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CURSO A DISTANCIA
MÓDULO:
TEOLOGÍA DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Elaborado por:
Lic. Richard Edrey Rodríguez
CALI, COLOMBIA
2012
1
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
2
Cómo estudiar este módulo
3. Lea las antologías, esto es, las lecturas que complementan cada unidad.
3
Para Recordar
Este texto ha llegado a sus manos esperando que sea de mucha utilidad al
iniciar el estudio de la Teología del Antiguo Testamento. Hay algunas
recomendaciones que usted como estudiante es bueno que recuerde al
comenzar y en el transcurso del estudio de este módulo para sacar el mayor
provecho del texto.
* Usted debe tener un horario de estudio muy personal, ya sea por días o por
semanas, donde interactuará con el texto haciendo reflexiones sobre lo leído.
Al fijar su horario recuerde mantenerlo para un mejor provecho en lo que se
propone al estudiar.
5
Cómo utilizar la lecturas Referenciadas
Cada unidad, además del texto del módulo, tiene unas lecturas adicionales,
las cuales pueden ser artículos, partes de un capítulo de un libro o referencia
a un libro entero. Estas lecturas son fundamentales en la comprensión de la
unidad estudiada. Hay que leerlas con mucho cuidado y detenimiento para
desarrollar las actividades de profundización pertinentes. Las lecturas
ayudan a profundizar, por tal motivo lea primero la unidad y luego la lectura
asignada al final de esa unidad.
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Introducción General
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Contenido del Módulo
TABLA DE CONTENIDO
UNIDAD 1 DIOS
UNIDAD 2 EL HOMBRE
UNIDAD 4 LA ADORACIÓN
8
UNIDAD 1 DIOS
CONTENIDO DE LA UNIDAD
OBJETIVOS
EJES PROBLEMÁTICOS
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PARTE 1 - EL DIOS QUE SE REVELA
Temas ______
Consideremos tres temas claves en lo que tiene que ver con lo que podemos
conocer de Dios o de lo que Él nos ha mostrado de su propio ser.
“Lo cierto es que nada hace el Señor
sin antes revelarlo a sus siervos los
profetas. Si el león ruge, ¿quién no tiembla?
Si el Señor habla, ¿quién no
profetiza?” – Amós 3:7,8 (RVA)
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Cuando Dios hablaba, acto seguido se debía difundir ese mensaje. Por eso
dice el profeta: “Si el Señor habla, ¿quién no profetiza?” El peso y la fuerza
del mensaje, su veracidad y, sobre todo, su origen (Dios mismo), impelía al
profeta a publicarlo. Era imposible quedarse callado.
Para el pueblo de Israel era claro que no todo era revelado. Pero lo revelado
de Dios venía. Nadia obligaba al Todopoderoso a revelarse, pero cuando lo
hacía sus palabras, planes y propósitos eran de bendición para el pueblo y
con la demanda de obediencia. El escritor sagrado lo expresó así en
Deuteronomio 29:29 “Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios,
pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre,
para que cumplamos todas las palabras de esta ley.” (RVA)
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Y agrega el su texto de oro: “Lo que yo quiero es misericordia, y no sacrificio;
¡conocimiento de Dios, más que holocaustos! – Oseas 6:6 (RVA)
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“La ley del Señor es perfecta: reanima el alma.
El testimonio del Señor es
firme: da sabiduría al ingenuo.
Los preceptos del Señor son rectos: alegran
el corazón.
El mandamiento del Señor es puro: da luz a los ojos. El temor
del Señor es bueno: permanece para siempre.
Los decretos del Señor son
verdaderos, y todos ellos justos.” – Salmo 19: 7-9 (RVA)
La ley perfecta, el testimonio firme, los preceptos rectos y el mandamiento
puro, anteceden al “temor del Señor” que es calificado como bueno. Miremos
un poco el término en el hebreo:
Formas ___________
Consideremos ahora las formas diversas que el Señor ha usado para
revelarse al hombre. Si observamos las Escrituras de manera total,
examinando la evidencia interna en cuanto a las formas en que Dios se ha
revelado al hombre para cumplir Sus propósitos y planes, podemos hacer
una lista de catorce formas diversas que son: El universo, señales, la
creación, Jesucristo, la Palabra escrita (la Ley), eventos, profetas, ángeles,
teofanías, visiones, sueños, el urim y el tumim, la suerte, de manera
personal. No hay espacio ni tiempo para plasmar todo el abanico de formas
en que Dios se nos ha revelado, pero si podemos escoger por lo menos
cuatro para profundizar un poco en ellas.
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Primera forma de revelación: LA NATURALEZA (La creación)
Uno de los textos clave del Antiguo Testamento en este tema es el Salmo
19:1-4 (RVA) que dice:
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El término MAGGID – que en su significado en español da la idea de “decir”,
“declarar”, “anunciar”, “reportar”, “hacer conocer”, “publicar”, “proclamar” - ,
es un verbo que está en modo Hífil. Esta estructura verbal en hebreo es
Causativa Activa, a lo cual se puede decir que el firmamento causa o
provoca una revelación o proclamación de la obra de las manos del Creador.
Es decir, lo creado habla del Creador; lo creado revela al Creador, lo
identifica lo muestra. De manera que al escudriñar el firmamento, la creación
y la naturaleza, es inevitable percibir al Creador porque se escucha el
lenguaje revelador desde lo creado.
1 CATE, Robert L. Teología del Antiguo Testamento. Casa Bautista de Publicaciones. El Paso, Texas, EEUU. 1989
p. 30,31
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a Dios como Creador, sustentador y preservador. En Cristo, lo conocemos
como redentor y salvador.”
“…y Moisés subió al monte a encontrarse con Dios.” – Éxodo 19:3 (RVA) Así
comienza el relato del gran evento en la historia del pueblo de Israel, cuando
su líder libertador sube al monte Sinaí para recibir de manos de Dios las
tablas de la Ley. El relato se extiende hasta el capítulo 30:19 (RVA) donde
dice: “Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte Sinaí, dos
tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.”
La ley es el testimonio escrito con más detalle que demuestra que Dios se ha
revelado al hombre. Podemos percibir la gloria de Dios en lo creado porque
la creación da testimonio del Creador. Pero aquí la revelación es más clara,
más contundente, más específica. Y el pueblo, en repetidas oportunidades
dijo a Moisés: “Haremos todo lo que el Señor ha dicho.” – Éxodo 19:8 (RVC)
De manera que es claro que el pueblo estaba enterado de esta revelación.
Ya no era un secreto la voluntad de Dios. Era conocido por todos lo que el
Señor esperaba de ellos.
No consideraba Israel la ley de Dios como una carga sino como una
bendición. La ley era la luz que mostraba el camino. Era un faro que advertía
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del peligro. Los pueblo aledaños no conocían la voluntad de sus dioses. Se
mostraban éstos caprichosos, ambiguos y cambiantes. Pero el Dios de Israel
les había revelado Su ley para que el pueblo conociendo Su voluntad la
hiciera realidad. El pueblo sabía la adoración exclusiva y pura que requería
Dios; el tipo de relaciones en amor que debían guardad con el prójimo; las
leyes humanitarias y sanitarias que debían seguir; las ofrendas, sacrificios y
fiestas que debían celebrar. Todo, en detalle, había sido revelado.
Esta ley fue escrita. Estuvo a la vista del pueblo. Pudo ser leída más que
esto, interpretada y reglamentada para ser cumplid con más precisión. Pero
la Palabra escrita da testimonio de otra forma de revelación de esa misma
ley. El apóstol Pablo en Romanos 2:12-16 (RVC) dice:
“Así que todos los que han pecado sin haber tenido la ley, perecerán sin la
ley, y todos los que han pecado bajo la ley, serán juzgados por la ley. Porque
Dios no considera justos a los que simplemente oyen la ley sino a los que la
obedecen. Porque cuando los paganos, que no tienen ley, hacen por
naturaleza lo que la ley demanda, son ley para sí mismos, aunque no tengan
la ley; y de esa manera demuestran que llevan la ley escrita en su corazón,
pues su propia conciencia da testimonio, y sus propios razonamientos los
acusarán o defenderán en el día en que Dios juzgará por medio de
Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”
Así que los que no conocen la revelación especial de Dios, es decir, Su Ley
escrita y al Señor Jesucristo, llevan la ley escrita en su corazón, pues su
propia conciencia da testimonio. Dios, en Su soberanía, plasmó en el
corazón del hombre un sentido de lo que es divino, de Su voluntad. Como lo
expresó Juan Calvino2:
2CALVINO, Juan. Institución de la Religión Cristiana. Tomo II. Barcelona, España: FELIRé,
1994
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“Que existe en la mente humana, y por instinto natural, una determinada
percepción de la Deidad, no puede ser cuestión de disputa, ya que Dios
mismo… ha dotado a todos los hombres con alguna idea de Su divinidad, la
memoria de la cual constantemente renueva y ocasionalmente expande.”
Y fue exactamente la promesa que Dios hizo a través del profeta Jeremías
en 31:33 (RVC) cuando dijo:
“Cuando hayan pasado esos días, el pacto que haré con la casa de Israel
será el siguiente: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Y
yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.”
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numerosos y poderosos, fueron eventos a través de los cuales Dios se reveló
como Salvador a su pueblo y así fue conocido por ellos.
“Esto ha sido así desde que sus padres salieron de la tierra de Egipto hasta
hoy. Yo, desde muy temprano y sin falta, les envié a todos mis siervos, los
profetas, pero ellos no me hicieron caso ni me prestaron atención, sino que
se encapricharon y fueron peores que sus padres.”
Era “Palabra Poderosa” porque con la frase “Así ha dicho el Señor” el profeta
ponía la firma de seguridad, la garantía de cumplimiento de la profecía
porque venía directa y genuinamente del Señor Dios, y como Él tiene el
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poder para hacerla cumplir, entonces la palabra era firme y segura. Además,
el profeta por su cercanía a Dios y su intimidad con Él, podía asegurar la
fidelidad de esa palabra.
“Cuando se logró por primera vez una conexión telefónica entre Inglaterra y
África del Sur, se dio aviso en la Cámara de los Comunes, en Inglaterra. Los
miembros de ese augusto cuerpo, normalmente muy reservados, irrumpieron
en gritos y aplausos. Al reducirse el ruido, un miembro de la Cámara se puso
de pie y replicó: «¡Maravilloso, maravilloso! Ahora que podemos conversar
con los de África del Sur, ¿Qué les diremos?»-”4
Vale la pena incluir en este punto el comentario que la Biblia RVA de 1995
tiene al pie de página en esta cita:
“Yo soy el que soy: Esta frase explica el nombre personal del Dios de Israel,
asociándolo al verbo hebreo hayah, que significa «ser», «existir» y, a veces,
también «acontecer». Según algunos intérpretes, el mismo verbo, al ser
repetido, refuerza su significado y adquiere mayor intensidad, de manera que
Yo soy el que soy equivale a Yo soy el que existe realmente y por sí mismo,
no como los falsos dioses que no son ni pueden nada. Otros señalan que la
frase puede traducirse también por Yo soy lo que soy y, por lo tanto, se trata
de una respuesta evasiva: Yo no doy a conocer mi nombre, porque ninguna
palabra sería capaz de expresar lo que yo soy (cf. Gn 32.29; Jue 13.18).
Otros, finalmente, hacen notar que el verbo hebreo hayah no designa una
mera existencia sino una presencia viva y activa, y que, por lo tanto, la frase
significa Yo soy el que estaré siempre con ustedes para salvarlos.”
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Fue la gran lucha de los profetas, el gran pecado del pueblo y la gran
mayoría de sus reyes.
hw"hy> (Yehváh) “Yo Soy”; “El que ES” - Podría ser una traducción o
Desde allí en adelante Israel conoció a Dios como uno cercano a ellos. Se
manifestó de diferentes maneras y de acuerdo con esas manifestaciones
conoció a Dios con diferentes nombres: Dios proveedor, Dios Sanador, Dios
de los ejércitos y otros cuantos más. Así Dios fue conocido como un Dios
personal.
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Además de los nombres, Dios se auto reveló dándose a conocer por medio
de figuras humanas con el propósito de ser comprendido por el hombre. A
esto se le llamó las figuras “antropomórficas” o los “antropomorfismos”. Esto
se da en las Escrituras cuando encontramos que se hacen referencias a Dios
con figuras, formas o cualidades humanas. La figura de un padre, hijo o las
manos, oídos y corazón de Dios. Junto con cualidades como escuchar,
hablar, pensar, decidir.
Todo esto, los nombres y las figuras antropomórficas, nos dejan ver que Dios
es un Dios personal, que tiene identidad, tiene personalidad, que puede el
ser humano, por esa semejanza, entablar una relación con Él, que es Dios
cercano, interesado por el ser humano y porque éste lo conozca.
En el texto de Levítico 11: 44 (RVC) dice: “Yo soy el Señor su Dios. Por lo
tanto, ustedes se santificarán, y serán santos, porque yo soy santo.”
ynIa' vAdq' yKi (ki qadosh aní) “Porque santo soy yo” El término “Qadosh”
Por ser Dios santo, su santidad nunca implicó el distanciamiento del hombre
pecador. Su santidad hacía la diferencia con el hombre pero no imponía su
distancia, al contrario, la presencia y la cercanía de Dios al hombre lo
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motivaba e instaba a buscar la santidad. El carácter de Dios está
caracterizado por Su santidad. De manera que quien conoce a Dios y se
acerca a él, se verá movido a imitarle en santidad, se verá motivad a lograr
cambios en su vida que testimonien su cercanía con el Creador.
El término lae era la denominación más común referente a Dios entre los
pueblos semíticos incluyendo a Israel. Su significado de raíz era
aparentemente “poder” o “fuerza”. Se centraba en el poder de Dios actuando
en el mundo, según lo expresa el autor Robert L Cate.5
Este nombre se usaba para caracterizar a Dios como que estaba fuera de la
cronología del hombre. Dios no estaba sujeto a las limitaciones de tiempo.
Esta estaba fuera de la comprensión del hebreo antiguo, que se veía limitado
por tiempo y espacio, de manera que su mente no alcanzaba a discernir la
magnitud y el alcance de Dios como El Olam.
Este es un término plural masculino (por su sufijo “im”), el más frecuente para
6
referirse a Dios después de su nombre personal. Cate hace varias
observaciones al respecto:
Habla el profeta de la nueva relación que tendría Israel con Dios, la cual
pasaría de una relación “esclavo-señor” a “esposa-esposo”, es decir, algo
más cercano, de mas confianza, de más intimidad, de más cercanía.
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Adonai ( yn"doa] ) “Señor” (Génesis 18:3)
Dios se reveló a Israel como el Dios Que Es, que existe, el único verdadero y
poderoso que se auto sostiene y tiene el poder de dar vida y sostenerla. Los
dioses son falsos, simplemente no existen, “No Son”, no tienen vida ni tienen
cómo darla ni sostenerla. Dios es un Dios personal, que le dio origen al
hombre, lo ama, está cerca de él, sostiene su vida y busca su respuesta con
relación a su amor y a todas las bondades de las que lo hace disfrutar. Dios
es el Dios que ES.
El Señor ha dicho: «Yo los amo.» Ustedes objetan: «¿Cómo puedes decir
que nos amas?» Y el Señor ha dicho: «¿Acaso no es Esaú el hermano de
Jacob? Sin embargo, a Jacob lo he amado, pero a Esaú lo he aborrecido,
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pues he convertido sus montes en lugares desolados y su territorio en
guarida de los chacales del desierto.
El amor de Dios por Israel está por encima de la falta, del error, de la
debilidad. Dios ama a Israel como es pero hará todo lo necesario por que
cambie, porque se allegue a Su voluntad. Ningún pecado hará que Dios ame
menos a Su pueblo. Siempre habrá la invitación al arrepentimiento, a
volverse del mal camino. Su enojo será una realidad que no durará para
siempre. Lo que será eterno en Dios para con Su pueblo será el amor.
usado para designar a Dios como Justo es qyDIc; (Tsadiq) “Justo”, “Recto”,
“Legal”, “Correcto”, “Firme”.
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Las demandas de Dios a Israel estaban basadas en Su carácter. Las
exigencias de santidad se daban porque Dios es santo. Las de justicia se
daban porque Dios es justo. Israel, como pueblo de Dios, debía mostrar
justicia y rectitud en las relaciones interpersonales. Con su prójimo, Israel
debía ser justo. En las negociaciones comerciales, en los pesos y medidas,
en el trato con el hermano, con el extranjero, al viuda y el huérfano. Con el
trabajador, con su hermano necesitado, con el pobre y el desamparado. La
justicia es el camino de Dios.
«Yo aborrezco sus fiestas solemnes. ¡No las soporto, ni me complacen sus
reuniones! Cuando me ofrezcan sus ofrendas y holocaustos, no los recibiré,
ni miraré los animales engordados que me presenten como ofrendas de paz.
Alejen de mí la multitud de sus cantos. No quiero escuchar las melodías de
sus liras. Prefiero que fluya la justicia como un río, y que el derecho mane
como un impetuoso arroyo. – Amós 5:21-24 (RVC)
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ha castigado como merecen nuestros pecados. Tan alta como los cielos
sobre la tierra,
es su misericordia con los que le honran. Tan lejos como
está el oriente del occidente,
alejó de nosotros nuestras rebeliones. El
Señor se compadece de los que le honran
con la misma compasión del
padre por sus hijos, pues él sabe de qué estamos hechos;
¡él bien sabe
que estamos hecho de polvo!
Imaginemos una escena posible. El señor Lino, tiene un vecino que con su
auto, por accidente, le tumbó una parte del muro del jardín de su casa, dando
reversa. El vecino avergonzado se acercó a pedir disculpas. El señor Lino le
dijo: “Tranquilo, no se preocupe, no es nada. No tiene que pagar por esto. Yo
lo arreglo.” El vecino, contento se va. El señor Lino va a la ferretería a
comprar los materiales para arreglar el muro y lo hace.
Pensemos. El vecino no tuvo que pagar por lo que hizo, fue perdonado, fue
condonado. Pero alguien tuvo que pagar: El señor Lino pagó. Por
misericordia perdonó a su vecino, pero por justicia, él tuvo que asumir el
costo del arreglo. Alguien tuvo que pagar.
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* El Señor mostró su poder, se reveló en el Antiguo Testamento por medio de
actos milagrosos. Miremos un poco los términos usados para referirse a
“milagros” en el texto hebreo:
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Repaso Formativo
El repaso formativo se provee con el propósito de ayudarle a asimilar la
lectura que acaba de hacer. Por favor, realice el siguiente ejercicio
respondiendo cada punto de acuerdo con lo leído. Si tiene dudas puede
volver al contenido para confirmar su respuesta.
3. Repase uno de los actos de Dios con los que se reveló a Israel y escriba
las consecuencias que trajo esa revelación sobre el pueblo de Dios.
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Lecturas
LECTURA # 1
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hermoso porque ella revela algo de su gloria. El carácter de Dios también se
revela en que nuestros cuerpos tienen la habilidad de curarse a si mismo, y
en esto vemos el amor de Dios. La complejidad para que el ojo vea, el oído
escuche, la mente piense, las manos toquen, son una revelación de que un
buen Dios nos hizo. El hecho de que cuando enfermemos nuestros cuerpos
sean capaces de sanar nos muestra que Dios es un Dios misericordioso,
amoroso, lleno de gracia, que se preocupa de nuestra salud y nuestro
bienestar. Todo esto entra dentro de la revelación general dada en la
creación.
Por último, tenemos que la revelación general está dada por la conciencia de
que somos hechos a imagen y semejanza de Dios. La creación es un testigo
externo de la revelación de Dios hacia nosotros, pero nuestra conciencia es
un testigo interno que también nos revela la bondad, la justicia y la santidad
de Dios. Romanos 2:14-15 dice “De hecho, cuando los gentiles que no
tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí
mismos, aunque no tengan la ley. Estos muestran que llevan escrito en el
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corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus
propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan.”
Lo que Pablo está diciendo aquí es que todo ser humano, sea cristiano o no,
tiene revelación general a través de su convicción interna de su conciencia.
Cuando dejamos de hacer algo porque sabemos que está mal, o cuando
hacemos algo que está mal y luego nos sentimos mal, o cuando apelamos a
estándares morales, nos estamos refiriendo a nuestra conciencia. La
convicción interna de que algunas cosas están bien y otras están mal está
dado porque Dios nos hizo a su imagen y semejanza y por tanto tenemos
sentido de justicia y rectitud. Por eso aún los no cristianos apelan a su
conciencia, a una ley universal, por ejemplo, no es bueno hacer daño a los
demás, no es bueno robar o matar. Pero la pregunta es por que? Es por
nuestra conciencia, porque Dios nos creó, y aunque somos pecadores,
sabemos que algunas cosas están bien y otras están mal.
Estas son tres formas en las cuales la Biblia habla de la revelación en una
forma general, la cual está disponible para toda la gente. En adición a esto
hay alguna gente que recibe lo que conocemos como revelación especial. Es
diferente de la general en que la información acerca de Dios es mas clara,
está disponible para un número más pequeño de personas. Veamos tres
ejemplos de revelación especial.
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recibe un sueño y María recibe información de un ángel. Eso es algo inusual,
es revelación especial. Son maneras en que Dios puede actuar.
Y tercero, 2 Timoteo 3:16 dice “toda la escritura es inspirada por Dios y útil
para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia.” La
revelación especial incluye los milagros, Jesús y la Biblia. La Biblia es
inspirada por Dios y contiene la vida de Jesús. Inspirada por Dios significa
que Dios actuó en cada uno de los autores humanos para hablarnos a
nosotros.
¿Se puede afirmar que en el Antiguo Testamento se dan los dos tipos de
revelación, la general y la especial? Explique brevemente su respuesta.
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LECTURA # 2
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Más allá de esto, estaba la idea entre los profetas de “la palabra de Jehová”.
Vez tras vez, ellos repetían la expresión “vino a mi palabra de Jehová”. Ahora
bien, no hay evidencia clara de que ellos pensaran en “palabra de Jehová”
como teniendo una existencia o identidad separadas. Tampoco hay
evidencia en su contra. Debemos por lo menos hacernos la pregunta,
porque el Evangelio de Juan llenamente comienza, diciendo:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin
él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Jn.1:1-3).
Juan claramente asociaba la existencia personal de la palabra Dios con sus
actos creadores.
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Las palabras pueden traducirse así dondequiera aparezcan. Solo el contexto
puede ayudarnos a determinar si significan algo más. En Génesis 1:2 me
parece a mí que se quería decir mucho más que simplemente “aliento” o
“viento” cuando el escritor decía: “El Espíritu de Dios se cernía sobre la faz
de las aguas” (Traducción del autor). Y sin embargo, en Génesis 2:7
probablemente no se quería decir más que “aliento al decir: “Entonces
Jehová Dios… sopló en su nariz aliento de vida…” Aunque sus usos más
primitivos parecen indicar más que simple aliento, ciertamente carecen de
cualquier indicio de personalidad. Al mismo tiempo, al Espíritu de Dios se le
asocia con el Dios de la creación en el libro de Job (Job 34:13,14)
Es más, hay varias fuentes que asocian al Espíritu de Dios con la inspiración
profética. Por ende, Samuel le dijo a Saúl después de haberlo ungido como
rey: “Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder y
profetizaras…” (1S. 10:6). Ezequiel hablo de postrarse ante Dios al ser
llamado como profeta:
“Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablare contigo. Y luego
que me hablo, entro el Espíritu en mí y me afirmo sobre mis pies, y oí al que
me hablaba” (Ez 2:1,2)
El profeta Isaías describe al Mesías como siendo lleno del Espíritu del Señor:
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñara de sus raíces. Y
reposara sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová…” (Is.
11:1-3)
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“El Espíritu de Jehová el Señor esta sobre mí, porque me ungió Jehová; me
ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los
quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos
apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová…”
(Is.61:1ª.2ª; Lc 4:16-19)
Pero aun más, el Espíritu de Dios parece presentarse como una especie de
principio vital que puede ser dado, retenido o retirado:
También parece reflejar su presencia dentro del corazón del individuo: “Crea
en mi, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti, Y no quietes de mi tu santo Espíritu” (Sal.
51:10,11)
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Ahora bien, no hay duda que el Antiguo Testamento, en su mensaje global,
no entiende al Espíritu Santo del mismo modo exaltado que se le entiende en
el Nuevo Testamento. En cambio, seria patentemente falso decir que no hay
vislumbramiento de él como representativo y tal vez hasta idéntico con el
poder, la presencia y el propósito del Dios viviente en el mundo. El Espíritu
de Dios en el Antiguo Testamento media la presencia y el propósito de Dios
a los hombres.
El ángel del Señor se menciona por primera vez en Génesis 16, en la historia
de Agar. Agar, habiendo sido expulsada por Sarai, fue encontrada por el
ángel del Señor en el desierto. Después de una larga conversación, ella
termina dirigiéndose a él cómo al Señor, al decir: “Tu eres Dios que ve”
(Gn.16:13)
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Al ángel se ve más claramente, sin embargo, en el llamamiento de Moisés.
Ahí “… se les apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego en medio
de una zarza” (Ex 3:2). Pero, cuando Moisés se detuvo para investigar. ¡era
Dios el que le hablaba desde la zarza¡ (Ex 3:4)
Pareciera que la relación entre el ángel del Señor y Dios mismo se presenta
aun más claramente en un encuentro posterior con Moisés. Allí Dios dijo:
“He aquí yo envío mi ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y
te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, oye
su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque
mi nombre está en él. Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que
yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos; y afligiré a los que te afligieren”
(Ex 23:20-22).
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que otros han procurado ver claramente en el Antiguo Testamento de la
misma doctrina. Yo creo que la verdad está entre estos dos extremos. La
pregunta que tenemos que hacernos y contestar es: ¿Hay algunas bases en
el Antiguo Testamento que sirvan de raíces para la revelación trinitaria
neotestamentaria?.
Antes que nada, el Antiguo Testamento enseña claramente que Dios es uno,
una unidad. Así, el pregón principal del Antiguo Testamento era y es: “Oye,
oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno” (Dt. 6:4, traducción del
autor). Al mismo tiempo, hay una conciencia cada vez mayor de la
trascendencia divina. Dios simplemente no encaja en las categorías
humanas. El Antiguo Testamento es intensamente consciente del hecho que
“Dios soy y no hombre” (Os.11:9). Dios simplemente estaba mas allá de la
compresión ultima del hombre.
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imagen de Dios como viéndose mas completamente en una relación de
amor. Una persona solo no puede relacionarse consigo misma.
Pero, habiendo dicho todo esto, necesitamos regresar al hecho de que lo que
Israel supiera de Dios, lo sabía a base de sus acciones. Se descubriera su
misma naturaleza por medio de sus experiencias con él. A Dios el hombre
no lo descubría solo ni lo creaba en su imaginación. A Dios se le
encontraba. Ellos experimentaron su amor y su justicia. Mediante estos,
experimentaron su enojo y su juicio, pero experimentaron estas cosas,
porque él los amaba y demandaba la justicia. A través de todo esto,
experimentaron su poder. En cada área de la vida, en cada experiencia,
Dios estaba ahí. El era la presencia ineludible en cada momento de la vida;
estaba tan cerca como el mismo aliento.
De modo que, por encima de todo, Israel conoció a Dios como uno que
actuaba. La suya no era una adoración, aun “movedor inmovible”, como la
de los griegos. Para Israel, Dios era visto y conocido por lo que él hacía.
También es cierto para los seguidores de Jesucristo. Cuando Dios busco
como revelarse mejor, nos dio una vida que contemplar, un Redentor que
salva y un Señor que guía.
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Reflexión de la lectura anterior
2. Cuál de las propuestas del autor resalta usted y por qué o con cuál de las
propuestas del autor está usted en desacuerdo y por qué. Tómese unas
cortas líneas para explicar.
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LECTURA # 3
Aunque hemos procurado ser justos con la evidencia y fieles a los énfasis
bíblicos, si se hubiera preguntado a un Israelita antiguo, “Como es Dios?”,
probablemente no habría contestado en las capítulos anteriores. Es muy
cierto que Israel creía que Dios era viviente, personal y santo. También es
cierto que creía que Dios se revelaba por sus acciones. Por tales actos él se
mostraba como amante, justo y poderoso, mediando su presencia y sus
bendiciones a ellos de varios modos.
“Llamo Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel… Jehová nuestro Dios hizo
pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este
pacto, sino con nosotros, todos los que estamos aquí hoy vivos” (Dt. 5:1-3).
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escogido; los había liberado; y luego estableció su pacto con ellos. Así que,
Israel llamaba la atención continuamente al hecho de que era el pueblo de la
libre elección de Dios. Aunque algunos interpretes creen que el énfasis
central del Antiguo Testamento estribaba en el pacto de Dios con Israel, me
parece a mí que el énfasis central era más bien la elección de Dios a Israel.
Por causa de su elección y su liberación, el pacto llego a ser significativo.
Sin la elección divina y la liberación, nunca hubiera habido siquiera un pacto.
Sea central la idea que fuere, es cierto que las dos ideas son las dos caras
de una misma moneda. No hubiera habido un pacto sin la elección de Dios.
En cambio, el pacto permanece como la evidencia suprema de su libre
elección de Israel.
Esto nos trae a una consideración de la elección de Israel por Dios. Este
concepto normalmente se estudia bajo el rubro de la doctrina bíblica de la
elección. Sin embargo, esto suena tan teológico que produce temor. Por lo
tanto, optaremos por el tema “La elección del Dios de Israel”. Israel estaba
plenamente convencido de que el acto supremo de Dios a favor suyo era su
elección para que fuesen su pueblo.
49
LA ELECCIÓN POR DIOS DE ISRAEL.
Pero había una diferencia. La distinción entre las dos relaciones estribaba
en su creencia en el acto de la libre elección redentora de Dios. Llega a ser
muy obvio a primera vista que Israel estaba unido a Jehová de una manera
muy distinta a la de la unión entre Moab y Quemos; de hecho, los dioses de
otras naciones dependían del bienestar de continuo de la nación para su
propia existencia. Si Moab dejara de ser, Quemos moriría. Sin nadie que lo
adorase, simplemente dejaría de existir. La unión entre los dioses y las otras
naciones era puramente naturalista.
50
“Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los
collados” (Sal. 50:10)
Más bien, no era la necesidad que tuviese Dios de Israel sino su elección de
ellos la que siempre era el corazón de su relación. Desde el punto de vista
de Israel, la elección de Dios era siempre central.
“Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y Egipto llame a mi hijo” (Os. 11:1)
“No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os
ha escogido, pues vosotros érais el más insignificante de todos los pueblos;
sino por cuanto Jehová os amo” (Dt. 7:7, 8a)
“He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra,
y todas las cosas que hay en ella. Solamente de tus padres se agradó
Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a
vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día” (Dt. 10:14,15).
Debido a esta lección especial a Israel, Dios cuidaba sobre manera de ellos
al decir: “…porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que
beba mi pueblo, mi escogido” (Is. 43:20b).
51
Tan característico era el uso de este verbo para describir la relación de Dios
con Israel que ellos finalmente llegaban a llamarse “el pueblo escogido”.
Además, era precisamente este término el que se adaptó en 1ªPedro para
describir a la comunidad cristiana como el nuevo pueblo de Dios. Allí, se nos
describe como “linaje escogido” (1 P 2:9). La elección de Israel por Dios
siempre fue entendida fundamentalmente como de pura gracia. Era tanto no
ganada como inmerecida. Aun la es.
En los capítulos anteriores Amos había aclarado bien que Dios era
consciente de otros pueblos. Lo que se decía aquí era que su
“conocimiento” de Israel estaba en un plano diferente aquel de las otras
naciones. Es más, esta era una experiencia continua que Dios compartía
con su pueblo. Por esto dijo:
52
“Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh
Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel” (Os. 5:3).
Por alguna razón que solo brota de la naturaleza de Dios, este opto por
entrar en las experiencias de Israel y permitir a ellos que lo experimentaran
de modo singular. Fue sobre este fundamento que Jesús más tarde
edificaba, cuando decía: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las
mías me conocen, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre…”
(Jn.10:14,15ª). Hay una relación intima entre Jesús y sus seguidores de la
misma clase que la que existe entre el Hijo y el Padre.
Es más, la relación singular de Dios con Israel era tenida por base de temor
de parte de otros.
“Entonces los caudillos de Edon se turbarán; a los valientes de Moab les
sobrecogerá temblor; se acobardarán todos los moradores de Canaán.
53
Caiga sobre ellos temor y espanto; a la grandeza de tu brazo enmudezcan
como una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová”
(Ex.15:15,16).
Se debe notar que nunca había ningún indicio de que la compra que Dios
hizo de Israel involucrase un precio que tuviese que pagarse a otro.
Simplemente era un precio que tenía que pagarse. El énfasis era sobre el
resultado; mediante esto, Dios obtenía a Israel. Ellos le pertenecían de un
modo muy singular.
Esta era una de las lecciones más profundas que los profetas buscaban
enseñar a Israel. El pueblo se enorgullecía por ser el pueblo escogido. Por lo
tanto, esperaban que Dios les diera la victoria, que protegiera sus intereses y
que los exaltara entre todas las naciones. Los profetas anunciaban que era
al revés. Por habar sido escogidos, su responsabilidades en cuanto al
servicio obediente eran mayores. Es más, por haber fallado en no dar esto,
el juicio sobre ellos seria más seguro. Ellos habían sido elegidos, no por su
propia amabilidad sino por causa del amor de Dios. Era por causa de la pura
gracia, el favor inmerecido de Dios. Se esperaba que ellos se maravillaran
ante la elección de Dios en vez de inflarse de engreimiento.
54
Además de esta terminología básica referente a la elección de Dios, había
dos cuadros pictóricos de esta escogencia que figuraban a menudo en los
mensajes de los profetas. Estos cuadros tienen que ver con la paternidad y
el matrimonio. De manera que, a Israel se le describió tanto como hijo de
Dios, su primogénito, como su esposa. Algunos veces ambas imágenes se
usan en el mismo pasaje. Así, Oseas clamaba:
Y cuando Isaías denunció los pecados de Judá, lo hacía con estas palabras:
“Oíd, cielos, y escucha tu, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los
engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el
asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene
conocimiento” (Is.1:2,3).
55
algo de relación. Pero Israel sostenía estas ideas con una diferencia
marcada. Esta estribaba en su concepto de la libre elección de Dios. Dios
se relacionaba con Israel, no por causa de obligación alguna, sino por su
elección propia. Además, a Israel le correspondía responder o no. Dios los
había sacado de Egipto, pero no les obligó a salir. El los había guiado en el
desierto, pero a ellos no se les forzó a que siguiesen.
A menos que forzáramos demasiado la figura de Israel como hijo y ver así la
relación como naturalista, Ezequiel buscó aclarar otra dimensión. Este
pintaba la relación de Israel como hijo en términos de adopción (Ez.16:1-7).
Pero, también señalaba que esta relación era seguida por el compromiso y el
matrimonio (Ez.16:8-14). Y que Israel experimenta a una doble elección, su
rechazo final de la elección de Dios era aun más censurable.
56
La tradición de la elección en torno a la experiencia del éxodo, en cambio,
llamo la atención a un gran evento en cataclismo en el cual Dios irrumpió en
la historia para adueñarse de Israel.
Ambas tendencias aun están con nosotros. Cuando nosotros lo que somos
seguidores de Jesucristo, recordamos lo que éramos cuando Jesús nos
salvó, nos humillamos y nos alentamos. Somos humillados por su amor
asombroso; somos alentados por la esperanza de que Jesús, quien nos
salvó, también podrá ciertamente guardarnos. En cambio, cuando nos
fijamos demasiado en nuestra nueva relación con Dios, existe una tendencia
muy real a enorgullecernos por lo que somos. ¡Qué triste que no hemos
57
aprendido la lección de que la elección redentora de Dios es por la pura
gracia, por el favor inmerecido de Dios!
Como resultado del servicio que Israel le debía a Dios, había una conciencia
creciente de que aquél tenía una obligación para con las naciones. Esto se
nota más claramente en el llamamiento a Jeremías.
58
Esta conciencia de una misión a las naciones aumento aun mas durante el
exilio y aun después. Si Dios es el único , entonces le incumbía a Israel
compartirlo con las naciones. Así es que la elección de Israel por Dios llego
a enfocar el hecho de que eran mediadores de su revelación a todos los
hombres. Si ellos no hubieran atesorado la revelación de Dios, no hubiera
habido un registro sobre el cual edificara el Nuevo Testamento. Pero, al
servir a Dios y al ministrar a las naciones, Israel reflejaba la naturaleza y el
carácter del Dios que le había escogido.
Repaso Formativo
3. Mencione y defina brevemente los tres términos que se usan para describir
el acto de elección divina.
59
UNIDAD 2 EL HOMBRE
CONTENIDO DE LA UNIDAD
OBJETIVOS
EJES PROBLEMÁTICOS
¿Cómo concibe Dios al ser humano? ¿Qué tan significativa y profunda puede
ser la realidad de pecado del hombre y hasta dónde le lleva? ¿Cuáles son
los esfuerzos que ha hecho Dios para rescatar al hombre de su estado de
alienación por su pecado? ¿Qué resultados han dejado estos esfuerzos
redentores en el hombre?
60
1. EL HOMBRE - Creado por Dios
Imagen de Dios
61
especial característica concedida sólo a él. Revisemos un poco el texto de
Génesis 1:26
62
En español estas dos palabras dan la idea de “a nuestra imagen y a nuestra
semejanza”, son las dos palabras que expresan la más alta dignidad del ser
humano. Las dos palabras se usan de manera intercambiable y las dos dan a
entender una sola expresión. Al respecto de la “imagen y semejanza” de Dios
en el hombre, el Dr. Voth12 dice lo siguiente:
Adam ( ~d'a' )
63
En Génesis 2:7 dice que Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Es decir,
ADAM (que significa “rojo”, “ser rojizo” por el color de la tierra) fue formado
de la ADAMÁH (tierra). Aunque el hombre tiene la imagen y semejanza de
Dios, éste fue formado, tomado de la tierra. Por tal razón en Génesis 3:19
Dios le dice al hombre “…porque polvo eres y al polvo volverás.” Hablando
así de la debilidad del hombre, que es un ser limitado, que su vida humana y
física tiene final.
Dios crea al ser humano con la capacidad de relacionarse con Él, pero
además puede hacerlo también entre sí, con la mujer. El hecho de llamarlo
“Ish” contrapone una “Isháh” (mujer, varona). El que haya un esposo,
13 Jenni y Westerman. Diccionario teológico manual del Antiguo Testamento. Madrid: Ediciones
Cristiandad. Tomo I. P. 209-221
64
Enosh ( vAna/) - Job 5:17 RVC
Jacob14 explica que este término traduce como “hombre” y que en hebreo
tiene el sentido de “ser débil”, “desgraciado”. Cuando se menciona en los
libros poéticos describe el lado débil y mortal del hombre y lo relaciona con
“adam”.
14 Jacob, Edmond. Teología del Antiguo Testamento. Madrid: Ediciones Marova. 1969. P. 151
15 EDMOND, Jacob. Ob. Cit. p.155
65
Al contrario de Enosh, Géber puede traducirse como “hombre” pero
resaltando sus características de “fuerte”, “poderoso” y “valiente”. Apunta al
ser humano como independiente, como un ser inteligente, que tiene poder y
domino, que es capaz de grandes cosas, grandes avances, causar grandes
bienes o males, capaz de elegir y de dominar.
66
caracterización del hombre ha originado una serie de discusiones y
conclusiones erradas. El vocablo nefesh tiene significados variados:
garganta, apetito, persona, aliento, alma, cadáver. Muchos intentos de definir
el término han propuesto que la palabra tiene que ver con la sicología
hebrea. Sin embargo es importante notar que la palabra nunca se utiliza para
describir alguna parte espiritual de la persona que pueda disociarse del
cuerpo. Por lo tanto no se debe confundir ni identificar con la idea griega del
alma separada del cuerpo. El hebreo consideraba a la persona como un ente
íntegro. Su visión se caracterizaba por un concepto de totalidad. Por lo tanto,
el hebreo no pensaba en términos de un alma separada de un cuerpo. Al
contrario, nefesh se refiera a la persona toda.
Ahora bien, este nefesh es calificado como jayyah (viviente). Esto implica que
en el momento de recibir el aliento divino el hombre comenzó a vivir. Sin
embargo, no es esto lo que le distingue del animal. El animal también es
definido como un nefesh jayyah. El poseer el aliento de vida no diferencia a
la persona del animal. La distinción ya la vimos en 1:26-28, donde se declara
que el hombre es creado a la imagen de Dios. Ninguna otra cosa creada, ni
siquiera el animal, recibe esta imagen. En 2:7, quizá esta distinción está
implícita en que es sólo el hombre quien recibe el aliento de vida
directamente de Jehová Dios. El hombre llega a ser nefesh jayyah a través
de un proceso diferente que sin duda lo diferencia radicalmente de los
animales.”
Repaso Formativo
* Leyendo detenidamente los párrafos anteriores y considerando el origen
divino del hombre, escriba en unos cortos renglones, qué idea o concepto
tiene Dios del ser humano.
Vamos a mirar que tan significativa y profunda fue la realidad de pecado del
hombre y hasta donde lo llevo al separarse del Creador por su pecado.
Analizaremos algunos términos en hebreo para referirse a pecado y a partir
de ellos analizar esta nueva realidad del hombre.
68
Es el texto base que utilizaremos como el contexto para analizar los
términos. El Salmo 32 surgió del salmista David luego de su pecado con
Betsabé relatado en 2 Samuel 11. David reconoce su pecado y busca la
misericordia del Señor. En su necesidad de perdón escribe los salmos 32 y
51 en los que deja ver el peso del pecado, de alejarse de Dios y la bendición
de la misericordia y el perdón del Señor. El término Jattáh en español da la
idea de “errar al blanco” y fue usado en un contexto militar, en la tribu de
Benjamín para describir la habilidad de su ejército cuando dice:
“Entre toda esa gente había setecientos guerreros selectos que eran zurdos.
Era tal su puntería que podían lanzar la piedra con la onda y darle a un
cabello sin fallar” – Jueces 20:16.
Hay otro término que se puede traducir como “errar al blanco” y es Shagáh (
69
“Esto lo harás así el séptimo día del mes a favor de los que pecaron por error
y por engaño y harás expiación por el templo”.
70
Naap ( @a;n" ) – Jeremías 3:8 RVC
En cuanto a pecado se refiere, este fue el gran dolor de cabeza de Dios para
con Israel y el gran pecado de Israel para con Dios. Israel tuvo muchos
problemas para guardarle fidelidad al Señor, para respetarlo como único y
verdadero Dios, para honrarlo como su Dios y liberador de la esclavitud de
Egipto. Ante los ídolos, Israel tuvo problemas para sostener a Dios como su
único motivo de adoración. Estando en las faldas del monte Sinaí se
atrevieron a honrar a unos becerros dándole la gloria por la liberación de la
esclavitud en vez de a Dios. Estando en la tierra prometida por obtener su
sustento se fueron tras los dioses Cananeos. Y Dios, en la experiencia del
profeta Oseas, se vio como un esposo cuya esposa se prostituyó una y otra
vez detrás de sus amantes, y El en su misericordia volvía a buscarla y a
amarla de nuevo.
71
“rebelaron” contra Roboam el nieto de David, dando así origen a la división
del reino en el 931 A.C (1 Reyes 12:19) el significado central y más
importante describe la rebelión contra Dios más que el simple rechazo de sus
mandamientos. De modo que esta rebelión no siempre aludía a una
insurrección armada sino que más bien implicaba simplemente que el
pecador se exaltaba por encima de Dios. Su orgullo arrogante lo llevaba a la
rebelión contra el creador. De modo que estamos hablando de un rechazo
rotundo de parte del hombre contra Dios.
Peshá como pecado indica una plena conciencia del hombre al ir contra
Dios. Desafía su autoridad, desafía su veracidad y se va en total sentido
opuesto a la voluntad del Altísimo. El egoísmo del hombre es el que rige su
camino, dándole la espalda a Dios, decide caminar por sus propias
decisiones. Conociendo la voluntad del creador, conscientemente decide
caminar por rutas diferentes. Insisto, no se trata de romper simplemente
unas reglas sino de desafiar la autoridad superior.
72
En segundo lugar, otro resultado del pecado es la clara e inevitable
exposición al castigo. Se entendía que el hombre por su debilidad pecara,
pero también era de esperar que Dios por su justicia se quedara inactivo.
Los profetas denunciaron el pecado de Israel, anunciaron la intervención de
Dios y motivaron al pueblo al arrepentimiento para evitar, precisamente, que
el castigo llegara. Ante la negativa del pueblo la intervención de Dios no se
hizo esperar y el castigo llegó tanto para Israel como para Judá.
El profeta Miqueas dijo: “por eso, por culpa de ustedes Sion será arada como
un campo, Jerusalén vendrá a ser un montón de ruinas y el monte del templo
quedará hecho un matorral.” – 3:12.
El poema del Siervo sufriente nos deja ver con claridad como otros pueden
sufrir por el pecado de unos cuando en Isaías 53:5,6 – RV 1995 dice: “Mas él
fue herido por nuestra rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos
la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se aparto por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”
73
culpa teniendo como previo el conocimiento de Dios y su Ley. Es decir, que
ningún ser humano habiendo conocido de Dios y habiendo tenido contacto
con la luz de su Ley podía pecar, rebelarse contra Dios sin percibir el peso
de su culpa.
Repaso Formativo
74
3. DIOS LO REDIME Y LO ACERCA.
La creación de Dios, calificada por el mismo, había sido algo bueno en gran
manera. Esto, por supuesto incluía al hombre. Pero como ya lo dijimos, el
hombre en su debilidad peca y se aparta del Señor. El Señor por su justicia
debe entrar a castigar al ser humano por su rebelión, es decir el pecador
debe pagar por su pecado. Pero aparte de la justicia de Dios hay otra gran
característica que lo describe y es Su misericordia o Su amor
inquebrantable. Esto lo llevará a que en un acto de justicia y amor, perdone
y redima al hombre de su pecado, previo eso sí, se halla dado un requisito
indispensable: el arrepentimiento.
75
En este contexto es que Dios ve la condición del hombre pecador su
debilidad, ve que se ha desviado del camino y también ve que las
consecuencias del pecado están destruyendo la vida del hombre y entonces
tiene misericordia de él y lo redime. Es decir, que la posibilidad de perdón, la
redención, y el rescate del hombre son iniciativas del Dios Todopoderoso. El
hombre no ha hecho ningún merito, en su obrar o en su proceder, para
ganarse o merecer la Jésed de Dios.
El primer término para el perdón que presenta el Salmista es Nasá ( aX'no " )
76
poder para cancelar el error que le ha ofendido y en su misericordia mira el
corazón del hombre penitente y decide perdonarlo.
Cate18 dice que esta palabra se citaba a menudo en textos forenses, lo cual
nos ayuda a comprender su potencia básica, por ejemplo, si un hombre tenía
un buey peligroso al cual se le permitía ambular libremente y éste corneaba a
alguien, entonces se aplicada la siguiente ley: “Si se le pone un precio sobre
su vida, entonces dará por el rescate de su vida el precio que fuera” (Éxodo
21:30, traducción del autor). En este caso el dueño podía escoger entre ser
apedreado o pagar el precio de su “rescate”. Esencialmente este era el valor
de su vida que había establecido la corte.
77
El rescate de un rescate presuponía el pago de un precio para evitar el
castigo o la condena.
4:3,4 cuando Booz acude a los ancianos de Israel para redimir el nombre de
su familiar Elimelec quien había muerto en Moab, siendo esposo de Noemí.
Si un pariente moría sin dejar nombre, sin dejar hijos como herencia, su
pariente mas cercano debía casarse con su esposa para garantizar la
descendencia de su prójimo. A este acto de redención se le llamó el
“Goelato” descrito en Levítico 25:45-49.
78
El Arrepentimiento
79
Cuando se refiere al arrepentimiento de Dios el término hebreo es Najam (
“conmoverse profundamente”.
Sin lugar a duda, el ser humano es un ser especial fue creado por iniciativa
divina, por Dios mismo, a Su imagen y semejanza y lo dotó de habilidades
especiales entre ellas de relacionarse con el Creador y de administrar la
creación como representante de Dios en la tierra. Por su condición de
humano, débil, limitado, tomo la decisión de pecar y alejarse de su Creador.
La naturaleza de Dios, de justicia y amor inquebrantable lo ha llevado a
redimir al hombre para que al volver a Él, el nombre encuentre de nuevo su
propósito y sentido de vida en comunión con su Creador, con su prójimo y
con la creación.
Repaso Formativo
1. ¿Cree usted que Dios ha hecho algunos esfuerzos para rescatar al
hombre de su pecado? Si es así, enumere por lo menos tres (3) de
esos esfuerzos.
2. La obra de redención de Dios sobre el ser humano le ha dejado
algunas bendiciones al hombre. Enumere tres (3) de ellas.
80
LECTURA
81
a. Pero la vida para el hombre se inicia con una situación conflictiva que será
consustancial a su existencia, por estar dotado de inteligencia, de voluntad,
de capacidad de elección. La disyuntiva sale al punto ante su presencia:
debe escoger vivir en un engranaje perfecto, como rey de la creación, pero
sometido a una ley superior que limita su libertad, o afirma
desmesuradamente su autonomía forzando los lindes de su condición de
creatura. La falsa elección de la primera pareja humana hace surgir al punto
de “angustia vital”, ya que el hombre se encuentra enfrentado con el trágico
destino del sufrimiento, de la lucha por la existencia y de la muerte, pues
tiene que volver al polvo de donde ha sido tomado (Génesis 3,15). Con esta
perspectiva, el horizonte humano adquiere nuevas tonalidades, y la historia
bíblica será el comentario trágico a las dos generaciones de la humanidad, a
las dos ciudades: de un lado, los que se dejan llevar por el egoísmo
desmesurado, la sensualidad, el odio, la envidia y la lujuria desenfrenada – la
descendencia de Caín (Génesis 4, 1ss) -, y del otro, los que aceptan la
sumisión a la ley divina y se preocupan de cumplir con sus deberes religiosos
para con Dios (Génesis 4,26). Los genios religiosos de Israel han planteado
con toda crudeza la problemática humana en toda su profundidad psicológica
y moral. El hombre es esencialmente una creatura polarizada por dos
extremos, el del espíritu y el de la materia; y por ser el punto de intersección
entre la materia y el espíritu, surge en él una lucha y tensión vital que
convierte en tragedia permanente los días de su existencia. En el fondo de
su ser lleva un “dualismo” que con tanta sinceridad nos ha descrito el Apóstol
de las Gentes: “Hago lo que no quiero, y quiero lo que no hago” (Romanos
7,16).
82
con una problemática concreta e inmerso en una corriente de la vida dentro
de una historia que es secretamente dirigida por el Creador mismo. Como
dice E. Jacob, “la vida en el Antiguo Testamento tiene aspectos múltiples,
pues si el soplo y la sangre son sus manifestaciones más evidentes, están
lejos de agotar su contenido, porque la vida no es solamente el ejercicio de
las funciones orgánicas, sino también el conjunto de iniciativas por las que el
hombre realiza su destino de néfesh, hayáh y de imago Dei. Dios ha creado
al hombre como un ser independiente, como algo rente a El, pero el hombre
no alcanzara su independencia sino en un contacto sin cesar renovado con
aquel que es la fuente de su vida y de toda vida en general. Para definir lo
que es vida, el Antiguo Testamento recurre a un conjunto de imágenes y
símbolos que evocan cada uno la vida bajo su aspecto característico, el de la
movilidad; por la inmovilidad, la muerte se opone a la vida: los muertos no
obran y el sheol, como lugar de silencio, es la contrapartida de la tierra de los
vivientes. La vida es comparada a un árbol, a una fuente, a un camino; estas
imágenes recubren antiguos mitos, que, aparte del árbol de la vida en el
Génesis, no han dejado huella” (E. Jacob, Teología del Antiguo Testamento).
83
8,32; Job 42,17; Tob 14,3-14; Jdt 16,23). Ahora bien, la vida viene de Dios,
ya que es él que da el hálito vital y lo retira (Gén 2,7; Sal 104,29s; Job 12,10;
34,14s; Is 57,16), “hace morir y vivir” (Dt 32,39; 1 Sam 2,6). Por lo tanto,
para llegar a la plenitud de los días (Gén 25,8; Job 42,7; Dt 30,20; Sal 21,5;
23,6; Job 12,12) es necesario estar en buenas relaciones con Dios. Los
sabios que tratan de enseñar el arte de conducirse en la vida para conseguir
la felicidad declaran que “el temor de Dios es el principio de la sabiduría”
(Prov. 1,7); y esta sabiduría – o arte de conducirse bajo las exigencias de la
ley divina – es “la fuente de vida” (Prov 4,23; 10,11; 14,27; 16,22), “el árbol
de la vida” (Prov 3,18: 11,30; 13,12; 15,4), “el sendero de la vida” (Prov 2,19;
5,6; 6,23;, 10,7; 12,28; Dt 30,15.19s; Jer 21,8). En la perspectiva bíblica
paleotestamentaria, la virtud debía se necesariamente premiada en esta vida
con bienes materiales, y sobre todo con una vida sana y prolongada (Prov
1,9; 8,18; 3,16), exenta de sufrimientos y sobresaltos (Prov 2,21; 3,21; 4,22;
9,11; Dt 30,20).
84
obedeciendo a su voz y adhiriéndote a él, porque en esto está la vida y tu
perduración, en habitar la tierra que Yahvé juró a tus padres, Abraham,
Isaac, Jacob, que les había de dar”. Y Moisés termina su peroración
exhortatoria con estas palabras: “Poned en vuestro corazón todas las
palabras que hoy he pronunciado y enseñádselas a vuestros hijos, para que
escrupulosamente pongan por obra todas las palabras de esta ley. Porque
no es cosa indiferente para vosotros; es vuestra vida, y cumpliéndolo
prolongareis vuestros días sobre la tierra que vas a poseer pasando el
Jordán” (Dt 32:46,47).
85
honor y una duración tan larga como sea posible; la sabiduría, que es la
fuente de todo lo que el hombre puede desear, tiene en la mano izquierda
honor y riqueza; y en la derecha, larga vida” (Prov 3,16); sus enseñanzas
“son la vida para los que la encuentran, y la salud para toda su carne” (Prov
4,22; 3,21ss; 4,13; 8,35ss). Por eso es inconcebible desear la muerte (Cf. 2
Sam 1:9; 1 Rey 19:4-5; Os 10,8; Jer 8:3;, Job 3:21ss; 6:9); y en todos los
relatos A.T. no se dará mas que un caso de suicidio (el caso de Ajitofel en 2
Sam 17:23); tal era el aprecio que el Israelita tenia por la vida terrena, la
única que merecía el nombre de tal en su estimación. Los justos suplicaban
una larga vida para continuar con sus relaciones amistosas con Yahvé, sobre
todo en las manifestaciones litúrgicas de su santuario (Sal 63:4). La mayor
desgracia era que se cortara el hilo de la vida “en la mitad de sus días” (Sal
55:24; 89:46; Prov 10:27; Is 38:10). Con todo el Salmista, intuyendo la
amistad divino como el supremo bien exclama “Tu piedad es mejor que la
vida” (Sal 63:4).
86
sentimiento más normal del hombre, sobre todo en una época en que no se
columbraba otra vida más plena en el más allá.
2. LA MUERTE
87
sino que debían seguir un régimen vegetariano (Gén 1:29; Cf. Gén 9:3ss). Y
en la perspectiva del “yahvista”, el hombre salió de la mano de Dios planes
divinos que la tierra produjera “espinas y abrojos” (Gén 3:18), ni que la
serpiente, reptil por naturaleza, “se arrastrara sobre su vientre” (Gén 3:15).
Todo esto es para él consecuencia de una situación anómala producida por
la irrupción de un espíritu maligno que ha apartado al hombre de su órbita
divina normal; como castigo ha venido la muerte y al condenación a una
existencia dura en los secarrales de la estepa, luchando con una naturaleza
inhóspita, muy lejos del oasis del paraíso. El sabio declara abiertamente:
“Por la envidia del diablo, la muerte entró en el mundo” (Sab 2:24). Es el eco
del relato del paraíso.
88
volverán a ver más la felicidad. No me verán mas ojos (de hombre) me
miraran tus ojos, y yo ya no seré” (Job 7:7 y 8). La supervivencia en el sheol,
no ofrecía perspectivas de felicidad, ya que ahí no hay actividad de ilusiones:
“Una nube se disipa y se va; así el que desciende al sheol no vuelve a subir”
(Job. 7:9). Con todo, para una vida de sufrimientos, la muerte señala el final
de los mismos, y en ese sentido la muerte es el principio de un reposo
definitivo, el fin de las miserias de la vida (Eclo 41:2).
89
alrededores de los poblados en busca de comida. Entre los hebreos
posiblemente existían creencias similares, pero los autores sagrados, en su
afán de evitar el culto a los muertos, pasan en silencio muchas prácticas
cananeas de las que participaban los Israelitas. La tumba para estos era
sinónimo del acceso a la región de los muertos, el sheol. Así, Jacob dice: “yo
bajaré a la tumba”, o “yo bajare al sheol” (Gén 47:30; 37:35), para indicar su
próxima muerte; y los salmistas establecen un paralelismo entre la tumba y el
sheol, o Abaddón (Sal 88:12; 88:3,4,6); y entre el sheol y la fosa (Is 14:15;
Sal 30:5); e incluso se describe la región de los muertos como la
continuación de la tumba; así, se habla de los gusanos que se ceban en los
muertos (Is 14:11), de los muertos que están echados (Ez 32:19,28; Job
17:13), y aun reunidos en torno a las tumbas de sus reyes (Ez 32:22,
24,25,26).
Repaso Formativo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
90
UNIDAD 3 LA INTERVENCIÓN DE DIOS
EN LA HISTORIA DEL
HOMBRE
CONTENIDO DE LA UNIDAD
OBJETIVOS
EJES PROBLEMÁTICOS
91
1. La percepción de la historia de Israel
Los eventos que Israel presenció, en los cuales se vio inmerso, en los cuales
participó de manera pasiva, en los cuales fue indiscutible el obrar de Dios,
fueron eventos que dieron a conocer a Dios. Dios se mostró al pueblo en
estos eventos, estaban fuera del alcance humano, fuera de su comprensión y
el pueblo entendió que cada evento fue un medio de revelación divina.
Fueron eventos específicos, acontecimientos determinados en los cuales
Israel actuó como beneficiario y testigo a la vez para dejar la huella indeleble
en la historia.
92
1.3. Israel es un intérprete de la historia en la que Dios se revela.
20
El exégeta francés Edmond Jacob resalta la importancia de la
interpretación de la historia cuando dice que para un israelita narrar la
historia es ya interpretarla, porque ve la acción de Dios a través de la fe y no
por medio de los métodos del archivero o del arqueólogo. De manera que
quien percibe el evento histórico y lo interpreta debe tener la perspectiva
divina (inspiración) para coincidir en su interpretación con la intensión del
Autor original y propiciador de tal evento, Dios mismo.
Repaso Formativo
1. Reflexione: ¿Es posible para Israel separar historia y fe? Piense en
dos razones que argumenten su respuesta.
20
JACOB BREDNIAK, Edmond. Teología del Antiguo Testamento. Madrid: EDICIONES
MAROVA, S.L. 1969 p.176
93
2. El fundamento histórico de la fe de Israel
Para iniciar consideremos en este punto la doble relación que existe entre la
historia y la fe, según Jacob21 de la siguiente manera: en primer lugar, es la
historia quien proporciona su objeto a la fe; y en segundo lugar, es la fe quien
proporciona la orientación a la historia.
“Un arameo errante fue mi padre. Con pocos hombres emigró a Egipto, y allí
se quedó a vivir. Y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y
numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron, y nos impusieron
una cruel esclavitud. Pero clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y
el Señor oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestros pesados trabajos y
nuestra opresión. Entonces el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y
brazo extendido, y con señales y portentos que causaban terror, y nos trajo a
este lugar, y nos dio esta tierra, ¡tierra que fluye leche y miel! Por eso ahora
vengo aquí, con los primeros frutos de la tierra que tú, Señor, me diste.”
Los eventos históricos para con Israel, son propiciados por Dios, planeados y
originados por Él. Tienen un propósito, tienen una razón de ser, responden a
una meta y destino final. El Señor a través de intervenciones crea eventos
formidables que son interpretados a la luz de la fe, y que dirigen al pueblo a
un propósito final.
En este punto los profetas aportan la palabra divina que antecede al evento y
su propósito (Amós 3:7), y aún después del evento, sigue la predicación
interpretativa y aplicativa de tales eventos y su relación con el pueblo y su
destino. La exhortación, la denuncia y el anuncio son la identificación de su
mensaje. Viendo esto así, los profetas actúan como historiadores, ya que
seleccionan los hechos, los valoran y los socializan al pueblo inspirados en
su interpretación divina.
95
2.3. Una selección de eventos históricos.
Los eventos:
1. Nacimiento de Israel.
2. Arribo a Palestina.
96
3. Desplazamiento a Egipto.
Siendo muy poco numerosos, bajan a las tierras de Egipto por la calamidad
del hambre. El escritor sagrado deja ver que es Dios quien toma la iniciativa
de llamar y guiar, es quien permite calamidades con propósitos para
sustentar a su pueblo y darle la forma firme y final que los identificaría como
el pueblo Suyo. Esclavizados Dios oye su clamor y al mando de Moisés se
inicia el retorno a la Tierra de Abraham, de Isaac y de Jacob, sus padres.
4. El Éxodo.
La estadía del pueblo en las faldas del monte Sinaí marca otro hito histórico
en la vida y la fe del pueblo. Es un evento clave, central, porque se trata
nada más y nada menos que de la recepción de la Ley, la voluntad de Dios
para el pueblo, la luz, la guía, la lámpara a sus pies y lumbrera a su camino.
Pero además de esto, el relato menciona una serie de detalles que apuntan a
97
la forma de revelación de Dios, Su conversación con Moisés y la forma
exclusiva con que Moisés se encontraba con Dios, lo cual lo reafirma y
constituye como personaje central de la fe de Israel.
6. La peregrinación en el desierto.
Son cuarenta años que el pueblo decide vivir en peregrinaje, errantes y sin
un destino de fe, por cuanto no creyeron a la promesa del Señor echa a
Moisés. Su vínculo con Egipto era todavía muy fuerte. Son años en los
cuales disfrutaron de la bendición y del sustento de Dios, de milagros y
manifestaciones de la misericordia, el amor y la justicia de Dios. Estos años
en la historia de Israel, son años que alimentan la fe al sumergirse en los
relatos del escritor sagrado pero, extrañamente, son años que no aparecen
en la galería de la fe de Hebreos 11.
98
8. El tiempo de los jueces.
9. El inicio de la monarquía.
99
10. La división del reino.
11. Dispersión y Exilio: La caída del reino del norte (Efraín o Israel) y La
caída del reino del sur (Judá)
El escritor sagrado nos hace saber que Dios usa como instrumento de
castigo a Asiria y a Babilonia para llevar a cabo estos catastróficos eventos.
Israel queda marcado con el látigo de la justicia. El Día del Señor había
llegado, como había sido anunciado por los profetas, y no era de regocijo y
alegría, sino de lamento, lloro y llanto. Las diez tribus del norte son dispersas
22VON RAD, Gerhard. La acción de Dios en Israel. Madrid: Ediciones Trotta. 1996 p. 196-
211
100
por Asiria en 722 a.C. y en 586 a.C. Babilonia lleva cautivo a Judá. Lo
anunciado y lo temido había llegado. La falta de cumplimiento al compromiso
que el pueblo hizo con Dios guiado por Moisés y después por Josué, había
pasado su factura. La historia se asume desde la perspectiva de lo que Dios
había estado haciendo y la respuesta que se esperaba del pueblo.
El castigo para Judá no es para siempre. Ya había sido anunciado por los
profetas. El evento histórico estaba también al control del Señor. Así como
usó a Asiria y a Babilonia para castigar, ahora usa a Persia para el retorno y
la reconstrucción. El escritor sagrado muestra la misericordia del Señor en la
historia, pues cumple Su promesa de retorno y reconstrucción. Se reedifica el
muro, el templo y la vida espiritual del pueblo, haciendo que el pueblo vuelva
a la Ley de Moisés, al compromiso que hicieron en los tiempos de Josué. El
Señor sigue a la cabeza de la historia de Israel y manifiesta su poderío y
alcance sobre las naciones visiblemente más grande y poderosas que Israel.
101
en su historia, es una victoria de Adonai sobre los enemigos de Israel. Pero
luego interviene el imperio Romano y llega aplastando a su paso firme e
intimidante cualquier dominio griego, impone su ley, pero la cultura griega los
absorbe.
Repaso Formativo
1. Reflexione: ¿Piensa usted que la fe de Israel tiene un fundamento
histórico? Medite por lo menos en dos razones para argumentar su
respuesta.
102
3. El alcance de la intervención de Dios en la historia.
Tienen palabra del Señor para los líderes del pueblo. Los reyes y sacerdotes
los consultan, los escuchan, los obedecen, los aprecian, los desprecian, los
persiguen, los asesinan, los destierran. En las cortes reales, cercanos y
lejanos a los reyes, son los profetas los que presentan la perspectiva divina
de la historia del pueblo.
Se busca que cada uno de los líderes de Israel siga la ley del Señor, que
ejerzan su liderazgo bajo la voluntad de Dios para glorificarlo y bendecir así
al pueblo. Cuando este objetivo no estaba siendo cumplido, los profetas
anunciaban la intervención divina con eventos cruciales. No cabe duda, y así
el escritor sagrado nos lo deja ver, que Dios estaba al control de la historia
de Su pueblo, desde el mismo corazón de Israel.
103
Pueblos y naciones vecinas
Naciones e imperios
En cada uno de estos imperios y naciones Dios, por medio de sus profetas,
anunciaba su alcance en poderío y dominio, anticipando Su intervención y
los estados finales a los que llegarían cada uno de ellos.
104
El mundo
La historia del mundo está en las manos del Señor. El Mesías prometido, el
que traería salvación a la humanidad saldría de Israel para dar cumplimiento
a la promesa global echa a Abraham de la bendición a todas las familias de
la tierra. Los destinos del mundo, la bendición del mundo, la salvación del
mundo y el final del mundo siguen en las manos del Señor. Él tiene el
dominio total. Desde sus profetas anunció eventos y momentos que a hoy
no se han cumplido y que afectan a todo el globo. Pero sabemos que así
como anunció en el pasado y cumplió, así será en el futuro, por una sencilla
pero profunda razón: el Dios de Israel tiene el poder para hacer cumplir Su
palabra en la historia de humanidad.
La eternidad
105
Repaso Formativo
1. Haga una corta lista de profetas y reyes que fueron usados por Dios
para encausar la historia de Su pueblo.
106
LECTURA
Tomada de: CATE, Robert L. Teología del Antiguo Testamento. EUA: Casa
Bautista de Publicaciones. 1989 p. 31-35; 40 - 41; 188 -189
LA REVELACIÓN EN LA HISTORIA
107
pecaminosos de la nación. Otros pueblos de antaño nunca se hubieran
atrevido a registrar tal historia.
Esto obedece aparentemente a que ningún otro pueblo llegó jamás a la idea
de la historia como un camino significativo para lograr una meta. La causa
subyacente para esto no fue tanto que Israel tuviera una comprensión tan
diferente de la historia, sino que tuvo una conciencia diferente de Dios. El
Señor se habla dado a conocer a Israel en eventos históricos. El era
conocido por lo que hacía. Dios tenía un propósito soberano que no podía
ser frustrado.
Así, pareciera que Israel nunca registró la historia simplemente como una
serie de eventos que habían acontecido. Más bien, los hebreos registraban la
historia por lo que significaban los eventos en sí. Esto tiene que captarse
claramente si hemos de entender el Antiguo Testamento.
Así, para Israel, la historia era importante por lo que Dios había hecho. Para
ellos, la importancia de un evento estribaba siempre en su significado. Su
pregunta básica no era; ¿Qué pasó?, sino más bien “¿Qué estaba haciendo
108
Dios?”. Si leemos el Antiguo Testamento sólo para descubrir que fue lo que
pasó, habremos perdido totalmente el enfoque.
109
Digresión: Tiempo y Eternidad
110
siembra temprana”, “la cosecha del lirio” y otros por el estilo. Así que el
tiempo era importante por lo que ocurría e él, no por el mero correr de los
días.
Tal vez la característica más llamativa de la idea hebrea del tiempo es que
no tenían ningún concepto de una eternidad intemporal. La idea de la
eternidad como algo “carente de tiempo” es una idea desarrollada por el
Nuevo Testamento. Parece que los israelitas nunca pensaron en la
eternidad de este modo. La palabra básica que traducimos como
“eternidad” en el Antiguo Testamento significa realmente “lo desconocido
tenue”. Se refiere a lo oculto del futuro lejano o del pasado remoto más
que a su carácter de intemporalidad. Así, cuando Isaías miraba hacia
adelante y contemplaba el reino mesiánico, dijo:
111
En estas expresiones están las raíces desde las cuales el Nuevo
Testamento desarrolló su concepto de la eternidad. Si a Dios se le podía
confiar el cuidado de su pueblo dentro del tiempo, también se le podía
confiar ese cuidado más allá del tiempo. No es que los hebreos no
creían esto, sino que a ellos no se les ocurrió pensarlo. Su preocupación
estribaba en lo que Dios hacía en el tiempo. Dejaban lo demás con él.
Puede que esto nos sirva de advertencia para que no lleguemos a ser de
otro mundo que nos olvidemos de este. Fue precisamente esta tendencia
que Pablo combatía en sus cartas a la iglesia en Tesalónica. Algunos de
los creyentes en esa ciudad estaban tan ansiosos por el retorno de Cristo
que se congregaban sólo para esperarlo. A ellos, lisa y llanamente Pablo
dijo: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Ts. 3: 10), Puede
ser muy trillado, pero no deja de ser cierto, que es posible estar tan
preocupado con el cielo que uno deja de tener valor para este mundo. El
Antiguo Testamento conservaba su énfasis sobre lo que Dios hacía en el
tiempo, en los eventos cotidianos en donde Dios se daba cita con ellos.
Era dentro de estos eventos donde podían y debían aprender acerca de
Dios.
112
como el justo castigo de Dios por causa de su propia apostasía pecaminosa.
Otros pueblos ignoraban los fracasos de su héroes o enaltecían a sus
hombres grandes como estando por encima de los códigos morales. Israel,
vez tras vez, describía a sus héroes en términos muy humanos, mostrando
así tanto sus pecados trágicos como el perdón por la gracia de Dios. A fin de
cuentas, otros pueblos daban por sentado que si sus naciones sufrían
derrotas, sus propios dioses habían sido también derrotados. Únicamente
Israel desarrolló una teología del exilio, en la que señalaba su propia derrota
como una evidencia adicional de la soberanía de Dios sobre todas las
naciones. El Dios de Israel podía usar a Asiria y a Babilonia como sus
instrumentos sin que esos pueblos lo conocieran.
113
un propósito redentor. Cuando Amós contemplaba los eventos catastróficos
de su día, se destacaban dos verdades. Primera, las calamidades
naturales e históricas eran evidencia del juicio de Dios sobre el pecado de
Israel. Pero hay un refrán fijo que indica la segunda verdad. Cuatro veces
Amós señaló a los eventos contemporáneos y cada vez terminaba con el
refrán: “Mas no os volvisteis a mí” (Am. 4:6, 8, 10, 11). Era evidente que el
propósito de Dios en esos juicios no era simplemente castigar sino redimir.
Los actos divinos tenían la mira de que Israel volviera a Dios.
114
El énfasis principal en el concepto veterotestamentario de la soberanía de
Dios sobre la historia tenía que ver con su soberanía sobre Israel. En muy
común en el antiguo Cercano Oriente que la gente creyera que su dios era
rey o “señor”, o que su dios principal jugaba este papel si es que adoraban a
más de uno. No hay quien dude que Israel tenía este concepto en común con
sus vecinos. La idea de que Dios era rey entró en su historia nacional
muy temprano. No hay manera de saber con precisión en dónde apareció
primero. Cuando el pueblo pedía un rey a Samuel, se consideraba como un
rechazo de Dios como rey (1 S. 8:4-9). Es más, como hemos visto, la misma
clase del pacto de Dios con Israel era una declaración de su majestad sobre
ellos.
115
Repaso Formativo
116
UNIDAD 4 LA ADORACIÓN
VETEROTESTAMENTARIA
CONTENIDO DE LA UNIDAD
OBJETIVOS
EJES PROBLEMÁTICOS
117
INTRODUCCIÓN
Pero, hay algo especial que no podemos pasar por alto. Aunque existen las
barreras que nos separan al considerar la adoración en Israel, debemos
aceptar que nuestra adoración hoy es un legado directo del pueblo de Israel.
No solo nuestra salvación tiene que ver con ellos, sino también nuestra
adoración nace en la relación con Dios del antiguo hebreo y nos proyecta los
fundamentos para nuestra adoración presente. De allí la necesidad de
El término que usa para referirse a “inclinarse” es dd;q' (Qadad) que sólo da
la idea en español de “inclinar el rostro en deferencia”, sobre todo ante una
persona de mayor dignidad o de autoridad superior, pero no incluye ninguna
actitud de adoración.
119
corazón reconocía la dignidad y superioridad de esa persona. La posición de
su cuerpo (la forma) expresaba el sentimiento (el fondo o significado) de su
corazón.
El gran pecado en el que cayó Israel fue el de celebrar un rito sin sentido, sin
significado. Es decir, cayó en el error de inclinar su cuerpo pero sin respeto ni
reconocimiento en su corazón. El antiguo hebreo llegó a creer que lo
importante era inclinar y sin importar la condición del corazón ni la actitud
hacia Dios.
Uno de los textos que mejor nos ilustra lo explicado es Malaquías en 1:6-8
(RVC) que dice:
»El hijo honra al padre, y el siervo respeta a su señor. Pues, si soy padre,
¿dónde está la honra que merezco? Y si soy señor, ¿dónde está el respeto
que se me debe? »Yo, el Señor de los ejércitos, les hablo a ustedes, los
sacerdotes, que menosprecian mi nombre, y que incluso dicen: “¿Y cómo
puedes decir que menospreciamos tu nombre?” ¡Pues porque ofrecen pan
impuro sobre mi altar! Y aun añaden: “¿En qué te hemos deshonrado?”
¡Pues en que piensan que mi mesa es despreciable! ¿Acaso no está mal que
me ofrezcan en sacrificio animales ciegos? ¿O que me ofrezcan animales
cojos, o enfermos? ¡Presenten esos animales a sus gobernantes! Yo, el
Señor de los ejércitos, les digo: ¿Acaso piensan que ellos los aceptarán, y
que quedarán complacido con ustedes?»
120
actitud ante esa persona que vaya de acuerdo con su naturaleza, carácter y
voluntad).
El texto de oro del profeta Miqueas nos deja ver esta verdad:
121
diez mil ríos de aceite? ¿Debo darle mi primogénito a cambio de mi rebelión?
¿Le daré el fruto de mis entrañas por los pecados que he cometido?»
¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera
de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y
humillarte ante tu Dios. (Miqueas 6:6-8 RVC)
122
Repaso Formativo
1. Redacte una frase donde exprese la naturaleza de la adoración
veterotestamentaria.
2. ¿Qué orientación cree usted que deja la naturaleza de la adoración
veterotestamentaria a la iglesia de hoy? Escriba un párrafo de 10
líneas.
123
2. El significado de la adoración veterotestamentaria.
Tenemos que incluir los Salmos y a los Profetas para que el cuadro sea
completo. Los Salmos nos dejan ver la música, las emociones y lo que
albergaba el corazón de Israel que lo hacía adorar a Dios. A través de los
Salmos Israel dejaba ver los compromisos internos que tenía con Dios.
Expresaba externamente lo que llevaba por dentro, aquello a lo que le daba
más importancia. Así la adoración en Israel era primordialmente la expresión
del amor del pueblo por Dios.
124
la danza, es decir, el movimiento del cuerpo al ritmo de la música. La
conexión del contenido con el corazón y las emociones daba como resultado
la alegría y el gozo que provocaban el baile. Al lado de la instrumentación,
las voces y las palmas, se sumaba la danza como una sola expresión física
en conjunto que caracterizaba la adoración musical de Israel.
“Cuando David se enteró de que por causa del arca el Señor había
bendecido a Obed Edom y a toda su familia, lleno de alegría llevó el arca a la
ciudad de David. penas habían dado seis pasos los que llevaban el arca
cuando David ofreció en sacrificio un buey y un carnero engordado. Ataviado
con un efod de lino, David danzaba con todas sus fuerzas delante del Señor.
Lo mismo hacía todo el pueblo de Israel que acompañaba el arca del Señor.
Todo era júbilo y sonido de trompetas.”
Desde la celebración del paso por el Mar Rojo, al ritmo del pandero y el
cántico de Moisés y María (Éxodo 15), el Antiguo Testamento está lleno de
experiencias de adoración en gozo, alegría y algarabía que incluía sin falta la
danza. Los salmos invitan a la alegría y la danza:
125
Con la danza los profetas testimoniaban de la alegría y el gozo por la victoria
o la obra de Dios; y con la ausencia de la danza testimoniaban el dolor, el
luto y el sufrimiento.
126
experimentaban al contar con el Señor como su Dios. Si se encontraban en
medio de la aflicción, su gozo se dejaba ver en esperanza, porque sabían
que el Señor actuaría en su favor.
El gozo por la obra del Señor en la vida del pueblo, lo expresa David en el
salmo 103, de quien el cantautor dominicano y hermano en la fe Juan Luis
Guerra compuso un son25. El salmo, en sus primeros cinco versículos dice:
Característica # 2: LA ALABANZA
25 http://www.youtube.com/watch?v=kmvXCyojXjM
127
Los salmos invitan a alabar a Dios considerando lo que Él es y lo que ha
hecho. Una de las expresiones salmódicas de alabanza más famosa por sus
repeticiones es:
~ .
(jasdó) (leolam) (ki) (Ki-tob) (layjváh) (Jodú)
(su misericordia) (para siempre) (porque es bueno) (a Yahvéh) (Alaben)
128
Es de notar también que la acción de gracias y la petición eran sin cesar
consideradas juntas en la adoración de Israel. Conforme pedían, no se
olvidaban de agradecer cuando la respuesta llegaba. La provisión, el
sustento, el cuidado, la victoria en la guerra y la presencia de Dios en el
pueblo, eran temas y circunstancias que incitaban a la adoración en acción
de gracias.
Característica # 4: EL LAMENTO
129
como la vida traía momentos alegres, de triunfos y victorias, también traía
sus momentos de aflicción y sufrimiento. Y si se adoraba a Dios en todas las
circunstancias de bienestar, pues también habían que hacerlo en medio de
las adversidades.
Cuando el escritor sagrado dice que Job “adoró” usa el término hx'v'(Shagá)
explicado arriba. Concuerda de manera perfecta lo que describe el término y
su significado con la actitud que asumió Job ante la mala noticia de la
calamidad que había sobrevenido a su vida. Sin duda es un muy buen
ejemplo de la adoración en medio de la aflicción y el dolor.
130
sufrimiento tiene esperanza en la actuación de Dios a su favor.
131
http://www.youtube.com/watch?v=WaOvfpHhrWg&feature=related donde la
melodía en tonalidad menor, con su riqueza en cuerdas, vientos y teclados, y
por supuesto las voces, y con su contenido basado en el salmo 17 nos deja
sentir la tristeza y la necesidad del pueblo por una intervención de Dios.
Precisamente la RVC titula el salmo como una “Plegaria que pide la
protección de Dios.”
Señor, ¡escúchame!
¡Atiende mi clamor de justicia!
¡Presta oído a mi oración,
pues no brota de labios mentirosos! (Salmo 17:1)
Característica # 5: ENSEÑANZA
Pero vamos que no solo era la enseñanza a este nivel, también se buscaba
enseñar sabiduría. Enseñar el buen vivir, el vivir de acuerdo con la voluntad
del Creador. El salmo 1, por ejemplo está dentro de la categoría de los
salmos didácticos que enseñan sabiduría.
132
Aparte de la sabiduría, también se enfocaban en la enseñanza por la
valoración, admiración y obediencia a la Palabra y la Ley de Dios. El salmo
119 es un claro ejemplo de esta verdad.
Característica # 6: IMPRECACIÓN
133
Repaso Formativo
134
3. Formas de adoración en el Antiguo Testamento.
LECTURA # 1
Tomada de: CATE, Robert L. Teología del Antiguo Testamento. EUA: Casa
Bautista de Publicaciones. 1989 p. 229-235
EL SISTEMA DE SACRIFICIOS
135
La cuarta razón, y la menos importante, es que el sistema de sacrificios era
la celebración israelita de la religión y la vida ante la presencia del autor de
toda vida. Esto es cierto aunque el mecanismo completo del sacrificio
perezca bastante espantoso para la mayoría de las personas
contemporáneas.
Segunda, los sacrificios también eran considerados por los antiguos como
dádivas a la deidad. Es muy obvio que esta idea cavaba profundamente en el
corazón del Antiguo Testamento.
136
Tercera, se creía que los sacrificios ocasionaban la comunión entre el
adorador y su dios. Muchos sacrificios requerían que el adorador comiese
alimentos ante el altar o en el templo. En el mundo antiguo, las personas que
comían juntas o por lo menos compartían la sal en una comida se
consideraban como unidas por los lazos de hermandad. La historia antigua
de Alí Babá verifica esta idea. Cuando la sierva se fijó que el capitán de los
ladrones no comía sal, ella de inmediato comenzó a sospechar. Para los
hebreos, el comer en la casa de Dios efectuaba una relación especial de paz
entre ellos y Dios. Puede que esto también tenga una relación con el
significado de la cena del Señor tal y como se enseña en el Nuevo
Testamento.
La cuarta raíz del sacrificio antiguo se halla en la idea de una vida liberada.
Ya que toda la vida era dádiva de Dios, el primogénito era especialmente de
Dios, lo cual indicaba que la raza o la familia continuaban. La vida se liberaba
de una víctima escogida para devolver a Dios, la que era especialmente
suya. El sacrificio no era el ofrecer un cadáver muerto a Dios tanto como el
ofrecerle la vida que estaba presente en la sangre. Este concepto de la vida
liberada puede haber tenido un gran impacto sobre la comprensión
neotestamentaria del sacrificio de Jesús.
Aunque varios intérpretes han buscado demostrar que una o más de estas
ideas era la raíz original del sistema de sacrificios del Antiguo Testamento,
parece que ninguna idea sola es realmente adecuada para explicar el
sistema completo. Más bien, probablemente se acerque más a la verdad el
sugerir que todas estas, salvo la idea de alimentar a Dios, jugaron un papel
en el origen y el desarrollo del sistema.
137
cualquier estudio de los sacrificios israelitas al compararlos con los rituales
de sus vecinos. Primera, las formas del sacrificio eran muy similares y a
menudo idénticas. Eso ha de esperarse, porque Israel tuvo que empezar en
donde estaba. En cambio, la fe de pacto israelita daba un significado
marcadamente diferente a los rituales. Es claro, en base a documentos
antiguos tanto como los problemas encarados por los profetas con el proceso
de paganización de la adoración israelita, que los sistemas eran muy
similares. La asimilación de la adoración a los baales de Canaán a la
adoración del Dios de Israel nunca presentó un problema en lo que le refiere
al ritual, porque se hizo muy fácilmente. El problema de Israel era que
confundía el significado detrás de los rituales. Pero, son los mismos rituales
los que nos llaman ahora la atención. Se podría dar mucho espacio a un
análisis pormenorizado de todos los sacrificios de Israel. Para esta clase de
estudio sería mejor consultar un comentario detallado sobre Levítico. Para
nuestros propósitos, veremos cinco categorías principales o clases de
sacrificio.
138
Es más, se creía que esta comida traía paz entre el adorador y Dios. Como
tal, también incluía las ofrendas por el pecado y la culpa. La ofrenda llegó a
llamarse, sencillamente, una ofrenda de paz. Los que participaban en esta
comida llegaban a ser amigos por el mero hecho de participar. La comida
establecía una comunión tal que se consideraba a todos los participantes
como miembros de una familia. La Pascua fue el ejemplo supremo de esto,
restaurando así la relación que se había sellado entre Dios e Israel en Egipto
tanto como en Sinaí.
Esta clase de sacrificio reforzaba y fortalecía los lazos familiares que unían a
Israel. También probablemente sirvió de base para figuras proféticas
posteriores que describían a Israel como el hijo o la esposa de Dios. Sobre
todo, seguramente ponía la base para la idea de relaciones pacíficas entre
Dios e Israel. La relación ideal que anhelaba Israel tanto como Dios era la
paz entre ellos.
139
Esta relación especial entre el primogénito y Dios agregaba un significado
particular a la declaración divina de que Israel era su primogénito. También
justificaba la muerte de los primogénitos egipcios. Ya que Egipto no daba
libertad al primogénito de Dios, ellos tendrían que perder los suyos.
140
Sin embargo, aunque los holocaustos no se exigían sino que se daban
libremente, se regulaban cuidadosamente. Si el adorador iba a presentar una
dádiva a Dios, tenía que hacerse según las exigencias de Dios. De modo que
Israel fue condenado por dar a Dios lo deforme.
"Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo
cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? ... y trajisteis lo hurtado, o
cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra
mano? dice Jehová" (Mal. 1:8, 13).
Se esperaba que una dádiva a Dios fuera lo mejor que tuviera el adorar con
tal de honrar a Dios. Cualquier cosa menos que lo mejor era una afrenta y un
insulto. Aún lo es.
141
El desarrollo principal neotestamentario de este ritual se halla en Hebreos
9:6-28. Allí, al Cristo se le caracteriza como el sumo sacerdote y la víctima
sacrificada, ambas cosas. Es más, aunque no se declara abiertamente allí,
se implica que a Cristo también había que comprenderlo como la víctima que
llevaba nuestros pecados al desierto.
Sea eso como fuere, para Israel este día era el punto culminante en su ritual
respecto a la limpieza del pecado. Estaban bien seguros que ningún hombre
o ninguna nación podían servir a Dios mientras viviera con pecados no
perdonados. Esto aún es cierto.
Sacrificios privados
Cada uno de estos halló su lugar dentro del ritual más tardío de Israel. La
ofrenda de libre voluntad era tal vez la más común. No tan solo la codificó la
ley, sino que los profetas continuamente aludían a ella. Parece que
142
generalmente se ofrecía a Dios como un gesto de agradecimiento por alguna
bendición recibida.
"E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este
viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si
volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que
he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el
diezmo apartaré para ti" (Gn. 28:20-22).
Aunque la ofrenda de voto nunca fue obligatoria, una vez hecho el voto, la
ofrenda se convertía en obligatoria.
143
Repaso Formativo
1. Haga una lista con los cinco puntos que discriminan el sistema
sacrificial de Israel en el Antiguo Testamento.
2. Defina en sus propias palabras tres de los cinco puntos discriminados
anteriormente.
3. Si usted tuviera la oportunidad de celebrar uno de los sacrificios, ¿cuál
celebraría y por qué?
144
4. Enseñanzas del sistema sacrificial del Antiguo Testamento.
Es posible tener y mantener una relación con Dios porque esta adoración
permite la restauración de esa relación y el cultivar una comunión constante
y perenne con el Creador. El sistema de sacrificios precisamente libraba al
oferente del pecado y la culpa, de manera que se quitaba el obstáculo que
interfería entre él y Dios. El pecado era superado por las ofrendas y los
sacrificios de perdón. El propósito principal era buscar la posibilidad de que
el adorador pudiera gozar de la presencia y compañía del Dios
Todopoderoso sin el peso de la culpa por el pecado que le agobiara.
El punto era que el adorador pudiera gozar del rescate de parte de Dios. Su
pecado lo alejaba del Señor pero Él lo acercaba “cubriendo” su pecado y
rescatándolo así de su culpa. El oferente solo tenía que venir con la actitud
correcta y el sacrificio correcto para contar con la misericordia del Señor al
liberarlo. El adorador estaba convencido de su pecado y de la imposibilidad
de librarse a sí mismo. De manera que la necesidad de la intervención de
Dios era indiscutible. El fin no era simplemente librarlo, sino que se volviera a
gozar de la comunión, de la presencia del Señor.
145
Enseñanza # 3: OBEDIENCIA
Enseñanza # 4: ARREPENTIMIENTO
146
La expresión del arrepentimiento era la confesión. El pueblo debía confesar,
reconocer su pecado. El Levítico 16:20-22 está descrito el papel del
sacerdote en la confesión como parte inherente al proceso de sacrifico y
remisión, con lo cual el oferente debía estar de acuerdo y en un solo espíritu.
Enseñanza # 5: SOBERBIA
147
»”Una misma ley tendrán ustedes para el que cometa algún pecado no
intencional, lo mismo si se trata de un israelita por nacimiento que de algún
extranjero que habite entre ustedes. Pero si alguien incurre en algún acto de
soberbia, y me ofende, esa persona será eliminada de en medio de su
pueblo, lo mismo si es israelita por nacimiento que si es extranjero, por haber
tenido en poco mi palabra y por haber menospreciado mi mandamiento. Esa
persona será eliminada por completo, y sobre ella recaerá su iniquidad.”»
148
Repaso Formativo
149
UNIDAD 5 LOS SIERVOS DE DIOS
CONTENIDO DE LA UNIDAD
OBJETIVOS
EJES PROBLEMÁTICOS
¿Quiénes fueron estas personas de las cuales Dios se valió para realizar Su
obra en Israel y alrededores? ¿Cómo fue ese ministerio que desarrollaron
estos siervos del Señor? ¿Nos dejan sus ministerios algunas enseñanzas
para potenciar los ministerios que el Señor nos ha dejado en nuestro
presente?
150
INTRODUCCIÓN
De manera que aquí debemos resaltar que el ser humano se proyecta con
dos relaciones muy importantes. En primer lugar su relación con Dios. Para
realizar esa obra divina en equipo con el Creador, se espera que cultive esa
intimidad, esa cercanía indispensable con el Señor. Él es quien le ha
llamado, de modo que de Él vienen las instrucciones, los mensajes, las
actividades a presentar y realizar. Es imprescindible la relación del hombre
llamado con Dios, pues debe conocer esa tarea, esa instrucción. Pero no
solo es por conocer lo que debe hacer y cómo lo debe hacer, sino además
porque la naturaleza del ser humano anhela la relación con su Creador. Para
una realización total de vida, el ser humano debe relacionarse cercanamente
con su Creador.
151
que es también indispensable una muy cercana relación del siervo de Dios
con el hombre, quien es objeto de la misión y la obra del Señor.
152
1. LOS PATRIARCAS
(Abot) “Padres”
153
1.1. ABRAHAM
154
valor de lo que dejaba atrás, sin importar el gran vacío por la falta de detalles
y sin importar los riesgos que asumía en una tierra nueva y desconocida.
155
Abrán también mostró sus debilidades. Así nos lo deja ver el escritor
sagrado, por ejemplo en el caso relatado en el mismo Génesis 12:10-20,
capítulo donde leemos de su llamado, también leemos de su experiencia en
Egipto cuando ocultó su relación con su esposa por temor a la acción de los
egipcios. A esto se le suma el hecho relatado en Génesis 16 donde sigue la
propuesta de su esposa de tener un hijo con Agar, la sierva egipcia, a
esperar que el Señor cumpliera la promesa en ellos de que les naciera un
hijo de Sara su esposa.
1.2. ISAAC
156
Isaac es el patriarca “Sándwich” ya que se encuentra entre dos grandes
(Abraham su padre y Jacob su segundo hijo), sin que él como siervo de Dios,
prometido de Dios y siendo la garantía del cumplimiento de la gran promesa
echa a Abraham, realizara un papel sobresaliente. Al parecer lo importante
no era lo que iba a “hacer” sino lo que “era” en sí mismo. Él era la promesa
echa realidad. Él era la garantía del cumplimiento de la promesa a toda la
humanidad. Las generaciones que vendrían después de él darían vida y
terreno fértil al plan de Dios. La bendición a todas las familias de la tierra
sería realidad gracias a la prole que saldrían de sus entrañas.
Quiero plasmar aquí el comentario que recrea Cate30 acerca de Isaac. El dice
que el patriarca era callado, retraído, e hizo un impacto mucho menor sobre
la memoria de Israel que su padre o su hijo. Para poder comprenderlo,
debemos considerar el sacrificio que casi acaba con su vida en Moriáh
(Génesis 22:1-14). Mientras acompañaba a su padre, seguramente se daba
cuenta de que estaba a punto de ser sacrificado. Cuando Dios lo liberó, la
experiencia tuvo que haber hecho un profundo impacto en él y en su relación
con Dios. Parece que desarrolló una vida sosegada e introspectiva con un
profundo sentido de devoción al Dios que le había salvado. Al registrar
posteriormente el escritor de Génesis: “Y había salido Isaac a meditar al
campo…” (Génesi 24:63a), se dijo de tal modo que indicaba que ésta era
una característica constante de su vida. Empero, nuevamente, Isaac era
humano y con debilidad humana. Pero también era un hombre de reverencia
callada que supo dejar la fe de su padre como herencia. Aunque parece que
ambos hijos ignoraron la fe de su padre durante la juventud, no obstante
esto, su fe hizo un gran impacto sobre ellos en los años posteriores.
157
como una herencia, una marca indeleble que garantizaría la conformación de
un pueblo alrededor de un solo Dios. Esa herencia y esa marca de fe de
Isaac en el corazón de Jacob ha trascendido hasta hoy. Qué desafío tan
tenaz no deja Isaac como padres que, en su silencio, en su meditación y en
su vida solaz con el Señor imprimió la fe del Creador en el corazón de su
hijo, la cual trascendería hasta la eternidad.
Por lo que sembró Isaac en el corazón de Jacob, éste último tuvo los lomos
para consolidar a Israel como pueblo en la fe del Señor y que trascendiera
hasta hoy.
1.3. JACOB
158
Fue entonces a consultar al Señor; y el Señor le respondió:
«En tu seno hay dos naciones.
Dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;
un pueblo será más fuerte que el otro,
y el mayor servirá al menor.»
Cuando se cumplieron sus días para que diera a luz, resultó que en su
vientre había gemelos. El primero en salir era rubio y todo velludo; y le
pusieron por nombre Esaú. Después salió su hermano, con la mano aferrada
al talón de Esaú; y le pusieron por nombre Jacob. Isaac tenía sesenta años
de edad cuando ella los dio a luz.”
laer'f.yI (Yishra`el) “El que lucha con Dios”, “Dios lucha”, lo que nos
159
El cambio de nombre implicaba directamente autoridad sobre Jacob y la
transformación de su vida. Los mismo hizo el Señor con Pedro, su discípulo.
Por esa razón en el texto del encuentro de Dios con Jacob, éste le pregunta
el nombre a Dios y no encuentra respuesta, ya que este procedimiento
también implicaba un grado alto de confianza y/o autoridad sobre la persona
cuestionada.
31 Una corta alocución del primer ministro israelí Benjamin Netanyaju del año 2010 nos deja
un sabor moderno de el cumplimiento de esta profecía en en siguiente sitio web:
http://www.youtube.com/watch?v=X-C_-R61IiE
160
El hecho de que Jacob “negociara” la primogenitura a su hermano Esaú y
que más tarde se arriesgara a robar su bendición, indica que para Jacob la
familia, el nombre de la familia y la trascendencia familiar era de suprema
importancia. Jacob haría lo que fuera por mantener y hacer trascender su
familia. Los lomos de Jacob podían cargar la responsabilidad de fundamentar
la conformación de un pueblo con base en las familias unidas.
Los patriarcas como siervos de Dios, nos dejan la enseñanza que el Señor
usa a los hombres para cumplir sus planes y su obra en la tierra, a pesar de
los defectos, debilidades y desaciertos que tengan en su haber. La obra de
Dios, sus planes y propósitos, su intervención están muy por encima y más
allá de la naturaleza defectuosa de sus siervos humanos. Los patriarcas no
era perfectos, pero tenían un corazón dispuesto a caminar en línea directa
con la voluntad del Creador. Le temían, lo respetaban y aunque se
equivocaban, ellos conocían al Dios que los había llamado y los estaba
usando, conocían el camino y también la meta de la misión encomendada.
161
2. LOS JUECES
“Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les
despojaban;…”
“Entonces el Señor suscitó caudillos para que los libraran de aquellos que los
despojaban.”
162
2.1. DÉBORA
“En aquel tiempo gobernaba a Israel una profetisa llamada Débora, que era
mujer de Lapidot.”
El texto sagrado inicia afirmando que Débora era mujer profetiza ha'ybin>
(Nebi`ah) esposa de Lapidot (que significa “Antoncha”), la cual juzgaba a
de Dios en los que nos detendremos serán los profetas. De manera que aquí
nos enfocaremos en la función de Débora como “juez” y no como “profetiza”.
163
cuatro de Jueces contiene el relato y en el capítulo cinco se aprecia el
cántico de victoria de Débora y Barc.
2.2. GEDEON
164
probarle con el vellón de lana que salvaría a Israel por medio de él. Lo guía
en la escogencia y depuración del ejército. Y, finalmente, le concede la
victoria en la batalla contra los madianitas y contra los príncipes de Madián.
Con el oro de los adornos de los reyes de Madián hizo un efod. Los Israelitas
se corrompieron y le rindieron culto a ese efod. El final de la era de Gedeón
tiene un tono triste:
Pero no debemos olvidar que la obra del Señor requiere siervos dispuestos y
disponibles. Dios nos lleva a ese estado cuando nos llama. De hecho, los
llamados son diferentes, las circunstancias son diferentes y las respuestas
también. El proceso con Gedeón fue único en el texto sagrado y en la historia
del pueblo. Los procesos de llamado son diferentes unos de otros. Y con
165
todo esto, la obra la lleva a cabo el Señor, tanto en nuestros corazones,
como a través nuestro como ejecutores de Su obra.
Gedeón nos enseña que el llamado como siervos del Señor nos transforma,
nos hace diferentes, nos equipa. Porque la obra de Dios no es solamente lo
que hacemos, Su obra es en primer lugar en nuestro interior. Esa es la
primera batalla que enfrentamos y debemos ganar.
2.3. SANSON
“Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y
Jehová lo bendijo.” (Jueces 13:24 RVR1960)
“Y juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años.” (Jueces 15:20
RVR1960)
166
filisteo muriendo con ellos bajo los escombros. Juzgó a Israel por veinte
años.
Los siervos de Dios pueden llegar a usar los dones que el Señor les ha dado
para su propia gloria o satisfacción. Tal actuación es un error que lleva a un
mal final. Pero aún así, el Seños se glorifica cumpliendo los propósitos
divinos en todas las circunstancias. Esto muestra la soberanía de Dios aún
por encima de los errores de sus siervos.
167
2.4. SAMUEL
El voto de Ana de traer el niño al templo una vez destetado a los tres años,
es una carga fuerte de emoción y sentimiento en el texto. El solo relato
muestra el valor de la palabra, el compromiso y el carácter de Ana como
mujer piadosa.
“Y Ana se quedó y crió a su hijo hasta que lo destetó. Después, lo llevó con
ella a la casa del Señor en Silo, y además llevó tres becerros, veinte litros de
harina y una vasija de vino. El niño aún era muy pequeño. En cuanto
mataron el becerro, el niño fue llevado a Elí. Y ella le dijo:
«Señor mío, ¡que tengas una larga vida! Yo soy aquella mujer que estuvo
aquí, junto a ti, orando al Señor. Oraba por este niño, y el Señor me lo
concedió. He venido porque prometí dedicarlo al Señor para toda la vida.
168
¡Para siempre será del Señor!» Y allí adoró al Señor.” (1 Samuel 1:23-28)
“Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. Y todos los años iba y
daba vuelta a Bet-el, a Gilgal y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos
lugares. Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a
Israel; y edificó allí un altar a Jehová.” (1 Samuel 7:15-17 RVR1960)
“Cuando Samuel envejeció, nombró como caudillos a sus hijos para que
guiaran al pueblo de Israel. Su primogénito se llamaba Joel, y su segundo
hijo se llamaba Abías. Los dos eran caudillos en Berseba, pero no siguieron
el ejemplo de su padre sino que se dejaron llevar por la avaricia, pues
aceptaban sobornos y corrompieron la impartición de justicia.” (1 Samuel 8:1-
3 RVC)
169
El texto sagrado es claro al testimoniar el fracaso de Samuel con sus hijos.
Se corrompieron en el ejercicio de la autoridad como jueces de Israel
encomendados por su padre. Este traspiés de Samuel, motiva a los ancianos
del pueblo a pedir rey, como lo tenían las naciones vecinas. Y así se da inicio
a una singular época en Israel: la monarquía.
Buen siervo de Dios fue Samuel, pero descuidó el paso del testimonio a sus
hijos. Hay misiones que el Señor encomienda a sus siervos como imposibles,
sabiendo que Él mismo intervendrá para hacer realidad esa misión. Pero en
medio de la misión, el siervo de Dios tiene tareas y funciones personales e
intransferibles que debe cumplir y no descuidar. La familia.
170
3. LOS PROFETAS
(Amós 3:7).
“Lo cierto es que nada hace el Señor
sin antes revelarlo a sus siervos los
profetas.”
Mediadores de la Palabra.
171
intimidad del profeta con el Señor. Ya que allí en la intimidad del
compañerismo y la comunión con sus siervos los profetas, el Señor les
revelaba sus planes y mensajes. Si el profeta se había hecho profeta por sí
mismo, con una motivación personal, muy diferente a la de agradar al Señor
obedeciéndole y proclamando Su mensaje, llegaría el momento en que
quedaría en evidencia que era un profeta falso.
Esto no quiere decir que nada les pasaba. Fueron perseguidos, exiliados,
asesinados, rechazados y mas. Pero nada de esto les detenía. En ningún
momento profirieron palabras de desprecio o descrédito para con Dios fruto
de su sufrimiento. Al contrario, más se entregaban a su labor como siervos
del Altísimo.
172
El compromiso del “siervo”, finalmente, incluía el amor a Dios, claro, pero
también el amor por el pueblo. El profeta como siervo de Dios sufría por el
pecado del pueblo. Lamentaba su futuro en el camino de la desobediencia.
Sabía que el día del Señor sería de juicio, lamento y lloro. Y esto, porque el
pueblo creía que se podía amar a Dios y ser injusto con el prójimo. Creían
que Dios estaba interesado solo en el ritual, en la ceremonia y en las
ofrendas, mas no en su vida cotidiana de relaciones humanas y divinas. El
profeta como siervo de Dios sufría en su corazón el pecado del pueblo pues
esto lo alejaba del Señor y nada bueno le esperaba entonces.
4. LOS SACERDOTES
173
Nótese que el término td;ybi[] (abidat) contiene la raíz verbal db[ (abad)
Pero hay que considerar que así como hubo profetas falsos, también
existieron los sacerdotes corruptos. Sacerdotes que estando en la familia de
siervos por voluntad del Señor, no entendían el verdadero sentido de la
adoración. No entendían que era más que una ceremonia, era más que un
ritual. Era cultivar y engrandecer la relación con Dios, Su cercanía y
misericordia con el pueblo, era agradarlo a Él, adorarle. Por eso Malaquías
en 1:6-8 RVC escribe:
»Yo, el Señor de los ejércitos, les hablo a ustedes, los sacerdotes, que
menosprecian mi nombre, y que incluso dicen: “¿Y cómo puedes decir que
menospreciamos tu nombre?” ¡Pues porque ofrecen pan impuro sobre mi
altar! Y aun añaden: “¿En qué te hemos deshonrado?” ¡Pues en que piensan
que mi mesa es despreciable! ¿Acaso no está mal que me ofrezcan en
174
sacrificio animales ciegos? ¿O que me ofrezcan animales cojos, o enfermos?
¡Presenten esos animales a sus gobernantes! Yo, el Señor de los ejércitos,
les digo: ¿Acaso piensan que ellos los aceptarán, y que quedarán
complacido con ustedes?»
5. LOS REYES
“Ahora pues, Jehová, Dios mío, tú me has hecho rey a mí, tu siervo, en lugar
de David, mi padre.” (1 Reyes 3:7 RVR1995)
siervo”
175
Esta frase es parte de la oración del rey Salomón cuando al asumir el trono
pide a Dios sabiduría para su ejercicio monárquico en Israel. Acepta
Salomón que es Dios quien lo ha hecho rey y se reconoce como siervo del
Señor. Sus méritos no lo han llevado allí y su función no apunta a
autosatisfacerse sino a servir y agradar a Dios sirviendo al pueblo.
Dios es un Dios justo y esperaba que en su pueblo las relaciones entre los
hermanos estuvieran regidas por esta justicia. Desde el lío de Acab con la
viña de Nabot, hasta los desmanes, arbitrariedades, desalojos, robos y
abusos hacia los pobres en Israel durante el reinado de Jeroboam II, que
denunciaron precisamente Amós, Oseas y Miqueas.
Era indiscutible, el rey estaba puesto por Dios, como siervo suyo, para servir.
El rey no estaba, entonces, por fuera de la Ley; debía obedecerla. Su
176
sometimiento a la Ley de Dios en obediencia era la garantía de que el pueblo
disfrutaría de un ejercicio monárquico caracterizado por la justicia divina.
Obedecer la Ley del Señor era sencillamente hacer cumplir lo establecido por
Moisés en Deuteronomio 17:14-20
177
Repaso Formativo
1. Haga una lista de los siervos de Dios sobre los cuales ha leído en esta
unidad.
2. Escriba una frase que resuma el ministerio de cada uno de esos
siervos.
3. Cuál de todos esos siervos cree usted que nos deja una enseñanza
formativa para los siervos actuales de Dios.
178
LECTURA # 1
Concluimos, pues, que los patriarcas fueron figuras históricas, una parte de
aquella migración de clanes seminómadas que trajeron una población nueva
a Palestina en las primeras centurias del segundo milenio a.C. Se trataba de
clanes como los mencionados en los Textos de Execración y en otros
lugares. Muchos de ellos se establecieron pronto allí donde pudieron
encontrar tierra y se organizaron en ciudades-Estado, conforme a un patrón
feudal. Es probable que gran parte de la aristocracia de los hicsos fuera
reclutada entre su clase patricia. Estos clanes, aunque predominantemente
semitas noroccidentales, procedían de diversos ambientes y habían llegado
a Palestina desde varias direcciones, durante cierto período de tiempo. Sin
duda, todos poseían tradiciones de migración, la mayoría de las cuales
fueron olvidadas en el transcurso del tiempo. Ya que muchos de estos
pueblos vinieron a contribuir, definitivamente, a la mezcla de sangre de
Israel, debemos hacer notar que los orígenes de Israel fueron, desde luego,
extremadamente complejos.
Sin embargo, las tradiciones de que los antepasados de Israel habían venido
de Mesopotamia no pueden ser negadas, a la luz de las pruebas. Nosotros
podemos suponer, aunque ningún texto contemporáneo los menciona, que
entre estos clanes emigrantes se desplazaban un Abraham, un Isaac y un
Jacob, jeques de clanes considerables, que recordaban sus orígenes en la
«llanura de Aram» cerca de Jarán. El núcleo del Israel posterior iba a
proceder de ellos. Pastores pacíficos, por lo general, recorrían, sin
asentarse, las áreas principalmente del sur y de la cordillera central y el
179
Négueb, en busca de pastos de estación para sus rebaños. Pero como jabirú
que eran, hambrientos de tierra, faltos de ciudadanía, podían atacar, si eran
suficientemente provocados, o si la ocasión les parecía propicia. Fuera por
gusto, o por necesidad, continuaron este modo de vida durante
generaciones, aun después de que algunos de los de su clan se habían
hecho sedentarios. Probablemente a comienzos del período hicso algunos
de ellos (p. e., José), se encaminaron a Egipto para ser después seguidos
por otros, bajo la presión de tiempos difíciles. Y al final se encontraron
esclavos del Estado.
Pero no nos podemos contentar solamente con demostrar que los patriarcas
fueron individuos históricos del segundo milenio a. C. Debemos
preguntarnos, además, cuál es su puesto en la historia de la religión, y
especialmente en la religión de Israel. Aquí estriba, en realidad, nuestro
principal interés por ellos. De no ser por esto no nos interesarían más que los
otros seminómadas innominados que recorrieron el mundo hace muchos
siglos. La Biblia, por supuesto, considera a Moisés como el fundador de la
religión de Israel, y en realidad lo fue. Pero también con Abraham comienza
la religión y la fe de Israel. Ciertamente, con él comienza la historia de la
Redención, que es el tema central de los dos testamentos de la Biblia. Ya
hemos dicho que Abraham dejó Jarán por mandato de su Dios, habiendo
recibido la promesa de una tierra y de una posteridad en el lugar que se le
mostraría (Gn.12, 1-3). Esta promesa, repetidas veces renovada (caps. 15, 5;
13-16; 18, 18 s„ etc.), y sellada por una alianza (caps. 15, 7-12; 17-21, etc.)
fue dada también a Isaac (cap. 26, 2-4, etc.) y a Jacob (caps. 28, 13-15; 35,
11 ss., etc.) y, condensada, a Moisés (Ex. 3, 6-8; 6, 2-8, etc.) y comenzó a
realizarse (aunque nunca se realizó completamente) con la donación de la
tierra prometida. Visto así, Abraham aparece romo el primer ascendiente de
la fe de Israel.
180
Pero ¿está todo esto de acuerdo con los hechos, o se trata de una
proyección al pasado de creencias posteriores, como supusieron los
especialistas de hace unos años? Aunque nunca nos sea lícito minimizar el
problema aquí encerrado, la respuesta debe ser que la religión patriarcal, tal
como está descrita en el Génesis, no es un anacronismo, sino que presenta
un fenómeno histórico32.
32Ver especialmente, A. Alt, Der Gott der Vater (BWANT, III: 12 [1929]; reimpreso, KS, I, pp.
1-78); también Albright, FSAC, pp. 236-249; W. Eichrodt, Religionsgeschichte Israel (Historia
Mundi II [Berna, Francke Verlag; Munich, Lehnen Verlag, 1953]), pp. 377-448; cf. pp. 377-
380.
181
los patriarcas era actualmente Yahvéh, Dios de Israel, a quien los patriarcas
adoraron consciente o inconscientemente. Con todo, no podemos atribuir a
los patriarcas la fe del Israel posterior. Aunque pudiera ser teológicamente
legítimo, históricamente no es exacto afirmar que el Dios de los patriarcas fue
Yahvéh.
33 Volveremos sobre esto más adelante, pp. 115 ss. El nombre de Yahvéh no está
atestiguado en ningún texto anterior a Moisés.
34 A. Alt, cuya obra, citada anteriormente, es fundamental aquí para la discusión.
35 Especialmente J. Lewy, «Les textes paléo-assyriens et l'Ancien Testament» (RHR, CX
[1934], pp. 29-65); recientemente, J. P. Hyatt, VT, V (1955),pp. 131 ss. Alt, sin embargo,
rechaza los paralelos de Lewy porque no aparecen nombres individuales (solamente «mi, tu
padre», etc.) Pero los paralelos parecen ser válidos.
182
patriarcal parece, desde este punto de vista, auténtico en sumo grado. Que
no hay, en todo caso, una mera proyección al pasado de la alianza sinaítica,
queda demostrado por las desemejanzas entre ambas, que mencionaremos
dentro de un instante. Hay que añadir que el peculiar idiotismo «cortar la
alianza» (p. e., 15, 18), frecuentemente encontrado en las narraciones, está
atestiguado ahora en un texto de Qatna de hacia el siglo XV 36 . Otra
aclaración acerca de la relación personal entre el individuo y la divinidad
patronal es ofrecida por ciertos nombres que aparecen tanto en el primitivo
Israel como entre sus vecinos noroccidentales. Especialmente instructiva es
una clase de nombres compuestos de ab (padre), aj (hermano) y "amm
(pueblo, familia)37. La Biblia ofrece gran número de nombres de esta índole, y
dado que son muy frecuentes hasta alrededor del siglo X, pero muy raros a
partir de esta fecha, son ciertamente de un tipo muy antiguo38. Nombres del
mismo tipo están profusamente comprobados entre elementos amorreos de
la población en la edad patriarcal, y debemos suponer que fueron como
39
característicos . Puesto que muchos nombres semíticos tienen un
significado teológico, y puesto que los elementos ‘ab, ‘aj y 'amm son
intercambiables con el nombre de la divinidad (p. e., Abiezer-Eliezer,
Abimélek-Elimélek, Abiram-Jehoram), tales nombres tienen importancia para
esclarecer las creencias. Así, por ejemplo, Abiram/Ajiram significa «Mi
(divino) Padre/Hermano es exaltado»; Abiezer/Ajiezer, «Mi (divino)
Padre/Hermano es ayuda (para mí)»; Eliab «Mi Dios es Padre (para mí)»;
Abimélek/Ajimélek «Mi (divino) Padre/Hermano es (mi) rey»; «Ammiel (El
183
Dios de) mi pueblo es Dios (para mí)», y así otros. Estos nombres arrojan
una brillante luz sobre la primitiva fina sensibilidad del nómada acerca de la
relación entre el clan y la divinidad. El Dios era la cabeza invisible de la casa,
cuyos miembros eran sus propios miembros.
184
Él, todo-padre, ya que «El» es también una palabra general para «dios», que
puede ser, sencillamente., un sustituto de algún otro nombre divino (e. d. «el
dios»).
185
relación personal entre el individuo y su Dios, mantenida por la promesa y
sellada por la alianza, tiene una gran autenticidad. La pincelada sobre la
promesa difícilmente puede ser una proyección al pasado de la creencia
posterior43. Tal como está descrita (p. e., Gn. cap. 15) es primariamente una
promesa de tierra y posteridad. Nada desea tanto un seminómada. Si los
patriarcas siguieron totalmente a su Dios, si creyeron que les había hecho
alguna promesa —y seguramente debieron creerlo así, puede otra suerte no
le hubieran seguido—, entonces debemos suponer que tierra y posteridad
constituyeron el núcleo fundamental de esa promesa. Tampoco es
anacrónica la descripción de una alianza (es decir, una relación contractual
entre el adorador y su Dios). Difícilmente puede ser una retroproyección de la
alianza sinaítica como a menudo se ha pensado, dado que hay diferencias
importantes entre las dos. Ambas, desde luego, están descritas como
partiendo de una iniciativa divina. Pero mientras que la alianza sinaítica se
basaba en un acto de gracia ya realizado y estaba estructurada en unas
estipulaciones rigurosas, la alianza patriarcal descansaba más de lo que
podemos suponer a ese fuerte sentido de pueblo tan característico de él
durante todo el tiempo por venir. Además de esto, se engastó en la
mentalidad israelita el esquema de promesa y alianza. Podemos suponer
que cuando algunos elementos, que más tarde habían de ser incorporados a
Israel, se asentaron en Palestina y comenzaron a multiplicarse, la promesa
de tierra y descendencia fue considerada por ellos como cumplida. Los cultos
ancestrales, ahora practicados en santuarios locales, adquirieron así un
prestigio enorme. Otros elementos, sin embargo, que más tarde habían de
formar igualmente parte de Israel, no se hicieron sedentarios tan pronto, sino
que continuaron su existencia seminómada, mientras que un tercer grupo (el
verdadero núcleo del Israel posterior) se encaminó a Egipto. La promesa
inherente a su tipo de religión permaneció, pues, sin cumplimiento; dado que
43Ver especialmente Alt, KS, I, pp. 63-67; M. Noth, VT, VII (1957),pp. 430-433, en la crítica
de Hoftijzer, Die Verheissung an die drei Erzvater (Leiden, E. J. Brill, 1956), que está en
desacuerdo.
186
este cumplimiento no se realizó hasta la invasión de Palestina bajo la égida
del yahvismo, la fe hebrea clásica vio, con razón, este último acontecimiento
como el cumplimiento de la promesa hecha a sus padres. Así, la idea de una
alianza, sostenida por la promesa incondicional de Dios, sobrevivió, en
prosperidad y adversidad, en la mentalidad hebrea, modelando
poderosamente la esperanza nacional, como veremos.
44Alt (KS, I, p. 63), intitula felizmente al dios (es) de los patriarcas paidagogoi hacia Yahvéh,
Dios de Israel,
187
Repaso Formativo
188
LECTURA # 2
189
Las cosas que conmovían a los profetas son muy parecidas a las clases de
acciones que ocurren diariamente en nuestro mundo. Los hechos registrados
en los periódicos contemporáneos, que son aceptados como los resultados
normales de la dinámica social, eran precisamente el tipo de cosas que
llevaron a los profetas a sus diatribas. La gente moderna llamaría histéricos a
los profetas, pero ellos dirían que nuestra insensibilidad a lo que está
sucediendo alrededor nuestro es mucho peor. Los profetas no eran filósofos
que exploraban los temas del pensamiento humano; eran activistas
preocupados por la realidad de la vida, el dolor de la humanidad, la ceguera
que nunca vio a Dios obrando y la sordera que nunca lo escuchó.
Abraham Heschel ha dicho con acierto que había dos asuntos fundamentales
que espantaban a los profetas: un pueblo puede estar muriendo sin darse
cuenta de ello; un pueblo puede ser capaz de sobrevivir, pero rechaza hacer
uso de esa posibilidad. Esto elevó los mensajes de los profetas a sus niveles
más altos. Quizá el aspecto más asombroso de los profetas es que fueron
tolerados por el pueblo hebreo. Este mismo hecho es un testimonio de que
Israel reconoció la voz de Dios en las proclamaciones de los profetas.
Los profetas miraron hacia el futuro. Pero ellos no estaban tan interesados
en predecir lo que acontecería como lo que tenía que suceder. Y aún su
interés con respecto al futuro tenía siempre como meta el que tuviera
significado para la audiencia a la que ellos se dirigían. Su interés principal
era siempre hacia aquellos a los cuales hablaban.
190
Finalmente, sin embargo, la relación de los profetas con Dios y con Israel les
tuvo bajo constante tensión. La revelación de Dios era una demanda
constante en lugar de un consuelo. Ella desafiaba, exhortaba, transformaba y
forzaba una decisión. Los profetas oyeron la voz de Dios y la sintieron en su
corazón. Pero sentían también el dolor y la agonía, la obstinación y la
rebelión de su pueblo. Esta tensión dual bajo la cual vivían es como renovar
los cables en una casa antigua con la electricidad conectada. Cualquier
momento puede ser el último. Cada instante debe ser tomado con seriedad.
No hay lugar para descuidos y no hay tiempo para frivolidades. Había sólo un
tiempo para el mensaje del momento, en la esperanza de que el momento
siguiente pudiera ser mejor.
2. Géneros proféticos
En los mismos, ellos vieron algo con sus ojos o con sus mentes; por medio
de estas visiones Dios les dio una revelación especial. Los profetas también
dieron información autobiográfica de sus actos simbólicos. Estos informes
191
incluyen comúnmente el mandato divino a realizar algún acto particular, la
información de que ellos ya habían hecho lo que Dios les había ordenado y
un sermón interpretando el significado de su acto para el pueblo.
1. la profecía de desastre.
192
Esto está acompañado por una predicción de desastre, un anuncio de
juicio.
2. La profecía de salvación.
3. Un oráculo de salvación.
Esta parece ser una palabra de seguridad pronunciada por un profeta o una
persona o personas que han estado lamentándose por una tragedia o crisis
que las confronta.
193
Algunos eruditos identifican también una forma separada como una
declaración de salvación, diciendo que el oráculo está orientado al presente,
mientras que la proclamación está orientada hacia el futuro.
Además de estas formas principales, hay otras que se han identificado como
ocurriendo con menos frecuencia y con menos uniformidad. Entre estas
tenemos los oráculos de lamentación, llamados así porque comienza con la
palabra Ay. Generalmente incluyen un anuncio de un juicio intenso. También
hay dos clases de discurso de juicio; la primera se desarrolla en la forma de
una escena de la corte, con un resumen, un juicio y últimamente la
sentencia.
Los profetas hebreos fueron algunos de los hombres más perturbadores que
jamás vivieron. Cualquiera que busque estudiar seriamente el mensaje de
estos hombres debe tener en cuenta no solo lo que dijeron, sino también
quiénes eran. Descontando a Jesús de Nazaret y sus discípulos,
probablemente ningún grupo hizo un impacto tan grande sobre el mundo
como los profetas del Antiguo Testamento.
194
El término Profeta Canónico no es totalmente adecuado, porque personas
como Débora, Natán, Gad y Elías claramente están dentro del canon y no
están incluidos entre aquellos a los cuales nos referimos aquí. Otros han
buscado identificarlos como los Profetas Escribientes. Pero también es
inadecuado, porque no hay una indicación cierta de que muchos de los
incluidos hayan escrito algo.
Por otro lado, tenemos referencias claras de que Samuel, Natán y Gad
escribieron; pero ellos no están incluidos. Además, sabemos bastante bien
que Jeremías usó a un escriba, Baruc, para registrar sus sermones.
Probablemente, el mejor término que se usa para identificar a aquellos a los
que nos referimos es el que se utiliza en la Biblia hebrea, Profetas
Posteriores. Por lo menos, es específico, incluyendo precisamente a aquellos
a los que nos referimos y no a otros. Lamentablemente, ese término no ha
alcanzado nunca una aceptación uniforme entre los cristianos.
Los hombres con los que estamos interesados en esta parte de nuestro
estudio son aquellos que fueron considerados como los profetas en el
Antiguo Testamento y cuyos sermones fueron coleccionados en libros.
Además, cada libro que contiene el registro de sus ministerios y sermones
debe haber sido identificado también como uno que pertenecía a la sección
de los profetas en el canon del Antiguo. Esta sección incluye a Isaías,
Jeremías, Ezequiel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum,
Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquias.
195
UNIDAD 6 LAS PROMESAS DE DIOS Y
LA ESPERANZA DEL HOMBRE
CONTENIDO DE LA UNIDAD
En esta última unidad se presenta un panorama en los temas de misterio y
esperanza para Israel. El juicio de Dios, el día del Señor, el Siervo sufriente,
el Mesías, el Nuevo Pacto y la muerte y el destino individual.
OBJETIVOS
2. Reflexionar sobre las enseñanzas y desafíos que nos dejan los temas de
esperanza futura de Israel.
EJES PROBLEMÁTICOS
¿Cuál era el concepto que tenía Israel con respecto al juicio de Dios? ¿Qué
creía Israel del día del Señor? ¿Cómo recibía Israel los poemas del Siervo
sufriente? ¿Qué esperanza tenía Israel con base en el Mesías? ¿Para el
antiguo hebreo, el Siervo sufriente y el Mesías eran la misma persona?
¿Cómo percibían la muerte y el más allá?
196
Propuesta de estudio de la unidad
Para esta última unidad he preparado una lectura la cual al final de cada una
de sus partes tiene un recuadro para detenerse y profundizar en la
“comprensión” y en la “reflexión”. Lea con cuidado cada parte y deténgase en
cada recuadro para responder el punto de la “comprensión” y el de la
“reflexión”. Es una propuesta sencilla y didáctica que nos ayudará a asimilar
el contenido de la unidad. Adelante y ¡Buen provecho!
INTRODUCCIÓN
197
Consideremos los siguientes temas que hacen parte de la galería de temas
que conforman la esperanza del Antiguo Israel, comprendámoslos y
reflexionemos con base en ellos.
198
El juicio y la ira de Dios
199
La naturaleza y el propósito del juicio de Dios.
"Mas ellos fueron rebeldes, hicieron enojar su santo espíritu: por lo cual se
les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos" (Is. 63:10).
También nos hemos fijado en que la ira de Dios tenía una mira
evangelizadora. Los profetas estaban bien convencidos de que la ira de Dios
estaba templada por la misericordia y que su amor firme era su característica
prevaleciente. De modo que el juicio y la Ira siempre eran productos de su
amor. Amós declaró que el propósito de Dios en el juicio era llevar a Israel al
arrepentimiento y así hacer que volviesen a Dios (Am. 4:6-11).
200
Los profetas también estaban seguros de que el juicio de Dios era ineludible.
Nadie podía desafiar las demandas justas de Dios. Tales actos encendían su
ira y hacían que su juicio fuese seguro.
"Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno
morirá por su pecado" (Dt. 24:16).
Sin embargo, esto no quería decir que los hijos podían eludir las
consecuencias históricas de los pecados paternales. Eso, no obstante, no es
ni la ira ni el juicio.
En cambio, fueron la naturaleza Ineludible del juicio temporal de Dios y su
propósito evangelizador los que hicieron que Israel tuviera esperanza. Dios
no solo castigaba, sino que buscaba redimir. No solo castigaba el pecado,
sino que se proponía liberar al pecador. Esto nos trae a una consideración
del día del Señor y el juicio y la ira de Dios.
201
El día del Señor y el juicio de Dios
"¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de
Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león,
y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en
la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas y no
luz; oscuridad, que no llene resplandor?" (Am.5:18-20).
Aunque no hay referencias bíblicas al día del Señor antes de Amós, el mismo
modo en que lo abordaba hacia muy claro el que ya formara parte de la
teología popular. No presentaba una nueva idea, sino que corregía una idea
antigua. El pueblo esperaba que el día fuese un tiempo de juicio sobre los
enemigos de Dios. Amós dijo que esto era cierto, pero que ¡Israel era uno de
sus enemigos! El juicio ya formaba parte esencial del concepto del día. Lo
que Amós agregó fue que el juicio sería un juicio moral sobre el pueblo del
pacto.
Parece que hay dos raíces esenciales detrás del concepto del día del Señor.
La primera y más básica surgió de la conciencia que Israel tenía del tiempo.
202
Ellos consideraban que el tiempo era importante en virtud de lo que había
ocurrido en él y no únicamente por su transcurso. De modo que los meses
eran nombrados por lo que tenía lugar, tal como "la cosecha de la cebada",
"la siembra temprana", "la cosecha del lino" y así sucesivamente. Por lo
tanto, cualquier día especialmente lleno de las actividades del Señor pudiera
haberse llamado el día del Señor. Muy naturalmente, pudiera haber surgido
el concepto de que cualquier día de juicio o alteración era el día del Señor.
Habría sido muy fácil que este concepto se trasladara al tiempo último de
juicio. Tal cosa hubiera sido el día del Señor de modo muy especial.
203
Segunda, durante el período preexílico, el concepto principal dentro de la
expresión "aquel día" era el de juicio. Este juicio caería sobre Israel, porque
su privilegio dentro del pacto conllevaba una responsabilidad. Sin embargo,
el juicio también se veía como cayendo sobre las naciones circunvecinas. A
ellas también se les tenía como responsables por sus acciones (Am. 1:3—
2:3). Pero, aunque se recalcaba el juicio, había también una conciencia de
que Dios libraría a un remanente de su pueblo. De modo que Isaías
proclamó:
"Acontecerá en aquel tiempo, que los que hayan quedado de Israel y los que
hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los
hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jehová, el Santo de Israel. El
remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte. Porque si
tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él
volverá..." (Is. 10:20-22).
204
Tenemos una tendencia a querer un horario para todos los eventos de Dios.
Parece que esto no era cierto respecto a los profetas hebreos. Al día del
Señor normalmente se le describía en el Antiguo Testamento con una forma
verbal que se conoce como el perfecto profético. Esto hace que luzca como
si ya hubiera sucedido. Pero lo que estos voceros antiguos de Dios
describían era el hecho de que el día ya está fijo y seguro en la mente de
Dios. Él lo había trazado y podía describirlo como si ya lo hubiera visto. De
modo que los profetas sabían que el día venía. Ellos sabían que era seguro.
No malgastaban el tiempo preguntando "¿Cuándo?" Más bien, les tocaba
usar la certeza de su venida como un medio para llamar al pueblo al
arrepentimiento.
* Comprensión: ¿Cuál era el concepto que tenía Israel del día del Señor y
cuál fue el de los profetas, en especial Amós? Este concepto profético del día
del Señor, ¿de qué manera afecta el futuro de esperanza de Israel?
205
El remanente y el juicio de Dios.
206
supervivencia era por pura gracia. Los profetas parecían esperar que el
remanente volvería a Dios buscando el perdón y la misericordia como acto
de agradecimiento por su supervivencia. De estos hablaba Isaías:
"Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como
Sodoma fuéramos y semejantes a Gomorra" (Is. 1:9).
Jeremías agregaba una nueva dimensión con su visión del nuevo pacto (Jer.
31:31-34). Para él, el remanente se compondría de aquellos individuos que
entraban en esa nueva relación con Dios. Su esperanza respecto al
remanente se basaba en los actos de la gracia de Dios y en la libre
respuesta del hombre, hecha ésta posible por el acto de la gracia de Dios.
(Abordaremos el nuevo pacto con más detalle posteriormente en este
capítulo.)
207
“... El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, está
en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado y sus puertas
quemadas a fuego.” (Neh.1:3).
Era sobre esta esperanza postergada que Pablo elaboró en su carta a los
Romanos. A ellos escribía:
Al repasar el concepto que Israel tenía del juicio de Dios, nos fijamos en que
el concepto en si era base para la esperanza. El mismo juicio ofrecía
esperanza, porque aseguraba que Dios se preocupaba por las cosas. A él le
interesaba lo que ellos hacían. Aun más, ofrecía esperanza, porque su juicio
encerraba una dimensión redentora. Con el correr del tiempo, buscaba traer
a Israel de nuevo a Dios. En el día del Señor último, su juicio crearía un
remanente redimido y purificado. Los integrantes de ese remanente serian
participantes en el nuevo pacto. Como tales, serían el nuevo pueblo de Dios.
Es este nuevo pueblo de Dios que Jesús ha salvado y ha llamado para sí. He
aquí otra gloriosa flor neotestamentaria brotada de las raíces del Antiguo
Testamento.
208
* Comprensión: ¿El remanente de Israel, era remanente porque era justo o
por gracia?
El Mesías
209
Llama la atención a las cosas que acompañarán el fin de la era, tal y como
los escritores veterotestamentarios las concebían.
210
ungidos o apartados para el uso de Dios. Eran específicamente designados
para lograr sus propósitos.
Esto también podría traducirse: "¿No te ha hecho mesías el Señor, para ser
príncipe?" Se aplicó a David (I S. 16:13), y generalmente a los reyes que
gobernaban o en Israel o en Judá.
Es más, a los sacerdotes y a los profetas se les describían como ungidos (Lv.
4:5; 6:22; Is. 61:1). O se les nombraba para servir al altar o para proclamar la
palabra de Dios. Además, aun a un rey pagano, Ciro, el conquistador persa,
se le dio este título:
"Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha,
para sujetar naciones delante de él, y desatar lomos de reyes; para abrir
delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán" (Is. 45:1).
211
cada caso la cosa o la persona ungida estaba dedicada específicamente al
servicio de Dios.
212
El trasfondo del concepto mesiánico.
213
El concepto veterotestamentario de majestad se relacionaba con esto, pero
también agregaba otra dimensión. La ideología real del antiguo Cercano
Oriente puede haber contribuido en algo a esto. En las naciones vecinas de
Israel al rey se le veía como el
representante del dios, el hijo del dios y a veces hasta se le Identificaba con
el dios. Se realizaban grandes fiestas cuando la ceremonia anual de
entronización en la que el rey hacia el papel de dios en ritos elaborados que
celebraban la creación, la renovación anual de la naturaleza y a veces el
establecimiento de su propia nación. Ahora bien, es muy obvio que en Israel
nunca se le daba tanto énfasis al rey ni a su relación especifica con Dios. Sin
embargo, Israel seguramente estaría consciente de estos ritos y su
significado.
214
Como tal, estaba apartado para un servicio especial a Dios (Dt 17:14-20; 1 S.
8:4-22; 12:13-25). Al mismo tiempo, el rey nunca estaba por encima de la ley.
Siempre había de ser obediente a la ley y a Dios. Había de guiar a su pueblo
a la batalla, defenderlo, gobernarlo y así asegurar la paz. También se le
consideraba como recipiente de talentos especiales o dones dados por Dios
para capacitado con el fin de que cumpliera su responsabilidad. Además, se
le veía como teniendo una relación especial con Dios en calidad de
representante del pueblo. Es muy claro que esto también estaba en el
trasfondo de la esperanza mesiánica israelita que estaba en vía de
desarrollo. Ellos anticipaban un rey futuro que sería lo que cada rey histórico
debiera haber sido pero no era.
215
El ministerio futuro del Mesías
Entre los términos que se usaban para referirse a este gobernante ideal
futuro estaban aquellos que claramente lo identificaban como el hijo más
grande del gran David. Entre estos estaban "vara", "vástago" y otros. De este
modo Isaías prometió:
"Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces" (Is.
11:1).
"He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo
justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará Juicio y justicia en la
tierra" (Jer. 23:5).
216
esperado. Claramente era en base a esto que se anunciaba en el Nuevo
Testamento respecto al nacimiento de Jesús:
"Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el
trono de David su padre" (Lc. 1:32).
217
Los otros dos títulos también indicaban la substancia de la esperanza
mesiánica de Israel en contraste con su realidad presente. Se esperaba que
el rey fuera un padre para con su pueblo, pero a menudo les oprimía.
Cuando alguno cumplió este ideal, pronto murió. El mesías sería un Padre
eterno. Además, hubo pocas oportunidades en las cuales los reinos hebreos
no estuvieron en guerra o amenazados por la guerra. El mesías seria
verdaderamente un Príncipe de paz.
"Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de
Jehová su Dios: y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta
los fines de la tierra" (Mi.5:4).
218
"Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No
juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino
que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos
de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus
labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad
ceñidor de su cintura. Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el
cabrito se acostará, el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos,
y un niño los pastoreará" (Is. 11:2-6).
"No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena
del conocimiento de Jehová. Como las aguas cubren el mar. Acontecerá en
aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por perdón a los
pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa" (Is.11:9,
10).
219
"Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí
tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno,
sobre un pollino hijo de asna" (Zac. 9:9).
Vemos aquí al mesías aún representado como un rey, pero es una clase
diferente de rey. Aunque viene con victoria absoluta, lo hace con una
humildad genuina. No se le representa como montado sobre el tradicional
caballo blanco semental del héroe conquistador. Más bien, cabalgando un
burro, sin pretensiones y con humildad genuina.
Es muy fácil ver como cada uno de estos hilos del tapiz veterotestamentario
jugaba su papel en el ministerio de Jesús. Muchos de los rasgos él los
cumplió en su ministerio terrenal. Algunos tendrán que cumplirse aún en su
regreso final y su victoria última al asumir la autoridad sobre su reino.
Empero, era el cuadro del rey sobre un burro el que daba más problema a
sus con témporaneos. Cuando Jesús entró en Jerusalén justo de esta
manera, lo hizo adrede para cumplir esta profecía (Mt. 21:1-10; Mc. 11:1-10;
Lc. 19:29-38; Jn. 12:13-15). Era justamente la clase de acto específico que
los sacerdotes y los líderes religiosos no podían sino entender. Era su
reclamo deliberado de ser el rey venidero. Al mismo tiempo, sin embargo, era
un acto que Pilato y el gobierno romano no podían tomar en serio. Si Jesús
hubiese cabalgado un caballo semental, habría actuado como un rey
terrenal y Pilato hubiera reaccionado de inmediato. Pero, tal y como Jesús lo
hizo, hacia un reclamo ante Israel que no amenazaba el poder secular de
Roma. Tal era la sabiduría de Dios. Jesús reclama para sí la lealtad de los
corazones y las mentes de los hombres sin derrocar sus gobiernos. Cuando
el pueblo empiece a llegar a Jesús, sus gobiernos también se arrodillarán
delante de él.
220
* Comprensión: Elabore una lista (los que recuerde) de los títulos y
características del Mesías esperado.
* Reflexión: ¿Cómo logró Jesús ser el Mesías esperado sin echar mano de
la política del momento ni incitar al gobierno de la época?
'Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía
uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron
acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos
los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran, su dominio es dominio eterno,
que nunca pasará, y su reino uno que no será
destruido" (Dn. 7:13, 14).
221
otra literatura, la extrabíblica, del periodo tardío del Antiguo Testamento, esta
idea se recogió y se desarrolló muy ampliamente. (Esto se hizo en el Libro
Etiópico de Enoc 37-71, en el Apocalipsis de Esdras, y en el Apocalipsis
Siriaco de Baruc, tanto como en los Targumenes y en otros lugares de
menos importancia.) Este desarrollo no habría sido significativo si Jesús no
hubiera recogido y usado tanto el concepto. En una ocasión advirtió a sus
discípulos, al decir:
"Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto, os digo que
hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que
hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino" (Mt. 16:27, 28).
Es más, Cuando estaba siendo enjuiciado ante el sumo sacerdote, hubo una
confrontación sobre esta misma frase. El sumo sacerdote le dijo:
"... Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo
de Dios. Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además, os digo, que desde ahora
veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo
en las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote rasgo sus vestiduras,
diciendo: iHa blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?.. " (Mt.
26:63-65).
222
divino. Tampoco puede afirmarse que se le caracterizase sólo como humano,
porque claramente había una dimensión sobrehumana en él. En el material
extrabíblico, no obstante, se le identificaba claramente como divino. De modo
que cuando Jesús se llamaba a sí mismo "El Hijo del Hombre", no era para
que se pensase en él como humano. Su humanidad era obvia. Para Caifás y
el Sanedrín, su reclamo de ser el Hijo del Hombre claramente era afirmar ser
divino. Eso era lo que hacía que fuese blasfemia para sus oídos.
Los hombres esperaban que fuese un rey político que restaurara el reino a
Israel. Su reino resultó ser uno sobre los corazones de los hombres, sin
límites territoriales ni temporales. Al final, será el rey todo conquistador, que
vendrá en las nubes de gloria.
223
El Siervo sufriente
El Siervo había sido llamado por Dios, llenado por su Espíritu, y se le dio un
ministerio mundial. El era amable y sin desánimo. Tendría éxito en su
ministerio.
En el segundo poema, habló el siervo mismo (Is. 49:1 -6). Allí él describió su
llamamiento por Dios. También indicó que según toda apariencia exterior, su
ministerio no había sido exitoso. El era consciente del honor que Dios le
había dado y de la fuerza por la cual era sostenido. Dios le respondió que el
siervo habría de ser la dadiva de Dios a todos los hombres, llevándoles la
salvación.
224
“...también, le di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo
postrero de la tierra" (Is 49:6).
"Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba,
no escondí mi rostro de injurias y de esputos" (Is 50:6).
Dios habla prometido que su Siervo tendría éxito al final. Y sin embargo, todo
parecía Indicar lo contrarío. A la gente de la nación se le describe como
hablando en torno al Siervo:
225
ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca, como
cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su
generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los
impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo
maldad, ni hubo engaño en su boca" (ls 53:1-9).
El cuadro global del Siervo sufriente de Dios es de uno que era de espíritu
paciente y amable, consciente de ser un vaso escogido en las manos de
226
Dios y sostenido por el compañerismo de Dios mismo. Su tarea era la de
llevar a todos los hombres a Dios. Lo logró mediante el sufrimiento
inmerecido y vicario. Se hizo sacerdote tanto como sacrificio, ofreciéndose a
si mismo como la ofrenda por el pecado de su pueblo. El resultado final fue
una victoria de la cual el Siervo estaba consciente y satisfecho.
Hay, también, algunos salmos que señalan a este cuadro del Siervo
sufriente. Sin embargo, no son ni tan exaltados ni tan bellos. Tampoco
agregan algo en realidad al cuadro ya pintado.
Hay tres enseñanzas primordiales en los poemas del Siervo sufriente que
van más allá de la pura descripción del mismo Siervo. Nos conviene poner
atención a ellas, aunque brevemente.
227
provisión en el rito de Israel para expiar los pecados morales. Más bien, el
énfasis primordial recaía sobre los pecados rituales: Cuando el salmista
confesó sus grandes pecados, agregó también:
Empero, en los poemas del Siervo, había un sacrificio sustitutivo que podía
quitar o llevar los pecados del pueblo. El sacrificio no era un animal sino el
mismo Siervo de Dios.
La segunda enseñanza principal de estos poemas se relaciona
estrechamente con la primera. Aunque todo pecado ahora podía ser quitado
por el representante sufriente, esto solo podía lograrse si los pecadores
culpables entraban en una relación personal con el Siervo.
228
pero también se incluía a todos los demás pueblos (Is. 42:1, 4; 49:6). El
Siervo sufriente hacía que la salvación de Dios fuese extensiva a todos los
fines de la tierra.
La última pregunta que debe hacerse respecto a las enseñanzas acerca del
Siervo sufriente tiene que ver con su relación al Mesías. La pregunta
sencillamente es esta: ¿se debe identificar al Siervo sufriente con el Mesías?
Desde nuestro punto de vista, de este lado de la cruz, la respuesta parecería
ser tan sencilla como para hacernos cuestionar la validez de la pregunta.
Para cualquier persona conocedora de la vida y ministerio de Jesús, ¡la
respuesta seria un fuerte sí! Jesús claramente era el Mesías de Israel. Era
también igualmente el Siervo sufriente de Dios. Pero debemos considerar
esta pregunta desde la perspectiva del Antiguo Testamento y no desde la de
su cumplimiento neotestamentario.
229
un problema de tal dimensión que Juan el Bautista, desde la cárcel, mandó
sus emisarios:
“…Y llamó Juan a dos de sus discípulos. Y los envió a Jesús, para
preguntarle: ¿Eres tú el que habla de venir, o esperaremos a otro?" (Lc. 7:18,
19.).
"... Id, haced sabed a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los
cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son
resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio, y bienaventurado es
aquel que no halle tropiezo en mí" (Lc. 7: 22, 23).
Así que, parece muy obvio que durante la vida de Jesús el pueblo de Israel
no había asociado de ningún modo al Mesías con el Siervo sufriente en su
propia mente. Es más, a Jesús no le sorprendía el que esto viniera de uno
con tanto discernimiento como Juan. (En el capítulo 11 se dará consideración
a una posible interpretación diferente.)
"A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid,
comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche" (Is.
55:1).
230
"Inclinad vuestro oído, y venid a mí, oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con
vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David" (Is. 55:3).
231
El nuevo pacto
El carácter interior del pacto obviamente quería decir que sería individual en
lugar de nacional. Cada persona participaría en él por sí misma.
El segundo rasgo del nuevo pacto era que este establecería una nueva
relación entre Dios y su pueblo:". . yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán
por pueblo" (Jer. 31:33). Otra vez, parecería que el énfasis a esta altura
estaba sobre la naturaleza personal de esta relación. El propósito de esta
nueva relación que Dios creaba era "para que anden en mis ordenanzas, y
guarden mis decretos y los cumplan.. "(Ex. 11:20). El pacto antiguo había
232
fracasado, porque Israel había encontrado imposible el ser leal. En virtud de
esta nueva relación, Dios haría que fuesen capaces de ser obedientes.
El cuarto énfasis del nuevo pacto tenía que ver con sus cimientos. El pacto
antiguo se había establecido después de la liberación de Dios a Israel de
Egipto. El nuevo pacto seria establecido por medio de la liberación de
pecado por Dios. Se basaría sobre el perdón divino: ". . . porque perdonaré la
maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado" (Jer. 31:34). Jeremías
no señalaba cómo se lograría este perdón. Ya hemos visto que sería logrado
por el ministerio del Siervo sufriente.
Este concepto del nuevo pacto llegó a ser una parte Importante de la
esperanza futura de Israel. Sin embargo, aquí, como en otras partes, le tocó
a Jesús darle su significado último. En la última noche de Jesús sobre la
tierra, al intentar describir el significado verdadero de su misión, este era el
término que el escogió para describirlo.
"Tomó una copa, y cuando hubo dado gracias, se la dio a ellos, diciendo:
'Tomad de ella, todos vosotros, porque esta es mi sangre del nuevo pacto
que se derrama para el perdón de los pecados de los muchos'" (Mt. 26:27,
28. traducción del autor).
Este nombre que el escogió para describir su ministerio llegó a ser tan
importante para las iglesias primitivas que lo usaron para nombrar la
colección de libros que describía ese ministerio. De modo que llegamos a
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tener el Nuevo Pacto, o como solemos llamarlo más comúnmente, el Nuevo
Testamento. Los dos términos son idénticos; solo son traducciones
diferentes de la misma expresión.
Destino individual
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La muerte y el futuro
"Allí los impíos dejan de perturbar, allí descansan los de agotadas fuerzas.
Allí también reposan los cautivos; No oyen la voz del capataz. Allí están el
chico y el grande. Y el siervo libre de su señor" (Job 3:17-19).
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"Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor
es perro vivo que león muerto. Porque los que viven saben que han de morir;
pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es
puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y
nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol" (Ec. 9:4-6).
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"Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque
subieren hasta el cielo, de allá los haré descender" (Am. 9:2).
Pero todavía el Seol no era sino la morada de los muertos. Lo que constituía
el castigo era haber sido enviado allí antes del tiempo.
237
* Comprensión: Escriba una frase que resuma el concepto de la muerte en
el Antiguo Testamento.
238
Sin embargo, hay declaraciones positivas en el Antiguo Testamento que
debemos considerar. El primer pasaje que posiblemente nos de cierta
insinuación registra las palabras de Ana. Ella llevaba a su hijo, Samuel, para
que sirviera en Silo. Allí ella le dijo a Elí:
"Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico
también a Jehová, todos los días que viva, será de Jehová... "(1 S. 1:27. 28).
Según el orden normal de las cosas, la madre moriría antes que su hijo. Y sin
embargo, ella parece albergar alguna esperanza de una especie de reunión
después de la muerte. Fuera lo que fuese su esperanza, nadie recogió la
idea por algún tiempo.
"Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré,
Hasta que venga mi liberación" (Job 14:14).
239
Job tenía un vislumbre de la verdad al responder a la pregunta, porque él
dijo:
Pero, tenía otro discernimiento divino. Otra vez se le inducía a que alcanzase
las estrellas. Esta vez, se asía de ellas. Desde las profundidades de la
desesperación, al fin prorrumpió:
En este caso, Job estaba bien seguro que no tan sólo estaría consciente
después de la muerte, sino que él personalmente vería al Dios que tomaba
su parte y lo vindicaba. ¡Qué visión más maravillosa para el pobre sufriente!
Pero aún aquí hay cierta duda si Job solo veía la vida después de la muerte
o en realidad veía una resurrección.
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"Muertos son, No vivirán, han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste,
y destruiste y deshiciste todo su recuerdo" (Is. 26:14).
Daniel vio una resurrección más grande. Pero, esta también era limitada. Allí
se nos dice:
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resurrección y a la vida después de la muerte. Fue él quien dio la respuesta
de los siglos a la pregunta de Job, al decir:
Dentro de esa promesa estriba la victoria última. "Mas gracias sean dadas a
Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Co.
15:57).
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CONCLUSIÓN
Al final del camino podemos decir que ha sido una experiencia formadora.
Concluir un trabajo como este refleja disciplina y compromiso. En cuanto a la
forma y a los procedimientos quiero extender mis palabras de gratitud al
Señor por recibir de Él la oportunidad de compartir estos tiempos de
aprendizaje y compartir con los estudiantes que han recibido provecho y
alimento espiritual.
En estos cuatro párrafos finales, les motivo a que el conocer acerca de Dios
y su obra no se detenga, pues Él no se ha detenido en mostrarnos Su amor y
Su paciencia. Solo espera que sigamos siendo Sus siervos para llevar los
planes que tiene para esta generación. Asumamos el reto y seamos fieles,
nuestro Dios y Padre lo merece. Y en Su presencia estaremos por la
eternidad.
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BIBLIOGRAFÍA
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