideales» esperables para nvesra ica incerveneion: " méico que dea tomar sobre ratamiento anit ‘co de la muchacha tela vais zones para semis dsasose pedo, No estaba frente aa sitmaciin que el anlisis demands, Yana en a eal l pute demotrr efits, sea iu ‘Gn, como ex sabi, en la plenitude us nota ideale, pre sents el sioiente aspect sien en lo dems duet de si ‘mismo, sue de'un confcto interior al. que por si sola no pede poner fi Aeude, entonces al anal. Le formula mo ‘ei Te solic su aio (Freud 1920), Laego, en el mismo texto, nos advierte el destina que nos ‘ole en iso de contrary sv avertenei al aceptar gata aun eto que no viene por si mismo Si son los pales quienes lo ‘sen, pone por ejemplo Freud, ells: {} demandan que secure thio, que es neuro ind cl. Bor hijo sano enienden ellos uno que no oasione deal tudes a aes pares yno lex provnoe ane costent, El ed co pusde lgrar, el restabccmient de hij, peto tras a cursin él emprendesu pris amino mas deciedament,y J pres quedo tis satisechos que antes. Ea sun, no. sncerente que un individ lege a nisi por anhelo pro pio lo haga poryue otros lo Hevaron; que él missio desce ‘ibis slo quieran ee cambio allegory, as personas {que loaman o de quienes debjersexperarse xe amor (UA), Deciddaments, para Fred, los nits no forman parte del conjumto de pacientes poseedores de la suma de nous ideas ura ser watados anaitieamente: los pacientes adults y need tens subsumes al modelo esperada, 2 EL Willow ANALISIEY BL LUCAA OF COs PADRES PROBLEMAS DEL ANALIS DE NINOS Incudiblemente,en la experiencia de todo psiceanalista se pre- sentan pefiles insogpechados que no aleanzan a subsumirse en «! comsabido marco teéreo. Ea ese estoy el acervo conceptual logrado hast ese momento se enfrenta con un sesgo inquictan- te que acentia de mado noesble un tono cys magnitud real ‘desde todo cuanto hays imaginado, también esrechando el ‘audaloso fluir de las palabras. Con vn matisimprevisible se re un capitulo no abarcable hasta eve moment. nese sentido es preciso reconocer que el nito hizo presen- ‘te, desde el inicio, un rel en la linea anata. Como un cl ‘vo que no encaja bien en el agujer, taj problemas. Pera qué tipo de problemas? Prefiro abrir Ia pregunta dado que un problema puede ser {maginaro o real,y la distineidn resulta de uid een Enel primer eas, cuando wn problema esiniginario,sucln planear- seresoluciones bivalents lasolucin sigue la economia del o- taldad, yal debatise entre todo 6 naa, se restinge I said del problema a opciones terminantes. El planteo del problema gir, cerrado, entre des perspecivs igualmenteimpotentes, ya sea ‘como omniporesca'o como imporencia del act alien, Acer~ cane aun problema real, en cambio, invita a delimitar ee ral Su perspectiva,descreida de a operatividad exacts, se aboct lo- calizar un resto y extractirlo, Con est abordaje se intentadeli- mitar el problema, y desprenderl de una perspectva paraizan- ‘te, apostando, sin desconocerlo, aun acto posible Tnclmada hacia esa segunda opeidn, y luego dle tender ni- fos durante aos, eo decir que los niios ni son analizables al igual que un adulto,ni dejan de ser anaizables por no ser al tos, Algunas pregunas, como decia Jacques Lacan, fllan mis por lo que busean que por lo que no eneventran, ‘Cuando Frevd aconse6 alos anslistas someterse aun ans lisi personal, no propuso reducir tl indicacién al eumplimien- to de una prietea burocritica. Me animo a pensar qse habia comprobyudo hasta qué punto la fila de andi de los analistas pda dervar en lineamientos teicos eargados de ignorada 1 mimo en ANALISS 0 subjvided. Asi Jo que no se analizaba dervaba en teorias,y hiuchas tearas sobre el psicomlisis de nifos se nutiexon de or otra parte, contribuyé a esi deriva una raa6a de peso tnayor: es en vano buscar en la obra de Freud una poscion tni- ‘ory comtundente eespeeto ala apicacin del psicoanlisis en el ‘uatamiento de los nifos sus precisas puncualiaciones y apor~ tes mis caros s vuelean en la investigacién de la etiologia de las neurosis. Para rastrear ese origen, y abrevand tal cutiosi- «hl, Freud se dispuso a observar nifios. Y aunque es cierio que ws opiniones se diversifican potteriormente respecto de los lheficios que para padres yeducadores supondrin el psicoan ‘oi de nifos en prinepio todo niio quedaria exclude de él se sustra a fas mencionadas notss ideals. ‘Como contraparcids a ta] afirmacion, puede lerse el eato- siasmo con el qu efréesperanaas en ship, delepsndole la a= rea de enlazar eoaveniensemente el psicoandiss ala edvea~ ‘an. Con estas incinaciones fue favoreciendo la situacion Sypuesta ass propia recomendiciones, al agregar un nuevo prslema a terreno yx movedizo de It inane: la relacién en- foe psicoandiss y pedagoygia. De sus confictivas relaciones Freud se ocups en numeroniscartas y articulos, colocando en Usyuncin los fines por ells perseguidos: si la edueacidn se propre la ve dl pare y el psicoanliss I ve de letre, es m= viable un prcoandisis que se proponga educa. ‘Commo era de esperar, semijantesvaivens fueron retomados om posterioridad Freud, Las corvientes sostenidas por Mela- nie Klein y Anna Fread levantaron oli, cuando no torbellinos. ‘As, desde el inicio, vemos que elnino, como una presencia realy extra, despert en la tora y la préctca del pscoandliss tua Yerdadera conmocién, euestionando los saberes consabidos agit las agus, lo que contin ain en nuestros das. Desde entonces, savegando entre afirmaciones freudiana, anelaron as més diversas propuestas con el anelo de imrodu: ‘Gran tin en Ia desorientad prdetca del psicoanliss de ni fos, Se lego incluso a euestionar su pertinent al plantearse {que,al no exist a neurosis infant, precipiado estructural de la infinca, no habria ninguna posiilded de aplicar el psicoa- nilss, pues el nis no sera responsable de ss actos mi de st cenuneiscidn, ‘Con el finde resolver Is necesara distincn ence un nisi _y un alto, las prspeetvas evolutivastradcionaessubsumie- ron la edad eronologica a estratosy ctapas de crecimiento des- plegades en progresin espontines. partir de esta estratos se promiovierontécnicas con ls evales aborda ls diferencias de ‘ada tempo de I infancia, Oxras posiciones, en cambio, consi

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