You are on page 1of 33
aQUE ES LA COMUNICACION POPULAR ALTERNATIVA? DOS DOCUMENTOS PARA LA DISCUSION 3CcO Educaci6n y Comunicaciones Documentacion de circulacion interna 1° EDICION JULIO 1980 28 EDICION JULIO 1984 QUE ES LA COMUNICACION POPULAR ALTERNATIVA? DOS DOCUMENTOS PARA LA DISCUSION “I PRESENTACION Ofrecemes de nuevo Ios textos completos del primer nimero de COMUNICACION Y SOLIDARIDAD, publicado en 1980, cuya edicién se encuentra agotada desde hace un tiempo. En é1 se incluyen los articulos de Gilberto Gimenez S.J. "Notas para una teorfa de la Comunicacién Popular" y de Felipe Espinoza "Pistas para la Comunicacién Popular" publica- dos originalmente en la Revista Chaistus,N@ 517 de 1978. Ambos autores escriben en México pero pensando en un escenario latinoamericano del cial forman parte. La reedicién de éstos articulos ocurre en circunstancias de haberse reabierto la discusién en el pais acerca de qué es comunicacién popular, qué es comunicacién alternativa y qué es comunicacién democratica. Mais alld de la utilidad conceptual de estos debates, en ellos esté en juego la definicién de una perspectiva de democratizacién de las comunicaciones ¢n el pais, y la validez que se le asigne a la experiencia de estos aos en el diseho de polfticas de comunicaciones verdaderamente democraticas y participativas Los textos que aqui se publican fueren una guia orientadora til, en ios afios 79-40, para quienes se iniciaban entonces en el desarrollo de la comunicacién popular en espacios © ciudades diferentes. Aunque algo diffcil de seguir -por su densidad expositiva y rigor cientifico- el articulo de Gimenez aporta elementos claves para reconocer y orientar los trabajos de comunicacidn popular: que es "pueblo", cudles son los modelos de comunica- cién con ¢] pueblo, requisitos de una comunicacién liberadora, el papel de los intelectuales orgénicos, ete. Por su parte, Espinoza se pone en el lugar del promoter de 1a comunicacién popular, sistematiza su propia experiencia al respecte y anota catorce pistas metodolégicas a tener en cuenta en el trabajo con grupos y organizaciones populares. Es un texto ameno que “anota” y "responde” los principales problemas que todo agente externo de la comunicacién en sectores populares debe sortear. Ni uno ni el otra pueden ser tomados al pie de la letra y aplicados sin mas. Filo seria idealista y castrante. Ambos pueden, en cambio, enriquecer mucho el debate, puesto que dan cuenta de un modoespecifico de aproximarse a los fené- menos comunicacionales: el de la comunicacién popular. Los Editores. NOTAS PARA UNA TEORIA DE LA COMUNICACION POPULAR GILBERTO GIMENES S.J. Li- gue €S LO POPULAR? Cuando hablamos de comunicacién popular nos referimos, por supuesto, a cierto género de comunicacién que de alguna manera’ tiene que ver con el pueblo. Nuestra primera tarea serd, por consiguiente, la de definir qué se entiende por "pueblo", Exclufmos, de entrada, todas las connotaciones romanticas © neo-romdnticas que representan lo popular como un "alma", una esencia, una cualidad o un estilo de vida valorados a priori y acriticamente tanto en el plano politico como en el cultural. Los roménticos del siglo XVIII exaltaban de este modo el “alma popular" de la nacién o de la regién como fuente perenne de ingenuidad, de cspontancidad y de frescura, en contraposicién al cardcter artificioso de la cultura urbana o cortesana (1). El populismo tercermundista, atin vigente en ciertos circulos de la izquierda latinoamericana, constituye una variante politica de este viejo tema en la medida en que tiende a idealizar al "pueblo", preséntandolo como sujeto protago- nista de la historia, provisto de un proyecto politico y, cultural propio que se contrapone al de las elites urbanas "ilustradas". Lo popular es aqui progresista y liberador por definicién, y el pueblo es una clase~ sujeto (2). El pueblo y lo popular no constituyen una esencia o una substancia, sino que se definen por su posicién relacional. Asi, "el cardcter ‘popular’ de un hecho cultural cualquiera, (sea éste una cancién, una prdctica ceremonial, una creencia © un relato), radica en la relacidén histérica de diferencia y de contraste con respecto a otros hechos culturales coexistentes y co-presentes en el interior de un mismo organismo social. La transmisidn oral de los textos litera- ries, por-ejemplo, implica una ‘connotacién' popular s6lo alli donde exista una elite socio-cultural que practi. que esencial o exclusivamente la tradicién escrita; carece de dicha connotacién en la sociedades y épocas sin escritu- ra, en las que no existia una distincién-oposicién entre oralidad y eseritura" (3). Pero no es cuestién de andar amontonande y yuxtaponiendo oposiciones binarias a la manera estructuralista para abarcar y comprender lo que es pueblo y lo que es popular (4); se requiere todavia reducir ei sistema diferencial que’ los circunscribe a un fundamento sociolégico comin: la diferenciacién socioecondémica y socio-cultural en el marco de las relaciones sociales de produccién. Se trata en otros términos, de definir Lo popular a la luz de una teoria de las Clases sociales, fuera de la cual no es posible conferirie un estatuto cientifico riguroso. Dentro de esta perspectiva, entendemos por pueblo el conjunto de las clases subalternas e instrumenta- les" sometidas a la dominacién econdmica y politica de las clases hegeménicas dentro de una determinada sociedad (5). Las clases sociales as{ caracterizadas no se definen exclusivamente por su posicién en las relaciones sociales de produccién (condicién necesaria, pero no suficiente), sino también por sus respectivos sistemas de identificacién cultural. En efecto, las clases subalternas que aqui identificamos con pueblo" son portadoras (y no necesari mente productoras) de ciertos comportamientos y concepeiones culturales diversos de-y contrapuestos a- los de las clases hegeménicas. “En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones econémicas de existencia que las distinguen de su modo de vivir, por sus intereses y por su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo hostil, aquétias forman una clase... Sobre las diversas formas de sociedad y sobre las condiciones sociales de existencia se levanta toda una superestructura de sentimien- to, ilusiones, modos de pensar y concepciones de vida diversos y plasmados de un modo peculiar. La clase entera los crea y los forma derivdndolos de sus bases materiales y de las relaciones sociales correspondientes" (6). Del caracter subalterno de la cultura popular -que remite siempre a una subalternaciédn cconémica y politica- se derivan ciertos rasgos que la tornan profundamente ambigua. Estos son, entre otros, la ambivalencia politica, la fragmentariedad, la falta de coherencia y de sistematizacién, porque el pueblo “no puede poseer, por definicidn, concep- ciones elaboradas, sistematicas y polfticamente centraliza- das" (7), salvo cuando deja de ser subalterna y se halla en camino de conquistar la hegemonia ( capacidad de direc- cidn politica y cultural). B1 pueblo asf caracterizado esta lejos de constituir una realidad sociolégica o culturalmente homogénea, pese a tener por comin denominador una situacién de dependencia y subalternacién con respecto a las clases dominantes. No se identifica solamente con las clases pre-industriales marcadas por la "tradicién" y el arcaismo; comprende también a las clases subalternas "modernas" ligadas al desarrollo industrial, como el proletariado y el subproleta- riado urbano y rural (8). Se impone distinguir, por lo tanto, subgrupos y sub-culturas dentro del vasto dmbito popular tanto en sentido vertical como horizontal (regiona- lismo, etnias, etc). (9). Pero antes de emprender cualquier operacién analitica en este sentido conviene tener muy presente esta juiciosa observacién epistemoldgica de M. Rossi: "El concepto de clase secial constituye la primera categoria negativa de la filosofia social, es decir, la categoria que reine las determinaciones esencialmente contradictorias de la estructura social. Por eso el concepto de clases debe distinguirse rigurosamen- te del concepto de grupo (que, por el contrarie, expresa de un modo muy genérico el hecho positive de determinadas formas de interrelacién) y de otros conceptos andlogos © subordinados que se utilizan en el anélisis sociolégico De donde resulta el criterio de que el reconocimiento de la situacién de clase de un grupo determinado debe preceder, como lo mds conocido a lo menos conocido, a la individuacién — descriptiva de los comportamientos del grupo empiricamente considerado" (10). 2.- gQUE ES COMUNICACION? La palabra “comunicacién" procede del latin "communis". Cuando nos comunicamos estamos tratando de establecer una ‘comunidad! con alguien. 0 sea, que estamos tratando de compartir una informacién, una idea, una actitud. La esencia de. la comunicacién consiste en la 'sintonizacién' entre el que percibe y el que envia un mensaje determinado" at. =10- Naturalmente, esta aproximacién puramente intuitiva y Gescriptiva tiene que precisarse. La teorfa norteamericana concibe 1a comunicacién como un flujo de informacién o de "mensajes" entre un emisor y un receptor (12). Pero esta concepcién, esquematizada por Harold D. Lasswell en su célebre "paradigma de los efectos" (quién dice, qué, a quién, con qué efectos), ha sido objeto de las més’ severas| criticas (13). Seleccionaremos solamente dos de las principale: a) El esquema identifica comunicacién con transmisién de informacién, desconociendo la densa infraestructura de “implicitos" que en 1a comunicacién humana condiciona y regula todo flujo de informacién sin identificarse con ésta. Tales son, por ejemplo, las "presuposiciones" y los “pre-construidos" que en el proceso comunicativo se dan por supuestos y "ya sabidos", y son objeto de una especie de complicidad ideolégica entre el emisor y el receptor (14) b) El esquema de Lasswell des-socializa el acto de comunica- cidn abstrayéndolo de todo contexto social y reduciéndolo a un proceso puramente intersubjetivo. Se olvida de este modo que la comunicacién es. indisociable de las relaciones sociales objetivamente estructuradas, en la medida en que necesariamente las actualiza, las expresa y las refuerza en el plano simbélico, adoptando sus mismas caracter{sticas de simetria o de disimetria (15). En una sociedad de clases la comunicacién es forzosamente desigual y se halla profundamente marcada por sus condiciones sociales de produccién. Nosotros diremos, entonces, que da comuricacidn es el proceso de produccisn/ secepcitn de complejos efectua de sentido (y no S610 de “informacién")a partic def lugar que os interlocutones ocupon en da trana de las aelaciones sociales y en funcidn ded hoaizonte ideolégico-cultural de que son poatadones en virtud de 4u situacién o posicién de clase (16), Dentro de esta concepcién 1 emisor no son individuos aislados y abstractos, sino "lugares" sociales e ideoldgicos cristalizados en "aparatos" y ocupados por agentes indivi- duales o colectivos que en @ltima instancia pueden intercai biarse sin que la estructura ideolégica de la comunicacién varie substancialmente (17),) En otras palabras, el emisor no es nunca el origen absoluto del mensaje que emite, puede hablar “en nombre propio"; por su boca habla siempre, no la "raza" ni el “espfritu", sino los intereses materiales y simbélicos de su clase, de su grupo o de la institueién a le que se halla adscrito. El acto de comunicacién, por lo tanto, nunca es plenamente libre, como trata de hacernos creer la ilu: mn de la autonomia subjetiva, sino que se halla socialmente condicionado y estd sujeto a leyes (19), La comunicacién asi entendida supone, obviamente, compartir al menos parcialmente un cédigo cultural comin, entendiendo por cédige, con Jackobson, un determinado “repertorio de posibilidades ‘preconcebidas" 9 de "representaciones prefabricadas" sin las cuales no seria posible la comunica- cién. Tal cédigo cultural cs siempre un cédigo de clase que en virtud de su coeficiente ideoldgico se ignora como tal. En efecto, es propio de toda propuesta ideolégica universalizar 10 particular y contingente, y "olvidar" 1a historia de su propia fabricacién. Tal vez sea Wtil consignar aqui una distincién corriente entre los comunicélogos: la comunicacién puede ser unilate- ral o bilateral segin que exista o no reciprocidad y retroalimentacién entre los interlocuteres. _Corresponde a la distincién que otros hacen entre “informacién (simple difusién de mensajes sin buscar ni obtener respues~ ta) y "comunicacién" (intercambio de mensajes). La distincién precedente se relaciona con otro aspecto fundamental de la comunicacién: su eficacia social, La comunicacién es siempre eficaz, no en el sentido de la ideologia de la “omnipotencia de los medios", sino en el de que comporta siempre algin tipo de modificacién en los interiocutores. En términos de Jackobson diriamos que toda la comunicacién es "conativa" en la medida en que se centra sobre el destinatario interpeldndolo (no siempre explicitamente) y obligandolo a reaccionar en forma adaptativa o critica. Dentro de la perspectiva tedrica que acabamos de dibujar, el andlisis critico de la comunicacién implica formular por lo menos las siguientes preguntas fundamentales: a) Desde dénde, desde que posicién estructural, desde qué institucién, aparato o estructura de poder tiene lugar la produccién de mensajes y efectos de sentido? b) .Qué horizonte cultural, qué intereses materiales y simbélicos son inherentes a dichas “posiciones" © "lugares"?. ~12- c) zEn base a qué cédigo cultural se desarrolla predominan- temente el proceso de comunicacién? 4) 2Cudl es el efecto objetivo del proceso comunicativo sobre las condiciones de vida y sobre el sistema de identificacién ideolégico-cultural ‘del que son portadores los receptores 0 destinatarios? Helga decir que nuestras reflexiones sobre comunicacién popular tratarén de encuadrarse dentro de esta problemética sociolégica, evitando en lo posible los consabidos enfoques subjetivizantes que continian haciendo estragos en la materia. COMUNICACION POPULAR DESDE LA DOMINACION Si nos atenemos a las consideraciones teéricas expuestas, el sintagma “comunicacién popular" puede tener al menos dos sentidos: o se refiere a procesos comunicativos que Se generan dentro del 4mbito de las propias clases popula- res, entre interlocutores que comparten un mismo horizonte cultural (comunicacién jintra-clasista); 0° se refiere @ procesos comunicatives iniciados desde las “alturas" de la cultura hegeménica hacia "abajo", es decir, en direccién a las clases subalternas (comunicacién inter- clasista). En este wiltimo caso se trata de una relacién que se establece entre constelaciones culturales no sélo diferentes, sino también "desniveladas" (20),’ dentro de una misma formacién social; lo que supone, como condicién de posibilidad, la existencia de un minimum de integracién nacional en el plano ligiiistico y cultural. Un ejemplo de comunicacién popvlar en el primer sentido es la que se da entre los propios campesinos en ocasién de sus fiestas tradicionales. Ejemplos de comunicacién popular en el segundo sentido son las campafias electorales de los politicos en las zonas rurales, los programas de la radio y de la televisién para “auditorios de provin- cia", los.sermones de los curas rurales y la ensefianza escolar en drea suburbana o campesina. ade En lo que sigue sélo nos referimos a la comunicacién popular en este dltimo sentido, dado que el tépico que nos ocupa parece concernir principalmente a intelectuales urbanos interesados de alguna manera en tareas de promocién popular en el plano politico, religioso © cultural. zCémo pueden comunicarse les escolarizados urbanos con los estratos populares? Ante todo, nunca como dtomos individuales, sino en cuanto insertos en determinadas instituciones o aparates, directa © indirectamente ligados a la estructura del poder. Lo cual no significa que los intelectuales estén irremediable- mente condenados a relacionarse con el pueblo solamente desde la perspectiva y los intereses de la dominacién. En efecto, la relativa elasticidad de los aparatos-permanen— temente atrayesados por la lucha de clases - permite que los intelectuales que lo habitan puedan adoptar una posicién de clase diferente de su situacién de clase originaria (21), En virtud de lo cual los intelectuales, © bien asumen plenamente el horizonte cultural y los intereses de su situacién de clase, o bien adoptan el punto de vista y los intereses objetivos de las clases subalternas (22). En el primer caso, 4a commicacién en el puebdlo se realizaré siempre dentao de 1a légica de La dominacién y en base a los cédigos culturales dominantes caistaligzados en loa aparatos ideoldgicos de Estado. J Pasemos revista a los principales modelos de comunicacién compatibles con este primer cuadro. Estos diferentes modelos corresponden, por lo general, a la diferente valoracién que hace el polo hegeménico de la configuracién cultural propia de sus interlocutores populares, Cuando el emisor hegeménico descalifica_y excluye radical- mente toda cultura subalterna por desprecio racista, por elitismo urbano o por io que sea, sélo hay lugar para una forma de comunicacién que podriamos denominar compulsiva o coactiva. Este tipo de comunicacién, que acompafia siempre a toda empresa de aculturacién forzada, se caracteriza por su verticalidad unilateral, su extrema violencia simbélica y su estilo autoritario y represivo, todo ello orientado a un wnico fin: la substitucién en bloque de -14- los contenidos culturales populares por los de la ‘cultura cultivada' de la elite urbana, aunque sea en forma de “texto gratuito", o de catecismo elemental. La Escuela liberal latinoamericana, cuya pedagogia descansa en Ultima instancia sobre la dicotomia "tradicién/moderniz cién" (como en los tiempos de Sarmiento descansaba sobre la dicotomia "civilizacién/barbarie"), opera frecuentemente dentro de este esquema de comunicacién. No es muy diferente la actitud comunicativa de cierta izquierda pequefio-burguesa que se arroga la representacién de los estratos populares, pretende adoctrinarlos desde arriba y elabora para ellos lineas de accién politica desconociendo profundamente el espesor _antropolégico de los destinatarios de su "diseurso revolucionario". En el plano religioso, son ejemplos histéricos de cate mismo esquema la evangelizacién misionera de los tiempos de la conquista -poseida de sacro furor anti-idélatra y la pastoral rigorista de los obispos jansenistas del siglo XVII francés, implacables perseguidores de las fiestas populares tradicionales (23). Pero sin abandonar en lo més minimo la légica de la domina- cién, el polo hegeménico puede yalorar positivamente, en_forma parcial e interesada la cultura de sus interlocuto- res subalternos, sea para insertar a éstos en el circuito del consumo italista, sea para ganar su lealtad y apoyo en beneficio de las m4s turbias "causas" ideoldégicas y politicas, Llamaremos comunicacién manipulatoria al conjunto de procesos comunicativos que se inscriben dentro de esta éptica, que es la predominante en la "civilizacién dei lucro™. La estrategia de los mass-media en aus relaciones con €l pueblo responde casi siempre a este modelo. Ya Eliseo Verén llamaba la atencién sobre "el doble discurso de la clase dominante" a través de los medios: uno dirigido @ su propio émbito interno (por ejemplo, la prensa “seria” © “culta"), y otro dirigido a las masas (v.g., la prensa “sensacionalista"). Este wltimo se caracteriza, entre otras cosas, por 1a recuperacién sistematica de los estereo- tipos y cédigos populares, convenientemente reformulados con el objeto de conquistar y ampliar la audiencia popular (que significa simulténeamente ampliar ¢l mercado capitalis- ta) Mu -15- El acercamiento al mundo subalterno en vista de la explota- cién turfstica del folklore opera en el mismo sentido. Muchos elementos de la cultura popular son recuperados por la cultura del lucro y distersionados en funcidn de sus fines propios. Mas atin, cabe afirmar que la sociedad pitalista avanzada tiende cada vez més a apoderarse a nivel mundial de la totalidad de Ja cultura popular para someterla a una transnacional operacién de consumo (25). En el plano religioso, corresponde a este esquema de comunicacién cierta pastoral paternalista y condescendiente, como la que se practica en los santuarios tradicionales, en la medida en que trata de conquistar y mantener ia adhesién formal de las mass campesinas o suburbanas a la institucién eclesial a cambio de tolerar sus “prdcticas tradicionales" y sus "creencias ingenuas". ;No es acaso razonable hacer aigunas concesiones al pueblo-nifio para mantenerlo dentro del redil? (26). Cabe sefialar todavia una forma peculiar de comunicacién con el pueblo que se realiza desde los santuarios de la Ciencia capitalista avanzada. Nos referimos a 1a comuni- é practicada por cierta antropologia positivista de inspiracién anglosajona que lanza batallones de investigadores sobre las "“culturas arcaicas" para hurtarles imagenes, gestos y fragmentos de identidad que luego son exhibidos sin escripulo alguno ante audito- rios eruditos, sin que ello reporte consecuencia alguna para la "cultura observada". ;Quién no conoce la tragedia de Chiapas, perseguide y desnudada por la “observacién participante" de cientos de antropélogos, sin que por ello se hubiere registrado ei m4s minimo alivio en las condiciones de vida de su poblacién indigena?. Estos Ncientificos sociales" se inelinan sobre el pueblo, como decia Gramsci, no para "guiarlo y conducirlo a una catarsis de civilizacién moderna", sino simpiemente para "observarlo como el zodlogo observa el mundo de los insectos" (27). Todas las formas de comunicacién hasta aqui resefiadas concurren a un tinico fin: la reproduccién de las condiciones de dominacién hegeménica a costa de la progresiva destruc- cién del espesor cultural de las clases subalternas./ No escapa a este efecto ni siquiera la comunicacién romanti- ca o kenética de algunos intelectuales urbanos que preten- den una identificacién imposible con la -cultura popular, =16- sobrevalorada en contraposicién a la civilizacién tecnico- industrial (fenémeno hippie) 0 sobrecargada de sentido religioso en el marco de una mistica de solidaridad con los pobres (experiencia de los curas obreros, Hermanitos de Charles Foucault). Esta actitud comparte (las més de las veces temporalmente) 1a cultura de la pobreza, pero no la libera ni depura. Ademds, muchas veces representa sélo una fuga terapéutica de la vida burguesa y citadina, unida a una busqueda de refugio en el dmbito de la civiliza— cién pre-industrial. COMUNICACION POPULAR PARA LA LIBERTAD A los modos ya resefiados de comunicacién "desde la hegemo- nia" debe contraponerse una forma progresiva y critica de comunicacién popular que supone por parte de los intelec- tuales una previa "conversién politica" que les lleve a situarse en el lugar social y dentro de la perspectiva cultural de las clases subalternas. Pero no “para quedarse alli" disfrutando del folklore o compartiendo evangélicamen- te “el destino de los pobres", sino para contribuir a su maduracién politica y a la elevacién/depuracién critica de su cultura, En este caso te commicacién popular implica al menos tendencialnente 4a quiebaa de ta ldgica de la dominacién y 4e rcaliza no "desde arriba”, e1 decir, desde el pueblo mismo, compartiendo en lo posible aus propios cédigos, Llamemos fcommicacién popular emancipadoaa}al conjunto de los pro cesos comunicativos que tienden a encuadrarse dentro de este esquema. Las pocas experiencias realizadas en América Latina en esta linea (método de Paulo Freire, algunos ensayos de teatro, arte y gréfica popular, etc) nos permiten ya identificar algunas de sus caracteristicas fundamentales: a) Esta forma de comunicacién supone una prolongada inmer- sign en el medio subalterno, de modo que se produzca una permanente relacién de osmosis y una fecundacién aire reciproca entre los intelectuales y el pueblo. Esta inmer- sién se ve facilitada por los que algunos llaman “conversién topografica", es decir, el abandono del habitat hegeménico y laradicacién en el habitat del oprimido. Sin este “"desplazamiento del lugar" el intelectual no tendria acceso a los cédigos populares, ya que éatos sélo pueden ser aprendidos por contacto directo y "familia- rizacién" (28). ese que 1a implantacién del intelectual en el medio subalterno no tiene aqui por objeto la fusién mistica © una imposible identificacién cultural con e1 elemento popular, El intelectual no abjura de su condicién ni abdica de su funcién dirigente en su contacto con el pueblo. De lo contrario, no podria existir esa fecundacién reciproca que Gramsci describe admirablemente en 10s siguientes términos: "El elemento popular ‘siente' pero no siempre comprende o sabe. El elemento intelectual ‘sabe’ pero no comprende o, particularmente, 'siente! Los dos extremos son, por lo tanto, le pedanteria y el filiteismo por una parte, y la pasién ciega y el sectarismo por la otra.., El error del intelectual consiste en creer que se pueda saber Sin comprender y, especialmente, sin sentir ni ser apasionado (no sélo del saber en si, sino del objeto del saber), esto es, que el intelectual pueda ser.tal (y no un puro pedante) si se halla separado del pueblosnacién, o sea, sin sentir las pasiones elementales del pueblo, comprendiéndolas y, por lo tanto, explicdndolas y justificdndolas por la situacién histérica determinada; vinculdndoles dialécticamente a las leyes de la historia, @ una superior concepcién del mundo, cientifica y coherente- mente elaborada: el 'saber', No se hace politica-historia sin esta pasién, sin esta vinculacién sentimental entre intelectuales y pueblo-nacién. En ausencia de tal nexo, las relaciones entre el intelectual y el pueblo-nacién son 0 se reducen a relaciones de orden puramente burocrsti- co, formal; los intelectuales se convierten en una casta © un sacerdocio" (29). b) Como claramente lo sefiala Gramsci en el texto citado, la inmersién del intelectual progresista en e¢1 mundo subalterno no es pasiva ni puede ser politicamente muda © silenciosa. Por el contrario, ha de traducirse al menos en denuncia, célera_y testimonio; denuncia de la sub- humanidad en que viven los oprimides, articulacién de su inmensa célera, y testimonio de su “voluntad de histo- ria", de esa voluntad de historia a la que se referia ~18- el gran antropélogo italiano de Martino en este admirable texto: "Cuando caminaba yo por los vericuetos de las barriadas populares, los hombres y las mujeres salian de sus inundes tugurios para rogarme que hiciera piblica la historia de sus padecimientos y de sus fermentadas rebeliones. En otras ocasiones, al verme participar a mis anchas de lo mejor de su vida, es decir, de la alegria fraterna de los convites campesinos ennoblecidos por esa vena de poesia que frecuentemente florece en versos improvisades, alguno de ellos me decfa: "Contarés luego a los de la ciudad que después de todo los campesinos no somos bestias y que aqui no sdlo hay miseria: Ellos quieren entrar en 1a historia, no sélo en sentido de apoderarse del Estado y de convertirse en protagonistas de la dvilizacién, sino también enel sentido de queya desde ahora, desde su presente estado de indigencia, sus historias personales dejen de ser consumidas privadamente sélo dentro del recinto ruinoso de 1a barriada... para ser notificadas al mundo, para adquirir cardcter ptblico mediante el periédico, la radio o ej libre, y se conviertan de este modo en tradicién e historia" (30). c) Pero la funcién del intelectual solidario con el pueblo no se agota en la tarea de "prestar voz a los que no ‘tienen voz". Jmplica sobae todo y pnincipalmente su inteavencisa elucadena yu. dicigente, er el eno del mismo pueblo, contaibuyendo activamente a que as clases subodternas tonen conciencia caltica de aus propios honizontes cultuacles.De este modo ayudaré a contrarrestar el desprecio hacia si que 1a cultura dominante trata de introyectarles sutilmente para dominarlas mejor. Esta zona de conciencia constituye un requisite necesario para que el pueblo redescubra su propia identidad cultural y pueda construirse a partir de alli una identtidad nueva, Plenamente critica pero 91 mismo tiempo sélidamente entron— cada con sus tradiciones culturales especificas. Esta conciencia, critica implica 1a. posibilidad de un rechazo total o parcial de ciertas formas culturales tradicionales -las formas folkléricas, por ejemplo -; pero este eventual rechazo tendrd que ser fruto de una libre opcién del pueblo mismo y de una elaboracién critica, por parte del mismo, de nuevas formas culturales. "Una cultura realmente protagonista elemento esencial para la construccién de una sociedad diferente,tiene 19 que apoyarse sobre los aspectos més impugnativos de la cultura popular. Sélo asi se iré configurando una sociedad en la que los campesinos, por ejemplo, pueden relacionarse libremente con su propia cultura, acepténdola o rechazéndola en parte o en todo, y transforméndola en algunas de sus lineas segiin formas suténomamente escogidas; una sociedad, en fin, en la que nada se escoje por cuenta de otros, sino en la que los campesinos, por ejemplo, decidan directa- mente y por si mismos ‘que hay de vivo y qué hay de muerto! en su propia cultura, qué os aceptable o inaceptable para ellos dentro de su propio horizonte cultural" (31). La comunicacién emanci ‘a esté igualmente lejos del inmovilismo folklorizante, de la manipulacién interesada y de la opresién calturat Su eficacia caracteristica es La promocién de las clases populares hacia 1a libertad politica y social, respetando profundamente su sistema de autoidentificacién, su iniciati- va cultural y su derecho a ser diferentes. “2. NOTAS (2) Se debe al romanticiomo alemén, particularmente a Herder, Goethe y Burger, la revalorizacién de la literature populer y su elevacién & la categoria de los nés altos aimcles estéticos politicos ymorales. c.f. Paolo Tesom'uide ello estudiedelle tradizioni populari’ Turia, Boringhieri, 1962, p 35 y as. (2) Suele encontrarse suy frecuentemente esta concepcién en cierta literatura de la izquierda pequefo-burguesa argentina directa © indivectamente ligada al fenémeno peronista. (3) Alberto M.Cirese, “eultura egeminica ¢ culture subelterne, Palerso (Italia), Palumbo Ecitore, 1976, pp. 15-16 (4) asf procede, por ejenplo, ¢) brasilefio Waldo César, guién pretende sbarcar 1o popular mediante cuatco sistemas de relaciones/oposicio~ nes (rural-urbano, popular-oficial, popular-eruéite y sagrado cular) prescindendo de todo anélisis de clase. Cf. su articulo "0 que 6 ‘popular’ no catoliciemo popular" en Revista Eclesidstica Brasileira, Volume XXXVI, 1976, pp. 5-18. (5) Cf, Antonio Gremscii, j.taratura_x vida nacional, México, Juan Pablos editor, 1976, pp.239-240, (6) Marx, [i Digcinche Brumaric de Luis Honeparte, Mosc, Ect. Progreso pp.35 y 99 (7) Antonio Gramsci, op. cit., p.240, (8) cf, a este reapecto Luigi M. Santriani, folklore ¢ Profitta, Florencia, Guaraldi Rditore, 1975, p, 52 y 66. (9) "Podence decir que las concepciones ronfnticas y post-ronénticas: del pueblo-nacién erteblecen una oposicién vertical en el sentido de que se contrapone la nacién entera, ain distincién de clast ni de categorins sociales, a lo que se considers extrefio a ella, Ocurre algo senejante con el ethnos de los positivistas, y puede reconocerse un carfcter andlogo de oposicién vertical en el concepto de pueblo-regién... En este caso, en efecto, se contrapone le regién, sin distincién de clases ni de categories sociales, al (10) (a) (a2) (a3) (aa) (as) (ae) ~22- Estado centralizador. Podemos decir, por el contrario, que se esta blece una oposicién de carécter horizontal en aquellos modos de concebir el pueblo que distinguen catogorfas diversas on el interior de una misna sociedad (nacién o regién), sometiéndota @ un corte horizcntal...la nocién pueblo-clases subslternas Givide horizontalmente le sociedad (naciones, regiones, etc) en ‘clases dominantes'y ‘clases dominadas'. op.cit.,p. 16-17 Citando por Lombardi Sa triani, op.cit., p.63. Schramm Wilbur, Procesos y efectos de le comunicacién, Quito, CIESPAL, 1969,pa.3 Harold Lasswell, The comunication of Ideas, New York, Stevert, 1948, p.32, Cf. 1a discusién del “paradigma de los efectos" en la notable ‘tesis (inédita) de Francisco Chévez, Margarita de Haene y José Antonio Ugalde, titulada Lenguaje y Comunicacién, México, Univer sidad Iberoamericana, octubre de 1976. Sobre.este tema, cf, Oswaldo Ducrot, Dire et ne pas dire, Paris, Herman, 1972. J.MMartinez, "Para entender los medio: medios de comunicacién Y relaciones sociales", en ei volumen colectivo Ideologia y Medios _de Comunicacién, Bs.As., Amorrortu, 1973, p.109 y ss. “Los medios que se usan para trasmitir mensajes entre personas (o clases) dice Martinez ~ adquieren le cualidad de la relacién que se da entre esas mismas personas (o clases); 1a expresan, eventualmente 1a provocan, y desde luego 1a intensifican" Op.cit., p-413. Michel Pecheux representa el proceso de comunicacién en el sentido definido utilizando ¢1 esquema inforaacional, pero reformulado ¥ profundamente “sociologizado". Helo aquf: a) D A B ® Az el destinador-emisor Rs el referente Bs el destinatario L= el cédigo comin entre A ys el contacto establecide entre Ay b. a7) (1s) (19) (20) (au) ~29- D= 1a secuencia verbal enitida por A en direccién a B. Pecheux define D como discurso, es decir, como un "efecto de sentido". ‘Notemos ~dice- a propésito de D que la teorfa de la inforaacién Subyacente al esquena conduce a hablar de mensaje como tranamisién de informaci6n pero ic dicho precedentemente (se refiere a ios fen6menca de implicitaci6n) nos lleva a preferir el término ‘discurso', que implica que no se trata necesariamente de una transmisién de infornacién entre A y B, sino, de modo més general, de un ‘efecto de sentido’ entre los puntos Ay BY. M.Pecheux, Analyas automatique du discours, Paris, Duncd, 1969, p.l6 y as. El aporte capital de Fecheux consiste en que los elementos A ¥ B del esquena no designan la presencia fisica de seres individua- Jes, sino 261c “lugares determinados en la estructura de una formacién social” Ibid., p.16. Para la relacién entre teorfa del discurso y aparatos ideolégicos, cf, Regine Robin, Histoire et Linguistique, Paris, Armend Colin, 1973, p-103 y ss. El siguiente texto de Enrique Semo ilustra bien lo que queremos decir: "Cuando Hidalgo encabeza le insurgencia popular, deja de ser el hijo de rancheros y miembro del bajo clero, para conver- tirse en vocero de una nueva fuerza: la revolucién popular. Por eu boca habla no su origen, sino les fuerzes sociales que Jo han ilevado al teatro de la historia. En este caso, no e! un representante politico de las capas medias quien dirige a jas clases populares, sino que éstas se den un dirigente que fue cura de pueblo e hijo de una familia de le burgues{a del campo" E, Seno, "Clases sociales y partides en la Revolucién de Independencia", Plural, N®73,1977 p.42. Bete ha sido uno de los grandes aportes de M.foucault, como lo demuestra Regine Robin en su obra arriba citada, p.83 y s.No se puede decir cualquier cosa, de cualquier modo, en cualquier momento y en cualquier lugar. Para la nocién de "desniveles culturales" cf.Cirese,op.cit.p 10 y ss. "Una clase social o una fraccién de ella puede no tener una Posicién de clase correspondiente a sus intereses.,,£1 ejemplo tipico lo constituye la sristocracia obrera que en las coyunturas adopta precisamente posiciones de clase burguesa,..Pero tomemos el caso inverso: clases 0 fracciones de clases que no pertenecen a la clase obrera como, por ejemplo, la pequefia burgues{a que en coyunturas concretas puede asumir posiciones de clase proleta. rias o préximas a las de le clase obrers". Nicos Poulantzas Les clases sociales dans le capitelisne aujourd'hui, Paris Editions (22) (23) (2a) (25) (26) (27) (28) (29) (30) (31) ~24- du Seuil, 1974,pp.17-18 (hay traduccién castellana en Siglo xr). No debe interpretarse esta alternativa como algo dependiente exclusivanente del "libre albedrfo" o de la "decisién subjetiva" de los actores sociales. La opcién de clase de los intelectual: se halla objetivamente condicionada por sus practicas politicas y sociales. Cf. Bernard Plongeron, i i shrétien, Paris, Editions Bauchesne, 1976. Ver Eliseo Verén, "Remarques sur 1'idéologique comme production de sens", Sociologie. de Secietés, Montreal; V.2 1973,p.58 y Cf, Lombardi Satriani,op.cit., p.162 y sey También los aparatos pastorales de ia Iglesia pueden generar un ‘"doble discurso”, cualitativamente diferente, segin que los destinatarios sean los intelectuales urbanos o les nasas populares. Gramsci, México, Juan Fablos Editor, 1975,p.116 y 121. Para el concepto de “aprendizaje por familiarizacién" ver P. Boudieu, Esguise d'une théorie dela pratigue, Paris, Droz 1972, p'189 y ss. Gransci, op.cit p.i20 Citado por Lello Mazzacene y L.M. Lombardi Satriani en Percué Ag _feste, Roma, Giulo editore,1974,p.31-32 Tbid., p.36 PISTAS PARA LA COMUNICACION POPULAR FELIPE ESPINOZA S. J. 2874 T, INTRODUCCION Quizés la ineficacia de muchos proyectos y esfuerzos de co- municacién popular reside en 1a abundancia de teorta y en la poca aplicabilidad y operatividad de los marcos teéricos que manejamos. Esto hace que nuestras teorias sean importantes y hasta brillantes pero que nuestras realizaciones concretas sean raquiticas y dispersas. En cuanto a las aportaciones teéricas no quiero ahondar m4s para no caer en repeticiones. Béstenos algunos articulos del presente "Cuaderno", especialmente el de Gilberto Giménez quien muy atinadamente deslinda campos y da aporta ciones amplias para configurar una teoria de la comunicacién popular, Por ahora sélo ‘quiero presentar algunas pistas para la comunicacién popular que el tiempo y mi trabajo me han ido aportando, Son reflexiones provocadas por intentos de comunicacién popular. S6lo un constante esfuerzo de aunténtica praxis en nuestros trabajos lograré darnos pautas y caminos eficaces para lograr una comunicacién popular cada vez mAs cercana a las bases con las que trabajamos. En la transmisidn de los mensajes, 1a eficacia de nuestra comunicacién se medird en lo entendible o no entendible que resulten el Lenguaje y los simbolos que emitimos, yen la capacidad que ¢stos tengan para provocar una accién-reflexién en la realidad concreta que viven los receptores. Esta comunicacién seré liberadora cuando el, pueblo exprese con su voz sus propios valores y su visién del mundo. =29- I, PISTAS 1, “sesDE LO REACCIONARIO A LO PROGRESISTA” Ray que tomar en cuenta que nuestra comunicacién popular se enmarca dentro de una realidad de constante manipulacién y control de los medios de: comunicacién por las clases dominantes. Nuestros esfuerzos de comunicacién més encamina- dos a una desintoxicacién de 1a ideologia dominante y aun proceso de educacién liberadora, propia y consciente de las bases, se veran constantemente mermados y contrarres- tados por los valores que la 1.V., cine, radio, prensa, anuncios,carteles , ete que dia a dia transmiten ¢ influyen en los mismos agentes con quienes trabajamos. Este hecho vuelve reaccionarios, dispersos, pasivos e incoherentes a los mismos receptores de los mensajes liberadores que queremos transmitir. Esto hace nuestro trabajo més dificil. Seria iluso creer que las clases populares por el s61o hecho de ser populares van a recibir generosa, unénime y aprobatoriamente todos los mensajes que les transmitimos, por m4s liberadores y favorecedores que sean a sus propios intereses. Nuestro trabajo consistird, pues, en jugar un papel més de organizador de lo disperso retomando los elementos progresistas (Ver articulo de Gilberto Giménez) de las clases populares, dinamizdndolos y extirpando sus elementos fosilizantes y reaccionarios, De nada sirve catequizar al pueblo con términos marxistas y racionalistas de Univer- sidad. M4s bien hay que buscar la fusién con las masas y unir la teoria con los aspectos ‘progresistas' de 1a cultura popular. De lo contrario se ejerceria la "violencia simbélica"; de hecho es lo que hace el sistema dominante. Por ejemplo, en corridos o canciones populares se encuentran cantidad de elementos que reflejan la injusticia, denuncian la oposicién entre ricos-pobres, buscan més’ igualdad, piden tierras, etc.. En las fiestas populares, pastorelas, banquetes de bodas, fiestas patronales o velorios se encuentran transgresiones y rupturas: se permiten comporta- mientos que en la vida diaria serfan condenados. Estos -30- elementos progresistas son expresién det mundo popular, y maximo grado de comunicacién vivencial; hay que retomarlos y deslindarlos de los elementos reaccionarios (resignacién, lamento, atribucién al destino y a Dios), y desde alli comenzar la comunicacién popular. 2, "DEL PUEBLO... PARA EL PUEBLO” El promotor-educador deberd tener ia suficiente sensibilidad y Creatividad para retomar los elementos progresistas de 1a comunicacién popular intra-clasista, sintetizarlos, sistematizarlos, ordenarlos y devolverlos al grupo de donde vinieron; a través de este proceso se haré conciencia y apropiacién de los valores y expresiones populares. 0 sea, las clases populares comenzarén a comunicarse con sus propios simbolos en su propio lenguaje y aprenderén a ir deslindando sobre cuéles son sus expresiones propias y cudles le han sido impuestas. * Por ejemplo, en una obra de teatro de campesinos se pueden deslindar ios elementos progresistas: visién de clase, subversién a lo establecido, El promotor educador junto con los campesinos, sintetizaré esos elementos que seran apropiados y vueltos a utilizar en sus formas nuevas de comunicacién con miras educativas y concientizadora: 3, {TRABAJO EN GRUPOS 0 EN MASA? Ei trabajo de comunicacién popular se puede hacer a dos niveles: en talleres o grupos de trabajo-reflexién y a nivel masivo. La comunicacién popular a nivel masivo sin el apoyo de grupos de sostén y de promocién tiende a perderse, a dispersarse ante el peso y fuerza de la comunicacién dominante. Es necesario que haya grupos, cooperativas u orgdnizaciones que sostengan, impulsen y propaguen a las masas sus aportes, reflexiones y avances de su proceso promocional liberadoryen su propio lenguaje. Para esto se tendrd4 que hacer una labor simultdénes tanto hacia dentro del grupo como hacia afuera. El mismo grupo tendré que ir aprendiendo a reflexionar sobre su modo de comunicacién y sobre la forma de transmitir més claramen— te sus mensajes. -31- Por otro lado, la labor de los grupos en cualquier trabajo de accién popular, si no realiza algin mecanismo de comunica cién popular intergrupal y mesivo, tiende a polarizarse en su propia accién y hacerse demasiado localista. £1 trabajo con grupos sin ningén canal de comunicacién popular queda empobrecido. Los medios de comunicacién popular (periddico, audievisuales murales, teatro, cancion, pastercia, sociodramas, radio- escuelas...) tendrén la funcién de apoyo a los’ grupos de trabajo. Por cjemplo, si en una colonia suburbana hay diez comunidades cristianas de base, el sociodrama que algunos de los miembros de las comunidades representan en Pascua o Navidad, tendré que ser reflejo de la accién y reflexién que se lieva en las diez comunidades y, a la vez, punto de contacto masivo sobre lo que esos grupos han aprendido y quieren transmitir a la masa. Esto es, 1a comunicacién popular en grupos sin relacién intergrupal y masiva queda empobrecida; 1a comunicacién popular masiva sin grupos de apoyo puede terminar en la dispersidn y su fuerza quedardé disminuida. (De aqui que la comunicacién popular tenga que estar muy integrada en la relacién grupos-masas. En el caso de una radiodifusera en el medio campesino que guiera transmitir programas educativos, no lograré que Jos receptores se interesen en la radio-escuela si no se promueven simultdneamente grupos de ensefianza-aprendizaje con profesores locales para estudiar lo que la Radio transmite. Tai es el caso de Radio Santa Marfa en Repiblica Dominicana, quizds la mejor radio-escuela de Latinoamérica. 4, IRSE QUEDANDO SIN PROMOTOR-EDUCADOR El promotor-educador tendré que ir preparando al grupo con el que trabaja de tal forma que le permita irlo dejando solo, que su presencia sea cada vez menos necesaria. La preparacién del grupo sobre la comunicacién popular tendré que darse: a) con una teorfa alimentada por el estudio de las propias experiencias que se van realizando, sus fracasos, Limitaciones y logros; b) con un andlisis de la realidad nacional; ¢) con objetivos generaies y particulares de la labor de comimicacién; d) cen una estrategia de accién dada por la realidad social y el objetivo; e) con tacticas, métodos y técnicas de comunica- cién popular. Todo grupo tendré que ir realizando estas labores progresivamente hasta que el promotor-educador pueda retirarse sin que sea perjudicial para el grupo. Asi; la labor de comunicacién popular ird siendo asumida cada vez m4s por el mismo grupo de trabajo. Por ejemplo, un grupo de colonos suburbanos que realicen un pequefio periédico popular tendrdn que aprender desde técnicas sencillas para hacer “monitos", dibujos y una narracién hasta ir formande su propia teoria sobre los fendmenos que ellos mismos van observando en su ambiente, en los receptores, en sus fracasos y logros y en el estudio en grupo, Poco a poco la propia pedagogia ird surgiendo. 5. DESPACIO Y CON CALMA Como toda comunicacién parte de una necesidad concreta, y termina cuando el emisor inicial recibe una respuesta a su mensaje, no. habré comumicacién popular hasta que sea el mismo pueblo quien reciba la respuesta de su propio mensaje, en su propio lenguaje y en su campo de experiencia comin. Esto nos ayudaré a detectar 1a eficacia del trabajo del promotor-educador. Habré que ser conscientes de la lentitud del cambio en el pueblo, y més en la instancia ideoldgica. Por ejemplo, un perfodico popular ejerceré, en la mayor. de los casos, una lenta influencia educativa y los result. dos deberdn ser pensados a largo plazo. De alli la importan- cia de los grupos de apoyo y de medir las fuerzas y alcance de nuestros trabajos. 6, MODESTIA Y PROFESIONALIZACION Ya que los medios populares de comunicacién no estén altamente tecnificados sino que se manejan a un nivel bien rudimentario, habré que ir buscando, junto con los recursos econémicos populares, mayor profesionalizacién de los medios. A medida que éstos vayan teniendo difusién y penetracién en las clases populares, las tdcticas, métodos y téenicas tendrén que ir siendo refinadas. Asi por ejemplo, un grupo de teatre rural tendré que ir conser- vando su prestigio ¢ influencia en las masas a través de cierta profesionalizacién en actuacién, escenografia, libreto...Esto no nos debe llevar a importar medios de la comunicacién popular como ha sucedido en no pocas ocasiones en que se quiere educar a través de sedios sofisticados ajenos a la cultura popular como cine-forums, video-casectes, Cilmaciones, grabaciones, fotografias. 7. 2PROPAGANDA 0 COMUNICACIGN POPULAR? Hay que distinguir en nuestros trabajos la diferencia entre comunicacién y propaganda. Cuando ei pueblo se logre expresar con sus propios simbolos y lenguaje dentro del seno de su propia clase y hacia afuera, habré adquirido auténtica comunicacién popular. Muchos intentos de comunica- cién de grupos 0 promotores no pasan de ser mera propaganda popular. Sin embargo, en alguna fase del proceso comunica~ cional la propaganda se hace necesaria. INFORMACION EN LA COMUNICACION uny ge los aspectos més importantes de la commicaciér popular es la informacién objetiva y veraz. Todo proceso de este tipo de comunicacién debe inclufr continua informa cién de los hechos. Este aspecto supone investigacién ne la realidad més cercana a ios grupos de trabajo. La informacion deberé ser recopilada y sintetizada para devolverla al mismo de quién vino. Asi, por ejemplo, si se quiere informar sobre la situacién de los precios del mercado de una colonia popular, habré que investigar a través de los mercaderes, amas de casa, intermediarios y comparar con los’ precios oficiales y de otros mercados. oda esta informacién tendré que ser ordenada, sintetizada y expuesta claramente a través de algin medio popular sie comunicacién, El pueblo tiene mas informacién de la que nos inaginamos; el problema esté en reunirla y sistema- Fizarla, =34- G, INFORMACION CON CAUSAS Y ALTERNATIVAS La comunicacién popular tiene que mostrar que la informacién que proporciona no es un fendmeno aislado ni local, sino que también se da en otros lugares parecidos y que tiene causas estructurales. No basta la informacién sin anélisis critico. Habr& que mostrar cudl es la contradiccién del fendmeno analizado y hacia dénde se va ir desenvolviendo. Por ejemplo, para informar sobre los precios de un mercado, ademés habré que hacer notar por qué en ese lugar son més caros los productos, por qué estas consecuencias se agravan sobre clases populares, a dénde va a parar el excente del precio y a quién beneficia. También convendria sugerir en estas informaciones caminos de salida al menos parciales (cooperativas, mayoreo, ete) y Sefialar estos movinientos como forma de organizacién popular. Habria que darle especial importancia al sefiala miento de pasos legales que se pueden ir dando en defensa de los intereses populares: leyes que defienden al Consumi- dor con informacién precisa de lugar, modo de presentar quejas, limitaciones: de las leyes... Conviene sefialar también las eventuales posibilidades de engafio, abuso y dolo de las autoridades, La ejemplifica cién de casos ilustra notoriamente. Toda la informacién que se proporcione no debe repetir Jo que la gente ya sabe; habré que decirlo con algo més: eritica, causas, salidas. Por ejemplo, de nada sirve informar a la gente: "Ustedes son muy pobres". jFso ya lo saben! Pero si sirve informar por qué son pobres y qué posibilid des tienen de salir de su pobreza. 10, RETROALIMENTACION La comunicacién popular debe procurar la constante partici- pacién del pueblo en aportaciones, eriticas y respuestas. Todo esto debe ser analizado y sintetizade por el grupo promotor para devolverlo al pueblo y hacerlo parte del lenguaje popular. ~35- Il, eTeDo CONSTANTE Todo grupo promotor de comunicacién popular deberd tener nn método claro; por ejemplo: alimentar la teoria con prdctica y ésta con la teoria, todo al mismo tiempo y desde alli hacer la critica y organizacién popular. El método tendré que ser rigido y e1 contenido eldstico. No resulta pedagégico cambiar de método constantemente. 12, RIQUEZA DE LA COMUNICACIGN POPULAR Hay que tomar en cuenta que la comunicacién popular no s6lo es verbal sino tambien gestual, visual y conductual. Esto se debe retomar sobre todo para el teatro popular y para el relato. El promotor que desee captar cémo se da la comunicacién popular tendré que acudir al mercado, lavaderos, fiestas, peregrinaciones, " faenas, cantinas, huelgas, velorios. comidas. Todos ellos son momentos de exquisitas expresiones comunicacionales del pueblo: imagenes, simbolos, silencios, esterectipos, chismes, chistes, rituales, bebida. A veces el detalle es un elemento fundamental: bordado del vestido, utensilios, veladoras. La atinada reproduccién de estos fenémenos produciré una auténtica comunicacién popular, siempre y cuando se consideren dentro de su "conjunto cultural" en una misma fase histérica y.en su propio modo de produccién. + MEDIOS PRO! Los medios populares de comunicacién més identificados con ias clases subalternas son: teatro, relato, pastorelas, danza y corride. En ellos habré que incidir con mayor intensidad a través de un anélisis previo y contactacién grupal. -36- 14, Comunicaci6N PopULAR CON HISTORIA Es importante retomar la memoria histérica tan rica en las clases populares. La reproduccién de las vivencias y los éxitos del pasado pueden ser pautas importantes Para una comunicacién popular. Estos fendémenos se pueden representar especialmente en el teatro y en el relato. La narracién que se vaya a representar no podré ser lineal y mondtona sino que tendra que tener sus momentos de éxito y fracaso alternativamente en un conflicto hasta llegar a la reduccién por la tragedia, el mito, €l chiste o el sexo: catarsis. El discurso de la narfacién tendré que ser expresado en el cédigo més popular: més cronolégico que comenzar por el final o por ei medio; més por representacién que por narracién; con pleno dominio del autor sobre los personajes. El conflicto no deberd ser moralizado; hay que socializarlo. La sola moralizacién despolitiza al pueblo, -37- ILE.- CONCLUSION Al ser 1a comunicacién un proceso realizado bajo relaciones de poder y determinado por 1a situacién y posicién del emisor y del receptor, entonces todo mensaje sera un procese de produccién, circulacién y consumo ideolégico determinado por el sentido comin de 1a clase dominante. Ta comunicacién popular se enfrenta asi a un enemigo demasiado poderoso, Solamente llegaré a ser auténticamente popular en la medida en que asuma seriamente su tare liberadora de las clases oprimidas, se convierta en medio de expresién de sus propios intereses y rompa con la opresién y manipulacién de la clase dominante. La comunicacién popular tendré que estar intimamente relacionada e integrada con todo movimiento de organizacién y reforzamiento de la préctica social a nivel politico. la sola comunicacién no va a cambiar 1a sociedad por bien que se realice; pertenece sélo a la instancia superes- tructural, De alguna manera habré que incidir en las relaciones sociales de produccién.

You might also like