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LOS GITANOS: , HISTORIA DE UNA MINORIA A. Pérez Casas Los primeros grupos de gitanos que penetran en la Peninsula durante el siglo XV, po- sefan pocos bienes como demuestran algunos salvoconductos que los Reyes les otorgan (1) Posteriormente las Reales Pragmiticas sefialan que la mayorfa de los gitanos carecen de oficios y viviendas fijas y que algunos de ellos practicaban la venta de bestias, ganado, ropas y ottas cosas; as{ como el oficio de herrero. A lo largo de los afios, as prohibiciones se van extendiendo por todo el territorio y tienen por finalidad terminar con estas actividades y promover otras, especialmente las relacionadas con la labranza y el cultivo de los campos. De igual modo, se les prohibe hablar su lengua, usar sus trajes,y vivir en barrios aparte. “...Por la qual extendemos el niimero de las villas y ciudades nominadas en la citada real pragmatica; por lo respectivo alas Andalucias, a Sevilla, Granada, Andujar, Exixa, Guadi, Puer- tode Santa Maria, Ubeda, Baeza, Mancha Real. en cuyos pueblos se les ha de admit a ls dichos lamados gicanos baxo de las prevenciones declaraciones ¥ limitaciones que se siguen. Que para establecer su residencia en cada uno de ls referidos pueblos de la primera y segunda asignacién, se prefieran aquellas familias naturales de cada uno de ellos: alos que nolo fueren, afin de que conocidas ya sus inclinaciones bicios y costumbres por los demas vecinos, estos y la Justicia les puedan contener reduciv vivir de su taajo licto, y muy particularmente a la uniformidad en el traxe y lengua, sin permitiles distintibo alguno baxo las penas establecidas en las pragmaticas dada en Madiid a site de febrero de mil sectecientos quarenta y sis.” (2). De tal manera que una familia gitana se estableciera por cada cien vecinos “castellanos” y que esta familia estuviera compuesta slo por marido, mujer, hijos y nietos huérfanos, siem- pre y cuando estuvieran solteros, porque si estuviesen casados tendrfan que "... consttuir y formar familia distinta’ (3). La mujer gitana se ve afectada por estas nuevas normas, que si del gitano pretenden hacer un campesino, de la gitana una sirvienta. “... que sfueren embras se pongan a servir en casas onestas donde abriendan a vivir chrstianamente...” (4). Ante la escazez de recursos y no pudiendo contat con un sistema tradicional, los gitanos van a adoptar nuevas actividades, consecuencia de factores externos a la comunidad gitana, cuyo valor econémico estaré siempre fijado por la sociedad “castellana”. Sin un territoric propio y con la negativa de poseer ganado caballar y de practicar la herrerfa, se van a encon- trar abocados a un cfrculo de miseria y de inferioridad econémica que les va a acompafiar hasta hoy. Antes de adentratnos en la complejidad de este grupo humano, que a través de la histo- 35 ria ha forjado sus propios patrones y de analizar aquellos fenémenos que adquirieron dentro de la comunidad gitana plena significacién, haremos algunas puntualizaciones: No es la fina- lidad de la presente ponencia tratar en profundidad la historia de los gitanos, ni la historia de los gitanos en Europa o la historia de los gitanos en Espafia. Tal proyecto lo tacharia de desmedido y pretencioso por nuestra parte, y no porque ya rebase el cometido que nos hemos propuesto, sino también porque nos dejarfa prendidos en la red de lo extrafio y de los fasci- nante. Por tanto, en este buceo sobre el origen, dispersi6n y llegada de los gitanos a Espafia, sélo se dard ciertas pinceladas y se tratard de aunar algunas opiniones. ORIGEN Respecto al problema del origen los estudiosos del tema gitano no se han puesto de acuerdo, aunque la mayorfa se inclina por su origen fndico, unos apoyados con fuertes bases lingiifsticas y antropolégicas(5), otros a través de ciertos relatos literarios. Indiscutiblemente hay una extraordinatia semejanza fisica y de forma de vida entre los gitanos y algunos grupos de la India, como los Luri y los Drom, tribus del Beluchistan y de las llanuras del Sind(6), los Dom, Kaoli, Sindi, Multani...(7). Igual sucede con las tribus Vanjara, Lamani y las Chara, poblaciones que tienen rasgos comunes con los gitanos. Las Vanjara viven cerca de Bombay, ‘Cudyerat, Maharshtra e Hyderabat. Las tribus Lamari provienen del Irén(8). Por otto lado, cierta analogia de nombres, como Zincales(9), Ciga, Zeugitana, Singara, Mauritania, Tingitana, Zigren, Cingo...(10), han reforzado también, en determinados auto- res, como posible cuna el oeste de la peninsula indica, donde atin hoy se conservan restos de ‘esta raza, aunque los que Hegaron a Bolonia, en el afio 1422, se llamaban: “hijos del bajo Egipto"(11). La hipétesis egipcia ha llevado a algunos a admitir la posibilidad de que los gitanos vinieran desde Egipto, de ah “egipcios” en la época de Abderramén(12), 0 que eran descen- dientes de los “romné”... los “rumetus”, nietos de los “romenchemi egipcios"(13). Aunque, como sefiala Borrow, lo mas probable es que los Romas del Indostn se convirtieran de pron- to en penitentes egipcios, al ofr la explicacién de ellos se daba entre eruditos y estudio- sos(14). Covarrubias los definta del siguiente modo: “Gitano, cuasi egitano, de Egipto: esto es una gente perdida vagabunda, inquieta, engafiadora, embustidora”. Afiadiendo después que, segtin la opinién de autores graves, los antepasados de los gitanos eran de Egipto Menor(15). A finales del siglo XV, algunos viajeros alemanes vieron cerca de Modon, en el Peloponeso, un niimero considerable de chozas en una zona conocida con el hombre de “monte Gype”, que la gente de Venecia traducfa como Pequefio Egipto( 16). Sin embargo, parece més plau- sible que el nombre lo tomaran del érea que se conoce en la actualidad como Asia Menor, que tuvieron que pasar para llegar a Europa, y que en aquellos tiempos se conocfa como: Egipto Menor(17). En cuanto a los gitanos béticos, algunos autores han apuntado su posible doble descen- dencia: por un lado de las antiguas tribus sumerio-semitas y por otro, veintitantos siglos después, de otro grupo que se establecié procedente de la India(18). Rienzi, autor del s. XIX, describe a los Biajak Zengaris, especie de piratas que navegan las costas Célebes, el Archipiélago de Holo, las Filipinas y la costa occidental de la Papuasia. Némadas, que cambian con el Monzén y que, como los gitanos de Eutopa, son despreciados y temidos. Viven, con sus mujeres y sus hijos, en barcas establecidas junto a la desembocadu- 36 ra de los rfos y tienen como modo de vida la compra y venta de alimentos y objetos de adoro, "estos hombres son oriundos del Indostén, se han mezclado con los chinos y los javaneses y establecidos en Kalemantan, y con los Magkareses, de Célebes; y han producido la extrafia variedad de los biajak-Zengatis 0 Gitanos"(19). Rienai se apoya en Grellman y Richarson para considerar la India como su lugar de origen, aunque el lugar exacto no es el apuntado por dichos autores, las Bocas del Sind, y cree algo més acertada la versién de Dubois, al colocar a los Zengaris entre los Kurveses del Mahisur. Dado que ni es cierto que los Zengaris se Ilamen entre s sintes, ni existe un pueblo chinganes en el delta del Sind y atin menos que el dialecto tata que hablan los habitantes de las bocas del Indo sea el que hablan en Europa los zengaris. Para Rienzi el lugar de origen es el pats de los Maratas, aunque “la tibu primitiva de los engaris, es la subdivision més despre- ciable de las diferentes tribus parias, u hombres sin casta(20). En cuanto a los Luri, de las regiones del Sind y Beluchistan, un viajero ingles, en el siglo pasado, los compara con los gitanos europeos por su lengua, facilidad para el tobo, canto, danza y miisica y por dedicarse a las artes adivinatorias(21). Igual ocurre con la descripcién que hace de ellos Hutton, que los tacha de “joyeros de oro y plata”, “estafiadores ambulan- tes", "miisicos”, “comadronas” y “jornaleros”, afiadiéndoles el “nomadismo”(22). Lafuente no esté dispuesto a admitie de ningtin modo la equiparacién de los Luri con los gitanos, lo que considera un error, debido a que los Luri son de tantos pueblos iranios(23). El libro de los Reyes del poeta Firdusi, dice que diez mil misicos Luri fueron cedidos por el rey Sankal de Canogia a su yerno Bhrar Gur, hacia el 420 a.C., con objeto de hacerlos agricultores. Fracasado este intento, fueron expulsados: “Todavia hoy los luris, de acuerdo con las justas palabras del rey, andan por el mundo ganéndose la vida, compartiendo el alber- gue de pertos y lobos, siempre dispuestes a robar en los caminos, da y noche"(24).. En cuanto a los Pharavunure, que Ilegaron del pats de Zagrebo donde comenzaron su vida errante, al parecer, son los antepasados de los rom, y los Kalderas. Desde aqui se exten- dieron a todo el Bonat, y después al mundo. El motivo de su salida fue debido a cuestiones demograficas ya la necesidad de buscar trabajo. Como sefiala Zanko se consideran los verda- deros gitanos: "...nous sommes les Toma Pharavunure, les Klderasa venues du Zagrebo. Nous sommes avec les Litlit, les vrais Tsiganes, mais les Lalit ne sont pas des Kalderasa, ce sont des Arabes. C'est plus tard que sont venues les hommes de l'autre race romade, les Sinti ou. Sintini” (25). Para Zanko los Kalé son negros, mientras que los Pharavunure son blancos. 2Quienes eran los Luri y cual es su pais de origen’ Minorsky los sefiala como oriundos de la ciudad de Alor 0 Aror situada en la ribera del fo Indo(26). El nombre de Luri o Luli se relaciona con el Luristan, donde han aparecido restos de tumbas excavadas. La aparicién de estas tumbas en dos zonas: Dasht-e Kawa, parece indicar su nomadismo. El hébitat lo constituyen tiendas que sittan en tierra batida, donde han aparecido restos de alfarerta. También se les supone como hdbitat un monticulo artificial. Los Luri elegian lugares cerca del agua. Sus necr6polis las stuaban en zonas éridas y elevadas. ‘Como ajuar funerario aparece un vaso de bronce y cerémica pobre. En cuanto a su armamen- to conocfan la espada y el pufial. La aparicién de un bocado rigido adornado con imagen de héroe sumerio hace pensar en la dedicacién de los Luria la crfa y doma de caballos. Huart y Delaporte piensan que son medos que hablan una lengua indoeuropea baséndose en el testi- monio de Estrabén(5), XV, 724(27). Para Herodoto la Media estaba formada por una serie de pueblos: “los busos, paracetanos, struchates, arizantes, budios y magos"(28).. 37 se basaba en la eutonded paterna y en (29). En cuanto a la organizaci6n familiar de los Luri la poligamia; la joven esposa era arrebatada a viva fuerza, Ni por un momento se puede pensar que los Luri o Ia poblacién de Media en general, en estos tiempos, fuera autéctona, Esta zona habfa recibido sucesivas migraciones de pueblos. Antropélogos y arquedlogos han hecho intentos de relacionar este grupo racial con cierta ‘emigracién que hubo hacia el primer milenio(30). A finales del segundo milenio penetran enel Irén una tribus indoiranias ganaderas, que como régimen social tienen un clan patriar- cal que se esté disgregando y familia con fuerte autoridad paterna(31). Probablemente la familia serfa patriarcal en los indocuropeos, y en su principal unidad social “la familia exten- sao “gran casa”(32). En la actualidad, lo mismo que hace tres mil afios “Las montafias meridionales de Los Zagros se ven cruzadas continuamente por tribus bakhtiyars y luras... Mas al sury al este, hacia el ro Indo, estén los baluchi, también tribales y principalmente némadas, que vinieron del noroeste después del siglo XI d. de C. reemplazando a los brahui y otros némadas no arios. La frontera afgano-pakistant actual difclmente puede haber tenido un tipo distinto de poblacién en el pasado que los némadas patanes de habla pashpopakhto de hoy. Sin embargo, hace dos mil aftos, la pobla- cin indo-irania, ahora litada a laaltas montavias del Lueistén, Chitral 9 Swat actuales deberéa haberse extendido hacia el sur del rfo Kabul y al oeste del Bamiyén” (33). La dispersién de los ndmadas por estas 2onas parece clara y es de suponer que estas tribus estarfan en conflicto con los sedentarios cultivadores. Si tenemos en cuenta su carécter pas- toril y su armamento, no serfan tan pacificos como nos narra el poeta en el Shi-Namé, poema de unos sesenta mil versos, escrito por Firdusi poeta del Tis, en el Khorasén hacia el siglo X, que recoge la historia mitolégica de la antigua Persia(34). Las costumbres de los “Nuri” de Siria y Egipto o “Luli”, "Nuri" actuales de Palestina y Jornadia, descrita por palestinos y jordanos, son similares a las de los gitanos. La mayorfa son herreros, forjadores y pastores. Visten como el érabe antiguo y son muy sucios. Se pelean con. frecuencia entre ellos y son temidos. Es costumbre que vayan en grupo de tres a ocho familias y llevan consigo burtos y perros. Los Nuri son muy dados a la miisica_y llevan consigo instrumentos como el laid. Andan con el calor y trabajan el metal, cuando refresca. Si se cenemistan entre ellos se marchan. Cuando les gusta una chica van al padre de ella y la piden. Las mujeres acostumbran a echar la buenaventura. Hablan érabe y una lengua propia, pare- cida al érabe, que los demas no entienden(35). ‘No hay duda en la semejanza de los Luri o Nuri descritos por los jordanos, sitios ypalestinos con los Luti descritos por Firdousi. El itinerario de estos Luri es dintinto al de los gitanos que llegaron a Europa y sus pasos irfan sin duda encaminados a Persia, Siria, Arabia, Egipto norte de Africa. Mac Dowell en su visita a la India en 1970 encontr6, en Pakistan, que los Luri prefieren que no se les llame Luri y que estaban situados en lo més bajo de la escala social y que, segtin algunas opiniones, nunca fueron mendigos, ladrones o prostitutas. Algunos de sus trabajos consistfan en afilar cuchillos, vestir al novio en las bodas, etc. y entre ellos habfa miisicos y buenos poetas. En cuianto a su dialecto era como un cédigo(36). ‘No podemos terminar este bosquejo con el pesimismo de Clebert: "sQuignes eran?, De donde venfan? . Nunca se sabré(37). Sin embargo la mayorfa de estas hipétesis més o menos fundamentadas nos han sugerido algunos puntos que conviene destacar: 12. El caso de los gitanos no es tinico. La existencia de uma serie de tribus némadas con oficios similares, ritos parecidos y lenguas con fuerte base indoeuropea ast lo demuestra. 38 22- Los gitanos provienen de una extensa érea en la que también ha habido movimien- tos de otras poblaciones,a causa de su nomadismo, No obstante, determinados rasgos somiticos de los gitanos parecen orientar algunas de las investigaciones antropol6gicas la periferia del Penjab. 3® Su dispersién no fue una y en un momento determinado. Salieron en oleadas sucesi- vas a través del tiempo. No dudamos en motivos bélicos, pero no serfa ésta la tinica causa. Creemos que las primeras salidas de estas oleadas estarfan también condicionadas por moti- vos climéticos y demogrificos. 4°. En un principio presentarfan mas cchesién y como cualquier grupo de némadas serfan un peligro en zonas habitadas por sedentarios. DISPERSION DE LOS GITANOS Una vez aceptada la tesis de la India como pais de origen de los gitanos, debido princi- palmente a los andlisis lingiiisticos y antropol6gicos realizados, nuevamente hay que recurrir a Estos y relacionarlos con los documentos que nos hablan de su aparicién en Europa al cocuparnos del momento de su salida y sus posibles rutas de migracién. Pott y Miclosich (38) consideraban que los dialectos arios de la India estaban en trans- formacién hacia el afio 1000 d.C. y que algunos de estos caminos se incluyeron en los dialec- tos del romany y otros no, por lo que la salida de los gitanos se iniciar‘a hacia el afio 1100 dc. ‘La emigaracién tuvo lugar en varios momentos que, segtin lo estudiosos, oscilarfan entre los siglos VII y XIV, siendo sus movimientos por Asia Menor, a través de Tracia, Dacia y Macedonia, otros lo harfan por Persia, Siria y Arabia, estableciéndose posteriormente en Egipto(39). ‘Sampson (40) y en base a su estudio sobre el dialecto de los gitanos de Gales establecié la ae Indostén, Afganistdn ¢ Iran. Desde aqui unos pasarfan a Bizancio y otros al Norte de ica. Rienzi cree que fue tras la invasién del Gran Tamorlan, exactamente tras la toma de Delhi(41). Luego, quedarfan familias sueltas y rezagadas en Candahar, Persia y Turquestén. Después de pasar las regiones del Caspio y del Caticaso unos terminaron en Rusia y otros en Asia Menor. Con toda probabilidad, otra colonia pasé “del Candahar al Sequistan, al Mekran, al Kirman, al Fars, al Khusistan, al Irak Arabi, al Aljecirah; 9 una tercera recorrié verosimilmente la Siva y la Palestina, la Arabia Pétrea y legarta a Egipto, por el Istmo de Suez, y de alli a la Mauritania, Por tlimo se embarcarfa una partida en smo de los puertos del Indostén, y se estable- cerfa en las costas de las Islas de la Melasia, particularmente en laisla grande y rica de Kalimantan, or medio de los barcos bugue que han traficado en todo tiempo com los puertos de la India” (42). Sin embargo Borrow no cree que los gitanos fueran dispersados por Timour y menos que en sus relatos no los mencione, méxime cuando Timour estaba muy popularizado en Europa a causa de sus estragos y porque el pasaje de Arabschab cronolégicamente, no corresponde con las conquistas de Timour ya que, cuando sucede este episodio, acababa de comenzar sus conquistas. No obstante recoge la narracion: “...Habfa en Samarcanda numerosas familias de ingaris de varias condiciones; algunos eran luchadores, otros gladiadores, otros pugilstas. Esta gente estaba en gran discordia, asf que continuamente se levantaban entre ellos hostilidades pen- dencias. Cada banda tenta wn jefe 5 sus oficiales subalternas y sucedié que Timour y el poder que tenfa los lenaron de miedo, porque sabfan que era conocedor de sus crimenes ¥ de su desordenado 39. 43). En ausencia de Timour los gitanos se rebelaron varias veces por lo que enterado éste, tra26 un plan para su exterminacién. Los zengatis, que llegaron a Hungria y a Bohemia, dijeron que habfan venido por el mar Caspio y Negro. De esta forma podfa darse més facil explicacién a su procedencia y a su entrada en Europa. Generalmente, se sitia en Grecia el primer asentamiento de gitanos en el continente, por la gran cantidad de vocablos que conservan del griego medieval en su idioma. Y luego en Bulgaria, Servia... debido al fondo eslavo. También se observa Ia existencia de vocablos rrumanos en los gitanos de Europa central, yen los gitanos de Inglaterra, Polonia y Escandinavia vocablos alemanes, ausentes en los gitanos de Espafia. De esta forma se confirmaria la tesis mediterréinea sobre todo cuando en 1540, “...un vigjero comprueba que los gitanos entienden el aviego vulgar, 9 as constieuciones de Catalufta de 1512 los lama indistintamente griegos, bohemios y egipcios”(44). Siguiendo igualmente a Miklosich, Pabano determina el itinerario siguiente: *Grecia, Rumania, Hungria, Bohemia y Moldavia; Alemania, Polonia y Lituania; Fran- cia y Espafia’(45). Hacia el 835, en las Crénicas Bizantinas, se tienen noticias de la presencia de gitanos en la ciudad de Anazarlos (Cilicia)(46) y, hacia el afio 1100, se sefiala Ia llegada de un grupo de atsincani al monte Athos por un fraile georgiano(47). En el siglo XIII, en opinién de algunos especialistas, ya se extendfan desde el Peloponeso hasta el Danubio. Predari hace referencia a una carta del rey de Bohemia, en la que se alude a la presencia, en esta época, de cingarorum en el ejército (48). En el afio 1322 dos religiosos vieron en Creta a unos trogloditas que parecfan gitanos(49) yen el afio 1378, el gobernador veneciano de Nauplia, en la costa del Peloponeso, le da los. privilegios acordados a los acingani. Otras fechas son: Servia 1348, Zagreb 1378, Bohemia 1399, Escocia 1505, luego Escandinavia y Finlandia(50). Hacia 1370 aparecen en Valaquia yMoldavia(51). En el afio 1386, al parecer, hubo una excisién significativa entre los gitanos llegados a Europa: *...esclavizados en Moldavia y Valaquia, algunos de ellos, los mds rebeldes, los Kalé, que los rumanos llamaban Netotsi huyeron en masa y se difundievon por toda Europa’. Estos Kalé eran malabaristas, domadores de os0s y quiromantes. Otro grupo gitano tendrfa actividades més propiamente arias: la metalurgia, crfa de caballos, la misica y la danza.(52) Respecto a los testimonios del siglo XV, que indiquen la presencia de gitanos en Europa, Bataillard sefiala que en 1416 la ciudad de Kronstadt, en Transilvania, le oftece dinero, aves y grano al “Sefior Emaus de Egipto y a sus ciento veinte compafieros”, y en 1417 la familia, Horvath regala cuarenta carneros a los peregrinos de Egipto(53). Hacia el afio 1417 se esta~ blecieron en Moldavia unos tres mil gitanos, y posteriormente, un niimero mayor entré en Valaquia, Transilvania y Hungria. Uno de los grupos obtuvo del rey Segismundo heia el afio 1423 un documentos, que le otorgaba el privilegio de establecerse, bajo la proteccién , cerca de las tribus libres y reales (libera regiaque ubrs) y en los estados de la corona(54). Rienzi da las fechas de 1417 para la aparicidn de gitanos en Hungria, Bohemia y Alema- nia (Munster, Cosmografia, voL.Ill, cap. V). y apoyaindose en Stumpf y Gruler indica que aparecen en Suiza en 1418 y en Italia en 1422 (Muratori, Annali d'Italia, tomo LX, p. 1105; Cronica di Bologna, tomo XVIII, Rerum Italicarum Adannmun, 1422) (55) Los gitanos llegaron a Parfs en 1427 y su llegada fue descrita por una autor anénimo en la crénica "Journal d'un bourgeois de Paris”. Pasquier, escritor de siglo XVI, recoge el si- 40 guiente relato: “En 17 de abril de 1427 aparecieron en Parts dece penanciers (penitentes) , como ellos dectan principales de Biro entre los cuales se encontraba sen dugue, un conde y diez hombres caballo que se calificaban de cristianos arrojados de su pats por sarracenos: referian que se habian dirigido al Papa con el objeto de confesar sus pecados, y que les impuso la penitencia de andar errantes por el mundo durante siete afios. Su comitiva se componta de umas ciento veinte personas entre hombres, mujeres ynifios, restos de 1200 de que constaba aquella expedicién a la sada de su patria.."(56). Otras fechas de llegada serian 1430 Inglaterra y hacia 1500 Escocia y Ru- sia(57). Si en principio fueron bien acogidos y portaban cartas de proteccién posteriormente surgieron las quejas y en algunos paises la persecuci6n y expulsién(58). Del comportamiento de los gitanos asi como del privilegio de administrarse justicia hay una anéedota que cuenta Tallemant des Reaux(ed. Mongredien, VIII, pag.43).(Tours des bohémes). “Juan Carlos famoso capitdn de los gitanos, engaii6 con gracioso artficio a un sacerdo- te. Estaban alojados en un pueblo cuyo cura era rico y avaro, amen de bastante aborrecido por su feligreses. Como jamds se movia de su casa, los gitanos no podian hurtarle nada. Qué hicieron entonces?. Fingen que entre ellos se ha cometido un crimen ¥ condenan al presunto delincuente, quien ha de ser ahorcado a un cuarto de legua de la aldea, punto al que se drige con todo aparato. Ante la horca, el condenado pide um confesor, y van en busca del cura. El sacerdote se resiste al amado, pero sus feligreses le obligan a cumplir. Enere tanto unas gitanas entran en casa, y roban quinientos escudos 9 van prestamente a reunirse con los del grupo. En cuanto el condenado las ve, dice que apelard de su condena ante el rey del Pequefio Egipto, oido lo cual el capitén exclama: ;Ah traidor!, ya supuse yo que apelarias” . Enseguida levantan el campo y estaban todos muty lejos antes de que el cura llegase a su casa. Dicho Juan Carlos aporto cuatrocientos hombres a Enrique IV, a quien prestaron veliosos servicios” (59). LLEGADA DE LOS GITANOS A ESPANA Acerca de la llegada a Espaita, la dos tesis més generalizadas son la del norte, penetra- cidn de gitanos a través de Francia, y la hipétetica entrada de gitanos por el sur, penetracién. de gitanos a través de Africa, que hasta ahora no se ha podido domostrar. La primera noticia que tenemos hace referencia a un tal don Juan de “Egipto Menor”, que penetré en Espafia el 12 de enero de 1425, durante los reinados de Juan II de Castilla, Carlos III de Navarra, Mohamed II de Granada, Juan I de Portugal y Alfonso V de Aragén, quien los autoriza a viajar por todos los dominios durante tres meses. A partir de entonces las fechas documentales se suceden. Asf el 8 de mayo de 1425 el “inclitus Thomas, comes in Egipto Parvo” obtuvo un permiso para atravesar la Corona de Arag6n. Desconocemos si este Tomas, es el mismo Tomas,. “conde de Egipto Menor”, que el 26 de noviembre de 1434 pide una copia de la carta de paso del afio 1425, en Olite, los reyes Blanca y Juan II “mercedaban”” Tomas , conde Egipto Menor”. Parece ser que hay una salida, de ese grupo de gitanos de la Peninsula, hacia el 23 de mayo de 1435, en direccién a Francia, puesto que el peaje de Jaca ydel puerto de Canfranc se les exigié el pago del impuesto(60). E19 de junio de 1447, en Barcelona, la Reina Maria, esposa de Alfonso el Magnénimo, doné salvoconductos al “Magnificus vir Adreas, dux in Egipto Minori” ya los condes Pedro, Martin y Tomas y a sus respectivos séquitos entre los que iban adivinos(61). Fechas documentadas posteriores nos hablan de los pasos de algunos cle estos grupos por 41 Andalucta. Don Martin y Don Tomés entraron en Jaén en 1462 y en el 1470 llegan a Andujar, donde pasaron un semana, un conde llamado Jacob con su mujer Loysa y el acompafiamien- to. A los quince dias de su marcha Ileg6 otro guiado por el duque Pablo de la “Pequefia Bgipto”, que portaba recomendaciones de los Reyes de Castilla y Francia(62). Parece ser que este mismo grupo pasé el 9 de marzo de 1471, los Reyes Catdlicos dieron un seguro a “Jacme conde de Egipto la Menor” y a su séquito durante quince afios(63). Todo parece indicar que la zona andaluza era un atractivo reclamo para los habitantes més septentrionales. Noticias sobre Andaluefa harfan que abultadas fantasfas se difundieran por tierra y por mar. Hacia mediados del siglo XII, el autor granadino Ebn Assairafi, que escribié una historia de los almorévides, al referir la invasién de Andalucfa del Rey de Aragén, D. Alfonso el Batallados, decfa "... que el conguistador cristiano entré en el reino granadino porque le habfan ponderado sus excelencias sobre las mas bellas regiones del mundo, porque le habfan celebrado su dlilatada vega con sus copiosas producciones, sus granos, sus linos..."(64). A este primer periodo de benevolencia y acogida, propiciado por la coyuntura politico- religiosa que atravesaba el pats, sobreviene un largo perfodo de control y represién, que se zesta en la iltimas décadas del siglo XV y llega practicamente hasta hoy, como consecuencia del répido deterioro que sufre la imagen publica del gitano. El 30 de septiembre de 1482 hay noticias de la vista de una de las primeras causas legales en la que participan gitanos. Pere Soldevilla se que}é de que “alguns bohemians” le habfan robado ocho libras y le amenazaron cde muerte. Tres gitanos. “Jhoan gil, Boemia” “Nicolau de egipte, boemia” y “Antoni de egipte, boemia”, fueron detenidos y sentenciados( 65). El 2 de septiembre de 1488, los castellonenses dictan su expulsién della villa y su término "per quant las gens dels boemians fa gran dam. ."(66). A lo que hay que anadit los conflictos surgidos entre los propios gitanos. Debemos suponet que los diversos itinerarios de estos grupos y sus repentinos traslados no son caprichosos y siguen una determinada normativa, que si hasta hace poco presentaba aspectos més evolu- cionados en esencia continus siendo la misma: 1) Cada grupo evitaria coincidir con otto en un mismo lugar. 2) Si los grupos frecuentaban los mismos lugares procurarfan hacerlo en momentos dife- rentes. 3) Los grupos enemigos s6lo se moverfan en zonas concretas, delimitando el territorio. Sin embargo los dos primeros apartados no son observados de un modo tan rigido como el tercero. El hecho de procurar no coincidir en un mismo lugar es para evitat posibles con- flictos que surgen a escala de grupo, como consecuencia de conflictos surgidos a nivel de familia o linaje. Aunque, a veces, los gitanos se reunan y alfen con grupos enemigos. De esta forma se ayudan , orientan y gufan. De los conflictos surgidos a nivel de grupos tenemos el caso del conde Juan, que solicita la proteccién del rey porque el “comes Martinus, comes Miguell et comes Jacobus in Minori Egipto simul et insolidum habent odivam et malam voluntatem”(67). De peregrinos sumisos y menesterosos pasan 2 creatse la leyenda de gente licenciosa, violenta, astuta, peligrosa...y ya se les ve como ladrones, salteadores de caminos, profanadores de templos, etc. A partir de entonces, el gitano tendré que luchar por su supervivencia com- prendiendo de paso que su éxito, como el de las minorfas, esté en la conservacién de sus valores y en el simulacro de asimilacién de algunas de las formas del pats en que viven. Para ello no dudan en compartir, a veces, con otras minorfas, igualmente marginadas, barrios aparte. Sin derechos ni oportunidades van a estar en conflicto continuo con la sociedad en que viven, lo que genera un sentimiento de hostilidad hacia Ia misma y sus representantes. 42 La primera pragmética especifica contra los gitanos es la de Medina del Campo, dada por don Fernando y dofia Isabel en 1499: “... Por lo cual vos mandamos que del dia que os fue notficada o pregonada en nuestra corte y en las cibdades e villas principales de nuestros reynos que son cabegas dos fasta sesenta dias primeros siguientes, vosotros e cada uno de vos bivays por offcios conocidos de que mejor subierdes abrovechar, estando de estada en los lugares donde acordades de assentar, o temedes bivienda de sefiores a quien siruays, que vos den lo que ovierdes menester, € 10 andeys mas juntos vagando por estos nuestros reynos como agora lo hazeys, o dentro de otros sesenta dias despues primeros siguientes salgays de nuestros reynos e no bolvays a ellos en manera alguna, so pena de que si en ellos fueredes hallados o tomados sin officios o sin sefiores o justos passados los dichos dias, que a cada uno dé cien azotes por primera vez le destierren perpetuamente destos nuestros reynas, é por la segunda vez, que vos corten las orejas e esteys sesenta dias en la cadena e torneys a ser desterados como dicho es, q por terzera vex seays cativos de los os tomaren, por toda vuestra vida..."(68). En ella se ve claramente algunas caracteristicas del pueblo gita- no y la incomprensién hacia las mismas de los gobernantes, que pretenden erradicarlas por la fuerza. Estas medidas represivas se van a ir sucediendo a lo largo de los siglos con penas que van desde los datos fisicosa la expulsi6n o esclavitud. Lo que no quiere decir que se cumplie- ran eficazmente y prueba de ello es lareiterada peticién de que se ejecuten: Cortes de Toledo de 1525, Cortes de Madrid de 1528,...lgual sucede en 1533, a instancias del Arzobispo de Granada, Carlos V recuerda las medidas tomadas en 1499 por los Reyes Catélicos contra los gitanos "..diciendo que en el dicho arzobispado andan muchos gitanos que frecuentan con los rmoriscos y les ensefian cosas de hechicerfas y adlvinacionesy supersticiones 1 les robem ropas de sus casas..."(69). En el afio 1534 en las Cortes de Madrid se vuelve a insistir que se cumpla lo mandado(70). En 1539, nuevamente se alude a la Pragmética de Medina del Campo y se afiaden seis afios de galeras para los gitanos comprendidos entre veinte y cincuenta afios “que si, siendo pasado el termino en que se han de salir, fueren hallados, o alguno dellos solo, siendo varon sin oficio, o sin vivir con sertor, las Justicias os prendan...” (71). Igual sucede con pequefias variantes, en 1542, 1551,1560,1566, 1586,1633,1673,1692,1693. Sin embargo hay excepciones. Debemos resefiar la provisién real y cédula dada por el rey don Felipe, a primeros del mes de abril de 1620, por la que manda que “... por parte del dicho Baltasar Bustamante, Baltasar Rocamora su hijo y consortes o cualesquier de ellos, o con sit trasla- do, signado de escribano priblico, al cual se le de tanta fe como al original, con sus mujeres, hijos y familiares les deis vecindad en cualesquier ciudad, villa 0 lager, que fuese su voluntad, dejéndoles tratar y contratar en ella libremente, obstante las leyes y pragméticas dadas y promulgadas contra agitanos y la lima del asiento de millones, por ser mi voluntad, y mando que no se entiendan ni ccumplan con ningin gtano de los contenidos en esta mi sobrecarta, ni con sus hijos'y mujeres...”(72). El motivo, de esta generosidad real, fue debido a los servicios prestados en la Comparita del Capitén D. Alonso de Tauste, en el Tercio de Don Agustin Megfa, en los Estados de Flandes, por Baltasar de Bustamante, su padre, hermanos y criados Carlos Il en 1695, en sus disposiciones contra gitanos recopila lo anterior y dicta nuevas “.. prevenciones, que asegurasen la persecucién y castigo de los que se dicen gitanos..."(73) y Felipe V extrema atin més las medidas contra este pueblo, pragmética de 1717, pretendiendo controlar a los gitanos con la elaboracién de un registro en el que figuren ademas de su nombre y edad, su oficio, bienes, armas, etc. Habiliténdose penas de seis y ocho afios de galeras o destierro para los hombres y de cien azotes y destierro para las mujeres, dependien- do si usan su traje, lengua, asisten a ferias, no ejercen Ia labranza, salen de su vecindatio... € inclusive, sise les encuentra formando cuadrilla en niimero de tres 0 mas con armas de fuego, a lapena de muerte. “Y para que no pueda haber dua, en cudles deban tenerse por las que se dicen Gitanos, y Gitanas, para comprenderse en la disposicién, y penas de esta Pragmética, declaramos, que cualquier hombre, o mujer que se aprehendiere en el traje, hdbto de que hasta ahora ha wsado este género de gente, o contra quien se probare haber usado la lengua, que els laman jerigonza, sea tenido por tal para efecto referido, x lo mismo se entienda en aquellos contra quienes se probare la fama, y opinién de haber sido tenidos, y reputados por tales, en los Lugares donde hubieren morado, 1 residido, deponiéndose ast a lo menos cinco testigos”(74). En esta pragmética se obliga a los Corregidores y Justicias de los lugares a que visiten y registren las casas de los gitanos cuantas, veces les pareciere. Igualmente en la pragmética de 1731 se recomienda inspeccionar, sin previo aviso, las casas de los gitanos para ver si conservan armas, y viven conforme a lo dictarminado(75). En la pragmética de 1746, de Felipe V, se hace alusién a la pragmatica de 1717 y ala provisién de 8 de octubre de 1738, y a la necesidad dd aumentar el niimero de ciudades destinadas para su asentamiento, debido a la gran cantidad de personas, que habfan concu- rrido a la mismas, no pudiendo mantenerse en ellas por no tener en qué ocuparse(76). Como puede verse las medidas eran cada vex més rigurosas para acabar con su lengua, traje y modo de vida, A ello van encaminadas igualmente las pragmaticas de Femando VI de 19 de julio de 1746 y 1749, recordéndoles todo lo anteriormente establecido en las sucesivas pragmsti- cas. “.,.Asimismo os consta, que por la Real Cédula de nuestra Real Persona. de mil setecientos ‘cuarenta'y cinco se mandé que todos los Comandantes...hiciesen publicar Bandos... para que todos los Gitanos...se restiuyesen en el término de quince dias alos lugares de su domiclio, pena de ser declarados pasado este término por Bandidos piiblicos y...de ser encontrados,o sin ellas fuera de los términos de su vecindario,fuese licito hacer sobre ellos armas, y quitarlos la vida .."(77) Noobstante, y debido al interés de la comunidad, se hicieron efectivas varias solicitudes en favor de algunas familias gitanas en 1746 para que no se les aplicase lo ordenado en las pragméticas y se les dejase en sus respectivos pueblos, ejerciendo su profesién. El Corregidor yel Ayuntamiento de Jeres de la Frontera abogaron por las familias de los Monjes, pues *... se habia dado un Memorial a la Ciudad...que siendo naturales, y vecinos de ella, sus Padres y ‘Abuelos, y que por repetidos Despackos estaban declarados Espafioles, no debfan ser comprendidos en las Pragmdticas, ni registro de Gitanos a que se les querta incl... y que...estaban declarados por Castellanos viejos, y que estos se eercitaban en la labor, y cultera de los Campos, y oficios de Herreros, muy ttle para el Gremio de Labradores, se hiiese presente alos de nuestro Consejo. ..n0s sirviesemos mandar suspender su salida de aquella Ciudad, y por no comprendides en dichas Prag- réticas...” La justficacién aportada era que ademés de ejercer la herrerfa, la labor y cultura de los campos no hablaban la lengua gitana, ni vestfan como ellos, ni frecuentaban su com- paiifa(78). Por otzo lado, los vecinos de Villafranca lograron que el Procurador y Sindico General de la misma presentase la solicitud para que se dejase en el pueblo al herrero Francisco de Vargas, que habia sido notificado para que saliese del mismo, junto con sus hijas “...dicho Francisco de Vargas... habia vivido...mas de treinta afos...agando los ributos Reales, » empleado en el oficio de Herrero, sirviendo de mucha wtilidad al Puiblco;...” El pretexto alegado fue la pérdida de horas que habfan suftido algunos labradores de la zona y que habfan quedado algunos campos sin cultivar, también por esta causa(79). El Corregidor de la Ciudad de los Véler present el caso de los gitanos: “Joseph Martin, 1 Marfa Antonieta de Rueda su mujer, Alvaro Ferndndee, y Francisca Montoya la suya, y otras aiscintas familia, hasta dez y seis, que constaban del Testimonio que acompati, residian en aquella 44 Ciudad, criados y nacidos en ella, y los mds de sus Padres, y Abuelos con ejercicios de Herveros y Esquiladores...” La excusa para permanecer en la ciudad era la utilidad que tenfan sus profe- siones para los vecinos atrieros y labradores de la zona y porque carecfan de otras profesiones que las mencionadas para subsistir(80). El Corregidor de Motril, Don Carlos Marchati, present6 una carta en la que se le hacfa constar que el Procurador Sindico General de aquella ciudad le habia pedido que “...no se molestasen ni removiesen de ella alas familias de Antonio Cortés, Juan de Arroyo, Felix Antonio, Francisco, y Juan de Carcamo, Juan, y Diego de Carmona, Nicolas Cortés, Joseph Bermudez, Matias, y Felipe Torcuato, y Andrés Cortés, por ser titioles a la Repiiblica en sus ministerios...” El motivo aludido fue que estaban los Ingenios de Azucates en el momento de mayor traba- jo(81). No cabe duda que ciertas profesiones como herreros, esquiladores, etc. no debian de ser del gusto de los naturales (82). La orden de 30 de Juio de 1749 dio lugar a que muchos gitanos fuesen apresados y envia- dos a los arsenales, presidios y minas de Almadén, pero la contraorden de 28 de octubre trat6 de paliar la situaci6n anterior, al devolver a sus pueblos a los que no tenfan que afectarles la referida ley. En tiempos de Carlos III se abren nuevas perspectivas con la Pragmética Sancién de 1783, déndoles la oportunidad de set “Vasallos” y pot tanto admitidos en “...cualesquiera oficios, o destinos a que se le aplicaren, como también en cualesquiera Gremios, o Comunidades, sin que se les ponga, o admita en Juicio, ni fuera de él, obstéculo ni contradiccién con este pretexto”. Siempre que dejasen su lengua, o jerigonza, modo de vida, trajes y modales. Para lo que se les concede un plazo de noventa dfas. Sin embargo en este indulto exceptian *...os delitos de esa Majestad divina y humana, de homicidio, que no haya sido casual, o en propia y justa defensa, hurto en lugar sagrado, o con violencia, generalmente los que hayan sido en perjuicio de parte que no se hallare, o diere por satisfecha” (83). ‘Con Carlos IV, en la Pragmética de 1795, y como muestra de que no se habfa logrado asentarlos, ni terminar con su estilo de vida, se vuelven a reiterar medidas “con el fin de contener y castigar la vagancia de los conocidos con el nombre de Gitanos, o Castellanos nue- vos" (84). Con la Constitucién de 1812, cambia la situacién juridica de los gitanos, por lo que podfan ser considerados espafioles, aunque el hecho de tener que fijar su residencia les seguia causando problemas. Sin embargo el recelo no desaparece y hacia 1846 se les pide que junto a su documentacién personal porten la de los animales que posean, mimero, caracteristicas, etc. asf como la de los tratos que hubieten realizado. Esta medida continua con Alfonso XII y fue recogida tambien por la Guardia Civil(85). Es asf como se gesta la “comunidad gitana‘, ajena y extrafia temida y despreciada que va ‘aasentarse en aquellos lugares que, a su manera, la ocultan y alejan de la comunidad “caste- lana”. Sin embargo, esta preocupacién por acabar con su estilo de vida, “el modo de vida gitanos”, que les ha Ilevado de una forma subjetiva a fomalizar una serie de medidas arbitra- tias, no logré su definitivo propdsito. No olvidemos las dificultades que tenfan las autorida- des para su integracién, de ahf la reiteracién de las pragmdticas, y el empecinamiento para que dejaran los caminos, se asentaran, no vivieran en barrios aparte, abandonaran su lengua, trajes, costumbres, etc. y, durante un tiempo, determinadas profesiones. Sin embargo, a los gitanos tradicionalmente se les ha asociado con el arte de no hacer nada y lo que parecta todavia mas imposible vivir, medio vivir o sobrevivir de este modo. Con esta vida fécil se ganaron la aversién de los “castellanos”. Hasta hace poco y salvo 45 expeciones, nadie crefa que fueran capaces de “doblar el espinazo”, “arrimar el hombro” y como decfan los “jundunares” responsabilizarse. Se podia decir que muchos gitanos vivian una aventura continua recorriendo calles, contenedores piiblicos y aquellos otros lugares de desperdicios para recoger, lo que a su modo, les seria til y comestible, Otros, contrario incluso a sus costumbres, opinién muy generalizada en la sociedad “paya” tenfan una ocupa cin. Aunque, hasta hace poco, actividades como el trabajo del metal, el chalaneo, o la venta ambulante habfan pasado a ser también atributos propios de la identidad gitana, quizds porque siempre lo fueron. El sistema econémico tradicional de los gitanos respondfa, espe- cialmente a actividades artesanales y comerciales. En la lista de los gitanos que fueron de- vueltos a sus casas desde el Ferrol, de acuerdo con le decreto de junio de 1763, a peticidn de la Justicia de sus respectivos pueblos, para que algunos ejercieran sus profesiones en los mis- ‘mos, aparecen oficios como cultivo del campo, herrero y oficio del pan(86) y en las listas remitidas a Carlos III, de acuerdo con el censo de gitanos de 1783, figuran:582 herreros, 442 trabajadores del campo, 231 esquiladores, 76 arrieros y 30 aguadores(87).. Algunas de estas actividades han quedado sacralizadas y otras siguen siendo todavia fuentes de prestigio para quienes las practican, aunque su ejercicio la “chaladerfa” continta estando mal vista, por determinados “busnos”, en la sociedad actual. Se puede decir que el gitano es todo un artista a la hora de cambiar un animal més viejo por otro joven y uno enfermo por otro sano. Para el inexperto en una feria de ganado no ocurre nada aparente- ‘mente, cuando por el contratio se estén realizando tratos, aunque no todos llegan a concluir. El gitano, pese a su destreza, no acude solo al recinto ferial sino que se hace acompafiar de varios miembros de su familia, generalmente varones. Cada uno estd especializado para un momento del trato. As{ encontramos uno, que por su “labia”, se encargard del didlogo; otro generalmente joven, serd el que monte el animal; un tercero sostendré mientras a las bestias yun cuatto, casi siempre el mas viejo, estaré a Ia espera del momento oportuno para apoyar el trato, a la vez que pendiente de otros posibles compradores. No quiere esto decir que el “payo” no entienda ni que deje de estar asesorado, generalmente va acompafiado de otros, que vigilan y analizan minuciosamente el animal. El trato es entre entendidos, lo que hace que tenga més emocién para el gitano (88). En las tiltimas décadas, observamos que el proceso de aculturacién en los gitanos se esta produciendo de forma acelerada, y que el punto focal del cambio es la capital con su determi- nado grado de desarrollo industrial, econémico y administrativo. No cabe la menor duda que, actual mente, encontramos en la comunidad gitana elemen- tos econdmices y culturales propios de la sociedad “castellana”, que antes no existian y que a su vez implican la concepcién de una nueva ideologfa, que deja a la anterior, sobre todo en generaciones jévenes, como un recuerdo, pero que se hace presente en cuanto surge el “com- promiso"(89). La diversificaci6n y cambio que se ha producido en la estrutura ocupacional lleva consi- go cambios en las relaciones sociales y auque se ha acelerado actualmente, lo cierto es que se habfan gestado anteriormente y se desarrollaron de forma gradual. También, al incluirse la sociedad de consumo en el sistema econémico tradicional de los gitanos, se han operado algunos cambios: caida de antiguas profesiones, como consecuencia de la aparicién de nue- vos productos; la antigua cesterfa se ha visto desplazada por el plastico y ha quedado mas como objeto de adorno que como objeto titi; los tratantes han tenido que competir con los tractores y, como consecuencia, profesiones como la de “chalan” y “herrero”, précticamente han desaparecido y aquellos otros gitanos que arreglaban paraguas, sillas, etc. en principio 46 fueron desplazados hacia la periferia hasta su extincién, dado que el consumo exige comprar el objeto nuevo y no arreglar el antiguo. Las partidas de segadores gitanos se han visto mitigadas con la apaticién de las cosechadoras, y slo acuden a faenas que se realizan a mano, aunque las salidas son ahora mas atrevidas gracias a los medios de comunicacién y al mayor contacto con la sociedad "caste- lana’, Dentro de la comunidad gitana hay mayor circulacién de dinero y de bienes que han servido para desarrollar nuevas profesiones. La nueva coyuntura econémica ha producido una mayor capacidad de inversién y capitalizacién en los gitanos, a la vez que es mayor la diversificacién ocupacional a la que pueden optar, cubriéndose ciertos niveles de aspiracién. No olvidemos que la sociedad "castellana” es la fuente de recursos Pertenecer a un linaje(90) indicaba hasta hace poco, entre otras cosas, ejercer o ser apto para determinada industria 0 profesién. As{ habia linajes canasteros, herreros, chalanes, artistas...que destacaban en la comunidad gitana frente a otros: campesinos, mendigos, etc. La prestacién econémica interlinaje se vefa favorecida por vivir todos los miembros en el hogar paterno. Incluso la adopcién de una profesién distinta, a los demas miembros, no era en principio un cambio de costumbres. En muchos linajes la “matu” instaba a sus hijos a que adoptaran otro trabajo, sobre todo aquel que proporcionara un salario fijo. La ayuda econé- mica entre hermanos, padre-hijo o tio-sobrino era una obligacién de linajes. De manera, que era frecuente que un hijo fuera a realizar el trabajo de su padre o tfo, sin que le pidiese nada a cambio. De igual modo, la nuera podria ir a vender los productos de la suegra sin la menor queja. Se puede decir que las relaciones se hacfan en base més moral que transaccional. Los servicios entre padre e hijo se realizaban como un deber sin pensamiento de reciprocidad. De igual modo, en la telacién entre esposo-esposa ciertos servicios se realizaban por amor o por deber, aunque otros tenfan algo de transaccional. Se podia distinguir un buen esposo 0 una ‘mala esposa en relacién con los servicios cumplidos 0 no cumplidos, pudiendo, en algunos casos, llegar a la separacién. Cuando un linaje ocupaba varias viviendas(91), siempre cercanas, en cada una de ellas se llevaba una econom{a parecida y las prestaciones entre los miembros segufan siendo igua- les, aunque el techo fuera distinto. Cierto tipo de trabajo se realizaba conjuntamente por el linaje. Un linaje podria ir a la siega junto con otros linajes gitanos o familias “castellanas”. El trabajo cooperativo fuera de linaje se daba raras veces, s6l0 cuando se juntaban vatios linajes y salfan a trabajar al campo o en algunas otras actividades, que por su interés comin asf lo exigian. ‘Actualmente la calidad de la relaciones interpersonales fuera del linaje parece mala y queda limitada 2 unos simples tipos de prestaciones. Estas relaciones personales son solo aparentemente individuales, porque entre los gitanos, queda siempre implicito el nosotros, que indica que en la transaccién se ha incluido el linaje. Los linajes se ayudaban porque necesitaban unos de otros y estos servicios hay que verlos, no como una obligacién sino como una reciprocidad entre linajes amigos, que les sirven para mantener la armonta y evitar el “compromiso”, Cuando las prestaciones se hacfan entre linajes iguales, ambos procuraban que el otro quedara deudor de sus favores, lo que demuestra la oposicién inherente entre los rmismos y sus expectativas de dominacién, aumentando de este modo su crédito social, de més amigo, més vecino y hasta més fuerte econémicamente. Este desequilibrio, moments- neo, entre linajes iguales quedaba restablecido cuando el otro saldaba la cuenta, ano ser que surgiera el “compromiso”. 47 Si la prestacién era entre linajes desiguales, existia la compensacién econémica y el aumento del crédito social. Dentro de la relativa armonfa entre los linajes amigos, los limajes fuertes van a ejercer su influencia sobre los débiles. De esta forma la comunidad gitana apa- rece dividida en una serie de linajes poderosos, en torno a los cuales giran los linajes débiles, con los que se mantienen relaciones asimétricas, pero entre los que existe un enfrentamien- to latente que a la menor oportunidad se pondré de manifiesto. Los beneficios econémicos de las relaciones de los linajes débiles con los fuertes eran indudables y la transacciones estaban basadas en el célculo del interés: a) El linaje débil podria vender o ejercer su profesién en el Area del linaje fuerte sin peligro de enfrentamiento. b) El linaje débil podria recibir ayuda econémica y, a veces, prestaciones del linaje fuer- te, que luego tendria que devolver. c) El linaje débil podria realizar bodas con el linaje fuerte. d) El linaje débil podria ir formando cuadrilla en las recolecciones con el linaje fuerte, bajo la proteccién del mismo. ‘Unas y otras prestaciones, tanto las que se realizaban entre linajes fuertes, es decir de forma simétrica, como las que se realizaban de manera asimétrica entre un linaje fuerte y otro débil, ayudaban a mantener la unién y armonfa entre los linajes vecinos de una zona y logra- ban que una serie de problemas les fueran comunes a todos lo linajes. De este modo, se habia creado un sistema de reciprocidades que iba més alléde la simpatia mutua y que tenfa ademas una base econémica, lo que originaba una subordinacién momenténea de unos linajes a ottos, segiin fueran deudores o acreedores, excepto cuando surgia el “compromiso” En las testantes relaciones extra linaje se encuentran el padrinazgo, la hospitalidad y la boda(92). La divisién impuesta por los organismos oficiales a los gitanos par darles vivienda: una casa por familia, en algunas zonas de Andalucia, no slo recuerda a las antiguas “Pragméti- 2s”, sino que ha producido una lejanfa fisica dentro del linaje. La ruptura de relaciones en algunos linajes, ha sido una consecuencia de la diversificacién ocupacional y del salario, que ha hecho que, al prescindir de algunas prestaciones dentro del linaje, hubiera una repercu- si6n fuera del mismo, aunque el respeto, temor y sometimiento al linaje fuerte contintie por temor a las represalias. Todo este cambio hace que la nueva orientacién de la familia haya tenido que hacerse, en cierto modo, a espaldas del linaje, modificandose de la misma. El cambio, que se esté produciendo en algunas de las funciones mutuas del linaje, es importante, pero no lo suficiente para que haya dejado de ser la unidad funcional de interaccién socio-econémica. Claramente estos cambios en el linaje apuntan a la adopcién dentro de la estructura socio-econémica de los gitanos del tipo denominado “familia nuclear”, como uni- dad compuesta por los conyuges y sus hijos(93). Este cambio es consecuencia de las nuevas actividades ejercidas por los gitanos, que les han Ilevado a penetrat atin més en el mundo “castellano”, comprendiendo el paso el lenguaje de seguridad social, libro de familia, carnet de identidad, declaraci6n de la renta, etc., lo que es més importante, que este tipo de prestaciones alcanzan s6lo a la familia conyugal y no a los restantes miembros. Los vinculos del linaje se van debilitanto bajo el impacto de los nuevos factores socio-econémicos y cul- turales, Las nuevas actividades laborales comportan, entre los gitanos y castellanos una serie de conductas de relacién, a veces diferenciadas de las tradicionales, en las que el gitano actuaba poniendo en la base del juego de las relaciones su etnia, sin querer renunciar a ninguno de 48 sus valores. Por otro lado el “castellano” mantiene los prejuicios tradicionales hacia la iden- tidad. No siempre se articula de ese modo la base de la relacién, hay veces que se realiza sobre otras categorfas al margen de los prejuicios étnicos, como en el caso de las profesiones rela- cionadas con el arte(94). La artesania gitana representaba patte de los valores estables de su comunidad, La artesanfa del metal era alegre como su gente y evocaba al pasado. Los medios que utilizaban eran tan primitivos como sus costumbres y los objetos que realizaban un mero recordar que estdn ahi. En definitiva era la propaganda de su raza, Su trabajo en la comuni- dad tenfa como misién velar por la pureza de estas costumbres. De ah su simbologia sobre la virginidad, naturaleza etc. el cardcter de su obra asi lo demuestra. La informacién, que nos aportaban los objetos gitanos, no era mas que un mensaje de su propia vida, de sus golpes. Nos habla de rfos, acequias, descampados, montes, cuevas, basureros, etc. que son a su vez lugares de donde proceden las materias primas, que ha servido para la consecucién de sus abores y representan el inmovilismo, de algunas de sus costumbres, que como los objetos y su decoracién habfan permanecido invariables a través del tiempo y s6lo ahora, ante el cam- bio que se esta produciendo, han entrado en crisis o han desaparecido. No desaparecen slo los artesanos gitanos, con ellos se van también simbolos y normas de conducta. La sociedad de consumo se ha visto a su ver beneficiada por la incorporcién de una nueva clientela: los gitanos. Muchas familias gitanas, gracias a sus salarios més estables, han aumentado su crédito social, sus gastos se han acereado a los gastos de las familias “castella- nas", del mismo modo que se han acercado los honoratios de las jornadas de trabajo, el tiempo de ocio, la moda y conciencia politica. El nuevo salario mas estable ha repercutido en la situcién juridica de la familia dentro de la comunidad gitana, aunque en algunos casos se trata de un salario de subsistencia. El cambio se refleja igualmente en la vestimenta, en la alimentaci6n...y en el aspecto cultural, los nifios van a la guarderfas y escuelas en mayor niimero que antes y durante més tiempo. La lengua también puede ser marco de referencia para observar el cambio, a la vez que demuestra que es generacional. Los viejos hablan mas el calé que las personas maduras éstas, a su vez, mas que los jévenes, quienes lo ignoran. Del mismo modo los gitanos viejos siguien aferrados a las antiguas tradiciones, rituales y a las ocupaciones netamente gitanas. Mientras los nietos comparten algunas tradiciones y desconocen otras, prefiriendo sin em- bargo, las ocupaciones modernas, debido al salario. La vieja gencracién critica a la joven y ésta, aunque no entiende a sus mayores, los respeta Los cambios que se han producido en las relaciones sociales, como conseuencia de todo loanteriormente apuntado, se han dejado sentir en el linaje. El sistema de reciprocidades ya no se haré colectivamente entre linaje y linaje, sino de familia en familia, dentro de linajes amigos. El salario ha igualado a muchas familias gitanas y ha hecho que la sumisién de los Iinajes débiles a los fuertes sea apenas perceptible. De ahi el aumento de agresividad y de “compromiso” en los iltimos tiempos. Los odios latentes han emergido en cuanto se ha roto el equilibrio que sosten‘a el sistema de reciprocidades. Por otro lado, el excedente de dinero en algunas familias gitanas es mayor que antes, lo que ha hecho que trabajen para ellos mismos, adoptando un negocio propio. Las nueras ya no venderdn los productos de su suegra sin la menor queja y colaborarén primordialmente con sus maridos. El conflicto nuera/sue- gra, antes latente, ahora es real. De esta manera los intereses se estan diferenciando dentro del linaje, y la reciprocidad, que se mantenfa fuera del mismo, es débil, dndose en algunas familias slo relaciones de tipo simétrico: dinero por dinero. En las expectativas de los gita- nos entre el tener un trabajo estable con un sueldo fijo, dentro de las normas que se les estén 49 imponiendo. Antes, el éxito econémico dependia del linaje, ahora de la familia. Por otto lado, el gitano reconoce una mayor oportunidad de mostrar la valfa personal frente a los demés, aprovechando mejor el tiempo con los beneficios que ésto trae consigo, Ilegando en algunos casos al despegue econémico de la familia no sin la envidia y maledicen- ccia de los antagénicos: “pues nosotros trabajamos més que él y del trabajo no se enriquece uno, asf que algo habré(95). Antes existia la creencia de que si uno progresaba era a costa de otros, lo que originaba el “compromiso”, y se extendia por la comunidad, que el motivo del conflicto no era otro que el robo y el engafio, Estas notas negativas podian quedar adscritas a tun linaje y por tanto pasar a formar parte de su historia y herencia con el consabido perjuicio para sus miembros y sucesivas generaciones. Cada linaje puede presentar una serie de virtu- des y defectos inherentes al mismo, que transmite a sus miembros. Es suficiente con menci nar a una “raza” para que se conozca, tradicionalmente, su manera de ser entre los miembros de la comunidad. As‘ los hay falsos, peleantes, engafiosos, parrabristas, incultos, trabajado- res, buenas personas, artistas, serviciales, etc.(96). Frente a estas fuerzas centripetas que tra- tan de desmembrar el linaje existen otras centrifugas que los unen. No debemos olvidar el “compromiso”, que ademas de servir de nexo entre los miembros del linaje es el que cicratizaré heridas y eliminaré tensiones. Es también el revulsivo que hace mitigar los nuevos impactos culturales, econémicos y sociales, que traen un enfrentamiento ya tradicional entre gitanos y “castellanos”. La importancia del linaje sobre la familia y el individuo todavfa no ha desapa- recido, El pertenecer a un linaje es para el gitano identificarse con su propia historia. De ahf una serie de cualidades pasadas y de una personalidad presente inherentes al mismo, que si antes servia de referencia entre unos gitanos y otros y sus condicionantes, ahora sigue pres- tandoles una seguridad fisica y moral. Ademés de estas familias y linajes descritos existen unas familias plenamente “castellanizadas”, que han renunciado a sus interacciones étnicas y han adoptado el c6digo “payo” como base de sus relaciones. Esto podria dar a entender que se est4 produciendo una integracién sin traumas. Sin embargo la realidad es bien distinta. Por un lado, muchos gitanos se han visto obligados a emigrar a los suburbios de las grandes ciudades, incrementando el niimero de parados y per- maneciendo en una marginacién forzosa, ante la que no tienen perspectivas de escaparse, dedicados a cualquier actividad, lejos a veces, de la norma social. Se contintian perpetuando los tradicionales mecanismos discriminatorios que en nada mitigan el recelo y enfrenta- miento con la “sociedad castellana”. Y siguen los estereotipos de que la mayoria de los gita- nos son sucios, embusteros, ladrones, criminales, etc. Sirvan de ejemplo los recientes aconte- cimientos de algunos pueblos: intentos de linchamiento y quema de viviendas. Por otro lado, anivel cultural, las instituciones estan empefiadas en su integracién, adoptando medidas que nada tienen que ver con el mundo gitano, pero que dan la falsa imagen de preservacién € interés por su cultura. Ante todo éto, el gitano va a ejercer, como mecanismo de defensa, la resistencia pasiva y la indiferencia. NOTAS 1.+ L6pez de Meneses, A.: “La Inmigracion gitana en Espattaen el siglo XV (Apuntes para su estudio)”. En. Homenaje a Martine: Ferando, Miscelénea de estudios dedicada a su memoria, A.NA.B.A., Barcelo- nna, 1968, pp.239. 2-4.- Archivo de la Real Chancillerfa de Granada, Sala 5, Piexa 33, Legajo n®3, en Pérez Casas, A.“Estudio ectnol6gico de los gianos de Granada", Tesis Doctoral, Facultad de Ey L. Universidad de Granada, 1974, inédita, vol. Il, pp. 406, nota (79). Cft. Perez Casas, A.: “Les Gitans” en Andalousie. Les Editions Arthaud, Paris, 1985, p. 89 y ss. 5.- Riidioges, Chu: "Von der Sprache ind Herkunftder Zigeuner aus Indien”, Leipeig y Halle, 1782; Grellman, H.M.G.: "Hisorischer Versuch iber die Zigeneuer beteffend die Lebensart end Verfassung Sitten un Schicksale dieses Volks seit seiner. Erscheinung in Europa und dessen Ursprung". Géttingen 1787; Pott, A.: "Die Zigeuner in Europa und Asien", Halle, 1844; Miclosic, E:"Bettrge zur kenntnis der Zigeuner mundarten", ‘Wien, 1874; Batallard, P:"Les Gitans d’Espagne et les Ciganos de Portugal". Congrés Inter. d’Anthrop. etd'Archeol. Préhist., 9 session a Lisbonne, 1880, pp. 483-518; Wollner, A.C."The Indian Origin of the Gypsies in Europe”, en Journal of the Panjab historical Society, Il 1914, pp. 118.137; Tamer, R.L:"The position of Romani in Indoaryan”, Journal of Gypsy Lore Society. I stseries, vol. VI, 1926, Suchy, J: "Die ‘igeuner”, en Saller, Kx Die Rassen geschichte der Menschheit. R. Oldenbourg Verlag. Minchen und ‘Wien. 1968, Lieferung 1 pp. 185-221, 1968; Sampson, Jhon: "The Dialect of the Gypsies of Wales, being the older from of british romani, Oxford, 1926; Ely, B: “L’antropologie des Tsiganes”, Rv. Etudes Tsiganes, n® 1, 1960, pp. 1-10; Clebert, J.P.:"Los gitanos”, Editorial Aymé, Barcelona, 1965. p. 15; Karpati, Mirella:“Rémano them (Mondo Zingaro)", A cura della missione cattolica degli zingari, Roma, 1962, pp. 20-21; 6. Ferrer Benimeli,J.A.: “Historia del mundo gitano” en “Gitanos Raza Hermana”, Rev. de Apostolado Sacerdotal , BArcelona, s/a. n® 244-245, vol. XXIV, p.144. 7 Bloch, J:"Los Gitanos", Eudeba. Buenos Aires, 1962. p. 17. 8.-Clebert, J.P“op. cit. 1965 p.35: Tipler, D.: "The Banjara. Notes on some Cousins of the Gypsies", en Journal of the Gypsy Lote Society, 3® serie, XLIV, 1965, pp. 140-143. 9.- Quidalé. F:*Diccionario Gitano”. Madrid, 1867, pp. 2-3. 10.- Paban6, FM.:*Historia 9 Costumbres de los Gitanos”. Editorial Montaner y Simén,. 11.- TineoRebolledo, J" Chica” (La lengua gitana), Diccionario Gitano Espatiol y Espafiol Gita- no, Granada, 1900, pp. 211-213. 12.- Paban6, FM. Op. cit. pp. 9-11 13.- Lafuente, Ris" Los gtanos, el flamenco y los flamencos". Editorial Barna, Barcelona, 1955, p. 170. 14.-Borrow, G."Los zincal (los gitanos de Esparta)",traduccién de Manuel Azafia, Ediciones Turnersm Madrid, 1979,p. 73. 15. Covarrubias Orozco, S:"Tesoro de la lengua Castellana, parte segunda de la lengua Castellana o Espa- ola” Madrid 1673;Fol. 32 16.- Winsted, E.O."The Gypsies of Mondon and the ", J;G.L.S,, * serie III, 1909- 51 10,pp.57-69; Bloch:op.cit.p-11- 17.» Ferrer Benimelizop.cit.p.114. 18.- Luna, J.C.: "Gitanos de a Bética”, Editorial Espasa, Madrid 1951, p.21; Manfredi Cano;D.*Rucas de Espaiia, Malaga, Granade, Jaén, Cérdoba,” publicaciones espafiolas, 3 ed. Madrid 1966, pp.3-4. 19. Rienzi, M.L.D."Los Biaiak-Zengaris, nueva y singular variedad de hombres. Historia de la Oceanta 0 quinta parte del mundo”. Fomento, Barcelona, 1845, vol. I,pp.252-253. 20.- Rienzivop.cit.vol,p.254.Cft, nota 21.- Pottinger, Henti:*Viajes en Beluchistan y Sinde". s.d. en Clebert, op.cit.p33 nota 29 22,- Hutton:*Las castas dela India” 1949, en Clebertop.cit.,p.33nota3]. 23. Lafuente,R."Los gitanos, el flamenco y los flamencos” Editorial Barna, Barcelona, 1955.p.159 24,- El Libro de los Reyes, trad. por Jules Mohl. VI, 1877, p.60 en Bloch:op.cit..pp.16-17. ‘Aunque la mayoria de los autores siguen a Bloch respecto a Ia fecha del rey Bahram Gour, Mirella Karpati vuelve a modificarla (Karpati, M-op.cit.p.19); Klebert mantiene esa misma fecha, pero habla cde doce mil glares, en lugar de dies mil (Clebert,.P-op cit.p.32) y Liégeois igualmente hace referen- cia a los luris, pero entre su relato y el de bloch hay un cambio de palabras, aunque éstas no afectan al contexto (LiggeoisJ.P:"Les Thiganes”, Le Temps qui Court, Paris, 1971, .29) 25.-Liégeois, J.Psop.cit,p.13; Cf Bernard, Michel etc Chatard, R-P:"Zanko, chef tribal” Paris, ed.du Vieux Colombier, 1959. 26. Minorsky, V."Les Tsiganes Luli et les Lurs persans” En Journal asiatique, 1931 pp.281.385 27. Huart,C. y Delaporte,L."El Inén Antiguo(Elam y Persia y la civilizacién Irania", Uteha, Mexico, 1987,pp.141-151 28.- Herodoto de Alicamaso:“Los nueve libras de la Historia” Traducido por P. BArtolomé Pon, SJ. Iberia, Barcelona, 1968, Vol.l Cap. Cl. p47 29. Huart,C. y Delaporte, L: op.cit.p.151 30.- Frye, R.N. “La herencia de Persia” Editorial Guadarrama, Madrid, 1965,p.31 31.-Kajdan, A. y otros “Sociedad primitiva y Oriente" Editorial Grijalbo, S.A. México, 1966, 32. Frye, RIN.! op. cit, p42 33.- Frye, RIN: op.cit.35 34.- Huare y Delaporte:op.cit.p:370 35.-Pérez Casas, A. “Estudio emolégico de los gitanas de Granada” vol Il, pp. 337-338, notas: 33,3435 36. Mac Dowel: Gypsies:" Wanderers ofthe world” The National Geographic Society, 1970, p. 184 ys. 37.- Clebert. op.cit.,p.36, Aunque , como sefiala el Dr. Ely “...el nifmero de clasificaciones de grupos ‘radicales de la Indi estan importante como le nuimero de autores que se han ocupado, cada uno estableciendo su propia nomenclatura...” Cft ly, Beop.cttyp.1-10 38.- Pott, A.. "Die Zigeuner in Euspa und Asien” Halle, 1844, Miclosic, F "Beitrage zur Kenntnis der Zigeuner mundarten" Wien, 1874 39.- Ferrer Benimelizop.cit. p.144 40.- Sampson, Jhon “The Dialet ofthe Gypsies, being the older from of british romani", Oxford, 1926 4le- Rienzi, MLD: op cit. voll,p.256:"Esta ciudad suctembié el miercoles 8 de enero de 1399... Timur habia entrado en la India en 1398, y no en 1408 como pretende Greliman; Voluié a Samarcanda, capital de sus vastos estados en mayo de 1399...” 42elbidem,257 43.- Borrow."Los Zancali”, Coleccién La Nave, Madrid, 1952,pp.68-69 44. Bloch,]:op.cit.p.12sid. “Les Tsiganes” Presses Univ. de France, Paris, 1969.p.17 45. Pabanosop.citp.23 46.- Ferrer Benimeliop.cit-p.16.Lafuente llama a la ciudad Amararbos y ademés de esta fecha, estable- 287 52 ce el siglo VI para Armenia, el afio 1300 para Creta y sostiene la posibilidad de esas fechas para Anda- lucta de algunos grupos prodecentes de Africa. Cf. Lafuente, R.iop.cit.p.153 41.-Clebervop.cit.p45 48.- Predati,F:"Origine e vicende dei zingari con documentiintorno alle special loro propietAfisiche e morali, la loro religione, ‘loro sie costumi, le loro arte le atu loro condizoni poitiche ¢ civil in Asia, Africa ed ceuroa con sn sageio di grammaticae di vocabolario dell'arcano loro linguaggio.” Tipografta di Paolo Lampato, Milano, 1841,pp.62-63. Tipograffa di Paolo Lampato, Milano, 1841,pp.62-63. En opinién de Vaux de Foletier ha habido un error de lectura, por lo que en la lista de pueblos representados en el ejercito de Bela IV no figuran los gitanos.Cift. Vaux de Foletieriop.citp.50 49.- Bloch,.:op cit.p.11. Segiin Clebert en el 1322 se tienen noticias de un grupo que desembarca en Creta y en 1346 otro en Corfi (Clebert, J.:op.cit.p.45) 50.- Bloch,}.cop.cit-pp.11-12 51.-Ferrer Benimelizop.cit.p.144 52.-KarpatiM.cop.cit,p.23 53.- Bactaillard, Paul:"De l'aparition et de la dspersién des Bokémiens en Europe”, en Bibliothéque de Ecole des Chartes,V, 1843-1844,pp.348-375 y 521-552; Battaillard, Bibliothéque de I'Ecole des Chartes, 1, 1849, 3° serie, pp. 14-55 54.- Borrow, Ju:op.cit., pp. 43-44 55.-Rienai: op.cit,, pp.257-259 56. Pabanorop.cit., pp24-25; Bloch recoge este testimonio de forma més extensa a como lohan hecho otros autores y, respecto al relato de Pabano, presenta algunas variantes que no afectan al contexto, Chr Bloch:op.cit.pp7-8 51. Karpati, Mop.cit.p.24, Liggeois; .Lop.cit.p.47 58.- Ancely, R."Les Bohémiens et la justice criminelle en Béam et en Navarre”, en Bullsoc. des sciencies de Pau, 3 serie, XVII, 1956; XIX, 1960; Coelho: Os Ciganos de Portugal. com un esto sobre o calao", Lisboa, 1892; Thomson, T.W.: “Gypsies who hunted with Badsworth Hounds", en Journal of the Gypsy Lore Society, 3* serie, VII, 1928; Waux de Foletier:"Les Tsiganes dans l'ancienne France”, Leblon, B.: “Les Gitans dans la Péninsule Ibérique” I y Il, en Etudes Tsiganes, n°1-3, Paris, 1964; Ficowski: "Cyganné ‘na polskich drogach”, Cracovia, 1965; Blair, F: "Forged Passports of british Gypsies in the sixteenth century", ‘en Journal of the Gypsy Lore Society, 3* serie, XXIX, 1950; Léper de Meneses,A.: op.cit; Moreno Casado, J “Los gitanos de Espafa bajo Carlos 1”. Chr6nica Nova, n® 4 y 5, Granada, 1969, id, “Los gitanos desde su penetracién en Espafia, su condicin socal y juriica”, Esuela Social de Granada, 1949; ‘Sanchez Ortega, M* Helena: 8Documentacién selecta sobre lasicuacién de los gitanos espafioles en el siglo XVIII" Editora Nacional, Madrid, 1976;ic:"Los gitanos espafioles", Castellote Editor, coleccién 13X21, Madrid, 1977; 59. Ed, Adam, Antonie: Biblith. De la Pléiade, cll, p.844-845; Bloch, Jop.cit.,p.9 (60.- Lopez de Meneses, A.."La marginacién gitana en Espaiia en el siglo XV (Apuntes para el estudio)”. Separata de Homenaje a Martine Ferrando...pp-1-12; Lacarra, JM®:*Las peregrinaciones a Santiago de compostela”, Madrid 1949, vol. Il, pp.20-22; Starkie, W."The road to Santiago, Pilgrims of St. James", London, 1957, p.150 61, Moreno Casado consideraba esta fecha de llegada de las “primeras tribus gitanas” a la Peninsula. (Cir. Moreno Casado, J:*Los gitanos desde su penetracién en Espafa. Su condicién social yjuridica”.. p.7: Léper de Meneses, Awopacit,, pp.l-I2 62.- Mata Carriazo, J.:"Hlechos del condestable Don Miguel Lucas de Iranzo” (Crénica del siglo XV), Ed. Espasa Calpe, Madrid, 1940, pp.77-78 y 416-417; Juan Lovera, C.“Los gitanos y el Santo Reino. Estable- cimiento de familias gitanas en 1627 en Alcalé la Real”, Boletin del Instituto de Estudios Giennenses, 33 CSC, Atio XIV) n® 55, Jaén, 1968, pp.10-12; Léper de Meneses, A.: op.cit. pp.1-12 63.- Léper de Meneses, Acop.cit, pp.l-12 64.- Simonet, FJ."Descripcin de a ciudad de Granada. Segtn los autores drabes” Granada, 1862, p.14 65-66.- Léper de Meneses, Aop.cit. ppl-12 61. Ibidem, p9 68.- “Libro en que estén copiladas algunas bulas de nuestro mui sancto Padre e concedidas en favor de la jurisdiccin de sus Altezas ¢ todas las pragméticas que estén fechas para la buena gobernacién del reino”. Alcalé de Henares, 1528, XCII, v*. en Moreno Casado, J."Losgitamos de Espatia bajo Carlos 1"..pp.184- 185 69.- Cf. “Boletin del Centro Artésico” (rercera época),n® 2, Granada, agosto 1924, pp. 29-31, en More- no Casado, J."Los gitanos de Espata bajo Carlos I". pp.196-198 10.- NR. Ley XII, Nov. Rec, titl. XVI, Danvila y Collado, "El poder ciuil..."1, p77 71. Resolucién confirmada por Felipe Il en la Pragmatica de Toledo de 1560. Ley 13, tit-11, libro 8 de la NIR., que viene a ser la 2,16,12 de la Nov. Ree, (Titulo XVI) 72- Juan Lovera, C.: op.cit, ppl4-16 Bw Ley 7, tit.16, lib. 12, Nov. Rec. Acerca de la Pragméticas y demas disposiciones véase Sanchez, Ortega, M* Helena "Dociementacién selec sobre la stuacin de los gtanas espattoles en el siglo XVIII", Editora Nacional, Madrid, 1976; id:"Los gtanos espaftoles”, Castellote Editor, Colecciém 13X21, Ma- drid, 197 THe Now. R. tit. XVI, AH.N.C. R. Cédules, n® 4689; AHN. Consejos ligto 1477, of 13 75. AHN. Coleccién Reales Cédulas, n® 4694; A-H.N,, Consejos ligro 1510, n® 27 76 Cf, Nota 2, Archivo de la Real Chancillerfa de Granada, Sala 5, pieza 33, legajo n® 3 T1- AR.CH.GR. Sala 5, pieza 32, leg. 0°3; AH.N., CRC, n°45 y AHN. CRC, n® 51 78-19.- AH.N., Coleccién de Reales Cédulas, n® 45, en Sancher Ortega, M* Hu: "Documentacién Selecta..”, pp.66-72 80-81 A.HN,, Coleccién de Reales Cédulas, n°45, en Sanchez Ortga, M* H.:"Documentaci6n Selec- pp.66-72 82.- Domfnguez Ortia, A.: “La Sociedad Espafola en el siglo XVIII" Instituto Balmes de Sociologta, CS1LG, Madrid, 1955, vol, p.217 83. Archivo de la Real Chancillerfa de Granatla, Sala V, pieza 35, legnjo n® 5; Bernar Leblon recoge esta Pragmatica. Of. Leblon, Boop. cit, pp.10-14; Cif. la legislaién que hay en Espafia hsta el reinado de Carlos LV en Nov. R. tom. V, lib. XI, tit. XVI "De los Gitanos, su vagancia y otros excescs" Leyes I-XI 84.- Cir la legislaci6n que hay en Espafia hasta le reindo de Carlos V en Nov. R. tom. V lib. XI, tit. XVI "De los Gitanos, su vagancia y otros excesos”, Leyes I-X1 85.- Pérez Casas, A.: “Estudio etmoldgico de los gitanos...” Apéndice, vol. I pp.7-10 86.- Sanchez Ortega, M* H.: op cit., pp.240-243 87.- Sénchez Ortega, M* Hs op.cit, p529 88.- Acerca del trato y algunos linajes chalanes Cif. Pérez Casas: op.cit., vol I, 126 y ss. 89.- La lucha entre dos linajes es conocida por los gitanos con le nombre de “compromiso” y el linaje enemigo como “contrario” 90.- "Se puede decir que el linaje es la unidad politica, econémica.social de los gitanos y que actual- mente, a pesar de la dispersién que este ha sufrido, continia siendo fundamental”, En Pérez Casas, ‘Ac"Alguns datos para el estudio de la sociedad gitana andaluea: el confito de tensiones" en Antropologia Cultural de Andalucia, Juan de Andalucia, Consejeria de Cultura, Sevilla, 1984, p.286 lu- Acerca de la vivienda Cfe. Pérez Casas, A.:"Los gitanas y las euevas en Granada” Gazeta de Ancro- pologia, n°l, Granada, 1882, p.4 y ss; Pérez Casas, A."Les Gitans! op.it, p. 107 y ss, 54 92.- Pérez Casas, A."Estudio ernolégico.. 93.- Pérex Casas, A."Estudio etnol6gico.. 109 yss. 94. Pérez Casas, A.:“El gitano , el arte y la sociedad” Cuadernos Internacionales de Historia Psicosocial del Arte, n®3, Barcelona, 1985, pp.71-90 95.- Se alude a la droge, 96,- Pérez Casas, A.: “Algunos datos para el estudio dela sociedad gitana...” p. 287 vol. I, pp.176-209 vol. Il, pp. 211-236; Cit. Pérez Casas, A.: "Le Gitans. 55

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